Primera Moneda y Primer Resello de Honduras...
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Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
1
Bajo la dominación española circulaba en Honduras como en todo el mundo, la moneda cortada
llamada también macuquina1, que se acuñaba en las diferentes cecas de América.
En 1649 tomaron mucho auge las minas de plata en el territorio hondureño. En esa época no se
hallaba moneda suficiente para pagar a los operarios, para suplir las necesidades, y los mineros
laminaban desde hacía tiempos la plata y la cortaban en pequeñas hojas, las cuales corrían como
moneda, las que eran aceptadas por los jornaleros de las minas en pago de su trabajo, lo mismo que
como medio de pago en las compras y ventas hechas al comercio.
Para el año de 1821, merced al sistema establecido por España, los pueblos de la Gobernación
de Honduras se encontraban en una situación lamentable, no tenían comercio, la agricultura era pobre y
el numerario limitado.
La Casa de Rescates de Tegucigalpa tenía que enviar, a la Real Casa de Moneda de Guatemala,
toda la plata rescatada que producían los minerales de la Villa, para que fueran acuñadas en dicha Casa
y esperar algún tiempo para que se efectuara la remisión de moneda. Con este sistema llega la noticia
de la Independencia a la ciudad de Comayagua el día 28 de setiembre de 1821. En Junta de ese día, el
Gobierno de la Provincia de Comayagua, proclamó su libertad, pero con la condición de quedar
independiente de Guatemala y sometida al Gobierno de México, o a Fernando VII. El mismo día, que a
Comayagua llegaron los pliegos de la Independencia, a Tegucigalpa, el Ayuntamiento y pueblo en
general se adhirieron con júbilo a lo actuado en Guatemala.
El 22 de Noviembre de 1821 la Junta Consultiva de Guatemala acordó: “Que el Gobierno
Político y de Hacienda de Tegucigalpa y demás pueblos de la Provincia de Comayagua que disientan
del Gobierno de su Capital, resida en Tegucigalpa; que habrá una Tesorería General de Hacienda
Pública subalterna de la de Guatemala y que ejercerá el empleo de Ministro Contador y de Ministro
de la Casa de Rescates, el Teniente don José María Rojas y de Tesorero el Ensayador Don Narciso
Rosal”.
El 11 de diciembre de 1821 la Junta Consultiva de Guatemala otorgó el título de ciudad a la
Villa de Tegucigalpa y el de Muy Noble y Patriótico a su Ayuntamiento.2
Una de las grandes preocupaciones del Ayuntamiento de Tegucigalpa fue la instalación de una
Casa de Moneda, para economizar gastos y facilitar auxilios a los mineros, y así lo hace saber al señor
José Cecilio del Valle para que lo solicite en las Cortes Mexicanas.
El 19 de abril de 1822 en la ciudad de Guatemala, el diputado por Tegucigalpa, licenciado José
Santiago Milla, presentó por escrito, una moción ante la Junta Provisional Consultiva para que se
sirviese formar expediente para la fundación de un Cuño de moneda en la ciudad de Tegucigalpa, o la
traslación del de Guatemala, manifestando que de accederse a su solicitud resulta esa medida de
general utilidad; no sólo para Tegucigalpa sino para las provincias todas, de que se compone el Reyno.
La Provincia de Honduras es la única que produce los metales, que se acuñan en esa Casa, que las
platas causan un costo considerable a los mineros en su conducción al Cuño, perjudicando a los
mismos pues tienen que esperar la moneda acuñada para rescate de las platas y venderlas a menor
precio, cuando en las cajas no hay dinero suficiente para el cambio. Esas y otras razones muy
poderosas, indicaba el licenciado José Santiago Milla que se harán presentes al Supremo Gobierno, a
donde se remitirá el expediente, y que justificarán la necesidad de esta medida.
En abril de 1822 emprendieron viaje a México los señores don Joaquín y don Juan Nepomuceno
Fernández Lindo con el fin de desempañar sus funciones de diputados a la Asamblea Constituyente del
Imperio, en representación de la provincia de Honduras, sin desatender otros deberes. Los Lindo no
perdieron tiempo en gestionar ante el Emperador Iturbide el establecimiento de una casa de moneda en
1 Monedas deformada que no tienen orla, ni cordoncillo
2 Castillo Flores, Historia de la Moneda de Honduras, p. 30
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
2
Tegucigalpa. Más aun propusieron, en unión de don Cayetano Bosque, también diputado, que se
trasladara a Tegucigalpa el cuño que funcionaba en Guatemala, fundamentándose en:
“... la improporción de la colocación de la Casa de Moneda en la capital de aquél reino con
respecto a la inmediación de las minas, resultando males y costos muy graves...”
Los representantes de la Provincia de Honduras, se dirigen al Secretario de Estado, para que
éste lo haga del conocimiento del Emperador Iturbide, un memorial fechado en la ciudad de México, el
31 de mayo de 1822, en el cual manifiestan que la falta de numerario es el principal motivo para que no
florezca la agricultura y la minería para lo cual sugiere acuñar moneda de cobre ofreciéndose a
suministrar los quintales necesarios para hacer la acuñación, lo que serviría para el pago de operarios y
gastos menores, acuñando 200.000 pesos por lo que pide que se fabrique en el cuño de la Ciudad de
Guatemala y que se reparta 40.000 a cada provincia, de esta forma la moneda no desaparecerá del
mercado ya que nadie tendría interés en ella3
Esta solicitud fue pasada al Sr. Rafael de Lardizábal, Superintendente de la Casa de Moneda de
México, quién con fecha 22 de junio de 1822 dice que se ejecute la labor de dicha moneda de cobre, no
hay inconveniente que en esta Casa se abran los troqueles de cuenta de aquella, o se remitan las
matrices si allí no hay quien pueda tallar.
Los mismos diputados Lindo y Bosque, en otra exposición presentada en México el 31 de mayo
de 1822 para conocimiento del Emperador, dicen: “La ciudad de Tegucigalpa que merece este nombre
sin la nulidad con que se lo dio la imaginaria autoridad de Guatemala, es el punto céntrico de las minas
de la Provincia de Comayagua y por esta razón se fijó en ella la Casa de Rescates de plata y oro para
que sin dispendio ni perjuicio cambiaren en ella su oro y plata los mineros por el precio de su ley,
remitiéndose los caudales de la Casa de Moneda de Guatemala. La remisión de estos caudales se
verificaba a voluntad del Superintendente de la Casa de Moneda cada año en cantidad de 100,000 a
150,000 pesos. Los comerciantes de platas de Tegucigalpa en el tiempo que no hay numerario en la
Casa de Rescates la pagan a 6 ps. 3 rs. y hasta 5 ps. y la reúnen para introducirla en la misma Casa de
Rescates que se los paga a 7 ps. 5 rs. a 7 ps. 4 rs., según su ley. La conducción de las platas en barras a
la Casa de Moneda desde la Provincia a Guatemala y la remisión de moneda de aquella a la de Rescates
de Tegucigalpa se verifica de cuenta de los mineros; deduciendo el tanto por ciento que se regula, que
siempre excede a más del costo que realmente causan las dos remisiones. El primer paso de protección
al ramo de minas es el de fijar en la ciudad de Tegucigalpa, como centro de las minas, el Cuño o Casa
de Moneda gobernada por una ordenanza sencilla a cargo de un Superintendente que lo puede ser el
Jefe Político subalterno de aquel Partido y los demás subalternos que exige aquel establecimiento
debiendo ser uno de ellos el Administrador actual de la Casa de Rescate4, los mineros de la zona
crearon un fondo con el cual haría frente a los gastos necesarios para abrir una Casa de Moneda.
Estas gestiones fueron hechas por conducto del Superintendente Lardizábal, quien informó al
Emperador el 22 de junio que:
“...con una sola Casa de Moneda en aquel territorio, hay suficiente para la acuñación de
cuantas platas produzca sus reales minas y en tal evento sería lo mas conveniente y más económico
trasladar la fábrica de monedas que hasta aquí ha estado funcionando en Guatemala con sus cuños y
demás máquinas a la expresada ciudad de Tegucigalpa, pues aunque los costos de su traslado sean
3 esta moneda no se acuño
4 Castillo Flores, Historia de la Moneda de Honduras, p.33-34
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
3
grandes, mucho mayores deben ser los que deberían emprenderse en construirse de nuevo estos
instrumentos...”5
El Diputado D. Juan Lindo había comunicado el 25 de junio de 1822 a las autoridades de
Honduras que su Majestad Imperial le había conferido el Gobierno Político Superior e Intendente de
esta Provincia, en Julio se puso en camino para Comayagua, en donde el 12 de octubre tomó posesión
de su cargo.6
Sin Perjuicio de proseguir sus gestiones para el traslado del cuño de Guatemala a Tegucigalpa,
los señores Lindo mientras permanecían en México, lograron obtener un cuño provisional para
amonedar reales y medios reales en moneda cortada que hicieron llegar hasta Tegucigalpa para
amonedar las platas de este real de minas. La amonedación se hizo en el edificio del convento de San
Francisco7
Dicho cuño comenzó a funcionar en los primeros meses del año 1823, con no disimulado
descontento de los habitantes de Comayagua.
Pocos días debe haber trabajado este cuño, puesto
que el 1° de mayo de 1823 la Provincia de
Comayagua acordó unirse al Reino de Guatemala
para formar una nación independiente. Desde esa
fecha las monedas acuñadas con los troqueles de
los Lindo resultaban inadecuadas para la nueva
situación política
No ha sido posible saber quien instaló un
cuño provisional en la ciudad de Comayagua, pero
es de suponer que fue el Señor Lindo, quién a la vez era Intendente de la Provincia, se dedicaba a la
minería, también se sabe que él posteriormente acuñaba moneda en el Pueblo de Minas de Oro. No
consta en ningún documento oficial que Lindo haya traído troqueles para amonedar desde México.
Cuando Centro América perteneció al Imperio de Iturbide en México se acuñaron en
Tegucigalpa y Comayagua monedas de plata
de uno y dos reales, se han registrado dos
variedades mayores en monedas de dos reales,
se utilizaron dos juegos de cuños, un juego
lleva en el anverso, al centro la cabeza de
Iturbide, por orla ENPER—AGUSTIN. 1823
y al reverso: El Águila Mexicana coronada
sobre cactos — MP. 2 R y otra moneda que
llevaba en el anverso: el Aguila Mexicana
coronada, sobre cactos — M.P. 2 R y en el
reverso: Dentro de la Cruz, leones y castillos
con cuatro festones en semicírculo M. P. 2 R.
5 Zelaya , Manuel A. Apuntes para la Historia de la Moneda de Honduras., p. 11
6 Durón Rómulo, Bosquejo Histórico de Honduras, p. 150
7 Vallejos Antonio R., Fomento capitulo XIII
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
4
Los troqueles utilizados en
Tegucigalpa para monedas
de uno y dos reales tenían
los mismos tipos de la
moneda española, es decir
en el anverso: entre los
brazos de la cruz, castillos
y leones con cuatro juegos
de doble semicírculo, a los
lados M:P., en la parte
superior PLVS VLTRA.
En el reverso las columnas
de Hércules, encima de
dos líneas onduladas. Las
columnas están divididas
por dos líneas horizontales, P-2-M ---SVLTR --- T-823-G.
Excepto uno que tenía el escudo del Imperio Mexicano en el reverso, casi todas llevan la leyenda
TEGVSIGALPA, las letras M. P. Que corresponden a moneda provisional 2 R, la fecha 1823 y LA que
suponemos corresponden a las iniciales del ensayador8
Macuquina acuñada en Tegucigalpa 1823, plata, 2 reales9
Se fabricaron aproximadamente siete troqueles, los cuales fueron gravados por Juan Pablo
Andrade (herrero) que grava (sic)
A mediados del mes de marzo de 1823 se dio principio a la acuñación de moneda provisional en
una casa propiedad del señor Mariano Castejón.
Durante y después de la fallida anexión al Imperio de Iturbide, en Honduras se acuñaron
monedas provisionales utilizando cuños traídos aparentemente de México y maquinaria construida
localmente tanto en Comayagua como en Tegucigalpa. Existieron monedas de ½, 1, 2, y 4 Reales de
acuñaciones realizadas en 1823 y 1824 que no se ajustaban a las normas – de forma y contenido de
plata – de la Federación Centroamericana de la que el Estado de Honduras formaba parte.
Adicionalmente, tales monedas – debido a su diseño burdo -, así como otras piezas provenientes de
otros lugares que circulaban en los mercados, estaban siendo falsificadas tanto localmente como en los
Estados vecinos.10
El 19 de marzo de 1824 se aprobó una ley que define las características que deben tener las
monedas acuñadas en las Provincias Unidas del Centro de América, claramente se establece la ley y el
peso de las monedas acuñadas en la Federación. Las acuñadas en Honduras no cumplían con estos
requerimientos, por lo que eran rechazadas en los Estados vecinos, en vista de lo anterior, y del
problema originado por la circulación de moneda falsa la Municipalidad de Tegucigalpa y el Gobierno
del Estado de Honduras acordaron solicitar a Guatemala la compra de máquinas para acuñar monedas
debido a la carencia de recursos fiscales que padecían, esta compra no se pudo realizar por lo que se
solicitó a los vecinos un empréstito para edificar la Casa de Moneda, dinero que se devolvería con las
ganancias que produciría la Casa de Moneda. Dos meses después el gobierno no logra concretar su plan
8 Castillo Flores, Historia de la Moneda Hondureña p. 37
9 Krause Chester L, Mishler Clifford, Bruce Colin R, Spain, Portugal and the New
World, 2002, 292 p. 10
Jovel Roberto La Contramarca de Honduras en 1825, p.1
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
5
por lo que decide marcar las monedas para diferenciar la buena. El 5 de noviembre de 1824 la
Asamblea Constituyente del Estado de Honduras emitió un decreto ordenando que se marquen las
monedas con punzones después de examinarlas las así marcadas no podrían ser repugnadas por ningún
sujeto dentro del Estado, las que resulten adulteradas se amortizaran por su contenido en plata con
deducción de los costos que haya de erogarse en la operación, los habitantes podrán presentarse con
este tipo de monedas desde el 15 de diciembre hasta el 15 de febrero para ser remarcadas.
En vista de que los punzones no llegaban de la Casa de Moneda de Guatemala la Asamblea del
Estado hondureño encargó al ensayador local don Narciso del Rosal que fabricara urgentemente cuatro
de ellos. A fines de diciembre del mismo año los punzones no habían sido fabricados y el problema de
la moneda falsa se había agudizado. Por ello del 17 de diciembre de 1824 la Asamblea decidió que por
ese momento y mientras llegan los punzones se remarque las monedas con el sello público que antes se
utilizaba para quintar la plata. El Poder Ejecutivo ratificó el decreto y designó para realizar dicho
trabajo, de examen y resello de las monedas de Tegucigalpa, al ensayador Don Narciso del Rosal, al C.
Juan Pablo Andrade y a un individuo de la municipalidad. Esta comisión llevaría un libro de las
monedas que recibieran con destino a la fundición y otro para las que se resellarían. La marcación de la
moneda dio inicio el 7 de junio de 1825. Los punzones que se utilizaron eran los que usaban en tiempo
de la colonia para certificar que se había cumplido con el pago del quinto real a la Corona11
Macuquina acuñada en León Nicaragua, Plata,
4 reales, 1824 con doble resello de corona12
Una preocupación constante del
Gobierno del Estado, desde la declaratoria de
independencia, fue el establecimiento de un
cuño formal o Casa de Moneda en
Tegucigalpa, para lo cual sobraban razones,
como las que expuso don Juan Lindo en su petición al Gobierno Imperial de México. En sesión del 25
de noviembre de 1824 de la Asamblea Constituyente, la Comisión de Hacienda propuso lo siguiente:
“Que de las gruesas cantidades que adeudan a la Haceduría de Diezmos de Comayagua varios sujetos,
el Gobierno pueda tomar en calidad de empréstito las mejores deudas hasta la cantidad de quince mil
pesos con el objeto de que esta suma se invierta en las máquinas necesarias de un cuño formal.” Por
este tiempo ya el Gobierno había comisionado a los C. C. Próspero Herrera y Francisco Aguirre,
residentes en Guatemala, “para que entendiesen en facilitar los instrumentos, grabador. etc., que se
necesitan para el establecimiento del cuño de está ciudad” (Tegucigalpa).
Estos ciudadanos informaron que habían pasado en persona a la Casa de Moneda de aquella
corte a reconocer los instrumentos que se pidieron; que se había recomendado al mejor inteligente la
formación del cálculo del costo de ellos y que se procedería a fabricarlos inmediatamente después de
recibidos los fondos necesarios. Parece que hubo dificultades en la situación del dinero y que por ese
motivo la operación no se llevó a cabo.
El 7 de marzo de 1825 se emitió el decreto No. 32: La Asamblea Constituyente del Estado de
Honduras, deseando por cuantos medios sean posibles el establecimiento de la Casa de Moneda en
Tegucigalpa, decreta: que sobre el valor del oro y la plata se cobrara un 5% como derecho provisional
de la Casa de Moneda, lo que se produzca por esto se llevara en cuentas separada de otro ingresos de la
11
Jovel Roberto La Contramarca de Honduras en 1825, p. 5 12
Jovel Roberto La Contramarca de Honduras en 1825, p. 6
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
6
Hacienda Publica, solo se podrá disponer de este dinero para asuntos de la Casa de Moneda, solo se
cobrara hasta que sea instalada la Casa de Moneda y para su arreglo y administración, formará el
Gobierno, una ordenanza especial que pasará a la Asamblea para su aprobación.
En enero de 1825, el C. Diputado a la Asamblea Nacional Próspero Herrera dio aviso de que de
las máquinas que se habían pedido para el cuño se estaba trabajando la de acordonar, única que podía
ser de fácil transporte, y sugería que se fabricaran en Tegucigalpa las demás, que serían muy pesadas.
A mediados de este mismo año sé comisionó al C. José Cecilio del Valle para que contratara en
Guatemala un grabador.
Los numismáticos atribuyeron por varios años las monedas de 2 reales de 1825 a Nicaragua
debido a las letras “NR” que aparecieron al reverso con circuncisión con la letra “P”. El profesor y
numismático Jorge Línes de Costa Rica acreditado para aclarar el problema, quien se basó en las
siguientes reflexiones para asegurar que estas monedas se había acuñado en Honduras:
l°—La orden de suspender la acuñación salo se refiere a monedas de Tegucigalpa y de Costa
Rica; 2°—En Nicaragua nunca se ha acuñado moneda; 3° Las iniciales “N.R.” del reverso, que
equivocadamente fueron tomadas como representativas de Nicaragua, corresponden al nombre de don
Narciso Rosal quien era el Ensayador Oficial de la Casa de Moneda de Tegucigalpa en aquella época;
4° —La inicial “T” es la de la ceca dc Tegucigalpa; y, 5° —“II D” indica la ley de la moneda, once
dineros.
Con la exacta interpretación que el Prof. Lines da a las diferentes inscripciones contenidas en
estas monedas, no queda la menor duda de que se trata de aquellas cuya fabricación fue autorizada por
la Asamblea Constituyente del Estado, el 15 de noviembre de 1824, conforme al modelo presentado
por el C. Miguel Rafael Valladares, y que estaba arreglado, en lo posible, a lo prevenido por la
Asamblea Federal, en su decreto del 19 de marzo de 1824 sobre la moneda que se acuñase en los
Estados.13
Don Dionisio de Herrera en su Mensaje leído en Comayagua ante la Primera Asamblea
Ordinaria del Estado, el 5 de abril de 1826, manifestó que había trabajado incesantemente por el
establecimiento de la Casa de Moneda, o por perfeccionar siquiera la acuñación provisional, y que hizo
cuanto dependía de sus facultades para la acuñación del millón y medio de pesos, decretada por la
Asamblea Constituyente. La Asamblea Constituyente del Estado de Honduras autorizó a Miguel R.
13
Zelaya Manuel A., Apuntes para la Historia de la Moneda en Honduras, p. 22
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
7
Valladares acuñar moneda el 15 de noviembre de 1824. El diseño, el cual propuso Valladares cumplía
con las regulaciones de la Federación, fue certificado e inició la producción en enero de 1825 y aseguró
que podía acuñar hasta quinientos pesos diarios. En marzo la acuñación estaba en pleno
funcionamiento y así continuó hasta el mes de mayo en que la Asamblea, reunida en Comayagua, le
fijó un término de quince días al C. Valladares para que se presentara a ocupar su asiento de Diputado.
Por más que se excusó, alegando que con su ausencia se interrumpiría la fabricación de moneda. Fue
obligado a trasladarse a Comayagua. A fines del mes de julio, por mandato de la Asamblea del Estado,
en obediencia a una orden del Gobierno Federal de Guatemala, quien a su vez, cumplía una resolución
del Congreso Federal, se suprimió definitivamente la acuñación de estas monedas.
La mencionada resolución del Congreso Federal estaba redactada en los siguientes términos:
“Llamada la atención del Congreso
Federal por uno de sus miembros acerca del
desarreglo y ninguna identidad con la moneda
del cuño de esta capital, de la que se está
fabricando en Tegucigalpa y Costa Rica, así de
oro como de plata: de los notables defectos del
tipo de dichas monedas, que aunque es el de la
Republica, está muy mal figurado, y de la
facilidad con que por lo mismo puede
contrahacerse principalmente por los extranjeros. Y deseando el Congreso evitar el descrédito y demás
fatales consecuencias que de aquel principio puede resultar, en grave daño de los intereses de la
Nación, se ha servido acordar en sesión de hoy se diga al Gobierno:
Que en conformidad con lo expuesto por las leyes, haga suspender la acuñación en los Estados de
Honduras y Costa Rica, hasta que tengan matrices tales que la moneda salga enteramente igual a la
que se fabrica en la Casa o Cuño de esta, capital cuidando el mismo Gobierno de remitirlas a la mayor
brevedad” 14
Este acuerdo del Congreso Federal fue emitido el día 6 de mayo de 1825 y comunicado al Gobierno en
la misma fecha, para su cumplimiento.
Como se ha dicho, la Asamblea Federal reunida en Guatemala no quedó satisfecha con el
arreglo, en lo posible, de la moneda acuñada en Honduras y a la vez que ordenó la suspensión de su
fabricación, dispuso que se remitieran a Tegucigalpa, a la mayor brevedad posible, matrices tales que la
moneda saliera enteramente igual a la que se fabricaba en el cuño de aquella capital.
Muy pronto deben haber llegado las matrices a Tegucigalpa, puesto que el mismo año de 1825
ya se estaban amonedando piezas de 2 Reales con los troqueles amoldados en dichas matrices, y es
probable que sólo piezas de ese valor se hayan acuñado. Al centro del anverso lleva una cordillera de
cinco volcanes con un sol naciente tras el primero de ellos y alrededor la leyenda que dice:
“REPUBLICA DE CENTRO-AMER. 1825”. En el reverso tiene grabado al centro el árbol de la
libertad (una ceiba) con la cifra “2” y la letra “R” a uno y otro lado del tronco; al contorno lleva la
inscripción: “LIBRE CRESCA FECUND. T. M. 10 D. 20 G”. Aparentemente, después de acuñada una
reducida cantidad de estas piezas, no se volvió a fabricar legalmente otra moneda, sino hasta el año de
1831. La casa de acuñación de Tegucigalpa fue cerrada por varios años después de la pequeña
producción de las monedas de dos reales de 1825, hasta que los esfuerzos fueron hechos a través de la
14
Zelaya Manuel A., Apuntes para la Historia de la Moneda en Honduras, p. 20-21
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
8
Federación para reabrirla a finales de 1830, cuando ya se había instalado la nueva maquinaria que don
José Cecilio del Valle hizo llegar de Guatemala, por encargo del Presidente Morazán.
No he encontrado referencias de monedas macuquinas de 4 reales acuñadas en Tegucigalpa o
Comayagua, sin embargo Krause and Mishler, en su catálogo, presentan fotografías. También en las
subastas de Ponterio y Asociados se han puesto a la venta dos ejemplares de 4 reales catalogados como
acuñados en Honduras. En los libros de Arturo Castillo Flores, “Historia de la Moneda de Honduras” y
Manuel A. Zelaya, “Apuntes para la Historia de la Moneda de Honduras”, así como en otros
documentos que he podido consultar no se habla de macuquinas de 4 reales.
El General Francisco Morazán una figura prominente en la historia hondureña y de
Centroamérica, y mas tarde presidente de la Federación 1830 a 1838, ordenó que los cuños y
maquinaria fueran enviados de Guatemala a Tegucigalpa en 182915
A principios de 1829, persistiendo el Gobierno en la adquisición de una maquinaria completa
para la acuñación de monedas, dio poderes al C. José Cecilio del Valle para que contratara su compra
en Guatemala. Después de vencer muchas dificultades de orden técnico y económico, y de haber
transcurrido más de un año, llegó el cuño a Tegucigalpa y con él el Teniente-Coronel Angel Floripe,
quien comenzó a instalarlo a mediados de 1830, teniendo como grabador al C. Juan Pablo Andrade.
Según un informe fechado el 4 de agosto de 1834 y firmado por los C. C. José Inés Navarro, Francisco
Botelo y Rafael Estrada, todos
ellos empleados de la Casa de
Moneda, el cuño Comenzó a
funcionar el día 2 de agosto
1831, amonedando piezas de
dos reales, un real, medio real
y un cuartillo. Sin embargo,
las primeras monedas
acuñadas llevan la fecha de
1830, posiblemente porque los
troqueles fueron preparados
con mucha anticipación por el
grabador Andrade.
El diseño de estas monedas estaba en un todo ajustado a lo prescrito por la Asamblea
Constituyente de Guatemala en su decreto de 19 de marzo de 1824. Las piezas de dos reales y de un
real tienen grabada en el anverso la cadena de cinco volcanes y detrás de ellos y a su derecha un sol
naciente; al contorno llevan la leyenda: “REPUBLICA DEL CENTRO DE AMERICA 1830.” Al
reverso tienen el árbol de la libertad con el valor de la moneda a la altura del tronco y la leyenda:
“LIBRE CRESCA FECUNDO. T. F. 10 D. 20 G.” Estas monedas del tipo federal sólo se acuñaron
durante el año de 1831. En adelante la acuñación fue de moneda del Estado. Para corroborar la
afirmación de que estas monedas sólo se acuñaron en 1831, se copia en seguida el punto de acta de la
sesión celebrada el 7 de abril de 1831 por la Asamblea Ordinaria del Estado, que dice
“Se leyó otra nota del mismo Ministerio (Ministerio General) manifestando que estando ya
para dar principio a la amonedación de Reales, Medios y Cuartillos, es de absoluta necesidad la
derogación del Decreto del 6 de abril del año pasado de 29 que permite la extracción de platas en
pasta pagando un seis por ciento, y que al efecto la Legislatura emitiese otro prohibiendo dicha
15
Alcedo Almanzar
Primera Moneda y Primer Resello de Honduras Oscar de la Cruz S.
9
extracción, y discutida del momento se acordó: que pasase en comisión a los Ciudadanos Diputados
Francisco Lazo y Miguel Bustamante para que mañana de toda preferencia sea despachada, y
mientras tanto se diga al Gobierno, mande ahora mismo publicar bando en esta Ciudad sobre estar
derogada dicha ley de 6 de abril del año de 1829. Haciendo igual manifestación a la comisión de
Hacienda”.
De la moneda del tipo federal; es decir, la que lleva la leyenda “República del Centro de
América” se acuñaron 18.676 pesos, 2 reales y un cuartillo, con la ley de 10 dineros y 20 granos, que
era la misma de la moneda acuñada por el Gobierno español.
En resumen, podemos decir que en Honduras se acuño moneda macuquina que no fue
reportada, y que no hay registro de su lugar de acuñación, por lo que de varias monedas macuquinas
que han aparecido clasificadas como raras, no se puede determinar su procedencia.
Bibliografía Básica:
Barahona Rubén, Breve Historia de Honduras, 5° edición, editorial Azteca, 1943, p. 193
Baldallo, Rolando información enviada por Internet
Brian R. Stickney and Alcedo F. Almanzar, The Coinage and Paper Money of Honduras.
Castillo Flores, Arturo, Historia de la Moneda de Honduras, Edición del Banco Central de Honduras,
1974, 233 p.
de la Cruz de Lemos, Vladimir, revisión de texto
Durón, Rómulo E., Bosquejo Histórico de Honduras, Editorial Baktun, 3° edición 1982, 216 p.
Heritage Auctions, algunas fotos utilizadas en este trabajo se encontraron en internet:
http://coins.ha.com/world-and-ancient-coins/?ic=Task-coins-world-121913-interior
Jovel, Roberto, La Contramarca de Honduras en 1825. información enviada por Internet
Krause Chester L, Mishler Clifford, Bruce Colin R, Spain, Portugal and the New World, 2002, 648
p.
Revista Ariel , Historia de la Moneda en Honduras. Abril 1971, p. 7 ª 9
Vallejos R. Antonio Primer Anuario Estadístico, Correspondiente al año 1889, Fomento, capítulo XIII
Zelaya , Manuel A. Apuntes para la Historia de la Moneda de Honduras.,
Nota: el tamaño de las monedas en las fotos es mayor al tamaño de la moneda original