Patria Grande

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Por FPDS Corriente Nacional, de Argentina De San Martín a Chávez: dos siglos en busca de la “Patria Grande” AMÉRICA LATINA Y CARIBE | 20 DE AGOSTO DE 2013 En 1922, en momentos en que los Estados Unidos se consolidaban como gran potencia imperialista, Manuel Ugarte publicó un libro titulado “La patria grande”. Treinta años antes, en 1891, José Martí había escrito un breve ensayo titulado “Nuestra América”, reafirmando un nosotros que marcaba distancias con la otra América, la anglosajona. A decir verdad, tanto Ugarte como Martí no hacían más que retomar un ideario que ya estaba presente desde los tiempos de la guerra de independencia. Artigas, San Martín y Bolívar, entre muchos otros patriotas, soñaron y proyectaron una gran nación latinoamericana que pudiera hacer frente a la dominación extranjera. Sin embargo, el proyecto unificador de los revolucionarios de comienzos del siglo XIX fue derrotado. Las diferentes oligarquías locales no estaban dispuestas a resignar las enormes posibilidades de enriquecimiento que les brindaba una vinculación directa con las metrópolis en el contexto de una división internacional del trabajo que anticipaba la era del imperio. De esta forma, los nacientes estados nacionales se fueron configurando a partir de las fronteras fijadas por la corona española desde los tiempos coloniales. La división de Nuestra América en diferentes unidades políticas y territoriales era funcional a la política imperial. Para los libertadores de América, la construcción de una Patria Grande latinoamericana aparecía como una necesidad. Sólo la unión de los pueblos hispanoamericanos permitiría derrumbar el poder colonial y garantizar la soberanía política en una época en la que poderosas potencias como Inglaterra, Francia, Portugal y los Estados Unidos amenazaban con reemplazar una dominación por otra. La idea de una Patria Grande suponía, entonces, la unificación territorial, la soberanía política y el antiimperialismo, pero al mismo tiempo iba mucho más allá. San Martín, Bolívar y Artigas estaban convencidos de que su causa dependía del apoyo de las grandes mayorías populares. La Patria Grande sólo sería posible en el marco de un proyecto político sostenido por la movilización popular y opuesto a los intereses de las élites oligárquicas asociadas a las potencias extranjeras. Durante las guerras de independencia, las milicias de San Martín y Bolívar, compuestas por indios, negros y mestizos, se convirtieron en verdaderos ejércitos populares. Al igual que Castelli — que en 1811, en las ruinas de Tiahuanaco, decretó la abolición del tributo indígena, tocando la fibra más sensible del sistema colonial — los héroes de la independencia estaban convenidos de la necesidad de ensanchar las bases sociales de la revolución. A todos estos elementos constitutivos del proyecto de la Patria Grande habría que sumar uno más: la decisión conciente y deliberada de colocar los principales resortes de la economía bajo control estatal. El Estado, cuyo objetivo era promover el bien común y la felicidad del pueblo, se constituyó

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Por FPDS Corriente Nacional, de ArgentinaDe San Martn a Chvez: dos siglos en busca de la Patria GrandeAMRICA LATINA Y CARIBE | 20 DE AGOSTO DE 2013En 1922, en momentos en que los Estados Unidos se consolidaban como gran potencia imperialista, Manuel Ugarte public un libro titulado La patria grande. Treinta aos antes, en 1891, Jos Mart haba escrito un breve ensayo titulado Nuestra Amrica, reafirmando un nosotros que marcaba distancias con la otra Amrica, la anglosajona. A decir verdad, tanto Ugarte como Mart no hacan ms que retomar un ideario que ya estaba presente desde los tiempos de la guerra de independencia. Artigas, San Martn y Bolvar, entre muchos otros patriotas, soaron y proyectaron una gran nacin latinoamericana que pudiera hacer frente a la dominacin extranjera.Sin embargo, el proyecto unificador de los revolucionarios de comienzos del siglo XIX fue derrotado. Las diferentes oligarquas locales no estaban dispuestas a resignar las enormes posibilidades de enriquecimiento que les brindaba una vinculacin directa con las metrpolis en el contexto de una divisin internacional del trabajo que anticipaba la era del imperio. De esta forma, los nacientes estados nacionales se fueron configurando a partir de las fronteras fijadas por la corona espaola desde los tiempos coloniales. La divisin de Nuestra Amrica en diferentes unidades polticas y territoriales era funcional a la poltica imperial.Para los libertadores de Amrica, la construccin de una Patria Grande latinoamericana apareca como una necesidad. Slo la unin de los pueblos hispanoamericanos permitira derrumbar el poder colonial y garantizar la soberana poltica en una poca en la que poderosas potencias como Inglaterra, Francia, Portugal y los Estados Unidos amenazaban con reemplazar una dominacin por otra.La idea de una Patria Grande supona, entonces, la unificacin territorial, la soberana poltica y el antiimperialismo, pero al mismo tiempo iba mucho ms all. San Martn, Bolvar y Artigas estaban convencidos de que su causa dependa del apoyo de las grandes mayoras populares. La Patria Grande slo sera posible en el marco de un proyecto poltico sostenido por la movilizacin popular y opuesto a los intereses de las lites oligrquicas asociadas a las potencias extranjeras. Durante las guerras de independencia, las milicias de San Martn y Bolvar, compuestas por indios, negros y mestizos, se convirtieron en verdaderos ejrcitos populares. Al igual que Castelli que en 1811, en las ruinas de Tiahuanaco, decret la abolicin del tributo indgena, tocando la fibra ms sensible del sistema colonial los hroes de la independencia estaban convenidos de la necesidad de ensanchar las bases sociales de la revolucin.A todos estos elementos constitutivos del proyecto de la Patria Grande habra que sumar uno ms: la decisin conciente y deliberada de colocar los principales resortes de la economa bajo control estatal. El Estado, cuyo objetivo era promover el bien comn y la felicidad del pueblo, se constituy en una herramienta formidable al servicio de las grandes mayoras populares. Esta concepcin aparece tempranamente en el Plan de Operaciones de Mariano Moreno, pero tambin en las polticas econmicas que llev adelante San Martn como gobernador de Cuyo y en las medidas adoptadas por el gobierno revolucionario de Artigas. Ninguno de ellos dud en convertir al Estado en un Estado expropiador para orientar la actividad econmica en funcin de los intereses de la mayora.Hablar de la Patria Grande, entonces, implica hablar de integracin regional, de soberana poltica, de protagonismo popular y de un programa econmico puesto al servicio de las grandes mayoras populares.A mediados del siglo XX, la Revolucin Cubana, impregnada del nacionalismo revolucionario de Jos Mart, volvi a colocar esta cuestin en el centro, vinculando las luchas por la liberacin nacional con las luchas por la liberacin social, demostrando que son, al fin y al cabo, una y la misma. En los ltimos tiempos, luego de la larga noche de las dictaduras militares y el neoliberalismo, las ideas vinculadas a la Patria Grande volvieron a ocupar un lugar central de la mano de potentes movimientos populares y de lderes polticos como Hugo Chvez Fras.Cualquiera que en los ltimos quince aos haya escuchado alguno de los discursos de Chvez recordar la fascinacin que el lder bolivariano senta por la historia de Amrica Latina. Era muy frecuente que Chvez apelara a la historia latinoamericana para hablar de ciertos procesos que tenan lugar en el presente. Cada discurso suyo era, de alguna manera, una leccin de historia y los nombres de San Martn, Bolvar, Artigas, Zamora, Morazn y tantos otros se colaban entre las problemticas actuales.La referencia al pasado no era casual. Chvez saba mejor que nadie que no hay ningn proyecto emancipador que pueda prescindir de una memoria histrica anclada en las grandes luchas populares. Pero en Chvez, las referencias a estas figuras y al ideario de la Patria Grande no se quedaban en la mera retrica discursiva, sino que se plasmaban en prcticas polticas bien concretas. As como Cuba fue, durante dcadas, una referencia insoslayable y un punto de apoyo para todos los movimientos revolucionarios de Amrica Latina, Venezuela se convirti, desde los comienzos mismos de la Revolucin Bolivariana, en un decidido impulsor de la unidad poltica y econmica de los pases de la regin.Si la Patria Grande implica integracin regional, nadie como Chvez para lanzar, una tras otra en apenas quince aos, iniciativas en esa direccin: desde el ALBA a la Unasur; desde el Banco del Sur a Petrocaribe; desde Telesur a la CELAC. Con Chvez a la cabeza, la relaciones econmicas y comerciales entre Venezuela y los pases de Amrica Latina respondieron a una lgica muy diferente a la de la rentabilidad capitalista: la de la solidaridad entre los pueblos. Cuba y Nicaragua, entre otras naciones hermanas, son ejemplos concluyentes.Si la Patria Grande implica soberana poltica y antiimperialismo, nadie como Chvez para plantarse frente a las grandes potencias y resistir sus planes de dominacin. Si como muestra vale un botn, no hace falta ms que recordar el decisivo papel que cumpli su liderazgo al momento de articular una posicin conjunta en contra del ALCA durante la cumbre de presidentes reunida en Mar del Plata en el ao 2005 y desbaratar de esa forma uno de los ms ambiciosos proyectos del imperio.Si la Patria Grande implica un proyecto emancipador desde y para las grandes mayoras populares, nadie como Chvez para impulsar incansablemente formas de organizacin popular desde abajo, como las comunas y los consejos comunales, convencido de que slo una robusta democracia participativa y protagnica, sostenida en la movilizacin poltica de las masas, podr garantizar la consolidacin del proceso revolucionario.Si la Patria Grande implica independencia econmica y control de los pueblos sobre los bienes comunes y los recursos estratgicos, nadie como Chvez para colocar la renta petrolera bajo control estatal y destinarla a la creacin de programas sociales y comunitarios, o llevar adelante una gran cantidad de expropiaciones con el objetivo de garantizar la produccin de alimentos y la generacin de insumos en funcin de las necesidades de las clases subalternas.Entre sus tantos legados, la experiencia chavista nos deja uno insoslayable: la certeza de que no hay alternativas frente a la barbarie capitalista por fuera del socialismo. Fue Chvez el que levant la bandera del socialismo precisamente en los momentos ms difciles del socialismo, recordndonos como Cuba a fines de los aos cincuenta que la liberacin nacional y la liberacin social son dos procesos que van de la mano. No hay tercera va: o socialismo o capitalismo. Chvez no se cansaba de repetirlo.De esta manera, Chvez recupera el ideario de Artigas, de San Martn y de Bolvar, recoge los aportes de Mart y de Sandino, toma el legado de la Revolucin Cubana y actualiza la discusin en torno a la Patria Grande, en tanto proyecto inconcluso que debe ser retomado para alcanzar la segunda y definitiva independencia de los pueblos de Nuestra Amrica.