PROGRAMAS ENFOCADOS A DISMINUIR LOS ORÍGENES DE LA ... · Se suman las resistencias y dificultades...

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PROGRAMAS ENFOCADOS A DISMINUIR LOS ORÍGENES DE LA VIOLENCIA Y QUE PROPICIEN EL COMPROMISO ACTIVO DE LOS JÓVENES CON SUS COMUNIDADES DE ORIGEN, LA CONVIVENCIA PACÍFICA Y LA NO VIOLENCIA.

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PROGRAMAS ENFOCADOS A DISMINUIR LOS ORÍGENES DE LA VIOLENCIA Y QUE PROPICIEN EL

COMPROMISO ACTIVO DE LOS JÓVENES CON SUSCOMUNIDADES DE ORIGEN, LA CONVIVENCIA

PACÍFICA Y LA NO VIOLENCIA.

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HONORABLE CABILDO

Dr. Javier Duarte de OchoaGobernador del Estado de Veracruz

Lic. Elizabeth Morales GraíciaPresidenta Municipal Constitucional

Mtra. Rosa Luna HernádezSíndica

Lic. Jaime Cisneros González, Regidor ILic. Aníbal Pacheco López, Regidor II

Lic. Miguel Ángel Cabrera Gordillo, Regidor IIILic. Xavier Enríque Chávez Rosales, Regidor IV

Lic. Corintia Cruz Oregón, Regidora VC. Alberta Hernández Vilchis, Regidora VI

C. P. Francisco Morales Sarmiento, Regidor VIILic. Omar Guillermo Miranda Romero, Regidor VIII

Lic. José Alfredo Corona Lizárraga, Regidor IXLic. Mayra Teresita Cortés Rodríguez, Regidora XLic. María Teresa Bernal Velázquez, Regidora XI

Lic. Moisés Vázquez Cuevas, Regidor XIILic. Bolívar Mundo Arias Olguín, Regidor XIII

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DIRECTORIO

JAVIER DUARTE DE OCHOAGobernador Constitucional del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave

ADOLFO MOTA HERNÁNDEZSecretario de Educación de Veracruz

DENISSE USCANGA MÉNDEZSubsecretaria de Educación Media Superior y Superior

OSVALDO PÉREZ PÉREZDirector General de Telebachilleratos de Veracruz

ELIZABETH MORALES GARCÍAPresidenta Municipal del H. Ayuntamiento de Xalapa, Veracruz

“Este Programa es de carácter público, no es patrocinado ni promovido por partido político alguno y sus recursos provienen de los impuestos que pagan todos los contribuyentes. Está prohibido el uso de este Programa con fines políticos, electorales, de lucro y otros distintos a los establecidos. Quien haga uso inde-bido de los recursos de este Programa deberá ser denunciado y sancionado de acuerdo con la ley aplicable y ante la autoridad competente”

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H. AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE XALAPA, VERACRUZ.Juan de la Luz Enríquez s/n, esquina con callejón de Rojas, colonia Centro, C.P. 91000. Xalapa, Veracruz, México.Teléfono: 01(228) 842-12-82www.xalapa.gob.mx

CoordinaciónLic. Leticia Montiel EgremyCoordinadora de Planeación de Proyectos y Evaluación Gubernamental del H. Ayuntamiento de Xalapa, Veracruz.

ElaboraciónSalud y Género A.C.

Revisión, Corrección y Diseño EditorialUnidad de Ediciones y Publicaciones del H. Ayuntamiento Constitucional de Xalapa, Veracruz.

Febrero2013

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN......................................................................................................................6

PRIMERA PARTEPROYECTO ENCAMINADO A LA ELABORACIÓN DEL PROGRAMA

1. JUSTIFICACIÓN..................................................................................................................82. MARCO JURÍDICO..........................................................................................................113. OBJETIVOS DEL PROYECTO...........................................................................................13 3.1 OBJETIVO GENERAL..........................................................................................13 3.2 OBJETIVOS PARTICULARES ..............................................................................134. METODOLOGÍA IMPLEMENTADA PARA LA REALIZACIÓN DEL PROYECTO.............14 4.1 DEFINICIÓN DEL PROYECTO PARA LA ELABORACIÓN DEL PROGRAMA....15 4.2 DESTINATARIAS Y DESTINATARIOS................................................................16 4.3 DIMENSIONES CONCEPTUALES......................................................................165. OPERACIÓN DEL PROYECTO...........................................................................................19 5.1 DIAGNÓSTICO POR INSTITUCIÓN....................................................................19 5.2 METODOLOGÍA PARA LA INTEGRACIÓN Y APLICACIÓN DE LA ENCUESTA................................................................................................................20 5.3 DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO........................................................................20 5.4 ELABORACIÓN DEL PROYECTO POR ESCUELA...............................................22 5.5 INTERVENCIÓN EN EL ENTORNO COMUNITARIO..........................................23 5.6 CRONOGRAMA..................................................................................................246. RESULTADOS....................................................................................................................257. JORNADA JUVENIL POR UNA CULTURA DE PAZ...........................................................26

SEGUNDA PARTEELABORACIÓN Y PROPUESTA DE EJECUCIÓN DEL PROGRAMA

8. SEGUIMIENTO DEL PROGRAMA Y DE PROYECTOS EN CADA ESCUELA........................279. OBJETIVOS DEL PROGRAMA..........................................................................................28 9.1 OBJETIVO GENERAL.........................................................................................28 9.2 OBJETIVOS PARTICULARES..............................................................................2810. OPERACIÓN DEL PROGRAMA......................................................................................2811. ACCIONES PRINCIPALES...............................................................................................29 12. EL COMITÉ ESCOLAR....................................................................................................31 12.1 COMPOSICIÓN..........................................................................................,......31 12.2 APOYO Y ASESORÍA........................................................................................31 12.3 FUNCIONES..................................................................................................,...31FUENTES CONSULTADAS................................................................................................,...32ANEXOS..................................................................................................................................34

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INTRODUCCIÓN.

El fenómeno de la violencia no es actual, desde diferentes enfoques históricos se ha con-siderado un elemento que caracteriza a las sociedades y que constituye aspectos como la fuerza, el sometimiento, la agresividad, etcétera; siendo los Estados quienes tienen la atribución de contenerla y establecer los mecanismos idóneos para la coexistencia pací-fica de la población que los integra. Sin embargo, este fenómeno se ha visibilizado actualmente, ante los efectos de la globali-zación, el incremento del uso y acceso de las tecnologías de comunicación e información y ante los resultados de diversos diagnósticos elaborados a nivel mundial, interamericano y nacional, donde se desprende que el ejercicio de la violencia desmedida implica fre-cuentes violaciones a los derechos humanos de las y los individuos.

Siendo la violencia el motor del resquebrajamiento de la convivencia pacífica y la cohe-sión social, es necesario realizar trabajos encaminados a erradicarla, a través de progra-mas y acciones específicas aplicables a diversos grupos o sectores sociales, dependiendo la incidencia con la que se comete.

En efecto, la violencia que se presenta en el entorno de la ciudad capital del estado de Veracruz, constituye un problema de creciente interés y preocupación para el gobierno municipal y la ciudadanía; sí bien es cierto que ésta afecta a la totalidad de la población, resulta fundamental la comprensión de que uno de los sectores donde más incide es en la juventud, ya que nuestro municipio es considerado como un lugar donde conviven mayormente las y los jóvenes, al ser una territorio donde confluyen diversos sistemas educativos en la zona centro del estado, y de alto impacto educativo regional.

La revisión de la problemática y su análisis, resultan hoy complejos y exceden los marcos tradicionales de respuesta, ya que existen otros factores que intervienen de manera im-portante, como espacios socializadores nuevos, entre los que destacan los medios elec-trónicos de comunicación, el Internet a través de las redes sociales, los teléfonos celula-res, etcétera; donde las madres, padres de familia y las autoridades escolares, en muchas ocasiones se ven superadas ante estos nuevos acontecimientos y por ende desconocen los usos y alcances que se desprenden de estos factores.

El tema es difícil de tratar y el problema requiere intervenciones múltiples. Sin embargo, se tienen que generar los precedentes necesarios con políticas públicas municipales que incidan en el fenómeno. A partir de este planteamiento, se deriva el programa que ahora se presenta, y que ha sido ejecutado a través de un trabajo de intervención con jóvenes de algunos telebachilleratos ubicados en el municipio de Xalapa, pertenecientes a la

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Dirección General de Telebachilleratos de la Secretaría de Educación de Veracruz, quien con su colaboración y el apoyo del personal directivo, docente y administrativo, así como las madres y padres de familia de estudiantes de estos planteles escolares, permitió ge-nerar los insumos para la elaboración del presente documento.

La finalidad de la realización de este proyecto, es generar un compromiso activo de las y los jóvenes con la convivencia pacífica y la no violencia, basado en una propuesta de intervención socio-educativa, que sea continuo y replicable.

El Programa inicia con la elaboración de un diagnóstico participativo que se generó a tra-vés de diversas actividades lúdicas y talleres realizados con las y los jóvenes estudiantes, donde los resultados obtenidos y sistematizados permiten ubicar los temas prioritarios en los cuales se debe incidir con posterioridad.

Posteriormente viene la fase de intervención, donde nuevamente a través de metodolo-gía de talleres participativos, se hace la devolución del diagnóstico a las y los participan-tes, y se implementan temas especializados en los denominados “Talleres para la paz” con los temas acordes al diagnóstico de cada escuela o caso, con temas como bullying, adicciones, solución pacífica de conflictos, masculinidad y violencia, etc.

El programa concluye con una actividad de convivencia masiva, que en este caso deno-minamos “Jornada por una Cultura de Paz”, en el cual tomaron parte la totalidad de las y los jóvenes que se involucraron en el Programa. En este evento se procura la convivencia e intercambio de experiencias entre todos los y las participantes.

La segunda parte del documento que aquí se presenta, expone un modelo de Programa de Prevención Social de la Violencia, resultado de la experiencia mencionada anterior-mente. Su implementación en más escuelas permitirá dar continuidad y permanencia de las acciones en torno a la generación de una Cultura de Paz en los planteles educativos y en las comunidades a las que pertenecen.

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PRIMERA PARTEPROYECTO ENCAMINADO A LA ELABORACIÓN DEL PROGRAMA

1. JUSTIFICACIÓN.

La reflexión actual sobre la educación de las y los jóvenes, tiene como punto de partida el hecho de reconocer los múltiples y vertiginosos cambios que vive la sociedad actual. Los principales signos de estos tiempos son la institucionalización del cambio y la centralidad del conocimiento como motor del crecimiento, y ambos factores colocan a la juventud en una situación privilegiada para aportar al desarrollo.

Sin embargo, las instituciones han quedado desfasadas en cuanto al devenir de esta diná-mica y todavía no han adaptado los mecanismos de respuesta para las transformaciones que se han producido. Todo ello ha significado, para la juventud, perplejidad e insegu-ridad sobre el futuro. Este escenario, sumado a la desconfianza hacia las instituciones, genera un proceso de confrontación interna y colectiva sobre los nuevos códigos éticos y las actitudes que se deben tener para una nueva generación.

La juventud se encuentra poco motivada y con un creciente desinterés por lo que se ofrece en las instancias educativas, centros de trabajo, espacios culturales, de esparci-miento y recreación, al encontrar poca identidad e insuficiencia en la oferta social. Los nuevos tiempos han creado tensiones entre la juventud y su entorno. Es frecuente es-cuchar sobre su oposición al autoritarismo de casa y al verticalismo de la escuela, pero no encuentran referentes más que en el grupo de pares, que suele afrontar problemas idénticos.

Se suman las resistencias y dificultades de familiares, docentes y autoridades para asumir y entender esos cambios, lo que complica se asimilen los valores de la tolerancia, respeto y la inclusión en su diaria convivencia.

Por ello los esfuerzos de los programas actuales enfocados a la atención de jóvenes, de-ben orientarse hacia dispositivos que promuevan actividades encaminadas al desarrollo juvenil, entendido como el desarrollo de competencias y habilidades para la vida, la con-vivencia pacífica, la construcción de autonomía, libertades para el ejercicio de los dere-chos, y el fomento a las oportunidades de estudio y empleo.

Un modelo formativo de esta naturaleza, hace necesario lograr la mayor articulación entre un conjunto de acciones que permiten atenuar situaciones de riesgo y vulnerabili-dad, generando efectos sinérgicos y un círculo virtuoso que concierna, integre, a todos los actores (jóvenes, madres y padres de familia, docentes, autoridades educativas,

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instituciones municipales y estatales, entre otros) para realizar acciones de prevención y fortalecimiento de factores protectores, en las que el proceso escolar y el desarrollo general de la juventud encuentre las condiciones para su progreso y genere una cultura de paz y no violencia.

La relación juventud-violencia forma parte de las construcciones colectivas desde las cuáles la mayoría de las sociedades actuales, se relacionan con los mundos de vida juve-niles, en donde las instituciones establecen una relación mediada por el temor y la des-confianza, reforzando así, aún sin pretenderlo, la asociación de jóvenes con fenómenos sociales de mayor complejidad, como el consumo de drogas y las conductas delictivas.

De esta manera, las instituciones educativas se dirigen a las juventudes con una gran am-bigüedad, debatiéndose entre una visión altamente optimista respecto a su papel en la llamada sociedad del conocimiento y una gran carga de prejuicios, miedos y desconfian-za ante la dificultad de comprender y dialogar con las nuevas generaciones, inmersas en contextos culturales cambiantes, sujetas a una gran diversidad de influencias que sienten que escapan a su control.

Como lo señala el informe de la Comisión Económica para América Latina y la Organiza-ción Internacional de la Juventud (CEPAL/OIJ), paradójicamente estamos ante nuevas realidades juveniles altamente contrastantes: un mayor protagonismo juvenil, debido a su acceso a las tecnologías de la información, por un lado; y por el otro, las y los jóvenes de estratos populares urbanos enfrentan un nivel de riesgo de exclusión social histórica-mente inédito. Dicha condición juvenil se nutre de muchas otras dimensiones problemá-ticas, ligadas a las crisis de los sistemas tradicionales de socialización juvenil.

Estamos ante la constitución de nuevas subjetividades en las y los jóvenes, en las cuales los medios electrónicos juegan un papel central, los saberes son cuestionados y puestos a prueba, la estabilidad de las posiciones y de ubicación en los procesos económicos y la-borales se diluye, las seguridades educativas o de salud se cancelan y sobrevienen nuevos procesos contra-culturales. La violencia pareciera ser un componente estructural de las sociedades actuales, cuyas dinámicas profundas y modalidades necesitan ser compren-didas por el personal docente y por las madres y padres de familia, como condición para fortalecer su rol educador de cara a la situación de vulnerabilidad social en la que vive un sector importante de la juventud, así como para generar nuevas formas de relación y prácticas sociales que les permitan aportar en la construcción de un imaginario no violento.

Este tema aparece cotidianamente en los medios de comunicación, en la conversación de la gente, en la experiencia propia de las juventudes, especialmente los de ciertas regiones del país, y en la preocupación de las áreas de gobierno encargadas de la juventud.

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De pronto pareciera ocupar una centralidad que invisibiliza otros temas económicos, so-ciales y culturales. La violencia es un tópico del que se habla mucho, pero del que se in-vestiga y se comprende muy poco, reproduciendo imágenes y temores proyectados por los ya mencionados medios de comunicación. Se llega, así, a una percepción en donde la mejor seguridad se encuentra en el miedo que tiende a evitar todo. Éste va siendo parte de la vida cotidiana de nuestras sociedades, con su carga de irracionalidad y angustia. Por eso la intervención para romper este círculo vicioso, debe ser contundente e intervenir directamente como agente de cambio social.

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2. MARCO JURÍDICO.

Los pactos y declaraciones internacionales adquieren el carácter de Ley Nacional cuando son ratificados por los poderes Legislativo y Ejecutivo y, por tanto, pueden ser referidos como documentos externos o como parte del cuerpo legal mexicano. La Declaración Universal de Derechos Humanos es un referente fundamental dentro del Sistema de Derecho Internacional para las leyes nacionales y locales.

México participa en el objetivo universal de difundir y proteger el pleno goce de los derechos humanos. Por eso ha promovido la creación de organismos que se encargan de velar por ellos, tanto en el orden federal como en los estados de la República.

El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 define como uno de sus objetivos, el establecer políticas públicas transversales que garanticen las condiciones necesarias para el desarrollo integral de los jóvenes. Este objetivo contempla estrategias enfocadas a fortalecer a la familia para fomentar el bienestar juvenil y su debida integración a la sociedad. Destaca, por otra parte, la necesidad de edificar una cultura cívico-democrática que fomente la participación de las y los jóvenes ciudadanos en los asuntos públicos, así como una conciencia plena sobre la importancia del respeto a los derechos humanos, la no discriminación y la no violencia. Se pretende sumar así a la sociedad, jóvenes tolerantes, plurales, conscien-tes de sus derechos y responsables en el cumplimiento de sus responsabilidades, con su entorno y consigo mismos. El mismo PND contempla como un objetivo el fomentar el desarrollo de una cultura de la legalidad, reforzando el diseño e impartición de programas educativos para la población, orientados a reforzar la cultura cívica, el apego a la legalidad y el conocimiento del derecho.

En el año 2011, tuvo lugar en México un cambio histórico: el Congreso aprobó varias modificaciones que por primera vez reconocen expresamente los derechos humanos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El nuevo texto exige a todas las autoridades que respeten los tratados de derechos humanos internacionales de los que México es firmante en los puntos en que dichos tratados sean más amplios que las “ga-rantías individuales” que actualmente contiene la legislación nacional. En la versión en-mendada, el Artículo 1º de la Constitución reconoce los derechos humanos en general e incorpora legislación internacional.

No obstante, se establecía aún antes de esta reforma en la Carta Magna, el “promover el valor de la justicia, de la observancia de la Ley y de la igualdad de los individuos ante ésta, así como propiciar el conocimiento de los derechos humanos y el respeto a los mismos”.

La Constitución Política del Estado de Veracruz dedica su Capítulo II a los Derechos Humanos, incluyen-do la obligación del Estado de fomentar procesos educativos en torno a una cultura que fomente la paz.

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Finalmente, el Reglamento de Policía y Gobierno del Municipio de Xalapa, señala entre otras disposiciones, la siguiente: “las relaciones entre las autoridades municipales, los servidores públicos, los empleados municipales y la población del Municipio se llevarán a cabo respetando la dignidad de la persona y acatando la Ley, lo cual es fundamento del orden público, la paz social y el bien común”.

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3. OBJETIVOS DEL PROYECTO

3.1 Objetivo General.

— Generar un programa enfocado a disminuir los orígenes de la violencia y que propicie el compromiso activo de los jóvenes con sus comunidades de origen, la convi-vencia pacífica y la no violencia.

3.2 Objetivos particulares.

— Crear grupos de jóvenes activos que, a partir de un proceso formativo lúdico se transformen en agentes de cambio social positivo, promotores de la convivencia pacífica y de la cohesión social y comunitaria. — Conformar un dispositivo de intervención educativa que favorezca la creación de un clima de inclusión y equidad que contribuya a que las y los jóvenes enfrenten las diversas situaciones de riesgo. — Promover la reflexión acerca de las situaciones de riesgo y violencia que se presentan en la vida de las y los jóvenes; y, los recursos con los que cuentan o factores de protección que disponen. — Promover la participación de las y los jóvenes en la vida social, favoreciendo la convivencia democrática, el respeto a las diferencias individuales, el fomento de la soli-daridad y el rechazo a la discriminación. — Facilitar procesos de coordinación y participación de todas y todos los actores de la comunidad educativa que posibiliten su implicación en la prevención de situaciones de violencia. — Crear un espacio para que las y los estudiantes manifiesten su sentir respecto a cualquier forma de violencia o discriminación, por medio de Jornadas por una Cultura de Paz y no violencia en la escuela o comunidad.

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4. METODOLOGÍA IMPLEMENTADA PARA LA REALIZACIÓN DEL PROYECTO.

El marco metodológico en el que se inscribe el Programa fue a través de la participación y generación de acciones colectivas que permitieron el involucramiento de las y los jóve-nes en los procesos a desarrollar. A partir de la definición como participantes de cinco te-lebachilleratos ubicados en zonas de nivel socioeconómico bajo, del Municipio de Xalapa:

— Chiltoyac — El Castillo — Colonia Higueras — Colonia Moctezuma — Colonia Plan de Ayala

Estas instituciones educativas, a diferencia de otras que están más cerca del centro de la ciudad, cuentan con recursos más limitados; además, se caracterizan por atender a jóve-nes que integran la población de escasos recursos económicos y en los que la violencia, en sus diferentes manifestaciones, es una problemática frecuente.

Aunque no es su objetivo, los telebachilleratos se caracterizan por recibir además a jó-venes que han sido rechazados de otros sistemas o que han sido estigmatizados como “problemáticos” en otros espacios escolares.

Por ello, una de las razones principales fue el hecho de que al trabajar con este tipo de escuelas, se contó con población cautiva, asegurando la participación continua de las y los mismos jóvenes a lo largo del proceso socio-educativo, y toda vez que el rango de edad en que se asiste al bachillerato es de 15 a 18 años, es que los jóvenes se encuentran en mayor riesgo de involucrarse en problemáticas de violencia, adicciones, pandillerismo, delincuencia, etcétera, siendo al mismo tiempo un sector poco atendido por las institu-ciones de seguridad especializadas en estos temas.

Al inicio del proyecto se pensó en hacer una selección de las y los jóvenes que enfrentaran ya alguna problemática, posteriormente se pensó en trabajar solo con un grupo de segundo semestre por escuela. No obstante, al presentar la propuesta de trabajo a la supervisión escolar y al personal directivo y docente, se acordó desarrollar las actividades con más grupos e incluso, con la totalidad del alumnado. Sin embargo, a lo largo del proceso de aplicación, se detectaron jóvenes con características particulares de liderazgo, a quienes se les involucró en acciones de mayor responsabilidad o compromiso en el desarrollo de los talleres. A los demás jóvenes se les integró en grupos, donde se compartieron conocimientos, ideas, opiniones, materiales, trabajos y recursos, para lograr un acuerdo común o llegar a decisiones compartidas en forma transparente. Finalmente, por falta de disposición y tiempo en algunos planteles, la participación fue variable, con un mínimo de un grupo por escuela.

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La metodología participativa requiere la utilización de herramientas y técnicas que van más allá de la exposición, y que no se realizan de manera mecánica, es decir, material ya replicado con anterioridad, con resultados limitados; por lo que para este proyecto se generaron métodos contextualizados específicos y adecuados a las cuestiones o temas surgidos del diagnóstico y de acuerdo al perfil de la población objetivo. La selección de las herramientas se determinó por las características específicas de los grupos de estudian-tes y académicos con los que se trabajó.

El Proyecto se diseñó tratando de que se implicara una experiencia personal y lúdica de intercambio de ideas, pensamientos y sentimientos. Se dirigió también, a la promoción de un clima de convivencia al interior de los grupos, desde una estrategia de prevención universal, dirigida a fortalecer los valores de la cultura de paz y no violencia, fomentando actitudes de colaboración, de respeto y de solidaridad. Las y los jóvenes participaron en la ejecución de cada actividad e incluso en el diseño de algunas de ellas, lo que fue propi-ciando de manera gradual la confianza y el compromiso. El privilegiar el trabajo a través de talleres contribuyó a alcanzar el objetivo de la creación del Programa, así como el compromiso de las partes que se involucraron para seguirlo y replicarlo.

Asimismo, la colaboración invaluable de la Secretaría de Educación de Veracruz, a través de la Dirección General de Telebachilleratos, el personal directivo y docente de las insti-tuciones, quienes facilitaron los espacios de trabajo, el tiempo en los horarios de clases para desarrollar las actividades y el interés de madres y padres de familia, aunado con el compromiso del H. Ayuntamiento de Xalapa, representado por su alcaldesa Elízabeth Morales García, quien preocupada por la integración de las y los jóvenes a una sociedad pacífica y de acceso a oportunidades de estudio, empleo y desarrollo, ejerció el recurso designado por el Subsidio para la Seguridad del Municipio (SUBSEMUN) para el desa-rrollo del presente trabajo que culminó con la elaboración de un programa enfocado a generar una política pública institucional en la que las y los jóvenes sean los principales actores del mejoramiento de las condiciones sociales y el compromiso con la paz y la seguridad social.

4.1 Definición del proyecto para la elaboración del programa.

Para cumplir con el objetivo general del proyecto, se propuso incidir en comunidades educativas del Sistema de Educación Media Superior (Telebachilleratos), y hacer frente a la problemática de la violencia y las situaciones de riesgo que han enfrentado las y los jóvenes de las instituciones mencionadas dentro del municipio de Xalapa, fortaleciendo los elementos y recursos favorables presentes en la juventud.

Asimismo, se dirigió a la promoción del clima de convivencia pacífica dentro de estos planteles de educación media superior, a partir de una estrategia de prevención enfocada

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a fortalecer los valores de la cultura de paz y no violencia, fomentando actitudes de co-laboración, de respeto y de solidaridad que posibiliten la consecución del derecho a la educación sin violencia. El proyecto buscó fomentar la participación de las y los jóvenes en el diseño y ejecución de actividades lúdicas con las siguientes temáticas:

— Diagnóstico de la situación de violencia en su entorno y en la comunidad escolar. — Cultura de Paz. — Violencia de Género — Bullying. — Discriminación. — Violencia Familiar. — Hombres y Violencia. — Alcoholismo y otras Adicciones. — Violencia en el Noviazgo.

Siendo la participación juvenil una condición indispensable para conocer los resultados que generaron el precedente para la elaboración del programa.

4.2 Destinatarias y destinatarios.

El proyecto, en esta primera etapa, tuvo como población objetivo a las alumnas y alum-nos, sus madres y padres o tutores; y al personal directivo y docente de los Telebachille-ratos a los cuáles están inscritos. Cada uno con actividades diferenciadas, aunque conver-gentes, tanto en la elaboración de la propuesta por escuela, como en la formación sobre las temáticas que aborda el Programa y en la ejecución de acciones.Este proyecto tuvo como fuente fundamental de información y participación en el diseño de la intervención educativa a las y los actores o personas que intervinieron en el proceso educativo, por lo que se trabajó con los siguientes agentes:

— Alumnas y alumnos de los planteles participantes — Docentes, particularmente los responsables de tutorías — Organizaciones de la Sociedad Civil — Padres y madres de familia o tutores — Personal del H. Ayuntamiento Constitucional de Xalapa — Personal de la Dirección de Telebachilleratos

4.3 Dimensiones Conceptuales.

De los objetivos particulares, se derivan tres dimensiones, que cubren las situaciones de riesgo y los elementos de protección definidos como relevantes. Cada una de ellas sirvió de eje para la organización de las actividades desarrolladas con los distintos sectores que

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convergen en la comunidad escolar; al organizar y sistematizar las acciones dentro del Proyecto escolar, cada actividad se potencializó en su impacto, pudiéndose evidenciar resultados significativos, siempre que se integre, coherente y coordinadamente, con las demás, y que esta relación entre las distintas acciones se haga de forma reflexiva y cons-ciente por quienes participan, como se propone en el Programa.

Estas tres dimensiones también abarcan las variables incluidas en el diagnóstico partici-pativo ya realizado en cada comunidad escolar siendo éstas las siguientes:

a) Cultura de Paz. Cada sociedad asigna a las diferentes manifestaciones de vio-lencia un significado especial, justificando o legitimando algunas y condenando otras. Por eso fue necesario reflexionar acerca de lo que representa la violencia, especialmente en momentos en que los actos violentos, el temor de ser víctimas, tanto en la calle como dentro del hogar o en la escuela, es una preocupación compartida por todos los grupos generacionales.

Desde esta situación se propusieron actividades que brindaron elementos para el de-sarrollo de una cultura dentro de cada Telebachillerato, donde se promovió no sólo la detección de las condiciones que generan actos violentos, sino la generación de las bases para encontrar soluciones y permitir la resolución pacífica de los conflictos.

Para lograrlo, se tuvo que fortalecer elementos socio-afectivos, como la solidaridad y la cooperación, en lugar de promover o exacerbar la competencia o la radicalización de posturas y opiniones; evidenciando que la violencia encubre profundos mitos, prejuicios y miedos ante lo diferente o lo desconocido, que es percibido como amenaza.

b) Participación juvenil. La etapa de la juventud, es un momento decisivo en la vida de las personas para conformar su propia identidad como una decisión consciente. Las preguntas existenciales de ¿quién soy? y ¿qué sentido tiene mi vida? se van respon-diendo en un proceso de auto-reconocimiento favorecido por la interacción social: con los “pares”, con las personas adultas que representan por ese solo hecho autoridad, y con las “otras” personas diversas de la sociedad. En estas interacciones entran en juego las necesidades, derechos, obligaciones, roles tradicionales y mandatos sociales con los que las y los jóvenes socializan y frente a los cuales van tomando decisiones que asumen e incorporan a su propia manera de “ser” y pensar; o que rechazan e impugnan para pro-poner otra “forma de ser”.

Un aspecto vital de la identidad que la juventud tiene que conformar es acerca del con-cepto de “ciudadanía”. Esto significa el reconocimiento de sí y de los otros como perso-nas con igual dignidad, con derechos y obligaciones, con la responsabilidad de participar y colaborar para el bienestar y la armonía de la colectividad.

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Por ello, una parte fundamental del proyecto se orientó a la participación juvenil como medio de construcción de ciudadanía. Se buscó propiciar la participación de las y los jó-venes en actividades escolares y extraescolares como un proceso de interacción con la comunidad, desde la familia hasta la sociedad, donde las personas aprendieron a expresar sus necesidades a través del diálogo, a hacer valer sus derechos de manera respetuosa y pacífica, a cumplir con sus obligaciones personales y sociales de manera responsable, a tomar decisiones democráticamente pensando en el interés común, a colaborar con los demás para solucionar los problemas colectivos; y, que las y los jóvenes entendieran esto como un ejercicio de definición ciudadana.

c) Perspectiva de género. El concepto de género es un concepto socio-cultural. Parte de las diferencias biológicas entre los sexos y define más ampliamente tales dife-rencias, así como las desigualdades entre los roles que se asignan a hombres y mujeres en función del contexto en el que éstos viven.

Las diferencias sexuales en sí mismas no son la causa de las desigualdades entre las per-sonas, ni las justifican. Es la cultura quien interviene, creando identidades diferentes para cada uno de los sexos o lo que es lo mismo, elaborando los sistemas de género. Es enton-ces cuando las diferencias se transforman en desigualdades.

Durante la socialización del género se construye una identidad femenina y masculina que implica valores y roles dicotomizados, que tienden a perpetuar las diferencias existentes entre hombres y mujeres, poniendo en muchas ocasiones, desde la herencia patriarcal, a la mujer en posición de desventaja. Esta posición indudablemente hace evidente un violentamiento generado desde lo social, que se traduce en el panorama científico como violencia de género, que en esencia transcurre como una forma de violencia naturalizada e invisible.

El análisis de género muestra, por lo tanto, que existe, o persiste, una desvalorización de las mujeres en los niveles social y económico. Esta desvalorización y esta subordinación son consecuencia de las relaciones sociales de género. Por lo tanto, se trata de un proble-ma social que limita a las mujeres en su desarrollo y que genera situaciones de violencia hacia ellas, muchas de las cuales se justifican o consideran normales en una sociedad patriarcal.

Es precisamente en la adolescencia y juventud, donde empiezan las relaciones de pareja, que la violencia de género puede encontrar identidad y arraigo, o rechazo y erradicación. Las y los jóvenes representan una generación donde se puede romper el ciclo de la vio-lencia y las desigualdades.

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5. OPERACIÓN DEL PROYECTO

La aplicación y desarrollo del proyecto se implementó a través de una estructura orga-nizativa en cada Telebachillerato participante. Dicha estructura estuvo integrada por un grupo de jóvenes apoyados por personal docente, donde el trabajo se desarrolló en co-mún acuerdo con el grupo directivo de cada plantel, encabezando el proceso de forma-ción e integración por la asociación civil “Salud y Género A.C.” El involucramiento de las autoridades y personal del Ayuntamiento adquirió un carácter relevante para asegurar el cumplimiento de los objetivos contemplados en el Programa.

Las etapas que se ejecutaron fueron las siguientes:

5.1 Diagnóstico por Institución.

Como un elemento fundamental para definir las áreas prioritarias de acción que se plas-maron en el Programa, el diagnóstico se llevó a cabo en cinco momentos o etapas:

1. Trabajo de gabinete. Consistió en una revisión de la información documental, perio-dística, estadística y de análisis con que se cuenta respecto a la situación de las y los jóvenes en la región de Xalapa y su entorno; así como de las colonias cercanas al plantel educativo en cuestión.

2. Aplicación de una encuesta o instrumento diagnóstico a las y los jóvenes que participaron en el proyecto, a saber:

— Cinco grupos de segundo grado (equivalente al tercer semestre), integrantes de los telebachilleratos ya indicados, siendo integrados, aproximadamente, por 180 jóvenes. — Alumnas y alumnos del bachillerato en Artes del Colegio de Bachilleres No. 35 Xalapa, alrededor de 35 jóvenes.

— Un grupo de jóvenes de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracru-zana, 13 registrados.

La aplicación de la encuesta se realiza como parte del taller diagnóstico, donde se ge-nera: primero un clima de empatía y confianza con cada grupo de estudiantes, luego se realizan dinámicas exploratorias, posteriormente se trabajan elementos de confianza y respeto; para que, finalmente plasmen su opinión con mucho más índice de confianza y certeza en la encuesta escrita.

3. Sistematización e interpretación de los datos arrojados por la encuesta. A partir de este trabajo se definen los temas prioritarios de los talleres temáticos posteriores.

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4. Realización de cinco talleres en las comunidades educativas, en temas de vio-lencia en el noviazgo, alcoholismo y drogadicción, bullying; taller con académicos y, taller con padres y madres de familia.

5. Elaboración de documento diagnóstico.

5.2 Metodología para la integración y aplicación de la encuesta.

El modelo que se utilizó para el diagnóstico contempló la aplicación de una encuesta in-tegrada por varios reactivos que se enfocaron a diferentes aspectos de la vida de las y los jóvenes: familia, condiciones de vivienda, uso de tiempo libre, vida saludable, sexualidad, proyecto de vida, salud mental, adicciones, participación juvenil, ambiente escolar, vio-lencia y discriminación. (ANEXO I)

Por la matrícula de los Telebachilleratos en los que se trabajó, fue posible incluso aplicar la encuesta a la totalidad del alumnado en tres de las escuelas, en los otros dos casos se incluyó a los alumnos de segundo y tercer grado. La encuesta diagnóstica se contestó de manera individual y anónima por cada uno de los y las estudiantes, por escrito y en una fotocopia del formato para cada persona. Los facilitadores acudieron a cada escuela y salón para acompañar el proceso de aplicación y resolver, en su caso, las dudas de las y los jóvenes.

En la sistematización se capturó cada encuesta individual y posteriormente, se construyó una base de datos que conforme se avanzó en el registro, integró gráficas que permi-tieron la interpretación, comparación y sistematización de la información recabada. Se obtuvo una presentación para cada escuela, integrándose cinco bases de datos en un diagnóstico general para la creación del programa.

5.3 Diagnóstico Participativo.

El Programa se efectuó a través de la implementación de una experiencia participativa con las y los jóvenes, iniciando con la aplicación de la encuesta para cada una de las comuni-dades educativas involucradas. Este diagnóstico sirvió de sustento para elaborar un pro-yecto de formación por escuela que dio origen a la temática de los talleres que se desa-rrollaron. Cabe señalar que por razones de confidencialidad, la minoría de edad en algunos casos y la detección de problemas, los resultados son de carácter personal, y se guardó la confidencialidad en las respuestas. Del análisis y resultado de la sistematización realizada, se pudieron obtener las siguientes fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas:

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a) Fortalezas: — Se lograron integrar grupos de jóvenes comprometidos en la promoción de una Cultura de Paz al interior de sus comunidades educativas, quienes se pudieran asumir además como multiplicadores de los contenidos y actividades que el Programa promueve, incluso en las localidades que albergan los planteles atendidos. — Promover procesos de coordinación y participación de todos los actores de la comunidad educativa que faciliten su implicación en el seguimiento del Programa, bus-cando la apropiación y continuidad del mismo, en especial por parte de las autoridades de cada escuela. — Capacitación en torno a la temática propia del Programa, a través de talleres y formación en distintos eventos dirigidos a madres, padres y otros familiares de las y los jóvenes. — Mantener la participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil en el di-seño de la metodología de implementación del Programa, así como en la elaboración de materiales para llevarlo a cabo en los planteles. — nvolucrarlas (a las OSC´s) además, en el desarrollo del sistema de monitoreo y seguimiento del Programa, en la construcción de indicadores, así como en la actualización del modelo de trabajo.

b) Oportunidades — Replicar el proyecto en otras instituciones del mismo nivel de Bachillerato, den-tro de la ciudad. — Mejorar la convivencia de la comunidad a través de la realización de Jornadas Comunales por la Paz, por parte de los jóvenes que fungen como replicadores. — Aplicación del Programa por parte del personal docente a las subsecuentes generaciones. — Generar indicadores que permitan conocer los resultados reales del programa. — Dar un seguimiento institucional por parte de las autoridades educativas y mu-nicipales para hacerlo permanente. — Hacer extensiva las actividades y dinámicas a jóvenes que no estudien, pero que pertenezcan a las comunidades de incidencia. — Así mismo, que las colonias donde se encuentran los planteles se identifiquen y apropien el modelo para extrapolarlo a su comunidad.

c) Debilidades — La apatía y falta de interés por parte de algunos docentes. — La falta de capacidad para trabajar con todos los grupos estudiantiles de los cinco planteles educativos. — La resistencia, escepticismo, y desconfianza ante los temas de derechos huma-nos y convivencia pacífica. — Es un desafío importante el contar con la voluntad de las autoridades municipales y educativas para que las diferentes áreas operativas se involucren: juventud, seguridad, pla-neación, regidurías, educación, salud, deporte, cultura; así como para establecer continuidad.

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— En el trabajo con escuelas, los tiempos de descanso intersemestral, periodos de exámenes, vacaciones, puentes, etcétera, interrumpen frecuentemente las dinámicas comunitarias y el ritmo de trabajo.

d) Amenazas. — La falta de recursos económicos para continuar ejecutando el programa en los distintos planteles educativos de Xalapa. — El no institucionalizar el programa para hacerlo parte del ejercicio laboral de los planteles educativos, del Ayuntamiento y de las instituciones involucradas. — La falta de voluntad política, al cambiar la administración municipal o estatal, donde no se le de continuidad o seguimiento al programa. — El cambio de políticas públicas educativas que no permitan ejercer el proyecto.

5.4 Elaboración del Proyecto por Escuela.

En cada comunidad educativa se formuló un Proyecto de formación o capacitación, basán-dose en la información que arrojó la encuesta y el diagnóstico participativo, determinando las prioridades de cada caso particular. El Proyecto definió la temática y las acciones que se desarrollaran para la implementación del programa, organizadas de acuerdo con las líneas de acción. Estas iniciativas se enriquecieron durante el desarrollo del mismo, con las propuestas y aportaciones de miembros de las comunidades educativas, especialmente las y los jóvenes.

Las alternativas socioeducativas de cada escuela se enfocaron en promover la con-vivencia pacífica y la implementación de una Cultura de Paz, al interior de cada plantel y de su entorno; basados en su experiencia, la realidad de su ambiente y el trabajo que previamente tenían desarrollado en el aspecto artístico o cultural, se pudo cerrar el proyecto de capacitación organizando las siguientes actividades:

— Evento de formación dirigido a madres y padres de familia, así como a las y los docentes de cada una de sus comunidades educativas. — Festival artístico, en la línea de teatro, música o alguna otra de participación colectiva. — Exposición de trabajos individuales o colectivos cuyo eje temático o inspiración se vincule a los objetivos del Programa:

•Cuento. •Cartel. •Documentalesbrevesotestimonialesrecuperadosconteléfonoscelulares. •Fotografía. •Dibujo. •Graffiti.

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— Encuentro juvenil entre los grupos de las diferentes escuelas que tomaron par-te en el proyecto. — Acciones comunitarias por definir.

En cuanto al trabajo con docentes, se capacitó a dos grupos de 28 docentes cada uno, responsables del programa de tutorías y encargados del programa psicope-dagógico o CRAAP, de la supervisión “Xalapa A” de la Dirección General de Tele-bachilleratos, entre los que se incluyen a las y los docentes de las cinco escuelas con las que se desarrollo el proyecto, pero además se incorporaron docentes de otros planteles, que aunque se encuentra fuera de Xalapa, pertenecen a la supervisión de zona. Este proceso comenzó como resultado del Programa y se mantiene a la fecha con, al menos, un taller bimestral de seis horas de duración en cada caso. Los temas tratados han sido:

Herramientas didácticas para el trabajo de tutorías (2 talleres) Diagnóstico y planeación (3 talleres) Manejo de crisis (3 talleres) Violencia (2 talleres)

5.5 Intervención en el Entorno Comunitario.

El Proyecto contempló promover la participación de las y los jóvenes en la vida social, favoreciendo la convivencia democrática, el respeto a las diferencias in-dividuales, fomento de la solidaridad y rechazo a la discriminación. De la misma forma se facilitaron los procesos de coordinación y participación de todos los actores de la comunidad educativa, privilegiando la intervención con docentes y personal administrativo mediante su participación en los talleres ya menciona-dos. Se promovió que todas y todos los actores que conviven y participan en la escuela, se involucraran en la generación de una Cultura de Paz y en la resolu-ción pacífica de conflictos, buscando la repercusión en el ambiente social de las colonias adyacentes a las escuelas, mediante la vecindad de las y los alumnos.

Para este fin resultó clave la intervención con las familias de las y los jóvenes y se planeó por tanto, al menos un evento dirigido a padres, madres y otros fami-liares del estudiantado.

En los planteles de Chiltoyac, Higueras y El Castillo es donde fue posible este trabajo. A las y los familiares que participaron se les mostraron los resultados de la encuesta diagnóstica que se aplicó (primer taller) y se impartió -a ellos- un segundo taller sobre detección y prevención de la violencia familiar y comunita-ria. En las escuelas de Independencia y la colonia Moctezuma no se logró trabajar

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con los familiares ante la escasa respuesta a la convocatoria. Sin embargo, la valoración al corto plazo es positiva, al contar con una base de personas adultas de las comunidades participantes, capacitadas e involucradas en el trabajo que realizan sus hijos y familiares, y el compromiso de mantenerse involucrados y propositivos con las iniciativas que conti-núen surgiendo de esta dinámica.

5.6 Cronograma.

Actividad Mes 1 Mes 2 Mes 3 Mes 4 Mes 5Trabajo de gabinete X

Aplicación de la encuesta diagnóstica

X

Captura e interpretación de datos X XTalleres para diagnóstico

participativoX

Elaboración de diagnóstico por escuela

X X

Proyecto para cada Escuela XTalleres en cada comunidad

educativaX X

Actividades comunitarias o demultiplicación

X

Jornada Juvenil X

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6. RESULTADOS:

De la ejecución del Proyecto se pudieron obtener datos significativos, considerando que se trataba exclusivamente con población relacionada con los Telebachilleratos de la ciu-dad de Xalapa, Veracruz; en el cual se establecen los siguientes resultados:

— Jóvenes participantes: 173, cuya edad se encuentra en un rango de 15 a 19 años, todos ellos alumnos de cinco telebachilleratos ubicados en zonas de alta y muy alta marginación del Municipio de Xalapa:

•Chiltoyac. •ElCastillo. •ColoniaHigueras. •ColoniaMoctezuma. •ColoniaPlandeAyala.

— 27 docentes de los Telebachilleratos, Supervisión Xalapa “A”, “B” y “C”. — 42 alumnas y alumnos del Bachillerato en Artes del COBAEV 35, en un rango de edad de 15 a 19 años. — 37 jóvenes del bachillerato de la Universidad Técnica de Xalapa (UNITEX), con un rango de edad de 15 a 19 años; los cuáles solo participaron en el encuentro de la Jornada Juvenil por la Paz, dentro del intercambio de experiencias en los talleres y en la convivencia. — 15 jóvenes estudiantes pertenecientes al Taller de Fotografía de la Universidad Veracruzana, con un rango de edad de 20 a 24 años. — 56 docentes capacitados en temas de herramientas didácticas para el trabajo de tutorías, diagnóstico y planeación, manejo de crisis; y, violencia. — 20 familiares de estudiantes de tres planteles: Chiltoyac, Higueras y El Castillo.

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7. JORNADA JUVENIL POR UNA CULTURA DE PAZ.

Como actividad masiva de cierre de los talleres y actividades, se realizó una “Jornada Ju-venil por una Cultura de Paz”, donde estudiantes y docentes de los diversos Telebachille-ratos participantes, ubicados en las congregaciones y periferia de Xalapa, compartieron un mismo espacio, con la finalidad de promover un clima de convivencia, colaboración, respeto y solidaridad, a través de la participación en talleres finales de integración, para compartir las experiencia y conocimientos aprehendidos en sus propias experiencias, y transmitirlas en un ambiente lúdico y de convivencia social; lo cual permitió fortalecer los principios de paz, no violencia, convivencia pacífica y cohesión social, promovidos a lo largo de todo el Proyecto. Este evento también reforzó la intención de que las y los jóvenes puedan replicar lo aprendido en sus colonias, localidades y familias.

El resultado de la jornada fue la asistencia y participación de 186 jóvenes -107 mujeres y 79 hombres-, de todas las escuelas participantes. Participaron también un grupo de estudiantes de fotografía de la Universidad Veracruzana, que presentaron en el marco de la Jornada una muestra de su trabajo, a través de una exposición cuyo eje temático fue la Cultura de Paz. Sin duda, a lo largo de las etapas del Programa fue posible desarrollar liderazgos juveniles. Las y los jóvenes que desplegaron dichas habilidades para la vida mediante su participación en los talleres y eventos de formación, podrán aplicarlas como una herramienta útil más allá del Proyecto; la descripción de la jornada se encuentra ubi-cada en el ANEXO II, del presente trabajo.

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SEGUNDA PARTE

8. SEGUIMIENTO DEL PROGRAMA Y DE PROYECTOS EN CADA ESCUELA.

Una vez realizado el diagnóstico participativo, la identificación de jóvenes líderes, la im-plementación de los talleres lúdicos con las temáticas señaladas y la Jornada Juvenil por la Paz, se contó con un grupo de hombres y mujeres jóvenes pertenecientes a los grupos de cada comunidad educativa, como actores de la prevención social de la violencia y de la cohesión social y comunitaria. Con este sector se puede continuar incidiendo, a través del espacio educativo, en la problemática de la violencia y las situaciones de riesgo que enfrentan los y las jóvenes entre 14 y 20 años; buscando establecer además, una red de protección que fortalezca los elementos y recursos favorables presentes en la juventud con los que se trabajó.

El Programa de continuidad debe mantener la formación en las escuelas para fomentar la participación de las y los jóvenes en el diseño y ejecución de actividades y proyectos en cada generación de estudiantes. Así mismo, se pretende trabajar con los padres y madres de familia para analizar los escenarios y desafíos que viven sus hijos e hijas; pero incluso a ellos, como parte de la comunidad, se les proporciona la información y capacitación para que apoyen y orienten a sus jóvenes en la construcción de su proyecto de vida.

Los resultados del Programa Inicial aportan suficientes elementos para replicarse como un modelo sugerido a incorporar por el sistema escolar de Telebachilleratos, con la po-sibilidad de quedar institucionalizado como un Programa Preventivo, dirigido a la dismi-nución de la violencia en las juventudes, con un enfoque centrado en la educación para la paz.

El modelo de programa a implementar en cualquier escuela parte primero de un diag-nóstico participativo, que se apoya con una encuesta adecuada al perfil de la población objetivo.

En base al diagnóstico obtenido se debe elaborar el proyecto de formación o capacita-ción en cada escuela, determinando las prioridades de cada caso particular.

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9. OBJETIVOS DEL PROGRAMA.

9.1 General. Crear grupos de jóvenes activos (participativos), que a partir de actividades de prevención social primaria, se conviertan en agentes de cambio social positivo, pro-motores de la convivencia pacífica y de la cohesión social y comunitaria en su colonia o comunidad.

9.2 Objetivos Particulares.

1. Enseñar y difundir lúdicamente conceptos y elementos de Cultura de Paz y no violencia en jóvenes, estudiantes, académicos y familiares participantes.

2. Promover e impulsar la participación juvenil como medio para generar cambios sociales y comunitarios, con visión incluyente, de respeto al medio ambiente y derechos humanos.

10. OPERACIÓN DEL PROGRAMA.

Se sugiere que el programa se opere a través de un Comité Escolar, conformado por el personal docente con el apoyo del Director del plantel, los padres y madres de familia interesados, una representación de alumnos y alumnas. El comité puede estar asesorado y acompañado por organizaciones de la sociedad civil, especializadas en temas de juven-tud y violencia y una representación del Ayuntamiento.

Un elemento de suma importancia, para definir las áreas prioritarias de acción y las prio-ridades del comité, es el diagnóstico. A partir de este se elabora un proyecto escolar-so-cial (socioeducativo) que incluirá las acciones y estrategias a desarrollar, organizadas de acuerdo con el nivel de compromiso de los miembros del Comité y teniendo en cuenta que debe existir participación y responsabilidad de todos los grupos de la comunidad educativa y el Comité. Estas acciones y estrategias se podrán enriquecer y complemen-tar durante el desarrollo del programa, con las propuestas y aportaciones de miembros de la comunidad educativa, especialmente las y los estudiantes.

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11. ACCIONES PRINCIPALES

Las acciones del programa se pueden desarrollar en diversos campos de intervención:

a) Intervención en la formación de alumnos. — Ofrecer alternativas socioeducativas de carácter extracurricular, fomentando el desarrollo de sus propios intereses y aficiones, propiciando la integración de personas en situaciones de exclusión, marginación y riesgo. — Detección de casos de riesgo, alumnos y alumnas que presenten aislamiento, sean víctimas de bullying o acoso, o presenten conductas violentas. Vincular estos casos, inmediatamente, a la trabajadora social. — Realizar actividades complementarias, dirigidas a ofrecer a los alumnos y alum-nas una amplia gama de actividades artísticas, culturales, de información, deliberación, deportivas, de cultura democrática y fomento a la convivencia. Éstas contarán con el apoyo del Director del plantel, la participación del alumnado, los familiares, el responsa-ble del Programa en cada escuela, los profesores y personal administrativo que participa como tutores. La idea es que cada alumno participe por lo menos en una actividad com-plementaria. — Desarrollar talleres y asesorías aprovechando las tutorías, y otros horarios dis-ponibles para capacitar en la mediación y resolución pacífica de conflictos, así como para ofrecer información veraz y suficiente sobre la participación juvenil, la cual deberá estar vinculada a los servicios que ofrecen los institutos de la juventud, municipal y estatal.

b) Intervención con las familias. — Establecer amplios canales de comunicación y colaboración entre las familias de las y los alumnos y el plantel educativo. — Capacitación a padres, madres y en su caso, otros familiares interesados, en de-rechos humanos, solución pacífica de conflictos, normatividad y legalidad; y, otros temas relevantes e inherentes a la prevención de la violencia, mediante talleres, cursos, pláticas y cualquier recurso disponible para sensibilizarlos y capacitarlos.

c) Intervención con docentes y personal administrativo. — Promover su compromiso y participación en talleres, actividades y eventos di-rigidos a fortalecer sus capacidades y recursos relacionados con el tema de la violencia y las demás dimensiones que abarca el programa. — Fortalecer y eficientar los mecanismos internos de cada plantel en la detección, prevención y atención a la violencia; de tal manera, que el alumnado pueda confiar y re-currir a los canales institucionales de su escuela en cualquier situación, si estos demues-tran dar respuesta inmediata y solución expedita a su conflicto.

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d) Intervención en el entorno comunitario.

— Impulsar y promover la participación de las y los jóvenes en la vida socio-comu-nitaria, favoreciendo la convivencia democrática, el respeto a las diferencias individuales, el fomento de la solidaridad y el rechazo a la discriminación. — Favorecer el asociacionismo, como medio para la organización juvenil y comu-nitaria, vinculándose con otras organizaciones ya existentes. — Promover procesos de coordinación y participación de todos los actores de la comunidad educativa, que faciliten la réplica y continuidad del trabajo de los planteles educativos, con impulso de los padres y madres de familia, junto con sus hijos-alumnos.

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12. EL COMITÉ ESCOLAR.

La integración del Comité Escolar deberá ser renovada cada año, a iniciativa y convocatoria del Director de cada plantel, mediante la identificación de las y alumnos que reflejen una conducta de responsabilidad, liderazgo, integración y participación, además de los otros participantes señala-dos anteriormente. La convocatoria para el alumnado debe ser abierta y los criterios de selección claros y objetivos, tomando como un parámetro el rendimiento escolar, pero no el único.El Comité tendrá el objetivo de coordinar la implementación y operación del programa en el plantel, con el apoyo de la Dirección escolar y el acompañamiento y asesoría de una organización de la sociedad civil o comité vecinal local, dando seguimiento y apoyo a las acciones planeadas por toda la comunidad escolar.

12.1 Composición — Personal docente y de tutoría. — Familiares de las y los estudiantes. — Jóvenes representantes de la comunidad estudiantil.

12.2 Apoyo y asesoría — Organizaciones de la Sociedad Civil con trabajo local. — Comités vecinales o comunitarios, de la localidad. — Ayuntamiento de Xalapa, a través de sus áreas especializadas en juventud y prevención de la violencia.

12.3 Funciones — Mantener un proceso continuo de formación en los temas vinculados a la gene-ración de una Cultura de Paz, mediante actividades de capacitación, convivencia creativa y las que sean útiles para los fines para que fue creado. — Definir y dar seguimiento puntual al proyecto o proyectos escolares de forma-ción y a los planes de acción que defina el propio Comité. — Reunirse periódicamente (por lo menos trimestralmente), para dar un segui-miento adecuado a las acciones del Programa en cada escuela. — Involucrar en las sesiones del Comité a otros miembros de la comunidad: jó-venes que trabajen, otros familiares, personal administrativo, sector empresarial, otros maestros; o quien se requiera cuando se vaya a tratar un asunto en el que se considere que pueden brindar algún apoyo o asesoría especial. — Contribuir a la gestión y localización de apoyos y recursos de distinto tipo para las acciones del Programa, ya sea dentro de la comunidad, con los gobiernos municipal y estatal; o con cualquier otro agente facilitador. — Dar seguimiento al cumplimiento de las metas propuestas para las acciones del Programa y de la obtención de los resultados planteados. — Recopilar la información acerca de los resultados del programa y compartirla y difun-dirla con todos los miembros de la comunidad, OSC’s, gobierno y demás actores involucrados.

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FUENTES CONSULTADAS

Cascón Soriano, Paco; Papadimitriou Cámara, Greta (2005) Resolución no violenta de conflictos. Guía metodológica. Mc Graw Hill/Interamericana editores. México.

Margulis, Mario (Ed.). (2000) La construcción social de la condición de la juventud. Edi-torial Biblos, segunda edición. Buenos Aires, Argentina.

Papadimitriou Cámara, Greta y Romo Reza, Sinú. (2005) Capacidades y competencias para la resolución no violenta de conflictos. Modelo educativo de intervención valoral. Mc Graw Hill/Interamericana editores. México.

Pérez Islas, José Antonio y Urteaga Castro-Pozo, Maritza (Coords.). (2004) Imágenes juveniles del México moderno. Historias de los jóvenes en México, su presencia en el siglo XX. Centro de Investigación y Estudios sobre Juventud, Instituto Mexicano de la Juventud, SEP; Colección Jóvenes No. 16. Edición. México.

Worchel, Stephen y Lungren, Sharon (1996). La naturaleza y la resolución del conflicto. La mediación y sus contextos de aplicación. Editorial Paidós Buenos Aires, Argentina.

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Páginas WEB

Barabino, Graciela. La violencia y los medios masivos de comunicación: ¿Oferta o deman-da? En: Razón y Palabra. Revista electrónica especializada en comunicación. http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n33/gbarabino.html

Lanni, Norberto Daniel. (2002) La convivencia escolar: una tarea necesaria, posible y compleja. Seminario Académico, realizado en el marco del Programa de Educación en Valores, Foro Subregional sobre Convivencia Escolar y Calidad Educativa convocado por el Ministerio de Educación de Chile y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) desarrollado en Santiago de Chile.http://www.sgep.org/modules/contidos/recursosgep/documentos/convivenciaesco-lar_tareanecesaria.pdf

Rodríguez, Ernesto. (2005) Prevención social del delito y la violencia juvenil: Experien-cias innovadoras en América Latina. Documento presentado en la Jornada de Trabajo sobre Experiencias Latinoamericanas de Trabajo con Jóvenes. Montevideo, Uruguay.http://www.jovenes.gob.sv/docs/Prevencionsocialdeldelitoylaviolenciajuvenil.doc

Tuvilla Rayo, José (2004). Convivencia escolar y resolución pacífica de conflictos. Con-sejería de Educación y Ciencia. Dirección General de Orientación Educativa y Solidaridad. Junta de Andalucía. España.http://www.juntadeandalucia.es/educacion/portal/com/bin/convivencia/con-tenidos/Materiales/PublicacionesdelaConsejeriadeEducacion/convivenciaesco-lar/1176980175677_convivencia_resol_conflictos_tuvilla-1.pdf

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ANEXOS

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PROGRAMA ENFOCADO A DISMINUIR LOS ORÍGENES DE LA VIOLENCIA Y QUE PROPICIEN EL COMPROMISO ACTIVO DE LOS JÓVENES CON SUS COMUNIDADES DE

ORIGEN, LA CONVIVENCIA PACÍFICA Y LA NO VIOLENCIA.

CUESTIONARIO DIAGNÓSTICO.

Este cuestionario es muy valioso para conocer la opinión de cada uno de nosotros y tener un panorama de cada una de las escuelas que toman parte en este proyecto, con el que se pretende promover la convivencia pacífica y generar una Cultura de Paz en nuestro entorno.

Toda la información será completamente anónima, por lo que no se pregunta ni es nece-sario anotar nuestro nombre. Sólo servirá para conocer de manera global las situaciones que se viven en nuestra escuela.

Las preguntas que integran el cuestionario tienen que ver con datos generales como edad, sexo, grado escolar, etcétera. Otras están relacionadas con la familia, con situacio-nes personales, escolares, de nuestra comunidad y algunas más con emociones y com-portamientos que a veces tenemos.

Por favor lee las instrucciones antes de comenzar a responder.Gracias por tu participación.

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INSTRUCCIONES.

ES IMPORTANTE QUE SEPAS QUE ESTO NO ES UN EXAMEN, POR LO QUE NO EXISTEN RESPUESTAS CORRECTAS O INCORRECTAS.

1. Es muy importante que contestes TODAS las preguntas.

2. Existen dos tipos de respuestas: a. Las de Opción, en las cuales debes elegir una de las opciones propuestas. Ejemplo:

Mujer Hombre

DM1. Tú eres X

Esto significa que eres mujer y que por tanto seleccionaste esa opción.

b. Las de Texto, en las cuales debes escribir tu respuesta. En cada pregunta de este tipo encontraras un espacio con una sombra color gris en la cual debes escribir tu respuesta.Ejemplo:

DM2. ¿Cuántos años tienes? 15 años

Esto significa que tienes 15 años, y por lo tanto escribiste tu edad en el espacio con color gris.

3.Al terminar el cuestionario, revisa que hayas contestado todas las preguntas.

4.En el salón, podrás consultar a la persona que aplica el cuestionario para aclarar cual-quier duda que tengas. Ten confianza, no dudes en preguntarle.

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Jornada Juvenil por una Cultura de Paz.

Las y los estudiantes de Educación Media Superior que se involucraron a lo largo de todo el proceso educativo planteado en el “Programa enfocado a disminuir los orígenes de la violen-cia y que propicien el compromiso activo de los jóvenes con sus comunidades de origen, la convivencia pacífica y la no violencia”, pudieron desarrollar una serie de habilidades a partir de su experiencia formativa en los talleres y eventos de capacitación. Se destaca la organización de al menos tres talleres en cada una de las comunidades educativas, además de los desa-rrollados para elaborar el diagnóstico participativo. Los temas tratados fueron, entre otros: violencia en la escuela, violencia de género, adicciones, intolerancia y Cultura de Paz.

Es necesario señalar que aunque se elaboró un Proyecto de Formación para cada escuela, se presentaron coincidencias en las necesidades detectadas a partir del diagnóstico particular de cada plantel. Los temas más constantes fueron adicciones, violencia intrafamiliar, violencia en el noviazgo, y discriminación.

Por tanto, y conforme se avanzó en el desarrollo de los proyectos de formación defini-dos para cada una de las comunidades educativas, se evaluó la posibilidad de cerrar el Programa con un evento que diera pie a la participación interactiva de todos los grupos de jóvenes atendidos. Para ello, y de acuerdo con las autoridades educativas y el Ayun-tamiento de Xalapa, se procedió a organizar la Jornada Juvenil por una Cultura de Paz. De esta forma, se consolidaría un espacio que hiciera posible favorecer el intercambio de experiencias y la convivencia entre todos los grupos de jóvenes participantes.

Se definió llevar a cabo la Jornada el día 30 de marzo 2011, teniendo como objetivo para su realización:

“Compartir en un espacio de encuentro, diálogo e integración, con jóvenes del Sub-sistema de Telebachillerato y Enseñanza Media Superior del municipio de Xalapa, las bases de una metodología de participación juvenil significativa, dentro de los parámetros propuestos para la implementación de una Cultura de Paz al interior de sus escuelas y comunidades”.

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Los objetivos específicos se propusieron de la siguiente manera:

— Incluir a los participantes como jóvenes sujetos de derechos. — Impulsar la participación individual y colectiva de las y los jóvenes en sus escue-las y localidades, a través de un proceso de sensibilización, capacitación y apoyo en el que desarrollen habilidades que les permita formar parte activa de la solución de problemas de violencia en sus comunidades educativas. — Propiciar el intercambio de experiencias de las y los jóvenes en torno a las ac-tividades realizadas en el marco del Programa, enfocados a disminuir los orígenes de la violencia y que propicien el compromiso activo de los jóvenes con sus comunidades de origen.

Se privilegió como herramienta didáctica para la Jornada, la organización de talleres, se-leccionando los siguientes temas, al ser los de mayor demanda entre la comunidad estu-diantil participante:

•Alcoholismo. •ViolenciaIntrafamiliar. •ViolenciaenelNoviazgo. •HombresyViolencia. •Discriminación.

Se partió en lo general de una metodología participativa y lúdica, echando mano de las experiencias y motivaciones personales para detonar momentos de reflexión tendientes a modificar actitudes y prácticas.

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TALLER: ALCOHOLISMO.

OBJETIVOS: — Analizar conceptos y definiciones básicos referentes al tema del alcoholismo. — Clarificar ideas, mitos y realidades en cuanto al alcoholismo. — Promover un clima que favorezca la concientización en cuanto al uso y abuso del alcohol. — Compartir las experiencias de los talleres anteriores y sus conclusiones, de cada escuela.

En este taller se explicaron de manera general aspectos teóricos vinculados con esta adicción. Se revisaron además los mitos en torno al alcoholismo que determinan su pre-valencia entre las y los jóvenes.

Finalmente, fue posible analizar y reflexionar en torno a las causas y consecuencias del alcoholismo en la vida cotidiana y plantear propuestas para el abordaje del tema en cada una de sus escuelas, buscando que todos y cada uno de los integrantes de la comunidad escolar se puedan convertir en un factor de protección.

Participaron en esta actividad 28 hombres y 14 mujeres.

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TALLER: VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.

OBJETIVOS: — Identificar las características de la violencia intrafamiliar, a fin de clarificar el concepto que se tiene de la violencia en el hogar. — Identificar los elementos que generan la violencia intrafamiliar, a fin de propo-ner acciones personales para promover la Cultura de Paz familiar y la solución pacífica de conflictos. — Desarrollar actividades que les permitan formar parte activa de la solución de problemas de violencia en sus comunidades educativas. — Compartir las experiencias de los talleres anteriores y sus conclusiones, de cada escuela.

En este taller se intentó crear un concepto plural de familias desde la perspectiva juvenil, a fin de hacer conciencia y valorar este espacio evitando las relaciones de violencia en su interior, reconociendo su diversidad.

A través de videos cortos, se reflexionó sobre la importancia de identificar la violencia cotidiana y los medios para evitarla, a fin de brindar herramientas a las y los participantes para solucionar conflictos de forma pacífica dentro de la familia.

En la parte final del taller se reconocieron elementos de violencia intrafamiliar, mediante la reflexión de sus causas, a fin de ubicar y ejercer una dinámica de convivencia pacífica, donde se ejerza la prevención como elemento cotidiano.

Para este taller se inscribieron 27 mujeres y 11 varones.

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TALLER: VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO.

OBJETIVOS: — Que las y los jóvenes reconozcan e identifiquen cuales son los tipos de violen-cia, cómo se manifiestan, cuál es su carácter cíclico y su intensidad, a fin de brindarles herramientas para detectarla y prevenirla desde sus propias relaciones de noviazgo, para que las y los jóvenes puedan transformar su propio entorno, partiendo de sus propias experiencias y recursos personales. — Compartir las experiencias de los talleres anteriores y sus conclusiones, de cada escuela, en esta sesión.

En este taller se definió el concepto general de violencia y de manera grupal, se identifi-caron los tipos de violencia que se presentan en las relaciones de noviazgo, así como los factores que influyen para su perpetuación. Las y los participantes representaron distin-tos escenarios en este sentido, a partir de sus propias vivencias.

Se desarrollaron también actividades para definir el tipo de noviazgo que se desea tener y algunas recomendaciones en torno a la forma en que se pueden lograr relaciones sanas y libres de violencia.

En el taller tomaron parte 29 mujeres y 11 hombres.

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TALLER: HOMBRES Y VIOLENCIA.

OBJETIVOS: — Reconocer la forma en que los hombres han sido criados y educados, identifi-cando su manera de pensar, sentir y comportarse, así como la forma en que se relacionan con las mujeres y otros hombres, y las consecuencias que se derivan de las diversas for-mas de vivir las masculinidades en todos los entornos sociales. — Compartir las experiencias de los talleres anteriores y sus conclusiones, de cada escuela, en esta sesión.

A lo largo del taller, se ubicaron y dimensionaron los riesgos y consecuencias que se deri-van de la masculinidad hegemónica, machista y patriarcal, en los diferentes aspectos de la vida, particularmente la pareja, la familia y la escuela.

Se trabajó en reconocer e identificar además las formas sutiles en que se manifiesta en la actualidad el machismo.

En el taller tomaron parte 22 hombres y 17 mujeres.

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TALLER: DISCRIMINACIÓN.

OBJETIVOS: — Analizar las situaciones de inequidad, discriminación e intolerancia generadas a partir de las diferencias sexuales, étnicas, culturales, económicas y religiosas, más comu-nes en la sociedad. — Compartir las experiencias de los talleres anteriores y sus conclusiones, de cada escuela, en esta sesión.

En este taller se trabajó a partir de refranes y dichos populares que ponen de manifiesto actitudes asumidas e implícitas de intolerancia, haciendo énfasis en los prejuicios que se tienen de las personas.

Se emplearon videos como herramienta demostrativa y se motivó a las y los jóvenes para que fueran capaces de identificar actitudes cotidianas que generan rechazo y discrimi-nación.

Al final se definieron, de manera conjunta, algunas acciones a desarrollar en las escuelas para identificar y modificar las actitudes de discriminación y en su caso, prevenirlas.

En el taller participaron 30 mujeres y 7 hombres.

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Cada uno de los talleres preparó una presentación de su trabajo para compartirlo en una sesión plenaria.

En total, asistieron a la Jornada 186 jóvenes —107 mujeres y 79 hombres— , provenien-tes de:

— 5 Telebachilleratos ubicados en zonas marginadas del Municipio de Xalapa: •Chiltoyac. •ElCastillo. •ColoniaHigueras. •ColoniaMoctezuma. •ColoniaPlandeAyala.

— Escuela de Bachilleres del UNITEX.

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Se involucró además a un grupo de estudiantes de la Universidad Veracruzana que pre-sentaron en el marco de la Jornada Juvenil, su trabajo artístico, a través de una exposición fotográfica cuyo eje temático fue la Cultura de Paz.

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Es importante señalar que a la Jornada acudieron también docentes de cada una de las escuelas y algunas madres de familia.

El convivir y conocer a sus compañeros y compañeras de su plantel, así como a los estu-diantes de los demás planteles, les generó un panorama mucho más amplio a los jóvenes que participaron, pues se percataron que tienen muchos problemas y necesidades en común, pero las estrategias y manera de abordarlos son diversas. A lo largo del Programa se generó una gran expectativa por esta reunión, donde podrían conocer mucha gente similar a ellos y compartir sus ideas, sin temor a ser juzgados o descalificados por su cri-terio.

Sin duda, a lo largo de las etapas del Programa, fue posible desarrollar liderazgos juve-niles, ahora ya identificados y reconocidos. Las y los jóvenes que desplegaron dichas habilidades para la vida mediante su participación en los talleres y eventos de formación, podrán aplicarlas como una herramienta útil más allá del proyecto.

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H. AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE XALAPA2011-2013Coordinación de Planeación y Evaluaciónde Programas de Gobierno.

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