PREGÓN DE FIESTAS

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Queridos Sanlorentinos:

La belleza aparece en los lugares más insospe-chados.Dicen los chinos que los nenúfares son las flo-res más hermosas porque brotan en las aguas estancadas y su belleza es mayor porque se nutren de deshechos. Los lotos, otro tipo de nenúfares y con similares condiciones y entorno, ya que crecen en el barro, los tenían los egip-cios como clara referencia estética. Sus formas y colores guiaban las columnas y decoraciones de sus templos.Sobre el tema de los orígenes de lo bello, qui-zás, como artista que soy, me admiran espe-cialmente las reflexiones de Mary Shelley, cuyo “Frankenstein”, la famosa novela que escribió con 19 años, ahora cumple dos siglos. Mary afir-maba, y yo coincido con ella, que “la creación surge del caos, no de la nada”.¿Y qué tiene que ver con San Lorenzo del Esco-rial esto del arte y la belleza entre lo insospe-chado y despreciado, entre el caos y el deshe-cho? Veamos…En 1557 Felipe II llevaba un año como rey, después de que su agotado padre, Carlos V, se retirara a Yuste. Felipe era un rey ya con expe-riencia en diversos y complicados asuntos que desde hacía años le encargaba su padre. Sin embargo, desde hacía solo meses tenía la enor-me carga de gestionar el imperio más grande

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del planeta. Las potencias de la época estu-diaban con atención especial cada gesto, cada movimiento suyo. Y él mismo, como cualquiera en su caso, se sentía observado y excesivamen-te presionado por sus propias decisiones.Las provocaciones que recibía del rey de Fran-cia, aliado del Papa, necesitaban respuesta y cualquiera que se le fuera a dar sería observada con lupa por amigos o enemigos grandes o pe-queños. La complicada batalla de San Quintín, llena de trampas, le dio el aval que necesitaba ante el mundo. No solo obtuvo la victoria sino que mostró una extraordinaria prudencia al no avanzar sobre París, a tan solo 150 kilómetros de allí, como le recomendaban algunos osados generales de su corte.Satisfecho por el éxito en San Quintín, un au-téntico golpe en la mesa que le proporcionaba la ansiada seguridad ante los demás monarcas y, sobre todo, que asentaba definitivamente su propia estima, se dirigió a Yuste y le anunció a su padre que erigiría en conmemoración de ese día un monasterio que serviría de retiro y mau-soleo real.En la Sierra de Guadarrama eligió un lugar con un clima extraordinario al pie del Monte Aban-tos y las Machotas. Era un conocido depósito de restos de forjas, de desechos metálicos, lo que llamamos escorias. Este escorial, con bue-nas canteras de granito en los alrededores, fue el elegido para levantar el mayor monumento de su época.

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Ahora entienden uds. por qué decía yo que la belleza surge donde menos se la espera.Y una cosa más sobre la relación entre lo despre-ciado y aquello que nos enriquece el espíritu ...La victoria de San Quintín sucedió el 10 de agos-to del 1557, en el santoral día de San Lorenzo, y por ello el rey Felipe decidió durante la construc-ción del Monasterio incorporarle su nombre.Según diversas crónicas ese Laurentius o Loren-zo había sido un joven diácono de mediados del siglo III, encargado de guardar libros y ar-chivos así como diversos objetos de valor de los cristianos, por aquellos tiempos una secta muy controvertida. Entre ellos, se dice que ateso-raba el Santo Grial, cáliz usado por Jesús en la Última Cena. El entonces mandatario de Roma, enfrentado a los cristianos, le ordenó que en tres días le entregara los bienes que custodia-ba. Al terminar ese plazo, Laurentius se presen-tó ante él con un grupo nutrido de pobres y desvalidos, de mendigos y gente que los sober-bios y poderosos como él podrían considerar desechables. Señalándolos le dijo: “Estos son los auténticos bienes de la Iglesia”. Furioso por esta respuesta, el mandatario romano le conde-nó a la tortura más lenta y dolorosa, la muerte en una parrilla.De este episodio tan terrible surge el que ma-ñana, 10 de Agosto, San Lorenzo sea interna-cionalmente el día de los bibliotecarios, de los comediantes, de los curtidores y…, ay, el senti-do del humor, de los cocineros.

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¿Y yo qué hago aquí? No soy vecino y nada he tenido que ver con San Lorenzo durante mi vida, a no ser mis numerosas visitas como un turista más o mis diversos amigos en esta localidad.Imagino que los pregoneros de otros años han sido relevantes vecinos que han tenido un signi-ficativo papel en la vida de esta población inter-nacionalmente famosa. La razón por la que creo que estoy aquí es que recibí hace dos años el encargo del rector de la Complutense de diri-gir los prestigiosos Cursos de Verano, que este 2017 cumplen nada menos que treinta años.Dios santo, ¡treinta años son muchos! y el repre-sentar a la Complutense en esta tarea me hizo zambullirme en una estrecha convivencia con us-tedes en las dos últimas ediciones de los Cursos.A lo largo de este tiempo hemos reflexionado mucho sobre el binomio San Lorenzo-Complu-tense y valorado la herencia que nos correspon-de gestionar.En esta época de fugacidad y de inmediatez, de relaciones pasajeras, llevamos una muy larga aven-tura compartida entre la Universidad Complutense y San Lorenzo del Escorial. Entre nuestra institu-ción y la vuestra hemos cultivado y desarrollado esto que pensamos que no se puede calificar ya de simple amistad y que es hora de estrechar más los lazos que nos unían desde hace tanto tiempo.Este treinta aniversario era el momento de ha-blar directamente de compromisos que tácita-mente se han ido forjando durante años y años

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de especial conocimiento entre nosotros. Es hora pues de analizar los detalles de esta larga y ancha vida en común, y finalmente declarar a todos que lo nuestro no es pasajero.Este 2017 desde la Universidad Complutense hemos abrazado cariñosamente la zona central de esta población, el entorno que circunda al impresionante Monasterio de San Lorenzo, y partiendo del neurálgico Real Centro Mª Cristi-na hemos tomado durante la primera parte del verano la zona de las casas de Oficios, la Casa de Cultura, la Plaza de Benavente, el Parque de La Bolera y el clásico Hotel Miranda-Suizo, abriendo a la ciudadanía la cultura de nuestros cursos, que durante tanto tiempo habían vivido mirándose de reojo.Finalmente nos hemos dado cuenta del hecho feliz de que San Lorenzo es parte de nosotros y nosotros somos parte de San Lorenzo. Por ello estamos aquí y ahora anunciando las Fiestas de 2017 en este momento tan honroso y memora-ble para quien aquí les habla.Nada más queda, sino decir…¡Viva San Lorenzo!,¡Vivan la Fiestas de San Lorenzo del Escorial 2017!

Manuel Álvarez Junco Director Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid