Pedro Gregorio Echeandía

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ALBARELO 20 Cuando se dice que la Farmacia es la madre de muchas ciencias , en ocasiones parece una generalización injustificada o una simple muestra de “autohome-naje” a nuestra profesión. V amos a ver el caso de un gran científico, que cultivó hasta su máxima expresión la botánica junto con la farmacia. Es justo que rindamos memoria desde estas páginas a este sabio pamplonés , casi completamente olvidado por sus paisanos y también por nosotros, sus colegas. Pedro Gregorio Echeandía Jiménez (en algunos autores Echandía) nació en Pamplona el 4 de enero de 1746, hijo de Pedro Fermín y de María Ángela. Recibió una muy cuidada educación en la que se incluyeron estudios de filosofía, latín, griego, francés, italiano y teología (gracias a un tío suyo que era canónigo en la Catedral), aparte de los relacionados con nuestra profesión. Fue miembro del Colegio de San Cosme y San Damián de Pamplona e hizo probablemente su examen de boticario en Pamplona, aunque todavía no ha sido hallado el documento correspondiente. CATEDRÁTICO DE BOTÁNICA En 1772 , por razones aú n no aclaradas , justo después de hacer su examen de boticario con 2 5 añ os , se traslada a Z aragoza, abriendo una botica en la calle San Pablo (nú mero 15 4) y pasando a pertenecer al Colegio de B oticarios de dicha ciudad. Es importante comentar que en aquel momento, el nú mero de boticas de la ciudad de Z aragoza estaba limitado a ocho. A llí ejerce su profesión y comienza a estudiar en profundidad diversos aspectos relacionados con la B otánica, ciencia que centra casi toda su actividad. A l dar el rey Carlos III la orden de que se organizasen estudios de Q uímica, B otánica y Farmacia en Z aragoza, Echeandía es nombrado en 179 6 catedrático de B otánica. En esta fecha es, además de boticario, alcalde examinador del Colegio de farmacéuticos de Z aragoza, visitador de boticas del Reino de A ragón, socio correspondiente de los J ardines B otánicos de Madrid y Montpellier, socio emérito de la Real Sociedad A ragonesa de A migos del País, Miembro de la Real Sociedad Económica de Sevilla y presidente de Colegio de Farmacéuticos de Z aragoza. Fundó y organizó el J ardín botánico de Z aragoza en unos terrenos cedidos por F rancisco O tano, colega boticario de Z aragoza, uno de sus colaboradores más estrechos durante su vida y con la colaboración económica de Ju an A ntonio H erná ndez de L arrea, deán de la Catedral de Z aragoza y posteriormente, arzobispo de Valladolid. C arlos A danero O slé. B oticario [email protected] Nu e stro s fa rm acéuticos: Pedro G regorio Echeandía Jiménez (1746-18 17) Busto del farmacéutico pamplonés situado en la Universidad de Zaragoza

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Vida y obra del gran farmacéutico pamplonés Pedro Echeandía, que alcanzó fama y renombre en Zaragoza.

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A L B A R E L O 2 0

Cuando se dice que la Farmacia es la madre de muchas ciencias , en ocasiones parece una generalización injustificada o una simple muestra de “autohome-naje” a nuestra profesión. V amos a ver el caso de un gran científico, que cultivó hasta su máxima expresión la botánica junto con la farmacia. Es justo que rindamos memoria desde estas páginas a este sabio pamplonés , casi completamente olvidado por sus paisanos y también por nosotros, sus colegas.

Pedro Gregorio Echeandía Jiménez (en algunos autores Echandía) nació en Pamplona el 4 de enero de 1746, hijo de Pedro Fermín y de María Ángela. Recibió una muy cuidada educación en la que se incluyeron estudios de filosofía, latín, griego, francés, italiano y teología (gracias a un tío suyo que era canónigo en la Catedral), aparte de los relacionados con nuestra profesión.

Fue miembro del Colegio de San Cosme y San Damián de Pamplona e hizo probablemente su examen de boticario en Pamplona, aunque todavía no ha sido hallado el documento correspondiente.

CATEDRÁTICO DE BOTÁNICA En 1772 , por razones aú n no aclaradas , justo después de hacer su examen de boticario con 2 5 añ os , se traslada a Z aragoza, abriendo una botica en la calle San Pablo (nú mero 15 4) y pasando a pertenecer al Colegio de B oticarios de dicha ciudad. Es importante comentar que en aquel momento, el nú mero de boticas de la ciudad de Z aragoza estaba limitado a ocho.

A llí ejerce su profesión y comienza a estudiar en profundidad diversos aspectos relacionados con la B otánica, ciencia que centra casi toda su actividad.

A l dar el rey Carlos III la orden de que se organizasen estudios de Q uímica, B otánica y Farmacia en Z aragoza, Echeandía es nombrado en 179 6 catedrático de B otánica.

En esta fecha es, además de boticario, alcalde examinador del Colegio de farmacéuticos de Z aragoza, visitador de boticas del Reino de A ragón, socio correspondiente de los Jardines B otánicos de Madrid y Montpellier, socio emérito de la Real Sociedad A ragonesa de A migos del País, Miembro de la Real Sociedad Económica de Sevilla y presidente de Colegio de Farmacéuticos de Z aragoza.

Fundó y organizó el Jardín botánico de Z aragoza en unos terrenos cedidos por F rancisco O tano, colega boticario de Z aragoza, uno de sus colaboradores más estrechos durante su vida y con la colaboración económica de Ju an A ntonio H erná ndez de L arrea, deán de la Catedral de Z aragoza y posteriormente, arzobispo de Valladolid.

C arlos A danero O slé. B [email protected]

Nu e stro s fa rm a c é u tic o s:Pedro G regorio Echeandía Jiménez (1746-18 17)

Busto del farmacéutico pamplonés situado en la Universidad de Zaragoza

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ENS AY OS DE CU L TIV OS AG RÍCOL ASEn estos añ os comenzó un conjunto de ensayos de cultivos en la zona de Z aragoza para darle una utilidad económica a sus estudios que redundase en la riqueza de sus habitantes. A parte de los estudios sobre el cacahuete y el sésamo, se dedica al estudio del cultivo de la patata que ya había extendido en Francia el boticario Parmentier. Conocemos además que hizo diferentes estudios sobre las variedades del trigo y su adaptación para la agricultura en la zona de Z aragoza.

Se tienen datos de una ingente obra a los largo de sus añ os como catedrático y como boticario, pero casi toda esta documentación desapareció en la tremenda explosión expe-rimentada por el local en el que se encontraba el 2 7 de junio de 18 0 8 y la que no fue destruida, fue objeto de la desidia de sus conciudadanos, que no alcanzaron a comprender la magnitud de la obra de este navarro. Para hacernos una idea, parte de su mayor obra, la Flora cesaraugustana, fue recogida en Sangü esa y se usaba como papel para envolver en los comercios segú n da fe uno de sus discípulos , llamado R u -desindo L ozano. N o obstante, en la reconstrucción que los historiadores han podido hacer sabemos que escribió: Ensayo para la recolección de la patata , cuyo objetivo era la mejora del rendimiento de los cultivos de este tubérculo.

Memoria sobre el maní americano, cacahuete para los es-pañoles y Arachis Hypogaea de Linneo, del añ o 18 0 0 , del que se conserva algú n ejemplar.

Flora cesaraugustana , parte de la cual fue publicada muchos añ os después de la muerte de su autor, en 18 61, por el farmacéutico M anu el Pardo B artolini en el Colegio de Farmacéuticos de Madrid utilizando fragmentos originales y otros datos que se conservaban. Esta es su obra cumbre. Se estudian las características de más de novecientas especies de la zona de Z aragoza.

Para hacernos una idea de la profundidad de la obra, Echeandía estudia las características de más 9 3 0 especies de la zona

de Z aragoza, de las cuales no menos de diez no habían sido descritas con anterioridad mientras que el gran botánico L inneo, cuyos sistemas taxonómicos seguía don Pedro G regorio, estudia 12 9 2 de todo un país como Suecia en su Chloris Suecica.

C hiarlone y M allaina informan de la existencia de dos obras más, Comentarios a la materia médica de Cullen y Sinonimia botánica. A mbas parecen desaparecidas por razón de que todas sus pertenencias fueron subastadas, pues tan insigne sabio ilustrado murió en la miseria y con mú ltiples deudas y sus posesiones tuvieron que ser subastadas para poder pagarlas.

Pedro G regorio de Echeandía falleció en Z aragoza el 18 de julio de 18 17.

El ilustre botánico C as imiro Gó mez O rtega le dedicó el género Echeandía.

B ib liografía recomendadaH istoria d e la F armacia. C h iarlone y M allaina. 1 8 6 5 . M ad rid .

*D eb o agrad ecer encarecid amente a los lectores d e la R ev ista A lb arelo el interé s q ue h an mostrad o por esta secció n. S u aliento me anima a continuar con renov ad o entusiasmo en mi lab or d e d ar motiv os para amar nuestra profesió n.

Limpieza de sangre de Pedro Antonio de ViñaburuEcheandia florescens

U N PA M PL O N É S R EC O N O C ID O S Ó L O EN Z A R A GO Z AEn la ciudad de Z aragoza tiene una calle dedicada a su memoria, muy cerca de donde tuvo su botica. En el edificio de rectorado de la U niversidad de Z aragoza y en el Jardín B otánico de Z aragoza existen varios bustos de Echeandía.En Pamplona, su ciudad natal, (nadie es profeta en su tierra) no existe referencia alguna a Echeandía, como no existe la de ningú n farmacéutico, ni siquiera a la profesión o a sus asociaciones históricas como el Colegio de San Cosme y San Damián. A provecho estas páginas para pedir un reconocimiento pú blico en forma de calle para nuestra profesión y sus miembros más destacados. L a farmacia como profesión, nuestro gran farmacéutico del X VII Miguel Martínez de L eache, Pedro de Viñ aburu, Pedro Echeandía y Juan José T afalla N avascués serían entre algunos otros, claros candidatos a tener una calle en su ciudad.

Plantago maior echeandia