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Por favor, no toques el ratn 18. la oracin de la necesidadCATEQUESIS DE LA ORACIN

En la oracin de splica pedimos remedio para alguna necesidad. Es el clamor que levantan la desesperacin, el desengao, la incredulidad.

Con frecuencia afirmamos que hemos llamado a Dios y no nos ha respondido. Con frecuencia le pedimos cuenta de mltiples hechos: los nios hambrientos, los explotados, los oprimidos, los lisiados. Con frecuencia preguntamos muchos por qu sin obtener respuesta.

La mayora de las veces este silencio de Dios nos lleva a concluir que no tiene sentido orar, que no hay Dios que oiga esa oracin de splica.

Sin embargo, y a pesar de todo, queremos orar y pedir, contra toda esperanza. Cuando oris, decir: Padre nuestro. El pan de cada da dnosle hoy Jess ha dicho:

No pretendemos resolver los misterios de la vida, ni examinar el hilo del que pendemos sobre el abismo de la nada, sino agarrarnos a l para no hundirnos en la desesperacin.

Slo queremos luz y fuerza para seguir orando hasta que Dios hable y su palabra sea nuestro consuelo sin fin.

Si tratamos por un momento de acallar en nosotros el ansia de vivir y el hambre de gozar, sonar en nuestra conciencia la voz de Dios que nos interroga:

De dnde sacis que Dios no existe cuando no le podis abarcar y comprender?

Dios ha dado respuesta al hombre haciendo carne su Palabra para que gimiera al unsono con el agonizante dolor de este mundo: Seor, venga a nosotros tu Reino

Mientras nuestras manos se mantienen unidas en oracin, juntas aun en medio de las ms horribles tragedias, nos envuelve, invisible y misteriosa, pero verdadera , la piedad y clemencia divina, la vida misma de Dios; y lo que es horrible para el corazn del hombre, se torna entonces fuente de esperanza.

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