PAISAJES SINIESTROS EN EL LITORAL ESPAÑOL

siniestros en el litoral español

Resumen: El paisaje litoral es una pequeña pero intensa franja de territorio que ayuda a definir y entender lo que hoy llamamos paisaje, físico y psicológico. En menos de 50 años la costa se ha visto radicalmente transformada. El turismo ha sido el motor principal de la definición de este paisaje y de su transformación. Hoy, sumidos en un escenario post-boom, nos enfrentamos a la obsolescencia de estos paisajes turísticos. La investigación recorre la costa litoral española en busca de casos extremos y siniestros: ruinas, abandonos, no desarrollados, a medio construir, paralizados, misteriosos, paradójicos…con el objetivo de buscar preguntas y conclusiones que participen del debate de cómo se utiliza, construye, conserva o recicla este intenso paisaje.

Juan Antonio Sánchez Muñozkauh arquitectos

Proyecto presentado a:Convocatoria de ComunicacionesSOBRE CAPITAL Y TERRITORIO IIIUNIA-ARTE Y PENSAMIENTO 2012Comunicación:Viernes 14/12/2012 CAS-Sevilla

Juan Antonio Sánchez Muñozkauh arquitectos

Proyecto presentado a:Convocatoria de ComunicacionesSOBRE CAPITAL Y TERRITORIO IIIUNIA-ARTE Y PENSAMIENTO 2012Comunicación:Viernes 14/12/2012 CAS-Sevilla

siniestros en el litoral español

/ 3SINIESTROS EN EL LITORAL ESPAÑOL. Juan Antonio Sánchez Muñoz, kauh arquitectosComunicación SOBRE CAPITAL Y TERRITORIO III, UNIA-Arte y Pensamiento 2012, Sevilla

Índice

Sinopsis........................................................................................................4Introducción y objetivos.............................................................................5Marco de trabajo........................................................................................6Avance de la guía......................................................................................10Bibliografía.................................................................................................18Breve nota del autor..................................................................................19

Imagen de portada. Spain. ‘Everything’ under the sun, obra gráfica del autor. Cartel mashup a partir del cartel original mostrado (Madrid, 1987 - Instituto de Estudios Turísticos). Los 4 escenarios brillantes de playa son sustituidos por “otros escenarios” del litoral español, el sol de Miró se eclipsa. (Todas las fotos proceden de internet, de izquierda a derecha y de arriba a abajo: Paraje de Tudela en Cadaqués - Ministerio de Medio Ambiente; Cala d’en Serra en Ibiza - usuario anónimo; playa de Quitapellejos en Palomares - captura de video del No-Do; hotel El Algarrobico en Carboneras - Greenpeace.


Sinopsis

“Una mirada postboom del paisaje litoral es como rastrear un campo de batalla cuando la lucha ha terminado”

(COOPER & MCKENNA, 2009)

El litoral es una excepción, cuantitativamente existen más territorios de interior que de costa. Y además es exclusivo, el interior no puede serlo, al menos de modo real. Es un paisaje concentrado con un potente significado que vislumbra la relación humana con el medio, cómo lo habitamos, proyec-tamos o conservamos. Es escenario de deseos y especulaciones. Es contexto de tensiones contradictorias que abarcan desde el proteccionismo taxidérmico hasta la destructiva transformación lobotómica. Es un campo de conflicto contemporáneo ávido de debate.

El turismo es el motor de cambio social en la franja litoral. En un corto periodo se pasa de una sociedad primaria a una terciaria. Esta actividad, al actuar sobre el territorio, provoca una alteración radical. El marco, en España, ha evolucionado en 50 años de un escenario salvaje y desreglado a un contex-to refinado y complejo de normativas, procedimientos técnicos y burocracias, que conviven con procesos de ocupación irregular del territorio. De modo indistinto han participado multitud de agentes: desde actuaciones del capital orquestadas por la política o el mercado hasta la irrupción participativa de colectivos ciudadanos o la continua reflexión del ámbito académico e investi-gador ya sea sociológico, biológico o técnico, o artístico.

¿Qué investigar en este contexto cuando del desarrollo rampante se ha pasado al brutal frenazo de la crisis?

En ese campo abandonado que muestra la cita introductoria, este trabajo se vuelca hacia los cadáveres. A pesar de que la sociedad escurridiza siem-pre desea mirar a otro lado y obviar cuestiones macabras como la muerte, pensamos que el rosario de lugares recién abandonados y ruinas de batallas pasadas, deben ser visitados. Como viajeros, turistas o post-turistas, se plan-tea esta investigación que radiografía la costa para redactar la guía turística de paisajes SINIESTROS EN EL LITORAL ESPAÑOL.

Fotografías de los registros. Varios autores procedentes de Internet.Por columnas, de izquierda a derecha y de arriba a abajo:⌂ 600 apartamentos el Montgó ⌂ Urbanización Portisel Dénia ⌂ Festival Club Ibiza Sant Josep ⌂ Parque de la Relajación ⌂ Hotel Atlante del Sol Yaiza ⌂ Playa de quitapellejos ⌂ Hotel Puntillo del Sol Atencejo ⌂ Urbanización Costa Esuri ⌂ Hotel La Costa Acorán ⌂ Conjunto en Cala d’en Serra ⌂ Urbanización Llanos Velerín ⌂ Ciudad de vacaciones Perlora ⌂ Club Méditerranée Cadaques ⌂ Hotel Arenales del Sol Elche ⌂ Urbanización Alto del Cuco ⌂ L’Aquàtic Paradis Sitges ⌂ Hotel El Algarrobico ⌂ Gran hotel Atlanterra Tarifa


Introducción y objetivos

En la primera película de la saga Superman (1978), estrenada en el escena-rio post-boom de la Crisis de 1973, el mal encarnado en Lex Luthor pretende llevar a cabo un plan especulador sobre la costa de California, el suelo más caro de los Estados Unidos: destruirá toda la zona construida haciendo que quede hundida bajo el mar. Con este golpe generará una nueva franja litoral en el interior, en pleno desierto, coincidiendo con la falla de San Andrés. Con-venientemente, antes de la destrucción, el malvado se ha encargado de com-prar los terrenos baldíos sin aparente valor a las poblaciones indígenas por un precio irrisorio. La nueva costa pasará a llamarse Costa del Lex (en español en la versión original) y estará plagada de nuevas y lujosas ciudades dedica-das al turismo, cada una de ellas, hiperdiseñadas, se consagra a una temática. En los tres fotogramas (fig 1) se aprecia la explicación de la transformación del territorio: Superman debilitado por la kriptonita, Lex y su ayudante están de pie sobre el mapa de Estados Unidos que decora el suelo del vestíbulo cen-tral de una lujosa estación subterránea de metro, ahora en desuso y que sirve de guarida a los malvados. Mientras el jefe se regodea con la explicación, el torpe ayudante coloca un panel sobre el mapa con la nueva configuración territorial. Finalmente y previsiblemente Superman deshará el ambicioso plan, motivado por salvar millones de vidas y sin hacer mención a la salvación del paisaje. Este cómico e hiperbólico relato del deseo especulador parece hoy no estar muy alejado de la realidad de muchas zonas litorales en las que se ha empezado a invadir la llamada segunda y tercera línea de playa que se ubi-ca en pueblos de interior (fig 2), el mar en estos casos ya ni tan siquiera es un rumor necesario para configurar lo que percibimos como paisaje litoral. Esta vez, real y perdurable, se ha tomado como referencia no una falla sino una autopista; y el promotor no ha sido un malvado antihéroe sino los agentes del sistema urbanizador. Y la acción del superhéroe ni siquiera fue reclamada.

Esta comunicación presenta el estado del trabajo, aún en proceso, de la guía turística de los paisajes Siniestros en el Litoral Español (fig 3). Como pro-yecto fue concebido para la ayuda a la investigación Pensar el Paisaje 2011-CDAN. Sin embargo esta convocatoria se abortó, con los trabajos ya entrega-dos y antes de que el jurado fallara el resultado, con el argumento de la difícil situación económica, dejando con ello centenares de trabajos latentes. En esencia este hecho parece un reflejo más de lo que este propio trabajo expone, da igual que sea el litoral o el ámbito de la investigación cultural. Alternativa-mente a esta vía, continúa como un trabajo de auto-investigación en el ámbito del estudio kauh arquitectos junto a Vincent Morales Garoffolo.

Objetivos

• Reflexionar acerca del significado del paisaje litoral contemporáneo.• Indagar en fenómenos de transformación de la costa cuyo motor es el

turismo.• Especular sobre la relación de lo siniestro y el paisaje (desde la Estética).• Observar y analizar lugares del litoral español que se han transformado

movidos por el turismo y que han quedado como casos siniestros.• Sintetizar y extrapolar los datos arrojados para participar en el debate de

las herramientas del proyecto de paisaje y territorio.

Figura 2. Foto área, detalle de la Costa del Sol (Málaga). Sucesivas líneas de playa que buscan estirar hacia el interior el paisaje litoral.

Figura 3. Mapa de municipios costeros e islas y localización de los primeros casos registrados (elaboración propia).

Figura 1. Fotogramas de Superman (1978).

Definición 1: “Paisaje: cualquier parte del territorio tal como lo percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos” Convenio Europeo del Paisaje, Consejo de Europa

Definición 2: “Lo siniestro (Das Unheimliche) es aquello que, debiendo permanecer oculto, se ha revelado” SCHELLING

Datos: España tiene 8000 km de costa. La costa representa el 7% del territorio español. El 44% de la población española vive en municipios costeros. El 80% de los casi 60 millones de personas que visitan España al año eligen como destino la costa. En algunas comunidades más del 75% de los terrenos colindantes al mar son urbanos o urbanizables y casi el 25% del litoral es costa artificial: el 59% del litoral andaluz ya está urbanizado; el 46,5% de la costa catalana se encuentra ya urbanizada, quedando tan solo 62 kilómetros de costa sin urbanizar (del total no protegido). (Fuente: Greenpeace)


Marco del trabajo

El contexto de trabajo de esta investigación es el paisaje litoral (fig 4). Mira-mos panorámicamente a la franja costera española, y concretamente a los pro-cesos de transformación reciente de estos paisajes. En un periodo de poco más de medio siglo la costa ha sido radicalmente cambiada, ha pasado de ser un paisaje a otro. Y este proceso transformador sigue siendo un tema de actuali-dad, pues las tensiones que allí se producen son continuas sean cuales sean los ciclos económicos. El litoral se ha desarrollado como un enorme organismo vivo, ha mutado no sólo en su plano físico sino también en lo psicológico. El motor principal de este cambio ha sido el turismo (fig 5), si hacemos la salve-dad de las transformaciones que tienen que ver con la industria y aquellas relacionadas con los puertos pesqueros y marítimos. He querido excluir estos contextos concretos porque en cierta manera quedan fuera del espacio social cotidiano y de las vivencias del paisaje tanto individuales como colectivas, mientras que los espacios del turismo son espacios de encuentro y por lo tanto públicos. Realizada esta salvedad, la investigación se enmarca en el estudio de las transformaciones del paisaje litoral español debidas al turismo (fig 6).

De la mutación de ese gran organismo podríamos categorizar transforma-ciones genéricas que resultarían de gran interés y que tenderían a la iguala-ción de procesos. En ese caso, la investigación excedería el ámbito nacional y se referiría a los paisajes globales del turismo. La historia de estas trans-formaciones es global: multitud de lugares costeros bien han pasado de un entorno rural a un entorno de infraestructuras, urbanizaciones y equipamien-tos de ocio, o bien han sido catalogados como espacios naturales protegidos (fig 7). En todo caso se trata de decisiones y acciones que tienen una incidencia notable en el territorio. Estos lugares, salvo particularidades locales, tienen cualidades comunes, independientes de su localización, los “no-lugares de la imagen” que denomina Marc Augé. Esta similitud global viene a reflejar el fuerte carácter psicológico de estos paisajes, y como su significado se ha construido a través de su percepción o de la imaginación de los mismos.

La identidad del lugar de vacaciones junto al mar está plenamente enraiza-da en la población y forma parte de la memoria del paisaje. Si bien es difícil describirlo por su complejidad si podemos fácilmente imaginarlo, si cerramos los ojos y pensamos en ello como si de un rápido visor de recuerdos se tratara, nuestra mente recorre imágenes recurrentes, hayamos o no hayamos estado en esos paisajes. La playa está indisociablemente relacionada con un sentido lúdico y hedonista de la vida, a la vez que sugiere un ambiente relajado de las estrictas normas que otros ambientes urbanos poseen. En este sentido las transformaciones del paisaje litoral sobrepasan el ámbito de lo físico e inclu-yen un fuerte carácter psicológico.

El primer acercamiento de esta investigación indaga sobre el significado genérico del paisaje litoral, lo que percibimos y lo que nuestra mente cons-truye, bien cuando estamos en estos entornos o bien pensamos sobre ellos (fig 8). Si hacemos un breve recorrido por una selección de la obra pictórica occidental, en busca de una representación de este paisaje, podemos ilustrar gráficamente esta idea y vislumbrar a través de las imágenes como existe una

Figura 4. La franja litoral española. Mapa de las localidades costeras e islas. Esta delgada línea que separa la tierra del agua encierra un intenso paisaje en unos 7800 km de costa (elaboración propia).

Figura 5. Procesos de transformación reciente del paisaje litoral. Ortofotos comparativas La Manga del Mar Menor (Murcia), vuelo 2003 y vuelo americano 1956. En poco menos de 50 años este paisaje ha pasado a ser otro. Imágenes extraídas del Atlas de la Región de Murcia

Figura 6. España, detalle de Entropa, obra de David Cerny 2009, creada para ser expuesta en la sede del Consejo de Europa en Bruselas con motivo de la presidencia de turno de la república checa. La visión hiperbólica de un país hormigonado adquiere tintes de realidad en la costa. Fotografía anónima procedente de Internet.

Figura 7. Turismo y cambio. Fotos panorámicas comparativas de Honolulu, 1905-2007. El turismo ha generado una historia global de transformaciones. Fotografía comparativa del blog Coco da Haole

Figura 8. La mirada genérica. City Museum, Muntadas 2002. El paisaje litoral tiene una componente psicológica, lo que pensamos que es frente a su realidad.


estampa poliédrica, hoy discurso global, de la playa. Partamos de las pinturas holandesas de finales del siglo XVII en las que vemos por primera vez a per-sonajes paseando por la playa (fig 9), recorramos a los románticos que aporta-ron un valor simbólico y emocional al paisaje (fig 10), pensemos en el trabajo de impresionistas y paisajistas que asociaron la playa al uso ocioso de una so-ciedad burguesa emergente (fig 11), veamos a Picasso en los años 1920 perpe-tuando el mito de libertad y exhuberancia carnal del mar (fig 12); y una mirada fugaz al hiperrrealismo americano nos devuelve una idílica escena familiar de Malcolm Morley a finales de los sesenta como paisaje de la felicidad moder-na (fig 13). Dando un último salto, en el cambio de milenio, la mirada de Jordi Bernadó en su serie City City World World fotografía el escenario de playa de Palma como un lugar excesivo y lujurioso, como un mercado de mera distrac-ción (fig 14).

En paralelo, la creación de este paisaje conceptual viene de la mano de la irrupción y desarrollo del turismo: empezando por los exclusivos Grand Tours (fig 15), viajes iniciáticos de la aristocracia inglesa, o la aparición de líneas de ferrocarril que acercaban las costas a las capitales burguesas de interior como el sur de Inglaterra o las líneas de Madrid al Cantábrico (fig 16), o en su con-cepción norteamericana la irrupción en Los Angeles y su importancia para la generación de Surfurbia (Sun, Sand & Surf) (fig 17), hasta el fenómeno de ma-sas desde mediados del siglo pasado según un modelo popular y democrático con la generalización de las vacaciones pagadas, la difusión del automóvil y la ampliación del tiempo para el ocio, que conllevó al desarrollo de carreteras y que allanó el camino de la transformación de las poblaciones costeras (fig 18). Y la más reciente proliferación de las líneas aéreas de bajo coste que hacen que la playa esté más cerca que nunca trascendiendo las fronteras nacionales, así la Costa del Sol bien podría ser hoy en día la playa de Alemania (fig 19).

El turismo ha aportado complejidad a la realidad de los lugares, ha genera-do nuevas tensiones y conflictos entre lo local y lo extranjero, antes raramente confrontados, también ha arrastrado un debate entre lo que un sitio realmente es y lo que se piensa que es, o aquello que para unos puede significar progreso y para otros simplemente destrucción. La mayoría de los lugares turísticos de costa, especialmente los pueblos pero también las ciudades, han pasado de ser un entorno pequeño y acotado dedicado a la pesca, ganadería o agri-cultura, a un lugar que se desborda a si mismo y que ahora prácticamente se dedica de pleno al sector turístico, generando una suerte de fe que promete un crecimiento ilimitado, ya que éste va de la mano del sector de la inversión de capital y la construcción, lo cual irremediablemente significa consumo de territorio. Progreso, ficción, especulación,… encuentran su lecho en el seno del turismo de costa. Podríamos decir con todo ello que el turismo evidencia multitud de paradojas y contradicciones contemporáneas.

Si estudiamos la incidencia del turismo en la construcción del paisaje lito-ral, enfocando hacía los procesos de transformación, podemos desglosar una serie de escenarios concretos que han resultado de la aparición de esta activi-dad principal para la costa y que han transformado la realidad (fig 20). Un juego territorial que enreda todo tipo de variables: económicas, políticas, técnicas, normativas, biológicas, ecológicas, sociales, patrimoniales, etc. Y si situamos este estudio en la actualidad, sumidos y viviendo en la crisis, apreciamos que el turismo sigue activo como ente transformador en el debate contemporáneo, casi como la única salida posible en los discursos oficiales. Hoy en día la actividad turística se ha expandido, abarca un amplio y sofisticado abanico de técnicas postfordistas, que como una transfusión lenta sigue invadiendo todo el territorio litoral. El nuevo turista es consciente de ello. El post-turista es un consumidor cínico y un post-turismo no es más que una pelicula, un videojue-go o una experiencia de parque de atracciones (VERDÚ, 2011) (fig 21).

Figura 9. La orilla en Egmond-aan-Zee. 1675, Jacob van Ruisdael. The National Gallery. En los Países Bajos aparece un contacto con la costa más allá de lo defensivo o productivo.

Figura 10. Salida de la luna sobre el mar, c 1821, Caspar David Friedich. San Petersburgo, Ermitage. Los románticos sellarán un significado sublime para el mar que reverbera hasta nuestros días.

Figura 11. Domingo de playa. c 1900, Kees van Dongen. La playa es un espacio conquistado por la nueva sociedad burguesa.

Figura 12. Dos mujeres corriendo en la playa. 1922, Pablo Picasso. Paris, Musee Picasso. La playa como mito de libertad.

Figura 13. Beach Scene. 1969, Malcom Morley, Harvard Art Museum. El lugar feliz de la modernidad.

Figura 14. Playa de Palma. c 2000, Jordi Bernardó. Sexo, alcohol y poca ropa son marcas explicitas de la playa contemporánea.


Figura 15. Piranessi, Pianta di Roma 1756. Ficacci 142. Con los Grand Tours aristocráticos se inaugura un género de representaciones, a través de retratos y vistas irreales y composiciones fantásticas, que han convertido al viaje como una comprobación de éstas.

Figura 16. Primeros carteles turísticos, promoción de playas y balnearios del norte asociados a la red ferroviaria. Paisaje litoral y progreso caminan de la mano. El ferrocarril supuso la democratización de la playa con el reconocimiento del derecho al ocio y el tiempo libre para todos.

En el nuevo escenario actual post-boom, los pueblos del litoral han experi-mentado de un modo muy acuciante el devastador efecto de la burbuja inmo-biliaria, de modo que lo que en origen pudo suponer una arcadia se convierte ahora en un escenario traumático de máxima intensidad. El turismo conver-tido en la principal fuente de ingresos ha llevado a que se tomen decisiones que han provocado distorsiones territoriales que resultan difíciles de corregir. El urbanismo se ha convertido en una fórmula de gestión del consumo de territorio litoral en torno al cual se reúnen propietarios, promotores y poderes públicos. A pesar de la situación de freno y trauma, ante esta situación no se han establecido aún alternativas reales a estos procesos de cambio del paisaje litoral, es más siguen en activo los mismos mecanismos de consumo de pai-saje, incluso reforzados en el nuevo panorama normativo (fig 22). A la contra, para el estudio de este fenómeno, el freno brusco que la situación de crisis ha provocado genera un momento ideal para reclamar la reflexión y la experi-mentación de alternativas.

Existe una imagen oficial (fig 23) ofrecida por las campañas turísticas que narran la excelencia del paisaje y a la vez crean motivos por los cuales los lugares se convierten en destinos turísticos, pero ¿podríamos mirar otras situaciones y narrarla en clave de paisaje turístico? Hoy podemos hacer una mirada retrospectiva y analizar no los casos de éxito o paradigmáticos sino aquellos casos siniestros que por desencaje de alguna de las variables anterio-res existen en el paisaje litoral y que ya eran evidentes en pleno apogeo trans-formador. Lo siniestro es entendido como una categoría estética (fig 24). Como un placer que se aleja de la contemplación de la belleza y muestra una sombra que emerge, como una extraña sensación que descansa en una pura figuración fantástica. Lo siniestro es condición y límite de lo bello (TRIAS, 1982). Así lo siniestro en un paisaje es fuente de su poder, magia, misterio y de su capaci-dad de sugestión y arrebato; a la vez que su revelado implica la destrucción del placer estético y su transformación en sentimiento de asco, única restric-ción a la obra de arte según expresaba Kant en su Crítica del Juicio.

Esta categoría aplicada al paisaje se estudia a través del análisis de casos muy concretos, como un hilo conductor que recorre todos ellos. En este tra-bajo se considera una de las especies de lo siniestro: aquellos paisajes que no coinciden con las experiencias normalizadas, paisajes ruinosos, abandonados o borrados, de una destacada singularidad y monstruosidad, y que encierran en su percepción, física o psicológica, una sensación de vértigo o suspenso. Existen otras manifestaciones de lo siniestro en el paisaje del turismo, por ejemplo los lugares genéricos de ficción que suplantan la identidad de los lugares originales, o aquellos entornos perfectos e impolutos carentes de alma que se renuevan cada día. No obstante se concentra la investigación en casos que son evidentemente expedientes reservados y raros y que atañen también a esa condición de límite desvelado que destruye el efecto estético en cuanto poseen una componente evidentemente traumática. Estos lugares excepcio-nales han interrumpido las pautas homogéneas que impone el turismo en la transformación del litoral. Y ponen en evidencia y cuestión todo el proceso transformador. En definitiva, son los errores visibles del sistema. Los relatos de estos casos engloban una gran complejidad de tramas interrelacionadas como asuntos económicos, decisiones políticas, marcos normativos, proce-sos ciudadanos, valor biológico, obsolescencias, reciclajes, conservación del paisaje,… que ayudan en su conjunto a definir la transformación del paisaje litoral. (fig 25)

Se establece así el cuerpo principal de esta investigación: elaborar una guía turística de paisajes SINIESTROS EN EL LITORAL ESPAÑOL. Se trata de compilar un registro descriptivo-crítico de lugares enquistados en los procesos de transformación. Cada caso transita por su propia genealogía

Figura 17. Captura del documental “Reyner Banham Loves Los Angeles” producido por la BBC en 1972. El crítico de arquitectura Banham nos lleva conduciendo un coche de alquiler por un tour a través de las 4 ecologías de Los Angeles: Surfurbia, The Plains Of Id, Foothills and Autotopia.

Figura 18. Captura de la película “El turismo es un gran invento” (Pedro Lazaga, 1968). Esta película es un panfleto, el comienzo de unos 7 minutos es un trepidante recorrido por la costa para explicar “el turismo”, el resto es una trama de un alcalde empecinado en hacer la playa de Valdemorillos, un pueblo de interior.

Figura 19. Plano deformado de Europa yMarruecos en España del Atlas de la Costa del Sol (Belén Nogueira Bernárdez, Macarena Infantes Ramos, Marta González Coca. El aeropuerto de Málaga como entrada a la Costa del Sol, la playa de Europa.


Figura 22. Nueva Ley de Costas (octubre 2012), presentación gubernamental y rueda de prensa Greenpeace. Estamos ante el nuevo hito del paisaje litoral. Se flexibiliza el deslinde de Costas y el suelo de dominio público-terrestre.

Figura 24. Captura de “Los pájaros” (Alfred Hitchcock, 1963). La protagonista está a punto de ser picoteada por una gaviota al llegar a Bodega Bay, siendo el primero de los ataques. Lo terrible sólo deja entreverse, los límites de realidad y fantasía se confunden en lo siniestro.

y particularidades con el objetivo de indagar en aspectos más generales que transcienden la singularidad de cada uno de los ejemplos. Y entre ellos se pueden encontrar diversos orígenes, diversos usos relacionados con el turis-mo como el residencial, los lugares de ocio o espacios públicos, también hay arquitectura de calidad y otras de nulo valor, efectos de políticas claras y de otras opacas, producto de intereses individuales o colectivos, destrozos evi-dentes e intentos de arreglos, o de reciclajes o ruinas imponentes, o cuestiones accidentales, etc.

Para concluir, a modo de lectura transversal de la guía se realizan itinera-rios ficticios, relatos de viajes fantásticos que buscan establecer relaciones e hilos comunes entre los casos: percepciones de los habitantes del entorno de los lugares, apreciaciones de los nuevos “turistas” que se acercan a ellos o reflexiones desde diversos ámbitos disciplinares. Itinerarios que por otro lado, y leídos a contracorriente, construyen un discurso propositivo acerca de los modos de intervención y el proyecto en el paisaje litoral.

A continuación os presento el avance de la guía.

Figura 25. Mashup (elaboración propia). Lo siniestro es entendido como una categoría estética, una extraña sensación que descansa en una pura figuración fantástica. En la imagen, una fotografía anónima, tomada de Internet, de las ruinas del Hotel Cala d’en Serra de Josep Lluís Sert (Ibiza) montado en un cartel de la campaña de la Dirección General de Turismo “Bellezas de España” (Dirección General de Turismo, 1950.

Figura 20. Dos carteles: Costa del Sol (1967) y Gran Canaria (1995). En ambos se expresa la importancia de los entornos urbanizados a pie de playa como reclamo turístico. Tiene la misma importancia tanto el paisaje idílico de mar como la existencia de infraestructuras de ocio. Imágenes de Subsecretaría de Turismo y Secretaría General de Turismo, TURESPAÑA

Figura 23. 16 folletos: filtro “turismo de sol y playa” (www.spain.info). Reclamos turísticos de las 16 costas de España alabando sus bondades y actividades posibles.

Figura 21. Fotografía de Michael Hughes de la serie Souvenirs, Rio de Janeiro. El artista recorre el mundo tomando fotos de souvenirs en su contexto, sustituyendo parcial o totalmente la copia por el original.


Figura 26. Mapa de los Lugares Siniestros en el Paisaje Litoral de España, (elaboración propia) y fotos de los registros, de diversos autores procedentes todas de internet. (Ver ampliado en página siguiente)

Avance de la Guía

Este avance muestra un trabajo un proceso, recoge una primera lista de casos, algunos itinerarios que dan pistas sobre los grupos y por último algunas breves descripciones y reflexiones de ejemplos concretos.

Metodología:

Para la localización de casos se usan listados de informes actualizados de instituciones oficiales y entidades ciudadanas, hemerotecas y archivos, y la difusión a través de la autopublicación en Internet (blogs, foros, webs,...)

Para la selección de casos se establecen una serie de parámetros: fecha, tipología, estado, impacto,.... así se busca la diversidad representativa en la selección final para el hilado del discurso común deseado.

Cada caso se estudia usando la información disponible: documentos lega-les, normativas, ortofotos, fotos, planimetrías y visitas de campo, dónde sea posible. Las fuentes de información se combinan para redactar un breve relato de cada caso, así se pueden identificar problemas significantes y discretizar las cuestiones comunes.

Casos registrados:

⌂ Urbanización en Llanos del Velerín, Estepona (Málaga) /2007⌂ Urbanización Portisel, Dénia (Alicante) /2005⌂ Hotel El Algarrobico, Carboneras (Almería) /2003⌂ Parque de la Relajación, Alicante /2000⌂ Urbanización Alto del Cuco, Piélagos (Cantabria) /1993⌂ L’Aquàtic Paradis, Sitges (Barcelona) /1990⌂ Urbanización Costa Esuri, Ayamonte (Huelva) /1989⌂ Hotel Puntillo del Sol, Atencejo (Santa Cruz de Tenerife) /1975⌂ Hotel La Costa, Acorán (Santa Cruz de Tenerife) /1970⌂ Hotel Atlante del Sol, Yaiza (Lanzarote) /1970⌂ Gran hotel Atlanterra, Tarifa (Cádiz) /1970⌂ Conjunto en Cala d’en Serra, Sant Joan de Labritja (Ibiza) /1969⌂ Festival Club Ibiza, Sant Josep (Ibiza) /1969⌂ Playa de quitapellejos, Palomares (Almería) /1966⌂ Club Méditerranée, Cadaques (Girona) /1962⌂ Hotel Arenales del Sol, Elche (Alicante) /1960⌂ Ciudad de Vacaciones, Perlora (Asturias) /1954⌂ 600 apartamentos en el Montgó, Dénia (Alicante) /1920

Itinerarios propuestos:

☼ La ruta de la crisis de 1973: admire colosales ruinas modernas☼ El camino de la crisis de 2008: visite urbanizaciones fantasmas☼ La senda del poder ciudadano: descubra el paisaje de todos☼ La huella de la corrupción: bucee por las paradojas del poder☼ El trayecto de la Ley de Costas: recorra la línea delimitadora☼ El rastro de los paisajes protegidos: reflexione acerca de su entorno

Descripción de algunos ejemplos: (ver páginas siguientes)


⌂ 600 apartamentos en el Montgó

⌂ Urbanización Alto del Cuco

⌂ Urbanización Costa Esuri

⌂ Festival Club Ibiza

⌂ Hotel La Costa Acorán

⌂ Club Mediterranée

⌂ L’Aquatic Paradis

⌂ Hotel Arenales del Sol

⌂ Playa de Quitapellejos

⌂ Conjunto en Cala d’en Serra

⌂ Hotel Puntillo del Sol

⌂ Gran Hotel Atlanterra

⌂ Hotel El Algarrobico

⌂ Urbanización Portisel

⌂ Urbanización Llanos del Velerín

⌂ Hotel Atlante del Sol

⌂ Ciudad de Vacaciones de Perlora

⌂ Parque de la Relajación

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⌂ En 2007 se anuncia que la milla de oro (casas y hoteles de hiperlujo) de la Costa del Sol (Málaga) se pretende trasladar de Marbella, ciudad paralizada por los casos de corrupción, a Casares pero pasando por Estepona y Manilva, poblaciones con suelo aún disponible. Se aprueban modificaciones puntua-les de los planeamientos municipales a través de convenios para cambiar el uso del suelo. Se anuncian nuevos resorts y campos de golf, y se empieza a construir urbanizaciones montaña arriba. Pero no todo salió bien. En 2011 este caso forma parte de la investigación 6000 km del colectivo Basurama. En 2012 el escenario es otro y los montes están salpicados de todo tipo de urbanizaciones fantasma: obras inacabadas, ruinas, otras acabadas pero sin vender que se encuentran deshabitadas o incluso algunas urbanizaciones a medio hacer que compaginan campos de golf y casas con las piscinas funcio-nando junto a estructuras ruinosas a medio contruir. Entre éstas se encuentran urbanizaciones como Doña Julia, Majestic o Casares Costa Golf en Casares o la Urbanización en Llanos del Velerín en Estepona completamente abando-nada. Estos enclaves sirven a indigentes a la vez que suponen una valiosa ruta de escenarios de ficción para asociaciones de juegos de rol o exploradores urbanos.

Un conjunto de situaciones que nos muestra territorios de usar y tirar: aquellos pensados en términos de mercado, como meros productos de consu-mo que pasan rápidamente de la promesa de progreso a la obsolescencia.

Figura 27. Fotografía panorámica de la urbanización abandonada. Obtenida de la web del trabajo 6000 Km. (Colectivo Basurama).

Figura 28. Fotografía de una jornada de soft-ball (juego que simula batallas). Obtenida de la web del foro.


⌂ En el año 2000 Toyo Ito obtiene el primer premio en el concurso para el Parque de la Relajación en Alicante, una iniciativa del gobierno municipal. En 2003 se inician las obras. En 2006 se paralizan por denuncias ante organis-mos regionales, nacionales y europeos, promovidas por un grupo político mu-nicipal y diversas asociaciones ciudadanas que argumentaban la ilegalidad del expediente administrativo y una serie de problemas con un deslinde de Costas no resuelto. En ese momento estaba prácticamente concluido un hermoso pabellón con forma de caracola, que queda abandonado. A la vez la obra es incluida en la exposición On-Site: New Architecture in Spain en el MOMA de Nueva York. En 2007 se superan las denuncias y se anuncia que se reanuda su construcción, se presenta el nuevo proyecto adaptado, quedando pendiente re-estudiar su financiación. En 2010 el pabellón abandonado es recogido en la investigación “ruinas contemporáneas” de Barbarella Studio, dicho trabajo es publicado en EL PAIS, el pabellón era la foto de portada. En 2012 todo sigue igual, su situación de degradación va en aumento por efecto del abandono, el vandalismo y el pillaje (las jugosas planchas de cobre que son robadas como chatarra), en este mismo año además se ha incendiado, aparentemente de modo intencionado.

Como arquitectos, urbanistas, este caso nos hace preguntarnos acerca de la intervención disciplinar: ¿Cómo definir el proyecto en el litoral con un mar-co rígido de actuación que es independiente de la calidad de la intervención? ¿Es imposible superar el deseo de hacer nada?

Figura 29. Fotografía, tras el incendio, del pabellón a medio construir. Obtenida de la web del Studio Barbarella de su trabajo Ruinas Contemporáneas.

Figura 30. Fotografía de la maqueta (Estudio Toyo Ito).


⌂ En 1970 comienzan las obras del Gran hotel Atlanterra (Tarifa, Cádiz) en una playa virgen. El hotel, un edificio de 9 plantas, nunca se llegó a acabar. Las obras se paralizaron por la denuncia de un vecino, y por la bancarrota de la empresa. Finalmente se declaró una sentencia favorable a su ilegalidad pero no derribándose lo construido. Hasta el año 2000 era la única edificación en una playa considerada virgen. Distintas asociaciones conservacionistas denuncian la situación y demandan la demolición del hotel y un cambio de rumbo en las políticas urbanizadoras. En 2002 el ministro de turismo acciona la demolición por voladura del edificio, destacándose en ese momento en los discursos oficiales como gran hito en la recuperación del paisaje. En 2006 se proyectaron 2.000 nuevas viviendas y un campo de golf. En 2012 la playa se encuentra colmatada de urbanizaciones hasta el límite con el municipio vecino con una brusca línea que separa un planeamiento del otro. Todo está construido excepto el solar vacío en el que se encontraba el hotel abandonado y posteriormente demolido.

El entramado de este caso evidencia la purga ecológica: una serie de be-névolas acciones que encierran coartadas perfectas para la transformación y desvelan flagrantes contradicciones en los procesos y el actuar de los agentes.

Figura 31. Secuencias de fotografías de la voladura. Obtenida de la web de Ecologistas en Acción.

Figura 32. Fotografía aérea de principios de los 2000 con el nuevo modelo extensivo de urbanización bastante avanzado.


⌂ En 1966 Manuel Fraga, entonces ministro de turismo de España, y el embajador de EE.UU se bañan en aguas de la playa de quitapellejos en Palomares (Almería) para evitar rumores sobre la peligrosidad de la zona tras el llamado incidente de las bombas nucleares, que podrían haber afectado negativamente al turismo incipiente. En esa misma playa se había instalado el campamento Wilson encargado de la limpieza. Desde entonces la población convive con la sombra del incidente, desde los controles rutinarios de salud hasta la reclamación del esclarecimiento de los hechos. Por otro lado en todo este tiempo nunca ha ocurrido nada reseñable y los vecinos reclaman nor-malidad. En 2006 se vallaron las zonas que entrañan riesgo de radiactividad, con un cartel que prohíbe el paso en la llamada zona 1. En 2009 se concluyó que sólo había riesgo de contaminación si se removía el suelo ya que en ese caso pasaría al aire y habría problema de contaminación por inhalación. En 2012, hay zonas en las que se puede pasar e incluso en algunas de ellas se han llevado a cabo obras de aterrazamiento para construir una serie de apartamen-tos turísticos que no se llevaron a cabo una vez más por la sombra del riesgo. Palomares prácticamente no se ha desarrollado turísticamente en comparación son los municipios colindantes, Mojacar o Vera, cuyo entorno ha sido prácti-camente edificado por la ola extensiva de la urbanización de vacaciones. Igual ocurre con las playas, mientras las vecinas están abarrotadas, las de Paloma-res se encuentran prácticamente desiertas sirviendo a un público que busca actividades alternativas como el encuentro sexual esporádico. En resumen, mientras el resto de poblaciones están saturadas ahora Palomares sigue siendo un entorno rural ajeno a las dinámicas del capital

Este siniestro caso nos expone la idea de lo accidental: cuestiones fuera de lógica y razonamiento que provocan situaciones excepcionales.

Figura 33. Vista aérea reciente. Sorprende la baja densidad edificada, el pueblo se encuentra hacia el interior y los campos se dedican al cultivo.


⌂ En 1969 el arquitecto Josep Lluis Sert diseña su proyecto del conjunto en Cala d’en Serra (Ibiza). En 1971 comienzan las obras, poco después las obras son paralizadas, aunque estando bastante avanzadas en implantación de conjunto y estructura. En 1983 el proyecto es completamente abandona-do tras la muerte de Sert. Desde entonces se ha debatido acerca de su futuro planteando diversas opciones como su conclusión (por su valor arquitectónico o potencial turístico), demolición (por su confrontación con el paisaje litoral donde se ubica) o reciclaje (nuevos usos que armonicen las dos vertientes anteriores). En 2006 el Ayuntamiento quiere aprovechar parte de la antigua estructura y completar las ruinas con un proyecto “al estilo de Sert”. El Co-legio de Arquitectos sin embargo critica esta opción alegando el aumento del perímetro de la costa urbanizable y manifestando que la construcción era irre-cuperable. En 2008 ante las dudas legales de la propuesta, el proyecto no es incluido en las Normas Subsidiarias del municipio, no obstante se deja abierta la posibilidad a la redacción de un Plan Especial. A su vez, la zona se declara zona de protección por la normativa municipal. El Gobierno Regional apuesta por la demolición del conjunto, incluso se anunció que parte de los impuestos recogidos a través de la llamada Ecotasa irían destinados a una partida dedica-da a la demolición de la estructura existente. Los propietarios de la estructura abandonada no se manifiestan acerca del debate. El proyecto del hotel aparece recogido en todas la biografías del arquitecto. En 2012 las ruinas siguen dete-riorándose, a la vez que acoge usos imprevistos como aparcamiento, destino de exploradores o de grupos de juegos que simulan escenarios de guerra. La mayoría de las fotos de promoción turística del entorno evitan retratar la ruina y enfocan hacía el otro ángulo de la cala.

Estas ruinas asalvajadas, casi poéticas, nos traen a la mesa de debate lo que está fuera de regulación: espontáneos reciclajes de usos de las estructu-ras ruinosas que acogen actividades marginales o invisibles a la sociedad.

Figura 34. Fotografía reciente del hotel abandonado. Obtenida del blog Ibiza Photo (entrada de Thomas G. Clark).


⌂ En 1962 abre el Club Méditerranée en Cadaques (Girona). En 1998 la zona es declarada parque natural. En 2003 el Club Med deja de funcionar y el gobierno central compra la propiedad, las administraciones deciden desman-telar el conjunto y restaurar el espacio natural afectado. En 2008 comienza la restauración del paraje Tudela Culip-Club Med del Parque Natural del Cabo de Creus que incluye la extracción de la Flora Exótica Invasora (FEI), realizar el derribo mediante el sistema de la deconstrucción selectiva, gestionar los 42.000m³ de residuos de la construcción resultante; remodelar la orografía y drenajes naturales del territorio, y el proyecto del uso público a partir de la ordenación y jerarquización del viario, la red de miradores y la identificación de las rocas-animal. En 2010, las edificaciones habían sido deconstruidas, las orografías restituidas tanto de la playa como de los lugares que ocupaban los edificios comunitarios, los residuos habían sido reciclados y convertidos en una losa de hormigón para una marina seca, y estaba concluida la nueva inter-vención con un proyecto de paisajismo del estudio de Martí Franch. En 2011 se abre al público, a través de visitas guiadas organizadas. Algunos vecinos critican la dificultad del acceso libre a este entorno natural mientras las admi-nistraciones defienden la necesidad de velar por la salvaguarda del espacio a través de un uso racional y ordenado del mismo. En 2012 la intervención ha recibido el VII Premio Europeo de Paisaje Rosa Barbá.

En este caso mientras todo un proyecto es desmantelado, un paraje científi-camente restaurado y se acotan los usos públicos para evitar su degradación, a escasos kilómetros sigue en vigor un urbanismo feroz que consume territorio. Y ello nos habla de la excepcionalidad: el urbanismo, incluso en la protec-ción de entornos, predica con el ejemplo singular, el hito.

Estos ejemplos nos sirven para ilustrar este avance de la guía. Espero que os haya resultado de interés y pronto pueda mostrar el trabajo más extenso.

Figura 35. Fotografías comparativas antes y después de la regeneración del entorno. Obtenida de la Web del periódico El País.


Bibliografía

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Breve nota del autor

Juan Antonio Sánchez Muñoz, arquitecto (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, 2002). Junto con Vincent Morales formo kauh arquitectos (2004-actualidad), estudio que integra arquitectura, espacio público y paisaje, y se compagina con actividades en el ámbito de producción cultural y la investigación. He sido co-director de la Revista Neutra en su tercera etapa (2006-2010) junto con Paula Álvarez y Vincent Morales, proyecto editorial entendido como trabajo de investigación colectivo centrado en arquitectura-ciudad. He trabajado en WEST8, Rotterdam, Paises Bajos (2002-2004).

Este proyecto y yo:

Nací en un pueblo costero hace treinta y cinco años. Uno de esos pueblos que ha pasado de ser un entorno rural, dedicado al sector primario princi-palmente, a ser un enclave turístico. Aún recuerdo con ilusión la llegada del primer semáforo como hito urbano. En los años ochenta no había apenas turistas, los pocos que había eran llamados “forasteros de fuera”. Siempre me ha llamado la atención esta denominación y encuentro que esta expresión popular es una prueba semántica de la especial relación que se establece con el extraño cuando el turismo irrumpe en entornos normalmente locales y cerrados en sí mismos. La playa siempre fue un evento cotidiano, al que iba cada mañana y también cada tarde. En contraste, el pueblo vive ahora lo que denomino una auténtica bipolaridad urbana: tranquilo y prácticamente cerrado en invierno (a pesar de contar con 20.000 habitantes), y abarrotado y lleno de actividad frenética en verano (las estadísticas derraman datos de hasta 100.000 habitantes en la primera quincena de agosto).

En esa infancia, muy cerca había un gran hotel a medio construir en lo que entonces era una playa desierta, uno de los casos que ahora recojo en la guía. Solía ir a pescar a una cala de rocas cercanas con mi familia en unas felices jornadas. Ese edificio, el cual yo recuerdo enorme, aún me hace estremecer cuando pienso en él. Unas enormes ventanas circulares, las cuáles he sabido posteriormente que se llaman óculos, parecían vigilar la playa, su negrura, pues no tenían vidrios, era un abismo aterrador. Este sentimiento se veía incrementado por el efecto de los rumores y leyendas de unos perros salva-jes que vivían entre estas ruinas. Nada más básico para mantener a los niños alejados del lugar. Unos años después, y de pleno dedicado a mis estudios de arquitectura pude ver un, aparentemente loable, anuncio del Ministerio de Medio Ambiente en revistas semanales anunciando la demolición del hotel con un discurso oficialista de protección del medio ambiente. Sin embargo, en el siguiente verano, experimenté la hipocresía de la operación, al ver que lo que antes era un edificio aislado en una vasta playa ahora se había convertido en un mar de apartamentos que habían surgido como un cultivo extensivo, y que por los planes parecía que iba a crecer sin fin. Eso si, la altura de la edifi-cación se había limitado a planta baja mas tres, todo un detalle del urbanismo regulador.

Estas situaciones, entre otras, que acabo de describir son sombras que se proyectan sobre este proyecto. Son un conjunto de relaciones personales y emotivas que como el trenzado de un cordón umbilical invisible no me aban-dona en mis reflexiones y en cierto modo me obliga a volver sobre la cuestión del paisaje litoral.

Yo, en la playa. Fragmento de fotografía de mis padres.

“Existe una imagen oficial ofrecida por las campañas turísticas que narra la excelencia del paisaje y a la vez crea motivos por los cuales los lugares se convierten en destinos turísticos, pero ¿podríamos mirar otras situaciones y narrarla en clave de paisaje turístico? Hoy podemos hacer una mirada retrospectiva y analizar no los casos de éxito o paradigmáticos sino aquellos casos siniestros que por desencaje de alguna de las variables anteriores existen en el paisaje litoral y que ya eran evidentes en pleno apogeo transformador.”

Fotografía de la detonación del Gran Hotel Atlanterra (Tarifa, Cádiz) en 2002. El público (curiosos, activistas, técnicos, periodistas y políticos) observa la gran polvareda.

PAISAJES SINIESTROS EN EL LITORAL ESPAÑOL

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