POBLACIÓN y medio ambiente
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POBLACIÓN Y MEDIO AMBIENTE
Población humana, en sociología y biología, es el grupo de personas que vive
en un área o espacio geográfico.
Para la demografía, centrada en el estudio estadístico de las poblaciones
humanas, la población es un conjunto renovado en el que entran nuevos
individuos (por nacimiento o inmigración) y salen otros
(por muerte o emigración). La población total de un territorio o localidad se
determina por procedimientos estadísticos y mediante el censo de población.
La evolución de la población y su crecimiento o decrecimiento, no solamente
están regidos por el balance de nacimientos y muertes, sino también por el
balance migratorio, es decir, la diferencia entre emigración e inmigración;
la esperanza de vida y el solapamiento intergeneracional. Otros aspectos del
comportamiento humano de las poblaciones se estudian
en sociología, economía y geografía, en especial en la geografía de la
población y en la geografía humana
PROPIEDADES DE LAS POBLACIONES
1. DENSIDAD POBLACIONAL: La densidad de población es el tamaño
del conjunto respecto a una cierta unidad de espacio. Se determina y
expresa generalmente como el número de individuos, o biomasa de
población, por unidad de área o volumen por ejemplo 200 árboles por
hectárea. En ocasiones es importante distinguir entre la densidad
absoluta que es el número (o biomasa) de individuos por unidad de
espacio total, y la densidad específica o ecológica que es el número (o
biomasa) de individuos por unidad de espacio de hábitat (área o
volumen disponible realmente para ser colonizado por la población). Muy
a menudo, es, más importante saber si la población está cambiando (en
aumento o disminución) que saber su tamaño en un momento dado. En
estos casos resultan útiles los índices de abundancia relativa; estos
pueden ser relativos respecto al tiempo, por ejemplo el número de aves
que se observan por hora.
2. NATALIDAD: Es la capacidad de incremento de la población. La tasa de
natalidad equivale a la tasa de nacimientos en la terminología que se
usara para el estudio de la población humana (demografía). De hecho,
se trata simplemente de un término muy amplio que abarca la
producción de individuos nuevos de cualquier organismo, independiente
de que los organismos en particular nazcan, eclosionen, germinen o se
origine vegetativamente. Es la cifra proporcional de los nacimientos que
tienen lugar en una población y un periodo de tiempo determinados.
Desde la perspectiva de la demografía, la tasa de natalidad constituye
una medida que permite cuantificar los niveles de fecundidad.
3. MORTALIDAD: El término mortalidad se refiere a la muerte de
individuos de la población. Es, más o menos, la antítesis de la natalidad.
La mortalidad equivale a la tasa de muertes en demografía humana. Al
igual que la natalidad, la mortalidad puede expresarse como el número
de individuos que mueren en un periodo determinado (muertes por
tiempo), o como una tasa especifica en términos de unidades de la
población total o cualquier parte de la misma.
4. TASAS DE NATALIDAD Y MORTALIDAD: Estas tasas están
determinadas tanto por la especie (característica específica) como por
las condiciones del medio (resistencia ambiental, capacidad de carga) y
representan la cantidad de individuos que nacen por unidad de tiempo y
la cantidad que muere por unidad de tiempo, respectivamente. Estos
valores a su vez distinguen un tercer concepto, el de densidad
poblacional que representa la cantidad de individuos que coexisten por
unidad de superficie, factor indicador de la disponibilidad geográfica de
los recursos.
5. MIGRACIONES: Movimientos de individuos dentro de la población. La
inmigración corresponde a la entrada de nuevos individuos a la
población y la emigración es la salida de individuos. Esta característica
confiere a la población la propiedad de dispersión.
IMPACTO EN EL MEDIO AMBIENTE
Nuestro planeta constituye un conjunto medioambiental equilibrado, en el que
todos los elementos interaccionan entre sí, incluido el hombre. Sin embargo, la
actividad humana, tendente a lograr una mayor comodidad y desarrollo para
nuestra especie, ha producido, como efecto secundario indeseado, un proceso
de degradación medioambiental más o menos acusado según las áreas.
La degradación del medio
Prácticamente todas las actividades humanas transforman el medio natural y
provocan cierto grado de degradación. No obstante, algunas resultan
particularmente importantes:
Agricultura y ganadería: pérdida de bosques, aumento de la erosión y
disminución de la producción de oxígeno. Desaparición de la flora y la
fauna naturales. Impacto visual por la parcelación de los terrenos.
Pesca: Disminución numérica, o incluso extinción, de diversas especies
marinas.
Extracción de recursos: erosión del terreno, contaminación del suelo y
del subsuelo.
Industria: contaminación atmosférica y de las aguas, lluvia ácida, gases
de efecto invernadero.
Producción de energía: Impacto visual, contaminación atmosférica
(centrales térmicas), destrucción de ecosistemas terrestres (presas),
generación de radiaciones y residuos muy peligrosos (centrales
nucleares).
Urbanización e infraestructuras: transformación del paisaje, pérdida
de ecosistemas, erosión del terreno por obras diversas, contaminación
atmosférica y de aguas, y generación de gran cantidad de residuos.
Guerras: poco consideradas desde el punto de vista del cambio
medioambiental, los conflictos bélicos provocan graves daños
ecológicos, especialmente cuando se emplean armas químicas o
nucleares.
Problemas medioambientales
Nuestro mundo sufre la amenaza de un cambio radical en sus ecosistemas.
Las principales causas son las siguientes:
Contaminación del agua dulce y de los mares: producida por la
actividad industrial y las ciudades.
Contaminación del aire: procedente de la industria y los automóviles.
La generación de gases de efecto invernadero representa un peligro
de calentamiento global que podría cambiar el clima a nivel planetario.
Destrucción de la capa de ozono: resultado de la emisión de ciertos
gases industriales, la pérdida de esta capa atmosférica dejaría a la
Tierra sin protección contra las radiaciones solares.
Destrucción de los bosques: la pérdida de la vegetación natural, unida
al calentamiento global, permite un rápido avance del desierto.
Residuos urbanos: la acumulación de basura es un grave problema de
las ciudades modernas.
Eliminación de la biodiversidad: la pérdida de variedad biológica
empobrece el ecosistema global y priva a la humanidad de importantes
recursos.