Cada vez que vemos que alguien menciona algo sobre una lucha puntual, una injusticia, un abuso; no debemos pasarlo por alto.

Allí radica la delgada línea roja de todo aquello que nos vuelve.

Me apenan aquellos que condenan a los "justicieros" como si eso fuese algo indigno, de lo que avergonzarse.

Defender la independencia de los pueblos originarios, es defender nuestro derecho de poder elegir un sistema diferente de organización el cual pedimos que sea respetado, valorado y fomentado ya que es nuestro derecho cívico como ciudadanos del territorio nacional.

Derecho que nos permita contar con el territorio ancestral para nuestra actividad, que tenga en cuenta en primera medida nuestras demandas en cuanto a la extracción de los recursos que milenariamente estuvieron a disposición de los originarios para terminar con el saqueo colonial. Que se nos permita la confluencia de tecnologías ya conocidas con técnicas ancestrales junto a una organización acorde para un modo de vida sustentable, ecológica/económicamente amigable con la naturaleza y el resto de la biosfera. Pedimos que sea tomado muy enserio el proyecto originario porque consideramos que es el que tiene la llave para la subsistencia a los desafíos venideros.

Soy mestizo, y en mi documento dice que soy Argentino, eso no me hace ni europeo, ni originario, sino que ambas cosas al mismo tiempo, ni tampoco argentino, español ni italiano, sino un ciudadano del mundo que nació justo ese día en un trozo de tierra determinado y quiero que mis derechos humanos sean respetados. Quiero que cuando lleve a cabo mi elección de organizarme de una manera alternativa a la que todos conocemos, no necesite estar pendiente de que en algún momento vana a volar un cerro para extraer minerales, o que desertifiquen un terreno cercano o incluso el mío y lo rocíen con veneno y con él a mi familia y a mis recursos, quiero que mis hijos puedan disfrutar de un río sin temer que esté contaminado con cianuro. No quiero depender de un servicio de electricidad, quiero autoabastecerme porque confío en mi genio y en el de mi comunidad. Quiero dejar de depender de la red de gas y aprender cómo realizar de manera segura los biodigestores. Quiero que mi agua cristalina de lluvia y río sea calentada con el sol, con el compost que nos dará luego de comer en nuestras abundantes cosechas agroecológicas y huertas comestibles permaculturales.

Y esta, es la punta del iceberg de las bondades de poder elegir un modo de vida diferente.

Por favor presidenta, confíe en nosotros, protéjanos y podremos desarrollar esa alternativa para quienes decidimos ser SOBERANOS con todas las letras de la palabra, déjenos construir una cultura de sentimientos puros, que no estén contaminados con la desidia global que se esparce como un virus, donde no haya pobreza sino riqueza, mental, física y espiritual, donde nuestros hijos nazcan sin contacto con la miseria de la mezquindad, sino en contacto con los procesos biológicos naturales de la vida. Ya tenemos la información, solo nos resta poder elegir. Sabemos que es una tarea importante, pero estamos dispuestos a dar nuestras vidas para llevarla a cabo, la parte originaria de mi sangre sabe que es cierto.

Eric Agustín Godoy

D.N.I.: 31290375