XIV Congreso Internacional de Protocolo y Ceremonial “Protocolo Universal: La Riqueza en la diversidad” Monarquías vs Repúblicas: ¿Un distinto Protocolo?

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Monarquías vs Repúblicas: ¿Un distinto Protocolo?

Diego Zala Martínez

diego@protocolo.com

Escuela Internacional de Protocolo

RESUMEN: Vamos a realizar un análisis sobre la “fuerza de las herramientas

protocolaria” como gestoras e instrumentos de la identidad política de los Estados.

Observaremos como la utilización de los elementos protocolarios (banderas, símbolos,

legislación, ceremoniales y otros elementos) como herramienta de identidad política

estableciendo las posibles diferencias entre monarquías y repúblicas. Se trata de

estudiar, analizar y comparar las diferentes legislaciones, eventos y ceremoniales que

desarrollan y utilizan los distintos Estados en la actualidad con el objetivo de demostrar

la fuerza que disponen en la transmisión de mensajes políticos e institucionales capaces

de crear “conciencia social” y reforzar o definir las ideologías políticas. Además se

incluye una valoración sobre la importancia y responsabilidad en todo este ámbito de

los medios de comunicación y su responsabilidad en la difusión de los mensajes.

Palabras clave: Protocolo, Identidad, Estado, Política, Símbolos y Comunicación

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Protocolo e Identidad Institucional

Como punto de partida, debemos comenzar apuntando que el Protocolo se ha convertido en un

instrumento para forjar la identidad política de los Estados. Para ello utiliza diferentes

herramientas e instrumentos que los profesionales del protocolo oficial debemos conocer,

analizar e interpretar con el objetivo fundamental de salvaguardad la identidad política de las

instituciones de los diferentes Estados. Estas herramientas son generales y básicas, en sus

fundamentos, para los diferentes sistemas políticos, ya sean monarquías o repúblicas, por lo que

debemos basar nuestro estudio en aquellas cuestiones que, protocolariamente, pueden ayudarnos

a diferenciarlas o definirlas de una forma exclusiva.

Tenemos claro que estas herramientas protocolarias se pueden dividir en tres grandes bloques:

por un lado, símbolos nacionales (banderas, himnos, escudos, etc), en un segundo gran bloque: la legislación protocolaria específica (Precedencias autoridades, Premios, etc) y en tercer lugar los grandes eventos y sus ceremoniales específicos. (Tomas de posesión,

coronaciones, proclamaciones, días nacionales, etc). Todas ellas, cuando se ponen en práctica, tienen, desde el punto de vista institucional los siguientes objetivos: En primer lugar buscan crear, desarrollar, proteger y/o fortalecer la denominada marca política institucional que, como premisa básica, la sociedad y los ciudadanos que la componen deben entender y comprender. Es fundamental conseguir que la sientan parte de ellos: es decir generar una verdadera identidad política. Nosotros, como responsables de protocolo, tenemos una obligación fundamental y básica: su protección y desarrollo. En cualquier caso, el uso y/o diseño de cualquier evento oficial, legislación específica protocolaria o elemento simbólico debe tener un objetivo clave alcanzar la denominada concordia protocolaria, que conlleva, básicamente tres responsabilidades protocolarias fundamentales: el Respeto Institucional y la empatía sociopolítica, el análisis y estudio de la sociedad política y la correcta aplicación de la normativa en la búsqueda de la máxima representatividad. Centrándonos en el objetivo que nos ocupa, debemos apuntar en primer lugar que dado que las sociedades políticas actuales basan su configuración en dos sistemas básicos: Repúblicas / Monarquías, hemos de observar como las diferentes herramientas protocolarias que hemos mencionado con antelación buscan identificar los aspectos más representativos de cada uno de estos sistemas. Por ello debemos comenzar estudiando las básicas diferencias que encontramos en las legislaciones oficiales sobre precedencias en algunos Estados que podemos utilizar como referencia: España, Portugal y Chile nos van a servir de ejemplo. En cualquier caso, podemos decir que la legislación del Protocolo, en cualquier parte del mundo, tiene como objetivo fundamental establecer las reglas que deben regir en la organización de determinados actos oficiales en los que intervengan autoridades públicas que ejerzan la representación de los poderes y estructuras político-administrativas del Estado. Son normas para establecer una desigualdad legal. Hay una cuestión que, antes de abordar la legislación positiva en el ámbito del protocolo si debemos abordar: La importancia de la Costumbre en la legislación protocolaria, ya Montesquieu afirmaba “Un pueblo conoce, ama y defiende siempre más sus costumbres que sus leyes porque las costumbres de un pueblo libre son parte de su libertad”.

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En Protocolo la Costumbre es fuente de Derecho. Y en el ámbito del Protocolo es fundamental tener en cuenta las costumbres del lugar. En muchas ocasiones, la propia norma legislativa protocolaria nos remitirá a la costumbre pero debemos tener en cuenta que la fuerza de la costumbre es la tradición siempre probada y no contraria al orden público. Si que debemos abordar los ejemplos legislativos apuntando que tanto las normativas monárquicas como republicanas tienen una serie de puntos en común, que abordan a la hora de desarrollar su normativa protocolaria. Serían los siguientes: la representación de loa Poderes del Estado, la representación de las entidades federales, regionales o autonómicas, la Diplomática, la de otras altas autoridades del Estado, la representación militar, la representación eclesiástica y cultural así como otras cuestiones protocolarias: representaciones, cesiones, ausencias. Debemos fijarnos en cómo resuelven las diferentes legislaciones protocolarias estos aspectos, de ahí estableceremos las verdaderas diferencias entre protocolos republicanos y monárquicos. Si comenzamos con un ejemplo de legislación en una monarquía, utilizaremos el caso de España, una monarquía parlamentaria que regula sus precedencias a través del Real Decreto 2099/1983, de 4 de agosto, de ordenación de las precedencias de las autoridades del Estado. Si trabajamos en la “disección” de su listado de autoridades podemos concluir que el decreto está dividido en: Bloque 1. Hasta el puesto 7. Reservado a la Familia Real y del Rey. Bloque 2. Puestos del 8 al 12. Puestos reservados a los poderes del Estado; ejecutivo, legislativo, judicial y Tribunal Constitucional. Bloque 3. Puesto 13. En el que observamos diferencias por la inclusión de los representantes autonómicos Bloque 4. Puestos del 13 al 43 (art. 10) o 50 (art. 12). España, como monarquía parlamentaria, de corte autonómico, aporta una legislación que busca el respeto constitucional en su aplicación. Incorpora, por tanto la representación de militares (dado sus obligaciones constitucionales), culturales y de altas instituciones del Estado pero no incorpora la representación de cargos eclesiásticos, dado su carácter de Estado aconfesional. Como ejemplo de legislación protocolaria en una república europea, tenemos a Portugal que vemos como, a través de su Lei das Precedências do Protocolo do Estado Português Lei n.º 40/2006, de 25 de Agosto, busca el respeto a la identidad republicana portuguesa como fuente fundamental de su legislación protocolaria. También encontramos los siguientes bloques en el caso portugués: Bloque 1. Poderes del Estado, en el Bloque 2. Representantes institucionales y militares, Bloque 3. Representantes regionales y el Bloque 4. Otras autoridades con el sistema de peinado, sin incorporación tampoco en este caso de autoridades religiosas. En el caso de la legislación de una república americana, tenemos el caso de Chile, que a través de su Reglamento de Ceremonial Público y Protocolo, concretamente en su capítulo XIX y artículo 87, establece un régimen particular de precedencias; vemos como se reservan los cuatro primeros puestos a los representantes de los 3 poderes del Estado pero, establece un especial puesto 5 para los ex presidentes de la república. Podríamos decir que, lo más especial, es en los puestos 6 y 7 están los representantes de las iglesias mayoritarias del país, católicos y evangélicos que tienen una alta representación oficial. Particular la legislación chilena por la inclusión de representantes eclesiásticos que, por otra parte, suele ser muy habitual en las repúblicas americanas, no en las europeas.

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Protocolo como instrumento de conexión con la sociedad Los denominados eventos oficiales son la plataforma que utilizan los Estados para trasladar sus mensajes a la sociedad, es decir, son los momentos establecidos para la denominada conexión con la sociedad. Para conseguirlo, necesitamos un vehículo de transmisión especial, esta función, todavía hoy la desarrollan fundamentalmente los medios de comunicación tradicionales, sin olvidar la función de redes sociales que no son objeto de nuestro análisis. De todos modos hemos de partir afirmando que la Comunicación de hoy vive un escenario de crisis. Entendemos esta crisis como “cambio” sobre todo afectada por la revolución tecnológica que vivimos en los albores del siglo XXI y que está provocando que los sujetos que hoy viven en la sociedad, nuestros públicos, reviertan de sujetos totalmente pasivos a activos. Esta nueva situación les convierte en actores fundamentales en el proceso de creación de la noticia, por lo que hoy debemos tener más que nunca en cuenta todas las circunstancias socio políticas que les rodean. Todo este cambio o crisis de comunicación se une a una convulsa realidad histórica que está provocando cambios institucionales muy relevantes en los Estados, aparición de partidos o pensamientos más radicales e incluso una “crisis de fe en el sistema democrático” que podríamos calificar de preocupante para los profesionales del protocolo. Esta situación nos convierte en “defensores” de lo institucional y protectores, por lo tanto, de los sistemas constitucionales establecidos y de su imagen ante la sociedad. Ante esta nueva realidad hemos de decir que el protocolo se convierte en imagen, no sólo del poder político, sino también del económico y, sobre todo de los cambios sociales. Hoy los medios de comunicación muestran un enorme interés por el Protocolo. Por lo tanto forma parte del proceso de construcción de la noticia, se convierte en un factor de noticiabilidad muy relevante. Pero si tenemos que analiar y observar esos momentos de conexión; en ¿qué eventos se producen? Hemos elegido el análisis de dos fundamentalmente: las Tomas de Posesión y los Mensajes a los Ciudadanos. Comenzamos por un ejemplo de toma de posesión en una monarquía parlamentaria, el caso de España que, a pesar de su aconfesionalidad, tiene presente la biblia y el crucifijo en su ceremonia. Hay otros ejemplos, el caso de la Ciudad del Vaticano, como monarquía, es especial, con su tradición, su costumbre e incluso su identidad católica según el diferente papado. Vemos los casos de repúblicas como Chile, Italia o Grecia que conjugan la tradición religiosa con la más laica. Merecen análisis especial el caso de tres monarquías, proclamaciones en España y Holanda o la coronación del Reino Unido. Casos muy diferentes que, en un análisis pormenorizado de su ceremonial nos vinculan a su tradición y costumbrismo más claro. En el caso de los mensajes institucionales a los ciudadanos vemos casos más claros y laicos como Alemania, especiales como Israel o más tradicionales como el caso de España. El análisis de la evolución del mensaje de Navidad de S.M. el Rey es un ejemplo. Por último una reflexión final, monarquías o repúblicas, todas en el ámbito internacional son reconocidas por el principio de igualdad jurídica entre Estados, cuestión que los responsables de protocolo debemos tener siempre muy presente.