pensar en un hombre se parece a salvarme

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vera editorial cartonera

·martín moyano

pensar en un hombre se parece a salvarme

setúbal Como esa laguna que brilla bajo el sol del litoral, esta colección propone una serie de poetas que resplandecen.

pensar en un hombre se parece a salvarme

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•martín moyano

VERA editorial cartonera

colección setúbal dirigida por Santiago Venturini

—Pensar en un hombre se parece a salvarme / Martín Moyano. —1a ed.— Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, 2020.Libro digital, PDF/A – (Vera Cartonera / Setúbal)Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-692-251-7

1. Literatura Argentina. 2. Poesía Argentina. 3. Literatura Contemporánea. I. Título.CDD A861—

© Martín Moyano, 2020. © de la editorial: Vera cartonera, 2020.

Facultad de Humanidades y Ciencias unlCiudad Universitaria, Santa Fe, ArgentinaContacto: veracartonera@fhuc.unl.edu.ar

Atribución/Reconocimiento-NoComercial- CompartirIgual 4.0 Internacional

Directora Vera cartonera: Analía Gerbaudo

Asesoramiento editorial: Ivana Tosti

Corrección editorial: Laura Kiener y Valentina Miglioli

Diseño: Julián Balangero

Este libro fue compuesto con los tipos Alegreya y Alegreya Sans, de Juan Pablo del Peral (www.huertatipografica.com).

VERA editorial cartonera. Centro de Investigaciones Teórico–Literarias de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral. Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales ihucso Litoral (unl/Conicet). Programa Promoción de la Lectura Ediciones unl.

¿Cómo diferenciar desastre de belleza?Si es tan similar la devastación que ambos dejan atrás,el desconsuelo que provocan al irse, si alguna vez han estadocerca nuestro.

claudia masin

6 • Es verano.Las mariposas se confundenen las luces de la tarde.Recuerdo el díaen el que vimos sin querer esa películasobre el fin del mundoy lo seguro.Naves plateadasbajaban del cielocomo dragones furiososy liberaban todo el fuegocontenido por milesy miles de años.Nos pareció una buena ideala idea de dejarque las cosas se quemen, se pierdanen el humo y entre los escombros.Esbozaste una sonrisaque pude ver apenasen medio de los créditosy dijiste algocomo que íbamos lentopero seguroshacia el final y que todolo que vemos no estodo lo que hay.Esa nocheme diste la mano y sentíel primer contactocon lo extraterrestre.

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Solos en la casa

Caminamos por un largo ratola tierra al costadode la ruta en la que nos perdimos.No supe cómo describir el puente.No supe cómo describir el solque nos dibujaba sentados en las piedras.

Un verde abismalse presentaba ante nosotros.La promesade que nos quedaba poco tiempoantes de volvera la madriguera, la hostilidadde los amigos.

Vos decías cosas que no me acuerdoy yo sacaba fotos de tu cuello. Después creíhablar con Dios. Le dije:«por favor, por favorque nada se pierda, que todoperdure».Más tarde esoque habíamos tomadonos golpeó

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y nos entregamos a las formasdifusas, los coloresbrillantes y sobre todoa la soledadde saber que no había nadieescuchándonos.

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Esto es lo que somos, dijo él

un sonido agudoel dibujo que queda

en el asfalto:algo que te tomapor sorpresa

una máquina roncandoencima de otra

bollos y microbolloshalo de vidrios

rotos alrededor deun hombre tirado

en el suelo que apenas puederespirar

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Una polilla en ojos de glitter

Asíhecho bolitaparecés una madeja.Apoyo la cabeza sobre tu pecho,tu corazón late apenasal ritmo del rocíoy me pregunto cómo hacerpara estar cercade algo tan frágilsin romperlo.Afuera es invierno.La noche difumina sus coloresen las hojas secas.Se acercala hora del hambrey me adelanto al mensajedel organismo. Me desperezo, acariciocon el cuerpo las paredesy el estómago hace ruido.Como si la casaestuviera esperando un milagro,comienza a llover.No conozco mi lenguarasco la puertame quedo sin airepara llamar tu atención. Si alguien ahora

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pudiera meterse en mi cabezadiría que estoy rezando.Te levantás con el truenopasás directo para el baño.El chorro que se escuchadetrás de las paredes.Es invierno y por la ventanaun destello dorado.Mi platito está vacío y lleno a la vez.

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Paso los días viajando a lugares que no existen

El street view me muestra de un ladola montaña y la tormenta, del otrola lagunaseparada del Atlánticopor una capa espesa de arena.El auto de google pareciera ir lento.Los demás pasan por el costadose escapan de la pantalla.Todo lo que me rodea es verdecomo escombros de inviernoverde y piedra.Voy por una ruta que segúnwikipedia es la primeraconstruida en Islandiay la recorre de punta a punta.Así es como doblopor donde no tengo que doblar:una calle sin salidao mejor dicho una calle que estoda salida, toda espejo:me devuelve la imagendel único puntoen donde el cielo se abrey deja entraralgunas líneas de luzpara que quien sea que mire esta llanuratenga otras cosas en qué pensar.

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Me vuelvoy un camión se vahacia donde yo estaba antes.Me desvíootra vezdel camino y encuentroun grupo de casitasen medio del campomáquinas, camionetasun árbol mediano.Pienso en lo lindo que debe ser despertary tener la montaña cercaescondida entre las nubeshablando tu lengua.Y en lo lindo que seríaverte en esta fotohaciendo contraste con el óxidode los techos de chapa de las casillas.Llevarías un tapado y una bufandade plumas y moverías los brazospara que en la foto aparezcascomo a punto de salir volando.Viviríamos juntos, tendríamos una gatade nombre impronunciable y un hogar encendidolas 24 horas del día.Te prepararía el desayuno, un desayuno islandésy saldríamos más tarde a trabajar el campoo lo que sea que quisiéramos hacer.Podrías ser un gran dj.Y yo un piloto de avión.Vender pescado.Pienso en la palabra «migración»y en la palabra «hoguera»

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que titula un tema de la banda que te gusta,cuando lo escucho solo me hace pensaren nieve que caey no dejade caer.Escucharíamos esa banda todo el día, hablaríamoscon los pájaros, la montaña, la tormentaque nunca pararía de acercarse, pero jamásintentaría hacernos daño.Me pierdoen el paisaje y sigo camino.Más tarde llego a un cementerio.Hay pocas cruces, pocas lápidas,algunas superpuestas, ensimismadas.A unas cuadras, la capillaimpoluta como si el tiempo fuera una cosay la vida otra.Acá no te imagino, ya no logrovisualizarte.Los colores brillan demasiadopoco. La sombradel auto de google crecey algo se glitchea, la imagense pliega, se estira y un destelloen la esquina es lo único a salvo del error.Estoy hartoy lejos.Cierro las pestañas.Miro el celular y veo que subistealgo nuevo a tu ig:una capa espesa de arena te separade un barco. No hay agua o nadaque se le parezca. Mirás a la cámara

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mirás en blanco y negroa la cámara, tus labiosapenas abiertos.Internet nos hizo mucho daño, nos ofrececonstantemente cosasque no nos podemos permitir.Cuando quiera volver a nuestra vidacerca de la ruta primeradel país heladono voy a saber cómo.Por lo menos esperoque nuestro próximo encuentroen la vida realtenga un poquito más de calor,las nubes girandoalrededor nuestroy vos con los brazos abiertospara una fotoque nunca se va a sacar.

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Monstruo

Muchas veces me imaginéclavando de la nada los dientesen las nucas de los chicos que se sientandelante de míen el colectivo.La sangre, el grito, la velocidada la que iríamospara llegar lo antes posiblea la comisaríao al hospital.El color de ojosdel hombre azulque me preguntaría por quélo hice.Él lleva un lunar asquerosounos centímetros debajodel lóbulo de su oreja,un perfume que me suenaa todos los hombres del mundo.Vamos al centrocon las ventanillas abiertas.Siento el olor a tierra mojadaque me llega de su cuerpocomo si fuera un adictoal cigarrillo.Aspiro el humo,salivo, muerdo las uñas,me queman las manos.

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Los pulmones viralesde algodón se ennegrecen.Quiero dejarlo todoa la vezseguir fumando.Y pienso en un hombreazul ojos desequía.¿Por qué?Por amor.

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Nos vi flashear, en Rosario, y con sol

Cruzamos la avenidanos tiramos por ahía ver pasar los barcosen su encabalgamiento.Al igual que un pezbrillantede cenizasaltaba entre nuestras manosun cigarrillo.Alguien prendió la tarde,caía livianacomo una ramita.Está bien, lo admito, nadade todo esto pasótal cual lo estoy contando ahora.Pero es que en estaciudad que se hundeno tengo otra cosa que hacermás que imaginarnos.

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2 2 • Quiero ser un riff de The Cureestar en las playlistsde todos los adolescentes del mundo.Sonar en un clubnocturno de Noruega.Que una luz roja se muevaa mi ritmoe ilumine los rostros de todoslos que sueñan con serun riff de The Cure.Que el chico más lindome baile soloen el rincón oscuro de un bolicheperdido en Nueva York.En una mano firmecomo una espada una cervezaen la otra la garrade un monstruo gigantehambriento de aire y melodías en loop.Quiero ser una canción de The Cureo The Smiths.Que un pibe llamado Javierle oculte a sus padresmi nombre en su brazo.Sonar en la radio de un barun día lluviosode invierno en Córdoba.Convertir en llanto un vino barato

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y que alguien me escuche y digauy, qué bueno, me encantay que alguien me odie y me digabasta, morí, volvé a nacer.Una canción eternauna noche de insomnio.Una canción que no hable de amorque sea lo más parecidoa eso que llaman amor.

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dj Cerquita

El galpón nos asfixiay un poco nos gusta.Un ventilador enormese vuelve hacia nosotroscon confianza. Es una manoque llega de arribaa levantarnos en el momento justoen que algo nos enceguece.Las entrañas se sacudencomo pájaros encerradosen cajitas musicales.Un chico con gorra azulen vez de caragrita «soy unachica superpoderosa!».Está en otro lugary su superpoderes bailar dando saltitosen un ritmo que desconocemos.Después perreamosun house muy bonitoque habla de echar a correresperar el brillo de los días nuevos.J besa a su novia y me mira de reojo.En la oscuridadalguien me confiesa al oído:«Este excesode luz, de calor, nome lo merezco».

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2 6 • Ella me pregunta si tengo un nombrepor qué ese y no otrocómo hace una para recordarlotodos los días de una vida.

Si tengo presente en la memoriael rostro que más veces me ha nombrado,si fue la primera palabrao la últimaque aprendí.

Cómo me gusta que me diganen la intimidad.

Cuántas vecesme quedé con un nombreen la punta de la lenguamirando a la nada,si se puede seguir nombrando al cuerpoque se va.

Ella me preguntapor mi madre, por su abuelasi puede llamarse como quierasi puede ser quien quierasi puede no querer tener un nombrequerer, en cambio, tenerlos todosy todos tenerla a ella.

Nació en Malagueño, provincia de Córdoba, en 1995. En 2017 participó de la primera residencia para poetas jóvenes del Festival Internacional de Poesía de Rosario. A veces se tira en la cama y juega a ser un glaciar.

Este es su primer libro.

•martín moyano

índice

Es verano…Solos en la casaEsto es lo que somos, dijo élUna polilla en ojos de glitterPaso los días viajando a lugares que no existenMonstruoNos vi flashear, en Rosario, y con solQuiero ser un riff de The Curedj CerquitaElla me pregunta si tengo un nombre…

Referencias de las imágenes

Sin título, NitsugaEscultura, Martín Moyano Elías, Martín MoyanoCangrejo (edit), Manu Kápilan

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL

enrique mammarellaRector

laura tarabellaDecana Facultad de Humanidades y Ciencias