Peter y su baúl encantado

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Cuento elaborado por Carla García, alumna de 3º de primaria del CEIP Ángel Frigola (La Mojonera)

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Peter y su baúl encantado Érase una vez un niño que vivía en una casa alejada de la ciudad. Su nombre era Peter y tenía siete años. Sus padres no tenían mucho dinero y él no tenía amigos por ello. Los niños de su clase eran muy crueles con él, le quitaban el dinero del almuerzo, leescribían cosas horribles en la espalda, le empujaban al barro, se reían de él...Peter sólo quería tener al menos un amigo con el que compartir su merienda, jugar, sentarseen el colegio y todas esas cosas que hacen los amigos de verdad. Él siempre pensaba que nunca iba a tener un amigo, pero eso iba a cambiar esa misma noche. Justo el día en el que iba a conocer su primer y único amigo tenía que ir a otro interminable día de colegio. Como todos los días, Peter sentía mucho miedo por entrara clase, pero él no sabía lo que le iba a pasar. Antes de salir de la escuela, Jake, el chico más popular de la escuela, le echó agua en el pantalón y todos los niños del colegio empezaron a reír. Peter se sintió el chico más humillado del mundo,salió de la escuela corriendo y se fue llorando a su casa.

Cuando llegó a casa, su madre le preguntó que le pasaba, pero él no respondió, sólo quería irse a su cuarto y no salir de allí nunca. Peter se tumbó en la cama y al cabo de diez minutos empezó a escuchar unos ruidos muy extraños que procedían del sótano. Intrigado, Peter bajó al sótano y se encontró con un gran baúl que desprendía un gran destello de luz.

Se acercó y lo abrió, pero una fuerza lo arrastró dentro de aquel baúl tan misterioso y de repente se vio en un mundo muy extraño donde el agua era negra, la tierra azul y no había personas. Estaba muy asustado y con ganas de volver a casa con su madre, se puso a llorar. Cuando se tranquilizó un poco, empezó a explorar aquel mundo tan extraño, y cuando llegó al río un chico se le acercó y empezaron a hablar:

-Hola, ¿cómo te llamas?-Mi nombre es Peter, ¿cómo te llamas tú?-Yo me llamo Thomas, ¿puedo ayudarte en algo?-Sí, me tienes que ayudar a volver a mi casa.-¿Y dónde vives?-Vivo en la Tierra.-¡Cómo! ¡En la Tierra! ¡Eso está lejísimos!-Pues entonces iré yo solo.-¡No! Es muy peligroso y no puedo dejar que vayas solo.-¡Pues entonces decidido! ¡En marcha!

Los dos chicos se pusieron en marcha para que Peter volviera a la Tierra, pero no sabían los peligros que le acechaban en el camino. Tras cuatro largas horas de viaje, los dos chicos ya se habían hecho amigos y Peter se sentía muy feliz. De repente, llegaron a un gran acantilado con un largo puente y una anciana les dijo:

-¿Dónde vais?-Vamos a la Tierra, ¿nos podría dejar pasar?-Antes de dejaros pasar deberéis superar mi reto.-¿Y cuál es ese reto?-Un gallo pone un huevo en lo alto de una montaña, ¿hacia que lado cae el huevo?-Hacia ninguno, porque los gallos no ponen huevos.

La anciana les dejó pasar, y los niños estaban muy contentos porque habían superado el reto de la anciana, pero les acechaban retos mucho más complicados para llegar a laTierra. Cuando cruzaron el puente, un duende raptó a Thomas y se lo llevó al bosque. Acto seguido, Peter echó a correr tras el duende y llegó a una aldea donde iban a cocinar a Thomas. En cuánto dejaron a Thomas en el suelo Peter

fue a rescatarlo pero los duendes se enfadaron al ver que Peter intentaba rescatar a Thomas y metieron a los dos en la casa de un gigante que solo tenía un ojo. Al caer la noche, Peter despertó a Thomas y le explicó el plan que había ideado para salir de aquel lugar. Los dos muchachos pusieron en marcha el plan, entre la fuerza que tenían unidos, cogieron un tronco de leña enorme que el gigante había recogido para encender la hoguera y lo afilaron hasta hacer un gran palo, después, lo pusieron en la hoguera de modo que se calentara tanto como para quemar a alguien y, por último, se lo pusieron en el ojo al gigante.

El terrible ser, se echó a llorar y les pidió que le echasen agua a cambio de dejarlos escapar. Los dos compañeros cedieron y siguieron su camino hacia la Tierra.

-¿Cuánto queda para llegar?-Todavía queda mucho. Tenemos que pasar la tierra de los muertos y encontrar a la antigua reina de la ciudad de las hadas que murió hace cien años y que tiene la llave del baúl por donde tú has llegado.-¿Y dónde está el baúl?-El baúl está en la isla encantada que hay al finalizar el océano misterioso.-¿Está muy lejos esa tierra de los muertos de la que hablas?-No, la tienes justo delante de ti. Los niños llegaron a la tierra de los muertos y se encontraron con un muerto que les dijo a los otros muertos: -¡Mirad carne viva! ¡Vamos a comérnosla!-¡Es verdad! ¡Y que buena pinta tiene!-¡Peter, coge ese palo, te servirá de espada!-¡Vale Thomas! Ya lo he cogido, ¿ahora que hago?-¡Sal corriendo! Los dos amigos echaron a correr a la vez que tiraban muertos al suelo con los palos que habían recogido. Después de tanto correr llegaron a un palacio que tenía una gran puerta y decidieron entrar. Se encontraron con la reina hada y les pidieron la llave del baúl. -Hola mi reina, somos dos vivos y hemos venido hasta aquí porque mi amigo quiere volver a su casa, la Tierra, ¿nos podría dar la llave del baúl que usted guarda?

-Con una condición.-¿Qué condición?-Que me traigáis un muerto.-Pero, ¡nos comerán!-Por algo es un reto. Los dos niños salieron del palacio y cogieron una piedra. Un muerto empezó a perseguirlos, pero se separaron para despistarlo y Thomas le dio con la piedra en la cabeza al muerto y este cayó desmayado. Entre los dos se llevaron al muerto ante la reina y esta les cedió la llave del baúl y les dio una barca para cruzar el océano misterioso.

Los dos amigos estuvieron remando una semana entera hasta que llegaron a la isla encantada donde estaba el baúl. Un búho se les acercó y les dijo: -¿Qué buscáis?-Buscamos el baúl que te lleva a la Tierra.-Si queréis el baúl deberéis vencer al dragón de la isla, que duerme en la cueva de la cima de esa montaña.

Dicho esto, el búho se alejó y los niños salieron en busca del dragón. Al caer la noche, los compañeros de viaje tuvieron que parar para dormir y estuvieron hablando antes de dormir. -Thomas, ¿te puedo preguntar algo?-Claro, ¿qué quieres?-¿Eres mi amigo de verdad?-¡Claro Peter! ¿Por qué lo preguntas?-Es que yo nunca he tenido amigos y me siento feliz contigo.-Yo tampoco he tenido nunca amigos, ¿qué te parece si cuando estés en la Tierra nos comunicamos por el baúl?-¡Claro, es una gran idea! Los dos se durmieron de seguida muy felices porque al fin tenían un amigo de verdad.A la mañana siguiente, se despertaron y partieron de nuevo su viaje hasta la cima de la montaña.

Ya habían llegado a la cueva, pero no estaba el dragón. ¿Dónde estaría? ¿Les habría mentido el búho? Desilusionados se dieron la vuelta para volver a casa, pero, ¡que veían sus ojos, el dragón se había despertado y estaba detrás de ellos! Thomas cogió piedras y empezó a lanzárselas al dragón. Peter le daba feroces patadas. El dragón, enfadado, cogió a Thomas con la cola para matarlo con su ardiente fuego, pero Peter le lanzó una piedra a la boca de modo que la taponase y el dragón murió arrasado por sus propias llamas.

Thomas corrió a abrazar a Peter y, cuando se abrazaron, el dragón se transformó en el baúl. Peter se despidió de su nuevo amigo y volvió a la Tierra.

-Hasta pronto Thomas.-¡Peter!-¿Si?-¿Vendrás todos los días?-¡Claro! Te lo prometo. Peter ya era un chico feliz, tenía un amigo que visitaba todos los días y los niños de su clase ya no se metían con él porque lo veían feliz y no funcionaban sus pesadas bromas y porque su padre había conseguido un buen empleo, era abogado. Desde que Peter viajó a ese extraño lugar y había conocido a Thomas, su vida había cambiado, ahora era feliz.