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1 LA DISC ENTAL IPLINA M Jaime Mont ro Anzola 2 [email protected] e Vajra o Dorje Diamantino *Recomendaciones a todas las Disciplinas 1, Se prioriza la experiencia y no el tiempo (para la condición y para el proceso). 2, El ámbito no es una condición pero es altamente recomendado. 3, El trabajo con la rutina diaria debe ser acordado antes de comenzar con la Disciplina. 4, Los indicadores y registros deben ser descriptos por el Discípulo en cada paso. 5, Si hubiera otros trabajos internos: Experiencias Guiadas, Transferencias u otras prácticas de Operativa, eben postergarse, o bien debe postergarse el paso disciplinario, para no operar d simultáneamente, pues esto produciría mezcla de registros. La terminología específica y las concepciones usadas en este texto, para quienes así lo requieran, pueden ser consultadas en Autoliberación de Luis Amman o en Apuntes de sicología de Silo. Al final hay una bibliografía amplia que servirá de referencia para p ampliar o confrontar lo expuesto aquí. Cabe anotar que una cosa es hacer la disciplina y otra ser maestro de la disciplina. Las disciplinas 3 son, por excelencia, trabajos de Escuela. Como tales se ocupan de la transformación esencial del ser humano. Las disciplinas dan indicadores o síntomas del desarrollo interno. Todas ellas hacen experimentar en su proceso, el sabor de algo permanente que va creciendo en el operador. Este sabor, esta voz interna, esta ensación de que algo extraordinario y permanente se va desplegando es la primera y ás importante manifestación de proceso interno. s m 1 El símbolo con el que se identifica la disciplina mental es el Vajra o Dorje, que significa relámpago sagrado. R imboliza el punto epresenta para los budistas tibetanos desarrollo espiritual, es denominado cetro diamantino. S c 1 entral y sugiere centralidad, constituye el eje, la estabilidad y la imperturbabilidad. 2 Jaime Montero A, esta adscrito en este momento como maestro al parque La Unión, Colombia. 3 “El trabajo mecánico en cualquier disciplina constituye una actividad desvariada y peligrosa. Solo el continuo estudio y el trabajo interno ponen al operador en el plano adecuado”. Doren, H. Van, Cuadernos de Escuela, cuaderno 9.

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1LA  DISC ENTALIPLINA   MJaime Mont ro [email protected] 

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 Vajra o Dorje Diamantino

  

 *Recomendaciones a todas las Disciplinas  1, Se prioriza la experiencia y no el tiempo (para la condición y para el proceso). 2, El ámbito no es una condición pero es altamente recomendado. 3, El trabajo con la rutina diaria  debe  ser  acordado  antes  de  comenzar  con  la  Disciplina.  4,  Los  indicadores  y registros  deben  ser  descriptos  por  el    Discípulo  en  cada  paso.  5,  Si  hubiera  otros trabajos internos: Experiencias Guiadas, Transferencias u otras prácticas de Operativa, eben  postergarse,  o  bien  debe  postergarse  el  paso  disciplinario,  para  no  operar dsimultáneamente, pues esto produciría mezcla de registros.   La terminología específica y las concepciones usadas en este texto, para quienes así lo requieran, pueden ser consultadas en Autoliberación de Luis Amman o en Apuntes de sicología  de  Silo. Al  final hay una bibliografía  amplia que  servirá de  referencia para pampliar o confrontar lo expuesto aquí.   Cabe anotar que una cosa es hacer la disciplina y otra ser maestro de la disciplina.   Las  disciplinas3  son,  por  excelencia,  trabajos  de Escuela.  Como  tales  se  ocupan de  la transformación esencial del ser humano. Las disciplinas dan indicadores o síntomas del desarrollo  interno.  Todas  ellas  hacen  experimentar  en  su  proceso,  el  sabor  de  algo permanente  que  va  creciendo  en  el  operador.  Este  sabor,  esta  voz  interna,  esta ensación de que algo extraordinario y permanente se va desplegando es la primera y ás importante manifestación de proceso interno. 

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1  El  símbolo  con  el  que  se  identifica  la  disciplina mental  es  el Vajra  o Dorje,  que  significa  relámpago  sagrado. R imboliza el punto epresenta para los budistas tibetanos desarrollo espiritual, es denominado cetro diamantino. Sc

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entral y sugiere centralidad, constituye el eje, la estabilidad y la imperturbabilidad. 2 Jaime Montero A, esta adscrito en este momento como maestro al parque La Unión, Colombia.  3  “El  trabajo mecánico en cualquier disciplina constituye una actividad desvariada y peligrosa. Solo el continuo estudio  y  el  trabajo  interno  ponen  al  operador  en  el  plano  adecuado”.  Doren,    H.  Van,  Cuadernos  de  Escuela, cuaderno 9. 

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1­ Introducción  

Para  iniciarse en  la disciplina mental se debe manejar suficientemente el  lenguaje de dicho ámbito; este es un punto importante para su adecuada realización. No se puede entrar  sin  una  ubicación  próxima  a  la  que  dio  lugar  al  desarrollo  disciplinario4.  La disciplina trabaja específicamente con la ‘observación atenta’ de los actos mentales, no de  los  objetos,  sean  estos  externos  o  internos,  reales,  imaginarios,  etc.  Aunque  se necesite  referirse  a  objetos  continuamente,  en  sí  no  es  lo  que  se  observa;  lo  que importa son las actividades mentales que están detrás de ellos. Es claro que se percibe o  representa  a  los  objetos  con un  acto,  este debe  estar  observado por otro  acto más atrás  y  si  lo  observamos  a  su  vez  este  acto  se  convierte  en  objeto  de  otro  acto  que observa  y  así  puede  procederse  sin  tener  límite  posible5,  pues  después  de  una reducción  ‘siempre’  queda  un  residuo.  La  ‘substancia mental’  es muy  sutil  y  de  gran movilidad, así es que no se va a trabajar con una materia fija  sino con algo de mucha movilidad, esto debe entenderse desde el primer momento.  

Lo que nos va a interesar son los ‘registros’6, es decir la ‘sensación' que se experimenta en cualquiera actividad psicofísica. Acto es una vivencia intencional que se orienta hacia un objeto, sea este imaginario, real, abstracto, concreto, interno, externo. Precisamente lo que caracteriza la conciencia es que es intencional, la conciencia siempre es de algo y ese  algo  son  los  objetos,  a  los  que  se  dirigen  los  actos;  algunas  veces  estos  son plenamente  definidos,  otras  veces  no,  pueden  quedar  actos  lanzados  durante mucho tiempo  en  búsqueda  de  objetos  para  lograr  su  descanso,  es  decir,  su  completud significativa.  Interesa  adquirir  habilidad,  profundidad,  sutileza  y  maestría  en  la detección de los actos, de las actividades de la conciencia y los registros que siempre las acompañan.  4 Algunos materiales complementarios se pueden recomendar para entrar en la disciplina mental: Sermones del Budha  (Breves  y  medios),  Surangama  Sutra,  ‘La  fenomenología  de  la  conciencia  en  Husserl’,  Montero,  Jaime, Universitas Philosophica, Junio de 2007, N° 48.  5 Ejemplifiquemos un poco para entender lo que se está diciendo: se le pide a un sujeto que atienda a un objeto externo o interno, a este contenido lo vamos a llamar C1. Ahora se le pide que mientras realiza esta tarea, ‘se de cuenta’,  que  atiende  a  ese  contenido C1.  Para  que  esto  sea posible  durante un  corto  tiempo C1  será parte del contenido de una nueva experiencia de auto‐observación, es decir otro acto más  ‘atrás que observa’ ese nuevo contenido, a este otro contenido (el acto que observa) lo vamos a llamar C2. C2 contará con un nuevo contenido adicional, caracterizado por la manera de acceso a C1 pero con mayor profundidad y sutileza de registro. Es claro que para  la aparición del par C1‐C2 se requiere una reorientación de  la mirada, una  interrupción de  la actitud natural, que normalmente no se detiene para acceder a sus propios contenidos. También es claramente posible acceder  a  una  etapa  en  donde  C2  se  convierte  en  objeto  de  observación  C3,  es  una  observación  sobre  lo  que observaba a C1; a su vez podría colocarse una nueva escala atencional de observación, convirtiendo a C3 en el objeto observado, es decir un C4.  6 La cultura actual ha hecho de  los seres humanos personas con poca sensibilidad,  la  reeducación con base en registros  permite  tener  acceso  a  sí  mismo  de  una  forma  nueva  al  tomar  contacto  con  zonas  que  estaban desconectadas. Sentir en este caso no se refiere únicamente a una experiencia emotiva,  sino al  contacto con  lo más profundo de sí mismo, a la conexión con todo; experimentar de un modo nuevo las cosas, las relaciones, el cuerpo,  sentir  en profundidad. Los  registros  son  como el  bastón para  el  ciego. La observación de  los  registros permite  el  acceso  a  una  ‘sensibilidad  encarnada’  que  genera  un  nuevo  estilo  de  vida;  no  es  algo  de  lo  cual simplemente se hable, sino lo que se vive y comparte, no es una teoría, es un hecho muy particular.  

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 El practicante de esta disciplina se mueve constantemente en un clima de certidumbre y duda, de certezas y ambigüedades hasta encontrar el ‘punto experimental de encaje’; es decir, que si bien los pasos están claramente expresados, la experiencia de cada uno es tarea  que  requiere  pulcritud, permanencia  y  tono.  ‘La  pulcritud’  en  la  disciplina  es  la completa  honestidad  consigo  mismo,  no  hacerse  trampas  en  las  rutinas,  seguir  las indicaciones que los pasos sugieren, también es aceptar que se avanza y seguir adelante o que hay algún  impedimento en un determinado momento de proceso,  trabajar para superarlo el tiempo que sea requerido. También, si es el caso el reconocimiento de que hay que suspender provisionalmente el proceso de la disciplina un tiempo y acometer un determinado  tema de  la  nivelación que no ha  sido  suficientemente procesado.  ‘La permanencia’ es el cumplimiento casi de forma sagrada de las rutinas y tiempos, es  la aplicación  en  el  proceso  paso  por  paso,  cuaterna  tras  cuaterna;  no  se  pueden  lograr resultados si no hay permanencia suficiente. ‘El tono’ se refiere a la actitud interna del operador, el ámbito disciplinario es ‘sagrado’, requiere de un tono, de una actitud; no es cualquier cosa la que se está haciendo. El tono carga el ámbito externo e interno y pone en  contacto  al  operador  con  algo  diferente  a  lo  habitual,  por  lo  tanto  es  de  gran mportancia irlo configurando pues va a ser fundamental en el estilo de vida que se va a iseguir de ahí en adelante.     La disciplina mental está diseñada de tal  forma que un paso va  llevando al otro como consecuencia del anterior, su arquitectura denota maestría y conocimiento profundo de la mente. El trabajo se realiza probando por una o varias vías hasta dar con el registro, surgiendo la certidumbre y seguridad del proceso. Esta sutileza, precisión y progresión en  los registros de  la actividad mental busca poco a poco conectar con regiones de  la conciencia  que  van  a  facilitar  la  libertad  que  permite  al  operador  sustraerse  de  las determinaciones y de  los  condicionamientos de  la  conciencia,  trascendiendo hacia  las estructuras universales’, es decir, un registro de amplitud y  profundidad que conecta ‘con todo.  Es  importante  comprender  la  diferencia  entre  ‘indicadores’  y  ‘registros’.  Los indicadores están enunciados en cada paso. Por ejemplo, Aprender a ver7 es el indicador del primer paso, es decir lo que se busca es ‘suspender’ la ensoñación por un momento, el  indicador es cuando esto se puede hacer, es decir, ver de otra manera las cosas, sin ensueños. Ahora bien, ¿qué se ocurre con esto? pues un registro, y ¿qué es un registro? lo que se experimenta al hacer esta operación mental al no ensoñar. Los registros van y vienen no tienen un carácter fijo, oscilan, se van haciendo cada vez más profundos, pero hay un margen que denota concordancia, encaje; los registros se van grabando y dejan un  acervo  de  experiencia,  un  remanente  que  empieza  a  operar  casi  de  manera automática creando un ‘centro interno de experiencia’, ‘una suerte de ‘autopista mental’ 

7 En  todos  los pasos de  la disciplina  se menciona  la palabra ver,  ella  indica  la observación de  los actos. Ver  es atender al acto, ver es estar incluido en la experiencia. Ver es ir más allá de la atención simple, es ir más allá del objeto, incluso del acto, es estar presente en la experiencia. 

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que conecta con lo profundo’; un registro permanente desde el cual interpretar y vivir otidianamentec 8.  Así  es  que  lo  más  importante  es  contar  con  registros  claros  que puedan servir de punto de referencia para nuevas experiencias.   Antes de comenzar la disciplina es a su vez necesario tener en cuenta que estos trabajos pretenden poner al practicante en disposición de conectar con registros de ‘conciencia no habitual’, por  lo  tanto su práctica va a alterar  la  interpretación de  la estructura de situación del que la lleva a cabo. El darse cuenta o el percatarse de la actividad deja un sabor de experiencia diferente. Desde los primeros pasos en relación con el mundo en la rimera  cuaterna,  luego  en  relación  con  el  funcionamiento  de  la  conciencia  en  la psegunda cuaterna, hasta los estados inspirados de la tercera cuaterna.   Todo este transito es un camino hacia lo profundo; “la entrada a los estados profundos ocurre  desde  la  suspensión  del  yo.  Ya  desde  esa  suspensión  se  producen  registros significativos de ‘conciencia lúcida’ y comprensión de las propias limitaciones mentales, lo  que  constituye  un  gran  avance.  En  ese  tránsito  se  deben  tener  en  cuenta  algunas condiciones  ineludibles: 1. que el practicante  tenga claro el propósito de  lo que desea lograr como objetivo final de su trabajo; 2. que cuente con suficiente energía psicofísica para mantener su atención concentrada en el logro del objetivo. 3. que pueda continuar sin  solución  de  continuidad  en  la  profundización  del  registro  e  indicador correspondiente. Con respecto al propósito, se debe considerar a éste como la dirección de todo el proceso en la disciplina. El propósito debe ser ‘grabado’ con suficiente carga afectiva, como para que opere co‐presentemente mientras la atención está ocupada en la resolución de  los pasos de  la cuaterna. Esta preparación condiciona  todo el  trabajo posterior.  En  cuanto  a  la  energía  psicofísica  necesaria  para  el  mantenimiento  de  la atención  en  un  interesante  nivel  de  concentración,  el  principal  impulso  proviene  del nterés que forma parte del propósito. Al comprobar la falta de potencia y permanencia, 

r t o n h e oise debe revisar la p eparación [ rabajos de p stula te] que se  a hecho d l pr pósito”9.   Se  requiere  una  conciencia  despejada,  libre  de  fatiga  producto  de  tensiones situacionales  o  contenidos  no  resueltos  y  una mínima  educación  de  la  reducción  del foco  atencional  sobre  un  solo  objeto.  En  el  trabajo  previo  de  preparación  del  ámbito mental se deben haber resuelto aquellos problemas más significativos en lo psicológico. Lo  mismo  podría  aplicarse  a  tensiones  producidas  por  situaciones  en  los  diferentes ámbitos vitales.     8 Los grecorromanos a esto lo llamaban la provisión que en griego se llama paraskeue, Séneca lo traduce en latín con  instructio.  La  paraskeue  es  una  preparación  a  la  vez  abierta  y  finalizada  del  individuo  para  los acontecimientos  de  la  vida.  Será  el  conjunto  de  movimientos,  de  prácticas  necesarias  y  suficientes  para permitirnos ser más fuertes que todo lo que pueda sucedernos en el transcurso de nuestra existencia. Es preciso q uno  tenga ese equip oria’ que vuelva a hacer 

 sentencia lo mejor d iempre la misma.  ue  cada  amiento a mano,  y que  lo  tenga en una  forma de  ‘memcantar a la e sí y la haga brillar en su luz, a la vez siempre nueva y s9 Cf., Silo, Apuntes de psicología (Psicología IV), Ulrica Ediciones, Argentina, 2006, 335. 

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 1.1­El trabajo con la atención   El punto  fundamental,  la herramienta de  trabajo en esta disciplina es  la atención10, el darse  cuenta,  percatarse,  caer  en  cuenta.  Habitualmente  la  atención  es  superficial, errática, sin dirección específica, divide entre afuera y adentro en forma ensimismada. Se  puede  sin  embargo,  mediante  un  giro  reflexivo,  dirigir  la  atención  y  en  lugar  de seguir  sin  darse  cuenta,  detenerse  y  estar  ‘atento’.  Es  evidenciable,  con  relativa facilidad,  observar  que  se  está  habituado  a  la  desatención,  por  lo  tanto  hay  que entender  que  este  trabajo  es  contra  natura,  es  decir,  en  dirección  opuesta  a  la  que cotidiana y mecánicamente se está acostumbrado. En sí lo que se logra con la disciplina es maestría en el manejo, ampliación, sutileza y profundidad de la atención. Lo que se pretende no es estar atento a todo lo que ocurre externamente, lo que se busca es estar tento  a  sí  mismo,  al  funcionar  mental,  el  percatarse  y  tener  la  atención  centrada, aorientada a la observación de sí mismo cada vez con mayor profundidad en el registro.   Se pueden distinguir básicamente tres tipos de atención o meditación11: la primera es la meditación  natural  en  donde  el  pensamiento  actúa  reactivamente  como  reflejo  de estímulos  externos  o  internos,  es  algo  netamente  compensatorio  que  busca  resolver problemas situacionales inmediatos o mediatos. No se trata propiamente de un tipo de meditación sino de una actividad natural de la conciencia, su propósito es rescatar las percepciones o representaciones que se le presentan a la conciencia de forma general y espontánea  para  darle  útil  solución.  Digamos  que  es  la  atención  animal  y  humana necesaria  para  acometer  los  distintos  requerimientos  de  la  vida  cotidiana;  incluso  se uede desarrollar una gran capacidad atencional mecánica a varias cosas, pero en sí no 

el problema que hpse va más allá d ay que resolver.  Luego  está  la meditación  simple  en  donde  la  actitud  de  la mente  va más  allá  de  una respuesta reactiva hacia algo; aquí se profundiza, se busca la causa del problema, es una  10 “La atención es una aptitud de la conciencia que permite observar los fenómenos internos y externos. Cuando un estímulo sobrepasa el umbral acostumbrado despierta interés quedando en el campo central de presencia al cual se dirige la atención. Es decir, que la atención funciona por intereses, por algo que de algún modo impresiona dando suficiente registro. El estímulo que despierta interés puede quedar en el campo central de la atención, es decir en el campo de presencia que tiene que ver con la percepción. Todo lo que no aparece ligado estrictamente al objeto central se va diluyendo, sin embargo acompaña  la presencia del objeto presente, es decir queda en el ca .mpo de co‐presencia, que tiene que ver con la memoria”  Amman, L., Autoliberación, Vocabulario, Planeta, Bs. Aires, 1991, 208s. 11  La  palabra meditación  tiene múltiples  significados,  uno  de  ellos  es  un  estado de  concentración  en  el  que  la mente  se  centra  en  un  sólo  objeto;  otro  un  estado  de  relajación  que  resulta  psicológica  y  médicamente beneficioso;  a su vez un estado disociado en el que puede ocurrir un fenómeno de trance; o un estado místico en el que se tiene la experiencia de realidades, entidades superiores o de objetos religiosos. Todas estas acepciones comparten el hecho de que se trata de un estado alterado de conciencia. La persona que medita hace algo para alejarse de su estado de realidad mundana, no concentrado, no relajado, no disociado. Cuando mencionamos aquí la meditación en la disciplina mental no nos estamos refiriendo a nada de lo que se ha mencionado; su objetivo es desarrollar  una  actitud  de  atención  cuidadosa,  tener  conciencia  de  lo  que  hace  la  conciencia,  ‘estar  presente’ observando los actos que se van suscitando. 

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actitud  inquisitiva;  la  mente  profundiza  y  se  dirige  buscando  la  raíz  de  incógnitas  o intereses en general, aunque se trabaja con el centro intelectual la dirección y amplitud supera  lo  meramente  intelectual.  Se  está  hablando  de  meditación  simple,  pero  para llevarla a cabo se requiere de bastante atención, pues siempre se van a tratar de meter ontenidos que no tienen que ver con el objeto en cuestión, hay distracciones evidentes cque van y vienen.  Es conveniente aclarar que la meditación no es concentración pues ésta se enfoca en un punto  fijo.  Ese  objeto  puede  surgir  o  desaparecer,  puede  emerger  de  forma  muy brillante o no tanto, mantenerse u oscilar. También puede ser concentración el esfuerzo que hago por fijar la atención en un objeto, no importando ya si el objeto se mantiene o no, lo que me interesa es cómo está mi atención sobre ello, en otras palabras, ahora me estoy  concentrado  en  la  atención  y  no  en  el  objeto.  Por  otra  parte,  la  concentración sobre  la atención admite  tres  formas: puedo observar que mi atención varía,  es decir que no tiene adhesión suficiente; puede ser que desatienda y aparezca un recuerdo que no tiene nada que ver, en cuyo caso está faltando la adhesión sobre la atención; puede ser también que tenga mucha debilidad en el pensamiento, en cuyo caso está faltando la fuerza  de  la  atención  sobre  sí  misma.  Una  cosa  es  el  objeto  observado  mediante  la percepción, otra el objeto representado, otra el mecanismo atencional que se refiere al objeto  que  represento  y  otra  la  profundidad,  es  decir,  la  atención  que  se  refiere  a  la tención misma. En general la concentración es muy útil como ejercicio para educar la aatención12.  La meditación simple es un paso más avanzado que  la natural, pues va más allá de  la ‘dictadura’ del objeto que se presenta a la conciencia. Esta actitud atenta es un puente o paso  a  la  Disciplina  mental13.  Estos  trabajos  con  la  atención  son  cada  vez  más especializados a medida que se va avanzando en los distintos pasos. Se comienza con el darse cuenta de la desatención, de lo específico a lo global; de la atención del objeto a la atención de  la estructura  total. Sin embargo,  la atención simple es  indispensable para espejar el camino hacia la disciplina mental haciendo poco a poco cesar los ensueños, os conflictos y los temas ajenos a esa prácticadl 

14.  

12 Cf., Silo, Comentarios sobre meditación, el silencio y el guía. Bombay, 1980.  13 “Un practicante vive contemplando el cuerpo en el cuerpo, contemplando las sensaciones en las sensaciones, contemplando  la  mente  en  la  mente,  contemplando  los  objetos  mentales  en  los  objetos  mentales.  Así  mismo cuando  camina  sabe  que  está  caminando,  cuando  está  sentado  sabe  que  está  sentado.  Vive  contemplando  el cuerpo en el  cuerpo por dentro y por  fuera o por  fuera y por dentro a  la vez. Si  cultiva  los  fundamentos de  la at ‘Sermónención  puede  recoger  la  sabiduría  liberadora  en  este mismo mundo”.    sobre  los  fundamentos  de  la atención’. Majjhima Nikaya, Los sermones medios del Budha.   14 Los trabajos con la atención son muy antiguos en la Escuela, en el texto Siloísmo de Doren, H. Van, se habla del A.D.M.I, más que un conjunto de prácticas es un estilo mental que se va depurando y ‘fijando’. ‘Atiendo’ a lo que percibo  o  a  lo  que  hago  sin  distraerme.  ‘Divido’  entre  lo  que  hago  y  lo  que  percibo:  la  actividad  que  estoy realizando y el ruido de la calle. ‘Manejo’, atiendo a todo lo que hago y al mismo tiempo siento la sensación de mi mano izquierda. ‘Incorporo’, lo mismo que en paso anterior pero ahora siento todo el cuerpo de manera difusa y generalizada. 

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Las explicaciones que se han dado sobre la atención nos han llevado a distinguir entre el  manejo  de  la  atención  en  la  vida  cotidiana  y  otra  forma  diferente,  que  con  más propiedad recibiría el nombre de Meditación, podría ser una meditación dinámica como es el caso de las Experiencias Guiadas. En la disciplina mental se medita en forma pasiva no importando ya el objeto, por lo tanto no sería una forma de concentración o atención simple;  es  una  manera  de  estar  diferente  en  el  atender,  es  una  atención  con  mayor profundidad,  es  más  se  está  atento  a  la  profundidad,  por  ello  requiere  de  ciertas condiciones  previas,  una  de  ellas  es  el  ‘silencio mental’.  El  punto  de  referencia  es  el registro,  se atiende al  registro que en sí  se  convierte en un objeto que un nuevo acto observa ‘que no tiene que ver con intereses mundanos’. Se ‘está’ en un espacio mental diferente,  con una profundidad distinta,  que no es  concentrada  sino difundida en ese ámbito  específico.  Se  atiende pero desde  la profundidad,  se  está  incluido ahí,  ‘se  está resente’, unido a todo, el observador y el objeto observado son unop 15, sin ser esto una forma de identificación.   Luego está el trabajo con la disciplina en cuanto tal, la Meditación Trascendental16, pues se  hace  efectiva  trascendiendo  las  percepciones,  las  imágenes,  la  memoria,  el encadenamiento  de  la memoria,  la  tendencia  de  la  estructura  de  la  conciencia,  hasta llegar a  ‘ver en uno y en  todo  lo mismo’ en el paso doce.  Se va haciendo  reducción y suspensión  de  forma  progresiva  o  esencial,  como  se  realiza  en  el  budismo  y  en  la fenomenología  de Husserl;  la  diferencia  con  la  fenomenología  es  que  en  la  disciplina mental  se  enfatiza  prioritaria  y  específicamente  el  aspecto  pragmático  de transformación17  y  no  en  el  teórico18.  Lo  que  se  pretende  con  esta  disciplina  es descubrir en sí mismo, de manera práctica mediante experiencia,  la arquitectura de la mente,  sus mecanismos básicos,  acceder  a nuevos  registros del  funcionar mental que están en relación con otros niveles de conciencia.   1.2­ Explicaciones y condiciones previas  

15  “Existe  una  basta  diferencia  entre  la  observación  y  la  experiencia.  En  la  observación  no  hay  ‘observador’ alguno, existe únicamente el observar; no existe el que observa y el que está apartado de la cosa observada. La observación  es  completamente  distinta  de  la  exploración,  en  la  cual  participa  el  análisis.  En  el  análisis  existe siempre el ‘analizador’ y la cosa que se está analizando”. Krishnamurti, Más allá de la violencia, Sudamericana, Bs. Aires, 1979, 86s. 16  Aquí  se  habla  de  Meditación  trascendental  en  el  sentido  budista  o  de  Husserl  específicamente.  No  puede prestarse a  equívoco  esto y  asociarlo  con otra  cosa. Husserl  en  Ideas  I,  titula  a  la  sección  segunda, Meditación Fenomenológica Fundamental y concluye con la reducción trascendental o región de la conciencia pura. 17  “Cuando se habla de  transformaciones profundas se refiere a  la  ‘sustitución’ del  ‘paisaje de  formación’. Pues este    condiciona  desde  el  pasado;  se  sustituye  por  algo  más  consciente.  Generar  un  nuevo  propósito  con  la disciplina es armar un ‘paisaje de formación’ diferente’ con un tono afectivo determinado, sin esa carga afectiva de  los propósitos que son vistos desde afuera. Por  lo  tanto, se está cambiando el propósito. Sin  transformar  la carga afectiva del paisaje de formación nada cambia, pues esta es profundamente cenestésica. En las disciplinas se  trabajan  transformando  los  sentidos  y  representaciones  profundas”.  Cf.,  Las  cuatro  disciplinas.  Material  de circulación interna de la Escuela, 19 y 20 de septiembre de 2009, 4. 18 “La disciplina mental encuentra en el budismo su mayor fuente de inspiración. Para favorecer las distinciones entre actos y objetos mentales apela al lenguaje riguroso de la fenomenología de Husserl”. Las cuatro disciplinas. Material de circulación interna de la Escuela, 19 y 20 de septiembre de 2009, 3. 

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 Cada nivel condiciona una forma de ‘ver’, de ‘interpretar desde su propio contexto’. De manera  genérica  toda  estructura  se  encuentra  en  un  nivel  de  trabajo,  éste modula  la respuesta hacia el mundo. El nivel de ‘plena actividad’ volcado hacia la exterioridad: la vigilia,  opuesto  a  un  nivel  de  ninguna  respuesta  al  mundo,  el  sueño.  Hay  un  nivel intermedio,  el  semi‐sueño,  por  el  cual  se  transita  al  conectar  y  desconectar  con  el mundo; cada nivel tiene su propia dinámica y estructura. Mientras está trabajando un nivel,  preponderantemente  la  energía  de  toda  la  estructura  está  dirigida  hacia  ese contexto,  pero  en  los  otros  niveles  sigue  existiendo movilidad  con  energía  reducida. Dentro de cada nivel hay estados de mayor o menor actividad; así por ejemplo, puede haber una vigilia pasiva o activa, la pasiva está descendiendo al semi‐sueño y la activa tratando de  ir más allá de  sí misma. También puede haber una vigilia  activa atenta y na desatenta. El ensueño en vigilia no es un nivel sino un estado en el que imágenes udel semi‐sueño o del sueño se abren paso presionando a la conciencia.   Para el trabajo con una disciplina se ha debido ‘normalizar la vigilia’, en otras palabras, haber  hecho  adecuadamente  el  trabajo  de  postulante,  en  donde  se  resolvieron  los problemas  básicos  que  restaban  energía  al  psiquismo;  a  su  vez,  haber  resuelto  cosas pendientes que generaban constante distracción e inconveniente. Esta condición previa permite  asumir  trabajos  más  especializados,  es  decir  la  disciplina  en  cuanto  tal.  La disciplina mental  trabaja preponderantemente en el nivel  vigílico, pero  su pretensión no es quedarse ahí, sino ir progresivamente conectando con otros niveles de conciencia: podríamos hablar de la ’conciencia de sí’ y de la ‘conciencia objetiva’ como posibilidad. No sería desacertado pensar que  la primera cuaterna de  la disciplina está orientada a generar  condiciones  de  normalización  en  integración  del  nivel  vigílico.  La  segunda uaterna  a  tomar  contacto  con  el  nivel  de  la  conciencia  de  sí  y  la  tercera  cuaterna  a cgenerar la posibilidad y el acceso al nivel de la conciencia objetiva19.  “Merced al trabajo con la atención, el fantaseo encuentra dificultades para desplegarse y aflora  otro  nivel  de  conciencia  al  que  puede  designarse  con  propiedad  como  ‘vigilia verdadera’ o  ‘conciencia de sí’. En ese estado, las actividades superiores se enlentecen pero  la atención dividida en dos  focos,  se  concentra y gana en  profundidad. La mejor comprobación  que  se  tiene  de  esta  afirmación  está  dada  por  la  ampliación  de  la memoria.  Pese  a  lo  que  pudiera  suponerse,  los  datos  grabados  durante  la  división atencional poseen mayor vigor que  los grabados en el estado de mentación ordinaria. La estructura del espacio se modifica y  los  tiempos de conciencia  tienden a centrarse sobre  el  instante  presente,  mientras  las  retenciones  y  las  protensiones  disminuyen. Manteniendo una atención prolongada, la percepción se depura y los objetos percibidos parecen cobrar mayor ‘realidad’. Pero lo más importante es la des‐adherencia afectiva que  se  opera  en  la  relación  con  el  mundo.  Todo  lo  que  llamamos  ‘identificación’  y ‘consideración’  se  reducen  y  los  fenómenos  de  proyección  emocional  a  las  personas, 

19 Doren, H. Van, Silo y la liberación, ‘Vigilia, conciencia de sí y conciencia objetiva’, 1969. 

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objetos  y  situaciones,  se  limitan  proporcionalmente  a  la  intensidad  de  la  división practicada. Si  el  grado de sugestibilidad de  las  imágenes es máximo durante el  sueño nocturno,  durante  la  mentación  ordinaria  disminuye  y  se  hace  prácticamente  nulo durante la atención centrada, porque obviamente aumenta el sentido de la auto‐crítica, al  tiempo  que  baja  la  adherencia  emocional.  ‘La  meditación  trascendental  como forjadora de la conciencia objetiva’, consiste en la contemplación del mundo eidético, no dependiente  de  la  subjetividad  humana.  La  presencia  de  ese mundo  no  dependiente, ace experimentar tanto la dependencia de la propia subjetividad como la dependencia hdel mundo externo a ella ligado, en una misma corriente de participación20”.  Determinada  la  franja de  trabajo mental  se  comienza  con  el  ‘retorno  a  la  conciencia’, para luego sumergirse en ella y avanzar paso a paso hacia las estructuras universales21. Se pretende ir desde el mundo hasta la transformación del ámbito en que se sustentan o fundamentan las relaciones que establece la conciencia. La práctica de la disciplina no se  aprende  sino  que  se  recrea  en  su  ejercicio,  importando  sobre  todo  el  correcto tratamiento que se hace en cada paso, pues en cada uno de éstos surgirán una variedad de  problemas  que  deben  ser  resueltos  por  el  practicante.  Por  ello  se  dice  que  la disciplina  se  transforma  y  se  recrea  en  el  trabajo  del  operador  y  cada persona da  su aporte específico. El desvío más peligroso es quedarse únicamente en  la comprensión teórica  de  los  pasos  y  no  llevar  a  cabo  las  prácticas  día  a  día, momento  a momento durante el tiempo que sea requerido hasta concluir todo el proceso. Puede creerse que como se trata de lo mental, es una suerte de teorización, cosa que está muy alejada del trabajo  práctico  que  no  tiene  mucho  que  ver  con  esto.  El  intelecto  o  ‘pensamiento conceptual’ es la gran trampa del ser humano. Es la prisión por naturaleza, creer que el hecho, en este caso el ver en la disciplina mental, puede ser mediatizado y aprehendido mediante argucias intelectuales es la mayor ingenuidad y puede convertirse en un serio mpedimento en el trabajo interno. El intelecto es una herramienta como cualquier otra, 

rien el trabajo interno el análisis poco y nada apo ta.  Un  aspecto  práctico  que  hay  que  tener  en  cuenta  es  que  el  proceso  debe  estar acompañado de la anotación momento a momento, día tras día, cuaterna tras cuaterna, de  los  cambios  que  se  van  dando  en  la  vida  cotidiana  en  el  sujeto  que  lleva  cabo  el proceso disciplinario.   20 Ibíd., 1969. 21 “El trabajo con la disciplina mental lleva a la superación de  los niveles de conciencia paso a paso, también se van  consolidando  los  estados  altos  en  la  ampliación  de  la  conciencia.  Así  se  consolida  la  vigilia  verdadera  o conciencia de sí y no cae en los más bajos niveles en ningún descuido”. Doren, H. Van, Silo y la liberación, ‘Vigilia, conciencia  de  sí  y  conciencia  objetiva’.  Por  ejemplo,  cuando  se  ha  dormido  poco,  el  nivel  de  sueño  profundo ‘queda en deuda’ y en cualquier descuido vigílico el sujeto se duerme. Esto es porque a pesar de la vigilia, el sueño estaba predominando; igualmente sucede en otros casos. Si en cambio hay conciencia de sí, esta predomina tanto en el sueño como en vigilia y en semi‐sueño. Se duerme, pero la conciencia está centralizada en la conciencia de sí. Así que es diferente una vigilia que otra, un sueño que otro. Es como si dijéramos que la conciencia en sus niveles está teñida por el nivel en el que se centraliza su trabajo total de la conciencia. El anhelo es que se centralice en la conciencia objetiva, así será diferente cada nivel. ‘El Budha duerme también’, pero podemos decir que ese sueño será diferente al del durmiente común.  Cf., Doren, H. Van, Cuadernos de Escuela, 9.  

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 La  conciencia en su estructura  intencional está  constituida de  tal  forma que ante una variedad  de  situaciones,  sean  estas  agradables,  desagradables,  adecuadas  o inadecuadas,  responde  de  manera  particular,  dentro  de  la  gran  variedad  de interpretación de cada persona da respuestas a esas situaciones. Al hacer la disciplina, que está diseñada para manejar situaciones y problemas no cotidianos, se va a producir un cambio en la forma de estructurar y de dar respuesta a las diferentes circunstancias. El  trabajo  disciplinario  que  en  sí  es  un  proceso  auto‐transferencial22,  produce elaciones diferentes en la manera de estructurar e interpretar en cada individuo, cada runo es un caso particular.     Es importante anotar ese cambio que se va dando en el operador; estar pendiente de lo que  ocurre  luego  de  los  trabajos,  pues  ahí  es  en  donde  se  evidencia  el  proceso  y  el movimiento  interno.  Esto  es  el  proceso  que  se  anota  en  la  ‘bitácora23’,  que  es  el recuento de sucesos destacados día a día, momento a momento. Se van a anotar en una libreta o en un portátil, los pensamientos, las caídas en cuenta, los sueños y demás cosas que puedan ocurrir. Así entonces: hay una rutina, que es lo se hace todos los días, una o dos veces al  día durante un  tiempo específico y unos pasos que  se  van haciendo uno tras otro. La  rutina  tiene que ver  con el  tiempo y el  ámbito,  lo que se va a hacer y el cómo  se  lo  va  a  hacer.  Ocurren muchas  cosas  durante  y  después  de  la  rutina,  de  los asos  y  cuaternas.  Habría  ser muy  organizado  en  la  configuración  y  desarrollo  de  la pbitácora.   Algunos casos particulares habría que tener en cuenta en el proceso de la disciplina: 1‐ el operador  trata de  supeditar el proceso o de dirigirlo demasiado. Entonces  surge  la paradoja siguiente, ¿cómo va a dirigir algo en lo que estaba incluido? 2‐ el operador se subordina  demasiado  al  proceso,  teniendo  expectativas  de  éste  o  de  algunos  de  los pasos o cuaternas. Aquí se frena su real participación. En ambos casos se olvida lo más importante: que el operador va cambiando en el proceso. Por ello, la tercera posibilidad s  la  única  viable,  el  operador  guarda  relación  de  conocimiento  con  el  proceso, eprecisamente porque ‘va‐en‐proceso’.  Hay que anotar que hay un biorritmo en el proceso y en las rutinas; días con grandes registros  y  otros  no  tanto,  algunos muy  discretos,  hasta  lograr manejo  del  registro  y  22 “Cuando hablamos de disciplinas estamos hablando del fenómeno de la transferencia. Las disciplinas se basan en el mecanismo de transferencia de  tonos, es decir de potenciales o climas. Pasajes de climas mentales de un objeto  a  otro,  de  un  modo  más  o  menos  paulatino,  más  o  menos  progresivo.  […]  Las  disciplinas  son estructuraciones metódicas de trabajo interno en las que se lleva adelante ese trabajo de transferencias de climas mentales  o de  tensiones  o  tonos para  trasladar  climas.  […]    Las  disciplinas  están  referidas  al  problema de  los impulsos y se constituyen en una manera metódica de trasladar esos impulsos. […] La meditación trascendental se  basa  en  un  sistema  de  pensamiento  bastante  complejo,  de  mucha  sutileza  en  los  mecanismos.  Es  como  si fuéramos  depurando  y  perfeccionando mecanismos  del  pensar.  Silo,  Charla  sobre  transformación  de  impulsos: transferencias.  Corfú, septiembre 6 de 1975. 23 La bitácora es de gran  importancia pues va a ser el material escrito que se va a utilizar para  llevar a cabo el examen de obra cuando se concluya todo el proceso disciplinario. 

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sucesivamente.   La primera cuaterna es  llamada  ‘física o del aprendizaje’,  la segunda es  llamada  ‘de  la conciencia o de la determinación’ y la tercera es llamada ‘trascendental o de la libertad’. Así  cada  paso  tiene  una  designación  que  se  aproxima  a  la  idea  del  registro  buscado, cada  cuaterna  señala  un  significativo  cambio  de  etapa.  Cada  uno  de  los  pasos  es condición y requisito para el siguiente, pues son especializaciones y refinamientos de la atención, específicamente de la profundidad de la auto‐observación. La disciplina lleva al  operador  en  la  dirección  de  los  espacios  profundos.  Concluido  el  proceso 

producirlo  con  fuerza  en  cualquier  momento  de  manera  inmediata.  Por  lo  tanto,  es necesario  tener  actitud  de  trabajo  permanente  e  ir  venciendo  resistencias  y  lograr anejo en el procedimiento. Sería bastante absurdo no aplicarse en el proceso, hacer lo ismo, es decir, poco y esperar resultados diferentes. 

mm    1.3­ Situaciones específicas y generales del procedimiento  Lo específico se refriere al horario, al tiempo, al  lugar y a  los trabajos determinados o rutinas. Será general cuando se aprovecha cualquier momento para recrear o seguir con el  tema.  El  ‘ámbito  psíquico’  como  el  físico  conviene  que  sea  depurado  de  cualquier expectativa  ajena  al  tema,  es  decir  de  completa  tranquilidad.  Se  recomienda  no consumir alcohol como tampoco ninguna droga recreativa, esto puede considerarse a la ligera como una banalidad pero considero que es una ‘recomendación’ sabia que puede extenderse indefinidamente. A su vez, como se dijo, no realizar simultáneamente con la disciplina,  trabajos de operativa, ya sea experiencias guiadas  o  transferencias pues se ezclarían los registros y no se tendría certeza si lo que esta ocurriendo se debe a esos m

trabajos de operativa o a los pasos y el proceso de la disciplina.  Cuando  el  operador  experimenta  profunda  certeza  de  que  ‘eso  es  así’,  ‘yo  diría  lo mismo’,  ‘esto  no  podría  ser  de  otra  forma’  o  cosas  semejantes,  queda  denotada  la resonancia precisa con los pasos y con la disciplina en su totalidad. Así que cada paso es n ‘indicador’ y un registro al que se recurre constantemente para verificar la ruta. La ucondición del proceso es la necesidad de superación de cada paso.   Las disciplinas trabajan, con rutinas que se repiten en cada momento de proceso (paso), hasta  que  el  operador  tenga  el  registro  indicado.  Todo  el  proceso  está convencionalmente organizado en doce pasos, divididos en tres cuaternas. Los pasos en la disciplina mental están estructurados de  forma sistemática,  sucesiva y concatenada de tal forma que el enunciado de uno tiene que ver con el siguiente, así por ejemplo, ver n  los  sentidos  la  conciencia,  el que  le  sigue es ver en  la  conciencia  la memoria y así e

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disciplinario  se  está  en  condiciones  de  hacer  la  ascesis  despegada  de  los  pasos, cuaternas y rutinas.   Seguramente en la repetición de las rutinas, de las cuaternas completas y en la rutina de la  disciplina  en  general,  el  meditador  necesite  poner  cierta  distancia  entre  él  y  las solicitudes  sensoriales.  Pero  esta  no  es  una  condición,  sino  que  se  trata  de  una economía de esfuerzo para  lograr  la concentración mental adecuada. Frecuentemente e usa un mismo tipo de paisaje para ejercitar los pasos. Esto permite hacer resaltar las sdiferencias de los procedimientos usados.  En el camino disciplinario se puede ir esclarecido o confuso, según se malentiendan los propósitos. Puede ocurrir que sin darse cuenta se confunde la línea y los propósitos y se llega  hasta  cierto  paso  en  donde  se  encuentra  un  ‘tope  infranqueable’,  eso  es  un indicador de un inadecuado emplazamiento en el proceso o falta de mayor aplicación. Se  puede  advertir  la  dificultad  de  un  paso  y  optar  por  hacerlo  a  pesar  de  todo, comprobando después que la superación de la dificultad  es un hito del proceso en los pasos;  esta  es  la  vía  correcta.  Si  por  el  contrario  se  le  da  mayor  importancia  a  la dificultad  del  caso,  sucede  que  divide  aquí  su  esfuerzo  y  por  ello  puede menos  en  el ogro  del  paso.  Sobreviene  entonces  la  confusión  entre  trabajo  y  dificultad  (dándole ligual fuerza) para aseguir prevaleciendo más adelante.   Otra  línea  equivocada  es  dedicarse  a  las  variaciones  y  posibilidades  que  ofrece  la riqueza  de  un  paso  y  no  tender  a  trascenderlo.  Una  posibilidad  es  quedarse  en  el terreno  psicológico  que  resulta  de  los  primeros  pasos  y  no  superarlos  luego.  Puede darse variedad  infinita de casos de desvío, hasta  llegar al  ‘cinismo’ en donde el sujeto sabe que no está en la senda adecuada y no lo reconoce. El caso positivo es aquel que merced a  la experimentación va  llenado de significación  la expresión de cada paso, es ecir  tiene  significado  e  importancia  para  cada  uno,  re‐pensando  o  re‐creando  la isciplina en cada operadordd 24.   1.4­ Entrada y salida de la rutina  Antes de comenzar la rutina hay una suerte de ‘entrada’ que hay que cruzar, es decir la condición  que  permite  el  adecuado  desarrollo  del  proceso  rutinario.  Es  importante hacer previamente un relax profundo, externo, interno, mental y difuso y generalizado. La entrada es la penetración en un ámbito que denota un cambio de estado mental; es trascender  ‘el  umbral’,  es  entrar  en  una  especie  de  ‘ámbito  sagrado’.  El  operador experimenta  cuando  ya  está  adentro  que  se  ha  incluido  en  el  ámbito  mental disciplinario. También, al finalizar, aunque permanece el registro durante un buen rato, progresivamente  se  siente que  se ha  salido del  ámbito de  la  rutina manteniéndose el 

24 Cf., Charla informal de Silo sobre Meditación Trascendental. 

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registro de algo que co‐presentemente permanece, dependiendo de la profundidad del trabajo realizado. 

        

Pasos de la Disciplina Mental  

Primera cuaterna llamada física o del aprendizaje25 Primer paso: aprender a ver   Se atiende a  la percepción depurándola de  representaciones,  relaciones,  asociaciones, fueras de tema, etc. Me quedo solamente con el ‘acto de ver’. Lo que en sí se hace es una apercepción, es decir, atención a la percepción. La atención está puesta sobre cualquier objeto  externo,  atendiéndolo  como  si  se  lo  fuera  a  dibujar  o  a  pintar  pero  sin  las asociaciones  del  dibujante.  Aquí  se  va  a  observar  la  tendencia,  la  dinámica  de  la conciencia; se evidencia la dificultad del mantenimiento de la atención sobre el objeto, surgen  constantes  divagaciones  o  ensueños26.  Lo  que  trato  de  atender  es  asaltado  o usurpado  por  imágenes  co‐presentes  al  tema  en  cuestión;  algunas  veces  fluyen suavemente y otras en grandes cadenas, una tras otra. Me esfuerzo en ‘ver’ solamente el objeto elegido, eliminando otras operaciones mentales. El objetivo aquí es ‘mantenerse n presencia’, en  la presencia de sí mismo y alejar toda co‐presencia que llegue o que etrate de colocarse en presencia, estar presente en la observación del objeto elegido.  Al  hacerlo  compruebo  la  acción  obstructiva  de  los  ensueños,  de  los  recuerdos,  de  las ‘búsquedas’  y  actualizaciones  sensoriales  que  aparecen  constantemente.  Estas interferencias  tienen  que  ver  con  cosas  no  resueltas,  ya  sea  de  tiempo  atrás  o simplemente  situacionales;  también  tienen  que  ver  con  registros  corporales  físicos  o psíquicos,  igualmente obedece a una suerte de  ‘resaca de pensamientos’ y/o acciones 

25 La primera cuaterna ofrece y enseña a usar las herramientas básicas para vivir coherentemente en el mundo cotidiano: una conciencia sin ensoñaciones, o por lo menos conciencia de ellas, no identificación, ir más allá de lo aparente al no prestar atención a la ilusión y a su vez darse cuenta de la fuerza de las creencias heredadas de la cultura y de la propia biografía.  26  Los  ensueños  son  formalizaciones  de  estímulos  externos  o  internos  provenientes  de  otros  niveles,  éstos  se manifiestan como imágenes que presionan el nivel vigílico. Los ensueños son inestables y cambiantes. En vigilia se observa que la mayor parte del tiempo el fantaseo y la divagación ocupan la conciencia.  

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del día o la noche anterior27. Los ensueños son como nubes que pueblan el firmamento, van y vienen; hay que observarlos y dejarlos pasar, darse cuenta de ello, tratar de que no entren, mantenerlos al margen, estar atento y sacarlos, volver al tema una y otra vez, con mucha paciencia’, e ir logrando poco a poco cierto manejo hasta conseguir algunos ‘instantes de silencio mental28.   Simplemente  atiendo  sin  ninguna  tensión,  sin  expectativas, me  ocupo  únicamente  de eso, solamente de eso y de nada más. Lo hago aplicadamente en la rutina y en la vida cotidiana. Camino y atiendo a lo que percibo, hablo y atiendo, etc. Esto no es tan simple como  parece,  pues  en  seguida me  distraigo,  empiezo  a  hacer  consideraciones  y  todo tipo de actividades mentales  fuera del  tema surgen una y otra vez. Aprender a ver es pensar, hacer, sentir y observar con atención. Es precisamente en el aprender a ver sin ningún  tipo de crítica,  sin ningún  tipo de consideración, de  juicio,  en donde descubro cuan  habitualmente  distraída  esta  mi  mente  y  la  enorme  energía  que  consume  tal actividad:  “Las mayores  descargas  de  energía  se  producen  por  actos  descontrolados. Estos  son:  la  imaginación  sin  freno,  la  curiosidad  sin  control,  la  charla  desmedida,  la sexualidad  excesiva  y  la  percepción  exagerada  (el  mirar,  oír,  gustar,  etc,  de  manera desbordada y sin objetivo)”29. Este primer paso es muy importante, pues los ensueños siguen rondando en todo el proceso de la disciplina, algunas veces de manera suave y otras  irrumpen  con  inusitada  fuerza.  La  afluencia  de  ensueños  e  imágenes  fuera  de tema  es  cíclica,  algunas  veces  es  más  abundante  otras  veces  menos.  En  algunos momentos  es  posible  que  se  produzcan  ciertos  rebotes,  pues  la  conciencia  al xperimentarse  sin  mucha  información,  dada  su  inercia  a  la  completud,  trata  de ecompensarlo mandando abundantes datos co‐presente para llenar ese vacío existente.  Esto lleva a considerar que la supuesta ‘realidad’ es en buena parte un ‘recubrimiento’, un cúmulo constante de divagaciones y ensoñaciones que actúan como interferencias, es como un cielo nublado, pero sin darnos cuenta de ello. El cómo percibimos está dado de  un  modo  natural  y  espontáneo  por  no  decir  desatento  y  no  toma  en  cuenta  la istracción constante y menos aún, dada su  transparencia,  los permanentes ensueños ue son los guías de la acción en el mundo.  dq Ejercicios de aproximación y apoyo30   27 Hay una  relación entre  los pensamientos o  imágenes   y  las  tensiones y/o climas. A  su vez  las  tensiones y/o climas generan imágenes y estados de ánimo. Si esto es así, se hace imprescindible tener control y atención sobre los  pensamientos  y  acciones  cotidianas,  éstas  son  las  que  producen  la  resaca  y  abundancia  de  imágenes  y asociaciones que se convierten en fuertes impedimentos en los distintos pasos. Al tener esa ‘vigilancia distensa’ 

lidas de  tema,  esto ermite  una de  los  pensamientos,  de  las  imágenes,  a  su  vez  las  situaciones  que  generan  sa  padecuada condición para el trabajo diario.  28 he roto mis ensueños y he visto la realidad de un modo nuevo”. Silo, La mirada interna, en Humanizar  “A veces la tierra. Planeta, Argentina, 1991, 37. 29 Ibíd., 37. 30 Es necesario tener en cuenta que  los ejercicios de aproximación y apoyo son eso y no otra cosa, ayudas que permiten ubicar y entender qué es  lo que se pretende con el paso y no son el paso mismo. Tampoco son  fijos, pueden surgir otros ejercicios que resulten de mayor utilidad al practicante. 

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 El punto de apoyo puede ser variado, pero al comienzo es recomendable seleccionar un objeto externo simple, es decir de formas específicas, ojala de un solo color. Atender sin asociar nada del objeto, se pueden utilizar varios sentidos uno tras otro y si es posible simultáneamente,  el  objetivo  es  atender  sin  dejar  entrar  pensamientos,  sensaciones corporales, ocurrencias, contigüidades, similitudes, ensueños, etc.   Segundo paso: Ver en todas las cosas los sentidos   Observo un objeto visual, auditivo, cenestésico, etc., atiendo, lo que me va a interesar es observar el acto del sentido que capta ese objeto, sea interno o externo; primero lo hago con un solo sentido, con el que me sea más fácil, luego con otro hasta lograr involucrar la mayor cantidad de sentidos. Tomo nota de la sensación que me da cada uno, a su vez la distancia que se produce entre el objeto y el sentido. En toda cosa que se percibe está la sensación o sea el registro más el objeto percibido. Lo habitual es no darse cuenta que la percepción del objeto ‘siempre’ deja una sensación. Mirando el objeto se observa que es  el  punto  de  referencia  de  la  atención;  también  se  advierte  que  en  el  hecho  de observar  el  objeto  existe  diferencia  entre  éste  y  la  percepción  del  mismo.  Lo  que mecánicamente se hace es  ‘fundir’ ambos componentes. Al observar atentamente esta relación  aparece  la  ‘distancia’  entre  el  objeto  y  el  sentido  que  lo  capta,  es  decir,  la sensación,  lo  que  me  produce  el  objeto  y  el  sentido;  no  me  quedo  con  el  objeto ercibido sino con el registro que me produce. Al darme cuenta de la distancia entre la 

 pcosa y el sentido que la ‘observa’, veo la no coincidencia entre uno y otro.    Aquí  se  evidencia  la  variación  de  la  sensación  que  me  produce  el  objeto  haciendo participar  varios  sentidos  hasta  obtener  claramente  la  distinción  entre  el  objeto  y  la sensación  del  sentido  correspondiente  y  poder  comprender  la  mecánica  de  la ‘identificación’31. Por ejemplo, cuando surge un clima negativo y puedo tomar distancia, es  decir  hacer  la  separación  entre  la  cosa  y  el  sentido  o  sensación,  noto  que  se  va diluyendo.  Al  contrario  cuando  surge  el  clima  y  éste  cobra  fuerza,  la  conciencia  es ‘tomada’, tornándose irreflexiva quedando absorbida por el objeto, por la situación. La ubsiguiente interpretación que se hace de lo que sucede va a estar teñida de ese estado sde ánimo.    En  toda  cosa  que  se  percibe  está  la  sensación  (el  dato  de  los  sentidos)  más  la  cosa percibida. Por ejemplo, en la percepción de ese árbol hay sensaciones táctiles, auditivas, visuales,  olfativas,  etc.,  que  dan  registros  distintos  sobre  el  mismo  objeto,  dadas  las 

31 Identificarse es estar atado o adherido a lo que se dice, a lo se que siente, a lo se que cree, a lo que no se cree, a lo que se desea y a lo que no se desea. Uno se convierte en ello cuando se identifica, se pierde la distancia y es absorbido por ese clima, por esa idea o por esa persona. A su vez es consecuencia de la identificación la expresión constante de estados de ánimo negativos en sí mismo y la crítica hacia otras personas, juicios que van y vienen. Emociones de violencia, de ira, de fanatismo, de depresión, autocompasión, aburrimiento, tienen como punto de referencia la identificación.  

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diferentes  franjas  de  percepción.  Esto  es  precisamente  lo  que  encadena  todo conocimiento  a  los  sentidos,  pero  ese  encadenamiento  se  da  estructuradamente  no separadamente, de eso es de  lo que no nos damos cuenta habitualmente. Pero si  todo onocimiento está atado a los sentidos, a la percepción, y ésta no es clara, pues estamos c‘distraídos’, ¿qué podemos esperar de lo que interpretamos cotidianamente?  Atendemos a la diferencia que se produce entre la sensación y la cosa percibida. Vengan los datos por un sentido o por otro, de ello  tengo diferentes  franjas de percepción;  si vienen por la visión tengo registros específicos, diferentes a los de la audición, el tacto o los  sentidos  internos,  etc.  Los  sentidos  y  la  conciencia  hacen  su  actividad ‘discriminatoria’ entre las diferentes franjas de percepción fenoménica. Al final, se lleva a  cabo  la  configuración  del  objeto  sin  que  se  tome  conciencia  alguna  de  ello.  Por ejemplo, ese líquido es negro para la vista, con sabor a café para el gusto, caliente para el  tacto.  De  la  misma  manera,  otras  posiciones,  diferentes  puntos  de  vista,  es  decir, distintas perspectivas  sobre un mismo objeto proporcionan  interpretaciones diversas cerca  de  él,  ya  sea  que  el  observador  se  ubique  preponderantemente  en  un  área aespecífica sensorial.  En  la  cosa percibida  está  la  sensación más  la  conciencia de  ésta.  Por  lo  tanto,  si  bien percibo  la  cosa  y  me  identifico  con  ella,  advierto  que  mis  sentidos  la  filtran,  la modifican, la interpretan de manera autónoma. Esta falsa fusión entre conciencia y cosa hace que yo dependa de las cosas ‘que se me imponen’. Si estas cosas (por la repetición, por el hábito, por la proximidad) se han incorporado en mí fuertemente, hablo de algo afectivo que tiene que ver con la cenestesia, me fallan experimento sufrimiento. Si me identifico (adherencia emotiva) con un objeto, y éste desaparece, se produce un vacío, podríamos  decir  que  surge  el  síndrome  de  abstinencia,  de  carencia,  la  ‘adicción’  al objeto  se  hace  evidente.  De  manera  que  viendo  en  las  cosas  los  sentidos,  pero separando ambos términos, es que puedo establecer registros importantes que me van a  dar  parámetros  diferentes  en  la  relación  con  las  cosas,  con  las  situaciones,  con  las ersonas. Observar esa distancia entre cosa y sensación, es lo opuesto a la experiencia pdiaria en la que veo los términos fundidos e indiferenciados32.   Van  surgiendo muchas  reflexiones dudas y  certezas a partir de  las  comprensiones de stos dos primeros pasos. Aparecen  las preguntas  sobre  la verdad de  la percepción y cerca de las franjas en donde se presentan dichas percepciones.  ea Ejercicios de aproximación y apoyo   Uno  o  varios  objetos,  externos  o  internos,  se  busca  evidenciar  la  actividad  de  cada 

32 “Todo lo que hago, siento y pienso, no depende de mí. Soy variable y dependo de la acción del medio. Cuando quiero cambiar al medio o a mi  ‘yo’, es el medio el que me cambia. Entonces busco la ciudad o la naturaleza,  la redención social o una nueva lucha que justifique mi existencia… En cada uno de esos casos, el medio me lleva a decidir por una u otra actitud. De tal manera, mis intereses y el medio aquí me dejan”. Ibíd., 35. 

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sentido y del conjunto en la percepción, la mirada se debe centrar en los sentidos y no en  los  objetos,  aunque  vayamos  de  uno  a  otro  objeto.  Se  observa  y  se  atiende  a  la sensación  que  se  produce  en  el  sentido  al  captar  el  objeto.  Se  debe  comenzar  con  el sentido que sea más fácil el registro, luego se va agregando otro hasta lograr la mayor cantidad  de  registros  simultáneos.  Es  conveniente  hacer  este  ejercicio  con  el  sentido enestésico pues éste es complejo y envía mucha información sin que nos demos cuenta a mayor parte de las veces.  cl Tercer paso: Ver en los sentidos la conciencia   En  toda  percepción  hay  una  estructura  que  no  está  en  los  sentidos,  hay  algo  que organiza y le da coherencia al fenómeno perceptivo, es a lo que llamamos conciencia33. Lo que vamos a hacer en este paso es distinguir, dividir entre la estructura que organiza y los objetos captados por los sentidos. Ya no son los objetos y los sentidos lo que nos interesan, sino los sentidos y la conciencia, específicamente la conciencia. Tratamos de experimentar el registro de la conciencia estructurando la información de los sentidos, hay un registro en algún punto de la cabeza. No solamente se debe atender a la división sino acentuarla radicalmente. Miro varios objetos atendiendo al registro que se produce l ser estructurados por la conciencia los objetos, ahora el registro de ésta es la que nos ainteresa.  La estructuración de  la conciencia no se da separada o aisladamente, ya sean  formas, colores  o  sonidos,  etc.  Se  estructura mucha  información de distintas  fuentes  y  lo  que nos  llega  son  procesos  ya  elaborados;  por  ejemplo,  forma  y  profundidad  es  una compleja  elaboración,  muchos  procesos  se  han  realizado  para  dar  ese  resultado. Observo la actividad de algo que ya no es el  funcionar de los sentidos, sino el proceso onstitutivo de la conciencia. Me emplazo en el registro que se tiene de la conciencia en cla estructuración de los objetos.   Dadas las sensaciones, estas se estructuran en percepciones, las percepciones tienden a estructurarse  ‘configurando’,  es  decir  constituyendo  los  objetos.  Esta  organización  se produce gracias a  la  intencionalidad o actividad  formalizadora  y estructuradora de  la conciencia. Por lo tanto, el objeto constituido se diferencia del conjunto de sensaciones de  la  actividad  que  organiza  dicha  constitución.  La  estructuración  que  hace  la conciencia es como una suerte de ‘dictadura’ primeramente de la forma mental y luego de un punto de vista, ya sea de una cultura o de un contexto sociocultural o también de 

33 Se ha popularizado en los trabajos de Escuela el esquema del psiquismo: sentidos, conciencia, memoria, centros de respuesta; pero como todo esquema es insuficiente,  lo que busca éste es de manera sencilla y pedagógica es explicar cómo se dan las distintas funciones mentales. Sin embargo, las cosas se dan siempre en estructura no de manera compartimentada, se dan en simultáneo, nada opera aisladamente, todo influye a lo demás, lo local y lo global funcionan concomitantemente, por ello los registros tiene que obtenerse en la actividad misma y no en el esquema.  

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la particular individualidad de quien percibe34. Habitualmente no se toma conciencia de esto,  por  lo  tanto  lo  que  se  interpreta  se  acepta  de manera  absoluta;  lo  que  se  llama ‘realidad’ es un conjunto de conjeturas, puntos de vista,  intereses, patrones culturales, algunos ha definido al yo35 como el conjunto de creencias de un individuo etc., ¿Desde dónde estoy mirando? ¿En qué nivel de conciencia estoy estructurando? ¿Me doy cuenta e  lo  que  ocurre mecánicamente  en mi  conciencia? Estas  preguntas  algunas  veces  se dhacen teóricamente, algunas veces se profundizan intelectualmente y hasta ahí llegan.   Pero,  ¿qué pasa  si  atiendo  al  proceso de  estructuración de  la  conciencia,  atiendo  a  la manera  como  se  articulan  las  distintas  sensaciones  y  percepciones?  Al  hacer  esa mediación  entre  la  información  de  los  sentidos  y  la  estructuración  que  hace  la conciencia,  esto  por  la  observación  atenta  de  uno  o  varios  actos  que  organizan  y determinan cómo deben ser las cosas, se logra mediante registros la distinción entre el objeto y  la captación del  sentido;  se comprende  la mecánica  ilusoria de  la percepción del mundo. Las cosas no son tal cual aparecen, sino lo que mi conciencia estructura en elación con un amplio contexto; lo más curioso de ello es que no me doy cuenta, lo creo rsimplemente.   En  toda  percepción  se  tiene  una  estructura  que  no  está  en  los  sentidos  sino  en  la conciencia.  Por  ejemplo:  de  ese  atardecer,  distintas  sensaciones  conforman percepciones  y  estas  percepciones  se  organizan  gracias  a  una  estructura  o  ámbito mayor  (la  conciencia)  que  las  interpreta  y  les  da  significado.  La  estructura  de  la percepción no está en los sentidos sino en la conciencia; de acuerdo como se organice y estructure  la conciencia así se configura  la  imagen del mundo.  Si varío  la  forma como structura  la  conciencia,  ya  sea  mediante  sustancias  químicas,  técnicas  psicológicas, etrabajos con la atención, etc., cambia la interpretación de los datos sensoriales.   No  voy  a  tratar  de  ver  los  sentidos  en  la  conciencia,  sino  que  voy  a  ver  en  toda percepción  la  acción  de  la  conciencia.  Estamos  tratando  de  mirar  detrás  de  cada percepción la acción de una estructura que permite que los fenómenos perceptivos se  34 “La educación desencaminó a la mayoría; creen lo que creen porque así los han criado. El cura continúa  lo que empezó  la nodriza, y así el hombre por el niño es embaucado”.  John Dryden, La cierva y  la pantera. Citado por Bateson, G. en Espíritu y naturaleza, Amorrortu, Bs. Aires, 1993, 35. 35 “Todo individuo construye un yo. A partir del cerebro teje una tela de palabras y de actos, y, como las demás criaturas, no tiene por qué saber qué está haciendo; sólo lo hace. Esa tela lo protege, como la concha del caracol, le proporciona el sustento, como la tela de la araña (...).  Estamos casi constantemente ocupados en presentarnos a nosotros mismos, con el  lenguaje y el gesto, externo e interno. Nuestro entorno humano no contiene solamente alimento y cobijo, enemigos con los que luchar y de los que escapar, y miembros de la misma especie con los que nos  apareamos,  sino palabras,  palabras,  palabras.  Estas  palabras  son poderosos  elementos de nuestro  entorno que  incorporamos  fácilmente,  ingiriéndolas  y  excretándolas,  tejiéndolas  como  telas  de  araña  hasta  construir secuencias de Narraciones auto‐protectoras. Nuestra táctica fundamental de auto‐protección, de auto‐control y de auto‐definición no consiste en tejer una tela o cazar una presa, sino en construir historias, y más particularmente, en urdir y controlar  la historia que contamos a  los demás, y a nosotros mismos sobre quiénes somos. Nuestras historias se urden, pero en gran parte no somos nosotros quienes las urdimos; ellas nos urden a nosotros. Nuestra conciencia, nuestra egoticidad narrativa, es su producto, no su origen. Dennett, D. La conciencia explicada. Gedisa, Barcelona, 1995, 426 y 428 respectivamente. 

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organicen. De manera que a una  conciencia  en  sueño profundo  le  corresponderá una imagen del mundo muy distinta a la de la conciencia de sí. Y si existiera la posibilidad de un nuevo nivel de conciencia, seguramente ese nuevo nivel estructuraría e interpretaría cosas  que  también  llegan  por  todos  los  sentidos,  pero  la  interpretación  será  de  una manera  diferente  acorde  con  su  ámbito  de  trabajo.  La  realidad,  ‘es  decir  la interpretación’,  se  me  aparecerá  distinta  si  varío  la  estructura  de  la  conciencia. Descubrimos  el mecanismo  de  las  ilusiones  y  ahí  lo  dejamos. No  criticamos  nada,  no ecimos  nada  a  favor  ni  en  contra,  no  hacemos  desarrollos.  Nos  limitamos  a dcontemplarlo, a advertir cómo en ese nivel surgen las ilusiones36.  La  ilusión es una suerte de encubrimiento, su transparencia es  tal que no permite ser detectada; está tan cerca que no se ve, ‘no vemos que no vemos’. Lo hacemos sin darnos cuenta,  se  hace  sin  que  nos  percatemos.  Entonces,  veo  lo  que  quiero  ver  sin  saberlo. Entro  en  una  ‘película’  que  he  fabricado  sin  entender  que  soy  el  actor  principal,  eso precisamente es  la  ilusión. Observo un objeto, creyendo que hay coincidencia entre  la cosa observada y la interpretación que le doy, puedo también ingenuamente creer que lo que interpreto es igual a lo que otra persona interpreta. En realidad lo que hacemos es  compartir  la  ilusión,  la desatención,  la  creencia en  la  ‘objetividad’ del mundo en el que  vivo.  Creer  que  el  objeto,  entendiendo  a  éste  con  una  gran  amplitud  de osibilidades, ‘es’ tal cual se me aparece, desconociendo todo el proceso de ‘ensamblaje pimpositivo’ que lleva a cabo la conciencia.  En  síntesis,  en  toda visión de  la  realidad está  la  conciencia.  Habría que preguntarnos desde qué nivel de conciencia se interpreta y desde qué punto de vista, cuál biografía o aspectos  específicos  están  determinando  la  interpretación.  La  conciencia  es  la  que estructura y determina y al final dice qué es cada cosa. La conciencia en su ‘dictadura’ tiene  la  palabra  final,  siempre  interviene  en  la  configuración  y  sentido  del  objeto.  La conciencia busca que  lo percibido  sea  aceptable,  configurando,  representando  toda  la información perceptual de una  forma  ‘confiable’  en  relación con  los patrones  sociales y/o personales. Así como el objeto ‘se mete conmigo’ ahora yo ‘me estoy metiendo con el objeto’ y al hacerlo me doy cuenta que la conciencia infiere más de lo que percibe, la conciencia hace su estructuración, fenómeno que da lugar a lo ilusorio, a la ilusión de la supuesta ‘objetividad’.  

36  Se  aprecia  una  superposición de  la  ‘representación’  sobre  la  ‘percepción’  en  forma abusiva  y  exagerada. No percibimos realmente, pues vemos lo que se nos impone a la percepción, vivimos en la ilusión. Silo ha explicado esto con el concepto de  ‘paisaje’, En El paisaje humano dice: “Paisaje externo es lo que percibimos de las cosas; paisaje  interno es  lo que tamizamos de ellas con el cedazo de nuestro mundo interno. Estos paisajes son uno y constituyen nuestra indisoluble visión de la realidad. Ya en los ‘objetos externos’ percibidos, una mirada ingenua puede hacer confundir  ‘lo que se ve’ con la realidad misma. […] Los objetos percibidos siempre están cubiertos por el manto multicolor de otras percepciones simultáneas y de recuerdos que en ese momento actúan; percibir es un modo global de estar entre las cosas, un tono emotivo y un estado general del propio cuerpo. Por ello, por la complejidad del percibir, cuando hablo de realidad externa o interna prefiero hacerlo usando el vocablo ‘paisaje’ en lugar de ‘objeto’. También me importa destacar  que a esos paisajes corresponden actos del percibir a los que llamo ‘miradas’. Estas ‘miradas’ son actos complejos y activos, organizadoras de ‘paisajes’ y no simples y pasivos actos de recepción de información”. Ibíd., 115s.  

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hay un flujo que va de la memoria a la conciencia y de ahí al objeto.  Esta estructuración en la que muchos datos quedan relacionados y reconocidos permite entender  al  ‘objeto’  en  un  contexto  co‐presente más  amplio  y  no de  forma  reductiva, aisladamente.  Importa aquí experimentar este registro relacionado con los actos de  la memoria.  Se  observa  que  en  toda  percepción  están  los  sentidos,  que  la  conciencia formaliza  y  organiza  los  datos  de  los  sentidos,  el  reconocimiento  se  da  precisamente por  estructuración  de  representaciones  o  recuerdo  de  percepciones  mediante sensaciones.  Se  efectúa  el  esfuerzo de hacer desaparecer  toda percepción y quedarse solamente  con  la  conciencia  y  sus  imágenes‐representaciones, más  la  atención  sobre ello. La estructura de  la conciencia depende de  la memoria y a  su vez  la comprensión ue tenemos del mundo. Cada persona entiende lo que puede comprender en relación on el nivel de conciencia, con la información, aptitud y capacidad reflexiva particular. 

qc 

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 Ejercicios de aproximación y apoyo   Uno  o  varios  objetos,  se  radicaliza  la  división  entre  la  conciencia  estructurando  y  la percepción, eliminado el objeto externo quedándonos con el registro estructurador de la conciencia. Lo que importa es el registro que se produce en la conciencia al organizar, al  estructurar  el  objeto de  distintas  procedencias.  El  punto de  registro  se  ubica  en  la cabeza, puede  ser en el  centro,  atrás,  etc. Por ejemplo, un  sonido, percatarse  cómo  lo organiza la conciencia, lo mismo podría hacerse con algo visual, con el tacto, el gusto o ambién  con  la  cenestesia.  Cada  vez  los  registros  son más  sutiles  y  requieren  de  una tención más amplia y especializada.  ta     Cuarto paso: Ver en la conciencia la memoria  Se observa al objeto de la percepción manteniendo el registro de la estructuración de la conciencia como se ha hecho en el paso anterior. Ahora  lo que vamos a atender es al reconocimiento  que  hace  la  conciencia  basado  en  la  memoria  de  percepciones precedentes. Aprehendiendo experimentalmente  lo anterior,  se anula,  ‘se desconecta’, se pone entre paréntesis el objeto de  la percepción y se  lo  trasciende como objeto de una supuesta representación, hasta comprender la estructuración objetal que efectúa la conciencia  por  la  actividad  de  la  memoria.  Cuando  capto  un  objeto,  lo  reconozco,  le pongo  un  nombre,  lo  siento  como  familiar,  es  como  si  le  colocara  una  etiqueta,  un rótulo,  lo  estandarizo  en  relación  con mis  experiencias  previas,  todo  esto  sin  darme uenta. Hay un  registro de  cuándo ocurre esto,  así  sea muy veloz,  casi  imperceptible; c

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En todo reconocimiento hay percepción y representación. Aún  las percepciones sobre objetos  ‘totalmente  nuevos’  para  la  conciencia,  son  aprehendidos  en  relación  con representaciones  de  ámbitos  afines  o  contiguos.  Descubro  que  las  actividades  de relación y comparación de la conciencia tienen que ver con los datos grabados. Si bien es  cierto que  la memoria  trabaja  con  la materia prima de percepciones  anteriores,  el acto  de  relacionar,  comparar,  etc.,  no  es  derivado  de  esa  materia  prima,  pero  se relacionan con ella de modo inseparable. Si se logra tener el registro descubro que los mecanismos  de  comparación  y  de  relación  de  la  conciencia  tienen  que  ver  con  ‘la dictadura’ de las grabaciones. Puedo percatarme que mi creencia en el mundo y todo lo que en él pueda ocurrir no depende de un juicio expreso de mi parte: es al contrario un trasfondo  cotidiano  que  silenciosamente  como  ‘telón  de  fondo’  acompaña  todos  mis ctos, mientras me dejo arrastrar en el torrente de vivencias del mundo, que refuerza aaún más esa actitud en mí y en los otros.  Partimos del objeto, luego están los sentidos, la conciencia, ahora nos encontramos con la  memoria.  Este  nuevo  objeto  (la memoria)  es muy  importante  en  la  resolución  de incógnitas. Ahora a  la dictadura del objeto, de  los sentidos y  de  la conciencia hay que agregar la de la memoria. Se evidencia la estructuralidad de la conciencia. No hay que reer  ingenuamente  que  estos  ‘aparatos’  funcionan  en  algún  momento  de  forma cseparada, aisladamente.   Se realiza el esfuerzo de hacer desaparecer toda percepción y quedarse solamente con la  conciencia  y  sus  imágenes,  representaciones  más  la  atención  sobre  ello.  Allí  se escubre  el  surgimiento  de  la  comprensióndc

37;  se  intuye  en  este  paso  el ondicionamiento tan poderoso de las creencias por la influencia de la memoria.    Ejercicios de aproximación y apoyo   Recuerde algunas cosas de  tiempo atrás, algo de  la niñez, mejor que sean agradables, atender al registro cuando se produce el recuerdo, no al clima sino a la estructuración que  se  hace  en  la  conciencia.  Otros  recursos  se  pueden  utilizar:  cuando  veo  algo,  o escucho algo observar el registro que se hace del objeto o situación en la conciencia; ver cómo es que llega el recuerdo inmediato a la conciencia de la memoria, cómo se rotulan las  cosas,  se  las  reconoce.  Se  pueden  también  tomar  objetos  conocidos,  recordar  su procedencia,  su  antigüedad,  observar  el  registro  de  familiaridad  de  los  objetos,  al tocarlos, olerlos, saborearlos, darse cuenta del registro de permanencia de las cosas, es 

37 La comprensión se refiere a retener significados, establecer su sentido actual, pronosticar o predecir el uso del significado.  La  comprensión  se  lleva  a  cabo  cuando  estos  aspectos  mencionados  se  estructuran  mediante  la experiencia  que  gracias  a  la  recurrencia  indica  cómo  debo  guiarme,  actuar  y  responder  en  distintas circunstancias. Habría que anotar que se pueden dar comprensiones diferentes en la  ‘conciencia  inspirada’. “La conciencia  inspirada  es más que un estado,  es una  estructura  global  que pasa por diferentes  estados y que  se puede  manifestar  en  distintos  niveles.  Además,  la  conciencia  inspirada  perturba  el  funcionamiento  de  la conciencia habitual y rompe la mecánica de los niveles”. Silo Apuntes de psicología, Psicología IV, Ulrica ediciones, Argentina 2006, 324. 

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decir, las veo y las vuelvo a ver y sé que son las mismas cosas, atender al registro.   Aquí  termina  la  primera  cuaterna  que  deja  muchas  incógnitas  sin  respuesta.  Si  me quedo únicamente en esta cuaterna tendría dudas hasta de salir  a  la calle, no sabría a 

tenerme, todo se ha puesto en entredicho. Hay cierta des‐referenciación, se caen as creencias a la par que surgen nuevas comprensiones sobre la ‘realidad’.  

qué aantigu          

          

Segunda cuaterna llamada de la conciencia o determinación  Tú  que  eres  la  luz  de  la  Gnosis,  enséñame  a  ver  tu presencia  en  Uno  y  en  Todo.  Enséñame  a  ver  con  el entendimiento por encima de la Tierra y por encima de los ojos humanos. Tú que  eres  lo permanente, muéstrame a través de mis recuerdos, de mis pasiones, de mi fuerza que no es mía. Tú que eres Uno y Todo, siempre quieto y activo, muéstrame el misterio de aquello que no está en ti, para comprender por la Gnosis que estás por encima de la luz y también de  lo oscuro en unidad eterna. (Antigua Oración Gnóstica)38  

  Quinto paso: Ver en la memoria la tendencia  Al descubrir pragmáticamente39  la actualización continua de  la memoria,  se  reconoce su  aptitud  y  actitud  constitutiva  estructuradora.  Esta  forma  de  actualización  de información  de  la  memoria  se  observa  en  todo  acto  mental  como  correlación estructural acto‐objeto. En este paso se examina cómo en todo acto está la acción de la  38 Se escribe aquí la oración gnóstica pues sintetiza extraordinariamente el propósito de esta segunda cuaterna. 39 Hacemos uso del vocablo pragmática, para significar un modo de acceso  ‘directo’ a  la conciencia en  ‘primera persona’ basado en registros, no tiene, en este caso, nada que ver con ninguna corriente filosófica. 

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memoria,  se  observa  la  tendencia  de  la  ‘forma mental’40  como  trasfondo  básico  que tiende  a  completar  las  estructuras  mentales.  El  esfuerzo  muestra  la  tendencia  de  la memoria  (representaciones)  a  surgir  completando  actos que  siempre buscan objetos. La tendencia es  la actitud de  la memoria a  llenar;  la memoria  le  tiene horror al vacío, siempre  está  completando,  no  puede quedarse  quieta,  siempre  está  interviniendo.  La memoria no es pasiva y dócil, es fuerte e impositiva, condiciona la actividad mental y la etermina. También es útil y ‘acomedida’, el problema es que nunca consulta acerca de dsu adecuada o inadecuada  participación.   La  ‘forma  mental’  no  es  una  representación,  se  intuye  indirectamente  por  sus resultados,  pues  se  manifiesta  en  los  actos  que  incesantemente  tienden  a  ligarse  a objetos.  Por  lo  tanto,  se  observa  en  las  representaciones  la  tendencia  a...  La  forma mental  es  algo  en  donde  estoy  emplazado,  emplazamiento  del  cual  habitualmente  no me  doy  cuenta.  En  otras  palabras,  estamos  ‘sometidos’,  condicionados  por  la  forma mental, no es algo personal, querido o deseado, es la condición básica de la conciencia humana en su globalidad. Esta relación se da en  las estructuras noético‐noemáticas41, s decir, no es posible prescindir de actos y de los objetos, pues es una estructura que eobedece a la configuración de la conciencia independiente de lo cultural, de lo epocal.   El esfuerzo, o resistencia a que esto ocurra mediante un ejercicio como el de vaciar la mente  y  no  dejar  que  se  llene  con  ningún  contenido,  muestra  la  tendencia  de  la memoria (representaciones) a surgir completando los actos. La memoria completa los actos que la conciencia lanza en búsqueda de objetos. Por lo tanto, siempre que se habla 

40 “La forma mental constituye  la estructura básica del psiquismo humano, su más profundo sustrato. Presenta como una de sus características la de ser fija, inmóvil. El ‘núcleo de ensueños’ tiene movilidad, crece se desarrolla, declina.  La  forma  mental  es  inmóvil  y  corresponde  a:  1‐  el  desarrollo  biológico  de  la  especie  en  su  camino evolutivo;  2‐  a  la  particular  situación  histórica  y  cultural  de  la  que  participa  cada  ser  humano.  Es  como  si  la estructura básica del psiquismo tuviera diferentes capas, una profunda e idéntica para toda la especie y otras más periféricas,  características  de  cada  individuo,  de  cada  grupo  o  pueblo,  es  lo  que  conocemos  como  creencias  o capas periféricas de la forma mental. […] Sobre la forma mental se monta todo el psiquismo; la representaríamos como una pantalla de cinematógrafo, que según sea plana, recta, cóncava, convexa u ondulada, hará variar lo que en ella se proyecte. En esa pantalla, que es  fija, se proyecta  el núcleo de ensueños, sus climas,  los ensueños, en resumen  todos  los  mecanismos  de  la  conciencia,  al  igual  que  sus  contenidos,  siendo  todos  ellos  variables  y dinámicos. Al producirse la ruptura de la forma mental, se silencia el yo psicológico” Silo, La forma mental. 41  Hablar  de  estas  estructuras  es  entrar  en  un  análisis  más  detallado  de  los  ‘componentes  de  la  vivencia intencional’  y  los  correlatos  intencionales:  acto  en  griego  se  dice  Noesis  y  objeto  Noema.  Hay  entonces  dos ingredientes: noesis y noema, su esencia es estar siempre en relación, se hablaría mejor de correlación. Así es que toda  vivencia  intencional  es  posible  gracias  a  sus  elementos  noéticos.  Esto  es  lo  que  permite  dar  sentido, múltiples sentidos a las cosas que se relacionan a su vez con nuevas operaciones en distintos niveles. Pero estos actos  intencionales,  noesis,  no  pueden  ser  tal  sin  su  correlato,  es  decir,  el  contenido  noemático,  el  objeto.  En síntesis, lo que hace posible la vivencia intencional es la constante, indisoluble e ininterrumpida relación de actos y  objetos,  de noesis  y noema.  Es una necesidad  inherente de  la  conciencia,  es  su  forma de  encontrar descanso provisional,  completando  y  dando  sentido  a  todas  las  cosas.  “En  la  esencia  de  la  vivencia  entra  no  sólo  el  ser conciencia, sino también de que lo es y en qué sentido preciso o impreciso lo es”. Husserl,  Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica I, Fondo de Cultura Económica, México 1986, 82. 

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de conciencia es de conciencia de…42. No puede haber una conciencia vacía, eso en sí es imposible.  Lo  que  si  es  posible  es  que  mediante  un  acto  que  silencia,  que  ya  es  un contenido, se genere una suerte de continente mayor vacío de representaciones. Es un imple  recurso o  juego  atencional  que no  invalida  en ningún momento  la  correlación sintencional.   Se  experimenta  que  toda  representación  y  en  general  todo  acto  está  relacionado  con objetos,  sean  estos  mentales  o  materiales.  Y  que  las  retenciones  de  la  memoria  se actualizan continuamente frente a cualquier nuevo objeto al cual se dirija la conciencia en  forma  voluntaria  e  involuntaria43.  Es  pertinente  anotar  que  la  mayor  parte  de  la tendencia  intencional  de  la  conciencia  es  involuntaria;  gran  variedad  de  procesos automáticos  permiten  el  funcionamiento  veloz  de  la  mayor  parte  de  las  actividades mentales. Es como si cada acto llevara ingredientes co‐presentes para actualizar objetos con  lo ya vivido,  con  lo  familiar y así permitir el  reconocimiento del objeto y obtener descanso por un momento. Todo acto de conciencia trabaja con retenciones (pasado), actualizaciones,  o  pro‐tensiones  (futuro).  Allí  se  descubre  la  intencionalidad  de  la conciencia.  Intencionalidad que se manifiesta en  la memoria;  la  intencionalidad no es un mecanismo más de la conciencia44, es ‘esencialmente’ su forma o manera de operar,  odos los demás fenómenos se dan gracias a la intencionalidad. Ese es el sello de todo el tfuncionar de la conciencia, es su determinismo, nada queda por fuera de él.  ¿Qué  es  la  tendencia  de  la  memoria?  Es  la  manera  como  se  actualizan  las representaciones,  la  predisposición  que  permite  que  ante  cualquier  percepción  haya automática  e  inmediatamente  una  representación  que  la  informa,  la  estructura,  la relaciona y la coteja. Es un mecanismo muy útil para poder vivir y realizar las distintas actividades en la vida cotidiana, sin él no podría operar la conciencia; pero también es un determinismo que obliga a que la estructuración y el cotejo de cosas sea de la misma forma como en el pasado, como si se repitiera siempre lo mismo. Es preciso anotar que en  sí  todo  proceso  es  nuevo  en  cada  momento,  incluso  desde  el  punto  de  vista neurofisiológico  no  hay  procesos  mentales  iguales,  tampoco  en  lo  psicológico  y  aún menos  en  experiencias  de  conciencia  inspirada,  pero  dada  la  ‘natural  desatención’  se experimenta como repetición45.   42  La  partícula  ‘de’  que  es  precisamente  la  conectiva  que  explicita  la  correlación;  sin  ese  ‘de’  no  habría intencionalidad. Tanto el mundo como el que lo vivencia explicita su vida en la medida en que experimenta esa correlación que se expresa como conciencia de. 43 Ingenuamente podría creerse que la intencionalidad opera únicamente de forma voluntaria y que lo demás, que es casi todo, queda en el  limbo. La intencionalidad al ser un mecanismo opera como tal; podemos elegir ciertas cos u  as  q e  nos  interesan,  decimos  que  las  vamos  a  intencionalizar,  pero  es  simplemente  una  forma  de dar  a entender que voluntariamente les vamos a dar dirección hacia un determinado sentido elegido previamente. 44  Otra  evidente  ingenuidad  es  considerar  que  la  intencionalidad  o  estructura  acto‐objeto,  es  decir  la  forma mental, es uno de los tantos mecanismos de la conciencia. Si esto fuera así, tendríamos que mirar con que forma se articularían esos ‘otros mecanismos’. Es como si hubiera entonces dos conciencias, una que opera con la forma mental y otra inexplicablemente ‘diferente’ actuando supuestamente con otros mecanismos.     45 En ‘actitud natural’ que es nuestra posición espontánea e ingenua ante el mundo circundante, la existencia del mundo, su forma de estructurarlo y comprensión, son cosas admitidas sin ninguna discusión. En actitud natural 

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 Si  atendemos  a  este  proceso  se  va  a  hacer  evidente  la  forma  mental,  no  como representación,  sino  como  actos  de  conciencia  que  tienden  a  ligarse  a  objetos.  Se observa que si se trata de prescindir de  la representación para atender a actos puros, nuevos objetos aparecen para ligarse a esos actos. Esa es la dinámica de la conciencia, completar  siempre  con  nueva  información46  no  importando  el  momento.  Emergen representaciones  que  completan  esos  actos,  con  lo  cual  se  observa  el  trabajo  de  la memoria  de  continuo,  ya  que  la  memoria  tiende  a  actualizar  cubriendo  el  vacío momentáneo que se produce en la conciencia en todo momento. Es un juego constante de vacío y llenado ocupando casi todo el tiempo el ‘llenado’. Los instantes de vacío son nfimos,  pero  muy  importantes  para  el  trabajo  atencional,  esos  son  los  que  más 

  fíimportan, esas son las pequeñas ‘grietas o líneas fuga de la  orma mental’.   Descubro  la  intencionalidad  que  hace  que  todo  acto  de  conciencia  tenga  como referencia un objeto y que en cuanto desaparece el objeto inmediatamente aparece otro que  se  enlaza  con  lo  anterior;  aquí  vemos  la  determinación  de  la  memoria.  Es  un mecanismo de funcionamiento, actos incesantes que condicionan una dirección, es una clara imposición, un sometimiento a la tendencia a repetir estructuralmente ‘siempre lo mismo’. Esta forma no es una representación, tampoco es una imagen. Se intuye como un mecanismo al conjunto de actos lanzados a objetos en donde la conciencia busca su descanso. La conciencia siempre está tratando de buscar la completud significativa, su unidad de sentido.  Ejercicios de aproximación y apoyo   Se  atiende  a  un  objeto  que  alguien  sustrae  rápidamente  del  campo  perceptual.  Se comprueba cómo el observador queda en  tensión hacia el objeto.  Objetos concretos o abstractos, el hecho es ver la tendencia a buscarlo en el pasado, en el presente o en el futuro. También se puede observar el objeto, cierro los párpados y lo veo nuevamente; interesa observar la tendencia, es decir el flujo que se produce, hay algo que va y viene del acto al objeto, lo que importa observar es ese ‘recorrido’ veloz entre uno y otro. Lo puedo hacer con objetos de varios sentidos, atiendo a ese proceso.  

no es necesario dudar de ello, pues la reversibilidad o actitud de observar el fenómeno no interesa en absoluto; la existencia de ese mundo se me presenta como un hecho muy simple. A  su vez,  si  atiendo, puedo observar esa actitud en los que me rodean, me encuentro igual que ellos, desprevenidamente sin proponérnoslo y sin darnos cuenta,  en  ‘actitud natural’. También puedo percatarme que mi  creencia en el mundo no depende de un  juicio expreso de mi parte: es al contrario un trasfondo cotidiano que silenciosamente como ‘telón de fondo’ acompaña to ue dos mis  actos, mientras me dejo  arrastrar  en  el  torrente de  vivencias del mundo,  q refuerza  aún más  esa actitud en mí y en los otros. 46 Aquí podemos entender porqué en el primer paso:  ‘aprender a ver’,  la afluencia de  imágenes es constante y esto no se limita al primer paso sino que merodea constantemente en todos los pasos. La reiterada afluencia de imágenes  no  obedece  solamente  a  un  desorden  o  desintegración  de  contenidos  sino  a  la  dinámica  de  la conciencia. 

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Sexto paso: Ver en la tendencia el encadenamiento  La  intencionalidad  o  tendencia  es  la  que  actúa  aún  cuando  los  actos  no  encuentren objetos que los completen. Ahora se procede a separar actos de objetos, como en el caso de la ‘conciencia vacía’ y se observa la resistencia de la estructura de la conciencia. Esta resistencia  es  la  que  delata  el  encadenamiento  estructurado  de  la  conciencia.  Aún cuando se logre la separación surgen las expectativas, las retensiones o actualizaciones sostenidas  y  de  este  modo,  la  estructura  acto‐objeto  es  reemplazada  en  sus componentes, pero no en sí misma, pues sigue manteniendo su forma. En este paso el mecanismo determinista de la conciencia se puede registrar claramente. Se observa que aún  prescindiendo  de  las  representaciones,  el  esfuerzo  por  eliminarlas  surge  como expectativa,  como  instante  en  el  que  se  logra  o  no  tal  estado,  como atención dirigida pero  determinada.  En  suma,  a  las  experiencias,  a  las  resistencias  mentales  y  a  los esfuerzos  se  los  observa  como  ‘fuerzas’  o  ‘tendencias’  a  las  que  está  encadenada  la conciencia y sin las cuales parece no poseer estructura organizada. Este paso muestra que sin la ‘tendencia’ en general la conciencia no puede actuar. Se trata de atender a la mecanicidad’ en el pensar, atender al encadenamiento de la conciencia o a la oposición ‘a la ‘tendencia’.   Trato  de  frenar  los  actos  y  la  marcha  encadenante;  pretendo  ‘vaciar’47  la  conciencia pero  siempre  hay  actos,  objetos  y  movimiento.  La  ‘conciencia  es  un  torrente  de vivencias’,  de  actos  y  objetos  que  cual  manto  ‘infinito’  cubre  y  encadena  todo  el funcionar  mental;  objetos  por  doquier,  actos  en  igual  correlación  van  y  vienen  en constante  fluir.  Aún  en  el  caso  de  lograr  prescindir  de  toda  representación,  noto  la tendencia a que actos y objetos se completen constantemente. Lo noto con más fuerza cuando  trato de eliminar  toda representación. Voy a pensar sin  representaciones, eso uiero,  pero  es  una  gran  ingenuidad,  pues  tengo  imágenes,  representaciones qcenestésicas, tengo toda la información con la que cuenta mi sistema psicológico.   Supongamos  que  por  un  esfuerzo  muy  especial  lograra  impedir  en  mi  conciencia  la ‘entrada’  de  cualquier  contenido;  es más,  tendría  ahora  la noción del  instante  en que estoy  trabajando  en  este momento,  digo:  ‘ahora  voy  a  tratar  de  que  no  entre  ningún contenido en la conciencia’; ahora ya entró uno, de manera que me estoy preocupando y engo  expectativa  de  que  no  entre  nada, me  cuido  que  no  entre  ningún  objeto  en  la tconciencia, ahí hay todo un juego intencional ineludible.  En estos trabajos estoy observando actos que ponen en evidencia el encadenamiento, la 

47 En sí la conciencia nunca está vacía, esto sería un contrasentido, pues se ha dicho que conciencia ‘siempre’ es conciencia de… Lo que si se puede hacer es que con un esfuerzo atencional colocar uno o varios actos que en sí se convierten en objetos, objetos vacíos; y mediante otro acto observar y vigilar que nada entre. Si algo entra se lo observa y se lo deja pasar, se desecha para así mantener constantemente, en la medida de lo posible, el ámbito vacío.  Este  ejercicio  reiterado  puede  lograr mantener  ese  ‘vacío’,  ese  silencio;  es  como  si  ese  objeto  fuera  tan amplio que ocupase toda la conciencia y no dejara entrar nada. Pero en sí la conciencia no estaría vacía, estaría en silencio, ese sería ahora el objeto de conciencia que produce unos interesantes registros.   

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Séptimo paso: Ver en el encadenamiento lo permanente  En  el  paso  anterior  se  observó  que  en  todos  los  aspectos  de  la  tendencia (intencionalidad)  se  ve  el  encadenamiento  de  la  conciencia.  Este  encadenamiento  es permanente  y  no  se  altera  en  ningún  momento,  es  la  condición  inmanente  de  la conciencia. El determinismo es la condición indisoluble de la existencia de la conciencia. Se registra que no obstante las variaciones de las expectativas, de las  ‘resistencias’, de 

tendencia de actos a ser completados por objetos. De manera que, aún en el caso de la ‘conciencia vacía’, en el caso de la ‘no‐mente’, aún en ese caso, existen expectativas que tienden a llenar la conciencia. Y no podría ser de otro modo, porque la conciencia es una estructura dinámica. Esta estructura de la conciencia es en principio insalvable y es la que  permite  que  se  pueda  pensar,  que  se  pueda  sentir,  que  se  pueda  actuar.  La conciencia  tiene  una  estructura  y  no  puedo  evadirme de  ella.  La  estructura  hace  que aún cuando trate de intentar el vacío de todo contenido mental, existan las protensiones y  las  retenciones,  existan  los  instantes  de  tiempo,  exista  ‘un  ordenamiento’.  Todo aquello  existe  en  la  conciencia  y  yo  lo  advierto.  Muchos  actos,  muchos  objetos  que brotan por las distintas fuentes preceptúales, ya sea visuales, auditivos, etc., forman una red que se abre en todas las direcciones y sentidos, interna y externamente, con mayor o menor intensidad, con más o menos interés, como una cadena enlazada por distintos slabones  va  y  viene  sin  cesar  cubriendo  todo  lo  que  puedo  percibir,  sentir,  pensar, ehacer.   En  suma,  a  las  resistencias mentales,  a  esos  esfuerzos  (a  esos  trabajos  que  hago  por impedir  que  todo  acto  de  conciencia  se  manifieste),  a  todas  esas  dificultades,  las observo detectando tendencias a las que está encadenada la conciencia y sin las cuales no  parece  poseer  estructura  organizada,  ni  parece  poder  actuar.  Este  hecho  es  de consecuencias,  por  cuanto  se  encuentra  en  la  raíz  de  la  forma  mental.  Este encadenamiento  es  el  que  impide  sobrepasar  la  estructura  de  la  propia  conciencia tándonos  a  una  forma  determinada.  Descubro  de  este  modo  el  determinismo nsalvable de la conciencia. ai   Ejercicios de aproximación y apoyo   Vaciar  la  conciencia,  despejarla  de  objetos  perceptibles  y  representables,  tratar  de poner la ‘conciencia en blanco’. Hacerlo una y otra vez. Esto evidencia la imposibilidad de  lograrlo  y  por  ello  la  cadena  permanente  de  actos‐objetos  y  asociación  de  actos. Observar cómo en  los ejercicios del paso anterior  (paso cinco)  el  flujo o  tendencia en varios  objetos  simultáneamente,  observar  lentamente  en  varias  direcciones  hasta ograr  ver  la  tendencia  encadenada  en  todos  los  actos  y  objetos  y  en  todas  las irecciones posibles. ld 

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los instantes de conciencia, lo permanente es el encadenamiento. No hay actividad que no  esté  encadenada  en  todo  momento,  presencia  y  co‐presencia  actualizándose continuamente. No obstante y a pesar de la gran movilidad de fenómenos mentales se evidencia que la variación de las percepciones, de los ensueños, de las identificaciones, de las ilusiones, de las diversas formas de comprensión, de las distintas manifestaciones de  la  memoria,  de  la  oscilación  de  la  conciencia  con  sus  actos  y  objetos  y  con  sus instantes  diversos  (a  pesar  de  esto  y  las  posibles  variaciones  que  nos  podamos imaginar)  lo  permanente  es  el  encadenamiento  de  la  conciencia.  Lo  permanente siempre  es  la  inevitabilidad,  la  invariabilidad  de  la  propia  estructura  mental.  Este ncadenamiento  estructural  que  habíamos  ya  advertido,  lo  podemos  registrar  como enecesidad permanente.  Hay una búsqueda de libertad que puede sustraerme del encadenamiento, es decir del determinismo,  pero  descubro  que  lo  único  permanente  es  el  encadenamiento  de  los actos a los objetos. Me dedico en este momento a los actos vacíos; lo puedo considerar como  una  alternativa,  sea  esto  posible  o  no,  lo  que  experimento  es  que  estoy encadenado  a  la  estructura  básica  de  la  conciencia,  a  su  forma  y  funcionamiento.  La tendencia, el encadenamiento y la permanencia de la forma mental me atrapa como una cárcel de la cual no puedo salir, por más de que lo intento. Miro en todas las direcciones sin ver ninguna salida ‘por ahora’.   Ejercicios de aproximación y apoyo   Observar  como  en  los  ejercicios  de  los  pasos  precedentes  (cinco  y  seis)  el  flujo  o tendencia se da simultáneamente, mirar lentamente en varias direcciones hasta lograr captar  la  tendencia  encadenada en  todos  los  actos  y objetos  en  todas  las direcciones. Ahora  lo  que  importa  registrar  es  que  esto  no  cesa,  que  no  se  detiene  en  ningún momento; intentar detenerlo, usar varias vías preceptúales, externas o internas, lejanas  cercanas, recrear en diferentes direcciones. Ver la permanencia del encadenamiento n todooe 

48.  

Octavo paso: Ver lo permanente en uno y en todo  Los  pasos  precedentes  de  esta  cuaterna,  cinco,  seis  y  siete,  nos  han mostrado  que  la conciencia  es  intencional,  que  hay  una  tendencia  inherente  en  todos  los  procesos mentales, además que esa  tendencia está encadenada y nada queda por  fuera de este mecanismo; por otra parte, que el  encadenamiento es permanente49. Ahora  lo que  se  48 Podría relacionarse este registro con el realizado el paso dos: Ver en todas las cosas los sentidos, allí se buscaba poder  ver  los  sentidos  en  su  funcionamiento,  varios  sentidos  simultáneamente  y  captar  la  relación  entre  los ob lo osjetos y  s sentid . En este paso, el  séptimo, ocurre algo similar pero con  la  relación acto‐objeto. En ambos casos se produce una suerte de ampliación de la mirada que observa el operar mental. 49  ¿Cómo  observar  lo  permanente?  De  toda  la  variabilidad  hay  algo  que  queda,  que  no  es  lo  variable,  es  lo permanente, ‘los vestigios de la eternidad’. “El cuerpo y el cerebro que mide y pesa, estaban quietos, en un estado 

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sugiere es ver  lo permanente en uno y en todo. Con ello todos  los fenómenos pierden particularidad  y  se  uniforman.  Adquieren  una  nueva  perspectiva.  De  una  manera amplia, sin perder lo particular, vamos a ver lo permanente en uno y en todo; se abre aún más el foco atencional tratando de captar toda esa permanencia, esa ‘quietud’. Esto es válido  tanto para el  ‘mundo  interno’ como para el  ‘mundo externo’, pues ambos se funden  en  esa  estructura  intencional  universal.  La  permanencia  del  mecanismo  de eterminación es necesaria para toda conciencia posible, pero al observarla mediante la datención se entra en contacto con una suerte de ‘borde de la forma mental’.  El  registro  al  hacer  el  paso  debe  mostrar  que  la  diversidad  de  los  fenómenos  es aparente y que todo fenómeno está encadenado. Esto vale para la conciencia como para la cosa, que en sí es lo mismo; la conciencia y las cosas se identifican en el fenómeno. La identidad es permanente y la diversidad variable, lo que vamos a observar es lo que no cambia, tenemos el registro de la observación de lo permanente, al hacerlo nos daremos cuenta que ‘esencialmente’ no existen distinciones entre uno y todo, pues la diversidad de los fenómenos es aparente, va y viene, esto en realidad no nos interesa,  lo que nos importa es darnos cuenta de ello y ver la permanencia. Se pueden tener diversidad de representaciones,  pero  en  sí  son  variables,  transitorias.  Se  pueden  asumir  las  más variadas actitudes, diferentes posturas mentales, distintas perspectivas, desde muchos campos  pero  lo  permanente  se  mantiene;  se  lo  puede  ver  en  dinámica,  mutando infinitamente pero ahí está. La forma que es permanente siempre tiene esa fijeza en sí; muchas  variaciones,  diferentes  maneras  y  actitudes  y  la  forma  se  mantiene  no importando  sus  manifestaciones.  El  correlato  conciencia‐mundo  tiene  en  sí  una structura  de  necesidad;  esta  estructura  intencional  es  posible  gracias  a  la 

cia, a la determin     rmaepermanen ación que es lo mismo que decir la fo  mental.   Se  puede  observar  mediante  el  trabajo  con  la  atención  que  aunque  los  fenómenos internos  sean  diversos,  todos  están  encadenados,  son  una  estructura.  Volviendo  a  la simple percepción (volviendo a los primeros pasos), vemos que también la percepción, es  estructurada  por  la  conciencia  y  que  nada  se  escapa  a  esa  forma  inmanente.  Este maravilloso  descubrimiento,  de  que  todo  es  transitorio  y  que  la  permanencia  se encuentra en aquello que va más allá de lo fenoménico, que está en uno y en todo, es de onsecuencias  extraordinarias,  es  una  comprensión  profunda  de  la  realidad  que  va  a ctransformar de ahí en adelante todos los registros dando extraordinarias posibilidades.   Esa estructura co‐relacional tiene como referente la inter‐subjetividad50. Lo primero de  de inmovilidad, aunque ambos se hallaban activos y altamente sensibles. Y tan silenciosamente como llega el alba, vino desde alguna parte muy  íntima y profunda, esa  fuerza con su energía y pureza. Parecía no tener raíces ni causa, pero no obstante estaba ahí, intensa y sólida, con una profundidad y una altura inmensurable. Permaneció por  algún  tiempo  del  reloj  y  desapareció,  como  la  nube  desaparece  detrás  de  la montaña.  Cada  vez  hay  algo ‘n iuevo’ en esa bendición, una ‘nueva’ cualidad, un ‘nuevo perfume y, s n embargo, ella es inmutable. Es totalmente incognoscible”. Krishnamurti, Diario, Edhasa, Barcelona, 1978, 54s. 50  Husserl  en  1905,  fue  el  primero  que  habló  de  forma  temática  de  la  inter‐subjetividad,  considera  que  la subjetividad  no  puede  estar  aislada,  si  lo  que  se  pretende  fundamentarse  es  la  ‘objetividad’.  La  base  de  la 

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lo que se puede caer en cuenta es que si todo está unido, no existirá separación esencial entre  los  seres  humanos,  pero  esto  habría  que  evidenciarlo  mediante  la  propia experiencia. Siguiendo  los pasos de  la disciplina de manera atenta, distintas personas, no  importando  su  contexto,  obtienen  indubitablemente  la  conclusión  de  la estructuralidad  de  la  conciencia  (no  obstante  los  diversos  fenómenos  particulares), podemos llegar mediante registros a decir que las ‘diferencias  inter‐subjetivas’ pueden resolverse por vía estructural. Teóricamente es aparentemente un problema insoluble, que ha vencido a muchas geniales cabezas pensantes. Las diferencias de los fenómenos particulares en cada conciencia no  llevan necesariamente al  solipsismo51. Esto quiere decir que, aunque advirtamos la diversidad de las subjetividades, si cada una de estas conciencias realiza  los mismos pasos que se han venido desarrollando, van a  llegar al mismo fenómeno de estructura permanente de  la conciencia. El hecho de  llegar a una misma  reducción  nos  habla  de  la  posibilidad  evidente,  pragmática  y  no  teórica  de  la inter‐subjetividad52.    Se establece mediante la observación atenta la comunicación profunda en la conciencia y  la  caída  en  cuenta  de  que  todas  las  conciencias  son  esencialmente  lo  mismo,  no obstante  la  variación  de  los  fenómenos particulares.  Esta  permanencia  estructural  se registra no sólo en las conciencias, sino en todas las cosas existentes para la conciencia, e  trate  del  ‘mundo  interno’  o  del  ‘mundo  externo’.  Aspecto  que  se  verá  con mayor sprofundidad en el paso once.  Porque,  si  usted  percibe  de  un  modo,  yo  percibo  de  otro  y  tenemos  de  la  realidad distintas  imágenes  y  visiones  diversas,  no  hay  real  comunicación.  El  problema  de  la inter‐subjetividad  no  se  soluciona  en  el  nivel  de  la  discusión  filosófica,  se  resuelve estructuralmente como comprensión profunda, como certeza de registro. Eso de que la identidad es lo permanente y la diversidad es lo variable, es en este paso un registro no una  teoría.  En  la  diversidad  no  puede  haber  inter‐subjetividad  en  sentido  pleno.  La relación  de  la  conciencia  con  el  mundo  es  desde  mis  percepciones  fenoménicas variable; la relación de la conciencia con el mundo fenoménico es contingente, también los fenómenos aparecen encadenados a estructuras, a eso es a lo que hay que atender. De esta manera, ‘conciencia’ y ‘mundo’ están encadenados y conforman una estructura; es  como  si  la  ‘conciencia’  fuera  el  acto  del  ‘mundo’  y  el  ‘mundo’  el  objeto  de  la  objetividad solo puede ser  la  inter‐subjetividad. La subjetividad no puede ser confundida con  la  interioridad ni con  lo  subjetivo,  aunque  se  relacionan  y  depende  de  ella;  la  subjetividad  de  por  sí  es  una  relación  con  cosas, si utuaciones, personas. Es  n hacerse con, en medio de, soy yo que me interpreto en la medida en que existo en relación. Por ello no podría hablarse secamente de subjetividad, sino de inter‐subjetividad. 51  Descartes  al  no  poder  resolver  coherentemente  el  problema  del  otro  y  así  quedar  encerrado  en  su  propia conciencia [eso es propiamente el  ‘solipsismo’], pide certeza y afirma: “Yo creo que tú existes realmente, y que realmente eres hombre y otro yo; y lo creo porque así me lo garantizan de consuno lo que yo veo en ti y la infinita e indubitable veracidad de Dios”. Descartes como muchos filósofos posteriores, no logra explicar racionalmente de

  manera coherentemente el fenómeno del alter ego. Descartes no podrá salir de su soledad personal, soledad 

que experimenta cualquier ser humano inmerso en el sufrimiento constreñido irrevocablemente en lo transitorio. 52 La presencia del otro es algo tan íntimamente cercana que la pregunta es: ¿cómo pudimos haber llegado a la noción  de que somos tan distintos y que estamos separados? 

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‘conciencia’  pero  sin  posibilidad  de  separación,  cualquier  separación  no  es  más  que ariaciones de la mirada que se ejerce en un determinado instante, también es producto vde una mente desatenta.  Así pues,  la  inter‐subjetividad y  la relación con el mundo pueden ser comprendidas o mejor  intuidas  esencialmente.  La  estructura  esencial  ‘conciencia‐mundo’  es permanente, aunque mi conciencia  fáctica se modifique y aunque  el mundo  fáctico, el mundo de los hechos, también se vaya modificando y transformando en cada instante. La  relación  estructural  ‘conciencia‐mundo’  es  lo  invariable.  En  tal  sentido,  se comprende el significado de la frase:  ‘Ver lo permanente en uno y en todo’. La idea de permanencia no se opone sin embargo al movimiento. Se trata de estructuras dinámicas que no obstante su movilidad conservan su estructuralidad. La permanencia es, en este caso, sólo estructural.  Ejercicios de aproximación y apoyo   Habría que tener en cuenta que lo permanente que se va a observar es la tendencia y el encadenamiento, por lo tanto los registros de los pasos anteriores de esta cuaterna son necesarios. Lo que importa observar en este paso es que esto no cesa, que no se detiene en  ningún momento  que  es  permanente  e  uno  y  en  todo;  el  uno  puedo  ser  yo,  pero también  las  cosas,  las  personas  y  el  todo,  lo  simultáneo,  lo  total.  Vamos  a  intentar registrar esa permanencia, usar varias vías preceptúales, externas o internas, lejanas o ercanas. Ahora tratamos de ver  la permanencia del encadenamiento en todo. Lo más cimportante es mantener el registro que se ha logrado y con él proceder a su ampliación.   Se puede observar en una habitación cómo se encadenan los distintos objetos entre sí: pared  con  pared,  puerta  y  cerrojo,  etc.  Es  decir,  la  cadena  consecutiva  de  objetos. Mientras  se  observa  esto,  se  mantiene  la  co‐presencia  de  los  actos  y  objetos,  la seguidilla de actos. Es posiblemente más simple intentando conectar cenestésicamente con  algo  que  no  se  ve  con  la  percepción  habitual  pero  que  está  ahí,  no  pudiendo istinguir  si  está  afuera  o  adentro  de mí.  Es  conectar  con  la  quietud,  con  lo  que  no 

 dcambia, con lo que siempre ha estado ‘ahí’, velado para la percepción habitual.   Para  efectos  prácticos,  cada  vez  me  encuentro  con  más  cosas  que  me  impiden liberarme.  Aquí  termina  la  segunda  cuaterna,  con  más  complicación  que  la  primera, ero con comprensiones más profundas sobre el  funcionamiento de  la conciencia, sus ondicionamientos, limitaciones y ahora la posible salida del determinismo. pc 

     

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Tercera cuaterna llamada trascendental o de la libertad53

 Noveno paso: Ver la forma permanente en acción  Se  designa  ‘forma mental’  a  la  estructura  conciencia‐mundo,  a  la  relación  intencional acto‐objeto. Se advierte que es la forma la que da la posibilidad de la existencia de los fenómenos particulares, organizándolos según su estructura. Esta forma estructuradora es dinámica, pues  los  fenómenos aparecen como variación dentro  de  la estructura. Se bserva que la forma permanente aparece aún en la diversidad de los fenómenos, actúa opor su propia necesidad.   La forma aparece aún en la diversidad, sea primariamente objetiva o subjetiva. Ésta no depende de los fenómenos, sino que estos dependen de ella. Aún antes de la existencia de  los  fenómenos  debe  existir  la  posibilidad  de  estructura  para  que  éstos  se constituyan.  La  forma  estructural  aparece  tras  todo  fenómeno,  actúa  por  propia necesidad, no por contingencia del fenómeno mismo. Es claro que una cosa es decirlo y ratarlo de entender intelectualmente y otra diferente experimentarlo, tener el registro tde ello, observar desde un acto mental que lo incluye todo.  Se  pueden  tener  distintas  representaciones,  pero  son  efímeras,  variables;  se  pasa  de una a la otra, pero se observa que el transfondo de esa ‘realidad diversa’ es el mismo en distintos campos. La forma siempre tiene fijeza. Se presentan las cosas con variaciones de  esa  permanencia  de  la  forma.  Actos  y  objetos  se  requieren  mutuamente  y  no  se pueden dar el uno sin el otro. Hablar de conciencia es ya hablar del mundo y hablar del mundo  se  lo  hace  necesariamente  desde  la  conciencia.  Es  la  conciencia  la  que  le  da sentido y significación al mundo que en sí no es más que la otra cara del fenómeno. Al descubrir  que  la  estructura  conciencia‐mundo  (intencionalidad)  es  válida  para  toda conciencia  y  actúa  por  su  propia  necesidad,  se  produce  la  ruptura  del  solipsismo, niciada  con  la  pregunta  acerca  de  la  inter‐subjetividad  enunciada  en  el  paso iprecedente.  Manteniendo el registro del paso anterior, lo ampliamos completamente; incluimos en la  conciencia  todo  lo  posible,  tanto  interna  como  externamente;  con  la  mente completamente expandida,  como si  se convirtiera en el  continente mayor que  incluye todo, sin dejar nada por fuera. Ahí está la variabilidad constituida por la forma, ésta se experimenta como ‘quietud amplia y abarcadora’. Es como si la mirada estuviera puesta desde los bordes de la totalidad, desde el registro de la expansión que lo abarca todo; la inclusión de todo, de lo variable y a su vez de lo que no cambia, todo está ahí dentro de ese gran continente.  

53 Así como la oración gnóstica sintetiza extraordinariamente la segunda cuaterna, El sermón sobre la vacuidad del Budha es una poderosa herramienta para  ‘comprender’  los últimos dos pasos de  la  tercera cuaterna, sobra decir que no es una comprensión intelectual. En su debido momento haremos acotaciones sobre dicho sermón. 

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 Esa  sensación  de  separación,  de  aislamiento,  de  soledad54,  de  angustia,  es  decir,  el temor a la muerte, desparece. La sensación constante de miedo abandona la escena en ese momento y emerge la sorprendente impresión de estar unido a todo y en todo, sin  comienzo  ni  fin.  El  espacio  total  con  características  ‘diferentes’,  es  un  espacio  sin spacio y un tiempo sin tiempo. Soy uno con el otro en la totalidad, somos expresiones ede lo mismo en hermoso complemento.  Aquí se da el salto en la secuencia, se evidencia una notable ampliación de la conciencia. Se  produce  experimentalmente  la  ruptura  del  solipsismo.  No  hay  separación,  hay conexión  con  todo  y  en  todo,  cosas,  colores,  texturas,  sensaciones,  sonidos,  todo  está incluido.  Las  personas  co‐participamos,  estamos  en  relación  con  todo,  hay comunicación  profunda,  no  existiendo  el  afuera  y  el  adentro,  un  sólo  espacio  sin divisiones, sin claros y oscuros.  Ejercicios de aproximación y apoyo   Experimentar  ambas perspectivas  o miradas  de  la  conciencia,  la  interna  y  la  externa, verlas en unidad. Incluir dentro de la conciencia lo posible, como si ésta fuera un ámbito mayor  en  donde  todo  es  está  incluido.  Es  una  ‘conciencia  completamente  expandida’ que no deja nada por  fuera, no solamente  lo que puedo percibir,  sino  lo  factible en  la experiencia.  Se  trata  de  experimentar  el movimiento‐forma,  la  estructura  conciencia‐mundo en su magnitud. Es una experiencia de inclusión en donde nada está separado, e  la  unidad:  cosas  animadas  como  inanimadas,  animales,  personas,  el  mundo  y  el niverso en su integridad.    du  Décimo paso: Ver lo que no es movimiento­forma  El paso anterior nos ha permitido recrear un registro de totalidad de la forma, éste nos ha  sacado de  la  creencia en el  encerramiento y en  la  separación. Podría  considerarse que  no  hay  nada más,  pero  el  paso  nueve  de  por  sí  ya  casi  nos  está  lanzando  hacia afuera del movimiento forma. ¿Es acaso posible que exista una experiencia, un registro que esté fuera del movimiento‐forma? La forma es lo concebible, el espacio y lo que está incluido en él está dentro de la forma; lo que tiene que ver con los opuestos, similitudes y  contigüidades  está  dentro  de  la  forma,  por  lo  tanto  no  hay  que  buscar  en  las variedades de la forma lo que no es movimiento‐forma, pues ahí no se va a encontrar. Es  un  ámbito  ajeno  a  la  forma  y  al  movimiento‐forma,  diferente  a  la  actividad organizadora  de  la  conciencia  habitual.  La  forma  podría  decirse  es  la  experiencia 

54 “No imagines que estás solo en tu pueblo, en tu ciudad, en la Tierra y en los infinitos mundos. No imagines que estás encadenado a este tiempo y a este espacio. No  imagines que en tu muerte se eterniza  la soledad”. Silo, El mensaje de Silo. 

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multifacética de lo ente, de las cosas, es precisamente lo que es‐en‐el‐mundo.   La forma debe estar emplazada sobre o en relación con ‘algo’ que no es ella misma, con lo que no es, algo que vaya más allá de  lo ente. Ese  ‘nuevo ámbito’ no es  forma, es su complemento,  pero no dentro de  la  forma,  sino que  la  trasciende,  no  es  lo mundano, stá fuera del mundo. El no‐movimiento‐forma se acerca más al Ser, al fundamento, a lo eque no estando ahí permite y fundamenta lo que está ahí55.   La no‐forma es aquello que se intuye como existente en relación de complemento con el movimiento‐forma,  aunque  sus  características  sean  diversas  a  las  del  objeto  tomado como  referencia.  Son  ámbitos  que  se  escapan  al  intelecto,  que  no  son  pensables, ámbitos  que  se  intuyen  y  se  registran,  se  experimentan,  que  se  descubren  como complemento del movimiento‐forma y que no pueden identificarse con la ‘nada’. La idea de  ‘complemento’  se  refiere  a  aquel  ámbito  que  no  es  abarcado  por  el  movimiento‐forma, pero que su existencia es necesaria para que el movimiento‐forma pueda existir. De  hecho,  la  estructura  movimiento‐forma  puede  ampliarse,  extender  su  horizonte merced a la existencia de aquello que no está incluido en ella. Ésta ‘no es movimiento‐orma’, no depende del encadenamiento. Se trata de la no‐forma como manifestación de flo otro.   ¿Qué es eso que no es movimiento‐forma que se escapa a cualquier conceptualización, que  no  depende  del  encadenamiento?  Preguntar  esto  desde  la  racionalidad  es  algo absurdo y además inoficioso, por ese camino no se avanza absolutamente nada, no es el camino  adecuado  si  se  quiere  que  algo  ocurra  en  el  habitual  funcionar  mental.  El intelecto es un esclavo que la cultura occidental ha erigido rey sin serlo, es un falso rey cuya  función es vender  la  ilusión que al entender ya se posee el  ser del hecho56. Este buso ha tenido que pagarse con la insensibilidad, la jerarquización, la discriminación y ala dominación social.   En este paso se encuentra el practicante ante el dilema de seguir con  los  interesantes registros logrados hasta aquí o darse la posibilidad de ‘romper’ la dinámica de la forma, permitiendo  el  acceso  de  un  ‘nuevo  registro’  que  se  reconoce  como  diferente  a  lo 

55  Goethe  escribe  en  un  hermoso  verso  lo  siguiente:  “El  violín  calla,  el  bailarín  se  detiene.  Permanecer,  durar, perdurar, es el antiguo sentido de la palabra Ser. El porque, se opone a toda fundamentación en razones y a todo porque; nombra lo que está pura y simplemente sin porque, del que todo depende y sobre el que todo reposa. El porque  nombra  el  fundamento  pero,  al mismo  tiempo,  como mientras  que,  nombra  el  permanecer:  el  Ser.  El por e a p r m t pqu  nombr  es ecialmente al Se  y al  funda en o; nombra al  ermanecer, al Ser como fundamento” Citado por Heidegger, M, en ¿Qué es filosofía? Madrid, Narcea, Ediciones, 1980, 89s. 56  La  verdad  en  el  pensamiento  conceptual  es:  “Una  hueste  en  movimiento  de  metáforas,  metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y  vinculantes;  las  verdades  son  ilusiones  de  las  que  se  han  olvidado  que  son;  metáforas  que  se  han  vuelto gastadas  y  sin  fuerza  sensible, monedas que han perdido  su  troquelado y no  son ahora ya  consideradas  como monedas, sino como metal”. Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Madrid, Tecnos, 1990, 25. 

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experimentado. Éste tiene que ver con la suspensión del yo57, con la conciencia lúcida y la  compresión  de  las  propias  limitaciones  mentales.  Es  el  terreno  de  la  conciencia inspirada58. O se queda uno con el encadenamiento o se sale de él. Y cuando se  logra trascender  el  movimiento‐forma  aparece  algo  que  se  escapa  a  la  conciencia  del encadenamiento  de  los  objetos,  de  los  paisajes  y miradas  habituales.  Algo  que  ya  no depende  de  esas  determinaciones  que  se  han  venido  encontrando.  Al  darse  esa ntuición‐comprensión  se  produce  una  ruptura  evidente  de  nivel,  cambia  la iestructuración y relación con todo.  La  experiencia que provoca  el  registro del  paso diez puede ocurrir  súbitamente,  algo diferente se manifiesta, algo que no puede ser comparado con lo vivido. Puede ser una sensación,  una  comprensión  diferente,  una  experiencia  no  ordinaria,  una  gran expansión, un sonido no habitual en el interior de la cabeza o en el pecho o en ambos. ambién, dependiendo de cada persona un sonido de silencio en el  interior, sin poder Tdefinir en que parte se genera, de dónde viene o a dónde va.    Este paso es muy importante, pues es la llave para los dos siguientes. Se puede tener la sensación  de  no  poder  seguir  adelante,  de  encontrar  una  fuerte  resistencia.  Sin embargo,  es  a  su  vez  la  posibilidad  a  la  que  ‘llega  todo  aquel  que medita  en humilde búsqueda’. Es disponerse y dejarse ir, pedir y esperar pacientemente y llegará sin duda ese  registro  de  lo  otro59.  Puede  ser  de  forma  leve,  muy  sutil  o  irruptivamente cambiando la tonalidad de lo percibido, de lo sentido, de lo pensado; puede ser por un instante o por un tiempo más largo, aunque el tiempo pareciera no existir en ese estado, anto que no se quiere salir de allí, puede ser durante el sueño. Hay un evidente registro uando surge lo otro, hay una sensación de entrada y de permanecer allí sin esfuerzo.  tc  57 “Mi yo se basa en la memoria y en el reconocimiento de ciertos impulsos internos. Tengo noción de mí mismo porque reconozco algunos de mis impulsos internos que están siempre ligados a un tono afectivo característico. No  sólo  me  reconozco  como  yo  mismo  por  mi  biografía  y  los  datos  de  mi  memoria;  me  reconozco  por  mi particular forma de sentir, por mi particular forma de comprender. El yo no es una unidad indivisible sino que es el resultado de la suma y estructuración de los datos de los sentidos y de los datos de la memoria”. Silo.  Apuntes de psicología. ULRICA Ediciones, Rosario, 2006, 284. 58  “La conciencia  inspirada es una estructura global,  capaz de  lograr  intuiciones  inmediatas de  la  realidad. Por otra parte, es apta para organizar conjuntos de experiencias y para priorizar expresiones que se suelen transmitir a  través de  la  filosofía,  la  ciencia,  el  arte y  la mística  (…).  Sin duda que  la  conciencia  inspirada  es más que un estado, es una estructura global que pasa por diferentes estados y que se puede manifestar en distintos niveles. Además la conciencia inspirada perturba el funcionamiento de la conciencia habitual y rompe la mecánica de los niveles”. Ibíd., 323s.   59  La  resistencia  al  registro  de  este  paso  puede  deberse  a muchas  cosas,  a  contenidos  no  integrados,  a  cosas pendientes o a fuertes compulsiones que pesan en la economía energética del psiquismo. El paso está exigiendo dejar atrás conductas, o costumbres  improcedentes;  invita a orientarse hacia actitudes que produzcan un claro registro  de  unidad  interna,  de  coherencia  en  la  acción,  sin  maquinaciones  de  por  medio,  con  transparencia absoluta.  “Agradezco  el  haber  conocido  lo único  importante:  obrar  con unidad. Agradezco haber  comprendido que la vida tiene un sentido lejano, que no se agota en el absurdo de sí misma. Y agradezco haber ajustado mis acciones con la mirada siempre puesta en esa dirección”. Libro de la comunidad, Experiencia Guiada ‘La muerte’, 166, La Commaute pour l’ equilibre et le dévelopment de l’ etre humanin, París, (El libro consultado está impreso sin anotar el año de edición). 

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Ejercicios de aproximación y apoyo   Se  hace  ‘vacío  dinámico’,  no  sólo  realizando  el  vacío  de  objetos,  sino  también  de  los actos.  Por  cierto,  se  desatiende  a  lo  que  se  ve,  oye,  etc.  Es  decir,  se  desatiende  a  la percepción.  En  este  esfuerzo  se  experimenta  ‘eso‐que‐no‐es‐la‐nada’,  lo  que  podría llamarse el complemento del movimiento‐forma. Habría que contar con el registro del paso anterior, e ir más allá de él, es un dejarse ir sin dirigir nada, se está en el terreno de la  conciencia  inspirada,  experimentar  ‘algo’  que  no  está  ahí,  sin  ansiedad,  esperar pacientemente. Éste se puede manifestar de muchas formas y variedades dependiendo de cada caso particular.  Onceavo paso: Ver lo que es y lo que no es como lo mismo  Los  ámbitos  no  determinados por  el movimiento‐forma  aparecen  como  su  ‘necesario complemento’. Si se puede experimentar uno y otro, eso implica que hay una estructura mayor  que  los  abarca.  Se  registra  la  forma  y  el  ámbito  no  dependiente  de  ella  (paso nueve  y  diez),  como  necesariamente  estructurados  de  una  manera  ‘completamente diferente’. Se experimenta el movimiento‐forma y lo que no es movimiento‐forma como lo que Es. Se descubre que el movimiento‐forma y el no movimiento‐forma son, tienen na identidad esencialu 60. Se trabaja esa meditación hasta registrar el cambio súbito en la mecánica mental61.   Este paso pide que se integre el paso nueve y el diez en un solo registro, que uno y otro se experimente como lo mismo. Al comienzo es una suerte de ‘división atencional’ entre el  registro de un paso y el otro,  va y viene  la  sensación, hasta  lograr experimentar  la unidad;  ahí  ya  no  hay  oscilación,  se  está  en  la  estructura  total,  sintiéndose  uno  con todo62. Se experimenta alivio al haber logrado sobrepasar la ‘ilusoria’ resistencia que se  60 “Otra vez lo otro, esa dicha estuvo la mayor parte de la noche, estuvo incluso durante el sueño; uno sintió esa bendición al despertar,  intensa, persistente,  apremiante;  estaba ahí  como si hubiera  continuado  toda  la noche. Siempre se halla acompañada de una gran belleza, no de  imágenes, sentimientos o pensamientos.  […] Mientras caminaba lo otro advino como una ola que purificaba y fortalecía; estaba ahí como un perfume, como un hálito de inmensidad;  estaba ahí distinto y  claro,  sin  confusión posible,  sin vacilación, definido, preciso. Estaba ahí,  algo sagrado y nada podía alcanzarlo, nada podía quebrar su infinitud”. Krishnamurti, Diario, Edhasa, Barcelona, 1978, 111 y 157s, respectivamente. 61 “A veces me he adelantado a hechos que luego sucedieron. A veces he captado un pensamiento lejano. A veces he descrito lugares que nunca visité. A veces he contado con exactitud lo sucedido en mi ausencia. A veces una alegría  inmensa  me  ha  sobrecogido.  A  veces  una  comprensión  total  me  ha  invadido.  A  veces  una  comunión perfecta con todo me ha extasiado y un amor total me ha sobrepasado. A veces he roto mis ensueños y he visto la realidad de un modo nuevo. A veces he reconocido como visto nuevamente algo que veía por primera vez. Y todo ello me ha dado que pensar.  Buena  cuenta me doy que  sin  estas  experiencias,  no podría  haber  salido del  sin‐sentido”. Silo, La mirada interna, en Humanizar la tierra. Bs. Aires, Planeta, 1991, 37. 62 Experimentarse conectado con todo implica la suspensión o disminución al máximo del yo. “Es posible llegar a la situación mental de supresión del yo, no en la vida cotidiana, pero sí en determinadas condiciones que parten de la suspensión del yo. Para ello se requiere de una conciencia despejada de fatiga y una mínima educación de la reducción del foco atencional sobre un solo objeto.  Continuar en la profundización de la suspensión hasta lograr el registro de ‘vacío’, eso significa que nada debe aparecer como representación ni como registro de sensaciones 

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nos ha presentado en los pasos de cada cuaterna, se experimenta como estar ya al otro lado del proceso realizado.   A  continuación  anotamos  fragmentos  del  sermón  de  la  vacuidad  del  Budha,  pues complementa maravillosamente lo que se busca en este paso. El Budha dice: Ananda, el practicante  no  presta  atención  a  la  percepción  del  pueblo,  no  presta  atención  a  la percepción de la gente, sino que presta atención a unidad dependiente de la percepción del  bosque.  El  practicante  sabe:  sean  cuales  sean  las  inquietudes  dependientes  de  la percepción del pueblo, aquí no existen. Sean cuales sean las inquietudes dependientes de  la percepción de  la percepción de  la gente, aquí no existen. Existe sólo el grado de inquietud procedente de  la unidad dependiente de  la percepción  del bosque. Él  sabe: esta  esfera  de  percepción  está  vacía  de  la  percepción  del  pueblo,  esta  esfera  de percepción está vacía de la percepción de la gente. Sólo existe esta vacuidad, a saber, la que  precede  de  la  unidad  dependiente  de  la  percepción  del  bosque.  De  este  modo bserva la vacuidad, lo que allí no existe, y en cuanto a lo que allí queda sabe: eso existe, oeso es.   Así Ananda se cultiva lo que se llama la verdadera, incorruptible y completamente pura penetración de la vacuidad. Siguiendo sin prestar atención a la percepción de la gente, deja  también  de  prestar  atención  a  la  percepción  del  bosque  y  presta  atención    a  la unidad dependiente de la percepción de la tierra. No presta atención  a los detalles de la  tierra,  presta  atención a  la unidad dependiente de  la percepción de  la  tierra; pues esta percepción está vacía. Sólo existe la vacuidad, a saber, la que procede de la unidad dependiente de  la percepción de  la  esfera del  espacio  ilimitado.  Sean  cuales  sean  las inquietudes dependientes de la percepción de la esfera de la conciencia ilimitada, aquí no existen. Existe sólo el grado de inquietud procedente de la unidad dependiente de la percepción de  la  esfera de  la nada. El practicante  siguiendo  sin prestar  atención a  la percepción de la esfera de la conciencia ilimitada, deja también de prestar atención a la ercepción  de  la  esfera  de  la  nada  y  presta  atención  a  la  unidad  dependiente  de  la ppercepción ni de la no percepción.   Siguiendo sin prestar atención a la percepción de la esfera de la nada, deja también de prestar atención  a la percepción de la esfera   de ni percepción ni de no percepción y sigue prestando atención a la unidad dependiente de la percepción de la concentración mental  sin  señal  que  es  la  impermanencia  e  insubstancialidad  de  todo  lo  que  existe, incluyendo  el  propio  organismo  psicofísico.  Al  percibir  la  concentración  sin  señal alguna  sensorial  la  mente  consigue  clarificarse,  equilibrarse  y  liberarse.  Esta concentración  mental  sin  señal  es  producida  voluntariamente  y  todo  lo  que  es 

internas. La entrada a  los  ‘estados profundos de  la conciencia’ ocurre desde  la suspensión del yo. Ya desde esa suspensión se producen registros significativos de ‘conciencia  lúcida’ y comprensión de las propias limitaciones mentales,  lo  que  constituye  un  gran  avance.  Nada  se  puede  decir  de  ese  ‘vacío’.  El  rescate  de  los  significados inspiradores, de los sentidos profundos que están más allá de los mecanismos y las configuraciones de conciencia se hace desde mi yo cuando éste retoma su trabajo vigílico normal”. Silo. Apuntes de psicología.  Rosario, ULRICA Ediciones, 2006, 331. 

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producido  voluntariamente  es  impermanente  y  transitorio.  Conociendo    y  viendo  de este modo,  la mente se  libera de  la corrupción del deseo de  los sentidos,  la mente se ibera  de  la  corrupción  del  devenir,  la  mente  se  libera  de  la  corrupción  de  la gnoranciali 63.  Ejercicios de aproximación y apoyo   Se  retoman  los  registros del paso nueve y diez y  se  los  integra en uno solo,  tratar de experimentar  la  inclusión  en  la  estructura  total.  También  se  puede  observar  el  acto dirigido  a  un  objeto  externo mientras  se  evita  otro  acto  a  objetos  presentes,  es  una atención centrada en ese objeto y nada más. Al dirigir  la atención  ‘concentrada’ en un objeto teniendo co‐presentes  los registros precedentes se experimenta  la  inclusión en algo más amplio que los abarca.  Doceavo paso: Ver en uno y en todo lo mismo  En el paso once, la forma y su complemento son abarcados en el sistema mayor64. Este paso doce invita a recrear el paso anterior dirigiendo la mirada a la parte y al todo, el uno puede ser un árbol, o  también puedo ver  lo que esté a mi alrededor y el  todo  la estructura  total. Hay una suerte de descanso en  la amplitud  total;  como si el abanico que ha ido abriéndose paulatinamente ha logrado ya su apertura, en donde el inicio se encuentra con el final fundiéndose indiferenciadamente. La mirada puede ir a cualquier parte  pero  el  transfondo  que  la  incluye  ‘está  siempre  ahí’,  acompañando  como presencia y como co‐presencia, dando una textura, un tono, algo imposible de nombrar, de describir, de atrapar pues la profundidad es insondable. 

Y ¿qué es lo que veo en uno y en todo? pues lo que es y lo que no es, con el registro de la estructura en lo micro y en lo macro, en un átomo como en el universo, un ejemplo de ello  es  la  teoría  del  holograma65  que  considera  que  la  totalidad  está  presente  en  la  63 Cf., Pequeño Sermón sobre la vacuidad en Majjhima Nikaya, ‘Los sermones medios del Budha’.   64  Edgar Michell,  Biólogo  conocedor  de  la  teoría  cuántica,  tripulante  del  Apolo  14,  lanzado  en  1971, mirando desde la ventanilla de su nave espacial a 200 metros de la superficie lunar nos narra la siguiente experiencia: “era como  un  sentimiento  de  conexión,  como  si  todos  los  planetas  y  todas  las  personas  de  todos  los  tiempos estuvieran vinculados por una trama invisible. La majestuosidad del momento casi me impedía respirar. Parecía haber un enorme campo de fuerza que conectaba a todas las personas, sus intenciones y pensamientos, y a todas las formas de materia inanimada que hubieran existido. El tiempo era una construcción artificial. Todo lo que me habían enseñado sobre el universo parecía estar equivocado. No había accidentes ni intenciones individuales. No era  algo  que  estuviera  comprendiendo  con  la  mente,  sino  un  sentimiento  contundente,  visceral,  como  si  se extendiera  virtualmente por  la  ventanilla hasta  los más  lejanos  confines del  cosmos” Mactaggart,  L., El campo, Sirio, Barcelona, 2006, 34s.  65 En 1947, Dennis Gabor describió el principio del Holograma usando el cálculo diferencial y el cálculo integral de Leibniz. Lo denominó ‘holograma’ combinando los vocablos griegos holo total y grama imagen o mensaje. En 1965, gracias a la invención del rayo láser, Emmeth Keith y Juris Upatnicks pudieron realizar lo que Gabor dejó en teoría. El holograma tiene de particular que, a partir de un fragmento de la placa, es posible reproducir la imagen total del objeto. Lo más sorprendente de la holografía es que si se rompiera o arrancara un fragmento, la imagen que  contiene  esa  pequeña  parte  es  la  de  toda  la  foto.  Esto  lleva  a  preguntarnos:  ¿Qué  sucede  en  la  placa  que 

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parte. Se comprende que esa estructura organizadora última está presente en todo y en cada  caso particular  se  refiere  al  Ser  como a  los  entes.  Todo y  cada  cosa pueden  ser reducidas  a  esa  ‘substancialidad  esencial’.  En  lo  mínimo  y  en  lo  máximo,  en  lo particular y en lo general, en lo externo y en lo interno existe la misma substancialidad que es la estructura total. En el ámbito mayor está la estructura, en la más pequeña o particular entidad está la estructura total manifiesta. Se experimenta que el ‘mundo’ y por consiguiente uno mismo y cada cosa son en su raíz, más allá de la variabilidad de los fenómenos que se perciben, lo mismo.  

Es ‘registrar’ que la manifestación de todo el universo, de la mente, del átomo y de las galaxias  es  en  esencia  la  misma  substancia.  O  que  todo  estuviera  constituido esencialmente por la misma substancia, no obstante la diversidad de los fenómenos, las características accidentales que los fenómenos van teniendo en su evolución. Es como si esencialmente y en última reducción se tratara de lo mismo. Así entonces, desaparece la eparación o diferenciación entre el yo y las cosas, lo que se manifiesta es la unidad, se s Uno con Todo. se Ejercicios de aproximación y apoyo   El trabajo consiste en registrar lo que se ha logrado en el paso anterior, es decir, ver lo que es y lo que no es como lo mismo como totalidad expandiéndola o contrayéndola en la dirección que se quiera pero sin punto de localización del observador. El observador ya ha perdido su punto de localización, es uno con todo. En el esfuerzo por expandir esa structura  total que contiene  lo que es y  lo que no es se experimenta  la ampliación o oncentración de la conciencia.  ec    Nota Aquí  terminan  estas  extraordinarias  experiencias.  Es  un  modo  de  meditar  sobre  el funcionar mental, sobre encadenamiento de las representaciones y las alternativas que se presentan en cada caso; sobre aquello que aparece ante mí, provenga de lo externo o de lo interno. Es una reflexión sobre los fenómenos de la conciencia que sin sospecharlo siempre están actuando y que para observarlo hay que atender de una manera especial. Esta reflexión nos lleva a la abstracción máxima, a la vivencia de lo profundo en donde 

 

produce  este  efecto  donde  todas  las  ‘partes’  contienen  el  todo?  David  Bohm  considera  que  la  placa  es simplemente una versión momentánea y congelada de  lo que ocurre en una escala  infinitamente más vasta en cada  región  del  espacio  en  todo  el  universo.  Un  universo  holográfico  e  infinito  en  donde  cada  región  es  una perspectiva diferente, pero cada cual lo contiene todo. 

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lo  que  es  y  lo  que  no  es  se  registra  como  lo mismo66.  Aquí  se  está  experimentando, registrando,  no  se  está  hablando  de  una  sofisticada  reducción  teórica,  sino  de  la onciencia que ha trascendido los condicionamientos de origen,  los condicionamientos 

do máscde la especie, que ha i  allá de la forma mental.   Aquella  situación  de  ‘asfixia’  de  la  segunda  cuaterna  puede  encontrar  la  salida  en  la ercera cuaterna si al trabajar con perfección en estos pasos se llega a la experiencia de tlas estructuras universales. Al lograrlo aparece otra realidad.  Cabe  anotar  que  la  disciplina  mental  es  la  única  de  las  cuatro  disciplinas  que  no requiere de ‘artificios’ o ‘procedimientos externos’ del operador para su realización. En lo mental  lo que se observa son  los mecanismos que ya están en  la conciencia. En  las demás disciplinas hay que recurrir a procedimientos externos al habitual funcionar de la conciencia, ya sea mediante sustancias, como en el caso de la disciplina material, que gracias a una fuerte alegorización generada por el trabajo con elementos químicos, hace que  resuene  el  operador  con  un  argumento  de  transformación  que  va  dando  los indicadores  en  el  proceso. O  en  la  disciplina  energética  que  trabaja  en  la  generación, desplazamiento y transformación de la energía psicofísica, pero esta forma de proceder no  es  la  habitual  en  un  ser  humano,  o  si  lo  es,  se  da  de  forma muy  leve,  por  ello  se equiere de técnicas de expansión concentración, subidas y bajadas de la energía para rproducir cambios importantes.   A su vez, en la disciplina morfológica se trabaja con representaciones en las que se está incluido,  se  trabaja  con  la  especialidad de  la  conciencia,  con  continente  y  contenidos, pero en sí es algo no corriente sino generado por el operador, no es el funcionamiento habitual de la conciencia. En la disciplina mental se observan los mecanismos mentales, no  se  hacen  cosas  diferentes  a  su  funcionar,  lo  que  se  varía  es  la  profundidad  de  los actos y los giros atencionales a medida que se avanza. Por ello también es la única que puede  operar  con  los  pasos  del modo  que  se  quiera,  aleatoriamente,  de  ida  y  vuelta, precisamente porque se observa lo que ya está ahí, no es algo externo a la conciencia.  Los pasos en forma secuencial  Éste es un método de  recreación de  los  registros de  todos  los pasos. Los procesos de ‘ida’  y  ‘vuelta’  permiten  desestructurar  la  secuencia,  independizar  cada  paso  de  los antecedentes o los consecuentes. Es muy interesante ese descondicionamiento, podría también ser un buen entrenamiento para entrar en la disciplina. Con estos pasos de ida y vuelta y algunas consideraciones, se está en condiciones mínimas de preguntar (desde 

66  “Plotino el platónico demuestra por medio de  los  capullos en  flor y de  las hojas de  los árboles que del Dios Supremo, cuya belleza es invisible e inefable, la Providencia llega hasta las cosas de esta tierra. Señala que éstos frágiles y mortales objetos no podrían estar dotados de una belleza tan inmaculada y tan exquisitamente forjada si  no  emanaran  de  la Divinidad,  que  impregna  infinitamente  todas  las  cosas  con  su  invisible  hermosura”.  San Agustín, La ciudad de Dios. Citado por Bateson, G., Espíritu y naturaleza, Amorrortu, Bs. Aires 13.  

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2º‐  os datos son previamente llevados a los sentidos y entregados a la conciencia como percepción. 1º‐  Fuera  de  la  conciencia,  de  su  estructura,  de  su  memoria  y  de  la  percepción‐

la experiencia directa) por el mundo.  Sec encia de 1º a 12º, visión de ida y vuelta. u Ida:  1º‐ Se atiende a los objetos externos por distintos sentidos (ensueño). 2º‐ Se deja el objeto y se evidenció una sensación‐percepción (identificación). 

e3º‐ Se divide entre percepción y organización de  la conciencia, apoyándose o no  n  la representación (diversas organizaciones dan distintas ilusiones). 4º‐  En  la  memoria  se  descubren  grabaciones  y  actualizaciones  continuas  para reconocer objetos (comprensión). 

emoria,  es  experimentada 5º‐ La  intencionalidad,  tanto de  la  conciencia  como de  la mcomo ‘una tendencia’ (forma mental). 

). )

6º‐ Mediante la tendencia se estructuran actos con objetos (determinismo7º‐ Este encadenamiento es permanente (determinismo de la conciencia . 

mundo,  actos  con  jetos, 8º‐  Este  encadenamiento  es  común  a  la  conciencia  y  al  ob

tural). objetos entre sí (conciencia­mundo, inter­subjetividad). 

ito estruc9º‐ Acto‐objeto, conciencia‐mundo, es ‘movimiento‐forma’ (ámb10º‐ Lo que no es acto‐objeto es completamente co‐relativo al acto‐objeto. 11º‐ Acto‐objeto y su complemento, son una misma estructura. 2º‐  Esta  misma  estructura  es  válida  para  todo,  común  a  todo,  macroscópico  o icroscópico. 

1m Vuelta: 

e del paso 12 al 11, de ahí al 10 y así siguiendo hasta el 1.   También puede intentars 12º‐ La estructura total. 11º‐ En esta aparecen los ámbitos de lo que es y de lo que no es. 10º‐ Lo que no es aparece como un vacío o complemento de lo que es. 

an. 9º‐ Lo que es aparece como el movimiento‐forma, conciencia‐mundo. 

 relacion. 

8º‐ El mundo se ve percibido continuamente por la conciencia. Se7º‐ Tal relación se hace posible por la permanencia del encadenamiento6º‐ La relación acto‐objeto es una cadena continua e indisoluble. 5º‐ La Tendencia de la conciencia hacia objetos es constante actividad. 4º‐  La  conciencia  tiene  tres  tiempos:  pasado,  presente  y  futuro.  Esto  gracias  a  la memoria. De otro modo sería un presente plano sin recuerdo ni futuro. 3º‐ La conciencia es en sí una estructura, pero además tiene capacidad de estructurar, capacidad de organizar los datos que le llegan. 

L  

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sensación  está  la  exterioridad,  llena  de  objetos  y  fenómenos,  interesantes  para  ser atendidos.  También si se quisiera podrían hacerse los pasos de forma secuencial, de ida y vuelta o de  forma aleatoria  y  veloz,  puede hacerse  cada uno durante dos minutos,  un minuto, treinta segundos, uno tras otro, recreando registros, o si es el caso producir el registro de un paso de  forma  inmediata  sin  la  secuencia de  los  anteriores. En  realidad  lo que mporta es  lograr  la habilidad de producir el  registro del paso doce, que  los  incluye a odos, de forma inmediata y cada vez más profunda. it  

 

E

 

l Examen de Obra 

1­ Puesta en el contexto histórico grecorromano del examen de obra y la ascesis 

Los arquitectos cuando terminan una obra, si el contratante no se ha enterado previamente de los  detalles  de  la misma,  hacen una presentación  formal  en donde  explican  los  tiempos,  los costos, los materiales utilizados, su funcionalidad y demás aspectos que consideren adecuados. Comentan acerca de los ajustes, la coincidencia entre el proyecto y el resultado final. En el caso de la disciplina se hace algo similar. A esto se lo ha llamado el examen de obra, el objetivo de 

as dicho  examen  es  cerrar  adecuadamente  un  largo  y  dispendioso  proceso.  Las  experiencidescritas en la bitácora van a ser de gran utilidad.  Antes  de  avanzar  en  el  tema,  vamos  a  poner  en  contexto  el  tema  del  examen  de  obra  y  la ascesis  en  la  tradición  griega  y  romana  de  donde  se  derivan  estas  expresiones,  aunque  la tradición como tal sea mucho más antigua. Para ello vamos a tomar como punto de referencia La  hermenéutica  del  sujeto  de  Michel  Foucault  en  donde  él  investiga  las  prácticas  de transformación  en  el  mundo  grecorromano.  El  conjunto  de  técnicas  o  prácticas  se  podrían denominar epimeleia heautou o  inquietud de sí, que designa precisamente el conjunto de  las condiciones  de  espiritualidad,  el  conjunto  de  transformaciones  de  sí  mismo  que  son  la condición necesaria para que se pueda  tener acceso a  la verdad67. Algunas de  las diferentes significaciones de la noción de epimeleia heautou en los griegos son expuestas así: en primer lugar,  es  un  estilo  general,  una manera  determinada  de  considerar  las  cosas,  de  estar  en  el mundo, realizar acciones, tener relaciones con el prójimo; la epimeleia heautou es una actitud con respecto a sí mismo, con respecto a los otros, con respecto al mundo; en segundo lugar, la epimeleia heautou es también una manera de atención de la mirada. Preocuparse por sí mismo implica convertir la mirada. Trasladar la mirada, desde el interior a los otros, al mundo, hacia ‘uno mismo’. La inquietud de sí mismo implica cierta manera de prestar atención a lo que se iente, se piensa y lo que sucede con los pensamientos.  s En tercer lugar, la noción de epimeleia no designa simplemente esa actitud general o forma de atención  volcada  hacia  uno mismo.  La  epimeleia  también  designa una  serie  de  acciones  que 

67 La noción de verdad en la terminología de este texto sería equivalente al contacto con los ‘espacios profundos’. 

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uno  ejerce  sobre  uno,  por  las  cuales  se  hace  cargo  de  sí mismo,  se modifica,  se  purifica,  se transforma y transfigura. Por ejemplo, las técnicas de meditación, de memorización, de examen de  conciencia,  de  verificación  o  ser  consciente  de  las  representaciones  a  medida  que  se presentan a la mente68.  

Hay que preocuparse por sí mismo, pero… Ésa es la razón por la cual Sócrates dice eso, pero lo embargó  un  poco  la  duda.  Se  detiene  un  instante  y  prosigue:  esta muy  bien  ocuparse  de  sí mismo, pero se corre el riesgo de engañarse. Se corre el gran riesgo de no saber muy bien qué hacer cuando uno quiere ocuparse de sí mismo y, en vez de obedecer a ciegas ese principio es preciso preguntar ¿qué es ocuparse de sí mismo? Es ocuparse del alma; pues que soy yo sino mi  alma.  Ocuparse  de  sí  mismo  en  realidad  quiere  designar  no  una  relación  instrumental determinada con el resto del mundo o el cuerpo sino, sobre todo,  la posición de algún modo singular,  trascendente del  sujeto con respecto a  lo que  lo  rodea, a  los objetos que  tiene a  su disposición, pero  también a  los otros con  los cuales está en relación con su propio cuerpo, y por último y lo más importante a sí mismo.   

Para conocerse hay que replegarse sobre sí mismo, hay que apartarse de las sensaciones que nos  engañan,  hay  que  fijar  el  alma  en  una  inmovilidad  que  no  permita  la  influencia  de  los acontecimientos exteriores pues el alma sólo se verá a sí misma al dirigir  la mirada hacia un elemento que  sea de  su misma naturaleza y más precisamente al  aplicar el principio mismo que constituye su naturaleza. [Ver siempre desde los registros y sólo desde ahí y no desde otro 

ar].  lug La epimeleia heautou es una forma general de ‘espiritualidad’, es el camino para conocerse a sí mismo y  así  también para  conocer  la  verdad  sobre  sí.  Podríamos  llamar  ‘espiritualidad’  a  la búsqueda,  la  práctica  y  las  experiencias  por  las  cuales  el  sujeto  efectúa  en  sí  mismo  las transformaciones  necesarias  para  tener  acceso  a  la  verdad.  La  espiritualidad  postula  que  la verdad nunca se da al sujeto con pleno derecho. La espiritualidad postula que, en tanto tal, el sujeto no tiene derecho, no goza de la capacidad de tener acceso ‘directo’ a la verdad. Postula que  la  verdad no  se  da  al  sujeto  por  un mero  acto  de  conocimiento  que  esté  fundado  y  sea legitimado por él antes de ser transformado. Postula que es preciso que el sujeto se modifique, se transforme, se desplace, se convierta, en cierta medida y hasta cierto punto, en distinto de sí mismo para tener acceso a la verdad. La verdad solo es dada al sujeto a un precio que pone en juego el ser mismo de éste. No puede haber verdad sin una conversión o una transformación del sujeto69.  Es

a conversión puede hacerse con un movimiento mental que arranca al sujeto de su estatus y su  condición  actual, movimiento  de  ascensión  del  sujeto mismo;  movimiento  por  el  cual,  al contrario,  la verdad  llega a él y  lo  ilumina. Hay además otra gran  forma por  la cual el sujeto puede y debe transformarse para poder tener acceso a la verdad: es un trabajo de sí sobre sí mismo, una elaboración de sí sobre sí, una  transformación progresiva de sí mismo de  la que uno es responsable, es una prolongada labor que es la de la ascesis o askesis como se escribía en griego.   

. La Hermenéutica del Sujeto, 28s.  68 Cf., Foucault, M69 Cf., Ibíd., 33s.  

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La ascesis es un ejercicio sobre sí mismo, en sí es una practica de la verdad. Para los griegos y los romanos las relaciones entre sujeto y práctica consisten en saber en qué medida el hecho de conocer la verdad, decir la verdad, practicar y ejercer la verdad, puede permitir al sujeto no solo actuar como debe hacerlo sino ser como debe y quiere ser. El objetivo de la ascesis en la antigüedad  es  sin  duda  la  constitución  de  una  relación  plena,  consumada  y  completa  de  sí consigo mismo70.   La  espiritualidad  también  postula  que  el  acceso  a  la  verdad  produce,  cuando  está concretamente  abierta,  efectos  que  son  por  supuesto,  la  consecuencia  del  rumbo  espiritual tomado  por  alcanzarla,  pero  al  mismo  tiempo  algo  muy  distinto  y  mucho  más,  efectos  de ‘contragolpe’ de la verdad sobre el sujeto. La verdad es lo que ilumina al sujeto, la verdad es la que  da  la  bienaventuranza,  la  verdad  es  lo  que  ‘da  la  tranquilidad  del  alma’.  Para  la espiritualidad, un acto de conocimiento jamás podría, en sí mismo y por sí mismo, lograr dar cceso  a  la  verdad  si  no  fuera  preparado,  acompañado,  duplicado,  consumado  por  cierta ransformación del sujeto, no del individuo sino del sujeto mismo en su ser de sujetoat 71.  2­ La Nivelación  Lo primero que se solicita es hacer una síntesis de  los registros y experiencias  tenidos en  la nivelación. Es decir, el paisaje de formación, la biografía, el núcleo de ensueño, las experiencias guiadas,  las  comprensiones más  significativas  sobre  la  propia  existencia72.  No  es  necesario rescatar  todo  el  material  trabajado,  sino  ahora  desde  la  ‘nueva  mirada’,  luego  de  hacer  la disciplina, anotar en qué situación se encuentra uno. Si ya se  han resuelto  las  interferencias básicas  o  fugas  energéticas,  que  se  han  llamado  genéricamente  contradicciones.  En  este momento habría que preguntarse honestamente si se está en condiciones de seguir adelante o si  hay  todavía  algunas  cosas  de  la  nivelación  que  deban  ser  tratadas  nuevamente  durante algún  tiempo.  Aquí  no  hay  problemas  de  tiempo,  lo  importante  es  ir  seguro  en  el  camino haciendo  las  cosas  como  deben  hacerse  para  poder  avanzar  y  no  quedar  dando  vueltas  en algunos pasos o específicamente en la ascesis.  

3­ La Disciplina 

Conforme con  las anotaciones hechas durante  las rutinas del proceso disciplinario, anotadas en la bitácora se puede hacer una descripción sencilla y ordenada de la experiencia paso por paso,  cuaterna  por  cuaterna  y  del  proceso  completo. No  es  que  en  este momento  se  vaya  a hacer algo distinto a lo experimentado y anotado, no es hacer una tarea de la cual no se tienen antecedentes  previos,  eso  no  sería  adecuado,  sería  como  escribir  una  historia  fantástica  de alguien  parecido  a mí;  no,  es  un  trabajo  individual  que  va  requerir  aplicación.  Luego  de  la disciplina el sujeto describe la rutina, el tiempo, la manera como la realizaba, el contexto en el cual se hizo, los registros y demás experiencias realmente significativas. Para ello se va a tener en cuenta lo siguiente: 3.1­ Registros,  es decir,  la vivencia que permite alcanzar  la  certeza definitiva y unívoca del paso en cuestión para pasar al siguiente. Se había mencionado que en la disciplina mental los 

70 Cf., Ibíd., 305ss.  71 Cf., Ibíd., 34s. 72 Para personas que no tengan el contexto de estas expresiones ver Autoliberación de Luis Amman. 

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3.5­ Al final, se hace un resumen y una síntesis de cada paso, destacando sus características, la importancia que  tuvo para mí. Las observaciones que consideré  importantes. Algunos pasos posiblemente  fueron  más  sencillos  de  hacer,  otros  más  complicados,  algunos  o  alguno  me producía  un  significativo  registro,  otros  no  tanto;  incluso puede haber  un paso que  se  haya convertido en favorito para darme una ‘fuerte conexión’. Posteriormente se procede a hacer lo propio con cada cuaterna y después con el proceso disciplinario completo. 

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pasos  estaban  diseñados  de  tal  manera  que  al  lograr  hacer  un  paso  de  forma  adecuada  se pasaba  al  siguiente,  esto  es  evidente  en el  proceso  si  se ha  tenido pulcritud,  permanencia  y tono.  Lo  más  importante  es  hacer  la  descripción  de  forma  precisa,  teniendo  en  cuenta solamente lo fundamental, dejando de lado lo accesorio de tal forma que quien, escuche o lea el  examen  tenga  la  experiencia,  entre  en  contacto  con  lo  que  se  está  describiendo  y  no  con anécdotas aisladas que solamente interesan al que las vivió. 3.2­ Impedimentos, en el desarrollo del proceso fueron apareciendo distintas dificultades, la más evidente al comienzo es el darse cuenta que no se tiene un ámbito interno de trabajo; esto es comprensible pues no se estaba habituado a sentarse, disponerse y durar una determinada cantidad de tiempo en una actitud pasiva, contemplativa, día a día, mes a mes. A su vez, cada paso debió generar problemas específicos del cuerpo, de tiempo, de la disposición atencional, o  del  paso  en  cuestión,  también  se  debió  producir  la  sensación  de  haber  superado  los contratiempos, an to ar cómo se logró ir más allá de los impedimentos y las formas descubiertas para resolverlos.  3.3­  Indicadores,  rescatar  observaciones  significativas  sobre  sueños,  ocurrencias,  estados internos  y  conductas.  Es  claro  que  al  realizar  el  trabajo  con  la  disciplina  se  van  a  producir variaciones, alteraciones en la  interpretación de muchas cosas. Los sueños van a tomar otras características,  se  va  a  hacer  más  abundantes,  o  se  van  a  producir  de  una  forma  ‘nueva’, diferente a la habitual. Nuevas perspectivas se dan en relación con el cuerpo, la propia vida, las demás personas cercanas o  lejanas, de  la sociedad, es un discurrir que se puede notar como diferente  al  habitual,  es  como  si  una  experiencia  francamente  ‘nueva’  se  estuviera manifestando.  Lo  mismo  puede  mencionarse  de  los  estados  internos,  el  tono  interno  va  a cambiar  positivamente,  tendiendo  a  ser  permanente.  También  puede  darse  en  algunas personas, el caso del incremento o agudización de un estado de malestar o de enfermedad o la mejoría de algo que se había arrastrado desde tiempo atrás. La conducta es un gran indicador de los ‘avances’ en el proceso, actitudes y respuestas tanto interna como externamente que se daban anteriormente ahora no ocurren, hay algo diferente en el comportamiento. Todas esas cosas y muchas más es la que hay que describirlas aquí. 3.4­  Comprensiones,  aquello  que  en  general  se  devela  como  verdad  profunda,  como significado  esencial  dador  de  sentido.  Durante  el  proceso  seguramente  afloraron  muchas comprensiones de distinto  tipo, unas acerca de  temas  cotidianos,  laborales,  familiares, otras más  profundas  que  llevaron  a  sentir,  a  interpretar,  a  pensar  de  forma  diferente,  algo  que definitivamente nos puso en una situación diferente previa al proceso disciplinar. Expresiones como ya no soy el mismo de antes, mi vida ha cambiado notablemente, me siento diferente en todo,  ya  tengo un  ‘propósito’  en  la vida;  algo algunas veces no muy notable para otros pero para mí  es  tremendamente  significativo.  Eso  precisamente  hay  que  describirlo,  cada  uno  lo hará  de  la  forma  que  considere  adecuada,  es  algo  extremadamente  individual,  algo  muy personal.  

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Cada paso y cada cuaterna nos llevó a centrar la mente en un determinado aspecto, desde lo más  específico  hasta  la  estructura  total,  en  cada  uno  de  ellos  se  nos  han  dado ‘descubrimientos’, certezas. Al final del proceso, cuando se ha logrado tener registro del paso doce habrá muchas cosas que comentar. Así como al final de la nivelación se experimentó un gran alivio, como una suerte de renacimiento, al final de la disciplina se experimenta algo muy notable,  pues  ha  tenido  que  ver  con  el  contacto  con  los  espacios  profundos,  esto  debe  ser descrito en el examen de obra.  Es esencialmente una auto evaluación de  los resultados de  la obra realizada, aunque es muy enriquecedor  compartir  con  otras  personas  esta  gran  experiencia.  No  tiene  un  número  de páginas determinadas, un estilo específico, hay unos parámetros que se han descrito, cada uno verá como llevar a cabo esto. El cierre adecuado del proceso facilitará una etapa posterior en donde ya no se va a hacer la disciplina, hay una suerte de liberación de las rutinas y los pasos recedentes, es lo que se ha llamado la ascesis.  p 

Breve comentario sobre la ascesis en relación con el proceso disciplinario  Terminada  la  disciplina  y  presentado  el  examen  de  obra  se  realiza  el  trabajo  de  ascesis.  El material  básico  para  el  inicio  de  ésta  son  los  registros más  significativos  de  los  tres  pasos finales del proceso. Es un  trabajo muy personal que ya no opera con rutinas ni  tiempos.   Es importante perfeccionar, profundizar al máximo los registros de  los últimos tres pasos de  la tercera  cuaterna.  Sin  estos  elementos,  que  se  van  a  convertir  en  parte  del  transfondo  de  la xperiencia,  no  se  tiene  el  apoyo  para  realizar  la  ascesis.  En  ella  lo  que  se  busca  es  la etransformación de la ‘forma’ de la experiencia interna.  La disciplina, con sus registros e indicadores, lo que ha ido formando es una nueva estructura mental  que  tiene  como  punto  de  referencia  aquellas  experiencias  extraordinarias  que  se uvieron en los últimos pasos. Si eso no apareció habría que replantear el asunto y mirar que tha estado errado en el proceso que se llevó a cabo.   La ascesis  no  es  una  prolongación  de  la  disciplina,  es  un  trabajo  profundo  que  opera  como transfondo mental. Es un camino para  toda  la vida, es algo que  siempre está presente y que nos liga con un Propósito permanente u ocasional que hayamos fijado. La ascesis es dinámica, los  límites de ésta deben ser superados constantemente. Tienen que  ir cambiando a medida que resulten insuficientes. Cuando se implementa la ascesis se pone adelante lo que se quiere lograr. Sin duda el propósito tiene que ver con el acercamiento, la profundización e inmersión en los espacios profundos. Por ello los registros de la disciplina son tan importantes, pues ellos han creado un transfondo y nos han puesto en contacto con esos espacios. Ahora el propósito stá puesto en la búsqueda de los espacios profundos y eso se va a convertir en una intención ofunda que va a servir de dirección menta en la vida. 

epr     

 

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73 Algunos textos en la bibliografía, especialmente las charlas de Silo, aparecen sin referencia, no se encontraron los datos del año y del lugar. 74  Cabe  anotar  que  los  textos  de H.  Van Doren,  que  es  el  pseudónimo  de  un  chileno  que  desde  hace  bastante tiempo no  está  en  la  Escuela,  son  en  su  totalidad de  Silo,  seguramente  en  ese momento  [década del  60  y  70], dadas  las  condiciones  políticas  en  Argentina,  resultaba  más  conveniente  editar  el  Chile  con  otro  nombre.  Lo mismo podría decirse de otros textos, que a su vez son de Silo, publicados en la década del 80: El informe Tokarev de Salvatore Puledda y Autoliberación de Luis Amman. 

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