Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

116
Universidad de La Salle Universidad de La Salle Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle Filosofía y Letras Facultad de Filosofía y Humanidades 1-1-2008 Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis de Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis de Tocqueville Tocqueville Juan Carlos Téllez Téllez Universidad de La Salle, Bogotá Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/filosofia_letras Citación recomendada Citación recomendada Téllez Téllez, J. C. (2008). Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis de Tocqueville. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/filosofia_letras/40 This Trabajo de grado - Pregrado is brought to you for free and open access by the Facultad de Filosofía y Humanidades at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Filosofía y Letras by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact [email protected].

Transcript of Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

Page 1: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

Universidad de La Salle Universidad de La Salle

Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle

Filosofía y Letras Facultad de Filosofía y Humanidades

1-1-2008

Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis de Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis de

Tocqueville Tocqueville

Juan Carlos Téllez Téllez Universidad de La Salle, Bogotá

Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/filosofia_letras

Citación recomendada Citación recomendada Téllez Téllez, J. C. (2008). Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis de Tocqueville. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/filosofia_letras/40

This Trabajo de grado - Pregrado is brought to you for free and open access by the Facultad de Filosofía y Humanidades at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Filosofía y Letras by an authorized administrator of Ciencia Unisalle. For more information, please contact [email protected].

Page 2: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

MONOGRAFÍA

PREMISAS DE ACTUALIDAD EN EL PENSAMIENTO SOCIAL DE ALEXIS DE TOCQUEVILLE

REALIZADO POR: JUAN CARLOS TÉLLEZ TÉLLEZ CÓDIGO: 30971201

DIRECTOR DE TESIS: DR. ENZO ARIZA

UNIVERSIDAD DE LA SALLE BOGOTÁ FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

BOGOTÁ, ENERO 31 DE 2008

Page 3: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

PREMISAS DE ACTUALIDAD EN EL PENSAMIENTO SOCIAL DE ALEXIS DE TOCQUEVILLE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I

TOCQUEVILLE EL HOMBRE, EL PENSADOR, EL POLÍTICO

1.1. Panorama general de Francia a comienzos del siglo XIX 1.2. Sus años de formación: familia, viajes y sus primeras obras 1.3. Obras menores y escritos epistolares 1.4. Aspectos fundamentales de su ideología 1.5. Ocaso de su vida

CAPITULO II

SEMBLANZA CENTRAL DE SU OBRA

2.1. Concepto personal de democracia en dos casos particulares: Norteamérica y Francia 2.2. Tensiones y tipos de libertad e igualdad: autosuficiencia del individuo y de la colectividad 2.3. Contraste entre Francia y Norteamérica: problemas sobre el individualismo moderno 2.4. La institucionalidad y su visión de la cultura

CAPITULO III

INTERPRETACIÓN OCCIDENTAL DE LA OBRA DE TOCQUEVILLE A LA LUZ DE LA CONTEMPORANEIDAD

3.1. Acercamientos científicos desde la sociología, la filosofía y las ciencias políticas a su noción de democracia y sociedad 3.2. Sociedad civil en Alexis de Tocqueville: perspectiva desde América, Francia y Europa en general 3.3. Tocqueville hoy, aciertos en sus predicciones acerca del mundo actual CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA

Page 4: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

INTRODUCCIÓN

Mi interés en este autor reside en su importancia académica para los campos más

variados de las ciencias sociales dado que se destacó por ser un gran pensador

del siglo XIX en Francia, con una obra ampliamente difundida en el mundo

occidental y principalmente en los Estados Unidos. Su visión intelectual no

circunscrita a una sola disciplina y la certeza y claridad lógica de sus análisis y

afirmaciones me llamaron la atención.

Fue un pensador que se destacó por ser un gran visionario de los acontecimientos

políticos y sociales que vendrían a concretarse en la segunda mitad del siglo XIX y

primera mitad del siglo XX. El trabajo del Doctor Enzo Ariza y el hecho de que no

hubiera trabajos de estudiantes de la Universidad sobre dicho autor fueron otro

motivo, dado que su obra abarca muchos campos, sin perder por ello su

profundidad y originalidad. Ante todo, lo que se propone es adelantar un estudio

aproximativo a la obra de Alexis Tocqueville y sus aspectos relevantes para

nuestra perspectiva contemporánea.

Me interesa citar como fuentes secundarias y terciarias de documentación sobre

obra y vida de Alexis Tocqueville, los trabajos de Raymond Aron, Marc Chevrier,

Eric Keslassy, Gross Irena Grudzinska, Emile Faguet, Jerrold Roedsch, Guy

Rocher, Enzo Ariza, Vincent Menuet, Madeleine Gravitz, B. Conte, Michael

Kammen, Richard Wells, Roger Kimball, Pierre Campion, Seymour Martin Lipset,

Francis Fukuyama; además me intereso por los trabajos del instituto

norteamericano Acton para el estudio de la religión, la política y la libertad, así

como del pensamiento liberal.

Además, obviamente estudiaré la fuente primaria que constituye la propia y

extensa obra del autor:

Page 5: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

4

• De la Democracia en América, primera parte, 1835.

• De la Democracia en América, segunda parte, 1840.

• El Antiguo Régimen y la Revolución, 1856.

• Reportes sobre Argelia, 1847.

• Trabajos sobre Argelia, 1841.

• Segunda Carta de Argelia, 1837.

• Reporte hecho a nombre de la Comisión encargada de examinar la

proposición Tracy relativa a los esclavos de las colonias, 1839.

• Memorias sobre el Pauperismo.

El problema en sí de la obra de Tocqueville que me gustaría tratar en mi trabajo,

es la perspectiva que el tiene del hombre como individuo dentro de una sociedad

en constante modernización económica y política acompañada de una creciente

centralización administrativa del aparato gubernamental, de un fortalecimiento de

las leyes concernientes a las libertades y derechos de los hombres como súbditos

o ciudadanos dentro del marco institucional proporcionado por una carta

constitucional ya sea en una monarquía o en una república; las relaciones de las

clases sociales en una sociedad de dicho tipo; la diferencia que presenta dicha

sociedad con relación a la sociedad de la época de la monarquía absolutista, y el

problema de la libertad del ser humano dentro de la sociedad moderna.

Mi interés personal, es tratar de indagar si realmente Alexis de Tocqueville es un

demócrata convencido como lo plantea cierta tradición intelectual y científica o

simplemente un hombre del antiguo régimen que se ha acomodado a las

circunstancias resultantes de la revolución de 1789 y de los acontecimientos

franceses posteriores a ese año. Como cuestionamiento principal, planteo el

siguiente: ¿Cuáles aspectos de su obra publicada en ese siglo XIX son de interés

actual para nosotros en el siglo XXI en diversos campos como la política, la

sociología, la religión, la filosofía, la literatura?

Page 6: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

5

El objetivo general consistirá en identificar si la obra de Tocqueville es de

actualidad o no y en que corriente de pensamiento filosófico cabría ubicarla,

especialmente en lo que respecta a la democracia, a partir de los alcances y

temores que Tocqueville detecta en ella.

Como objetivos específicos considero importante determinar:

- Desglosar la obra del autor desde varios enfoques de análisis que son: el

biográfico, el literario, el político, el histórico y el filosófico.

- Identificar la perspectiva desde la cual lo ven estudiosos y otros autores

contemporáneos en distintas disciplinas del conocimiento especialmente desde la

sociología y las ciencias políticas, citemos como ejemplo a Raymond Aron y a

Noam Chomsky, Chevrier, Kaplan y Kimball.

La metodología abordará al autor desde las perspectivas analíticas, histórica

positiva y filosófica tanto Marxista como liberal. Se realizará la lectura de la obra

de Alexis de Tocqueville siguiendo los siguientes pasos: búsqueda de la

información textual acerca de los conceptos de democracia, individualismo,

libertad, igualdad, liberalismo y sociedad civil; identificación del contenido

filosófico-político de estos conceptos; elaboración conceptual e inferencial de ellos

y desglose de los interrogantes-problemas que han sido planteados para esta

investigación.

El plan de temas está delimitado en tres capítulos, de los cuales, el primero busca

situar tanto la historia personal del pensador francés como sus principales

influencias intelectuales y de formación política. El segundo, tratará la semblanza

central de su obra y especialmente, dedicará atención a La democracia en

América. El último capítulo, intentará buscar una aproximación de su ideología

política y filosófica en el mundo actual, especialmente en occidente y Estados

Unidos, donde tanta acogida ha tenido su pensamiento.

Page 7: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

CAPÍTULO I

TOCQUEVILLE EL HOMBRE, EL PENSADOR, EL POLÍTICO

1.1. Panorama general de Francia a comienzos del siglo XIX

A comienzos del siglo XIX, la nación francesa atravesaba una situación política

singular. Por un lado, los vestigios del sangriento régimen revolucionario

permeaban la vida de los hombres y por otro, Napoleón Bonaparte imponía una

constitución monárquica, remozada y nueva, llamada imperio, donde él se

establecía como autoridad suprema del estado.

Esto quería decir que la Revolución Francesa1 no se había cumplido en la totalidad

de sus ideales por lograr la igualdad, fraternidad y libertad para todos los

hombres. La revolución francesa fue llevada a cabo en contra de una elite

favorecida por el estado e ignorante de las necesidades del conjunto de la

sociedad, de sus intereses y aspiraciones, para entonces, mayoritarias en la

población del reino. Estos sectores correspondían al campesinado, al proletariado

y a la burguesía, cuyo poder político, social, económico y cultural pesaba

gravemente sobre las realidades y aspiraciones sociales y económicas de las

clases favorecidas, frenando y entorpeciendo las iniciativas y actividades del

régimen absolutista, voraz y deshumanizado que amenazaba con arruinar a la

1 Recordemos que dicha revolución fue llevada a cabo en 1789 para derribar el viejo orden de origen feudal cuya cabeza visible era el rey Luis XVI (1754-1793), miembro de la élite privilegiada de la nación, compuesta por estamentos de la nobleza, el clero y la fuerza social que, amparada en el derecho natural, en las costumbres, en la historia y en la religión, legitimaba su poder sobre el resto de la sociedad y administraba el poder estatal en beneficio propio. Así, controlaba y limitaba las aspiraciones de los restantes grupos socioeconómicos de la nación, algunos de los cuales eran ya muy poderosos y muy similares en modo de vida y cultura a las elites de la nobleza y el clero.

Page 8: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

7

población del reino y no había dado los resultados esperados o prometidos de

llevar a Francia a la prosperidad y grandeza pública.

Esta grave situación condujo a una coyuntura extrema para crear un nuevo

gobierno de poder dominante, dirigido e implementado por vastos sectores de la

sociedad, indispuestos con el poder público detentado hasta entonces, quienes,

aprovechando la misma configuración sociocultural y económica del reino,

lucharon abiertamente con los viejos poderes estamentales y sus aliados, en una

rivalidad ganada y legitimada pero a costa del sacrificio general de la nación y bajo

la subyugación de muchos inocentes.

Varios periodos habían pasado desde aquel memorable año de 1789, algunos de

intensa actividad terrorífica y revolucionaria que lograron quebrantar el espíritu de

la época y sacudir a toda la sociedad europea. Los ideales revolucionarios

inspiraron el establecimiento de normas, actividades y realidades, ligadas al

poderío económico de la burguesía como clase social, emergente y legítima. Esta

clase social había dirigido grandes grupos, primero, hacia el proceso

revolucionario y luego, hacia el republicano, dando al traste con la monarquía,

poniendo a temblar a Europa y replanteando ideas que sobre sociedad, economía

y organización estatal pensaban filósofos, políticos y estadistas. La burguesía

esgrimía muchas razones, contrarias al absolutismo monárquico, pero

especialmente destacaba su descontento social, pues su situación era

subordinada y dependiente, pese a representar a una fracción rica y activa en el

terreno de las finanzas, donde la economía nacional giraba alrededor de todas sus

actividades e intereses en los sectores de la minería, la industria, las

manufacturas, el comercio, la navegación, la pesca y la agricultura (Histoire

Segonde, Berstein Sergé , 1987, editorial Hatier, pág 40). Pese también a estar conformada por gente educada y con estilos de vida

refinados, su posición en la sociedad era la de una clase vasalla y servil que no

Page 9: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

8

ejercía la dirección política, militar o religiosa de la nación, privilegio sólo de la

nobleza y el clero. Además, sufría la competencia económica y laboral de los

miembros de estos dos grupos sociales, igualmente ricos y preparados, pero

quienes contaban con la ventaja de ser favorecidos por un sistema jurídico y fiscal

que, a la hora de impartir justicia, declinaba la balanza hacia sus intereses y

perjudicaba a los demás con su inequidad.

Entre tanto, el resto de la escala social era gravada económicamente con mucho

rigor y estaba sometida a obligaciones laborales no remuneradas en beneficio de

los nobles y el clero. Un ejemplo claro de inequidad social y laboral era la ejercida

sobre los campesinos, quienes tenían serias restricciones para su movilidad

personal y eran obligados a desempeñar toda clase de actividades, contrarias a su

gusto y bienestar en beneficio de los nobles, así como a pagar con su trabajo, no

remunerado, y parte de sus cosechas a estos nobles o señores, tenidos como un

poder social superior al cual le debían obediencia y respeto. Tampoco contaban

con garantías jurídicas y políticas frente a las decisiones del estado que los

pudiesen afectar. El poder social y político en la Francia de entonces era

considerado como de carácter vertical, es decir, los hombres y los distintos grupos

sociales que ellos conformaban estaban ubicados en distintos grados de manera

desigual dentro del orden social. En consecuencia, la desigualdad nacional se

reflejaba claramente; los lazos sociales mostraban la fortaleza de unos grupos

sobre otros y las consideraciones y prerrogativas se evidenciaban

descaradamente en tanto la escala social ascendía. La llamada aristocracia, grupo

social favorecido con todos los privilegios estatales, imperaba en la Europa de

entonces y aunque se había afectado por el desarrollo, en todos los órdenes, de la

civilización europea durante siglos pasados, hubo de esperar a la revolución

francesa para empezar a derrumbarse definitivamente.

Page 10: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

9

Por otra parte, el escenario inmediato, originado por la revolución, estuvo marcado

por un contexto de crisis agrícola y financiera que se debió, entre otras razones, a

las precarias condiciones económicas vividas por Francia desde finales del siglo

dieciocho, resultado de varios hechos. Ante todo, el mal clima y las malas

cosechas llevaron a grandes grupos de la población a sufrir fuertes hambrunas y a

vivir en el desamparo y la mendicidad. Además, los excesivos gastos originados

por la intervención militar francesa en Norteamérica y el estilo de vida fastuoso y

descontrolado de la corte, hicieron imposible que la burguesía y los pequeños

propietarios rurales cubrieran con el pago de sus impuestos las consecuencias de

un medio ambiente inestable y las excentricidades de la minoría aristócrata,

negada a pagar impuestos sobre sus bienes y propiedades para salir del déficit

fiscal.

Esta situación tuvo como efecto que el rey, necesitado de recursos, convocara a

los representantes de los estados generales con la esperanza de ver aprobadas

nuevas medidas fiscales destinadas a suplir el déficit de las finanzas públicas. No

obstante, su petición fue rechazada por la burguesía, negada a cargar, por si sola,

con más impuestos y por los sectores acomodados e ilustrados que no querían ver

disminuidos sus privilegios fiscales y sociales, distintivos de su libertada tributaria.

Pero fue la burguesía la que aprovechó la ocasión para exigir la reforma plena del

sistema estatal y social del país, haciendo un llamado a la sociedad para oponerse

rotundamente al poder real, a los nobles y al clero, causas, entre otras, de la

revolución francesa. (La crisis del antiguo régimen, Sergé Berstein, 1987:55).

En su momento, se trató de una primera etapa moderada, bajo el establecimiento

de una Asamblea Nacional Constituyente, con presencia mayoritaria del tercer

estado (sectores pudientes e influyentes del campesinado y de la burguesía) y

con miembros ilustrados y progresistas del clero y la nobleza. Se inauguró,

lanzando La declaración de los derechos universales del hombre y del

Page 11: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

10

ciudadano12, en abierto desafío a las monarquías europeas y a la iglesia católica.

Pronto, ante la obstinación real y de la nobleza, la lucha política se tradujo en una

guerra con agresiones de hecho entre las partes, con amplio margen a favor de

los derechos del tercer estado y en detrimento de los partidarios del viejo orden.

Simultáneamente, fue una pugna internacional por la instauración del nuevo

régimen, social y democrático en todas las naciones europeas, deseosas de

extirpar las antiguas monarquías y establecer el gobierno de la república.

Una vez ganada la primera batalla al derrocar definitivamente a la monarquía que

por un tiempo fue mantenida bajo una forma constitucional, ascendieron al poder

los sectores revolucionarios más extremistas, quienes no contentos con reformar

al estado y buscar la participación de la burguesía y el beneficio de la población

en general, aspiraron también a fundar un nuevo país, absoluto y contrario al

feudalismo derrocado; romper con el pasado para instaurar una ley distinta en

todos los campos de la actividad y del pensamiento humano, sin importar el costo

material y las vidas humanas expuestas en la exigencia del nuevo proceso

Para tal fin, se mostraron intolerantes, crueles y arbitrarios con todos sus

adversarios, fuesen estos enemigos reales como los monárquicos y partidarios del

viejo orden o fuesen simplemente republicanos y revolucionarios más moderados

y pragmáticos, deseosos de superar la crisis y estrenar las nuevas leyes, más

justas y respetuosas con todos los franceses. No obstante, la doctrina

2 La proclama se hizo el 26 de agosto de 1789. Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el menosprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre, a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes; a fin de que los actos del poder legislativo y del poder ejecutivo, al poder cotejarse a cada instante con la finalidad de toda institución política, sean más respetados y para que las reclamaciones de los ciudadanos, en adelante fundadas en principios simples e indiscutibles, redunden siempre en beneficio del mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos. Cfr. www.monografías.com

Page 12: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

11

revolucionaria camufló a la diosa razón entre sus ideales y pasó de ser un régimen

reformista y protector de la sociedad menos favorecida a convertirse en un

sistema totalitario, arbitrario y contradictor.

Con la presencia de los dos partidos republicanos principales (montañeses o

centralistas izquierdistas, girondinos o conservadores federalistas) la revolución

quiso fundar una república, justa e igualitaria, juzgando al rey como traidor a la

nación3 y equilibrando las decisiones que fueran mejor para toda la sociedad. No

tuvo en cuenta que en su afán de limpieza social y de reestructuración política y

económica, las reformas se transformaron en dictaduras y las acciones jurídicas y

fiscales se trastocaron en actividades terroristas, que por sojuzgar a los culpables,

avasalló a muchos inocentes.

La dictadura terrorista del Comité de Salvación Pública bajo la dirección de

Maximilien Robespierre (1758-1794) y Louis de Saint Just (1767-1794) -jacobinos

o miembros del ala extremista de los montañeses-, entabló un proceso de

exterminio con los adversarios monárquicos y con los republicanos menos

fanáticos o descontentos con la centralización a favor de Paris, proceso que

conocemos como el régimen del terror (1793-1794) y que produjo miles de

muertos. (Histoire Segonde, Berstein Sergé, editorial Hatier, 1987:62).

También cayeron bajo la guillotina, aquellos implicados en la guerra civil, que solo

terminó cuando los sectores moderados de los montañeses, asqueados de los

excesos de los jacobinos, los derrocaron y ejecutaron, incluido a Robespierre, con

el apoyo de las fuerzas armadas, endurecidas por su participación en la contienda

3 En 1792 comenzó un proceso contra Luis, bajo cargos de alta traición. Fue sentenciado a la guillotina el 21 de enero de 1793.

Page 13: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

12

contra la población civil y por la guerra extranjera contra todas las potencias

monárquicas de Europa, coaligadas y decididas a extirpar, de tajo, la república.

El régimen que siguió fue el Directorio (1795-1796), el cual buscó sanar las

heridas del país y reconciliar las nuevas realidades sociales en un orden efectivo,

legal y justo, principalmente para la burguesía. No obstante, fue derrocado por un

prestigioso general de origen corso, llamado Napoleón Bonaparte (1769-1821)

quien se había destacado en Tolón contra los federalistas e ingleses; en Italia,

contra los austriacos, piamonteses y el papado, y en Egipto, contra turcos,

egipcios e ingleses.

Al comienzo, Bonaparte respetó la legalidad republicana y actuó coherentemente

para mejorar la eficiencia de la administración pública, modernizando la economía

y las finanzas; apaciguó choques de interés entre la burguesía, la nobleza y el

clero, todavía, muy poderosos. Una vez vencida la resistencia política y

económica, buscó ganar la dirección absoluta del estado y de la sociedad,

amparado en su indudable genio político, administrativo y militar. Creó un nuevo

estado monárquico en torno a él, a su familia y a sus allegados, basado en el

apoyo social de ricos propietarios burgueses y militares leales. Sin embargo,

desde 1805 y pese a periodos leves de tregua, Francia tuvo que seguir enfrentada

militarmente a las naciones y potencias monárquicas europeas, temerosas del

resurgimiento del poderío francés tras los años de guerra civil. (La crisis del

antiguo régimen, Berstein Sergé, editorial Hatier, 1987: 69).

Entre 1805 y 1815, Francia sostuvo aguerridas contiendas contra pueblos y

poderes diversos, pero sucumbió, tras un prolongado sitio, al severo clima de

Rusia, dejando atrás una estela de muertos que superaron el millón de hombres,

tras lo cual, perdió el control del espacio europeo en lo militar, cultural, político y

económico y su posición preponderante frente a otras potencias. Bonaparte

Page 14: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

13

regresó a Francia, derrotado y humillado, en tanto el país fue invadido por fuerzas

de las potencias monárquicas aliadas. Esta situación abrió paso para la

restauración de la monarquía borbónica en la cabeza de Luis XVIII (1755-1824),

hermano menor de Luis XVI. Igualmente, retornaron el clero y la nobleza,

deseosos de recuperar sus propiedades, privilegios, poder y cobrar venganza a

sus victimarios. Sin embargo, la nación hubo de pagar una cuantiosa

indemnización por gastos de guerra a las potencias vencedoras, perder sus

territorios y soportar la ocupación de las fuerzas enemigas, prusianas y rusas.

El gobierno de Luis XVIII (1814-1824), a excepción del periodo conocido como los

cien días, fue tolerante y se mostró respetuoso de los derechos constitucionales y

del poder, adquiridos por los distintos sectores civiles y empresariales de la

burguesía. Su idea fue reconciliar a la nación con la casa monárquica y recuperar

parte del prestigio y del abolengo perdido.

Cuando el rey murió fue sucedido por su hermano menor, Carlos X (1757-1836),

último rey borbón de Francia, quien se mostró cercano a los sectores

ultraconservadores del clero y la nobleza, ilusos partidarios de retornar al viejo

orden. Durante seis años (1824-1830) intentó favorecer las posiciones de estos

dos sectores, adeptos a una reconquista del poder anterior, pero débiles e

incapaces de acometer dicha empresa. Finalmente, su posición se tradujo en la

mayoritaria desconfianza de la población, satisfecha con los logros y cambios

alcanzados por la revolución y por la república. Entre tanto, el pueblo mostraba, en

toda ocasión, su abierta hostilidad hacia los sectores pudientes y poderosos de la

sociedad, quienes temerosos de ver amenazadas sus propiedades, sus nuevos

roles sociales, sus actividades y posiciones, buscaban, soterradamente,

reconciliarse con quienes habían avasallado antes. (La crisis del antiguo

régimen, Berstein Sergé, editorial Hatier, 1987: 73).

Page 15: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

14

Precisamente, son los nuevos ricos quienes allanan el camino para dar un golpe

de estado y derrocar al rey Carlos X, instaurando una monarquía constitucional

con Luis Felipe de Orleáns (1773-1850), de la rama menor de los borbones, los

Orleáns, rama dinástica mas afín a sus intereses. En 1848, una nueva rebelión

armada, encabezada por grupos liberales radicales, apoyados por los obreros de

París, con ideas socialistas, pone fin a la monarquía, constituyéndose la II

República (1848-1851), donde se estableció el voto universal masculino.

En las elecciones presidenciales de diciembre de 1848 resultó triunfante Luis

Napoleón4, sobrino del emperador Napoleón Bonaparte. Para la Asamblea

Legislativa resultaron mayoría los miembros pertenecientes al grupo conservador,

dándose un periodo de temporal tranquilidad. El último levantamiento

revolucionario en este periodo se produjo en julio de 1849, otra vez por parte del

pueblo de París, que no compartía las ideas del resto de la población de Francia,

pero fue sofocado. Hasta aquí, ubicamos la compleja situación política de la

nación francesa, terreno fértil para que el político Tocqueville desarrollara sus

ideas sobre democracia y sus implicaciones.

1.2. Sus años de formación: familia, viajes, principales obras y ocaso de su vida

Según André Jardin, el gran biógrafo de Tocqueville, éste fue bautizado como

Alexis Henri Charles de Clérel, recibiendo el título de vizconde de "Tocqueville",

por la provincia francesa del mismo nombre. Nació el 29 de junio de 1805 en

Paris. Hijo de Luis Francisco Juan Buenaventura de Clerel y de Luisa Magdalena

Le Pelletier Rosanbo. Los Tocqueville presumían de pertenecer a la vieja nobleza

normanda, herederos de Guillermo Clerel o Clarel, quien combatió en Hastings

4 Carlos Luis Napoleón Bonaparte (1808–1873). Fue el primer presidente de la Segunda República Francesa en 1848 y luego el segundo emperador de los franceses en 1852, bajo el nombre de Napoleón III y el último monarca que reina sobre este país.

Page 16: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

15

(1066) junto a Guillermo el Conquistador. Varios de los miembros de su familia

cayeron bajo el régimen del terror; su madre, incluso, estuvo a punto de pasar por

la guillotina. Tal vez por esto, desconfiaría toda su vida de los revolucionarios,

aunque sin caer en planteamientos ultraconservadores.

Estudió Derecho y obtuvo una plaza de magistrado en Versalles en 1827. Sin

embargo, su inquietud intelectual le llevó a aceptar una misión gubernamental

para viajar a los Estados Unidos a instruirse sobre su sistema penitenciario (1831).

Su estancia allí duraría dos años. Fruto de este viaje fue su primera obra: Del sistema penitenciario en los Estados Unidos y de su aplicación en Francia

(1833). Vivir en Estados Unidos le sirvió para profundizar en los sistemas político y

social estadounidense, descritos en su obra La democracia en América, (1835-

1840).

En 1835 contrajo matrimonio con Mary Mottley una dama inglesa de quien se

había enamorado en su primer viaje a la isla. Esta relación logró apaciguar su

angustia existencial y darle armonía espiritual y social a su vida. Una vez de

regreso a Francia, Tocqueville renunció a la magistratura para dedicarse a la

política y a la producción intelectual. En 1838 ingresó en la Academia de Ciencias

Morales y Políticas. En 1839 fue elegido diputado por el pueblo de Normandía que

lleva su mismo nombre, Tocqueville (del que habla en su obra Souvenirs) y en

1841 fue nombrado miembro de la Academia Francesa. Se opuso tanto a la

Revolución de 1848 (que acabó con la monarquía de Luis Felipe de Orleáns)

como al golpe de estado de Luis Napoleón en 1851-1852, que terminó con la

Segunda República Francesa y dio paso al Segundo Imperio.

Dentro de sus lecturas predilectas, encontró mucho gusto en leer a Pascal, de

quien apreciaba el gusto por lo delicado y fino del lenguaje para expresar las ideas

más complejas. Esta referencia sirvió mucho a su interés cuando viajaba, pues fue

Page 17: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

16

capaz de inquietarse por el conjunto en tanto lo seducían irresistiblemente los

detalles. También encontró deleite intelectual leyendo a los clásicos griegos y

romanos y a los escritores más sobresalientes de los siglos XVII y XVIII como

Montesquieu.

Fue brevemente ministro de Asuntos Exteriores en 1848 de la segunda república y

vicepresidente de la Asamblea Nacional en 1849. Tras el advenimiento del

segundo imperio, Tocqueville se retiró de la vida pública y se dedicó a la que sería

su obra cumbre inacabada: El Antiguo Régimen y la Revolución (1856). En

1858, su salud se resintió por las frecuentes infecciones pulmonares que sufría y

fue enviado al mediodía de Francia, en Cannes, donde murió el 16 de julio de

1859. Tuvo el sueño de escribir una historia sobre el viejo régimen en Alemania,

pues había recabado mucha información que ahora podría consolidar, pero su

muerte prematura lo impidió. Sus obras completas fueron publicadas en nueve

volúmenes por H. G. de Beaumont (1860-1865), su gran amigo y también

pensador francés.

Los Estados Unidos de América le parecieron el lugar ideal para estudiar una

sociedad de perfil democrático que, a diferencia de las europeas, no había

registrado un período de predominancia aristocrática en su historia. Una sociedad

que transitaba abiertamente del colonialismo hacia la democracia sin la

experiencia dolorosa que este cambio había significado singularmente para

Francia. Con trazos nítidos y claros, vislumbró esta serena transición del

predominio aristocrático hacia el predominio democrático en el país del norte.

(Politiques et Moralistes du XIX eme siecle , Faguet Emile , Hachette editores,

1912 : 86).

Su obra está basada en los viajes a Estados Unidos y es una referencia obligada

para entender este país, en particular durante el siglo XIX. Tocqueville es

Page 18: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

17

considerado como uno de los defensores históricos del liberalismo y de la

democracia. Fue un pensador y hombre político, liberal moderado, partidario de un

modelo de sociedad liberal democratizada y de un estado de tipo monárquico

constitucional donde el interés y logros de la burguesía y sectores ilustrados, se

reconciliaran con los ideales nacionales, con las tradiciones y con los valores

encarnados en la monarquía y en la iglesia católica. Su posición liberal, inclusive

en términos económicos y sociales lo llevaron a tomar distancia de las ideas

socialistas a las que rechazaba de raíz por considerarlas populistas. También es

apreciado como un teórico del colonialismo (Escritos y discursos políticos de

Alexis de Tocqueville y Primera y segunda carta sobre Argelia), en especial, a

través de sus estudios sobre la colonización francesa de Argelia. Por iniciativa

propia, respaldó las asociaciones filantrópicas y de caridad privada en lugar de la

ayuda del estado como medidas efectivas para prevenir y aliviar el malestar de

los pobres, apología citada por los conservadores estadounidenses,

especialmente a finales del siglo XX y principios del XXI.

1.3. Obras menores y escritos epistolares

Alexis de Tocqueville estableció una frecuente correspondencia con sus más

cercanos amigos, entre los que se destaca John Stuart Mill (1806-1873), el filósofo

inglés que leería La democracia en América, de gran influencia para su obra

posterior. La correspondencia entre ambos pensadores, Alexis de Tocqueville – John Stuart Mill, Correspondencia, estableció un diálogo intelectual entre sus

obras, ideas y pensamientos. Como la escrita en Coventry, en junio de 1835,

donde Tocqueville, anexa, junto con la carta, el paquete con el contenido del

primer tomo de La democracia en América.

Por su parte, Mill lo invitó a colaborar con la revista The London and Westminster Review, una publicación inglesa para mostrar la pluralidad de

Page 19: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

18

posiciones y sistemas de pensamiento del momento, en contraposición a revistas

que buscaban la propagación de un sistema filosófico específico. Los fundadores

pretendían, además, que The London and westminster review se convirtiera en

una recolección de las mejores ideas del siglo y con tal objetivo recurrieron a la

colaboración de los principales pensadores y hombres más esclarecidos del siglo

en Europa. (Gross Irena, 112)

Como una de las corrientes de la Revista se correspondía con las doctrinas e

ideales democráticos, considerados de avanzada para el momento, Tocqueville

fue el pensador ideal para ilustrar y explicar al público educado inglés lo que

representaban Estados Unidos y Francia como sociedades y estados de la

actualidad. Sus contribuciones a la Revista dejaron en claro al lector inglés el

proceso iniciado con la revolución, sus antecedentes y las consecuencias que ésta

tuvo en la sociedad, en el país y en el resto del mundo, pues no concebía la idea

de tratar un tema, sin ubicar antes al lector en el contexto. En 1836 fue publicado

en The London and westminster review, como principal ornamento del número

48, el articulo de Tocqueville sobre una parte de La democracia en América,

traducido por Mill al inglés, quien trató de conservar la claridad temática y la

simplicidad del estilo en francés.

Para el momento de la publicación, Tocqueville confesó a su amigo Mill, el enorme

trabajo en el que estaba sumergido, en tanto deseaba extender a dos volúmenes

su obra capital, La democracia en América, pues había encontrado elementos

suficientes para ser explicados y debatidos en una publicación extensa. La

reacción del público lector inglés al artículo de Tocqueville no se hizo esperar y

aunque lo interpretaron positivamente, catalogaron sus ideas como abstractas.

Las cartas de admiración al pensador francés fueron publicadas en los siguientes

números de la revista, con lo cual Tocqueville vio fructificadas la concepción de

sus ideas y sus esfuerzos intelectuales.

Page 20: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

19

Tocqueville también mantuvo correspondencia con Adolfo de Circourt y con

Madame de Circourt5, (Correspondencia de Alexis de Tocqueville con Adolfo de Circourt y con Madame de Circourt, Cartas 1-27), intelectuales de la época y

amigos suyos, con quienes intercambiaba reflexiones acerca de sus talentos

literarios y sobre ideas políticas. Debatían sobre el gobierno de Luis Napoleón

Bonaparte5, o sobre la política exterior relacionada con el conflicto entre Prusia y

Austria por el liderazgo de la confederación germánica. Además, les manifestaba

su inquietud por el acontecer político francés y por las consecuencias que éste

traería a la nación. Con una de sus cartas, la del 20 de octubre de 1850,

Tocqueville les envió dos ediciones de La democracia en América, obra que por

entonces estaba en su décima tercera edición.

Adolfo de Circourt prestó a Tocqueville algunos libros de su biblioteca personal

para su trabajo sobre la revolución francesa y el antiguo régimen,

recomendándole, especialmente, la obra del abate jesuita Barruel, Memorias para una historia del jacobinismo (1797), editado en Hamburgo en 1800. Le señalaba

la gran erudición del abate con relación a la infiltración filosófica en el continente,

evidenciada en Voltaire y su interpretación sobre los soberanos y nobles de su

tiempo como Federico, Catalina II, Christian VIII de Dinamarca o Gustavo III de

Suecia, entre otros. También le recomendaba obras de Condorcet6 sobre el tablero

histórico y el progreso del espíritu humano, manifiesto en las obras de Helvecio,

de Raynal, de Diderot, de Servan y de Mably. Por su conocimiento sobre el

problema revolucionario, Circourt planteó a Tocqueville un análisis pormenorizado

5 Adolphe de Circourt (1801-1879). Anastasia Christine, comtesse de Circourt (1808-1863). Correspondencia de Alexis de Tocqueville con Adolfo de Circourt y con Madame de Circourt. Recopilación de A. P. Kerr y editado en Francia por Gallimard en 1983. 6 Fue el primer Presidente de la Segunda República Francesa en 1848

Page 21: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

20

de la influencia de ciertos hechos y personajes en la realización de la revolución

francesa, que le pudieran ayudar. Destacó, entre otros:

- La reunión de parlamentarios en 1771, quienes señalaron los puntos álgidos y

débiles del gobierno monárquico.

- La posibilidad de infiltración de la francmasonería en la preparación de la

revolución.

- Las revueltas campesinas en Bohemia en 1733.

- Las revueltas de los siervos liberados en Transilvania en 1784.

- El papel de los iluminados en Alemania por aquella época.

- Finalmente, le recomendó la obra de Astolphe Leonor, marqués de Custine

(1790-1857), sobre la historia de la revolución suiza.

Si bien, Tocqueville no descartó del todo estas posibilidades, consideró un tanto

errado el planteamiento de Barruel por creer que la revolución francesa fue

producto de una conspiración oculta, pues aunque existían sociedades secretas

que propugnaban por un cambio determinado en la sociedad europea del

momento, éstos eran solo los síntomas del malestar general expresado por la

sociedad europea. Tocqueville estimó, como primer factor del cambio, la reflexión

social, indignada por la injusticia y la opresión del Estado. Además, encontró cómo

la filosofía francesa marchó, a lo largo del siglo XVIII, al lado de las ideas,

prácticas y costumbres de la sociedad, es decir, se trataba de una experiencia era

dinámica y vital, coherente y pragmática.

En síntesis, podemos afirmar cómo Tocqueville dejó traslucir, en el conjunto

epistolar, su pensamiento, amante de la libertad por gusto, de la igualdad por

instinto y de la democracia por razón. También reconoció haber llegado a

Inglaterra con prejuicios muy grandes contra el partido democrático al que

comparaba, de forma análoga, con el ostentado por Francia. Lanzó duras críticas

contra su país pues el ideal democrático, estimado por él como único sistema

Page 22: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

21

político con porvenir en el mundo, fue incomprendido y explotado por hombres que

ni siquiera se lo apropiaron realmente y cuyos actos e ideas sólo alejó de la

democracia a los mejores espíritus, los cuales, por naturaleza, normalmente

tenderían a ella.

Fue un pensador confiado de la democracia de su país, capaz de elegir

correctamente la directriz de la sociedad, incluyendo a una parte de ésta y no a

todo el pueblo, pues el ejercicio democrático se realizaba a través de ideas y no

empleando la fuerza ni la violencia de hecho. Con satisfacción, advirtió cómo los

demócratas ingleses practicaron a cabalidad este principio, gobernar con

capacidad y a la vez, dejarse gobernar. Creyó, por tanto, que la revolución

democrática, operada en el mundo, era útil y necesaria para desarrollar un mejor

bienestar en la vida del hombre. El antiguo régimen y la revolución (1856)7, es

una obra que ayuda a entender los preliminares, las causas y los efectos

analizados para comprender el proceso de la revolución francesa. Su objetivo

principal consistió en dilucidar por qué cayó el antiguo régimen. Valiéndose de

varios aspectos, el filósofo francés analizó “Cómo la prosperidad precipitó el

estallido de la revolución” (el antiguo régimen y la revolución, Alexis de

Tocqueville, pág 84).

Según Tocqueville, Luis XVI buscaba conducir a la nación hacia la prosperidad

pública, abrir caminos, canales, crear manufacturas y propiciar el comercio

internacional, situaciones que absorbieron su pensamiento y le impidieron

organizar razonablemente su entorno inmediato. Si bien, la administración pública

prosperó, su rápido crecimiento operó cambios en el ánimo del gobierno, incapaz

de controlar los asuntos internos del estado, el aumento inesperado de la riqueza

y la explosión demográfica suscitada. Paradójicamente, frente a la prosperidad de 7 Cfr. John Stone. Stephen Mennell. Introducción y selección. Edición Libro Libre. Serie Clásicos de la Democracia. San José, Costa Rica. Impreso por Trejos Hermanos.

Page 23: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

22

la nación, el espíritu de los hombres parecía más inestable e inquieto, el

descontento público se acentuó y aumentó el odio contra las antiguas

instituciones. Sin equivocación, la nación caminaba hacia la revolución.

Para Tocqueville, todo el poder del feudalismo no había inspirado tanto odio como

en el momento en que estaba por desaparecer. Así, un régimen destruido por una

revolución, sería, casi siempre, mejor que el precedido anteriormente. En 1780,

nadie podía sostener que Francia estuviera en decadencia; por el contrario, se

pensaba que no había límites para su progreso. Justo entonces, nació la teoría de

la perfectibilidad continúa e indefinida del hombre.

“Como al querer aliviar al pueblo de sus males, éste se sublevó”, fue otro de los

aspectos analizados por Tocqueville. Como quiera que el pueblo no había

aparecido ni por un instante en la escena de los asuntos públicos desde hacia

ciento cuarenta años no se esperaba ni se creía que pudiera reaparecer en ésta.

Pero fue precisamente la reforma radical que sufrió la administración estatal en

1787, descrita con pormenores en su obra Revolución y sociedad, la que suscitó

el desorden en los asuntos públicos y conmovió hasta la vida privada de los

ciudadanos. Una legislación tan contraria a la precedente y que cambiaba de

forma tan compleja, no sólo el orden de los asuntos, sino la posición relativa de los

hombres, tuvo que ser aplicada, simultáneamente, en todas partes, aunque

adolecía de falta de respeto alguno por las costumbres anteriores o por la

particularidad de cada provincia.

Para el momento del estallido de la revolución, en apariencia, el estado no había

sufrido demasiado con la gran reforma, pero cada francés había recibido una

conmoción particular. Todos habían sido perturbados en sus costumbres,

condición o trabajo. Según Tocqueville, continuó reinando cierto orden en los

Page 24: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

23

asuntos más importantes y generales pero nadie sabía ya, ni a quien obedecer ni

a quien dirigirse.

“Cómo la revolución surgió por sí misma según lo que procede”, es decir, según

Tocqueville, para el momento de la revolución, el sistema feudal había perdido su

utilidad para los franceses, pero conservaba su esencia de ser nocivo e irritante

para el ciudadano común y corriente. Por eso, no pareció extraño el hecho de ser

Francia el receptáculo para que estallara la revolución, en vez de otro lugar en

Europa.

No puede sorprender a nadie el contraste entre la benignidad de las teorías y la

violencia de los actos (el antiguo régimen y la revolución) que ha constituido

una de las características mas notorias de la revolución francesa, si se considera

que las teorías surgidas de la revolución fueron preparadas por los más ilustres de

la clase alta de la nación y la revolución o ejecución práctica de dichas teorías

corrió a cargo de la gente más ambiciosa, inculta y ruda de la escala social. Al no

existir entre los hombres de la aristocracia ningún lazo previo, ningún hábito de

entendimiento mutuo o de influencia alguna sobre el pueblo, éste se convirtió en el

poder dirigente tan pronto como los antiguos poderes fueron destruidos.

Cada vez que se ha querido abolir el poder absoluto, todo lo que se ha hecho ha

sido poner la cabeza de la libertad sobre un cuerpo servil. Desde que comenzó la

revolución hasta nuestros días, en varias ocasiones hemos visto extinguirse y

renacer de nuevo la pasión por la libertad y así seguirá por mucho tiempo, siempre

inexperta y desordenada, propensa al desaliento, asustadiza y endeble. Afirma

Tocqueville, que la revolución francesa no será más que tinieblas para aquellos

que la consideren aisladamente; será, en los tiempos que la precedieron, donde

hay que buscar la única luz que pueda iluminarla.

Page 25: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

24

Aparte de sus cartas y de otras obras, Tocqueville fue diputado, por lo cual se le

reconocen valiosas ideas, pronunciadas en sus discursos ante la asamblea. Se

opuso rotundamente a la revolución de 1848 que aspiraba a derrocar al gobierno

de Luis Felipe de Orleáns (1773-1850) y señaló, en su momento, el peligro de una

nueva contienda. Vale la pena señalar algunas ideas sobre el derecho de

propiedad: Muy pronto la lucha se entablará entre los que poseen y los que nada poseen, el gran campo de batalla será la propiedad y las principales cuestiones en la política girarán en torno a las modificaciones, más o menos profundas, que habrán de introducirse en el derecho de los propietarios8.

Pensaba que la negación del derecho de propiedad traería en algún momento de

la historia, las revoluciones más grandes al país. La verdad era que nadie creía,

pese a las advertencias de Tocqueville, en el peligro de tal revolución.

Para terminar, Tocqueville afirmó detestar los sistemas filosóficos absolutos, pues

los acontecimientos, suscitados por estos, indisponen a la humanidad en una

cadena consecutiva de fatales e irremediables males que eliminan del escenario,

la libertad y la voluntad humana. Los considera sistemas falsos por su pretendida

exactitud matemática, opuesto al comportamiento de lo social y humano que

funcionan, tanto en el plano de lo racional y lógico como de lo emocional e

intuitivo. Por eso cree en un sistema filosófico mixto en cuanto los hechos, las

ideas y los sentimientos combinan posibilidades diversas de medios, fines,

inteligencias y perspectivas donde interviene el azar, lo inesperado, lo improbable

y lo desconocido.

Para él la revolución de febrero de 1789 (La revolución y el antiguo régimen)

nació como todos los grandes acontecimientos de su género de unas causas

8 Cita extraída del libro Recuerdos de la revolución de 1848 de Alexis de Tocqueville que recopila sus discursos en la Cámara de diputados. Este en particular, fue pronunciado durante la monarquía de los Orleáns, a comienzos de 1848. Fue recogido en la Revista de la Cámara Moniteur.

Page 26: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

25

generales fecundadas por accidentes particulares. Tocqueville no concebía la

miseria humana como producto de las leyes económicas y políticas, teorías que

hacían creer que se podía suprimir la pobreza cambiando de base la sociedad y

suprimiendo la propiedad. Para él, era un asunto complejo que tendía a

profundizar en la condición humana, capaz de reparar las desigualdades entre los

hombres en todos los ámbitos: social, espiritual, material y de justicia o hundir al

género humano en la más feroz de las miserias.

De otra parte, son destacables sus escritos sobre el viaje (1841) a Argelia

(Escritos y discursos políticos), donde tuvo oportunidad cercana de observar un

tipo particular de colonialismo que lo llevó a sacar valiosas conclusiones en

defensa del ejercicio democrático. En su primera carta desde Argelia, el 23 de

junio de 18379, el autor escribió sobre la necesidad de conocer la colonia, para

poder publicar reflexiones de base al respecto, criterio opuesto al de Monsieur

Louis Desjobert, un aristócrata francés para quien “lo mejor es no haber estado

nunca en el lugar”, posición criticada por Tocqueville.

Dedicó esta carta a describir el territorio y a sus habitantes. Destacaba su

geografía escarpada y de contrastes. Por un lado, un espacio de mar extenso y de

grandes planicies y por el otro, una cadena de altas montañas llamadas Atlas. Los

habitantes de la región no eran menos particulares. En el Atlas habitaban los

kabilas o beréberes9 y en los valles, los árabes. Las dos razas, pese a sus

mezclas en común, conservaban su distinción propia.

Estos grupos sociales estaban divididos en pequeñas tribus igualitarias, como en

los primeros tiempos del mundo; cada uno con gobierno y legislación 9 El origen de los beréberes o kabilas es desconocido, aunque estudiosos los emparentan lingüísticamente con los vascos europeos. Su lengua y costumbres son distintas de los árabes. Su único punto de contacto es la religión. Son sedentarios, cultivan el suelo, construyen casas, explotan las minas de hierro, fabrican pólvora, forjan todo tipo de armas y tejen tapices y algodón.

Page 27: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

26

independientes. Los kabilas o beréberes eran hombres que vivían una autonomía

salvaje, ni ricos ni pobres, ni servidores ni amos, no peleaban por el poder y eran

agradecidos con la vida. Tocqueville escribió que los beréberes tenían por máxima

fundamental que ningún extranjero pusiera un pie sobre su territorio; de lo

contrario, se atendría a las consecuencias. Además, el mundo de entonces, los

consideraba una raza prosaica e interesada, siendo más fácil “vencerla con

nuestras artes y lujos que con nuestros cañones”. (Escritos y discursos de Alexis de Tocqueville, obras completas, de Alexis de Tocqueville por Gallimard

editores, 1981:30).

En cuanto a los árabes, no los vio como pastores, llevando simplemente a

numerosos rebaños en grandes pastizales que no eran propiedad de nadie sino de

la tribu. Así fueron hace tres mil años y así son en los desiertos del Yemen y de

Arabia. No obstante, en la actual África y en el Atlas, son conocidos propietarios

de tierras, ricos y prestigiosos. Si los árabes no son totalmente pastores, tampoco

son totalmente sedentarios, son alternativamente lo uno y lo otro. Un pequeño

número de ellos tienen casas y la gran mayoría vive en tiendas.

A medida que bajaba hacia el sur (Primera carta sobre Argelia, 23 de junio de

1837, Escritos y discursos políticos), encontraba menos campos cultivados y

más rebaños, las tiendas se multiplicaban, las casas desaparecían, los hábitos de

la población se volvían menos sedentarios, la vida nómada volvía a imperar. Llegó

al gran desierto -el Sahara-, al otro lado del Atlas, donde vivían los árabes de la

Biblia y los patriarcas. Vio como allí las tierras no tenían límites, no había títulos de

posesión y era el lugar preferido para el deambular de las tribus con sus aparejos

de camellos, caballos y ovejas.

Page 28: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

27

Estaban dirigidas por un sheik10, elegido por la tribu y quien debatía los asuntos

beneficiosos con la colectividad. Todas estas tribus constituían en verdad un

mismo pueblo, de origen común, que antaño fueron, si no gobernadas, al menos

regidas por una sola administración, la administración imperial turca. Frente a los

beréberes, los árabes eran menos fuertes y mucho mas desiguales.

Encontró hombres que por su piedad y saber adquirieron entre estos últimos una

reputación de santidad extraordinaria, a quienes llamaban marabuts11 y eran

rodeados por el respeto público. En general, ejercían una gran influencia sobre el

espíritu de los pobladores y de sus alrededores, transmitiendo su sabiduría a sus

descendientes.

Mientras que la aristocracia militar siempre iba armada y a caballo, el marabut

montaba un asno, iba desarmado y humildemente vestido. Los marabuts eran la

inteligencia de este cuerpo social en el cual la aristocracia militar formaba el

corazón y los miembros. En general, los marabuts restablecían la paz entre las

tribus y dirigían, en secreto, los principales resortes de su política.

En su segunda carta sobre Argelia, escrita el 22 de agosto de 1837, Tocqueville

se dedicó a comparar algunos aspectos entre Argelia y Francia. Entrevió, como el

país conquistador no respetó en provecho propio el pasado y la historia de la

civilización argelina, destruyendo sus vestigios, importantes para su cultura y

susceptible de usarlos en provecho de los franceses para ganarse los corazones

de los vencidos y dominar con más facilidad a los argelinos. Da como ejemplos: la

10 Jeque o shayj (trascrito en ocasiones de otros modos, como chaykh, cheikh, sheikh o sheij) es un título de origen árabe cuyo sentido original es el de “venerable” o “maestro”. 11 Un morabito (del árabe murābiṭ) es, en algunos países musulmanes, una persona considerada especialmente pía a la que popularmente se atribuye cierta santidad. La misma palabra designa, por extensión, la tumba de un personaje de estas características, que es objeto de veneración popular.

Page 29: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

28

demolición de un gran número de calles de Argel “a fin de reconstruirlas a nuestra

manera y gusto”; la quemazón de todos los documentos escritos, de los registros

administrativos, de las piezas auténticas que hubieran perpetuado la historia de

Argelia antes de la llegada de los franceses. La administración francesa se

apoderó al azar de lo que necesitaba. Los franceses no tenían ninguna idea de la

división de rangos entre las tribus, ignoraban lo que era la aristocracia militar de

los spahis12 y en cuanto a los marabuts no se pudieron poner de acuerdo si con

ese nombre se citaba a una tumba o a un hombre.

El gobierno turco, gobernante de Argelia durante la conquista francesa, aunque

adverso, reprimía el robo, aseguraba las rutas y establecía relaciones con pueblos

diversos de la región. Con el derrocamiento del gobierno turco, nada lo reemplazó

y el país cayó en la anarquía al no poder dirigirse por sí mismo. Todas las tribus se

precipitaron unas sobre otras y el vandalismo se apoderó del territorio. La sombra

de la justicia desapareció y cada uno recurrió a la fuerza. En cuanto a los

beréberes o kabilas, como eran más o menos independientes de los turcos, la

caída de éstos no produjo efectos en ellos. El odio natural que sentían hacia los

extranjeros se combinó con el horror y distanciamiento que sentían hacia los

cristianos, cuyos valores, lengua y costumbres, desconocían.

Los turcos habían vedado a la aristocracia árabe la dirección de los asuntos

públicos de Argelia, pero una vez tomados por los franceses, el poder volvió a sus

manos. El efecto más rápido de la conquista francesa fue darle a los marabuts la

existencia política que habían perdido bajo los turcos. La administración colonial

12 Un Sipahi -en español, cipayo o espahí-, -en turco, también Spahi deletreado, Sepahi, o Spakh-, era un miembro de la tropa élite montada, incluida dentro de las Seis Divisiones de la Caballería del Imperio Otomano. El nombre proviene del persa Sepâhi que significa –soldado-, y posee la misma raíz que –sepoy-. El estatus de los sipahi se asemejaba al de los caballeros europeos medievales. El sipahi era el titular de un feudo (timar) concedido directamente por el Sultán Otomano y tenía derecho a todos los ingresos del mismo a cambio de sus servicios como militar. Cfr. es.wikipedia.org

Page 30: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

29

francesa conservó las delimitaciones existentes del país y algunas tradiciones y

costumbres. Pensaba Tocqueville que si Francia hubiera conocido la lengua y las

costumbres de los árabes se hubiera ganado el respeto de los hombres árabes y

le hubiera sido posible imponer el dominio francés y perseguir la implantación de

vastos contingentes de colonos europeos en las tierras mas fértiles del país, de

impedir la incautación de las riquezas de Argelia y de expropiar a los árabes de su

país.

Con relación a Argelia es bueno señalar a Tocqueville como el principal ideólogo

de un proceso de colonización e imperialismo que afectó a Francia y a Argelia

durante más de cien años. En efecto, Argelia, desde 1830 hasta 1962 fue

subyugada bajo el dominio de Francia. Los ciudadanos franceses poblaron al país

y su economía fue explotada por franceses y europeos, venidos a la nación por

fantasías de riqueza y lujos desorbitados. Esto trajo como consecuencia el

aumento de la población europea en casi un millón y medio de personas, un

núcleo de población considerable que para 1962, representaba un alto porcentaje

de la totalidad de los habitantes del país.

Tocqueville preconizó esta situación y vislumbró como la población de raza y

cultura europea explotaría y dirigiría las riquezas del país, en beneficio propio y de

Francia. Por demás, los ciudadanos venidos de Europa, ejercieron el control del

territorio, llevaron a los nativos árabes a la discriminación racial, social y limitaron

su libertad, a pesar de vivir en su propio dominio. Los franceses se apoyaron en

los beréberes para dominar a los árabes y ya, desde 1847 se habían instalado en

el país, cien mil colonos de origen europeo.

Como consecuencia de esta dominación (deseada por Tocqueville por causas

económicas, morales y políticas), de un pueblo europeo sobre uno africano, al que

el autor juzgaba inferior culturalmente (Cartas sobre Argelia y Trabajos sobre

Page 31: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

30

Argelia para la Cámara de Diputados), Argelia fue desde 1830 hasta 1962 una

colonia de Francia, colonia legalmente establecida como un departamento de

Francia. Durante el transcurso de esta dominación, en Argelia se fue incubando

un resentimiento y un rechazo hacia los dominadores europeos, a quienes los

habitantes del país de origen árabe veían como usurpadores de su tierra y de su

riqueza nacional.

Durante el periodo de colonización francesa, la población árabe, a través de sus

líderes tribales y de los miembros de la burguesía, éstos últimos, gente

acomodada y de educación europea, agitaron ideas de liberación del torpe abuso

de los europeos, sin éxito y sin resultados concretos. Pero desde 1945 iniciaron

una guerra de independencia que se prolongó hasta 1962, traducida en una

cruenta lucha que dejó más de cuatrocientos cincuenta mil muertos, de los cuales

casi cien mil fueron franceses, lo que al final condujo al abandono del país (entre

los años de 1962 a 1963) de ochocientos mil pieds noirs o argelinos de origen

europeo (es decir los colonizadores europeos), quienes finalmente fracasaron en

su intento imperialista.

Tocqueville, desde sus escritos, auguró esta situación, no siendo otra que la

práctica de expropiar y subordinar a los árabes en su propia nación a fin de

incorporarlos a su visión de una nación europea, dentro de su propia tierra y en el

ámbito de la civilización europea y francesa. En cuanto a los kabilas o beréberes

fue imposible colonizarlos totalmente. Sus montañas fueron impenetrables para tal

propósito y la poca hospitalidad de sus habitantes no vaticinó nada bueno al

europeo que se quiso aventurar por dichos lugares. Escribe el autor que “por

nuestras artes, ciencias e ideas, es posible dominar y domesticar a aquellos

hombres y no por las armas”. (Escritos y discursos de Alexis de Tocqueville,

Alexis de Tocqueville, Gallimard editores, 1962, Paris, Francia, texto establecido

por André Jardin, Pág. 32).

Page 32: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

31

Con relación a los habitantes de Argelia, Tocqueville escribió en Cartas sobre Argelia, algunas de sus percepciones, entre las cuales destacamos las siguientes.

Los árabes no están fijos solidamente al terreno y su alma es más móvil que sus

domicilios, son un pueblo enamorado de su libertad y partidario de un gobierno

fuerte y nacional, pero muy sensual, sobre todo en el terreno espiritual y en

cualquier instante, son capaces de elevarse a grandes alturas espirituales y

artísticas ante cualquier ideal que les descubra su imaginación. Consideró

Tocqueville que el interés de Francia sobre el territorio argelino debía ser el

“querer vivir en paz con los árabes y organizarlos de la manera menos peligrosa

para nuestros progresos futuros”. (Escritos y discursos de Alexis de Tocqueville, Alexis de Tocqueville, serie obras completas ,editorial Gallimard ,

texto establecido por el estudioso de Tocqueville, André Jardin, París, 1962: 34) .

Percibía cómo Francia era una nación poderosa y civilizada frente a los árabes,

por el solo hecho de su superioridad intelectual, material y espiritual, una

“influencia casi invencible” sobre los pequeños pueblos bárbaros, aglutinados en

una colonia cuya forma de gobierno unívoco no pudiera volverse contra Francia en

algún momento. Sin embargo, era imprudente para la nación europea, la

destrucción de los poderes independientes de las tribus, aunque para su

seguridad, el protectorado debía regirse por el poder de la potencia. Su

pensamiento abierto aconsejaba el triunfo sobre la nación árabe en tanto Francia

respetara los hábitos, las realidades y las costumbres de Argelia, pues “su fuerza

e ilustración sobre los árabes”, le permitía a Francia desplegar una inteligencia

superior sobre el modelo administrativo y social a implementar en la región. De

esta manera, habría que atravesar el tiempo hasta que los dos pueblos, de

civilización diferente, se unieran y formaran uno solo, cuando árabes y

franceses habitaran la misma jurisdicción. Si las dos naciones unían su fuerza

Page 33: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

32

política se crearía una sola y la plena fusión cultural vendría más tarde a

consecuencia de la unión política y económica.

Veía la necesidad para Francia y para la colonia francesa en África que los

colonos europeos gozaran de garantías esenciales, como las del hombre que vive

en sociedad, pues no había país como Argelia donde fuera necesario fundar la

libertad individual, el respeto de la propiedad y la garantía de todos los derechos

que en la nueva colonia adquirida. Creía firmemente en el poder espiritual de

estas dos naciones para salir adelante y pretendía pensar en la occidentalización

de Argelia, para mejorar su condición material y su producción económica. “Mis

esperanzas sobre el futuro de esta colonia están ligadas a la perseverancia,

habilidad y justicia con las cuales podemos elevar un gran monumento a nuestra

patria”. (Escritos y discursos de Alexis de Tocqueville, versión de André Jardin,

1962: 40).

1.4. Aspectos fundamentales de su ideología

Su pensamiento central consistió en una reflexión sobre los fundamentos ético-

políticos de la democracia moderna13. Para ello, analizó con profundidad el

concepto de democracia desde Aristóteles y Platón y culminó con los pensadores

franceses, Pascal, Montesquieu y Rousseau, quienes influyeron sustancialmente

para determinar sus conclusiones.

Su aguda observación, reunió los modelos existentes sobre democracia de sus

antecesores, armados a su propio análisis y conceptualización (La ciencia de la asociación en Tocqueville por José Sauca), dando como resultado sus

reconocidos planteamientos sobre tres elementos significativos: un modelo de

hombre, un concepto de libertad y una forma de entender la sociedad política. El

Page 34: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

33

modelo de hombre democrático lo desarrolló principalmente a través de su crítica

al individualismo y respondía a lo que Tocqueville consideraba el problema central

de la teoría política moderna: la relación entre el individuo y el ciudadano: “Que el

hombre democrático sea individuo sin dejar de ser ciudadano”, resume su premisa

fundamental.

Su teoría de la libertad fue razonada a través de los valores de igualdad y libertad.

Sintetizó el concepto en un punto intermedio entre la noción de los Antiguos

(libertad-participación) y de los Modernos (libertad-independencia) como definición

auténtica de libertad democrática. Además, defendió el ejercicio ilustrado de la

ciudadanía como remedio principal para las nuevas formas de despotismo, a

saber, la tiranía de la mayoría y la opresión del Estado-Providencia, amenazas

evidentes para el ejercicio democrático de los pueblos.

Tocqueville creía que una sociedad democrática (Tocqueville y las dos democracias por Jean Claude Lamberti), debía estar políticamente bien

equilibrada: Para ello, entendía que un orden político de tipo democrático debía

tener al interior del poder público una serie de contrapesos, que fuesen

independientes y que realizaran una labor fiscalizadora entre sí. Su apoyo

principal para el ejercicio democrático, consistía en la necesidad de un poder o

rama judicial, independiente de las presiones de partidos y grupos de interés; de

la creación de un poder legislativo y de un poder ejecutivo para que juzgara la

actuación y las responsabilidades de los individuos o ciudadanos, así como los

procedimientos y políticas de la nación o de los estados, los cuales debían

marchar, acordes con la ley y los principios constitucionales.

Por su parte, el poder judicial debía estar dotado de unas representaciones

institucionales superiores, como una corte superior de magistrados que juzgara la

actuación de las demás ramas del poder público. En cuanto al poder legislativo,

Page 35: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

34

éste debía estudiar, redactar, formular y establecer las leyes regentes del país,

acordes con la carta constitucional y encargar al ejecutivo la práctica de esas

leyes o principios generales, rectores de la sociedad en sus actos administrativos

y en sus ejecuciones. Consecuente con las doctrinas y la institucionalidad

soberana del país, la dictadura o tiranía no tendría cabida en la nación, pues la

opinión pública, evidenciada en sus partidos y grupos de poder, representaría las

ideas e intereses de la mayoría y no habría cabida para intereses o

representaciones de grupos minoritarios o individualistas.

Fue deseo de Tocqueville el que los parlamentos, senados y congresos,

estuvieran representados por voceros y políticos definidos de todas las fuerzas

sociales, ideológicas y vivas de la nación. De esta manera, el poder legislativo se

presentaría auténtico, claro y consecuente con el sentir de la sociedad. No

obstante, era necesario el estricto cumplimiento de la ley, el contar con las

garantías constitucionales y las adecuadas prácticas administrativas y jurídicas

que permitieran la participación de todos los sectores de la sociedad, sin

discriminación.

Si estas condiciones no se cumplen y las garantías no se otorgan, el peligro de

una tiranía sería inminente (La democracia en América, Alexis de Tocqueville,

páginas 232-247). Así, la nación se vería abocada al accionar de distintos grupos,

movimientos y asociaciones que, ejerciendo un poder, los unos respecto a los

otros, estarían por fuera del poder estatal. Para evitar la preponderancia de un

grupo o fuerza social sobre otras, el país deberá estar regulado por la constitución

y las leyes, siendo estas últimas, no solo las propias del derecho escrito o positivo

sino también las convenientes del derecho de costumbres o tradiciones. Es decir,

además de la política, la jurisprudencia y la educación, se debe inculcar el

principio liberal de la pluralidad, del derecho de los individuos y colectividades a

establecer sus propias formas de manifestación, de representación, su modus

Page 36: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

35

vivendi, la razón de su acción en el mundo social y político en procura de lograr la

adecuación de sus ideas e intereses.

Fue tal la rectitud expuesta por Tocqueville que sugirió el principio inviolable del

derecho de realización, tanto de los grupos o fuerzas sociales como del individuo,

al no intentar quebrantar los principios, deberes y derechos, respecto al estado y a

los demás grupos, clases sociales, fuerzas y corporaciones de la sociedad civil.

Para él, el principio de inviolabilidad era esencial para la constitución o procura de

un estado democrático moderno, el cual debía percibir en la realidad de la

sociedad civil la existencia de múltiples y antagónicas fuerzas sociales de todo tipo

lo suficientemente poderosas y vitales, para evitar la imposición de una sola sobre

las otras, hecho inaceptable, draconiano y carente de todo principio democrático.

Es decir, una sociedad civil sana será aquella donde el poder público sea lo

suficientemente delimitado en sus prerrogativas, poderes y funciones como para

no intervenir ni estorbar en el desarrollo cotidiano de las actividades de la

sociedad civil. Aclaramos que por sociedad civil entendía, al conjunto de fuerzas,

grupos, clases y manifestaciones que son establecidos por los individuos al forjar y

vivir en medio de vínculos creados por ellos o por sus ancestros, en función de

intereses e ideas afines, representadas en actividades como negocios, trabajo,

cultura, política, religión y todos aquellos dinamismos de tipo social.

Comprendió cómo una sociedad civil autónoma determinará y fundamentará, en

términos liberales, al poder público, buscando la protección y la ejecución de sus

deseos, estados de ánimo, designios o aspiraciones, impidiendo con ello, la

esclavitud o la tiranía. Exigía la transparencia del poder público a través de actos

como la deliberación de sus políticas, la crítica de éstas y de sus funcionarios y la

participación de todos los ciudadanos en la función pública y en la actividad

Page 37: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

36

privada, sin restricciones. Además, señalaba que la elección de los cuerpos

colegiados debía ser temporal y de libre postulación y elección.

El debate, la oposición de ideas y la contradicción de intereses son mecanismos

sanos para la permanencia de la sociedad civil. La intervención del poder público

será ocasional y necesaria cuando aparezcan choque de opiniones o intereses

buscados que privilegien a una minoría sobre el deseo y la ideología común de la

mayoría social. El poder público tiene la discreción de intervenir para constituirse

en una tercera parte querellante sólo si busca la comunión de opiniones e

intereses de los restantes grupos, fuerzas y asociaciones sociales y culturales que

fundamentan el estado y constituyen la sociedad. El estado, al actuar así, buscará

no sólo el orden público y el mantenimiento armónico de las relaciones sociales,

sino su credibilidad y subsistencia en la confianza de la sociedad que le ha

delegado su bienestar y la resolución de conflictos.

Esto es típico de una concepción liberal moderna acerca del estado y la sociedad

y es la posición de Tocqueville respecto al modo de ser del estado y la sociedad,

evidenciado en sus obras: La democracia en América, El antiguo régimen y la revolución, como aportes recomendables y necesarios para el establecimiento y

funcionamiento de una sociedad dentro del mundo occidental de su época y de las

sociedades democráticas modernas y contemporáneas.

No obstante, esto fallaba en la realidad, pues la pasión igualitaria tendía a dividir el

espacio social o a disolver el sentido de la solidaridad, a exacerbar el gusto por el

bienestar material y a confiar exclusivamente al Estado la administración de lo

público. Sus estudiosos (Raymond Aron, Marc Chevrier, José Sauca, Juan Manuel

Ros e Irena Grudzinska, entre otros) consideran que su doctrina responde a unir

equitativamente y por vía de la legitimidad los intereses particulares con el interés

general. Argumentos suyos sobre la descentralización administrativa, dirigida a

Page 38: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

37

corregir los peligros que trae consigo la sobredimensión estatal y a potenciar las

libertades locales; la libertad de prensa, necesaria para la existencia de una

verdadera opinión pública y como medio para la crítica del despotismo; el

asociacionismo ciudadano, cuya finalidad es la de asegurar el pluralismo social y

fomentar el protagonismo de la sociedad civil en la dirección de lo público y el

cultivo de la religión, que separada del Estado beneficia la libertad democrática, ya

que limita las inclinaciones individualistas y fomenta el espíritu comunitario, fueron

sus conclusiones y principales aportes para dilucidar esta problemática.

Por último, Tocqueville reflexionó profundamente sobre la democracia como

fenómeno social, político y moral complejo y su pensamiento representó un aporte

fundamental a la concepción progresista y liberal de la sociedad europea.

Page 39: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

38

CAPITULO II

SEMBLANZA CENTRAL DE SU OBRA

2.1. Concepto personal de democracia en dos casos particulares: Norteamérica y

Francia

Augustin Sainte Beuve (Alexis de Tocqueville-John Stuart Mill, Correspondencia, Prólogo de Charles Augustin Sainte Beuve, 1985), reputado

critico literario francés contemporáneo de Tocqueville, miembro de la Academia

de Letras de Francia y uno de los primeros grandes intelectuales en estudiar la

obra de éste, afirmó cómo Tocqueville, desde sus comienzos literarios, había dado

una obra hermosa que ostentaba, desde el primer momento, su posición de

hombre de letras. Se refería a La democracia en América, la obra que tenia el

mérito de dar a conocer la constitución federal de los Estados Unidos y el espíritu

de aquel pueblo.

Esta obra no se debe confundir con los dos últimos tomos de La democracia en América o la segunda parte de dicha obra que vio la luz en 1840, pues no fue

reconocida por los críticos como del mismo valor y que posee, según Sainte

Beuve, un carácter moralizante y meditativo, donde la observación pierde mucho y

América es solo un pretexto para dirigirse en forma general a las sociedades como

Francia y América.

Page 40: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

39

Tocqueville (Biographie de Alexis de Tocqueville, por André Jardin) viajó a

Norteamérica (1831) comisionado por el Ministerio del Interior y de Justicia de

Francia. Anteriormente, el joven había desempeñado el cargo de magistrado en la

Magistratura de Justicia o cour de Assises de Versailles. Para dicho viaje también

fue comisionado Gustavo de Beaumont, magistrado como él en Versailles.

Ninguno de los dos sentía gran entusiasmo por la labor jurisprudente, pues sus

intereses estaban concentrados en el estudio sociológico, político y en la actividad

pública como “políticos de oficio”. Aunque ejercían cargos en el sistema jurídico,

percibían este momento como transitorio, mientras podían dedicarse a otras

actividades que les permitiesen surgir en la vida pública.

La misión del viaje, según André Jardin, consistió en estudiar de cerca el sistema

penitenciario norteamericano vigente en los diferentes estados y redactar un

informe oficial para el Ministerio francés con el fin de aplicar la experiencia

norteamericana en la reforma del sistema francés, tenida como necesaria en aquel

momento. Su labor fue cumplida a cabalidad, publicando a su regreso el informe

solicitado. Tocqueville se encargó de recopilar la información necesaria y

Beaumont de la redacción literaria y presentación final del texto, publicado bajo el

título de El sistema penitenciario en Norteamérica y su aplicación en Francia

(1833).

Mientras permanecieron en Norteamérica, los Estados Unidos y el Canadá de

entonces, observaron de cerca sus condiciones sociales y políticas de las que

tenían unas pocas referencias por viajeros y veteranos franceses que pelearon en

la guerra de independencia de Estados Unidos en 1776. Su estadía les permitió

analizar y describir a estas sociedades y a su modelo de gobierno y darlas a

conocer a los lectores, pensando, quizás, en que fuera ejemplo de gobierno para

otros países del mundo.

Page 41: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

40

No obstante, el carácter de Tocqueville, más sistemático y filosófico que el de

Beaumont, le llevó a concebir un texto que hoy en día se considera todo un clásico

en el terreno de la filosofía política y de la sociología, conocido como La

democracia en América. El primer volumen apareció entre los años de 1835 a

1840. Si bien, G. De Beaumont analizó los pormenores de su estadía en

Norteamérica en un trabajo escrito, éste fue concebido como una novela, titulada,

María, obra dedicada a plantear y desarrollar las causas y consecuencias de la

esclavitud negra en Estados Unidos de América. El estilo discursivo utilizado por

Beaumont, imaginativo, literario y novelesco, oponía el estilo personal de

Tocqueville, expositivo, argumentativo y filosófico.

El concepto de democracia13 pensado por Tocqueville difería del asociado por los

pueblos europeos en dicho momento. El autor planteó la existencia de un modelo

político y social al que llamó democrático, donde todos los ciudadanos y los

cuerpos asociados, tenían la posibilidad de participar, con sus derechos y

deberes, en las actividades de la vida social, respetando el marco de principios

jurídicos y de prácticas establecidas. La acción democrática invita, desde los

tiempos del autor francés, a defender la igualdad de condiciones para todos los

ciudadanos, sin coacción o limitación extrema. Su esencia, busca la construcción

equitativa del poder público, acorde a sus intereses, ideas y gustos, bajo la égida

del bien común.

Recordemos que para el tiempo en que Tocqueville escribía su libro, la

democracia, como concepto político y como sistema social, cultural, económico e

institucional, solo había adquirido plena vigencia en dos naciones particulares, los 13 Entre los diversos textos existentes sobre el concepto de democracia, se pueden consultar, entre otros: de Aristóteles La política, Aristóteles, Bogotá: Planeta, 1994; El futuro de la democracia de Norberto Bobbio, Madrid: Aguilar, 1960. Bobbio, México: F.C.E., 1996 y el clásico del término, Ensayo sobre el gobierno civil de John Locke, México: F.C.E., 1996.

Page 42: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

41

Estados Unidos de Norteamérica y Francia continental. Existía de manera limitada

y mezclada con elementos del sistema aristocrático en el Reino Unido, en la

confederación helvética, en las recién independizadas repúblicas de América,

donde el ejercicio democrático era más una fachada, un barniz de tipo

institucional, que algo plenamente vigente en las ideas, las costumbres y las

prácticas de dichas sociedades, así como de sus aparatos de poder estatales.

Para Tocqueville la democracia implica un estado y un orden social íntimamente

ligado, donde la búsqueda de libertad y de oportunidades sea igual para todos los

individuos, así como la consecución de sus distintas metas, sean éstas, privadas o

públicas. Si bien, dicha libertad no es absoluta, si implica un grado de

responsabilidad y auto limitación para armonizar los consensos individuales con

las metas e intereses comunes. Concebía la práctica de la libertad de forma

moderada, consecuente con las costumbres y valores imperantes en la mayoría

social, sin atentar contra la moral nacional o la moral de la sociedad y mucho

menos pensaba en la imposición de ideas o valores, en contraflujo con las

creencias sociales de la mayoría.

Su ideología liberal permitía entrever la resolución de conflictos entre los distintos

grupos sociales, bajo la primicia del respeto mutuo, la autonomía grupal y la

búsqueda de equilibrio ideológica. Rescató la figura del poder público, como el

juez desinteresado, pero con mandato sobre todos los actores y fuerzas de la

sociedad a los que representa, inquiriendo el motivo del conflicto y resolviendo

salidas beneficiosas para todas las agrupaciones discordantes.

El poder público imaginado por Tocqueville debería ser resultado de un

compromiso adquirido entre los distintos grupos heterogéneos que componen una

sociedad. Para él, el modelo ideal de democracia existía en Estados Unidos,

práctico, coherente y equilibrado. Su democracia presupone ese modo de

Page 43: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

42

entender los conflictos sociales y el rol del estado, así como del conjunto de

derechos y deberes, de índole común para los distintos individuos y grupos,

conservadores de sus especificidades, intereses propios y esferas de acción.

Entre tanto, Europa, para ese momento, presentaba un panorama diverso en su

geografía política. Los vestigios del sistema de gobierno vigente en la Edad Media

aún atravesaba a países considerados estratégicos dentro de la comunidad

europea, que si bien, en la modernidad habían dado el paso hacia la centralización

y modernización administrativa, mantenían, en su estructura profunda, al sistema

feudal; es decir, eran estados autoritarios donde imperaba el modelo tradicional de

la sociedad del medioevo.

Debemos deducir que Tocqueville pusiera sus ojos en el nuevo mundo para

entender plenamente el sistema democrático y darlo a conocer a la sociedad

europea. Por ser Francia el país que rompió con las ligaduras del viejo sistema en

Europa, adquirió primacía en el continente al instaurar la república como sistema

representativo de gobierno. El carácter democrático francés se inspiró en los

ideales de los pensadores y escritores de la Ilustración Francesa (siglo XVIII),

quienes pedían la regeneración de la humanidad, la destrucción de la política

monárquica y la anulación de una sociedad privilegiada sobre otra. Este modelo

democrático francés difería en la realidad objetiva, del modelo democrático

anglonorteamericano que había sido del gusto de Tocqueville y que él acercaba al

modelo ideal de democracia.

El modelo democrático francés (implantado tras la revolución francesa y vigente

en gran medida pese al imperio bonapartista y a la monarquía restaurada desde

1815) no correspondía a tal concepción. En Francia, señala Tocqueville en su

obra, El antiguo régimen y la revolución, la democracia había sido impuesta

como modelo de organización social por un estado que de manera violenta y

Page 44: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

43

revolucionaria había quebrantado los antiguos poderes, monárquicos y

absolutistas, las formas de ser de los grupos sociales y las costumbres vigentes

de una sociedad, acostumbrada a siglos de sometimiento y sumisión.

La revolución fue un cambio violento e impositivo, implantado por ciertos grupos

sociales poderosos, descontentos con su posición frente a otros grupos mejor

ubicados en la escala social. No ocurrió lo mismo en Norteamérica según

Tocqueville en La democracia en América, (Libro primero, Capítulos II, III y IV),

donde la democracia se desarrolló libremente y sin oposiciones. Allí la población

anglonorteamericana impulsó las instituciones, ideadas antes de la colonización, y

vio los frutos desde su llegada al nuevo mundo. Esta visión progresista permitió a

la sociedad civil alcanzar su autonomía social, el sentido de responsabilidad y el

respeto de los hombres, respecto a los otros, bajo reglas comunes e iguales de

participación social.

Por el contrario, en el modelo democrático francés, descrito en El antiguo régimen y la revolución, imperaba, desde finales del siglo dieciocho, un modelo

democrático de características centralizadas que contrasta con el modelo federal

anglonorteamericano. Si bien la revolución francesa había destruido privilegios,

creencias y relaciones de poder verticales entre los distintos grupos sociales,

había implantado por la fuerza las máximas de libertad, igualdad y fraternidad del

cuerpo ciudadano. Con la creencia de crear una nueva sociedad a partir de los

restos de la antigua, los lideres revolucionarios y sus sucesores republicanos

buscaron instaurar un marco jurídico y político que tuviese en cuenta las

necesidades de las fuerzas vivas y productivas de la nación, en especial de la

burguesía, pues era la fuerza social con más peso económico del conglomerado

nacional.

Page 45: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

44

Pero al enfrentar las naturales reacciones del conjunto de poderes monárquico,

nobiliario y clerical, amenazados por la implantación de una democracia igualitaria

y libre para todos, los ciudadanos franceses no desdeñaron en usar el aparato

administrativo del estado que había sido construido, siglos atrás por los reyes. Se

trataba de un aparato poderoso y centralizado, el cual hacia depender hasta las

más nimias decisiones del país, de las cabezas importantes de la administración

nacional. Tenía ramificaciones por todas partes y con el uso indiscriminado por

reyes y funcionarios públicos, coartaba toda iniciativa o ideas independientes de

los distintos grupos sociales.

La centralización no permitía el flujo de reglas comunes, claras y acordes para

todos. Fue este modelo, enfermizo y cíclico, el proclamado para gobernar los

destinos del país francés y los republicanos, defensores de la democracia, se

dieron a la tarea de mantener y emplear una autoridad centralizada, en contra de

cualquier manifestación de inconformismo o disidencia al interior de ellos mismos

y de la nación. Así, un demócrata francés, es a juicio de Tocqueville, descendiente

de aristócratas, alguien ambicioso y deshonesto que busca por la fuerza implantar

políticas favorables para sí y los de su clase, sin que le importe el resto de los

grupos o individuos sociales. Su representación no es válida pues no reúne los

intereses de la mayoría y su lucha inconsecuente, arbitraria e injusta.

Es de señalar que la posición de Tocqueville (Memorias sobre la revolución de 1848), respecto a la democracia en su país, es negativa y desdeña toda acción

impositiva. Comprende que los beneficios y posibilidades democráticas serán

realizados en los grupos acomodados de la nación y aunque desconfía de los

grupos burgueses, lo hace también de la población trabajadora y pobre de la

sociedad. Su desdén es producto de la experiencia histórica de Francia dado que

los principios democráticos fueron implantados por la fuerza y la violencia y no a

través del consenso ciudadano como sucedió en el proceso colonizador de

Page 46: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

45

Norteamérica. Por esta razón, es comprensible su posición negativa hacia los

revolucionarios burgueses, hacia los demócratas y hacia los republicanos de su

país.

No obstante, los revolucionarios de 1789-1794, no podían distinguir entre

culpables e inocentes y persiguieron y exterminaron a todo el que se oponía o

divergía de sus preceptos. Así, la revolución se convirtió en tiránica y la república

surgida de ella, en inflexible y severa. En cambio, en el país del norte, el cambio

de una sociedad tradicional a una sociedad democrática fue lento , graduado ,

producto de una evolución social e histórica a lo largo de unos cuantos siglos,

resultado del hecho histórico de una sociedad también tradicional, pero poseedora

de mayores libertades y posibilidades y con distintos hábitos políticos y culturales,

la cual derrocó al modelo arraigado de gobierno, reformó la sociedad y estableció

el modelo social y político de la democracia pero de una manera infinitamente

menos apasionada y violenta. En ello influyó que los sectores dirigentes, las

clases sociales, las colectividades e individualidades que los apoyaron en el

proceso de independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776) enfrentaran

menos obstáculos y divisiones externas e internas que los revolucionarios

franceses.

En otro sentido, debemos, aproximarnos, en lo posible, al concepto de democracia

y de aristocracia, para entender el manejo que Tocqueville otorgó a estas dos

realidades diferenciadas y con una gran distancia entre sí, no sólo por su

significación etimológica y práctica, sino por su naturaleza, que abarca, dentro del

contexto, lo político, lo social, lo cultural, lo económico y lo religioso, aspectos que,

en la práctica, se realizan de manera muy diferente de una nación a otra.

Aristocracia para Aristóteles (La Política, Libro Cuarto), significa el gobierno de la

sociedad por parte de sus mejores elementos. A simple vista, nos parecería el

Page 47: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

46

mejor modelo de gobierno, pues la administración de un país recae sobre las

fuerzas sociales más preparadas e idóneas del conjunto social, ya sea por sus

capacidades, por sus posibilidades o por los medios disponibles para hacerlo.

Aunque, obviamente, en todo conjunto social humano los líderes son los que se

destacan por sus acciones y valer propio, llegando a posiciones de poder y en

esta medida, no podríamos hablar de aristocracia en términos restringidos.

Aristocracia o el gobierno de los mejores hay que entenderlo, no de manera literal,

sino como representación de la política y lo social. Los griegos antiguos se

referían al gobierno y por ende a la planeación, ejecución y provecho principal de

las acciones ligadas al dominio sobre las distintas fuerzas y tendencias sociales de

una o varias colectividades por parte de un grupo cerrado, minoritario y situado por

encima del conjunto de la sociedad. La organización política y social de un país

integra a la gran masa social y a su diversidad concomitante: étnica, religiosa,

militar, intelectual y económica. Así, el gobierno de la aristocracia prevé a través

de sus capacidades, de su inteligencia, de su ilustración, de su fortuna, superior a

la de las masas paupérrimas, las estrategias necesarias y útiles para su gobierno,

buscando el beneficio y la estabilidad de toda la sociedad, acorde con su rol

social14. Además, su experiencia del manejo de los hombres en circunstancias

criticas convenía a su fuerza militar y al poder de repeler a enemigos externos, por

lo cual, tenían que ser obligatoriamente los que asumiesen la dirección de la

sociedad.

14 Aristóteles define la aristocracia como el gobierno de una minoría conformada por hombres de bien. Cfr. La política, Bogotá: Planeta, 1994.

Page 48: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

47

Se entendía que esa circunstancia era un derecho de orden natural15 (derecho

natural), que entregaba el poder, para crearlo, manifestarlo y mantenerlo, en solo

unos pocos grupos de personas unidas entre sí “por vínculos y unión de intereses,

creencias, modos de vida, raza y sangre, actividad y riqueza”, estando

considerablemente distanciados de aquellos a quienes gobernaban y de los cuales

aprovechaban la fuerza o impulso vital. Obviamente, estos grupos dirigentes

estaban constituidos en torno a clanes o familias consanguíneas16, pero también a

gremios e incluso a razas y a naciones, cuando eran pueblos que conquistaban y

avasallaban a otros. El gobierno de la aristocracia tenía derecho a ciertas

consideraciones, privilegios derivados, por un lado, de la estima social y por el

otro, del poder efectivo que tenían con relación a los demás grupos, conjuntos y

subconjuntos de la sociedad que regían en distintas naciones y épocas.

En Europa, el origen de la aristocracia, que rigió hasta avanzada la época

moderna, uno de cuyos momentos desencadenó la Revolución Francesa y sus

secuelas, se remonta a la destrucción del Imperio Romano por la invasión

consecutiva, ininterrumpida y en varios frentes geográficos de tribus, pueblos y

naciones enteras de los pueblos germánicos, quienes, por la fuerza, vencen a las

legiones romanas, destruyen el poder imperial, desplazan a los antiguos dirigentes

de la sociedad y se apoderan de sus riquezas, de sus funciones y prerrogativas.

Además, imponen, a los vencidos, sus propias concepciones culturales, que con el

transcurso de los siglos van integrándose a las creencias, a los intereses, a la 15 La formación del Estado es un hecho natural, ya que el hombre es un ser naturalmente sociable, porque no puede bastarse a sí mismo separado del todo como el resto de las partes, siendo aquél que vive fuera de ésta, un ser superior a la especie o una bestia. Por todo esto, la naturaleza arrastra instintivamente al hombre a la asociación política. Cfr. La política. Bogotá: Planeta, 1994. 79. 16 Federico Engels en su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, realiza un interesante estudio sobre la conformación de la sociedad y dedica un capítulo especial (Capítulo II: La familia) a la raíz de las familias consanguíneas o directas y a los grupos sociales que no forman parentescos entre sí, pero pertenecen a la misma raza o clan.

Page 49: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

48

sangre, a las vivencias, a la historia y experiencias comunes de los hombres y

grupos por ellos sometidos. Destacamos, como en el modelo aristocrático la

condición de dirigente se transmite a hijos y allegados considerándose que las

virtudes y defectos innatos de los individuos se transmiten por generaciones.

Por su parte, la democracia (Aristóteles, La política, Libros IV y V), representa al

estado político y social donde el poder, es decir, el ejercicio de la función

planeadora, ejecutora, directiva y beneficiaria de las distintas fuerzas materiales y

espirituales de unos pocos no es algo exclusivo de unas cuantas familias, gremios

o grupos étnicos. Tampoco es una función y situación social susceptible de ser

transmitida de generación en generación como ocurre con los bienes o

propiedades. Aquí, el poder político y la función pública no son asimilables a las

funciones y poderes derivados de los derechos y deberes privados de los

individuos, familias o clanes. Es decir, no se equipara esa función de poder político

a la propiedad de los individuos sobre sus bienes o a su calidad de

administradores de sus hogares y familias respectivas.

A una democracia, corresponde al conjunto de la población, o por lo menos se

espera que así sea, decidir sobre los asuntos de interés común, encargándose de

deliberar, organizar y ejecutar sobre aquello que en los distintos campos le

conciernen, controlando a los hombres y mujeres comisionados para realizar su

mandato19. La democracia elige a sus mandatarios y los eleva a la condición de

ejecutores de la voluntad soberana del pueblo o los aparta de sus cargos y

funciones cuando la voz mayoritaria de la población los encuentra poco dignos de

su confianza, ya sea por deshonestos o por incompetentes.

Aclaramos que la función pública no es resultado inmediato de un estatus social y

económico previo, sino que los individuos y corporaciones encargados de planear,

dirigir, administrar y encauzar las fuerzas de la sociedad en los más variados

Page 50: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

49

campos, deben responder por el resultado de sus ejecuciones ante aquellos que

los han instituido como poderes sociales en el estado. Esto ocurre, tanto a nivel

local como regional y nacional.

Asimismo, se dice que hay distintos tipos de democracia, que van, desde la

democracia restringida, muy cercana a la aristocracia, hasta la democracia de

base social más amplia y, por supuesto, debemos distinguir la democracia

participativa y la democracia representativa. La primera que es la que le interesa

sobre manera a Tocqueville era tenida desde la antigüedad griega por los

grandes pensadores como algo sólo posible de ser aplicado en los pequeños

estados de un territorio bien restringido y una población muy limitada. Así pues, los

griegos antiguos consideraban absurdo al modelo político y social que los regía,

en la mayoría de sus ciudades-estado, pudiese implementarse en vastas

formaciones territoriales y político-económicas como eran, en su época, los

grandes reinos del medio oriente.

Los griegos consideraban un modelo político y social donde el poder público fuese

construido bajo la observación, participación, deliberación y acción de los

ciudadanos del común, libres, propietarios y nacionales. Esta cualidad sólo podía

darse en un territorio delimitado y con una población pequeña; ello, en razón de la

necesaria presencia física de los ciudadanos para debatir los asuntos comunes,

para elegir a los agentes ejecutores de las voluntades publicas o para fiscalizar las

acciones legales y políticas que fuesen de interés publico.

De acuerdo a este precepto clásico, en tanto la democracia no es viable en vastos

conglomerados de población o en territorios dilatados, idea vigente para occidente

desde los griegos, surgió la reflexión, desde finales del siglo dieciocho, sobre la

existencia de dos estados con características socioeconómicas, políticas,

Page 51: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

50

culturales y religiosas fuertemente democráticas: Estados Unidos de Norteamérica

y luego Francia.

La explicación dada por Tocqueville es simple y directa por cuanto el modelo de

democracia directa o participativa si es posible en grandes espacios y con grandes

núcleos de población. El ejemplo más notorio es el país de Norteamérica donde

impera el modelo federal que combina elementos de los dos modelos de

democracia, el directo o participativo y el indirecto o representativo.

En La democracia en América, señala como en Estados Unidos, lo local es lo

inmediatamente cercano al ciudadano, en este caso, su municipio y la región

circunvecina a su lugar de domicilio y trabajo. Allí, impera el modelo político y

social de las relaciones directas en la resolución de los conflictos y en la ejecución

de las múltiples tareas y actividades de la vida humana, tanto a nivel privado como

público.

El modelo federal de la república norteamericana reconoce este hecho material y

espiritual existente en la población de Estados Unidos desde la colonia hasta la

independencia. La función pública no fue el resultado inmediato de un estatus

social y económico previo, sino que los individuos y corporaciones encargados de

planear, dirigir, administrar y encauzar las fuerzas de la sociedad en los más

variados campos, debía responder por el resultado de sus ejecuciones ante

aquellos que los habían instituido como poderes sociales del estado. Esto ocurre,

tanto a nivel local como regional y nacional.

Este modelo democrático, factor constituyente del poder público y de las

relaciones sociales es válido para decidir sobre los asuntos próximos que a todos

afectan en lo inmediato y que todos conocen de cerca, pero que parece poco

Page 52: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

51

apropiado para los asuntos de relieve nacional o internacional, por su lejanía en la

esfera de los intereses y conocimientos de los simples ciudadanos.

Hace notar Tocqueville (La democracia en América, Libro I, Págs. 92-159) cómo

los legisladores norteamericanos, reconociendo la imposibilidad de gobierno

directo en un vasto territorio y amplio conglomerado poblacional, establecieron un

modelo de poder público y de relaciones sociales de corte democrático, bajo

distintos niveles y escalones intermedios que pudieran fundamentar el poder de la

unión federal desde el simple ciudadano, hasta las funciones de gobierno y os

funcionarios elegidos por elección democrática.

Es decir, en lo local, el ciudadano tenia una participación total sobre los asuntos

colectivos y comunitarios y en la distancia de la unión federal el ciudadano que no

podía tener una presencia o conocimiento directo, acerca de los asuntos públicos

por obvias limitaciones materiales, podía hacerse oír y representar a través de los

funcionarios que con tal fin, él y su comunidad habían elegido para deliberar sobre

los asuntos importantes para la colectividad.

La comunidad de hombres libres, varones y blancos (La democracia en América)

intervenía, eligiendo y aprobando a representantes y políticos, administradores de

los cargos legislativos y de los cargos ejecutivos, tanto de los estados como del

gobierno federal. Esto se hacia en determinados calendarios electorales y de

acuerdo a las reglas de procedimiento inherentes al tipo de cargo o función publica

a desempeñar, de acuerdo con las leyes escritas y las costumbres vigentes en el

cuerpo de la nación.

Así, al combinar las ventajas del modelo participativo con las del modelo

representativo los anglonorteamericanos esperaban disminuir sus defectos y

conservar sus ventajas.

Page 53: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

52

Según Tocqueville (La democracia en América, Libro I, Págs. 105-137), el

estado resultante de todo aquello era la existencia de un poder publico fuerte en

los distintos niveles que lo componían y se entendía que cada nivel implicaba un

tipo de actividad y de competencia diferente, representado por el estado en sus

múltiples manifestaciones: comunidades, regiones, partidos, intereses o ideas, así

como las tareas especificas implicadas en los distintos funcionarios y aparatos de

poder.

En cuanto al modelo de democracia indirecta o representativa el pueblo y los

ciudadanos en general, mantienen la toma de decisiones políticas importantes

para la sociedad, sólo que ya no lo hacen de manera directa sino a través de los

dirigentes elegidos por ellos y capacitados para cumplir la defensa de sus

intereses, de acuerdo a su estado de opinión.

El pueblo, base de la soberanía de todo estado democrático, ya no ejerce un

control directo ni tampoco una participación sobre las políticas y los agentes del

poder encargados de ejecutarlas en las asambleas o en los tribunales, sino que

delega esa función a otros ciudadanos elegidos para la realización de esas tareas.

Resaltamos la importancia del mecanismo electoral porque permite al pueblo

soberano y al ciudadano de a pie hacerse oír sobre diversos temas y en distintas

áreas de competencia del estado como poder publico.

En un modelo democrático representativo se crea una amplia clase profesional de

políticos y funcionarios, quienes buscan captar el interés del electorado en

defensa de sus ideas e intereses y, además, defienden el interés propio en la

escala de poder dentro del estado. Este manejo del poder público implica también

un ordenamiento cultural y social diferente al de la democracia directa y

participativa por cuanto los ciudadanos no ejercen una presencia directa, una

participación o un control sobre los asuntos comunes o públicos, limitándose sólo

a la aprobación de ciertas políticas y representantes de su interés, simpatizantes

Page 54: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

53

de su opinión. Su retiro hacia los asuntos privados es evidente cuando termina el

periodo electoral.

Según Tocqueville (La democracia en América, Libro I, Capítulo 1), en una

democracia participativa directa es el pueblo soberano el proveedor de la

legitimidad del poder sobre las instituciones públicas. El mismo delibera y analiza

las distintas leyes, que de ser aprobadas, han de regir a la sociedad en su

conjunto. Al mismo tiempo, aporta y supervisa los medios a emplear en una tarea

determinada y nombra y controla directamente a los funcionarios, vistos como

meros ejecutores de su voluntad. Un caso de democracia directa lo tenemos en

las sociedades primitivas de celtas y germanos, las cuales, si bien con presencia

de muchos elementos e instituciones aristocráticas poseían un marcado carácter

de notables, pero era la asamblea de hombres libres (thing) la que jugaba un rol

importante al determinar las políticas de una comunidad. Por ejemplo, discutía

sobre la conveniencia de declarar o no la guerra a una nación o pueblo vecino;

sobre el valor y monto de las taxaciones fiscales para realizar caminos o puertos;

presidía y administraba justicia en las disputas personales o comunitarias. Un caso

claro de democracia en el mundo bárbaro europeo y pagano, ha sido desde su

origen hasta hoy, la asamblea de hombres libres de Islandia (Althing).

En cuanto al poder y esfera de lo público, ésta tiene que ver con toda la

comunidad, es propiedad de todos, contraria al poder y esfera de lo privado que

atañe a unos pocos en un alcance limitado. Obviamente, el modelo de aristocracia

o el de democracia no señalan ni como conceptos ni como sistemas concretos la

realización práctica en una de las dos esferas -privada y publica-, sino que las

abarcan simultáneamente y de distintas formas, pues las implican en las distintas

fuerzas y manifestaciones de la cultura, religión, política, ciencia, educación, leyes,

valores, economía y clases sociales.

Page 55: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

54

Recordemos además que los dos modelos (aristocracia y democracia) no son los

únicos en que se estructura el poder en las sociedades, sino que hay otros más,

en estado simbiótico, es decir, mezclados en distintos grados los unos con los

otros.

Hechas las aclaraciones pertinentes, volvemos a Tocqueville quien (La democracia en América, Libro I, Capítulo I) observó la manifestación de la

democracia en el ámbito de lo local. Pudo evidenciar de forma clara y contundente

como el poder de decidir sobre las vidas y bienes de los demás, privilegio de unos

pocos en muchas naciones del viejo mundo, en Estados Unidos se realizaba a

través de una comunidad activa y participativa, capaz de aunar esfuerzos,

individuales y colectivos, para beneficio de todos. Concretamente prestó atención

al “township” o comunidad rural, cuya población mayoritaria, si exceptuamos

mujeres, niños, enfermos, extranjeros y esclavos, se reunían, consultaban y

contrastaban puntos de vista e intereses enfrentados, respecto a una situación

particular, pero, en la medida de lo posible, conciliaban y tomaban decisiones para

el beneficio común. Los arbitrajes concernían desde el reparto de tierras

comunales, la construcción de una escuela o iglesia hasta el monto de los

impuestos y la forma como se emplearían dichos aportes. Todo esto se hacía en

asamblea comunal, espacio ideal para el brillo de oradores y personas altamente

persuasivas, las cuales se encargaban de convencer a los vecinos de adoptar un

determinado punto de vista.

Para la ejecución de las decisiones tomadas, nos dice Tocqueville (La democracia en América, Libro I, Capítulo I), la asamblea misma nombraba, de

entre sus miembros, a los encargados de realizar dicha labor, estableciendo el

monto de sus salarios, el alcance de sus atribuciones y la duración de las mismas.

Estos hombres debían rendir cuentas a la asamblea o a otro cuerpo de

ciudadanos elegido por ésta y mantenerse activo durante el tiempo necesario para

Page 56: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

55

cumplir con las funciones asignadas. Una vez cumplidas a cabalidad las

providencias tomadas, la asamblea se disolvía y cada miembro, ciudadanos

particulares al fin y al cabo, la clausuraban hasta cierta fecha, ya convenida de

antemano, volviendo cada cual a sus negocios y actividades particulares.

En Norteamérica, la soberanía del gobierno partía del pueblo, como constató

Tocqueville (La democracia en América, Libro I, 23-161) y éste, bajo la

conducción de sus lideres más esclarecidos, establecía unos mecanismos de

control mutuos para evitar el surgimiento del despotismo entre ellos, ya fuera por

parte de individuos de carne y hueso, por instituciones o partidos, por confesiones

o ideologías diversas, internas o foráneas. Cierto es que Tocqueville verificó que el

germen de la democracia en América ya estaba contenido en el germen de las

asambleas locales y regionales del periodo colonial (siglos XVI, XVII y

promediando el siglo XVIII), donde existía un fuerte espíritu de independencia, de

autonomía, de obrar por si mismos, bajo recursos propios, respecto a la metrópoli

o a las autoridades regionales. Pero lo correcto, como señaló Tocqueville, fue que

una vez consumada la revolución de independencia y eliminadas las estructuras,

elementos, hombres e ideas aristocráticas se equilibraron los antagónicos

democráticos dentro del sistema social y político, fortaleciéndose la tendencia

democrática hacia la que caminaría, sin mucho contrapeso, la nación

norteamericana.

Naturalmente, Tocqueville tuvo en cuenta la transición paulatina de la democracia

en Norteamérica, producto de una evolución histórica cuyos orígenes era posible

rastrearlos en la madre patria, Inglaterra: La fundación de la nueva Inglaterra ofreció un espectáculo, a la vez nuevo y singular. Los inmigrantes que vinieron a establecerse pertenecían todos a clases acomodadas de la madre patria, su reunión sobre el suelo americano presentó, desde el principio, el fenómeno singular de una sociedad donde no se encontraban ni grandes señores ni el pueblo y por así decirlo, ni pobres ni ricos. Había, guardada la proporción, una mas grande masa de luces repartida entre estos hombres que en el seno de las masas de las naciones europeas de nuestros días. (La democracia en América, 1835, Alexis de Tocqueville, primer libro, capítulo primero, Pág. 35).

Page 57: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

56

Así mismo, el pensador francés rescató la importancia del espacio para la

consolidación del modelo democrático, pues la geografía americana era extensa y

no estaba densamente poblada, lo cual facilitaba la concentración social en

regiones fácilmente identificables y controladas por una autoridad elegida por la

misma sociedad. En efecto, si en Inglaterra los primeros atisbos de

resquebrajamiento del concepto de poder y ordenamiento de la sociedad de corte

aristocrático, vertical y jerárquico, se remontan a la rebelión de los señores y a la

proclamación obligada por la fuerza de las circunstancias de la carta magna por

parte del rey Juan Sin Tierra o Juan I de Inglaterra (1166-1216) la verdad es que

en América el resquebrajamiento de la noción de jerarquía, de un orden absoluto

de inspiración divina e inamovible se dio por el simple hecho del aislamiento y

vulnerabilidad de los colonos en una tierra inmensa, aislada por el vasto océano

de la cuna europea.

Obviamente, no estaban enteramente aislados del resto del mundo ni carecían de

medios y recursos para empezar de nada. En primer lugar, disponían de su acervo

cultural e histórico proveniente del fondo común europeo y de la poderosa nación

británica lo que indicaba la posesión de grandes ventajas sobre los primitivos y

atrasados nativos norteamericanos en la conquista del territorio. Además, la madre

patria no los había abandonado; cierto que estaba muy distante para controlar a

sus súbditos y proveerlos en todo, como ocurría en el suelo europeo, pero

igualmente los representaba, se encargaba de velar por su seguridad frente a

potencias enemigas, establecía el cuerpo general de leyes y las políticas

generales que se aplicaban en las colonias, enviaba funcionarios y

representantes, controlaba las tendencias propias de las colonias, ligándolas a

través de sí, al destino común europeo, comerciaba con ellas y seguía

poblándolas. (La democracia en América, por Alexis de Tocqueville, primer libro,

capítulo uno, Págs. 24-45).

Page 58: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

57

Por el contrario, los colonos redescubrieron la libertad que generaciones enteras

de pueblos europeos habían olvidado y que muchas naciones de otras razas y

latitudes nunca habían conocido. Además, Tocqueville explica, como el

puritanismo religioso incide sustancialmente para dar origen a la sociedad del país

del norte: Dado que el núcleo del puritanismo en el Reino Unido estaba ubicado en las clases medias, fueron estas las que emigraron principalmente a Norteamérica y en menor medida al Canadá. La población de la Nueva Inglaterra crecía rápidamente y mientras que la jerarquía de los rangos y ordenes clasificaba despóticamente a los hombres en la madre patria, en Norteamérica no ocurría esto, la gente era considerada por su aporte personal al esfuerzo colonizador contra la naturaleza y los indios, las colonias presentaban un carácter homogéneo en su estructura social. Desde un principio, estos inmigrantes eran autosuficientes, habían cortado las velas con el viejo mundo, nombraban sus propios magistrados, hacían la paz y la guerra, establecían reglamentos de policía, hacían las leyes. Se atenían antes que a la autoridad del rey y las leyes inglesas a la autoridad religiosa de sus iglesias y ministros, a la santa Biblia, a sus dogmas y a sus costumbres de inspiración religiosa. (La democracia en América, Alexis de Tocqueville, primer libro, 1835, capítulo uno, Pág. 43).

Los norteamericanos, librados del control más fuerte e inmediato por parte de la

corona y de sus instituciones afines, dieron rienda suelta a su ímpetu

modernizador, desligado entre sí en un medio duro donde lo que importaba era la

valía de cada uno. Pudieron desprenderse con más facilidad del peso muerto de la

tradición y prejuicios que en otras partes eran norma y ley y lo mejor, no realizaron

violentas revoluciones, sino que dejaron al día a día, la evolución de la situación

rebelde para que se manifestara en el lugar y el momento apropiados.

Innegablemente, en Gran Bretaña como en las demás sociedades europeas de la

fachada Atlántica y del Mediterráneo occidental se dio una evolución a formas

políticas, económicas, culturales y religiosas más abiertas, más amplias y

racionales, más eficientes y más equilibradas en cuanto a los derechos y deberes

de los individuos, las funciones del estado, los privilegios y atribuciones de los

poderes constituidos como tal.

Page 59: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

58

Para ello influyeron muchos factores de orden social, económico, político y

cultural, como por ejemplo el desarrollo del capitalismo en Europa (The age of the revolution, de Eric Hobsbawm); la consolidación de los estados modernos,

centralizados bajo la dirección de los reyes, una mayor libertad en el campo de las

ciencias, las artes y la religión. Precisamente, el pensamiento y la práctica

religiosa en occidente, se vieron abocados a un resquebrajamiento de su

monopolio absoluto. Igualmente, aumentaron la industria y el volumen del

comercio mundial por el perfeccionamiento de las técnicas y de los barcos de

navegación, por la expansión económica originada en la conquista y por el

descubrimiento del nuevo mundo, dueño de ricos recursos propios y de gente

nueva. Todo ello contribuyó para el perfeccionamiento de las estructuras

dominantes del estado, lo cual permitió mejorar y ampliar los volúmenes de

recursos, de hombres y de mercancía, dispuestos para beneficio de la sociedad

europea.

En el caso de América del Norte es posible establecer un paralelismo entre la

revolución de independencia norteamericana (1776) y la gloriosa revolución que

derrocó a los Stuart o Estuardo escoceses (1689). En ambos casos, el grueso de

la población percibía la extralimitación del rey; el mal gobierno de la autoridad y la

ausencia de representación en los distintos sectores de la nación. Si bien los

súbditos eran leales al rey porque éste simbolizaba la unidad y la grandeza de la

nación y raza británica, cuestionaban el deplorable gobierno. Presenciaban,

desconfiados, las atribuciones usurpadas y los privilegios abusivos.

Los norteamericanos en su caso, percibían la elevación de los impuestos y las

altas tarifas para los productos exportados, como el te, provenientes del imperio a

las colonias. El no ser consultados sobre esto y la arbitrariedad cometida contra

ellos, desconociendo su papel de súbditos con los mismos derechos que los

ingleses, provocaron el descontento y el inconformismo de las colonias hacia la

Page 60: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

59

corona inglesa. En efecto, la ley inglesa establecía que el pueblo o por lo menos

los cuerpos más representativos y pudientes de la nación podían tener sus

representantes en el parlamento de los comunes que era donde se discutía y se

elaboraban las leyes, las que luego eran puestas a consideración del monarca

para su aprobación o rechazo y esto incluía a las colonias inglesas en América del

Norte (EUA, Documentos de su historia política, 197-220).

Es sabido que en Inglaterra desde la revolución17 gloriosa de Oliver Cromwell

(1599-1658) el rey reinaba pero no gobernaba, a cambio de lo cual, los ministros

eran responsables ante el parlamento de las decisiones tomadas y si bien podían

ejercer veto o dictar edictos imperiales, estaban obligados a respetar la ley y a

tener en consideración la opinión pública, a los distintos sectores fuertes dentro de

la nación y sobre todo, al interés público, desligado del interés privado, familiar o

del entorno inmediato.

Los colonos norteamericanos llevaron a cabo una profunda revolución interna que

rompió con el pasado colonial y estableció equidad para todos en lo publico,

aunque se sintieron agraviados al no tener representantes directos dentro del

cuerpo parlamentario inglés, lo cual se traducía, literalmente, en la imposibilidad

de intervenir en la elaboración y puesta en práctica de las leyes y políticas del

imperio, del cual formaban parte, al menos, en teoría: La intervención del pueblo en los asuntos públicos, el voto libre del monto del impuesto de acuerdo a las necesidades de la comunidad, la responsabilidad de los agentes del poder, la libertad individual, el juicio de un sospechoso con un jurado que deliberaba y un juez imparcial que dictaba sentencia, todo eso estaba establecido ahí. Es alrededor de la identidad de la comunidad que vienen a apegarse y atarse fuertemente los intereses, los vínculos, las pasiones, las ideas, los derechos y deberes. En el seno de la comunidad se ve reinar una vida política real, activa, muy democrática y republicana. La comunidad nombra sus magistrados de todo tipo, ella impone las tarifas, reparte y levanta el impuesto, ella impone las tarifas. En la comunidad típica de la Nueva Inglaterra la ley de la representación no es en modo alguno admitida, es

17 Caracterizada por el revocamiento de la tiranía y la organización del país en una república donde reinaba el orden y la libertad.

Page 61: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

60

sobre la plaza publica y en el debate dentro de la asamblea general que los ciudadanos que se tratan entre si, tocan los asuntos de interés común y buscan resolver los problemas y diferendos que hayan surgido de manera concertada… La ley entra en los más mínimos detalles cotidianos para prevenir, encauzar y satisfacer necesidades sociales. (La democracia en América, por Alexis de Tocqueville, 1835, primer libro, capítulo primero, Pág. 46).

El parlamento inglés estaba conformado por los representantes de las distintas

circunscripciones electorales en que estaba dividida Gran Bretaña: Gales,

Escocia, Irlanda e Inglaterra, donde no estaba incluida la colonia en América. Esta

situación de inferioridad fue la que motivó la insurrección y posterior guerra

revolucionaria de independencia. Percibimos, entonces, un paralelismo entre la

Revolución de Cromwell y la lucha por la libertad de las colonias inglesas en

Norteamérica, pues la exclusión de muchos y los privilegios de pocos, fue similar.

Por su parte, Tocqueville visitó una nación americana, donde si bien la declaración

de independencia implicó el destierro y expropiación de las tierras de los

norteamericanos leales al rey, la violencia y el dramatismo de la lucha por cambiar

las estructuras políticas y sociales no alcanzó el dramatismo de las que

acaecieron en Francia. Norteamérica gozaba de una democracia benévola,

plenamente consecuente entre los ideales, los hechos y los sentimientos, tanto de

la gente ordinaria como de sus dirigentes. Estados Unidos había vivido una

situación relativamente ínfima en comparación con lo ocurrido en Francia y

aunque su sistema colonial estaba en crisis, ésta no era dramática, pudiendo

resolverse, pacíficamente, los brotes de interés y de aspiración de las

contrapartes. (EUA, Documentos de la historia política de Estados Unidos,

Libro numero uno, Moyano Pahissa Ángela y Velasco Márquez Jesús, instituto

Mora, México, 1988: 35-95).

La sociedad norteamericana se había liberado del dominio inglés para asumir por

sí misma la conducción de sus destinos como nación y si en un primer momento,

Page 62: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

61

pareció que iba a naufragar en dicho empeño, en su concurso acudieron la

perseverancia y el ánimo de todos los norteamericanos para resolver los distintos

litigios que se presentaron entre los Estados o entre éstos y el poder federal:

Se trata de una sociedad eminentemente democrática, donde el estado social es ordinariamente el producto de un hecho. Para conocer la legislación y las costumbres de un pueblo hay que conocer las causas de que estas legislaciones y costumbres sean como son y no de otro modo. Desde un principio reinaba una gran igualdad entre los inmigrantes que vinieron a establecerse en el nuevo mundo, el germen mismo de la aristocracia no fue depositado en esta parte de la futura unión. (La democracia en América, Alexis de Tocqueville, 1835, libro primero, Pág. 87).

La constitución norteamericana estableció un gobierno federal, consciente de la

inmensidad del territorio, de la imposibilidad de dirigirlo todo, desde un solo centro

de poder. Para ello, contribuían además, la historia, las costumbres de los

habitantes, su sentido autónomo para las cuestiones públicas y la existencia de

múltiples poderes regionales, algunas veces, enfrentados entre si. (La democracia en América, Alexis de Tocqueville, libro primero, capítulo octavo,

1835: 104-112 y 133-159).

Dos naciones diferentes, dos sociedades distintas y dos consecuencias de la

revolución libertadora totalmente opuestas. En Estados Unidos, en divergencia

con Francia, la democracia no adquirió un carácter violento, terrorista ni dictatorial

donde un sector ideológico, afín a intereses de ciertos sectores socioeconómicos

se adueñara de la dirección, del control y de la ejecución del estado y los

empleara para beneficio propio y de su fracción. Si bien existían en Estados

Unidos elites privilegiadas, jamás se fueron a un abierto enfrentamiento entre ellas

que arrastrase además al conjunto mayoritario de la población: Cuando esta revolución ocurrió la sociedad entera fue sacudida, el pueblo en el nombre del cual se había combatido, liberado de sus ataduras y lealtades a los poderes antiguos como la nación inglesa y el rey se presento para exigir su tributo, se convirtió en poder y se decidió a actuar por si mismo… Los instintos democráticos se despertaron y desarrollaron de la probada autosuficiencia, espíritu de autonomía y confianza de este pueblo, todo hacia una meta común, crear algo nuevo en la faz de la tierra, mejor para el género humano y diferente y contrario a los viejos poderes. Ese espíritu de autosuficiencia de las comunidades rurales se traslado al espíritu de la

Page 63: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

62

nación entera, se cogió gusto a todo tipo de independencia. (La democracia en América, por Alexis de Tocqueville, libro primero, 1835: 133).

Aclaramos, por demás, que la independencia en Norteamérica no fue sólo la

búsqueda de libertad de Gran Bretaña y de sus cuerpos expedicionarios, enviados

a restablecer la autoridad de la Corona, sino que fue, simultáneamente, una

guerra de carácter civil, en la cual los norteamericanos republicanos e

independistas lucharon contra norteamericanos leales o realistas.

Aunque se trató, sí, de una guerra violenta -todas lo son- y aunque estuvo

acompañada de arbitrariedades de parte y parte, no alcanzó el nivel de

desesperación, odio y fanatismo (Historia de la revolución francesa, por

Edmund Burke, Pinguin editores) vivido por Francia en su guerra libertadora, y por

ende, el estado, las instituciones y tradiciones conservaron mucho de su influjo

para moderar las pasiones y dirigir las reglas de conducta de los hombres durante

la ofensiva. Los norteamericanos sentían injusto y gravoso (Estados Unidos, Síntesis de su historia, número dos, instituto Mora, México, Rosa Ana Arguello y

Jesús Velasco, Págs. 167-192) el estado de subordinación respecto al rey y a la

nación inglesa, pero no lo consideraban lo peor del mundo por cuanto,

Norteamérica como Inglaterra, gozaban de laxos gravámenes fiscales y de justas

ordenanzas jurídicas por igual para todos.

Francia, por el contrario, en vísperas de la revolución no gozaba de una ley

igualitaria y liberal, basada en el derecho consuetudinario vigente, donde todos los

hombres de la nación fueran iguales entre sí, al menos en los hechos prácticos.

Por supuesto que existían etiquetas y discriminaciones de orden social en

Norteamérica, pero éstas eran minúsculas, comparadas con el grueso de la

población y los encargados de administrar justicia en verdad se esforzaban por

hacerla cumplir de manera justa y cabal.

Page 64: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

63

De acuerdo a Tocqueville, los franceses hicieron su revolución por cuanto

sintieron, cómo las pesadas cadenas, puestas sobre sus hombros desde los

tiempos de sus abuelos, empezaban a debilitarse y sus propias fuerzas

aumentaban en la medida en que adquirían conciencia de su entorno, de sí

mismos y de los derechos propios. (El antiguo régimen y la revolución, Alexis

de Tocqueville, 1856:46).

En cambio, los norteamericanos hicieron su revolución porque los débiles

eslabones que los rodeaban, los aprisionaron y no desearon reforzarlos. A pesar

de estar gobernados por una monarquía constitucional, América del Norte no

sufría el severo control, ni la tiranía del estado monárquico, ni de sus funcionarios,

ni de sus leyes, edictos o requisiciones más rigurosas. (Estados Unidos, síntesis de su historia, Instituto Mora, México, por Angela Pahissa Moyano, Rosa Ana

Arguello, Jesús Velasco, 1988, Págs. 167-192).

En oposición, el régimen imperante en Francia buscaba asegurar la estabilidad del

reino, enfrentando y dividiendo a las potenciales fuerzas que podían poner en

peligro su existencia y defendía y estatuía como legitimo, las desigualdades entre

los hombres, no en función de sus talentos, capacidades o fortunas, sino en razón

de la cuna, del linaje o de su pertenencia a los estamentos privilegiados. (El antiguo régimen y la revolución, 1856, Alexis de Tocqueville).

Page 65: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

64

2.2. Tensiones y tipos de libertad e igualdad: autosuficiencia del individuo y de la

colectividad

Las siguientes tesis sobre autosuficiencia del individuo y de la colectividad han

sido tomadas del texto de Tocqueville, La democracia en América, donde

desarrolló los parámetros posibles que para la época podían significar y

relacionarse con los temas de democracia, ciudadanía, libertad e independencia.

El autor se pregunta “por qué razón los pueblos democráticos muestran un amor

vehemente y durable hacia la igualdad más que hacia la libertad”. Para su análisis

tiene en cuenta cómo la pasión por la igualdad de condiciones es la primera y

más viva necesidad de buscar el amor hacia la igualdad, la cual reina en la

sociedad civil sin constituirse en propiedad del mundo político. Deduce de qué

manera puede tenerse el derecho de entregarse a los mismos goces, de entrar en

las mismas profesiones, de encontrarse en los mismos lugares y de buscar las

riquezas por los mismos medios sin que todos tomen parte en los asuntos de

gobierno.

Aún puede establecerse una igualdad en el mundo sin que la libertad política

exista; un individuo es igual a todos sus semejantes, exceptuando uno solo, que

es el señor de todo indistintamente y que elige entre los demás a los agentes de

su poder. Aunque los hombres no pueden llegar a ser del todo iguales sin ser

enteramente libres y, en consecuencia, la igualdad, en su último extremo, se

confunde con la libertad. (El antiguo régimen y la revolución, 56)

Por otra parte, la libertad se manifiesta en los hombres en diferentes tiempos y

bajo diversas formas, siendo el amor a la igualdad la pasión que más agita el alma

humana. La igualdad forma el carácter distintivo de la época democrática.

Page 66: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

65

Dice Tocqueville que estos rasgos condicionan a los pueblos, pero en cambio,

para perder la libertad política basta solo con no retenerla y ella por si sola

desaparece. Los hombres no solo quieren la libertad porque la aman sino porque

se persuaden de que ésta es inamovible o que ha de durar para siempre. (Jean

Claude Lamberti, Tocqueville y las dos democracias, 25-57)

Por su parte, Tocqueville contrapone la libertad y la igualdad, argumentando que

perder la libertad es visible para todos en el momento, mientras que perder la

igualdad de condiciones y de oportunidades se va manifestando poco a poco,

insinuándose gradualmente en el cuerpo social, pues si la igualdad suministra

cada día una gran cantidad de pequeños goces a cada hombre, el hecho de

perderla no afecta al mismo hombre y al tejido social de forma inmediata, sino

dentro de un lapso de tiempo, en el cual se va resintiendo lo que antes se tenía y

se gozaba. (La democracia en América, 135)

Los pueblos democráticos quieren la igualdad mucho más que la libertad y en

todas las épocas hay algunos que llevan este axioma hasta el extremo. Esto

sucede cuando en el momento en que se derriba una vieja estructura social de

jerarquía, la sociedad derriba barreras, permitiendo unir a los hombres por lo que

antes los separaba y se precipita hacia la igualdad como un bien precioso, digno

de salvaguardar. (La Democracia en América, 140)

Cuando una sociedad democrática acaba de formarse, el aislamiento de los

hombres y el egoísmo de éstos se hacen forzosamente más fuertes. Estas

sociedades no agrupan solamente a un número de ciudadanos independientes

sino que están llenas de hombres que acaban de llegar a la independencia y se

encuentran embriagados con este nuevo poder. Conciben una vana y excesiva

confianza en sus propias fuerzas y descartan cualquier ayuda de sus semejantes.

Page 67: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

66

Los ciudadanos que ocupaban el primer lugar en la jerarquía destruida no pueden

olvidar de la noche a la mañana su pasada grandeza y durante largo tiempo se

consideran como extranjeros en el seno de una sociedad nueva. Dado que una

sociedad aristocrática no sucumbe sino después de una larga lucha, se encienden

odios implacables a su interior que pueden sobrevivir a las revoluciones y al

advenimiento de nuevos órdenes sociales. En consecuencia, cada sujeto de la

sociedad democrática se retira solitario y se ocupa sólo de sí mismo.

Por el contrario, los que en el régimen antiguo ocupaban una posición inferior o

subalterna en una sociedad aristocrática, echan sobre éstos, miradas de triunfo y

superioridad, sintiéndose ganadores. Podría pensarse entonces que la democracia

inclina a los hombres a no acercarse a sus semejantes y a huir unos de otros.

2.3. Contraste entre Francia y Norteamérica: problemas sobre el individualismo

moderno

Tocqueville vislumbró muchas de las bondades que trae consigo el cambio de

regímenes políticos y sociales como el de la democracia. Sin embargo, también

percibió las peligrosas consecuencias devenidas en el establecimiento de un

nuevo precepto. Sus viajes le sirvieron para comparar las democracias surgidas

en Norteamérica y Francia y, mientras en la primera percibió un desarrollo

armónico, coherente y consecuente con lo planteado en el acta constitucional

nacional, en la segunda, vio aparecer la figura gobernante del déspota, como una

infortunada derivación para la democracia. El advenimiento del despotismo18, que

por la tímida naturaleza de su aparición, va aislando paulatinamente a los

hombres, como la garantía más segura para su propia conservación, ha sido el 18 El despotismo es el gobierno de una autoridad singular, una sola persona o un grupo de personas estrechamente relacionadas, que gobiernan con poder absoluto; a sus gobernantes se les denomina déspotas. La palabra insinúa reinado tiránico; supone una forma de gobierno que impone control absoluto de todo ciudadano

Page 68: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

67

orden político y social más temido por la humanidad. No hay vicio del corazón

humano como el egoísmo que le agrade tanto al despotismo, sentenció

Tocqueville.

El déspota perdona fácilmente a los gobernados el que no lo quieran con tal que

éstos no se quieran entre sí y se contenta con que los sujetos no aspiren a dirigir

el Estado por sí mismos. El despotismo llama espíritus turbulentos, subversivos o

criminales a aquellos que pretenden unir sus esfuerzos para crear la prosperidad

común. Para lograrlo, cambia el sentido natural de las palabras, llama, óptimos o

buenos ciudadanos a los que se encierran en la estrecha esfera de sus asuntos

personales. Piensa el autor que “el despotismo es peligroso en todos los tiempos,

pero lo es mucho más en los tiempos democráticos” (La democracia en América, biblioteca científico filosófica, Daniel Jorro editor, Pág. 372).

Cuando la democracia se orienta hacia el interés general, los sujetos se hacen

ciudadanos y se ocupan de los asuntos públicos; salen forzosamente del seno de

sus intereses particulares y se apartan de la exclusiva consideración de sí

mismos. Cuando el pueblo gobierna no hay hombre que no reconozca el valor de

la benevolencia general y que trate de cultivarla, teniendo consideración por sus

semejantes. Para ello buscará atraer la atención y afecto de aquellos entre los

cuales vive.

Pero, el deseo de ser elegidos lleva a los hombres a postularse para salir

triunfantes, aspiración manifiesta en prestar apoyo y servir a la colectividad. No

obstante, la actividad electoral puede separar temporalmente o por accidente a

dos amigos, como también es cierto que este sistema aproxima de un modo

definitivo a multitud de ciudadanos que siempre habían permanecido extraños los

unos a los otros.

Page 69: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

68

En Norteamérica, por ejemplo, los legisladores no pensaron en unificar el gobierno

de toda la nación en una sola representación. Por el contrario, convinieron en dar

vida política activa a cada porción del territorio nacional, a fin de multiplicar en los

ciudadanos las ocasiones de obrar juntos entre sí, de preocuparse por la gestión

de la cosa pública y también, con el fin de recordarles, a través de la experiencia,

su mutua dependencia. (La Democracia en América, Alexis de Tocqueville,

Daniel Jorro editor, capítulo octavo, Pág. 378).

Un deber del Estado es interesar a cada individuo en los asuntos colectivos,

sacarlo de sus asuntos personales para interesarlo en los destinos de toda una

nación, pues el ciudadano común, apenas concibe la influencia que la realidad

nacional puede ejercer sobre su destino. Tocqueville da un singular ejemplo: si a

un ciudadano se le hace pasar por un camino cerca de su propiedad, al momento

verá la relación existente entre un pequeño asunto de una obra pública y sus más

caros intereses personales. Los más opulentos ciudadanos de los Estados Unidos

tienen cuidado de no aislarse del pueblo, continuamente se acercan a éste,

escuchan a los demás ciudadanos y se interesan por todo lo inherente a él.

Un ciudadano francés o norteamericano, sabe que en la democracia, los ricos

necesitan de los pobres y que a estos se los gana en voluntad, corazón y buenos

modales, que no con presiones o dinero. Los ricos consienten en hacer el bien al

pueblo pero quieren continuar teniéndolo servicial, subordinado y a distancia. No

perciben el engaño. Aunque en Estados Unidos puede hablarse más de igualdad y

la riqueza busca distribuirse equitativamente entre todos, si bien la imaginación

febril de los norteamericanos se agota inventando medios para aumentar la

riqueza y satisfacer las necesidades del pueblo.

Los norteamericanos más ilustrados de cada condado de acuerdo a lo que afirma

Tocqueville reiteradamente en sus dos libros de la democracia en América, por

Page 70: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

69

ejemplo en el primer capítulo del primer libro , se sirven incesantemente de sus

luces para descubrir nuevos secretos, propicios para acrecentar la fortuna

común y ponerla a disposición de la multitud. Seria injusto creer que el patriotismo

de los norteamericanos y el celo que muestra cada uno por el bienestar de sus

conciudadanos no son reales y honestos, pues aunque el interés privado es fuerte

y dirige la mayor parte de las actividades de los hombres y del país no puede

regular o dirigir todas las acciones.

Por eso el país hace gala de poseer instituciones libres para los ciudadanos y el

uso de los derechos políticos, contribuye para que el ciudadano, diariamente,

recuerde que forma parte de una sociedad. Su espíritu es bombardeado sin cesar

con nociones como las del deber y el interés público. Por eso el ciudadano

norteamericano siente la necesidad de ser útil a sus semejantes y como no tiene

ningún motivo para aborrecerlos puesto que su país es un estado social de

igualdad, éstos jamás son ni señores ni inferiores a él; su corazón, por tanto, se

inclina hacia la benevolencia.

Un aspecto importante para el devenir de la democracia en Norteamérica es el uso

de las asociaciones en la vida civil. Si los ciudadanos se hacen individualmente

débiles y se aíslan de la sociedad democrática moderna serán incapaces de

preservar por sí solos su independencia. Este ciudadano necesita aprender de la

cooperación de sus semejantes y unirse a ellos para lograr sus propósitos

personales, pues de no ocurrir esto, abriría paso a la tiranía y podría perder su

libertad.

Los norteamericanos, en general, unen sus esfuerzos en forma constante en

asociaciones de diversa índole y temática, sean políticas, sociales o empresariales

para defender sus intereses personales y colectivos. Se asocian para establecer

albergues, fundan seminarios, escuelas, hospitales, iglesias y universidades.

Page 71: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

70

Distribuyen libros, envían misioneros a evangelizar en lugares ignotos, combaten

el alcoholismo y reforman la sociedad. Su unión y su capacidad para ayudar en el

progreso del bien común es un ejemplo para el resto del mundo, pues se

considera que ven a la sociedad como el único medio en que pueden obrar. Si los

individuos que viven en los países democráticos no tuviesen el derecho ni la

satisfacción de unirse con fines políticos su independencia correría gran

peligro. (La Democracia en América, Alexis de Tocqueville, 1840, fondo de la

cultura económica, México, segundo libro, capítulo quinto, Págs. 473-477).

El gobierno se ve beneficiado por la acción de las asociaciones, espacio donde

confluyen sentimientos y pensamientos diversos, que por su función, canalizan e

integran a todos los círculos de la sociedad y a sus intereses particulares.

El periódico o diario es un ente activo de participación para la comunidad puesto

que habla directamente del negocio público o común sin distraer a los lectores de

sus propios asuntos. Es común que en los países democráticos los diarios lleven

frecuentemente a los ciudadanos a realizar empresas en conjunto y los motiven

para la ejecución de negocios privados y públicos. Un periódico o diario, no

solamente tiene por objeto sugerir a un gran número de hombres el mismo

propósito sino que también les suministra el medio para producir en común lo que

han deseado por sí solos. Cuando aparece un periódico que expone una posición

reveladora a los ojos del público, obliga a que todos se dirijan hacia la luz y

trabajen, aunando esfuerzos para sacar adelante la empresa. (La democracia en América, Alexis de Tocqueville, Alianza editorial, libro primero, segunda parte,

capítulo tercero, Págs. 168-176).

Es evidente la relación necesaria y recíproca entre diarios y asociaciones. Estados

Unidos es el país ideal para la manifestación de esta dinámica. A la vez que su

existencia es numerosa, el trabajo es común, pues las asociaciones divulgan sus

Page 72: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

71

ideas y los diarios las dan a conocer a todos. Esta relación entre el número de

asociaciones y periódicos nos lleva a descubrir la relación entre el estado de la

prensa escrita y la forma de administración del país. A medida que en un estado-

nación la administración es más o menos grande, los poderes locales se

constituyen, por ejemplo, en un tipo de asociación establecida y se hace

necesario que un periódico les recuerde la situación de los asuntos públicos.

Resume Tocqueville, que entre más poderes locales haya, más se multiplican los

diarios. (La democracia en América, Alexis de Tocqueville, 1840, libro segundo,

fondo de la cultura económica de México, capítulo sexto, Págs. 477-480).

La división político administrativa mas que la libertad de prensa y libertad general

es lo que favorece a Norteamérica. Los diarios no se multiplican solo por su

baratura sino por la necesidad frecuente del público de comunicarse y de obrar

entre sí. El diario es el reflejo de una opinión sostenida por una asociación y

puede decirse que habla al lector de tal asociación en nombre de los demás.

Otro aspecto analizado por el político francés, se refiere a la relativa sencillez de

los funcionarios norteamericanos al compararlos con los de las ornamentadas

monarquías europeas, no siendo obstáculo para que éstos tengan poder e

independencia, dentro del rango limitado de su jurisdicción. A su juicio, hasta los

más grandes funcionarios públicos de Estados Unidos estaban confundidos entre

la muchedumbre de los ciudadanos. (La democracia en América, Alexis de

Tocqueville, 1835, libro primero, segunda parte, capítulo cinco, Págs. 191-193).

En la concepción democrática, la existencia del poder público, llámese gobierno

federal, estatal, de condado o municipalidad no es entendido como un bien por sí

mismo, sino como un mal inevitable y necesario en la organización de la sociedad

humana y por ende, algo imperfecto, mezcla de realidades, aportes y desventajas.

Una democracia puede rodear de pompa a sus funcionarios sin restarles por ello

Page 73: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

72

efectividad, pero establecer cargos no remunerados dentro del aparato estatal

sería formar el núcleo de una eventual aristocracia y preparar el terreno para el

establecimiento de un régimen de este tipo.

Es cierto que en una democracia el pueblo tiene y conserva el derecho de elegir a

sus funcionarios en función de sus capacidades, del programa que representan,

de sus propuestas concretas y de las necesidades del momento, pero dicho poder

tiene limites necesarios. Al leer la obra de Tocqueville la democracia en América

se nos da una señal inequívoca del dominio de la democracia en Norteamérica en

la forma de los servicios y roles públicos los cuales son remunerados y de libre

acceso para todos los ciudadanos libres, varones y propietarios en algo muy

contrario a la aristocracia donde las funciones publicas son vendidas o

usufructuadas por grupos cerrados y privilegiados que gozan de tal honor , algo

diferente a una democracia donde dichos cargos y funciones para disfrute del

público, se remuneran y cada ciudadano tiene el derecho y la posibilidad de

realizarlos, también.

De otro lado, asegura Tocqueville, en los estados democráticos, los ciudadanos,

en su totalidad, están capacitados para elegir a sus candidatos y a quien mejor los

represente en la obtención de beneficios generales. La elección se concreta por

las capacidades de los candidatos y no por las condiciones de la candidatura. Por

el breve tiempo en el poder durante sus funciones públicas, el elegido es

observado permanentemente y sus actos son evaluados por la congregación de

ciudadanos que lo eligió. En los gobiernos democráticos la gestión pública se ha

concretado por la sucesión de múltiples esfuerzos y aportes de innumerables

hombres, mientras que en gobiernos autocráticos la suma de la gestión pública

puede reducirse a las acciones, hechos e iniciativas de unos pocos individuos

siendo la mayoría de los funcionarios simples ejecutores de los designios ideados

Page 74: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

73

por estos pocos hombres. (La Democracia en América, Alexis de Tocqueville,

libro primero, capítulo quinto, Págs. 184-191 y Págs. 206-236).

Es, a juicio de Tocqueville, que los administradores norteamericanos llevan al

gobierno su sentido común, sus experiencias y conocimientos hechos en la vida

común como ciudadano. Para él, la democracia conviene más a pueblos con una

cultura docta y elevada y una historia desarrollada de orden superior que les de

gran habilidad y experiencia en el manejo de las problemáticas públicas. (La

democracia en América, Alexis de Tocqueville, Alianza editorial, libro primero,

capítulo quinto, Págs. 191-193).

Por otra parte, para Tocqueville es correcto afirmar que en todas las naciones del

mundo de democracia directa y con sufragio universal el más crecido número de

ciudadanos activos en política, como electores y elegibles, está conformado por

personas con pocas propiedades. Según J.M. Roberts, la introducción del sufragio

universal en países como Inglaterra, donde la desigualdad socioeconómica es

extrema, estando la mayor parte de la riqueza concentrada en unas pocas manos,

en Norteamérica la situación es muy ventajosa respecto a la cuestión de odios y

envidias entre las clases, ya que si bien éstas existen, como es natural en toda

sociedad humana, están aquí muy debilitadas por el espíritu emprendedor y

autosuficiente del carácter nacional, presente en todos los ciudadanos y por la

existencia de instituciones libres y auténticamente democráticas que no se

constituyen en obstáculos a las aspiraciones, luchas de cada clase social, grupo,

gremio, comunidad, colectivo social, individuos en concreto. Todos aprovechan las

libertades y recursos espirituales y materiales abundantes que su sociedad puede

ofrecer con todas las posibilidades, como bien les parezca. (The age of revolution , illustrated history of the world, John M Roberts, 114-128).

Page 75: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

74

Al contrario, en un régimen centralizado, cuando el poder no se halla en manos

del pueblo sino de sus delegatarios y de los funcionarios, el poder público,

emanado de esta soberanía popular, procura hallar y establecer lo mejor para

todos. Este espíritu reformador se difunde en mil direcciones y desciende a

infinitos detalles, queriendo regularlo todo, solucionarlo todo, haciéndose mas

lento y complejo y menos efectivo, implicando el empleo de reformas costosas que

buscan y pueden mejorar la condición del trabajador o proletario incapaz de lograr

esos fines por sus mismos medios, pero afectando el desarrollo normal de la

sociedad.

La mayoría de la sociedad norteamericana, siendo fuerte en su influjo sobre el

estado no ha buscado convertir a éste en todopoderoso e independizarlo de su

influjo; sólo le ha dado gran poder en ciertas áreas y esferas que considera,

atañen al interés común de los ciudadanos y al interés de la patria. En estas

esferas o puntos, el poder del estado es irresistible, mientras que en muchos otros

aspectos de la sociedad es inexistente. El mecanismo electoral no puede

pretender doblegar totalmente a los ciudadanos, aún teniendo el control del estado

y de la legislación, pues tendría que contar con el beneplácito de muchos de los

agentes del estado y de la sociedad civil que no aceptarían imposiciones y

manipulación de los elegibles. La ciudadanía tiene el poder de elegir, controlar y

de dirigir la centralización administrativa en aras del desarrollo y del progreso de

todos. (La democracia en América, Alexis de Tocqueville, 1835, libro primero

segunda parte, Págs. 232-247).

2.4. La institucionalidad y su visión de la cultura

Afirma Tocqueville en sus dos libros sobre la democracia en América, tanto en el

primero publicado en 1835 como en el segundo publicado en 1840 y

considerado por los estudiosos como la segunda parte o continuación del primero

Page 76: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

75

que en los Estados Unidos domina el pueblo, sin estorbos o peligros, ni

desagravios que vengar. La democracia allí se inclina a sus propias inclinaciones

naturales y espontáneas.

Todos los estados de la unión angloamericana habían establecido el sufragio

universal, encontrándose éste en poblaciones de disímil grado de cultura y

desarrollo. Tocqueville lo comprobó, tanto en Luisiana como en Nueva Inglaterra.

En Estados Unidos rara vez se nombra a los hombres excepcionales para

encargarlos de los asuntos públicos. Contrario a la creencia común, según

Tocqueville, el pueblo no necesariamente elige a los que mejor puedan

gobernarlo. Para su sorpresa, descubrió cuan generalizado era el mérito personal

entre los ciudadanos comunes y cuan poco extendido era ese mérito entre los

dirigentes. Fue un hecho que en Estados Unidos los hombres más meritorios, rara

vez, fueron llamados a los cargos públicos. Vio con preocupación el decaimiento

de la calidad de los estadistas norteamericanos, en el medio siglo de

independencia de la nación. (La democracia en América, Alexis de Tocqueville,

1835, libro primero, capítulo cinco, Págs. 185-200):

Era imposible, según él, ascender la educación o ilustración del pueblo por encima

de cierto nivel, aun facilitando y abaratando la difusión y adquisición del

conocimiento científico, pues a su juicio, es necesario tener dotes naturales y una

predisposición vital para gobernar, algo que no todo el mundo tiene.

Según Tocqueville, la mejor o peor forma para vivir que el pueblo democrático

requiere sobre sus progresos intelectuales es, a su consideración, una de los

aspectos diferenciadores con las élites sociales. Si se quiere tener una mejor

calidad de vida, pues se debe trabajar y esforzarse por conocer el campo en el

cual se labora. De esto depende el ascenso económico y de conocimientos

específicos. Como él mismo dice: “pueblo que no trabaja no es pueblo”. No

obstante, percibe como imposible que el bajo pueblo alcance cierto nivel

Page 77: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

76

cultural superior al del promedio general de la población, por más que éste se

eleve junto al nivel de cultura y conocimiento normal de determinadas naciones y

sociedades en los siglos venideros. (El modelo desfigurado, Thomas Molnar

1980, capítulo tres, Págs. 202-224).

Asevera Tocqueville, que es difícil concebir una sociedad en la cual todos los

hombres sean ilustrados, como también es muy difícil concebir una sociedad en

donde todos los hombres sean ricos y acomodados. Aunque es cierto que el

común de los ciudadanos quiere de todo corazón el bien de su nación,

desafortunadamente las clases bajas carecen del arte de juzgar los medios que

han de ponerse en práctica para realizar la concreción de ese ideal de bienestar

público. Para Tocqueville, el pueblo no cuenta con un tiempo ocioso ni con

recursos mentales y materiales para ocuparse de los delicados asuntos de la

sociedad. De ahí proviene que haya gente dispuesta a manipularlo y calentarle el

oído para lograr sus propios fines. Considera que en un estado democrático,

muchas veces, los verdaderos amigos del pueblo salen mal librados en ganar sus

afectos frente a embaucadores y políticos astutos. (La Democracia en América,

Alexis de Tocqueville, Daniel Jorro editor, versión de Carlos Cerrillo Escobar,

capítulo quinto, Pág. 230).

Con lo anterior, Tocqueville percibe cómo las instituciones democráticas

desarrollan en alto grado la envidia, generalizándola en el espíritu de todos los

hombres. Puesto que si bien abundan y se ofrecen libremente los medios para la

promoción social, económica y cultural es obvio que estos no alcanzan para todos

los hombres, ni estos sabrán servirse de ellos de la misma forma y con la misma

efectividad. Dichos medios suscitan más el deseo de satisfacer nuevas

necesidades, que el deseo de trascender intelectualmente, como sola ganancia.

Con ello se inaugura, en los estados democráticos, una competencia

Page 78: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

77

desenfrenada por satisfacer esas necesidades y alcanzar medios y mayores

posibilidades de ascenso y crecimiento económico.

Asiste al pueblo la idea de poder salir avante de cualquier situación irritándose o

molestándose si algo o alguien contraría sus posibilidades de éxito, si alguien lo

supera en un mismo proyecto o ambición. Ello parece una negación del logro de

sus deseos y no hay fuerza ni grupo social por legítimo que sea, que no le

moleste a su superación. Según Tocqueville, este impulso que arrastra a las

clases populares a desviar a las clases adineradas de la conducción de los

asuntos públicos no es exclusivo ni de Francia ni de Estados Unidos, sino que es

propio de todos los estados democráticos, tanto en el pasado, presente y futuro.

En cuanto a Estados Unidos, el pueblo no siente aversión por las clases altas de

la sociedad, si bien tampoco las estima mucho, pero cierto es que el pueblo se

esfuerza por apartarlas del mando o dirección de los asuntos públicos, no porque

tema a los sujetos o grupos de gran talento sino porque no los estima mucho. Al

mismo tiempo que se da ese impulso en el pueblo, la gente de los grupos

superiores, por sus dotes, cultura, fortuna y experiencia, poseen el impulso

simultáneo de no querer meterse en la política y envilecerse, prefiriendo seguir en

sus negocios y actividades particulares y buscar sobresalir y lograr éxito en

éstas.

Cuando hay grandes peligros para un estado o para la totalidad de una nación es

normal y común ver al pueblo hacer causa común con los sectores dirigentes en

procura de la salvación común. En estas situaciones, se percibe cómo el pueblo

nombra con acierto a los ciudadanos más aptos para guiarle. Cierto también es

que un nivel extremo de riesgo y dificultad puede abatir a una nación en vez de

elevarla pero lo más común es ver, tanto en los individuos como en las naciones,

surgir las decisiones y virtudes más extraordinarias. Tocqueville afirma que

Page 79: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

78

cuando Norteamérica peleaba por la causa justa de su independencia, en la

nación se levantaban todos los ánimos, tanto del vulgo como de las élites, para

apoyar la noble causa de la independencia, causa tenida por noble, digna de

lucharse por estar en juego el propio destino.

Estados Unidos apreció considerablemente la libertad y la educación, aunque hijas

de la moral más estricta, el pueblo se acostumbró a respetar las distintas y

variadas superioridades morales e intelectuales. Cosa diferente ocurrió al sur de

Norteamérica, donde el vínculo social fue menos vigoroso y más antiguo y la

independencia tuvo otro proceso. Allí la instrucción era menos generalizada y

religión y libertad parecían estar combinadas de manera menos exitosa que en el

norte.

Hizo notar Tocqueville, cómo en el sur se mantenían estructuras socioeconómicas

similares a las aristocráticas de Europa. Si bien no había siervos como entre los

europeos o encumbradas aristocracias, sí existían grandes propietarios

latifundistas que explotaban sus tierras con mano de obra esclava y cultivaban

para el mercado internacional, productos altamente remunerativos que les

permitían darse una costosa calidad de vida, con lo cual, de paso, adquirían

poder político, social y económico. Se diferenciaban estos ricos propietarios

blancos, de origen inglés y protestantes episcopales (versión americana de la

iglesia anglicana) de sus vecinos blancos, sureños y pobres. El puritanismo

religioso reinaba entre los estados del norte, cuya riqueza era producto de su

trabajo y del desarrollo, auspiciado por instituciones libres, igualitarias,

democráticas y ante todo, más religiosas e ilustradas que las existentes en el sur

de los Estados Unidos. (La democracia en América y notas o diario del viaje a Norteamérica, Alexis de Tocqueville).

Page 80: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

79

En el sur imperaba un modelo de sociedad donde los hombres ricos, en su

mayoría plantadores, dirigían no sólo sus propiedades y esclavos negros, sino

intervenían en los asuntos de la sociedad entera y además, le imprimían a ésta el

conjunto de sus visiones acerca de las razas, de los hombres y de su ética,

percibida como negativa, frente al trabajo libre. Conferían a la sociedad sureña de

Estados Unidos, un carácter distintivo, aristocrático, discriminatorio y, por ende,

diferente del modelo e imaginario social vigente en el resto del país, tanto, en el

norte industrial y comercial como en el oeste agrícola.

Page 81: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

CAPITULO III

INTERPRETACIÓN OCCIDENTAL DE LA OBRA DE TOCQUEVILLE A LA LUZ DE LA CONTEMPORANEIDAD

3.1. Acercamientos científicos desde la sociología, la filosofía y las ciencias

políticas a su noción de democracia y sociedad

El siguiente razonamiento está basado en el análisis personal de la obra de

Tocqueville a la luz del orden transatlántico y en un discurso pronunciado en Aix

de Provence, el 26 de mayo del 2000 por Francois Weill19, Director del Colegio de

Altos Estudios en Ciencias Sociales en el Congreso de la Asociación Francesa de

Estudios Norteamericanos y Presidente de la Sección de Estudios Americanos del

Centro Nacional de la búsqueda científica de Francia o CNRS, entidad que

aglutina en redes de investigación a más de cien mil investigadores y de la cual

Edgar Morin fue presidente en el año 2000.

Luego de la publicación y el enorme éxito alcanzado por La democracia en América es imposible escapar al influjo de Tocqueville, en tanto historiador,

politólogo, filósofo y moralista. Se puede, dentro del conjunto de su obra, preferir la

bella arquitectura de la democracia a los análisis del antiguo régimen o incluso, a

las instituciones fulgurantes que engranan los souvenirs, pero el día en que se

bajan las barreras de todo tipo, hay que comprender a Tocqueville. En Francia y

en Estados Unidos su obra ha servido en muchos aspectos y para varios fines, no

necesariamente honestos y acordes con la relación establecida entre su obra y los

lectores.

19 Discurso extraído de la página www.trasatlantica.org/document329.html

Page 82: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

81

No es gusto inmoderado del relativismo cultural, comprobar cómo el Tocqueville

de los franceses no es el mismo para los norteamericanos; ni tampoco lo es para

filósofos, sociólogos, politólogos o historiadores. De todas maneras, la

multiplicidad de lecturas no oscurece una obra y una recepción, decididamente

definida y clara.

Se puede leer al autor en función de su propio contexto histórico, ubicarlo como

un pensador influido por su época, civilización, clase social y nivel cultural, e

intentar comprender su modo de ser y entender su realidad humana, sin

necesidad de clasificarlo en una corriente o ideología determinada. Su visión de la

revolución francesa y del desarrollo político y social, posterior a este suceso,

constituye un legado invaluable para la humanidad. Así mismo, su opinión sobre

los Estados Unidos de Norteamérica representan las ideas más lúcidas y precisas

sobre el pueblo norteamericano que ningún pensador nativo ha podido construir.

El mismo lo dice lo siguiente hacia el final de su primer libro de la democracia en

América, libro de 1835: “Vi en Norteamérica más que Norteamérica, busqué una imagen de la democracia, de sus inclinaciones, de su carácter, de sus prejuicios. Hoy en día, hay sobre la tierra dos grandes pueblos que, partidos desde distintos puntos, parecen marchar hacia el mismo fin, son los rusos y norteamericanos. En fin, los norteamericanos de todas las edades, condiciones, espíritus se unen sin cesar.” (Tocqueville,1995: 385 ).

Sus ideas, al igual que las de otros grandes pensadores de la humanidad, en

distintas épocas y contextos, han sido instruidas dentro de las ciencias sociales y

la filosofía, como fuente de autoridad intelectual para desarrollar posiciones y

discursos, definidas y perdurables.

En Estados Unidos fue mucho más conocido entre los politólogos y filósofos que

entre los historiadores. Por el contrario, en Francia, su influencia se ha dejado

sentir entre los historiadores, politólogos y filósofos, como objeto de estudio y de

Page 83: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

82

discusión. Es un fenómeno intelectual, identificado por Daniel Rodgers (según

Francois Weill en un discurso pronunciado en Aix en Provence, Francia, el 26 de

mayo del 2000 en un Congreso de la Asociación Francesa de Estudios

Norteamericanos.), como un Tocqueville profético en las ciencias humanas. Entre

1940 y 1950 se difundió el interés por Tocqueville en Norteamérica, al menos

entre los sectores educados y profesionales, de ahí que saliera un autor como J.P.

Mayer, quien publicó en 1939 el estudio titulado Tocqueville, profeta de la edad

de las masas.

En Francia, como ha demostrado la investigadora Francoise Melonio, la lectura de

Tocqueville no es una lectura de americanistas; es profunda y radicalmente fiel al

autor de La democracia en América. Igualmente, su obra El antiguo régimen y la revolución, concierne mucho a la historia de este país porque fulgura el

contraste entre la vieja sociedad y la nueva, instaurada con la revolución.

Cuando aparecieron La democracia en América y El antiguo régimen y la revolución, los legitimistas ultraconservadores creyeron que contenía

planteamientos a favor de ellos, como una advertencia o una demostración de los

peligros y amenazas derivados de la liberalización y democratización de la

sociedad; mientras que los liberales y demócratas vieron un signo evidente de

superioridad racional sobre el viejo orden, una constatación por parte de un

viajero e intelectual europeo de la superioridad moral del nuevo orden social sobre

el viejo. Cada uno de estos grupos antagónicos hizo su lectura de Tocqueville

como quiso y encontró elementos y argumentos de apoyo para su defensa. Sin

embargo, es muy difícil ubicar al autor francés en uno de los dos partidos, frente a

los cuales, Tocqueville reiteró su posición e independencia.

Con el advenimiento del segundo imperio bonapartista tras la caída de la segunda

república francesa en 1851, Tocqueville se retiró de la vida política donde había

Page 84: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

83

ejercido un rol importante en la redacción de la constitución de esta segunda

república. Este advenimiento, aunque autoritario, bajo la dinastía de los

Bonaparte, fue decisivo para Francia, pues la insertó en la era industrial y le

significó la aniquilación de los últimos vestigios del viejo orden en la sociedad.

Esta época no fue del agrado de Tocqueville para quien el poder político debía

resultar del acuerdo de las clases propietarias, de los nuevos sectores con poder

en la sociedad y de las viejas élites, aún con poder de acción.

Tocqueville, enemigo del orden autoritario o dictatorial, de la usurpación del poder

dentro del estado por parte de la rama ejecutiva, de la demagogia y

deshonestidad, ligada a un aventurero político como Luis Napoleón, no estaba de

acuerdo con la marcha de los asuntos públicos. Con este advenimiento, el político

francés volvía a estar en la actualidad literaria y científica, convirtiéndose en la

referencia del pensamiento liberal, cuyo modelo de inspiración fue el

norteamericano, ya fuera por su revelación sobre el poder del país del norte.

Tocqueville tuvo un papel profético en sus discursos, pues auguró en la Cámara

de Diputados, sobre los futuros conflictos de la sociedad, a causa del

derribamiento de casi todas las barreras legales y sociales entre los hombres,

expuestas a los asaltos de las masas paupérrimas, manifestadas en su obra, El

Pauperismo o la pobreza. Consideró que los manipuladores de las masas eran

hombres utópicos, demagogos, ladrones y envidiosos, teóricos y políticos

socialistas y anarquistas.

De todas maneras, a medida que se reconciliaba el principio republicano con los

intereses e ideas de las clases propietarias activas de Francia, vehemente deseo

de Tocqueville, se estabilizaba el orden republicano en medio del principio

capitalista, imperante en la sociedad. La grandeza de ideas y la sensatez del autor

francés cayeron en el olvido, mientras el mundo se convulsionaba por el orden

Page 85: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

84

naciente. Sólo volverá a tener vigencia con el advenimiento de los estados

totalitarios y la consolidación de la sociedad industrial, eventos pronosticados por

él. Visionó cómo esta sociedad traería consigo la desaparición del individuo, frente

a las cadenas de producción y al marcado individualismo, valoradas desde la

apariencia y la materialidad y alejadas de toda trascendencia cualitativa y esencial.

Para él, el dinero sería el principal signo distintivo entre los hombres como fugaz

espejismo para la humanidad.

El fenómeno del totalitarismo fascista de Mussolini y Hitler, del comunismo

leninista y estalinista en la Unión Soviética parecen comprobar las predicciones de

Tocqueville. Las dos guerras mundiales del siglo XX, como el choque de naciones

y potencias por la hegemonía mundial, nos hacen recordar sus presagios, cuando

anunciaba la amenaza sobre las ideas liberales y la misma libertad humana.

La búsqueda de igualdad entre las masas en la sociedad democrática,

vislumbraba el peligro de crear una sociedad de consumo, productiva, pero

materialista y enajenada. Pensadores como el sociólogo y filósofo francés

Raymond Aron, condiscípulo y adversario de Jean Paul Sartre, estudiaron y vieron

en Tocqueville al gran defensor de la libertad del hombre en medio de la igualdad

de la sociedad democrática. Otros pensadores como Francois Furet, cuyo aporte

como historiador, consistió en mostrar la reinscripción de Tocqueville en el

contexto de una gran revolución o transformación, operable en las sociedades

democráticas de occidente, donde el gran conglomerado corporativo regiría los

lazos de la economía actual en el mundo. Los inicios de esa gran transformación

mundial, posible por la civilización imperante, como es la civilización occidental,

transformada por un proceso acumulativo, por la innovación y por las instituciones

modernas y racionales, que Alexis de Tocqueville señaló y que avanza a pasos

agigantados, no pudiendo intuirse, aún hoy, su final.

Page 86: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

85

El pensamiento de Tocqueville, fruto de sus estudios, observaciones e inferencias,

proyectadas a futuro, tocó los temas inherentes a la sociedad democrática,

expresando sus logros y fortalezas, así como los peligros y desavenencias con la

esencialidad humana espiritual, muy contraria al individualismo y materialismo

extremos que podrían desprenderse de arraigar en las sociedades humanas una

democracia absolutista.

Furet, lo veía como historiador, interesado por lo que Tocqueville decía y reflejaba

de la sociedad de su tiempo y de épocas anteriores. Quiso precisar las

afirmaciones de Tocqueville con la moderna investigación histórica y las

revelaciones hechas en la era contemporánea sobre aquellos tiempos.

Desde su publicación y gran acogida en los medios cultos de las sociedades de

Europa y Norteamérica la obra de Tocqueville ha tenido sus altibajos y ha

suscitado grandes debates y posiciones enfrentadas. Su trascendencia no se ha

limitado en modo alguno al medio académico. Tocqueville encontró sus más

fervientes admiradores y partidarios dentro de occidente y particularmente, en

Estados Unidos, país erigido en superpotencia mundial a raíz de la segunda

guerra mundial y actual garante del orden mundial.

Tocqueville también previó el enfrentamiento entre la joven nación democrática

norteamericana y el vasto imperio despótico de los zares, por la dominación

global, pues ambos representaban ideas absolutamente opuestas acerca de la

naturaleza del hombre y la sociedad, diferencias que, hasta hace poco, parecían

irreconciliables. Además, ambos estados poseían vastos recursos y

potencialidades de tipo humano y material para una contienda larga y perdurable.

Señalamos, como en torno a Tocqueville no existe unanimidad para valorar el

conjunto de su obra y sus aportes. Muchos especialistas de las ciencias sociales

Page 87: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

86

critican su método, filosófico y especulativo, resaltando sus generalizaciones como

fundamentadas, más en reflexiones filosóficas que en datos documentados. Si

bien, de sus escritos se desprende una filosofía visionaria, afirma José M. Sauca

Cano, que Tocqueville supo combinar metodologías de las incipientes ciencias

positivas de su época con las propias de las ciencias clásicas, en un estilo

depurado, claro y coherente. (La ciencia de la asociación de Tocqueville, José

María Sauca Cano, 1995).

A pesar de estas críticas, percibimos un sosegado rol reflexivo de filosofo político,

estudioso, observador y bien documentado sobre la realidad, objeto de su interés

y de su propuesta discursiva, no como debilidad intelectual o elemento negativo,

sino como muestra de la gran capacidad de Tocqueville para ubicarse

racionalmente en una época de transición histórica, donde fenecía el viejo orden y

emergía el nuevo, pleno de conciencia y brillo. Su mérito, a nuestro modo de ver,

es haber estado consciente del cambio, como la ruptura ineludible de la evolución

de la sociedad europea.

Creemos en un Tocqueville observador y pragmático sobre los cambios de su

tiempo y para nada especulativo, como se lo ha querido ver en algunos círculos de

la intelectualidad política europea. Fue un filósofo, pero también un sabio, en el

sentido clásico del término ya que cultivó y desarrolló, simultáneamente en su

obra, además de una teoría y concepción filosófica sobre el ordenamiento de la

sociedad y el estado, un conjunto de trabajos y metodologías propias del campo

de la etnografía, la literatura, la política, la sociología y la historia. Fue, ante todo,

un precursor de las ciencias sociales porque se basó en observaciones de campo,

entrevistas a pobladores, investigación en archivos de toda índole, parroquiales y

nacionales. Por lo demás, fue un pensador filosófico que reflexionó sobre la

sociedad occidental, su pasado, presente y futuro a la luz del modelo democrático.

Page 88: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

87

Su metodología contrastó fuentes de diversos autores; participó y observó el estilo

de vida de los pobladores y habitantes de las sociedades, para escribir sobre ellos.

Tocqueville delineó y estudió los conceptos y principios acerca de las relaciones y

marcos de estructura de la sociedad y el estado, además de conocer a la

perfección las obras, los avances científicos de su época y el pasado europeo,

para ayudarse en la consolidación de su pensamiento. Por eso, ha sido

considerado, no sólo un filósofo político, sino un precursor de la sociología y un

escritor de grandes cualidades.

Según Juan Manuel Ros, Tocqueville, aunque liberal moderado y partidario del

progreso material y espiritual, no era un liberal radical y doctrinario. Era un

escéptico, pues consideraba la imperfección de la naturaleza humana, incluida su

razón y dominio de si mismo, como insuperable. De de todas maneras, no

permaneció al margen del acontecer público y no se limitó a la actividad literaria,

científica y filosófica, sino que cumplió una actividad pública notable, en defensa

de la sociedad. (Sobre los dilemas de la democracia liberal, Ros Juan Manuel,

2001).

Recordemos que Tocqueville fue un hombre situado en medio de dos mundos.

Durante su vida vio morir el viejo orden europeo, social y político de origen feudal,

mantenido en la forma de estados absolutistas, pese al advenimiento de la

modernidad. Vio operar serias y profundas transformaciones intelectuales,

científicas, económicas y políticas, que por un lado, dieron apertura a una

creciente maquinización de la industria; llevaron al desplazamiento de la población

rural hacia los centros urbanos industriales; conformaron la constitución de las

naciones modernas y crearon los poderosos sectores empresariales y capitalistas,

plenos de poder y autoridad para desterrar el orden feudal y desplegar el

capitalismo y la modernidad. Pero, por otro lado, advirtió sobre el antagonismo de

clases entre los trabajadores (abocados a condiciones de pobreza mayor frente a

Page 89: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

88

la presión y competencia económica y a una intensa explotación por parte de los

patronos), los burgueses y los capitalistas.

Su época puso en duda los valores tradicionales y con ellos, surgió la

problemática colonial entre las grandes naciones, por quienes eran subordinados y

aquellos ostentadores del poder. Aumentó la explosión demográfica y la

emigración de población hacia otros centros de desarrollo o incluso, de países,

allende el mar. En ese complejo ambiente surgió Tocqueville, hombre adinerado,

de noble estirpe y educado de acuerdo a la tradición literaria francesa y a la

filosofía clásica europea, impregnado además, por una fuerte influencia cristiana

desde su niñez, que marcaría una vida sosegada y consecuente con sus valores

religiosos.

En su calidad de político desarrolló estudios acerca de la esclavitud negra en las

colonias francesas, de la pertinencia moral, económica y política de realizar la

emancipación de los negros, pues el mantenimiento de dicha institución era lesivo,

no sólo para la dignidad y moral de la población afrodescendiente, sino también

para los mismos franceses. Además, la manutención de las colonias era contrario

a los imperativos que la economía dictaba en Francia, pues liberando a los

esclavos, el gobierno debía prepararlos para su eventual incorporación dentro del

cuerpo ciudadano de la nación, en igualdad de derechos y deberes, pero

preservando su tradición cultural (Estudio sobre la proposición Tracy en la

Cámara de Diputados de los Orleáns, Escritos y discursos políticos de

Alexis de Tocqueville, André Jardin, 1962, editorial gallimard). Esta concepción

es asombrosa en un hombre del siglo diecinueve, quien desde ya definía la noción

de lo francés como un valor, un estilo de vida y un carácter superior.

En síntesis, Tocqueville contempló, desde su privilegiada inteligencia, un mundo

nuevo y procuró estudiarlo, analizarlo y proponer soluciones para hacerlo mejor,

Page 90: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

89

desde las implicaciones de libertad e igualdad para todos. Aunque no acertó en la

resolución de muchos de los problemas que aquejaban a la humanidad de ese

entonces, sí realizó un esfuerzo valioso y meritorio, que nosotros, los

contemporáneos del siglo 21, debemos agradecer con vehemencia, pues nos dio

las bases, profundas y esenciales, para fundar una sociedad equitativa y plena de

bondades para todos.

3.2. Sociedad civil en Alexis de Tocqueville: perspectiva desde América, Francia y

Europa en general

Para Jean Claude Lamberti20, Tocqueville, antes de terminar la primera parte de su

obra Democracia en América, advertía sobre la importancia de distinguir las

instituciones democráticas norteamericanas de las instituciones democráticas en

general.

Veía en la sociedad civil de Estados Unidos un producto de la realidad histórica y

social del colonizador inglés, liberado, en un nuevo suelo, del control y la

autoridad del estado británico. Sin embargo, las diferencias entre ingleses y

norteamericanos se explican como aquellas dadas entre una sociedad

aristocrática y una democrática. El carácter nacional inglés se revela en

Norteamérica despojado de su ropaje aristocrático y se dota de un carácter

democrático, con la raza y la cultura inglesa, sin ambalajes de distinción o

refinamientos. Ambas sociedades, inglesa y norteamericana, se unen bajo un

denominador común: el idioma, la religión, la raza y la cultura en general, mientras

que lo específico a cada una, responde a su propia historia y al orden social

20 Jean Claude Lamberti. Tocqueville et les deux democraties. Francia: Editorial Puf, 1983.

Page 91: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

90

distintivo, lo aristocrático para los ingleses y lo democrático para los

norteamericanos. (Tocqueville et les deux democraties, Jean Claude Lamberti,

1983, editado por Raymond Boudon, Paris,Francia : 23) .

Según Tocqueville (de acuerdo a sus obras que atañen en mucho a las

sociedades anglosajonas de su tiempo, la democracia en América y memorias

sobre el pauperismo) Inglaterra poseía un carácter nacional claro. Las costumbres

y valores de la sociedad civil son fuertes y han sido moldeadas por la institución

aristocrática de orden social, dada desde su historia. Tocqueville se dejó seducir

por la sociedad inglesa, fuertemente arraigada desde su origen y cohesionada en

su desarrollo. El pensador político francés consideraba el ordenamiento civil de

una sociedad, dado no solo por el ambiente, la raza, la religión o la lengua, sino

por la estructura de muchos factores humanos y materiales entre los cuales juega

su rol, el azar y lo contingente de la historia. Para él, el orden cultural y espiritual

juega un papel importante y decisivo para la formación social, fundamentada en el

tipo de creencias, valores, costumbres, instituciones y el influjo de la historia de un

pueblo.

Considera Lamberti que Tocqueville define el espíritu de una sociedad como el

concepto de una estructura sintética estable, susceptible de evolución en forma

lenta, formada por hábitos seculares que resultan de causas materiales y

humanas, en la cual juega un rol importante, la causa política. Afirma, Tocqueville

como estas dos sociedades, inglesa y norteamericana, han ido separándose, pese

a su herencia común y como Norteamérica ha emergido hacia un modelo de

sociedad civil eminentemente democrático. (Tocqueville et les deux democraties, Jean Claude Lamberti ,1983 : 28) .

Tocqueville utiliza el término democracia en dos sentidos. El primero, como el

régimen político definido por el gobierno de y para el pueblo. El segundo, se

Page 92: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

91

refiere al estado de la sociedad con sus múltiples interrelaciones grupales bajo un

orden que apunta irresistiblemente a la igualdad de condiciones y oportunidades

entre sus individuos y colectividades y hacia el estado de libertad que posibilita la

libre expresión y participación, tanto en el terreno de lo privado como de lo

público. El autor señala, como en Norteamérica la democracia realizada por la

sociedad civil se ha hecho espontáneamente por su propia historia y por el

accionar de todos los individuos, mientras que en Europa ha sido impuesta por

revoluciones violentas, dirigidas por grupos minoritarios importantes de la

sociedad. Además, Europa presenta, aún para la época, pervivencias del viejo

orden.

Lamberti cree que Tocqueville visualizó, cómo la igualdad de condiciones, es, en

ultimas, una característica que afecta y moldea las demás características

constituyentes del hecho social de la sociedad civil norteamericana y francesa, y

aún, un hecho que afecta a todas las sociedades que viven en democracia.

(Tocqueville et les deux democraties , por Jean Claude Lamberti , 1983 : 29).

Por eso, la idea de Tocqueville de ver la democracia como un estado social, como

una manera de ser de la sociedad, dejando la soberanía del pueblo como una

forma de gobierno.

En cuanto al punto de partida y evolución de la sociedad angloamericana,

Tocqueville establece que los aspectos como origen histórico y cultural, posición

geográfica, medio físico y ambiental, tipo de territorio, recursos, actividad humana

de tipo económico y relaciones sociales establecidas por el pueblo fueron las

características determinantes para el desarrollo de la democracia específica de

esta sociedad, diferente a otros desarrollos democráticos en otros pueblos. Es

decir, lo específico de cada sociedad es lo que determina el desarrollo de su

democracia. Piensa que la civilización anglo-norteamericana es el producto de

dos elementos perfectamente distintos, tanto por territorio como por épocas

Page 93: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

92

disímiles. No obstante, en Norteamérica, la religión y el espíritu de libertad se

fundieron de forma adecuada, factor permisivo para el desarrollo de una sociedad

democrática armónica. Es esta particular mezcla, el aspecto determinativo para la

peculiar caracterización del estado social norteamericano.

Tocqueville pudo percibir esto, nos dice Lamberti porque intuyó que los anglos

venidos del territorio insular británico, importaron para su feliz convivencia en

Norteamérica, la igualdad de condiciones, pensando en erigir una gran república

con hábitos, ideas y costumbres, propias para un pueblo igualitario y libre. Ayudó

al surgimiento de esta nación, el que los norteamericanos no tuvieron que sufrir

opresión y guerra de una aristocracia potente como la europea, ni tampoco

padecer los efectos centralizadores y tiránicos de monarquías absolutas.

La sociedad democrática norteamericana surgió y se desarrolló de manera

apacible, sin grandes crisis internas y aunque poseía elementos aristocráticos,

éstos no eran lo suficientemente fuertes para determinar el espíritu de conjunto, ni

para inhibir la tendencia democratizadora de la mayoría de la nación. Para él, los

elementos aristocráticos de la nación estaban en las plantaciones sureñas con sus

vastas tierras de cultivos para exportar y esclavos negros y fue el territorio que

proporcionó los principales jefes de guerra para la independencia de Inglaterra.

Así mismo esta tierra dio los hombres más grandes e ilustres de la nación.

Considera Tocqueville que la democracia norteamericana se distingue de manera

nítida de la democracia francesa, porque la sociedad democrática francesa se

consolidó a partir de la revolución francesa; caso contrario de la democracia

norteamericana que evolucionó lenta y pacífica, aún antes de que este país

naciera como nación independiente. Este pensador nunca dejó de meditar sobre

los efectos de la destrucción de la aristocracia en la sociedad civil francesa y

comparó con insistencia el desarrollo democrático en ambas sociedades.

Page 94: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

93

( Tocqueville et les deux democraties , Jean Claude Lamberti, 1983 : 38).

Por otra parte, Tocqueville ha distinguido dos trazos importantes para el desarrollo

de la sociedad: democracia y aristocracia, una vista en un país extranjero y la otra

vivida en su propio país. Luego, ambas sociedades y gobiernos, desarrollándose

simultáneamente por distintos caminos para llegar a un denominador común. No

obstante, Norteamérica ofrece el espectáculo de una sociedad democrática que se

acerca mucho al tipo o concepto puro de democracia.

Las sociedades civiles en la época de Tocqueville se encuentran en plena

ebullición al estar insertadas en naciones y sociedades en crisis y enfrentamientos

entre lo viejo y lo nuevo; situadas a mitad de camino de la herencia medieval y de

lo que es propio de la herencia moderna; sociedades donde la sociedad civil y el

estado no han terminado de adquirir la forma que hoy en día conocemos. Las

situaciones europeas mezclan los trazos aristocráticos y democráticos, aunque en

el siglo diecinueve predominan más los elementos aristocráticos en la sociedad.

Consideraba Tocqueville que estos elementos aristocráticos presentes en una

sociedad civil eran bienes raros que por su naturaleza no podían ser más que

bienes de unos pocos y estaban ligados al poder, la cultura, la riqueza,

constituyéndose en bienes presentes en todos los pueblos de todas las épocas y

no exclusivos de las sociedades europeas. Lo aristocrático, inevitablemente ha

llevado a la desigualdad entre los hombres, siendo una situación inevitable por su

origen natural. Si bien esta situación puede ser cambiada y atenuada, pero no

eliminada por completo bajo el estado social democrático en el cual, acorde al

credo liberal, se habla de una igualdad de los individuos ante la ley, de una

igualdad de condiciones de oportunidad y acción para todos los individuos y

colectivos en una sociedad determinada.

Page 95: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

94

En un ordenamiento democrático de la sociedad las desigualdades previas entre

los hombres pueden ser atenuadas y debilitadas al ser distribuidas, ordenadas,

encauzadas, racionalizadas, formalizadas y legalizadas de mil maneras distintas

según los ordenamientos convencionales vigentes en lo social, cultural,

económico, religioso y político. La diferencia entre las democracias basadas más

en el raciocinio y los progresos derivados de la cultura y experiencia de la

civilización con respecto a las aristocracias es que las primeras buscan atenuar y

debilitar ese conjunto de desigualdades entre los hombres en sus formalizaciones,

mientras que las aristocracias no, porque consideran que el orden social y

político tienen que ser lo más fieles y acordes a la naturaleza original del hombre

para ser eficientes y auténticos en su razón de ser.

Tocqueville emplea conceptos modernos como acumulación, dispersión de los

recursos políticos, elites divididas, élite unificada, etc. para estudiar las sociedades

según autores como Robert Dahl, Raymond Aron. Los tipos sociales puros son

variados y son los utilizados por los pensadores occidentales desde la antigüedad

como Platón y Aristóteles para definir el tipo de gobierno y de sociedad, regidos

por ciertos gobiernos y constituciones. Estos conceptos, en la realidad, no se dan

a plenitud en las sociedades, sino distribuidos de diferentes modos y

proporciones.

De acuerdo a la máxima de Montesquieu, toda aristocracia debe autolimitarse ella

misma en el ejercicio del poder, ya que si se corta o separa excesivamente del

pueblo al que gobierna estará rápidamente condenada a su destrucción.

Tocqueville emplea a veces el término aristocracia como el conjunto de las clases

privilegiadas de la sociedad que además conforman y dirigen el estado, pero

también, para evocar un cuerpo social humano superior en cualquier campo, es

decir, un grupo de gente selecta. Ubica su origen y devenir en un lejano pasado,

contrario por completo al modelo norteamericano, cuya esencia se origina en la

Page 96: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

95

inmigración de los naturales anglos al territorio americano, desarrollando un

gobierno que desde sus inicios se perfiló como democrático. (El espíritu de las leyes, Carlos Secondat de Montesquieu, 1748, Libros II, V, VIII)

En su obra, La democracia en América, Tocqueville exhibe su pensamiento

social, basado en el comportamiento de la democracia y la política francesa

después de la revolución de 1789. Con la escritura de la obra pudo distinguir mejor

la solución a conflictos sociales de la época como los aspectos relacionados con el

proletariado, el desarrollo del capitalismo y la antigua oposición al modelo

democrático social y político. Pero la revolución francesa había dejado en la mente

de sus contemporáneos y del mismo Tocqueville un sentimiento de profundo

distanciamiento con el pasado de Francia. Tocqueville tuvo dos formas de

aproximación a la sociedad francesa anterior a 1789. En su libro El antiguo régimen y la revolución, investigó primero, sobre el fundamento histórico de la

sociedad francesa y luego reflexionó sobre las realidades sociológicas, vigentes

en la nación, tanto del pasado como del presente.

Consideraba a la aristocracia como algo del pasado y sin embargo, se trata de un

pasado que se le antoja más brillante y glorioso que el porvenir democrático,

aunque menos benéfico y efectivo para el conjunto de la humanidad. En El antiguo régimen y la revolución, analizó la crisis del viejo orden social francés y

se interesó por el periodo de transición de la aristocracia a la democracia,

preguntándose sobre los principales actores y causas responsables de esa crisis,

que afectó tanto al estado y a la sociedad civil francesa de ese entonces. Atribuyó

parte de la responsabilidad a las clases dirigentes de Francia, es decir, a la

nobleza, el clero y por supuesto, al rey y a sus servidores. Para él, la sociedad civil

en un modelo aristocrático está fuertemente permeada y estructurada por el

principio de desigualdad natural vigente entre los seres humanos como individuos

y grupos colectivos. Este orden desigual implica una jerarquización de la sociedad

Page 97: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

96

con una estructura fuertemente rígida que también se refleja y condiciona en la

forma de ser del estado.

Por otro lado, la sociedad civil en un orden democrático posee unas características

y fundamentos basados en el principio de igualdad de los seres humanos sin

importar el género, la edad, el origen, la riqueza, la cultura, etc. Tocqueville se

oponía en tanto liberal a la desigualdad absoluta y a cualquier principio de

jerarquización por incipiente que fuera, el cual presuponía, a su juicio, una

tendencia al retorno de lo aristocrático. Vio como la aristocracia había hecho de

los seres humanos una larga cadena eslabonada en la cual unos estaban por

encima de los otros, mientras que la democracia rompió esa cadena y dejó a cada

eslabón aparte. Además, sabía que el individuo en el término de lo legal, político,

social y económico había sido algo reciente en la historia de la humanidad,

producto del desarrollo de la civilización sobre milenios de barbarie y por ende

algo reciente y frágil, pero con un gran futuro en razón de las fuerzas sociales que

mueven al mundo en la actualidad.

En su segundo libro De La democracia en América, analizó las consecuencias

filosóficas del individualismo moderno en un marco de relaciones igualitarias.

Entendió como la movilidad democrática acelera el progreso y el cambio en todos

los aspectos de la sociedad, saber y actividad humanos. Para Tocqueville, la ley

de reparto igualitaria en las sucesiones testamentarias es un arma revolucionaria

dentro de la sociedad que ayuda a democratizarla, poniendo fin a la alianza

secular de las viejas familias con la propiedad y la tierra. La igualdad de

condiciones entre los hombres estimula dentro de la sociedad la movilidad y

permite soportar las adversidades y desigualdades latentes o efectivas, las cuales

se consideran susceptibles de ser remediadas por el propio esfuerzo y por el

perfeccionamiento de las condiciones materiales y espirituales de la sociedad, así

Page 98: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

97

como por la correcta gestión del estado. (La democracia en América, Alexis de

Tocqueville, 1840:46-53).

Tocqueville contempló el descenso de la aristocracia francesa de forma violenta y

caótica y lo comparó con el descenso de la aristocracia inglesa, el cual fue

considerablemente proporcional a su fusión con las formas de la democracia

social, entreviendo cómo el pueblo inglés aceptó la democracia por medio de las

instituciones que poseía, benéficas y solidarias con la causa. Así mismo, el viaje a

Inglaterra de 1836 le permitió observar la diferencia esencial entre las clases

medias de Francia e Inglaterra. Le sorprendió como la sociedad inglesa absorbió

los empujes modernizadores sin sufrir traumatismos ni graves crisis. Igualmente,

equiparó el paso de la aristocracia a la democracia del pueblo inglés con lo

sucedido en Estados Unidos, un proceso inevitable por el desarrollo de la

sociedad y la economía, pero pausado y sin traumatismos.

A los ojos de Tocqueville la sociedad norteamericana estaba compuesta por la

clase media, mientras que en Francia ésta era minoría frente a las clases

populares o trabajadoras. Por ello, los grandes conflictos de propiedad y de clases

fueron casi nulos en Estados Unidos pues la mayoría poblacional era propietaria.

Su desconfianza de la mediana y pequeña burguesía francesa contrastó con su

posición favorable a la clase media norteamericana, regente de una sociedad y de

un país donde nadie podía sentirse excluido ni imposibilitado. Esto llevaría a

Norteamérica a conformar una sociedad casi sin clases sociales y donde la

democracia o gobierno de la mayoría era autoridad y poder.

Page 99: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

98

Según Louis Hartz21, estudioso de Tocqueville, el liberalismo y la clase media en

Norteamérica han guardado del espíritu de 1776, una cierta sobriedad y la

evidencia de permanencia de los valores ancestrales angloamericanos en ellas.

Hartz da otra razón, según la cual Tocqueville adiciona a los norteamericanos el

establecimiento de un régimen de libertad política, económica, cultural y religiosa

muy amplio, tanto de ideas como de hechos, llegando, de esa forma, a limitar los

peligros nacidos de un orden democrático y a prevenir la formación de fuerzas,

partidos, grupos y clases antagónicos.

Otro tema importante para Tocqueville es el individualismo, como aquel que viene

del ascenso irresistible de la democracia como doctrina filosófica y como orden

tangible político y social. En un orden estamental de tipo aristocrático el individuo

no vale por sí mismo, sino por su pertenencia a una jerarquía social predefinida y

anterior a él, avalada por la tradición y la costumbre.

Para Tocqueville es un error del individualista el aislar al hombre del ciudadano y

el creer que las libertades vienen dadas por si mismas, por naturaleza del ser

humano y no en función de un orden político y social como el democrático. La

crítica de Tocqueville apunta al liberalismo doctrinario y a su exaltación del

individuo como amo de su propio destino. Teme que las doctrinas económicas

liberales en su forma extrema disfracen y estimulen la corrupción, el egoísmo y los

defectos del individualismo moderno conduciendo a un olvido de la búsqueda del

21 En Estados Unidos, Tocqueville es el pensador del carácter nacional norteamericano. Numerosos estudios de historiadores, sociólogos y politólogos le fueron consagrados. El libro de Louis Hartz The Liberal Tradition in America (1955), sirvió de eje al debate. Ese libro llevaba como epígrafe una cita de Tocqueville: «Los americanos tienen una gran ventaja, que han nacido libres en vez de haber llegado a serlo».Aunque apócrifa, la cita es fiel al espíritu de algunos pasajes de la obra de Tocqueville. El libro de Hartz sostiene que la ausencia de Antiguo Régimen explica las características específicas de la cultura política norteamericana: la feliz síntesis entre la religión cristiana y el espíritu de la Ilustración, la inexistencia de una cultura revolucionaria y de la lucha de clases.

Page 100: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

99

bienestar y perfeccionamiento del prójimo o de la sociedad en su conjunto, como

una de las metas de los ciudadanos en sus vidas.

Por último, considera Tocqueville, que el interés individual devendrá

inevitablemente como el más importante de los aspectos en los siglos por venir,

pudiéndose corregirlo y controlarlo si se logra inspirar en su propio provecho para

que concurra al bienestar público y al interés común. Cada hombre deberá

entender el interés particular en beneficio también del interés colectivo, no sólo

como individuo. Para Tocqueville el hombre posee una naturaleza mixta, es un ser

espiritual y material al cual excita el afán de goces de todo tipo, goces que no

siempre puede satisfacer de manera lícita, pero es sobre todo la cultura, un interés

bien fundado y honesto, la libertad de asociación, pensamiento y obra, la

supervisión de la tradición, valores morales y la religión los que pueden moderar y

controlar al hombre en su natural egoísmo y llevarlo por buen camino.

3.3. Tocqueville hoy, aciertos en sus predicciones acerca del mundo actual

Thomas Molnar comprende el papel histórico del pensador francés, en una era

donde todavía se mantenían los regímenes monárquicos y como Tocqueville

entrevió el futuro de la democracia en tanto modelo social y político. Para él, el

estado regula los asuntos públicos o de interés común para todos los estamentos

que componen una sociedad y una nación. Molnar percibe su gran acierto en ver

cómo el estado y la sociedad del futuro no serán dueños absolutos de sus

iniciativas, sino que dependerán de la voluntad nacional, manifestada en leyes que

la población deberá cumplir. (El modelo desfigurado, Molnar Thomas, 1980,

Págs. 14-54).

Page 101: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

100

También atinó al predecir que el binomio de una sociedad y estado democráticos

se impondrían en occidente por encima de los modelos aristocráticos, ligados a la

desigualdad social y por ende, al mediocre desarrollo de una nación. Para el autor

francés una sociedad y un estado democrático implican una concepción liberal

donde todos los hombres sean reconocidos por el estado y poseedores de las

mismas potencialidades como beneficiarios igualitarios de la producción

económica del país.

Se congratuló con ver un modelo de sociedad y un estado público, generador de

riqueza y prosperidad en el terreno de lo privado para servicio del poder y de la

sociedad igualitaria que soñaba. Tocqueville, creyente en Dios y en la naturaleza

del hombre, se manifestó como un pensador liberal y adversario de los

absolutismos de toda índole, de ahí que para él, la verdadera democracia implica

el reconocimiento de leyes y hábitos sociales, de respeto, responsabilidad y

libertad, exigibles, tanto para los individuos como para las colectividades, en la

dinámica diaria de la vida y redimible en el accionar de lo público y lo privado.

Para Tocqueville, la historia de la humanidad muestra a occidente surgir de su

encerramiento y particularismo ideológico hacia una apertura al mundo, buscando

el dominio y la ejecución de un pensamiento liberal para el desarrollo armónico y

gradual de la civilización, ya no definida en función de la religión cristiana o de los

particularismos nacionales, sino de un conjunto de estados y sociedades

nacionales que persiguen determinados fines comunes en función de sus propias

realidades culturales, políticas, religiosas y sobre todo, económicas.

El mundo que emerge desde el siglo XVI hasta nuestros días, como descubre

Tocqueville, no es sólo que todas las naciones y pueblos estén entrelazados por

sus destinos o relaciones políticas y comerciales, sino también por los progresos

individuales que redundarán en progresos colectivos. Obviamente, Tocqueville no

Page 102: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

101

insinúa que estos desarrollos entre pueblos y sociedades, distintas en sus modos

de ser, en sus propias configuraciones e historias, vayan a darse de una manera

absoluta y completa. Es consciente de respetar lo propio y lo europeo, pero

también en algo lo ajeno. Desde su concepción eurocentrista, el otro no es igual a

lo europeo y lo otro, que no es cristiano, aunque posee su valor, es, sin embargo,

inferior.

Pero lo esencial para él, sobre el orbe que emergerá, será un mundo globalizado,

diríamos hoy, un mundo, cuyo modelo será tomado de la sociedad europea. Esta

realidad se ha verificado en el siglo veinte y en la actualidad, donde, pese al poder

y auge aparente de las sociedades asiáticas, éstas deben su posición dominante

actual en mucho a la influencia de la civilización occidental, como configuradora de

sus propias sociedades. El francés acierta al ver cómo este modelo de relaciones

sociales y de estructura del estado no solo ha tenido su origen en Europa sino que

será de tipo democrático y legitimado por la aceptación, voluntad y pensamiento

de la sociedad y de la constitución regidora. Perfila un mundo occidental modelado

por la industrialización, el comercio, el desarrollo cultural y científico, integrado por

una sociedad ciudadana igualitaria en sus derechos y deberes ante la ley, el

estado y la misma sociedad.

Por otra parte, según Juan Manuel Ros en Los dilemas de la democracia liberal, sociedad y democracia en Tocqueville22, el concepto de sociedad civil del

pensador francés se invoca en todas las discusiones de los filósofos políticos

acerca de la sociedad contemporánea. Últimamente, ha tomado fuerza el

concepto de sociedad civil más que de Estado.

22 Cfr. Prólogo de Adela Cortina. Los dilemas de la democracia liberal, sociedad y democracia en Tocqueville de Juan Manuel Ros, Barcelona: Crítica, 2001.

Page 103: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

102

Para Ros, el principal aporte de Tocqueville, ha consistido en señalar los males y

bondades de la democracia, advirtiendo del peligro que ésta degenere en nuevas

formas desestabilizadoras para la sociedad. Su pensamiento marcó los

inconvenientes morales y políticos de la concepción del estado como lugar y ente

en el que se realiza lo universal. Además, fue crítico de una visión liberal de la

sociedad en la cual impera el espíritu mercantil (Memorias del pauperismo por

Alexis de Tocqueville, 1835-1840).

Ros destaca la forma en que Tocqueville fue consciente de la necesidad de

encontrar soluciones a la problemática social y política de las clases trabajadoras,

buscando enderezar la crítica situación de los obreros. Juzgó inconveniente la

acumulación de capitales y la industrialización de las sociedades occidentales,

expuestas a un nuevo tipo de crisis económica, donde industriales y trabajadores

se vieran afectados por la competencia de mercado y el desempleo rampante.

Sobre esto, Tocqueville planteó como solución, a esta incierta situación de los

trabajadores, el papel de las clases burguesas y capitalistas para enmendar los

males de la economía y sociedad, procurando su propia autoconservación y el

concurso del estado, como ente regulador del sector financiero. Con ello, los

créditos y las cajas de ahorro populares, amparadas por el estado, podrían

financiar a los trabajadores, estableciendo intereses de préstamos bajo y tasas de

interés moderadas.

Tocqueville afirma que la pobreza resulta de la incapacidad y la inferioridad de los

hombres para organizar y distribuir sus finanzas; además de la mala fortuna, el

azar y la Providencia Divina, que, en algunas ocasiones, impiden restituirle su

dignidad a través de la vida cómoda y la carencia de preocupaciones económicas.

Aunque con estas ideas entrara en contradicción con algunas de sus obras,

Tocqueville fue un pensador de avanzada, cuya posición política logró derribar

Page 104: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

103

barreras sociales e institucionales que impedían al hombre ser libre e igual a sus

semejantes.

Para Ros, el principal aporte de Tocqueville, ha sido señalar los males y bondades

de la democracia, advirtiendo del peligro que ésta degenere en nuevas formas

desestabilizadoras para la sociedad. Su pensamiento señaló los inconvenientes

morales y políticos de la concepción del estado como lugar y ente en el que se

realiza lo universal. Además, fue crítico de una visión liberal de la sociedad en la

cual impera el espíritu mercantil. Analizó el peligro social de la atomización de la

sociedad por el proceso de cambio económico y sociocultural e hizo caer en

cuenta sobre el peligro del individualismo rampante, constituido como vehículo

facilitador de nuevas formas de despotismo encubierto.

Tocqueville creía en la iniciativa individual como la capacidad para remediar los

males de este mundo. Creyó en la importancia de los sindicatos para defender los

intereses de los trabajadores, así como en las asociaciones creadas por los

particulares activos, pudientes y emprendedores para ayudar a sus semejantes.

Hubiera aprobado la realización de obras y empresas como la conformación del

ejército de salvación inglés y la labor filantrópica de las iglesias. (La democracia en América y Reflexiones sobre los viajes a Inglaterra, Alexis de Tocqueville).

No compartió la idea del asistencialismo social por parte del estado hacia los

pobres, pues cuando conoció este modelo, implantado por Isabel Tudor en

algunos de sus viajes a Inglaterra, le pareció inconveniente remediar, por este

medio, la situación de los pobres, pues era más plausible el crecimiento en el

número de gente mísera que vive de la caridad pública, que acabar con este

estado social.

Page 105: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

104

Analizó el peligro social de la atomización de la sociedad por el proceso de cambio

económico y sociocultural y sobre el peligro del individualismo rampante,

constituido como vehículo facilitador de nuevas formas de despotismo encubierto.

Por demás, dio una visión de la sociedad civil estructurada entre los ámbitos de lo

social y lo político, encaminada a hacer de los ciudadanos verdaderos

protagonistas del proceso democrático. Señaló la importancia de las asociaciones

ciudadanas, las cuales, no solamente pueden dar respuesta al problema de la

integración social sino al que juegan en el ejercicio público de la libertad

democrática, medio por el que logró cerrar el paso al despotismo moderno

encarnado ya en el estado o en las mayorías.

Debatió sobre la importancia de descentralizar administrativamente el estado; de

desconcentrar el poder inherente a éste por medio de la división de poderes; de la

desburocratización de los partidos y del desarrollo gradual del espíritu cívico

democrático por medio de una opinión pública independiente, a través de la

prensa, por ejemplo; cultivando la religión y buscando la elevación del espíritu de

los hombres, moralizándolos y apaciguando sus pasiones y ambiciones. Para

profundizar en la democracia y evitar la aparición del despotismo por la fuerza de

la misma democracia, propuso desarrollar las fuerzas potenciales, críticas y

emancipatorias latentes en la sociedad civil, con el fin de equilibrar la balanza del

poder con el estado.

Tocqueville determinó los males morales y políticos a los que está expuesta la

sociedad democrática, males que él define como el individualismo exacerbado, la

obsesión por el bienestar material, la pasión igualitaria, la tiranía de la mayoría y el

despotismo paternalista del estado-providencia. Pero también planteó los

remedios a dichos males, proponiendo la descentralización administrativa y el

fortalecimiento de las libertades locales. (Los dilemas de la democracia liberal,

Ros Juan Manuel, 2001: 212).

Page 106: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

105

Por sus debates, incitó a los estadistas a desarrollar en sus planes administrativos

la cultura política democrática para remediar los males que podían poner en

peligro a la sociedad civil y organizar con educación y cultura a la sociedad y al

estado. Fue sincero, al mostrar cómo era inevitable el crecimiento del poder de los

estados al aumentar en tamaño y habitantes las naciones, al modernizarse e

industrializarse las sociedades, concitando nuevas problemáticas y conflictos que

demandaran la presencia de un estado fuerte y enérgico.

El gran temor de Tocqueville fue que en la historia de occidente, al viejo

despotismo de orden aristocrático le sucediera un nuevo despotismo, mas colosal

y perfeccionado, gracias al desarrollo de la sociedad, la cultura y la ciencia,

despotismo que bien podríamos llamar despotismo burocrático del estado o

despotismo político de las masas, cualquiera de las cuales no deja de aterrar a la

humanidad.

Aunque fue un pensador libre e independiente cercano a la filosofía liberal, no fue

un doctrinario liberal, pues no creía que los problemas de la sociedad se pudieran

resolver de manera simplista, con la sola existencia y aplicación de reformas

institucionales, de leyes y de una carta constitucional, aunque consideró a estas

medidas de manera positiva. Para Tocqueville lo esencial era crear y alimentar

una vida política activa en cada parte del territorio nacional por ínfimo que fuera y

con ello multiplicar las oportunidades para que los individuos y comunidades

actuaran en conjunto, sintiéndose responsables y solidarios con las cargas y

funciones de la sociedad.

Reconoció la importancia de las costumbres de las comunidades y de la sociedad

en general, las cuales, precisamente, debían primar sobre las leyes al regular las

acciones de los hombres. Además, distinguió dos tipos de centralizaciones, la

Page 107: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

106

centralización gubernamental y la centralización administrativa, esta última, a su

juicio, un factor débil para las libertades locales.

La centralización del gobierno es forzosamente indispensable para las

necesidades de los estados modernos, porque integra en la nación todos los

recursos y la capacidad creativa y laboral de los hombres para alcanzar sus

aspiraciones. La existencia de las jurisdicciones nacionales se esfuerzan por

concentrar recursos y áreas de competencia efectivas que permitan cumplir al

estado sus tareas de manera efectiva. No obstante, a juicio de Tocqueville una de

las inconveniencias del modelo democrático moderno es la necesidad de

fortalecer el poder del estado para que éste cumpla a cabalidad las distintas tareas

que la sociedad le impone. Esto restringe la descentralización administrativa de

gobierno que termina por coartar y encerrar la esfera de acción de la sociedad

civil, conllevando a una pérdida de libertades esenciales y a un conformismo e

impotencia soterrada entre los individuos y las comunidades.

Si una nación llega a una fuerte centralización administrativa donde el poder

público se proyecta a los ciudadanos y a la sociedad civil en general, se corre el

peligro de constituirse en algo tan esencial, donde los individuos encuentran

imposible e innecesario actuar por sí mismos o asociados entre si para realizar

cualquier proyecto de interés común. Es decir, una administración pública,

fuertemente centralizada, exige la elaboración de todos los proyectos sociales,

económicos y políticos para la sociedad y exime, de cualquier responsabilidad, al

ciudadano y a la sociedad.

A la larga, la gente termina acostumbrándose a no actuar por si mismos en

cualquier tarea de interés público, esperando que sea el estado el que realice

todo. Esto es imposible de lograr por cuanto el estado, por más poderoso que sea

en sus agentes, medios, recursos y cabezas rectoras no puede ocuparse de todos

Page 108: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

107

los asuntos que conciernen a una sociedad y menos de manera eficiente. La

tendencia hacia la centralización administrativa en occidente, señala Tocqueville

viene desde mucho tiempo antes del advenimiento de las democracias modernas

y es propio de la constitución de los estados modernos absolutistas desde los

siglos quince y dieciséis, cuando los reyes y sus subalternos más leales e

inmediatos, tuvieron que ir imponiéndose a múltiples poderes locales y regionales

para ejercer la soberanía del poder público sobre la sociedad.

Tocqueville, descendiente de la pequeña nobleza provincial, siempre se mostrará

nostálgico de ese viejo orden. De ahí que le conceda gran importancia en su obra,

a los factores negativos de la centralización administrativa en las modernas

sociedades de occidente, en vías de democratización. Su razonamiento le permite

señalar, cómo esa centralización administrativa que privó en sus comienzos a los

nobles y al clero feudal de poder e independencia, terminaría por evolucionar

hacia el poder público en los estados democráticos y republicanos. Tocqueville

percibió la centralización administrativa como una amenaza real a las libertades

naturales de los individuos y de la sociedad.

Page 109: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

CONCLUSIONES

El concepto de sociedad civil se ha convertido de los más invocados en las

discusiones de los filósofos políticos acerca de la sociedad contemporánea.

Últimamente ha tomado fuerza el concepto de estado más que de sociedad civil.

Por eso, el pensamiento expuesto por Tocqueville se constituye en la actualidad

en una fuente sobre el debate entre comentaristas y liberales.

Aportó buenas ideas al pensamiento político y liberal, entre las cuales, señaló los

males y bondades de la democracia, advirtiendo sobre el peligro que ésta

degenere en nuevas formas de despotismo, enmascarado bajo los signos

externos de los principios democráticos mismos. El pensamiento de Tocqueville

tuvo en cuenta los inconvenientes morales y políticos que trae la concepción del

estado como lugar y ente en el que se realiza lo universal, así como criticó la

visión liberal de la sociedad en la cual impera el espíritu mercantil.

Reprochó el peligro social que trae la atomización de la sociedad por el proceso

de cambio económico y sociocultural, así como el individualismo rampante que se

constituye en vehículo facilitador de nuevas formas de despotismo encubiertas.

Tuvo la visión de la sociedad civil estructurada entre los ámbitos de lo social y lo

político, encaminada a hacer de los ciudadanos, verdaderos protagonistas del

proceso democrático.

Destacó la importancia de las asociaciones ciudadanas, las cuales, no solamente

pueden dar respuesta al problema de la integración social cuya necesidad se hace

patente a raíz del individualismo. Dichas asociaciones juegan un gran rol en el

ejercicio público de la libertad democrática, pudiendo ayudar a cerrar el paso al

despotismo moderno encarnado, en el estado o en las mayorías.

Page 110: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

109

Tocqueville persuade con su obra sobre la importancia de descentralizar

administrativamente el estado, pues se corre el riesgo de absolutizar el poder

inherente a él, es decir, dividir el poder y desburocratizar los partidos para

establecer una forma de gobierno activa y participativa. Creía en el desarrollo

gradual del espíritu cívico democrático por medio de una opinión pública

independiente, como el ejercicio de la comunicación en la prensa escrita, en el

desarrollo y cultivo, honesto y apacible de la religión como mecanismo capaz de

elevar el espíritu de los hombres, moralizarlos y apaciguar las pasiones y

ambiciones y egoístas que hay al interior de éstos.

Para profundizar la democracia y evitar la aparición del despotismo por la fuerza

de la misma democracia propuso desarrollar las fuerzas potenciales, críticas y

liberales, latentes dentro de la sociedad civil con el fin de que sean una suma de

poderes capaces de equilibrar la balanza del poder con el estado.

Page 111: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

BIBLIOGRAFÍA

OBRAS DEL AUTOR: ALEXIS DE TOCQUEVILLE.

1. Trabajo para el Ministerio de justicia e interior de Francia sobre el sistema penitenciario en los estados unidos de Norteamérica, obra escrita en conjunto con Gustave Beaumont.

2. Quince días en el desierto. Obra sobre una excursión al oeste de los Estados Unidos en compañía de Gustavo Beaumont.

2. 1830-1831. cartas y diario de viaje sobre el recorrido a América. 3. 1835. De la democracia en América. 1ª Parte.

1840. De la Democracia en América. 2ª Parte.

1856. El Antiguo Régimen y la Revolución.

1847. Reportes sobre Argelia.

1841. Trabajo sobre Argelia. Octubre de 1841.

5. 1835-1840. Memorias sobre el pauperismo conocidas como el libro Democracia y pobreza.

Segunda Carta de Argelia. 22 DE AGOSTO DE 1837.

Reporte hecho a nombre de la Comisión encargada de examinar la proposición Tracy relativa a los esclavos de las colonias.

6. 1841. notas relativas al viaje a Argelia de mayo de 1841. 26 de mayo de 1841.

7. 1837. Primera carta de Argelia. 23 de junio de 1837. 8. 1893. fecha póstuma de la publicación de los souvenirs, obra conocida

en español como Recuerdos de la revolución de 1848. obra escrita entre 1850 y 1851.

9. 1835- 1859. Cartas a John Stuart Mill . 10. Cartas a Arthur de Gobineau. 11. 1848-1852. Cartas a Adolphe de Circourt y madame de Circourt.

Page 112: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

111

12. Discursos y escritos. escritos y discursos suyos de su periodo como diputado en la cámara legislativa de la monarquía de Luis Felipe de Orleáns y publicados en la revista de la cámara le Moniteur.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

- Ariza de Avila, Enzo. Sociedad y democracia en Alexis de Tocqueville. Bogotá: Universidad de la Salle, Facultad de Filosofía y Letras, enero del 2005, Bogotá, Colombia.

- Aristóteles. La política. Bogotá: Planeta, 1994

- Aron, Raymond. Alexis de Tocqueville. Oxford, Clarendon Press, 1965.

- Auge Paul, Thomas Adolphe, García Birlan Antonio. Enciclopedia metódica Larousse. “Nacimiento de una nueva Francia”. Edición Larousse argentina, Córdoba 392-400, esquina Reconquista, Buenos Aires, mayo de 1964, Argentina.

- Barcenas, José orlando. Métodos de las ciencias sociales. Universidad nacional de Colombia ,facultad de derecho ,ciencias políticas y sociales , libro publicado en mayo de 1982 por la oficina de publicaciones de la facultad de derecho y ciencias políticas de la universidad nacional de Colombia ,Bogotá, Colombia: Universidad Nacional de Colombia. 1982.

- Berstein, Serge. La crisis del antiguo régimen. Paris: Ed. Hatier, 1987

- Hartz, Louis. The Liberal Tradition in America. 1955 .

- Hobsbawm, Eric. The age of the revolution. Libro de menthor group , 1962 , impreso en Nueva York por World Publishing Company 119, oeste57 , New York 10019, Menthor Group es propiedad de New American Library of World Litterature, inc , 501, madison avenue 1022 , New York: World publishing Company, 1958

- Jardin, André. Alexis de Tocqueville. Biographie. Paris: Hachette literature,1984

- Lamberti, Jean Claude. Tocqueville et les deux democraties. Prefacio de Bourricaud Francois,coleccion de sociologos dirigida por Boudon Raymond , primera edicion ,1983 ,prensas universitarias de francia,1983,108 boulevard Saint

Page 113: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

112

Germain de Pres , 75006, paris 73, avenida Ronsard,41100, Paris, Francia: Editorial Puf, 1983

- Mayer J.P. Alexis de Tocqueville. Estudio biográfico. Editorial Tecnos, 1965

- Mennell Stephen. Revolución y sociedad. San José de Costa Rica: Trejos Hermanos, 1987.

- Offe Claus. Autorretrato a distancia Tocqueville, Weber y Adorno en los Estados Unidos de Norteamérica. Katz editores, Sinclair 2949,5-b, 1428, Buenos Aires Argentina, libro traducido por Etorena Joaquín, impreso por Latingráfica, SRL, primera edición 2006, ISBN 84-609-8352, Buenos Aires, argentina: Katz editores, 2006.

- Berstein Serge y Milza Pierre. Histoire segonde. Colección Berstein Milza, Hatier editores, Paris, abril de 1987, Paris, Francia: Editorial. Hatier, 1987.

- Osorio Revellon, Alonso. Garantías para la libertad en la sociedad democrática. Pamplona: Universidad de Navarra.

- Roberts John. Un solo mundo: el liderazgo de Europa. Círculo de lectores, impreso en Colombia por carvajal editores S.A, Cali, calle 26N 6A-40, Cali, Colombia, 1990, traducción a cargo de Gonzáles Trejo Horacio, Cali, Colombia: Editorial Debate, Círculo de lectores, 1990.

- Ros Juan Manuel. Los dilemas de la democracia liberal. Serie sociedad y democracia en Tocqueville, editorial Critica, Provenca, 26908008, impreso en los talleres de Hurope, S.L, impreso el 14 de mayo del 2001, deposito legal, B.26.648-2001 Barcelona: Editorial Crítica, 2001, España.

- Tocqueville, Alexis. Obras completas. Paris: Gallimard, 1981.

--------------------------.Cartas escogidas, Souvenirs. Guellec Laurence y Melonio Francoise, Paris: Gallimard, 2003.

----------------------------.Correspondencia de Alexis de Tocqueville con Adolfo de Circourt y Madame de Circourt. Tocqueville, Alexis, volumen establecido por Gallimard, 1983, impreso en Francia el 7 de noviembre de 1983 a Mayenne, ISBN 2-07028729-7, Paris: Gallimard, 1983.

Page 114: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

113

------------------------------.Escritos y discursos políticos. Tocqueville, Alexis, serie obras completas, editorial Gallimard, texto establecido de acuerdo a la corrección de Jardin Andre, Paris: Gallimard, 1962.

-------------------------------.La Democratie en Amerique. Tocqueville, Alexis, union generale d’ editeurs, rue Garanciere 8, Paris, texto abreviado y presentado por Jean Pierre Peter.

----------------------------------.Correspondencia de Tocqueville y John Stuart Mill. Prologo de Sainte Beuve Charles Augustin, fondo de la cultura económico, México, 1985, avenida de la universidad 975, México distrito federal.

---------------------------------.El antiguo régimen y la revolución. Tocqueville, Alexis de. Libro organizado por Gómez Serrano Enrique, ISBN 986-16-45995, fondo de la cultura económica de Méjico, impreso en 1996, carretera Picachop-Ajusco-14200, México D.F, México: F.C.E., 1996

--------------------------------.La democracia en América. Tocqueville, Alexis de,prefacio de Mayer John , traducción de Cuellar Luis R ,fondo de la cultura económica ,1957,avenida de la universidad 975 México 12 , libro impreso el 29 de junio de 1963 en los talleres Muñoz , S.A., primera edición México: F.C.E., 1957.

------------------------------. EUA síntesis de su historia 1.

Por Pahissa Moyano Angela , Velasco Jesús , Arguello Rosa Ana , alianza editorial mexicana , instituto Mora , instituto de investigaciones Dr. José Maria Luis Mora , plaza Valentín Gómez Farias , 12 , san Juan 03730 , México , DF. Libro impreso el 21 de noviembre de 1988 en los talleres edicupes, S.A, calzada san Lorenzo 251, C.P. 09850, fotocomposición y formación por grupo iredición, S.A., Álvaro Obregón 64 bis , col .roma, C.P 06700.

Page 115: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

114

-------------------------------. El modelo desfigurado. Molnar Thomas, fondo de la cultura económica, México, traducción de Barahona Oscar y Doyhamboure Uxua, texto original en francés le modele defiguré. L Amerique de Tocqueville a Carter, 1978, presses universitaires de France, Paris, primera edición en español 1980, libro impreso el 30 de junio de 1980 en los talleres de la impresora azteca, poniente 140 num. 681, México 16, D.F, edición a cargo de Acosta Mejía Tomas.

----------------------------------. La Política. Aristóteles.

Porrua editores , editorial Porrua avenida republica argentina , 15 , México , DF,1992 , colección sepan cuantos , numero 70 , versión española e introducción de Gómez Robledo Antonio , libro terminado de imprimir en febrero de 1992 en los talleres E. Penagos , S.A , lago Wetter 152 .

-------------------------------------EUA. Documentos de su historia política 1.

Por Moyano Pahissa Angela y Velasco Márquez Jesús, editado por el instituto Mora e impreso por alianza editorial mexicana, instituto de investigaciones José Maria Luis Mora, plaza Valentín Gómez Farias, 12, san Juan 03730, México, D.F libro impreso el 8 de agosto de 1988 en los talleres de edicupes , S.A , calzada san Lorenzo 251, C.P 09850, edición a cargo de Torres Rivera Luis.

----------------------------------------. La ciencia de la asociación de tocqueville presupuestos metodológicos para una teoría liberal de la vertebración social.

Libro de Sauca Cano José Maria, prologo de Fernández Eusebio, editado por el centro de estudios constitucionales, Madrid, España, 1995.

Page 116: Premisas de actualidad en el pensamiento social de Alexis ...

115

---------------------------------------.El espíritu de las leyes.

Por Montesquieu, Carlos de Secondat, barón de Brede y de Montesquieu, libro publicado en 1748. Versión castellana de Estébense Nicolás, impreso en argentina el 29 de mayo de 1944 por impresora del plata, S.A, san José 1645, Buenos Aires para ediciones Libertad.

----------------------------------.Politiques et Moralistes du XIX eme siecle. por Faguet Emile ,societe francaise d imprimerie et de librairie, 1890 ,coleccion nouvelle bibliotheque litteraire, paris, francia.

----------------------------------.Politiques et moralistes du XIX eme siecle .por Faguet Emile , Hachette editores , 1912 , 165 paginas ,Paris , Francia.

Páginas Web:

. http://www.monografías.com/

- http://www.es.wikipedia.org/

- www.tesisenred.net/tesis_uji/

-www.trasatlantica.org/documentos329.html