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#23 Precio: 5 € LA ESCUELA DE LA CALLE Paul Gascoigne ''Nunca me he querido matar'' SD Compostela Santiago busca un nuevo camino Estrella Roja El último destello del fútbol yugoslavo CUANDO EL BARRIO MARCA AL FUTBOLISTA

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#23

Precio: 5 €

La escueLa de La caLLe

Paul Gascoigne''Nunca me he querido matar''

SD CompostelaSantiago busca un nuevo camino

Estrella RojaEl último destello del fútbol yugoslavo

CUANDO EL BARRIO MARCA AL FUTBOLISTA

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10Y por último... porque tenemos el mejor bono del mercado:

200€ gratis

1Porque somos pequeñitos y, por lo tanto, para nosotros cada cliente es lo más importante.

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Editorial

El ENTORNOY EL ARTISTA

En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia, hubo guerras,

matanzas, asesinatos... Pero también, Miguel Ángel, Leonardo

y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500

años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado?

¡El reloj de cuco!"

A los pies de la enorme noria del Prater, entre las sombras

de la Viena de posguerra, el personaje maquiavélico y tenebroso que

interpretaba Orson Welles en El tercer hombre ensalzó las ventajas

creativas que implicaría crecer en un entorno complicado. Aplicada al

mundo del fútbol, esta sentencia trazaría una relación directa entre el

entorno y el artista: a mayor humildad de medios, más probabilidad

de aparición de genios. Desde las villitas polvorientas de Lanús a las

calles de la Amsterdam bombardeada, desde las favelas brasileñas a

los descampados de Múnich, todos los grandes del balón comparten

unos orígenes modestos y -a pesar de la disparidad geográfica- unas

mismas coordenadas: un balón botando en un barrio. Al menos durante

el siglo XX, el fútbol resultó una pasión de y para la clase obrera. El

fútbol sigue esperando a su primer crack mundial surgido en un entorno

pudiente, al primer niño que se baje del carrito de golf de papá para

tirarle caños a las viejas del mercado.

En este número nos preguntamos cómo influye el barrio en la

formación del jugador e indagamos sobre la pervivencia del futbolista

de calle en un momento de canteras académicas globalizadas. Aún

desconocemos si la profesionalización precoz del fútbol formativo

-espoleada por los grandes clubes, en detrimento de históricas insti-

tuciones de barrio- acabará con el genio silvestre que brotaba como

mala hierba entre los adoquines de las plazuelas.

Como las de la Txantrea, en Pamplona. Barriada de aluvión

migratorio procedente del campo navarro en los 60, bastión de las

luchas antifranquistas en los 70, plaza fuerte del sindicalismo, el paro

y la droga en los 80, el barrio mantiene su espíritu contestatario: ''La

Txantrea pesadilla siniestra, eres la culpable de querer vivir en paz'',

cantaba Barricada, un grupo forjado en sus calles. Entre sus casas de

ladrillo vista, construidas por los propios vecinos, aprendió a pelotear

un tal Iker Muniain Goñi. Hace dos veranos, Iker hizo lo que sus colegas:

se bajó en bañador y chanclas al banco de la plaza con unas patatas

fritas y un refresco. Acababa de ganar el Europeo sub 21, pero la imagen

y el texto con el que la acompañó hablaban de su apego a las raíces:

"Como en el barrio, en ningún sitio".

¿Qué nos dice Muniain sobre la 'Txan'? ¿Cuánto del espíritu

rebelde de su vecindario hay en el habilidoso extremo del Athletic? ¿Si

hubiera nacido en La Moraleja seguiría siendo Iker un Miguel Ángel del

balón o sólo un reloj de cuco con piscina y jardín de nacimiento?

10Y por último... porque tenemos el mejor bono del mercado:

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1Porque somos pequeñitos y, por lo tanto, para nosotros cada cliente es lo más importante.

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PanenkaEl fútbol que se lee

23

Staff

Los cómplices del #23

Micrófono y botasRostro de referencia en Televisión de Catalunya con una longeva carrera de futbolista amateur.

Mediando con la palabraCon estudios en relaciones internacio-nales, al final se impuso su pluma muy poco diplomática.

Prosa gaditana Admirador de escritores y poetas, debuta en Panenka a través de la obra más célebre de Salgari.

EditaBelgrado 76 S.L.Trav. de Gràcia, 264, Entlo 2ª.08025 [email protected]@panenka.orgwww.panenka.orgfacebook.com/proyectopanenkatwitter.com/proyectopanenka

Suscripciones Ad-Lante Marketing SL

Impreso en ZaragozaCalidad GráficaEnero de 2013Depósito legal: B. 13528-2013

Cubiertas: Cyclus offset, 250 gr.Páginas interiores: Cyclus offset, 90gr.

© Belgrado 76 S.L.Panenka no se hace responsable de las opiniones vertidas, derramadas o evacuadas por los colaboradores en sus artículos. Reservados todos los derechos (si queda alguno). Prohibida su reproducción, edición o transmisión total o parcial por cualquier me-dio y en cualquier soporte sin la autorización de Belgrado 76 S.L. Aunque nuestra ruina no dependerá de un par de fotocopias.

El calendario marcaba el 2 de octubre cuando la delicada cadencia de For you sonaba por enésima vez en la redacción de Panenka. El #Panenka23 era una realidad y la dulzura de Julia and Angus Stone compensó un número de espíritu callejero.

Belgrado 76 S.L. es propiedad de los trabajadores de Panenka.

CoordinadorAitor Lagunas

Redactor jefeCésar Sánchez

Dirección de arte y maquetaciónMarta Vilches

Edición gráficaAlberto Estévez

Consejo de redacciónRoger XuriachRafa Jiménez Jorge NazarJavier GiraldoFrancisco ÁvilaToni PadillaÀxel TorresAndrea de PauliSid LoweVicent ChiletChema ErreCarlos Salgado

PublicidadÀlex López VendrellDavid Galbete

Fotografía de portadaGetty

Correctores lingüísticosJordi Anglès

Redactores webAlena ArreguiMarcel BeltranJorge EspinósLara GrauVíctor Guerrero

En la antiguía del #Panenka22, no apareció el escudo actual del Levante UD. Además, añadimos al actor Adrían Lastra una 's' de más en su apellido. Para completar la jugada, en el texto inicial se nos coló un andó que daña a la vista. Ahí anduvimos algo torpes.

Fe de erratas

Nuevo número explosivo de So Film

Carlos el Chacal, Jean-Pierre Léaud, Almería, Benicio del Toro.. en la recientemente elegida MEJOR REVISTA DE CINE DEL MUNDO

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Sumario

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Quizá Tíbet no sea el país más futbolero del mundo ni los tibetanos la afición más ferviente, pero eso son sólo estereotipos.

De Baena a Tendillo, pasando por Eto'o y Arshavin. Fútbol multicultural al servicio de las píldoras más digestivas de la revista.

Cinco barrios. Cinco países. Una misma realidad: el futbolista está marcado por la comunidad en la que crece. Badia y Sergio se cruzan miradas.

La decadencia hecha futbolista. Un talento de alta graduación. El ex jugador inglés Paul Gascoigne sigue pagando la hipoteca de su infancia.

Revivimos una de las escenas más comunes de la Inglaterra de entreguerras, cuando el idioma del balón se aprendía únicamente en las calles.

'Canito' era el más fuerte, el más chulo y el más triunfador del barrio. Pero se creyó invencible y firmó la prórroga más triste del fútbol español.

Desde la fría Rusia, el centrocampista andaluz del Spartak de Moscú, donde parece haber encontrado su lugar en el mundo, reivindica su fútbol.

Cristóbal Parralo, uno de los hijos pródigos del CF Damm, impregna desde el banquillo del juvenil A la filosofía cervecera, única en el fútbol español.

Embrujo gitano y espíritu bohemio. La barba y melena del gaditano Juan José Jiménez Collar siguen siendo un icono del fútbol español de los 80.

De la Copa de Europa ganada por el Estrella Roja en 1991 sólo queda el recuerdo. El último destello del fútbol yugoslavo fue una estrella fugaz.

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Sumario

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Terminar una carrera sin ligas, copas y torneos internacionales es muy duro. Los combinados nacionales han maquillado algunos resultados...

Ariete antiestético pero decisivo, pudo aumentar su leyenda en la Juventus de no haberse ido tras la Liga de Campeones de 1996. Sigue arrepentido...

Existe un rincón en el Reino Unido que sueña con situar a alguno de sus clubes en el entorno profesional. Un inmueble difícil de vender.

Etiopía sueña con clasificarse para el Mundial de Brasil. Y su gobierno ha activado un curioso mecanismo para subir la fiebre futbolera del país.

Dos británicos se encontraron en un estadio de Segunda y se prometieron vestir a los hinchas españoles con algo más que camisetas oficiales.

La ocupación alemana cambió por completo el paisaje futbolístico del país vecino, con la particularidad de que el balón nunca dejó de rodar.

El Compostela vivió sus años de gloria en los 90, con un ascenso relámpago a Primera gestado a través de dos figuras: Caneda y Castro Santos.

Siempre a las puertas, siempre un portazo. La maldición del '13' persiguió con especial crueldad al ex internacional alemán.

Qué mejor manera de cerrar este número que tributando a la 'pachanga'. Antonio Soler y Jennifer Pareja seguro que han jugado más de una.

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Cuatro toques para entrar en calor (es un símil futbolístico, ¿eh?)

A Bote Pronto

Sobre héroes y tumbasLa lupa

Último cromo

Antientrevista a Raúl Baena

Sindelar,Huida y fin

Ultras del PAOK,

en pie de guerra

Miguel Tendillo

"Siempre he sido

un tipo educado"

Pág. 13Pág. 18

Pág. 22

Pág. 20

Por Roger Xuriach

Por Toni Padilla

Por Carles Viñas

Por Javier Giraldo

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Feedback

homenajeandoa AntonIn

En este muro exhibimos vuestras obras de arte panenkero.

Seguidnos eninstagram.com/proyectopanenka

ABP

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Pues ojalá que tanto tú como el resto de parados en España consiga comprar muchas Panenkas pronto.

Cada vez que leo algo de Panenka gana puesto en mi lista 'Cosas a comprar cuando tenga curro'.

Podéis tener Panenka cada mes en la Apple Store. Así no nos sentimos tan culpables de deforestar el Amazonas.

Totalmente de acuerdo, aunque el autor de la sección no sonría tanto al hacerla. Siempre es el último texto en cerrarse.

Está bien saber que ofrecemos un gran servicio de compañía. Y que la gente se entretiene con la revista, también.

Es cierto que la foto del Buitre era un poco 'draculesca', pero ya está bien que saque los dientes de vez en cuando.

Lo juramos por los rizos de Valderrama, no hemos metido a ningún topo en la redacción de El País.

Pillada la suscripción anual digital a Panenka. ¡A disfrutar de lo que queda del buen tiempo!

La Twitterbronca de cada número de Panenka es una maravilla. Se agradecen unas risas.

Dos vuelos en un día se pasan 'volando' cuando en la cartera llevas el último número de la revista Panenka.

Chicos, tener vuestro #22 con la cara de Butragueño en la mesilla de noche no me ayuda precisamente a dormir.

Excelente número de Panenka sobre el Madrid de la Quinta.

@3Mrtnx

@chusesteban4

@damiagallardo

@juancalero

@pixeladito

@isramediero

@blogdebori

@kikesalvatierra

@JavoTorresCifu

@A_Martinez_

@diegotorresro

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ABPAntientrevista //

El área de Bernal //

13

Raúl Baena"'Chuli' sólo hay uno y juega en el Betis"

Faro de Torrox suena a localización de El Señor de los Anillos... Pero en verdad es el equipo de mi pueblo,

en Málaga. Allí empecé a jugar con mis amigos. Aún me siguen apoyando cada vez que voy a visitarles.

La Wikipedia le apoda como 'Chuli'. ¿Algún familiar torero? Un error común. 'Chuli' sólo hay uno y

juega en el Betis. No sé quién puso que me llamo así. Algún día lo rectificarán, porque a mí me siguen

conociendo como Baena. A secas.

¿Le faltó acento mexicano para seguir en el Espanyol? Con Aguirre tuve un trato excelente. Él quería

que siguiese pero al final la renovación no llegó a buen puerto.Ha logrado hacer del Espanyol un

equipo serio y trabajador.

¿Se imaginaba el Rayo como lo está conociendo? Me ha sorprendido, es un club muy familiar.

La afición siempre apoya al equipo, en las buenas y en las malas...

¿Algo kamikaze Jémez en las alineaciones? Paco tiene una idea de juego muy clara: ser prota-

gonistas, salir desde atrás, combinar... Quitarle la posesión al Barça refuerza esta convicción.

Estuvo en el once ideal de la semana en L'Equipe tras un partidazo ante el Barcelona. Qué

tipo de marco usó para colgar el artículo. ¿Roble o oro? Lo tengo por casa, eso es verdad.

Pero no colgado. Fue un reconocimiento importante y uno de los recuerdos más bonitos

que tengo.

Parecía que Messi sólo se enemistaba con compañeros del Barça y aparece usted... Con

Leo me cruzaba en La Masia cuando estaba en el Barça pero no tuve trato directo. Luego en el

campo se producen lances... Mi conciencia está tranquila, siempre he sido un tipo educado.

Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

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ABP11 BITS //

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Hagámoslo fácil y empecemos por el final. A la edición anual de PES

no le pesa en absoluto la etiqueta de 'notable'. Del cariño hacia la

saga de Konami dependerá que le suméis décimas a un '8' o que le

neguéis ir más allá del '7'. Pero en cualquier caso, estamos ante una

propuesta divertida, atractiva y cargada de novedades que no hacen

si no confirmar que el futuro de la franquicia -y por tanto, el de la

industria de los videojuegos de fútbol- es más esperanzador que nunca.

Pro Evolution Soccer 2014 no es otra versión más del juego que ha

ido deambulando con más pena que gloria en el último lustro. Es una

propuesta distinta que, para empezar, cuenta con un motor gráfico

totalmente renovado. Un 'reset' a tiempo tras varios volantazos que no

han podido evitar derrapes sonados. ¿Le ha sentado bien el lavado de

cara? Rotundamente, sí. ¿Se han perdido algunas de las cuotas jugables

que hasta ahora parecían innegociables? Rotundamente, también.

Lo primero que salta a la vista del PES 2014 es su nuevo motor Fox

Engine, que permite la inclusión de las animaciones más reales vistas

nunca en la saga nipona. Arrastres de balón, controles con el exterior,

PES 2014, un 'reset' a tiempoTexto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

Beatrix von Storch, líder del partido Alternative for Germany, no fue rival

para Angela Merkel, que volvió a arrasar en las elecciones germanas. Mejor le

va a su 'doble' Luka Modric como 'alternativa para el alemán' Özil. El Rayo

Vallecano logró lo que nunca nadie había conseguido en cinco años. Ganarle

la posesión del balón al Barça. Exigimos título oficial en su palmarés.

Konami, 2013

delicias visuales en disparos, pases y choques... Dejando de lado algunos

rostros de jugadores, el juego luce mejor que nunca. Pero vayamos al

terreno jugable, su punto más verde: si en las últimas ediciones el PES

había logrado satisfacer a aquellos que seguían viendo en el sistema

de regates del FIFA el ejemplo a seguir, con el nuevo motor se detecta

un claro retroceso en la transición de ciertas acciones. Los jugadores

se mueven bien, pero la lentitud de respuesta hace prácticamente

imposible regatear a rivales en velocidad o en estático. Es esta falta

de raccord entre lo que pulsamos y lo que vemos en el televisor lo que

realmente merma las posibilidades del juego. Parece como si a los

desarrolladores les hubiera faltado tiempo para pulir algunos detalles y

eso genera frustración durante la partida. Hay más: los defensas neu-

tralizan la superioridad del atacante con sprints irreales, la inteligencia

artificial de los porteros no está resuelta y se han perdido licencias de

clubes y estadios. PES sobrevive un año más gracias a la experiencia

de juego. Su rival es más compacto, cierto, pero ahora cuenta con un

techo de crecimiento más alto. La fe es ciega en su renacimiento.

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ABP

Arqueología del olvido //

15

Enrique Cerezo podría estar detrás de Jürgen Klopp. No es que quiera susti-

tuir a Simeone. Lo quiere para la secuela de su última producción, Las brujas

de Zugarramurdi. Más registros faciales que Jim Carrey. La operación de Ro-

naldinho fue todo un éxito. ¿Venderle al Milan cuando estaba gordo a cambio

de 25 millones? No. Se ha arreglado la dentadura. Lo celebramos.

Ethem Özerenler llegó como tantos otros: a

finales de los 60, sin saber una palabra de ale-

mán y con una pasión en la maleta, el fútbol. En

cuanto emigró a la República Federal, encontró

un taller textil en el que dejarse la vista seis

días a la semana y un equipo con el que rega-

larse los ojos el séptimo. Bajo la mirada del

turco, el Borussia de Mönchengladbach prac-

ticaría encaje de bolillos con el balón: Netzer

como costurero, Stielike y Vogts en los telares,

Heynckes poniendo hilo a la aguja. Hasta que

en 1977 Ethem entendió lo que la vida le tenía

reservado: un bombo. Bueno, un bombo y un

apodo español.

Desde aquel año y durante un cuarto de

siglo 'Manolo der Trommler' (Manolo el del

Bombo) no faltó a una sola cita en el vetusto

Bökelbergstadion. El Borussia empezó a al-

ternar los éxitos con las campañas insulsas

y en 1999, después de haber aliñado cinco

ensaladeras de la Bundesliga, los 'potros' ca-

yeron a segunda. Sin embargo, 'Manolo' seguía

allí, con su gigante tambor y su fe aún más

grande en su capacidad de influir en el juego:

"Puedo ordenar a los jugadores que pasen

el balón o que lo mantengan, en función del

ritmo de la percusión". Su figura alcanzó rango

de culto en todo el país y el Borussia se vio

obligado a instalarle una silla sobre la verja

de la Nordkurve.

El cambio de siglo topó con un equipo, un

estadio y un hincha de salud deterioradas. El

Borussia descendió dos veces en ocho años. El

Bökelberg, construido en una gravera durante

la Primera Guerra Mundial y con tantos pro-

blemas de aforo como encanto, fue derruido

en 2005. Y 'Manolo' o Ethem ingresó en una

residencia en la que solo llevaba prendas blan-

cas y verdes, recitaba antiguas alineaciones

de carrerilla y compartía la habitación con su

bombo. Murió en 2008, cuando el equipo ya

llevaba varias campañas en el impersonal y

prefabricado Borussia-Park.

Allí donde 'Manolo' se dejó la vista y las

manos, la garganta en carne viva y la fantasía

-como cualquier aficionado- de variar el rumbo

de los partidos, allí donde Netzer y Heynckes

retaron un día al todopoderoso Bayern, allí mis-

mo se cagan ahora los chihuahuas del barrio

pijo de Mönchengladbach. El viejo Bökelberg

alberga hoy un extraño parque con jardines

en forma de graderíos y un pipican. Hay quien

dice que los chuchos, cuando llegan a la vieja

Nordkurve, empiezan a aullar.

Texto de Aitor Lagunas / @aitorlagunas

Bökelbergstadion,Ecos del tambor en el pipican

El verde ha ido perdiendo peso en el antiguo terreno de juego del Bökelbergstadion, hogar ahora para los perros del vecindario.

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ABPLa playlist de ... // Twitter bronca //

Texto de Ignasi Trapero / @Traperinho

Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

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Di Canio, primer entrenador destituido esta temporada en Inglaterra. Los

resultados de Mussolini también fueron nefastos pero su mandato fue más

largo. Paolo no entiende nada... Messi, aclamado al grito de 'presidente'

tras salir del Juzgado donde declaró por un presunto fraude fiscal. Si él tiene

Síndrome de Asperger, ¿qué les pasa a los que le vitorearon?

Andrei Arshavin

Shakira Shakira Isabel Mebarak

¡Ese es mi tigre! --> RT @Piqué ¿Cuánto vale la renovación de @Cristiano? ¡¡La paga Bankia, eh!! ¡¡La pagamos todos, eh!! #MocMocCaja

Casillas Iker Casillas

@Cristiano ¡Cris, pero si son más falsas que mi cuero cabelludo! Los que sí necesitan unas dioptrías son @SRamos y @Arbeloa… ¡O eso o un perro guía!

Cristiano Cristiano Ronaldo

¡Renovado de por vida con el Real Madrid! Por si acaso, Özil me recomendó firmar con gafas para leer la letra pequeña del contrato. #DelFlorentinoMeFío #LosHipsters

Cruyff Johan Cruyff

@Piqué Pregunte antes a su presidente dónde está la pasta de mi Fundación. Desde que sólo soy fan del Ajax estoy perdiendo caché en los campos de golf. #Tuitserio

Falcao Radamel Falcao

@Shakira Deje que la corrija, compatriota mía. De Tigre sólo hay uno y ese soy yo. Y Mónaco es el paraíso ideal para mis rugidos… y ahorros. Saluditos.

Llorente Fernando Llorente

@Falcao Qué suerte tienen algunos… Con dos años de más, pillín, y triunfando en cada club que vas. Yo, con 28 y fuerte como un roble y me tratan peor que a Henry en el 99.

Policia Policía Nacional

Sevillistas e ilicitanos: déjenlo ya. No vamos a detener a Muñiz Fernández… Bueno, va, a lo mejor le cae una orden de alejamiento. Jajaja, que también somos futboleros, coño.

RRato Rodrigo Rato

Con ustedes quería hablar, @policia. ¿Es denunciable lo que está haciendo Piqué? Me refiero a su estado de forma, claro. #AsíNoGanamosElMundial

Panenka 23, playlist del mejor nº 23 de la historia del fútbol.

Si le hubiera dado la gana, Andrei Arshavin habría podido

meterse en el olimpo de los grandes futbolistas de la histo-

ria, porque condiciones no le faltan. Pero este diseñador de

lencería femenina y político ocasional es de esos jugadores-

perros que regala su descomunal talento a cuentagotas. Y,

como demostró en esta playlist benéfica siendo jugador del

Arsenal, su gusto musical es igual de irregular. Siempre nos

quedarán los cuatro goles en Anfield, o las exhibiciones en

la UEFA y la Eurocopa de 2008 (que se lo digan a Holanda)…

X WE ARE THE OCEAN Trouble Is Temporary, Time Is Tonic

(‘Go Now And Live’)

X JAY Z & RIHANNA Umbrella

(‘Good Girl Gone Bad’)

X LUDACRIS Yeah

(‘Yeah’)

X NE-YO Closer

(‘Year Of The Gentleman’)

X DESTINY’S CHILD Jumpin’ Jumpin’

(‘The Writing’s On The Wall’)

X NE-YO Beautiful Monster

(‘Beautiful Monster’)

X ALICIA KEYS Empire State Of Mind (PT II) Broken Down

(‘The Element Of Freedom’)

X BLACK EYED PEAS I Gotta Feeling

(‘The End’)

X JAY Z + MR. HUDSON Young Forever

(‘The Blueprint 3’)

X KANYE WEST Gold Digger

(‘Late Registration’)

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Valeria Mazza

John Skipper

Vlade Divac

Ramón Calderón

Bernie Ecclestone

Felipe Massa

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Rondo //

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5

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Clemente, nuevo seleccionador de Libia tras haber sido preparador de Es-

paña, Serbia y Camerún. Su trayectoria al frente de combinados nacionales

está más llena de curvas que la cadera del Rey. Moratti vende el Inter al

magnate indonesio Erik Thohir. No le imaginamos con Berlusconi jugando a

la petanca un domingo. Sabrá aprovechar mejor su tiempo de ocio.

El piloto brasileño anunció su salida de Ferrari para 2014, un día antes de que la escudería italiana reconociera que el compañero de Fernando Alonso para la

próxima temporada será el finés Kimi Raikkonen. El paulista estaba desde 2006 con los de Marenello, pero no gana un Gran Premio desde 2008. Ahora, busca un

hueco para seguir en el circo de Ecclestone.

Últimamente, ESPN ha sobresalido por una serie de documentales deportivos de altísima calidad. En lo personal, mi favorito es Once Brothers, donde se

muestra el desmembramiento de Yugoslavia a través de su exitosa selección de baloncesto, campeona del Mundo en 1990, incluyendo la historia de la

amistad rota entre este serbio y el croata Dražen Petrovic. Imprescindible.

Apenas una cercanía fonética, pero nos da la excusa para hablar de esta musa de la

moda argentina y mundial, que ha sido protagonista de las

mejores pasarelas del planeta, e incluso fue

presentadora en la MTV Latinoamérica.

Hoy reconocida empresaria, es embajadora de

Special Olympics desde 1993.

Hace un tiempo, y junto a Flavio Briatore, este zar de la Fórmula Uno se convirtió en propietario del Queens Park Rangers, y le pidió consejo a Calderón, más o menos en la misma época que el mandamás merengue soñaba con tener un monoplaza que luciera el blanco y el escudo madridista por las pistas de la F1. Un ejercicio de ficción que no llegó a concretarse.

Precisamente en estos días, The Walt

Disney Company y ESPN, cuyo

presidente es este hombre, llegaron

a un acuerdo con Olimpiadas Especiales para

ofrecerles apoyo estratégico y financiero

que permitirá promover en un ambiente de inclusión y

aceptación social a las personas con capacidades diferentes.

El ex presidente del Real Madrid fue apoyado por Divac en las elecciones de junio de 2006 para la Casa Blanca. Finalmente, el serbio terminó ocupando el cargo de Coordinador de Relaciones Internacionales del Real Madrid de Baloncesto, puesto que nunca entendió en su extensión. La presencia de Pedja Mijatovic le ayudó en su tarea.

Por Jorge Nazar

@jorgenazar

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Sobre héroes y tumbas //Clubes con encanto //

Texto de Toni Padilla / @toni_padilla

Texto de Javier Giraldo

@javiergiraldo

ABP

18

Sucedió en un partido de la Liga de Rugby de Queensland. Un jugador

mordió el pene a un rival en pleno partido. ¡Por favor! No le demos ideas a

Luis Suárez ahora que está tranquilo... Rio Ferdinand ofrecerá en breve su

particular gala de premios 'futboleros', los 'Footies'. Galardones para el juga-

dor más bocazas, el más cachondo, el más rajador... Nos ha robado la idea.

Habría que recorrer con una lupa el mapa futbolístico español

para encontrar a alguien como Luis Honorino Pintado, presi-

dente del Grisú FC (Oviedo) desde 1968. A sus 82 años, y con

una firmeza envidiable, sigue al frente del club más antiguo

del fútbol modesto asturiano, fundado en 1955 por un grupo de

amigos (su hermano Cecilio entre ellos) que eligieron el nombre

en honor de los orígenes mineros del primer presidente, Julio

Suárez. El gas grisú, muy presente en las minas de carbón, es

el enemigo silencioso de los mineros porque sus explosiones

son las más peligrosas. Los colores del club tampoco son

casuales: camiseta roja, por la sangre, y pantalón azul, por el

color que suele adoptar el grisú. Más allá de sus orígenes, el

Grisú fue el refugio de muchos jóvenes que llegaban a Oviedo

a estudiar o a hacer la mili y que encontraban en el equipo un

sitio donde seguir jugando al fútbol. Por eso hay miles de ex

futbolistas anónimos del Grisú repartidos por toda España

y parte del extranjero. Ahora el futuro pinta "muy negro",

según su presidente, porque apenas entra dinero en la caja

a pesar del esfuerzo de toda la familia: su hija, Mari Carmen,

es la secretaria y su hijo Manuel, el tesorero. Quedan muy

pocos socios y las rifas semanales apenas llegan para cubrir

los gastos, pero aún queda algo del viejo espíritu irreductible

de los mineros…

Ciudad: Oviedo

Estadio: Nuevo Campo, Cerdeño (Oviedo)

Web: http://grisucf.es.tl/

Sobrevivir en familia

La vida y muerte de Sindelar forman parte de la leyenda. El

'hombre de papel' lideró al maravilloso Wunderteam austríaco

que enamoró por su juego en los años 30. Nacido en una

familia medio checa y medio judía, se crió en Viena, donde se

enroló en las filas del Austria. Su carrera se acabó cuando los

nazis ocuparon su país en 1938. Se despidió precisamente en

el último partido jugado entre Austria y Alemania, marcando

uno de los goles del triunfo austríaco. A partir de entonces

Austria desapareció como estado, pero Sindelar argumentó

problemas físicos para no defender jamás la camiseta de la

Alemania nazi. En 1939, fue hallado muerto a los 35 años

junto a su novia. Se dijo que fue un accidente por una fuga de

gas, pero sus amigos afirmaron que fue un suicidio, ya que los

dos, con sangre judía, no veían un futuro digno por delante.

Héroe: Matthias Sindelar.

Tumba: La silueta de Sindelar parece escapar de un bloque

de granito negro. A sus pies, un balón. El nombre, escrito

imitando su firma, con un delicado trazo, como era su juego.

Cementerio: Zentralfriedhof, Viena.

¿Cómo llegar? Situado en el distrito 11 de Viena, en Simmering,

se llega al principal cementerio con el tranvía 71 (los vieneses

usan la expresión 'tomar el 71' cuando uno se muere) o con el

metro (parada de Simmering). Un mapa indica la localización

de las tumbas de las numerosas personalidades enterradas

aquí: Beethoven, Brahms, Strauss, Schubert... y Sindelar.

Matthias Sindelar, Huida y fin

Page 19: Panenka23_

Curvas de nivel //

Texto de Marcel Beltran

@beltran_marcel

Centrocampistas Delanteros

1965

1969

1973

1977

198

1

198

5

198

9

1993

1997

200

1

200

5

Glo

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no

cam

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las

puer

tas

El c

oste

del

err

orSo

los

ante

el

des

afío

ABP

19

El Getafe ha cumplido uno de nuestros sueños más húmedos contratando

al futbolista rumano Marica. Ganas de que le vaya bien, de que meta muchos

goles... y sobre todo de que el Coliseum coree su nombre. La foto corres-

ponde a la plantilla del United en 1982, junto a productos de su patrocinador.

¿Cómo sería hoy esta tradición? ¿Los cracks junto a camellos?

Son muy pocos los que se oponen a que Lionel Messi se haya adjudicado el Balón de Oro de forma

consecutiva en los últimos cuatro años. Pero todos ellos coinciden en un mismo punto: el escaso

éxito que ha tenido la ‘albiceleste’ pese a contar con el astro del Barcelona. Pero si tiramos de

estadística, damos con una realidad que rompe tópicos. Los votantes no siempre han condicionado

su elección a los logros que han obtenido los candidatos en Mundiales y Eurocopas. Un buen puñado

de ejemplos demuestran que alzarse con las más prestigiosas competiciones de naciones no tiene

por qué ser una condición indispensable para obtener el galardón.

1965. Eusebio da Silva: Marcar 9 goles en 6 partidos en un Mundial sólo está a la altura de los semidioses. ¡Pero es que al portugués ya la dieron el Balón un año antes! Que le pregunten a Messi si no es posible repetir.

1977. Allan Simonsen: Ser danés y aspirar a ser

importante en un gran torneo de naciones es un mal

negocio. Pero ‘Simonet’ al menos puede presumir de ser

el único en su país en haber recibido el galardón.

1994. Hristo Stoichkov: Alcanzar las semifinales de un Mundial con Bulgaria ya es una proeza. Pero encima ser el máximo goleador del torneo… Hristo lo petó en el 94. Justo vencedor.

1968. George Best: Ángel y demonio, también en su versión como norirlandés. Pudo haber tenido su oportunidad en España 82, pero la edad y sus vicios ya pesaban demasiado.

1995. George Weah: Lo que consiguió el considerado mejor jugador africano

de la historia tiene doble mérito. Liberia siempre ha sido una selección mediocre

en un continente acostumbrado a nadar a contracorriente.

2004. Andriy Shevchenko: Que no triunfes en el Chelsea es un desastre. Que no lo hagas con

Ucrania, algo comprensible. Andriy lo debe todo a su estancia

en San Siro.

2003. Pavel Nedved: Fue el timón de la mejor República Checa de siempre, la de la Eurocopa de 1996.

El subcampeonato supo a dulce; nunca más lo repitieron.

2000. Luis Figo: El extremo luso estuvo a punto de esquivar esta lista, pero Grecia le

quitó de las manos este privilegio en 2004 y en su propia casa. Para arrancarse los pelos.

Page 20: Panenka23_

ABP

El último cromo //

20

Tendillo,un dandy en la retaguardia

Ahora que su hijo Alberto está a punto de saltar

al primer equipo del Valencia, aprovechando

el ‘harakiri’ de Rami, conviene rebobinar unos

cuantos años para rescatar la figura de Miguel

Tendillo, aquel central espigado, fibroso y

elegante, tan capaz de disfrazarse de Bec-

kenbauer como de anular a Van Basten o a

Maradona en marcajes memorables. Despuntó

tan joven que a los 18 años ya era titular en el

Valencia, el equipo de su tierra, formando con

Ricardo Arias una pareja de centrales para el

recuerdo. Transmitía una enorme confianza

en sí mismo, y cuando le tocó cubrir a Roberto

Bettega en San Siro, en la Eurocopa de 1980,

borró de tal manera al italiano que su nombre

empezó a ir acompañado de adjetivos super-

lativos. También fue titular en el Mundial de

1982 (las cosas no tuvieron un final demasiado

feliz en aquella selección) y siguió en el Valen-

cia, donde vivió, según confesaría más tarde,

el momento de mayor plenitud de su carrera.

No fue ningún título: en la última jornada de la

temporada 1982-83, se anticipó a Del Bosque

a la salida de un córner y marcó el gol que le

dio la salvación a su equipo frente a un Madrid

que enterró en Valencia sus opciones de ser

campeón. Tres años después, la sombra del

descenso se hizo real y Tendillo abandonó el

Valencia, muy dolido por los reproches de la

afición: decía que su madre lloraba a escon-

didas y que ya no iba al campo para no oír

los insultos que le dedicaba la grada. Tras un

año-puente en Murcia, fichó por el Madrid,

donde algunos le esperaban con el gesto tor-

cido. "Algunos empleados me recordaban que

por mi culpa habían perdido la paga extra

que tenían por ganar la Liga", recuerda. En el

Madrid vivió en primera persona la explosión

de la Quinta del Buitre y coleccionó títulos,

pero también se las tuvo tiesas con Toshack

y poco a poco fue perdiendo protagonismo.

Se retiró discretamente tras hacer escala en

el Burgos y tras un tiempo alejado del fútbol,

ahora colabora con la escuela del Valencia. Fue

un central prodigioso, aunque los más exigen-

tes le reprochan que no se hubiese esforzado

un poco más para que la gente le recordase

como 'el Baresi español'; precoz, atrevido, de

amplia zancada, refinado con el balón, buen

cabeceador y excelente marcador, y un poco

bohemio fuera del campo.

Texto de Javier Giraldo / @javiergiraldo

Page 21: Panenka23_

ABPVoces autorizadas //

Por Chamo San / @chamo_san

21

Samuel Eto'o

CD Leganés / Real Madrid / RCD Mallorca / FC Barcelona / Inter de Milán / FC Anzhi / Chelsea FC

VOY A CORRER COMO UN NEGRO PARA VIVIR

COMO UN BLANCO

Page 22: Panenka23_

ABPLa lupa //

22

¿Una tradición traicionada?

La afición del PAOK, en pie de guerra

La tarde del 11 de septiembre un centenar de miembros de Gate 4, el

grupo ultra del PAOK de Salónica, atacaron la sede del partido neonazi

griego Amanecer Dorado lanzando piedras y cohetes. Poco después

46 radicales blanquinegros eran detenidos por la policía acusados de

'alteración del orden público y violación de la ley de bengalas'. Fue la

respuesta de los seguidores radicales al llamamiento de los ultrana-

cionalistas a la hinchada del conjunto de Salónica para que repudiara a

uno de sus jugadores, Ergys Kace, que días antes se había fotografiado

luciendo una camiseta del Ejército de Liberación de Kosovo, el UÇK, que

reivindica como propia una parte de la Grecia occidental. Tras estallar la

polémica, el joven Katsu, como se conoce futbolísticamente al jugador

criado en el país heleno pero de padres inmigrantes albaneses, pidió

disculpas a la afición mientras la directiva lo apartaba del equipo a la

espera de tomar una decisión sobre su futuro. Mientras el futbolista

internacional por Albania se enfrenta a una posible sanción económica

y quizás a ser expulsado del club, los seguidores más acérrimos del

conjunto aspromavroi decidieron plantar cara a los neonazis. Más allá

de las motivaciones ideológicas, cuestionables dado que en el seno de

la afición radical blanquinegra conviven jóvenes de extrema derecha y

extrema izquierda, lo cierto es que el ataque de los hinchas no respondía

a disputas políticas sino al simple hecho de defender a un jugador de la

entidad. Para los ultras de un club orgulloso de sus orígenes inmigrantes

Katsu se ha convertido en un símbolo. En un comunicado, el grupo Gate

4 denunció la campaña de desprestigio contra el futbolista que, según

ellos, prueba la regresión de la sociedad griega. Además, los ultras

manifestaban: "No permitiremos que nadie explote nuestro equipo

para propósitos electorales. Fuera políticos y neonazis del PAOK".

La guerra estaba servida. Mientras los aficionados se movilizaban para

tratar de impedir la instrumentalización política del caso y evitar, de

paso, la infiltración de los neonazis en sus gradas, Amanecer Dorado en

su web manifestaba que con su posicionamiento los radicales "escupían

a la historia del PAOK".

Quizás los neonazis desconocen los orígenes de la entidad pante-

salónica fundada en 1926 por diversos ex jugadores del Hermes Sport

Club de Constantinopla que huyeron de la actual Estambul tras la

derrota de las tropas griegas en la denominada 'Gran catástrofe'. La

victoria turca en la Guerra de Asia Menor y la posterior represión provocó

el éxodo de buena parte de la comunidad griega local en los años 20.

Entre los que abandonaron la ciudad se encontraban los fundadores del

PAOK, cuyas siglas en griego justamente recuerdan su procedencia, Club

Atlético Pantesalónico de los Constantinopolitanos. Incluso el actual

escudo del equipo, el águila bicéfala que substituyó al original en 1929

tras fusionarse con el AEK Salónica, rememora dichos orígenes. No en

vano tiene sus alas plegadas como señal de luto por la patria perdida

y luce los colores blanco (símbolo de un futuro esperanzador) y negro

(por la trágica expulsión de sus fundadores). Seguramente, aquellos

pioneros del fútbol tesalónico hoy también serían perseguidos por su

condición de inmigrantes.

Texto de Carles Viñas / @CarlesVinyas

Los ultras del PAOK no se han quedado con los brazos cruzados y han arremetido contra el partido

neonazi griego Amanecer Dorado.

Page 23: Panenka23_

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Page 25: Panenka23_

Disciplina, respeto y picardía se aguantan la mirada en cada esquina de Badia del Vallès, una ciudad

'prefabricada' en 1976 como refugio de funcionarios y que hasta 1994 no pudo erradicar su mala fama y desgobierno. En la actualidad, lucha para rebajar el índice de paro más elevado de Catalunya, con la fuerza vecinal y el deporte como principales motores sociales. En Badia los sueños son muy caros pero no imposibles. Por eso Sergio es su

héroe. El héroe del barrio.

Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriachFotos de Edu Ferrer Alcover

Page 26: Panenka23_

26

Dossier: El que marque, gana

S ergio flaquea. Sus

ligeras y delgadas

piernas se acaban

de convertir en

dos flanes. Alza

los brazos, se gira

y descubre a Casi-

llas llorando. Por efecto contagio, las

lágrimas empiezan también a brotar de

sus ojos. Se abrazan. Aún quedan cinco

minutos para el final del partido pero la

cabeza de Sergio ya está en el vestuario

del Soccer City de Johanesburgo. En un

partido normal, apenas necesita un par

de zancadas para interceptar el balón

o proyectar ese hueco invisible donde

sus socios depositarían hasta sus aho-

rros. Pero en esta ocasión se muere de

ganas de correr. El silbato de Webb le

dispara hacia el túnel. Abre su taquilla

y recoge el amuleto. Sabe que sin él, la

fotografía que aspira a realizarse con

la Copa del Mundo será incompleta. Al

volver a pisar el césped, sus raíces, su

familia, sus amigos ya reposan sobre

sus hombros. En aquella bufanda ver-

diblanca que lleva inscrito el nombre de

su primer club está todo lo que necesita.

Su ciudad, su barrio; su ciudad que es

barrio. Badia.

JOAN-ELOISAJoan acude puntual a la cita. Su mu-

jer, Eloisa, le acompaña del brazo. Son

las 11 de la mañana y en la plaza del

Ayuntamiento algunos vecinos discuten

sobre la necesidad de que la tarjeta de

transporte público sea gratuita para los

pensionistas. Joan es otro jubilado más;

con la particularidad de que, a sus 81

años, aún saca tiempo para hacer 15

piscinas diarias y desayunar un buen

plato de lentejas con chorizo. Bueno,

también goza de otra singularidad: su

apellido es el más famoso de Badia.

"Busquets procede de Girona pero yo

crecí en Barcelona. Allí conocí a mi

mujer, aunque ella es de Granada".

El matrimonio Busquets-Barro-

so es el vivo retrato de la Catalunya de

mitad del siglo XX. Una feliz pareja fru-

to de aquella oleada de emigrantes que

abandonaron el sur de España en los 50

para buscar trabajo en el noreste de la

península. En poco más de dos décadas,

Sergio reivindicó expresamente el apellido materno cuando, en 2011, el campo municipal de Badia fue bautizado con su nombre.

Page 27: Panenka23_

27

Sergio la sigue chocando

800.000 andaluces ya se habían insta-

lado en suelo catalán. Los 'charnegos',

como fueron peyorativamente bautiza-

dos, se convirtieron en

una realidad incómoda.

Catalunya, decían, ya era

'la novena provincia' de

Andalucía; y los nuevos

núcleos familiares no

dejaban de multipli-

carse. "Fueron años de

mucho trabajo. Yo era

vedel en la Escuela de

Bellaterra y 'Elo' era

cocinera en otro centro. Un día recibí

la llamada del director. 'Joan, '¿quieres

un piso en Ciudad Badía?'. La primera

reacción fue ponerme las manos en la

cabeza". Y no precisamente de euforia...

Ciudad Badía. Una zona de

viviendas en medio de la nada para

canalizar los fuertes flujos migratorios

de los 60. Justo lo que necesitaba el de-

sarrollismo franquista para legitimar

el doloroso intercambio de posiciones

entre regiones. Ubicada en el extrarra-

dio de los tres municipios con los que

limita -Barberà del Vallès, Cerdanyola

(en cuyo interior se encuentra Bellaterra

y la Universitat Autònoma de Barcelona)

y Sabadell-, entre 1970 y 1975 se levan-

taron más de 11.000 pisos, destinados

única y exclusivamente a funcionarios

(Telefónica, Policía, Correos y sector

educativo) y trabajadores de la Obra

Sindical del Hogar. En el primer grupo

se encontraba el matrimonio Busquets-

Barroso. Si la oferta llegó un 1976, no

aceptaron las llaves hasta un año des-

pués. "Al final, trabajábamos cerca de

allí y necesitábamos un hogar cómodo

para nuestros hijos", rememora Joan.

Eloisa matiza: "Lo que nos conveció

fue la creación del polideportivo, ideal

para que nuestros tres hijos hicieran

deporte. Judo, natación y fútbol". El

mediano, Carles, se abrazaría al balón.

Aunque ésta es otra historia...

GONZALO-JUAN CARLOS-EVA"Yo trabajo en Sant Cugat, ¿sabes lo

que significa esto? Que veo a cada pijo que lo flipas". Gonzalo Collado tiene 38

Las calles de Zemun, al noroeste de Belgrado, aún

mantienen su espíritu imperial y temperamental,

como antiguo punto fronterizo entre el Imperio

Austrohúngaro y el Otomano. Sus habitantes

hablan de Zemun como un universo al margen de

Belgrado. En esas calles, se respira fútbol y tradición

militar: albergó la primera base aérea de la Real

Fuerza Aérea Yugoslavia (donde despegó el fatídico

vuelo del Manchester United de 1958 estrellado

en Múnich), una academia y los cuarteles generales

de aviación. Es un barrio con fuerte presencia de

mandos castrenses jubilados, con una pequeña élite

de abogados, médicos y arquitectos, con antiguos

refugiados de guerra, y con un remarcado acento

conservador y nacionalista. Durante el bombardeo

de Belgrado de 1999, Zemun fue un objetivo

principal para la OTAN. En esas calles crecieron Nadj,

ex de Betis y Oviedo; Stankovic, el viejo bastión del

Inter; Ivan Dudic, ex del Benfica; y Kezman, goleador

voraz en el PSV y apagado en Atlético y Chelsea.

Chicos adustos, futbolistas mercuriales, forjados al

calor de las primeras guerras yugoslavas. Zemun es

uno de los barrios con más tradición futbolera de

Belgrado. Sus bases sociales han provocado que

sea uno de los principales reductos del Partizan de

Belgrado, el viejo equipo del ejército. Allí se ubican

sus instalaciones de entrenamiento y a allí pertenece

el Teleoptik, su club probeta. Antes o después

casi todas las estrellas del Partizan pasan por allí:

Alexander Mitrovic, Nastasic, Sulejmani, Lazarovic,

Sasha Ilic y otros hijos adoptivos de Zemun. Porque

en Zemun no solo hay héroes de guerra.

ZEMUN BELGRADO

Por Chema Erre

"Hasta 1994 ser de Badia era tabú. Hoy no conozco a nadie

que no se sienta orgulloso de lo que

hemos conseguido"

Page 28: Panenka23_

28

Dossier: El que marque, gana

años y el judo no se la ha dado nada

mal. Tres veces campeón de Catalunya y

dos veces subcampeón de España, ahora

trabaja en una empresa

de automoción, al sur del

Vallès, "en la zona chic".

Llegó a Ciudad Badía

con un año. "Yo me he

comido todo lo malo de

aquí. Escapar en bicicle-

ta de toxicómanos era

algo habitual. Tenías

que hacerte el duro,

defenderte. Esa venita que tenemos en el barrio... No hemos

dejado que los quinquis y los malos

nos coman". Gonzalo se define como

un barriero porque considera Badia su

barrio. De hecho, hasta 1994, fecha en

la que fue constituida como municipio

independiente, Ciudad Badía fue lo más

parecido a un barrio. Mancomunado con

Cerdanyola y Barberà, sí, pero dejado de

la mano de Dios. Fuera de todo orden.

"Los pisos en Badia son de pro-

tección oficial así que la gente entró a

patadas. Y no todos eran buena gente.

Algunos desguazaron las viviendas.

Otras fueron ocupadas. No estábamos

protegidos a ningún nivel", añade.

El punto de inflexión fue, en efec-

to, cuando el 14 de abril de hace 19 años

Badia obtuvo la condición de nuevo

consistorio, perdiendo el prefijo Ciudad

que tanta controversia había generado.

¿Una ciudad sin ley? "Recuerdo mucho

movimiento en la calle, gente que, al

venir de fuera, no tenía mucha cul-

tura pero sí muchas ganas de hacer

cosas. No había policía, no teníamos

servicios, había burros en los pisos y

hasta se hacía fuego en las plazas...

Hubo una corriente muy fuerte para

erradicar todo eso. Y aún así, los tópi-

cos perduran". Así define su juventud

Juan Carlos Caro, nacido en Jerez de

la Frontera y llegado a Badia con cinco

años de edad. Hoy es el director del Ba-

dia Street Festival, un encuentro anual

al aire libre que congrega a los mejores

artistas del hip-hop español. Promover

la música en el barrio ha sido una de

sus últimas propuestas para "culturi-

zar a la gente" y en la última edición

convenció al portero José Manuel Pinto

para que diera una charla sobre deporte,

música y superación. No en vano, Badia

es el municipio con mayor índice de paro

de Catalunya. El 27% de su población

activa no trabaja, una coyuntura deriva-

da de las características del territorio,

sin ninguna zona industrial y escasa

actividad económica.

"Al principio, ser de Badia era

tabú. Nadie quería decir que vivía

aquí. Hoy no conozco a nadie que no

se sienta orgulloso de lo que hemos

conseguido", reconoce Gonzalo, al que

'Cabañas' corre pero sus pulmones no son los de antes: el Poxiran hizo

lo suyo. Sabe que atrás viene la Policía Bonaerense y le ruega a San

Jorge para que lo ayude una vez más. Está seguro de que no lo espera

una detención, ni un tiroteo, tampoco un instituto de menores. En la

persecución existe el pulso íntimo de la venganza. Es vida o es muerte.

Mató a uno de ellos. Es 'carta blanca'. Falta una cuadra para llegar a

Fuerte Apache, corre hasta el Aguas Argentinas de la calles Besares y

frena; ayuda a sus compañeros a saltar las paredes. Se da la vuelta. Es

el último. Quedó solo. Los patrulleros doblan y lo ven de espaldas,

tratando de trepar. Se ve rodeado. De golpe 'Cabañas' comprende que

esta vez no hay posibilidades. Y no lo duda: en el barrio siempre decía

que antes de que la policía matara a un ladrón, prefería matarse él.

Saca su pistola, la remonta y se pega un tiro en la sien.

Darío Coronel 'Cabañas' nació el mismo año, vivió en el mismo nudo

de Fuerte Apache, fue a la misma escuela, jugó en el mismo potrero

y en muchos de los clubes que estuvo Carlos Tévez. Adentro de la

FUERTE APACHE BUENOS AIRES

"Badia te obliga a espabilar, hay

pocos prejuicios pero mucha

picaresca. Sergio lo lleva en su ADN"

Page 29: Panenka23_

Sergio la sigue chocando

Del patio del CEIP La Muñeira al campo municipal. El itinerario favorito de Sergio en los noventa no pasa de moda.

a su afición por las artes marciales

hay que sumarle el hecho de que su

padre fundara y presidiera el Club de

Natación. La Badia de hoy es fruto de la

dedicación altruista de sus habitantes.

Como reconoce su alcaldesa, la socialis-

ta Eva Menor, "el nivel formativo de Ba-

dia es más bajo que la media catalana.

Sin embargo, existen 139 asociaciones

registradas. Nuestro tejido social es

muy fuerte". No es sólo el sentimiento

de pertenencia el que pincha el hígado

de Gonzalo cada vez que habla de su

barrio. Es también el recuerdo de haber

construido una comunidad desde cero.

"Aquí no había ni ambulatorio y hoy

los mejores médicos vienen a trabajar

al CAP. Si alguien pasaba hambre, el

vecino respondía. Por eso existe tanto

respeto y veneración de los jóvenes

con los mayores". Una declaración de

intenciones que quedó plasmada en la

canción Orgullo de Barrio, tema promo-

cional del último Badia Street Festival

y dedicado, según su director, "a la

gente mayor de Badia, los culpables

del cambio de la ciudad":

Cada lágrima y cada sonrisa / Cada

nuevo rival que me pisa / Me hace con-

tinuar... Somos orgullo de barrio.

En la calle aprendimos la vida / El ta-

lento en cada disciplina / ¿qué vienes

tú a aportar?... Somos orgullo de barrio.

cancha se puteaban, pero fuera nunca se separaban. A Darío, como a

Carlitos, también se le podía ver con ropa sucia y zapatillas agujereadas,

caminado solo, de muy niño, por los monoblocks de un barrio que es un

gueto de Buenos Aires. Era el mejor de los siete chicos de seis años que

integraron la primera formación de un equipo ganador, gloriosamente

reconocida por el mundo del fútbol infantil: la categoría 84 de All

Boys. Jugaron juntos hasta los 13 años. De aquel equipo surgió una

estrella mundial y un pibe que se pegó un tiro. "Se querían mucho pero

siempre competían por quién hacía más goles. 'Cabañas' era mucho

mejor que Tévez. Si a Carlitos le destacan el sacrificio... 'Cabañas' se

mataba en la cancha. Eso sí, jugaba refumado", sostiene uno de los

compañeros de aquel equipo. "Habría sido el '8' de la 'albiceleste'.

Pero a los chicos como él los tenemos dos horas por día en el club y

el resto lo pasan en sus barrios", lamenta Pino Hernández, coordinador

de las inferiores de Vélez, donde 'Cabañas' ingresó a los 11 años tras

una prueba en la que, en cambio, sí descartaron a Tévez. En 2001 a

'Cabañas' ya se le podía ver con un revólver en una mano y una bolsita

de pegamento en la otra. Por la única razón que dejaba su uniforme

de delincuente era por el fútbol. Cuando escuchaba el ruido de un

balón picando en la tierra de los potreros se ponía a jugar. Unas noches

antes de matarse, recibió la noticia: Tévez había sido citado para la

selección Sub 17. Didí, técnico en Santa Clara, club de los monoblocks

en el que Tévez y 'Cabañas' jugaban los domingos, se lo encontró en

el barrio, llorando. "Cómo puede ser, explicame. No puedo entender

cómo ese pelotudo..., cómo ese pelotudo -por Tévez- llegó a primera

y a mí me está buscando toda la policía... Me quieren matar, Didí. Si

yo jugaba mejor, vos sabés, Didí, cómo jugaba yo". Ya era demasiado

tarde. Esteban, otro vecino, también lo intentó: "'Cabañas', te tenés

que rescatar". Y él contestó: "Es que yo nací chorro [ndlr: ladrón] y me

voy a morir chorro". En Fuerte Apache los pibes piensan así.

Por Nahuel Gallota (en Letras libres)

Page 30: Panenka23_

30

Dossier: El que marque, gana

Para Juan Carlos, la clave para enten-

der esta química entre generaciones se

encuentra en las aficiones: "Los pájaros,

las bicis, el motor, la petanca... El fút-

bol. Compartimos los mismos gustos.

Sé que esto vende en Cuatro, pero aquí

no hay marginalidad. Hay autentici-

dad. ¿Y sabes cuál es la mejor prueba?

Los que se van, vuelven".

JONATHAN-ANTONIOBadia del Vallès recuerda a cualquier

zona periférica cercana a una gran urbe.

Bloques de pisos de más de 15 plantas

cargando los unos con los otros; zonas

verdes, jardines y parques. Rotondas,

avenidas, columpios, bancos y olor a

frito. Comercio, tiendas, bares. Poco

más. Desde el cielo posee la forma de

la península ibérica. Y el nombre de las

calles acaban de conferir a la ciudad

la sensación de estar en una especie

de 'España en miniatura'. El arquitecto

que lo parió, menudo cachondo. En el

oeste, paseando por la Avenida Oporto

se encuentran dos de los cuatro centros

de educación primaria de Badia, el CEIP

Las Seguidillas y el CEIP La Muñeira.

En el segundo colegio estudió Sergio.

Los siete días de la semana, porque los

fines de semana saltaba las vallas para

'repasar' algo de fútbol. "Yo fui uno sus

primeros compañeros", confiesa Jo-

nathan, nacido en Badia en 1985, tres

años antes que el internacional español.

"Cuando lo vi en Tercera pensé que

aquello ya era un exitazo. Pero ver

ahora a Xavi e Iniesta jugando al lado

Page 31: Panenka23_

Sergio la sigue chocando

Población

14.002 habitantes

Superfície

Trabajo

Vivienda

0,92 km2

27% de paro

100% pisos de protección oficial

Page 32: Panenka23_

32

Dossier: El que marque, gana

La piel de Kralingen posee el color rojizo de los

ladrillos de sus casas coquetas y los ojos mestizos

de su naturaleza multiétnica. Situado en la punta

oriental de Rotterdam, este barrio representa un

microcosmos de diversidad que floreció a finales de

los 70, cuando el puerto de la ciudad, el segundo

más grande del planeta, se expandió y atrajo mano

de obra inmigrante: sobre todo familias marroquíes

y de la recién independizada Surinam. Estibadores,

mozos de carga, transportistas… Y artistas de sangre

bohemia. Como la familia Van Persie. A su hijo

Robin nunca le faltó la pelota sobre el pie izquierdo.

Divorciados sus padres, permaneció en el barrio,

mientras forjaba amistad con un pequeño rubio un

mes más joven que él. Era Glenn Loovens, el ex

jugador del Real Zaragoza. El corazón del barrio

era y es The Cage, una pequeña jaula con un campo

de fútbol sala donde se mezclaban los incipientes

talentos callejeros de los niños magrebíes, antillanos

y locales. The Cage remató el cuadrado que acabó

por componer la estrecha amistad de Loovens,

Van Persie y dos chicos de padres marroquíes. Uno

era mayor, Said Boutahar, el fino mediapunta a

quien Javier Aguirre llamaba con cariño 'el morito

zurdito' en el Zaragoza, y otro un año menor, cuya

familia regentaba una tienda de deportes, Mounir El

Hamdaoui, hoy ariete del Málaga. Los cuatro vivían

en apenas cuatro manzanas y los cuatro llegaron a

la élite. Todavía hoy puede verse en The Cage a niños

pelotear al juego que Robin y Boutahar instauraron

allí: una línea de tres metros por delante de cada

portería y, sin abandonarla, tratar de superar al rival

de la de enfrente. Fútbol salvaje entre las rejas.

de un chico de barrio... Eso impacta

mucho". A Jonathan el fútbol y la vida

en general se le truncaron a los 15 años,

cuando por una situa-

ción familar tuvo que

ingresar en un centro de

menores. Cuando salió,

al cumplir la mayoría de

edad, el barrio seguía ahí

para él. "Siempre hemos

tenido fama de conflic-

tivos pero yo no tengo

esa perspectiva. Somos

gente normal, familar,

sociable. Mi sueño era jugar a fútbol

pero la vida se fue para otro lado. Por

suerte, el barrio permanece". Desde el

control de accesos de una fábrica del

Vallès, Jonathan aún piensa en aquellos

maravillosos 90, cuando él y Sergio in-

tegraban el equipo prebenjamín del CD

Badia, jugando para el 'Barça', porque en

aquellas edades los equipos formativos

tenían nombres de clubes de Primera.

Los fines de semana, en el municipal; y el

resto de los días en el patio del colegio,

donde más de una vez Sergio se enfundó

los guantes: "Hubo un partido en el

que lo paró absolutamente todo. Si me

hubieran hecho apostar, le habría au-

gurado futuro como portero, como su

padre". La personalidad futbolística de

Sergio tiene mucho que ver con aquellos

años, donde las pachangas callejeras

estaban cargadas de dramatismo: "En el

barrio exagerábamos mucho, éramos

muy cuentistas. Supongo que esto no

se entrena, pero hay veces que en el

televisor reconozco algunos de esos

gestos". También el fútbol subterráneo

salía a relucir con puñales verbales.

"Hubo una época en la que el insulto

de moda era 'negro'. Muy barriobajero,

sí, éramos niños... Cuando le vi dicién-

dole 'mono' a Marcelo pensé: 'mira,

este también ha pillado". El presidente

del CD Badia, Antonio García, es otra de

las personas que estuvo en sus primeros

pasos: "Siempre supimos que sería

profesional. Esas ansias de jugar...

Cuando empezó en el Barça, había días

que se ejercitaba una hora antes en el

campo municipal. Siempre pendiente

de su cuerpo y su alimentación".

KRALINGEN ROTTERDAMM

Por Chema Erre

"Entre llevar a Sergio a un colegio de pago y educarle en Badia, Carles no dudó. Era cuestión

de confianza"

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33

Sergio la sigue chocando

La importancia del CD Badia

para la ciudad se reconoce en su fun-

dación, 1976, un año después de que

naciera Ciudad Badía. La voluntad

inicial fue la de recoger a los niños de

la calle con ganas de practicar deporte

y paralelamente crear un equipo senior

amateur. Un objetivo que ha permane-

cido inalterable en el tiempo. "Badia

sigue siendo un hervidero de niños

con un balón. Se cuelan en los patios,

ocupan las plazas. El fútbol de calle

sigue muy vivo", concluye. "Era la única

alternativa a la calle para muchos de

los niños que, como yo, crecimos en los

80. Ahora soy padre y mi hija de tres

años ya hace dos deportes. La tradición

sigue su curso", remata Gonzalo. Como

él, hubo una generación de badienses

que crecieron de la mano del deporte. El

boxeo pegó duro con Emilio Soler Ruiz,

campeón de España; y en el terreno

futbolístico hay muchos nombres con

raíces badienses: los hermanos Bueno,

Aarón y Nakor; David Pirri, ex futbolis-

ta del Zaragoza; y más recientemente

Moisés Hurtado, Sergio Busquets o el

jugador del Sabadell Yeray Sabariego.

Para uno de los municipios con mayor

densidad de población de toda España

es una hazaña a tener en cuenta.

SERGIO'El Sergio'. A secas. Así conocen a Sergio

Busquets en Badia: es uno más. "Cuan-

do ganó el Mundial y bautizamos el

campo municipal con su nombre nos

dio a elegir: o el nombre solo o con

los dos apellidos. Para él es tan im-

portante su padre como su madre",

explica Antonio García. "Luego están

sus amigos, claro. Yo siempre digo lo

mismo: aquí somos pobres pero honra-

dos. Y me molesta que desde fuera nos

etiqueten. Los amigos de Busquets,

que son los mismos que hace 15 años,

son todos deportistas. Todos", agrega.

Para sus abuelos, en cambio, siempre

ha sido Sergi, en catalán, aunque Joan

se haya quedado solo en la defensa: "Yo

siempre le he hablado en mi idioma

pero él siempre me ha respondido en

castellano". Eloisa, que no escapó a

los influjos de su marido y hoy habla

un catalán excelente, se resigna: "En

Badia hablar catalán es complicado...".

Y razón no le falta. La mixtura inicial de

Entre las zonas ajardinadas y los grandes bloques de edificios, la prioridad es clara:

'Dímelo en la calle'.

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34

Dossier: El que marque, gana

los 70 fracasó en el intento de equilibrar

las dos lenguas. Badia habla español. Y

Sergio, como en su día le ocurrió a su

padre, se siente có-

modo en este entor-

no. Más que un tema

idiomático, es un

asunto de empatía,

integración. La final

del Mundial sirve de

ejemplo. Hasta que

la imagen de Sergio

ataviado con la bu-

fanda del CD Badia

y la copa en la mano no se proyectó en

la macropantalla que el Ayuntamiento

instaló en la plaza mayor no se supo

el alcance real del gesto. "Los pelos de

punta, hermano. Recuerdo que a mi

mujer le quedaban cinco días para dar

a luz. Dio igual, nos pusimos a botar

en mitad de la calle. Que alguien se

acuerde antes de su barrio que del

Visca el Barça y Visca Catalunya... ¡Ay

amigo!, eso es muy gordo", subraya

emocionado Gonzalo, quien no se va a

cansar nunca de agradecerle a Sergio

los muchos detalles que ha tenido con

la ciudad. "Le conozco desde que pa-

seaba con su peinado de capa. Es un

tío nada ostentoso, sencillo, familar.

Cuando ganó el Mundial se llevó a

todos sus colegas a un complejo tu-

rístico". Pero aún hay más. Sergio se

Llegan de todas partes, atraídos por el gran campanario que domina

el centro del pueblo. Travagliato, cruce dolido en medio de Brescia.

Poco más de 8.000 almas campesinas, en aquellos principios de los

70. Unas 30 bicicletas recorren habitualmente sus senderos de tierra,

convertidos en asfalto a escasos metros de la meta común. Pasado

el umbral del Oratorio San Michele, a un lado se descubren tres

bicis acomodadas a una pared. El rectángulo de arena punteado de

manchas de hierba está concebido para dos equipos de siete, pero en

pocos instantes acoge a 25 jóvenes bulliciosos. "Choques y regates

en espacios muy reducidos", recuerda Franco Pancheri, actualmente

preparador en el juvenil del Pergocrema. "El balón te llegaba en

cualquier momento y había que librarte pronto de él. Aprendimos a

tocar rápido a lo largo de partidos que duraban de dos a cuatro horas".

Caos bendito por la complacida mirada de Don Pietro Gabella,

divertido sucesor de los Filippo Neri y Giovanni Bosco, que tanto

apostaron por la función pedagógica y social de los oratorios. Fútbol,

TRAVAGLIATO BRESCIA

encargó de que durante las Navidades

de 2011 nadie en Badia se quedara sin

regalo. "Contrató un camión de una co-

nocida empresa de juguetes para que

entregara obsequios a todos los niños

que se aceraran al campo municipal.

Se dejó un pastón". Este último año,

con los recortes, no hubo ni cabalgata.

La situación en Badia no es agradable.

El hecho de que los pisos sean de pro-

tección oficial segrega a la población

por rentas. El que gana mucho no puede

acceder a la vivienda social; el que no

trabaja está destinado al trapicheo o

a la exclusión. "A mis hijos no pude

darles una carrera pero Carles ganó

mucho dinero como jugador y podría

haber llevado a Sergio y a su hermano

Aitor a un colegio de pago. Pero aquí

nos conocemos todos: padres, profeso-

res... Carles no dudó. Era cuestión de

confianza. Conozco a gente que lleva a

sus hijos a la escuela privada y luego

no llegan a fin de mes", advierte Eloisa.

La apariencia... Una palabra que

Badia rechaza con contundencia. "Aquí

no hay prejuicios, todos somos iguales,

pero Badia te obliga a espabilarte. Hay

mucha picaresca. Y ese punto de 'pillo'

está en el ADN de Sergio", asegura Gon-

zalo refiriéndose a su estilo de juego. La

forma de guardar la posición, el sexto

sentido para anticiparse al peligro...

Sergio ha hecho de este intangibles un

"Somos pobres pero honrados. Y

me duelen ciertos tópicos. Los amigos de Sergio son todos deportistas. Todos"

Page 35: Panenka23_

Sergio la sigue chocando

armas. "Algún merengue me dice que

mi nieto es un teatrero. Tendrían que

ver cómo acaban sus piernas después

de los partidos", denuncia Joan.

Aitor Busquets es tres años me-

nor que Sergio y también es futbolista.

En enero se le acabó la prestación de

desempleo, realizó tareas como lampis-

ta en el Ayuntamiento y desde principios

de septiembre trabaja en Barcelona.

Vive en Cerdanyola pero el CD Badia le

mantiene contectado con sus amigos y

tíos -Juan es director técnico del club

y Javier, coordinador de Fútbol 11-. Sus

partidos con el amateur levantan del

asiento a los aficionados. Incluso sus

abuelos creían que llegaría más lejos

que Sergio, aunque reconocen que "el

mayor tenía constancia y el pequeño

era más disperso". Aitor, tan parco en

palabras como su hermano, se lo toma

con filosofía: "Eso de que yo era mejor...

Mira dónde está él y dónde estoy yo.

Ya no estoy a tiempo de ganarme la

vida con el fútbol pero seguiré jugando

hasta que el cuerpo aguante", confiesa.

Al final todo queda en familia y

quizá por eso no es extraño ver a Ser-

gio cada dos por tres en Badia, donde

sigue empadronado. "Aquí hay un bar

muy famoso, El Charly. Un día lo vi

allí junto a Pedro [el del Barça]. Bocata

y refresco, cinco euros. En lugar de

ir a un restaurante de lujo, lo invitó

ping pong y catecismo. "Le llamábamos Celentano por su parecido

con el actor. Era clavado... Recuerdo que Don Pietro adelantaba las

misas para que pudiéramos participar en los torneos. Los derbis con el

Aurora, el equipo del Ayuntamiento, eran apasionantes. Rojos contra

oratoriani. Ganábamos a menudo. A lo mejor porque podíamos contar

con Giovanni Lorini, que se fue al Milan un año antes de que Beppe

Baresi, Romanin, Toninelli, Zini y yo nos marcháramos al Inter, en 1972.

En nuestras filas también jugaba como líbero Franco Baresi". Una tropa

de adolescentes, formados a la sombra de un campanario de pueblo, a

la conquista de la metrópoli. "No creo que los cuatro que finalmente

llegamos a la Serie A fuéramos más buenos que los demás. A lo mejor

teníamos más determinación. Yo, con tan sólo 18 años, por ejemplo, me

rompí los ligamentos. Cuatro años después levanté el Scudetto junto

a Beppe, la misma temporada que perdió trágicamente a sus padres.

Los dos somos de la misma quinta. Nuestras madres se cruzaron en el

hospital cuando nacimos. Hemos ido juntos al colegio desde los tres

años hasta que nos fuimos juntos al Inter. Éramos como dos hermanos.

En el oratorio actuábamos como interiores, él por la derecha, yo por

la izquierda, y con 20 años acabamos ganando el Campionato, jugando

laterales. Luchábamos cada balón como leones".

La gran mayoría de 'los chicos del oratorio' siguen pisando las

mismas calles, en medio de los campos de tierra que alimentaron a

sus antepasados, volviendo de vez en cuando al tradicional punto

de partida. Algo que, según parece, ya no hacen sus hijos, seducidos

por estilos de vida más asépticos que les salvaguardan de las rodillas

peladas. "Antes los oratorios eran el único lugar de reunión para los

jóvenes. Nos forjamos en ese ambiente", recuerda Pancheri con

nostalgia. "Allí nacieron también nuestros primeros amores. Los

padres, por la noche, preferían vernos allí y no en los bares", concluye.

En el Oratorio San Michele, hace 40 años, Pancheri conoció a su mujer.

Por Andrea de Pauli

al sitio que frecuenta con sus colegas

de toda la vida", cuenta Jonathan. La

estética preocupa poco a Sergio fuera

de los terrenos de juego. Su abuelo ob-

serva paralelismos con su hijo: "Carles

no tuvo problemas en vivir aquí tras

casarse con su esposa. A Sergio no le

veo lejos de este ambiente". El cordón

umbilical que le une a su barrio guar-

da una coherencia casi romántica. "Es

nuestro embajador. Un ejemplo para

los jóvenes por su esfuerzo y supera-

ción", dicta la alcaldesa. Sin embargo, lo

que mejor le define es la capacidad para

seguir desenvolviéndose en su hábitat

natural perteneciendo ya a una burbuja

inalcanzable para el resto. "Sergio es un

tío que si te ve por la calle te la choca",

sintetiza Gonzalo. Un código universal:

sonrisa en la boca, pies en el suelo y

orgullo de barrio.

Callejeros estigmatizará su forma de ser; ellas prefieren llamarlo autenticidad.

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De los mejores talentos en la historia del fútbol británico, optó siempre por destruirse antes que construir una

enorme carrera. Fue recientemente internado en un centro de desintoxicación en Arizona, pero ya ha vuelto a añadir

nuevos episodios a su inacabable historial de delitos, ingresos en hospitales a causa de enfermedades físicas y mentales y todo tipo de desórdenes públicos. Sus últimas fotos lo vuelven a retratar en su estado habitual: borracho. En junio de 2009, 'Gazza' tuvo su último periodo de lucidez y de entonces data esta charla que explica lo que significa

estar dentro de la cabeza de Paul Gascoigne, genuino talento callejero del norte de Inglaterra, para bien y para

mal. Sobre todo, para mal.

Texto de Marc Hervez y Simon Capelli Welter / @sofootFotos de agencia

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38

Dossier: El que marque, gana

¿Por qué has aceptado esta entrevista?

Porque vengo de muy lejos. He es-

tado a punto de morir. Me había

convertido en alguien paranoico y

psicótico. Había perdido las ganas

de vivir. Podía encadenar las sema-

nas con el único propósito de beber

cerveza. He tenido que pasar por

muchas curas de desintoxicación,

donde me han tenido que alimentar

con una cuchara. Me daban medi-

camentos para mejorar, pero era un

círculo vicioso: me encontraba mal,

me tomaba una pastilla, me sentía

mejor y tenía ganas de beber. El al-

cohol me alegraba y me daba ganas

de consumir cocaína. Y caía una y

otra vez. Ya llevo seis años así y la

única persona que me puede ayudar

a salir de ahí soy yo mismo. Ahora

me encuentro mejor y no porque una

pastilla me haga olvidar la tristeza.

He elegido estar limpio (ndlr: pala-

bras textuales).

¿Te intentaste suicidar?

No exactamente. Me molesta que la

gente piense que intenté suicidar-

me. Si realmente decides quitarte la

vida, te tiras a un puto tren y listo.

Yo nunca he querido morir. Hubo un

momento en que llegué al límite y me

hice un baño habiendo bebido bas-

tante y después de tomar muchos

somníferos. Llamé a mi hermana

para decirle que quería acabar con

esto y me dormí en la bañera cuando

llegó la policía, a la que mi herma-

na había avisado, para llevarme al

hospital. En Inglaterra, si eres un

peligro de muerte para ti mismo o

para otras personas te encierran en

un hospital psiquiátrico durante al

menos tres meses, pero yo sólo es-

tuve 12 días. Inmediatamente tomé

consciencia de la situación. ¡Joder,

estaba con tíos que tomaban a los

radiadores por perros!

Una de tus últimas obsesiones ha sido

la Wii...

Sí, cuando estaba encocado me pasé

seis semanas seguidas jugando a la

consola, casi sin dormir. Estaba en-

cerrado en un hotel y jugaba contra

el personal. Les ganaba a todos, uno

por uno. Incluso le compré una Wii

al manager del hotel y le dije: ''En-

trénate en tu casa y cuando hayas

mejorado, ven a verme''.

¿Fue justo cuando también te engan-

chaste al Red Bull?

No, eso fue antes. También tuve que

hacer una cura de desintoxicación

para dejarlo. Me tomaba hasta 30

latas al día. Llevaba nueve meses

sobrio y tenía que sustituir el al-

cohol por otra cosa. Por entonces

también abusaba del café. No ne-

cesitaba una casa, sino un árbol,

porque era literalmente un búho.

He estado ingresado en nueve clí-

nicas de rehabilitación diferentes

por todo tipo de adicciones.

¿Cómo explicas ese comportamiento?

Todo es culpa de los traumas que

sufrí durante la infancia. Cuando

tenía diez años, el hermano de un

amigo murió delante mío, atropella-

do por un coche. Era la primera vez

que salía de casa sin su madre y ella

me había encargado que lo cuida-

se porque queríamos ir a comprar

unas chucherías. Lo atropellaron

cuando corría detrás del camión de

los helados. Murió en mis brazos,

los labios se le movían todavía. Él

tenía ocho años y eso me traumatizó.

Me sentía culpable y fue entonces

cuando visité a mi primer psiquia-

tra. Con 16 años también pasé por

otro trauma. Mi sobrino pequeño

tenía asma y yo había declarado

en News of the World que se podía

practicar deporte siendo asmático.

Cuando leyó aquello vino a pregun-

tarme si podía jugar al fútbol. Yo le

dije que sí y 20 minutos más tarde

recibí una llamada diciéndome que

estaba muerto. Tenía nueve años.

No hace mucho todavía mantenías

conversaciones con loros de juguete...

Fue un período en el que estaba

realmente mal. Me compré un loro

de juguete que decía: ''Hola'' y yo le

"Me molesta que la gente piense que

intenté suicidarme. Si decides quitarte

la vida, te tiras a un puto tren y listo"

Page 39: Panenka23_

39

contestaba: ''Hola''. Al final me harté

de aquello y me fui a comprar otro

loro para que hablaran entre ellos.

Cuando me cansé, tiré a uno por la

ventana y le arranqué la cabeza al

otro. Estaba bastante borracho por

aquel entonces.

Tu hijo ha declarado: ''Mi padre va a

morir, pero no voy a malgastar mis

lagrimas por él''. ¿Qué le dirías?

Que soy un buen padre. Mi hijo sabe

quien soy. No puedo impedirle que

hable en la prensa, pero sé bien que

se trata de un chico influenciado por

su madre. Le compré tres móviles

para poder hablar con él, pero

siempre salía el contestador. Mi ex

me dijo que los había perdido así

que le llamé a casa. Ella grabó la

llamada y se fue a la policía para

ponerme una denuncia por acoso.

Hoy los jugadores están mejor ro-

deados, mejor preparados para su

reconversión cuando el fútbol se

acaba. Yo me dediqué a esto porque

era lo único que sabía hacer bien,

sino me hubiera hecho carpintero

como mi padre. Pero lo malo es que

los futbolistas son dependientes. A

mí me llevaban a todos los sitios, no

me preocupaba de nada, así que no

construí nada para después de mi

carrera, algo que tendría que haber

hecho. Un día ya no era jugador y

me dije: ''Joder, ¿qué hago ahora?''.

Fue el inicio de mi caída.

¿Pero la caída no empezó siendo to-

davía jugador?

Cuando era futbolista bebía, pero

eso era todo. Fue después, con 35

años, cuando me enganché a la co-

caína y empezó el descenso a los

infiernos.

¿Cuál es la imagen que te viene a la

cabeza si te pregunto por el mejor

momento de tu carrera?

El Mundial de Italia en 1990. Éramos

un grupo de colegas que se compor-

taban como niños. Nos divertíamos

jugando, no teníamos miedo de na-

die y no había mujeres alrededor.

Fueron seis semanas de felicidad, a

pesar incluso de la derrota contra

Alemania. Cuando me enseñaron la

tarjeta en las semifinales lloré por-

Bobbies y paparazzis marcan al hombre al indomable ciudadano Gascoigne.

"Con diez años, el hermano de un amigo murió en mis manos.

Lo atropellaron cuando su madre me pidió que lo cuidase"

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Dossier: El que marque, gana

que aquel universo se me vino abajo

en ese momento. Sabía que pasase

lo que pasase yo no estaría, pero a

partir de ese momento corrí como

un loco, más motivado que nunca.

¿Aquel recuerdo italiano le influenció

a la hora de fichar por la Lazio dos

años más tarde?

Cuando llegamos al estadio, justo

antes de aquellas semifinales, un

tipo se me acercó y me dijo: ''¿Qué

te parece firmar con la Juve después

del Mundial?''. Lo miré y me dije:

''Joder, este tío tiene un Ferrari''. ¡Ni

pensaba en jugar en Turín, sólo tenía

en la cabeza el maldito Ferrari! Al

final el tipo quería que firmase por

la Roma el primer año para aprender

la lengua y la cultura y que luego

me marchase a la Juventus. Yo no

quería engañar a los aficionados, así

que volví al Tottenham y pasé uno

de los mejores años de mi carrera.

Luego ya me marché a la Lazio. En

aquel tiempo me sentía invencible,

era fabuloso. Mi gran recuerdo de

entonces siempre será del día en el

que en un entrenamiento, el técnico

me espetó: ''Tienes una llamada''.

Yo le contesté: ''Diles que llamen

más tarde, joder''. ''En serio, Paul,

deberías coger la llamada'', insistió.

Me puse al teléfono y un tipo me

suelta: ''Buenos días, soy Juan Pablo

II''. Te lo juro, no era una broma,

era el Papa. ''Hola Papa, ¿cómo te

va?'', le contesté. Quería conocerme

porque había sido portero de fútbol,

así que dejé el entrenamiento y me

fui a buscar a mi hermana. ''Vente,

que nos vamos'', le dije. ''¿A dónde?'',

me preguntó. ''A ver al puto Papa...''.

Fuimos al Vaticano y Juan Pablo II

nos dio todo tipo de regalos, cosas

que sólo daba a los jefes de estado.

Como unas medallas doradas que

muy pocas personas tienen.

¿Creías en Dios antes de aquella visita

al Vaticano?

Sí, desde la infancia. Mi padre a

veces sacaba la mano por la ven-

tana. Yo un día le pregunté por qué

lo hacía. ''Le pido a Dios si tiene un

poco de dinero para mí'', me explicó.

Tú que te confiesas creyente tienes

una anécdota que se remonta a la épo-

ca del Rangers, cuando celebraste un

gol en Celtic Park imitando el gesto

de tocar la flauta, símbolo de la orden

protestante de Orange.

Sí, pero la primera vez que lo hice

no sabía muy bien qué significaba.

De hecho, me dieron por saco tanto

con el tema que lo hice en un Old

Firm sólo para reírme de ellos. Me

amenazaron de muerte los del IRA

después de aquel gesto y tuve que

ponerme en contacto con la CIA. Me

enseñaron a abrir el correo de una

forma determinada y a inspeccio-

nar el coche antes de arrancar para

saber si había una bomba debajo.

Tuve que hacer todo aquello durante

seis meses.

¿Pero tú, católico, no te diste cuenta de

la carga que tenía aquel gesto?

No pensaba que fuera a llegar tan

lejos. Irónicamente, en su conjunto,

los seguidores del Celtic me querían

bastante, quizá porque mi padre

era católico. De hecho, eso me trajo

bastantes problemas con un fan del

Rangers. Justo después de la muerte

de mi abuela, un seguidor me vino

a ver: ''Hola Paul, me alegro que tu

abuela esté muerta y espero que tu

padre la diñe también pronto, ca-

tólico de mierda. De todos modos,

eres el mejor jugador que jamás haya

vestido la camiseta del Rangers. ¿Me

puedes dar un autógrafo?''. Eso es

Glasgow. Cuando juegas al billar

y eres de una familia del Celtic, el

tapete es verde y no hay bola azul.

Si eres del Rangers, el tapete es azul

y no hay bola verde. Es de locos...

A ti sí que te querían con locura.

Sí, pero me llamaban Fat bastard

(gordo bastardo). Un día marqué un

gol y les solté: ''Sí, soy un gordo,

siento haber marcado''. Yo siempre

he tenido problemas con el peso y

con 17 años mi entrenador no me

Paul John Gascoigne nació el 27 de mayo

de 1967 en el norte de Inglaterra. Sin haber

cumplido los 18 debutó con el Newcastle.

Más tarde vestiría las camisetas de Tott-

enham Hotspur, Lazio, Glasgow Rangers,

Middlesbrough, Everton, Burnley, Gansu

Tianma (China) y Boston United, pero nin-

guna se ajustó tan bien a su poco esbelta

figura y a su irregular y explosivo talento

como la del escudo de los tres leones.

Con Inglaterra dejó un Mundial en 1990 y

una Euro en 1996 excelsos, con un ímpetu

y un punto de locura que entroncaba a

la perfección con el pasional estilo de la

afición y la sociedad brittish. Tras colgar las

botas, su latente alcoholismo mezclado con

problemas mentales le han hecho un asiduo

de los tabloides. A sus 46 años, anda cada

vez más cerca del abismo.

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41

Inside Gazza

dejaba jugar porque decía que era

un obeso.

Era en el Newcastle, desde donde es-

tuviste a punto de dar el salto a Old

Trafford. Llegaste incluso a un acuerdo

con Alex Ferguson.

Sí, estaba todo acordado para que

firmase por el Manchester United,

pero acabábamos de perder 7-2

contra los 'red devils', una derrota

que había hecho mucho daño. Los

seguidores me rogaron que me fuera

al Tottenham en vez de fichar por

el United, así que me decidí por los

'Spurs', donde jugaba mi colega

Chris Waddle. Es uno de los pocos

amigos que tuve dentro del mundo

del fútbol.

Además hubo otros motivos. Se ru-

morea que el Tottenham te había

comprado una casa.

Es cierto, me dieron una casa cuan-

do firmé por valor de 700.000 libras,

además de otra para mi familia y un

BMW para mi padre. Mi hermana se

fue de vacaciones y el club corrió con

los gastos y el presidente me dejó

su chequera para que me comprase

ropa con cinco de mis amigos. Pero

nada de eso influyó en mi decisión

porque yo ya tenía por aquel tiempo

los recursos para apañármelas por

mí mismo.

Años más tarde contactaste con Fer-

guson para intentar que te volviera

a contratar.

De hecho llamé a Bryan Robson para

que le preguntase a Alex Ferguson si

todavía me quería y él estaba a su

lado en el momento de la llamada.

Me lo pasó y mi voz temblaba. Me

dijo: ''Mira, ya tengo a Cantona y

ahora mismo no te necesito. Pero si

el francés se marcha, es posible que

te llame''. Ya había dejado pasar mi

oportunidad.

Con el paso del tiempo, ¿piensas que

tu talento y tu palmarés han ido de

la mano? ¿Conseguiste los logros que

merecías?

A veces me digo a mí mismo que si

hubiera firmado por el United hubie-

ra seguido jugando hasta los 38 años

y no hubiera hecho las tonterías que

hice. Pero bueno, tampoco hay como

para avergonzarse de mi palmarés:

gané la FA Cup, la liga escocesa,

jugué un Mundial, fui varias veces

escogido jugador del año, quizá du-

rante un período fui el mejor jugador

del mundo. Una vez me encontré con

Maradona y me dijo: ''Paul, tú eras

más bueno que yo''. Después de eso,

me puse a llorar.

¿Recuerdas todavía el famoso gol con-

tra Escocia en la Euro del 96?

Claro, fue un tanto muy sencillo.

Lo siento mucho por Colin Hendry

porque escuché que jamás acabó de

recuperarse. Todavía tengo la sensa-

ción de que estoy en Wembley, a la

hora exacta de aquel tanto.

Barry Ferguson decía que un equipo

que bebe junto puede hacerse muy

poderoso. ¿Tú qué opinas?

Es evidente. Cuando Walter Smith

me vino a fichar para el Rangers

me dijo: ''Todo lo que espero de ti

es que hagas que el equipo beba

junto''. Ganamos la liga dos años

consecutivos, fue fantástico.

¿Cuál fue tu mejor partido borracho?

Hubo muchos. Con el Everton, en

la previa de un choque contra el

Sunderland, me enteré de que un

rival quería partirme la cara. Me

tomé cuatro botellas de vino con

algunos somníferos. A las seis de

la mañana me desperté temblan-

do, así que para calmarme me metí

seis vasos de Brandy más y algu-

nos cigarrillos. Jugamos el partido

a primera hora de la tarde... ¡Fui

elegido man of the match! Con el

Rangers, me acuerdo de un parti-

do en el que estaba jugando como

el culo. En el descanso el míster

me gritó: ''Paul, ¿qué pasa, que te

emborrachaste anoche?'' Le dije

que no y me contestó: ''Joder, pues

vete rápido a tomarte una copa''.

"Fui el mejor del mundo. Una vez

me encontré con Maradona y me dijo: 'Tú eras más bueno

que yo'. Lloré"

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42

Dossier: El que marque, gana

Me metí un brandy triple antes de

regresar al campo. Marqué dos goles

y me eligieron otra vez man of the

match. También hubo una vez que

jugamos un amistoso con la Lazio

contra el Sevilla de Maradona. Antes

del choque cayeron tres botellas de

champán. Me acuerdo que marqué

un gol regateando a cuatro o cinco

jugadores. Después, me crucé con

Maradona en el campo y le dije:

''Diego, estoy completamente roto''.

Me respondió: ''Paul, yo también''.

Para la Copa del Mundo de 1998, te

quedaste fuera de la lista del selec-

cionador Glenn Hoddle. Parece que

aquello te provocó un ataque de furia.

Estábamos en un hotel en España,

dos semanas antes del Mundial,

alineados como escolares en la ha-

bitación del seleccionador. Nos iba

llamando uno a uno a su despacho

para saber si estábamos dentro de

la lista o no. Él estaba con sus técni-

cos asistentes y uno era un antiguo

compañero mío. Cuando llegó mi

turno, entré y vi que tenía lágrimas

en los ojos. De inmediato comprendí

lo que pasaba. Cuando salí aparté

al resto de compañeros para poder

destrozar la habitación de Hoddle.

Paredes, puertas, cables... acabé con

todo. Me calmó bastante, fue genial.

Me tuvieron que dar un Valium para

tranquilizarme. Hoy todavía se pue-

den ver los restos del mobiliario en

el museo del hotel.

¿Te dejó fuera por culpa de una foto

comprometida?

Se dijo que me apartó por una foto

en la que estaba comiéndome un

kebab. Pero en ese momento no

estaba convocado, teníamos cinco

días de fiesta. Fue totalmente injusto

porque otros seis jugadores estaban

borrachos esa misma mañana y to-

dos fueron convocados.

¿Te lo has vuelto a encontrar después?

Me topé con él en un ascensor. No le

dije nada y solamente le di la mano.

Se quedó perplejo. Sabía perfecta-

mente que yo tenía razón y que la

había cagado. Beckham o Scholes

lo reconocieron después afirman-

do que podríamos haber ganado

la Copa del Mundo si yo hubiese

estado en el equipo.

Acabaste tu carrera en China, ¿cómo

es la vida allí?

Sólo pasé tres meses en total, no

había nada que hacer. Me entrenaba,

dormía y comía. No entendía ni una

El esplendor de los buenos tiempos de Paul junta a esa expresión un tanto esquizofrénica.

"Con el Rangers, un día jugué como

el culo. Al descanso, el míster me dijo:

'Tómate una copa'. Marqué dos goles"

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43

Inside Gazza

puta palabra de lo que me decían.

No estaba del todo mal, pero no me

pagaban. ¡Los chinos todavía me

deben pasta! Respecto al país, es

el lugar más explotado del planeta.

En una calle no más larga que un

campo de fútbol había decenas de

pequeños comercios, dentistas, pe-

luquerías... todo en la misma acera.

¡El dentista en China es una silla en

mitad de la calle! Un domingo por la

mañana tenía hambre, entré en un

súper para comprar algo rápido y

compré lo que pensaba que era un

pequeño sandwich de pollo. Era de

ala de murciélago. Asqueroso. Los

huesos se me clavaron en la gargan-

ta y tuve que ir al hospital.

¿Tienes la sensación de que has vivido

como una estrella del rock?

Han comparado mucho mi caída con

la de George Best, equivocadamente

según mi punto de vista. Best fue

una leyenda, yo soy solamente un

ex jugador que bebía. Las estrellas

del rock hacen dinero divirtiéndo-

se y drogándose. No soportan los

momentos bajos y algunos acaban

pegándose un tiro. Yo no me consi-

dero una estrella del rock porque

siempre he sido la misma persona

para lo bueno y para lo malo. Ade-

más, puedo hablar con conocimiento

de causa porque seguí la gira eu-

ropea de Iron Maiden en 2008. Les

acompañé durante siete conciertos

pero estaba siempre tan borracho

que al final creo que no vi ni uno

entero. Sólo recuerdo haber ido

mucho en avión. El grupo me dijo:

''Ok, vente con nosotros, vamos a

cuidarte''. Después de cinco concier-

tos me confesaron: ''Paul, nosotros

estamos pirados pero, joder, tú lo

estás más que todos nosotros juntos.

Hemos intentado controlarte, pero

es imposible''.

Homenaje en Roma en noviembre de 2012. El rostro de la decadencia.

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Años 30. La Inglaterra de entreguerras comienza a recuperar el resuello sin saber que está en la antesala de los peores años del siglo XX, con una guerra, más voraz y más cercana, de la que justo ahora tratan de olvidar a la vuelta de la esquina. El pasatiempo de esos niños, hijos de la paz, es convertir el empedrado en pasto y el mobiliario urbano en porterías para dar rienda suelta al que ya se ha convertido en el deporte nacional. Zapatos multiusos, pantalones cortos y flequillos repeinados son los versos de estas imágenes que riman balón con ciudad. En otras latitudes, en otras épocas, la métrica ha sido, es y continuará siendo completamente distinta, pero estamos ante la poesía más recitada de la historia: fútbol y calle.

Fotos de Getty

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46

Dossier: El que marque, gana

Jugar a la pelota en la calle ha sido siempre una actividad eminentemente infantil. En los años 30, sin embargo, la oferta lúdica no era tan variada así que a veces casi había más mirones que jugones.

El duelo es en la 'Little Italy', previo a un Inglaterra-Italia en Highbury.

El fútbol jamás se ha jugado en solitario en la calle. Con suerte, siempre surgían habituales o espontáneos para organizar un partido. A malas, la pelota siempre estaba dispuesta a volver de cada viaje contra la pared.

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Recuerdos universales

A pesar de que el mantenimiento fuese un tanto rudimentario, los niños ingleses de los años 30 tenían acceso a algo bastante similar a un balón. En muchos otros rincones han tenido que tirar de esféricos improvisados, algo que por fuerza ha agudizado la habilidad del futbolista callejero.

En los 30, la caída de la libra provocó una grave crisis monetaria, pero estas imágenes enseñan una lección de historia diferente.

Calles repletas de felicidad. Terapia esférica

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48

Dossier: El que marque, gana

La calle daba incluso para organizar equipos y torneos de lo más variopintos. Desde el partido improvisado en el que reglas, jugadores y duración se decidían sobre la marcha, hasta conjuntos más serios, con traje incluido. Para llegar a la segunda opción, ayudaba que tu profesor fuese un jugador del Burnley, John Gastall.

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El fútbol de calle convertido en deporte de riesgo. El gesto de la señora no es muy terrorífico, pero muchas veces el fondo físico se ganaba huyendo por piernas del marcaje muy al hombre que conllevaba el destrozo o invasión de la propiedad privada.

Sin límites, sin reglas. El fútbol ha florecido en todas las calles del planeta, aunque hoy en día niños más balón sea una suma en desuso

en el mundo occidental

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El siglo XX se acercaba a su fin cuando la noticia inundó los espacios informativos. Un caramelo demasiado

dulce: ex jugador de fútbol, talentoso y rebelde, fallece a

los 44 años en la miseria como consecuencia de una larga

enfermedad provocada por las drogas. Aquel sábado de 2000, 'Canito' volvió a estar en boca de todos. Insidioso, el morbo hacía a muchos cuestionarse

cómo un personaje en apariencia triunfador había

conocido tan dramático final. La respuesta estaba en Jose, el chico de la Zona Franca de Barcelona que sólo pudo vivir en el extremo, agarrado sin remedio a la ley de la calle.

Texto de Xavi Torres / @xavitorresllIlustración de Marta Vilches

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51

La droga del afecto

N o había ni una de las ocho

porterías del patio que no

recibiera cada día, como

mínimo, cinco goles de Jose.

Jose, así, sin acento en la 'e'. Y

aunque había gente que creía que aquello era pan

comido, de eso nada. Aunque parezca mentira, en el

'cole' la vida era más fácil que en nuestras casas,

eso para quien la tenía que, por cierto, no era la

mayoría. El ambiente era difícil, sin referentes,

con retos constantes y luchas cotidianas entre

niños conflictivos que dificultaban la convivencia.

Ser el más fuerte era más importante que ser el

más inteligente.

Jose, a quien jamás le interesaron los estu-

dios, se sabía imbatible cuando había un balón de

por medio. Juan el 'Carnicero' daba miedo por las

patadas que repartía; el 'Bola' ocupaba casi toda

la portería y era difícil de batir; Pérez Contreras

era pequeño pero matón y yo, bueno, yo era rápido

y por eso me llamaban el 'Bala'… Pero Jose era

otra cosa. En el cole, en La Salle de Nuestra Se-

ñora del Port, Jose era famoso y le encantaba. Se

había hecho popular por sus goles, pero también a

base de exhibir rebeldía. Casa y escuela incluidas,

donde mejor se movía era por las callejuelas de

la Zona Franca, barrio olvidado de la Barcelona

preolímpica, donde había pocas normas. Y cuantas

menos, mejor: siempre le incomodaron los límites.

Eso sí, ¡que no nos tocaran a nosotros, eh, que

se liaba parda! ¡Qué mala leche gastaba cuando

alguien cruzaba la frontera de su círculo! Sus leyes,

las dictaba la calle.

Un día, Jose se marchó del equipo y no

mucho más tarde, del colegio. Hinchó el pecho, se

arregló el pelo y nos dijo, chulo él, que había ficha-

do por la Penya Anguera. ¡Qué fenómeno! ¡Cómo si

lo viera ahora! Ahí está, con el '10' de los cracks en

la espalda, en la mediapunta, grandioso, ¡metiendo

unos goles imposibles! Entrenaba los miércoles

de siete a nueve de la noche y los jueves, de seis

a ocho de la mañana, así que en medio de las dos

sesiones se quedaba a dormir en casa de Albert,

el delantero centro del equipo. Don Andrés y doña

Cati, sus padres, medio le adoptaron. Un día, en

el campo de la Trinidad, alguien robó la radio del

coche de don Andrés, con la mala fortuna de que

justo al salir del campo, Jose la reconoció en manos

de un desconocido. Saltó del coche, corrió tras el

ladrón y recuperó la radio de don Andrés a base

de puñetazos. En otra ocasión, en Igualada, en el

barrio de Fátima, alguien se metió con su mentor,

así que fue a callarlo a golpes saltando la valla del

campo. Don Andrés y su familia, a pesar de formar

parte de la Barcelona sin problemas, ya eran de

su círculo. ¡Menudo era Jose! El que daba recibía

el doble. Valores primarios.

Con 16 años parecía un señorazo. ¡Qué

planta! ¡Yo no le llegaba ni al pecho! Un día, cerca

de la calle San Paciano, en pleno barrio chino, justo

donde estaba el local social de su club, me presentó

a una señora muy guapa. Podría ser su madre, pero

me dijo que era su novia. Le daba dinero, lo vestía

como a un actor de cine y le compraba zapatos

de 10.000 pesetas a cambio de sexo. Jose estaba

encantado. De hecho, siempre había tenido éxito

con las chicas. Incluso en San Paciano, todas las

prostitutas que a mí me regalaban caramelos, a

él ya hacía dos años que se lo llevaban portal

adentro. ¡Y no veas con qué cara salía! ¡Y cómo las

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52

Dossier: El que marque, gana

defendía cuando algún chulo se metía con ellas!

Y es que a orgulloso no le ganaba nadie. Bueno,

él siempre era el que más en todo.

Le vino a buscar el Barça, pero tras una

prueba destrozó el cristal del vestuario y fue recha-

zado por maleducado. Luego, también le echaron

de la Penya Anguera por quedarse dinerillo ajeno

y volvió a jugar en el equipo del barrio, la Gimnás-

tica Iberiana, en la última categoría. Por aquellos

tiempos, el 'Bola’ y el 'Carnicero’ ya estaban muy

mal. Iban al campo para gritar sus goles pero,

en realidad, ni los veían. La mierda se los llevó

primero a la cárcel y después al cementerio. Por

entonces, Jose se puso a trabajar de mecánico en

los autos de choque de Sarrià, lleno de grasa y

de sueños por jugar en el campo que tenía justo

delante, el del Espanyol. Por el 'Bola' y por el 'Car-

nicero' lloró de impotencia. Eran su gente, él era

el jefe y se fueron sin su permiso. Se trasladó con

su madre a vivir a Lloret y levantó los ánimos del

campo de fútbol del pueblo. Allí dejó de llamarse

Jose Cano y lo bautizaron como 'Canito', ya que

había otro Cano en el equipo. Ellos dos y Ventura

hicieron tanto ruido que el Espanyol, el equipo del

campo de delante de la feria de autos de choque,

le fichó. A él, y a su rebeldía.

En Lleida, cedido, le partió la cara a un pe-

riodista y en Cádiz, donde hizo la mili, vaciló hasta

al más rico de la ciudad. Eso sí, sus compañeros

le adoraban porque, a pesar de su batalla contra

el mundo, siempre era el primero en defenderles.

Cuando regresó a la Ciudad Condal para jugar al

fin con el Espanyol, se fue a vivir a casa de los

Frieros, familia amiga de la época de La Salle de

Nuestra Señora del Port, que siempre le cuidaron

como a un hijo.

Triunfó. Y, más chulo que un ocho, se com-

pró un 1.430 metalizado. Y trajes, trajes y más

trajes para ser el más guapo, el más elegante, el

más y el más y el más. Y mujeres. También compró

a muchas mujeres. Luego la selección española y

el Barça, aunque pudo ir al Real Madrid. Y más

dinero y más trajes. Una vez apostó que vestiría

ropa nueva cada día durante una temporada. Y por

supuesto, ganó. Más tarde vino el BMW verde y

siempre más mujeres. Y el perro más grande con la

correa más larga. Y regalos y más regalos para sus

amigos de las Casas Baratas de la Zona Franca. Por

cierto, ahí sigo viviendo yo. Pérez Contreras acabó

jugando en el Barça y se mudó y el resto, bueno,

todos enterrados llenos de agujeros en las venas.

En el Barcelona, ese club que le había ce-

rrado las puertas siendo niño y que no era el que

tenía su campo delante de los autos de choques

donde un día convivieron él y sus sueños, la lió.

En abril de 1980, jugando en el Camp Nou contra

el Athletic, alzó los brazos cuando por el marcador

anunciaron un gol del Espanyol en Alicante que

les salvaba del descenso. Claro, aquellos eran

los suyos. ¡Qué auténtico! ¡Se hubiera quitado la

vida por su gente! Aún de azulgrana, un acto de

indisciplina le acabó costando un mes sin empleo

y sueldo. Así que él volvió a su círculo. Llamó a

Albert, aquel delantero centro de la Penya Anguera

con el que había compartido vestuario y cama.

Por entonces, era el técnico de un equipo infantil

de la UE Sants, y le pidió entrenar con él. ¡Un

jugador del Barça practicando con un equipo de

niños de barrio!

Regresó al Espanyol y después se fue al

Betis donde, sin su gente, se cansó de repartir

billetes de 100 pesetas entre los niños que venían

a pedirle un autógrafo. En Sevilla, conoció al que

creyó el amor de su vida pero, como en tantas otras

ocasiones, se equivocó. Ni su paso por Portugal

primero y Zaragoza después le ayudó a remontar

un fracaso matrimonial que le consumía por den-

tro. Jose, tanto tiempo querido por desconocidos

aprovechados que le llamaban 'Canito', se convir-

tió en un don nadie que ya no provocaba el mínimo

interés de los falsos aduladores. Volvió primero a

Lloret y después a la Zona Franca, donde ya sólo

quedaba yo, el 'Bala', porque a Pérez Contreras

se lo llevó del barrio su suerte de futbolista y al

resto, el caballo de la muerte.

Para Jose la vida sin balón se convirtió

en un calvario. Todas las sanguijuelas se fueron

tras chuparle la sangre y dejarlo junto al demonio.

Alexanko, Costas, Urruti, Gordillo, De Felipe, Albert

y su familia, los Frieros y unos pocos más (sobre

todo las agrupaciones de veteranos del Barça y

del Espanyol) le ayudaron a respirar en sus terri-

bles últimos días. Trabajo tras trabajo se esfumó

abrazado a su rebeldía. Un día era dame 1.000

pesetas y otro 2.000, pero cada amanecer servía

para hundirse más en el barro. Ellos y pocos más

se despidieron de él junto a su hermana Fina en

la Pobla de Montornés (Tarragona). Todos estaban

agotados. Sólo tenía 44 años aunque engañaba por

su aspecto de jubilado. El mundo había decidido

seguir sin él.

Jose dio mucho más de lo que recibió.

Queda en la memoria su espíritu indomable, su

obsesión por gastarse el dinero para conseguir

el afecto y el reconocimiento de su entorno y,

sobre todo, un ejemplo vital de lo fundamental

que es la formación para ganar el partido más

importante.

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54

Un sanluqueño en Moscú. Suena casi

a título de novela de espías. ¿Cómo

está resultando la experiencia rusa

de Jurado?

No sé cómo suena, pero lo cierto es

que estoy contento y me encuentro

muy a gusto en Rusia. Los primeros

meses fueron complicados, pero

desde entonces todo ha ido rodado

y mi intención es poder seguir aquí

mucho más tiempo. Y eso que tomar

la decisión de venir al Spartak no

fue sencillo pero, una vez aquí, me

di cuenta de que no todo era tan

complicado como me imaginaba y

hoy en día estoy encantado.

Entre el frío, la comida y el idioma,

no es que parezca el paraíso para un

gaditano.

Pues yo me siento muy integrado

en mi día a día. Hay restaurantes

de todo tipo donde se come de lujo

y puedes probar toda clase de ali-

mentos. En eso no he notado mucha

diferencia. Y por el frío, aunque es

verdad que el clima es complicado,

se aguanta bastante bien. Además,

tenemos la suerte de que el campeo-

nato se detiene por el parón invernal

y aprovecho para volver a casa y

refugiarme así del invierno.

No has dicho nada del idioma. ¿Cuán-

tas palabras en ruso conoces?

No muchas, eso sí que es lo más

difícil. Y encima esto no es como

Alemania, donde el 95% de la gente

habla inglés. Allí me podía defender

algo, pero aquí ni eso. Por suerte, en

el cuerpo técnico hablan bastante

español.

Así será complicado tener alguna in-

teracción con el país y la ciudad. En

tu cuenta de Instagram no se te ve

muy turista, todas son fotos de fútbol.

Es cierto. Fuera del entorno del equi-

po y los compañeros, no es sencillo

llevar una vida corriente. Si sales

fuera, el tema del idioma lo complica

todo. Pero Moscú sigue siendo una

ciudad espectacular e inmensa y

cuando vienen a visitarme amigos

o familiares de España intento salir

para conocerla un poco más. Sólo

le pongo una pega, el tráfico. Es

insoportable.

"Si hubiera sido más egoísta, me habría ido bastante mejor"Muchos quizá se hayan olvidado de él. Apenas nos llega algún enlace de Internet para mostrarnos en forma de vídeo su penúltima maravilla en el Spartak de Moscú. José Manuel Jurado brilla en la gélida Rusia y sigue siendo el talentoso mediapunta del que tanto se esperaba en el Bernabéu o en el Calderón. Quizá se haya convertido en un jugador más completo, más resistente, menos ingenuo. El sanluqueño da su propia versión.

Texto de César Sánchez / @cesar_sanchez_Fotos de agencia

"Por primera vez tengo la responsabilidad de liderar el juego ofensivo de un equipo, siento que debo ser yo quien tire del carro"

ENTREVISTA A JOSé MANUEL JURADO

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56

Caviar gaditano

¿Y qué es lo que te ayuda cuando viene

a visitarte la morriña?

Pues en casa no deja de sonar Ecos

del Rocío. Es mi grupo preferido, me

encanta y me hace sentir un poquito

más cerca de España.

Dices que vuelves a Cádiz a pasar los

inviernos. El contraste debe ser bru-

tal, ya que estamos hablando de una

provincia especialmente azotada por

la crisis y el desempleo.

Siempre que regreso a mi tierra, voy

muy feliz de volver, de reencontrar-

me con mi gente y mis lugares, pero

de inmediato me golpea ver a tanta

gente pasando problemas, entre

ellos amigos y familiares míos, y

se me acaba poniendo mal cuerpo.

Me siento mal y frustrado porque, a

pesar de que intento ayudar a toda

la gente que puedo, no es posible

sacar de lo malo a todo el mundo

tal y como me gustaría.

Esta no es tu primera experiencia fue-

ra de casa, ya que desde que te fuiste

al Schalke 04 han pasado más de tres

años. ¿Valoras positivamente haber

salido al extranjero?

Estoy muy orgulloso de haber co-

nocido otros campeonatos, otras

experiencias, otras culturas. De

CABALLO MANSOJosé Manuel Jurado (28 de junio de 1986)

poco tiene de temperamental y desbocado,

como los corceles que surcan las playas de

su Sanlúcar de Barrameda natal. Su carácter

es calmado, casi frío, así que tampoco extraña

tanto su particular ruta hacia el norte. De joya

de la cantera del Madrid a talento irregular en

el Atlético, pasando por un exitoso curso en

Mallorca, fue en el Schalke 04 (foto) donde

empezó a fortalecerse para convertirse en

un mediapunta completo, más allá de su

brillante técnica individual. Es el referente

del Spartak desde hace más de un año.

Alemania, por ejemplo, tengo re-

cuerdos muy buenos. No se llega

todos los días a las semifinales de

la Champions, o se ganan la Copa y

la Supercopa de Alemania. Guardo

especialmente grandes sensaciones

del poder jugar siempre en estadios

llenos y con ambientes espectacu-

lares y de haber compartido dos

años de vestuario con un mito del

fútbol español como Raúl, con el que

todavía hablo de vez en cuando para

ponernos al día.

Después de Real Madrid, Atlético,

Mallorca y Schalke 04, da la sensa-

ción de que, al fin, en el Spartak has

encontrado el lugar y el equipo en el

que sentirte referente y líder para dar

rienda suelta a todo tu talento.

Personalmente, siento que me en-

cuentro en el mejor momento de mi

carrera. El inicio de temporada ha

sido muy bueno en lo personal, he

visto puerta con facilidad, y en lo

colectivo, donde el objetivo es estar

peleando por el título hasta el final.

Por primera vez tengo la responsa-

bilidad de crear y liderar el juego

ofensivo de un equipo, siento que

debo ser yo quien tire del carro. Me

gusta mucho esa sensación, sobre

todo porque cuento con la confianza

del míster.

¿Cómo te sientes a las órdenes de un

tipo tan temperamental como Karpin?

Mi relación con él está siendo per-

fecta. Es un técnico que tiene las

cosas muy claras y, de momento, los

resultados le están dando la razón.

Creo que está haciendo las cosas

muy bien en el Spartak.

¿Lamentas haber tenido que irte tan

lejos para adquirir ese estatus?

Eso son cosas del fútbol. Mi carrera

ha ido así y no vale la pena darle mu-

chas más vueltas. Yo estoy contento

y punto. Ha sido en el Spartak como

podría haber sido en otro sitio. Sólo

pienso en que estoy haciendo lo que

más me apetece y que me complace

sentirme tan valorado.

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57

Caviar gaditano

Tienes perfil de futbolista humilde y

respetuoso. ¿Si hubieses sido un poco

más egoísta te hubiese ido mejor?

Definitivamente, creo que sí. En

algunos momentos, de haber sido

más egoísta me hubiera ido bastante

mejor. Quizá me ha faltado mostrar

más carácter, pero soy tranquilo y

me gusta hablar en el campo. No

soy de hacer ruido y no cambio por

nada ni mi carrera ni mi manera de

ser, pero las cosas hubiesen sido

diferentes.

¿Sientes que tu carrera ha estado a la

altura de tu talento?

No me arrepiento de nada y tengo el

carácter que tengo. Más allá de ser

buen futbolista, aspiro a ser buena

persona. Tengo una gran vida, dis-

frutando con lo que hago en un lugar

en el que me aprecian. No creo que

me haya ido mal.

Eras la estrella de la cantera del Real

Madrid y te vendieron de un día para el

otro casi sin pestañear al eterno rival.

¿Crees que con tu estilo de juego y con

un club que hubiese mimado más la

cantera como el Barcelona, tu camino

hubiese cambiado mucho?

Es posible, pero nunca se podrá

saber qué hubiera podido ocurrir.

De todos modos, no me arrepiento ni

mucho menos de haber estado en la

cantera del Madrid. Al revés, me han

formado como persona y jugador, he

aprendido mucho y no cambio por

nada esa experiencia.

Precisamente, una carrera como la

tuya ejemplifica cuan sacrificada pue-

de ser la vida de un futbolista. Los

esfuerzos y obstáculos que se deben

superar, más allá de la etiqueta de

privilegiados que todos tenéis.

Desde fuera, cualquier persona

puede pensar que esto es muy fácil,

que tenemos una vida de cuento de

hadas, pero sólo las personas que

nos rodean saben lo complicado

que puede llegar a ser. Pasamos

por momentos difíciles, aunque a

mucha gente desde fuera le pueda

costar creerlo.

¿Tienes la espinita de que jugando en

Rusia todavía te será más complicado

llegar a la selección?

Cualquier futbolista sueña con lle-

gar a vestir la camiseta de España.

Ojalá que pueda conseguirlo algún

día, aunque con el nivel que hay hoy

en día es algo casi casi imposible.

Aunque esté lejos, mi objetivo siem-

pre será hacerlo lo mejor posible,

marcar goles y trabajar mucho para

que esa llamada pueda llegar.

"Cada vez que regreso a Cádiz, voy feliz,

pero de inmediato me golpea ver a

tanta gente pasando problemas y se me pone mal cuerpo"

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58

Club de Fútbol Damm

La antesala del éxito

El CF Damm es un club sin ánimo de lucro que trabaja desde hace 60 años el fútbol formativo de una manera especial. Los valores y los conocimientos deportivos se mezclan para hacer de la sociedad cervecera un caso único en el fútbol catalán y español. Bien lo sabe Cristóbal Parralo, uno de los muchos hijos pródigos de la entidad, que ha vuelto a casa para hacerse cargo del juvenil A y dirigir la política deportiva del club.

Texto de Alena Arregui / @alenarreguiFotos de Club de Fútbol Damm CLUB DE FÚTBOL DAMM

Después de cada sesión de

entrenamiento, los chicos

del juvenil A se dirigen al

vestuario pensando ya en el

siguiente partido de liga, el

más importante para ellos a corto plazo.

Mientras tanto, continúan preguntán-

dose dónde estarán el año que viene,

cuando su etapa como juveniles acabe

y se vean obligados a buscar su futuro

en otro lugar. Cristóbal Parralo sabe

bien cómo se vive esa incertidumbre.

Él también perseguía un sueño cuando

llegó al club cervecero, el mismo que

ahora comparten sus pupilos: poder

disfrutar del fútbol a nivel profesional.

Y es que Parralo formó parte de

la plantilla que hizo vivir al CF Damm

una de sus épocas doradas. Aquella dé-

cada comprendida entre 1985 y 1995 en

la que el juvenil compitió en la División

de Honor sub 19 y la cantera del club se

consolidó como una de las más potentes

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59

Club de Fútbol Damm

del país. Con la particularidad de que, al

tratarse del único club de fútbol español

que forma parte de una fundación sin

ánimo de lucro, no tiene un primer equi-

po profesional. De ahí que su objetivo

sea nutrir a otros clubes con el mayor

número posible de jugadores formados

en su escuela.

Jugadores como Sergio García,

Isaac Cuenca, Cristian Tello o Jordi

Codina se recuerdan con orgullo. To-

dos ellos vistieron en su día el rojo

característico de la entidad cervecera,

absorbiendo su filosofía. Una doctrina

que combina rendimiento deportivo y

voluntad formativa de manera que una

idea no se entiende sin la otra.

FILOSOFíA Y pRESTIGIOParralo fue uno de los que logró usar ese

trampolín hacia el éxito. "No fue fácil

dejar 'La Damm'. Aquí me había for-

mado a nivel futbolístico y me habían

ayudado muchísimo en lo personal",

confiesa. Pero la ilusión de inaugurar

una etapa como profesional pudo con la

nostalgia de abandonar un club que ha-

bía aumentado de manera exponencial

sus opciones de futuro. Ahora, 30 años

después de dejar el equipo para enrolar-

se en las filas del FC Barcelona, vuelve

a la que fue su casa durante cuatro

temporadas para intentar devolver todo

lo que en su día le entregaron. "Esto es

una gran familia. Una vez que entras

en ella, nunca dejas de pertenecer",

reconoce el ex jugador.

Después del club azulgrana vi-

nieron Real Oviedo, Logroñés, Espanyol

y PSG. Y también la selección española.

Una Liga, dos Copas, una Recopa y una

Copa de Europa no pasan desapercibi-

das para quienes hoy lo toman como re-

ferente: "Los chicos van descubriendo

anécdotas sobre mí: que si gané este

título, si jugué con la Selección... Yo

siempre intento reconducir esto para

que les sirva como ejemplo de que si

trabajan y persiguen los sueños, a

veces se consiguen", relata Cristóbal.

Por mucho que su pasado como

futbolista le ayude a ganarse el respe-

to de los chicos, él prefiere labrárselo

día a día. Por eso el técnico encaja a la

perfección en un cargo donde contagia

los valores que en su día le fueron trans-

mitidos, los mismos que el ex defensa

aplica para sus pupilos. "La Damm te

marca, a mi esta institución me hace

feliz", sentencia Parralo. El respeto, el

compañerismo y la solidaridad deben

ser asumidos por cada miembro que

tiene el privilegio de formar parte de

la gran comunidad cervecera. Sólo así,

y a base de trabajo, el CF Damm se ganó

en su día un prestigio que sigue vigente

después de tantos años.

"El tiempo pasa y la manera de

jugar a fútbol evoluciona; también los

sistemas de juego o la personalidad

del futbolista. Sin embargo, los años

no pasan para la filosofía de Damm,

ésta es permanente", concluye Parralo,

quien aún recuerda los sacrificios que

tuvo que realizar para disfrutar del

fútbol. Con 14 años cogía cada día un

tren desde Montornés del Vallés para ir

a entrenar. Más de una hora de trayecto

para poder subirse a otro tren, esta vez

el que le llevaría hasta el sueño que

perseguía. Hoy vuelve a hacer el mis-

mo recorrido, ahora como guía de un

grupo de adolescentes que ansía seguir

sus pasos. Es su particular manera de

mostrarse agradecido.

Cristóbal revive desde los banquillos su pasado como futbolista del CF Damm.

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61

Un mito con barba y melena

No es extraño que los pescadores de Cádiz

vuelvan a la costa con ánforas, joyas, o

balas de cañón en sus redes. La riqueza,

la belleza y la guerra circundan y dan

sedimento a esta primera ciudad de

Occidente en la que de una manera única con-

vive un irredento cosmopolitismo histórico con

el más puro e íntimo espíritu insular. Es por eso

que Cádiz da mitos extraños, hombres necesa-

riamente descarados ante el mundo -pues nada

puede temer quien por sus genes sabe que todo

imperio pasa- y al mismo tiempo redimidos de

cualquier pretenciosidad, profundamente fieles

a su paisaje uterino. Sólo a partir de estas claves

uno ha podido llegar a entender a uno de esos

héroes gaditanos, el mítico futbolista Juan José

Jiménez Collar 'Sandokán'.

Juan José nace en la barriada del Trillo

pero pronto se traslada al barrio de astilleros y

es allí, con nueve años, donde se aproxima por

primera vez al fútbol. Y lo hace, como él dice,

de la forma más intuitiva y rupestre, ya que en

muchas ocasiones faltaba el instrumento clave

de este deporte, es decir, el balón y esto debía de

suplirse con la imaginación y así, una botella de

plástico o unos trapos servían a los chicos para

construir los sueños. En el caso de Juan José estos

sueños eran en blanco. Hijo de un trabajador de

astilleros profundamente 'culé', Juan José siempre

soñó con el Real Madrid, el equipo que con los años

le acabaría acogiendo en sus filas de la mano del

inigualable Alfredo Di Stéfano.

Hay personas cuyo rostro reclama la le-

yenda y Juan José es una de ellas. Su fascinante

perecido con el actor Kabir Bedi, quien interpreta-

ba a Sandokán, el mítico pirata de Emilio Salgari

en una célebre serie de televisión de principios de

los 80, hizo que desde su llegada a la capital este

sobrenombre cayese sobre él para acompañarlo

de por vida. Sin embargo, sería un error pensar

que la fuerza del rostro de Juan José procede de

este parecido. Las causas son mucho más profun-

das. Corpulento, de larga melena rubia y poblada

barba, en Juan José convive una suerte de majes-

tad carolingia sobre un íntimo y pícaro embrujo

gitano. Esta presencia majestuosa y mestiza ha

permanecido intacta y hoy sigue siendo recono-

cible ese porte libérrimo que constituye uno de

los iconos estéticos del fútbol español de todos

los tiempos.

DE LAS pRIMERAS BARBASLa barba escandinava de Juan José fue junto con

la del alemán Paul Breitner la primera del fútbol

español. Fue la excepción, es decir, el verdadero

arte, la ruptura con la regla de la cultura que

proclamara Godard. Ahora bien, hay en el par-

naso de los artistas un lugar reservado para los

hacedores inconscientes de belleza, para quienes

tienen el gesto genético del heroísmo estético de

una manera irreflexiva y pura, para los auténticos,

en definitiva. Y esta autenticidad era la que caía

de la melena y la barba inéditas de Juan José que,

como él me confiesa, no hundían sus raíces en la

subversión política ni en la postrera vanidad me-

trosexual, sino que representaban la subversión

más íntima que es la que solo pueden hacer los

artistas con un sentido congénito y anárquico de

la libertad. Artistas que reflexionan a través de la

acción y hacen y dicen siempre desde la libertad,

artistas como Camarón, como el Beni de Caí, como

Lola Flores. De una manera o de otra, a través de

diversos rostros, la forma más pura de la libertad

ibérica se ha seguido acunando en Cádiz como a

un lince protegido. Me asegura Juan José que en

La figura de Juan José Jiménez Cóllar representa uno de los iconos más potentes de la historia del fútbol español. Su corpulencia, su larga melena y su poblada barba

hicieron inevitable la comparación con el personaje de Emilio Salgari. Su apodo nunca le abandonó, al igual que su amor por la libertad y su tierra, Cádiz.

Texto de Víctor J. Vázquez / @VVzquez Foto de archivo

El futbolista libre

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62

Un mito con barba y melena

el barrio donde estamos todo el mundo ha sido

siempre liberal sin saberlo, como él también –eso

lo digo yo- es un artista y no lo sabe. Me señala

las antiguas casas donde vivían las prostitutas,

los mariquitas y las lesbianas y me dice que aquí

siempre han dejado hacer y que nunca nadie ha

pensado en poner el menor reparo a lo que hacen

los otros con su bragueta. ¿Fuiste tú libre en el fut-

bol? La respuesta es rauda y contundente. "Sí, fui

muy libre. Además, el fútbol que yo viví era otra

cosa. Éramos hombres como cualesquiera otros.

Salíamos, fumábamos en los vestuarios después

del partido y paseábamos tranquilamente por

la noche en todas las ciudades. Y además no te

hacías rico, al contrario de lo que la gente piensa.

Ni tres temporadas en el Madrid te hacían rico".

Me insiste en qué distinto es hoy todo, la diferencia

que hay entre aquel Real Madrid en el que jugó

él y el de hoy donde todos los jugadores son ob-

servados con lupa por los medios, como si fueran

concursantes de un Gran Hermano global. Él ama

el fútbol; en cierta medida, su condición de mito

hace que inevitablemente no haya dejado de vivir

en futbolista. Sin embargo, cuando le pregunto si

soportaría la vida de los profesionales de ahora,

me dice con pocas dudas que no porque esta vida

no sería sino a costa de ser libre.

Hablando de esta libertad, se acuerda con

nostalgia de Di Stéfano y de los pitillos que se

echaba con él en el autobús mientras charlaban

de lo divino y lo humano, en aquellos intermina-

bles viajes en los que Juanito se atrevía a poner

videos suyos haciéndole faena a alguna becerra.

"Di Stéfano era sensacional -me dice Juan José-.

Toreaba a los periodistas, y siendo consciente de

lo que él había sido en el fútbol no tenía nada

de engreído. Era la verdadera autoridad y para

mí fue muy fácil llevarme bien con él porque

era también andaluz" ¿Cómo que andaluz? "Sí,

hombre él era argentino y tal… pero en el fondo,

andaluz y en el equipo éramos casi diez anda-

luces: Juanito, Pineda, Ángel, Bonet… así que

él tenía su alegría y su desahogo con todos los

que veníamos del sur".

La palabra alegría en la boca de 'Sandokán'

es de todo menos banal. Hay algo, algo serio, en

esa palabra que sólo alcanza su sentido pleno en

la Bahía de Cádiz. En el bar donde estamos, a la

espalda de Juan José, hay unas conocidas palabras

del poeta Quiñones en las que define el espíritu

gaditano como una “combinación de equilibrado

clasicismo, desbordado por una vocación de pro-

funda alegría vital”. Se las señalo y apenas le invito

a decirme algo sobre ellas, Juan José me corta con

el pudor de quien tiene alergia a cualquier viso

de pedantería: "Sí, la definición de Quiñones es

cierta. Aquí somos alegres". ¿Es una obligación

moral?, le pregunto. "Sí, la persona tiene el deber

de estar alegre con los demás. Hace pocos años

murió mi padre, lo pasé muy mal, pero cuando

alguien venía a hablarme yo le respondía con

alegría, me sentía en la obligación de ser gene-

roso", me contesta. 'Sandokán' empequeñece sus

ojos cuando habla de su progenitor. Justo antes

me había contado que lo mejor de haber pasado

por el Real Madrid era ver las fotos con su padre

tirándose de un trineo por las pistas de Navacerra-

da y comiendo patas de cordero como si fuese un

Obélix del sur. De él, dice, le viene su desbordante

cortesía en el trato, su manera de ser con la gente.

Se hace un silencio, le cambio de tema.

JUNTO A GENIALIDADES'Sandokán' entrenó a las órdenes de Di Stéfano,

marcó a Maradona y a Butragueño, jugó mano

a mano con 'Mágico' González. Le pregunto por

todos ellos, por la genialidad, por los intangibles

del deporte, y rápidamente me doy cuenta de que

para él sólo hay un nombre: 'Mágico'. 'Mágico'

González es en Puerta Tierra un héroe sin rival, un

hechicero inconsciente. En la ciudad de Cádiz su

La barba escandinava de Juan José fue junto con la del alemán Paul Breitner la primera del

fútbol español. Fue la excepción, la ruptura

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63

Un mito con barba y melena

leyenda está presente como un inquieto y dispara-

tado espectro amarillo al que la gente persigue en

el recuerdo, con inagotable amor curroromeriano.

Es decir, con un sincero agradecimiento y sumisión

no a los triunfos sino a la belleza que éste dejó

a orillas de la Playa Victoria y ante la cual Juan

José, el otro grande, también se rinde.

¿Cuál era su secreto? 'Sandokán' no lo

duda: su fútbol. La respuesta es concisa y sabia

y el uso del pronombre posesivo no es casual: "La

seducción de 'Mágico' residía en que todo lo que

hacía era exclusivamente suyo y por tanto único.

Uno puede definir y pensar los regates de Messi

o la forma en la que conduce el balón Cristiano

Ronaldo, 'Mágico' era impensable en su forma

de hacer, no sabías por donde te iba a enseñar la

pelota, ha sido el mejor". A su leyenda nocturna

y bohemia Juan José le quita peso, y me dice que

gran parte de ella se debe a que tenía un doble ga-

ditano en la ciudad que se hacía pasar por él y que

estaba todo el día bebiendo gratis por los bares.

La adicción de 'Mágico', su verdadera novia, era el

sueño. Esa dulce e inagotable pereza salvadoreña

fue también la fuente de su genialidad. Como me

dice Juan José, ¿quién es capaz sino 'Mágico' de

aparecer dormido en una caseta de vestuario cinco

minutos antes de que empiece tu propio partido de

homenaje? Durante algunos años, el hermano de

Juan José, quien también jugó en el Cádiz, tuvo el

cometido de despertarlo para que llegase a tiempo

a los partidos y a los viajes. Romperle el sueño

debía de ser algo así como poner las manos sucias

sobre Mozart, valga en este caso como eximente

esa causa mayor que es siempre el arte.

Juan José jugaba lejos de 'Mágico', en la

zaga defensiva y casi siempre pegado a la banda

derecha. Cuando le pregunto qué le definía a él

como jugador me dice que era fuerte y rápido y

que nunca tenía miedo. En ese mismo instante su

melena se hace un poco vikinga y yo le insisto en

que me cuente de eso. Y entonces él me explica

que el miedo es siempre malo, que si un jugador

entra fuerte hay que ir más fuerte y así nunca te

romperás; que si un ambiente es duro tú has de

serlo igual o más, y que así era él cuando en los

campos más complicados le llamaban 'maricona

rubia' y él invitaba a los aficionados a esperarle

a la salida del estadio. Por primera vez en toda la

conversación Juan José se ha puesto algo serio,

como dándome un consejo de hermano mayor, de

patriarca.

Una vez, el jugador profesional de póquer

Javier García-Pelayo, poeta mayor del gaditano

'clan de los Pelayos' me dijo que él, en el juego,

había aprendido que toda la vida se dirime entre

dos simples opciones: el miedo o el amor. Optar

por la segunda nos hace libres, felices y mejores,

mientras que la primera sólo nos conduce a la

mezquindad y a la tristeza. No tengo duda de que

la alergia al miedo de Juan José es proporcional

a esa sabia inclinación por el amor.

NACE EL MITO

A 'Sandokán' el fútbol le despidió en una tarde

a la altura de su leyenda. Fue en la temporada

90-91, en la cual el Cádiz tuvo que jugarse en los

penaltis su permanencia en Primera División

frente al Málaga. Él fue el encargado de tirar el

último penalti de su equipo, el cual, a la postre,

le dio la permanencia. Se retiró el jugador, pero

ya había nacido el mito. Después del fútbol Juan

José trabajó en los astilleros de Cádiz al igual

que lo había hecho su padre y como lo hicieron

tantos y tantos hombres de su tierra. Ha cargado

el Cristo de la Vera Cruz por las estrechas calles

de Puerta Tierra y ha dado la vuelta a la realidad

actuando durante el carnaval en el Teatro Falla.

Le gusta como canta su amigo Juanito Villar por

fandagos y alegrías. Es, en definitiva, el futbolista

de la tierra, un futbolista libre al que el fútbol se

le quedó demasiado pequeño.

Cuando en los campos más complicados le llamaban 'maricona rubia', él invitaba a los

aficionados a esperarle a la salida del estadio

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Estrellarota

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65

Cuando 22 años parecen un siglo

érase una vez una Copa de

Europa en la que sólo podían

participar los campeones de

cada liga nacional. Sólo los que

habían cantado el 'alirón' en

sus países eran invitados a la manifes-

tación futbolística más importante del

continente. Incluso, se podía ver a un

equipo de la Europa oriental adjudicán-

dose el trofeo. Esto sólo pasó dos veces

en toda la historia y se trató más bien

de excepciones, pero no es menos cierto

que, en aquellos años, los conjuntos del

Este podían competir cara a cara contra

los ricos occidentales y hasta dejarles

en la cuneta, algo muy complicado que

suceda en la actual Champions League,

cuyo formato, que ignora las eliminato-

rias de ida y vuelta, y ama a las liguillas,

deja poco margen a las sorpresas.

En la actualidad, varios cues-

tionables hombres de negocios han

inyectado millones de euros en algu-

nos clubes de estos países del Este,

adoptando un modelo que no siempre

da resultados. Los casos más exitosos

han sido los del Zenit ruso y el Shakhtar

Donetsk ucraniano, que se trajeron la

Copa de la UEFA hacia esta parte de

Europa en dos años consecutivos (2008

y 2009). A la espera de que los jeques

árabes decidan dirigir su punto de mira

hacia el Este, estos oligarcas son, en la

mayoría de ocasiones, rusos.

Las dos excepciones históricas

que triunfaron en la Copa de Europa y

provenían del Este fueron dos 'estre-

llas', el Steaua de Bucarest, que ganó la

Copa de Europa de 1986, y el Estrella

Roja de Belgrado, que la levantó en 1991.

Ahora, 22 años después de aquella

proeza, el fútbol serbio está bajo los es-

combros, incluso el futuro se vislumbra

desastroso. El pasado 6 de septiembre

la selección que dirige Sinisa Mihajlo-

vic enterró en el 'pequeño Maracaná'

del Estrella Roja sus últimas opciones

de estar en el Mundial de Brasil 2014

después de un empate en casa contra

Croacia (1-1). Curiosidades del destino,

los antiguos hermanos que después

pasaron a ser enemigos acabaron con

el sueño mundialista serbio en un es-

cenario que, no hace tanto, albergaba a

un equipo dominador en Europa.

La no clasificación de Serbia

para la Copa del Mundo es un síntoma

más de la mala salud de un fútbol del

que cada vez salen menos jugadores.

En Serbia, los clubes aún son asocia-

ciones deportivas que técnicamente

no han sido privatizadas: los posibles

inversores, tanto locales (si es que los

hay) como extranjeros (Gazprom es el

actual patrocinador del Estrella Roja),

no parecen estar dispuestos a gastar su

dinero en unos clubes sin poder gestio-

narlos realmente. Y la única esperanza

es una ley de privatización que lleva

años estancada...

ANTIGUA GLORIALos años 70 y 80 fueron maravillosos.

Por aquel entonces la liga yugoslava

contaba con unos equipos excelentes

Antes de su desmembración por la guerra, Yugoslavia inscribió por primera (y única) vez su palmarés en la Copa de Europa. El Estrella Roja acabó en 1991 con la maldición del

fútbol yugoslavo, tan brillante como poco competivo. 22 años después, Serbia, ya descartada del Mundial 2014, añora a los

que fueron sus vecinos, aunque sólo sea en lo futbolístico.

Texto de Alessandro Gori Fotos de agencias

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66

Cuando 22 años parecen un siglo

y producía futbolistas de depurada téc-

nica. Desde fuera, el deporte yugoslavo,

ya fuera fútbol o baloncesto, se presen-

taba como un mundo mágico y exótico.

Existía fascinación por la técnica de sus

jugadores, los mosaicos de sus hinchas,

los extraños nombres de los equipos

que reflejaban conceptos socialistas...

Con escasas excepciones como

el Hajduk Split (1911), el Željeznicar

de Sarajevo (1921) o el Borac de Banja

Luka (1926), casi todos sus clubes ha-

bían sido fundados tras la guerra por

los aparatos partidarios del mariscal

Josip Broz Tito, héroe de los Partisanos

durante la II Guerra Mundial que dirigió

el país entre 1963 y 1980. Sin embargo,

Yugoslavia era una excepción dentro de

la constelación socialista. Expulsada

en 1948 de la Kominform (la organiza-

ción de los países satélites de la Unión

Soviética), durante décadas el régimen

de Tito supo balancearse entre el Este

y el Oeste, obteniendo créditos y favo-

res de ambas partes. Yugoslavia lideró

una tercera vía entre el capitalismo y

el comunismo de la URSS, sus conciu-

dadanos poseían pasaportes y podían

emigrar sin demasiadas restricciones

al extranjero. También en el fútbol, los

clubes no eran directas emanaciones

de los diferentes ministerios como en

los otros países orientales.

UNA DE TRESEn los años 60 y 70 tres clubes yugos-

lavos -uno croata, el Dinamo de Zagreb,

y dos serbios, Partizan y Estrella Roja-

habían alcanzado en cuatro ocasiones

la final de un torneo europeo. El balance

fue de tres derrotas y una única victoria.

El honor yugoslavo lo salvó el Dinamo

que ganó la Copa de Ferias contra el

Leeds United en 1967, olvidando la

derrota que sufrió cuatro años antes

en la final del mismo torneo contra el

Valencia. Por su parte, el Partizan no

pudo conquistar la Copa de Europa ante

el Real Madrid en 1966 y el Estrella

Roja también cayó contra el Borussia

Mönchengladbach en la final de la

UEFA de 1979. Estas derrotas fueron

un ejemplo del problema crónico de los

equipos yugoslavos de fútbol, selección

incluida: se le podía ganar a cualquier

rival, pero no existía la mentalidad para

levantar un trofeo internacional.

La primera gran excepción llegó

en el Mundial juvenil de 1987 disputado

en Chile y que fue ganado por Yugoslavia

gracias a una espectacular generación

a la que pertenecían Prosinecki, Mija-

tovic, Šuker, Jarni, Brnovic o Štimac.

También en los 80 dos clubes menores

protagonizaron unas campañas euro-

peas fantásticas: fueron eliminados

en semifinales, pero enamoraron a los

aficionados gracias a su rendimiento.

Fue el caso del maravilloso Željeznicar

(Željo), guiado en el banquillo por el an-

tiguo crack Ivica Osim y que, eliminado

por el Videoton húngaro, se quedó a tan

sólo tres minutos de la final de Copa de

la UEFA de 1985; y del modesto Radnicki

de Niš que, en el mismo torneo pero en

1982, cayó contra el Hamburgo.

En aquella liga yugoslava no

había extranjeros, ningún jugador

podía emigrar antes de cumplir los

32 años (después el límite bajaría, an-

tes de desaparecer completamente) y

cada generación producía futbolistas

impresionantes. En la década de los

50 y 60 habían explosionado los Rajko

Mitic, Branko Zebec, Stjepan Bobek, el

funámbulo Dragoslav Šekularac y más

tarde Dragan Džajic. Los 70 y 80 vieron

el talento cristalino de los bosnios Safet

Sušic, que luego hizo maravillas en el

PSG, y Meša Baždarevic (Sochaux); los

croatas Baka Sliškovic del Velež Mostar

(Bosnia) e Ivica Šurjak del Hajduk, así

como los serbios Vladimir Petrovic y

Miloš Šestic. Fue impresionante des-

cubrir a tres jóvenes, en esa época casi

desconocidos, que en la segunda mitad

de los 80 recalaron en el Estrella Roja:

Dragan Stojkovic 'Piksi', Dejan Savicevic

y Robert Prosinecki.

Consolidado como el club más

poderoso de su liga, el punto de seduc-

ción del Zvezda aumentaba de manera

exponencial en las copas europeas. Ver

cómo existía un equipo relativamente

pobre, tan lleno de jóvenes talentos y

todos del mismo país, que podía compe-

tir al mismo nivel con cualquiera de los

Había algo de romántico en los

clubes yugoslavos: podían ganar a

cualquiera, pero se 'suicidaban' en los

momentos clave

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67

Cuando 22 años parecen un siglo

equipazos del rico Occidente generaba

gran fascinación. Aparecía como una

visión romántica con las limitaciones de

siempre: sus genios podían ridiculizar

a cualquier rival para luego 'suicidarse'

como había pasado en otras ocasiones

en la historia del fútbol balcánico.

Desde finales de los 80 la direc-

ción deportiva del Estrella Roja estaba

en las manos de dos importantes perso-

najes: la leyenda Džajic (615 partidos y

370 goles con el Zvezda) y el ex jugador

de baloncesto Vladimir Cvetkovic. Ellos

empezaron a encajar pieza tras pieza

para ofrecer un recambio a las fabulo-

sas generaciones anteriores con la es-

peranza de alcanzar grandes objetivos.

El primero en llegar en 1986 fue

Stojkovic, procedente del Radnicki con

21 años. Después lo hicieron, en 1987,

Prosinecki (18), del Dinamo, y el centro-

campista bosnio Refik Šabanadžovic, del

Željo. Al verano siguiente aterrizaron el

goleador macedonio Darko Pancev (23),

del Vardar Skopje, y el montenegrino Sa-

vicevic (22), del Buducnost. En 1989, se

reunió con todos ellos el serbio-rumano

Mile Belodedic -ya campeón de Europa

con el Steaua en 1986-, que había huido

del régimen de Ceaucescu. El último en

llegar, en enero de 1991, fue el actual

seleccionador serbio, Siniša Mihajlovic

(21 años), del Vojvodina. La alineación se

completaba con el portero y capitán Ste-

van Stojanovic, Vlada Stošic y Vladimir

Jugovic (que salieron de los juveniles

del club); los laterales montenegrinos

Dusko Radinovic y Slobodan Marovic;

el central macedonio Ilija Najdoski y el

rápido (y poco técnico) Dragisa Binic.

Los resultados no tardaron en

llegar a nivel doméstico. Antes de la

desaparición de la liga yugoslava en

1991 debido al estallido de la guerra

de los balcanes, el Estrella Roja ganó

tres de las cuatro últimas ediciones (88,

90 y 91). La excepción fue en 1989 el

Vojvodina, gracias al viejo Šestic y al

joven Mihajlovic. Ya en 1992 llegaría el

cuarto título, en la recién estrenada liga

de Serbia y Montenegro.

A nivel internacional, el Estrella

también demostraba su valor. En los

cuartos de final de la Copa de Europa

Triste paradoja. Serbia certificó la no clasificación para el Mundial en el estadio del Estrella Roja... y ante Croacia.

La victoria plavi en el Mundial juvenil

(87) y del Zvezda en la Copa de Europa (91) llevaron a un

cénit que precedió a la hecatombe

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68

Cuando 22 años parecen un siglo

86-87 rozó el milagro contra el Madrid

de la Quinta del Buitre (4-2 en Belgrado

y derrota por 2-0 en el Bernabéu).

Otro momento clave fue en la

campaña 88-89 con el triple partido de

octavos de final contra el primer Milan

de Arrigo Sacchi. Stojkovic y Savicevic

deslumbraron ante los italianos. Tras

el empate a uno de la ida en San Siro,

el Milan debía hacer frente al infierno

del 'pequeño Maracaná', cuando una

espesa niebla bajó sobre Belgrado.

Savicevic marcó un gol que pocos con-

siguieron ver, pero en el minuto 65 el

árbitro Dieter Pauly optó por suspender

el choque. Al día siguiente, el partido no

se reanudó con 1-0 sino que se jugó de

inicio, sin goles. Van Basten y Stoijkovic

volvieron a colocar el empate a uno en-

tre ambos equipos. Luego el Milan ganó

en los penaltis y voló hacia la primera

Copa de Europa de Sacchi ganada en

Barcelona contra el Steaua de Bucarest.

En 1989 cayó el Muro de Berlín.

Un año después, el Mundial de Italia, el

último con la Yugoslavia unida, tuvo a

los plavi (azules) como uno de sus gran-

des protagonistas. La selección multiét-

nica guiada por Ivica Osim encontró

su muro en la tanda de penaltis de los

cuartos de final contra la Argentina de

Maradona. Lo mejor se vio en Verona,

en la ronda anterior, cuando Stojkovic,

con un extraordinario doblete, eliminó

a España. Era el fin de una era. En la

Federación Yugoslava empezaron los

primeros enfrentamientos. El fútbol

fue testigo y parte integrante de todo

este proceso de autodestrucción.

Stojkovic, héroe en el Mundial,

fue traspasado al Olympique de Marse-

lla, pero casi inmediatamente después

se rompió los ligamentos de la rodilla

y no pudo reaparecer hasta unos años

después en Japón. Al banquillo del Es-

trella Roja llegó Ljupko Petrovic, quien

había llevado al Vojvodina a ganar el

título de liga en el 89.

En la temporada 90-91, el Zvez-

da protagonizó un sensacional caminar

europeo con actuaciones mayúsculas:

eliminó a Grasshoppers, Glasgow Ran-

gers y Dinamo Dresden. Por tercera vez

en su historia, alcanzaba las semis de

la Copa de Europa -en las dos ante-

riores, en 1957 y 1971, el sueño había

sido finiquitado por la Fiorentina y el

Panathinaikos, respectivamente-. 20

años después, enfrente estaba el todo-

poderoso Bayern entrenado por Jupp

Heynckes.

Desde los años 70, una gran can-

tidad de yugoslavos habían emigrado

a Alemania para trabajar. En el parti-

do de ida se juntaron 25.000 serbios

en el Olympiastadion de Múnich que

disfrutaron con el 1-2 final gracias a

los tantos de Pancev y Saviceciv. Dos

semanas más tarde, y a pesar de un in-

tenso frío, 80.000 personas llevaron en

volandas a su equipo hacia su primera

final de la Copa de Europa después del

empate a dos final.

ÚLTIMO ACTOLa gran final se disputó en la ciudad

italiana de Bari el 29 de mayo de 1991

contra el Olympique de Marsella de

Bernard Tapie y contra futbolistas como

Chris Waddle, Jean-Pierre Papin, Abedi

Pelé y también al querido ex capitán

Stojkovic. 'Piksi' estaba saliendo de

su grave lesión y, por suerte para los

serbios, el entrenador belga Raymond

Goethals lo dejó en el banquillo (junto

con Jean Tigana) hasta el minuto 112.

Desde los Balcanes llegaron esta

vez 30.000 seguidores en aviones, auto-

buses y barcos que cruzaron el Adriático

desde Montenegro. Era evidente que el

Estrella Roja no podía perder en el es-

tadio proyectado por Renzo Piano para

el Mundial del año anterior y dedicado

al santo más venerado en Serbia (Sveti

Nikola), nexo de unión entre los católi-

cos y ortodoxos. Y no perdió.

Ambos entrenadores, Petrovic y

Goethals, no corrieron ningún riesgo y

se generó un partido muy gris que se

arrastró hasta el final de la prórroga

con un aburrido empate a cero. En

los penaltis la tensión estaba por las

nubes. Stojanovic paró el primer tiro

de los franceses, de Amoros, mientras

que todos los otros marcaron. Pancev

fue el encargado de rescatar la suerte

de todas las anteriores generaciones

El fútbol fue testigo y parte

integrante del proceso de

autodestrucción del país balcánico a principios de los 90

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Jugovic Binic

Pancev

Savicevic

Sabanadzovic

Belodedici

Prosinecki

El once inicial del Estrella Roja en la final de la Copa de Europa de 1991 fue la última gran demostración de poder del fútbol yugoslavo.

Mihaijlovic

Stojanovic

Najdoski

Marovic

69

Cuando 22 años parecen un siglo

yugoslavas y no falló el tiro decisivo,

batiendo a Olmeta. El Crvena Zvezda se

convertía en el primer (único y último)

equipo yugoslavo campeón de Europa.

Ése fue el cénit que, sin embargo,

presagiaba el final. Un mes después de

la final de Bari empezaron los conflic-

tos balcánicos, con su trágica secuela

de consecuencias, incluso deportivas.

Algunos jugadores se fueron ya ese ve-

rano, como Prosinecki al Real Madrid.

Mientras, Yugoslavia estaba en llamas.

El 8 de diciembre llegó un último, efíme-

ro, momento de felicidad: en Tokio, los

rojiblancos conquistaron la Intercon-

tinental ante el Colo Colo chileno (3-0).

Luego la hecatombe. En abril, la

guerra se extendió a Bosnia y el 30 de

mayo de 1992, después de la matanza del

pan en Sarajevo, la ONU decretó contra

Serbia y Montenegro un embargo total

que era también cultural y deportivo:

durante años los equipos serbios no

pudieron participar en ninguna com-

petición internacional. Los 'restos' de

la selección plavi que ya se encontraban

en Suecia para disputar la Eurocopa

tuvieron que volver a su país.

El embargo siguió hasta finales

de 1995, cerró el país con candado y

permitió, junto con los tráficos deriva-

dos del conflicto, la mayor operación

mafiosa de las últimas décadas en el

continente europeo. También a nivel

futbolístico el país se hundió comple-

tamente. Después de acabar la sanción,

el Zvezda se acercó tres veces a la clasi-

ficación para la liguilla de Champions

sin conseguirla, algo que sí pudo hacer

en dos ocasiones su gran rival, el Par-

tizan. Tras una alternancia de títulos,

y gracias a una mejor organización, los

'partisanos' han conseguido ganar las

últimas seis ligas de manera seguida (el

último título del Estrella llegó en 2007).

Hace 22 años de aquella mágica

noche en Bari… Sin embargo, parece

que fue hace un siglo.

El Estrella Roja, relegado en

importancia por el Partizan, ha

fracasado en sus intentos de volver

a la Champions

Serbia

Rumanía

Bulgaria

Albania

Grecia

Kosovo

Macedonia

Croacia

Eslovenia

Bosnia y Herzegovina

Montenegro

Page 70: Panenka23_

Todo futbolista sueña con retirarse con el mayor número de títulos

posibles. Algunos, como Xavi o Casillas, lo harán con una colección

abusiva. Otros, por el contrario, se irán de vacío. El combinado

nacional, en este sentido, ha logrado saldar deudas con aquellas

carreras marcadas por la sequía de éxitos domésticos.

Texto de Rafa Jiménez / @raf_jimix

10Currículums de selección

Page 71: Panenka23_

71

Agradecidos a la patria

1'El río que fluye hacia el mar'. Ése es el

significado de Darando, el nombre con

el que el danés Lars Elstrup quiso ser

conocido tras entrar en una secta en

1993, sólo un año después de ganar la

Euro. Y es que dejar de tener el palmarés vacío

no debe ser fácil de asimilar. Elstrup, virgen de

títulos en sus clubes, jugó dos partidos como

suplente en aquella Euro y en los dos 'mojó'.

Johnny Molby también se estrenó en Suecia en

lo de las celebraciones, aunque desconocemos si

después se cambió el nombre.

2El uruguayo Victoriano Santos Iriarte

fue uno de los primeros futbolistas que

levantó una Copa del Mundo. Ganador

de la edición de 1930, jugó los cuatro

partidos, marcando un gol en la final

contra Argentina. El equipo de su vida, aunque

le dio pocas alegrías, fue el Racing Club de Mon-

tevideo, un club humilde que nunca ha ganado

la liga y que en 2010 disputó su primera Copa

Libertadores. Demasiado tarde para 'el Canario'.

3Charisteas o Zagorakis, elegido MVP, se

llevaron la gloria de la Euro 2004 con-

quistada por Grecia, pero nosotros

preferimos fijarnos en aquellos que se

frotaban los ojos viendo tan cerca una

copa, y sin alcohol dentro. Ése fue el caso de

Zisis Vryzas, que ya lleva nueve años seguidos

pasando sus vacaciones en Portugal.

4No sabemos si Sergio García ha invita-

do alguna vez a cenar a Bojan Krkic,

pero si no lo ha hecho, ya está tardando.

La renuncia de la ex promesa del FC

Barcelona a jugar la Euro 2008 facilitó

la entrada de este ariete de múltipes peinados en

la lista de Luis Aragonés. La selección le dibujó

la sonrisa que le suelen borrar sus clubes, que

no le dan más que disgustos (descendió con Le-

vante, Zaragoza y Betis).

5En 1996, Andreas Kopke, que en

Italia' 90 se había limitado a ser spa-

rring de Illgner, alcanzó la gloria. Pie-

za clave de la victoria de Alemania en

la Euro, ese año fue considerado como

el mejor portero del mundo. Por fin pudo sentir-

se partícipe de una victoria colectiva, algo que

no había vivido en sus clubes. El Barça le quiso

amargar su magnífico año, descartando a última

hora su fichaje para quedarse con Vítor Baía.

6Cuatro manos, dos pares de personas.

Es lo que necesitamos para encontrar

a un jugador inglés que haya ganado un

título internacional con su selección.

Serán los inventores del fútbol, pero el

Mundial de 1966, y con perdón para los alemanes,

es su único botín. Especial ilusión le hizo a Jimmy

Armfield ganar ese título. Se mantuvo fiel duran-

te 17 años al Blackpool, donde es toda una insti-

tución, a pesar de que nunca tuvo nada que ce-

lebrar.

7Karl Mai y Werner Liebrich tienen tres

cosas en común. Ambos son alemanes,

nacieron en 1927 y formaron parte de

la selección que ganó el Mundial de

1954, consiguiendo de esta forma el

primer título de sus carreras ya que la sequía con

sus clubes siempre les acompañó. La cuarta coin-

cidencia es que ambos dejaron este mundo a

mediados de los años 90. DEP.

8Nunca cuatro minutos fueron tan ren-

tables. El holandés Wilbert Suvrijn

siempre podrá contar a sus nietos que

ganó la Euro del 88. Vale, jugó sólo cua-

tro minutos en dos partidos, pero tuvo

el honor de sustituir a Van Basten en la recta final

del choque contra Inglaterra. Unos problemas

físicos de Erwin Koeman también le permitieron

jugar el descuento de las semis contra Alemania.

A nivel de clubes, la nada. Bueno, la copa france-

sa de 1990 se la llevó su equipo, el Montpellier,

pero... él se quedó fuera de la final por una lesión.

9Jean-François Domergue siempre le

estará agradecido a Luis Arconada por

su fallo en la final de la Eurocopa del

84 en el Parque de los Príncipes de Pa-

rís. Ese error le permitió conquistar su

primer y único título, aunque el defensor del

Toulouse también puso su granito de arena, mar-

cando los dos únicos goles de su carrera como

internacional en la semifinal contra Portugal,

resuelta en la prórroga.

10Si un jugador, aun siendo convocado, no

juega ni un minuto de un torneo ganado

por su equipo, ¿debe ese título aparecer

en su palmarés? Franco Selvaggi segu-

ro que no se opone a la ley no escrita

que se decanta por el sí. Con tres internaciona-

lidades con Italia, su presencia en la lista de

España'82 maquilló una discreta carrera.

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Page 73: Panenka23_

Quizás no fuera el delantero más estético que ha dado la historia del fútbol, pero a base de mucho trabajo, Fabrizio Ravanelli

se hizo con un hueco en el corazón de muchos seguidores del Calcio. Apenas rebasó la veintena de internacionalidades con

la azzurra, pero 'pluma blanca', como era conocido por sus prematuras canas, fue un estandarte en la Juve de los años 90. En 1996, y después de conquistar la Champions, su mala

salida del club juventino le empujó a vivir su pasión, el fútbol, en otros países como Inglaterra, Escocia o Francia. Ahora, 13 años después de su paso por el Olympique de Marsella, y tras haber

entrenado a los esordienti (infantiles) de la Juve, Fabrizio ha regresado a la Ligue 1 para dirigir al Ajaccio.

Texto de Eleonora Giovio / @elegiovioFotos de Getty

""Dejar la Juve fue una gran

cagada. Mi mujer aún

me lo recuerda""

ENTREVISTA A FABRIZIO RAVANELLI

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74

Una pluma blanca en los banquillos

Esta temporada, ha iniciado un nuevo

reto profesional, regresando a Francia

para entrenar al Ajaccio de la Ligue 1.

¿Cómo le va?

Bien, aunque está siendo duro estar

aquí sin mi familia. Tenemos hijos

que van a la escuela y no era cues-

tión de moverlos de Turín. Junto a mi

mujer, decidimos que me viniera yo

solo. Nunca me había ido a ningún

lado sin mi mujer, no puedo vivir sin

ella (ahora que no nos escucha)…

[y suelta una carcajada]. Siempre

la quiero a mi lado porque me da

seguridad. A ver cómo aguantamos

ahora.

Si pudiera volver atrás, ¿qué momento

le gustaría vivir de nuevo?

Los años en la Juventus para mí

fueron apoteósicos. Me gustaría

volver atrás para revivir y prolongar

esos momentos. Eso, y la final de la

Champions League contra el Ajax

de 1996.

¿Recuerda todavía el gol que marcó

en aquella final? [el del 0-1; después

la Juve ganó en los penaltis]

¡Cómo puedo olvidarme! Fue un gol

‘pazzesco’ (de locos). Un pase en lar-

go de Moreno Torricelli, un balón

casi inalcanzable... pero tuve fe en

poder llegar. Sabía que Van der Saar

y De Boer a veces abusaban de su

habilidad para jugar la pelota. Me

aproveché de un malentendido entre

ambos y me anticipé, tocándola con

la planta del pie izquierdo. Chuté

con el interior derecho desde una

posición muy escorada. Y fue gol. Lo

he visto un montón de veces.

¿Qué era lo primero que pensaba cuan-

do se despertaba?

En marcar goles. En dar lo máximo,

ser protagonista y vivir mi sueño.

¿Y ahora que es entrenador?

Si estaré a la altura de dirigir al

Ajaccio. Quiero llegar a ser un buen

entrenador, igual de bueno que An-

tonio Conte, por ejemplo. Antonio ha

puesto en práctica lo que hacíamos

en la gran Juve de los 90, saltar al

campo y considerar al rival como el

enemigo a batir. Es esa la mentali-

dad que te lleva al éxito.

¿Se imaginaba cuando jugaban juntos

que Conte acabaría en el banquillo de

la Juve?

Sinceramente, no. Siempre he pen-

sado que tenía carácter, pero nunca

pensé que llegaría a convertirse en

un líder. Su capacidad de liderazgo

es lo que ha conquistado a la plan-

tilla juventina.

¿Quién es el técnico que más le ha

enseñado?

Todos me han aportado algo, pero a

nivel de fútbol, de puro fútbol, creo

que no hay nadie mejor que Arrigo

Sacchi.

¿Cómo era Giovanni Trapattoni?

Pura pasión. El día tiene 24 horas,

pero si tuviera 26 u 28, Trapattoni

las habría trabajado todas. Ese

espíritu le ha llevado a ser prota-

gonista pasados ya los 70 años. Es

un ejemplo para mí.

¿Algún consejo de algún ténico de los

que tuvo que ahora esté poniendo en

práctica?

Tengo mi filosofía de juego: atacar

para marcar goles y ser rápidos en la

recuperación del balón. Creo que la

virtud de un técnico es la de meterse

en la cabeza de los jugadores, ser

considerado como un ser humano y

no sólo como un entrenador.

"Quiero llegar a ser tan buen entrenador

como Antonio Conte. Él ha puesto en práctica lo que

hacíamos en la gran Juve de los 90"

SIEMPRE CON UNA MALETA A MEDIO HACERFabrizio Ravanelli está lejos de lo que podemos calificar como una persona sedentaria. A sus 44

años, se ha mudado más veces de ciudad que cualquier otro ser humano en diez vidas. Nacido el 11

de diciembre de 1968 en Perugia inició su carrera en el equipo local. En 16 años, entre 1989 y 2005,

vivió en cuatro paíes distintos (Italia, Inglaterra, Francia y Escocia) y se cambió hasta en 10 ocasiones

de club, pasando por Perugia, Avellino, Casertana, Reggiana, Juventus, Middlesbrough, Olympique de

Marsella, Lazio, Derby County, Dundee y de nuevo Perugia. Tras entrenar en las categorías inferiores

de la Juve, esta temporada se estrena en un banquillo de primera con el Ajaccio francés. Eso sí, su

mujer le dijo que se tenía que ir él solo. ¿Cuánto tardará en volver a Italia?

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75

Una pluma blanca en los banquillos

¿Cómo se consigue eso?

Siendo claros, poniendo unas nor-

mas, respetando a los que juegan y

a los que no, y tratando a todos de

la misma forma.

Hasta su llegada a Francia, estuvo en-

trenando a los infantiles de la Juve.

¿Cómo son las nuevas generaciones?

Son todos un poco consentidos, pero

yo me dejé el corazón con ellos. Es

la experiencia más intensa que he

vivido. Me han mandado correos

electrónicos y sms que me han par-

tido el alma [se le llenan los ojos

de lágrimas y se le rompe la voz al

recordar la Champions que le ga-

naron a los chavales del Barcelona

(3-2) en Madrid].

¿Qué ha cambiado respecto a cuando

usted tenía diez años?

La mentalidad. Ahora, lo más duro

para un entrenador es hacer en-

tender a los jugadores los valores

que deben tener. Si consigues que

comprendan lo importante que es

sacrificarse y ser humilde, te lo dan

todo. Hay una frase que no me he

cansado de repetirles: 'el campeón

siempre es la persona más humil-

de; el mediocre siempre es el más

presumido'. Hay que trabajar con

humildad y carácter porque sólo así

llegarán los resultados. Puede sonar

utópico pero no creo que entrenar

a los jóvenes sea muy diferente a

dirigir un primer equipo.

¿Qué recuerda de sus comienzos?

El amor por el fútbol. Era un amor de

locos, desde la mañana hasta por la

noche lo único que quería era jugar,

jugar, jugar, jugar... Era mi sueño,

y siempre lo he puesto por delante

de cualquier cosa, de la diversión,

de las discotecas. Yo sólo quería

cumplir mi sueño.

¿Todavía hay que picar piedra para lle-

gar a jugar en la élite o se llega mucho

más fácil hoy en día?

Yo para llegar tuve que dar pasitos:

C2, C1, Serie B, A y luego selección.

Ahora, haces dos partidos buenos y

estás en Primera. Yo tuve que sudar

mucho para ganarme una camise-

ta de la Serie A. Cuando conseguía

hacer algo bueno decían ''no está

mal, pero lo ha hecho en Tercera,

Traje impecable, al más puro estilo Guardiola. Su pelo, y no sólo por ser canoso, marca diferencias.

"Ahora, haces dos partidos buenos y

ya estás en primera. Yo tuve que sudar

mucho para ganarme una camiseta de la

Serie A"

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76

Una pluma blanca en los banquillos

eso no vale''. Creo que a pesar de

mis resultados, me han valorado

más en el extranjero que en Italia.

En la Premier League me votaron

como mejor debutante de la historia,

después de marcarle tres goles al

Liverpool.

¿Por qué el fútbol se ha vuelto tan co-

mercial? Peinados horrorosos, crestas,

botas de colores chillones…

A mí tampoco me gusta todo eso.

Y preferiría que mis jugadores no

tuvieran ese aspecto. Pero hoy la

vida es así y hay que saber convivir

con gente que no piensa como tú.

¿Cómo nació eso de celebrar los goles

levantándose la camiseta y tapándose

la cabeza?

Todo empezó en un partido contra

el Nápoles. Recuerdo que no está-

bamos jugando nada bien y al final

de la primera parte Lippi nos dijo

que estuviéramos tranquilos, que

teníamos un equipo plagado de bue-

nos jugadores, que alguno marcaría

antes del minuto 90. Yo hice el gol,

en el 85': controlé una pelota de Del

Piero con la izquierda, la enganché y

la metí justo debajo del larguero. Por

instinto, me salió esa celebración. Al

día siguiente, me vi en las portadas

de los periódicos: el hombre enmas-

carado. Y allí empezó todo.

Vio crecer a Alessandro Del Piero hasta

convertirse en una leyenda de la Ju-

ventus. ¿Qué le llamó más la atención

de él?

Su tranquilidad. Nunca sentía la

presión. Era un chico extraordi-

nario, siempre se ha portado bien

conmigo y con mi familia. Siempre

está presente en mi corazón.

Cuando usted llegó a la Juve estaban

Baggio y Vialli. ¿Qué le habría gustado

tener de ambos?

¡Toma! Ravanelli celebraba con esta suficiencia el primer gol de la final de la Liga de Campeones ante el Ajax.

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77

Una pluma blanca en los banquillos

De Baggio, la técnica. De Vialli, las

acrobacias. Me gustaban sus sfor-

biciate [medias chilenas]. Yo era

incapaz de hacerlas.

¿El futbolista al que más ha admirado,

haya o no jugado contra él?

A Maradona.

¿Por qué?

Ciro Ferrara me contaba lo buena

gente que era, lo mucho que se

ponía a disposición del equipo, su

generosidad en el césped, que era

una persona extraordinaria. En la

cancha, para mí, ha sido el mejor

de todos los tiempos.

En una de las estanterías de su casa

hay dos fotos: una con Maradona. ¿De

cuándo es?

Es del partido que organizó Ciro

Ferrara para despedirse del fútbol.

Yo nunca había conocido en persona

a Maradona. Ese día me reconoció,

vino a saludarme, ¡él a mí, un mons-

truo del fútbol que se acerca a un

modesto como yo! Nos abrazamos

y se quedó media hora haciéndose

fotos con todos mis amigos. Me dio

a entender lo grande que es.

En la otra foto que puede verse en su

estantería está levantando con fuerza

a Vialli. ¿Qué celebran?

Una victoria en mi primer año en

la Juve. Fue un gol de Gianluca que

vino corriendo como un loco para

abrazarme.

¿Cuál fue el defensa que peor se lo

hizo pasar?

Vierchowod. Era duro superarlo. Y si

lo conseguías, dos metros después

allí estaba de nuevo mordiéndote

los tobillos.

¿Cómo era su vida cuando era futbo-

lista?

La misma que ahora: familia y

trabajo. Mi única ambición es la

de estar con mi mujer y mis hijos

y educarlos de la mejor manera. Mi

otra pasión es la bicicleta.

¿Y eso?

Cuando me operaron de una hernia

discal y tuve que dejar de jugar, el

médico me dijo que sólo podía hacer

dos deportes: natación y bici. La

probé y nunca me separé de ella.

Salgo a rodar todos los días.

¿Qué hacían en las concentraciones?

¿Quién era el que armaba más follón

entre sus compañeros?

¡Vialli! Nos pasábamos las horas

jugando a las cartas y viendo la

tele. Nada de Play Station, por aquel

entonces sólo existía la Nintendo.

Se marchó de la Juve el año que llegó

Zidane… y no le vio jugar.

La cagué. La mayor cagada de mi

carrera. Mi mujer todavía me lo

recuerda: ''nunca debiste irte de la

Juve''. Y yo me fustigo todavía por

aquella decisión.

¿Por qué se fue?

No sé, fue un momento de esos en los

que te sientes ofendido y no razonas.

Me sentí traicionado. Había sido un

símbolo para el club y me pusieron

en el mercado, justo dos meses des-

pués de que el presidente Agnelli

me hubiera dicho que me iban a

dar el brazalete de capitán para la

siguiente temporada. Soy impulsivo,

actué de esa manera y me marché.

Si hubiese tenido la tranquilidad de

Del Piero, me habría quedado. Es mi

remordimiento más grande.

Se marchó a la Premier League para

jugar con el Middlesbrough. ¿Es tan

diferente el fútbol en Inglaterra?

Sí. Se vive el fútbol de otra manera,

con mucha menos presión y más

tranquilidad. A nivel cultural, esa

experiencia me dio mucho. Mi hijo

mayor habla inglés perfectamente.

Es algo que yo le he dado y que me

enorgullece.

La Bundesliga parece haber superado

no sólo al Calcio, que lleva años estan-

cado, sino también a la todopoderosa

Liga…

Los alemanes están en otro nivel.

Respecto al Calcio, van muy por

delante, también por todo lo que

han invertido en las categorías

inferiores. Hay que empezar desde

abajo, estos éxitos no se consiguen

con un abrir y cerrar de ojos. Están

recogiendo todo lo que han sembra-

do en el fútbol base.

¿El actual Dortmund de Klopp tiene

algo que ver con aquel equipo que

protagonizó grandes duelos contra la

Juve en los años 90?

Klopp es un gran entrenador. Me en-

canta su temperamento, su forma de

comportarse y su estilo tan genuino

y real. Ese Borussia de Dortmund de

los 90 también jugaba mucho al ata-

que, era imprevisible. Este Borussia,

sin embargo, nos ha sorprendido a

todos: por la juventud, el talento y

por el trabajo extraordinario que ha

hecho su técnico.

Si ahora le quitaran el fútbol... ¿Podría

vivir sin él?

Podría intentarlo. Pero ahora mismo

sería imposible. Dentro de diez años

me lo volveré a plantear.

"Jugar en Inglaterra me dio mucho. Mi hijo mayor habla

inglés perfectamente. Es algo que yo le he dado y que me

enorgullece"

"Podría intentar vivir sin fútbol,

pero ahora mismo sería imposible.

Dentro de diez años me lo volveré a plantear"

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79

La 'deuda' de Heaney

En Cornualles nos hacemos de los equipos

por lo que vemos por televisión. Yo me

hice del Aston Villa para putear a mi

hermano mayor. Había un Liverpool-

Aston Villa en la tele y mi hermano era

del Liverpool, así que en ese momento me hice

del Aston Villa. Y así sigo, siendo del Aston Villa

30 años después, pese a no haber vivido nunca

en Birmingham".

Duncan Bishop cuenta su anécdota de

infancia y uno lo imagina en un austero cuartito

con un televisor, igual ni en color, con las gotas

de lluvia golpeando el cristal de una ventana por

la que entra una luz ténue mientras el gris infi-

nito confirma que esto es el Oeste de Inglaterra.

Partidos ochenteros de cuando la liga inglesa no

se llamaba Premier y no tenía glamour: tenía tra-

dición e historia, el peso del bagaje. El Aston Villa

era un grande y no existían millonarios foráneos

que convirtieran equipos de media tabla en su-

perpotencias europeas. Un Aston Villa-Liverpool

era acojonante y en casa de Duncan tenía que

ser brutal. Un Aston Villa-Liverpool en los 80 en

Cornualles.

Cornualles, que en inglés se llama Cornwall

y en córnico se llama Kernow (el córnico existe, es

una lengua céltica y se está intentando impulsar

para reincorporarla al uso diario de los habitantes

de la región), es el condado más occidental del

sur de Inglaterra. No tiene ni ha tenido nunca un

club de fútbol profesional, así que sus habitantes,

que obviamente reciben la señal de Sky en sus

casas, tienen dos opciones: o se hacen aficionados

del Plymouth Argyle, que está justo después de la

frontera con Devon, o, como Duncan, eligen equipo

por televisión.

Aunque había un hombre que quería cam-

biar esto. Se llama Kevin Heaney. Kevin Heaney

quería ser el presidente que consiguiera ascender

por primera vez en la historia a un club de Cor-

nualles al fútbol profesional (o sea, a la cuarta

división). Todo tenía buena pinta... hasta que dejó

de tenerla.

Heaney tenía una inmobiliaria y facturaba

cantidades importantes de libras. Estaba conven-

cido de que podía llevar al Truro City F.C. a la

League Two. Truro tiene 19.000 habitantes, pero la

idea era que todo Cornualles, el medio millón de

personas que viven en Cornwall, apoyara al club

para conseguir la histórica hazaña. El proyecto

arrancó con cinco ascensos en seis años, llegando

el club a la quinta categoría, la Conference Na-

tional, en la que obviamente integró el grupo del

Sur. Y este acabó siendo el techo del Truro y del

fútbol de Cornualles.

Al señor Heaney le empezó a ir mal en su

negocio y su inmobiliaria tuvo que cerrar. El club

se endeudó y entró en 'administración', algo pa-

recido a lo del concurso de acreedores pero con la

diferencia de que en Inglaterra te quitan puntos

si te ocurre esto. El equipo acabó último en la

Conference y encima fue penalizado por no poder

Cornualles, Cornwall, Kernow. Da igual en qué idioma se pronuncie. El condado

más occidental del sur de Inglaterra seguirá un año más sin ningún equipo en el fútbol profesional.

Texto de Axel Torres / @axeltorres

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80

La 'deuda' de Heaney

cumplir los plazos de pago. Finalmente, tras mucho

pelearlo, este verano le han dejado competir... en

la séptima categoría.

El fútbol de Cornualles ha regresado a su

lugar de siempre. A los habitantes del condado les

queda, a falta de éxitos colectivos, presumir de

sus figuras históricas. Presumir de aquella gente

de fútbol que salió de Cornualles y triunfó en el

exterior. Algunas de estas leyendas han logrado

incluso títulos e internacionalidades.

Charles Reep fue un analista de juego y lle-

gó a la conclusión, tras estudiar muchos partidos,

que la mayoría de goles en el fútbol se marcaban

en jugadas con menos de tres pases. Se convirtió

en el inventor de la estrategia del balón largo y

la selección noruega basó sus principios funda-

mentales en sus postulados. No queda muy claro

que todo esto sea algo de lo que los habitantes

de Cornualles puedan sentirse orgullosos, pero

es evidente que tiene su trascendencia histórica.

Reep no lo vio, porque murió unos años

antes, pero Matt Etherington llegó a jugar en el

Stoke City de Toni Pulis -de hecho, sigue en la

plantilla ahora con Mark Hughes- y fue usado

básicamente como centrador. Cornualles cerró el

círculo con él porque Matt llevó a la práctica la

filosofía del viejo Charlie.

El famoso ex portero del Leeds y de Inglate-

rra Nigel Martyn es otro hijo pródigo del condado.

Pantalones largos, estadios embarrados, fútbol de

aquella época en la que Cornualles parece haberse

detenido, como asustada por el glamour que viene

de Londres y del continente. Los porteros de toda la

vida eran como Martyn, no como Hart. En realidad,

lo que a él le gustaba era el cricket.

Mucho antes, en 1919, y tras regresar de la

Primera Guerra Mundial, Jack Cock se convirtió en

el primer jugador de la historia de Cornualles en

vestir la camiseta de la selección nacional inglesa.

También fue actor. Futbolista, actor y soldado.

Los años 20.

Para encontrar títulos 'nacidos' en Corn-

wall, hay que remontarse a 1966, año en el que Mike

Trebilcock ganó la FA Cup con el Everton. A ojos

de todo el mundo, él fue el primer jugador negro

que marcó en una final de esta competición. Para

la gente de Cornualles, él fue el primer jugador

de Cornualles que pasó a la historia por ganar

una FA Cup.

Cornualles. La vida debe pasar lenta en

Cornualles. Me imagino en Cornualles sentado en

la playa y mirando hacia el mar. Un mar violento,

agitado, un mar que en el horizonte se confunde

con la oscuridad de un cielo amenazante. Me ima-

gino en Cornualles en 1990 esperando que sean

las diez para ver los resúmenes de la liga inglesa

en Match of the Day, al calor de alguna bebida

céltica, toda la familia reunida en el pequeño salón.

No hay nadie en la calle y nadie sabe qué es la

Premier League.

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HAY uN ANTONIN PARA CADA OCASIóN

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VISTE PANENKA

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82

El país invadido por las camisetas

de fútbol

Etiopía sueña con el renacer de su selección y aspira a jugar por primera vez el Mundial en Brasil 2014.

Texto de Toni Padilla / @toni_padilla Fotos de Getty y Toni Padilla / @toni_padilla

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83

El resurgir de los 'Walia Antelopes'

Un grupo de unas 30 personas

baja el camino embarrado que

une un pequeño embarcadero

con la Iglesia de Ura Kidane

Mehret. Con una sonrisa, sal-

tan sobre las piedras para no mancharse

los pies mientras se sacan fotos. Todos

van vestidos con la camiseta de la selec-

ción etíope de fútbol: mujeres, hombres,

ancianos y niños. Todos. "Somos funcio-

narios. El Estado organiza excursiones

para los trabajadores y queríamos ver

nuestras preciosas iglesias", cuentan

mientras llegan al embarcadero de

madera. "¿Las camisetas? Nos las han

dado para la excursión", explican antes

de subirse al viejo barco con un motor

Fiat italiano destartalado que cruza el

Lago Tana, una de las grandes atraccio-

nes turísticas del país. "No me extraña.

De repente han aparecido camisetas

de la selección por todos sitios. Antes

no la encontrabas, no se podía com-

prar. Ahora, el Estado la regala a los

funcionarios", reflexiona un guía local

mientras el barco se aleja.

Etiopía ha enloquecido con su

fútbol. La selección sueña con jugar el

Mundial y en dos años ha saltado de la

posición 155 en el ranking de la FIFA

a la 93. La camiseta verde y amarilla

es omnipresente. Aparece en todos los

rincones, cada día, en cada camino, en

cada aldea. "La mayor parte llegan

de China. Tenemos otras de más ca-

lidad. Se venden cada día", comenta

regateando un vendedor del mercato,

el considerado mayor mercado al aire

libre de África, en Addis Ababa. "Antes

no la podías encontrar. Ahora, todo el

mundo tiene una", bromea. Según el

periodista Seble Tewelderbirhan, "todos

los bares, restaurantes o hoteles de

Addis Ababa se llenan como si fuera el

estadio los días que juega la selección.

Todos con la camiseta, soñando con

jugar el Mundial. Aquí siempre se amó

el fútbol, pero ahora los jugadores por

fin devuelven a los hinchas la pasión",

añade.

Por primera vez en su historia,

Etiopía tiene verdaderas opciones de

disputar un Mundial: se lo jugará en

un play-off de ida y vuelta contra los

nigerianos que se resolverá el 15 de

noviembre, después de superar la fase

de grupos por delante de Sudáfrica. El

16 de junio de 2013, el día que los su-

dafricanos fueron derrotados por 2 a 1

en el estadio de Addis, la gente llenó los

aledaños del campo nueve horas antes

del inicio. El 7 de septiembre, cuando

llegó el triunfo que abría la puerta

de la última fase contra la República

Centroafricana como visitante, más de

10.000 personas se reunieron delante de

una pantalla gigante en la plaza Mes-

kel, lugar donde cada día centenares de

chicos juegan al fútbol. Una situación

equiparable a que un grupo de chavales,

con técnico y rutinas de trabajo esta-

blecidas, se entrenaran en la Plaza del

Sol de Madrid o en la Plaza Catalunya

de Barcelona.

AMOR DE JUVENTUD Etiopía y el fútbol sufrieron un romance

fuerte, alocado y pasional como todos

los de juventud. En los años 20 se funda-

ron los primeros equipos locales, como

el popular Saint George, gracias a la

influencia de trabajadores británicos y

franceses. En la década de los 50, pre-

sumiendo de la condición de ser uno de

los pocos territorios africanos indepen-

dientes -y el único jamás colonizado-,

Etiopía fue clave en la creación de la

Confederación Africana de fútbol y la

Copa de Naciones, ganada en 1962 por

los Walia Antelopes, mote que recuerda

una especie autóctona de antílopes. En

una tierra famosa por su atletismo, en

los bares aún se recuerdan las hazañas

de su equipo en los años 60, cuando con-

quistó la CAN con una gran generación

donde sobresalían dos hermanos hijos

de un italiano y una eritrea, Luciano e

Italo Vasallo. Ahora uno vive jubilado

cerca de Roma, donde acabó trabajando

de mecánico. El otro reside en Asmara,

la capital eritrea.

Luego llegó el desamor. La se-

lección se sumió en un descenso a los

infiernos a partir de la década de los

70. La pasión de juventud se convirtió

en un amor frío, ministerial, sin ardor.

El Estado se hundió en luchas internas.

Nigeria, en una eliminatoria a doble partido, es el último

obstáculo en el sueño mundialista de

Etiopía, que ganó la CAN en 1962

Page 84: Panenka23_

84

El resurgir de los 'Walia Antelopes'

Primero, fue depuesto el emperador

Haile Selassie, que acabó enterrado

debajo del suelo del baño de un soldado

golpista. La amalgama extraña de mi-

litares que acabaron con el emperador

dio paso al Derg, una junta presidida

por Mengistu Hailé Mariam, un tipo

sin formación política que descubrió

de repente que era comunista, sobre-

todo gracias a las armas que soviéti-

cos y cubanos le proporcionaron para

ganar la guerra contra Somalia. En

1991, Mengitsu también fue depuesto

después de una guerra sangrienta y

se largó a Zimbabwe, donde aún vive

protegido por Robert Mugabe. Y luego,

llegó el conflicto armado con Eritrea. En

total, tres décadas de sangre, revueltas,

represión y muertos en las calles.

Sólo los atletas dieron alegrías

al pueblo durante estos años oscuros.

En cambio, la liga de fútbol no se pudo

acabar en dos ediciones (1991 y 1992)

por culpa de los problemas internos. No

fue hasta el 2012 que Etiopía volvió a

una gran competición tras 30 años de

decepciones, jugando la fase final de la

Copa de África. Fue la primera ocasión

para que toda una generación de etíopes

pudiera sacar pecho con su fútbol.

¿Qué ha cambiado ahora en el

fútbol de Etiopía? "Antes, no se tenía

tanto dinero. Tenemos buenos suel-

dos, inversores", admite Saladin Said,

el goleador de la selección que ahora

está jugando en Bélgica. Con inverso-

res y apoyo del Estado, el fútbol etíope

levantó cabeza. De repente, ganar o

perder ha pasado a ser una cuestión

nacional cuando no hace mucho este

deporte era visto por el gobierno como

una cosa poco importante, casi molesta.

A finales de los años 90 los jugadores

de primera aún cobraban en metálico

propinas que añadían a su trabajo. El

periodista Fiseja Deggim impulsó un

programa de radio dedicado al balompié

inglés a finales de esa década y acabó

exiliado, cansado de los problemas que

le generaba su apuesta. "Entonces te

miraban mal si hablabas de fútbol. Te

decían que eras poco patriota. Ahora

el Estado lo utiliza". La única cadena

estatal informa cada día de los fichajes

de la liga inglesa (la más seguida), de los

problemas de salud del ex entrenador

del Barça (ahora el club más amado)

y muestra imágenes de cada entrena-

miento del equipo nacional. "Así fun-

cionan las cosas. Si la selección gana,

la gente se siente orgullosa y se olvida

de los problemas", admite Deggim.

CAMBIO pOLíTICOEn 2012, el primer ministro Meles Zelawi

falleció de cáncer en pleno mandato.

En su lugar asumió el poder Hailema-

riam Desalegn, quien ha mantenido la

misma línea: Etiopía, formalmente una

democracia, se entrega a las inversiones

chinas mientras se ha convertido en uno

de los cinco estados africanos que pone

entre rejas a más periodistas y oposito-

res. La muerte de Zelawi no significó un

proceso aperturista del régimen. Nada

ha cambiado. Su imagen es omnipre-

sente, su tumba es más grande que la

de los antiguos emperadores y el fútbol

sigue cargado de significado político.

La liga 2012-13, bautizada como

Meles Zenawi Cup, fue ganada por el

Dedebit, el equipo fundado en 1997 por

militares. Con incorporaciones de algu-

nos jugadores ghaneses, este año con-

quistó la liga en un homenaje al difunto

presidente. Significativo. Al gobierno le

interesa que el fútbol aporte alegrías a

la gente y refuerce el patriotismo. En un

estado con más de 80 etnias diferentes y

un crecimiento económico que beneficia

a pocos, mantener la unidad es clave.

El fútbol, con la camiseta omnipresente

como símbolo, juega esa función.

Algunos clubes etíopes gozan de

dinero gracias a las empresas, algunas

de ellas árabes o chinas, que firman

contratos con el Estado. El Saint Geor-

ge, el club con más historia e hinchas,

planifica el primer estadio de nueva

generación del país gracias a su nuevo

inversor saudita. Este equipo puede

pagar un sueldo digno a los jugadores,

que llegan al estadio con su iPad y coche

de marca. Bautizado con el nombre del

patrón del país, San Jorge, este conjunto

viste camiseta amarilla con un escapu-

lario rojo en forma de 'V'. Detalle que

El fútbol es una arma política para

mantener la unidad en Etiopía, país

con un crecimiento económico que

beneficia a pocos

Page 85: Panenka23_

85

El resurgir de los 'Walia Antelopes'

La camiseta verde y amarilla de la selección se ha convertido en la segunda

piel de muchos etíopes.

se incorporó a la camiseta después

de derrotar, en 1941, a las tropas de

Mussolini con el apoyo británico: la 'V'

como símbolo de victoria y el color rojo

para recordar la sangre de los mártires

locales. Sin embargo, el Saint George ha

perdido últimamente fuelle respecto a

sus rivales del Dedebit, principal abas-

tecedor de jugadores para la selección

nacional.

pODER ESTATALDiferentes estudios apuntan que el 75%

de los recursos de los equipos profesio-

nales aún provienen del Estado y que

los grandes contratos con empresas

se han realizado con mediación de las

autoridades. Las administraciones de

la zona del norte, como la región de

Tigray, llegaron a hacer una propuesta

formal a Heineken para que la marca

de cerveza danesa trasladara allí la

sede de un club histórico, el Harar FC.

Heineken había comprado la segunda

cerveza más bebida del país, la Harar,

que era a la vez propiedad del club con

más hinchas del este de Etiopía. Aunque

la propuesta era económicamente muy

suculenta, Heineken optó por dejar al

club en su sede de siempre. Posterior-

mente, la Federación cerró un acuerdo

de publicidad con dicha empresa.

Precisamente, a la Federación

aún le queda mucho trabajo por hacer.

Son los clubes los que mueven el dinero

de los gobiernos regionales o minis-

terios, pero el máximo estamento no

dispone de capital ni para renovar el

vetusto estadio del centro de la capital

ni para crear su propia página web. El

presidente de la Federación, Sahlu Ge-

brewold, piensa que poco a poco todo

evolucionará ya que se están cerrando

acuerdos con grandes cadenas televisi-

vas que emitirán por primera vez todos

los partidos de la liga en directo. En

un país donde la mitad de la población

aún vive en ciudades o aldeas donde la

luz -si hay- la aporta un generador que

se apaga a las diez de la noche, es un

paso adelante. "Hemos vivido cosas que

parecían olvidadas. Llenar el estadio,

derrotar a equipos grandes..." reme-

mora el presidente federativo.

Nigeria, que ya dejó fuera a

Etiopía en el camino hacia el Mundial

de 1990 por un global de 6-1, vuelve a

cruzarse en las ilusiones de los 'Walia

Antelopes'. El duelo entre los dos paí-

ses más poblados de África es un reto

mayúsculo para los etíopes. Si ganan,

la gente lucirá más que nunca su cami-

seta. Y el gobierno se apuntará un gol

mientras manda a la cárcel a más de

200 opositores al mes.

Varios clubes tienen dinero gracias a

empresas sauditas o chinas con contratos

estatales. Mientras, la Federación no tiene

ni web propia

Page 86: Panenka23_

86

El Balonazo

De aficionado

a aficionado"El balonazo" es la descripción que el ariete de la Real Sociedad Jesús Zamora dio a la forma con la que le llegó el esférico antes de anotar el gol que valió la Liga del 81. Y es también el sueño de un inglés y un irlandés para ofrecer algo distinto al hincha español.

Texto de Marcel Beltran / @beltran_marcel

Para un aficionado del Athletic, del

Betis, o incluso del Barcelona o el Real

Madrid es habitual que la oferta de las

tiendas de sus clubes sea siempre la

misma: camisetas oficiales y ropa de

entrenamiento. Pero para dos enamo-

rados del fútbol de las Islas Británicas,

que comparan el amor por un club al

del matrimonio, una realidad así suena

grotesca. Ambos cayeron en la cuenta de

que se encontraban ante un agujero co-

mercial de enorme tamaño y suculenta

perspectiva de futuro. Y por este motivo

apostaron por reconvertir su pasión por

excelencia en su nueva actividad pro-

fesional. El sueño tomó forma: ofrecer

camisetas del pasado y presente de con-

juntos de fútbol totalmente originales

y personalizadas.

Los clásicos supporters entienden y

viven el deporte que ellos mismos pa-

rieron de una forma más global, más

culturizada. La conexión que establecen

entre el balón y la música así lo demues-

tra: si no, recuperen las crónicas que

hablan del odio 'red' que los hermanos

Noel y Liam Gallagher, incondicionales

del City y creadores del grupo Oasis,

dedican al otro gran club de la ciudad

de Manchester o recuerden el sollozo

emotivo que no pudo reprimir Rod

Stewart al ver como su Celtic había

derrotado al mismísimo Barcelona.

Los impulsores de El Balonazo vieron

en este contraste una oportunidad para

abrirse camino en España. ¿Por qué no

recuperar el tiempo perdido al compás

que marcan los singulares estampados

de una camiseta?

David y Paul están marcados por los

70, una época en la que se empezaron

a enganchar al olor a césped recién re-

gado y a las tardes de sábado en el bar.

Precisamente en aquella época, el fútbol

pareció cruzar una línea de no retorno.

Los grandes contratos se pusieron a la

orden del día y los jugadores empezaron

a abandonar la superficie terrestre al

acumular grandes cantidades de dinero.

Y de ahí, comenzaron a destinar parte de

su tiempo a cuidar su imagen, aunque

Valderrama pareció entender todo lo

contrario. Época de bigotes rasurados

al detalle y melenas con estilo como la

que identificaba a Johan Cruyff. No han

olvidado aquel fenómeno y de ahí que

su actual proyecto insista en no pasarlo

por alto.

GRANDES pEINADOSEQUIpOS MÚSICA

Page 87: Panenka23_

87

El Balonazo

Para este par de británicos, el fútbol

no sólo son goles increíbles, sistemas

tácticos, habilidades pasmosas… ni

originales camisetas. El fútbol también

son esas frases que un día algunos gran-

des sabios le dedicaron. Todas ellas son

capaces de esbozar una sonrisa en el

rostro. Y ese toque de humor -tan inglés,

por cierto- no deja de acompañar sus

propósitos. "El fútbol es popular por-

que la estupidez es popular", proclamó

una vez José Luis Borges; una frase que

tampoco escapa a los estampados de

la colección. No entraremos a valorar

las palabras del inolvidable escritor

argentino. Pero una cosa sí que nos

queda clara: cuando uno decide ganarse

la vida con lo que más ama, es de todo

menos estúpido.

Quizás la galería de camisetas de El

Balonazo que más sorprende es la que

está destinada a asociar a clubes es-

pañoles con distintos logos de cerveza

o refrescos. Con voluntad metafórica

o no, lo cierto es que su iniciativa ha

sentado como un refrescante trago

ante el sol acaparador que producen

las sistemáticas ofertas textiles que

ofrecen los clubes a sus aficionados. Y

como lo suyo es llevar la contraria, otro

rasgo significativo radica en la voluntad

de no unificar todos los esfuerzos en

sacar partida de los dos equipos más

poderosos, Real Madrid y Barça. En sus

años más crudos, aficionados del Oviedo

se agarraron al emblema 'Carbayones

– Keep the Faith'. Y eso que algunos no

sabían ni de donde procedía ese juego

de palabras combatiente.

"El fútbol es el resultado que con-

seguimos hoy. No importa ni lo que

pasó ayer ni lo que podría suceder

mañana". El tópico es cansino por su

abundancia, aunque está tan integrado

en la actualidad que da la sensación que

requerirá de un gran esfuerzo para des-

pellejarlo. David, que se presenta como

el diseñador del equipo, y Paul, su me-

jor cooperante de ideas, insisten en no

aceptarlo. ¿Dónde queda la nostalgia?

Ante la vorágine de nuevas tendencias

y el rumbo comercial que ha tomado el

deporte rey en los últimos tiempos, a los

románticos del balón como ellos no les

queda otra que remar a contracorriente.

Aunque esto no tiene por qué significar

un problema. Cualquier tiempo pasado

fue mejor.

-Oye amigo, ¿te has fijado? Estos españo-

les vienen todos a animar a su equipo con la

camiseta oficial de su club. ¿Cómo es posible?

-Sí, yo también me he percatado. Desde

luego no será por el dinero que tienen en sus

cuentas…

Tras ese cruce de palabras, David Genis (Rea-

ding, Inglaterra) y Paul Reidy (Derry, Irlanda),

sentados codo con codo en las gradas de un

estadio de la Segunda División española, cimen-

taron las bases para el nacimiento de El Balo-

nazo: fútbol, moda, nostalgia y originalidad.

HIDRATACIÓNCONTRA EL FÚTBOLFILÓSOFOS DEL

MODERNO FÚTBOL

Page 88: Panenka23_

88l 14 de junio de 1940 los

primeros soldados alema-

nes entraban en un París

declarado 'ciudad abierta'

por un gobierno que cuatro

días antes tuvo que abandonar preci-

pitadamente la capital francesa. Ocho

días después se firmaba el armisticio

entre franceses y alemanes tras cinco

semanas de combate. Alemania ocu-

paba Francia de una forma tan rápida

e inapelable que causó estupefacción

no sólo entre los propios franceses,

sino también en el mundo entero para

desesperación del entonces último

bastión que resistía contra el nazismo:

el Reino Unido. La sociedad francesa

optó por tres formas de actuación bajo

la ocupación hitleriana: una mayoría

intentó adaptarse y sobrevivir esperan-

do tiempo mejores; otros colaboraron

activamente con el invasor; y otros

tantos elegieron combatir activamente

al ocupante. Colaboracionistas frente

a resistentes. Pétain versus De Gaulle.

La France libre contra Vichy. Mientras

tanto, el balón siguió rodando. Aunque

con una situación bastante peculiar.

La actual Ligue 1, fundada en

1932 bajo el nombre de Championnat

Nationale, tuvo su primer campeón en el

Olympique de Lyon. Un año más tarde la

liga francesa pasó a llamarse Division 1,

nombre que conservaría bajo la ocupa-

ción. Y es que la temporada 1938-39 fue

la última desarrollada con normalidad.

La siguiente, con buena parte de los ju-

gadores movilizados por el ejército, se

desenvolvió con alineaciones inéditas

en la mayoría de los equipos que es-

tuvieron en condiciones de disputarla.

La competición estaba dividida en

tres grupos geográficos (norte, sudes-

te y sudoeste) y el campeón del norte

debía enfrentarse al ganador de una

eliminatoria entre los dos sureños. La

ofensiva relámpago alemana de mayo

de 1940 impidió la conclusión del cam-

peonato. Si bien la liga regular había

finalizado, sólo dio tiempo a disputar la

eliminatoria del sur entre el Girondins

de Burdeos y el OGC Niza, que ganó por

3-0 el primero. La gran final prevista en

París entre el campeón del norte, el FC

Rouen, y los bordeleses nunca tendría

lugar.

TRES CAMpEONATOS pARA UN pAíSEl primer campeonato desarrollado

bajo los alemanes no fue tal, puesto

que las nuevas autoridades fragmen-

taron el país. Por un lado, los alemanes

anexionaron la región de Alsacia al III

Reich. Esta región fronteriza de lengua

germánica, que desde 1870 había pasa-

do de manos francesas a alemanas y

viceversa, formó su propio campeonato

bajo el nombre de Gauliga Elsass. Equi-

pos como el Racing Club o el Sporting

Club Red Star, ambos de Estrasburgo, se

vieron obligados a germanizar su nom-

bre: Rasensportclub Straßburg y Sport-

gemeinschaft der SS, respectivamente.

Además, este último estaba bajo control

El balón no dejó de rodar en la Francia ocupada por los alemanes. Fragmentado el país y fragmentada la liga, que contó hasta con cuatro formatos distintos, se sucedieron historias de héroes y villanos, resistentes y colaboracionistas, cuyas acciones construirían la identidad del fútbol galo entre 1940 y 1945.

Texto de Pablo Rodríguez AlonsoIlustración de Marta Vilches Fotos de Getty

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90

El balón resistió en Francia

directo de las SS. El resto de Francia

fue divido en tres zonas: una llamada

interdite (prohibida), que comprendía

a groso modo las regiones limítrofes

con Bélgica, Luxemburgo y Alsacia. Los

equipos allí recluidos debieron organi-

zar su propia liga, que contó con cinco

equipos. El resto de Francia se dividió

en dos mitades, la ocupada y la llamada

'libre', más conocida como 'de Vichy'.

La ocupada comprendía la mitad norte

y toda la costa atlántica, desde el País

Vasco francés hasta la zona prohibida.

Ciudades como París o Burdeos estaban

en esa zona. El sur de Francia quedaba

bajo el régimen colaboracionista de Vi-

chy, encabezado por Pétain, gobernando

sobre ciudades como Marsella, Niza,

Lyon o Toulouse. Ambas zonas tuvie-

ron que organizar su propio torneo,

impidiendo que existiese un campeón

de Francia. El de la Francia ocupada

constaba de siete equipos, proclamán-

dose campeón el Red Star Olympique

de París, mientras que en Vichy lo fue el

Olympique de Marsella. Al año siguiente

la situación siguió igual, desarrollándo-

se tres competiciones. Como anécdota

cabe señalar que el máximo goleador

de la zona ocupada fue el ex jugador

del Athletic Club José Mandaluniz, que

en 1937 había partido al exilio francés

y que había firmado por el FC Rouen.

Marcó 17 goles.

En la temporada 1942-43 se

permitió por fin a los clubes de la zona

prohibida competir junto a los de la

ocupada, por lo que Francia pasó a tener

dos competiciones. Y sólo una tempo-

rada después el ya cada vez más agoni-

zante régimen colaboracionista decidió,

con la aprobación alemana, crear una

nueva competición que sustituyera a las

anteriores. De este modo, el ministro

de deportes Joseph Pascot, antiguo

jugador de rugby, decidió reemplazar

a todos los equipos profesionales (32

en ese momento) por 16 equipos deno-

minados federales, que representaban

más o menos a las distintas regiones.

Existía por ejemplo el Équipe fédérale

Rennes-Bretagne, el Paris-Capitale o el

Toulouse-Pyrénées. Era un intento de

las autoridades colaboracionistas de

poner en práctica la denominada revo-

lución nacional en el ámbito del fútbol.

Esa llamada revolución no era

otra cosa que un conglomerado de

pautas doctrinales que debía dar co-

herencia ideológica al régimen de Pétain

y que estaba basado básicamente en el

pensamiento reaccionario e integrista

católico francés, aderezado de un fuerte

componente nacionalista y con velei-

dades fascistas. Su lema era 'Trabajo.

Familia. Patria'. Traducido al ámbito de-

portivo suponía la concepción de la ac-

tividad física como expresión de la raza

y del carácter francés, de su virilidad

y vigor. Por ello se optó por reforzar el

amateurismo y prohibir el profesiona-

lismo, ya que el deporte no debía verse

desde una concepción materialista, sino

idealista. Así, entrenadores y jugadores

pasaron a ser funcionarios del estado,

siendo pagados por la administración y

adscritos a su equipo federado territo-

rial correspondiente. Fue la única vez en

todo el periodo de ocupación que hubo

un campeón de Francia: el Lens-Artois.

AMATEURISMO FUGAZPero el curso de la guerra acabaría dic-

tando el devenir del fútbol francés. Los

cada vez más frecuentes bombardeos

aliados y la creciente actividad de la

resistencia dificultó enormemente el

sistema de comunicaciones, siendo ex-

tremadamente difícil para los equipos

desplazarse por el país. Finalmente, y

para alivio de la mayoría de la pobla-

ción, el 6 de junio se produjo el célebre

Se optó por reforzar el amateurismo y prohibir el profesionalismo, ya que el

deporte no debía verse desde una concepción materialista, sino idealista

Una de las pocas fotografías que se conservan de Della Negra.

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91

El balón resistió en Francia

siguiente: "Me gustaba aquel chaval,

un italiano que defendía Francia.

Nunca supe que él estaba en la Resis-

tencia, no lo supe hasta 1944, cuando

fue fusilado".

Y es que en octubre de 1942

ya se había unido a una célula de la

Resistencia perteneciente a la Francs

tireurs et partisans (FTP), facción crea-

da por el Partido Comunista Francés. En

concreto, al grupo denominado main-

d'œuvre immigrée (MOI), que integraba

a resistentes de origen extranjero. En

1943, fue requerido para el STO, un ser-

vicio de trabajo obligatorio instaurado

en Francia por el cual muchos jóvenes

fueron obligados a ir a trabajar a la

industria alemana para suplir la falta

de mano de obra en el Reich.

Aproximadamente, 600.000

franceses se vieron obligados a dejar

su país, pero otros muchos se negaro

a prestar ese servicio y pasaron a la

clandestinidad. Entre ellos, Rino Della

Negra, que aprovechó la ocasión para

colgar las botas y tomar un fusil, par-

ticipando durante ese año en diversas

acciones contra los ocupantes. Así, en-

tre otras, participó en la ejecución del

general Von Apt el 7 de junio de 1943 y

en el ataque, tres días más tarde, a la

delegación del Partido Fascista italiano

en París. De ambas acciones salió bien

parado. No fue así el 12 de noviem-

bre, cuando en un ataque a un convoy

alemán acabó herido en un tiroteo,

siendo detenido pocas horas después.

Condenado a muerte, fue fusilado el

desembarco de Normandía y comenzó

la liberación. El primer campeonato sin

la ocupación eliminó el amateurismo

obligatorio y los equipos federados,

volviendo a los clubes tradicionales. Sin

embargo, y por razones logísticas en un

país destruido por los combates, se tuvo

de dividir el campeonato nuevamente en

dos zonas, norte y sur. Los campeones de

cada una de ellas se disputaron el trofeo

de campeón de Francia. Éste fue el FC

Rouen, tras vencer 3 a 0 al Olympique

de Lyon. En la temporada 1945-46, con

la guerra terminada, volvio a haber un

sólo campeonato de fútbol para toda

Francia y lo ganó el Lille.

RESISTENTES Y COLABORACIONISTASEl fútbo francés produjo, durante aquel

período, grandes historias personales,

tanto del bando resistente como del

colaboracionista. Una de ellas fue la de

Rino Della Negra, un jugador de origen

italiano nacido en Vimy (Nord-Pas-de-

Calais) en 1923. De familia antifascista,

se trasladó al poco a Argenteuil, pobla-

ción obrera de los suburbios parisinos.

Allí entró a trabajar con 14 años como

aprendiz en la factoría automovilística

Chausson. A su vez, empezó a practi-

car el fútbol en equipos amateurs

de su ciudad, como el Football Club

d'Argenteuil y, posteriormente, en la

Jeunesse Sportive Argenteuillaise. Em-

pezó como delantero centro, pero pasó

después a extremo derecho. En 1943,

ya en plena ocupación, fichó por el Red

Star Olympique de París, club prestigio-

so en el que había militado entre otros

Helenio Herrera. Convertido en una de

las jóvenes promesas del club, lo que

desconocían sus compañeros de vestua-

rio era que compaginaba su actividad

deportiva con la lucha clandestina. Léon

Foenkinos, capitán del equipo en aquel

entonces, declararía tiempo después lo

* El Grupo Norte integra por primera vez la Zona Prohibida ** Los equipos profesionales pasan a ser equipos federales *** Vuelta al sistema de grupos pero con único campeón final

Page 92: Panenka23_

92

El balón resistió en Francia

21 de febrero de 1944 junto a otros 22

resistentes. Tenía 21 años.

La forma de resistencia más

usual entre la población durante aquel

periodo fue la de sabotear a la industria

bélica alemana. Miles de trabajadores

de fábricas y talleres intentaron en la

medida de sus posibilidades boicotear

el esfuerzo de guerra alemán. El estadio

del Football Club Sochaux-Montbéliard,

llamado Auguste Bonal, quiere recordar

la figura de uno de aquellos hombres.

Este industrial era uno de los directivos

de la fábrica de automóviles Peugeot,

encargada de suministrar materiales

a la Wehrmacht (el ejército alemán).

Asimismo, fue director deportivo del

Sochaux entre julio de 1941 y junio del

43. Bonal, junto a otros trabajadores, se

dedicó a retrasar la producción todo lo

que pudo, saboteando la maquinaria y

alargando los plazos de entrega todo lo

posible. Descubierta la maniobra por

los alemanes en 1944, fue deportado a

un campo de concentración junto a otros

siete directivos de la fábrica. Moriría

asesinado el 23 de abril de 1945. En julio

de ese año su club rebautizó el estadio

con su nombre.

Otro estadio con referencias a

un resistente es el Auguste Delaune,

hogar del Stade de Reims. Nacido en

1908 en Normandía, Auguste era hijo

de militantes comunistas. Incorporado

desde pronto a la Juventud Comunista

francesa, se convirtió en el secretario

general de la Fédération sportive et

gymnique du travail (FSGT), entidad

deportiva multidisciplinar de origen

popular, republicana y laica, prohibida

por Vichy en 1940. Movilizado en 1939,

combatió durante la invasión y fue eva-

cuado de la célebre bolsa de Dunkerque.

De regreso a Francia, en diciembre, fue

detenido por la policía por su filiación

comunista. Logró evadirse en noviem-

bre de 1941 y fundó en la clandestinidad

el periódico Sport Libre. Meses después

pasó a dirigir el Partido Comunista en

Bretaña. La desgracia quiso que el 27 de

julio de 1943 una reunión de resistentes

en la que él estaba presente cayó en

una emboscada de la policía francesa.

Entregado a la Gestapo, fue torturado

hasta la muerte.

Desde luego, no todos los france-

ses fueron resistentes, ni mucho menos.

Uno de los clubes más importantes en

la actualidad, el FC Nantes, fue fundado

en plena ocupación (1943) por dos cola-

boracionistas, Marcel Saupin y Jean Le

Guillou. El primero de ellos, reconocido

antisemita, continuó su labor en el club

en la posguerra sin problemas. Incluso

a su muerte en 1963, en una controverti-

da decisión, el estadio fue rebautizado

con su nombre. En cambio Le Guillou,

industrial que trabajó para el ejército

alemán, acabó siendo detenido y cesado

en sus funciones, marchándose exiliado

finalmente a la neutral Suiza. Sin em-

bargo, ambos no serían, ni de lejos, los

más destacados colaboradores con los

ocupantes alemanes dentro del mundo

del fútbol.

Alexandre Villaplane en el juicio donde le condenarían a muerte junto a otros miembros de la Gestapo.

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93

El balón resistió en Francia

EL FUTBOLISTA DE LA SSAlexandre Villaplane fue el futbolista

colaboracionista por antonomasia. Na-

cido en 1905 en la Argelia francesa, tuvo

una vida de novela. Buen mediocentro,

su primer equipo importante fue el SC

Nîmes, en el que jugó entre 1927 y 1929.

Ese año fichó por el parisino Racing

Club. En la capital empezaría a pensar

menos en el fútbol y más en la vida

nocturna y sobre todo en las apuestas

hípicas. Poco a poco, el fútbol le fue

abandonando, aunque llegó a participar

en 25 partidos de la selección francesa,

llegando a ser su capitán e intervinien-

do en el primer Mundial, en 1930. Ese

año vivió su última convocatoria con el

equipo de Francia. En 1932, abandonó

París, ya en su declive como jugador, y

fichó sucesivamente por el FC Antibes,

el OGC Niza y el Hispano-Bastidienne de

Burdeos de segunda división. No termi-

nó la temporada ya que fue detenido y

encarcelado por un asunto de apuestas

amañadas. Nunca más volvió a jugar.

Entre 1935 y 1940 visitó varias

veces los juzgados y otras tantas la

cárcel. Pero su destino cambió defi-

nitivamente en junio de 1940, tras la

capitulación francesa. Las autoridades

nazis aprovecharon la falta de escrúpu-

los de muchos individuos del crimen

organizado francés para nutrir sus

filas, particularmente en la capital. De

este modo, los alemanes encargaron a

un delincuente común, Henri Lafont,

reclutar a los más indeseables de los

bajos fondos parisinos para que crea-

ran una rama francesa de la Gestapo, la

temida policía política nazi. Así nació la

denominada carlingue, que tendría su

centro de operaciones en la tristemente

célebre 93, Rue Lauriston. Allí se torturó

y asesinó a cientos de sospechosos de

pertenecer a la resistencia. Y allí tam-

bién encontró su lugar Villaplane, que

pronto sería reclutado por Lafont. Dedi-

cados a la represión, a la extorsión y al

pillaje bajo protección nazi, la carlingue

se ganó a pulso una fama terrible. Su

objetivo era, por un lado, colaborar en

la represión nazi y, por el otro, enrique-

cerse rápidamente. Durante tres años

aquel ex futbolista aterrorizó París. Su

celo en la represión fue tal que en 1944

fue nombrado subteniente de las SS y

se le encargó colaborar en la 'limpieza'

de resistentes en la región de Périgord,

donde ordenó torturas, violaciones y

crímenes.

Sin embargo su fin se acercaba a

medida que los aliados iban expulsan-

do de forma paulatina a los ocupantes

alemanes. Así, en un desesperado in-

tento de salvar su vida en una guerra

ya perdida, dio orden de liberar a los

rehenes, en lugar de ejecutarlos. De esta

forma, buscaba congraciarse con los li-

beradores. La treta no surtiría efecto.

Detenido en París en agosto y juzgado

y condenado a muerte unos meses más

tarde por "alta traición, colaboración

con el enemigo, asesinatos y actos de

barbarie", fue ejectuado a finales de

1944 junto a Lafont y otros miembros

de la Gestapo francesa en el Fort de

Montrouge, en París.

Alexandre Villaplane, internacional galo en el Mundial de Uruguay, encontró su sitio en la rama francesa de la Gestapo, la carlingue,

aterrorizando París durante tres años

El Villaplane futbolista ya dejaba entrever una mirada poco limpia.

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94

Sempre Compos

Siempre Compos. Éste es uno de los lemas favoritos de la afición de la Sociedad Deportiva Compostela, que acaba de regresar a la Segunda B. En los años 90, y con José María Caneda como presidente, el Compos asomó la cabeza en la

élite, manteniéndose durante cuatro temporadas en Primera. Después, el sueño se transformó en pesadilla, bajando a Regional Preferente y perdiendo, tras una

liquidación, hasta su propio nombre. Ahora, lucha por renacer.

Texto de Rafa Jiménez / @raf_jimixFotos de agencias y SD Compostela

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95

Milagro en tierra del apóstol

Sentado en su asiento de tri-

buna, mirando a tanta gente

a su alrededor, Andrés es la

viva imagen de la felicidad.

No se lo acaba de creer. Por

fin, después de lustros de soledad, el

estadio de San Lázaro vuelve a estar

repleto de público. Pocos asientos va-

cíos. 10.000 almas atentas a un balón,

a 22 jugadores. No hay ningún punto

en juego, no hace falta sufrir por un

gol encajado o por una ocasión desa-

provechada. Hoy, la emoción no viene

provocada por el fútbol, llega del con-

texto, de estar viviendo 'ese momento'.

A sus 78 años, se siente mal porque no

puede reprimir la alegría de disfrutar

con ese maravilloso ambiente a pesar

de que toda esa gente se ha reunido

por culpa de una tragedia. El minuto

de silencio le devuelve a la realidad, le

hace regresar de ese viaje que, sin saber

muy bien por qué, le ha llevado al Carlos

Tartiere, a aquel mes de junio de 1994...

El 1 de junio de 1994, Oviedo se

convirtió por un día en una pequeña

Santiago de Compostela. El motivo

bien lo valía. La Sociedad Deportiva

Compostela, fundada en 1962, estaba

a 90 minutos de jugar por primera vez

en Primera. Después de dos choques de

la promoción de ascenso -o descenso,

según se mire- contra el Rayo Valleca-

no que habían acabado en empate, la

suerte se tenía que decidir en un único

partido en campo neutral. En coche, en

tren o en autocar, 11.000 santiagueses

se adueñaron del Carlos Tartiere para

apoyar a su equipo en ese histórico día.

El milagro de ese Compos que

estaba tan cerca de la gloria tenía

dos 'culpables': José María Caneda y

Fernando Castro Santos. Caneda, ex

deportista de la sección de atletismo

del Compostela, asumió la presidencia

en 1987, con el equipo en Tercera. Castro

Santos, padre de Diego Castro, actual

jugador del Getafe, era un ex futbolista

del Pontevedra con experiencia en ban-

quillos de Segunda B. Después de un par

de temporadas de transición, Caneda

llamó a Fernando y lo invitó a ver un

partido del Compos para hablarle de su

proyecto."Fui a Santiago para asistir a

un choque de la Copa de Galicia. Llegué

pronto al viejo estadio de Santa Isabel

para ver el ambiente. Empezó el parti-

do y me dediqué a contar al público allí

presente. Había 242 personas...", narra

Castro Santos que, con esta anécdota,

ilustra las dudas que le invadieron a la

hora de aceptar la propuesta para en-

trenar al equipo de una ciudad tan poco

futbolera. "Santiago es muy especial,

muy bella, pero siempre le había dado

la espalda al fútbol. Es una ciudad de

paso, llena de funcionarios y estudian-

tes que no se sienten identificados con

el lugar", explica Fernando, que se dejó

seducir por el entusiasmo de Caneda y

dijo sí a su reto.Bellido y Abadía (derecha) vinieron a Santiago atraídos por el proyecto de Castro Santos y Caneda (abajo, uno en cada esquina, en el viejo estadio de Santa Isabel).

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96

Milagro en tierra del apóstol

El técnico gallego respondió a la

confianza depositada por su presidente

y en su primera temporada, la 89-90,

consiguió el ascenso a Segunda B. En el

balcón del Ayuntamiento, en mitad de

la recepción para celebrar ese éxito, el

alcalde de Santiago, Xerardo Estévez, se

acercó al técnico y le dijo unas palabras

que aún viven en su mente: "Por aquí

han pasado los Reyes de España y otras

grandes personalidades, pero nunca

había visto la plaza del Obradorio tan

llena. Enhorabuena". En ese momento,

el técnico del Compos se dio cuenta de

que algo estaba cambiando en la ciudad.

Lo que el entrenador desconocía era que

el alcalde tenía un pacto secreto con

Caneda. Si el Compostela alcanzaba

una categoría importante, la ciudad

construiría un nuevo campo. "Vete

haciendo un estadio porque voy a se-

guir subiendo", le espetó el presidente

a Estévez en aquella celebración.

ATERRIZAJE EN SEGUNDA El Compos sólo estuvo una temporada

en Segunda B ya que volvió a ascender

en 1991, alcanzando, por primera vez, la

Segunda. El proyecto, que había arran-

cado de la forma más humilde posible,

empezaba a hacerse grande. Caneda

creó un grupo reducido de gente de su

confianza que, a pesar de tener unas

instalaciones muy precarias, trabajaba

rápido y bien. "Yo no he sido de esos

presidentes millonarios y nunca quise

tener trato con intermediarios. José

González Fidalgo lo era y le dije que

se viniera conmigo, que fuera mi ge-

rente. Juntos, formamos un tándem

magnífico". Fidalgo, que conocía a la

perfección la zona de Vigo, fue clave

para traer a Santiago, a coste cero, a

jugadores con pasado en el Celta como

Fabiano, Nacho, Maric o Lucas. ¿La cla-

ve? Controlar el mercado, estar atentos

a los futbolistas que acababan contrato

y firmarlos antes que nadie. "Caneda

era, futbolísticamente hablando, muy

listo. Jugadores que no les servían a

otros clubes, se los traía al Compostela

y le daban muy buen rendimiento",

explica José Luis Iglesias, coordina-

dor de deportes del diario El Corrego

Gallego. "Algunos jugadores que ya

venían rebotados del mundo del fút-

bol encontraron en Santiago una gran

familia, humilde y que cumplía con

lo que prometía", dice Castro Santos,

haciendo referencia a jugadores ya

contrastados que llegaron a Santiago

como Iru, Tocornal, Bellido o Abadía.

Después de tres temporadas en

Segunda, el Compos tuvo la primera

oportunidad de elevar aún más su listón

con la promoción ante el Rayo de Hugo

Sánchez. Dos goles del nigeriano Ohen,

ex del filial del Real Madrid, y otro de

José le colocaron por primera vez en la

máxima categoría. "Aquel día es impo-

sible de olvidar. La ilusión de la gente

fue espectacular y, por suerte, todo

salió bien", rememora el socio Andrés

Regueira, que estuvo aquella tarde en

el Tartiere acompañado de su esposa

Marisa. Agustín 'Tato' Abadía formaba

parte de aquel equipo. El oscense, leyen-

da del CD Logronés al que ahora entre-

na, había tenido un excelente ojo. En su

primera temporada en Santiago, había

sido protagonista en la proeza de subir

a Primera. "No es algo que se planteara

desde un inicio, pero el equipo entró

en una dinámica positiva y, aunque

estuvimos a punto de no conseguirlo,

al final se pudo dar una alegría ex-

traordinaria a toda la afición", recuerda

el 'Tato'. De esta forma, la promesa de

Xerardo Estévez, el Estadio Multiusos

de San Lázaro, entró a formar parte de

los carruseles de Primera apenas un año

después de su inauguración.

Para su primera temporada en la

élite, el equipo se reforzó con futbolistas

como Villena, Lekunberri, Christensen,

Passi, Galdames o Paco Llorente. El 4 de

septiembre de 1994, el Compos debutó

en Primera, con una derrota en casa ante

la Real Sociedad. En la segunda jornada,

otra vez en Oviedo, sumó su primer pun-

to y consiguió, por mediación del danés

Christensen, su primer gol. En el año

del debut, el Compostela pudo celebrar

la permanencia sin tener que jugar ni

la promoción, pero ese verano, Castro

Santos dejó el club. "Cuando me tocaba

renovar, me bastaba con reunirme con

En los 90, José María Caneda y Fernando

Castro Santos lograron la proeza de

subir al Compos de Tercera a Primera en

cuatro años

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97

Milagro en tierra del apóstol

Caneda en cualquier sitio, escribir las

condiciones en una servilleta y darnos

un apretón de manos. Sin embargo,

aquel año la cosa fue diferente", re-

cuerda Fernando. El técnico pensaba

que merecía un mejor contrato y le

pidió permiso a Caneda para escuchar

otras ofertas. El Sporting se interesó

y le hizo una proposición, a la que el

gallego debía responder en 48 horas.

Castro Santos intentó hablar con 'el pre-

si', que estaba ilocalizable después de

sufrir un problema de salud. Fernando

fue a visitarlo al hospital, con la mente

puesta en Gijón: "Al verlo en la cama,

en ese estado, no me atreví a decirle

lo del Sporting. Me callé. Pasaron los

días y él creía que yo había firmado

por otro club. No era cierto. Los dos

somos de fuerte personalidad y él se

buscó a otro entrenador". Caneda da su

versión: "Quizás hubo una confusión,

pero siempre he considerado a Fer-

nando un caballero. Nunca he valorado

mucho el trabajo de los entrenadores

porque creo que lo importante son

los futbolistas, pero tuve que buscar

uno nuevo. Un día, me encontré con

Fernando Vázquez en una cafetería de

Santiago. Me dijo que a él nunca le

había dado una oportunidad y a los

pocos días, ya lo tenía entrenando en

San Lázaro".

El Compos vivió una primera

vuelta de ensueño con su joven y nuevo

técnico, llegando a ser subcampeón de

invierno, sólo superado por el Atlético

de Madrid. "Antes de las vacaciones de

Navidad, nos jugamos el subcampeo-

nato de invierno contra el Espanyol,

que también tenía opciones. Ganamos

3-0 y fue una gran alegría, lástima que

después encadenáramos 12 partidos

sin ganar", recuerda Abadía. A pesar

de esa mala racha, el equipo acabó la

liga sin apuros, alcanzando la décima

posición, la mejor de su historia. Con

un juego dinámico y atractivo, el fútbol

español empezó a acostumbrarse a las

carreras de Vázquez por la pista de

atletismo del Multiusos cada vez que

celebraba un gol de su equipo.

Ese 1996 fue especialmente in-

tenso para la 'Esedé', aunque no siem-

pre por aspectos positivos. En el mes

de marzo, Caneda y Fidalgo se vieron

involucrados en la ya mítica pelea con

Jesús Gil en la puerta de la sede de la

LFP. "Todo tiene su contexto. Yo era

amigo de Gil antes de aquello y des-

pués lo seguí siendo. Quizás era un

poco botarate, pero no era mala per-

15 años después del último partido en Primera, el Compos, ahora en Segunda B, quiere ir poco a poco.

Santiago, que siempre le había

dado la espalda al fútbol, construyó un nuevo estadio

para sus héroes inesperados

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98

Milagro en tierra del apóstol

sona", explica Caneda. El 12 de octubre,

ya en la tercera temporada del Com-

postela en Primera, a Ronaldo, estando

en el Barça, se le ocurrió marcar en el

Multiusos un gol de antología. "En esa

jugada, alguien le tendría que haber

hecho una falta, y fin de la historia",

comenta el socio Andrés. En cambio,

Abadía, que ya no estaba en aquella

plantilla, tiene una visión diferente:

"Puede que a algunos no le guste, pero

ese gol en San Lázaro se ha visto por

todo el mundo y es una prueba de lo

bien que se hicieron las cosas ya que

Santiago pudo ver de cerca a jugadores

de esa enorme calidad".

SE ACERCA EL FIN Los aficionados del Compos, entre ellos

Andrés, siguieron disfrutando dos años

más del fútbol en Primera, viendo pasar

por sus filas a jugadores como Penev,

Popov, Chiba, el portero Fernando,

Aguirretxu, Sion o Tabuenca. En la

campaña 97-98, la cuarta en Primera,

el Compos pudo evitar el descenso

directo después de una brillante recta

final, con un polémico 2-6 en campo del

Depor en la penúltima jornada. En la

pomoción, el Villarreal pedía paso con

fuerza y mandó a los gallegos a Segunda.

Dos partidos, dos empates; el adiós a

Primera vino por el valor doble de los

goles en campo contrario.

El 24 de julio, Antonio Quinteiro pasó

cerca de la curva 'A Grandeira' 15 mi-

nutos después del accidente. En ese mo-

mento, todo estaba ya acordonado por

la policía y los servicios de emergencia.

Poco pudo ayudar, pero enseguida se

dio cuenta de la magnitud de la trage-

dia. Días después, al conocerse la canti-

dad de víctimas y heridos, pensó que la

mejor forma de ayudar, en su calidad

de presidente de la SD Compostela, era

organizar un partido amistoso de ho-

menaje a los voluntarios y fallecidos. Es

cierto, este 4 de septiembre no hay que

comprar entrada para ir a San Lázaro,

pero la respuesta de los santiagueses le

emociona. Sentado en el palco, piensa

que, después de todo, el sacrificio que

está haciendo por el club también le

da sus satisfacciones.

Quinteiro acudió al rescate del

Compos, club en el que había jugado en

los juveniles y en el filial, en 2011. Ese

año, el club ni siquiera podía llamarse

Sociedad Deportiva Compostela. Desde

el adiós a Primera en 1998, todo había

ido a peor. En el primer año en Segun-

El lateral zurdo Nacho cambió Vigo por Santiago en 1992. En San Lázaro estuvo ocho años.

En 1998, tras el adiós a la élite, el club

estuvo a la deriva. Entró en liquidación,

perdió hasta su nombre y malvivió

en Preferente

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99

Milagro en tierra del apóstol

da, Caneda mantuvo la estructura para

intentar volver a ascender, fichando a

jugadores de renombre como Nando o

Radchenko. La masa salarial era de-

masiado elevada, y el club empezó a

acumular una excesiva deuda.

En la temporada 02-03, el Com-

postela hizo su última aparición en Se-

gunda. Sólo duró un año, y al siguiente,

sufrió un segundo descenso seguido a

Tercera, que en realidad fueron tres.

Administrativamente, y debido a las

deudas, acabó en la Regional Preferente.

"Aquello fue un atraco del Ayunta-

miento y de la Televisión de Galicia,

que nos debían mucho dinero, pero no

pagaban", se defiende Caneda. En mayo

de 2005 se hizo la apertura de la liqui-

dación concursal del club y, en verano

de 2006, se llevó a cabo la subasta pú-

blica de todos sus bienes, incluidos sus

trofeos y la marca ‘SD Compostela’. En

paralelo a la liquidación, Caneda creó

una nueva sociedad, Campus Stellae, y

obtuvo en subasta pública los derechos

sobre el nombre del club.

Como el ave fénix, Caneda y su

Compos volvieron a resurgir de sus ce-

nizas y el equipo regresó a Segunda B en

2010. Pero la situación estaba lejos de

ser estable. Los jugadores amenazaban

con ir a la huelga porque no cobraban y

el club, otra vez acuciado por las deudas,

bajó de nuevo a Preferente. A pesar de

caer hasta los infiernos del fútbol ama-

teur, Andrés Regueira, cofundador de la

peña Fonte Sequelo en el año 2000, se

mantuvo fiel cada domingo, y en muchos

desplazamientos, a su equipo.

Caneda fue entrando y saliendo

de la presidencia hasta que en 2011, y

con el Compostela todavía en categoría

regional, decidió dejarle el puesto a An-

tonio Quinteiro. Se ponía fin a más de

20 años del binomio Caneda-Compos.

"Santiago siempre le tendrá que agra-

decer a Caneda lo que hizo por el club,

pero él no se supo retirar. Si lo hubiera

hecho a tiempo, hoy sería un héroe y

tendría una calle en la ciudad", reme-

mora el periodista José Luis Iglesias.

El ya ex presidente, sin embargo, no

quiere ni homenajes ni calles con su

nombre. "En el mundo del fútbol te

dan muchas puñaladas. Yo nunca le

robé al Compostela, sería como robar

en mi propia casa. No soy de hacerle la

pelota a nadie, pero tampoco me gusta

que me toquen las narices", sentencia

de forma contundente.

Antonio Quinteiro y su junta se

pusieron a trabajar. "Lo primero que

hicimos fue recuperar la marca y los

trofeos. Se consiguió a través del cum-

plimiento de algunas deudas. A partir

de ahí, nos esforzamos en recuperar

la ilusión de la gente y la confianza de

instituciones y empresas para que nos

ayuden. Es un proyecto del club, pero

también de ciudad", explica Quintei-

ro, que prefiere no entrar a valorar la

gestión de Caneda, que aún le reclama

a la nueva directiva que le pague los

derechos por usar el nombre de la SD

Compostela: "Quinteiro es un hombre

valiente y yo le quiero ayudar, no fas-

tidiar. Sin embargo, la patente es mía

y yo reclamo lo que me pertenece".

Disputas al margen, el Com-

postela, con una buena estructura

base, empieza a mirar con optimismo

el futuro. Ha vuelto al tercer escalón del

fútbol nacional y sueña con un regreso

a Segunda, "la categoría que, aunque

no renunciamos a nada, merece una

ciudad como Santiago", dice el actual

presidente. La paz parece haber llegado

al club, aunque la presencia de Caneda

siempre está latente: "Si volviera a co-

ger el club, lo pondría en Primera en

tres años. Ya lo hice una vez, y ahora

sería más fácil".

Fin del partido. 0-0, pero es lo de menos.

Lo importante era honrar a los 79 muer-

tos del accidente de tren y a los vecinos

de Angrois. Andrés mira orgulloso su

estadio, le vienen flashes de partidos

de Preferente con las gradas desiertas.

De repente, siente una mano que le toca

la espalda. Es su nieta. Sara. Tiene 12

años y siempre viene con sus abuelos

al Multiusos. Ella nunca ha visto al

Compos en Primera, y quién sabe si lo

verá algún día. Sin embargo, mientras

participa en una ovación a las vícti-

mas, Andrés piensa que estar o no en

Primera tampoco es tan importante.

Ya sin Caneda, la 'Esedé', que ha

vuelto a Segunda B, parece haber

encontrado la paz bajo la presidencia

de Quinteiro

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100

Ballack, el gafe

Ganó todas las grandes competiciones nacionales en Alemania y en Inglaterra, pero perdió buena parte de las finales internacionales que jugó. El número 13

marcó su carrera...

Texto de Francisco Ávila / @pacoavilaIlustración de Àlex Santaló / @alexsantalo

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101

El Delorean: realidad vs ficción

Punto y final. Gorlitz, Chemnitz, Kaiserslau-

tern, Leverkusen, Múnich, Londres y vuelta a

casa. Se sentía satisfecho: había conseguido

muchos de los sueños que perseguía en los

17 años que había durado su carrera. Nacido

en territorio de la antigua Alemania comunista, junto a la

frontera con Polonia, Michael Ballack tenía la clase de los

mejores, el porte de los elegidos, físico y dotes de mando.

Su padre, Stephan, supo desde siempre del talento

innato de Michael. Por eso, aquel ingeniero civil no dudó

en sacrificarse y conducir durante unos cuantos años la

furgoneta familiar para llevarle tres veces por semana a

Chemnitz, 300 kilómetros de ida y vuelta.

Allí le enseñaron que al talento había que sumarle

espartana disciplina para llegar a ser alguien en el fútbol y

lució su primera camiseta, aquella de color blanco con ribetes

azules del BSG Motor Karl-Marx-Stadt, el club que le dio la

oportunidad de debutar en la tercera alemana con 19 años.

Ahora, tanto tiempo después, el orgullo por aquel

Mundial conquistado en el 2002 que tiene en la vitrina

de casa lo compensa todo, como aquellos malos momentos

vividos ese mismo año cuando alguien decidió cambiar el

nombre de su equipo y denominarle 'Neverkusen', porque

fue el Bayer Leverkusen el mejor subcampeón en todos los

torneos en los que competía.

Le viene a la cabeza el día que el presidente del Chem-

nitzer FC le invitó a pasar a su despacho para anunciarle

que iba a aceptar una oferta del Kaiserslautern. Los 75.000

euros de la época (1997) salvaron la economía del club, esa

es otra pequeña victoria de la que se siente orgulloso.

A Ballack le costó muy poco saborear el éxito. Con

22 años participó en la consecución de la Bundesliga con el

Kaiserslautern, donde tuvo un paso efímero. Su representante

le habló del caso Bosman y se acogió a una sentencia judicial

para firmar por el Bayer Leverkusen a cambio de cuatro

millones de euros.

Allí vivió lo mejor y lo peor del fútbol, todo condensado

en una temporada, la 2001-02. Cuando tenía la Liga entre los

dedos, el Bayer Leverkusen perdió dos de los últimos tres

partidos y cedió el cetro al Bayern de Múnich; cuando partía

como favorito, cayó en la final de la Copa ante el Schalke 04,

y también sucumbió en la de la Champions frente a aquella

maravilla de gol marcado por el madridista Zinedine Zidane.

Con esos precedentes pensó en que nunca iba a rom-

perse el halo de eterno perdedor que se había iniciado dos

años antes, cuando ya en Leverkusen su equipo necesitaba un

empate en la última jornada ante el modesto Unterhaching

para convertirse en campeón y perdió 2-0. El título se fue a

Dortmund y Ballack marcó un gol en propia puerta.

En el verano de 2002, tuvo la oportunidad de acabar

con la impresión de que su vida deportiva había sido un 'sí,

pero no' continuo e incluso llegó a pensar que mucha culpa

de lo que le estaba ocurriendo tenía que ver con el número

13 que lucía en la camiseta.

Llegó el Mundial, con 25 años estaba en el mejor

momento de su fútbol y además acababa de firmar un gran

contrato con el Bayern de Múnich, su próximo equipo.

Rudy Völler, el seleccionador, le dio los galones y él

lo aprovechó. El equipo no acababa de funcionar, pero iba

ganando. Superó la primera fase con dos victorias y un em-

pate. En octavos, Neuville solucionó el partido ante Paraguay;

pero a partir de entonces Ballack fue protagonista.

Anotó el gol en el choque de cuartos ante Estados

Unidos y el tanto ante Corea del Sur que le dio el pase a la final.

Aún recuerda, en una extraña mezcla de alegría y

sinsabor, el extraordinario ambiente que se vivió en el estadio

de Yokohama después de que Alemania derrotara contra

pronóstico a Brasil. Era su gran momento o el que tenía que

haber sido su gran momento.

Llegaron más títulos en Alemania, con el Bayern de

Múnich, y también en Inglaterra, donde apuró los últimos

años de su carrera vistiendo la camiseta -siempre con el 13

en la espalda-, del Chelsea londinense.

Sentado en el salón de casa, comprobó el brillo de

las cuatro Bundesligas, la tres Copas y la Copa de la Liga

alemanas, la Premier, la Comunity Shield y la tres Cups y la

Copa de la Liga inglesa.

Era consciente de que había perdido más finales

de las que había ganado y se había sentido especialmente

fracasado tras perder la final de la Champions de 2002 o la

de 2008, cuando un resbalón de John Terry acabó con todo.

Con la selección siempre pensó que una buena retira-

da hubiera sido ganar el Mundial de Sudáfrica, pero no jugó

por lesión, y tampoco puede estar especialmente feliz después

de aquella derrota ante España en la final de la Euro 2008.

La derrota más dolorosa, seguramente, fue en casa.

En la semifinal del Mundial de 2006 disputada en Dortmund

ante Italia. Ballack siempre se culpó de que un error suyo

fue determinante para la victoria de Italia. Otro mal día.

En un lugar destacado de su casa, figura la bola do-

rada con la inscripción ‘2002 FIFA World Cup‘. Le da vueltas

y más vueltas a una idea. No lo quiere recordar. Su gran

éxito como futbolista, el triunfo que había borrado para

siempre el estigma de perdedor es en realidad una jugada

del destino. Ballack es, como capitán, quien levanta la Copa

en el antepalco del estadio nacional de Yokohama, aunque

no jugó el partido por acumulación de tarjetas. Nuevo guiño

del destino.

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Un espacio donde cabe todo lo que nos ayude a ver el fútbol desde más allá del fútbol…

y con el Doctor en la memoria.

Antonio Soler

“El fútbol a secas genera

pobreza mental”

Pág. 106-107Por César Sánchez

Jennifer Pareja

Biografías inéditasEl (des)cuento

"Víctor Sánchez

me tiene alucinada"Fútbol enminúsculas

El fantasmadel pasado

Pág. 104 Pág. 105 Pág. 112

Por Jordi DomínguezPor Senil Dion

Por Jesús María Abascal

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Uno-equis-dos

Texto de Jordi Domínguez

Foto

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104

Edad: 29 añosProfesión: Jugadora de waterpoloLocalidad: Olot

1. Como socia del RCD Espanyol, este año ve al equipo… entre dos aguas – en el trampolín a EuropaAhora mismo estamos muy bien, esperemos que se mantenga. Estoy disfrutando mucho del Espanyol. 2. El deporte femenino está descuidado como… todo lo que no es Barça o Madrid - Los aledaños del Camp Nou de nocheEl CN Sabadell puede ganar tantos títulos como el Barça de las 6 copas, y ni así nos hacen caso. 3. Una waterpolista de élite cobra anualmente… menos que una cajera del súper – Lo que gana un futbolista en dos díasNo estamos tan mal, pero es gracias a las becas ADO. Si contásemos sólo con los sueldos de los clubes…4. Sergio Ramos celebró el oro en waterpolo con un mes de retraso en Twitter. Le pareció… gracioso – una cagada¡Yo incluso le respondí porque me hizo gracia! Fue el único del R.Madrid que nos felicitó.

5. ¿Qué representó un mayor chasco? Perder la final de Londres 2012 – Perder los Juegos de Madrid 2020Perder siempre fastidia, pero la final ya fue un sueño cumplido. Madrid significaba un futuro para deportes como el nuestro.6. Lo del “relaxing cup of café con leche” le pareció… de tarjeta roja – Para hacer la olaJajaja, me pareció diferente. Dejémoslo ahí.

7. ¿Cuántas entrevistas ha hecho desde que es campeona del mundo? He perdido la cuenta - Menos que a Sergio GarcíaHan aumentado, pero menos que a cualquier futbolista. Seguro.

8. Si el Espanyol vuelve a jugar una final de la UEFA… a la tercera será la vencida - Irá usted a tirar los penaltisYo para el fútbol no sirvo, pero si volvemos a jugarla ya nos toca, que en Glasgow me harté a llorar. 9. ¿Dónde se sienta cuando va a ver al Espanyol? En Cornellá – En El PratEl club me trata genial y siempre que voy me dan un palco, pero no sé en qué parte queda…

10. A los que dicen que el Espanyol es el filial del Madrid… les haría la ahogadilla – No vale la pena ni responderlesYa me he cansado, porque además es mentira y los datos están ahí. Hemos perdido más veces contra el Barça.11. ¿Qué partido es más caliente? Espanyol vs Barça – Sabadell vs MediterraniSe ha perdido un poco esa rivalidad en waterpolo. En un Espanyol-Barça me pongo histérica.

12. ¿Quién reparte más estopa? Una húngara en remojo – Colotto cabreado Las húngaras dan mucha estopa y bajo el agua nos cosen a puñetazos.

13. ¿Y quién se tira más veces al día a la piscina? Jenifer Pareja – Alexis SánchezJajaja, está la cosa igualada. No puedo con los jugadores teatreros, sean del equipo que sean.

15. ¿De qué están hechos sus bañadores, que nunca se rompen? De lo mismo que Víctor Sánchez - No lo sabe ni la NASAJajaja, me tiene alucinada Víctor Sánchez. Es el mejor ejemplo del espíritu que queremos para el Espanyol.

JenniferPareja

14. Si el Espanyol pierde a Casilla usted traería a… Casillas – Laura EsterLaura es la mejor portera de waterpolo del mundo y sería un seguro para el Espanyol.

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Texto deSenil Dion @senildion

Biografías inéditas

105Da igual que seas un niño que mira jugar a los mayores o un

ejecutivo que atraviesa el parque de camino a una reunión.

Si me conoces, yo también te conozco a ti. Sé lo que piensas.

Puede que mires hacia otro lado o que finjas seguir la conver-

sación con quien te acompaña. Pero no puedes evitarlo. Es ver

la pelotita rodar y al instante te brota un deseo inconfesable:

quieres que el balón escape y vaya a parar a ti. Lo devolverás

con un solo toque, como mucho dos, y será suficiente. Quedará

claro que tú también hablas fútbol.

Si para hablar en mi lengua no importa la edad, mucho

menos influye si lo haces en un campo homologado o si tus

postes están formados por un montón de chaquetas y un

par de mochilas. A mí me trae sin cuidado que me juguéis

con equipaciones oficiales o que bajo los palos haya varios

porteros acostumbrados a partidos simultáneos. Os voy a

hacer a vibrar igual con un golazo por la escuadra que con

la plasticidad de un trozo de tortilla que vuela a cámara

superlenta como si en lugar de haber salido despedido de

alguno de vuestros bocadillos saliese de una peli de Ang Lee.

A estas alturas ya sabéis que nací en Inglaterra en

el siglo XIX y que viajé con los marineros británicos a los

puertos de medio mundo. De todos los nombres que tengo, el

que más me gusta incita a la fiesta: ¡Pachanga! Para vosotros,

los que me contienen a mí no son días cualquiera. Por eso,

más que por mi propia biografía, creo que se me debería

juzgar por aquello que provoco en las vuestras. Por mí sois

capaces de faltar a clase y al trabajo. De posponer vuelos o

reuniones y de saltaros los benditos consejos del médico.

Por mí incluso llegasteis a hacer un paréntesis en el frente

de Teruel para cambiar momentáneamente los fusiles por

el balón. Aunque, de todas las cosas que he escuchado, la

que más aprecio viene de Italia: si hay pachanga, mujer mía,

no te conozco.

Yo os he enseñado que son tantas las cosas que unen

a los hombres como las que los separan y que, puestos a

clasificar a la humanidad, es posible hacerlo de múltiples

maneras: los de blanco contra los de negro, Barça contra

Madrid, solteros contra casados, los que son 'del equipo'

contra el resto, a dedo, o simplemente al azar.

Soy la viga maestra de vuestra agenda, la piedra an-

gular sobre la que descansa el peso de toda la semana. El

que encontráis en mí es un espacio de intimidad colectiva.

Y os salgo bastante más barata que los psicólogos. En mí

podéis poner en práctica todos vuestros trucos. Yo amo a

los jugones, cualquiera que sea su nivel. Doy cabida a los

que apenas han aprendido a sostenerse y a los que ya tienen

barrigas insostenibles. Acojo a los que vienen a competir y a

los que, más que nada, lo hacen por las cervezas de después.

Me da lo mismo. En mí sois todos iguales. El balón os hace

camaradas. Porque el fútbol auténtico, el de la gente -el fútbol

en minúsculas- tiene más sentido cuando se comparte. ¿El

otro? El otro es solo un programa de televisión.

Fútbol en minúsculas

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106

Este soy yo... ahora

AntonioSoler

En las estanterías de su casa se acumulan galardones tanto literarios, donde destacan el Herralde y el Nadal, como sociales, como

la Medalla de Oro de su Málaga natal (1956), que incluso le ha dedicado una calle.

Extraña mezcla para un escritor, siempre amenazado por que la fuerza de su ficción

acabe apartando la realidad a un rincón. Quizá, que las historias de Soler giren en

torno a personajes y situaciones mundanas ayuda a entender el éxito que ha cosechado

entre críticos y paisanos. Su título más reconocido es El camino de los ingleses,

que él mismo guionizó para la película de Antonio Banderas, pero su obra es ingente,

como su interés por el fútbol. Su atención se reparte principalmente entre La Rosaleda

y el Camp Nou.

Texto de César Sánchez / @cesar_sanchez_ Foto de agencias

Page 107: Panenka23_

107

Las verdaderas estrellas de la sociedad son los futbolistas o los rockeros. Los personajes del mundo de la cultura

están bastante más ocultos, pero aunque este oficio sea solitario y transmita muchas inseguridades, uno también se dedica

a ello, en parte, porque persigue un reconocimiento. Y quien no lo reconozca, creo que tiene un problema de falsa humildad.

Soy un gran defensor del estilo, ya sea en el fútbol o en la literatura. Cuando tengo una historia en la cabeza

que quiero contar, tanto como el argumento me interesa el modo en que la voy a contar. No me vale meter cinco goles

jugando mal y, siguiendo el símil, mi objetivo es que el público se vaya del estadio contento con el fútbol que ha visto y

no sólo con el resultado.

Los futbolistas son simplemente atletas y su función debe ser la ejecución del juego de la mejor manera posible.

Salvo algunos entrenadores ilustrados, el resto sólo cumplen su cometido. A los que estamos fuera es a los que nos toca

reflexionar sobre la dimensión exagerada que está alcanzando este deporte.

¿Literatura deportiva? A mí me interesa la buena literatura y el asunto del que trate no me importa demasiado.

El Ulises de Joyce son 1.000 páginas en un día de la vida de un oficinista dublinés. En principio eso no debería interesar a

nadie y luego te das cuenta de que se trata de una obra de arte. Pues lo mismo podría pasar con un Elche-Rayo Vallecano.

En deporte, recuerdo una novela que me gustó mucho, el Alpe d'Huez de Javier García Sánchez.

Fútbol y cultura mezclan bien. Fútbol a secas genera pobreza mental.

Que se suba el IVA a los productos culturales mientras el fútbol debe centenares de millones a hacienda

define la dimensión tan extraña que tienen algunas cosas en este país. Es una muestra más de que los poderosos son muy

poderosos y de que la ley no es igual para todos.

Me identifico con la figura del entrenador, porque los escritores somos también quienes planteamos la estra-

tegia. Tienes el partido más o menos dibujado en la cabeza y debes mover muchos resortes para que la historia concluya

como tú quieres. La creación no es sólo una intuición que viene no se sabe muy bien de dónde, sino que está la ejecución

del trabajo del novelista, que es continuado, necesita de disciplina y se hace en solitario. De ahí que sienta que existen

paralelismos entre ambas profesiones.

Mi afición al fútbol viene de la calle y de los años en los que jugaba en el equipo del colegio. De las cosas que

he hecho en mi vida, quizá fuera de las que más me han gustado.

Tengo mucho reparo hacia los equipos artificiales, como ha podido ser el Málaga en estos últimos años. Suelen

ser clubs etéreos, porque vuelan, pero este curso estoy más contento en ese sentido porque el jeque ha dado un paso atrás

y cada vez se ven más los frutos del trabajo de cantera que se está llevando a cabo, como por ejemplo con chicos de la

calidad de Portillo.

Juanito fue un personaje en el sentido amplio de la palabra y del que se puede sacar mucho provecho literario.

Conocí su historia muy de cerca cuando hice un documental sobre él para Canal Sur. Tenía una ambivalencia para ser

extraordinario tanto en lo bueno como en lo malo; un tipo de una extraordinaria vitalidad.

Dentro de la afinidad de una persona por un equipo siempre hay algo misterioso cuando la elección no es

evidente. Recuerdo que con 11 años, en el colegio de curas, me expulsaron de la clase de gimnasia porque todos debíamos

llevar una camiseta verde y yo llevaba una del Barça. Siempre me gustó el equipo por cómo jugaba al fútbol y porque en

mi adolescencia era un refugio para los que odiábamos el centralismo de la dictadura. El Barça era un soplo de libertad.

Ahora tengo un conflicto porque no me gusta cómo la institución se posiciona en el tema político, me produce

rechazo. Dicen que el club es neutro, pero ¿cómo reaccionarían si Iniesta sacase una bandera española en la celebración

de un título?

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108

Videoton FC

El fútbol se nutre de mitos. Y probablemente el que más

'proteínas' ha entregado al balompié mundial es aquel del

lejano 16 de julio de 1950, en la final del Mundial de Brasil, que

se erige con un nombre propio e inequívoco: el Maracanazo.

La gesta uruguaya ha tenido múltiples ecos, más

escritos que filmados, por ello ilusiona tanto el anuncio de

un nuevo libro con 'historias secretas' de aquel hito y, más

aún, su inmediata consecuencia: la realización de una ver-

sión cinematográfica que se titulará Maracanazo 1950, una

película que incluso ya ha sido declarada de interés cultural

por parte del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay.

Maracanazo 1950 De Sebastián Bednarik y Andrés Varela

Héroes modernos

Puede ser el gran testimonio de la época

dorada del deporte español. Por ello,

este largometraje de Juan Alfredo Amil

promete tanto: 12 historias, protago-

nizadas cada una de ellas por algún

deportista o institución de élite que

llevó a España a lo más alto del deporte

mundial. Bastante más allá del fútbol...

Selección canina

Tuvimos dudas de darle cabida a esta

producción mexicana, donde no hay

humanos, sólo perros. Sin embargo,

cuando averiguamos que han puesto

su voz nombres como Jorge Campos,

Jared Borguetti, el 'Pájaro' Hernández y

el mítico narrador 'El perro' Bermúdez

no lo hemos podido evitar.

TVZ, El Apache

Documental para Internet dirigido por

Javier Bagnoli sobre la vida de Carlitos

Tévez, 'el Apache'. Filmado en los cuatro

países en los que ha jugado (Argentina,

Brasil, Inglaterra e Italia), este docweb

se adentra en la esencia del futbolista

con testimonios en primera persona y

de su entorno.

Textos de Jorge Nazar / @jorgenazar

En declaraciones a la prensa

uruguaya, Atilio Garrido, periodista y

autor del libro, destacó la importante

labor de investigación que hizo, lo que

le permitió, por ejemplo, encontrar de-

talles que reflejan que la Celeste estaba

destinada a hacer historia: "Los jugado-

res estaban convencidos de que podían

ganarle a Brasil. En la foto tomada a

los equipos, previo al partido, se ve a

[Eusebio] Tejera y a Julio Pérez rién-

dose porque todos los fotógrafos se ha-

bían ido a tomar imágenes del equipo

de Brasil y Tejera les gritó: 'Vengan

aquí, que aquí están los campeones

del mundo", dice el periodista. Con

la base de la obra escrita por Garrido,

Sebastián Bednarik y Andrés Varela, los mismos que rodaron

Mundialito que en algún Panenka anterior ya hemos citado,

anunciaron que el documental sobre el Maracanazo ya está

en proceso, para "saldar una deuda que tiene la cultura

con esa página histórica del fútbol local".

La película, coproducida con Brasil, debería estar

lista para el 2014. Un documental esperado por muchos, no

sólo como reflejo de una añoranza, sino porque -como dijo

el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF),

Sebastián Bauzá- "el futuro se hace con el pasado". Ésa es

la esencia de la Celeste.

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109

Reading FC

Desde hace un tiempo,

el público del Camp

Nou corea en el minu-

to 17 y 14 segundos de

cada mitad de un par-

tido el grito de "Inde-

pendència", reivindi-

cando un sentimiento

cada vez más genera-

lizado en Catalunya y

que recuerda el sitio

de 1714, que provocó

la caída de Barcelona

en la guerra contra las

tropas de Felipe V y la

abolición de la Gene-

ralitat. En el Santiago

Bernabéu, y con cada

visita del Barça, no es

difícil oír la canción Qué Viva España que popularizó Ma-

nolo Escobar, curiosamente un confeso seguidor culé. Estos

dos comportamientos en las gradas nos ayudan a reflejar la

rivalidad existente entre los dos grandes clubes del fútbol

español, europeo y mundial. La política está presente y ha

potenciado una rivalidad que no tendría tanta fuerza si fuera

simplemente deportiva.

Ésta es una de las ideas que el periodista inglés Sid

Lowe ha querido plasmar en su libro Fear and loathing

in La Liga (Miedo y asco en La Liga), que se inspira, según

confiesa el propio autor, en el famoso libro Miedo y asco en

Las Vegas de Hunter S. Thompson (1971).

La obra de Sid Lowe, que será publicada en España

en marzo de 2014 por la editorial Léeme Libros, trata el

clásico en todas sus facetas, retratando cómo es cada club y

en qué se fundamentan sus identidades. El autor, a lo largo

de 409 páginas, procura contar las historias humanas que

hacen que ambos clubes sean lo que son en la actualidad.

Después de dos años de trabajo, Lowe ha lanzado un libro de

periodista, pero también de historiador, que no se limita a

hacer una obra para el mercado inglés, explicando conceptos

que ya son conocidos para la afición española. La obra bebe

de las entrevistas con una cincuentena de protagonistas,

entre ellos Johan Cruyff y Alfredo Di Stéfano, que acaba

generando una historia oral y muy humana. De las potentes

connotaciones políticas, el autor ha intentado, según sus

propias palabras, "matizar, explicar, clarificar y desmitificar

algunas 'verdades' que no son tales".

Nacido hace 37 años en Londres, Sid vive en España

desde 2001, aunque ya había pasado una anterior etapa, entre

1996 y 1997, residiendo en Oviedo -actualmente lo hace en

Madrid-. Corresponsal de The Guardian y World Soccer y de

la ESPN norteamericana, aquí colabora en Al Primer Toque de

Onda Cero y en Panenka desde sus inicios. Éste es su segundo

libro después de una mucho más político: Catholicism, War

and the Foundation of Francoism in Spain (Catolicismo,

Guerra y Fundación del Franquismo en España).

Miedo y asco en La LigaSid Lowe

Iniesta. El genio discretoMeter el gol que

le da a tu país su

primera Copa del

Mundo o que cla-

sifica a tu equipo

para poder ganar

la tercera Copa

de Europa de su

historia ya son

motivos suficientes para merecer una

biografía a los 29 años. Esas dos proe-

zas, unida a su humilde personalidad,

han llamado la atención del periodis-

ta catalán Víctor Malo, que retrata la

evolucion de 'Andresín' a 'Don Andrés'.

La princesa del deporte reyNos guste o no, el

fútbol femenino

sigue siendo uno

de los deportes

más maltratados

en nuestro país.

Este libro del pe-

riodista David Me-

nayo intenta hacer

justicia con Vero Boquete, considerada

como una de las mejores jugadoras del

mundo. La obra narra la vida y trayec-

toria de esta futbolista que, como buena

gallega, tuvo que emigrar para ganarse

bien la vida.

A mí el pelotónAhora que el Athle-

tic ya ha estrenado

el nuevo San Ma-

més nos debemos

fijar en este libro

escrito por Patxo

Unzueta, corres-

ponsal del diario El

País en Bilbao entre

1978 y 1986. Esta obra, una gozada para

cualquier amante del Athletic, su filo-

sofía y sus mitos, fue escrita en 1986,

aunque en 2011 se hizo una reedición

con nuevos artículos del autor y un

prólogo de Santiago Segurola.

Textos de Rafa Jiménez / @raf_jimix

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110

Retroportada

Han llamado de la de-

legación de Madrid,

nuestro corresponsal

está detenido'', nos dice

el redactor jefe. A estas

horas Oleg Blokhin ya debería haber cruza-

do el telón de acero de los kioskos, pero el

joven que arrasó a Beckenbauer y a Cruyff

en las votaciones del Balón de Oro no ha

podido regatear a la censura española. La

Jefatura de Prensa nos comunicó anoche

el secuestro de todos los ejemplares. "Os

dije que ese titular nos metería en líos",

grita el editor en una reunión que hemos

improvisado a última hora. En la tele que

hace de fondo Franco da su último discur-

so, "miradlo, pero si está acabado", dice el

maquetador. El Generalísimo podrá estar

jugando con diez en la prórroga, pero lo

cierto es que su hinchada todavía no lo

da todo por perdido. El teléfono no deja

de sonar en toda la noche: "Dice mi ma-

dre que no ha encontrado la revista por

ninguna parte", el redactor de Asturias ha

conseguido colar su entrevista a Quini y

cree que va a ser un éxito, sobre todo ahora

que el delantero del Sporting se ha recon-

octubre de 1975

Texto de Carlos Torres / @carlosaspeIlustración de Marta Vilches

ciliado con su afición después de marcar

cuatro goles al Español. Somos la primera

revista deportiva a la que nos secuestran

un número, "eso nos honra", les digo a los

muchachos. No hay humor para las bromas

y muchos piensan en qué dirán en casa si

nos detienen.

Cuando amanece nadie se ha ido a casa y

el becario baja a por churros y el periódico

del día. La competencia, en un gesto de de-

portividad, nos dedica un titular: 'Panenka

no se presenta al partido'. Dura poco la

calma, a mediodía los acólitos del régimen

nos han montado una manifestación en la

puerta. "¡Blokhin sólo es un ucraniano

que marca goles!", les grito desde la venta-

na y un señor me devuelve el pase en forma

de pedrada. No se puede razonar con los

ultras. A última hora, vuelve a entrar otra

llamada, es el encargado de la imprenta,

los de Prensa le han cerrado el chiringuito:

"Os juro que no os voy a dejar hacer nada

sobre soviéticos hasta dentro de 40 años",

sentencia. ¿Quién iba a pensar que cruzar

el Muro y volver con una entrevista iba a

ser más difícil que marcar una falta con

barrera.

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El (des)cuento

El fantasma del pasado

Por Jesús María Abascal Ilustración de Pep Boatella / @PepBoatella

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113

El míster cerró su carpeta de apuntes, tomada ya

la decisión. Atravesó el campo de entrenamiento y

sacó del rondo a uno de los más jóvenes, un chaval

imberbe, fino como un silbido y vivaracho como un

ratón.

–Mañana sales de inicio. Agustín te dará luego los

detalles tácticos–. Y se fue al despacho, dándole la espalda

a la sonrisa de felicidad surgida en el rostro del canterano.

No le había sido fácil. Después de casi 20 años como

entrenador de fútbol, había sufrido ataques del entorno me-

diático de todos los colores: que su libro de estilo estaba

trasnochado, que no analizaba bien al rival, que no sabía

leer los partidos, que no era capaz de apaciguar la lucha de

egos del vestuario... Todos aquellos titulares que se repetían

de manera cíclica en los diarios deportivos no le molestaban

en absoluto, falsos como los consideraba. El bucle de críticas

interesadas se veía interrumpido de vez en cuando con algún

título, oasis de calma que le permitía tomar aire durante un

par de meses.

Sabía que no era infalible, claro, ¿alguien lo es en los

banquillos? Había, sin embargo, un ataque en especial que

no sabía encajar bien: ''Este entrenador no da confianza y

minutos a los jóvenes de la casa''. Las habituales y mordaces

respuestas por las que era conocido en rueda de prensa

siempre que trataban de sacarle de sus casillas se tornaban

vaguedades y mejillas ruborizadas cuando salía el tema. Y

no encajaba bien aquella crítica en concreto por un motivo:

era cierta. Al menos, en parte.

El motivo, lejos de tener relación con la desconfianza

ante la inexperiencia, se hallaba enquistado en el pasado del

propio entrenador, cuando tres décadas antes...

...Debutaba, y eso ya era mucho. Tras año y medio

entrenando con el primer equipo y aguantando, aguantando,

aguantando, sin querer escuchar las voces de su entorno que

le aconsejaban arrojar la toalla y marcharse cedido, por fin

llegaba su oportunidad. Partido sencillo a priori, en casa,

rival de media tabla. El chaparrón de la mañana y el resol

de sobremesa le habían preparado un césped a la medida de

sus habilidades en la banda. ¿Cómo no triunfar?

El túnel de vestuarios olía a historia, a hormigón, a

exceso de la colonia de Pere, el portero titular, un tipo tan

presumido como extraordinario en sus palomitas. Por la

boca de salida al terreno de juego se filtraba la algarabía

del público incondicional, animando sin desmayo en una

sucesión de ra-ra-rás, aúpas, vamos campeones y demás

consignas. Todos sus sentidos absorbían la esencia de aquel

día tan especial al tiempo que su instinto, el de asesino frente

a la portería que le había llevado hasta allí, afilaba navajas

a la espera del pitido inicial.

Balón largo a su banda, piernas a máxima potencia,

un defensa bigotón en lontananza corriendo en perpendicular

a su posición. Fácil. Llegaría a la pelota una centésima de

segundo antes y saltaría para evitar la entrada a ras de

césped... En todo eso pensaba cuando los terribles tacos de

aluminio destrozaron su espinillera.

Antes de llegar al suelo ya sabía que allí terminaba el

partido para él. Los camilleros no le habían llevado todavía

a la enfermería cuando intuyó que su temporada se había

acabado. Al día siguiente en el hospital se completó el hat

trick: jamás volvería a jugar al fútbol profesional.

Cuando sus pensamientos regresaron al presente,

no le sorprendió comprobar que había estado todo el rato

acariciándose la cicatriz que causaba su leve cojera. La se-

mioscuridad del despacho se quebró al abrirse la puerta y

recortarse en el dintel la silueta de Agustín, su fiel segundo.

–Entonces... ¿mañana lo sacamos?– preguntó este.

–Ya viene siendo hora, ¿no? Está preparado–, dijo el

míster.

–¿Y tú? ¿Estarás bien?–replicó Agustín–. Sé por qué

has estado retrasando su debut. Te recuerda a...

–Todo irá bien–le cortó el entrenador– . Tú explícale

lo que tiene que hacer. Cierra la puerta, anda.

Unas cuantas horas después, quedaban solo siete

minutos para saber si aquello terminaría con empate a cero.

Era, seguro, el partido más aburrido que habían visto jamás

aquellos 30.000 espectadores. Y de pronto una abrumadora

sensación de déjà vu sobrecogió al entrenador local. Balón

largo a la banda. Un extremo debutante al sprint. Un defensa

que acudía raudo con una misión de Dios en sus tacos... Como

a cámara lenta, saltó del asiento con un grito de advertencia

asomando en su garganta y tirando a su alrededor varias

botellas de agua. No había llegado a salir del todo del ban-

quillo cuando el chaval picó levemente la pelota, saltó hasta

la luna haciendo inútil la entrada del zaguero y prosiguió,

como si nada, su ataque sorpresa sobre el área rival.

La jugada murió en nada y la prensa calificó aquel

empate en casa como un paso atrás en las aspiraciones del

equipo. Para el míster, sin embargo, fue el día en que el peor

de los fantasmas de su pasado decidió dejarlo en paz.

–Agustín, organiza una reunión con los de inferiores y

con los ojeadores de juveniles. Vamos a montar una pequeña

revolución en este club...–

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114

Tomas falsas

Las intrahistorias del Panenka continúan en el blog Los apuntes de Antonin (www.panenka.org)

Los padres de Carles Busquets y, por lo

tanto, abuelos de Sergio, no dudaron ni

un segundo en acompañarnos por Badia

del Vallès. El paseo empezó en la plaza

del Ayuntamiento, siguió con un desa-

yuno en una terraza, y acabó con un

viaje relámpago en coche a las puertas

del campo municipal del CD Badia, bau-

tizado desde 2011 con el nombre del

campeón del mundo. Justo ahí pudimos

sacar esta entrañable instantánea.

Localizar a José María Caneda ahora

que ya no es presidente del Compostela

no es tarea fácil. Nadie parecía tener su

número de teléfono actual, hasta que

una llamada a su empresa familiar nos

puso en el camino correcto. "Espera que

salgo fuera. Estoy jugando a las cartas

y hay mucho ruido". La respuesta fue

la antesala de una conversación digna

del mejor Caneda, que se despidió con

un: "Cuando vengas a Santiago, llama".

Eso haremos, ni que sea para echar una

timba y recordar aquellos años en los

que era igual de mediático que Jesús Gil.

Imaginad que mañana tenéis que entrevistar

a alguien que es la mejor del mundo en lo

suyo. Alguien que incluso ha ganado una me-

dalla olímpica. Imaginad que, mientras estáis

preparándolo todo, esa persona se preocupa

de enviaros un mapa vía mensaje para que

no os perdáis, os pregunta qué queréis que

traiga para las fotos y, una vez allí, os trata

como si os conociera de toda la vida. Así es

Jennifer Pareja. Una campeona, sobre todo,

como persona.

Badia, en familia

¿Dónde está Caneda?

El placer fue nuestro

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