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  • Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXX (1), pg. 33-42, 2006 ISSN: 0378-0473

    ACERCAMIENTO A LA POESA RELIGIOSA DE LA ETAPA COLONIAL CENTROAMRICA SIGLOS XVI Y XVII DESDE:

    SOR JUANA DE MALDONADO Y PAZ, BALTAZAR DE ORENA Y EUGENIO SALAZAR DE ALARCN

    Marlen Calvo Oviedo*Ivannia Barboza Leitn*

    Nuestro artculo es una breve investiga-cin sobre la poesa religiosa de la etapa colo-nial centroamericana de los siglos XVI y XVII que pretende ser un aporte para trabajos poste-riores. Segn lo que hemos podido investigar es

    poco lo que se conoce sobre la produccin lite-raria en poesa lrica colonial centroamericana, en Costa Rica.

    La mayora de producciones al respecto se han hecho en Guatemala. Como consecuencia de

    * Profesoras de Comunicacin y Lenguaje en la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica. Correo electrnico: [email protected]

    ABSTRACTThis paper consists of a brief approach to the Central American literary production in the area of the lyric gender in the XVI and XVII centuries, during which the colonization took place.To achieve the objective, we have dealt write different theoretical texts that have also investigated the same problem. Just like other studies on this field, we have met different positions regarding not only the authors of the texts but also their supposed existence. Such is the specific case of Sor Juana de Maldonado y Paz. The aim of this document is to contribute to future researchers. Since most of the production has been written in Guatemala, we attach a corpus of representative authors of that gender period for in Costa Rica the topic is not well known.Key words: religious lyric, poetry, intertext, corpus, Colonial Period, Catholic Church and power.

    RESUMENEl presente trabajo consiste en un breve acercamiento a la produccin literaria centroamericana, en el gnero de la poesa lrica, durante los siglos XVI y XVII, es decir, la poca colonial. Para la realizacin del mismo emprendimos un recorrido investigativo a lo largo de los diferentes textos tericos que abordan dicha temtica. Al igual que los dems estudiosos de esta particular produccin nos enfrentamos con diferentes posiciones respecto de la autora de los textos e incluso de la existencia de alguno de los autores, especficamente de la monja Sor Juana de Maldonado y Paz.Pretendemos con nuestro trabajo hacer un aporte para posteriores investigaciones por lo que transcribimos algunos corpus, de los autores que escogimos como representativos del gnero y de la poca en estudio, ya que consideramos que es poco lo que se conoce de la temtica en Costa Rica, ya que la mayora de produccin ha sido elaborada en Guatemala. Palabras clave: poesa lrica religiosa, intertexto, corpus, etapa o perodo colonial, Iglesia Catlica y poder.

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  • 34 Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXX (1), pg. 33-42, 2006 / ISSN: 0378-0473

    ello pretendemos brindar un breve acercamiento a esta temtica.

    Debemos recordar que el resto de Centroamrica sufre un proceso tardo en cuanto a la llegada de la imprenta y con sta la posibi-lidad de escribir y publicar, a lo que se suma el hecho de que Guatemala era el centro con mayor desarrollo para los siglos en estudio.

    La historia de Centroamrica se encuentra muy ligada con el desarrollo de la Iglesia Catlica Romana y sus instituciones, por su relacin con el Imperio Espaol, lo que es natural debido al proceso de conquista y colonizacin que implic el traslado de los sistemas poltico, social y eco-nmico del Imperio a las tierras conquistadas.

    Las sociedades de Amrica colonial sur-gen de una estructura de dominacin impuesta por la metrpoli. Los grupos tnicos y sociales buscaban el reconocimiento del Estado colonial y una vinculacin institucional con el Estado como nica fuente de legitimidad.

    En el siglo XVI se debilitaban los organis-mos que fueron contrapeso al poder de los monar-cas en la Edad Media, con lo que se convierten stos y su corte en el centro de la estructura de poder, lo cual dar como resultado el fundamen-to ideolgico ms importante de la monarqua hispnica, como lo fue su carcter patrimonial: el rey no era parte de una estructura de poder sino la fuente de toda legitimidad (Fernndez, 1995:102) Bajo este principio se fundaron las nuevas bases para una nueva sociedad, que ini-ci su fundacin aproximadamente a mediados del siglo XVI, con la conclusin de la conquista de los territorios situados a lo largo de la costa centroamericana (Ocano Pacfico).

    El establecimiento de la Audiencias o Tribunales con funciones, legislativas, ejecutivas y judiciales, cre una presencia de competicin que disminuy el poder de los conquistadores. No obstante, la corona, por un sinfn de situaciones, sobre todo de orden econmico, no poda solven-tar el estilo de vida apropiado a las autoridades enviadas a Amrica Central, por lo que la corona aplica el principio de dividir para reinar. As sus territorios estaban subdivididos en mltiples jurisdicciones que competan entre s, con lo que se garantizaba la no formacin del sentido

    de identidad en las colonias, y mantena as la identidad de stas en estrecha dependencia con la metrpoli.

    Para el siglo XVII, en cuanto a las rela-ciones entre las lites y el Estado colonial, en Centro Amrica, se dan dos procesos: uno interno y otro externo. El interno fue el empobre-cimiento de los grupos dominantes locales (Fenndez,1995;115), a los que le correspondi vivir en una sociedad aislada de los circuitos comerciales que les permitiera vincularse con el mercado europeo.

    El proceso externo fue la crisis finan-ciera endmica de la monarqua espaola (Fenndez,1995;116). sta determin las nuevas formas de relacin del Estado con los grupos dominantes americanos. Es as como las audien-cias que con una burocracia selecta venida de las universidades peninsulares representan la piedra angular de la estructura del poder real sobre el imperio.

    En el contexto descrito la Iglesia colonial, separada apenas por un fino y casi imperceptible hilo del Estado colonial viene a ser un sistema de poder en todos los sentidos. sta no se preocupa-ba solamente por la catequizacin de la poblacin indgena, sino que tambin funcionaba como un brazo del Estado.

    La Iglesia, entonces, ejerca un poder de control social en todos los actos de los hom-bres y mujeres de la poca y en sus vidas, durante todos los perodos de su existencia se movan al impulso del sentimiento catlico (Mencos,1967: 83) .

    La dominacin de la Iglesia Catlica, entonces, no fue puramente espiritual, abarcaba tambin mbitos ideolgicos como: la educacin, las producciones literarias o artsticas y otros, ya que deban generar en las colonias un afianza-miento catlico moral.

    Durante los siglos XVI y XVII la conquis-ta de fe se da en el Nuevo Mundo en dos formas diferentes:

    a. La que llevaron a cabo los frailes y misio-neros de distintas rdenes religiosas.

    b. La Iglesia catlica como representante y depositaria de los poderes econmico,

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  • Calvo y Barboza: Acercamiento a la poesa religiosa de la etapa colonial Centroamrica siglos XVI y XVII 35

    poltico y social. Este segundo punto es el que se impone en la Colonia.

    El mundo de las letras centroamericanas durante los dos primeros siglos de la poca colo-nial se distingue por un desarrollo lento y de poco alcance.

    Con la introduccin de la imprenta en 1660 en la ciudad de Santiago (Guatemala) fray Payo Enrquez de Rivera, Obispo de Guatemala, logra instalar el primer taller de produccin impresa, reflejo de un desarrollo tardo de las letras.

    En los siglos XVI y XVII la produccin literaria potica centroamericana fue muy escasa por razones de alfabetizacin. La ausencia de la imprenta provoc que mucha de la literatu-ra circulara en forma manuscrita, restringiendo indudablemente la capacidad de alcance de las obras. Adems debe tomarse en cuenta que la produccin y la divulgacin de la literatura estaba determinada por el Estado y la Iglesia. En este perodo, los dueos de imprentas deban pedir permiso a los agentes del Santo Oficio de la Inquisicin, quienes les exigan licencia expedida por un juez civil y generalmente por una autori-dad eclesistica, para su funcionamiento.

    Era un perodo difcil en el cual no se estimulaba la creacin literaria imaginativa, se le concede mayor importancia a la temtica religio-sa, que resulta en una produccin potica de esa naturaleza.

    Algunos autores de la poca que se suelen citar como centroamericanos son: Don Pedro de Libana den de la Catedral de Guatemala, Juan de Mestanza, y Baltasar de Orena, naturales de Espaa quienes vivieron en Guatemala en el siglo XVI y Juana de Maldonado y Paz quien ha sido llamada La primera monja poetisa de Amrica (Albzurez y Barrios, 1982: 115).

    Con la Conquista llegan a Amrica varios modelos de la cultura espaola y dentro de ellos algunos relacionados con la escritura: el fraile cate-quizador, los cronistas y los funcionarios reales.

    La historia literaria del istmo ha sido menos estudiada que la historia poltica, slo las crnicas han representado el mundo literario o bien, el mundo escrito desde Amrica. Por una parte, los conquistadores Pedro de Alvarado y

    Bernal Daz aportaron textos de valor histrico para Centroamrica. Por otra parte, algunos funcionarios reales como Eugenio Salazar de Alarcn y Baltasar de Orena as como Juana de Maldonado y Paz aportaron textos literarios po-ticos a la produccin del perodo.

    Caracterizamos a la poesa religiosa como toda forma de expresin lrica que en su tem-tica opta por establecer relaciones entre el yo lrico, Dios y los dogmas e ideologas planteadas por la Iglesia Catlica y que estn en armona con ellos.

    Este tipo de poesa en Centroamrica colonial es de tradicin espaola, por lo tanto, en forma y contenido se apega a esta manifestacin. David Vela al referirse a la poesa lrica, que se inicia en Guatemala a la segunda mitad del siglo XVI apunta: Nuestra literatura tena que ser por entonces directo reflejo de la espaola, sobre todo por sobresalir entre nosotros numerosos peninsulares () (Vela, 1943: .240)

    Las producciones literarias de la prime-ra poca de la conquista fueron manuscritos o impresos fuera de Centroamrica e incluso muchos de ellos quedaron inditos por lo que es necesario aclarar que la informacin sobre los autores de estos dos siglos es escasa. De algunos autores solo se conoce su nombre o se mencionan sus obras, no existen biografas y muchas veces, aunque se mencionan, no aparecen los textos que se les atribuyen.

    En cuanto a los textos producidos por auto-res coloniales se duda incluso si les pertenecen o les fueron adjudicados. En estudios posteriores, cronistas e historiadores se encuentran en des-acuerdo de quines eran los verdaderos autores.

    Como consecuencia del escaso material al que pudimos tener acceso hemos seleccionado un corpus compuesto por tres textos y autores representativos de los siglos XVI y XVII de la Colonia, para nuestro trabajo, ellos son: Juana de Maldonado y Paz, Baltasar de Orena y Eugenio Salazar de Alarcn, todos escritores de poesa colonial religiosa, quienes publicaron sus textos en Guatemala.

    Los motivos de inspiracin de estos auto-res y de la autora son los siguientes: las vidas de los santos; la fecunda existencia de Santo Toms

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  • 36 Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXX (1), pg. 33-42, 2006 / ISSN: 0378-0473

    de Aquino y algunos padres de la Iglesia;()la dulzura inmaculada de la virgen; a la gloriosa belleza del nio Jess, en himnos, sonetos y villancicos de Navidad. (Ydgoras, 1958:16).

    David Vela afirma respecto de la produc-cin literaria de la poca colonial y aun post-inde-pendista: () los escritores van desenvolviendo el carcter peculiar de la lengua romance de la madre patria, e incorporan valores popu-lares nuevas palabras o valores literarios, nuevos giros y enlaces locutivos -, al acervo comn(Vela, 1943:16)

    Juana de maldonado y PazEsta singular creadora literaria naci en

    Santiago de los Caballeros de Guatemala en 1598, hija de padre espaol que contrajo matrimonio con doa Concepcin de Quintanilla. (Albzurez y Barrios, 1982: 115-116). Falleci en 1666 y no en 1638 como se haba afirmado.(Lpez, 1958: 68-74).

    Es la nica mujer que se menciona como escritora en la historia literaria colonial istmea, sin embargo, su nombre pas a la historia como personaje central de la novela La divina reclusa de Mximo Soto Hall, autor centroamericano, nacido en Guatemala en 1871, quien public la novela en Chile en 1938.

    Thomas Gage, misionero irlands que vivi en Antigua, Guatemala, al describir los edificios de la ciudad y referirse al Convento de la Concepcin, resea a Juana de Maldonado Y Paz, de la manera siguiente llena de atributos personales, que improvisaba versos siempre que poda, quien posea una maravillosa voz y toca-ba el arpa con maestra. Poseedora de una gran belleza fsica, unida a una inteligencia y atraccin sorprendente (Ydgoras, 1959: 87).

    Segn Stephen Webre, fue hija nica del Oidor de la Audiencia del reino, Juan Maldonado y Paz, rico personaje quien le dio una esmerada educacin, profes muy joven en el Convento de la Concepcin y se dice que sus habitaciones eran un palacio ricamente amueblado y posea una selecta biblioteca (Webre, 1994: 210).

    Segn Juarros y Fray Antonio Arrochea su talento literario se revel con su obra el ngel de

    los forasteros. Aunque su obra es escasa, obtu-vimos un corpus representativo que es la compo-sicin escrita en la fraccin de papel citada por Mariano Lpez Mayorical que a su vez aparece en Historia de la Literatura guatemalteca de Francisco Albzurez y Catalina Barrios.

    No obstante, la figura de sor Juana de Maldonado y Paz, aparece en los diferentes estudiosos de la literatura guatemalteca, casi siempre acompaada de un velo misterioso que la ubica ms en el mito que en la realidad, incluso David Vela comenta sobre ella: Sor Juana de Maldonado figura en el programa oficial de la clase de literatura guatemalteca, y efectivamente debemos incluir su nombre y su incierta historia en calidad de mito, un curioso y romntico mito de la poesa femenina durante la poca colo-nial () (Vela, 1948: 257).

    Luz Mndez de la Vega, hace un enorme esfuerzo por recuperar la figura de sor Juana, y aunque se enfrenta a la problemtica ya des-crita, as como a la oposicin de los detractores de la monja, logra rescatar, en su incesante investigacin un auto navideo, cuyo nombre es Entretenimiento en obsequio de la Guida a Egicto, el cual, al igual que la poesa, ha sido sumamente cuestionado en su autora.

    En razn de las mltiples dudas que se generan alrededor de los escritos de la colonia y su autora es que en nuestro trabajo solamente pretendemos rescatar, de todo lo escrito, las figu-ras arriba mencionadas, como una muestra de su produccin y algn texto representativo de los mismos. De sor Juana transcribimos:

    Texto No. 1Letra con estrivio a la purcimaconcepcin, de nuestra Seora

    La Reina mas linda Juana de-Yegando a excistir, la Conceponal momento triunfadel dragon mas bil,que al hombre en prisionesle acia centir,un perpeotuo llantocontinuo gemir:

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  • Calvo y Barboza: Acercamiento a la poesa religiosa de la etapa colonial Centroamrica siglos XVI y XVII 37

    Estri) Esto si que es lucir, vio) Oyar del tirano* su feros servix.

    * En la ortografa moderna seran los dos lti-mos versos como sigue:

    Hollar del tirano Su feroz cerviz.la Concepcion puralinda Emperatris,ha librado al hombredel yugo infelis,venciste senora gloria cea a ti,por que a Dios, y al hombrelos yegaste a hunir.Esto si que es lucir.O Racael ermosaValiente Judith,que a tu imbicta plantade blanco marfil,ha cido imposiblepueda resistir,el leon que rugientenos quiso destruir.Esto si que es lucir.O lirio del campolucido Aleli,rosa sin espinasfragante jazmnlinda margaritaprecioso ruvi,a ti todo el Orbete alabe sin fin.Esto si que es lucir.

    Texto No. 1Versin en espaol contemporneoLetra con estribillo a la pursimaConcepcin, de nuestra Seora

    Juana de la ConcepcinLa reina ms linda. Llegando a existir,al momento triunfadel dragn ms vil,

    que al hombre en prisionesle haca sentir,un perpetuo llantocontinuo gemir: Estribillo) Esto s que es lucir Hollar del tirano Su feroz cervizla Concepcin puralinda Emperatriz,ha librado al hombredel yugo infeliz,venciste seoragloria sea a ti,porque a Dios, y al hombrelos llegaste a unir. Esto si que es lucir. O Raquel hermosaValiente Judith,que a tu invicta plantade blanco marfil,ha sido imposiblepueda resistir,el len que rugientenos quiso destruir. Esto s que es lucir.

    O lirio del Campolucido Alel,rosa sin espinasfragante jazmnlinda margaritaprecioso rub,a ti todo el Orbete alabe sin fin. Esto s que es lucir.

    Desde la perspectiva catlica y tomando en cuenta que se trata de una religiosa, podemos obser-var en los versos anteriores una exaltacin y dignifi-cacin de la Virgen impregnada de un gran amor y admiracin. La Virgen es descrita como poderosa y triunfadora pues intercede entre los seres humanos y el demonio para librar a aquellos del pecado.

    Se caracteriza adems su presencia fsica: La Reina mas linda y linda Emperatriz en conjunto con su capacidad y fuerza interiores para unir a Dios con los seres humanos.

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  • 38 Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXX (1), pg. 33-42, 2006 / ISSN: 0378-0473

    En cuanto a la forma hay cuatro estrofas de ocho versos cada una, intercalados por estribillos. Utiliza metforas en las cuales se contempla el intertexto mariano de tradicin espaola: O lirio del Campo, lucido Alel, rosa sin espinas.

    Es una poesa en donde no hay una elabo-racin de la forma apegada a los cnones rgidos, sino ms bien es libre y espontnea.

    Texto No. 2En otros poemas de sor Juana se resalta la

    figura de San Antonio como su auxiliar en cuan-to a la veneracin que siente ella por Cristo, por ejemplo es el siguiente cuarteto:

    Eres Antonio felizpues baja a tus manos puras

    un Dios que se sacrificapor amor de sus criaturas.

    El amor a Jess que invade a sor Juana est presente a travs de su manifestacin potica, as cita, como en ejemplo anterior, los santos y mrti-res que estuvieron cerca de su amado como suce-de tambin con San Juan lo cual es mencionado por Mariano Lpez Mayorical pero no poseemos corpus representativo (citado por Albzurez y Barrios, 1982: 121).

    Texto No. 3En este texto podemos observar las mis-

    mas formas de los anteriores, pero en cuanto al tema se da un cambio, ya que se refiere al rechazo total de sor Juana al amor carnal (sexual) desde su perspectiva femenina. En ella, el amor es pleno hacia su seor, tanto as que no le interesa la sabi-dura ni nada que la aparte de su Dios:

    No quiero que tomede aqu Satans

    ocasin a mi carnede lisongear.

    A la sabidurano quiero llegar

    ni saber entre amanteslas leyes del amor.

    Texto No. 4En este se manifiesta lo que Lpez

    Mayorical ha descrito como gran parte de la temtica de sor Juana y son los versos compues-tos a las monjas que la rodean:

    La Madre Vicariao que primorosa

    ha estado en la pascuacierto, muy donosa.

    Todas muy alegresviva repetimos

    con salud cumplidaviva muchos aos.

    Y las oficialescierto, se han portado

    con gran primornos han regalado.

    En este poema el tema es el festejo del cumpleaos de la Madre Vicaria, con elogios y gentileza sor Juana exalta la figura de su supe-riora. Refleja un gnero tpico de poca: los panegricos.

    Mndez de la Vega afirma al referirse a la obra de Sor Juana: En cuanto al valor de probar algo ms atribuible a Sor Juana de Maldonado y Paz, se hace evidente, ya que, como otras de las primeras poetisas hispanoamericanas, tempra-namente y desde su encierro de mujeres de esa poca, y en medio del fragor de la Conquista, supieron hacer algo ms que rezar, tejer y coci-nar. (Mndez de la Vega, 2002:100)

    Baltasar de orena Naci en Espaa, luego residi en Mxico y

    finalmente se traslada a Zapotitln en Guatemala. Fue poeta del siglo XVI y se le conoce por el Concilio de Trento ya que, segn Pedro Prez Valenzuela en su estudio Baltasar de Orena: dos aspectos de su vida citado en Albizrez y Barrios, ste asisti al Concilio como secretario de un obispo.

    Baltasar de Orena aparece luego en Amrica como secretario de otro obispo con

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  • Calvo y Barboza: Acercamiento a la poesa religiosa de la etapa colonial Centroamrica siglos XVI y XVII 39

    quien se traslada de Cuba a Guatemala. En Guatemala deja los hbitos, contrae matrimonio y se dedica a los negocios.

    En lo que respecta a su obra literaria, segn Albizrez y Barrios, no puede hacerse ningn

    juicio, pues no existe una fuente fidedigna. No obstante, analizaremos un pequeo villancico que le fue acreditado, encontrado en la antologa mayor de la literatura hispanoamericana de Guillermo Daz-Plaja.

    rosa por la que es quitadala culpa del primer padre.

    Es el rosal que deca:la Virgen Santa Mara:

    la rosa que producaes su hijo, esposo y padre,

    es rosa de salvacinpara nuestra redencin,

    para curar la lesinde nuestra primera madre.

    Bajo la pea nacela rosa que no quema el aire.

    Texto No. 1Bajo la pea nacela rosa que no quema el aire.Bajo de un pobre portalest un divino rosal,y una reina angelicade muy gracioso donaire;esta reina tan hermosaha producido una rosatan colorada y hermosa,cual nunca la ha visto nadie;rosa blanca y colorada,rosa bendita y sagrada,

    La temtica encierra el mismo tpico religioso de sor Juana de Maldonado. El uso de metforas se encuentra tambin referido a las imgenes de la Virgen Mara y el nio Jess, igualmente hace referencia a Eva como la prime-ra madre. Sin embrago, el yo lrico se distancia ms que sor Juana del elemento religioso ya que no se incluye, sino que se limita a alabar el acto del nacimiento de Jess.

    Por otra parte, en cuanto a la forma pode-mos notar una marcada diferencia con el estilo potico de sor Juana en cuanto a una elaboracin ms formal y cuidada referida sobre todo al uso de la rima perfecta consonante, si tomamos en cuenta lo indicado por Carrillo Ramrez en cuan-to a las composiciones de Orena, salvadas en los manuscritos de Gutierre de Cetina, podramos deducir que este villancico es de su autora ya que ste menciona tres sonetos y un villancico (Albizrez y Barrios, 1982: 79).

    Segn el mismo Carrillo, Orena tiene un estilo lrico influenciado por Garcilaso de la Vega.

    Orena, como autor, fue elogiado por el pro-pio Cervantes en el sexto libro de La Galatea. En el canto a Calope, elogio que transcribimos del trabajo realizado por David Vela sobre la lite-ratura Guatemalteca:

    Toda la suavidad que en dulce venase puede ver, veris en uno slo,

    que al son sabroso de su musa enfrenala furia al mar, el curso al dios Eolo:

    el nombre de ste es Baltasar de Orena,cuya fama al uno y otro polo

    corre ligera, y del Oriente a Ocaso,por honra erdadera del Parnaso

    El mismo David Vela transcribe en su antologa tres sonetos ms que le fueron atribui-dos a Baltasar de Orena, con base en los cuales lo califica como un lrico amoroso.

    eugenio Salazar de alarcnEugenio de Alarcn era de origen madrileo,

    ilustra las letras del siglo XVI y se dice que contri-buy al cultivo del saber en Guatemala, ya que su obra Silva de varia poesa fue escrita en Antigua.

    La historia no es precisa sobre cundo lleg a Guatemala como Fiscal de la Audiencia, tampoco se dice mucho de la influencia que ejer-ciera Salazar de Alarcn es el poeta lrico del que encontramos menos informacin

    De su autora logramos tener acceso a un soneto de tema religioso.

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  • 40 Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXX (1), pg. 33-42, 2006 / ISSN: 0378-0473

    SonetoEn contestacin al escrito por Livana para

    la Natividad del Nio.

    Sea la gloria a Dios en las alturas,que por nos eximir de eterna penabaj con voluntad de piedad llena

    del cielo a estas estriles honduras.

    Y ya naci en las entraas purasde la que es y ser de gracia llena:o nacimiento santo, o noche buena,

    que tanta luz nos diste estando oscura.

    Cundo pensamos (Dios) verte humanado?cundo los ojos nuestros fueron dignos

    de ver beldad tan alta, y admirable?

    O alto Dios, o verbo, que encarnadonaciste: pon tus ojos tan benignos

    en nuestro mal, que ya por ti es curable.

    En cuanto a contenido, la temtica expuesta presenta una indiscutible similitud con los textos de sor Juana y Baltasar de Orena, porque exaltan el nacimiento de Jess y la imagen de Mara. Al igual que Baltasar de Orena, Eugenio Salazar de Alarcn, se distancia del texto, exaltando a travs del uso de metforas las imgenes catlicas. De hecho, el texto empieza con el discurso eclesis-tico ceremonial del Domingo de Gloria y otras festividades de la Iglesia Catlica.

    La forma conserva todas las caractersticas del soneto del Siglo de Oro espaol de la misma tradicin de Garcilaso de la Vega. La rima es per-fecta consonante en los versos pares e impares.

    En cuanto al Texto No. 1, que vendra a ser el villancico, nos encontramos con la sorpresa de que Luis Antonio Daz Vasconcelos lo incluye como de autora de Eugenio Salazar de Alarcn, mientras que Daz-Plaja se lo acredita a Baltasar de Orena (Daz-Plaja, 1946: 70). Esto es reflejo de la problemtica de adjudicacin de obras a deter-minados autores durante ese perodo.

    conclusionesLa escritura potica en la Colonia espe-

    cficamente en los siglos XVI y XVII tiene una preponderante temtica religiosa, debido a que son los representantes de la Iglesia Catlica veni-dos a Amrica los que mayormente escriben, caso que se da tambin con sor Juana de Maldonado y Paz que, aunque nace en Guatemala, es de padre espaol y sumamente influenciada por fray Antonio de Remesal, amigo cercano de su padre y por consecuencia, de ella misma quien adems es monja.

    Encontramos grandes diferencias de forma, en la escritura, de sor Juana con la de Baltasar de Orena y Eugenio Salazar de Alarcn, en quienes es ms notoria la pertenencia a la tradicin espa-ola que incorpora esta poesa.

    En la poesa religiosa colonial culta no se mezclan caracteres indgenas. No encontramos referencia de poesa indgena religiosa o de cual-quier otro tema durante esta poca.

    En cuanto a los datos obtenidos para sus-tentar tericamente este anlisis, contamos con las mismas restricciones en lo referente a autores y textos, ya que no se establece claramente la autora de las producciones poticas religiosas y de otros temas de la Colonia. Incluso, tuvimos acceso a algunos corpus de poesa lrica colonial, con el nombre de los autores pero sin las fechas de creacin. A lo cual se suman las contradiccio-nes en que incurren los diferentes estudiosos, que muchas veces se contradicen entre s. A pesar de que algunos de ellos han tenido acceso a los archivos originales de los textos, daados por el paso del tiempo, por mano criminal, u otros inconvenientes.

    Luz Mndez ha dicho sobre las investi-gaciones hechas sobre la produccin literaria en la colonia: De todos modos, aun para quien no acepte la atribucin del Auto a Sor Juana, las pruebas textuales dejan claro que el Entretenimiento es la primera obra teatral reli-giosa escrita por una monja del Convento de La

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  • Calvo y Barboza: Acercamiento a la poesa religiosa de la etapa colonial Centroamrica siglos XVI y XVII 41

    Limpia Concepcin de Antigua Guatemala, en el siglo XVII () por sencillo que pueda parecer el Entretenimiento en Obsequio de la Guida a Egicto aporta tambin una muestra de lo que fue, o pudo ser, la poesa y la obra dramtica de nuestra Sor Juana,() frente a las pocas muestras de poesa que tenemos de los prime-ros poetas varones guatemaltecos. Poesas que slo conocemos gracias a su inclusin en anto-logas extranjeras, como los sonetos de Pedro de Libana que el poeta mexicano Eugenio de Salazar incluy en su Silva de poesa, o las pocas poesas de Mestanza, que el gran poeta espaol Gutierre de Cetina su compaero de armas reprodujo en su obra Flores de varia poesa, o como las poesas de Baltazar de Orena que el mismo Gutierre de Cetina incluy en su antologa, as como las otras que recogi en la suya Fray Fernando Vello de Bustamante. Algunas de esas poesas de nuestros primeros poetas las hemos tenido a mano gracias al tra-bajo de David Vela, al reproducirlas en el Tomo I de su valiosa Literatura Guatemalteca. (el destacado es nuestro) (Mndez de la Vega, 2002: 99-100)

    En vista de ser La Capitana General de Guatemala, el centro desde el cual se diriga todo lo que sera despus Centro Amrica, adems de poseer imprenta, conventos, colegios y universi-dades, es decir, de haber sido el mayor brazo del imperio Espaol, en nuestras tierras. Es lgico que sea precisamente all donde se encuentre el desarrollo ms temprano de la poesa colonial de lnea espaola.

    Estudiosos de la historia literaria centro-americana han coincidido en que la produccin potica de la poca estuvo en manos de viajantes, que iban de Santiago de Los Caballeros, a El Salvador, por ejemplo, o que fue nula como lo afirma Alfredo Len Gmez, al referirse al caso de Honduras Es as que durante la colonia, por un largo perodo de tres siglos de 1502 a 1821, no hubo un clima, un ambiente favorable al florecimiento de las letras() (Len Gmez, 1991:124)

    No es nuestra intencin cuestionar los pri-meros visos de poesa lrica producida en tierras centroamericanas durante la colonia, sino, ms

    bien, rescatarlas para que queden como prueba, a futuras generaciones, del esfuerzo que se ha hecho en Centroamrica por escudriar en el pasado colonial lrico literario.

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