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POSICIONES DE CLASE Y SISTEMAS DE PODER: VINCULACIONES Y CONTRADICCIONES EN LA CONSTRUCCIÓN DEL COMÚN DE PECHEROS EN LA BAJA EDAD M EDIA José Antonio Jara Fuente CSIC Madrid 1 INTRODUCCIÓN El estudio del poder en el mundo urbano bajomedieval ha estado ligado prác- ticamente desde sus inicios al análisis del aparato centralizador de las decisiones de poder en la ciudad el regimiento. Y en este ma rco la presencia y en su caso participación de vecinos pecheros en ese proceso de toma de decisiones han sido puestas de manifiesto en las diversas investigaciones que se le han dedicado. Sin embargo ese estudio del poder urbano imprescindible como punto de par- tida para acceder a un mejor conocimiento de la sociedad urbana bajome dieval ha queda do reduc ido a mo delos analíticos excesivam ente institucionalistas y unidi- mensionales. Regimiento y poder urbano se hacen muchas veces sinónimos, los • El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación Espacios de poder y lucha social: las formas de or ganización y el discurso político de los pecheros del concejo de Madrid ante las usur aciones de bienes comunal es en el siglo X V que dirige la Dra. Isabel Alfonso Antón en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y se encuentra financiado por la Comunidad Autónoma de Madrid referencia 06/0087/2000). 511

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  • POSICIONES DE CLASE Y SISTEMAS DE PODER:VINCULACIONES Y CONTRADICCIONES EN LACONSTRUCCIN DEL 'COMN DE PECHEROS'

    EN LA BAJA EDAD MEDIA*

    Jos Antonio Jara FuenteCSIC, Madrid

    1. INTRODUCCINEl estudio del poder en el mundo urbano bajomedieval ha estado ligado, prc-

    ticamente desde sus inicios, al anlisis del aparato centralizador de las decisionesde poder en la ciudad, el regimiento. Y en este marco, la presencia y, en su caso,participacin de vecinos pecheros en ese proceso de toma de decisiones han sidopuestas de manifiesto en las diversas investigaciones que se le han dedicado.

    Sin embargo, ese estudio del poder urbano, imprescindible como punto de par-tida para acceder a un mejor conocimiento de la sociedad urbana bajomedieval, haquedado reducido a modelos analticos excesivamente institucionalistas y unidi-mensionales. Regimiento y poder urbano se hacen muchas veces sinnimos, los

    El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigacin Espacios de poder y luchasocial: las formas de organizacin y el discurso poltico de los pecheros del concejo de Madridante las usurpaciones de bienes comunales en el siglo XV, que dirige la Dra. Isabel AlfonsoAntn en el Consejo Superior de Investigaciones Cientficas, y se encuentra financiado por laComunidad Autnoma de Madrid (referencia 06/0087/2000).

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    ayuntamientos de vecinos se transforman en grandes cajas de resonancia de lasdecisiones de poder adoptadas por los regidores, y "ser o no ser" o, mejor, "estar ono estar" en condiciones de presencia y participacin en ese espacio nico delpoder, se convierte en criterio vlido de inclusin o exclusin de una gran parte delvecindario en el proceso y los oficios de la toma de decisiones. Consiguientemente,las tensiones, oposiciones y luchas que surgen a lo largo de los siglos XIV y XV,especialmente en este ltimo, alrededor de la forma en que se va configurando elsubsistema urbano de poder, tienden a analizarse en trminos de conflictos inter-clase que enfrentn a quienes se hallan asentados en el poder, los privilegiados, y aquienes han -sido radical o paulatinamente apartados de aqul, los pecheros'.

    No obstante, y sin pretender negar en ningn caso la importancia del regi-miento como espacio ltimo y fundamental en el ejercicio del poder urbano, creoque conocemos suficientemente bien las lneas generales de tensin de lo urbanocomo para comenzar a dar un salto cualitativo en los planteamientos analticos ymetodolgicos con los que enfrentamos la tarea de investigar el mundo concejil. Eneste Sentido, entiendo que la comprensin de lo urbano en trminos sistmicospuede suponer una renovacin radical de los estudios de historia urbana'. Y esto sepredica tambin, y muy especialmente, de los anlisis del poder.

    Ahora bien, cmo definir un sistema? En trminos sintticos podemos defi-nirlo como un circuito, un espacio coherente, pluridimensional, plurirrelacional einterrelacional de procesos y mecanismos, en el que las variaciones sufridas en

    ' Sobre un enfoque diverso para el anlisis de este tipo de conflictos, vase nuestro trabajo"Sobre el concejo cerrado. Asamblearismo y participacin poltica en las ciudades castellanasde la Baja Edad Media (conflictos inter o intra-clase)", en Studia Historica. Historia Medieval,17 (1999), pp. 113-136.

    2 Este .es el sentido pionero del trabajo de Jos Mara MONSALVO ANTN, El sistema polti-co concejil. El ejemplo. dei seoro medieval de Alba de Tormes y su concejo de vil/ay tierra,Salamanca, 1988, si bien reducido a una parte, el sistema poltico, de lo que es el todo, el sis-tema urbano. En un sentido similar, vase nuestro trabajo Concejo, poder y lites. La clasedominante de Cuenca en el siglo XV, Madrid, 2000.Sobre nuevas orientaciones en el estudio del poder urbano, cfrs. tambin nuestro trabajo "Elitesurbanas y-sistemas concejiles: Una propuesta terico-metodolgica para el anlisis de los sub-sistemas de poder en los concejos castellanos de la Baja Edad Media", en Hispania. RevistaEspaola de Historia, 207 (2001), pp. 221-266.La mayor parte de conceptos tericos que se abordarn en estas pginas, se encuentran recogi-dos en los dos trabajos anteriormente citados, a los que remito.

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    alguno o algunos de los mecanismos que lo integran, as como en la forma o for-mas en que se verifican los procesos de relacin', afectan al modo en que se pre-senta y desenvuelve el conjunto del sistema'.

    Desde este punto de vista, el poder, como expresin formalizada de la toma dedecisiones, sigue descansando en el ayuntamiento (donde usualmente slo los regi-dores tienen voto, o su manifestacin resulta ms ntida y decisiva que la de otrosoficiales concejiles); pero en un sentido no formalizado, como conjunto de instan-cias y prcticas que actan en el proceso de toma de decisiones y, al fin, en la deci-sin misma, el hecho de la "participacin" en ese proceso debe ser buscado ms allde ese espacio de representacin que es el ayuntamiento, ms all de ese mecanis-mo superior, pero no nico, de decisin que es el regimiento, y ms all de los indi-viduos y linajes, usualmente privilegiados, que lo integran. Y, por cierto, algo deesto se ha hecho en relacin con las injerencias en la poltica urbana protagoniza-das por otros sistemas de poder (as, las llevadas adelante por la monarqua o lanobleza territorial, y, en reas de seoro, por los mismos seores).

    Aceptado este planteamiento previo, la pregunta que interesa hacer, en relacincon el ejercicio y participacin en el poder en el mundo urbano, no es ni quines loostentaban ni desde qu instituciones lo hacan, sino cmo se lleg a construir yoperar en cada momento un determinado modelo de poder en cada ciudad'. No obs-tante, y aunque parezca contradictorio con el enunciado anterior, uno de los saltoscualitativos que debe dar la historia urbana camina precisamente en el sentido del"quin" y el "dnde". Me refiero, fundamentalmente, a los anlisis de trayectorias

    ' Unos procesos de relacin que deben ser entendidos en un doble sentido: primero, aquellos quesurgen y operan en el interior de cada mecanismo y contribuyen a construirle como tal (en estesentido, cada mecanismo puede ser entendido como un pequeo o gran subsistema); segundo,como aquellos que surgen y operan desde el mecanismo hacia el exterior, relacionando a stey sus partes, con los restantes elementos del sistema.

    ' Es evidente que no todas las variaciones, que se verifiquen en el interior del sistema, afectarna ste por igual. De un lado, porque no todos los mecanismos que contribuyen a su construc-cin, lo hacen con la misma "cualidad determinante" (as, podramos decir que en todo sistemaexisten mecanismos sustantivos y adjetivos, con valores cualitativamente distintos en ese pro-ceso de conformacin sistmica). De otro, porque no todas las variaciones suponen o puedensuponer modificaciones cualitativas de los mecanismos o los procesos.

    5 Sobre la importancia del "cmo" frente al "quines", vase THERBORN, G., Cmo domina laclase dominante, Madrid, 1979.

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    curriculares y de agencias. Efectivamente, la comprensin de cmo opera un deter-minado sistema, o subsistema, no puede abstraerse del estudio de los elementos quelo integran, de los elementos que, al fin, contribuyen a dotarle de vida. Y si bien eluso de trayectorias curriculares no es extrao a los historiadores del mundo conce-jil, su aplicacin extensiva al conjunto de la sociedad urbana apenas ha tenido eco;y lo mismo cabra afirmar sobre los anlisis de agencias, reducidos, en ltima ins-tancia, a las ms formales y evidentes, como son el ayuntamiento, el regimiento, olos rasgos ms sobresalientes de los cabildos de nobles linajes, all donde seencuentran'. Y es la ausencia de tratamientos ms profundos, la que dificulta elalcanzar algo ms que los lugares comunes por todos transitados y algunas genera-lizaciones faltas de contrastacin emprica.

    Es desde este planteamiento, que deben someterse a nuevo examen algunas delas cuestiones que surgen alrededor del ejercicio y/o participacin en el poder de lospecheros. A saber: 1) son los pecheros una parte coherente de un todo social quevendra completado por el grupo de privilegiados?; 2) son los pecheros conscien-tes de esa coherencia y divisin social urbana?; 3) son los pecheros capaces deoperar resortes del poder, bien en su periferia bien en su interior, y, si lo son, en qucondicin lo actan, como pecheros?; 4) en relacin con la pregunta anterior, sonlos pecheros capaces de actuar coherentemente en la persecucin de sus objetivos?,es decir, son los pecheros capaces de desarrollar estrategias, proyectos de clase yde organizarse para alcanzar sus objetivos?; 5) y, en ltima instancia, el grupo deprivilegiados, la clase dominante en cada ciudad, pudo y lleg a instrumentalizarlas organizaciones y proyectos pecheros en su propio beneficio?, "traicionaron" omanipularon las lites pecheras aquellas organizaciones y proyectos para alcanzara ser lo que no eran, privilegiados?

    6 Sobre el uso extensivo de la prosopografia, vase nuestro trabajo Concejo, poder y lites..., op.cit. Sobre agencias, especficamente pecheras, resulta imprescindible la investigacin que JosMara MONSALVO ANTN les dedica en "La participacin poltica de los pecheros en losmunicipios castellanos de la Baja Edad Media. Aspectos organizativos", en Studia Historica.Historia Medieval, VII (1989), pp. 37-93. Cfrs. tambin el captulo dedicado a ellas porMximo DIAGO HERNANDO en Estructuras de poder en Soria a fines de la Edad Media,Junta de Castilla y Len, Valladolid, 1993, pp. 243-278; MARTN FUERTES, Jos A., El con-cejo de Astorga. Siglos XIII-XVI, Dip. de Len-CSIC., Len, 1987, pp. 103-111; y MARTNEZMORO, Jess, La tierra en la comunidad de Segovia. Un proyecto seorial urbano (1088-1500), Universidad de Valladolid, 1985, pp. 119 y ss.

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    2. LA SOCIEDAD URBANA: PARTICULARIDADES DE UNA ESTRUC-TURA BIPOLAR. CONFORMACIN DE LA CLASE DOMINANTE

    Cuestiones de marginalidad aparte, privilegiados y pecheros conforman el todode las estructuras sociales urbanas. Dos polos con cargas opuestas, imgenes espe-culares que se definen a partir de la ausencia/presencia de las mismas variables: elestatuto privilegiado y el pechar. Puesto que una parte de la estructura social dis-fruta de un estatuto privilegiado, no pecha; puesto que la otra parte no lo goza,pecha. En la mayora de estudios, estos rasgos resultan suficientes para distinguir alos dominantes de los dominados (se utilice o no la nocin de clase como medio declasificacin social), pues tambin en la mayora de estudios se da por asumido uncierre, ms o menos frreo, de la estructura de poder alrededor de los privilegiados.

    Un cierre relativamente cierto. Efectivamente, el regimiento, a lo largo de lasegunda mitad del siglo XIV y primera mitad del XV, fue aristocratizndose, enno-blecindose y cerrndose a quienes no podan demostrar su condicin hidalga ocaballera. Pero, por un lado, si bien la tendencia al ennoblecimiento es innegable,no por ello dej de constituir un proceso ms o menos largo en cada concejo; y,como todo proceso, el punto final no equivale necesariamente a la suma de los ml-tiples puntos que integran el conjunto. Es decir, las clases dominantes urbanas estu-vieron sujetas a un proceso paulatino de construccin, diverso en cada concejo, eintegradas en cada momento por distintos segmentos de clase que no necesaria-mente se definieron de modo principal por la ostentacin de un estatuto privilegia-do'. Y, por otro lado, el regimiento no constituye en ningn concejo el nico ele-

    ' De hecho, no resultan excepcionales los concejos donde los pecheros lograron reservarse unaparte, aunque minoritaria, de los oficios de regimiento. As sucede en Segovia (a mediados delXIV haba 5 regidores pecheros, 2 por la ciudad y 3 por la tierra); en Cullar (a fines del XVse constata la participacin de 2 regidores no privilegiados, uno de la tierra y otro de la villa);y en Mrida (aqu, hacia 1417, las regiduras se reparten por mitad entre pecheros y privilegia-dos).Y en algunos lugares la excepcin camina precisamente en sentido opuesto, en el de privilegiaral personal cuantioso en el servicio de todos los oficios concejiles. Este sera el caso de Burgosy Chinchilla. En Burgos, la introduccin del regimiento sancion una situacin precedente enla que los oficios de gobierno, sobre todo desde 1322, venan siendo ostentados en exclusivapor los caballeros villanos. Por su parte, en Chinchilla, los pecheros lograron que, desde JuanII, los caballeros de linaje hubieran de mantener caballo de guerra y pechar para poder entraren las suertes de los oficios.Sobre el particular, vase MONSALVO ANTN, Jos Mara, El sistema poltico concejiL.., op.cit., pp. 149-152; BONACHA HERNANDO, J.A. e Hilario CASADO ALONSO, La segunda

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    mento discernible de la estructura de poder. Hasta el punto de que, para algunosconcejos, me atrevera a afirmar que el propio regimiento funciona de un modosimilar a como opera el ayuntamiento en relacin con l, como una gran caja deresonancia de proyectos y estrategias enunciados y desarrollados en otras agenciasy materializados, entre otras vas, a travs de la agencia regimental. Me refiero,concretamente, a aquellos concejos donde cabildos de nobles linajes controlan yadministran, en su sentido ms estricto, los oficios urbanos, regimiento incluido'.

    Si el regimiento no es sino una parte de la estructura de poder, es decir, unaparte del subsistema urbano de poder, cmo definimos ste? Como en todo sub-sistema o sistema, hablamos nuevamente de mecanismos y procesos, ahora, en elcaso del subsistema urbano de poder, dirigidos a perpetuar un determinado modelode dominacin. Unos mecanismos que, en otro lugar, he organizado alrededor delconcepto de "recursos del poder": recursos materiales (como los oficios y el patri-monio) e inmateriales (como el rango social o el linaje). Estos recursos son objetode un doble proceso de "apropiacin" (y entendamos la "apropiacin" en un senti-do que va ms all del propio en estudios de "clase"), que determina el modo comose configura la clase dominante en cada concejo: 1) de control sobre el acceso alos recursos; 2) de participacin positivamente diferenciada en el disfrute de aqu-llos.

    Desde este punto de vista, las clases dominantes urbanas se definen y vienenintegradas por el conjunto de individuos/linajes capaz de ocupar las posiciones depoder desde las que se controla quin y en qu condiciones puede disfrutar de aque-llos recursos; pero tambin se definen y vienen integradas por todos aquellos indi-

    mitad del siglo XIV y el siglo XV, en Estepa Dez, Carlos, Tefilo F. Ruiz, J.A. BonachaHernando e Hilario Casado Alonso, Burgos en la Edad Media, Junta de Castilla y Len,Valladolid, 1984, pp. 390-392; y PRETEL MARN, Aurelio, La 'comunidad y repblica' deChinchilla (1488-1520). Evolucin de un modelo de organizacin de la oposicin popular alpoder patricio, Ins. de Estudios Albacetenses-CSIC, Albacete, 1989, p. 58.Sobre cabildos de nobles linajes, vanse MONSALVO ANTN, Jos Mara, El sistema polti-co op. cit.; LADERO QUESADA, Miguel Angel, "Linajes, bandos y parcialidadesen la vida poltica de las ciudades castellanas (siglos XIV y XV)", pp. 105-134, en VV.AA.,Bandos y querellas dinsticas en Espaa al final de la Edad Media, Actas del Coloquio cele-brado en la Biblioteca Espaola de Paris los das 15 y 16 de Mayo de 1987, Champigny-sur-Mame, 1991; ASENJO GONZLEZ, Mara, Segovia. La ciudad y su tierra afines del medie-vo, Segovia, 1986, especialmente pp. 285-297; DIAGO HERNANDO, Mximo, Estructuras depoder en Soria afines de la Edad Media, op. cit., pp. 186-195.

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    viduos/linajes capaces de ocupar las posiciones de poder que les permiten accederal disfrute, positivamente diferenciado, de aquellos recursos. Se tratara de, almenos, dos segmentos de clase, integrados en la clase dominante, a los que deno-mino lite de poder y lite de participacin. Y, en funcin de la mayor o menorcapacidad mostrada por hidalgos y caballeros en cada concejo, para controlar en supropio beneficio el subsistema urbano de poder y su subsistema de recursos, la pre-sencia pechera en el interior de la clase dominante ser mayor o menor, pero rara-mente nula (sobre todo en el segmento lite de participacin).

    De este modo, las investigaciones sobre el poder no pueden quedar reducidasa sus aspectos ms evidentes y elementales (el regimiento y los linajes, hidalgos?,que se integraron en l), sino que ha de trascender al anlisis conjunto de la propiaclase dominante, de los segmentos de clase de que se compuso en cada concejo ymomento, y a las estrategias desarrolladas por cada uno de aquellos segmentos y lasque fueron capaces de plantear en comn, a partir de intereses coyuntural o estruc-turalmente afines. Pero, por lo mismo, al examen del subsistema urbano de podertampoco puede escapar la forma en que la propia clase dominada se fue estructu-rando y organizando, y los discursos y estrategias que sta desarroll en la perse-cucin de sus objetivos. Y ello teniendo bien presente que algunas de las aspiracio-nes de ciertos segmentos de la clase dominada podan coincidir, tambin coyuntu-ral o estructuralmente, con las de segmentos de la clase dominante, hasta el puntode participar conjuntamente (en pie de igualdad) en algunos de los procesos delucha social en los que se contenda con el segmento lite de poder (con los linajesasentados en el regimiento)9.

    Si bien creo que este modelo analtico puede generalizarse a todos los conce-jos peninsulares, en lo que toca a la participacin pechera en el subsistema urbanode poder s que deberan ser tenidas en cuenta diferencias estructurales en la forma

    9 De hecho, no otro sentido tiene la forma en que hidalgos, caballeros, escuderos y "simples"pecheros se integran, sin conflictos aparentes, en el segmento "lite de participacin" enCuenca; y tambin las reclamaciones que, frente al regimiento y de modo conjunto, realizan susms destacados representantes, a lo largo del siglo XV, para obtener una participacin ms sus-tancial en el reparto del poder (participacin que se quiere en pie de igualdad con los mismosregidores). Vid JARA FUENTE, Jos Antonio, Concejo, poder y lites..., op. cit.; y, del mismoautor, "Sobre el concejo cerrado. Asamblearismo y participacin poltica en las ciudades caste-llanas de la Baja Edad Media (conflictos inter o intra-clase)", op. cit.

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    en que se organiza dicho subsistema en los distintos sistemas urbanos. El problemaque plantean las generalizaciones, a que he aludido anteriormente, es que esas dife-rencias no han sido tenidas en cuenta. El punto de contacto, y de separacin msevidente, se encuentra en lo que podramos denominar "modelo conquense".Asumida la nobilizacin paulatina del regimiento, qu sucede con los restantesoficios urbanos: estn o no abiertos a una participacin sin distincin de privile-gios?' En este sentido, convendra distinguir dos grandes modelos y un submode-lo: 1) concejos en los que cabildos de nobles linajes se fueron instalando y mono-polizando o cuasi-monopolizando el subsistema urbano de poder"; 2) concejos enlos que se frustr el paso de los bandos-linaje a los cabildos de nobles linajes(modelo conquense)' 2 ; 3), como submodelo, los concejos andaluces, repoblados engran medida a fuero de Toledo, donde la presencia hidalga era mayor y su accesoal subsistema urbano de poder se privilegiaba, pero tambin donde la presencia delinajes de la alta aristocracia introdujo un proceso banderizo distinto al que seobserva en el norte peninsular (generalmente protagonizado por baja nobleza)'3.

    Tngase presente que la apertura o cierre de los oficios urbanos opera como imagen de cuantosucede en el interior del subsistema de recursos.

    " En una primera fase, se tratara de bandos-linajes sin un reconocimiento institucional formali-zado, que recurriran a la violencia como medio de control del subsistema urbano de poder.Sera el caso de Alba de Tormes, Segovia, Trujillo, Vitoria o Valladolid, por citar algunos con-cejos. Vid. MONSALVO ANTN, Jos Mara, El sistema poltico op. cit.; ASENJOGONZLEZ, Mara, Segovia. La ciudad y su tierra afines de/medievo, op. cit.; FERNNDEZDAZA-ALVEAR, Carmen, "Linajes trujillanos y cargos concejiles en el siglo XV", en Actasdel Coloquio La ciudad hispnica durante los siglos XIII al XVI, 3 vols., I, La Rbida y Sevilla,del 14 al 19 de Septiembre de 1981, Universidad Complutense de Madrid, 1985, pp. 419-432;DAZ DE DURANA ORTIZ DE URBINA, Jos Ramn, Alava en la Baja Edad Media. Crisis,recuperacin y transformaciones socio-econmicas (c. 1250-1525), Dip. Foral de Alava, 1986;y BENNASSAR, Bartolom, Valladolid et ses campagnes au XV1e. sicle, Thse pour leDoctorat s Lettres, Universit de Paris, 1967.

    12 Nuevamente Cuenca resulta un inmejorable ejemplo. Sabemos que a fines del siglo XIII doslinajes dominan la ciudad, Rodrguez y Fernndez, encabezados en 1296 el primero porGonzalo Rodrguez y, el segundo, por Juan y Pedro Fernndez; si bien la documentacin, esca-sa para este perodo, no nos proporciona ms datos sobre su organizacin, integrantes y formasde proyeccin, lo que s est claro es que estos incipientes bandos-linaje no llegaron a cuajarcomo vehculo institucional de participacin en el poder. Vid. SNCHEZ BENITO, JosMara, Las tierras de Cuenca y Huete en el siglo XIV Historia econmica, Universidad deCastilla-La Mancha, Cuenca, 1994, p. 63.

    " Sobre los concejos andaluces, vase la sintesis que Manuel GONZLEZ JIMNEZ hace en"Ciudades y concejos andaluces en la Edad Media: gobierno urbano", en Fundacin Snchez

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    En sistemas urbanos tipo "cabildo de nobles linajes" la presencia de linajespecheros en el interior de la clase dominante pasa, generalmente, por su incorpora-cin a dichos cabildos. Este no fue un proceso extraordinario, antes bien, debido alos evidentes puntos de contacto entre los segmentos inferior y superior, respecti-vamente, de las clases dominante y dominada, y a los recursos, fundamentalmentede tipo patrimonial, que podan aportar los linajes mejor colocados en el espectrode los dominados, la incorporacin de stos a los cabildos, lenta, es cierto, facilitla apertura del sistema a quienes disponan de las "cualificaciones" necesarias,salvo el privilegio, para optar a integrarse en la clase dominante (pinsese que estoslinajes eran tambin los que presentaban una mejor disposicin en trminos demedios de lucha, oportunidades e inters por llevar adelante la confrontacinsocial)' 4 . De este modo, en muchos concejos se logr una cierta paz social, basadaen la apertura limitada del sistema a los no privilegiados.

    Por su parte, en los concejos que seguan el "modelo conquense", donde nohaba llegado a operarse un cierre o cuasi-cierre del sistema en tomo a los privile-giados, el acceso al poder y sus recursos era una empresa relativamente abierta atodos los linajes "cualificados", independientemente de su condicin privilegiada ono". Aqu, la clase dominante vena integrada por un segmento lite de poder, hidal-

    Albornoz, Concejos y ciudades en la Edad Media hispnica, II Congreso de EstudiosMedievales, 25-29 de Septiembre de 1989, Madrid, 1990, pp. 237-260.Sobre bandos nobiliarios, vid. QUINTANILLA RASO, Mara Concepcin, "Estructura y fun-cin de los bandos nobiliarios en Crdoba a fines de la Edad Media", pp. 157-180, en VV.AA.,Bandos y querellas dinsticas en Espaa al final de la Edad Media, op.cit.; GARCAFERNNDEZ, Manuel, "Las reformas municipales de Alfonso XI en el reino de Jan", pp. 41-48, en Actas del VI Coloquio Internacional de Historia Medieval de Andaluca, Las ciudadesandaluzas (siglos XIII-XVI), Universidad de Mlaga, 1991; y RUCQUOI, Adeline, Valladoliden la Edad Media, 2 vols., I Gnesis de un poder, Junta de Castilla y Len, Valladolid, 1987,pp. 253-260.

    '4 El caso paradigmtico lo proporcionan las casas integradas en los bandos-linaje vallisoletanos,como ha puesto de manifiesto Adeline Rucquoi para la casa de Corral, primera del linajeReoyo, cuyas ordenanzas, redactadas hacia 1420, facilitan el ingreso de quienes aun no dispo-niendo de estatuto privilegiado, s gozan de fortuna suficiente. Vid RUCQUOI, Adeline,Valladolid en la Edad Media, 2 vols., I Gnesis de un poder, op. cit., pp. 254-255.

    " Que el cierre en torno a los privilegiados no se oper en todos los casos, lo demuestra el ejem-plo, citado supra, de los oficios concejiles en Chinchilla, reservados en su totalidad a quienespechaban, fueran o no privilegiados.

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    go, y otro segmento, elite de participacin, en el que hidalgos, caballeros, escude-ros y pecheros participaban de los recursos del poder en similares condiciones16.

    3. POSICIONES CONTRADICTORIAS DE CLASE Y DESUBSISTEMAS DE PODER

    Lo que hemos observado hasta ahora es cmo la distincin privilegiados/pe-cheros no es operativa en trminos de estructuracin social pues las clases domi-nantes urbanas estaban integradas, en mayor o menor medida, por linajes hidalgosy pecheros. Es cierto que no todos los linajes participaron en pie de igualdad en losrecursos del poder y, desde luego, no en la mxima agencia de centralizacin de lasdecisiones de poder, el regimiento. Pero tambin lo es que all donde el acceso a losrecursos del poder pasaba por la integracin en un cabildo de nobles linajes, notodos los hidalgos, no ya los pecheros, disfrutaban de las mismas oportunidades.

    Lo que hemos observado, en suma, es cmo en el proceso de estructuracinsocial urbano, son discernibles linajes que ocupan posiciones contradictorias declase, en un doble sentido: 1) posiciones internamente contradictorias, pues losmiembros (hidalgos y pecheros) de la elite de participacin han de ser entendidoscomo dominados en relacin con la elite de poder (hidalga), que ejerce la domina-cin a travs del control del acceso a los recursos del poder y de la discriminacin,intrnseca, sobre quin puede o no acceder al disfrute de aqullos; y 2) posicionesexternamente contradictorias pues, en el marco de una paulatina nobilizacin delsubsistema urbano de poder, la presencia de linajes pecheros sita a stos en lainterseccin de la estructura de clases: por un lado, pertenecen a la clase dominan-te porque coinciden en sus aspiraciones y estrategias con los miembros privilegia-dos de sta y porque se les ha abierto la puerta para participar en el subsistema derecursos, para participar en la dominacin; pero, por otro lado, son clase dominadaen la medida en que pechan, en la medida en que la ausencia de privilegio les dife-rencia y significa negativamente, y les introduce en el espectro de aspiraciones yestrategias de los restantes dominados.

    16 Sobre participacin de la lite pechera en el subsistema urbano de poder, vase tambinGOICOLEA JULIN, Francisco Javier, Haro: Una villa riojana del linaje Velasco afines delMedievo, Ins. de Estudios Riojanos, Logroo, 1999.

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  • POSICIONES DE CLASE Y SLIIIMAS DE PODER: YLNCULACIONES Y CONTRADICCIONES EN LA CONSTRUCCIN DEL 'COMN DE LOS PECHEROS ' EN LA BAJA EDAD MEDIA

    Estas contradicciones son estructurales en el sistema de clases'', pero no sonlas nicas. De hecho, los mismos mecanismos de acceso al privilegio introducenpuntos negros en el proceso de categorizacin social. Y aqu tendramos que pre-guntamos por el privilegio en s. En qu consiste el privilegio? La mayora deautores tiende, en la prctica, a reducirlo a ciertas condiciones estatutarias, en con-creto a ser hidalgo, caballero o escudero; estatutos que, de una forma u otra, resul-tan verticalmente transmisibles en el seno del linaje y que tienden a perpetuarse enl. Pero existan otras condiciones que privilegiaban, cuyo acceso no estaba cena-do a hidalgos, caballeros y escuderos en trminos de discriminacin negativa (posi-tiva para los pecheros en la medida en que s estaba abierto a stos) sino de la pro-pia racionalidad de los mecanismos del privilegio. Pongamos por caso a los oficia-les, obreros y monederos de las Casas de la Moneda de Castilla. El beneficio queacompaaba a estos oficios era, claramente, el no pechar, por consiguiente tenda aaplicarse y seleccionar su personal de entre quienes pechaban. El privilegio, es cier-to, no se transmita verticalmente en el seno del linaje, pero no es raro encontrarlinajes que, en aquellos concejos donde existieron Casas de la Moneda, accedierona cuasi-patrimonializar algunos oficios. Adems, existan otras vas que permitie-ron a los pecheros acceder a estos mecanismos de privilegio. As, el acceso a lamontera, o a instituciones aglutinadoras de personal pechero, construidas al modode los cabildos de caballeros y escuderos, y que facilitaban privilegios similares alos disfrutados por aqullos". En ltima instancia, a lo largo del siglo XV, el climade inestabilidad y los mltiples conflictos que sacudieron al reino, tambin dieron

    17 Pinsese en lo que significa hoy en da el concepto "clases medias" .y uno de los espectrossociales que ms lo significan, el de los altos ejecutivos. Estos no son propietarios de las empre-sas para las que trabajan, son asalariados; pero unos asalariados privilegiados: de un lado, porlas remuneraciones e incentivos econmicos que perciben (as como los nada desdeablespagos en especie que reciben), y las redes de relaciones que sus puestos les permiten desarro-llar en todos los mbitos del poder (empresas, medios de comunicacin, partidos polticos,etc.); y, de otro, porque su especial posicin en el sistema produttivo les Moca en situacin deactuar como cuasi-propietarios de los medios de produccin, algo que realmente no son (algoque idealmente son los accionistas). Estos "asalariados privilegiados", son clase dominante odominada?Sobre el particular vid. WRIGHT, Erik Olin, "Reflexionando, una vez ms, sobre el conceptode estructura de clases", en Julio CARABAA y Andrs DE FRANCISCO (comps.), Teorascontemporneas de las clase; sociales, Madrid, 1993.

    " El caso ms caracterstico es el de Cuenca, donde, al lado del Cabildo de Caballeros yEscuderos, Juan II promueve el Cabildo de Guisados de Caballo, integrado por pecheros a losque se otorgan privilegios equiparables, a los .de los hidalgos, y cuyos.estatutos facilitaban latransmisin de la condicin capitular de padres a hijos.

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  • JOS ANTONIO JARA FUENTE

    esta ocasin de progresar a quienes, no pudiendo hacerlo por otra va o no tenien-do la paciencia suficiente para esperar, decidieron arriesgarlo todo en el inciertodestino de una batalla; efectivamente, muchos de los caballeros surgidos desdepoca de Juan II, y sobre todo bajo Enrique IV, lo fueron por merced real por el slohecho de acudir a combatir del lado del monarca'.

    Estos procesos de privilegio conllevaron importantes contradicciones en elseno de las clases dominante y dominada, y de los linajes pecheros protagonistas deaqullos. Los oficiales de las Casas de la Moneda, en su inmensa mayora pecherosmayores, no dejaban de ostentar su condicin pechera por el solo hecho del oficio;aunque disfrutaran de una exencin fiscal que los equiparaba, en ello, a los . hidal-gos, no los converta automticamente en stos. Sin embargo, la posibilidad deacceder a un abanico vario de oficios capaces de granjear la exencin fiscal, y lacapacidad mostrada por cada linaje concreto para cuasi-patrimonializar alguno deestos oficios o colocar, con el tiempo, a sus miembros en alguno de ellos, les situa-ba, en la prctica, en una posicin similar a la ocupada por los linajes hidalgos. Dehecho, el disfrute ininterrumpido de una u otra exencin en una lnea vertical en ellinaje, construida sobre tres puntos (abuelo-hijo-nieto), facilitaba el acceso del lina-je a la hidalgua y al objetivo de ennoblecimiento que perseguan los ms conspi-cuos linajes pecheros. Y si esto supona una contradiccin, asumible, en el seno dela clase dominante, tambin lo era el hecho de que este proceso de hidalguizacin,exitoso o no, se llevara adelante en beneficio exclusivo de las lites pecheras y enevidente perjuicio de los restantes pecheros medianos y menudos. Las quejas reco-gidas en los cuadernos de Cortes, por la mayor presin fiscal que ello supona paralos pecheros que disponan de menores medios, son constantes en el siglo XV".

    Sobre el particular vid CABAAS GONZLEZ, Mara Dolores, La caballera popular enCuenca durante la Baja Edad Media, Madrid, 1980, pp. 63-65 y 79-87; y GUERRERONAVARRETE, Yolanda y Jos Mara SNCHEZ BENITO, Cuenca en la Baja Edad Media:Un sistema de poder, Dip. de Cuenca, Cuenca, 1994, pp. 136-137.Sobre estas estrategias de acceso al privilegio, vase JARA FUENTE, Jos Antonio, "La ciu-dad y la otra caballera: realidad poltico-social e imaginario de los caballeros ('villanos')", enGeorges MARTN (dir.), La chevalerie en Castille la fin du Moyen ge: Aspects sociawc, id-ologiques et imaginaires, Pars, 2001, pp. 27-44.Cfrs. Cortes de Madrid de 1433, peticin (pet.) 14 a y 178; Cortes de Madrid de 1435, pet. 158;Cortes de Valladolid de 1442, pet. 23 8; Cortes de Valladolid de 1451, pet. 40; Cortes deCrdoba de 1455, pet. 7 8; Cortes de Toledo de 1462, pet. 348; Cortes de Ocalia de 1469, pet.240; todas en Cortes de los antiguos reinos de Len y de Castilla, T. III, Real Academia de laHistoria, Madrid, 1866.

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  • POSICIONF.S DE CLASE Y SITEALAS DE PODER: VICULACIONES Y CONTRADICCIONES EN LA CONSTRUCCIN DEL 'COMN DE LOS PECHEROS' EN LA BAJA EDAD MEDIA

    Este proceso, adems, introduca otro tipo de contradicciones, internas al lina-je y que nos plantean serias dificultades analticas. All donde es posible reconstruirlinajes pecheros (y el concepto de linaje opera como tal, no simplemente como unaespecie de familia extensa), qu sucede cuando alguno de sus miembros accede alprivilegio, qu sucede cuando alguno de sus integrantes obtiene una ejecutoria dehidalgo? Por lo que he podido comprobar en el caso de Cuenca, no es extrao que,con el paso del tiempo, alguna rama de linaje obtenga el estatuto hidalgo, de donde,en un mismo linaje, originalmente pechero, encontraramos una rama hidalga y otra(es raro que haya ms de una) pechera. Cmo categorizamos, entonces, al linaje?,es hidalgo, es pechero?, o quizs la solucin ha de venir de la diseccin del lina-je y su divisin, artificial, en un linaje hidalgo y otro pechero, con los mismos or-genes, mismo apellido, objetivos, relaciones..., pero cualitativamente diversos porrazn del privilegio? Es evidente que la respuesta no puede aspirar a la generaliza-cin, pues depender del modo en que se construya y opere cada linaje; pero es msque posible que, en algunos casos, sigamos en presencia de un linaje en sentidoestricto, en el que las ramas que lo componen desarrollan y ejecutan estrategiasdiversas, pero coherentes, en procura de los mismos objetivos y adaptadas a lasituacin de cada uno de sus integrantes 2 '. En cualquier caso, esto implica una seriacontradiccin, en la medida en que el subsistema de poder no considera necesaria-mente en trminos de igualdad en la participacin en sus recursos a los linajeshidalgos y pecheros; pero tambin en la medida en que plantea problemas a la horade categorizar socialmente a unos y otros como dominantes o dominados.

    En ltima instancia, se plantea otra contradiccin que afecta a la forma en quese podan construir organizaciones y estrategias universales (en el nivel local) en elgrupo pechero. Me refiero concretamente a las diferencias que separaban a lospecheros de la ciudad de los pecheros de la tierra. Es evidente que en algunos obje-

    21 Como acertadamente seala Pierre Bourdieu, la condicin de clase no se define ni nica ninecesariamente a partir de una propiedad determinante que han de cumplir todos los individuosque aspiran a integrarse en una concreta clase o segmento de clase, sino de la interrelacin delas diferentes propiedades que definen dicho campo de pertenencia. En este sentido, las estra-tegias puestas en ejecucin por los sujetos histricos (ya sean individuos o colectividades, comoen el caso de un linaje) no deben ser analizadas en esttico sino con un sentido dinmico, comocondicin y producto de una trayectoria.Vid. BOURDIEU, Pierre, La distinction. Critique sociale dujugement, Pars, 1979, pp. 112-125y 151.

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  • JOS ANTONIO JARA FUENTE

    tivos podan coincidir y, de hecho, coincidan. Pero es tambin evidente que enestos puntos de conexin mediaba una fractura que haca dificil, si no imposible,una toma comn de conciencia y de accin ms all de objetivos afines persegui-dos conjunta y coyunturalmente. Porque, no lo olvidemos, dentro del sistema urba-no la ciudad funciona como y opera mecanismos propios de seora de la tierra.Afirmar esto puede resultar obvio, pero no tanto si lo consideramos en trminos dedominacin, de modo que los vecinos de la ciudad actan como y son seores de latierra y el vecindario de sta. Y ello incluye tanto a hidalgos como a pecheros, alinajes encumbrados como a los ms miserables vecinos de la urbe, pues todos, endiversa medida, se benefician del control sobre la tierra. En esta relacin se operanmuy diversos mecanismos de dominacin: la centralizacin del aparato de justiciay, en muchos lugares, tambin un frreo control sobre la toma local de decisiones;la centralizacin del mercado, con la implantacin de procesos de produccin y dis-tribucin que privilegian a los vecinos de la ciudad; y, entre muchos otros, tambinla fiscalidad, que se hace descansar en gran medida sobre el vecindario sometido dela tierra22 . En un contexto como el sealado, en el que incluso los grupos domina-dos en la ciudad han de ser considerados como parte del conjunto dominante enrelacin con la tierra, puede esperarse que surjan lneas de accin conjuntas queunan a los pecheros de ciudad y tierra alrededor de objetivos afines y, en el mejorde los casos, va organizaciones comunes? Si bien es cierto que poda darse el caso,tambin lo es que en la mayora de ocasiones se trat de reclamaciones que podantener acogida en el conjunto de la sociedad urbana (as pues, tambin en el interiordel segmento lite de poder), o en una parte significativa de la sociedad (incluyen-do a la lite de participacin) 23 , pero que, en la medida en que suponan contradic-

    " Estos mecanismos son generales a los concejos castellanos y suficientemente conocidos, por loque no merecen una mayor consideracin.

    23 Ocasiones para actuaciones concertadas no faltaron a lo largo del siglo XV. As, los conflictossurgidos con ocasin de la apropiacin de espacios comunales supusieron, en muchos conce-jos, el enfrentamiento del conjunto de la ciudad y su tierra con los "depredadores" de aqullos,fueran miembros de . la nobleza territorial o, lo que rio result un fenmeno extraordinario,miembros de las propias lites urbanas o de la tierra. La razn que explica esta toma comn deconciencia y de accin es evidente: para las lites no involucradas en esas "entradas" y adehe-samientos ilegales, la ocupacin de espacios de uso colectivo supona una prdida o la limita-cin ms o menos drstica del acceso a unos recursos que tambin ellas disfrutaban (algo quealcanza una dimensin muy grfica si pensamos, sobre todo, en espacios de aprovechamientopara pasto). En este sentido, la actuacin de los integrantes de las lites que propiciaban o rea-

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  • POSICIONES DE CLASE Y SISTEMAS DE PODER: VINCULACIONES Y CONTRADICCIONES EN LA CONSTRUCCIN DEL 'COMN DE LAS PECHEROS' EN LA BAJA EDAD MEDIA

    ciones con el modelo urbano de poder, implicaban o podan implicar una reorgani-zacin de ste y de sus relaciones con la tierra. Y si los linajes pecheros de la ciu-dad mejor organizados y con mayor capacidad de accin (precisamente los quehabran ingresado o estaran en vas de ingresar en la lite de participacin) podanestar conformes con una reorganizacin del subsistema urbano de poder que mejo-

    lizaban directamente dichas ocupaciones, supona un quebrantamiento inadmisible de las"reglas del juego" que disciplinaban las relaciones sociales y de poder en el seno de la clasedominante: la transgresin implicaba la negacin de lo que esencialmente defina a la elite depoder (un espacio de control sobre el acceso a los recursos y de distribucin de stos), pero tam-bin implicaba la negacin de una de las normas elementales que definan a la elite de partici-pacin y a las lites de la tierra (el acceso positivamente diferenciado a dichos recursos). La res-puesta colectiva, que una a ciudad y tierra en defensa de unos intereses "comunitarios", en rea-lidad ocultaba los diversos intereses y discursos que latan en ese accionar concertado para laocasin. Pero, adems, las lites obtenan, con la defensa de esos intereses "comunitarios", ren-dimientos de tipo ideolgico, al enfrentarse pblicamente a sus "pares" en una defensa ideal delos peor situados en la estructura social. De este modo, la defensa de los intereses "comunita-rios" facilitaba la legitimacin de las propias lites, que es decir, la legitimacin de las posi-ciones de poder que disfrutaban y, por ende, la legitimacin del modelo de sistema de poder quese haba construido y operaba.

    Sobre el particular, vid. QUINTANILLA RASO, Mara Concepcin, "Marcos y formas de pro-yeccin de la nobleza conquense en su entorno urbano y territorial", en Congreso Internacionalde Historia, El Tratado de Tordesillas y su poca, 3 vols., Setbal, 2 de Junio, Salamanca, 3, 4de Junio, Tordesillas, 5, 6, 7 de Junio de 1994, vol. 1, Junta de Castilla y Len, Madrid, 1995,pp. 131-154; SNCHEZ LEN, Pablo, Absolutismo y comunidad. Los orgenes sociales de laguerra de/os comuneros de Castilla, Madrid, 1998, pp. 85-91 y 137-145; CASADO ALONSO,Hilario, "Las relaciones poder real-ciudades en Castilla en la primera mitad del siglo XIV", enRUCQUOI, Adline (coor.), Gnesis medieval del Estado Moderno. Castilla y Navarra (1250-1370), Valladolid, 1987, pp. 193-215; GUERRERO NAVARRETE, Yolanda y Jos MaraSNCHEZ BENITO, Cuenca en la Baja Edad Media..., op. cit., p. 74; FUENTE PREZ,Mara Jess, La ciudad de Palencia en el siglo XV Aportacin al estudio de las ciudades cas-tellanas en la Baja Edad Media, facsmil de la Tesis, Universidad Complutense de Madrid,1989, pp. 289-290; ASENJO GONZLEZ, Mara, Segovia. La ciudad y su tierra afine delmedievo, op. cit., pp. 162-163 y 341-343; MARTNEZ MORO, Jess, La tierra en la comuni-dad de Segovia..., op. cit., pp. 38-39 y 197-203.Aunque esto no sucedi en todos los concejos. Parece que en el de Talavera no fueron losmiembros de la elite de poder los primeros interesados en proteger el espacio talaverano deestas usurpaciones (entre otras cosas porque dichas ocupaciones fueron ampliamente realizadaspor sus ,

    integrantes), actividad de defensa que acab recayendo, con xito diverso, en el seorde la ciudad (el arzobispo de Toledo). Vid. SUREZ ALVAREZ, Mara Jess, La villa deTalavera y su tierra en la Edad Media (1369-1504), Universidad de Oviedo-Dip. de Toledo,Oviedo, 1982, pp. 154-156 y 182-185. Vase tambin RODRGUEZ LLOPIS, Miguel, "Lapropiedad de la tierra en el reino de Murcia durante la Baja Edad Media", en SARASASNCHEZ, Esteban y Eliseo SERRANO MARTN (eds.), Seoro y feudalismo en laPennsula Ibrica (ss. XII-XIX), 4 vols., Zaragoza, del 11 al 14 de Diciembre de 1989,Institucin Fernando el Catlico, Zaragoza, 1993, pp. 315-335.

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  • JOS ANTONIO JARA FUENTE

    rara su participacin en l; no podan estarlo tanto con unas reclamaciones que con-ducan a alterar, a favor de la tierra, las relaciones de sta con la ciudad. La pene-tracin de sus capitales en ella, su acceso a las reas comunales, a las dehesas, susprivilegios como abastecedores de carne, vino o cereal, y una fiscalidad ms benig-na, entre otros elementos, se ponan en peligro y dificultaban un pensar y accionarconcertados ms all de casos puntuales.

    4. LOS MODELOS ORGANIZATIVOS. LA CAPACIDAD DE PENE-TRACIN DE LOS PECHEROS EN EL SUBSISTEMA DE PODER VAAGENCIAS FORMALIZADAS

    En cualquier caso, lo que es innegable es que los pecheros demostraron unacapacidad diversa para participar en el subsistema urbano de poder. Ahora bien, loque conviene preguntarse es en qu condicin de clase se hizo efectiva dicha parti-cipacin.

    Como hemos observado con anterioridad, una parte significativa de la elite departicipacin (segmento integrado en la clase dominante) estaba integrada por lina-jes pecheros. Tambin hemos observado cmo participaban en el subsistema depoder a travs de algunas agencias, como los cabildos de guisados de caballo, quesi bien actan en la periferia del subsistema, podan instrumentalizarse como veh-culo de publicitacin de reclamaciones y participacin, aunque seguramente mino-ritaria, en la toma de decisiones. El papel que en esto jugaron otras agencias, comolas cofradas o cabildos de oficios, est por determinar, pero parece claro que enCastilla el papel de los gremios como espacios de sociabilidad, toma de concienciay accin poltica, fue cercenado desde sus inicios por una monarqua preocupada

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    por que aqullos alcanzaran una posicin de poder significativa".

    24 Prcticamente ningn investigador ha puesto de relieve el papel que pudieron jugar estas orga-nizaciones en los concejos, lo que resulta evidentemente sintomtico. Por mi parte, no he obser-vado en Cuenca ninguna manifestacin que pueda conducir a planteamientos contradictorioscon esa hiptesis. Probablemente los mismos linajes pecheros ms encumbrados eran los pri-meros interesados en que los cabildos de oficios, a los que pertenecan, no se transformaran eninstrumentos que, a la larga, pudieran discutir su propia posicin en los cabildos y en el sub-sistema urbano de poder.Sobre el particular, resulta obligada la consulta del trabajo de Jos Mara MONSALVOANTN, "Solidaridades de oficio y estructuras de poder en las ciudades castellanas de la

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  • POSICIONES DE CLASE Y SISTEMAS DE PODER: vpicnAcions Y CONTRADICCIONES EN LA CONSTRUCCIN DEL 'COMN DE LAS PECHEROS' EN LA BAJA EDAD MEDIA

    No obstante, desde el siglo XIV y fundamentalmente en el siglo XV, comien-zan a surgir instrumentos formales de representacin pechera en el concejo, siem-pre "a golpe de reclamacin", siempre discutido su papel en la ciudad (aunque seasumiera la carga del oficio por el subsistema y, especficamente, por la lite depoder). Aparecen, as, oficios como los procuradores de los pecheros (de ciudad ytierra), los diputados, los sexmeros y, en algunas reas, incluso complejas organi-zaciones de participacin y representacin pechera25 ; por no olvidar los concejosdonde una parte, ms o menos amplia, de las regiduras se reserv, como ya sabe-mos, a los no privilegiados.

    No me interesa abordar aqu los procesos que condujeron a la sancin de estaparticipacin en el poder, ni el anlisis de la forma en que los pecheros se organi-zaron alrededor de estos modelos participativos 26. Lo que s me preocupa es inten-tar alcanzar a comprender hasta qu punto esos oficios, su representacin, discursoy organizacin eran verdaderamente pecheros. Y esto es algo para lo que no pode-mos aceptar generalizaciones, algo que debe ser analizado concejo a concejo, ycuyo fondo estoy convencido que apenas llegaremos a tocar sin un apropiado an-lisis de trayectorias curriculares. porque, independientemente de que el oficio seade eleccin pechera (y esto, aunque es la norma, no deja de conllevar excepcionessignificativas) y que sus reclamaciones, su discurso ms aparente forme parte deluniverso de aspiraciones de quienes pechan; independientemente de esto, insisto, loque debera preocupamos especialmente es lo que se esconde detrs del oficio, dequien lo ocupa en cada momento y de las reclamaciones que se plantean desde l.La pregunta, al fin, ha de ser si el servicio de estos oficios y las quejas y exigencias

    Meseta durante los siglos XIII al XV", en A. VACA (ed.), El trabajo en la Historia (VIIJornadas de Historia), Salamanca, 1996, pp. 39-90. Vase tmbin FUENTE PREZ, MaraJess, La ciudad de Palencia en el siglo XV.., op. cit., pp. 351-355.

    25 el caso de la Universidad de la tierra de Soria, la Junta General de los Cuartos de la tierra-deAstorga, la Junta de Pecheros de la villa de Madrid o los Pueblos Generales de la tierra deSegovia.Vid. DIAGO HERNANDO, Mximo, Estructuras de poder en Soria afines de la Edad Media,op. cit., pp. 243-278; MARTN FUERTES, Jos A., El concejo de Astorga..., op. cit., pp. 103-115; GIBERT Y SNCHEZ DE LA VEGA, Rafael, El concejo de Madrid, I, Su organizacinen los siglos MI al XV, Ins. de Estudios de Administracin Local, Madrid, 1949, pp. 62-64 y155-156; Martnez Moro, Jess, La tierra en la comunidad de Segovia..., op. cit., pp. 149-150.

    26 Esto es algo de lo que Jos Mara Monsalvo Antn ha dejado ya trazadas las lneas de tensinms importantes, por lo que remito a sus trabajos ya citados.

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  • JOS ANTONIO JARA FUENTE

    expuestas por quienes lo ostentaron, no encubran en realidad otros objetivos; esdecir, si todo este modelo representativo y participativo estaba o no manipuladobien por los privilegiados bien portas lites pecheras.

    La cuestin no es pacfica. Para un sector de la historiografa las organizacio-nes pecheras sirvieron con carcter general a fines pecheros pero fueron siendo pau-latinamente instrumentalizadas por las lites pecheras para perseguir sus propiosfines. Otros, en fin, niegan la manipulacin y hablan de representacin pura de losintereses pecheros".

    Por mi parte, entiendo que esta es una cuestin que no puede respondersedesde planteamientos generales. Hay que conocer las trayectorias curriculares delos actores, sus redes sociales y mecanismos de relacin, reconstruir, en la medidade lo posible, sus linajes y la forma en que pudieron o no integrarse en el subsiste-ma de poder. Slo conociendo las distintas posiciones (en sentido dinmico, rela-cional) ocupadas en el sistema urbano por cada individuo, los restantes miembrosde su linaje y el propio linaje como agencia integradora y catalizadora de estmulosy respuestas (de estrategias y acciones), alcanzaremos a comprender el sentido ver-dadero de esas organizaciones y representaciones pecheras.

    As, en el caso de Cuenca, muchos de los cuadrilleros designados en el sigloXV por las cuadrillas de la ciudad para fiscalizar la hacienda concejil, son al mismotiempo cuantiosos, integrados en ese conjunto de linajes pecheros que logr acce-der a una participacin positivamente diferenciada en el subsistema urbano depoder. La inmensa mayora de diputados de las collaciones que conocemos hasta1480, y que surgen original y frustradamente como un medio de participar en elproceso de la toma de decisiones a un nivel semejante al que ocupan los regidores,est tambin integrada por miembros prominentes de la lite de participacin de laciudad, actuando este mecanismo, de manera conjunta y coherente, hidalgos, caba-lleros, escuderos y pecheros. El mismo procurador de la tierra de Cuenca no es

    " Las dos posiciones se encuentran representadas, respectivamente, por Mara Isabel DEL VALVALDIVIESO, especialmente en "Oligarqua versus comn (Consecuencias sociopolticas deltriunfo del regimiento en las ciudades castellanas)", en Medievalismo. Boletn de la SociedadEspaola de Estudios Medievales, 4 (1994), pp. 41-58, y "Ascenso social y luchas por el poderen las ciudades castellanas del siglo XV", En la Espaa Medieval, 17 (1994), pp. 157-184; ypor Jos Mara MONSALVO ANTN.

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    designado precisamente por los pecheros de la tierra sino por el concejo (que enCuenca es decir el regimiento) y asignado el oficio de modo sistemtico al escriba-no mayor del concejo, personaje fuertemente vinculado a la lite de poder, a la quedebe un nombramiento gratificantemente remunerador y apenas fatigoso. Y, porltimo, los sexmeros de la tierra (oficiales con funciones similares a las de los cua-drilleros de la ciudad), cuyo procedimiento formal de designacin conocemos yresulta similar al de otras reas, pero no as las corrientes subterrneas que latan enel proceso electivo y que, como tambin en otras reas, dieron lugar a la reeleccinde algunos personajes, e incluso linajes, durante amplios perodos de tiempo. En elcaso de los sexmeros, por falta de documentacin, resulta dificil adelantar una opi-nin pero algunos datos, como su participacin en algunos aspectos del subsistemaurbano de recursos, parecen indicar que al menos algunos de aquellos sexmeros nodejaron de contar con la complacencia del concejo (de su lite de poder), lo quehace sospechar de su papel como representantes pecheros y del propio proceso deeleccin que propici su nombramiento".

    Conduce esto a planteamos un hiptetico escenario en el que la farsa es lo quese representa cotidianamente? En parte s, pero tambin en parte no. Si aceptamosque los planteamientos estratgicos y la accin social que es capaz de llevar ade-lante un individuo no pueden estar al margen de todos y cada uno de los espaciosen los que, con una u otra condicin, de una u otra forma, se hace presente; debe-remos aceptar tambin la existencia de una lgica coherente y latente en esas estra-tegias y acciones, que vertebra las mltiples vas por las que aqullas han de tran-sitar y los necesarios acuerdos (exigencias, logros y renuncias) a que ha de llegar elindividuo en su procura. Que las lites pecheras eran las mejor situadas (por susmedios y posibilidades de proyeccin socio-poltica en distintos sistemas) paraabanderar las reclamaciones pecheras y representar formal e informalmente a lasgentes de su "clase", parece rotundamente lgico. Pero tambin lo es que desde esaposicin privilegiada en el marco de la representacin de una clase dificilmentehomognea, no aspirara simultneamente a perseguir sus propios objetivos de seg-mento de clase, incluso si esos objetivos chocaban con los intereses ms generalesdel grupo, incluso si ello supona transigir con otros segmentos de la clase privile-giada. Si lo pensamos bien, la contradiccin era inherente a la propia construccin

    " Sobre el particular, remito a mi trabajo Concejo, poder y lites..., op. cit.

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  • JOS ANTONIO JARA FUENTE

    de la lite pechera como grupo de poder; su participacin en el sistema urbano y ensus subsistemas de poder y de recursos, sus propias aspiraciones, la propiciaban(como hemos tenido ocasin de ver ms arriba).

    5. CONCLUSINExiste una sola estrategia socio-poltica coherente que anima un proyecto

    pechero? Hay que distinguir entre los proyectos pecheros presentes en los distin-tos subsistemas de poder? Qu sucede cuando los mismos actores sociales se loca-lizan, contradictoriamente, en diversos subsistemas de poder, e incluso dentro de unmismo subsistema?

    En las pginas que preceden, he intentado poner de manifiesto la necesidad deprestar la imprescindible atencin a esa parte de la estructura social, generalmentepoco tratada en los estudios de historia urbana, para, paulatinamente, llegar a com-prender mejor el modo o modos de construccin de lo urbano como sistema. Elestudio de los mecanismos y procesos a travs de los cuales se organiza y acta unaparte sustancial de la estructura social urbana, las lites, no explica, ni necesaria nisuficientemente, el conjunto de ese sistema; de donde los estudios de historia urba-na deberan centrar una parte sustancial de sus esfuerzos en el conocimiento delconjunto de la estructura social, prestando la debida atencin a esa parte de la ecua-cin usualmente abordada en negativo (el comn de pecheros "es" lo que el grupoprivilegiado o las lites, segn cada estudio, no "son").

    El comn de pecheros se puede y debe reconstruir como sujeto histrico (comoactor social) con identidad propia y objeto de procesos de organizacin social y par-ticipacin poltica similares a los que experimenta el grupo social dirigente aunque,evidentemente, con sus propias especificidades. Una similitud que no necesaria-mente provoca el discurrir de ese proceso de emergencia y desarrollo del comn depecheros por las mismas vas transitadas por el grupo dirigente, pero s mediantelos mismos conceptos: organizacin, participacin poltica, lucha social, legitima-cin y discurso. Trminos a partir de los cuales generalmente se construye el mode-lo "grupo urbano dirigente" pero que, al mismo tiempo y respetando sus especifi-cidades, son igualmente vlidos para desarrollar el modelo "comn de pecheros".

    En este sentido, propongo la reconstruccin y definicin del grupo socialpechero, atendiendo a las diferentes agrupaciones sociales (segmentos de clase) que

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  • POSICIONES DE CLASE Y SISTEMAS DE PODER: VINCULACIONES Y CONTRADICCIONES EN LA CONSTRUCCIN DEL 'COMN DE LOS PECHEROS' EN LA BAJA EDAD MEDIA

    lo componen o pueden componer y, en su caso, a los intereses que stas represen-tan. Y, consiguientemente, uno de los pasos fundamentales en esa andadura deberavenir constituido por la delimitacin de los espacios de intervencin poltica abier-tos a los pecheros (formal o informalmente, conflictivamente o no), tanto relativosal propio sistema poltico concejil como a otras instancias de poder (pinsese en lacapacidad de acceso a la monarqua e incluso a la nobleza territorial), as como lasvas y procedimientos de acceso a dichos espacios.

    El anlisis de las formas de organizacin, que manifiesta este grupo social, nodebera incidir tan slo en los aspectos organizativos formales sino tambin y muyespecialmente en los informales, as como en el modo en que se generan y estruc-turan dichas organizaciones y en la realidad de las afiliaciones organizativas (for-males e informales) entrecruzadas (procedentes de distintos campos de la estructu-ra social).

    Este planteamiento ha de conducirnos a poder concretar los discursos polticosque produce e instrumentaliza el grupo pechero, as como la forma en que se gene-ran dichos procesos discursivos, los actores que protagonizan su produccin y loscampos semnticos que vertebran la expresin de este modelo de lucha social.

    Unos procesos y modelos organizativos que no pueden quedar al margen delanlisis de la influencia que, en su elaboracin y desenvolvimiento, tuvieron losprocesos de circulacin social. Unos procesos que, si afectaron a la lite dirigentedel comn, pudieron influir determinantemente en la direccin que haba de tomarel modelo organizativo "comn de pecheros", suponiendo o pudiendo suponer unamutacin o incluso ruptura con las estrategias discursivas y, a la postre, organizati-vas de aqul. El estudio de los procesos de oposicin, enfrentamiento directo y,sobre todo, de consenso que pudieron desarrollarse, por un lado, entre el grupourbano dirigente y el comn de pecheros y, por otro, entre las lites de ambas agru-paciones sociales, y su influencia en la adopcin de polticas comunes y, no menosimportante, de absorcin por el grupo dirigente de reivindicaciones del comn eincluso de algunos de sus representantes, debera contribuir a la confirmacin onegacin, segn los casos, de la pretendida desnaturalizacin por las lites peche-ras (mediatamente por las lites urbanas) del sentido del discurso pechero y aun, encierta medida, de su propia organizacin.

    En este planteamiento analtico, la necesidad de aproximaciones metodolgi-cas de naturaleza prosopogrfica se justifica por s misma. La prosopografla no

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  • JOS ANTONIO JARA FUENTE

    debera ser entendida como una herramienta preciosa para investigaciones de sen-tido localista, sino como un instrumento utilsimo para conocer el funcionamiento"vital" de las estructuras sociales, trascendiendo, desde el conocimiento profundosobre el funcionamiento de las estructuras ms simples, a la enunciacin de plante-amientos de carcter ms general. Sin ella, los anlisis de accin social no dejarnde permanecer sujetos a generalizaciones, muchas veces insostenibles porque losactores sociales no pueden quedar reducidos a la ocupacin esttica de una deter-minada clase, de un determinado grupo social y de sus aspiraciones, sin mayores (ymejores) distinciones.

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