Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

8
Tiempo Ordinario. La felicidad del cielo es para los que han sabido ser felices en la tierra. a Lectura Lecturade la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,12-22): Salmo Responsorial: Salmo Responsorial: Salmo: 84,9ab-10.11-12.13-14 R/. Dios anuncia la paz a su pueblo angelio: angelio: san Lucas (12,35-38): tor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

description

Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí, una ocasión para aprovechar más inteligentemente el tiempo que se nos queda para vivir, lo poco o mucho que sea. Lo importante es recordar que al final de la vida se nos juzgará del amor. Y sólo vale lo que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos. Un abrazo y que Dios nos bendiga. Luis J. Balvín Díaz

Transcript of Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

Page 1: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

Tiempo Ordinario. La felicidad del cielo es para los que han sabido ser felices en la tierra. 

Primera LecturaPrimera Lecturade la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,12-22):Primera LecturaPrimera Lecturade la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,12-22):

Salmo Responsorial:Salmo Responsorial: Salmo: 84,9ab-10.11-12.13-14 R/. Dios anuncia la paz a su pueblo

Evangelio: Evangelio: san Lucas (12,35-38):Evangelio: Evangelio: san Lucas (12,35-38):

Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Page 2: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

Antes no teníais un Mesías, erais extranjeros a la ciudadanía de Israel y ajenos a las instituciones portadoras de la promesa. En el mundo no teníais ni esperanza ni Dios. Ahora, en cambio, estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu. Por lo tanto, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo. Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.

¡Es palabra de Dios! ¡Te alabamos ¡Es palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor!Señor!

Page 3: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

Voy a escuchar lo que dice el Señor:«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»La salvación está ya cerca de sus fieles,y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,la justicia y la paz se besan;la fidelidad brota de la tierra,y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,y nuestra tierra dará su fruto.La justicia marchará ante él,la salvación seguirá sus pasos. R/.

Page 4: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas.

Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.

Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.

Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»

¡Es palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, ¡Es palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!Señor Jesús!

Page 5: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

Señor, creo, confío y te amo sobre todas las cosas. Me acerco a Ti en esta oración para reanimar la fe, para recibir la energía espiritual que mueva mi corazón y que me mantenga en vigilante espera. 

Dios mío, concédeme vivir alerta, de cara a la eternidad, con mi alma limpia, lista para el encuentro definitivo contigo.

Page 6: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

La fe en Dios debe concretarse en nuestro común trabajo por el hombre. Forman parte de esta tarea no sólo estos criterios fundamentales de humanidad sino, sobre todo y de modo concreto, el amor que Jesús nos ha enseñado en la descripción del Juicio Final: el Dios juez nos juzgará según nos hayamos comportado con nuestro prójimo, con los más pequeños de sus hermanos. La disponibilidad para ayudar en las necesidades actuales, más allá del propio ambiente de vida es una obra esencial del cristiano. Esto vale sobre todo en el ámbito de la vida personal de cada uno. Vale también en la comunidad de un pueblo o de un Estado, en la que todos deben hacerse cargo los unos de los otros. Vale para nuestro Continente, en el que estamos llamados a la solidaridad europea. Y, en fin, vale más allá de todas las fronteras: la caridad cristiana exige hoy también nuestro compromiso por la justicia en el mundo entero. Benedicto XVI, 23 de septiembre de 2011.

Page 7: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

El Señor llega de improviso, como un ladrón, para ver si ya hemos construido el Reino que se nos ha revelado. Hablar de reino quiere decir hablar de las riquezas que Dios nos ha dado es decir, de la vida, del bautismo, de la participación de la vida divina a través de la gracia. Nosotros no somos dueños de estas riquezas, pero si administradores que las deben hacer fructificar y ampliar. 

El Señor nos visita en varios momentos de la vida, pero su venida por antonomasia es el encuentro definitivo con Él. El hombre no pude perder la venida del Señor. Esta venida por tanto, exige vigilar. Reflexionar sobre la venida del Señor no nos debería dar miedo sino que nos debería llevar a confiar más en Él. ¡Cómo cambia el sentido de la vida cuando se ve desde este prisma de la fe y confianza en Cristo!

Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí, una ocasión para aprovechar más inteligentemente el tiempo que se nos queda para vivir, lo poco o mucho que sea. Lo importante es recordar que al final de la vida se nos juzgará del amor. Y sólo vale lo que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos. 

Page 8: Pensar en el fin de la vida debe ser, más que una consideración del fin en sí y por sí,

Vivir responsablemente este día, aprovechando mi tiempo, esforzándome por «ganar tiempo al tiempo», para comprometerme más en la nueva evangelización.

Sean pocos o muchos los años que me quedan de vida, necesito estar listo para lo que la Providencia permita. Jesús, Tú conoces todas mis acciones, mis pensamientos y guías siempre mi camino, por eso te doy gracias; pero también conoces mis temores y mi fragilidad, por eso te pido la fortaleza y la sabiduría que necesito para sentir la urgencia de trabajar por tu Iglesia.