El Servicio de Terminales de SAI, más conocido como «Departamento de Recuperaciones» se encarga de la recuperación de los Giftia, robots con emociones y apariencia humana bajo tutela que, luego de pasado su tiempo de función deben ser recuperados y con ello sus recuerdos borrados.

El recuperar a los Giftia y la negación de algunos propietarios es lo primero que nos presentan como dificultad en la trama de los personajes.

La música está bien, variada y acorde a las situaciones, muchas de estas jocosas. Algo correcto y limitado, según podemos etiquetar.

Una ciudad de Tokio del futuro, limpia, moderna e higienizada.

En el primer capítulo las escenas y situación van rápidos, nada de apuros excesivos y se explica y entiende todo muy bien. El humor es ameno, aunque lejos de ser algo novedoso. Este episodio es aprovechado sin dejar ni un minuto a la mediocridad o al mero relleno; simple historia que llega a conmover.

El personaje de Isla no se va en collera con su ternura, también comete muchos errores y cae en situaciones incómodas. En un inicio se ve todo desde la óptica del protagonista, el joven y apitutado Tsukasa, pero nos damos cuenta que la psicología, personalidad y temores de Isla son lo interesante, y cómo se relaciona Tsukasa con ella. Ellos dos son los protagonistas, aunque los personajes secundarios no se quedan atrás y participan activamente.

Tomando el tema de los robots y su relación con las personas, nos presenta la complejidad de la separación, el olvido y los adioses de una manera trágica, efímera pero con el encanto de lo simple; quedarse con lo que fue, con lo valioso.

Tenemos una abundante literatura sobre los robots, su comportamiento, las relaciones con los humanos y sus posibles y diversas conciencias a tomar y crear, y en este caso llega una serie que se alea del género en que se le sitúa con regularidad, como sci-fi, para ser algo más cercano a un romance con recuentos de la vida diaria, sin darnos algo ligero la verdad.

Visualmente es agradable, simpática al ojo. Colores y líneas, bien.

La transición del final de episodio al ending siguiendo a la historia como epílogo funciona bien, lo cual sucede los primeros dos capítulos.

Ya en el segundo episodio nos presenta un dato que hará las cosas más difíciles: a Isla le quedan 2.000 horas de servicio. El drama está a todo dar.

Y el drama, eso. Es suave, conmovido y contenido. Saben direccionarlo, aunque a veces puede sentirse que solo se basa en esto.

Tiene dosis de fanservice sensual constante. No llega a ser molesto, y suele hacer parodia del mismo. Pero causa desazón que el tono del primer capítulo se pierda por estos derroteros.

Suele tener su tanto de realismo mundano, el cual también es agradable. Aunque creo ver que no aprovecha de paisajes y de la ciudad futurista que podría ser, vemos un Japón normal. El diario

vivir está muy presente, e incluso sin una previa noción clara o sinopsis al respecto, pensaremos que es su género en toda ley: en gran parte lo es.

Los recuerdos, Isla tiene miedo de crear sus recuerdos, sus lazos. Cierto dilema del erizo. Ella no quiere crear lo que une a las personas, lo que nos hace repetir y volver a algo: el gusto, el rememorar una melodía o un color, una sensación y el querer incidir en ella.

Los robots dejan de ser tales para ser más humanos que los mismos humanos en su padecer. El Alzheimer nos da cuenta de que es la mente, el espíritu, mucho más frágil que el cuerpo, más mortal y efímero.

A todo esto, sería bueno tener una especie de sicólogo en el equipo de trabajo, parece un buen campo laboral (en lugar de la típica vieja idiota de orientación obligada en los colegios) para intentar algo. O preparación para los trabajadores, me parece demasiado

En el capítulo 4 vemos como un chico, un huérfano tiene conflictos con su Gift y reprime sus recuerdos. ¿Cómo concluye todo? Con un pastel, tal como una vez alguien rememoró su infancia con la fragancia del té en la literatura a inicios del XX.

Aunque ya en el cuarto episodio se siente que ya es reiterativo, al borde de lo formulista. Y el capítulo 5 lleva todo a otro nivel, de forma prudente.

El ending da mucho más que el opening, pues los sentimientos y colores de éste llegan más, sobre todo con lo que sucede en cada capítulo. Pero hay un detalle llamativo en el opening, que podría parecer redundancia, y es al inicio cuando un grupo de gente marcha hacia adelante y ella se da vuelta para mirar. Este grupo de gente es nada menos que los Giftia que en la serie se van recuperando. Es significativo que ella, en el mismo torrente, en el mismo destino, de vuelta para mirar un momento antes de lo inevitable.

Curioso que el ED tenga tanta nostalgia, recuerdos borrosos. Acuarelas de aquello que ya fue.

Si ya sabemos el final de nuestros recuerdos, el cómo terminaran los Giftia, solo queda vivir de acuerdo a eso.

Aceptemos la apreciación de que –siendo un valor en la serie- se humaniza a los robots. ¿Qué tuvo que pasar para esto? La humanización de lo artificial como ser vivo es la cosificación de lo humano y afectivo –siendo en ésta última una de sus cumbres, sino otro inicio, de ella misma-

Isla: Tener recuerdos felices o hermosos no siempre es bueno. Cuanto más bonitos son los recuerdos, más tristeza o miedo puedes sentir. Eso le sucede a los que se van y a los que se quedan.

Tsukasa: ¿Crees que no necesitas recuerdos?

Isla: …

Tsukasa: Eso me parece mucho más triste

Quedan dudas respecto al límite del robot: factores biológicos como sangrar u orinar quedan en el aire. Pero uno termina por despreocuparse de ello.

Tiene un toque evidente de “Harem”, pero juega bastante bien con él. Recordemos lo que fue “Fruits Basket” a la cual también se le asocia el género.

Me parece que es más bien una situación afectiva, romántica, alejada de la ciencia ficción porque ésta es más bien una excusa, algo de fondo para hacer de uno de los amantes padecer en exceso la gravedad de la mortalidad. No impresiona, pero insisto, emociona.

De tener en una punta –nuevamente la serie se maneja en los bordes de la sutileza- la emoción pasa sin problema al humor, demasiado jocosa la situación e incómoda.

Los flashback son necesarios, complementan.

Estudio: Dogakobo

Director: Yoshiyuki Fujiwara

Creador: Naotaka Hayashi

Genero: Sci-Fi

Episodios: 13

Duracion: 24 min. por episodio

Emitido: Abr 4 de 2015

Estado: En emision