Palabras escuchadas en un café de barrio - … · de luto, un poema que sentado a la mesa mira su...

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La colección Un libro por centavos, iniciativa del De- partamento de Extensión Cultural de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo, junto con el Depar- tamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia, persigue la amplia divulgación de los poe- tas más reconocidos en el ámbito nacional e internacio- nal y la promoción de los nuevos valores colombianos del género, en ediciones bellas y económicas, que se dis- tribuye como obsequio para los suscriptores de la revista El Malpensante. El número 17 de esta colección es una selección de poemas preparada por RAFAEL DEL CASTILLO, bajo el título de Palabras escuchadas en un café de barrio, espe- cialmente para está colección.

Transcript of Palabras escuchadas en un café de barrio - … · de luto, un poema que sentado a la mesa mira su...

La colección Un libro por centavos, iniciativa del De-partamento de Extensión Cultural de la Facultad deComunicación Social-Periodismo, junto con el Depar-tamento de Publicaciones de la Universidad Externadode Colombia, persigue la amplia divulgación de los poe-tas más reconocidos en el ámbito nacional e internacio-nal y la promoción de los nuevos valores colombianosdel género, en ediciones bellas y económicas, que se dis-tribuye como obsequio para los suscriptores de la revistaEl Malpensante.

El número 17 de esta colección es una selección depoemas preparada por RAFAEL DEL CASTILLO, bajo eltítulo de Palabras escuchadas en un café de barrio, espe-cialmente para está colección.

n.º 17

universidad externado de colombiafacultad de comunicación social-periodismo

2005

palabras escuchadasen un café de barrio

selección de poemas

rafael del castillo

ISBN 958-710-037-9

© rafael del castillo, 2005© universidad externado de colombia, 2005

Derechos exclusivos de publicación y distribución de la obraCalle 12 n.º 1-17 este, Bogotá, Colombia. Fax 342 4948www.librosuexternado.com

Primera edición: diciembre de 2005

Diseño de carátula y composición: Depto. de PublicacionesFotomecánica, impresión y encuadernación: PANAMERICANA,formas e impresos S. A., con un tiraje de 13.500 ejemplares

Impreso en ColombiaPrinted in Colombia

Universidad Externado de Colombia

Fernando HinestrosaRector

Hernando ParraSecretario General

Miguel Méndez CamachoDecano de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo

Clara Mercedes ArangoDirectora de Extensión Cultural

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C o n t e n i d o

El cadáver 9Receta 11Olvido 12Un signo 13Desnudos 14Canción de cuna para un hombre que llega del trabajo 15La piedra anhela 17Morir cantando no le va mal a nadie 20Hambre 21La casa 24Gesta 26Canción nocturna 27Cóctel 29Canto de amanecida 30Sepultureros 31Diurno ilegal 32Canción 33Pirómana 34Erótica 35Épica 36Animal de baldío 37En el camino 38Maneras de mirar una piedra 39

8

Se presta uno siempre... 40Herencias 42Planta de apartamento 43La Espera 45Umbría 47Abolengo 48Bumerang 49Vuelo de palabras 50Anfitrión 51Palabras escuchadas en un café de barrio 53Vanitas 57Harakiri 58Espejismo 60Recreo 61Contras 62Los adioses 63Ordenanza 65Cara y sello 67

EL AUTOR 69

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El cadáver

IEllaabre todas las ventanas de la casapara poder escuchar cuando menos el llanto de las calles:Herido mortalmente por el llanto de las callesguardo mis orejas en el bolsillo de la camisay así camino como un sonámbulo por los pasillos y los

[cuartos de la casa.

IIYo muero dolorosamente en cada despedidapero ella necesita tocar con sus dos manos cuanto existey hace maletasy emprende largos viajesde los que regresa cargada de rumoresde voces extranjerasy nostalgias

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que va colgando en todas las paredesque guarda entre sus libros y sus cofres

IIIPiensoque tal vezsin darme cuentaestoy preso en uno de los cofres de la casaque soy algo más de lo que guarda como recuerdo de sus

[viajesalgo que saca de cuando en cuando de su encierroalgo que miraque acaricia como a un gatoalgo que un día se perderá entre tantas cajasentre tantos papelesentre tantos objetos que el olvido va adoptandoentre tanto cadáver.

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Receta

Cuando la nochecuando la herida se levanta a la altura precisa del silencioy gotea un pajarito muertoy otroy otrocuando ya no se sabe o se ha olvidadoel sabor de la luna y de otras frutasEntoncesuno puede decir:abran la puerta abran la puertadéjenme entrarque está lloviendo.

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Olvido

Nadie te reconoce SombraYo El últimoTe busqué por entre pasillos y cuartos poblados de muerteTemerario Pisándole el talón a la locura

Calla piedra Silencio aguja rotano respires No prepares la mesa ni me llamesno sonrías Gota de agua en la que me habría

[ahogado.

Nadie te habla desde el otro lado de la puertay ya no habrá esta voz que te acaricie los muslospalabra va Palabra viene.

No mires NoNo atisbes detrás de la ventanano son mis pasos Es el vientoNadie te reconoce Sombra.

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Un signo

Camino por el campo de batallabuscando entre los escombrosun indicio de vidauna palabra extraviada en el aireun ecoel zumbido de una mosca...

Tal un animal hambrientoescarbo la tierra ansiosamenteen pos de un trozo de vida que llevarme a la bocade un signo que saborear acuclillado entre las piedras.

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Desnudos

(Técnica mixta: lápiz-óleo-carboncillo)

Una mujer que sigue a un hombrepor entre los más rudos pastizaleso que va de su manopor una carretera solitariamientras el sol se oculta lentoentre los árboles.

Una mujer con los muslos salpicados de lodoamando a un hombre entre la hierbael rocío sobre su pielcomo sobre otra florcualquiera

15

Canción de cuna para un hombreque llega del trabajo

Para Gustavo Del Castillo, mi padre

IEse ejército creciente de espejismos y fantasmasque lentamente se apodera de la tardey te persigue con saña por las callesque no te da un respiroque te acosa

Canta la llegada de los sueños:

IIY entran en ti sin anunciarsebellos fantasmas de ágil cuerporecuerdos como de humaredas lejanasrecuerdos dulces como leopardos o panterasdulces dulcísimos

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como aquellas mujeres que no pueden parar la mielque salta a borbotones de sus senos...

IIIDe nada te va a servir el revisar con gesto preocupadotus portafolios y papelesde nada beber caféy leer novelas policíacas hasta muy altas horas de la nocheo caminar en pantuflas encendiendo y apagando las luces de

[la casanada vas a lograr con condenar todas las puertas y ventanasno hay cerradura que se resista o haga frentea ese ejército de espejismos y fantasmasque canta la llegada de los sueños

Duerme...

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La piedra anhela

ILa piedra anhela, fría, sin inmutarseanhela:un hoyuelo por el que pudiese salirtoda la pus vegetal que lleva dentro;una palabra creciendo a su ladocomo un arbusto negro, estérilpequeño aún para darle sombraal más infeliz animal que pasase por el lugargrave de muerte o de silencio;un caballo que con su casco herradola quebrase en dos mitadesy así su corazón pudieserecibir la luz sobre los párpados

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IIAllí sentadahabrá visto pasar hombres desnudoshablando como locos con sus sombras o con mujeres muertaso añoradasAllí en silenciohabrá también sostenido el peso de algún cuerpo cansadoherido quizás por la lloviznay de segurohabrá sacado a relucir pujandotodo el calor que le dejase el sol de la mañana

La piedra hablabasta que alguien esté lo suficientemente solo y caído y cansadoo a punto de saltar desde una arista del tiempopara que una piedra abra la bocao roce con ternuraesa cabeza.

19

La piedra anhela levantarsecantaralzar el vuelo como un verso...

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Morir cantando no le va mal a nadie

No hay día propiciono hay lugar bajo el cual derrumbarse un momentosin ser vistoNo sobrevive la palabrano hay nadie que te escuchependes de un hiloestás a punto de caergritahas ruido con tu instrumento sordoapunta a despertar a los perros de presaun poco de ruido antes de irse definitivamente al fondono le va mal a nadiea nadiea nadie

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Hambre

IHe aquí que un animal terriblealmuerza con mi alma:

Es oscuro mi gritoMi voz hay que buscarla con linternas.

IIA veces bajo solo al fondo de mi pecho:Cuanta palabra herida y arrastrándose,abortos, versos cojos,versos con el puño en la mejilla,versos dando alaridos,versos agonizantes y con fiebre muy alta y delirando,una canción vendiendo sus palabras,una palabra armada hasta los dientes,otra ebria y llorando,

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éstade luto,un poema que sentado a la mesamira su huesecilloy me lo alarga

IIIEl hambre se desdobla, se agigantay cruza como un látigo los rostrosy abre heridas que arden como estrellascomo soles de arsénico:

Iglesias derruidas,credos cojos,llagas anaranjadas lamiendo las ventanas y las puertas,cuartos inexpugnables habitados por la muerte y sus

[fantasmas,corredores oscuros por los que deambulandulces vírgenes niñas con el rostro encendido de vergüenza o

[espanto...

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Ideas boca abajo, trapos sucios,ratas entredormidas,surtidores de sangre acuclilladosentre el verde podrido de los patios,entre juguetes rotos,entre hongos venenososcomo lágrimas...

Al fondoal fondodonde la luz que todos sueñanbebe, a punto de morir, su jarabe de sombras,una muchacha se desnuda y cantasus flancos como lunas hacen músicasu voz llena la noche de luciérnagas...

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La casa

IDulce animal dormido en el asfaltosueño negro con puertas y ventanasesa otra nave de los locoslugar del hombre...

IIEn ella hay cuando se ríeo se lucha a brazo partido contra el miedoallí pasean tranquilos los fantasmasLas lágrimas golpean a la puertao entran sin avisar por las ventanasalguien de cuando en cuando se levantaenciende un cigarrilloy prepara un caféo cura aplicadamente sus heridascomo un gato

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la música se arrastra mansaentre las patas de los mueblesLa luz entra asustada o no se atreve...Yo escribo en mi rincón este poema.

A veces las ventanas se hacen alasy la casa sale a volar por todo el barrioel reloj se retrasa o enloqueceel viento choca en su vuelo con los muroscomo un pájaro grande sin cabeza.Las puertas aplauden graveshuérfanaso ríen y rechiflanperdidos los estribos...Yo escribo en mi rincón este poema.

Una mujer pasea desnuda por la casallorando por su muerto más queridollueve con gran pasión sobre el tejado...Yo escribo en mi rincón este poema.

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Gesta

De pronto la fiera se cansa y retrocedeDe pronto la fiera no quiere ya acecharal caminante que se ha perdido y está soloentre los árbolesAlgo de hielo o aguas muertas pesa en sus pestañas...y ni una rama baja que acaricie su espalday ni un lunar o sombra en que se tienda

A veces una fiera quiere este silencio:la luna detenida entre sus ojos.

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Canción nocturna

La casa es, más aún que paisaje,un estado del alma

Gastón Bachelard

IMi casa está en la infanciaen ese barrio viejoy no la encuentro.Nadie me toma de la manoo me dicemíralaaquí estáAquí ha estado siempre

IIEn las noches de soledad y de embriaguezme pierdocomo un niñoen la ciudad

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Cuando a la madrugadaescuches a un borracho llamar a sus hermanosno te inquietessoy yobuscando la casa de mis padres,el corazón en bicicleta,el corazón jugando entre recuerdos y fantasmasa la lumbre amorosa del alcohol

IIITodas las noches llueve sobre mi casaallá en la infanciay yo me asomo a la ventana:un ebrio canta en la calle como un locoel poema de amor del extraviado.Mi madreal descubrir quién es aquel que canta,me abraza y lloraen silencioallá en la infancia...

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Cóctel

Como el cantante de una orquesta pobreque achispado y alegrequiere mezclarse con los dueños de la fiestabailarreír con ellosy es rechazado fríamente con un“Usted a lo que vino fue a cantar”

Así el poeta en la fiesta del mundo

Para mis anfitriones pasados y futuros, a manera de desagravio

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Canto de amanecida

(18 de junio del 91, 7:30 a.m.)

En la mañana,acodados a la mesa del café,vemos pasar a los oficinistasy con templanza odiamosla forma en que subrayanel ángulo grasoso de nuestra indumentaria

Amanecidosel alma de la mano de Diostratamos de atizar con un último tragola braza agonizante de nuestras miradaslo poco y nada que aún nos queda presentable

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Sepultureros

Enterramos botones piedrecillaspedazos de papelBiblias rotasnaufragios

Vamos a campo abiertocon todos nuestros muertos en el pechocon todos nuestros muertos enterrados en el pechoun niño acuclillado contra un árbolsepulta cosas muertas en su corazónmientras el viento le acaricia enternecido la cabeza

Alguienbajo el silenciorespira hondo nos miray entona una canción:Todos gritamos desde el fondo de su pecho

A Janis Joplin

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Diurno ilegal

Pájaro que canta bajo la móvil cúpula de los díasenceguecido por el solpájaro inútilque disfraza con un poco de ruidosu quietudparado por siempre en la rama de un árboles apenas su voznadie podría decirque es algo más que el sonido de su voz

A Robinson Quintero

33

Canción

Todos los días se partetodos los días se deja atrás un muelleuna casa desde cuya puerta se te dice adiósy acaso se te quiera unos instantes

Todas las noches alguien te recuerday baja por la escalera de su corazónhasta la hoguera que encendiócontigo

A Evelio Rosero

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Pirómana

Soy el hombre muy soloaquel que enciende fuego en un rincón del cuartoy se aleja a la esquina contraria a observarlo en cuclillas

Hace fríoes la nochelas ascuas de mi hoguera son apenas una tibia ceniza

La sombra se levanta amenazantela enfrento con el brillo de mis ojos

Soy el hombre muy soloa la orilla tan mala de lo umbrío:

Voy a prender un fuego que me abrasey a la noche y al miedo y a la muerte

A Raúl Gómez Jattin (1945-1997)

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Erótica

ILa desnudez de una mujerqué otra luz nos acompaña asíen medio de lo oscuro lo frío lo callado

Basta que dicha luz se ponga en piepara que en nuestra casa suene músicay el poema tremole esplendente en la sombray las palabras digan signifiquen

IIHay un silencio que se llama verbopiedras muertes adiosesgranizadasmalos tiempos del hombresu conjuro:la desnudez de una mujersu forma luminosa.

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Épica

El poeta construye su casa con palabrascomo el soldado que al regreso de la guerrahalla su patria devastada ydesnudo el torsoescribe el verso rudoque le ha de protegerya para siempredel soly de la lluvia...

Un versoen el que los sueños sonarán a leña en el hogardarán calory ganas de cerrar por un rato los ojosmientras la casa crecemientras crece el poema...

37

Animal de baldío

Entre piedras sin graciaentre piedras que nunca han sido pulsadas por la mano de DiosJunto a matojosal pie de los más infelices brotes vegetalesel Animal de baldíose detiene un instante a ver el sola beber un poco de agua estancadaa mirar al trasluzsu propio corazón...

Abandonadoo soloel Animal de baldío,ese bastardo del tedioy de la muerte,bordea una lata de cerveza,y escucha su eco:las voces de los hombres...

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En el camino

...Casas en las que la pobreza se acomoda plácida en lo oscurocomo ese perro viejo que se sabe bien querido por sus amosCasas por las que deambula mi corazónsostenido en la niebla que a estas horas se arrastra soñolienta

[por los cuartos

Cuatro paredes estrictamente hechas a manoentre las que renquea silencioso el abuelo calormientras brillan sutiles las más humildes luces de los hombres:un trozo de carbón encendidouna lámpara viejala siempre fiel vela de cerao la voz de alguien que canta entredormidoen el cuarto de atrás

Casas en las que la pobreza es ese perro viejoque al escuchar las voces de los hombresmueve con languidez la colahasta quedar dormido

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Maneras de mirar una piedra

Verla como si fuera un trozo de ti mismoun trozo de tu almaun amor perdido y olvidadocon el que de repentetropiezas trastabillasen medio del caminoentre los transeúntes...

Piedra que ha estado a punto de hacerte–una vez más– morder el polvoverlay apartarla con rabia de tu lado...

Piedratrozo de ti mismoque al final de los tiemposalguien habrá de colocar piadosamentesobre el hueso de tu alma...

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Se presta uno siempre...

Se presta uno siempre a los oscuros ritos de la vidaAcá está la embriaguez:dar cuatro tumbos abofetear la nadapara al final tan sólo la resacay otra vez el absurdo iluminando con gesto desganadocada cosa

Se presta uno siempre para morder su pedazo de salpara triscar su propiay pobrebuena vidamientras a nuestra espaldacada pájaro cantasin prisa sin sabersela letra a ciencia ciertacomo si todo estofuera al fin y al cabosólo ensayo

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Se presta uno siempre con esa escasa fecon esa poca voluntadque sin saberse cómo aún quedan...

El polvoen tantolluevesobre los libros y sobre las costumbressobre deudos y amigossobre los huesos de los muertos...

El polvo: infinitas partículas de dolor, de miseria,cae, se precipita casi con placidez en el vacío...

Alguien ya dijo quién es ese polvodijo tu nombreel míoel de su hijo...

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Herencias

Abueloalgunas vecesllegaba tarde a casacon ganas de mandarlo todo al diablo

Quizás habría bebido unos tragos de máspero el abuelo ebrioera tan sólo un hombre en su sillónun hombre como éste que hoy fuma en la penumbramientras que por su rostrodesciendelentamentela pincelada amargadel dolor

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Planta de apartamento

Un poco de verde nunca está de másdijeron mis amigosy te dejaron en una esquina de la sala(donde le da bien el sol aseguraron)marchándose como habían venidosin avisar sin dar explicaciones...

Quedaste allíembarazadaincómodasin tan siquiera poder preguntar por mi nombrepara entrar en confianzapara hablar por hablar

Al rato te olvidécomo se olvida todo en esta viday pasaron así los días y los días

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tu recibiendo el sol en la ventanay yola sola sombra del silenciola pena capital de no recordar nada luminososentado en una sillajusto como una planta que alguien hubiese dejado abandonadaen un apartamento...

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La Espera

Esta es la Esperaeste el sol de la Esperaquizá lo único que le queda a tu vida parecido al poema

Deslucido en todos los momentosescéptico de muy mala ganaa vecescomo una inspiraciónte visita la Espera

Luminosaparecida a un poemacomo una inspiraciónDe repentesin que nadie la llamea la bravaentre los secos breñales de las horas contadaste visita la Espera

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El poemao algo que querría parecerse al poema:la Espera puraa veces,te visita,y entonces pareciera que la vida tiene aún qué ofrecerte...

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Umbría

¿Por qué corrí a lo oscurosin treguadesde niño?¿Qué buscaba?¿Acaso un fuego oculto, subterráneo,la carne de la noche,la carne a secas?Guiado por el dolor;por la embriaguez, ese tosco bastón de la señora soledad;a caballo en la risa, a veces;tendido en la palabra, en otras¿Qué pretendía, qué pretendo?

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Abolengo

del polvode las cenizas turbiasde los huesos roídos por el tiempode la carne que se deslíe mordida por los venenos de la tierrade esos versos que desmenuza Diosyo vengo

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Bumerang

¿Acaso a vecesno es la mujerapenas un fósforo encendidocon cuya llama intentamos calentarnosbajo la dura intemperie de las noches del mundo?

Un fósforo encendido que llega ya a su cabouna llama fugazhumo cenizasnada

Humo cenizasnadauna llama fugaztú tambiénpara ellaen la noche más fría...

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Vuelo de palabras

¿Qué dirán los pájaros de los cantos de los hombresno del terrible ruido que hacen los motores de sus máquinasni de los gritos de quienes han sido atacados por una voraz

[enfermedady no se resignan a abandonar un mundo que ayer no más

[maldecían una y otra vez:

Qué dirán los pájaros de los cantos de los hombrescuandoparados sobre las ramas de los árboleso sobre los cables de alumbradose nos quedan mirandode repente absolutamente silenciosos...

Cuando se agitan inquietosen sus palcosmientas afinamos acuciosos las palabras:

Qué dirán los pájaros del canto de los hombres

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Anfitrión

No puedo huir de mis amigosa toda hora entran a mi casay no hay rincón en ella del que no puede aparecer algunode improviso

Beben de mi licor,ríen a carcajadascritican sin miramiento algunoel menor de mis gestosmi forma de vestirde llevarme la comida a la boca

Conocencomo el Que Máslos agujeros de mis calcetineslos agujeros de mis fraseslos agujeros de mi corazón

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Mis amigos auscultan con minucia mis papelesleen los borradores de mi vidasaben lo que olvido lo que quiero olvidarmis pequeñas miserias

Ysin embargo¿A dónde diablos más podríamos acudir a estas horas del mundosi no es a casa del amigo?me repito con la cabeza entre las manosmientras escucho llamar con insistencia a mi puerta...

Quiero guardar silencio como si no hubiese nadie aquípero alguien se levanta detrás míoa dar la bienvenida a los que llegantodos queriendo hablartodos hablandotodos con ganas de cantar:Y ésta es su voz

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Palabras escuchadasen un café de barrio

El que es pasajero y nunca emprendió viajesa esos lugares de donde llama su alma

viaja ahora en este poema R. Quintero

I¿Quién me podría haber dicho que alguien iba a llorar por mírecorriendo las calles de Berlín Oriental?

Por mí quesin lamentarlo muchosoy sólo un hombre de este barrioy nada sé de viajesde países lejanos o aeropuertos

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IITarde a tardeen medio de la lluviao iluminados por el sol del ocaso,mis amigos y yoescuchamos con una extraña nostalgiatristes cantos que hablansólo de despedidascantos de viajescon los cuales mojamos como con una lágrimala reseca piel del tedio

Cuando llega la nochey nuestro barco iluminado empieza a oscilar dulcementesobre el barriolos viejos marineros de la quietudviendo brillar el faro de la alegríabrindamoscon los desconocidosmientras les pedimos que nos cuentenla historia de sus vidas...

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III¿Quién me podría haber dicho que alguien iba a llorar por mírecorriendo las calles de Berlín Oriental?

Por mí que nunca he conjugado verbos como partir o como[retornar

Por mí que ahora celebrocon este torpe cantoel ser tan sólo un hombre de su barrioaunque a estas alturas de la nocheya no recuerde quién...un carpintero en su rincón tal vezun zapatero o un mecánico o quizás aquel sastreque ve pasar los años y los añosarrullado por la ronca voz de un viejo aparato de radio...

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IV¿Quién me podría haber dicho que alguien iba a llorar por mírecorriendo las calles de Berlín Oriental?

Por mí que a duras penas mascullo el idioma de los viejosy acaso sólo seaeste puñado de versosesta conversación en español con los últimos pasajeros del café...

Para ClaudiaSiempre en Berlín Oriental

Como todos aquellos que permanecen tras los murosAcaso sin saber que ya los derruyeron

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Vanitas

En el patio de atrássobre los pinos secosunos pájaros cantanpero no te hacen graciasombríosbajo esta tarde desolada y lluviosaparecen versos tuyosy en nada te hacen gracia

Para Fernando Linero

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Harakiri

ILluevea pesar de mis palabras

A pesar de mis palabrashay sangre sobre los bancos de los parquesen las ventanas de los grandes edificiosen el llanto monótono de la ciudadhay sangrea pesar de mis palabras

Corrodiciendo adiós con un pañuelotras de los trenes de la muertea pesar de mis palabras

59

IIA pesar de mis palabraspaso las horas con la cabeza entre las manospensando seriamente en lanzar un fósforo encendidoen medio de mi santabárbara de versosaunque de esta manera me vaya a piquecon todo y mi navío de papeles...

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Espejismo

Colores de la niñezluces de la niñezapenas recordados en abstractoy que hoy no sabríamos a que objeto aplicar

Colores ya perdidosque a veces creemos entreveren un juguete abandonado en cualquier patioen un trozo de vidrioen una bombonera de cristalen el vuelo feliz de la libélula

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Recreo

El olor de aquellos libros que en la infanciaguardábamos en un pupitre oscuroentre cáscaras de naranjay lápices quebradosha vuelto a míy ha revoloteado sobre mi mesa de trabajocomo un avión que planeaseen el aulaen la infanciacomo una travesura

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Contras

Toco madera de repentepor si la nochepor si el silenciopor si la enfermedad y aquello que se pudrey por si el desamor y lo que caey por si el frío y la intemperie, toco madera...

Suenan mis golpessuenanlos días y las nochestoco maderatoco la hueca calavera de la nadatoco madera como el que escribe un versocomo el que llama dos vecestrescomo el que llama eternamentecomo el que llamacomo el que escribe un verso

63

Los adioses

Las despedidas duelenpero¿qué sería del mundo si renunciásemos a ellas?El polvo caería inclemente sobre los pobres hombresque al fin y al cabo no son otra cosa que polvopolvo sobre polvo

Los adioses laceranmas¿qué sería del mundo si renunciásemos a ellos?¿La nostalgiael arrepentimientolos tres tragos bebidos a la salud del ausentenos lo perdonarían?

¿Y lo perdonaríaquien hubiera podido partir

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con el corazón retumbandoante el temor de que el otro se echase a correr en pos suyo a

[suplicarle que noque nose vaya?

O¿lo perdonaríael que respiró aliviadocuando al mirar hacia atrásvio a un rostro, a una mano, a unos labiosdecirle adiós serenamentemaldiciéndole quizásquizás con una que otra lágrimaresbalando azorada?

El poemaesa manera de las despedidas¿nos lo perdonaría?

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Ordenanza

Vientobárreme el corazónque está de negroque está enfermoy rabioso ydelirando

Afuera basuritashojas secasafueraafueraayeroaguja

Vientobárreme el corazón

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que cómo dueleque está sordo ysombrío ysilencioso

Vientoavivala llama del hogarsopla sobre mi verbo de la malaquítame allá esas pajasy éstasy éstas

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Cara y sello

Para mi hijo Pablo Arturo

Hablar de solitariosya no tienepresentación algunaun solitario en estos díasno es más que un tipo de mal gustoun resentidoun pobre pusilánime

Ysin embargohoy voy de la mano de mi hijo,aventajado alumnoque aprende de mis ásperos modalesel abecedario de la soledad:

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Me duele desde yaese brillo en sus ojos,y descubro tambiénque él se duele,sin comprender muy bien,del que albergo en los míosQuizáspor todo esoy sin decir palabrasobreviene un apretón de manos mutuocomo a sabiendas de estar a punto de cruzar,cuidando uno del otro,el peligroso callejón de la tristeza...

69

RAFAEL DEL CASTILLO. Nace en 1962. Escritor y editor. Fundador y directorde la revista de poesía Ulrika y del Festival Internacional de Poesía de Bogotá.Dicta talleres de poesía en la Casa Silva y en diversos centros universitarios.Libros de poesía: Canción Desnuda (Bogotá, Fundación Simón y LolaGuberek, 1985), El ojo del silencio (Cuadernos de Poesía Ulrika, Bogotá,1985), Entre la oscuridad y la palabra (Bogotá, Cooperativa EditorialMagisterio, 1991), Animal de Baldío (Bogotá, Cooperativa EditorialMagisterio, 1999), Animal de Baldío (Antología, www.literaturadigital.com,Costa Rica, 2000) y Pirómana (Antología, Caracas, Edit. Clepsidra, 2002).DEL CASTILLO ha publicado también muestras de poesía latinoamericanarecogidas bajo el nombre de Presencia viva de la poesía (Ulrika, Bogotá, 1993,1995, 1996, 2002 y 2003), Rostros de la palabra – Poesía colombiana (Edit.Magisterio, 1990, 1995, 1999), Colombia, antología poética (Edit. TierraFirme, Buenos Aires - Editorial Magisterio, Bogotá, 1998), Desde la otraorilla- Visita a la poesía española contemporánea (Embajada de España –Centro Cultural Reyes Católicos, 2003) Pura vida – Poesía Costarricensecontemporánea (CERLALC, 2004). Coordinador general de las antologías enCD rom Poesía Colombiana y Ulrika, 25 años en la poesía iberoamericana –Memoria de un Festival, publicadas por la Casa Silva en 2000 y por el IDCT yel Ministerio de Cultura en 2005, respectivamente. Ensayos y poemas suyoshan aparecido en publicaciones de Argentina, Costa Rica, Brasil, España,Estados Unidos, México, Perú, Ecuador y Venezuela.

COLECCIÓN UN LIBRO POR CENTAVOS

1. Postal de viaje, Luz Mary Giraldo

2. Puerto calcinado, Andrea Cote

3. Antología personal, Fernando Charry Lara

4. Amantes y Si mañana despierto, Jorge Gaitán Durán

5. Los poemas de la ofensa, Jaime Jaramillo Escobar

6. Antología, María Mercedes Carranza

7. Morada al sur, Aurelio Arturo

8. Ciudadano de la noche, Juan Manuel Roca

9. Antología, Eduardo Cote Lamus

10. Orillas como mares, Martha L. Canfield

11. Antología poética, José Asunción Silva

12. El presente recordado, Álvaro Rodríguez Torres

13. Antología, León de Greiff

14. Baladas - Pequeña Antología, Mario Rivero

15. Antología, Jorge Isaacs

16. Antología, Héctor Rojas Herazo

17. Palabras escuchadas en un café de barrio, Rafael del Castillo

Editado por el Departamento de Publicacionesde la Universidad Externado de Colombia

en diciembre de 2005

Se compuso en caracteres Garamond de 10 puntosy se imprimió sobre papel periódico de 48.8 gramos,

con un tiraje de 13.500 ejemplares.Bogotá, Colombia

Post tenebras spero lucem