Paisajes de Florianópolis

Marc J. Dourojeanni

2015

Florianópolis , la capital del Estado de Santa Catarina está en su mayor parte situada en la Isla de Santa Catarina que le ha dado nombre al Estado. Pero es común llamar Florianópolis (Floripa) a toda la isla.

La isla tiene 54 km de largo por hasta 18 km de ancho y está localizada muy cerca de la costa a la que se une apenas por un

puente. Abarca 42.440 ha. El centro de la isla es una cordillera cuya parte más alta alcanza 532 metros de altura.

En el norte se concentran las mejores playas y los barrios más importantes, tanto los más ricos (Jureré, Cacupé, Sambaquí, Praia Brava) como los más populares (Canasvieras, Ingleses, Rio Vermelho).

En el centro, al oeste está la capital, unida a su parte continental por el puente. Al este se encuentra el acceso a la Laguna de la Concepción y a su barrio, así como a playas muy solicitadas (Mole, Joaquina).

En el sur hay playas muy bonitas (Pantano, Naufragados) pero la ocupación humana crece rápidamente (Campeche). La costa este es linda.

Este puente decrépito y fuera de uso es el inapropiado emblema de Florianópolis. Gastan fortunas para mantenerlo.

Pero de noche, iluminado, es bonito.

El centro de la ciudad y el puente vistos desde el Morro da Cruz, o “de las antenas””.

Morro «de las antenas», mirando hacia la costa Noroeste de la isla

Mirando hacia el noreste se observa lo que queda de los manglares..

Parte moderna del centro de la ciudad visto desde el mar.

El barrio más chic es Jureré: Una excelente

playa y miles de residencias

suntuosas pero guachafas que

se ocupan menos de un mes por año.

Helicópteros y muchos Ferrari, Lamborghini, Porsche, Jaguar, etc.

Parte central de la laguna de La Concepción y vista al barrio del mismo nombre

Esta es la parte sur de la laguna. En la isla hay varias dunas.

Costa de la parte norte de la laguna.

Parte norte de la Laguna de la Concepción

Esta es la salida al mar de la Laguna de la Concepcion. El lugar, un pequeño puerto pesquero, se llama Barra da Lagoa.

En la isla hay más de 40 playas, entre las que miran al

oceáno abierto y las que miran al continente. Las primeras son obviamente las mejores.

Hay playas para todos los gustos… con olas fuertes y sin olas, con viento y sin viento, de aguas tibias o frías, solitarias o populares y, además, hay centenares de kilómetros de trochas que las recorren pasando por morros y bosques.

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Bar en la playa de Pantano del Sur

Las playas tienen toda clase de usuarios, inclusive nudistas.

Vista de la costa sureste de la isla

Vista desde Santo Antonio de Lisboa

La ciudad vista desde Sambaqui

En la isla hay aun muchos pescadores. Otros cultivan

ostras.

En el centro sur de la isla hay montañas y bosques en las que existen nacientes de agua que alimentan la Laguna do Perí. El acceso aun es por trocha.

El riacho, después de pasar por varias cascadas, alimenta la Laguna de Perí, que abastece de agua potable parte de Florianópolis.

La Laguna do Perí es un parque municipal. Varios otros lugares boscosos de la isla están legalmente protegidos

Vista de la costa suroeste (Ribeirao da Ilha).

La costa noroeste de la isla es muy bonita. Allí se localizan antiguas aldeas de pescadores azóranos como Sambaquí y San

Antonio de Lisboa.

Sobran restaurantes y bares

Toda la isla está cubierta de esas rocas de forma arredondeada.

Anochecer en la caleta de San Antonio de Lisboa

Tres fortalezas defendían el acceso Norte a la ciudad. Esta es

la principal en la isla.

La fortaleza de Anhatomirim, en el continente

Fortaleza de Ratones instalada en un islote entre tierra firme y la isla.

No faltan marinas y barcos de recreo.

En Floripa llueve con frecuencia

Los indígenas ocuparon la isla mucho antes que los

portugueses

Que nadie crea que Floripa es perfecto!

Su naturaleza está amenazada

La urbanización formal y en especial la ilegal avanza sobre playas y bosques.

Los manglares están siendo soterrados.

La mayor parte de las playas tiene gente demás.

Varias playas están contaminadas.

La pesca es escasa.

La vida diaria no es tan fácil

El costo de vida es elevadísimo.

El tránsito es muy intenso y peligroso.

La seguridad pública es limitada y todos tienen amigos y vecinos asaltados.

Conseguir cita con el médico puede llevar semanas.

Faltan taxis.

Pero vale la pena!