Procesos Electorales en El Siglo XXI

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  • PROCESOS ELECTORALES EN EL SIGLO XXI

    Solidaridad Global,

    Argentina, junio 2012.

    Antecedentes

    Aunque no existe una relacin directa entre procesos electorales y efectivo rgimen democrtico de gobierno en lassociedades modernas, es factible realizar un examen, utilizando algunos referentes sociohistricos especficos, delvnculo entre esos procesos y los regmenes de gobierno a los que sustentan (falsamente democrticos). El objetivo deeste anlisis es mostrar parte de los caracteres bsicos de los regmenes de gobierno democrticosen esta fase de la mundializacin actual para precisar que, en el mejor de los casos, un rgimen democrtico degobierno, que descansa en un Estado slido de derecho, ciudadana activa y con incidencia permanente, y una cultura (sensibilidad) de derechos humanos, es hoy ms referente de un horizonte de esperanza que habra que construir, queuna realidad en curso. A modo de ejemplos se har referencias a algunos de los procesos electorales recinrealizados o en curso.

    Cuestiones conceptuales

    La mundializacin actual de la forma mercanca, con dominio de los capitales financieros y una slida concentracin depoder, se vincula, para efectos de este anlisis, con tres factores bsicos: ideolgicamente se vive el triunfo final delcapitalismo entendido como el dominio de la acumulacin de capital (con sus crisis y guerras) sobre las necesidadeshumanas y del planeta. La forma poltica propia o interna de este dominio planetario es el rgimen democrticocapitalista y un discurso sobre derechos humanos. En el perodo se acenta la tendencia a un totalitarismo culturalinstrumental que se expresa mediante una articulacin con figura de circuito cerrado entre los medios masivos de comunicacin (CNN, periodismo escrito, Internet) y las subjetividades de pblicos que asisten al juego poltico como sieste fuera un espectculo. Si quisiera hacerse una sola referencia que condensase la realidad poltica actual, stapodra ser la de un sistema poltico democrtico sin ciudadana (nacional o mundial) efectiva.

    La referencia a la ausencia de una ciudadana efectiva remite a varios planos: el primero es laimposicin/internalizacin en las subjetividades de que solo los polticos profesionales pueden encargarsede la poltica (y de lo poltico) y hacerla, no importa cules sean sus desviaciones, incompetencias y errores. El grito argentino de transicin entre siglos: Que se vayan todos! carece mundial y localmente de sentido porquela realidad indica que solo existen, para hacerse cargo del desastre, insistir en l y aadirle factores de preocupacin(para el anlisis; a la gente no le importa demasiado), porque apuntan hacia o un genocidio o a un suicidio, los Obama, las Merkel, etctera, y la OTAN.

    El sealamiento anterior es un corolario de la distincin realizada por el imaginario moderno burgus acerca de lasociedad: ella se descompone en dos mbitos, el pblico y el privado. El segundo, que determina el conjunto de larealidad, es el de los negocios particulares. El primero, nucleado en relacin con el Estado y su burocracia, se encargadel Bien Comn (nocin medieval) o de la mayor felicidad para la mayora. La ocupacin primordial de lagente debe centrarse en sus negocios privados (el salario, por ejemplo, o administrar los ahorrossociales). Por ello, lo poltico (invisibilizado) y la poltica, las elecciones, por ejemplo, deben estar en manos de polticosprofesionales y tecncratas (que hacen de ella su modus vivendi) que han de someterse al voto ciudadano cada ciertotiempo en elecciones competitivas, es decir cuyo resultado no es seguro.

    La imposibilidad del ciudadano para ocupar su tiempo privado en asuntos polticos y la complejidadtcnica de los desafos que suponen las dinmicas de las sociedades modernas, lleva a un ciudadanoo desinformado o sin capacidad de incidencia, que ni siquiera se expresa como masas porque seconsidera a s mismo como individuo autnomo y desagregado. El resultado ms espectacular, por el momento, de esteproceso, es la fraccin llamada Tea Party del Partido Republicano estadounidense cuyos dirigenteshacen de su exaltada ignorancia (estereotipos, mitos, vulgaridades) acerca de los asuntos pblicos ms elementalesuna bandera de presin y xito. Puede mencionarse, en el mismo sentido, que un pas desagregado, Espaa, publicitado mundialmente por sus indignados, vota en el 2011 mayoritariamente (44.3%), para que

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  • resuelva los problemas del desempleo masivo, por el Partido Popular, empresarial, neoliberal y oligrquico. Y no esque aqu se est pidiendo que votara por el PSOE, corrupto y tambin neoliberal. En las elecciones espaolas del2011 no exista opcin efectiva para la fuerza de trabajo espaola. Pero esta realidad penosa es el resultado deprocesos locales e internacionales (europeos) de despolitizacin en el sentido de la dominacin, no una situacin circunstancial.

    La ausencia de ciudadana efectiva (y el consiguiente vaciamiento ideolgico de los partidos polticos, en parte derivadodel triunfo final y absoluto del capitalismo) falsea por completo la idea de un rgimen democrtico degobierno. Este tipo de rgimen supone un ciudadano al menos informado y capaz de incidir en los asuntos pblicosque son, a la vez, asuntos privados y personales. Un ciudadano desinformado y sin capacidad de incidencia, puestoque ella ha sido desplazada por el dinero, los medios masivos que producen la agenda electoral, lospolticos profesionales y sus tecncratas, falsea enteramente el concepto de rgimen democrtico de gobierno y sus instituciones y, con ellas, torna vaco, o al menos deja en el aire, la imagen y la prctica de procesos electoralesdemocrticos limpios y competitivos.

    Competencia puede existir entre los candidatos (todos aspiran a ser el nmero uno), pero losciudadanos no tienen la capacidad para discernir esa competencia sino por medio de seales falseadas: captacin defondos, banderas, discursos pblicos, presencia en los medios, adherentes ardientes, concentraciones y abrazos (elabrazo personal disimula la ausencia de emprendimiento comn), demagogias, etctera.

    Dicho escuetamente, sin instituciones sociales que apoderen el principio universal de agencia, no puede existirciudadano efectivo. Y sin ciudadano efectivo no existe rgimen democrtico. Modernamente, se vota en eleccionesque nunca son democrticas. A lo que por el momento se puede aspirar es a que las elecciones no- democrticasproyecten en el horizonte de esperanzas elecciones que s lo sean. Pero para esto se requiere de otro tipo de instituciones sociales, pblicas, particulares y privadas. Si no existe ciudadana efectiva y los movimientos socialespopulares ralean, o se corrompen, no se advierte de donde podran emerger y consolidarse las fuerzas sociales queimpulsasen las transformaciones requeridas.

    El vnculo entre el principio universal de agencia y el ciudadano efectivo es claramente discernible. Del mismo modolos alcances de su ausencia. El principio universal de agencia humana hace referencia a que cada individuo debeasumir su capacidad de eleccin libre y autnoma entre posibilidades. En el mismo proceso, debe tener la capacidad de producir opciones y tambin la capacidad para discernir entre ellas. Con estas armas/caracteres opta o elige y se haceresponsable por sus escogencias. Se trata de un criterio cultural moderno y liberal acerca de la libertad humana. Lasprincipales determinaciones para su asuncin crtica se centran en dos factores: un individuo (o, mejor, los procesos deindividuacin en la especie humana) es resultado de una produccin social. Luego el individuo, la produccin deindividuaciones, se sigue de procesos complejos que involucran, por ejemplo, tramas sociales familiares, lasinstituciones econmico-sociales, los patrones culturales, la religiosidad, el orden/desorden poltico,etctera. Es decir, para que se materialice el principio universal de agencia, y con ello la libertad humana entendidacomo capacidad para producir opciones y elegir entre ellas, la sociedad mediante la cual ese individuo es producidodebe, como tendencia, apoderar, mediante la lgica de todas sus instituciones, ese principio de agencia. Lgicas socialesque expresan el dominio patriarcal con imperio masculino, el imperio de la acumulacin de capital o el Diostodopoderoso catlico, por citar tres espiritualidades vigentes en Amrica Latina y el mundooccidental hoy, no apoderan ese principio de agencia. Ms bien lo niegan y pervierten rotundamente.

    El segundo frente de crtica se deriva de que la experiencia humana no constituye nunca un sujeto absoluto. En positivo, los seres humanos, ya se trate de individuos o de fuerzas sociales, inscriben sus acciones en contextos que nodominan nunca enteramente. Tambin poseen subjetividades que generan actuaciones no necesariamente asumidasen su gnesis y configuracin. Los seres humanos no son sujetos absolutos de acciones verdaderas.Sus acciones se insertan ms bien en procesos que les permiten aprender a aprender y a experimentar la necesidad social de comunicar esa capacidad de aprender a aprender. Las accioneshumanas se ligan con errores y efectos no deseados (o no intencionales). No hay problema con ello siempre quepuedan ser reconocidos como tales y se asuma socialmente la responsabilidad por corregirlos o remediarlos (si ello esfactible). No existe un sujeto humano absoluto (ni lo son tampoco sus producciones: la familia, el Estado o el Mercado),ni una racionalidad perfecta en sus acciones, ni intuiciones/sentimientos trascendentales que le abran con transparencia completa La Verdad de lo que Existe. Los seres humanos no juegan en la socio-historia papeles que losenmarquen dentro de la tensin entre lo absoluto y lo relativo.

    Desde el punto de vista del concepto, el anterior apunte antropolgico es el que modernamente sostiene, aunqueparezca remoto, tanto los procesos electorales/ciudadanos efectivos como la posibilidad de una cultura de derechos

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  • humanos, ambas cuestiones decisivas cuando se quiere analizar regmenes democrticos y, en el seno de ellos,procesos electorales.

    Es posible ilustrar, con una experiencia de contraste, algunos de los alcances sociohistricos del campo temticodibujado conceptualmente en estas lneas. El referente es la eleccin presidencial rusa (marzo del 2012).En ella resultelecto Vladmir Putin (lder de la agrupacin Rusia Unida) con ms del 65% de los votos. Putin es un ex dirigente del Partido Comunista que administr la autodisuelta Unin Sovitica. Se especializ en tareas de Seguridad Nacional. Putinhaba sido previamente presidente (interino) en los aos 1999 y 2000 y presidente electo dos veces (2004-2008). Entreel 2008 y el 2012 (administracin Medvdev) Putin fue Primer Ministro de Rusia. Vuelto a la presidencia, instal (votacinmediante) a Medvdev en el cargo de primer ministro. Es un ejemplo transparente de la solidaridad existente en elcircuito de polticos profesionales no solo de Rusia.

    Se pueden destacar cuatro detalles de los mandatos de Putin: los dos primeros se vinculan con la solidez que deseapara el estamento poltico ruso. Su primer decreto como presidente interino fue asegurar la impunidad de los mandatarios rusos. Su ttulo, Sobre las garantas a los expresidentes de la Federacin Rusa y a los miembros de sufamilia. Ya como presidente electo, transform el decreto en ley federal. El segundo es su decisin de que en Rusia seacepte que los polticos son quienes administran el pas mientras los grandes empresarios se dedican a sus negocios.En la Rusia anterior, los empresarios intervenan directamente, de diversas maneras, en las decisiones polticas. Lapropuesta de Putin coincide con el imaginario moderno-burgus de la separacin sin conflicto entre los mbitospblico y privado. Ambos sectores, claramente diferenciados, se articulan positivamente con beneficios mutuos. Laspresidencias de Putin, asimismo, han puesto en circulacin dos conceptos referidos al rgimen democrtico. Uno es elde democracia dirigida. Su lema es el siguiente: Lo que pueda resolverse mediante procedimientos democrticos, sehace as. Lo que no se puede, exige buscar otros medios. Una de las cuestiones implicadas en esta tesis es laselectividad en el ejercicio de las cortes de justicia. Se compromete aqu no solo al rgimen democrtico, sino alEstado de derecho. El segundo aporte conceptual de las administraciones Putin en este rubro es la democraciasoberana. Bsicamente indica que las decisiones polticas gubernamentales rusas no pueden ser adversadas (nicriticadas) por minoras internas ni por sectores externos. Las minoras internas quedan en un limbo aleatorio. Lascrticas externas carecen de todo valor.

    Los conceptos de democracia dirigida y democracia soberana sin duda pueden tenertintes ilustrados, en el sentido occidental. Contendran de esta manera un desprecio por el principio universal de agenciay un claro carcter autoritario. Lo que debera preocupar no es que esto ocurra en la Rusia actual (que tiene una dbilo ninguna tradicin democrtica), sino la duda respecto de si Putin es un autcrata porque es ruso o si su sensibilidadautoritaria es nicamente ms honesta que las de sus pares occidentales. El alcance de esta duda para los procesos electorales es que tal vez los sistemas polticos modernos tendencialmente no admiten alternativas en sentido fuerte.Solo puede ganar quien debe ganar. Es The Matrix.

    Retornando al proceso electoral especfico en que el Putin fue electo por cuarta vez presidente de Rusia (esta vez por6 aos, pudiendo ser reelegido), se hace necesario considerar que la abstencin en Rusia fue cercana al 36%, lo queno es una cifra horrorosa, pero tampoco es buena. Al casi 64% del voto para Rusia Unida, debe sumrsele el 6.22%del Partido Liberal Demcrata de Rusia (ultranacionalista), que es una pared falsa del Rusia Unida dePutin. Se trata de una falsa opcin electoral que por el momento cumple funciones agitativas contra losprincipales enemigos electorales de Rusia Unida. Esto facilita a Rusia Unida hacer una campaa sino de altura, almenos no tan sucia.

    Un ltimo punto. El Parlamento Europeo ha decidido supervisar las elecciones rusas. Refirindose especficamente alas de la eleccin de la Duma (diciembre 2011), realiza las siguientes observaciones: no se cumpli con las regulacionesde la Organizacin para la Seguridad y Cooperacin Europeas, se dio una abierta connivencia entre el Estado y la organizacin triunfadora, la administracin del proceso no tuvo independencia y fue manipulada, los 500 observadores,nacionales e internacionales, invitados a la eleccin no pudieron cumplir adecuadamente con sus funciones debido ainterferencias y trabas, el resultado de la eleccin (sic!) no favorece introducir mejoras en la funcin y peso de la Duma.En este ltimo punto el Parlamento Europeo se autodeclara zahor. Adems de las observaciones, el parlamento toma nota de las abundantes denuncias de fraude denunciadas, y hace presente que Rusia carece de los procedimientosadecuados para tramitar estos reclamos. Al exigir que se de este trmite advierte que la investigacin sobre las quejasacerca de fuertes irregularidades y trampas podra exigir la repeticin de las elecciones. A continuacin, suaviza el tono admitiendo que el Presidente Medvdev ha anunciado reformas significativas al sistema electoral y que ellas sonurgentes para parar la violacin sistemtica de derechos humanos. Hace hincapi el Parlamento Europeo en que lasmanifestaciones polticas pacficas son manifestacin de la voluntad del pueblo ruso porunas elecciones libres y justas.

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  • Solo dos apuntes en relacin con estas observaciones europeas. La primera es incidental: las manifestaciones polticas pacficas pueden ser parte de una conspiracin subversiva o no serlo. No existe manera apropiadaninguna de apelar a un concepto vaco como voluntad del pueblo ruso para determinar el carcter efectivo de una manifestacin poltica pacfica. Ella se sigue del carcter del proceso en el que se inscribe, con o sinconciencia de ello, la manifestacin. Lo que existe en realidad son manifestaciones legales e ilegales. Las que seinscriben en procesos subversivos son, por definicin, ilegales. Las que se inscriben en procesos parlamentarios, no loson, aunque puedan incurrir en delitos o trasgresiones. El segundo punto es que el acto electoral actual demanda observadores externos, cuando el Estado/gobierno no resulta grato a otros con poderpara disgustarse. El asunto contiene dos cuestiones: los observadores solo observan el da electoral, no los procesosque llevan a l (no es el caso del Parlamento Europeo), o los observadores se ocupan de algunos procesos que llevanal da electoral, pero ignoran/invisibilizan otros procesos sociales que tambin determinan el da electoral: la distribucinde riqueza/propiedad, por ejemplo. Esto hace que su observacin sea politicista y, por tanto, sesgada. En la primerasituacin, los observadores ven solo como la gente vota y aprovechan el viaje para conversar con algunos votantes ofuncionarios. Aqu la observacin resulta ridcula por pomposa e intil.

    Digamos, los procesos electorales, no el da de la eleccin, sino los caminos que conducen a l y lo decantan, resultande complejas situaciones sociales. Sin un esfuerzo por comprender este sistema de relaciones sociales resultaenteramente nominal declarar unas elecciones como democrticas o no democrticas. No es solo la Rusia de Putin la que est en este siglo XXI en el candelero.

    Otros procesos electorales en curso: Estados Unidos y Venezuela

    En noviembre de este ao el presidente en el cargo, Barack Obama, disputar el voto por su reeleccin frente alcandidato republicano Mitt Romney. Habr otros candidatos a la presidencia, pero no tendrn ninguna posibilidad detriunfo ante republicanos y demcratas que se reparten actualmente, por ejemplo, el Senado, con 47 y 51 senadores. Existen dos senadores independientes. En las elecciones en que result electo Obama, votaron 132 y medio millones deelectores. Obama obtuvo de ellos 69.5 millones y McCain casi 60 millones. Como Obama gan en Estados decisivos(Nueva York, Illinois, Pensilvania, Florida y Ohio) por su nmero de electores o compromisarios o porque fueron muy disputados, su victoria en el Colegio Electoral estadounidense (365 votos contra 173) fue mucho ms amplia que ladistancia en el electorado masivo.

    Pero en Estados Unidos el gran elector del Presidente no son los ciudadanos de a pie ni los compromisarios. El juegolo resuelve el dinero. Un clculo tmido y previo del costo de las elecciones presidenciales del 2008 fue el de 1000millones de dlares. Desde 1996 hasta la eleccin del 2008, los costos reconocidos de los candidatos en sus campaaspasaron de casi 500 millones de dlares a ms de mil millones en el 2004. El costo efectivo de la campaa del 2008 fue de 2.400 millones de dlares, de los cuales Obama recibi, como candidato a la presidencia, unos 700 millones. EnEstados Unidos el financiamiento electoral es privado y pblico, siendo este ltimo suplementario del primero. Obamarenunci al financiamiento pblico, al igual que lo hizo McCain despus de ganar la candidatura en su partido y agotarsu financiamiento anterior. El costo global de la campaa del 2008 (primarias, renovacin del Congreso, etctera) superlos 4.500 millones de dlares. El principal desafo de Hillary Clinton en su lucha para obtener la candidatura a lapresidencia por el partido demcrata fue su incapacidad para sostener el gasto de campaa. El actual candidatorepublicano, Mitt Romney, se muestra como un slido competidor en esta rea: ostenta por el momento el record decaptacin de recursos en un solo da, 6.5 millones de dlares para su comit exploratorio!

    Otros dos grandes factores de la eleccin estadounidense son la venta de imagen del candidato (porello la disputa se transforma en espectculo) y la situacin de la economa. Solo la segunda tiene que ver, aunqueindirectamente, con la responsabilidad ciudadana. En cuanto a la venta de imagen, Obama, por ejemplo, o su equipo,supo transformar su desventaja inicial, ser negro, en una ventaja: su color representaba el cambio, uncambio posibilitado por EUA, tierra de esperanzas. La situacin interna de la economa, especialmente el desempleo,puede afectar seriamente la capacidad de Obama para ser reelecto. Tampoco jugarn en su favor lanovedad de su candidatura, como lo fue la del 2008, y el hecho de que su mandato no ha significado realmente el cambio prometido. Este punto tiene que ver con el entusiasmo que despert el discurso deObama entre los jvenes y los grupos desfavorecidos por el american way of life.

    Un aspecto menor, pero importante, es que la mayora de los votantes estadounidenses es de tierraadentro, es decir aldeano. Pese al peso geopoltico de su pas y a la importancia que puede tener para una eleccin presidencial ganar o perder una guerra, o retornar los soldados a casa, el inters predominante se centra en losgobiernos locales o estatales. El referente presidencial resulta menos convocante. As, el eje de abstencinestadounidense se ubica en el ltimo medio siglo alrededor del 50%, colocndose con frecuencia varios puntos porencima de este porcentaje. Esta situacin tambin puede perjudicar a Obama en su reeleccin porque el porcentaje de

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  • abstencin para su eleccin fue notablemente bajo, 42.63%. Habra que agregar, en relacin con el punto, que en lamayora de estados en que en este ao coinciden las elecciones internas con la disputa presidencial los gobernadoresque defienden su mandato son de filiacin demcrata lo que tambin puede redundar en una prdida de votoscompromisarios para Obama.

    Como dato curioso, dentro del tpico del provincianismo estadounidense, cabe recordar que Obama levant sucandidatura con un lema que a sus compatriotas les pareci original y motivante: Yes We Can, lema que fue convertidoen cancin. El S Se Puede lo conocen los latinoamericanos desde la dcada de los noventa del siglo pasado y casi todoel mundo por ac lo puede asociar con el discurso neoliberal emergente. Hoy se grita principalmente en los estadios.Hizo inicialmente referencia a que el subdesarrollo es asunto mental y puede superarse con la sola voluntad.

    En el 2008, y para el medio estadounidense, Obama fue un buen candidato. El cineasta Michael Moore condens as elentusiasmo que levant el triunfo demcrata: "Un afro americano fue elegido presidente de los Estados Unidos. Todo esposible! Podremos rescatar nuestra economa de las temerarias manos de los ricos y devolverla a la gente. Todo esposible! Todos los ciudadanos tendrn garantizado el acceso al servicio de salud. Todo es posible! Los que hayancometido crmenes de guerra sern juzgados. Todo es posible". Yes We Can. Por supuesto se trat de esperanzas queObama, ni ningn presidente estadounidense, del color que fuese, podra llenar. Baste recordar que Obama noconsigui cerrar Guantnamo ni otros recintos secretos de tortura, ni su poder alcanza para castigar a los militares porsus crmenes de guerra, ni logr tramitar adecuadamente un plan de seguridad social significativo y que los msopulentos en su pas, y quienes giran en torno a ellos, han hecho buenos negocios con una crisis de la que sonresponsables. Si de Amrica Latina se trata, la administracin Obama consinti y finalmente aval el golpe de Estado enHonduras. Es probable que las intervenciones militares en Irn y Siria estn pospuestas para despus de las elecciones. Esto no tiene que ver con que Obama posea un carcter o guerrerista o tierno. Lo que ocurre es que elpoder de un Presidente en Estados Unidos es limitado por otros poderes fcticos dentro de los cuales no figuran unavoluntad ciudadana ni una sensibilidad democrtica. El capital es Csar, no el presidente. Los juegos de poder delCsar efectivo se configuran mediante intereses geopolticos y corporativos. La personalidad de los presidentes deEstados Unidos, o su raza, tiene escasa relacin con las tramas de esos intereses objetivos, aunque,desde luego, no ser blanco, debilita. El capital, esta vez mundial, les exige a estos presidentes cumplir con su deber. Si para ello deben renunciar a sus sueos, tanto peor para ellos. Sern despreciados, pero tambin recompensados.

    El adversario republicano esta vez est mejor posicionado en el punto de partida que McCain/ en la derrota anterior.Desde luego, Obama lleva la ventaja de tener un equipo que supo ser exitoso en la campaa del 2008. Pero Mitt Romney, con 65 aos, no es un anciano al borde de salir de la poltica (cosa que ocurrira si es derrotado), ya mostr sucapacidad para convocar financiamiento generoso, es blanco, gerente exitoso, agente financiero,millonario, abandon voluntariamente al final de su primer perodo el cargo de Gobernador de Massachusetts,responsabilidad que ejerci con xito: sane las finanzas pblicas y tuvo gestos hacia los sectores socialesespecialmente en el rea de salud. Algunos de sus principales detractores se encuentran en el seno de su partido,aunque finalmente tambin votarn por l. A los ms conservadores dentro de los republicanos, Romney no lesparece suficientemente de ellos. Es decir, lo sienten tibio en cuestiones de impuestos y guerras, casi unObama blanco. Ya sabemos que esta ltima apreciacin es falsa. Todos los presidentes de EUA setornan blancos, solo que algunos lo son ms que otros.

    En todo caso, ser una competencia dura, un buen espectculo, tal como les gusta a las minorasciudadanas que sufragan por all. Que el espectculo meditico y de actos pblicos tenga poco que ver con unaciudadana efectiva y con el rgimen democrtico de gobierno es otra cosa. Y si alguien por ac espera que reelectoObama o electo Romney cambie algo de la poltica estadounidense hacia Amrica Latina puede seguir soando en lamisma postura. Este tipo de vnculos los resuelve globalmente una economa mundializada y una geopoltica feroz cuyalgica es la de un capital transnacionalizado y financiero. Para este Csar, Amrica Latina no es interesante porque sus Estados/gobiernos siempre, o casi, han mostrado su anuencia y hasta felicidad agradecida porque as sea el mundo.

    Otro desenlace electoral se producir este ao en Venezuela, un mes antes que la resolucin estadounidense. Estninscritos casi 19 millones de ciudadanos (la poblacin total de Venezuela es de menos de 28 millones). Se trata, como laestadounidense, de una eleccin con solo dos candidatos (efectivos). Solo que la eleccin venezolana est polarizada yla estadounidense no. All no cambia mucho quien gane. Ac, s. Hugo Chvez busca su tercera reeleccinconsecutiva. Lo enfrenta Enrique Carriles. En la eleccin, Chvez es candidato por un Gran Polo Patritico, un frenteque liga electoralmente a ms de 20 partidos y sectores sociales y que comprende a comunistas, indigenistas,chavistas, antiimperialistas, marxistas, izquierdistas, bolivarianos, etctera. Alguien podra insinuar que esos nombresindicaran algo comn y que la existencia de este conglomerado podra reducirse a algunos denominadores bsicos,pero cada uno de los partidos y movimientos ha deseado preservar su identidad y no ser subsumido en una etiquetams amplia. El punto deba llamar la atencin sobre la calidad del trabajo poltico popular que se realiza en Venezuela

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  • (desde al menos 1999), pero esto no parece ser algo que interese en exceso a los venezolanos. De modo que el GranPolo se compone de muchos diversos, lo que es adecuado cuando expresa la diversidad socio-cultural, pero resulta undesafo cuando se imagina/piensa/proyecta una idea-poltica-de-pas. Pero si el punto interesa poco a los ciudadanos ysectores sociales populares venezolanos, y a su gobierno, pues no existe una razn prctica para que l debapreocuparnos aqu.

    En el otro polo est el candidato Enrique Carriles. Es el lder electoral de la Mesa de la Unidad Democrtica, unacoalicin de partidos polticos de inspiracin socialdemcrata, democristiana, centristas, marxistas (s, marxistas), oligarcasy conservadores, reunidos bsicamente por su oposicin al actual gobierno de Chvez y por la necesidad de o ganarlas elecciones o de propinarle su primera gran, en tanto irreversible, derrota poltica. La Mesa de la UnidadDemocrtica es de creacin reciente (enero del 2008) y tiene un propsito nuclearmente electoral. En el mediano y largo plazo la ciudadana venezolana no puede esperar nada constructivo de ella. Como en todas las agrupacionesmeramente electorales, en especial si son solo anti con dominio conservador, la Mesa de Unidad Democrtica ser,si triunfa, una olla de grillos y apetencias. Y la pregunta obvia es si se puede esperar algo, en el mediano y largo plazo,del triunfo del Gran Polo Patritico o si ste no es tambin una gran olla de grillos solo que con una tapa ms ajustada.

    Enrique Carriles, el adversario electoral de Chvez, es un hombre joven, con una carrera poltica significativa (Alcaldede Baruta y Gobernador del estado de Miranda). Proviene de una familia gran-empresaria y se ha mostrado valiente ensu desempeo como opositor. Fue electo como candidato para este 2012 en una eleccin primaria de la Mesa de la Unidad Democrtica y, segn el conteo, alcanz en ella 1 milln 911.648 votos, lo que el signific el 63% de los sufragios.Se recordar que Chvez obtuvo en su primer triunfo electoral (1998) 3.673.685 votos. En el segundo (2000), logr3.757.773. En el tercero (2006), en el que las principales fuerzas opositoras decidieron no participar, 7.309.080. Si exceptuamos este ltimo resultado, que podra considerarse anmalo, Carriles, segn el conteo de sus correligionarios,no estara tan lejos en las votaciones.

    El Gran Polo Patritico lidera los sondeos de opinin de las encuestadoras que lo favorecen. Las encuestadoras de laMesa de la Unidad Democrtica preguntan en cambio si la gente est de acuerdo con la administracin de Chvez ycon prolongar su mandato hasta por tres dcadas. Segn estos ltimos sondeos, la mayora (las cifras varan, desdems del 90% las ardorosamente militantes, hasta alrededor de un 50% las ms prudentes) rechaza la labor delpresidente actual aunque la encuesta no pregunta si ello lo llevar a votar contra l. Se trata del espectculomeditico de los eventos electorales y de presentar una imagen ganadora porque el triunfo atrae y la derrota aleja oparaliza. Los adeptos y dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrtica estiman que las cifras muestran que ambascandidaturas poseen alrededor del 35% de decisiones firmes de voto y que la lucha no est resuelta an. Es probableque los sondeos ms serios les digan que van atrs en intencin de voto y que necesitan avanzar terreno paraobtener reconocimiento poltico y hasta reclamar fraude electoral al mundo (la OEA no tiene capacidad ni voluntad para intervenir en estos casos, pero la OTAN podra estar disponible), si es que no se consigue una victoria ajustada.

    La enfermedad, al parecer grave, del principal dirigente del proceso actual, y presidente en ejercicio, Hugo Chvez,ha introducido mayor ruido a un proceso bullicioso e inscrito mayoritariamente todava en la Guerra Fra. Para el poloque repudia a Chvez, su muerte constituira un triunfo poltico. Para los menos ubicados, el triunfo poltico. Una especie de Juicio de Dios. Justo, por tanto. Pero electoralmente, de cara a la gente, se sostiene que Venezuelarequiere de un presidente sano. Otros planteamientos podran resucitar al enfermo/muerto. En el otropolo se ha podido leer en la prensa (puede ser falso) que Chvez asiste a ceremonias religiosas para pedir a Dios porsu salud. Si estas noticias son efectivas un amigo o asesor debera susurrarle al odo: Vivirs para siempre en tupueblo si tu proceso ha sido bueno para l y contina. La razn para esta sugerencia es sencilla. Dios ha siempre reaccionario en Amrica Latina y seguro matar a Chvez. Y despus aplastar a su pueblo. Si es que ste se dejaaplastar. Es lo que dice la sociohistoria de Amrica Latina. Si Venezuela no ha construido las bases para unaalternativa a esta historia, pues correr la suerte conocida, sane o muera Chvez.

    Retornando a cuestiones menos lbregas que enfermedades, muertes, aplastamientos y juicios de dios, recordemosque la suerte o camino de los procesos populares no se resuelve en eleccin puntual ninguna. No al menos en su inicio.Lo decide la capacidad de fuerzas sociales para contribuir a producir una cultura popular que transforme el ethos socialde la sociedad y con ello su nomos (orden/desorden). Los politlogos le llaman a esto generar una slida yvibrante/pujante hegemona alternativa y dominante. Si se logra esto, se pueden perder elecciones. Los ganadoresdebern gobernar dentro del ethos imperante, ahora popular, y los sectores populares recuperarn el gobierno, mstemprano que tarde. As, las elecciones, en cuanto tales, no constituyen el principal desafo para los sectores populares(trabajadores asalariados, campesinos, sectores cooperados, capas medias empobrecidas, indgenas, negros ymulatos, mujeres, pequeos propietarios endeudados, etctera). ste consiste en que ellos orgnicamente crean quetienen la capacidad para hacer una historia diferente/alternativa por s mismos, que pueden darse los instrumentos paracomunicar esta creencia y convocar a otros sectores sociales, y que testimonien su capacidad organizativa y

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  • comunicativa con efectivas, aunque procesuales, transformaciones institucionales radicales. Pueden inclusoequivocarse porque estas fuerzas populares, as imaginadas, tienen capacidad de dialogo y, por ello, pueden reconocererrores, y corregirlos, sin mayor problema. Pero, tambin, estas fuerzas no caen del cielo. Hay que trabajarlaspolticamente. Tienen que trabajarse polticamente a s mismas y autotransferirse poderes.

    A la distancia, esto es lo que uno querra para Venezuela. Pero a la distancia asimismo, pareciera que no es surealidad actual tampoco. Si no lo es, toca poner toda la energa para ganar esta eleccin, aprovechar lo que resta defase pre-electoral para avanzar en organizacin popular autnoma y sistemtica (es un buen momento para ello), elevarla pasin por el cambio y, despus de la pelea slidamente dada, reiniciar el trabajo constante de construir hegemonapopular y pas/nacin justos, tambin por popular, con horizonte democrtico y republicano.

    Sera impropio no recordar que la Repblica Bolivariana de Venezuela, en el discurso de sus actuales dirigentes, se ha propuesto avanzar hacia un pas distinto, inclusivo, donde la explotacin y las discriminaciones pasen a constituir algode un pasado que ya no retornar. Estos son caracteres de un proceso revolucionario. Pero habr que considerarque la actual dirigencia venezolana lleg adonde est por medio de un proceso electoral (trabajo poltico antecedente) yque, a travs de otras consultas electorales, se ha logrado cambiar la Constitucin, proponer un nuevo tipo de vnculopara los pueblos latinoamericanos y avanzar en trminos de organizacin popular. Pero el proceso ha sidoparlamentario. Ningn enemigo ha sido abatido en una guerra revolucionaria, ni aplastado socialmente porque en losprocesos parlamentarios no existen enemigos. Los que se proponen serlo son sediciosos y los circuitos judicialesdeben ocuparse de ellos. Si son actores forneos, se les debe denunciar en las instancias pertinentes por violar lasnormas del derecho internacional. En los procesos con carcter parlamentario no hay enemigos, excepto los sealados. Existen opositores. A ellos se les enfrenta polticamente. Golpendolos con convicciones, razones yrealizaciones hasta tornar indefendibles sus posiciones. Y consiguiendo que los sectores populares asuman esaindefendibilidad como algo propio. La lucha se resuelve en la sensibilidad bsica de la gente.

    En este tipo de procesos populares con base parlamentaria lo que no se hace (o no debe hacerse) es polarizar a lapoblacin. Chile, en los setentas del siglo pasado, fue una experiencia de cambio que se quiso popular. El pas fue polarizado por actores locales e internacionales, iglesias incluidas. La experiencia sobrevivi tres aos. Lamencionamos por ser la ms reciente y dramtica. Pero est lejos de ser la nica. Venezuela tiene ya ms de unadcada de proceso. Su Ejrcito, depurado, se ha mostrado leal a la nueva institucionalidad. Una polarizacin interna nole conviene a los sectores populares porque, aqu s, los enemigos son globales/locales, brutos e implacables. Ademsse han acostumbrado a que sus crmenes queden impunes y se celebren como democrticos.

    Es claro que la polarizacin de fuerzas en Amrica Latina no depende nica ni principalmente de los sectorespopulares ni de sus organizaciones y dirigencias. Existen sectores internos slidamente reacios a cualquier cambio ysuelen tener poder cultural sobre segmentos de la poblacin que no deberan apoyarlos. No deberan, pero los apoyan ycon fervor. Existen poderes internacionales y transnacionales que tambin adversan a los procesos con contenidopopular. Los consideran irracionales. A las fuerzas populares y a sus dirigentes conviene no echar ni carbn ni petrleo aese fuego complejo. Por supuesto es ms fcil decir esto que hacerlo. Pero las polarizaciones en Amrica Latina han significado siempre debacles para los sectores populares comprometidos en procesos parlamentarios. Y no semencione aqu al proceso cubano porque l lleg hasta donde ha llegado mediante una lucha poltico-militar. En Cubalos procesos electorales tienen otra significacin. En ellos la revolucin, signifique lo que signifique, no est en juego.Habr que trabajar sin pausa y con ardor y sabidura para hacer que en Venezuela, en algn momento del futuro, laselecciones pasen a significar democrticamente una cosa distinta a obtener mejores nmeros en las urnas.______________________________ Junio del 2012.

    Pensar Amrica Latina

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