Panenka23_
-
Upload
cesarsancholopez -
Category
Documents
-
view
180 -
download
16
Transcript of Panenka23_
#23
Precio: 5 €
La escueLa de La caLLe
Paul Gascoigne''Nunca me he querido matar''
SD CompostelaSantiago busca un nuevo camino
Estrella RojaEl último destello del fútbol yugoslavo
CUANDO EL BARRIO MARCA AL FUTBOLISTA
10Y por último... porque tenemos el mejor bono del mercado:
200€ gratis
1Porque somos pequeñitos y, por lo tanto, para nosotros cada cliente es lo más importante.
2Porque no somos ingleses ni suecos ni franceses, somos de aquí y sabemos lo que te gusta.
6Por nuestras promociones para clientes ya registrados: entradas de fútbol, bonos, apuestas gratis…
7Porque nosotros nos la jugamos y ponemos las cuotas muy altas.
3Porque somos apuestas, pero tambien somos casino, poker… e incluso bingo.
4Porque ofrecemos más de 1000 eventos al mes para que apuestes a ellos en vivo.
Las 10 razones de Luckia
5Porque en Luckia puedes jugar allí donde estés: en nuestros salones, online o incluso con tu móvil.
8Porque además también tenemos porras, derbis, y muchos otros productos pensados para ti.
9Porque nos gusta Panenka, como a ti.
Visitanos en www.luckia.es
3
Editorial
El ENTORNOY EL ARTISTA
En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia, hubo guerras,
matanzas, asesinatos... Pero también, Miguel Ángel, Leonardo
y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500
años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado?
¡El reloj de cuco!"
A los pies de la enorme noria del Prater, entre las sombras
de la Viena de posguerra, el personaje maquiavélico y tenebroso que
interpretaba Orson Welles en El tercer hombre ensalzó las ventajas
creativas que implicaría crecer en un entorno complicado. Aplicada al
mundo del fútbol, esta sentencia trazaría una relación directa entre el
entorno y el artista: a mayor humildad de medios, más probabilidad
de aparición de genios. Desde las villitas polvorientas de Lanús a las
calles de la Amsterdam bombardeada, desde las favelas brasileñas a
los descampados de Múnich, todos los grandes del balón comparten
unos orígenes modestos y -a pesar de la disparidad geográfica- unas
mismas coordenadas: un balón botando en un barrio. Al menos durante
el siglo XX, el fútbol resultó una pasión de y para la clase obrera. El
fútbol sigue esperando a su primer crack mundial surgido en un entorno
pudiente, al primer niño que se baje del carrito de golf de papá para
tirarle caños a las viejas del mercado.
En este número nos preguntamos cómo influye el barrio en la
formación del jugador e indagamos sobre la pervivencia del futbolista
de calle en un momento de canteras académicas globalizadas. Aún
desconocemos si la profesionalización precoz del fútbol formativo
-espoleada por los grandes clubes, en detrimento de históricas insti-
tuciones de barrio- acabará con el genio silvestre que brotaba como
mala hierba entre los adoquines de las plazuelas.
Como las de la Txantrea, en Pamplona. Barriada de aluvión
migratorio procedente del campo navarro en los 60, bastión de las
luchas antifranquistas en los 70, plaza fuerte del sindicalismo, el paro
y la droga en los 80, el barrio mantiene su espíritu contestatario: ''La
Txantrea pesadilla siniestra, eres la culpable de querer vivir en paz'',
cantaba Barricada, un grupo forjado en sus calles. Entre sus casas de
ladrillo vista, construidas por los propios vecinos, aprendió a pelotear
un tal Iker Muniain Goñi. Hace dos veranos, Iker hizo lo que sus colegas:
se bajó en bañador y chanclas al banco de la plaza con unas patatas
fritas y un refresco. Acababa de ganar el Europeo sub 21, pero la imagen
y el texto con el que la acompañó hablaban de su apego a las raíces:
"Como en el barrio, en ningún sitio".
¿Qué nos dice Muniain sobre la 'Txan'? ¿Cuánto del espíritu
rebelde de su vecindario hay en el habilidoso extremo del Athletic? ¿Si
hubiera nacido en La Moraleja seguiría siendo Iker un Miguel Ángel del
balón o sólo un reloj de cuco con piscina y jardín de nacimiento?
10Y por último... porque tenemos el mejor bono del mercado:
200€ gratis
1Porque somos pequeñitos y, por lo tanto, para nosotros cada cliente es lo más importante.
2Porque no somos ingleses ni suecos ni franceses, somos de aquí y sabemos lo que te gusta.
6Por nuestras promociones para clientes ya registrados: entradas de fútbol, bonos, apuestas gratis…
7Porque nosotros nos la jugamos y ponemos las cuotas muy altas.
3Porque somos apuestas, pero tambien somos casino, poker… e incluso bingo.
4Porque ofrecemos más de 1000 eventos al mes para que apuestes a ellos en vivo.
Las 10 razones de Luckia
5Porque en Luckia puedes jugar allí donde estés: en nuestros salones, online o incluso con tu móvil.
8Porque además también tenemos porras, derbis, y muchos otros productos pensados para ti.
9Porque nos gusta Panenka, como a ti.
Visitanos en www.luckia.es
4
PanenkaEl fútbol que se lee
23
Staff
Los cómplices del #23
Micrófono y botasRostro de referencia en Televisión de Catalunya con una longeva carrera de futbolista amateur.
Mediando con la palabraCon estudios en relaciones internacio-nales, al final se impuso su pluma muy poco diplomática.
Prosa gaditana Admirador de escritores y poetas, debuta en Panenka a través de la obra más célebre de Salgari.
EditaBelgrado 76 S.L.Trav. de Gràcia, 264, Entlo 2ª.08025 [email protected]@panenka.orgwww.panenka.orgfacebook.com/proyectopanenkatwitter.com/proyectopanenka
Suscripciones Ad-Lante Marketing SL
Impreso en ZaragozaCalidad GráficaEnero de 2013Depósito legal: B. 13528-2013
Cubiertas: Cyclus offset, 250 gr.Páginas interiores: Cyclus offset, 90gr.
© Belgrado 76 S.L.Panenka no se hace responsable de las opiniones vertidas, derramadas o evacuadas por los colaboradores en sus artículos. Reservados todos los derechos (si queda alguno). Prohibida su reproducción, edición o transmisión total o parcial por cualquier me-dio y en cualquier soporte sin la autorización de Belgrado 76 S.L. Aunque nuestra ruina no dependerá de un par de fotocopias.
El calendario marcaba el 2 de octubre cuando la delicada cadencia de For you sonaba por enésima vez en la redacción de Panenka. El #Panenka23 era una realidad y la dulzura de Julia and Angus Stone compensó un número de espíritu callejero.
Belgrado 76 S.L. es propiedad de los trabajadores de Panenka.
CoordinadorAitor Lagunas
Redactor jefeCésar Sánchez
Dirección de arte y maquetaciónMarta Vilches
Edición gráficaAlberto Estévez
Consejo de redacciónRoger XuriachRafa Jiménez Jorge NazarJavier GiraldoFrancisco ÁvilaToni PadillaÀxel TorresAndrea de PauliSid LoweVicent ChiletChema ErreCarlos Salgado
PublicidadÀlex López VendrellDavid Galbete
Fotografía de portadaGetty
Correctores lingüísticosJordi Anglès
Redactores webAlena ArreguiMarcel BeltranJorge EspinósLara GrauVíctor Guerrero
En la antiguía del #Panenka22, no apareció el escudo actual del Levante UD. Además, añadimos al actor Adrían Lastra una 's' de más en su apellido. Para completar la jugada, en el texto inicial se nos coló un andó que daña a la vista. Ahí anduvimos algo torpes.
Fe de erratas
Nuevo número explosivo de So Film
Carlos el Chacal, Jean-Pierre Léaud, Almería, Benicio del Toro.. en la recientemente elegida MEJOR REVISTA DE CINE DEL MUNDO
www.sofilm.es
#05
Pub_SF_ESP5_210x280.indd 1 26/09/13 13:19
Nuevo número explosivo de So Film
Carlos el Chacal, Jean-Pierre Léaud, Almería, Benicio del Toro.. en la recientemente elegida MEJOR REVISTA DE CINE DEL MUNDO
www.sofilm.es
#05
Pub_SF_ESP5_210x280.indd 1 26/09/13 13:19
Sumario
6
08
11
24
36
44
50
54
58
60
64
Quizá Tíbet no sea el país más futbolero del mundo ni los tibetanos la afición más ferviente, pero eso son sólo estereotipos.
De Baena a Tendillo, pasando por Eto'o y Arshavin. Fútbol multicultural al servicio de las píldoras más digestivas de la revista.
Cinco barrios. Cinco países. Una misma realidad: el futbolista está marcado por la comunidad en la que crece. Badia y Sergio se cruzan miradas.
La decadencia hecha futbolista. Un talento de alta graduación. El ex jugador inglés Paul Gascoigne sigue pagando la hipoteca de su infancia.
Revivimos una de las escenas más comunes de la Inglaterra de entreguerras, cuando el idioma del balón se aprendía únicamente en las calles.
'Canito' era el más fuerte, el más chulo y el más triunfador del barrio. Pero se creyó invencible y firmó la prórroga más triste del fútbol español.
Desde la fría Rusia, el centrocampista andaluz del Spartak de Moscú, donde parece haber encontrado su lugar en el mundo, reivindica su fútbol.
Cristóbal Parralo, uno de los hijos pródigos del CF Damm, impregna desde el banquillo del juvenil A la filosofía cervecera, única en el fútbol español.
Embrujo gitano y espíritu bohemio. La barba y melena del gaditano Juan José Jiménez Collar siguen siendo un icono del fútbol español de los 80.
De la Copa de Europa ganada por el Estrella Roja en 1991 sólo queda el recuerdo. El último destello del fútbol yugoslavo fue una estrella fugaz.
Sumario
7
70
72
78
82
86
88
94
100
103
Terminar una carrera sin ligas, copas y torneos internacionales es muy duro. Los combinados nacionales han maquillado algunos resultados...
Ariete antiestético pero decisivo, pudo aumentar su leyenda en la Juventus de no haberse ido tras la Liga de Campeones de 1996. Sigue arrepentido...
Existe un rincón en el Reino Unido que sueña con situar a alguno de sus clubes en el entorno profesional. Un inmueble difícil de vender.
Etiopía sueña con clasificarse para el Mundial de Brasil. Y su gobierno ha activado un curioso mecanismo para subir la fiebre futbolera del país.
Dos británicos se encontraron en un estadio de Segunda y se prometieron vestir a los hinchas españoles con algo más que camisetas oficiales.
La ocupación alemana cambió por completo el paisaje futbolístico del país vecino, con la particularidad de que el balón nunca dejó de rodar.
El Compostela vivió sus años de gloria en los 90, con un ascenso relámpago a Primera gestado a través de dos figuras: Caneda y Castro Santos.
Siempre a las puertas, siempre un portazo. La maldición del '13' persiguió con especial crueldad al ex internacional alemán.
Qué mejor manera de cerrar este número que tributando a la 'pachanga'. Antonio Soler y Jennifer Pareja seguro que han jugado más de una.
AQUOS LED TV LC80LE857E
Experiencia inmersiva en pantallas grandes
8
9Fo
to d
e Pr
akas
h M
athe
ma
Eufor
ia int
erna
La
pas
ión
por
el
bal
ón n
o es
sie
mp
re s
inón
imo
de
veh
emen
cia.
N
epal
aco
gió
en s
epti
emb
re l
a C
opa
de
Asi
a d
el S
ur
y su
s fa
ns
se
dej
aron
lle
var
por
su
par
ticu
lar
fieb
re f
utb
oler
a.
*gastos de envío incluídos
consigue tu aRcHivadoRen panenka.oRg
pResuMe de panenkapoR 14€*
Cuatro toques para entrar en calor (es un símil futbolístico, ¿eh?)
A Bote Pronto
Sobre héroes y tumbasLa lupa
Último cromo
Antientrevista a Raúl Baena
Sindelar,Huida y fin
Ultras del PAOK,
en pie de guerra
Miguel Tendillo
"Siempre he sido
un tipo educado"
Pág. 13Pág. 18
Pág. 22
Pág. 20
Por Roger Xuriach
Por Toni Padilla
Por Carles Viñas
Por Javier Giraldo
Feedback
homenajeandoa AntonIn
En este muro exhibimos vuestras obras de arte panenkero.
Seguidnos eninstagram.com/proyectopanenka
ABP
12
Pues ojalá que tanto tú como el resto de parados en España consiga comprar muchas Panenkas pronto.
Cada vez que leo algo de Panenka gana puesto en mi lista 'Cosas a comprar cuando tenga curro'.
Podéis tener Panenka cada mes en la Apple Store. Así no nos sentimos tan culpables de deforestar el Amazonas.
Totalmente de acuerdo, aunque el autor de la sección no sonría tanto al hacerla. Siempre es el último texto en cerrarse.
Está bien saber que ofrecemos un gran servicio de compañía. Y que la gente se entretiene con la revista, también.
Es cierto que la foto del Buitre era un poco 'draculesca', pero ya está bien que saque los dientes de vez en cuando.
Lo juramos por los rizos de Valderrama, no hemos metido a ningún topo en la redacción de El País.
Pillada la suscripción anual digital a Panenka. ¡A disfrutar de lo que queda del buen tiempo!
La Twitterbronca de cada número de Panenka es una maravilla. Se agradecen unas risas.
Dos vuelos en un día se pasan 'volando' cuando en la cartera llevas el último número de la revista Panenka.
Chicos, tener vuestro #22 con la cara de Butragueño en la mesilla de noche no me ayuda precisamente a dormir.
Excelente número de Panenka sobre el Madrid de la Quinta.
@3Mrtnx
@chusesteban4
@damiagallardo
@juancalero
@pixeladito
@isramediero
@blogdebori
@kikesalvatierra
@JavoTorresCifu
@A_Martinez_
@diegotorresro
ABPAntientrevista //
El área de Bernal //
13
Raúl Baena"'Chuli' sólo hay uno y juega en el Betis"
Faro de Torrox suena a localización de El Señor de los Anillos... Pero en verdad es el equipo de mi pueblo,
en Málaga. Allí empecé a jugar con mis amigos. Aún me siguen apoyando cada vez que voy a visitarles.
La Wikipedia le apoda como 'Chuli'. ¿Algún familiar torero? Un error común. 'Chuli' sólo hay uno y
juega en el Betis. No sé quién puso que me llamo así. Algún día lo rectificarán, porque a mí me siguen
conociendo como Baena. A secas.
¿Le faltó acento mexicano para seguir en el Espanyol? Con Aguirre tuve un trato excelente. Él quería
que siguiese pero al final la renovación no llegó a buen puerto.Ha logrado hacer del Espanyol un
equipo serio y trabajador.
¿Se imaginaba el Rayo como lo está conociendo? Me ha sorprendido, es un club muy familiar.
La afición siempre apoya al equipo, en las buenas y en las malas...
¿Algo kamikaze Jémez en las alineaciones? Paco tiene una idea de juego muy clara: ser prota-
gonistas, salir desde atrás, combinar... Quitarle la posesión al Barça refuerza esta convicción.
Estuvo en el once ideal de la semana en L'Equipe tras un partidazo ante el Barcelona. Qué
tipo de marco usó para colgar el artículo. ¿Roble o oro? Lo tengo por casa, eso es verdad.
Pero no colgado. Fue un reconocimiento importante y uno de los recuerdos más bonitos
que tengo.
Parecía que Messi sólo se enemistaba con compañeros del Barça y aparece usted... Con
Leo me cruzaba en La Masia cuando estaba en el Barça pero no tuve trato directo. Luego en el
campo se producen lances... Mi conciencia está tranquila, siempre he sido un tipo educado.
Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach
ABP11 BITS //
14
Hagámoslo fácil y empecemos por el final. A la edición anual de PES
no le pesa en absoluto la etiqueta de 'notable'. Del cariño hacia la
saga de Konami dependerá que le suméis décimas a un '8' o que le
neguéis ir más allá del '7'. Pero en cualquier caso, estamos ante una
propuesta divertida, atractiva y cargada de novedades que no hacen
si no confirmar que el futuro de la franquicia -y por tanto, el de la
industria de los videojuegos de fútbol- es más esperanzador que nunca.
Pro Evolution Soccer 2014 no es otra versión más del juego que ha
ido deambulando con más pena que gloria en el último lustro. Es una
propuesta distinta que, para empezar, cuenta con un motor gráfico
totalmente renovado. Un 'reset' a tiempo tras varios volantazos que no
han podido evitar derrapes sonados. ¿Le ha sentado bien el lavado de
cara? Rotundamente, sí. ¿Se han perdido algunas de las cuotas jugables
que hasta ahora parecían innegociables? Rotundamente, también.
Lo primero que salta a la vista del PES 2014 es su nuevo motor Fox
Engine, que permite la inclusión de las animaciones más reales vistas
nunca en la saga nipona. Arrastres de balón, controles con el exterior,
PES 2014, un 'reset' a tiempoTexto de Roger Xuriach / @rogerxuriach
Beatrix von Storch, líder del partido Alternative for Germany, no fue rival
para Angela Merkel, que volvió a arrasar en las elecciones germanas. Mejor le
va a su 'doble' Luka Modric como 'alternativa para el alemán' Özil. El Rayo
Vallecano logró lo que nunca nadie había conseguido en cinco años. Ganarle
la posesión del balón al Barça. Exigimos título oficial en su palmarés.
Konami, 2013
delicias visuales en disparos, pases y choques... Dejando de lado algunos
rostros de jugadores, el juego luce mejor que nunca. Pero vayamos al
terreno jugable, su punto más verde: si en las últimas ediciones el PES
había logrado satisfacer a aquellos que seguían viendo en el sistema
de regates del FIFA el ejemplo a seguir, con el nuevo motor se detecta
un claro retroceso en la transición de ciertas acciones. Los jugadores
se mueven bien, pero la lentitud de respuesta hace prácticamente
imposible regatear a rivales en velocidad o en estático. Es esta falta
de raccord entre lo que pulsamos y lo que vemos en el televisor lo que
realmente merma las posibilidades del juego. Parece como si a los
desarrolladores les hubiera faltado tiempo para pulir algunos detalles y
eso genera frustración durante la partida. Hay más: los defensas neu-
tralizan la superioridad del atacante con sprints irreales, la inteligencia
artificial de los porteros no está resuelta y se han perdido licencias de
clubes y estadios. PES sobrevive un año más gracias a la experiencia
de juego. Su rival es más compacto, cierto, pero ahora cuenta con un
techo de crecimiento más alto. La fe es ciega en su renacimiento.
ABP
Arqueología del olvido //
15
Enrique Cerezo podría estar detrás de Jürgen Klopp. No es que quiera susti-
tuir a Simeone. Lo quiere para la secuela de su última producción, Las brujas
de Zugarramurdi. Más registros faciales que Jim Carrey. La operación de Ro-
naldinho fue todo un éxito. ¿Venderle al Milan cuando estaba gordo a cambio
de 25 millones? No. Se ha arreglado la dentadura. Lo celebramos.
Ethem Özerenler llegó como tantos otros: a
finales de los 60, sin saber una palabra de ale-
mán y con una pasión en la maleta, el fútbol. En
cuanto emigró a la República Federal, encontró
un taller textil en el que dejarse la vista seis
días a la semana y un equipo con el que rega-
larse los ojos el séptimo. Bajo la mirada del
turco, el Borussia de Mönchengladbach prac-
ticaría encaje de bolillos con el balón: Netzer
como costurero, Stielike y Vogts en los telares,
Heynckes poniendo hilo a la aguja. Hasta que
en 1977 Ethem entendió lo que la vida le tenía
reservado: un bombo. Bueno, un bombo y un
apodo español.
Desde aquel año y durante un cuarto de
siglo 'Manolo der Trommler' (Manolo el del
Bombo) no faltó a una sola cita en el vetusto
Bökelbergstadion. El Borussia empezó a al-
ternar los éxitos con las campañas insulsas
y en 1999, después de haber aliñado cinco
ensaladeras de la Bundesliga, los 'potros' ca-
yeron a segunda. Sin embargo, 'Manolo' seguía
allí, con su gigante tambor y su fe aún más
grande en su capacidad de influir en el juego:
"Puedo ordenar a los jugadores que pasen
el balón o que lo mantengan, en función del
ritmo de la percusión". Su figura alcanzó rango
de culto en todo el país y el Borussia se vio
obligado a instalarle una silla sobre la verja
de la Nordkurve.
El cambio de siglo topó con un equipo, un
estadio y un hincha de salud deterioradas. El
Borussia descendió dos veces en ocho años. El
Bökelberg, construido en una gravera durante
la Primera Guerra Mundial y con tantos pro-
blemas de aforo como encanto, fue derruido
en 2005. Y 'Manolo' o Ethem ingresó en una
residencia en la que solo llevaba prendas blan-
cas y verdes, recitaba antiguas alineaciones
de carrerilla y compartía la habitación con su
bombo. Murió en 2008, cuando el equipo ya
llevaba varias campañas en el impersonal y
prefabricado Borussia-Park.
Allí donde 'Manolo' se dejó la vista y las
manos, la garganta en carne viva y la fantasía
-como cualquier aficionado- de variar el rumbo
de los partidos, allí donde Netzer y Heynckes
retaron un día al todopoderoso Bayern, allí mis-
mo se cagan ahora los chihuahuas del barrio
pijo de Mönchengladbach. El viejo Bökelberg
alberga hoy un extraño parque con jardines
en forma de graderíos y un pipican. Hay quien
dice que los chuchos, cuando llegan a la vieja
Nordkurve, empiezan a aullar.
Texto de Aitor Lagunas / @aitorlagunas
Bökelbergstadion,Ecos del tambor en el pipican
El verde ha ido perdiendo peso en el antiguo terreno de juego del Bökelbergstadion, hogar ahora para los perros del vecindario.
ABPLa playlist de ... // Twitter bronca //
Texto de Ignasi Trapero / @Traperinho
Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach
16
Di Canio, primer entrenador destituido esta temporada en Inglaterra. Los
resultados de Mussolini también fueron nefastos pero su mandato fue más
largo. Paolo no entiende nada... Messi, aclamado al grito de 'presidente'
tras salir del Juzgado donde declaró por un presunto fraude fiscal. Si él tiene
Síndrome de Asperger, ¿qué les pasa a los que le vitorearon?
Andrei Arshavin
Shakira Shakira Isabel Mebarak
¡Ese es mi tigre! --> RT @Piqué ¿Cuánto vale la renovación de @Cristiano? ¡¡La paga Bankia, eh!! ¡¡La pagamos todos, eh!! #MocMocCaja
Casillas Iker Casillas
@Cristiano ¡Cris, pero si son más falsas que mi cuero cabelludo! Los que sí necesitan unas dioptrías son @SRamos y @Arbeloa… ¡O eso o un perro guía!
Cristiano Cristiano Ronaldo
¡Renovado de por vida con el Real Madrid! Por si acaso, Özil me recomendó firmar con gafas para leer la letra pequeña del contrato. #DelFlorentinoMeFío #LosHipsters
Cruyff Johan Cruyff
@Piqué Pregunte antes a su presidente dónde está la pasta de mi Fundación. Desde que sólo soy fan del Ajax estoy perdiendo caché en los campos de golf. #Tuitserio
Falcao Radamel Falcao
@Shakira Deje que la corrija, compatriota mía. De Tigre sólo hay uno y ese soy yo. Y Mónaco es el paraíso ideal para mis rugidos… y ahorros. Saluditos.
Llorente Fernando Llorente
@Falcao Qué suerte tienen algunos… Con dos años de más, pillín, y triunfando en cada club que vas. Yo, con 28 y fuerte como un roble y me tratan peor que a Henry en el 99.
Policia Policía Nacional
Sevillistas e ilicitanos: déjenlo ya. No vamos a detener a Muñiz Fernández… Bueno, va, a lo mejor le cae una orden de alejamiento. Jajaja, que también somos futboleros, coño.
RRato Rodrigo Rato
Con ustedes quería hablar, @policia. ¿Es denunciable lo que está haciendo Piqué? Me refiero a su estado de forma, claro. #AsíNoGanamosElMundial
Panenka 23, playlist del mejor nº 23 de la historia del fútbol.
Si le hubiera dado la gana, Andrei Arshavin habría podido
meterse en el olimpo de los grandes futbolistas de la histo-
ria, porque condiciones no le faltan. Pero este diseñador de
lencería femenina y político ocasional es de esos jugadores-
perros que regala su descomunal talento a cuentagotas. Y,
como demostró en esta playlist benéfica siendo jugador del
Arsenal, su gusto musical es igual de irregular. Siempre nos
quedarán los cuatro goles en Anfield, o las exhibiciones en
la UEFA y la Eurocopa de 2008 (que se lo digan a Holanda)…
X WE ARE THE OCEAN Trouble Is Temporary, Time Is Tonic
(‘Go Now And Live’)
X JAY Z & RIHANNA Umbrella
(‘Good Girl Gone Bad’)
X LUDACRIS Yeah
(‘Yeah’)
X NE-YO Closer
(‘Year Of The Gentleman’)
X DESTINY’S CHILD Jumpin’ Jumpin’
(‘The Writing’s On The Wall’)
X NE-YO Beautiful Monster
(‘Beautiful Monster’)
X ALICIA KEYS Empire State Of Mind (PT II) Broken Down
(‘The Element Of Freedom’)
X BLACK EYED PEAS I Gotta Feeling
(‘The End’)
X JAY Z + MR. HUDSON Young Forever
(‘The Blueprint 3’)
X KANYE WEST Gold Digger
(‘Late Registration’)
Valeria Mazza
John Skipper
Vlade Divac
Ramón Calderón
Bernie Ecclestone
Felipe Massa
ABP
Rondo //
1
2
3
4
5
6
17
Clemente, nuevo seleccionador de Libia tras haber sido preparador de Es-
paña, Serbia y Camerún. Su trayectoria al frente de combinados nacionales
está más llena de curvas que la cadera del Rey. Moratti vende el Inter al
magnate indonesio Erik Thohir. No le imaginamos con Berlusconi jugando a
la petanca un domingo. Sabrá aprovechar mejor su tiempo de ocio.
El piloto brasileño anunció su salida de Ferrari para 2014, un día antes de que la escudería italiana reconociera que el compañero de Fernando Alonso para la
próxima temporada será el finés Kimi Raikkonen. El paulista estaba desde 2006 con los de Marenello, pero no gana un Gran Premio desde 2008. Ahora, busca un
hueco para seguir en el circo de Ecclestone.
Últimamente, ESPN ha sobresalido por una serie de documentales deportivos de altísima calidad. En lo personal, mi favorito es Once Brothers, donde se
muestra el desmembramiento de Yugoslavia a través de su exitosa selección de baloncesto, campeona del Mundo en 1990, incluyendo la historia de la
amistad rota entre este serbio y el croata Dražen Petrovic. Imprescindible.
Apenas una cercanía fonética, pero nos da la excusa para hablar de esta musa de la
moda argentina y mundial, que ha sido protagonista de las
mejores pasarelas del planeta, e incluso fue
presentadora en la MTV Latinoamérica.
Hoy reconocida empresaria, es embajadora de
Special Olympics desde 1993.
Hace un tiempo, y junto a Flavio Briatore, este zar de la Fórmula Uno se convirtió en propietario del Queens Park Rangers, y le pidió consejo a Calderón, más o menos en la misma época que el mandamás merengue soñaba con tener un monoplaza que luciera el blanco y el escudo madridista por las pistas de la F1. Un ejercicio de ficción que no llegó a concretarse.
Precisamente en estos días, The Walt
Disney Company y ESPN, cuyo
presidente es este hombre, llegaron
a un acuerdo con Olimpiadas Especiales para
ofrecerles apoyo estratégico y financiero
que permitirá promover en un ambiente de inclusión y
aceptación social a las personas con capacidades diferentes.
El ex presidente del Real Madrid fue apoyado por Divac en las elecciones de junio de 2006 para la Casa Blanca. Finalmente, el serbio terminó ocupando el cargo de Coordinador de Relaciones Internacionales del Real Madrid de Baloncesto, puesto que nunca entendió en su extensión. La presencia de Pedja Mijatovic le ayudó en su tarea.
Por Jorge Nazar
@jorgenazar
Sobre héroes y tumbas //Clubes con encanto //
Texto de Toni Padilla / @toni_padilla
Texto de Javier Giraldo
@javiergiraldo
ABP
18
Sucedió en un partido de la Liga de Rugby de Queensland. Un jugador
mordió el pene a un rival en pleno partido. ¡Por favor! No le demos ideas a
Luis Suárez ahora que está tranquilo... Rio Ferdinand ofrecerá en breve su
particular gala de premios 'futboleros', los 'Footies'. Galardones para el juga-
dor más bocazas, el más cachondo, el más rajador... Nos ha robado la idea.
Habría que recorrer con una lupa el mapa futbolístico español
para encontrar a alguien como Luis Honorino Pintado, presi-
dente del Grisú FC (Oviedo) desde 1968. A sus 82 años, y con
una firmeza envidiable, sigue al frente del club más antiguo
del fútbol modesto asturiano, fundado en 1955 por un grupo de
amigos (su hermano Cecilio entre ellos) que eligieron el nombre
en honor de los orígenes mineros del primer presidente, Julio
Suárez. El gas grisú, muy presente en las minas de carbón, es
el enemigo silencioso de los mineros porque sus explosiones
son las más peligrosas. Los colores del club tampoco son
casuales: camiseta roja, por la sangre, y pantalón azul, por el
color que suele adoptar el grisú. Más allá de sus orígenes, el
Grisú fue el refugio de muchos jóvenes que llegaban a Oviedo
a estudiar o a hacer la mili y que encontraban en el equipo un
sitio donde seguir jugando al fútbol. Por eso hay miles de ex
futbolistas anónimos del Grisú repartidos por toda España
y parte del extranjero. Ahora el futuro pinta "muy negro",
según su presidente, porque apenas entra dinero en la caja
a pesar del esfuerzo de toda la familia: su hija, Mari Carmen,
es la secretaria y su hijo Manuel, el tesorero. Quedan muy
pocos socios y las rifas semanales apenas llegan para cubrir
los gastos, pero aún queda algo del viejo espíritu irreductible
de los mineros…
Ciudad: Oviedo
Estadio: Nuevo Campo, Cerdeño (Oviedo)
Web: http://grisucf.es.tl/
Sobrevivir en familia
La vida y muerte de Sindelar forman parte de la leyenda. El
'hombre de papel' lideró al maravilloso Wunderteam austríaco
que enamoró por su juego en los años 30. Nacido en una
familia medio checa y medio judía, se crió en Viena, donde se
enroló en las filas del Austria. Su carrera se acabó cuando los
nazis ocuparon su país en 1938. Se despidió precisamente en
el último partido jugado entre Austria y Alemania, marcando
uno de los goles del triunfo austríaco. A partir de entonces
Austria desapareció como estado, pero Sindelar argumentó
problemas físicos para no defender jamás la camiseta de la
Alemania nazi. En 1939, fue hallado muerto a los 35 años
junto a su novia. Se dijo que fue un accidente por una fuga de
gas, pero sus amigos afirmaron que fue un suicidio, ya que los
dos, con sangre judía, no veían un futuro digno por delante.
Héroe: Matthias Sindelar.
Tumba: La silueta de Sindelar parece escapar de un bloque
de granito negro. A sus pies, un balón. El nombre, escrito
imitando su firma, con un delicado trazo, como era su juego.
Cementerio: Zentralfriedhof, Viena.
¿Cómo llegar? Situado en el distrito 11 de Viena, en Simmering,
se llega al principal cementerio con el tranvía 71 (los vieneses
usan la expresión 'tomar el 71' cuando uno se muere) o con el
metro (parada de Simmering). Un mapa indica la localización
de las tumbas de las numerosas personalidades enterradas
aquí: Beethoven, Brahms, Strauss, Schubert... y Sindelar.
Matthias Sindelar, Huida y fin
Curvas de nivel //
Texto de Marcel Beltran
@beltran_marcel
Centrocampistas Delanteros
1965
1969
1973
1977
198
1
198
5
198
9
1993
1997
200
1
200
5
Glo
eado
res,
qu
e
no
cam
peon
esA
las
puer
tas
El c
oste
del
err
orSo
los
ante
el
des
afío
ABP
19
El Getafe ha cumplido uno de nuestros sueños más húmedos contratando
al futbolista rumano Marica. Ganas de que le vaya bien, de que meta muchos
goles... y sobre todo de que el Coliseum coree su nombre. La foto corres-
ponde a la plantilla del United en 1982, junto a productos de su patrocinador.
¿Cómo sería hoy esta tradición? ¿Los cracks junto a camellos?
Son muy pocos los que se oponen a que Lionel Messi se haya adjudicado el Balón de Oro de forma
consecutiva en los últimos cuatro años. Pero todos ellos coinciden en un mismo punto: el escaso
éxito que ha tenido la ‘albiceleste’ pese a contar con el astro del Barcelona. Pero si tiramos de
estadística, damos con una realidad que rompe tópicos. Los votantes no siempre han condicionado
su elección a los logros que han obtenido los candidatos en Mundiales y Eurocopas. Un buen puñado
de ejemplos demuestran que alzarse con las más prestigiosas competiciones de naciones no tiene
por qué ser una condición indispensable para obtener el galardón.
1965. Eusebio da Silva: Marcar 9 goles en 6 partidos en un Mundial sólo está a la altura de los semidioses. ¡Pero es que al portugués ya la dieron el Balón un año antes! Que le pregunten a Messi si no es posible repetir.
1977. Allan Simonsen: Ser danés y aspirar a ser
importante en un gran torneo de naciones es un mal
negocio. Pero ‘Simonet’ al menos puede presumir de ser
el único en su país en haber recibido el galardón.
1994. Hristo Stoichkov: Alcanzar las semifinales de un Mundial con Bulgaria ya es una proeza. Pero encima ser el máximo goleador del torneo… Hristo lo petó en el 94. Justo vencedor.
1968. George Best: Ángel y demonio, también en su versión como norirlandés. Pudo haber tenido su oportunidad en España 82, pero la edad y sus vicios ya pesaban demasiado.
1995. George Weah: Lo que consiguió el considerado mejor jugador africano
de la historia tiene doble mérito. Liberia siempre ha sido una selección mediocre
en un continente acostumbrado a nadar a contracorriente.
2004. Andriy Shevchenko: Que no triunfes en el Chelsea es un desastre. Que no lo hagas con
Ucrania, algo comprensible. Andriy lo debe todo a su estancia
en San Siro.
2003. Pavel Nedved: Fue el timón de la mejor República Checa de siempre, la de la Eurocopa de 1996.
El subcampeonato supo a dulce; nunca más lo repitieron.
2000. Luis Figo: El extremo luso estuvo a punto de esquivar esta lista, pero Grecia le
quitó de las manos este privilegio en 2004 y en su propia casa. Para arrancarse los pelos.
ABP
El último cromo //
20
Tendillo,un dandy en la retaguardia
Ahora que su hijo Alberto está a punto de saltar
al primer equipo del Valencia, aprovechando
el ‘harakiri’ de Rami, conviene rebobinar unos
cuantos años para rescatar la figura de Miguel
Tendillo, aquel central espigado, fibroso y
elegante, tan capaz de disfrazarse de Bec-
kenbauer como de anular a Van Basten o a
Maradona en marcajes memorables. Despuntó
tan joven que a los 18 años ya era titular en el
Valencia, el equipo de su tierra, formando con
Ricardo Arias una pareja de centrales para el
recuerdo. Transmitía una enorme confianza
en sí mismo, y cuando le tocó cubrir a Roberto
Bettega en San Siro, en la Eurocopa de 1980,
borró de tal manera al italiano que su nombre
empezó a ir acompañado de adjetivos super-
lativos. También fue titular en el Mundial de
1982 (las cosas no tuvieron un final demasiado
feliz en aquella selección) y siguió en el Valen-
cia, donde vivió, según confesaría más tarde,
el momento de mayor plenitud de su carrera.
No fue ningún título: en la última jornada de la
temporada 1982-83, se anticipó a Del Bosque
a la salida de un córner y marcó el gol que le
dio la salvación a su equipo frente a un Madrid
que enterró en Valencia sus opciones de ser
campeón. Tres años después, la sombra del
descenso se hizo real y Tendillo abandonó el
Valencia, muy dolido por los reproches de la
afición: decía que su madre lloraba a escon-
didas y que ya no iba al campo para no oír
los insultos que le dedicaba la grada. Tras un
año-puente en Murcia, fichó por el Madrid,
donde algunos le esperaban con el gesto tor-
cido. "Algunos empleados me recordaban que
por mi culpa habían perdido la paga extra
que tenían por ganar la Liga", recuerda. En el
Madrid vivió en primera persona la explosión
de la Quinta del Buitre y coleccionó títulos,
pero también se las tuvo tiesas con Toshack
y poco a poco fue perdiendo protagonismo.
Se retiró discretamente tras hacer escala en
el Burgos y tras un tiempo alejado del fútbol,
ahora colabora con la escuela del Valencia. Fue
un central prodigioso, aunque los más exigen-
tes le reprochan que no se hubiese esforzado
un poco más para que la gente le recordase
como 'el Baresi español'; precoz, atrevido, de
amplia zancada, refinado con el balón, buen
cabeceador y excelente marcador, y un poco
bohemio fuera del campo.
Texto de Javier Giraldo / @javiergiraldo
ABPVoces autorizadas //
Por Chamo San / @chamo_san
21
Samuel Eto'o
CD Leganés / Real Madrid / RCD Mallorca / FC Barcelona / Inter de Milán / FC Anzhi / Chelsea FC
VOY A CORRER COMO UN NEGRO PARA VIVIR
COMO UN BLANCO
ABPLa lupa //
22
¿Una tradición traicionada?
La afición del PAOK, en pie de guerra
La tarde del 11 de septiembre un centenar de miembros de Gate 4, el
grupo ultra del PAOK de Salónica, atacaron la sede del partido neonazi
griego Amanecer Dorado lanzando piedras y cohetes. Poco después
46 radicales blanquinegros eran detenidos por la policía acusados de
'alteración del orden público y violación de la ley de bengalas'. Fue la
respuesta de los seguidores radicales al llamamiento de los ultrana-
cionalistas a la hinchada del conjunto de Salónica para que repudiara a
uno de sus jugadores, Ergys Kace, que días antes se había fotografiado
luciendo una camiseta del Ejército de Liberación de Kosovo, el UÇK, que
reivindica como propia una parte de la Grecia occidental. Tras estallar la
polémica, el joven Katsu, como se conoce futbolísticamente al jugador
criado en el país heleno pero de padres inmigrantes albaneses, pidió
disculpas a la afición mientras la directiva lo apartaba del equipo a la
espera de tomar una decisión sobre su futuro. Mientras el futbolista
internacional por Albania se enfrenta a una posible sanción económica
y quizás a ser expulsado del club, los seguidores más acérrimos del
conjunto aspromavroi decidieron plantar cara a los neonazis. Más allá
de las motivaciones ideológicas, cuestionables dado que en el seno de
la afición radical blanquinegra conviven jóvenes de extrema derecha y
extrema izquierda, lo cierto es que el ataque de los hinchas no respondía
a disputas políticas sino al simple hecho de defender a un jugador de la
entidad. Para los ultras de un club orgulloso de sus orígenes inmigrantes
Katsu se ha convertido en un símbolo. En un comunicado, el grupo Gate
4 denunció la campaña de desprestigio contra el futbolista que, según
ellos, prueba la regresión de la sociedad griega. Además, los ultras
manifestaban: "No permitiremos que nadie explote nuestro equipo
para propósitos electorales. Fuera políticos y neonazis del PAOK".
La guerra estaba servida. Mientras los aficionados se movilizaban para
tratar de impedir la instrumentalización política del caso y evitar, de
paso, la infiltración de los neonazis en sus gradas, Amanecer Dorado en
su web manifestaba que con su posicionamiento los radicales "escupían
a la historia del PAOK".
Quizás los neonazis desconocen los orígenes de la entidad pante-
salónica fundada en 1926 por diversos ex jugadores del Hermes Sport
Club de Constantinopla que huyeron de la actual Estambul tras la
derrota de las tropas griegas en la denominada 'Gran catástrofe'. La
victoria turca en la Guerra de Asia Menor y la posterior represión provocó
el éxodo de buena parte de la comunidad griega local en los años 20.
Entre los que abandonaron la ciudad se encontraban los fundadores del
PAOK, cuyas siglas en griego justamente recuerdan su procedencia, Club
Atlético Pantesalónico de los Constantinopolitanos. Incluso el actual
escudo del equipo, el águila bicéfala que substituyó al original en 1929
tras fusionarse con el AEK Salónica, rememora dichos orígenes. No en
vano tiene sus alas plegadas como señal de luto por la patria perdida
y luce los colores blanco (símbolo de un futuro esperanzador) y negro
(por la trágica expulsión de sus fundadores). Seguramente, aquellos
pioneros del fútbol tesalónico hoy también serían perseguidos por su
condición de inmigrantes.
Texto de Carles Viñas / @CarlesVinyas
Los ultras del PAOK no se han quedado con los brazos cruzados y han arremetido contra el partido
neonazi griego Amanecer Dorado.
SUSCRÍBETEPOR 50€
1 AÑO DE PANENKA, 11 NÚMEROS AL PRECIO DE 10
+1 CAMISETA DE 'EL BALONAZO' DE REGALO (HAY CIENTOS PARA ELEGIR)
ESCOGE CuALquIER CAMISETA DE elbalOnazO.net Y PíDELA EN EL fORMuLARIO DE SuSCRIPCIóN DE Panenka.ORg
PARA LOS quE YA SOIS SuSCRIPTORES, uN 20% DE DESCuENTO EN LOS PRODuCTOS DE 'el balOnazO'
ENCuENTRA OTRAS OfERTAS DE SuSCRIPCIóN EN Panenka.ORg
Disciplina, respeto y picardía se aguantan la mirada en cada esquina de Badia del Vallès, una ciudad
'prefabricada' en 1976 como refugio de funcionarios y que hasta 1994 no pudo erradicar su mala fama y desgobierno. En la actualidad, lucha para rebajar el índice de paro más elevado de Catalunya, con la fuerza vecinal y el deporte como principales motores sociales. En Badia los sueños son muy caros pero no imposibles. Por eso Sergio es su
héroe. El héroe del barrio.
Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriachFotos de Edu Ferrer Alcover
26
Dossier: El que marque, gana
S ergio flaquea. Sus
ligeras y delgadas
piernas se acaban
de convertir en
dos flanes. Alza
los brazos, se gira
y descubre a Casi-
llas llorando. Por efecto contagio, las
lágrimas empiezan también a brotar de
sus ojos. Se abrazan. Aún quedan cinco
minutos para el final del partido pero la
cabeza de Sergio ya está en el vestuario
del Soccer City de Johanesburgo. En un
partido normal, apenas necesita un par
de zancadas para interceptar el balón
o proyectar ese hueco invisible donde
sus socios depositarían hasta sus aho-
rros. Pero en esta ocasión se muere de
ganas de correr. El silbato de Webb le
dispara hacia el túnel. Abre su taquilla
y recoge el amuleto. Sabe que sin él, la
fotografía que aspira a realizarse con
la Copa del Mundo será incompleta. Al
volver a pisar el césped, sus raíces, su
familia, sus amigos ya reposan sobre
sus hombros. En aquella bufanda ver-
diblanca que lleva inscrito el nombre de
su primer club está todo lo que necesita.
Su ciudad, su barrio; su ciudad que es
barrio. Badia.
JOAN-ELOISAJoan acude puntual a la cita. Su mu-
jer, Eloisa, le acompaña del brazo. Son
las 11 de la mañana y en la plaza del
Ayuntamiento algunos vecinos discuten
sobre la necesidad de que la tarjeta de
transporte público sea gratuita para los
pensionistas. Joan es otro jubilado más;
con la particularidad de que, a sus 81
años, aún saca tiempo para hacer 15
piscinas diarias y desayunar un buen
plato de lentejas con chorizo. Bueno,
también goza de otra singularidad: su
apellido es el más famoso de Badia.
"Busquets procede de Girona pero yo
crecí en Barcelona. Allí conocí a mi
mujer, aunque ella es de Granada".
El matrimonio Busquets-Barro-
so es el vivo retrato de la Catalunya de
mitad del siglo XX. Una feliz pareja fru-
to de aquella oleada de emigrantes que
abandonaron el sur de España en los 50
para buscar trabajo en el noreste de la
península. En poco más de dos décadas,
Sergio reivindicó expresamente el apellido materno cuando, en 2011, el campo municipal de Badia fue bautizado con su nombre.
27
Sergio la sigue chocando
800.000 andaluces ya se habían insta-
lado en suelo catalán. Los 'charnegos',
como fueron peyorativamente bautiza-
dos, se convirtieron en
una realidad incómoda.
Catalunya, decían, ya era
'la novena provincia' de
Andalucía; y los nuevos
núcleos familiares no
dejaban de multipli-
carse. "Fueron años de
mucho trabajo. Yo era
vedel en la Escuela de
Bellaterra y 'Elo' era
cocinera en otro centro. Un día recibí
la llamada del director. 'Joan, '¿quieres
un piso en Ciudad Badía?'. La primera
reacción fue ponerme las manos en la
cabeza". Y no precisamente de euforia...
Ciudad Badía. Una zona de
viviendas en medio de la nada para
canalizar los fuertes flujos migratorios
de los 60. Justo lo que necesitaba el de-
sarrollismo franquista para legitimar
el doloroso intercambio de posiciones
entre regiones. Ubicada en el extrarra-
dio de los tres municipios con los que
limita -Barberà del Vallès, Cerdanyola
(en cuyo interior se encuentra Bellaterra
y la Universitat Autònoma de Barcelona)
y Sabadell-, entre 1970 y 1975 se levan-
taron más de 11.000 pisos, destinados
única y exclusivamente a funcionarios
(Telefónica, Policía, Correos y sector
educativo) y trabajadores de la Obra
Sindical del Hogar. En el primer grupo
se encontraba el matrimonio Busquets-
Barroso. Si la oferta llegó un 1976, no
aceptaron las llaves hasta un año des-
pués. "Al final, trabajábamos cerca de
allí y necesitábamos un hogar cómodo
para nuestros hijos", rememora Joan.
Eloisa matiza: "Lo que nos conveció
fue la creación del polideportivo, ideal
para que nuestros tres hijos hicieran
deporte. Judo, natación y fútbol". El
mediano, Carles, se abrazaría al balón.
Aunque ésta es otra historia...
GONZALO-JUAN CARLOS-EVA"Yo trabajo en Sant Cugat, ¿sabes lo
que significa esto? Que veo a cada pijo que lo flipas". Gonzalo Collado tiene 38
Las calles de Zemun, al noroeste de Belgrado, aún
mantienen su espíritu imperial y temperamental,
como antiguo punto fronterizo entre el Imperio
Austrohúngaro y el Otomano. Sus habitantes
hablan de Zemun como un universo al margen de
Belgrado. En esas calles, se respira fútbol y tradición
militar: albergó la primera base aérea de la Real
Fuerza Aérea Yugoslavia (donde despegó el fatídico
vuelo del Manchester United de 1958 estrellado
en Múnich), una academia y los cuarteles generales
de aviación. Es un barrio con fuerte presencia de
mandos castrenses jubilados, con una pequeña élite
de abogados, médicos y arquitectos, con antiguos
refugiados de guerra, y con un remarcado acento
conservador y nacionalista. Durante el bombardeo
de Belgrado de 1999, Zemun fue un objetivo
principal para la OTAN. En esas calles crecieron Nadj,
ex de Betis y Oviedo; Stankovic, el viejo bastión del
Inter; Ivan Dudic, ex del Benfica; y Kezman, goleador
voraz en el PSV y apagado en Atlético y Chelsea.
Chicos adustos, futbolistas mercuriales, forjados al
calor de las primeras guerras yugoslavas. Zemun es
uno de los barrios con más tradición futbolera de
Belgrado. Sus bases sociales han provocado que
sea uno de los principales reductos del Partizan de
Belgrado, el viejo equipo del ejército. Allí se ubican
sus instalaciones de entrenamiento y a allí pertenece
el Teleoptik, su club probeta. Antes o después
casi todas las estrellas del Partizan pasan por allí:
Alexander Mitrovic, Nastasic, Sulejmani, Lazarovic,
Sasha Ilic y otros hijos adoptivos de Zemun. Porque
en Zemun no solo hay héroes de guerra.
ZEMUN BELGRADO
Por Chema Erre
"Hasta 1994 ser de Badia era tabú. Hoy no conozco a nadie
que no se sienta orgulloso de lo que
hemos conseguido"
28
Dossier: El que marque, gana
años y el judo no se la ha dado nada
mal. Tres veces campeón de Catalunya y
dos veces subcampeón de España, ahora
trabaja en una empresa
de automoción, al sur del
Vallès, "en la zona chic".
Llegó a Ciudad Badía
con un año. "Yo me he
comido todo lo malo de
aquí. Escapar en bicicle-
ta de toxicómanos era
algo habitual. Tenías
que hacerte el duro,
defenderte. Esa venita que tenemos en el barrio... No hemos
dejado que los quinquis y los malos
nos coman". Gonzalo se define como
un barriero porque considera Badia su
barrio. De hecho, hasta 1994, fecha en
la que fue constituida como municipio
independiente, Ciudad Badía fue lo más
parecido a un barrio. Mancomunado con
Cerdanyola y Barberà, sí, pero dejado de
la mano de Dios. Fuera de todo orden.
"Los pisos en Badia son de pro-
tección oficial así que la gente entró a
patadas. Y no todos eran buena gente.
Algunos desguazaron las viviendas.
Otras fueron ocupadas. No estábamos
protegidos a ningún nivel", añade.
El punto de inflexión fue, en efec-
to, cuando el 14 de abril de hace 19 años
Badia obtuvo la condición de nuevo
consistorio, perdiendo el prefijo Ciudad
que tanta controversia había generado.
¿Una ciudad sin ley? "Recuerdo mucho
movimiento en la calle, gente que, al
venir de fuera, no tenía mucha cul-
tura pero sí muchas ganas de hacer
cosas. No había policía, no teníamos
servicios, había burros en los pisos y
hasta se hacía fuego en las plazas...
Hubo una corriente muy fuerte para
erradicar todo eso. Y aún así, los tópi-
cos perduran". Así define su juventud
Juan Carlos Caro, nacido en Jerez de
la Frontera y llegado a Badia con cinco
años de edad. Hoy es el director del Ba-
dia Street Festival, un encuentro anual
al aire libre que congrega a los mejores
artistas del hip-hop español. Promover
la música en el barrio ha sido una de
sus últimas propuestas para "culturi-
zar a la gente" y en la última edición
convenció al portero José Manuel Pinto
para que diera una charla sobre deporte,
música y superación. No en vano, Badia
es el municipio con mayor índice de paro
de Catalunya. El 27% de su población
activa no trabaja, una coyuntura deriva-
da de las características del territorio,
sin ninguna zona industrial y escasa
actividad económica.
"Al principio, ser de Badia era
tabú. Nadie quería decir que vivía
aquí. Hoy no conozco a nadie que no
se sienta orgulloso de lo que hemos
conseguido", reconoce Gonzalo, al que
'Cabañas' corre pero sus pulmones no son los de antes: el Poxiran hizo
lo suyo. Sabe que atrás viene la Policía Bonaerense y le ruega a San
Jorge para que lo ayude una vez más. Está seguro de que no lo espera
una detención, ni un tiroteo, tampoco un instituto de menores. En la
persecución existe el pulso íntimo de la venganza. Es vida o es muerte.
Mató a uno de ellos. Es 'carta blanca'. Falta una cuadra para llegar a
Fuerte Apache, corre hasta el Aguas Argentinas de la calles Besares y
frena; ayuda a sus compañeros a saltar las paredes. Se da la vuelta. Es
el último. Quedó solo. Los patrulleros doblan y lo ven de espaldas,
tratando de trepar. Se ve rodeado. De golpe 'Cabañas' comprende que
esta vez no hay posibilidades. Y no lo duda: en el barrio siempre decía
que antes de que la policía matara a un ladrón, prefería matarse él.
Saca su pistola, la remonta y se pega un tiro en la sien.
Darío Coronel 'Cabañas' nació el mismo año, vivió en el mismo nudo
de Fuerte Apache, fue a la misma escuela, jugó en el mismo potrero
y en muchos de los clubes que estuvo Carlos Tévez. Adentro de la
FUERTE APACHE BUENOS AIRES
"Badia te obliga a espabilar, hay
pocos prejuicios pero mucha
picaresca. Sergio lo lleva en su ADN"
Sergio la sigue chocando
Del patio del CEIP La Muñeira al campo municipal. El itinerario favorito de Sergio en los noventa no pasa de moda.
a su afición por las artes marciales
hay que sumarle el hecho de que su
padre fundara y presidiera el Club de
Natación. La Badia de hoy es fruto de la
dedicación altruista de sus habitantes.
Como reconoce su alcaldesa, la socialis-
ta Eva Menor, "el nivel formativo de Ba-
dia es más bajo que la media catalana.
Sin embargo, existen 139 asociaciones
registradas. Nuestro tejido social es
muy fuerte". No es sólo el sentimiento
de pertenencia el que pincha el hígado
de Gonzalo cada vez que habla de su
barrio. Es también el recuerdo de haber
construido una comunidad desde cero.
"Aquí no había ni ambulatorio y hoy
los mejores médicos vienen a trabajar
al CAP. Si alguien pasaba hambre, el
vecino respondía. Por eso existe tanto
respeto y veneración de los jóvenes
con los mayores". Una declaración de
intenciones que quedó plasmada en la
canción Orgullo de Barrio, tema promo-
cional del último Badia Street Festival
y dedicado, según su director, "a la
gente mayor de Badia, los culpables
del cambio de la ciudad":
Cada lágrima y cada sonrisa / Cada
nuevo rival que me pisa / Me hace con-
tinuar... Somos orgullo de barrio.
En la calle aprendimos la vida / El ta-
lento en cada disciplina / ¿qué vienes
tú a aportar?... Somos orgullo de barrio.
cancha se puteaban, pero fuera nunca se separaban. A Darío, como a
Carlitos, también se le podía ver con ropa sucia y zapatillas agujereadas,
caminado solo, de muy niño, por los monoblocks de un barrio que es un
gueto de Buenos Aires. Era el mejor de los siete chicos de seis años que
integraron la primera formación de un equipo ganador, gloriosamente
reconocida por el mundo del fútbol infantil: la categoría 84 de All
Boys. Jugaron juntos hasta los 13 años. De aquel equipo surgió una
estrella mundial y un pibe que se pegó un tiro. "Se querían mucho pero
siempre competían por quién hacía más goles. 'Cabañas' era mucho
mejor que Tévez. Si a Carlitos le destacan el sacrificio... 'Cabañas' se
mataba en la cancha. Eso sí, jugaba refumado", sostiene uno de los
compañeros de aquel equipo. "Habría sido el '8' de la 'albiceleste'.
Pero a los chicos como él los tenemos dos horas por día en el club y
el resto lo pasan en sus barrios", lamenta Pino Hernández, coordinador
de las inferiores de Vélez, donde 'Cabañas' ingresó a los 11 años tras
una prueba en la que, en cambio, sí descartaron a Tévez. En 2001 a
'Cabañas' ya se le podía ver con un revólver en una mano y una bolsita
de pegamento en la otra. Por la única razón que dejaba su uniforme
de delincuente era por el fútbol. Cuando escuchaba el ruido de un
balón picando en la tierra de los potreros se ponía a jugar. Unas noches
antes de matarse, recibió la noticia: Tévez había sido citado para la
selección Sub 17. Didí, técnico en Santa Clara, club de los monoblocks
en el que Tévez y 'Cabañas' jugaban los domingos, se lo encontró en
el barrio, llorando. "Cómo puede ser, explicame. No puedo entender
cómo ese pelotudo..., cómo ese pelotudo -por Tévez- llegó a primera
y a mí me está buscando toda la policía... Me quieren matar, Didí. Si
yo jugaba mejor, vos sabés, Didí, cómo jugaba yo". Ya era demasiado
tarde. Esteban, otro vecino, también lo intentó: "'Cabañas', te tenés
que rescatar". Y él contestó: "Es que yo nací chorro [ndlr: ladrón] y me
voy a morir chorro". En Fuerte Apache los pibes piensan así.
Por Nahuel Gallota (en Letras libres)
30
Dossier: El que marque, gana
Para Juan Carlos, la clave para enten-
der esta química entre generaciones se
encuentra en las aficiones: "Los pájaros,
las bicis, el motor, la petanca... El fút-
bol. Compartimos los mismos gustos.
Sé que esto vende en Cuatro, pero aquí
no hay marginalidad. Hay autentici-
dad. ¿Y sabes cuál es la mejor prueba?
Los que se van, vuelven".
JONATHAN-ANTONIOBadia del Vallès recuerda a cualquier
zona periférica cercana a una gran urbe.
Bloques de pisos de más de 15 plantas
cargando los unos con los otros; zonas
verdes, jardines y parques. Rotondas,
avenidas, columpios, bancos y olor a
frito. Comercio, tiendas, bares. Poco
más. Desde el cielo posee la forma de
la península ibérica. Y el nombre de las
calles acaban de conferir a la ciudad
la sensación de estar en una especie
de 'España en miniatura'. El arquitecto
que lo parió, menudo cachondo. En el
oeste, paseando por la Avenida Oporto
se encuentran dos de los cuatro centros
de educación primaria de Badia, el CEIP
Las Seguidillas y el CEIP La Muñeira.
En el segundo colegio estudió Sergio.
Los siete días de la semana, porque los
fines de semana saltaba las vallas para
'repasar' algo de fútbol. "Yo fui uno sus
primeros compañeros", confiesa Jo-
nathan, nacido en Badia en 1985, tres
años antes que el internacional español.
"Cuando lo vi en Tercera pensé que
aquello ya era un exitazo. Pero ver
ahora a Xavi e Iniesta jugando al lado
Sergio la sigue chocando
Población
14.002 habitantes
Superfície
Trabajo
Vivienda
0,92 km2
27% de paro
100% pisos de protección oficial
32
Dossier: El que marque, gana
La piel de Kralingen posee el color rojizo de los
ladrillos de sus casas coquetas y los ojos mestizos
de su naturaleza multiétnica. Situado en la punta
oriental de Rotterdam, este barrio representa un
microcosmos de diversidad que floreció a finales de
los 70, cuando el puerto de la ciudad, el segundo
más grande del planeta, se expandió y atrajo mano
de obra inmigrante: sobre todo familias marroquíes
y de la recién independizada Surinam. Estibadores,
mozos de carga, transportistas… Y artistas de sangre
bohemia. Como la familia Van Persie. A su hijo
Robin nunca le faltó la pelota sobre el pie izquierdo.
Divorciados sus padres, permaneció en el barrio,
mientras forjaba amistad con un pequeño rubio un
mes más joven que él. Era Glenn Loovens, el ex
jugador del Real Zaragoza. El corazón del barrio
era y es The Cage, una pequeña jaula con un campo
de fútbol sala donde se mezclaban los incipientes
talentos callejeros de los niños magrebíes, antillanos
y locales. The Cage remató el cuadrado que acabó
por componer la estrecha amistad de Loovens,
Van Persie y dos chicos de padres marroquíes. Uno
era mayor, Said Boutahar, el fino mediapunta a
quien Javier Aguirre llamaba con cariño 'el morito
zurdito' en el Zaragoza, y otro un año menor, cuya
familia regentaba una tienda de deportes, Mounir El
Hamdaoui, hoy ariete del Málaga. Los cuatro vivían
en apenas cuatro manzanas y los cuatro llegaron a
la élite. Todavía hoy puede verse en The Cage a niños
pelotear al juego que Robin y Boutahar instauraron
allí: una línea de tres metros por delante de cada
portería y, sin abandonarla, tratar de superar al rival
de la de enfrente. Fútbol salvaje entre las rejas.
de un chico de barrio... Eso impacta
mucho". A Jonathan el fútbol y la vida
en general se le truncaron a los 15 años,
cuando por una situa-
ción familar tuvo que
ingresar en un centro de
menores. Cuando salió,
al cumplir la mayoría de
edad, el barrio seguía ahí
para él. "Siempre hemos
tenido fama de conflic-
tivos pero yo no tengo
esa perspectiva. Somos
gente normal, familar,
sociable. Mi sueño era jugar a fútbol
pero la vida se fue para otro lado. Por
suerte, el barrio permanece". Desde el
control de accesos de una fábrica del
Vallès, Jonathan aún piensa en aquellos
maravillosos 90, cuando él y Sergio in-
tegraban el equipo prebenjamín del CD
Badia, jugando para el 'Barça', porque en
aquellas edades los equipos formativos
tenían nombres de clubes de Primera.
Los fines de semana, en el municipal; y el
resto de los días en el patio del colegio,
donde más de una vez Sergio se enfundó
los guantes: "Hubo un partido en el
que lo paró absolutamente todo. Si me
hubieran hecho apostar, le habría au-
gurado futuro como portero, como su
padre". La personalidad futbolística de
Sergio tiene mucho que ver con aquellos
años, donde las pachangas callejeras
estaban cargadas de dramatismo: "En el
barrio exagerábamos mucho, éramos
muy cuentistas. Supongo que esto no
se entrena, pero hay veces que en el
televisor reconozco algunos de esos
gestos". También el fútbol subterráneo
salía a relucir con puñales verbales.
"Hubo una época en la que el insulto
de moda era 'negro'. Muy barriobajero,
sí, éramos niños... Cuando le vi dicién-
dole 'mono' a Marcelo pensé: 'mira,
este también ha pillado". El presidente
del CD Badia, Antonio García, es otra de
las personas que estuvo en sus primeros
pasos: "Siempre supimos que sería
profesional. Esas ansias de jugar...
Cuando empezó en el Barça, había días
que se ejercitaba una hora antes en el
campo municipal. Siempre pendiente
de su cuerpo y su alimentación".
KRALINGEN ROTTERDAMM
Por Chema Erre
"Entre llevar a Sergio a un colegio de pago y educarle en Badia, Carles no dudó. Era cuestión
de confianza"
33
Sergio la sigue chocando
La importancia del CD Badia
para la ciudad se reconoce en su fun-
dación, 1976, un año después de que
naciera Ciudad Badía. La voluntad
inicial fue la de recoger a los niños de
la calle con ganas de practicar deporte
y paralelamente crear un equipo senior
amateur. Un objetivo que ha permane-
cido inalterable en el tiempo. "Badia
sigue siendo un hervidero de niños
con un balón. Se cuelan en los patios,
ocupan las plazas. El fútbol de calle
sigue muy vivo", concluye. "Era la única
alternativa a la calle para muchos de
los niños que, como yo, crecimos en los
80. Ahora soy padre y mi hija de tres
años ya hace dos deportes. La tradición
sigue su curso", remata Gonzalo. Como
él, hubo una generación de badienses
que crecieron de la mano del deporte. El
boxeo pegó duro con Emilio Soler Ruiz,
campeón de España; y en el terreno
futbolístico hay muchos nombres con
raíces badienses: los hermanos Bueno,
Aarón y Nakor; David Pirri, ex futbolis-
ta del Zaragoza; y más recientemente
Moisés Hurtado, Sergio Busquets o el
jugador del Sabadell Yeray Sabariego.
Para uno de los municipios con mayor
densidad de población de toda España
es una hazaña a tener en cuenta.
SERGIO'El Sergio'. A secas. Así conocen a Sergio
Busquets en Badia: es uno más. "Cuan-
do ganó el Mundial y bautizamos el
campo municipal con su nombre nos
dio a elegir: o el nombre solo o con
los dos apellidos. Para él es tan im-
portante su padre como su madre",
explica Antonio García. "Luego están
sus amigos, claro. Yo siempre digo lo
mismo: aquí somos pobres pero honra-
dos. Y me molesta que desde fuera nos
etiqueten. Los amigos de Busquets,
que son los mismos que hace 15 años,
son todos deportistas. Todos", agrega.
Para sus abuelos, en cambio, siempre
ha sido Sergi, en catalán, aunque Joan
se haya quedado solo en la defensa: "Yo
siempre le he hablado en mi idioma
pero él siempre me ha respondido en
castellano". Eloisa, que no escapó a
los influjos de su marido y hoy habla
un catalán excelente, se resigna: "En
Badia hablar catalán es complicado...".
Y razón no le falta. La mixtura inicial de
Entre las zonas ajardinadas y los grandes bloques de edificios, la prioridad es clara:
'Dímelo en la calle'.
34
Dossier: El que marque, gana
los 70 fracasó en el intento de equilibrar
las dos lenguas. Badia habla español. Y
Sergio, como en su día le ocurrió a su
padre, se siente có-
modo en este entor-
no. Más que un tema
idiomático, es un
asunto de empatía,
integración. La final
del Mundial sirve de
ejemplo. Hasta que
la imagen de Sergio
ataviado con la bu-
fanda del CD Badia
y la copa en la mano no se proyectó en
la macropantalla que el Ayuntamiento
instaló en la plaza mayor no se supo
el alcance real del gesto. "Los pelos de
punta, hermano. Recuerdo que a mi
mujer le quedaban cinco días para dar
a luz. Dio igual, nos pusimos a botar
en mitad de la calle. Que alguien se
acuerde antes de su barrio que del
Visca el Barça y Visca Catalunya... ¡Ay
amigo!, eso es muy gordo", subraya
emocionado Gonzalo, quien no se va a
cansar nunca de agradecerle a Sergio
los muchos detalles que ha tenido con
la ciudad. "Le conozco desde que pa-
seaba con su peinado de capa. Es un
tío nada ostentoso, sencillo, familar.
Cuando ganó el Mundial se llevó a
todos sus colegas a un complejo tu-
rístico". Pero aún hay más. Sergio se
Llegan de todas partes, atraídos por el gran campanario que domina
el centro del pueblo. Travagliato, cruce dolido en medio de Brescia.
Poco más de 8.000 almas campesinas, en aquellos principios de los
70. Unas 30 bicicletas recorren habitualmente sus senderos de tierra,
convertidos en asfalto a escasos metros de la meta común. Pasado
el umbral del Oratorio San Michele, a un lado se descubren tres
bicis acomodadas a una pared. El rectángulo de arena punteado de
manchas de hierba está concebido para dos equipos de siete, pero en
pocos instantes acoge a 25 jóvenes bulliciosos. "Choques y regates
en espacios muy reducidos", recuerda Franco Pancheri, actualmente
preparador en el juvenil del Pergocrema. "El balón te llegaba en
cualquier momento y había que librarte pronto de él. Aprendimos a
tocar rápido a lo largo de partidos que duraban de dos a cuatro horas".
Caos bendito por la complacida mirada de Don Pietro Gabella,
divertido sucesor de los Filippo Neri y Giovanni Bosco, que tanto
apostaron por la función pedagógica y social de los oratorios. Fútbol,
TRAVAGLIATO BRESCIA
encargó de que durante las Navidades
de 2011 nadie en Badia se quedara sin
regalo. "Contrató un camión de una co-
nocida empresa de juguetes para que
entregara obsequios a todos los niños
que se aceraran al campo municipal.
Se dejó un pastón". Este último año,
con los recortes, no hubo ni cabalgata.
La situación en Badia no es agradable.
El hecho de que los pisos sean de pro-
tección oficial segrega a la población
por rentas. El que gana mucho no puede
acceder a la vivienda social; el que no
trabaja está destinado al trapicheo o
a la exclusión. "A mis hijos no pude
darles una carrera pero Carles ganó
mucho dinero como jugador y podría
haber llevado a Sergio y a su hermano
Aitor a un colegio de pago. Pero aquí
nos conocemos todos: padres, profeso-
res... Carles no dudó. Era cuestión de
confianza. Conozco a gente que lleva a
sus hijos a la escuela privada y luego
no llegan a fin de mes", advierte Eloisa.
La apariencia... Una palabra que
Badia rechaza con contundencia. "Aquí
no hay prejuicios, todos somos iguales,
pero Badia te obliga a espabilarte. Hay
mucha picaresca. Y ese punto de 'pillo'
está en el ADN de Sergio", asegura Gon-
zalo refiriéndose a su estilo de juego. La
forma de guardar la posición, el sexto
sentido para anticiparse al peligro...
Sergio ha hecho de este intangibles un
"Somos pobres pero honrados. Y
me duelen ciertos tópicos. Los amigos de Sergio son todos deportistas. Todos"
Sergio la sigue chocando
armas. "Algún merengue me dice que
mi nieto es un teatrero. Tendrían que
ver cómo acaban sus piernas después
de los partidos", denuncia Joan.
Aitor Busquets es tres años me-
nor que Sergio y también es futbolista.
En enero se le acabó la prestación de
desempleo, realizó tareas como lampis-
ta en el Ayuntamiento y desde principios
de septiembre trabaja en Barcelona.
Vive en Cerdanyola pero el CD Badia le
mantiene contectado con sus amigos y
tíos -Juan es director técnico del club
y Javier, coordinador de Fútbol 11-. Sus
partidos con el amateur levantan del
asiento a los aficionados. Incluso sus
abuelos creían que llegaría más lejos
que Sergio, aunque reconocen que "el
mayor tenía constancia y el pequeño
era más disperso". Aitor, tan parco en
palabras como su hermano, se lo toma
con filosofía: "Eso de que yo era mejor...
Mira dónde está él y dónde estoy yo.
Ya no estoy a tiempo de ganarme la
vida con el fútbol pero seguiré jugando
hasta que el cuerpo aguante", confiesa.
Al final todo queda en familia y
quizá por eso no es extraño ver a Ser-
gio cada dos por tres en Badia, donde
sigue empadronado. "Aquí hay un bar
muy famoso, El Charly. Un día lo vi
allí junto a Pedro [el del Barça]. Bocata
y refresco, cinco euros. En lugar de
ir a un restaurante de lujo, lo invitó
ping pong y catecismo. "Le llamábamos Celentano por su parecido
con el actor. Era clavado... Recuerdo que Don Pietro adelantaba las
misas para que pudiéramos participar en los torneos. Los derbis con el
Aurora, el equipo del Ayuntamiento, eran apasionantes. Rojos contra
oratoriani. Ganábamos a menudo. A lo mejor porque podíamos contar
con Giovanni Lorini, que se fue al Milan un año antes de que Beppe
Baresi, Romanin, Toninelli, Zini y yo nos marcháramos al Inter, en 1972.
En nuestras filas también jugaba como líbero Franco Baresi". Una tropa
de adolescentes, formados a la sombra de un campanario de pueblo, a
la conquista de la metrópoli. "No creo que los cuatro que finalmente
llegamos a la Serie A fuéramos más buenos que los demás. A lo mejor
teníamos más determinación. Yo, con tan sólo 18 años, por ejemplo, me
rompí los ligamentos. Cuatro años después levanté el Scudetto junto
a Beppe, la misma temporada que perdió trágicamente a sus padres.
Los dos somos de la misma quinta. Nuestras madres se cruzaron en el
hospital cuando nacimos. Hemos ido juntos al colegio desde los tres
años hasta que nos fuimos juntos al Inter. Éramos como dos hermanos.
En el oratorio actuábamos como interiores, él por la derecha, yo por
la izquierda, y con 20 años acabamos ganando el Campionato, jugando
laterales. Luchábamos cada balón como leones".
La gran mayoría de 'los chicos del oratorio' siguen pisando las
mismas calles, en medio de los campos de tierra que alimentaron a
sus antepasados, volviendo de vez en cuando al tradicional punto
de partida. Algo que, según parece, ya no hacen sus hijos, seducidos
por estilos de vida más asépticos que les salvaguardan de las rodillas
peladas. "Antes los oratorios eran el único lugar de reunión para los
jóvenes. Nos forjamos en ese ambiente", recuerda Pancheri con
nostalgia. "Allí nacieron también nuestros primeros amores. Los
padres, por la noche, preferían vernos allí y no en los bares", concluye.
En el Oratorio San Michele, hace 40 años, Pancheri conoció a su mujer.
Por Andrea de Pauli
al sitio que frecuenta con sus colegas
de toda la vida", cuenta Jonathan. La
estética preocupa poco a Sergio fuera
de los terrenos de juego. Su abuelo ob-
serva paralelismos con su hijo: "Carles
no tuvo problemas en vivir aquí tras
casarse con su esposa. A Sergio no le
veo lejos de este ambiente". El cordón
umbilical que le une a su barrio guar-
da una coherencia casi romántica. "Es
nuestro embajador. Un ejemplo para
los jóvenes por su esfuerzo y supera-
ción", dicta la alcaldesa. Sin embargo, lo
que mejor le define es la capacidad para
seguir desenvolviéndose en su hábitat
natural perteneciendo ya a una burbuja
inalcanzable para el resto. "Sergio es un
tío que si te ve por la calle te la choca",
sintetiza Gonzalo. Un código universal:
sonrisa en la boca, pies en el suelo y
orgullo de barrio.
Callejeros estigmatizará su forma de ser; ellas prefieren llamarlo autenticidad.
De los mejores talentos en la historia del fútbol británico, optó siempre por destruirse antes que construir una
enorme carrera. Fue recientemente internado en un centro de desintoxicación en Arizona, pero ya ha vuelto a añadir
nuevos episodios a su inacabable historial de delitos, ingresos en hospitales a causa de enfermedades físicas y mentales y todo tipo de desórdenes públicos. Sus últimas fotos lo vuelven a retratar en su estado habitual: borracho. En junio de 2009, 'Gazza' tuvo su último periodo de lucidez y de entonces data esta charla que explica lo que significa
estar dentro de la cabeza de Paul Gascoigne, genuino talento callejero del norte de Inglaterra, para bien y para
mal. Sobre todo, para mal.
Texto de Marc Hervez y Simon Capelli Welter / @sofootFotos de agencia
38
Dossier: El que marque, gana
¿Por qué has aceptado esta entrevista?
Porque vengo de muy lejos. He es-
tado a punto de morir. Me había
convertido en alguien paranoico y
psicótico. Había perdido las ganas
de vivir. Podía encadenar las sema-
nas con el único propósito de beber
cerveza. He tenido que pasar por
muchas curas de desintoxicación,
donde me han tenido que alimentar
con una cuchara. Me daban medi-
camentos para mejorar, pero era un
círculo vicioso: me encontraba mal,
me tomaba una pastilla, me sentía
mejor y tenía ganas de beber. El al-
cohol me alegraba y me daba ganas
de consumir cocaína. Y caía una y
otra vez. Ya llevo seis años así y la
única persona que me puede ayudar
a salir de ahí soy yo mismo. Ahora
me encuentro mejor y no porque una
pastilla me haga olvidar la tristeza.
He elegido estar limpio (ndlr: pala-
bras textuales).
¿Te intentaste suicidar?
No exactamente. Me molesta que la
gente piense que intenté suicidar-
me. Si realmente decides quitarte la
vida, te tiras a un puto tren y listo.
Yo nunca he querido morir. Hubo un
momento en que llegué al límite y me
hice un baño habiendo bebido bas-
tante y después de tomar muchos
somníferos. Llamé a mi hermana
para decirle que quería acabar con
esto y me dormí en la bañera cuando
llegó la policía, a la que mi herma-
na había avisado, para llevarme al
hospital. En Inglaterra, si eres un
peligro de muerte para ti mismo o
para otras personas te encierran en
un hospital psiquiátrico durante al
menos tres meses, pero yo sólo es-
tuve 12 días. Inmediatamente tomé
consciencia de la situación. ¡Joder,
estaba con tíos que tomaban a los
radiadores por perros!
Una de tus últimas obsesiones ha sido
la Wii...
Sí, cuando estaba encocado me pasé
seis semanas seguidas jugando a la
consola, casi sin dormir. Estaba en-
cerrado en un hotel y jugaba contra
el personal. Les ganaba a todos, uno
por uno. Incluso le compré una Wii
al manager del hotel y le dije: ''En-
trénate en tu casa y cuando hayas
mejorado, ven a verme''.
¿Fue justo cuando también te engan-
chaste al Red Bull?
No, eso fue antes. También tuve que
hacer una cura de desintoxicación
para dejarlo. Me tomaba hasta 30
latas al día. Llevaba nueve meses
sobrio y tenía que sustituir el al-
cohol por otra cosa. Por entonces
también abusaba del café. No ne-
cesitaba una casa, sino un árbol,
porque era literalmente un búho.
He estado ingresado en nueve clí-
nicas de rehabilitación diferentes
por todo tipo de adicciones.
¿Cómo explicas ese comportamiento?
Todo es culpa de los traumas que
sufrí durante la infancia. Cuando
tenía diez años, el hermano de un
amigo murió delante mío, atropella-
do por un coche. Era la primera vez
que salía de casa sin su madre y ella
me había encargado que lo cuida-
se porque queríamos ir a comprar
unas chucherías. Lo atropellaron
cuando corría detrás del camión de
los helados. Murió en mis brazos,
los labios se le movían todavía. Él
tenía ocho años y eso me traumatizó.
Me sentía culpable y fue entonces
cuando visité a mi primer psiquia-
tra. Con 16 años también pasé por
otro trauma. Mi sobrino pequeño
tenía asma y yo había declarado
en News of the World que se podía
practicar deporte siendo asmático.
Cuando leyó aquello vino a pregun-
tarme si podía jugar al fútbol. Yo le
dije que sí y 20 minutos más tarde
recibí una llamada diciéndome que
estaba muerto. Tenía nueve años.
No hace mucho todavía mantenías
conversaciones con loros de juguete...
Fue un período en el que estaba
realmente mal. Me compré un loro
de juguete que decía: ''Hola'' y yo le
"Me molesta que la gente piense que
intenté suicidarme. Si decides quitarte
la vida, te tiras a un puto tren y listo"
39
contestaba: ''Hola''. Al final me harté
de aquello y me fui a comprar otro
loro para que hablaran entre ellos.
Cuando me cansé, tiré a uno por la
ventana y le arranqué la cabeza al
otro. Estaba bastante borracho por
aquel entonces.
Tu hijo ha declarado: ''Mi padre va a
morir, pero no voy a malgastar mis
lagrimas por él''. ¿Qué le dirías?
Que soy un buen padre. Mi hijo sabe
quien soy. No puedo impedirle que
hable en la prensa, pero sé bien que
se trata de un chico influenciado por
su madre. Le compré tres móviles
para poder hablar con él, pero
siempre salía el contestador. Mi ex
me dijo que los había perdido así
que le llamé a casa. Ella grabó la
llamada y se fue a la policía para
ponerme una denuncia por acoso.
Hoy los jugadores están mejor ro-
deados, mejor preparados para su
reconversión cuando el fútbol se
acaba. Yo me dediqué a esto porque
era lo único que sabía hacer bien,
sino me hubiera hecho carpintero
como mi padre. Pero lo malo es que
los futbolistas son dependientes. A
mí me llevaban a todos los sitios, no
me preocupaba de nada, así que no
construí nada para después de mi
carrera, algo que tendría que haber
hecho. Un día ya no era jugador y
me dije: ''Joder, ¿qué hago ahora?''.
Fue el inicio de mi caída.
¿Pero la caída no empezó siendo to-
davía jugador?
Cuando era futbolista bebía, pero
eso era todo. Fue después, con 35
años, cuando me enganché a la co-
caína y empezó el descenso a los
infiernos.
¿Cuál es la imagen que te viene a la
cabeza si te pregunto por el mejor
momento de tu carrera?
El Mundial de Italia en 1990. Éramos
un grupo de colegas que se compor-
taban como niños. Nos divertíamos
jugando, no teníamos miedo de na-
die y no había mujeres alrededor.
Fueron seis semanas de felicidad, a
pesar incluso de la derrota contra
Alemania. Cuando me enseñaron la
tarjeta en las semifinales lloré por-
Bobbies y paparazzis marcan al hombre al indomable ciudadano Gascoigne.
"Con diez años, el hermano de un amigo murió en mis manos.
Lo atropellaron cuando su madre me pidió que lo cuidase"
Dossier: El que marque, gana
que aquel universo se me vino abajo
en ese momento. Sabía que pasase
lo que pasase yo no estaría, pero a
partir de ese momento corrí como
un loco, más motivado que nunca.
¿Aquel recuerdo italiano le influenció
a la hora de fichar por la Lazio dos
años más tarde?
Cuando llegamos al estadio, justo
antes de aquellas semifinales, un
tipo se me acercó y me dijo: ''¿Qué
te parece firmar con la Juve después
del Mundial?''. Lo miré y me dije:
''Joder, este tío tiene un Ferrari''. ¡Ni
pensaba en jugar en Turín, sólo tenía
en la cabeza el maldito Ferrari! Al
final el tipo quería que firmase por
la Roma el primer año para aprender
la lengua y la cultura y que luego
me marchase a la Juventus. Yo no
quería engañar a los aficionados, así
que volví al Tottenham y pasé uno
de los mejores años de mi carrera.
Luego ya me marché a la Lazio. En
aquel tiempo me sentía invencible,
era fabuloso. Mi gran recuerdo de
entonces siempre será del día en el
que en un entrenamiento, el técnico
me espetó: ''Tienes una llamada''.
Yo le contesté: ''Diles que llamen
más tarde, joder''. ''En serio, Paul,
deberías coger la llamada'', insistió.
Me puse al teléfono y un tipo me
suelta: ''Buenos días, soy Juan Pablo
II''. Te lo juro, no era una broma,
era el Papa. ''Hola Papa, ¿cómo te
va?'', le contesté. Quería conocerme
porque había sido portero de fútbol,
así que dejé el entrenamiento y me
fui a buscar a mi hermana. ''Vente,
que nos vamos'', le dije. ''¿A dónde?'',
me preguntó. ''A ver al puto Papa...''.
Fuimos al Vaticano y Juan Pablo II
nos dio todo tipo de regalos, cosas
que sólo daba a los jefes de estado.
Como unas medallas doradas que
muy pocas personas tienen.
¿Creías en Dios antes de aquella visita
al Vaticano?
Sí, desde la infancia. Mi padre a
veces sacaba la mano por la ven-
tana. Yo un día le pregunté por qué
lo hacía. ''Le pido a Dios si tiene un
poco de dinero para mí'', me explicó.
Tú que te confiesas creyente tienes
una anécdota que se remonta a la épo-
ca del Rangers, cuando celebraste un
gol en Celtic Park imitando el gesto
de tocar la flauta, símbolo de la orden
protestante de Orange.
Sí, pero la primera vez que lo hice
no sabía muy bien qué significaba.
De hecho, me dieron por saco tanto
con el tema que lo hice en un Old
Firm sólo para reírme de ellos. Me
amenazaron de muerte los del IRA
después de aquel gesto y tuve que
ponerme en contacto con la CIA. Me
enseñaron a abrir el correo de una
forma determinada y a inspeccio-
nar el coche antes de arrancar para
saber si había una bomba debajo.
Tuve que hacer todo aquello durante
seis meses.
¿Pero tú, católico, no te diste cuenta de
la carga que tenía aquel gesto?
No pensaba que fuera a llegar tan
lejos. Irónicamente, en su conjunto,
los seguidores del Celtic me querían
bastante, quizá porque mi padre
era católico. De hecho, eso me trajo
bastantes problemas con un fan del
Rangers. Justo después de la muerte
de mi abuela, un seguidor me vino
a ver: ''Hola Paul, me alegro que tu
abuela esté muerta y espero que tu
padre la diñe también pronto, ca-
tólico de mierda. De todos modos,
eres el mejor jugador que jamás haya
vestido la camiseta del Rangers. ¿Me
puedes dar un autógrafo?''. Eso es
Glasgow. Cuando juegas al billar
y eres de una familia del Celtic, el
tapete es verde y no hay bola azul.
Si eres del Rangers, el tapete es azul
y no hay bola verde. Es de locos...
A ti sí que te querían con locura.
Sí, pero me llamaban Fat bastard
(gordo bastardo). Un día marqué un
gol y les solté: ''Sí, soy un gordo,
siento haber marcado''. Yo siempre
he tenido problemas con el peso y
con 17 años mi entrenador no me
Paul John Gascoigne nació el 27 de mayo
de 1967 en el norte de Inglaterra. Sin haber
cumplido los 18 debutó con el Newcastle.
Más tarde vestiría las camisetas de Tott-
enham Hotspur, Lazio, Glasgow Rangers,
Middlesbrough, Everton, Burnley, Gansu
Tianma (China) y Boston United, pero nin-
guna se ajustó tan bien a su poco esbelta
figura y a su irregular y explosivo talento
como la del escudo de los tres leones.
Con Inglaterra dejó un Mundial en 1990 y
una Euro en 1996 excelsos, con un ímpetu
y un punto de locura que entroncaba a
la perfección con el pasional estilo de la
afición y la sociedad brittish. Tras colgar las
botas, su latente alcoholismo mezclado con
problemas mentales le han hecho un asiduo
de los tabloides. A sus 46 años, anda cada
vez más cerca del abismo.
41
Inside Gazza
dejaba jugar porque decía que era
un obeso.
Era en el Newcastle, desde donde es-
tuviste a punto de dar el salto a Old
Trafford. Llegaste incluso a un acuerdo
con Alex Ferguson.
Sí, estaba todo acordado para que
firmase por el Manchester United,
pero acabábamos de perder 7-2
contra los 'red devils', una derrota
que había hecho mucho daño. Los
seguidores me rogaron que me fuera
al Tottenham en vez de fichar por
el United, así que me decidí por los
'Spurs', donde jugaba mi colega
Chris Waddle. Es uno de los pocos
amigos que tuve dentro del mundo
del fútbol.
Además hubo otros motivos. Se ru-
morea que el Tottenham te había
comprado una casa.
Es cierto, me dieron una casa cuan-
do firmé por valor de 700.000 libras,
además de otra para mi familia y un
BMW para mi padre. Mi hermana se
fue de vacaciones y el club corrió con
los gastos y el presidente me dejó
su chequera para que me comprase
ropa con cinco de mis amigos. Pero
nada de eso influyó en mi decisión
porque yo ya tenía por aquel tiempo
los recursos para apañármelas por
mí mismo.
Años más tarde contactaste con Fer-
guson para intentar que te volviera
a contratar.
De hecho llamé a Bryan Robson para
que le preguntase a Alex Ferguson si
todavía me quería y él estaba a su
lado en el momento de la llamada.
Me lo pasó y mi voz temblaba. Me
dijo: ''Mira, ya tengo a Cantona y
ahora mismo no te necesito. Pero si
el francés se marcha, es posible que
te llame''. Ya había dejado pasar mi
oportunidad.
Con el paso del tiempo, ¿piensas que
tu talento y tu palmarés han ido de
la mano? ¿Conseguiste los logros que
merecías?
A veces me digo a mí mismo que si
hubiera firmado por el United hubie-
ra seguido jugando hasta los 38 años
y no hubiera hecho las tonterías que
hice. Pero bueno, tampoco hay como
para avergonzarse de mi palmarés:
gané la FA Cup, la liga escocesa,
jugué un Mundial, fui varias veces
escogido jugador del año, quizá du-
rante un período fui el mejor jugador
del mundo. Una vez me encontré con
Maradona y me dijo: ''Paul, tú eras
más bueno que yo''. Después de eso,
me puse a llorar.
¿Recuerdas todavía el famoso gol con-
tra Escocia en la Euro del 96?
Claro, fue un tanto muy sencillo.
Lo siento mucho por Colin Hendry
porque escuché que jamás acabó de
recuperarse. Todavía tengo la sensa-
ción de que estoy en Wembley, a la
hora exacta de aquel tanto.
Barry Ferguson decía que un equipo
que bebe junto puede hacerse muy
poderoso. ¿Tú qué opinas?
Es evidente. Cuando Walter Smith
me vino a fichar para el Rangers
me dijo: ''Todo lo que espero de ti
es que hagas que el equipo beba
junto''. Ganamos la liga dos años
consecutivos, fue fantástico.
¿Cuál fue tu mejor partido borracho?
Hubo muchos. Con el Everton, en
la previa de un choque contra el
Sunderland, me enteré de que un
rival quería partirme la cara. Me
tomé cuatro botellas de vino con
algunos somníferos. A las seis de
la mañana me desperté temblan-
do, así que para calmarme me metí
seis vasos de Brandy más y algu-
nos cigarrillos. Jugamos el partido
a primera hora de la tarde... ¡Fui
elegido man of the match! Con el
Rangers, me acuerdo de un parti-
do en el que estaba jugando como
el culo. En el descanso el míster
me gritó: ''Paul, ¿qué pasa, que te
emborrachaste anoche?'' Le dije
que no y me contestó: ''Joder, pues
vete rápido a tomarte una copa''.
"Fui el mejor del mundo. Una vez
me encontré con Maradona y me dijo: 'Tú eras más bueno
que yo'. Lloré"
42
Dossier: El que marque, gana
Me metí un brandy triple antes de
regresar al campo. Marqué dos goles
y me eligieron otra vez man of the
match. También hubo una vez que
jugamos un amistoso con la Lazio
contra el Sevilla de Maradona. Antes
del choque cayeron tres botellas de
champán. Me acuerdo que marqué
un gol regateando a cuatro o cinco
jugadores. Después, me crucé con
Maradona en el campo y le dije:
''Diego, estoy completamente roto''.
Me respondió: ''Paul, yo también''.
Para la Copa del Mundo de 1998, te
quedaste fuera de la lista del selec-
cionador Glenn Hoddle. Parece que
aquello te provocó un ataque de furia.
Estábamos en un hotel en España,
dos semanas antes del Mundial,
alineados como escolares en la ha-
bitación del seleccionador. Nos iba
llamando uno a uno a su despacho
para saber si estábamos dentro de
la lista o no. Él estaba con sus técni-
cos asistentes y uno era un antiguo
compañero mío. Cuando llegó mi
turno, entré y vi que tenía lágrimas
en los ojos. De inmediato comprendí
lo que pasaba. Cuando salí aparté
al resto de compañeros para poder
destrozar la habitación de Hoddle.
Paredes, puertas, cables... acabé con
todo. Me calmó bastante, fue genial.
Me tuvieron que dar un Valium para
tranquilizarme. Hoy todavía se pue-
den ver los restos del mobiliario en
el museo del hotel.
¿Te dejó fuera por culpa de una foto
comprometida?
Se dijo que me apartó por una foto
en la que estaba comiéndome un
kebab. Pero en ese momento no
estaba convocado, teníamos cinco
días de fiesta. Fue totalmente injusto
porque otros seis jugadores estaban
borrachos esa misma mañana y to-
dos fueron convocados.
¿Te lo has vuelto a encontrar después?
Me topé con él en un ascensor. No le
dije nada y solamente le di la mano.
Se quedó perplejo. Sabía perfecta-
mente que yo tenía razón y que la
había cagado. Beckham o Scholes
lo reconocieron después afirman-
do que podríamos haber ganado
la Copa del Mundo si yo hubiese
estado en el equipo.
Acabaste tu carrera en China, ¿cómo
es la vida allí?
Sólo pasé tres meses en total, no
había nada que hacer. Me entrenaba,
dormía y comía. No entendía ni una
El esplendor de los buenos tiempos de Paul junta a esa expresión un tanto esquizofrénica.
"Con el Rangers, un día jugué como
el culo. Al descanso, el míster me dijo:
'Tómate una copa'. Marqué dos goles"
43
Inside Gazza
puta palabra de lo que me decían.
No estaba del todo mal, pero no me
pagaban. ¡Los chinos todavía me
deben pasta! Respecto al país, es
el lugar más explotado del planeta.
En una calle no más larga que un
campo de fútbol había decenas de
pequeños comercios, dentistas, pe-
luquerías... todo en la misma acera.
¡El dentista en China es una silla en
mitad de la calle! Un domingo por la
mañana tenía hambre, entré en un
súper para comprar algo rápido y
compré lo que pensaba que era un
pequeño sandwich de pollo. Era de
ala de murciélago. Asqueroso. Los
huesos se me clavaron en la gargan-
ta y tuve que ir al hospital.
¿Tienes la sensación de que has vivido
como una estrella del rock?
Han comparado mucho mi caída con
la de George Best, equivocadamente
según mi punto de vista. Best fue
una leyenda, yo soy solamente un
ex jugador que bebía. Las estrellas
del rock hacen dinero divirtiéndo-
se y drogándose. No soportan los
momentos bajos y algunos acaban
pegándose un tiro. Yo no me consi-
dero una estrella del rock porque
siempre he sido la misma persona
para lo bueno y para lo malo. Ade-
más, puedo hablar con conocimiento
de causa porque seguí la gira eu-
ropea de Iron Maiden en 2008. Les
acompañé durante siete conciertos
pero estaba siempre tan borracho
que al final creo que no vi ni uno
entero. Sólo recuerdo haber ido
mucho en avión. El grupo me dijo:
''Ok, vente con nosotros, vamos a
cuidarte''. Después de cinco concier-
tos me confesaron: ''Paul, nosotros
estamos pirados pero, joder, tú lo
estás más que todos nosotros juntos.
Hemos intentado controlarte, pero
es imposible''.
Homenaje en Roma en noviembre de 2012. El rostro de la decadencia.
Años 30. La Inglaterra de entreguerras comienza a recuperar el resuello sin saber que está en la antesala de los peores años del siglo XX, con una guerra, más voraz y más cercana, de la que justo ahora tratan de olvidar a la vuelta de la esquina. El pasatiempo de esos niños, hijos de la paz, es convertir el empedrado en pasto y el mobiliario urbano en porterías para dar rienda suelta al que ya se ha convertido en el deporte nacional. Zapatos multiusos, pantalones cortos y flequillos repeinados son los versos de estas imágenes que riman balón con ciudad. En otras latitudes, en otras épocas, la métrica ha sido, es y continuará siendo completamente distinta, pero estamos ante la poesía más recitada de la historia: fútbol y calle.
Fotos de Getty
46
Dossier: El que marque, gana
Jugar a la pelota en la calle ha sido siempre una actividad eminentemente infantil. En los años 30, sin embargo, la oferta lúdica no era tan variada así que a veces casi había más mirones que jugones.
El duelo es en la 'Little Italy', previo a un Inglaterra-Italia en Highbury.
El fútbol jamás se ha jugado en solitario en la calle. Con suerte, siempre surgían habituales o espontáneos para organizar un partido. A malas, la pelota siempre estaba dispuesta a volver de cada viaje contra la pared.
Recuerdos universales
A pesar de que el mantenimiento fuese un tanto rudimentario, los niños ingleses de los años 30 tenían acceso a algo bastante similar a un balón. En muchos otros rincones han tenido que tirar de esféricos improvisados, algo que por fuerza ha agudizado la habilidad del futbolista callejero.
En los 30, la caída de la libra provocó una grave crisis monetaria, pero estas imágenes enseñan una lección de historia diferente.
Calles repletas de felicidad. Terapia esférica
48
Dossier: El que marque, gana
La calle daba incluso para organizar equipos y torneos de lo más variopintos. Desde el partido improvisado en el que reglas, jugadores y duración se decidían sobre la marcha, hasta conjuntos más serios, con traje incluido. Para llegar a la segunda opción, ayudaba que tu profesor fuese un jugador del Burnley, John Gastall.
El fútbol de calle convertido en deporte de riesgo. El gesto de la señora no es muy terrorífico, pero muchas veces el fondo físico se ganaba huyendo por piernas del marcaje muy al hombre que conllevaba el destrozo o invasión de la propiedad privada.
Sin límites, sin reglas. El fútbol ha florecido en todas las calles del planeta, aunque hoy en día niños más balón sea una suma en desuso
en el mundo occidental
El siglo XX se acercaba a su fin cuando la noticia inundó los espacios informativos. Un caramelo demasiado
dulce: ex jugador de fútbol, talentoso y rebelde, fallece a
los 44 años en la miseria como consecuencia de una larga
enfermedad provocada por las drogas. Aquel sábado de 2000, 'Canito' volvió a estar en boca de todos. Insidioso, el morbo hacía a muchos cuestionarse
cómo un personaje en apariencia triunfador había
conocido tan dramático final. La respuesta estaba en Jose, el chico de la Zona Franca de Barcelona que sólo pudo vivir en el extremo, agarrado sin remedio a la ley de la calle.
Texto de Xavi Torres / @xavitorresllIlustración de Marta Vilches
51
La droga del afecto
N o había ni una de las ocho
porterías del patio que no
recibiera cada día, como
mínimo, cinco goles de Jose.
Jose, así, sin acento en la 'e'. Y
aunque había gente que creía que aquello era pan
comido, de eso nada. Aunque parezca mentira, en el
'cole' la vida era más fácil que en nuestras casas,
eso para quien la tenía que, por cierto, no era la
mayoría. El ambiente era difícil, sin referentes,
con retos constantes y luchas cotidianas entre
niños conflictivos que dificultaban la convivencia.
Ser el más fuerte era más importante que ser el
más inteligente.
Jose, a quien jamás le interesaron los estu-
dios, se sabía imbatible cuando había un balón de
por medio. Juan el 'Carnicero' daba miedo por las
patadas que repartía; el 'Bola' ocupaba casi toda
la portería y era difícil de batir; Pérez Contreras
era pequeño pero matón y yo, bueno, yo era rápido
y por eso me llamaban el 'Bala'… Pero Jose era
otra cosa. En el cole, en La Salle de Nuestra Se-
ñora del Port, Jose era famoso y le encantaba. Se
había hecho popular por sus goles, pero también a
base de exhibir rebeldía. Casa y escuela incluidas,
donde mejor se movía era por las callejuelas de
la Zona Franca, barrio olvidado de la Barcelona
preolímpica, donde había pocas normas. Y cuantas
menos, mejor: siempre le incomodaron los límites.
Eso sí, ¡que no nos tocaran a nosotros, eh, que
se liaba parda! ¡Qué mala leche gastaba cuando
alguien cruzaba la frontera de su círculo! Sus leyes,
las dictaba la calle.
Un día, Jose se marchó del equipo y no
mucho más tarde, del colegio. Hinchó el pecho, se
arregló el pelo y nos dijo, chulo él, que había ficha-
do por la Penya Anguera. ¡Qué fenómeno! ¡Cómo si
lo viera ahora! Ahí está, con el '10' de los cracks en
la espalda, en la mediapunta, grandioso, ¡metiendo
unos goles imposibles! Entrenaba los miércoles
de siete a nueve de la noche y los jueves, de seis
a ocho de la mañana, así que en medio de las dos
sesiones se quedaba a dormir en casa de Albert,
el delantero centro del equipo. Don Andrés y doña
Cati, sus padres, medio le adoptaron. Un día, en
el campo de la Trinidad, alguien robó la radio del
coche de don Andrés, con la mala fortuna de que
justo al salir del campo, Jose la reconoció en manos
de un desconocido. Saltó del coche, corrió tras el
ladrón y recuperó la radio de don Andrés a base
de puñetazos. En otra ocasión, en Igualada, en el
barrio de Fátima, alguien se metió con su mentor,
así que fue a callarlo a golpes saltando la valla del
campo. Don Andrés y su familia, a pesar de formar
parte de la Barcelona sin problemas, ya eran de
su círculo. ¡Menudo era Jose! El que daba recibía
el doble. Valores primarios.
Con 16 años parecía un señorazo. ¡Qué
planta! ¡Yo no le llegaba ni al pecho! Un día, cerca
de la calle San Paciano, en pleno barrio chino, justo
donde estaba el local social de su club, me presentó
a una señora muy guapa. Podría ser su madre, pero
me dijo que era su novia. Le daba dinero, lo vestía
como a un actor de cine y le compraba zapatos
de 10.000 pesetas a cambio de sexo. Jose estaba
encantado. De hecho, siempre había tenido éxito
con las chicas. Incluso en San Paciano, todas las
prostitutas que a mí me regalaban caramelos, a
él ya hacía dos años que se lo llevaban portal
adentro. ¡Y no veas con qué cara salía! ¡Y cómo las
52
Dossier: El que marque, gana
defendía cuando algún chulo se metía con ellas!
Y es que a orgulloso no le ganaba nadie. Bueno,
él siempre era el que más en todo.
Le vino a buscar el Barça, pero tras una
prueba destrozó el cristal del vestuario y fue recha-
zado por maleducado. Luego, también le echaron
de la Penya Anguera por quedarse dinerillo ajeno
y volvió a jugar en el equipo del barrio, la Gimnás-
tica Iberiana, en la última categoría. Por aquellos
tiempos, el 'Bola’ y el 'Carnicero’ ya estaban muy
mal. Iban al campo para gritar sus goles pero,
en realidad, ni los veían. La mierda se los llevó
primero a la cárcel y después al cementerio. Por
entonces, Jose se puso a trabajar de mecánico en
los autos de choque de Sarrià, lleno de grasa y
de sueños por jugar en el campo que tenía justo
delante, el del Espanyol. Por el 'Bola' y por el 'Car-
nicero' lloró de impotencia. Eran su gente, él era
el jefe y se fueron sin su permiso. Se trasladó con
su madre a vivir a Lloret y levantó los ánimos del
campo de fútbol del pueblo. Allí dejó de llamarse
Jose Cano y lo bautizaron como 'Canito', ya que
había otro Cano en el equipo. Ellos dos y Ventura
hicieron tanto ruido que el Espanyol, el equipo del
campo de delante de la feria de autos de choque,
le fichó. A él, y a su rebeldía.
En Lleida, cedido, le partió la cara a un pe-
riodista y en Cádiz, donde hizo la mili, vaciló hasta
al más rico de la ciudad. Eso sí, sus compañeros
le adoraban porque, a pesar de su batalla contra
el mundo, siempre era el primero en defenderles.
Cuando regresó a la Ciudad Condal para jugar al
fin con el Espanyol, se fue a vivir a casa de los
Frieros, familia amiga de la época de La Salle de
Nuestra Señora del Port, que siempre le cuidaron
como a un hijo.
Triunfó. Y, más chulo que un ocho, se com-
pró un 1.430 metalizado. Y trajes, trajes y más
trajes para ser el más guapo, el más elegante, el
más y el más y el más. Y mujeres. También compró
a muchas mujeres. Luego la selección española y
el Barça, aunque pudo ir al Real Madrid. Y más
dinero y más trajes. Una vez apostó que vestiría
ropa nueva cada día durante una temporada. Y por
supuesto, ganó. Más tarde vino el BMW verde y
siempre más mujeres. Y el perro más grande con la
correa más larga. Y regalos y más regalos para sus
amigos de las Casas Baratas de la Zona Franca. Por
cierto, ahí sigo viviendo yo. Pérez Contreras acabó
jugando en el Barça y se mudó y el resto, bueno,
todos enterrados llenos de agujeros en las venas.
En el Barcelona, ese club que le había ce-
rrado las puertas siendo niño y que no era el que
tenía su campo delante de los autos de choques
donde un día convivieron él y sus sueños, la lió.
En abril de 1980, jugando en el Camp Nou contra
el Athletic, alzó los brazos cuando por el marcador
anunciaron un gol del Espanyol en Alicante que
les salvaba del descenso. Claro, aquellos eran
los suyos. ¡Qué auténtico! ¡Se hubiera quitado la
vida por su gente! Aún de azulgrana, un acto de
indisciplina le acabó costando un mes sin empleo
y sueldo. Así que él volvió a su círculo. Llamó a
Albert, aquel delantero centro de la Penya Anguera
con el que había compartido vestuario y cama.
Por entonces, era el técnico de un equipo infantil
de la UE Sants, y le pidió entrenar con él. ¡Un
jugador del Barça practicando con un equipo de
niños de barrio!
Regresó al Espanyol y después se fue al
Betis donde, sin su gente, se cansó de repartir
billetes de 100 pesetas entre los niños que venían
a pedirle un autógrafo. En Sevilla, conoció al que
creyó el amor de su vida pero, como en tantas otras
ocasiones, se equivocó. Ni su paso por Portugal
primero y Zaragoza después le ayudó a remontar
un fracaso matrimonial que le consumía por den-
tro. Jose, tanto tiempo querido por desconocidos
aprovechados que le llamaban 'Canito', se convir-
tió en un don nadie que ya no provocaba el mínimo
interés de los falsos aduladores. Volvió primero a
Lloret y después a la Zona Franca, donde ya sólo
quedaba yo, el 'Bala', porque a Pérez Contreras
se lo llevó del barrio su suerte de futbolista y al
resto, el caballo de la muerte.
Para Jose la vida sin balón se convirtió
en un calvario. Todas las sanguijuelas se fueron
tras chuparle la sangre y dejarlo junto al demonio.
Alexanko, Costas, Urruti, Gordillo, De Felipe, Albert
y su familia, los Frieros y unos pocos más (sobre
todo las agrupaciones de veteranos del Barça y
del Espanyol) le ayudaron a respirar en sus terri-
bles últimos días. Trabajo tras trabajo se esfumó
abrazado a su rebeldía. Un día era dame 1.000
pesetas y otro 2.000, pero cada amanecer servía
para hundirse más en el barro. Ellos y pocos más
se despidieron de él junto a su hermana Fina en
la Pobla de Montornés (Tarragona). Todos estaban
agotados. Sólo tenía 44 años aunque engañaba por
su aspecto de jubilado. El mundo había decidido
seguir sin él.
Jose dio mucho más de lo que recibió.
Queda en la memoria su espíritu indomable, su
obsesión por gastarse el dinero para conseguir
el afecto y el reconocimiento de su entorno y,
sobre todo, un ejemplo vital de lo fundamental
que es la formación para ganar el partido más
importante.
AGOTADO
AGOTADO
AGOTADO
COMPLETA TU COLECCIÓN ENhttp://www.panenka.org/consigue-tu-revista/
¿TE HAS PERDIDO EL ÚLTIMO PENALTI?
54
Un sanluqueño en Moscú. Suena casi
a título de novela de espías. ¿Cómo
está resultando la experiencia rusa
de Jurado?
No sé cómo suena, pero lo cierto es
que estoy contento y me encuentro
muy a gusto en Rusia. Los primeros
meses fueron complicados, pero
desde entonces todo ha ido rodado
y mi intención es poder seguir aquí
mucho más tiempo. Y eso que tomar
la decisión de venir al Spartak no
fue sencillo pero, una vez aquí, me
di cuenta de que no todo era tan
complicado como me imaginaba y
hoy en día estoy encantado.
Entre el frío, la comida y el idioma,
no es que parezca el paraíso para un
gaditano.
Pues yo me siento muy integrado
en mi día a día. Hay restaurantes
de todo tipo donde se come de lujo
y puedes probar toda clase de ali-
mentos. En eso no he notado mucha
diferencia. Y por el frío, aunque es
verdad que el clima es complicado,
se aguanta bastante bien. Además,
tenemos la suerte de que el campeo-
nato se detiene por el parón invernal
y aprovecho para volver a casa y
refugiarme así del invierno.
No has dicho nada del idioma. ¿Cuán-
tas palabras en ruso conoces?
No muchas, eso sí que es lo más
difícil. Y encima esto no es como
Alemania, donde el 95% de la gente
habla inglés. Allí me podía defender
algo, pero aquí ni eso. Por suerte, en
el cuerpo técnico hablan bastante
español.
Así será complicado tener alguna in-
teracción con el país y la ciudad. En
tu cuenta de Instagram no se te ve
muy turista, todas son fotos de fútbol.
Es cierto. Fuera del entorno del equi-
po y los compañeros, no es sencillo
llevar una vida corriente. Si sales
fuera, el tema del idioma lo complica
todo. Pero Moscú sigue siendo una
ciudad espectacular e inmensa y
cuando vienen a visitarme amigos
o familiares de España intento salir
para conocerla un poco más. Sólo
le pongo una pega, el tráfico. Es
insoportable.
"Si hubiera sido más egoísta, me habría ido bastante mejor"Muchos quizá se hayan olvidado de él. Apenas nos llega algún enlace de Internet para mostrarnos en forma de vídeo su penúltima maravilla en el Spartak de Moscú. José Manuel Jurado brilla en la gélida Rusia y sigue siendo el talentoso mediapunta del que tanto se esperaba en el Bernabéu o en el Calderón. Quizá se haya convertido en un jugador más completo, más resistente, menos ingenuo. El sanluqueño da su propia versión.
Texto de César Sánchez / @cesar_sanchez_Fotos de agencia
"Por primera vez tengo la responsabilidad de liderar el juego ofensivo de un equipo, siento que debo ser yo quien tire del carro"
ENTREVISTA A JOSé MANUEL JURADO
56
Caviar gaditano
¿Y qué es lo que te ayuda cuando viene
a visitarte la morriña?
Pues en casa no deja de sonar Ecos
del Rocío. Es mi grupo preferido, me
encanta y me hace sentir un poquito
más cerca de España.
Dices que vuelves a Cádiz a pasar los
inviernos. El contraste debe ser bru-
tal, ya que estamos hablando de una
provincia especialmente azotada por
la crisis y el desempleo.
Siempre que regreso a mi tierra, voy
muy feliz de volver, de reencontrar-
me con mi gente y mis lugares, pero
de inmediato me golpea ver a tanta
gente pasando problemas, entre
ellos amigos y familiares míos, y
se me acaba poniendo mal cuerpo.
Me siento mal y frustrado porque, a
pesar de que intento ayudar a toda
la gente que puedo, no es posible
sacar de lo malo a todo el mundo
tal y como me gustaría.
Esta no es tu primera experiencia fue-
ra de casa, ya que desde que te fuiste
al Schalke 04 han pasado más de tres
años. ¿Valoras positivamente haber
salido al extranjero?
Estoy muy orgulloso de haber co-
nocido otros campeonatos, otras
experiencias, otras culturas. De
CABALLO MANSOJosé Manuel Jurado (28 de junio de 1986)
poco tiene de temperamental y desbocado,
como los corceles que surcan las playas de
su Sanlúcar de Barrameda natal. Su carácter
es calmado, casi frío, así que tampoco extraña
tanto su particular ruta hacia el norte. De joya
de la cantera del Madrid a talento irregular en
el Atlético, pasando por un exitoso curso en
Mallorca, fue en el Schalke 04 (foto) donde
empezó a fortalecerse para convertirse en
un mediapunta completo, más allá de su
brillante técnica individual. Es el referente
del Spartak desde hace más de un año.
Alemania, por ejemplo, tengo re-
cuerdos muy buenos. No se llega
todos los días a las semifinales de
la Champions, o se ganan la Copa y
la Supercopa de Alemania. Guardo
especialmente grandes sensaciones
del poder jugar siempre en estadios
llenos y con ambientes espectacu-
lares y de haber compartido dos
años de vestuario con un mito del
fútbol español como Raúl, con el que
todavía hablo de vez en cuando para
ponernos al día.
Después de Real Madrid, Atlético,
Mallorca y Schalke 04, da la sensa-
ción de que, al fin, en el Spartak has
encontrado el lugar y el equipo en el
que sentirte referente y líder para dar
rienda suelta a todo tu talento.
Personalmente, siento que me en-
cuentro en el mejor momento de mi
carrera. El inicio de temporada ha
sido muy bueno en lo personal, he
visto puerta con facilidad, y en lo
colectivo, donde el objetivo es estar
peleando por el título hasta el final.
Por primera vez tengo la responsa-
bilidad de crear y liderar el juego
ofensivo de un equipo, siento que
debo ser yo quien tire del carro. Me
gusta mucho esa sensación, sobre
todo porque cuento con la confianza
del míster.
¿Cómo te sientes a las órdenes de un
tipo tan temperamental como Karpin?
Mi relación con él está siendo per-
fecta. Es un técnico que tiene las
cosas muy claras y, de momento, los
resultados le están dando la razón.
Creo que está haciendo las cosas
muy bien en el Spartak.
¿Lamentas haber tenido que irte tan
lejos para adquirir ese estatus?
Eso son cosas del fútbol. Mi carrera
ha ido así y no vale la pena darle mu-
chas más vueltas. Yo estoy contento
y punto. Ha sido en el Spartak como
podría haber sido en otro sitio. Sólo
pienso en que estoy haciendo lo que
más me apetece y que me complace
sentirme tan valorado.
57
Caviar gaditano
Tienes perfil de futbolista humilde y
respetuoso. ¿Si hubieses sido un poco
más egoísta te hubiese ido mejor?
Definitivamente, creo que sí. En
algunos momentos, de haber sido
más egoísta me hubiera ido bastante
mejor. Quizá me ha faltado mostrar
más carácter, pero soy tranquilo y
me gusta hablar en el campo. No
soy de hacer ruido y no cambio por
nada ni mi carrera ni mi manera de
ser, pero las cosas hubiesen sido
diferentes.
¿Sientes que tu carrera ha estado a la
altura de tu talento?
No me arrepiento de nada y tengo el
carácter que tengo. Más allá de ser
buen futbolista, aspiro a ser buena
persona. Tengo una gran vida, dis-
frutando con lo que hago en un lugar
en el que me aprecian. No creo que
me haya ido mal.
Eras la estrella de la cantera del Real
Madrid y te vendieron de un día para el
otro casi sin pestañear al eterno rival.
¿Crees que con tu estilo de juego y con
un club que hubiese mimado más la
cantera como el Barcelona, tu camino
hubiese cambiado mucho?
Es posible, pero nunca se podrá
saber qué hubiera podido ocurrir.
De todos modos, no me arrepiento ni
mucho menos de haber estado en la
cantera del Madrid. Al revés, me han
formado como persona y jugador, he
aprendido mucho y no cambio por
nada esa experiencia.
Precisamente, una carrera como la
tuya ejemplifica cuan sacrificada pue-
de ser la vida de un futbolista. Los
esfuerzos y obstáculos que se deben
superar, más allá de la etiqueta de
privilegiados que todos tenéis.
Desde fuera, cualquier persona
puede pensar que esto es muy fácil,
que tenemos una vida de cuento de
hadas, pero sólo las personas que
nos rodean saben lo complicado
que puede llegar a ser. Pasamos
por momentos difíciles, aunque a
mucha gente desde fuera le pueda
costar creerlo.
¿Tienes la espinita de que jugando en
Rusia todavía te será más complicado
llegar a la selección?
Cualquier futbolista sueña con lle-
gar a vestir la camiseta de España.
Ojalá que pueda conseguirlo algún
día, aunque con el nivel que hay hoy
en día es algo casi casi imposible.
Aunque esté lejos, mi objetivo siem-
pre será hacerlo lo mejor posible,
marcar goles y trabajar mucho para
que esa llamada pueda llegar.
"Cada vez que regreso a Cádiz, voy feliz,
pero de inmediato me golpea ver a
tanta gente pasando problemas y se me pone mal cuerpo"
58
Club de Fútbol Damm
La antesala del éxito
El CF Damm es un club sin ánimo de lucro que trabaja desde hace 60 años el fútbol formativo de una manera especial. Los valores y los conocimientos deportivos se mezclan para hacer de la sociedad cervecera un caso único en el fútbol catalán y español. Bien lo sabe Cristóbal Parralo, uno de los muchos hijos pródigos de la entidad, que ha vuelto a casa para hacerse cargo del juvenil A y dirigir la política deportiva del club.
Texto de Alena Arregui / @alenarreguiFotos de Club de Fútbol Damm CLUB DE FÚTBOL DAMM
Después de cada sesión de
entrenamiento, los chicos
del juvenil A se dirigen al
vestuario pensando ya en el
siguiente partido de liga, el
más importante para ellos a corto plazo.
Mientras tanto, continúan preguntán-
dose dónde estarán el año que viene,
cuando su etapa como juveniles acabe
y se vean obligados a buscar su futuro
en otro lugar. Cristóbal Parralo sabe
bien cómo se vive esa incertidumbre.
Él también perseguía un sueño cuando
llegó al club cervecero, el mismo que
ahora comparten sus pupilos: poder
disfrutar del fútbol a nivel profesional.
Y es que Parralo formó parte de
la plantilla que hizo vivir al CF Damm
una de sus épocas doradas. Aquella dé-
cada comprendida entre 1985 y 1995 en
la que el juvenil compitió en la División
de Honor sub 19 y la cantera del club se
consolidó como una de las más potentes
59
Club de Fútbol Damm
del país. Con la particularidad de que, al
tratarse del único club de fútbol español
que forma parte de una fundación sin
ánimo de lucro, no tiene un primer equi-
po profesional. De ahí que su objetivo
sea nutrir a otros clubes con el mayor
número posible de jugadores formados
en su escuela.
Jugadores como Sergio García,
Isaac Cuenca, Cristian Tello o Jordi
Codina se recuerdan con orgullo. To-
dos ellos vistieron en su día el rojo
característico de la entidad cervecera,
absorbiendo su filosofía. Una doctrina
que combina rendimiento deportivo y
voluntad formativa de manera que una
idea no se entiende sin la otra.
FILOSOFíA Y pRESTIGIOParralo fue uno de los que logró usar ese
trampolín hacia el éxito. "No fue fácil
dejar 'La Damm'. Aquí me había for-
mado a nivel futbolístico y me habían
ayudado muchísimo en lo personal",
confiesa. Pero la ilusión de inaugurar
una etapa como profesional pudo con la
nostalgia de abandonar un club que ha-
bía aumentado de manera exponencial
sus opciones de futuro. Ahora, 30 años
después de dejar el equipo para enrolar-
se en las filas del FC Barcelona, vuelve
a la que fue su casa durante cuatro
temporadas para intentar devolver todo
lo que en su día le entregaron. "Esto es
una gran familia. Una vez que entras
en ella, nunca dejas de pertenecer",
reconoce el ex jugador.
Después del club azulgrana vi-
nieron Real Oviedo, Logroñés, Espanyol
y PSG. Y también la selección española.
Una Liga, dos Copas, una Recopa y una
Copa de Europa no pasan desapercibi-
das para quienes hoy lo toman como re-
ferente: "Los chicos van descubriendo
anécdotas sobre mí: que si gané este
título, si jugué con la Selección... Yo
siempre intento reconducir esto para
que les sirva como ejemplo de que si
trabajan y persiguen los sueños, a
veces se consiguen", relata Cristóbal.
Por mucho que su pasado como
futbolista le ayude a ganarse el respe-
to de los chicos, él prefiere labrárselo
día a día. Por eso el técnico encaja a la
perfección en un cargo donde contagia
los valores que en su día le fueron trans-
mitidos, los mismos que el ex defensa
aplica para sus pupilos. "La Damm te
marca, a mi esta institución me hace
feliz", sentencia Parralo. El respeto, el
compañerismo y la solidaridad deben
ser asumidos por cada miembro que
tiene el privilegio de formar parte de
la gran comunidad cervecera. Sólo así,
y a base de trabajo, el CF Damm se ganó
en su día un prestigio que sigue vigente
después de tantos años.
"El tiempo pasa y la manera de
jugar a fútbol evoluciona; también los
sistemas de juego o la personalidad
del futbolista. Sin embargo, los años
no pasan para la filosofía de Damm,
ésta es permanente", concluye Parralo,
quien aún recuerda los sacrificios que
tuvo que realizar para disfrutar del
fútbol. Con 14 años cogía cada día un
tren desde Montornés del Vallés para ir
a entrenar. Más de una hora de trayecto
para poder subirse a otro tren, esta vez
el que le llevaría hasta el sueño que
perseguía. Hoy vuelve a hacer el mis-
mo recorrido, ahora como guía de un
grupo de adolescentes que ansía seguir
sus pasos. Es su particular manera de
mostrarse agradecido.
Cristóbal revive desde los banquillos su pasado como futbolista del CF Damm.
61
Un mito con barba y melena
No es extraño que los pescadores de Cádiz
vuelvan a la costa con ánforas, joyas, o
balas de cañón en sus redes. La riqueza,
la belleza y la guerra circundan y dan
sedimento a esta primera ciudad de
Occidente en la que de una manera única con-
vive un irredento cosmopolitismo histórico con
el más puro e íntimo espíritu insular. Es por eso
que Cádiz da mitos extraños, hombres necesa-
riamente descarados ante el mundo -pues nada
puede temer quien por sus genes sabe que todo
imperio pasa- y al mismo tiempo redimidos de
cualquier pretenciosidad, profundamente fieles
a su paisaje uterino. Sólo a partir de estas claves
uno ha podido llegar a entender a uno de esos
héroes gaditanos, el mítico futbolista Juan José
Jiménez Collar 'Sandokán'.
Juan José nace en la barriada del Trillo
pero pronto se traslada al barrio de astilleros y
es allí, con nueve años, donde se aproxima por
primera vez al fútbol. Y lo hace, como él dice,
de la forma más intuitiva y rupestre, ya que en
muchas ocasiones faltaba el instrumento clave
de este deporte, es decir, el balón y esto debía de
suplirse con la imaginación y así, una botella de
plástico o unos trapos servían a los chicos para
construir los sueños. En el caso de Juan José estos
sueños eran en blanco. Hijo de un trabajador de
astilleros profundamente 'culé', Juan José siempre
soñó con el Real Madrid, el equipo que con los años
le acabaría acogiendo en sus filas de la mano del
inigualable Alfredo Di Stéfano.
Hay personas cuyo rostro reclama la le-
yenda y Juan José es una de ellas. Su fascinante
perecido con el actor Kabir Bedi, quien interpreta-
ba a Sandokán, el mítico pirata de Emilio Salgari
en una célebre serie de televisión de principios de
los 80, hizo que desde su llegada a la capital este
sobrenombre cayese sobre él para acompañarlo
de por vida. Sin embargo, sería un error pensar
que la fuerza del rostro de Juan José procede de
este parecido. Las causas son mucho más profun-
das. Corpulento, de larga melena rubia y poblada
barba, en Juan José convive una suerte de majes-
tad carolingia sobre un íntimo y pícaro embrujo
gitano. Esta presencia majestuosa y mestiza ha
permanecido intacta y hoy sigue siendo recono-
cible ese porte libérrimo que constituye uno de
los iconos estéticos del fútbol español de todos
los tiempos.
DE LAS pRIMERAS BARBASLa barba escandinava de Juan José fue junto con
la del alemán Paul Breitner la primera del fútbol
español. Fue la excepción, es decir, el verdadero
arte, la ruptura con la regla de la cultura que
proclamara Godard. Ahora bien, hay en el par-
naso de los artistas un lugar reservado para los
hacedores inconscientes de belleza, para quienes
tienen el gesto genético del heroísmo estético de
una manera irreflexiva y pura, para los auténticos,
en definitiva. Y esta autenticidad era la que caía
de la melena y la barba inéditas de Juan José que,
como él me confiesa, no hundían sus raíces en la
subversión política ni en la postrera vanidad me-
trosexual, sino que representaban la subversión
más íntima que es la que solo pueden hacer los
artistas con un sentido congénito y anárquico de
la libertad. Artistas que reflexionan a través de la
acción y hacen y dicen siempre desde la libertad,
artistas como Camarón, como el Beni de Caí, como
Lola Flores. De una manera o de otra, a través de
diversos rostros, la forma más pura de la libertad
ibérica se ha seguido acunando en Cádiz como a
un lince protegido. Me asegura Juan José que en
La figura de Juan José Jiménez Cóllar representa uno de los iconos más potentes de la historia del fútbol español. Su corpulencia, su larga melena y su poblada barba
hicieron inevitable la comparación con el personaje de Emilio Salgari. Su apodo nunca le abandonó, al igual que su amor por la libertad y su tierra, Cádiz.
Texto de Víctor J. Vázquez / @VVzquez Foto de archivo
El futbolista libre
62
Un mito con barba y melena
el barrio donde estamos todo el mundo ha sido
siempre liberal sin saberlo, como él también –eso
lo digo yo- es un artista y no lo sabe. Me señala
las antiguas casas donde vivían las prostitutas,
los mariquitas y las lesbianas y me dice que aquí
siempre han dejado hacer y que nunca nadie ha
pensado en poner el menor reparo a lo que hacen
los otros con su bragueta. ¿Fuiste tú libre en el fut-
bol? La respuesta es rauda y contundente. "Sí, fui
muy libre. Además, el fútbol que yo viví era otra
cosa. Éramos hombres como cualesquiera otros.
Salíamos, fumábamos en los vestuarios después
del partido y paseábamos tranquilamente por
la noche en todas las ciudades. Y además no te
hacías rico, al contrario de lo que la gente piensa.
Ni tres temporadas en el Madrid te hacían rico".
Me insiste en qué distinto es hoy todo, la diferencia
que hay entre aquel Real Madrid en el que jugó
él y el de hoy donde todos los jugadores son ob-
servados con lupa por los medios, como si fueran
concursantes de un Gran Hermano global. Él ama
el fútbol; en cierta medida, su condición de mito
hace que inevitablemente no haya dejado de vivir
en futbolista. Sin embargo, cuando le pregunto si
soportaría la vida de los profesionales de ahora,
me dice con pocas dudas que no porque esta vida
no sería sino a costa de ser libre.
Hablando de esta libertad, se acuerda con
nostalgia de Di Stéfano y de los pitillos que se
echaba con él en el autobús mientras charlaban
de lo divino y lo humano, en aquellos intermina-
bles viajes en los que Juanito se atrevía a poner
videos suyos haciéndole faena a alguna becerra.
"Di Stéfano era sensacional -me dice Juan José-.
Toreaba a los periodistas, y siendo consciente de
lo que él había sido en el fútbol no tenía nada
de engreído. Era la verdadera autoridad y para
mí fue muy fácil llevarme bien con él porque
era también andaluz" ¿Cómo que andaluz? "Sí,
hombre él era argentino y tal… pero en el fondo,
andaluz y en el equipo éramos casi diez anda-
luces: Juanito, Pineda, Ángel, Bonet… así que
él tenía su alegría y su desahogo con todos los
que veníamos del sur".
La palabra alegría en la boca de 'Sandokán'
es de todo menos banal. Hay algo, algo serio, en
esa palabra que sólo alcanza su sentido pleno en
la Bahía de Cádiz. En el bar donde estamos, a la
espalda de Juan José, hay unas conocidas palabras
del poeta Quiñones en las que define el espíritu
gaditano como una “combinación de equilibrado
clasicismo, desbordado por una vocación de pro-
funda alegría vital”. Se las señalo y apenas le invito
a decirme algo sobre ellas, Juan José me corta con
el pudor de quien tiene alergia a cualquier viso
de pedantería: "Sí, la definición de Quiñones es
cierta. Aquí somos alegres". ¿Es una obligación
moral?, le pregunto. "Sí, la persona tiene el deber
de estar alegre con los demás. Hace pocos años
murió mi padre, lo pasé muy mal, pero cuando
alguien venía a hablarme yo le respondía con
alegría, me sentía en la obligación de ser gene-
roso", me contesta. 'Sandokán' empequeñece sus
ojos cuando habla de su progenitor. Justo antes
me había contado que lo mejor de haber pasado
por el Real Madrid era ver las fotos con su padre
tirándose de un trineo por las pistas de Navacerra-
da y comiendo patas de cordero como si fuese un
Obélix del sur. De él, dice, le viene su desbordante
cortesía en el trato, su manera de ser con la gente.
Se hace un silencio, le cambio de tema.
JUNTO A GENIALIDADES'Sandokán' entrenó a las órdenes de Di Stéfano,
marcó a Maradona y a Butragueño, jugó mano
a mano con 'Mágico' González. Le pregunto por
todos ellos, por la genialidad, por los intangibles
del deporte, y rápidamente me doy cuenta de que
para él sólo hay un nombre: 'Mágico'. 'Mágico'
González es en Puerta Tierra un héroe sin rival, un
hechicero inconsciente. En la ciudad de Cádiz su
La barba escandinava de Juan José fue junto con la del alemán Paul Breitner la primera del
fútbol español. Fue la excepción, la ruptura
63
Un mito con barba y melena
leyenda está presente como un inquieto y dispara-
tado espectro amarillo al que la gente persigue en
el recuerdo, con inagotable amor curroromeriano.
Es decir, con un sincero agradecimiento y sumisión
no a los triunfos sino a la belleza que éste dejó
a orillas de la Playa Victoria y ante la cual Juan
José, el otro grande, también se rinde.
¿Cuál era su secreto? 'Sandokán' no lo
duda: su fútbol. La respuesta es concisa y sabia
y el uso del pronombre posesivo no es casual: "La
seducción de 'Mágico' residía en que todo lo que
hacía era exclusivamente suyo y por tanto único.
Uno puede definir y pensar los regates de Messi
o la forma en la que conduce el balón Cristiano
Ronaldo, 'Mágico' era impensable en su forma
de hacer, no sabías por donde te iba a enseñar la
pelota, ha sido el mejor". A su leyenda nocturna
y bohemia Juan José le quita peso, y me dice que
gran parte de ella se debe a que tenía un doble ga-
ditano en la ciudad que se hacía pasar por él y que
estaba todo el día bebiendo gratis por los bares.
La adicción de 'Mágico', su verdadera novia, era el
sueño. Esa dulce e inagotable pereza salvadoreña
fue también la fuente de su genialidad. Como me
dice Juan José, ¿quién es capaz sino 'Mágico' de
aparecer dormido en una caseta de vestuario cinco
minutos antes de que empiece tu propio partido de
homenaje? Durante algunos años, el hermano de
Juan José, quien también jugó en el Cádiz, tuvo el
cometido de despertarlo para que llegase a tiempo
a los partidos y a los viajes. Romperle el sueño
debía de ser algo así como poner las manos sucias
sobre Mozart, valga en este caso como eximente
esa causa mayor que es siempre el arte.
Juan José jugaba lejos de 'Mágico', en la
zaga defensiva y casi siempre pegado a la banda
derecha. Cuando le pregunto qué le definía a él
como jugador me dice que era fuerte y rápido y
que nunca tenía miedo. En ese mismo instante su
melena se hace un poco vikinga y yo le insisto en
que me cuente de eso. Y entonces él me explica
que el miedo es siempre malo, que si un jugador
entra fuerte hay que ir más fuerte y así nunca te
romperás; que si un ambiente es duro tú has de
serlo igual o más, y que así era él cuando en los
campos más complicados le llamaban 'maricona
rubia' y él invitaba a los aficionados a esperarle
a la salida del estadio. Por primera vez en toda la
conversación Juan José se ha puesto algo serio,
como dándome un consejo de hermano mayor, de
patriarca.
Una vez, el jugador profesional de póquer
Javier García-Pelayo, poeta mayor del gaditano
'clan de los Pelayos' me dijo que él, en el juego,
había aprendido que toda la vida se dirime entre
dos simples opciones: el miedo o el amor. Optar
por la segunda nos hace libres, felices y mejores,
mientras que la primera sólo nos conduce a la
mezquindad y a la tristeza. No tengo duda de que
la alergia al miedo de Juan José es proporcional
a esa sabia inclinación por el amor.
NACE EL MITO
A 'Sandokán' el fútbol le despidió en una tarde
a la altura de su leyenda. Fue en la temporada
90-91, en la cual el Cádiz tuvo que jugarse en los
penaltis su permanencia en Primera División
frente al Málaga. Él fue el encargado de tirar el
último penalti de su equipo, el cual, a la postre,
le dio la permanencia. Se retiró el jugador, pero
ya había nacido el mito. Después del fútbol Juan
José trabajó en los astilleros de Cádiz al igual
que lo había hecho su padre y como lo hicieron
tantos y tantos hombres de su tierra. Ha cargado
el Cristo de la Vera Cruz por las estrechas calles
de Puerta Tierra y ha dado la vuelta a la realidad
actuando durante el carnaval en el Teatro Falla.
Le gusta como canta su amigo Juanito Villar por
fandagos y alegrías. Es, en definitiva, el futbolista
de la tierra, un futbolista libre al que el fútbol se
le quedó demasiado pequeño.
Cuando en los campos más complicados le llamaban 'maricona rubia', él invitaba a los
aficionados a esperarle a la salida del estadio
Estrellarota
65
Cuando 22 años parecen un siglo
érase una vez una Copa de
Europa en la que sólo podían
participar los campeones de
cada liga nacional. Sólo los que
habían cantado el 'alirón' en
sus países eran invitados a la manifes-
tación futbolística más importante del
continente. Incluso, se podía ver a un
equipo de la Europa oriental adjudicán-
dose el trofeo. Esto sólo pasó dos veces
en toda la historia y se trató más bien
de excepciones, pero no es menos cierto
que, en aquellos años, los conjuntos del
Este podían competir cara a cara contra
los ricos occidentales y hasta dejarles
en la cuneta, algo muy complicado que
suceda en la actual Champions League,
cuyo formato, que ignora las eliminato-
rias de ida y vuelta, y ama a las liguillas,
deja poco margen a las sorpresas.
En la actualidad, varios cues-
tionables hombres de negocios han
inyectado millones de euros en algu-
nos clubes de estos países del Este,
adoptando un modelo que no siempre
da resultados. Los casos más exitosos
han sido los del Zenit ruso y el Shakhtar
Donetsk ucraniano, que se trajeron la
Copa de la UEFA hacia esta parte de
Europa en dos años consecutivos (2008
y 2009). A la espera de que los jeques
árabes decidan dirigir su punto de mira
hacia el Este, estos oligarcas son, en la
mayoría de ocasiones, rusos.
Las dos excepciones históricas
que triunfaron en la Copa de Europa y
provenían del Este fueron dos 'estre-
llas', el Steaua de Bucarest, que ganó la
Copa de Europa de 1986, y el Estrella
Roja de Belgrado, que la levantó en 1991.
Ahora, 22 años después de aquella
proeza, el fútbol serbio está bajo los es-
combros, incluso el futuro se vislumbra
desastroso. El pasado 6 de septiembre
la selección que dirige Sinisa Mihajlo-
vic enterró en el 'pequeño Maracaná'
del Estrella Roja sus últimas opciones
de estar en el Mundial de Brasil 2014
después de un empate en casa contra
Croacia (1-1). Curiosidades del destino,
los antiguos hermanos que después
pasaron a ser enemigos acabaron con
el sueño mundialista serbio en un es-
cenario que, no hace tanto, albergaba a
un equipo dominador en Europa.
La no clasificación de Serbia
para la Copa del Mundo es un síntoma
más de la mala salud de un fútbol del
que cada vez salen menos jugadores.
En Serbia, los clubes aún son asocia-
ciones deportivas que técnicamente
no han sido privatizadas: los posibles
inversores, tanto locales (si es que los
hay) como extranjeros (Gazprom es el
actual patrocinador del Estrella Roja),
no parecen estar dispuestos a gastar su
dinero en unos clubes sin poder gestio-
narlos realmente. Y la única esperanza
es una ley de privatización que lleva
años estancada...
ANTIGUA GLORIALos años 70 y 80 fueron maravillosos.
Por aquel entonces la liga yugoslava
contaba con unos equipos excelentes
Antes de su desmembración por la guerra, Yugoslavia inscribió por primera (y única) vez su palmarés en la Copa de Europa. El Estrella Roja acabó en 1991 con la maldición del
fútbol yugoslavo, tan brillante como poco competivo. 22 años después, Serbia, ya descartada del Mundial 2014, añora a los
que fueron sus vecinos, aunque sólo sea en lo futbolístico.
Texto de Alessandro Gori Fotos de agencias
66
Cuando 22 años parecen un siglo
y producía futbolistas de depurada téc-
nica. Desde fuera, el deporte yugoslavo,
ya fuera fútbol o baloncesto, se presen-
taba como un mundo mágico y exótico.
Existía fascinación por la técnica de sus
jugadores, los mosaicos de sus hinchas,
los extraños nombres de los equipos
que reflejaban conceptos socialistas...
Con escasas excepciones como
el Hajduk Split (1911), el Željeznicar
de Sarajevo (1921) o el Borac de Banja
Luka (1926), casi todos sus clubes ha-
bían sido fundados tras la guerra por
los aparatos partidarios del mariscal
Josip Broz Tito, héroe de los Partisanos
durante la II Guerra Mundial que dirigió
el país entre 1963 y 1980. Sin embargo,
Yugoslavia era una excepción dentro de
la constelación socialista. Expulsada
en 1948 de la Kominform (la organiza-
ción de los países satélites de la Unión
Soviética), durante décadas el régimen
de Tito supo balancearse entre el Este
y el Oeste, obteniendo créditos y favo-
res de ambas partes. Yugoslavia lideró
una tercera vía entre el capitalismo y
el comunismo de la URSS, sus conciu-
dadanos poseían pasaportes y podían
emigrar sin demasiadas restricciones
al extranjero. También en el fútbol, los
clubes no eran directas emanaciones
de los diferentes ministerios como en
los otros países orientales.
UNA DE TRESEn los años 60 y 70 tres clubes yugos-
lavos -uno croata, el Dinamo de Zagreb,
y dos serbios, Partizan y Estrella Roja-
habían alcanzado en cuatro ocasiones
la final de un torneo europeo. El balance
fue de tres derrotas y una única victoria.
El honor yugoslavo lo salvó el Dinamo
que ganó la Copa de Ferias contra el
Leeds United en 1967, olvidando la
derrota que sufrió cuatro años antes
en la final del mismo torneo contra el
Valencia. Por su parte, el Partizan no
pudo conquistar la Copa de Europa ante
el Real Madrid en 1966 y el Estrella
Roja también cayó contra el Borussia
Mönchengladbach en la final de la
UEFA de 1979. Estas derrotas fueron
un ejemplo del problema crónico de los
equipos yugoslavos de fútbol, selección
incluida: se le podía ganar a cualquier
rival, pero no existía la mentalidad para
levantar un trofeo internacional.
La primera gran excepción llegó
en el Mundial juvenil de 1987 disputado
en Chile y que fue ganado por Yugoslavia
gracias a una espectacular generación
a la que pertenecían Prosinecki, Mija-
tovic, Šuker, Jarni, Brnovic o Štimac.
También en los 80 dos clubes menores
protagonizaron unas campañas euro-
peas fantásticas: fueron eliminados
en semifinales, pero enamoraron a los
aficionados gracias a su rendimiento.
Fue el caso del maravilloso Željeznicar
(Željo), guiado en el banquillo por el an-
tiguo crack Ivica Osim y que, eliminado
por el Videoton húngaro, se quedó a tan
sólo tres minutos de la final de Copa de
la UEFA de 1985; y del modesto Radnicki
de Niš que, en el mismo torneo pero en
1982, cayó contra el Hamburgo.
En aquella liga yugoslava no
había extranjeros, ningún jugador
podía emigrar antes de cumplir los
32 años (después el límite bajaría, an-
tes de desaparecer completamente) y
cada generación producía futbolistas
impresionantes. En la década de los
50 y 60 habían explosionado los Rajko
Mitic, Branko Zebec, Stjepan Bobek, el
funámbulo Dragoslav Šekularac y más
tarde Dragan Džajic. Los 70 y 80 vieron
el talento cristalino de los bosnios Safet
Sušic, que luego hizo maravillas en el
PSG, y Meša Baždarevic (Sochaux); los
croatas Baka Sliškovic del Velež Mostar
(Bosnia) e Ivica Šurjak del Hajduk, así
como los serbios Vladimir Petrovic y
Miloš Šestic. Fue impresionante des-
cubrir a tres jóvenes, en esa época casi
desconocidos, que en la segunda mitad
de los 80 recalaron en el Estrella Roja:
Dragan Stojkovic 'Piksi', Dejan Savicevic
y Robert Prosinecki.
Consolidado como el club más
poderoso de su liga, el punto de seduc-
ción del Zvezda aumentaba de manera
exponencial en las copas europeas. Ver
cómo existía un equipo relativamente
pobre, tan lleno de jóvenes talentos y
todos del mismo país, que podía compe-
tir al mismo nivel con cualquiera de los
Había algo de romántico en los
clubes yugoslavos: podían ganar a
cualquiera, pero se 'suicidaban' en los
momentos clave
67
Cuando 22 años parecen un siglo
equipazos del rico Occidente generaba
gran fascinación. Aparecía como una
visión romántica con las limitaciones de
siempre: sus genios podían ridiculizar
a cualquier rival para luego 'suicidarse'
como había pasado en otras ocasiones
en la historia del fútbol balcánico.
Desde finales de los 80 la direc-
ción deportiva del Estrella Roja estaba
en las manos de dos importantes perso-
najes: la leyenda Džajic (615 partidos y
370 goles con el Zvezda) y el ex jugador
de baloncesto Vladimir Cvetkovic. Ellos
empezaron a encajar pieza tras pieza
para ofrecer un recambio a las fabulo-
sas generaciones anteriores con la es-
peranza de alcanzar grandes objetivos.
El primero en llegar en 1986 fue
Stojkovic, procedente del Radnicki con
21 años. Después lo hicieron, en 1987,
Prosinecki (18), del Dinamo, y el centro-
campista bosnio Refik Šabanadžovic, del
Željo. Al verano siguiente aterrizaron el
goleador macedonio Darko Pancev (23),
del Vardar Skopje, y el montenegrino Sa-
vicevic (22), del Buducnost. En 1989, se
reunió con todos ellos el serbio-rumano
Mile Belodedic -ya campeón de Europa
con el Steaua en 1986-, que había huido
del régimen de Ceaucescu. El último en
llegar, en enero de 1991, fue el actual
seleccionador serbio, Siniša Mihajlovic
(21 años), del Vojvodina. La alineación se
completaba con el portero y capitán Ste-
van Stojanovic, Vlada Stošic y Vladimir
Jugovic (que salieron de los juveniles
del club); los laterales montenegrinos
Dusko Radinovic y Slobodan Marovic;
el central macedonio Ilija Najdoski y el
rápido (y poco técnico) Dragisa Binic.
Los resultados no tardaron en
llegar a nivel doméstico. Antes de la
desaparición de la liga yugoslava en
1991 debido al estallido de la guerra
de los balcanes, el Estrella Roja ganó
tres de las cuatro últimas ediciones (88,
90 y 91). La excepción fue en 1989 el
Vojvodina, gracias al viejo Šestic y al
joven Mihajlovic. Ya en 1992 llegaría el
cuarto título, en la recién estrenada liga
de Serbia y Montenegro.
A nivel internacional, el Estrella
también demostraba su valor. En los
cuartos de final de la Copa de Europa
Triste paradoja. Serbia certificó la no clasificación para el Mundial en el estadio del Estrella Roja... y ante Croacia.
La victoria plavi en el Mundial juvenil
(87) y del Zvezda en la Copa de Europa (91) llevaron a un
cénit que precedió a la hecatombe
68
Cuando 22 años parecen un siglo
86-87 rozó el milagro contra el Madrid
de la Quinta del Buitre (4-2 en Belgrado
y derrota por 2-0 en el Bernabéu).
Otro momento clave fue en la
campaña 88-89 con el triple partido de
octavos de final contra el primer Milan
de Arrigo Sacchi. Stojkovic y Savicevic
deslumbraron ante los italianos. Tras
el empate a uno de la ida en San Siro,
el Milan debía hacer frente al infierno
del 'pequeño Maracaná', cuando una
espesa niebla bajó sobre Belgrado.
Savicevic marcó un gol que pocos con-
siguieron ver, pero en el minuto 65 el
árbitro Dieter Pauly optó por suspender
el choque. Al día siguiente, el partido no
se reanudó con 1-0 sino que se jugó de
inicio, sin goles. Van Basten y Stoijkovic
volvieron a colocar el empate a uno en-
tre ambos equipos. Luego el Milan ganó
en los penaltis y voló hacia la primera
Copa de Europa de Sacchi ganada en
Barcelona contra el Steaua de Bucarest.
En 1989 cayó el Muro de Berlín.
Un año después, el Mundial de Italia, el
último con la Yugoslavia unida, tuvo a
los plavi (azules) como uno de sus gran-
des protagonistas. La selección multiét-
nica guiada por Ivica Osim encontró
su muro en la tanda de penaltis de los
cuartos de final contra la Argentina de
Maradona. Lo mejor se vio en Verona,
en la ronda anterior, cuando Stojkovic,
con un extraordinario doblete, eliminó
a España. Era el fin de una era. En la
Federación Yugoslava empezaron los
primeros enfrentamientos. El fútbol
fue testigo y parte integrante de todo
este proceso de autodestrucción.
Stojkovic, héroe en el Mundial,
fue traspasado al Olympique de Marse-
lla, pero casi inmediatamente después
se rompió los ligamentos de la rodilla
y no pudo reaparecer hasta unos años
después en Japón. Al banquillo del Es-
trella Roja llegó Ljupko Petrovic, quien
había llevado al Vojvodina a ganar el
título de liga en el 89.
En la temporada 90-91, el Zvez-
da protagonizó un sensacional caminar
europeo con actuaciones mayúsculas:
eliminó a Grasshoppers, Glasgow Ran-
gers y Dinamo Dresden. Por tercera vez
en su historia, alcanzaba las semis de
la Copa de Europa -en las dos ante-
riores, en 1957 y 1971, el sueño había
sido finiquitado por la Fiorentina y el
Panathinaikos, respectivamente-. 20
años después, enfrente estaba el todo-
poderoso Bayern entrenado por Jupp
Heynckes.
Desde los años 70, una gran can-
tidad de yugoslavos habían emigrado
a Alemania para trabajar. En el parti-
do de ida se juntaron 25.000 serbios
en el Olympiastadion de Múnich que
disfrutaron con el 1-2 final gracias a
los tantos de Pancev y Saviceciv. Dos
semanas más tarde, y a pesar de un in-
tenso frío, 80.000 personas llevaron en
volandas a su equipo hacia su primera
final de la Copa de Europa después del
empate a dos final.
ÚLTIMO ACTOLa gran final se disputó en la ciudad
italiana de Bari el 29 de mayo de 1991
contra el Olympique de Marsella de
Bernard Tapie y contra futbolistas como
Chris Waddle, Jean-Pierre Papin, Abedi
Pelé y también al querido ex capitán
Stojkovic. 'Piksi' estaba saliendo de
su grave lesión y, por suerte para los
serbios, el entrenador belga Raymond
Goethals lo dejó en el banquillo (junto
con Jean Tigana) hasta el minuto 112.
Desde los Balcanes llegaron esta
vez 30.000 seguidores en aviones, auto-
buses y barcos que cruzaron el Adriático
desde Montenegro. Era evidente que el
Estrella Roja no podía perder en el es-
tadio proyectado por Renzo Piano para
el Mundial del año anterior y dedicado
al santo más venerado en Serbia (Sveti
Nikola), nexo de unión entre los católi-
cos y ortodoxos. Y no perdió.
Ambos entrenadores, Petrovic y
Goethals, no corrieron ningún riesgo y
se generó un partido muy gris que se
arrastró hasta el final de la prórroga
con un aburrido empate a cero. En
los penaltis la tensión estaba por las
nubes. Stojanovic paró el primer tiro
de los franceses, de Amoros, mientras
que todos los otros marcaron. Pancev
fue el encargado de rescatar la suerte
de todas las anteriores generaciones
El fútbol fue testigo y parte
integrante del proceso de
autodestrucción del país balcánico a principios de los 90
Jugovic Binic
Pancev
Savicevic
Sabanadzovic
Belodedici
Prosinecki
El once inicial del Estrella Roja en la final de la Copa de Europa de 1991 fue la última gran demostración de poder del fútbol yugoslavo.
Mihaijlovic
Stojanovic
Najdoski
Marovic
69
Cuando 22 años parecen un siglo
yugoslavas y no falló el tiro decisivo,
batiendo a Olmeta. El Crvena Zvezda se
convertía en el primer (único y último)
equipo yugoslavo campeón de Europa.
Ése fue el cénit que, sin embargo,
presagiaba el final. Un mes después de
la final de Bari empezaron los conflic-
tos balcánicos, con su trágica secuela
de consecuencias, incluso deportivas.
Algunos jugadores se fueron ya ese ve-
rano, como Prosinecki al Real Madrid.
Mientras, Yugoslavia estaba en llamas.
El 8 de diciembre llegó un último, efíme-
ro, momento de felicidad: en Tokio, los
rojiblancos conquistaron la Intercon-
tinental ante el Colo Colo chileno (3-0).
Luego la hecatombe. En abril, la
guerra se extendió a Bosnia y el 30 de
mayo de 1992, después de la matanza del
pan en Sarajevo, la ONU decretó contra
Serbia y Montenegro un embargo total
que era también cultural y deportivo:
durante años los equipos serbios no
pudieron participar en ninguna com-
petición internacional. Los 'restos' de
la selección plavi que ya se encontraban
en Suecia para disputar la Eurocopa
tuvieron que volver a su país.
El embargo siguió hasta finales
de 1995, cerró el país con candado y
permitió, junto con los tráficos deriva-
dos del conflicto, la mayor operación
mafiosa de las últimas décadas en el
continente europeo. También a nivel
futbolístico el país se hundió comple-
tamente. Después de acabar la sanción,
el Zvezda se acercó tres veces a la clasi-
ficación para la liguilla de Champions
sin conseguirla, algo que sí pudo hacer
en dos ocasiones su gran rival, el Par-
tizan. Tras una alternancia de títulos,
y gracias a una mejor organización, los
'partisanos' han conseguido ganar las
últimas seis ligas de manera seguida (el
último título del Estrella llegó en 2007).
Hace 22 años de aquella mágica
noche en Bari… Sin embargo, parece
que fue hace un siglo.
El Estrella Roja, relegado en
importancia por el Partizan, ha
fracasado en sus intentos de volver
a la Champions
Serbia
Rumanía
Bulgaria
Albania
Grecia
Kosovo
Macedonia
Croacia
Eslovenia
Bosnia y Herzegovina
Montenegro
Todo futbolista sueña con retirarse con el mayor número de títulos
posibles. Algunos, como Xavi o Casillas, lo harán con una colección
abusiva. Otros, por el contrario, se irán de vacío. El combinado
nacional, en este sentido, ha logrado saldar deudas con aquellas
carreras marcadas por la sequía de éxitos domésticos.
Texto de Rafa Jiménez / @raf_jimix
10Currículums de selección
71
Agradecidos a la patria
1'El río que fluye hacia el mar'. Ése es el
significado de Darando, el nombre con
el que el danés Lars Elstrup quiso ser
conocido tras entrar en una secta en
1993, sólo un año después de ganar la
Euro. Y es que dejar de tener el palmarés vacío
no debe ser fácil de asimilar. Elstrup, virgen de
títulos en sus clubes, jugó dos partidos como
suplente en aquella Euro y en los dos 'mojó'.
Johnny Molby también se estrenó en Suecia en
lo de las celebraciones, aunque desconocemos si
después se cambió el nombre.
2El uruguayo Victoriano Santos Iriarte
fue uno de los primeros futbolistas que
levantó una Copa del Mundo. Ganador
de la edición de 1930, jugó los cuatro
partidos, marcando un gol en la final
contra Argentina. El equipo de su vida, aunque
le dio pocas alegrías, fue el Racing Club de Mon-
tevideo, un club humilde que nunca ha ganado
la liga y que en 2010 disputó su primera Copa
Libertadores. Demasiado tarde para 'el Canario'.
3Charisteas o Zagorakis, elegido MVP, se
llevaron la gloria de la Euro 2004 con-
quistada por Grecia, pero nosotros
preferimos fijarnos en aquellos que se
frotaban los ojos viendo tan cerca una
copa, y sin alcohol dentro. Ése fue el caso de
Zisis Vryzas, que ya lleva nueve años seguidos
pasando sus vacaciones en Portugal.
4No sabemos si Sergio García ha invita-
do alguna vez a cenar a Bojan Krkic,
pero si no lo ha hecho, ya está tardando.
La renuncia de la ex promesa del FC
Barcelona a jugar la Euro 2008 facilitó
la entrada de este ariete de múltipes peinados en
la lista de Luis Aragonés. La selección le dibujó
la sonrisa que le suelen borrar sus clubes, que
no le dan más que disgustos (descendió con Le-
vante, Zaragoza y Betis).
5En 1996, Andreas Kopke, que en
Italia' 90 se había limitado a ser spa-
rring de Illgner, alcanzó la gloria. Pie-
za clave de la victoria de Alemania en
la Euro, ese año fue considerado como
el mejor portero del mundo. Por fin pudo sentir-
se partícipe de una victoria colectiva, algo que
no había vivido en sus clubes. El Barça le quiso
amargar su magnífico año, descartando a última
hora su fichaje para quedarse con Vítor Baía.
6Cuatro manos, dos pares de personas.
Es lo que necesitamos para encontrar
a un jugador inglés que haya ganado un
título internacional con su selección.
Serán los inventores del fútbol, pero el
Mundial de 1966, y con perdón para los alemanes,
es su único botín. Especial ilusión le hizo a Jimmy
Armfield ganar ese título. Se mantuvo fiel duran-
te 17 años al Blackpool, donde es toda una insti-
tución, a pesar de que nunca tuvo nada que ce-
lebrar.
7Karl Mai y Werner Liebrich tienen tres
cosas en común. Ambos son alemanes,
nacieron en 1927 y formaron parte de
la selección que ganó el Mundial de
1954, consiguiendo de esta forma el
primer título de sus carreras ya que la sequía con
sus clubes siempre les acompañó. La cuarta coin-
cidencia es que ambos dejaron este mundo a
mediados de los años 90. DEP.
8Nunca cuatro minutos fueron tan ren-
tables. El holandés Wilbert Suvrijn
siempre podrá contar a sus nietos que
ganó la Euro del 88. Vale, jugó sólo cua-
tro minutos en dos partidos, pero tuvo
el honor de sustituir a Van Basten en la recta final
del choque contra Inglaterra. Unos problemas
físicos de Erwin Koeman también le permitieron
jugar el descuento de las semis contra Alemania.
A nivel de clubes, la nada. Bueno, la copa france-
sa de 1990 se la llevó su equipo, el Montpellier,
pero... él se quedó fuera de la final por una lesión.
9Jean-François Domergue siempre le
estará agradecido a Luis Arconada por
su fallo en la final de la Eurocopa del
84 en el Parque de los Príncipes de Pa-
rís. Ese error le permitió conquistar su
primer y único título, aunque el defensor del
Toulouse también puso su granito de arena, mar-
cando los dos únicos goles de su carrera como
internacional en la semifinal contra Portugal,
resuelta en la prórroga.
10Si un jugador, aun siendo convocado, no
juega ni un minuto de un torneo ganado
por su equipo, ¿debe ese título aparecer
en su palmarés? Franco Selvaggi segu-
ro que no se opone a la ley no escrita
que se decanta por el sí. Con tres internaciona-
lidades con Italia, su presencia en la lista de
España'82 maquilló una discreta carrera.
Quizás no fuera el delantero más estético que ha dado la historia del fútbol, pero a base de mucho trabajo, Fabrizio Ravanelli
se hizo con un hueco en el corazón de muchos seguidores del Calcio. Apenas rebasó la veintena de internacionalidades con
la azzurra, pero 'pluma blanca', como era conocido por sus prematuras canas, fue un estandarte en la Juve de los años 90. En 1996, y después de conquistar la Champions, su mala
salida del club juventino le empujó a vivir su pasión, el fútbol, en otros países como Inglaterra, Escocia o Francia. Ahora, 13 años después de su paso por el Olympique de Marsella, y tras haber
entrenado a los esordienti (infantiles) de la Juve, Fabrizio ha regresado a la Ligue 1 para dirigir al Ajaccio.
Texto de Eleonora Giovio / @elegiovioFotos de Getty
""Dejar la Juve fue una gran
cagada. Mi mujer aún
me lo recuerda""
ENTREVISTA A FABRIZIO RAVANELLI
74
Una pluma blanca en los banquillos
Esta temporada, ha iniciado un nuevo
reto profesional, regresando a Francia
para entrenar al Ajaccio de la Ligue 1.
¿Cómo le va?
Bien, aunque está siendo duro estar
aquí sin mi familia. Tenemos hijos
que van a la escuela y no era cues-
tión de moverlos de Turín. Junto a mi
mujer, decidimos que me viniera yo
solo. Nunca me había ido a ningún
lado sin mi mujer, no puedo vivir sin
ella (ahora que no nos escucha)…
[y suelta una carcajada]. Siempre
la quiero a mi lado porque me da
seguridad. A ver cómo aguantamos
ahora.
Si pudiera volver atrás, ¿qué momento
le gustaría vivir de nuevo?
Los años en la Juventus para mí
fueron apoteósicos. Me gustaría
volver atrás para revivir y prolongar
esos momentos. Eso, y la final de la
Champions League contra el Ajax
de 1996.
¿Recuerda todavía el gol que marcó
en aquella final? [el del 0-1; después
la Juve ganó en los penaltis]
¡Cómo puedo olvidarme! Fue un gol
‘pazzesco’ (de locos). Un pase en lar-
go de Moreno Torricelli, un balón
casi inalcanzable... pero tuve fe en
poder llegar. Sabía que Van der Saar
y De Boer a veces abusaban de su
habilidad para jugar la pelota. Me
aproveché de un malentendido entre
ambos y me anticipé, tocándola con
la planta del pie izquierdo. Chuté
con el interior derecho desde una
posición muy escorada. Y fue gol. Lo
he visto un montón de veces.
¿Qué era lo primero que pensaba cuan-
do se despertaba?
En marcar goles. En dar lo máximo,
ser protagonista y vivir mi sueño.
¿Y ahora que es entrenador?
Si estaré a la altura de dirigir al
Ajaccio. Quiero llegar a ser un buen
entrenador, igual de bueno que An-
tonio Conte, por ejemplo. Antonio ha
puesto en práctica lo que hacíamos
en la gran Juve de los 90, saltar al
campo y considerar al rival como el
enemigo a batir. Es esa la mentali-
dad que te lleva al éxito.
¿Se imaginaba cuando jugaban juntos
que Conte acabaría en el banquillo de
la Juve?
Sinceramente, no. Siempre he pen-
sado que tenía carácter, pero nunca
pensé que llegaría a convertirse en
un líder. Su capacidad de liderazgo
es lo que ha conquistado a la plan-
tilla juventina.
¿Quién es el técnico que más le ha
enseñado?
Todos me han aportado algo, pero a
nivel de fútbol, de puro fútbol, creo
que no hay nadie mejor que Arrigo
Sacchi.
¿Cómo era Giovanni Trapattoni?
Pura pasión. El día tiene 24 horas,
pero si tuviera 26 u 28, Trapattoni
las habría trabajado todas. Ese
espíritu le ha llevado a ser prota-
gonista pasados ya los 70 años. Es
un ejemplo para mí.
¿Algún consejo de algún ténico de los
que tuvo que ahora esté poniendo en
práctica?
Tengo mi filosofía de juego: atacar
para marcar goles y ser rápidos en la
recuperación del balón. Creo que la
virtud de un técnico es la de meterse
en la cabeza de los jugadores, ser
considerado como un ser humano y
no sólo como un entrenador.
"Quiero llegar a ser tan buen entrenador
como Antonio Conte. Él ha puesto en práctica lo que
hacíamos en la gran Juve de los 90"
SIEMPRE CON UNA MALETA A MEDIO HACERFabrizio Ravanelli está lejos de lo que podemos calificar como una persona sedentaria. A sus 44
años, se ha mudado más veces de ciudad que cualquier otro ser humano en diez vidas. Nacido el 11
de diciembre de 1968 en Perugia inició su carrera en el equipo local. En 16 años, entre 1989 y 2005,
vivió en cuatro paíes distintos (Italia, Inglaterra, Francia y Escocia) y se cambió hasta en 10 ocasiones
de club, pasando por Perugia, Avellino, Casertana, Reggiana, Juventus, Middlesbrough, Olympique de
Marsella, Lazio, Derby County, Dundee y de nuevo Perugia. Tras entrenar en las categorías inferiores
de la Juve, esta temporada se estrena en un banquillo de primera con el Ajaccio francés. Eso sí, su
mujer le dijo que se tenía que ir él solo. ¿Cuánto tardará en volver a Italia?
75
Una pluma blanca en los banquillos
¿Cómo se consigue eso?
Siendo claros, poniendo unas nor-
mas, respetando a los que juegan y
a los que no, y tratando a todos de
la misma forma.
Hasta su llegada a Francia, estuvo en-
trenando a los infantiles de la Juve.
¿Cómo son las nuevas generaciones?
Son todos un poco consentidos, pero
yo me dejé el corazón con ellos. Es
la experiencia más intensa que he
vivido. Me han mandado correos
electrónicos y sms que me han par-
tido el alma [se le llenan los ojos
de lágrimas y se le rompe la voz al
recordar la Champions que le ga-
naron a los chavales del Barcelona
(3-2) en Madrid].
¿Qué ha cambiado respecto a cuando
usted tenía diez años?
La mentalidad. Ahora, lo más duro
para un entrenador es hacer en-
tender a los jugadores los valores
que deben tener. Si consigues que
comprendan lo importante que es
sacrificarse y ser humilde, te lo dan
todo. Hay una frase que no me he
cansado de repetirles: 'el campeón
siempre es la persona más humil-
de; el mediocre siempre es el más
presumido'. Hay que trabajar con
humildad y carácter porque sólo así
llegarán los resultados. Puede sonar
utópico pero no creo que entrenar
a los jóvenes sea muy diferente a
dirigir un primer equipo.
¿Qué recuerda de sus comienzos?
El amor por el fútbol. Era un amor de
locos, desde la mañana hasta por la
noche lo único que quería era jugar,
jugar, jugar, jugar... Era mi sueño,
y siempre lo he puesto por delante
de cualquier cosa, de la diversión,
de las discotecas. Yo sólo quería
cumplir mi sueño.
¿Todavía hay que picar piedra para lle-
gar a jugar en la élite o se llega mucho
más fácil hoy en día?
Yo para llegar tuve que dar pasitos:
C2, C1, Serie B, A y luego selección.
Ahora, haces dos partidos buenos y
estás en Primera. Yo tuve que sudar
mucho para ganarme una camise-
ta de la Serie A. Cuando conseguía
hacer algo bueno decían ''no está
mal, pero lo ha hecho en Tercera,
Traje impecable, al más puro estilo Guardiola. Su pelo, y no sólo por ser canoso, marca diferencias.
"Ahora, haces dos partidos buenos y
ya estás en primera. Yo tuve que sudar
mucho para ganarme una camiseta de la
Serie A"
76
Una pluma blanca en los banquillos
eso no vale''. Creo que a pesar de
mis resultados, me han valorado
más en el extranjero que en Italia.
En la Premier League me votaron
como mejor debutante de la historia,
después de marcarle tres goles al
Liverpool.
¿Por qué el fútbol se ha vuelto tan co-
mercial? Peinados horrorosos, crestas,
botas de colores chillones…
A mí tampoco me gusta todo eso.
Y preferiría que mis jugadores no
tuvieran ese aspecto. Pero hoy la
vida es así y hay que saber convivir
con gente que no piensa como tú.
¿Cómo nació eso de celebrar los goles
levantándose la camiseta y tapándose
la cabeza?
Todo empezó en un partido contra
el Nápoles. Recuerdo que no está-
bamos jugando nada bien y al final
de la primera parte Lippi nos dijo
que estuviéramos tranquilos, que
teníamos un equipo plagado de bue-
nos jugadores, que alguno marcaría
antes del minuto 90. Yo hice el gol,
en el 85': controlé una pelota de Del
Piero con la izquierda, la enganché y
la metí justo debajo del larguero. Por
instinto, me salió esa celebración. Al
día siguiente, me vi en las portadas
de los periódicos: el hombre enmas-
carado. Y allí empezó todo.
Vio crecer a Alessandro Del Piero hasta
convertirse en una leyenda de la Ju-
ventus. ¿Qué le llamó más la atención
de él?
Su tranquilidad. Nunca sentía la
presión. Era un chico extraordi-
nario, siempre se ha portado bien
conmigo y con mi familia. Siempre
está presente en mi corazón.
Cuando usted llegó a la Juve estaban
Baggio y Vialli. ¿Qué le habría gustado
tener de ambos?
¡Toma! Ravanelli celebraba con esta suficiencia el primer gol de la final de la Liga de Campeones ante el Ajax.
77
Una pluma blanca en los banquillos
De Baggio, la técnica. De Vialli, las
acrobacias. Me gustaban sus sfor-
biciate [medias chilenas]. Yo era
incapaz de hacerlas.
¿El futbolista al que más ha admirado,
haya o no jugado contra él?
A Maradona.
¿Por qué?
Ciro Ferrara me contaba lo buena
gente que era, lo mucho que se
ponía a disposición del equipo, su
generosidad en el césped, que era
una persona extraordinaria. En la
cancha, para mí, ha sido el mejor
de todos los tiempos.
En una de las estanterías de su casa
hay dos fotos: una con Maradona. ¿De
cuándo es?
Es del partido que organizó Ciro
Ferrara para despedirse del fútbol.
Yo nunca había conocido en persona
a Maradona. Ese día me reconoció,
vino a saludarme, ¡él a mí, un mons-
truo del fútbol que se acerca a un
modesto como yo! Nos abrazamos
y se quedó media hora haciéndose
fotos con todos mis amigos. Me dio
a entender lo grande que es.
En la otra foto que puede verse en su
estantería está levantando con fuerza
a Vialli. ¿Qué celebran?
Una victoria en mi primer año en
la Juve. Fue un gol de Gianluca que
vino corriendo como un loco para
abrazarme.
¿Cuál fue el defensa que peor se lo
hizo pasar?
Vierchowod. Era duro superarlo. Y si
lo conseguías, dos metros después
allí estaba de nuevo mordiéndote
los tobillos.
¿Cómo era su vida cuando era futbo-
lista?
La misma que ahora: familia y
trabajo. Mi única ambición es la
de estar con mi mujer y mis hijos
y educarlos de la mejor manera. Mi
otra pasión es la bicicleta.
¿Y eso?
Cuando me operaron de una hernia
discal y tuve que dejar de jugar, el
médico me dijo que sólo podía hacer
dos deportes: natación y bici. La
probé y nunca me separé de ella.
Salgo a rodar todos los días.
¿Qué hacían en las concentraciones?
¿Quién era el que armaba más follón
entre sus compañeros?
¡Vialli! Nos pasábamos las horas
jugando a las cartas y viendo la
tele. Nada de Play Station, por aquel
entonces sólo existía la Nintendo.
Se marchó de la Juve el año que llegó
Zidane… y no le vio jugar.
La cagué. La mayor cagada de mi
carrera. Mi mujer todavía me lo
recuerda: ''nunca debiste irte de la
Juve''. Y yo me fustigo todavía por
aquella decisión.
¿Por qué se fue?
No sé, fue un momento de esos en los
que te sientes ofendido y no razonas.
Me sentí traicionado. Había sido un
símbolo para el club y me pusieron
en el mercado, justo dos meses des-
pués de que el presidente Agnelli
me hubiera dicho que me iban a
dar el brazalete de capitán para la
siguiente temporada. Soy impulsivo,
actué de esa manera y me marché.
Si hubiese tenido la tranquilidad de
Del Piero, me habría quedado. Es mi
remordimiento más grande.
Se marchó a la Premier League para
jugar con el Middlesbrough. ¿Es tan
diferente el fútbol en Inglaterra?
Sí. Se vive el fútbol de otra manera,
con mucha menos presión y más
tranquilidad. A nivel cultural, esa
experiencia me dio mucho. Mi hijo
mayor habla inglés perfectamente.
Es algo que yo le he dado y que me
enorgullece.
La Bundesliga parece haber superado
no sólo al Calcio, que lleva años estan-
cado, sino también a la todopoderosa
Liga…
Los alemanes están en otro nivel.
Respecto al Calcio, van muy por
delante, también por todo lo que
han invertido en las categorías
inferiores. Hay que empezar desde
abajo, estos éxitos no se consiguen
con un abrir y cerrar de ojos. Están
recogiendo todo lo que han sembra-
do en el fútbol base.
¿El actual Dortmund de Klopp tiene
algo que ver con aquel equipo que
protagonizó grandes duelos contra la
Juve en los años 90?
Klopp es un gran entrenador. Me en-
canta su temperamento, su forma de
comportarse y su estilo tan genuino
y real. Ese Borussia de Dortmund de
los 90 también jugaba mucho al ata-
que, era imprevisible. Este Borussia,
sin embargo, nos ha sorprendido a
todos: por la juventud, el talento y
por el trabajo extraordinario que ha
hecho su técnico.
Si ahora le quitaran el fútbol... ¿Podría
vivir sin él?
Podría intentarlo. Pero ahora mismo
sería imposible. Dentro de diez años
me lo volveré a plantear.
"Jugar en Inglaterra me dio mucho. Mi hijo mayor habla
inglés perfectamente. Es algo que yo le he dado y que me
enorgullece"
"Podría intentar vivir sin fútbol,
pero ahora mismo sería imposible.
Dentro de diez años me lo volveré a plantear"
79
La 'deuda' de Heaney
En Cornualles nos hacemos de los equipos
por lo que vemos por televisión. Yo me
hice del Aston Villa para putear a mi
hermano mayor. Había un Liverpool-
Aston Villa en la tele y mi hermano era
del Liverpool, así que en ese momento me hice
del Aston Villa. Y así sigo, siendo del Aston Villa
30 años después, pese a no haber vivido nunca
en Birmingham".
Duncan Bishop cuenta su anécdota de
infancia y uno lo imagina en un austero cuartito
con un televisor, igual ni en color, con las gotas
de lluvia golpeando el cristal de una ventana por
la que entra una luz ténue mientras el gris infi-
nito confirma que esto es el Oeste de Inglaterra.
Partidos ochenteros de cuando la liga inglesa no
se llamaba Premier y no tenía glamour: tenía tra-
dición e historia, el peso del bagaje. El Aston Villa
era un grande y no existían millonarios foráneos
que convirtieran equipos de media tabla en su-
perpotencias europeas. Un Aston Villa-Liverpool
era acojonante y en casa de Duncan tenía que
ser brutal. Un Aston Villa-Liverpool en los 80 en
Cornualles.
Cornualles, que en inglés se llama Cornwall
y en córnico se llama Kernow (el córnico existe, es
una lengua céltica y se está intentando impulsar
para reincorporarla al uso diario de los habitantes
de la región), es el condado más occidental del
sur de Inglaterra. No tiene ni ha tenido nunca un
club de fútbol profesional, así que sus habitantes,
que obviamente reciben la señal de Sky en sus
casas, tienen dos opciones: o se hacen aficionados
del Plymouth Argyle, que está justo después de la
frontera con Devon, o, como Duncan, eligen equipo
por televisión.
Aunque había un hombre que quería cam-
biar esto. Se llama Kevin Heaney. Kevin Heaney
quería ser el presidente que consiguiera ascender
por primera vez en la historia a un club de Cor-
nualles al fútbol profesional (o sea, a la cuarta
división). Todo tenía buena pinta... hasta que dejó
de tenerla.
Heaney tenía una inmobiliaria y facturaba
cantidades importantes de libras. Estaba conven-
cido de que podía llevar al Truro City F.C. a la
League Two. Truro tiene 19.000 habitantes, pero la
idea era que todo Cornualles, el medio millón de
personas que viven en Cornwall, apoyara al club
para conseguir la histórica hazaña. El proyecto
arrancó con cinco ascensos en seis años, llegando
el club a la quinta categoría, la Conference Na-
tional, en la que obviamente integró el grupo del
Sur. Y este acabó siendo el techo del Truro y del
fútbol de Cornualles.
Al señor Heaney le empezó a ir mal en su
negocio y su inmobiliaria tuvo que cerrar. El club
se endeudó y entró en 'administración', algo pa-
recido a lo del concurso de acreedores pero con la
diferencia de que en Inglaterra te quitan puntos
si te ocurre esto. El equipo acabó último en la
Conference y encima fue penalizado por no poder
Cornualles, Cornwall, Kernow. Da igual en qué idioma se pronuncie. El condado
más occidental del sur de Inglaterra seguirá un año más sin ningún equipo en el fútbol profesional.
Texto de Axel Torres / @axeltorres
80
La 'deuda' de Heaney
cumplir los plazos de pago. Finalmente, tras mucho
pelearlo, este verano le han dejado competir... en
la séptima categoría.
El fútbol de Cornualles ha regresado a su
lugar de siempre. A los habitantes del condado les
queda, a falta de éxitos colectivos, presumir de
sus figuras históricas. Presumir de aquella gente
de fútbol que salió de Cornualles y triunfó en el
exterior. Algunas de estas leyendas han logrado
incluso títulos e internacionalidades.
Charles Reep fue un analista de juego y lle-
gó a la conclusión, tras estudiar muchos partidos,
que la mayoría de goles en el fútbol se marcaban
en jugadas con menos de tres pases. Se convirtió
en el inventor de la estrategia del balón largo y
la selección noruega basó sus principios funda-
mentales en sus postulados. No queda muy claro
que todo esto sea algo de lo que los habitantes
de Cornualles puedan sentirse orgullosos, pero
es evidente que tiene su trascendencia histórica.
Reep no lo vio, porque murió unos años
antes, pero Matt Etherington llegó a jugar en el
Stoke City de Toni Pulis -de hecho, sigue en la
plantilla ahora con Mark Hughes- y fue usado
básicamente como centrador. Cornualles cerró el
círculo con él porque Matt llevó a la práctica la
filosofía del viejo Charlie.
El famoso ex portero del Leeds y de Inglate-
rra Nigel Martyn es otro hijo pródigo del condado.
Pantalones largos, estadios embarrados, fútbol de
aquella época en la que Cornualles parece haberse
detenido, como asustada por el glamour que viene
de Londres y del continente. Los porteros de toda la
vida eran como Martyn, no como Hart. En realidad,
lo que a él le gustaba era el cricket.
Mucho antes, en 1919, y tras regresar de la
Primera Guerra Mundial, Jack Cock se convirtió en
el primer jugador de la historia de Cornualles en
vestir la camiseta de la selección nacional inglesa.
También fue actor. Futbolista, actor y soldado.
Los años 20.
Para encontrar títulos 'nacidos' en Corn-
wall, hay que remontarse a 1966, año en el que Mike
Trebilcock ganó la FA Cup con el Everton. A ojos
de todo el mundo, él fue el primer jugador negro
que marcó en una final de esta competición. Para
la gente de Cornualles, él fue el primer jugador
de Cornualles que pasó a la historia por ganar
una FA Cup.
Cornualles. La vida debe pasar lenta en
Cornualles. Me imagino en Cornualles sentado en
la playa y mirando hacia el mar. Un mar violento,
agitado, un mar que en el horizonte se confunde
con la oscuridad de un cielo amenazante. Me ima-
gino en Cornualles en 1990 esperando que sean
las diez para ver los resúmenes de la liga inglesa
en Match of the Day, al calor de alguna bebida
céltica, toda la familia reunida en el pequeño salón.
No hay nadie en la calle y nadie sabe qué es la
Premier League.
HAY uN ANTONIN PARA CADA OCASIóN
DESCuBRE EL TuYO EN Panenka.ORg/tienda-Panenka
VISTE PANENKA
82
El país invadido por las camisetas
de fútbol
Etiopía sueña con el renacer de su selección y aspira a jugar por primera vez el Mundial en Brasil 2014.
Texto de Toni Padilla / @toni_padilla Fotos de Getty y Toni Padilla / @toni_padilla
83
El resurgir de los 'Walia Antelopes'
Un grupo de unas 30 personas
baja el camino embarrado que
une un pequeño embarcadero
con la Iglesia de Ura Kidane
Mehret. Con una sonrisa, sal-
tan sobre las piedras para no mancharse
los pies mientras se sacan fotos. Todos
van vestidos con la camiseta de la selec-
ción etíope de fútbol: mujeres, hombres,
ancianos y niños. Todos. "Somos funcio-
narios. El Estado organiza excursiones
para los trabajadores y queríamos ver
nuestras preciosas iglesias", cuentan
mientras llegan al embarcadero de
madera. "¿Las camisetas? Nos las han
dado para la excursión", explican antes
de subirse al viejo barco con un motor
Fiat italiano destartalado que cruza el
Lago Tana, una de las grandes atraccio-
nes turísticas del país. "No me extraña.
De repente han aparecido camisetas
de la selección por todos sitios. Antes
no la encontrabas, no se podía com-
prar. Ahora, el Estado la regala a los
funcionarios", reflexiona un guía local
mientras el barco se aleja.
Etiopía ha enloquecido con su
fútbol. La selección sueña con jugar el
Mundial y en dos años ha saltado de la
posición 155 en el ranking de la FIFA
a la 93. La camiseta verde y amarilla
es omnipresente. Aparece en todos los
rincones, cada día, en cada camino, en
cada aldea. "La mayor parte llegan
de China. Tenemos otras de más ca-
lidad. Se venden cada día", comenta
regateando un vendedor del mercato,
el considerado mayor mercado al aire
libre de África, en Addis Ababa. "Antes
no la podías encontrar. Ahora, todo el
mundo tiene una", bromea. Según el
periodista Seble Tewelderbirhan, "todos
los bares, restaurantes o hoteles de
Addis Ababa se llenan como si fuera el
estadio los días que juega la selección.
Todos con la camiseta, soñando con
jugar el Mundial. Aquí siempre se amó
el fútbol, pero ahora los jugadores por
fin devuelven a los hinchas la pasión",
añade.
Por primera vez en su historia,
Etiopía tiene verdaderas opciones de
disputar un Mundial: se lo jugará en
un play-off de ida y vuelta contra los
nigerianos que se resolverá el 15 de
noviembre, después de superar la fase
de grupos por delante de Sudáfrica. El
16 de junio de 2013, el día que los su-
dafricanos fueron derrotados por 2 a 1
en el estadio de Addis, la gente llenó los
aledaños del campo nueve horas antes
del inicio. El 7 de septiembre, cuando
llegó el triunfo que abría la puerta
de la última fase contra la República
Centroafricana como visitante, más de
10.000 personas se reunieron delante de
una pantalla gigante en la plaza Mes-
kel, lugar donde cada día centenares de
chicos juegan al fútbol. Una situación
equiparable a que un grupo de chavales,
con técnico y rutinas de trabajo esta-
blecidas, se entrenaran en la Plaza del
Sol de Madrid o en la Plaza Catalunya
de Barcelona.
AMOR DE JUVENTUD Etiopía y el fútbol sufrieron un romance
fuerte, alocado y pasional como todos
los de juventud. En los años 20 se funda-
ron los primeros equipos locales, como
el popular Saint George, gracias a la
influencia de trabajadores británicos y
franceses. En la década de los 50, pre-
sumiendo de la condición de ser uno de
los pocos territorios africanos indepen-
dientes -y el único jamás colonizado-,
Etiopía fue clave en la creación de la
Confederación Africana de fútbol y la
Copa de Naciones, ganada en 1962 por
los Walia Antelopes, mote que recuerda
una especie autóctona de antílopes. En
una tierra famosa por su atletismo, en
los bares aún se recuerdan las hazañas
de su equipo en los años 60, cuando con-
quistó la CAN con una gran generación
donde sobresalían dos hermanos hijos
de un italiano y una eritrea, Luciano e
Italo Vasallo. Ahora uno vive jubilado
cerca de Roma, donde acabó trabajando
de mecánico. El otro reside en Asmara,
la capital eritrea.
Luego llegó el desamor. La se-
lección se sumió en un descenso a los
infiernos a partir de la década de los
70. La pasión de juventud se convirtió
en un amor frío, ministerial, sin ardor.
El Estado se hundió en luchas internas.
Nigeria, en una eliminatoria a doble partido, es el último
obstáculo en el sueño mundialista de
Etiopía, que ganó la CAN en 1962
84
El resurgir de los 'Walia Antelopes'
Primero, fue depuesto el emperador
Haile Selassie, que acabó enterrado
debajo del suelo del baño de un soldado
golpista. La amalgama extraña de mi-
litares que acabaron con el emperador
dio paso al Derg, una junta presidida
por Mengistu Hailé Mariam, un tipo
sin formación política que descubrió
de repente que era comunista, sobre-
todo gracias a las armas que soviéti-
cos y cubanos le proporcionaron para
ganar la guerra contra Somalia. En
1991, Mengitsu también fue depuesto
después de una guerra sangrienta y
se largó a Zimbabwe, donde aún vive
protegido por Robert Mugabe. Y luego,
llegó el conflicto armado con Eritrea. En
total, tres décadas de sangre, revueltas,
represión y muertos en las calles.
Sólo los atletas dieron alegrías
al pueblo durante estos años oscuros.
En cambio, la liga de fútbol no se pudo
acabar en dos ediciones (1991 y 1992)
por culpa de los problemas internos. No
fue hasta el 2012 que Etiopía volvió a
una gran competición tras 30 años de
decepciones, jugando la fase final de la
Copa de África. Fue la primera ocasión
para que toda una generación de etíopes
pudiera sacar pecho con su fútbol.
¿Qué ha cambiado ahora en el
fútbol de Etiopía? "Antes, no se tenía
tanto dinero. Tenemos buenos suel-
dos, inversores", admite Saladin Said,
el goleador de la selección que ahora
está jugando en Bélgica. Con inverso-
res y apoyo del Estado, el fútbol etíope
levantó cabeza. De repente, ganar o
perder ha pasado a ser una cuestión
nacional cuando no hace mucho este
deporte era visto por el gobierno como
una cosa poco importante, casi molesta.
A finales de los años 90 los jugadores
de primera aún cobraban en metálico
propinas que añadían a su trabajo. El
periodista Fiseja Deggim impulsó un
programa de radio dedicado al balompié
inglés a finales de esa década y acabó
exiliado, cansado de los problemas que
le generaba su apuesta. "Entonces te
miraban mal si hablabas de fútbol. Te
decían que eras poco patriota. Ahora
el Estado lo utiliza". La única cadena
estatal informa cada día de los fichajes
de la liga inglesa (la más seguida), de los
problemas de salud del ex entrenador
del Barça (ahora el club más amado)
y muestra imágenes de cada entrena-
miento del equipo nacional. "Así fun-
cionan las cosas. Si la selección gana,
la gente se siente orgullosa y se olvida
de los problemas", admite Deggim.
CAMBIO pOLíTICOEn 2012, el primer ministro Meles Zelawi
falleció de cáncer en pleno mandato.
En su lugar asumió el poder Hailema-
riam Desalegn, quien ha mantenido la
misma línea: Etiopía, formalmente una
democracia, se entrega a las inversiones
chinas mientras se ha convertido en uno
de los cinco estados africanos que pone
entre rejas a más periodistas y oposito-
res. La muerte de Zelawi no significó un
proceso aperturista del régimen. Nada
ha cambiado. Su imagen es omnipre-
sente, su tumba es más grande que la
de los antiguos emperadores y el fútbol
sigue cargado de significado político.
La liga 2012-13, bautizada como
Meles Zenawi Cup, fue ganada por el
Dedebit, el equipo fundado en 1997 por
militares. Con incorporaciones de algu-
nos jugadores ghaneses, este año con-
quistó la liga en un homenaje al difunto
presidente. Significativo. Al gobierno le
interesa que el fútbol aporte alegrías a
la gente y refuerce el patriotismo. En un
estado con más de 80 etnias diferentes y
un crecimiento económico que beneficia
a pocos, mantener la unidad es clave.
El fútbol, con la camiseta omnipresente
como símbolo, juega esa función.
Algunos clubes etíopes gozan de
dinero gracias a las empresas, algunas
de ellas árabes o chinas, que firman
contratos con el Estado. El Saint Geor-
ge, el club con más historia e hinchas,
planifica el primer estadio de nueva
generación del país gracias a su nuevo
inversor saudita. Este equipo puede
pagar un sueldo digno a los jugadores,
que llegan al estadio con su iPad y coche
de marca. Bautizado con el nombre del
patrón del país, San Jorge, este conjunto
viste camiseta amarilla con un escapu-
lario rojo en forma de 'V'. Detalle que
El fútbol es una arma política para
mantener la unidad en Etiopía, país
con un crecimiento económico que
beneficia a pocos
85
El resurgir de los 'Walia Antelopes'
La camiseta verde y amarilla de la selección se ha convertido en la segunda
piel de muchos etíopes.
se incorporó a la camiseta después
de derrotar, en 1941, a las tropas de
Mussolini con el apoyo británico: la 'V'
como símbolo de victoria y el color rojo
para recordar la sangre de los mártires
locales. Sin embargo, el Saint George ha
perdido últimamente fuelle respecto a
sus rivales del Dedebit, principal abas-
tecedor de jugadores para la selección
nacional.
pODER ESTATALDiferentes estudios apuntan que el 75%
de los recursos de los equipos profesio-
nales aún provienen del Estado y que
los grandes contratos con empresas
se han realizado con mediación de las
autoridades. Las administraciones de
la zona del norte, como la región de
Tigray, llegaron a hacer una propuesta
formal a Heineken para que la marca
de cerveza danesa trasladara allí la
sede de un club histórico, el Harar FC.
Heineken había comprado la segunda
cerveza más bebida del país, la Harar,
que era a la vez propiedad del club con
más hinchas del este de Etiopía. Aunque
la propuesta era económicamente muy
suculenta, Heineken optó por dejar al
club en su sede de siempre. Posterior-
mente, la Federación cerró un acuerdo
de publicidad con dicha empresa.
Precisamente, a la Federación
aún le queda mucho trabajo por hacer.
Son los clubes los que mueven el dinero
de los gobiernos regionales o minis-
terios, pero el máximo estamento no
dispone de capital ni para renovar el
vetusto estadio del centro de la capital
ni para crear su propia página web. El
presidente de la Federación, Sahlu Ge-
brewold, piensa que poco a poco todo
evolucionará ya que se están cerrando
acuerdos con grandes cadenas televisi-
vas que emitirán por primera vez todos
los partidos de la liga en directo. En
un país donde la mitad de la población
aún vive en ciudades o aldeas donde la
luz -si hay- la aporta un generador que
se apaga a las diez de la noche, es un
paso adelante. "Hemos vivido cosas que
parecían olvidadas. Llenar el estadio,
derrotar a equipos grandes..." reme-
mora el presidente federativo.
Nigeria, que ya dejó fuera a
Etiopía en el camino hacia el Mundial
de 1990 por un global de 6-1, vuelve a
cruzarse en las ilusiones de los 'Walia
Antelopes'. El duelo entre los dos paí-
ses más poblados de África es un reto
mayúsculo para los etíopes. Si ganan,
la gente lucirá más que nunca su cami-
seta. Y el gobierno se apuntará un gol
mientras manda a la cárcel a más de
200 opositores al mes.
Varios clubes tienen dinero gracias a
empresas sauditas o chinas con contratos
estatales. Mientras, la Federación no tiene
ni web propia
86
El Balonazo
De aficionado
a aficionado"El balonazo" es la descripción que el ariete de la Real Sociedad Jesús Zamora dio a la forma con la que le llegó el esférico antes de anotar el gol que valió la Liga del 81. Y es también el sueño de un inglés y un irlandés para ofrecer algo distinto al hincha español.
Texto de Marcel Beltran / @beltran_marcel
Para un aficionado del Athletic, del
Betis, o incluso del Barcelona o el Real
Madrid es habitual que la oferta de las
tiendas de sus clubes sea siempre la
misma: camisetas oficiales y ropa de
entrenamiento. Pero para dos enamo-
rados del fútbol de las Islas Británicas,
que comparan el amor por un club al
del matrimonio, una realidad así suena
grotesca. Ambos cayeron en la cuenta de
que se encontraban ante un agujero co-
mercial de enorme tamaño y suculenta
perspectiva de futuro. Y por este motivo
apostaron por reconvertir su pasión por
excelencia en su nueva actividad pro-
fesional. El sueño tomó forma: ofrecer
camisetas del pasado y presente de con-
juntos de fútbol totalmente originales
y personalizadas.
Los clásicos supporters entienden y
viven el deporte que ellos mismos pa-
rieron de una forma más global, más
culturizada. La conexión que establecen
entre el balón y la música así lo demues-
tra: si no, recuperen las crónicas que
hablan del odio 'red' que los hermanos
Noel y Liam Gallagher, incondicionales
del City y creadores del grupo Oasis,
dedican al otro gran club de la ciudad
de Manchester o recuerden el sollozo
emotivo que no pudo reprimir Rod
Stewart al ver como su Celtic había
derrotado al mismísimo Barcelona.
Los impulsores de El Balonazo vieron
en este contraste una oportunidad para
abrirse camino en España. ¿Por qué no
recuperar el tiempo perdido al compás
que marcan los singulares estampados
de una camiseta?
David y Paul están marcados por los
70, una época en la que se empezaron
a enganchar al olor a césped recién re-
gado y a las tardes de sábado en el bar.
Precisamente en aquella época, el fútbol
pareció cruzar una línea de no retorno.
Los grandes contratos se pusieron a la
orden del día y los jugadores empezaron
a abandonar la superficie terrestre al
acumular grandes cantidades de dinero.
Y de ahí, comenzaron a destinar parte de
su tiempo a cuidar su imagen, aunque
Valderrama pareció entender todo lo
contrario. Época de bigotes rasurados
al detalle y melenas con estilo como la
que identificaba a Johan Cruyff. No han
olvidado aquel fenómeno y de ahí que
su actual proyecto insista en no pasarlo
por alto.
GRANDES pEINADOSEQUIpOS MÚSICA
87
El Balonazo
Para este par de británicos, el fútbol
no sólo son goles increíbles, sistemas
tácticos, habilidades pasmosas… ni
originales camisetas. El fútbol también
son esas frases que un día algunos gran-
des sabios le dedicaron. Todas ellas son
capaces de esbozar una sonrisa en el
rostro. Y ese toque de humor -tan inglés,
por cierto- no deja de acompañar sus
propósitos. "El fútbol es popular por-
que la estupidez es popular", proclamó
una vez José Luis Borges; una frase que
tampoco escapa a los estampados de
la colección. No entraremos a valorar
las palabras del inolvidable escritor
argentino. Pero una cosa sí que nos
queda clara: cuando uno decide ganarse
la vida con lo que más ama, es de todo
menos estúpido.
Quizás la galería de camisetas de El
Balonazo que más sorprende es la que
está destinada a asociar a clubes es-
pañoles con distintos logos de cerveza
o refrescos. Con voluntad metafórica
o no, lo cierto es que su iniciativa ha
sentado como un refrescante trago
ante el sol acaparador que producen
las sistemáticas ofertas textiles que
ofrecen los clubes a sus aficionados. Y
como lo suyo es llevar la contraria, otro
rasgo significativo radica en la voluntad
de no unificar todos los esfuerzos en
sacar partida de los dos equipos más
poderosos, Real Madrid y Barça. En sus
años más crudos, aficionados del Oviedo
se agarraron al emblema 'Carbayones
– Keep the Faith'. Y eso que algunos no
sabían ni de donde procedía ese juego
de palabras combatiente.
"El fútbol es el resultado que con-
seguimos hoy. No importa ni lo que
pasó ayer ni lo que podría suceder
mañana". El tópico es cansino por su
abundancia, aunque está tan integrado
en la actualidad que da la sensación que
requerirá de un gran esfuerzo para des-
pellejarlo. David, que se presenta como
el diseñador del equipo, y Paul, su me-
jor cooperante de ideas, insisten en no
aceptarlo. ¿Dónde queda la nostalgia?
Ante la vorágine de nuevas tendencias
y el rumbo comercial que ha tomado el
deporte rey en los últimos tiempos, a los
románticos del balón como ellos no les
queda otra que remar a contracorriente.
Aunque esto no tiene por qué significar
un problema. Cualquier tiempo pasado
fue mejor.
-Oye amigo, ¿te has fijado? Estos españo-
les vienen todos a animar a su equipo con la
camiseta oficial de su club. ¿Cómo es posible?
-Sí, yo también me he percatado. Desde
luego no será por el dinero que tienen en sus
cuentas…
Tras ese cruce de palabras, David Genis (Rea-
ding, Inglaterra) y Paul Reidy (Derry, Irlanda),
sentados codo con codo en las gradas de un
estadio de la Segunda División española, cimen-
taron las bases para el nacimiento de El Balo-
nazo: fútbol, moda, nostalgia y originalidad.
HIDRATACIÓNCONTRA EL FÚTBOLFILÓSOFOS DEL
MODERNO FÚTBOL
88l 14 de junio de 1940 los
primeros soldados alema-
nes entraban en un París
declarado 'ciudad abierta'
por un gobierno que cuatro
días antes tuvo que abandonar preci-
pitadamente la capital francesa. Ocho
días después se firmaba el armisticio
entre franceses y alemanes tras cinco
semanas de combate. Alemania ocu-
paba Francia de una forma tan rápida
e inapelable que causó estupefacción
no sólo entre los propios franceses,
sino también en el mundo entero para
desesperación del entonces último
bastión que resistía contra el nazismo:
el Reino Unido. La sociedad francesa
optó por tres formas de actuación bajo
la ocupación hitleriana: una mayoría
intentó adaptarse y sobrevivir esperan-
do tiempo mejores; otros colaboraron
activamente con el invasor; y otros
tantos elegieron combatir activamente
al ocupante. Colaboracionistas frente
a resistentes. Pétain versus De Gaulle.
La France libre contra Vichy. Mientras
tanto, el balón siguió rodando. Aunque
con una situación bastante peculiar.
La actual Ligue 1, fundada en
1932 bajo el nombre de Championnat
Nationale, tuvo su primer campeón en el
Olympique de Lyon. Un año más tarde la
liga francesa pasó a llamarse Division 1,
nombre que conservaría bajo la ocupa-
ción. Y es que la temporada 1938-39 fue
la última desarrollada con normalidad.
La siguiente, con buena parte de los ju-
gadores movilizados por el ejército, se
desenvolvió con alineaciones inéditas
en la mayoría de los equipos que es-
tuvieron en condiciones de disputarla.
La competición estaba dividida en
tres grupos geográficos (norte, sudes-
te y sudoeste) y el campeón del norte
debía enfrentarse al ganador de una
eliminatoria entre los dos sureños. La
ofensiva relámpago alemana de mayo
de 1940 impidió la conclusión del cam-
peonato. Si bien la liga regular había
finalizado, sólo dio tiempo a disputar la
eliminatoria del sur entre el Girondins
de Burdeos y el OGC Niza, que ganó por
3-0 el primero. La gran final prevista en
París entre el campeón del norte, el FC
Rouen, y los bordeleses nunca tendría
lugar.
TRES CAMpEONATOS pARA UN pAíSEl primer campeonato desarrollado
bajo los alemanes no fue tal, puesto
que las nuevas autoridades fragmen-
taron el país. Por un lado, los alemanes
anexionaron la región de Alsacia al III
Reich. Esta región fronteriza de lengua
germánica, que desde 1870 había pasa-
do de manos francesas a alemanas y
viceversa, formó su propio campeonato
bajo el nombre de Gauliga Elsass. Equi-
pos como el Racing Club o el Sporting
Club Red Star, ambos de Estrasburgo, se
vieron obligados a germanizar su nom-
bre: Rasensportclub Straßburg y Sport-
gemeinschaft der SS, respectivamente.
Además, este último estaba bajo control
El balón no dejó de rodar en la Francia ocupada por los alemanes. Fragmentado el país y fragmentada la liga, que contó hasta con cuatro formatos distintos, se sucedieron historias de héroes y villanos, resistentes y colaboracionistas, cuyas acciones construirían la identidad del fútbol galo entre 1940 y 1945.
Texto de Pablo Rodríguez AlonsoIlustración de Marta Vilches Fotos de Getty
90
El balón resistió en Francia
directo de las SS. El resto de Francia
fue divido en tres zonas: una llamada
interdite (prohibida), que comprendía
a groso modo las regiones limítrofes
con Bélgica, Luxemburgo y Alsacia. Los
equipos allí recluidos debieron organi-
zar su propia liga, que contó con cinco
equipos. El resto de Francia se dividió
en dos mitades, la ocupada y la llamada
'libre', más conocida como 'de Vichy'.
La ocupada comprendía la mitad norte
y toda la costa atlántica, desde el País
Vasco francés hasta la zona prohibida.
Ciudades como París o Burdeos estaban
en esa zona. El sur de Francia quedaba
bajo el régimen colaboracionista de Vi-
chy, encabezado por Pétain, gobernando
sobre ciudades como Marsella, Niza,
Lyon o Toulouse. Ambas zonas tuvie-
ron que organizar su propio torneo,
impidiendo que existiese un campeón
de Francia. El de la Francia ocupada
constaba de siete equipos, proclamán-
dose campeón el Red Star Olympique
de París, mientras que en Vichy lo fue el
Olympique de Marsella. Al año siguiente
la situación siguió igual, desarrollándo-
se tres competiciones. Como anécdota
cabe señalar que el máximo goleador
de la zona ocupada fue el ex jugador
del Athletic Club José Mandaluniz, que
en 1937 había partido al exilio francés
y que había firmado por el FC Rouen.
Marcó 17 goles.
En la temporada 1942-43 se
permitió por fin a los clubes de la zona
prohibida competir junto a los de la
ocupada, por lo que Francia pasó a tener
dos competiciones. Y sólo una tempo-
rada después el ya cada vez más agoni-
zante régimen colaboracionista decidió,
con la aprobación alemana, crear una
nueva competición que sustituyera a las
anteriores. De este modo, el ministro
de deportes Joseph Pascot, antiguo
jugador de rugby, decidió reemplazar
a todos los equipos profesionales (32
en ese momento) por 16 equipos deno-
minados federales, que representaban
más o menos a las distintas regiones.
Existía por ejemplo el Équipe fédérale
Rennes-Bretagne, el Paris-Capitale o el
Toulouse-Pyrénées. Era un intento de
las autoridades colaboracionistas de
poner en práctica la denominada revo-
lución nacional en el ámbito del fútbol.
Esa llamada revolución no era
otra cosa que un conglomerado de
pautas doctrinales que debía dar co-
herencia ideológica al régimen de Pétain
y que estaba basado básicamente en el
pensamiento reaccionario e integrista
católico francés, aderezado de un fuerte
componente nacionalista y con velei-
dades fascistas. Su lema era 'Trabajo.
Familia. Patria'. Traducido al ámbito de-
portivo suponía la concepción de la ac-
tividad física como expresión de la raza
y del carácter francés, de su virilidad
y vigor. Por ello se optó por reforzar el
amateurismo y prohibir el profesiona-
lismo, ya que el deporte no debía verse
desde una concepción materialista, sino
idealista. Así, entrenadores y jugadores
pasaron a ser funcionarios del estado,
siendo pagados por la administración y
adscritos a su equipo federado territo-
rial correspondiente. Fue la única vez en
todo el periodo de ocupación que hubo
un campeón de Francia: el Lens-Artois.
AMATEURISMO FUGAZPero el curso de la guerra acabaría dic-
tando el devenir del fútbol francés. Los
cada vez más frecuentes bombardeos
aliados y la creciente actividad de la
resistencia dificultó enormemente el
sistema de comunicaciones, siendo ex-
tremadamente difícil para los equipos
desplazarse por el país. Finalmente, y
para alivio de la mayoría de la pobla-
ción, el 6 de junio se produjo el célebre
Se optó por reforzar el amateurismo y prohibir el profesionalismo, ya que el
deporte no debía verse desde una concepción materialista, sino idealista
Una de las pocas fotografías que se conservan de Della Negra.
91
El balón resistió en Francia
siguiente: "Me gustaba aquel chaval,
un italiano que defendía Francia.
Nunca supe que él estaba en la Resis-
tencia, no lo supe hasta 1944, cuando
fue fusilado".
Y es que en octubre de 1942
ya se había unido a una célula de la
Resistencia perteneciente a la Francs
tireurs et partisans (FTP), facción crea-
da por el Partido Comunista Francés. En
concreto, al grupo denominado main-
d'œuvre immigrée (MOI), que integraba
a resistentes de origen extranjero. En
1943, fue requerido para el STO, un ser-
vicio de trabajo obligatorio instaurado
en Francia por el cual muchos jóvenes
fueron obligados a ir a trabajar a la
industria alemana para suplir la falta
de mano de obra en el Reich.
Aproximadamente, 600.000
franceses se vieron obligados a dejar
su país, pero otros muchos se negaro
a prestar ese servicio y pasaron a la
clandestinidad. Entre ellos, Rino Della
Negra, que aprovechó la ocasión para
colgar las botas y tomar un fusil, par-
ticipando durante ese año en diversas
acciones contra los ocupantes. Así, en-
tre otras, participó en la ejecución del
general Von Apt el 7 de junio de 1943 y
en el ataque, tres días más tarde, a la
delegación del Partido Fascista italiano
en París. De ambas acciones salió bien
parado. No fue así el 12 de noviem-
bre, cuando en un ataque a un convoy
alemán acabó herido en un tiroteo,
siendo detenido pocas horas después.
Condenado a muerte, fue fusilado el
desembarco de Normandía y comenzó
la liberación. El primer campeonato sin
la ocupación eliminó el amateurismo
obligatorio y los equipos federados,
volviendo a los clubes tradicionales. Sin
embargo, y por razones logísticas en un
país destruido por los combates, se tuvo
de dividir el campeonato nuevamente en
dos zonas, norte y sur. Los campeones de
cada una de ellas se disputaron el trofeo
de campeón de Francia. Éste fue el FC
Rouen, tras vencer 3 a 0 al Olympique
de Lyon. En la temporada 1945-46, con
la guerra terminada, volvio a haber un
sólo campeonato de fútbol para toda
Francia y lo ganó el Lille.
RESISTENTES Y COLABORACIONISTASEl fútbo francés produjo, durante aquel
período, grandes historias personales,
tanto del bando resistente como del
colaboracionista. Una de ellas fue la de
Rino Della Negra, un jugador de origen
italiano nacido en Vimy (Nord-Pas-de-
Calais) en 1923. De familia antifascista,
se trasladó al poco a Argenteuil, pobla-
ción obrera de los suburbios parisinos.
Allí entró a trabajar con 14 años como
aprendiz en la factoría automovilística
Chausson. A su vez, empezó a practi-
car el fútbol en equipos amateurs
de su ciudad, como el Football Club
d'Argenteuil y, posteriormente, en la
Jeunesse Sportive Argenteuillaise. Em-
pezó como delantero centro, pero pasó
después a extremo derecho. En 1943,
ya en plena ocupación, fichó por el Red
Star Olympique de París, club prestigio-
so en el que había militado entre otros
Helenio Herrera. Convertido en una de
las jóvenes promesas del club, lo que
desconocían sus compañeros de vestua-
rio era que compaginaba su actividad
deportiva con la lucha clandestina. Léon
Foenkinos, capitán del equipo en aquel
entonces, declararía tiempo después lo
* El Grupo Norte integra por primera vez la Zona Prohibida ** Los equipos profesionales pasan a ser equipos federales *** Vuelta al sistema de grupos pero con único campeón final
92
El balón resistió en Francia
21 de febrero de 1944 junto a otros 22
resistentes. Tenía 21 años.
La forma de resistencia más
usual entre la población durante aquel
periodo fue la de sabotear a la industria
bélica alemana. Miles de trabajadores
de fábricas y talleres intentaron en la
medida de sus posibilidades boicotear
el esfuerzo de guerra alemán. El estadio
del Football Club Sochaux-Montbéliard,
llamado Auguste Bonal, quiere recordar
la figura de uno de aquellos hombres.
Este industrial era uno de los directivos
de la fábrica de automóviles Peugeot,
encargada de suministrar materiales
a la Wehrmacht (el ejército alemán).
Asimismo, fue director deportivo del
Sochaux entre julio de 1941 y junio del
43. Bonal, junto a otros trabajadores, se
dedicó a retrasar la producción todo lo
que pudo, saboteando la maquinaria y
alargando los plazos de entrega todo lo
posible. Descubierta la maniobra por
los alemanes en 1944, fue deportado a
un campo de concentración junto a otros
siete directivos de la fábrica. Moriría
asesinado el 23 de abril de 1945. En julio
de ese año su club rebautizó el estadio
con su nombre.
Otro estadio con referencias a
un resistente es el Auguste Delaune,
hogar del Stade de Reims. Nacido en
1908 en Normandía, Auguste era hijo
de militantes comunistas. Incorporado
desde pronto a la Juventud Comunista
francesa, se convirtió en el secretario
general de la Fédération sportive et
gymnique du travail (FSGT), entidad
deportiva multidisciplinar de origen
popular, republicana y laica, prohibida
por Vichy en 1940. Movilizado en 1939,
combatió durante la invasión y fue eva-
cuado de la célebre bolsa de Dunkerque.
De regreso a Francia, en diciembre, fue
detenido por la policía por su filiación
comunista. Logró evadirse en noviem-
bre de 1941 y fundó en la clandestinidad
el periódico Sport Libre. Meses después
pasó a dirigir el Partido Comunista en
Bretaña. La desgracia quiso que el 27 de
julio de 1943 una reunión de resistentes
en la que él estaba presente cayó en
una emboscada de la policía francesa.
Entregado a la Gestapo, fue torturado
hasta la muerte.
Desde luego, no todos los france-
ses fueron resistentes, ni mucho menos.
Uno de los clubes más importantes en
la actualidad, el FC Nantes, fue fundado
en plena ocupación (1943) por dos cola-
boracionistas, Marcel Saupin y Jean Le
Guillou. El primero de ellos, reconocido
antisemita, continuó su labor en el club
en la posguerra sin problemas. Incluso
a su muerte en 1963, en una controverti-
da decisión, el estadio fue rebautizado
con su nombre. En cambio Le Guillou,
industrial que trabajó para el ejército
alemán, acabó siendo detenido y cesado
en sus funciones, marchándose exiliado
finalmente a la neutral Suiza. Sin em-
bargo, ambos no serían, ni de lejos, los
más destacados colaboradores con los
ocupantes alemanes dentro del mundo
del fútbol.
Alexandre Villaplane en el juicio donde le condenarían a muerte junto a otros miembros de la Gestapo.
93
El balón resistió en Francia
EL FUTBOLISTA DE LA SSAlexandre Villaplane fue el futbolista
colaboracionista por antonomasia. Na-
cido en 1905 en la Argelia francesa, tuvo
una vida de novela. Buen mediocentro,
su primer equipo importante fue el SC
Nîmes, en el que jugó entre 1927 y 1929.
Ese año fichó por el parisino Racing
Club. En la capital empezaría a pensar
menos en el fútbol y más en la vida
nocturna y sobre todo en las apuestas
hípicas. Poco a poco, el fútbol le fue
abandonando, aunque llegó a participar
en 25 partidos de la selección francesa,
llegando a ser su capitán e intervinien-
do en el primer Mundial, en 1930. Ese
año vivió su última convocatoria con el
equipo de Francia. En 1932, abandonó
París, ya en su declive como jugador, y
fichó sucesivamente por el FC Antibes,
el OGC Niza y el Hispano-Bastidienne de
Burdeos de segunda división. No termi-
nó la temporada ya que fue detenido y
encarcelado por un asunto de apuestas
amañadas. Nunca más volvió a jugar.
Entre 1935 y 1940 visitó varias
veces los juzgados y otras tantas la
cárcel. Pero su destino cambió defi-
nitivamente en junio de 1940, tras la
capitulación francesa. Las autoridades
nazis aprovecharon la falta de escrúpu-
los de muchos individuos del crimen
organizado francés para nutrir sus
filas, particularmente en la capital. De
este modo, los alemanes encargaron a
un delincuente común, Henri Lafont,
reclutar a los más indeseables de los
bajos fondos parisinos para que crea-
ran una rama francesa de la Gestapo, la
temida policía política nazi. Así nació la
denominada carlingue, que tendría su
centro de operaciones en la tristemente
célebre 93, Rue Lauriston. Allí se torturó
y asesinó a cientos de sospechosos de
pertenecer a la resistencia. Y allí tam-
bién encontró su lugar Villaplane, que
pronto sería reclutado por Lafont. Dedi-
cados a la represión, a la extorsión y al
pillaje bajo protección nazi, la carlingue
se ganó a pulso una fama terrible. Su
objetivo era, por un lado, colaborar en
la represión nazi y, por el otro, enrique-
cerse rápidamente. Durante tres años
aquel ex futbolista aterrorizó París. Su
celo en la represión fue tal que en 1944
fue nombrado subteniente de las SS y
se le encargó colaborar en la 'limpieza'
de resistentes en la región de Périgord,
donde ordenó torturas, violaciones y
crímenes.
Sin embargo su fin se acercaba a
medida que los aliados iban expulsan-
do de forma paulatina a los ocupantes
alemanes. Así, en un desesperado in-
tento de salvar su vida en una guerra
ya perdida, dio orden de liberar a los
rehenes, en lugar de ejecutarlos. De esta
forma, buscaba congraciarse con los li-
beradores. La treta no surtiría efecto.
Detenido en París en agosto y juzgado
y condenado a muerte unos meses más
tarde por "alta traición, colaboración
con el enemigo, asesinatos y actos de
barbarie", fue ejectuado a finales de
1944 junto a Lafont y otros miembros
de la Gestapo francesa en el Fort de
Montrouge, en París.
Alexandre Villaplane, internacional galo en el Mundial de Uruguay, encontró su sitio en la rama francesa de la Gestapo, la carlingue,
aterrorizando París durante tres años
El Villaplane futbolista ya dejaba entrever una mirada poco limpia.
94
Sempre Compos
Siempre Compos. Éste es uno de los lemas favoritos de la afición de la Sociedad Deportiva Compostela, que acaba de regresar a la Segunda B. En los años 90, y con José María Caneda como presidente, el Compos asomó la cabeza en la
élite, manteniéndose durante cuatro temporadas en Primera. Después, el sueño se transformó en pesadilla, bajando a Regional Preferente y perdiendo, tras una
liquidación, hasta su propio nombre. Ahora, lucha por renacer.
Texto de Rafa Jiménez / @raf_jimixFotos de agencias y SD Compostela
95
Milagro en tierra del apóstol
Sentado en su asiento de tri-
buna, mirando a tanta gente
a su alrededor, Andrés es la
viva imagen de la felicidad.
No se lo acaba de creer. Por
fin, después de lustros de soledad, el
estadio de San Lázaro vuelve a estar
repleto de público. Pocos asientos va-
cíos. 10.000 almas atentas a un balón,
a 22 jugadores. No hay ningún punto
en juego, no hace falta sufrir por un
gol encajado o por una ocasión desa-
provechada. Hoy, la emoción no viene
provocada por el fútbol, llega del con-
texto, de estar viviendo 'ese momento'.
A sus 78 años, se siente mal porque no
puede reprimir la alegría de disfrutar
con ese maravilloso ambiente a pesar
de que toda esa gente se ha reunido
por culpa de una tragedia. El minuto
de silencio le devuelve a la realidad, le
hace regresar de ese viaje que, sin saber
muy bien por qué, le ha llevado al Carlos
Tartiere, a aquel mes de junio de 1994...
El 1 de junio de 1994, Oviedo se
convirtió por un día en una pequeña
Santiago de Compostela. El motivo
bien lo valía. La Sociedad Deportiva
Compostela, fundada en 1962, estaba
a 90 minutos de jugar por primera vez
en Primera. Después de dos choques de
la promoción de ascenso -o descenso,
según se mire- contra el Rayo Valleca-
no que habían acabado en empate, la
suerte se tenía que decidir en un único
partido en campo neutral. En coche, en
tren o en autocar, 11.000 santiagueses
se adueñaron del Carlos Tartiere para
apoyar a su equipo en ese histórico día.
El milagro de ese Compos que
estaba tan cerca de la gloria tenía
dos 'culpables': José María Caneda y
Fernando Castro Santos. Caneda, ex
deportista de la sección de atletismo
del Compostela, asumió la presidencia
en 1987, con el equipo en Tercera. Castro
Santos, padre de Diego Castro, actual
jugador del Getafe, era un ex futbolista
del Pontevedra con experiencia en ban-
quillos de Segunda B. Después de un par
de temporadas de transición, Caneda
llamó a Fernando y lo invitó a ver un
partido del Compos para hablarle de su
proyecto."Fui a Santiago para asistir a
un choque de la Copa de Galicia. Llegué
pronto al viejo estadio de Santa Isabel
para ver el ambiente. Empezó el parti-
do y me dediqué a contar al público allí
presente. Había 242 personas...", narra
Castro Santos que, con esta anécdota,
ilustra las dudas que le invadieron a la
hora de aceptar la propuesta para en-
trenar al equipo de una ciudad tan poco
futbolera. "Santiago es muy especial,
muy bella, pero siempre le había dado
la espalda al fútbol. Es una ciudad de
paso, llena de funcionarios y estudian-
tes que no se sienten identificados con
el lugar", explica Fernando, que se dejó
seducir por el entusiasmo de Caneda y
dijo sí a su reto.Bellido y Abadía (derecha) vinieron a Santiago atraídos por el proyecto de Castro Santos y Caneda (abajo, uno en cada esquina, en el viejo estadio de Santa Isabel).
96
Milagro en tierra del apóstol
El técnico gallego respondió a la
confianza depositada por su presidente
y en su primera temporada, la 89-90,
consiguió el ascenso a Segunda B. En el
balcón del Ayuntamiento, en mitad de
la recepción para celebrar ese éxito, el
alcalde de Santiago, Xerardo Estévez, se
acercó al técnico y le dijo unas palabras
que aún viven en su mente: "Por aquí
han pasado los Reyes de España y otras
grandes personalidades, pero nunca
había visto la plaza del Obradorio tan
llena. Enhorabuena". En ese momento,
el técnico del Compos se dio cuenta de
que algo estaba cambiando en la ciudad.
Lo que el entrenador desconocía era que
el alcalde tenía un pacto secreto con
Caneda. Si el Compostela alcanzaba
una categoría importante, la ciudad
construiría un nuevo campo. "Vete
haciendo un estadio porque voy a se-
guir subiendo", le espetó el presidente
a Estévez en aquella celebración.
ATERRIZAJE EN SEGUNDA El Compos sólo estuvo una temporada
en Segunda B ya que volvió a ascender
en 1991, alcanzando, por primera vez, la
Segunda. El proyecto, que había arran-
cado de la forma más humilde posible,
empezaba a hacerse grande. Caneda
creó un grupo reducido de gente de su
confianza que, a pesar de tener unas
instalaciones muy precarias, trabajaba
rápido y bien. "Yo no he sido de esos
presidentes millonarios y nunca quise
tener trato con intermediarios. José
González Fidalgo lo era y le dije que
se viniera conmigo, que fuera mi ge-
rente. Juntos, formamos un tándem
magnífico". Fidalgo, que conocía a la
perfección la zona de Vigo, fue clave
para traer a Santiago, a coste cero, a
jugadores con pasado en el Celta como
Fabiano, Nacho, Maric o Lucas. ¿La cla-
ve? Controlar el mercado, estar atentos
a los futbolistas que acababan contrato
y firmarlos antes que nadie. "Caneda
era, futbolísticamente hablando, muy
listo. Jugadores que no les servían a
otros clubes, se los traía al Compostela
y le daban muy buen rendimiento",
explica José Luis Iglesias, coordina-
dor de deportes del diario El Corrego
Gallego. "Algunos jugadores que ya
venían rebotados del mundo del fút-
bol encontraron en Santiago una gran
familia, humilde y que cumplía con
lo que prometía", dice Castro Santos,
haciendo referencia a jugadores ya
contrastados que llegaron a Santiago
como Iru, Tocornal, Bellido o Abadía.
Después de tres temporadas en
Segunda, el Compos tuvo la primera
oportunidad de elevar aún más su listón
con la promoción ante el Rayo de Hugo
Sánchez. Dos goles del nigeriano Ohen,
ex del filial del Real Madrid, y otro de
José le colocaron por primera vez en la
máxima categoría. "Aquel día es impo-
sible de olvidar. La ilusión de la gente
fue espectacular y, por suerte, todo
salió bien", rememora el socio Andrés
Regueira, que estuvo aquella tarde en
el Tartiere acompañado de su esposa
Marisa. Agustín 'Tato' Abadía formaba
parte de aquel equipo. El oscense, leyen-
da del CD Logronés al que ahora entre-
na, había tenido un excelente ojo. En su
primera temporada en Santiago, había
sido protagonista en la proeza de subir
a Primera. "No es algo que se planteara
desde un inicio, pero el equipo entró
en una dinámica positiva y, aunque
estuvimos a punto de no conseguirlo,
al final se pudo dar una alegría ex-
traordinaria a toda la afición", recuerda
el 'Tato'. De esta forma, la promesa de
Xerardo Estévez, el Estadio Multiusos
de San Lázaro, entró a formar parte de
los carruseles de Primera apenas un año
después de su inauguración.
Para su primera temporada en la
élite, el equipo se reforzó con futbolistas
como Villena, Lekunberri, Christensen,
Passi, Galdames o Paco Llorente. El 4 de
septiembre de 1994, el Compos debutó
en Primera, con una derrota en casa ante
la Real Sociedad. En la segunda jornada,
otra vez en Oviedo, sumó su primer pun-
to y consiguió, por mediación del danés
Christensen, su primer gol. En el año
del debut, el Compostela pudo celebrar
la permanencia sin tener que jugar ni
la promoción, pero ese verano, Castro
Santos dejó el club. "Cuando me tocaba
renovar, me bastaba con reunirme con
En los 90, José María Caneda y Fernando
Castro Santos lograron la proeza de
subir al Compos de Tercera a Primera en
cuatro años
97
Milagro en tierra del apóstol
Caneda en cualquier sitio, escribir las
condiciones en una servilleta y darnos
un apretón de manos. Sin embargo,
aquel año la cosa fue diferente", re-
cuerda Fernando. El técnico pensaba
que merecía un mejor contrato y le
pidió permiso a Caneda para escuchar
otras ofertas. El Sporting se interesó
y le hizo una proposición, a la que el
gallego debía responder en 48 horas.
Castro Santos intentó hablar con 'el pre-
si', que estaba ilocalizable después de
sufrir un problema de salud. Fernando
fue a visitarlo al hospital, con la mente
puesta en Gijón: "Al verlo en la cama,
en ese estado, no me atreví a decirle
lo del Sporting. Me callé. Pasaron los
días y él creía que yo había firmado
por otro club. No era cierto. Los dos
somos de fuerte personalidad y él se
buscó a otro entrenador". Caneda da su
versión: "Quizás hubo una confusión,
pero siempre he considerado a Fer-
nando un caballero. Nunca he valorado
mucho el trabajo de los entrenadores
porque creo que lo importante son
los futbolistas, pero tuve que buscar
uno nuevo. Un día, me encontré con
Fernando Vázquez en una cafetería de
Santiago. Me dijo que a él nunca le
había dado una oportunidad y a los
pocos días, ya lo tenía entrenando en
San Lázaro".
El Compos vivió una primera
vuelta de ensueño con su joven y nuevo
técnico, llegando a ser subcampeón de
invierno, sólo superado por el Atlético
de Madrid. "Antes de las vacaciones de
Navidad, nos jugamos el subcampeo-
nato de invierno contra el Espanyol,
que también tenía opciones. Ganamos
3-0 y fue una gran alegría, lástima que
después encadenáramos 12 partidos
sin ganar", recuerda Abadía. A pesar
de esa mala racha, el equipo acabó la
liga sin apuros, alcanzando la décima
posición, la mejor de su historia. Con
un juego dinámico y atractivo, el fútbol
español empezó a acostumbrarse a las
carreras de Vázquez por la pista de
atletismo del Multiusos cada vez que
celebraba un gol de su equipo.
Ese 1996 fue especialmente in-
tenso para la 'Esedé', aunque no siem-
pre por aspectos positivos. En el mes
de marzo, Caneda y Fidalgo se vieron
involucrados en la ya mítica pelea con
Jesús Gil en la puerta de la sede de la
LFP. "Todo tiene su contexto. Yo era
amigo de Gil antes de aquello y des-
pués lo seguí siendo. Quizás era un
poco botarate, pero no era mala per-
15 años después del último partido en Primera, el Compos, ahora en Segunda B, quiere ir poco a poco.
Santiago, que siempre le había
dado la espalda al fútbol, construyó un nuevo estadio
para sus héroes inesperados
98
Milagro en tierra del apóstol
sona", explica Caneda. El 12 de octubre,
ya en la tercera temporada del Com-
postela en Primera, a Ronaldo, estando
en el Barça, se le ocurrió marcar en el
Multiusos un gol de antología. "En esa
jugada, alguien le tendría que haber
hecho una falta, y fin de la historia",
comenta el socio Andrés. En cambio,
Abadía, que ya no estaba en aquella
plantilla, tiene una visión diferente:
"Puede que a algunos no le guste, pero
ese gol en San Lázaro se ha visto por
todo el mundo y es una prueba de lo
bien que se hicieron las cosas ya que
Santiago pudo ver de cerca a jugadores
de esa enorme calidad".
SE ACERCA EL FIN Los aficionados del Compos, entre ellos
Andrés, siguieron disfrutando dos años
más del fútbol en Primera, viendo pasar
por sus filas a jugadores como Penev,
Popov, Chiba, el portero Fernando,
Aguirretxu, Sion o Tabuenca. En la
campaña 97-98, la cuarta en Primera,
el Compos pudo evitar el descenso
directo después de una brillante recta
final, con un polémico 2-6 en campo del
Depor en la penúltima jornada. En la
pomoción, el Villarreal pedía paso con
fuerza y mandó a los gallegos a Segunda.
Dos partidos, dos empates; el adiós a
Primera vino por el valor doble de los
goles en campo contrario.
El 24 de julio, Antonio Quinteiro pasó
cerca de la curva 'A Grandeira' 15 mi-
nutos después del accidente. En ese mo-
mento, todo estaba ya acordonado por
la policía y los servicios de emergencia.
Poco pudo ayudar, pero enseguida se
dio cuenta de la magnitud de la trage-
dia. Días después, al conocerse la canti-
dad de víctimas y heridos, pensó que la
mejor forma de ayudar, en su calidad
de presidente de la SD Compostela, era
organizar un partido amistoso de ho-
menaje a los voluntarios y fallecidos. Es
cierto, este 4 de septiembre no hay que
comprar entrada para ir a San Lázaro,
pero la respuesta de los santiagueses le
emociona. Sentado en el palco, piensa
que, después de todo, el sacrificio que
está haciendo por el club también le
da sus satisfacciones.
Quinteiro acudió al rescate del
Compos, club en el que había jugado en
los juveniles y en el filial, en 2011. Ese
año, el club ni siquiera podía llamarse
Sociedad Deportiva Compostela. Desde
el adiós a Primera en 1998, todo había
ido a peor. En el primer año en Segun-
El lateral zurdo Nacho cambió Vigo por Santiago en 1992. En San Lázaro estuvo ocho años.
En 1998, tras el adiós a la élite, el club
estuvo a la deriva. Entró en liquidación,
perdió hasta su nombre y malvivió
en Preferente
99
Milagro en tierra del apóstol
da, Caneda mantuvo la estructura para
intentar volver a ascender, fichando a
jugadores de renombre como Nando o
Radchenko. La masa salarial era de-
masiado elevada, y el club empezó a
acumular una excesiva deuda.
En la temporada 02-03, el Com-
postela hizo su última aparición en Se-
gunda. Sólo duró un año, y al siguiente,
sufrió un segundo descenso seguido a
Tercera, que en realidad fueron tres.
Administrativamente, y debido a las
deudas, acabó en la Regional Preferente.
"Aquello fue un atraco del Ayunta-
miento y de la Televisión de Galicia,
que nos debían mucho dinero, pero no
pagaban", se defiende Caneda. En mayo
de 2005 se hizo la apertura de la liqui-
dación concursal del club y, en verano
de 2006, se llevó a cabo la subasta pú-
blica de todos sus bienes, incluidos sus
trofeos y la marca ‘SD Compostela’. En
paralelo a la liquidación, Caneda creó
una nueva sociedad, Campus Stellae, y
obtuvo en subasta pública los derechos
sobre el nombre del club.
Como el ave fénix, Caneda y su
Compos volvieron a resurgir de sus ce-
nizas y el equipo regresó a Segunda B en
2010. Pero la situación estaba lejos de
ser estable. Los jugadores amenazaban
con ir a la huelga porque no cobraban y
el club, otra vez acuciado por las deudas,
bajó de nuevo a Preferente. A pesar de
caer hasta los infiernos del fútbol ama-
teur, Andrés Regueira, cofundador de la
peña Fonte Sequelo en el año 2000, se
mantuvo fiel cada domingo, y en muchos
desplazamientos, a su equipo.
Caneda fue entrando y saliendo
de la presidencia hasta que en 2011, y
con el Compostela todavía en categoría
regional, decidió dejarle el puesto a An-
tonio Quinteiro. Se ponía fin a más de
20 años del binomio Caneda-Compos.
"Santiago siempre le tendrá que agra-
decer a Caneda lo que hizo por el club,
pero él no se supo retirar. Si lo hubiera
hecho a tiempo, hoy sería un héroe y
tendría una calle en la ciudad", reme-
mora el periodista José Luis Iglesias.
El ya ex presidente, sin embargo, no
quiere ni homenajes ni calles con su
nombre. "En el mundo del fútbol te
dan muchas puñaladas. Yo nunca le
robé al Compostela, sería como robar
en mi propia casa. No soy de hacerle la
pelota a nadie, pero tampoco me gusta
que me toquen las narices", sentencia
de forma contundente.
Antonio Quinteiro y su junta se
pusieron a trabajar. "Lo primero que
hicimos fue recuperar la marca y los
trofeos. Se consiguió a través del cum-
plimiento de algunas deudas. A partir
de ahí, nos esforzamos en recuperar
la ilusión de la gente y la confianza de
instituciones y empresas para que nos
ayuden. Es un proyecto del club, pero
también de ciudad", explica Quintei-
ro, que prefiere no entrar a valorar la
gestión de Caneda, que aún le reclama
a la nueva directiva que le pague los
derechos por usar el nombre de la SD
Compostela: "Quinteiro es un hombre
valiente y yo le quiero ayudar, no fas-
tidiar. Sin embargo, la patente es mía
y yo reclamo lo que me pertenece".
Disputas al margen, el Com-
postela, con una buena estructura
base, empieza a mirar con optimismo
el futuro. Ha vuelto al tercer escalón del
fútbol nacional y sueña con un regreso
a Segunda, "la categoría que, aunque
no renunciamos a nada, merece una
ciudad como Santiago", dice el actual
presidente. La paz parece haber llegado
al club, aunque la presencia de Caneda
siempre está latente: "Si volviera a co-
ger el club, lo pondría en Primera en
tres años. Ya lo hice una vez, y ahora
sería más fácil".
Fin del partido. 0-0, pero es lo de menos.
Lo importante era honrar a los 79 muer-
tos del accidente de tren y a los vecinos
de Angrois. Andrés mira orgulloso su
estadio, le vienen flashes de partidos
de Preferente con las gradas desiertas.
De repente, siente una mano que le toca
la espalda. Es su nieta. Sara. Tiene 12
años y siempre viene con sus abuelos
al Multiusos. Ella nunca ha visto al
Compos en Primera, y quién sabe si lo
verá algún día. Sin embargo, mientras
participa en una ovación a las vícti-
mas, Andrés piensa que estar o no en
Primera tampoco es tan importante.
Ya sin Caneda, la 'Esedé', que ha
vuelto a Segunda B, parece haber
encontrado la paz bajo la presidencia
de Quinteiro
100
Ballack, el gafe
Ganó todas las grandes competiciones nacionales en Alemania y en Inglaterra, pero perdió buena parte de las finales internacionales que jugó. El número 13
marcó su carrera...
Texto de Francisco Ávila / @pacoavilaIlustración de Àlex Santaló / @alexsantalo
101
El Delorean: realidad vs ficción
Punto y final. Gorlitz, Chemnitz, Kaiserslau-
tern, Leverkusen, Múnich, Londres y vuelta a
casa. Se sentía satisfecho: había conseguido
muchos de los sueños que perseguía en los
17 años que había durado su carrera. Nacido
en territorio de la antigua Alemania comunista, junto a la
frontera con Polonia, Michael Ballack tenía la clase de los
mejores, el porte de los elegidos, físico y dotes de mando.
Su padre, Stephan, supo desde siempre del talento
innato de Michael. Por eso, aquel ingeniero civil no dudó
en sacrificarse y conducir durante unos cuantos años la
furgoneta familiar para llevarle tres veces por semana a
Chemnitz, 300 kilómetros de ida y vuelta.
Allí le enseñaron que al talento había que sumarle
espartana disciplina para llegar a ser alguien en el fútbol y
lució su primera camiseta, aquella de color blanco con ribetes
azules del BSG Motor Karl-Marx-Stadt, el club que le dio la
oportunidad de debutar en la tercera alemana con 19 años.
Ahora, tanto tiempo después, el orgullo por aquel
Mundial conquistado en el 2002 que tiene en la vitrina
de casa lo compensa todo, como aquellos malos momentos
vividos ese mismo año cuando alguien decidió cambiar el
nombre de su equipo y denominarle 'Neverkusen', porque
fue el Bayer Leverkusen el mejor subcampeón en todos los
torneos en los que competía.
Le viene a la cabeza el día que el presidente del Chem-
nitzer FC le invitó a pasar a su despacho para anunciarle
que iba a aceptar una oferta del Kaiserslautern. Los 75.000
euros de la época (1997) salvaron la economía del club, esa
es otra pequeña victoria de la que se siente orgulloso.
A Ballack le costó muy poco saborear el éxito. Con
22 años participó en la consecución de la Bundesliga con el
Kaiserslautern, donde tuvo un paso efímero. Su representante
le habló del caso Bosman y se acogió a una sentencia judicial
para firmar por el Bayer Leverkusen a cambio de cuatro
millones de euros.
Allí vivió lo mejor y lo peor del fútbol, todo condensado
en una temporada, la 2001-02. Cuando tenía la Liga entre los
dedos, el Bayer Leverkusen perdió dos de los últimos tres
partidos y cedió el cetro al Bayern de Múnich; cuando partía
como favorito, cayó en la final de la Copa ante el Schalke 04,
y también sucumbió en la de la Champions frente a aquella
maravilla de gol marcado por el madridista Zinedine Zidane.
Con esos precedentes pensó en que nunca iba a rom-
perse el halo de eterno perdedor que se había iniciado dos
años antes, cuando ya en Leverkusen su equipo necesitaba un
empate en la última jornada ante el modesto Unterhaching
para convertirse en campeón y perdió 2-0. El título se fue a
Dortmund y Ballack marcó un gol en propia puerta.
En el verano de 2002, tuvo la oportunidad de acabar
con la impresión de que su vida deportiva había sido un 'sí,
pero no' continuo e incluso llegó a pensar que mucha culpa
de lo que le estaba ocurriendo tenía que ver con el número
13 que lucía en la camiseta.
Llegó el Mundial, con 25 años estaba en el mejor
momento de su fútbol y además acababa de firmar un gran
contrato con el Bayern de Múnich, su próximo equipo.
Rudy Völler, el seleccionador, le dio los galones y él
lo aprovechó. El equipo no acababa de funcionar, pero iba
ganando. Superó la primera fase con dos victorias y un em-
pate. En octavos, Neuville solucionó el partido ante Paraguay;
pero a partir de entonces Ballack fue protagonista.
Anotó el gol en el choque de cuartos ante Estados
Unidos y el tanto ante Corea del Sur que le dio el pase a la final.
Aún recuerda, en una extraña mezcla de alegría y
sinsabor, el extraordinario ambiente que se vivió en el estadio
de Yokohama después de que Alemania derrotara contra
pronóstico a Brasil. Era su gran momento o el que tenía que
haber sido su gran momento.
Llegaron más títulos en Alemania, con el Bayern de
Múnich, y también en Inglaterra, donde apuró los últimos
años de su carrera vistiendo la camiseta -siempre con el 13
en la espalda-, del Chelsea londinense.
Sentado en el salón de casa, comprobó el brillo de
las cuatro Bundesligas, la tres Copas y la Copa de la Liga
alemanas, la Premier, la Comunity Shield y la tres Cups y la
Copa de la Liga inglesa.
Era consciente de que había perdido más finales
de las que había ganado y se había sentido especialmente
fracasado tras perder la final de la Champions de 2002 o la
de 2008, cuando un resbalón de John Terry acabó con todo.
Con la selección siempre pensó que una buena retira-
da hubiera sido ganar el Mundial de Sudáfrica, pero no jugó
por lesión, y tampoco puede estar especialmente feliz después
de aquella derrota ante España en la final de la Euro 2008.
La derrota más dolorosa, seguramente, fue en casa.
En la semifinal del Mundial de 2006 disputada en Dortmund
ante Italia. Ballack siempre se culpó de que un error suyo
fue determinante para la victoria de Italia. Otro mal día.
En un lugar destacado de su casa, figura la bola do-
rada con la inscripción ‘2002 FIFA World Cup‘. Le da vueltas
y más vueltas a una idea. No lo quiere recordar. Su gran
éxito como futbolista, el triunfo que había borrado para
siempre el estigma de perdedor es en realidad una jugada
del destino. Ballack es, como capitán, quien levanta la Copa
en el antepalco del estadio nacional de Yokohama, aunque
no jugó el partido por acumulación de tarjetas. Nuevo guiño
del destino.
'EL FÚTBOL QUE SE LEE', AHORA TAMBIÉN
EN TU DISPOSITIVO MÓVILAntonin no ha podido resistir la tentación de morder la manzana de Apple. Por eso ya está disponible en la AppStore la aplicación de 'Panenka', donde encontrarás todos los números publicados
hasta la fecha, enriquecidos con vídeos, para que los puedas leer en cualquier lugar a través de tu smartphone o tableta. Además, los números #00, #01 y #02 podrás descargarlos de forma gratuita. ¿A qué estás esperando para bajarte la aplicación del momento?
Cajón de Sócrates
Un espacio donde cabe todo lo que nos ayude a ver el fútbol desde más allá del fútbol…
y con el Doctor en la memoria.
Antonio Soler
“El fútbol a secas genera
pobreza mental”
Pág. 106-107Por César Sánchez
Jennifer Pareja
Biografías inéditasEl (des)cuento
"Víctor Sánchez
me tiene alucinada"Fútbol enminúsculas
El fantasmadel pasado
Pág. 104 Pág. 105 Pág. 112
Por Jordi DomínguezPor Senil Dion
Por Jesús María Abascal
0255875960
Uno-equis-dos
Texto de Jordi Domínguez
Foto
de
Get
ty
104
Edad: 29 añosProfesión: Jugadora de waterpoloLocalidad: Olot
1. Como socia del RCD Espanyol, este año ve al equipo… entre dos aguas – en el trampolín a EuropaAhora mismo estamos muy bien, esperemos que se mantenga. Estoy disfrutando mucho del Espanyol. 2. El deporte femenino está descuidado como… todo lo que no es Barça o Madrid - Los aledaños del Camp Nou de nocheEl CN Sabadell puede ganar tantos títulos como el Barça de las 6 copas, y ni así nos hacen caso. 3. Una waterpolista de élite cobra anualmente… menos que una cajera del súper – Lo que gana un futbolista en dos díasNo estamos tan mal, pero es gracias a las becas ADO. Si contásemos sólo con los sueldos de los clubes…4. Sergio Ramos celebró el oro en waterpolo con un mes de retraso en Twitter. Le pareció… gracioso – una cagada¡Yo incluso le respondí porque me hizo gracia! Fue el único del R.Madrid que nos felicitó.
5. ¿Qué representó un mayor chasco? Perder la final de Londres 2012 – Perder los Juegos de Madrid 2020Perder siempre fastidia, pero la final ya fue un sueño cumplido. Madrid significaba un futuro para deportes como el nuestro.6. Lo del “relaxing cup of café con leche” le pareció… de tarjeta roja – Para hacer la olaJajaja, me pareció diferente. Dejémoslo ahí.
7. ¿Cuántas entrevistas ha hecho desde que es campeona del mundo? He perdido la cuenta - Menos que a Sergio GarcíaHan aumentado, pero menos que a cualquier futbolista. Seguro.
8. Si el Espanyol vuelve a jugar una final de la UEFA… a la tercera será la vencida - Irá usted a tirar los penaltisYo para el fútbol no sirvo, pero si volvemos a jugarla ya nos toca, que en Glasgow me harté a llorar. 9. ¿Dónde se sienta cuando va a ver al Espanyol? En Cornellá – En El PratEl club me trata genial y siempre que voy me dan un palco, pero no sé en qué parte queda…
10. A los que dicen que el Espanyol es el filial del Madrid… les haría la ahogadilla – No vale la pena ni responderlesYa me he cansado, porque además es mentira y los datos están ahí. Hemos perdido más veces contra el Barça.11. ¿Qué partido es más caliente? Espanyol vs Barça – Sabadell vs MediterraniSe ha perdido un poco esa rivalidad en waterpolo. En un Espanyol-Barça me pongo histérica.
12. ¿Quién reparte más estopa? Una húngara en remojo – Colotto cabreado Las húngaras dan mucha estopa y bajo el agua nos cosen a puñetazos.
13. ¿Y quién se tira más veces al día a la piscina? Jenifer Pareja – Alexis SánchezJajaja, está la cosa igualada. No puedo con los jugadores teatreros, sean del equipo que sean.
15. ¿De qué están hechos sus bañadores, que nunca se rompen? De lo mismo que Víctor Sánchez - No lo sabe ni la NASAJajaja, me tiene alucinada Víctor Sánchez. Es el mejor ejemplo del espíritu que queremos para el Espanyol.
JenniferPareja
14. Si el Espanyol pierde a Casilla usted traería a… Casillas – Laura EsterLaura es la mejor portera de waterpolo del mundo y sería un seguro para el Espanyol.
Texto deSenil Dion @senildion
Biografías inéditas
105Da igual que seas un niño que mira jugar a los mayores o un
ejecutivo que atraviesa el parque de camino a una reunión.
Si me conoces, yo también te conozco a ti. Sé lo que piensas.
Puede que mires hacia otro lado o que finjas seguir la conver-
sación con quien te acompaña. Pero no puedes evitarlo. Es ver
la pelotita rodar y al instante te brota un deseo inconfesable:
quieres que el balón escape y vaya a parar a ti. Lo devolverás
con un solo toque, como mucho dos, y será suficiente. Quedará
claro que tú también hablas fútbol.
Si para hablar en mi lengua no importa la edad, mucho
menos influye si lo haces en un campo homologado o si tus
postes están formados por un montón de chaquetas y un
par de mochilas. A mí me trae sin cuidado que me juguéis
con equipaciones oficiales o que bajo los palos haya varios
porteros acostumbrados a partidos simultáneos. Os voy a
hacer a vibrar igual con un golazo por la escuadra que con
la plasticidad de un trozo de tortilla que vuela a cámara
superlenta como si en lugar de haber salido despedido de
alguno de vuestros bocadillos saliese de una peli de Ang Lee.
A estas alturas ya sabéis que nací en Inglaterra en
el siglo XIX y que viajé con los marineros británicos a los
puertos de medio mundo. De todos los nombres que tengo, el
que más me gusta incita a la fiesta: ¡Pachanga! Para vosotros,
los que me contienen a mí no son días cualquiera. Por eso,
más que por mi propia biografía, creo que se me debería
juzgar por aquello que provoco en las vuestras. Por mí sois
capaces de faltar a clase y al trabajo. De posponer vuelos o
reuniones y de saltaros los benditos consejos del médico.
Por mí incluso llegasteis a hacer un paréntesis en el frente
de Teruel para cambiar momentáneamente los fusiles por
el balón. Aunque, de todas las cosas que he escuchado, la
que más aprecio viene de Italia: si hay pachanga, mujer mía,
no te conozco.
Yo os he enseñado que son tantas las cosas que unen
a los hombres como las que los separan y que, puestos a
clasificar a la humanidad, es posible hacerlo de múltiples
maneras: los de blanco contra los de negro, Barça contra
Madrid, solteros contra casados, los que son 'del equipo'
contra el resto, a dedo, o simplemente al azar.
Soy la viga maestra de vuestra agenda, la piedra an-
gular sobre la que descansa el peso de toda la semana. El
que encontráis en mí es un espacio de intimidad colectiva.
Y os salgo bastante más barata que los psicólogos. En mí
podéis poner en práctica todos vuestros trucos. Yo amo a
los jugones, cualquiera que sea su nivel. Doy cabida a los
que apenas han aprendido a sostenerse y a los que ya tienen
barrigas insostenibles. Acojo a los que vienen a competir y a
los que, más que nada, lo hacen por las cervezas de después.
Me da lo mismo. En mí sois todos iguales. El balón os hace
camaradas. Porque el fútbol auténtico, el de la gente -el fútbol
en minúsculas- tiene más sentido cuando se comparte. ¿El
otro? El otro es solo un programa de televisión.
Fútbol en minúsculas
106
Este soy yo... ahora
AntonioSoler
En las estanterías de su casa se acumulan galardones tanto literarios, donde destacan el Herralde y el Nadal, como sociales, como
la Medalla de Oro de su Málaga natal (1956), que incluso le ha dedicado una calle.
Extraña mezcla para un escritor, siempre amenazado por que la fuerza de su ficción
acabe apartando la realidad a un rincón. Quizá, que las historias de Soler giren en
torno a personajes y situaciones mundanas ayuda a entender el éxito que ha cosechado
entre críticos y paisanos. Su título más reconocido es El camino de los ingleses,
que él mismo guionizó para la película de Antonio Banderas, pero su obra es ingente,
como su interés por el fútbol. Su atención se reparte principalmente entre La Rosaleda
y el Camp Nou.
Texto de César Sánchez / @cesar_sanchez_ Foto de agencias
107
Las verdaderas estrellas de la sociedad son los futbolistas o los rockeros. Los personajes del mundo de la cultura
están bastante más ocultos, pero aunque este oficio sea solitario y transmita muchas inseguridades, uno también se dedica
a ello, en parte, porque persigue un reconocimiento. Y quien no lo reconozca, creo que tiene un problema de falsa humildad.
Soy un gran defensor del estilo, ya sea en el fútbol o en la literatura. Cuando tengo una historia en la cabeza
que quiero contar, tanto como el argumento me interesa el modo en que la voy a contar. No me vale meter cinco goles
jugando mal y, siguiendo el símil, mi objetivo es que el público se vaya del estadio contento con el fútbol que ha visto y
no sólo con el resultado.
Los futbolistas son simplemente atletas y su función debe ser la ejecución del juego de la mejor manera posible.
Salvo algunos entrenadores ilustrados, el resto sólo cumplen su cometido. A los que estamos fuera es a los que nos toca
reflexionar sobre la dimensión exagerada que está alcanzando este deporte.
¿Literatura deportiva? A mí me interesa la buena literatura y el asunto del que trate no me importa demasiado.
El Ulises de Joyce son 1.000 páginas en un día de la vida de un oficinista dublinés. En principio eso no debería interesar a
nadie y luego te das cuenta de que se trata de una obra de arte. Pues lo mismo podría pasar con un Elche-Rayo Vallecano.
En deporte, recuerdo una novela que me gustó mucho, el Alpe d'Huez de Javier García Sánchez.
Fútbol y cultura mezclan bien. Fútbol a secas genera pobreza mental.
Que se suba el IVA a los productos culturales mientras el fútbol debe centenares de millones a hacienda
define la dimensión tan extraña que tienen algunas cosas en este país. Es una muestra más de que los poderosos son muy
poderosos y de que la ley no es igual para todos.
Me identifico con la figura del entrenador, porque los escritores somos también quienes planteamos la estra-
tegia. Tienes el partido más o menos dibujado en la cabeza y debes mover muchos resortes para que la historia concluya
como tú quieres. La creación no es sólo una intuición que viene no se sabe muy bien de dónde, sino que está la ejecución
del trabajo del novelista, que es continuado, necesita de disciplina y se hace en solitario. De ahí que sienta que existen
paralelismos entre ambas profesiones.
Mi afición al fútbol viene de la calle y de los años en los que jugaba en el equipo del colegio. De las cosas que
he hecho en mi vida, quizá fuera de las que más me han gustado.
Tengo mucho reparo hacia los equipos artificiales, como ha podido ser el Málaga en estos últimos años. Suelen
ser clubs etéreos, porque vuelan, pero este curso estoy más contento en ese sentido porque el jeque ha dado un paso atrás
y cada vez se ven más los frutos del trabajo de cantera que se está llevando a cabo, como por ejemplo con chicos de la
calidad de Portillo.
Juanito fue un personaje en el sentido amplio de la palabra y del que se puede sacar mucho provecho literario.
Conocí su historia muy de cerca cuando hice un documental sobre él para Canal Sur. Tenía una ambivalencia para ser
extraordinario tanto en lo bueno como en lo malo; un tipo de una extraordinaria vitalidad.
Dentro de la afinidad de una persona por un equipo siempre hay algo misterioso cuando la elección no es
evidente. Recuerdo que con 11 años, en el colegio de curas, me expulsaron de la clase de gimnasia porque todos debíamos
llevar una camiseta verde y yo llevaba una del Barça. Siempre me gustó el equipo por cómo jugaba al fútbol y porque en
mi adolescencia era un refugio para los que odiábamos el centralismo de la dictadura. El Barça era un soplo de libertad.
Ahora tengo un conflicto porque no me gusta cómo la institución se posiciona en el tema político, me produce
rechazo. Dicen que el club es neutro, pero ¿cómo reaccionarían si Iniesta sacase una bandera española en la celebración
de un título?
108
Videoton FC
El fútbol se nutre de mitos. Y probablemente el que más
'proteínas' ha entregado al balompié mundial es aquel del
lejano 16 de julio de 1950, en la final del Mundial de Brasil, que
se erige con un nombre propio e inequívoco: el Maracanazo.
La gesta uruguaya ha tenido múltiples ecos, más
escritos que filmados, por ello ilusiona tanto el anuncio de
un nuevo libro con 'historias secretas' de aquel hito y, más
aún, su inmediata consecuencia: la realización de una ver-
sión cinematográfica que se titulará Maracanazo 1950, una
película que incluso ya ha sido declarada de interés cultural
por parte del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay.
Maracanazo 1950 De Sebastián Bednarik y Andrés Varela
Héroes modernos
Puede ser el gran testimonio de la época
dorada del deporte español. Por ello,
este largometraje de Juan Alfredo Amil
promete tanto: 12 historias, protago-
nizadas cada una de ellas por algún
deportista o institución de élite que
llevó a España a lo más alto del deporte
mundial. Bastante más allá del fútbol...
Selección canina
Tuvimos dudas de darle cabida a esta
producción mexicana, donde no hay
humanos, sólo perros. Sin embargo,
cuando averiguamos que han puesto
su voz nombres como Jorge Campos,
Jared Borguetti, el 'Pájaro' Hernández y
el mítico narrador 'El perro' Bermúdez
no lo hemos podido evitar.
TVZ, El Apache
Documental para Internet dirigido por
Javier Bagnoli sobre la vida de Carlitos
Tévez, 'el Apache'. Filmado en los cuatro
países en los que ha jugado (Argentina,
Brasil, Inglaterra e Italia), este docweb
se adentra en la esencia del futbolista
con testimonios en primera persona y
de su entorno.
Textos de Jorge Nazar / @jorgenazar
En declaraciones a la prensa
uruguaya, Atilio Garrido, periodista y
autor del libro, destacó la importante
labor de investigación que hizo, lo que
le permitió, por ejemplo, encontrar de-
talles que reflejan que la Celeste estaba
destinada a hacer historia: "Los jugado-
res estaban convencidos de que podían
ganarle a Brasil. En la foto tomada a
los equipos, previo al partido, se ve a
[Eusebio] Tejera y a Julio Pérez rién-
dose porque todos los fotógrafos se ha-
bían ido a tomar imágenes del equipo
de Brasil y Tejera les gritó: 'Vengan
aquí, que aquí están los campeones
del mundo", dice el periodista. Con
la base de la obra escrita por Garrido,
Sebastián Bednarik y Andrés Varela, los mismos que rodaron
Mundialito que en algún Panenka anterior ya hemos citado,
anunciaron que el documental sobre el Maracanazo ya está
en proceso, para "saldar una deuda que tiene la cultura
con esa página histórica del fútbol local".
La película, coproducida con Brasil, debería estar
lista para el 2014. Un documental esperado por muchos, no
sólo como reflejo de una añoranza, sino porque -como dijo
el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF),
Sebastián Bauzá- "el futuro se hace con el pasado". Ésa es
la esencia de la Celeste.
109
Reading FC
Desde hace un tiempo,
el público del Camp
Nou corea en el minu-
to 17 y 14 segundos de
cada mitad de un par-
tido el grito de "Inde-
pendència", reivindi-
cando un sentimiento
cada vez más genera-
lizado en Catalunya y
que recuerda el sitio
de 1714, que provocó
la caída de Barcelona
en la guerra contra las
tropas de Felipe V y la
abolición de la Gene-
ralitat. En el Santiago
Bernabéu, y con cada
visita del Barça, no es
difícil oír la canción Qué Viva España que popularizó Ma-
nolo Escobar, curiosamente un confeso seguidor culé. Estos
dos comportamientos en las gradas nos ayudan a reflejar la
rivalidad existente entre los dos grandes clubes del fútbol
español, europeo y mundial. La política está presente y ha
potenciado una rivalidad que no tendría tanta fuerza si fuera
simplemente deportiva.
Ésta es una de las ideas que el periodista inglés Sid
Lowe ha querido plasmar en su libro Fear and loathing
in La Liga (Miedo y asco en La Liga), que se inspira, según
confiesa el propio autor, en el famoso libro Miedo y asco en
Las Vegas de Hunter S. Thompson (1971).
La obra de Sid Lowe, que será publicada en España
en marzo de 2014 por la editorial Léeme Libros, trata el
clásico en todas sus facetas, retratando cómo es cada club y
en qué se fundamentan sus identidades. El autor, a lo largo
de 409 páginas, procura contar las historias humanas que
hacen que ambos clubes sean lo que son en la actualidad.
Después de dos años de trabajo, Lowe ha lanzado un libro de
periodista, pero también de historiador, que no se limita a
hacer una obra para el mercado inglés, explicando conceptos
que ya son conocidos para la afición española. La obra bebe
de las entrevistas con una cincuentena de protagonistas,
entre ellos Johan Cruyff y Alfredo Di Stéfano, que acaba
generando una historia oral y muy humana. De las potentes
connotaciones políticas, el autor ha intentado, según sus
propias palabras, "matizar, explicar, clarificar y desmitificar
algunas 'verdades' que no son tales".
Nacido hace 37 años en Londres, Sid vive en España
desde 2001, aunque ya había pasado una anterior etapa, entre
1996 y 1997, residiendo en Oviedo -actualmente lo hace en
Madrid-. Corresponsal de The Guardian y World Soccer y de
la ESPN norteamericana, aquí colabora en Al Primer Toque de
Onda Cero y en Panenka desde sus inicios. Éste es su segundo
libro después de una mucho más político: Catholicism, War
and the Foundation of Francoism in Spain (Catolicismo,
Guerra y Fundación del Franquismo en España).
Miedo y asco en La LigaSid Lowe
Iniesta. El genio discretoMeter el gol que
le da a tu país su
primera Copa del
Mundo o que cla-
sifica a tu equipo
para poder ganar
la tercera Copa
de Europa de su
historia ya son
motivos suficientes para merecer una
biografía a los 29 años. Esas dos proe-
zas, unida a su humilde personalidad,
han llamado la atención del periodis-
ta catalán Víctor Malo, que retrata la
evolucion de 'Andresín' a 'Don Andrés'.
La princesa del deporte reyNos guste o no, el
fútbol femenino
sigue siendo uno
de los deportes
más maltratados
en nuestro país.
Este libro del pe-
riodista David Me-
nayo intenta hacer
justicia con Vero Boquete, considerada
como una de las mejores jugadoras del
mundo. La obra narra la vida y trayec-
toria de esta futbolista que, como buena
gallega, tuvo que emigrar para ganarse
bien la vida.
A mí el pelotónAhora que el Athle-
tic ya ha estrenado
el nuevo San Ma-
més nos debemos
fijar en este libro
escrito por Patxo
Unzueta, corres-
ponsal del diario El
País en Bilbao entre
1978 y 1986. Esta obra, una gozada para
cualquier amante del Athletic, su filo-
sofía y sus mitos, fue escrita en 1986,
aunque en 2011 se hizo una reedición
con nuevos artículos del autor y un
prólogo de Santiago Segurola.
Textos de Rafa Jiménez / @raf_jimix
110
Retroportada
Han llamado de la de-
legación de Madrid,
nuestro corresponsal
está detenido'', nos dice
el redactor jefe. A estas
horas Oleg Blokhin ya debería haber cruza-
do el telón de acero de los kioskos, pero el
joven que arrasó a Beckenbauer y a Cruyff
en las votaciones del Balón de Oro no ha
podido regatear a la censura española. La
Jefatura de Prensa nos comunicó anoche
el secuestro de todos los ejemplares. "Os
dije que ese titular nos metería en líos",
grita el editor en una reunión que hemos
improvisado a última hora. En la tele que
hace de fondo Franco da su último discur-
so, "miradlo, pero si está acabado", dice el
maquetador. El Generalísimo podrá estar
jugando con diez en la prórroga, pero lo
cierto es que su hinchada todavía no lo
da todo por perdido. El teléfono no deja
de sonar en toda la noche: "Dice mi ma-
dre que no ha encontrado la revista por
ninguna parte", el redactor de Asturias ha
conseguido colar su entrevista a Quini y
cree que va a ser un éxito, sobre todo ahora
que el delantero del Sporting se ha recon-
octubre de 1975
Texto de Carlos Torres / @carlosaspeIlustración de Marta Vilches
ciliado con su afición después de marcar
cuatro goles al Español. Somos la primera
revista deportiva a la que nos secuestran
un número, "eso nos honra", les digo a los
muchachos. No hay humor para las bromas
y muchos piensan en qué dirán en casa si
nos detienen.
Cuando amanece nadie se ha ido a casa y
el becario baja a por churros y el periódico
del día. La competencia, en un gesto de de-
portividad, nos dedica un titular: 'Panenka
no se presenta al partido'. Dura poco la
calma, a mediodía los acólitos del régimen
nos han montado una manifestación en la
puerta. "¡Blokhin sólo es un ucraniano
que marca goles!", les grito desde la venta-
na y un señor me devuelve el pase en forma
de pedrada. No se puede razonar con los
ultras. A última hora, vuelve a entrar otra
llamada, es el encargado de la imprenta,
los de Prensa le han cerrado el chiringuito:
"Os juro que no os voy a dejar hacer nada
sobre soviéticos hasta dentro de 40 años",
sentencia. ¿Quién iba a pensar que cruzar
el Muro y volver con una entrevista iba a
ser más difícil que marcar una falta con
barrera.
111
El (des)cuento
El fantasma del pasado
Por Jesús María Abascal Ilustración de Pep Boatella / @PepBoatella
113
El míster cerró su carpeta de apuntes, tomada ya
la decisión. Atravesó el campo de entrenamiento y
sacó del rondo a uno de los más jóvenes, un chaval
imberbe, fino como un silbido y vivaracho como un
ratón.
–Mañana sales de inicio. Agustín te dará luego los
detalles tácticos–. Y se fue al despacho, dándole la espalda
a la sonrisa de felicidad surgida en el rostro del canterano.
No le había sido fácil. Después de casi 20 años como
entrenador de fútbol, había sufrido ataques del entorno me-
diático de todos los colores: que su libro de estilo estaba
trasnochado, que no analizaba bien al rival, que no sabía
leer los partidos, que no era capaz de apaciguar la lucha de
egos del vestuario... Todos aquellos titulares que se repetían
de manera cíclica en los diarios deportivos no le molestaban
en absoluto, falsos como los consideraba. El bucle de críticas
interesadas se veía interrumpido de vez en cuando con algún
título, oasis de calma que le permitía tomar aire durante un
par de meses.
Sabía que no era infalible, claro, ¿alguien lo es en los
banquillos? Había, sin embargo, un ataque en especial que
no sabía encajar bien: ''Este entrenador no da confianza y
minutos a los jóvenes de la casa''. Las habituales y mordaces
respuestas por las que era conocido en rueda de prensa
siempre que trataban de sacarle de sus casillas se tornaban
vaguedades y mejillas ruborizadas cuando salía el tema. Y
no encajaba bien aquella crítica en concreto por un motivo:
era cierta. Al menos, en parte.
El motivo, lejos de tener relación con la desconfianza
ante la inexperiencia, se hallaba enquistado en el pasado del
propio entrenador, cuando tres décadas antes...
...Debutaba, y eso ya era mucho. Tras año y medio
entrenando con el primer equipo y aguantando, aguantando,
aguantando, sin querer escuchar las voces de su entorno que
le aconsejaban arrojar la toalla y marcharse cedido, por fin
llegaba su oportunidad. Partido sencillo a priori, en casa,
rival de media tabla. El chaparrón de la mañana y el resol
de sobremesa le habían preparado un césped a la medida de
sus habilidades en la banda. ¿Cómo no triunfar?
El túnel de vestuarios olía a historia, a hormigón, a
exceso de la colonia de Pere, el portero titular, un tipo tan
presumido como extraordinario en sus palomitas. Por la
boca de salida al terreno de juego se filtraba la algarabía
del público incondicional, animando sin desmayo en una
sucesión de ra-ra-rás, aúpas, vamos campeones y demás
consignas. Todos sus sentidos absorbían la esencia de aquel
día tan especial al tiempo que su instinto, el de asesino frente
a la portería que le había llevado hasta allí, afilaba navajas
a la espera del pitido inicial.
Balón largo a su banda, piernas a máxima potencia,
un defensa bigotón en lontananza corriendo en perpendicular
a su posición. Fácil. Llegaría a la pelota una centésima de
segundo antes y saltaría para evitar la entrada a ras de
césped... En todo eso pensaba cuando los terribles tacos de
aluminio destrozaron su espinillera.
Antes de llegar al suelo ya sabía que allí terminaba el
partido para él. Los camilleros no le habían llevado todavía
a la enfermería cuando intuyó que su temporada se había
acabado. Al día siguiente en el hospital se completó el hat
trick: jamás volvería a jugar al fútbol profesional.
Cuando sus pensamientos regresaron al presente,
no le sorprendió comprobar que había estado todo el rato
acariciándose la cicatriz que causaba su leve cojera. La se-
mioscuridad del despacho se quebró al abrirse la puerta y
recortarse en el dintel la silueta de Agustín, su fiel segundo.
–Entonces... ¿mañana lo sacamos?– preguntó este.
–Ya viene siendo hora, ¿no? Está preparado–, dijo el
míster.
–¿Y tú? ¿Estarás bien?–replicó Agustín–. Sé por qué
has estado retrasando su debut. Te recuerda a...
–Todo irá bien–le cortó el entrenador– . Tú explícale
lo que tiene que hacer. Cierra la puerta, anda.
Unas cuantas horas después, quedaban solo siete
minutos para saber si aquello terminaría con empate a cero.
Era, seguro, el partido más aburrido que habían visto jamás
aquellos 30.000 espectadores. Y de pronto una abrumadora
sensación de déjà vu sobrecogió al entrenador local. Balón
largo a la banda. Un extremo debutante al sprint. Un defensa
que acudía raudo con una misión de Dios en sus tacos... Como
a cámara lenta, saltó del asiento con un grito de advertencia
asomando en su garganta y tirando a su alrededor varias
botellas de agua. No había llegado a salir del todo del ban-
quillo cuando el chaval picó levemente la pelota, saltó hasta
la luna haciendo inútil la entrada del zaguero y prosiguió,
como si nada, su ataque sorpresa sobre el área rival.
La jugada murió en nada y la prensa calificó aquel
empate en casa como un paso atrás en las aspiraciones del
equipo. Para el míster, sin embargo, fue el día en que el peor
de los fantasmas de su pasado decidió dejarlo en paz.
–Agustín, organiza una reunión con los de inferiores y
con los ojeadores de juveniles. Vamos a montar una pequeña
revolución en este club...–
114
Tomas falsas
Las intrahistorias del Panenka continúan en el blog Los apuntes de Antonin (www.panenka.org)
Los padres de Carles Busquets y, por lo
tanto, abuelos de Sergio, no dudaron ni
un segundo en acompañarnos por Badia
del Vallès. El paseo empezó en la plaza
del Ayuntamiento, siguió con un desa-
yuno en una terraza, y acabó con un
viaje relámpago en coche a las puertas
del campo municipal del CD Badia, bau-
tizado desde 2011 con el nombre del
campeón del mundo. Justo ahí pudimos
sacar esta entrañable instantánea.
Localizar a José María Caneda ahora
que ya no es presidente del Compostela
no es tarea fácil. Nadie parecía tener su
número de teléfono actual, hasta que
una llamada a su empresa familiar nos
puso en el camino correcto. "Espera que
salgo fuera. Estoy jugando a las cartas
y hay mucho ruido". La respuesta fue
la antesala de una conversación digna
del mejor Caneda, que se despidió con
un: "Cuando vengas a Santiago, llama".
Eso haremos, ni que sea para echar una
timba y recordar aquellos años en los
que era igual de mediático que Jesús Gil.
Imaginad que mañana tenéis que entrevistar
a alguien que es la mejor del mundo en lo
suyo. Alguien que incluso ha ganado una me-
dalla olímpica. Imaginad que, mientras estáis
preparándolo todo, esa persona se preocupa
de enviaros un mapa vía mensaje para que
no os perdáis, os pregunta qué queréis que
traiga para las fotos y, una vez allí, os trata
como si os conociera de toda la vida. Así es
Jennifer Pareja. Una campeona, sobre todo,
como persona.
Badia, en familia
¿Dónde está Caneda?
El placer fue nuestro
1
3
2
PANENKA_Supervivencia_21x29,7.indd 1 28/06/13 14:08
PANENKA_Supervivencia_21x29,7.indd 1 28/06/13 14:08
Polo Advance 1.2 60 CV/ 44 kW: consumo medio (l/100 km): 5,5. Emisión de CO2 (g/km): 128.
*PVP recomendado en Península y Baleares de 8.900 € para un Volkswagen Polo Advance 1.2 60 CV/ 44 kW 3p (IVA, transporte, impuesto de matriculación, descuento de marca y concesionario y Plan PIVE incluidos) para todas las operaciones con entrega a cambio de coche de más de 10 años y que financien a través de Volkswagen Finance SA EFC según condiciones contractuales un capital mínimo de 7.900 €, con una permanencia mínima de la financiación de 36 meses. Oferta válida hasta 31/10/2013. Modelo visualizado: Polo Advance con opcionales.
Ahora puedes tener un Polo completamente equipado con:
Aire acondicionadoAirbags frontales, laterales y de cabezaRadio-CD con función de reproducción mp3ESP, ABS4 altavocesUn árbol de serie para neutralizar las emisiones de CO2 de los primeros 2.206 km (entra en www.ThinkBlue.es y neutraliza más emisiones)
Faros halógenos y luz de marcha diurnaAsistente de arranque en pendientesRetrovisores térmicos con ajuste eléctricoElevalunas eléctricosAnclajes Isofix
Polo Advance 1.2 60 CV/ 44 kW
ecuacionpolo.com
Tener un caballo mola. Tener un Polo por 8.900 e* mola más.
PIVE 3
#EcuaciónPolo
Y si quieres que mole más entra en ecuacionpolo.com, ahora puedes llevarte uno.
16537 PANENKA 210X280.indd 1 12/09/13 12:06