Propuesta de Gestión 2018 2022 - untsiglo21.com.ar · universitarios: Las Ideas, parafraseando a...
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Propuesta de Gestión 2018 – 2022
UNT siglo XXI
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Índice ¿Para qué sirve una Universidad Pública en el Siglo XXI? .................................................................................................................... 5
Prólogo, con los pies en la tierra
Ideas e ideales para la UNT del siglo XXI ................................................................................................................................................. 7
Idea Universitaria de la Ética Política ...................................................................................................................................................... 9
Diagnóstico, con los pies en la tierra ............................................................................................................................................ 9 La Universidad: ¿Empresa o Bien Público?
Propuestas, con la mirada en el cielo ......................................................................................................................................... 10 Autonomía y Autarquía Universitarias
Descentralización y Pluralismo en la Política Universitaria. Principios de Subsidiariedad y de Solidaridad
Democratización Universitaria. Elección Directa y Cogobierno Universitario
Propuestas para la Elección Directa
Propuestas para el Cogobierno Universitario
Idea Universitaria de Ética Económico-Financiera .............................................................................................................................13
Diagnóstico, con los pies en la tierra ...........................................................................................................................................13
Propuestas, con la mirada en el cielo ......................................................................................................................................... 14 Honestidad y Transparencia Propuestas para Rendición de Cuentas y Auditorías Propuestas para el Presupuesto Participativo
Idea Universitaria de Docencia .................................................................................................................................................................. 15
Diagnóstico, con los pies en la tierra .......................................................................................................................................... 15 La docencia universitaria. De la globalización neoliberal a la globalización de la solidaridad Reforma docente universitaria como bien público
Propuestas, con la mirada en el cielo ......................................................................................................................................... 16 Crítica social Compromiso social y político Compromiso docente o de formación universitaria Compromiso de extensión universitaria, como política cultural por el bien común Propuestas para la Reforma de la Docencia Universitaria
Idea Universitaria de Investigación Científica ...................................................................................................................................... 19
Diagnóstico, con los pies en la tierra .......................................................................................................................................... 19 La investigación científica ante los desafíos de la globalización neoliberal y el posmoderno “pensamiento único” Liberación epistemológica y agenda de la "Ciencia" como mito, metafísica, ciencias experimentales y tecnonciencia
Propuestas, con la mirada en el cielo ......................................................................................................................................... 23 Propuestas para la Investigación Científica Universitaria
Idea Universitaria de Extensión y Medio Ambiente ............................................................................................................................ 25
Diagnóstico, con los pies en la tierra .......................................................................................................................................... 25 La Política Antiestética y Antiética. Ética Universitaria, con los pies en la tierra Politica Ecológica: Ecocidio, geocidio y biocidio; grito de la tierra, el grito de los pobres, con los pies en la tierra
Propuestas, con la mirada en el cielo ......................................................................................................................................... 27 Propuestas para la Política Ética y Estética Universitaria
Propuestas para la Política Ecológica: Salvaguarda de los Bienes Comunes, con la mirada en el cielo .................. 28
Epílogo, con la mirada en el cielo
Ideal Universitario UNT Siglo XXI .......................................................................................................................................................... 29
Un puñado de sueños y utopias ................................................................................................................................................... 29
UNT siglo XXI
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UNT siglo XXI
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¿Para qué sirve una Universidad Pública
en el Siglo XXI? 1918 - 2018 | Centenario de la Reforma Universitaria
Un nuevo manifiesto liminar universitario hoy debe
dejarse interpelar por la pregunta ¿Para qué sirve una
Universidad Pública en el Siglo XXI? Pero, para hacerse
cargo de esta cuestión, hay que honrar dignamente la
memoria de la Reforma Universitaria en el año de su
primer centenario. Ello significa seguir levantando las
banderas de una universidad libre, laica y gratuita.
Inclaudicable memoria ésta para extirpar las vergüenzas
universitarias que hoy nos duelen, porque ellas son las
libertades que nos faltan, como decían los estudiantes
reformistas cordobeses del 18. Sólo en esa atmósfera de
libertad y democracia la UNT, en nuestro caso, podrá
cumplir su misión esencial: formar mujeres y hombres
de bien; formar docentes consagrados al servicio de la
educación liberadora; formar profesionales y técnicos
bien capacitados y socialmente responsables; formar
personas cultas; formar pensadores críticos; formar
científicos y filósofos apasionados por la verdad y
comprometidos por el bien común, para la fragua de una
sociedad justa y solidaria; todo lo cual conduce a la
formación de una ciudadanía responsable de consolidar
un Estado de Derecho, donde impere la Justicia y la
atención preferencial a los más vulnerables en la
sociedad; se salvaguarden los Bienes Comunes, y se
cultiven obras al servicio de la Verdad, el Bien y la
Belleza.
Siguiendo estas huellas exigentes, ante las elecciones de
autoridades universitarias de la UNT para el cuatrienio
2018-2022, es imperativo poner a la universidad pública
tucumana en estado de debate y discusión de políticas
universitarias, que consensúen ideas, ideales y proyectos
que puedan constituir un programa político universitario
que saque de la grave crisis en la que está sumida la UNT
hoy.
Ahora bien, sabemos que si seguimos luchando con los
mismos métodos con los que venimos luchando en
contra del saqueo, la corrupción y la impunidad que han
postrado a la universidad fundada por Juan B. Terán,
seguiremos obteniendo los paupérrimos logros que
venimos obteniendo.
Para salir de este laberinto trágico en el que estamos
encerrados, sigue vigente hoy lo que decían los
reformistas hace cien años, “los dolores que tenemos
son las libertades que nos faltan”. Y la Universidad
Pública del Siglo XXI, en general, y la UNT en particular
está ante el desafío esencial de afrontar nuestras
responsabilidades para revertir la degradación
universitaria en la que nos encontramos, revolucionando
democrática y académicamente la UNT.
En tal sentido, un grupo de universitarios hemos
decidido tomar parte de un proceso que está orientado a
UNT siglo XXI
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elaborar diagnósticos de estos dolores que tenemos, con
los pies en la tierra, y propuestas liberadoras de las
libertades que nos faltan, con la mirada en el cielo; para
comenzar a revertir ese estado de cosas. Para ello
proponemos cinco ideas y un ideal para la universidad
pública tucumana del siglo XXI. El propósito es
diagnosticar el estado en el que se encuentra la UNT y
ofrecer un programa para saber hacia dónde queremos
orientarla.
Ideas e ideales para la UNT del siglo XXI
De la Idea de Universidad a la Universidad de las Ideas
“Nunca hay viento favorable para el que no sabe a qué
puerto va”, dice el latino Séneca. Y la navegación
universitaria, surcando los mares embravecidos del siglo
XXI, se encuentra sin la brújula de Ideas e Ideales
universitarios que la ayuden a mantener un buen rumbo;
ha perdido su derrotero, y no sabe poner proa a un buen
puerto.
El espíritu universitario se alimenta de Ideas e Ideales
universitarios: Las Ideas, parafraseando a Blas Pascal,
son las razones de la razón –que con el corazón no se
llegan a entender-, y los Ideales –dicho también
pascalianamente- son las razones del corazón que la
razón no comprende. Tener Ideas Universitarias es tener
una visión que marque el norte al que la universidad debe
dirigirse. Tener Ideales Universitarios es tener un
corazón bien dispuesto para abrazar la misión y el
servicio que compromete a la universidad en esa buena
navegación con la comunidad en la que nace y a la que se
debe. Sin visión de universidad y sin misión universitaria
la embarcación universitaria –comprometida con la
docencia, la investigación y la extensión- sólo podrá
encallar o hacer naufragar su vocación de servicio y
consagración a la búsqueda de la verdad, la realización
del bien y la expresión, la contemplación de la belleza y
la salvaguarda de los Bienes Comunes, que constituyen el
norte del buen puerto al que debe poner su proa.
La filosofía de la vida universitaria se pondera, en
definitiva, por la calidad de su servicio a la comunidad de
la que procede, a la que nutre y a la que se debe. Lo que se
dice del hombre singular se aplica a las comunidades
humanas como signo de la socialidad: si no vive para
servir no sirve para vivir. Y la vida comunitaria vive por la
práctica concreta y cotidiana de consagrarse al servicio del
otro necesitado. Se puede decir que una universidad
autoreferencial, ensimismada y egoísta traiciona su
misión esencial: estar al servicio del Otro, en especial de
los más pobres y vulnerables.
Para ello la UNT debe salir del encierro en la torre de
marfil en la que se encuentra y considerarse como un
hospital de campaña, atenta primordialmente a las
necesidades de los más pobres, de los más desvalidos, de
los humillados y de los excluidos de la sociedad. Y ello, en
estricta justicia, insta a que el poder de la universidad
esté comprometido incondicionalmente al servicio a la
comunidad donde está incardinada. En tal sentido se
puede decir que la comunidad universitaria debe ir
forjando un espíritu solidario, para llegar a ser una
universidad consagrada a servir a la comunidad, en
especial a los más pobres y vulnerables en ella.
¿Cuáles son, pues, esas cinco Ideas Universitarias? ¿Cuál
el Ideal Universitario? La primer Idea Universitaria es la
de la Ética Política, presidida por la Idea de Democracia
Universitaria; la segunda es la Idea Universitaria de la
Ética Económica y Financiera; la tercera es la Idea
Universitaria de la Docencia; la cuarta es la Idea
Universitaria de la Investigación Científica; la quina es la
Idea Universitaria de la Extensión Universitaria, que es
doble, pivota en torno a la Salvaguarda de los Bienes
Comunes y el Cuidado del medio Ambiente, y en la
celebración de la Creatividad, la Comunicación y la
Contemplación de la Belleza, la Verdad y el Bien.
Y el Ideal Universitario se resume en la encarnación de
esas Ideas Universitarias.
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UNT siglo XXI
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Idea Universitaria de la Ética Política
Democratización - Recuperación de la Universidad como Bien Público
Diagnóstico, con los pies en la tierra
Universidad en la Globalización Neoliberal. Mercantilización
Universitaria, Autocracia y Corrupción
La Universidad: ¿Empresa o Bien Público? El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos
diagnostica la institución universitaria en la encrucijada
posmoderna de la globalización neoliberal del
capitalismo tardío, planteando los desafíos de la
democratización y emancipación de la Universidad Pública
del Siglo XXI.1 Para ello viene proponiendo transitar de
“La Idea de la Universidad a las Universidad de las Ideas”,
afrontando desde allí las crisis universitarias, la
institucional y la de la legitimidad. La crisis institucional
era y es, hace por lo menos dos siglos, incardinándose en
el eslabón más débil del sistema educativo: la
universidad pública, porque la autonomía científica y
pedagógica (investigación y docencia) se asienta en la
dependencia financiera del Estado. La universidad y sus
servicios eran entendidos anterior e inequívocamente
como un bien público, que correspondía asegurar y
garantizar al Estado; pero este decidió reducir su
compromiso político y financiero con las universidades
públicas, en particular, y con la educación en general.
Así el bien público universitario se entregó a la
explotación comercial. Y este embate neoliberal afecta a
las universidades en el sentido de crear una alternativa
aniquiladora de la universidad pública, con la creación de
un mercado universitario. El modo salvaje y desregulado
como emergió y se desarrolló este mercado, es la prueba
de que había en su favor una opción de fondo. Y la misma
opción explicó la descapitalización y desestructuración
1 Boaventura de Sousa Santos, La universidad en el siglo XXI –Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad-, Miño y Dávila, Bs.As.2004
de la universidad pública en favor del emergente
mercado universitario con transferencias de recursos
humanos y financieros que algunas veces configuraron
un marco de acumulación primitiva por parte del sector
privado universitario a costa del sector público.
El paradigma institucional universitario de la
investigación y la docencia autónomas, como un bien
público, ha sido sustituido por un paradigma empresarial
al que deben estar sujetas tanto las universidades públicas
como las privadas, y el mercado educativo en el que estas
deben intervenir debe ser diseñado globalmente para
poder maximizar su rentabilidad. El Banco Mundial y la
Organización Mundial de Comercio diseñan las políticas
educativas contra la educación pública, y ven en la
educación de docentes y alumnos en el aula donde prime
la libertad académica, un obstáculo para convertir la
universidad en una empresa con fines de lucro y no en un
bien público. A largo plazo sus créditos condicionan para
transformar la educación superior en una mercancía
educativa, y para ello necesitan la transnacionalización
neoliberal de la universidad.
Esta patología política de la mercantilización
universitaria viene desde hace décadas, y se ha
acentuado y radicalizado en el actual gobierno argentino
de Cambiemos, liderado por Mauricio Macri; con los
ajustes y recortes que le está propinando a la Educación,
a la Ciencia y a la Cultura. Basten como ejemplos
recientes (marzo-abril 2018) el recorte de tres mil
millones de pesos a las universidades públicas y las
severas restricciones presupuestarias para la
investigación científica (Ver y escuchar La versión de
“Bella ciao” (canción de los partisanos contra el
fascismo), en la versión elaborada por los científicos
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argentinos cantando contra el ajuste en ciencia: “Ciencia
chau, chau, chau”, Página 12, 11 de Abril de 2018).
Aquellos estudiantes revolucionarios de la original
Reforma del 18 lo dijeron e hicieron con claridad
insuperable; lucharon porque la reforma académica y
emancipadora se hiciera en aras –decían- de “tener una
vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que
quedan son las libertades que faltan”. Así nacía, como
Ideal Universitario, la universidad pública, laica y
gratuita. Nuestro compromiso es honrar esa memoria,
actualizándola. Enfrentarnos así a los reaccionarios y
contrareformistas o antireformistas de hoy.
Y hay en esta encrucijada, al menos, tres problemas
graves: el de la pérdida de la “Autonomía y Autarquía
Universitarias”, el de la “Descentralización y
Pluralismo en la Política Universitaria”, y el de la
reforma del Estatuto Universitario para implementar
la “Elección Directa” y rediseñar el “Cogobierno
universitario” en aras de su “Democratización”.
Propuestas, con la mirada en el cielo Nueva Ley Universitaria; descentralización y democratización de
las Universidades Públicas Argentinas
Autonomía y Autarquía Universitarias Dos principios fundamentales de la centenaria Reforma
Universitaria apuntaban a la Autonomía y Autarquía
Universitarias, para evitar la injerencia de las políticas
partidarias, ideológicas o clericales en el ámbito de la
universidad pública, y para dotar de independencia
económica y financiera a las universidades, evitando que
se conviertan en rehenes de los ocasionales poderes
ejecutivos o fácticos circunstanciales. Para concretar esta
doble independencia, política y económica, de las
universidades públicas, hace falta el coraje de la
comunidad universitaria, de todos sus estamentos,
liderados por las legítimas autoridades universitarias,
para tomar todas las medidas de fuerzas que fuesen
necesarias para garantizar la autonomía y autarquía
universitarias. La dependencia de padrinazgos políticos al
interior de las universidades y el desfinanciamiento
universitario requieren la valentía que tuvieron los
estudiantes cordobeses para impugnar los ocasionales
mandamases conservadores y reaccionarios de entonces,
que hoy se reproducen en el servilismo respecto del poder
político de turno (Cambiemos/Macri), y el persistente
“financiamiento” corrupto de la política universitaria.
Descentralización y Pluralismo en la Política Universitaria. Principios de Subsidiariedad y de Solidaridad Desde los orígenes de la Argentinidad -quizá de la
Protoargentinidad-, nuestra historia está atravesada por
una falla que afecta la posibilidad de encarnar un
auténtico gobierno democrático, y ésta es la división
entre unitarios y federales. Quizá haya que rastrear esta
cesura hasta la creación del virreinato del Río de la Plata
(1776), y las reformas del despotismo ilustrado del
borbón Carlos III. De allí nace el centralismo y el
“unitarismo” que en estas costas es propulsado por
Bernardino Rivadavia, y su creación de la Universidad de
Buenos Aires (1820), bajo ese signo “ilustrado” y
“unitario”. Y de entonces a ahora ese “unitarismo” y
“centralismo” se viene inficionando en todos los
gobiernos, del signo que fuesen, desde el orden nacional,
provincial, municipal… o universitario.
El unitarismo y centralismo políticos vienen
conduciendo, en todos los ámbitos en que se aplica,
gobiernos autocráticos y corruptos, atentando contra los
imperativos que se derivan de la esencia y del espíritu de
una vida democrática universitaria auténtica y
sustentable. El hegemonismo político –que afecta del
hiperpresidencialismo al hiperrectorismo, pasando por
el caudillismo parejamente despótico y clientelar de
gobernadores o intendentes-, connota el mayor
obstáculo para la democratización de la República
Argentina… o de las Universidades Públicas Argentinas,
en general, y de la UNT, en particular.
La consecuencia del hegemonismo centralista y el
unitarismo o unicato universitario, que sigue vigente,
afecta la vida política universitaria; para neutralizarlo es
imperativo desempoderar al rectorado y empoderar a las
unidades de rango institucional “menor” o jerárquicamente
subordinadas. Ello significa aplicar el principio de
ordenamiento social y político de la subsidiariedad;
conforme a este principio de ordenamiento social y
político justo, lo que puede hacer una dependencia
institucional subordinada no lo debe hacer la instancia
subordinante; por ejemplo, lo que puede decidir y
gestionar una facultad no lo debe decidir y gestionar el
rectorado; lo que puede hacer un instituto o centro de
estudios o investigación, no lo debe hacer la facultad… y
así siguiendo.
Complementariamente al principio de subsidiariedad, la
organización operativa de la democracia universitaria
tiene que estar animada por el principio de solidaridad,
conforme al cual las unidades académicas con más
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recursos deben subvenir a las necesidades presupuestarias
de las menos favorecidas en la dotación de recursos.
Una propuesta macro y marco de legislación
universitaria, planteando un acuerdo político
programático interuniversitario e intrauniversitario
–como el de la UNT 2018/2022-, es comprometer a la
comunidad universitaria a luchar, sin claudicaciones,
porque el congreso argentino discuta y promulgue una
ley universitaria nacional que tenga como objetivo
primordial democratizar la institución universitaria, y
recuperar la autonomía y excelencia de la universidad
pública argentina. Condición imprescindible para
lograrlo es esta descentralización subsidiaria y la
complementación solidaria en la ejecución de políticas
universitarias.
Democratización Universitaria. Elección Directa y Cogobierno Universitario Preguntas preliminares: ¿Por qué razón en pleno siglo XXI
la comunidad universitaria tucumana todavía no puede
ejercer su derecho a voto en elecciones directas del
rector/vice o decano/vice? ¿Qué significa que la Elección
Indirecta de presidente y gobernador por medio de Colegio
Electoral haya sido derogada por la reforma constitucional
argentina de 1994 y por la reforma constitucional
provincial tucumana de 2006 y en la UNT se mantenga
dicho sistema electoral? ¿Puede la UNT seguir siendo una
isla, autista y autocrática, ajena al cambio del Sistema
Electoral Directo que rige desde el derecho constitucional
a nivel nacional y provincial y está amparado en las
últimas normativas del Derecho Internacional?
¿Qué se discute cuando se discute el sistema electoral
universitario? La Elección Directa propugna una
Democracia viva, animada por el Diálogo y el Debate
Universitario, y vertebrada por el Pluralismo de los
miembros de la comunidad universitaria, formando
parte orgánica de la concepción, el diseño y la
plasmación de la política universitaria. Por contraste,
quienes defienden –por activa o por pasiva- la
persistencia de la Elección Indirecta, se inclinan por
formas más autocráticas que democráticas, imponiendo
monólogos autistas y prepotentes que desoyen a los
otros, y abogan por el ejercicio de formas autoritarias de
gobierno, que asfixian el esencial pluralismo.
Lo que este debate electoral debe impulsar es, sin duda,
el reforzar las estructuras democráticas de gobierno de la
UNT, que se expresan en la estructura plural –ella sí
colegiada a interestamental- de los órganos de
2 Suscriptos por Argentina en la Reforma Constitucional de 1994, y por Tucumán en la Reforma Constitucional de 2006
cogobierno universitario, que son los responsables
fundamentales de las tomas de decisiones del gobierno
de la UNT.
Abogar por la Elección Directa en la UNT, como proceso
de democratización de la universidad, es plantear un
Ideal político, pues él comporta lo racional y lo razonable
políticamente; es lo oportuno y necesario para darnos un
gobierno digno y decente en la universidad. Y las
columnas vertebrales de esta democratización
universitaria, reiteramos, son posibilitar el Diálogo
Universitario y garantizar el Pluralismo Político
Universitario. La Elección Indirecta –imperante en el
statu quo presente de la UNT-, por el contrario, está
signada por la sinrazón y la aberración jurídico-política;
encarna lo conservador y reaccionario, a contramarcha
de la teoría política democrática actual y la historia
constitucional internacional, nacional y provincial que
rige en los tiempos que corren.
“Elección Directa” en consonancia con los Derechos
Humanos y Políticos, desde los Tratados Jurídicos
Internacionales2
La Constitución Argentina (1994) y la Constitución de
Tucumán (2006) expresamente consagran y dotan de
jerarquía constitucional la obligación jurídica del estado
de garantizar el pleno goce y ejercicio de los derechos
reconocidos por los tratados internacionales sobre
derechos humanos. Los DD.HH., los Derechos Civiles y
Políticos, así como la propia Declaración Universal de
Derechos Humanos, establecen como obligación estatal y
como derecho personal que las elecciones a través de las
cuales se manifieste “la voluntad del pueblo” –en el caso
universitario, que se manifieste la auténtica voluntad de
la comunidad universitaria- sean: “periódicas,
auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por
voto secreto que garantice la libre expresión de la
voluntad de los electores”.
Propuestas para la Elección Directa
Propuesta 1 Implementación perentoria de la Elección Directa
Ponderada de las Autoridades de la UNT (Explayar la
propuesta y moción en la Asamblea universitaria)
Propuesta 2 Garantizar igualdad de oportunidades para la
publicitación de los programas de gobierno de las
candidaturas de mayor jerarquía. Organizar debates
públicos por los medios universitarios (Canal 10 y Radio
UNT siglo XXI
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Universidad), y otros, para las candidaturas de Rector,
para exponer los programas de gobierno propuestos.
Propuesta 3 Invalidar la elección de la/s lista/s de candidatos que
hayan incurrido en algún delito electoral comprobado.
Propuestas para el Cogobierno Universitario
Propuesta 1 Realizar una reestructuración subsidiaria y solidaria que
desempodere a rectores y decanos y empodere al Consejo
Superior y a los Consejos Directivos. Una primera medida
al respecto es eliminar la presencia de los decanos del
Consejo Superior; y otorgar subsidiariamente más
autonomía y autarquía a las unidades académicas de
rango inferior (facultades, institutos, centros…)
Propuesta 2 Al otorgar más poder a las unidades inferiores se evita la
sobrecarga de resoluciones que se concentran en el
Consejo Superior, al cual le quedan reservadas las
resoluciones académicas y administrativas globales o
generales de la UNT. Circunscribiéndose las de la
incumbencia académica y administrativa de las unidades
académicas subordinadas. Los representantes del
cogobiereno del estamento docente, estudiantil y
egresados tendrán voz y voto en todos los asuntos
(académicos y administrativos); el consejero /la
consejera por los No Docentes sólo tendrá voz y voto en
los asuntos administrativos.
Idea Universitaria de Ética Económico-Financiera
Honestidad y transparencia - Rendición de cuentas, auditorías y presupuesto participativo
Diagnóstico, con los pies en la tierra
Como se vio para la Idea Ético-Política con los pies en la
tierra, asistimos hoy, luego de la crisis global del
capitalismo tardío en el 2008, se preanuncia el colapso del
capitalismo mafioso y de la globalización financiera; y ello
incide por contagio y desborde en todas las instancias
político-económicas que le están subordinadas. Veamos
cómo se articula esto considerando la economía política
tal como gestiona la UNT su economía y finanzas.
En el juego de suma cero entre la economía y la ecología, lo
que gana la primera es a costa de la segunda. Ello viene
conduciendo al crecimiento de los índices de pobreza, y la
globalización de la pobreza es la condición primordial de
que los ricos sean cada vez más ricos, y que se incremente
exponencialmente la pobreza. Va naciendo una oligarquía
planetaria que se erige sobre la “pirámide de los sacrificios”
y los despojos de los grupos sociales más vulnerables y
empobrecidos. Y, si bien es cierto que no existe una relación
obligada entre la pobreza y la desigualdad, hoy en día la
pobreza se está expandiendo como reflejo del aumento de
las desigualdades, tanto dentro de las sociedades como
entre los grupos de las naciones. Hoy los pobres son, ante
todo, jóvenes llenos de futuro en la pobreza.
La vinculación tóxica entre el extractivismo megaminero
de La Alumbrera y la UNT, para afrontar nuestro caso
particular, articula esa matriz corrupta de
contaminación y saqueo en la forma de gestionar (y
depredar) los Bienes Comunes que le fueron confiados a
la universidad pública tucumana. El legado generoso y
altruista de los yacimientos mineros en favor de la UNT
fueron los que prohijaron Yacimientos Mineros Aguas de
Dionisio (YMAD); y hasta la década del 70 los
universitarios tucumanos honraron esa memoria; como
relata el historiador tucumano Roberto Pucci, hubo
técnicos y geólogos de la UNT que, en 1972, defendían un
proyecto nacional de país. ¿Qué cambió?, se pregunta
Pucci, ¿qué hizo, de entonces a hoy, de la Universidad de
Tucumán una institución cómplice del saqueo y de la
degradación ambiental y social de nuestra República?
Otro historiador tucumanizado, Eduardo Rosenzvaig, en
“La servilleta de oro” denunció estos negocios tóxicos entre
La Alumbrera y la UNT; diciendo que aquí el oro borra
morales y pruebas. Compra votos, profesores, estudiantes,
no docentes y jueces. La universidad pública tucumana se
convirtió así en una institución para administrar
privadamente el oro, tal su definición primera, luego puede
servir para otras cosas, los profesores de bajas categorías
creen que van a enseñar, los alumnos creen que van a
aprender, los trabajadores creen que van a limpiar las aulas
para que el proceso enseñanza-aprendizaje colme las
expectativas. Ramiro Moreno, el funcionario de Cerisola
que compraba votos para la Asamblea del 2010, tiene
anteojos y está quedándose sin pelo. Fue dirigente
estudiantil de Franja Morada en el 83; seguramente allí se
inició la parábola de la profesionalización política del
puntero. Es un puntero del Rector y del oro. Pero como la
Universidad pasa a espacio del saqueo, en particular desde
que empiezan a entrar las partidas de la Minería y porque
Menem eliminó la fiscalía nacional administrativa para los
actos económicos en las empresas del Estado, todo es
posible hacerse, contratar “ñoquis”, familiares, votos,
conciencias, a más de sobrefacturar “con la vista en el
cielo”, comprar propiedades sobrevaluadas, edificar obras
superfacturadas, etcétera.
Deterioro y Diferencia: El deterioro espiritual y moral de la
Asamblea presidida por morenos, concluye Rosenzvaig, es
un crimen al principio universitario de la Universidad. Hay
que reconocer qué fuentes de las capacidades cognitivas
humanas están deterioradas. Acaso no sólo por lo que
UNT siglo XXI
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sucedió en la Asamblea sino por lo que no sucedió después.
La diferencia entre una democracia y una empresa está en el
dinero invertido en comprar votos. Cuanto más dinero más
plutocracia; el gobierno universitario en mano de los
ladrones. La diferencia entre una empresa y un garito está
en saber de dónde sale el dinero.
Propuestas, con la mirada en el cielo
Honestidad y Transparencia La trama corrupta que viene afectando a la UNT desde los
negocios tóxicos con el extractivismo megaminero de La
Alumbrera, asociada a la UNT, vía YMAD, condujo a la
situación de virtual colapso y bancarrota de la
universidad pública tucumana. Lo cual fue expresado
categóricamente por el jefe del gabinete del Ministerio de
Educación de la Nación, Diego Marías, cuando vino a
Tucumán y La Gaceta le preguntó cómo estaba la UNT en
el contexto de las universidades públicas argentinas; y
respondió: que “es la más grave del país. Hay un grupo de
10 universidades -entre las 54 que existen- que tienen a
algún déficit mayor o menor, pero el caso de la UNT
cuadriplica los pasivos de otras universidades. Es lejos, lejos,
la que peor está”; “es la peor administrada” del país. Así
definió Marías la situación económica de la UNT. Y le
preguntaron si le preocupaba “la planta de empleados no
docentes”; a lo que respondió diciendo que el crecimiento
exponencial de ese estamento fue la razón por la cual
ponían el foco en eso. En el diagnóstico crudo sobre la
situación actual de la universidad pública tucumana el
funcionario dijo que “por lejos, la UNT es la peor del país;
es altamente deficitaria" (Ver La Gaceta, 22 Octubre 2016).
Para afrontar el desafío de este cuadro de situación, es
imperativo diseñar y ejecutar medidas que estén
orientadas a resolver esta crisis grave de la economía y
las finanzas universitarias. Y ello, al menos, en dos
ítems: Rendición de Cuentas y Auditorías, por una parte,
y un Presupuesto participativo, por otra.
Propuestas para Rendición de Cuentas y Auditorías
Propuesta 1 Una primera medida en línea con la Rendición de
Cuentas y Auditorías es que la UNT asuma el papel de
querellante en las causas ante la Justicia Federal que se
iniciaron en el año 2010, sin solución de continuidad
hasta el 2018. E iniciar, eventualmente, nuevas causas en
dicho fuero.
Propuesta 2 Independientemente del curso que tengan esas
denuncias en curso o nuevas que se iniciaren en la
Justicia Federal de Tucumán, la UNT deberá
implementar los recursos legales intrauniversitarios para
iniciar sumarios y/o juicios académicos que conduzcan a
deslindar responsabilidades de los funcionarios de todos
los estamentos universitarios y actores privados que
hubiesen obrado en connivencia o complicidad con
aquellos para la presunta comisión de ilícitos que afecten
a la UNT.
Propuesta 3 Encomendar de un modo perentorio, desde los
comienzos de la gestión rectoral 2018-2022, auditorías
integrales, externas y probas en el marco de la UNT, en
general, y en todas y cada una de las reparticiones de la
misma. Con un mapeo exhaustivo y circunstanciado de la
situación patrimonial y presupuestaria de la universidad,
abocarse a una reingeniería y reorganización de las
plantas de empleados de la universidad. La premisa
primordial es garantizar incondicionalmente las carreras
de empleados universitarios (de todos los estamentos)
que hayan sido incorporados en forma legítima a la
planta de empleos, permanentes o transitorios, de los
universitarios. Los que ocuparen cargos en virtud de
anomalías en su contratación o incorporación a planta,
disponer, caso por caso, si corresponde reasignarlo a
nuevas funciones, o si corresponden despidos con o sin
indemnización. Garantizar, subsidiariamente, las
asignaciones presupuestarias; solidariamente distribuir,
en justicia, a unidades académicas, operativas o
administrativas de menor rango o menos capacidad de
generar recursos, para ser subsidiadas por las de mayor
autarquía y capacidad de generar recursos propios.
Propuestas para el Presupuesto Participativo
Propuesta 1 En aras de la democratización de la UNT es perentorio
disponer la confección de un presupuesto participativo
que obedezca a la aplicación de los principios de
subsidiariedad y de solidaridad. Aquí también es el caso,
como se reseñó antes, que es imperativo desempoderar
económica y financieramente al rectorado y empoderar a
las unidades académicas u operativas de menor rango
jerárquico. Cada entidad universitaria, del rango que
fuese, conforme a la autonomía y autarquía de la unidad
académica a la que pertenezca, ha de peticionar
democrática y consensuadamente, de los consejos
directivos de facultades, al Consejo Superior
Universitario, la asignación de partidas que las bases de
dicha instancia académica haya acordado.
Idea Universitaria de Docencia
Diagnóstico, con los pies en la tierra
Liberación del dolor y la vergüenza docente. Pedagogía del
oprimido o Educación como práctica de la Libertad (De
Boaventura de Sousa Santos a Paulo Freire).
La docencia universitaria. De la globalización neoliberal a la globalización de la solidaridad Afectada irremediablemente por la hegemonía neoliberal
imperante, la legitimidad es simultáneamente más
presente y más difícil en el campo de la Docencia
Universitaria aquí considerado. La lucha por su
legitimidad, va a ser cada vez más exigente, y la reforma
de la universidad debe centrarse en ella.
Para afrontar terapéuticamente el dolor y la vergüenza
de la Docencia Universitaria pautada por la Globalización
Neoliberal, hay que acometer una radical reforma
educativa desde una Globalizacion Contrahegemónica
como globalización de la solidaridad o de la fraternidad; y
para ello es imperioso salir al cruce de, al menos, dos
cuestiones nodales que la afectan:
1. El acceso a la Universidad En el área del acceso a la universidad, la mayor frustración
de la década que va de mediados de los 90 del siglo XX a
mediados de la primera década del siglo XXI, dice de Sousa
Santos, fue que el objetivo de la democratización del acceso
no fue conseguido. En la mayoría de los países –añade-
los factores de discriminación, sean ellos la clase social, la
raza, el sexo o la etnia, continuaron provocando en el
acceso una mezcla entre mérito y privilegio. En lugar de la
democratización hubo masificación. Y luego, en el período
de la controvertida post-masificación, se dio una fuerte
segmentación de la educación superior, con la
degradación de la calidad educativa, por el mecanismo de
aplicar el “abaratamiento” de las carreras universitarias,
recurriendo al mecanismo del dumping social que los
países centrales y los organismos internacionales de
financiamiento ejercían sobre los países periféricos.
Esa degradación de diplomas y diplomados
universitarios, sin que se hayan tomado oportunamente
medidas antidumping para revertirla, condujo a que las
universidades de los segmentos más altos y fuertes
socioeconómicamente, tomaran muy pocas iniciativas –
si tomaban alguna- para contrarrestar ese proceso
degenerativo de la docencia universitaria. Además de
aducir en tal contexto sus criterios elitistas de acceso,
invocaban –en no pocos casos, desgraciadamente, no sin
razón- que las más persistentes discriminaciones
ocurren antes de la universidad, en la educación primaria
y secundaria.
Entre las ideas-fuerza que se deben tener en cuenta en el
área de acceso a la universidad, que pauta la docencia
universitaria, el sociólogo portugués destaca las
siguientes. En los países donde la discriminación en el
acceso a la universidad –como acontece en Argentina- se
apoya en buena parte en los bloqueos en los niveles de la
educación básica y media, la reforma progresista de la
universidad, en contraposición a la propuesta del Banco
Mundial –por ejemplo-, debe dar incentivos a la
universidad para promover alianzas activas en el campo
pedagógico y científico con las escuelas públicas;
revistiendo ello en el caso de la UNT particular
importancia la situación de sus estratégicas escuelas
medias universitarias (Escuela Sarmiento, Instituto
Técnico, Gymnasium Universitario, Escuela de
Agricultura y Escuela de Bellas Artes) .
2. Gratuidad de la universidad pública La segunda idea-fuerza es que la universidad pública debe
permanecer gratuita, y a los estudiantes de las clases
UNT siglo XXI
16
trabajadoras o a los desempleados o marginados de
cualquier tipo o condición se le deben asignar becas y no
préstamos. Estas propuestas mercantilistas de la
educación (como los “vouchers”, las “escuelas charter” y
otras, como se intentó aplicar durante la presidencia de
Menem) son una trampa, y el endeudamiento de los
estudiantes universitarios –en este caso concreto- a
mediano o largo plazo se convierte en una bomba de
tiempo. El agravante de esta vía de financiar los estudios
superiores, reside en que se lanzan al mercado de trabajo
una población oprimida financieramente, con la certeza
de que su deuda puede llevarle veinte años para saldarla.
Las becas universitarias, en cambio, deben ser concedidas
mediante contrapartidas de trabajo en las actividades
universitarias, en el campus o fuera de éste. Por ejemplo,
estudiantes de licenciatura podrían ofrecer algunas horas
semanales en escuelas públicas en su papel de tutores o
colaborando con alumnos con dificultad de aprendizaje.
Reforma docente universitaria como bien público Una Reforma Democrática y Emancipadora de la
Universidad ha de llevarse a cabo si y sólo si se asienta
sistémicamente en el marco de la educación como bien
público. Es por ello que la educación universitaria, en su
coesencial misión docente debe inscribirse en la
articulación estructural de universidad y escuela pública.
En tal sentido, cuando de Sousa Santos trató el tema del
acceso a la universidad se refirió a la necesidad de vincular
la universidad con la educación básica (o primaria) y
media (o secundaria). Y tal vinculación, sostuvo, merece
un tratamiento separado por ser un campo fundamental
en la reconquista de la legitimidad de la universidad.
Aplicados estos conceptos a la situación actual de la UNT,
como se dijo, destaca –por contraste- el destrato o la
incuria que vienen sufriendo las escuelas medias
universitarias, que en la reforma docente aquí propuesta
indica como medida primordial el establecimiento de una
unidad académica autónoma y autárquica, que las nuclee y
emancipe de la tutela centralista del rectorado, con la
sostenida degradación de la calidad. Las volubles
“reformas pedagógicas” impuestas por la globalización
neoliberal en las últimas dos décadas, colonizaba además
lingüísticamente la jerga pedagógica con términos como
performance, choice y accountability, que pueden ser
expresados con claridad y distinción en la lengua
castellana apelando a los términos “rendimiento”,
3 Miguel Rojas Mix, Para una filosofía de la universidad latinoamericana; Ediunt, Tucumán, 2008. Conferencia inaugural dictada en el marco del Congreso Internacional de Rectores Latino- americanos y Caribeños, Belo Horizonte, 16-19 de setiembre de 2007.
“elección” y “rendición de cuentas” para diseñar nuestra
agenda educativa latina o iberoamericana.
Propuestas, con la mirada en el cielo
Ante esta “pedagogía del opresor” neoliberal –
parafraseando a Paulo Freire-, la universidad pública se
enclaustró en el inocuo papel de cuestionar el discurso
dominante sobre la crisis de la escuela pública, pero no se
preocupó por formular alternativas. Es por ello que los
educadores y gestores escolares comprometidos con
proyectos progresistas y contrahegemónicos –los que
adscriben tácita o explícitamente a los proyectos, sueños y
utopías de una globalización de la solidaridad o fraternidad-
se quejen con razón de la falta de compromiso y apoyo de la
universidad pública para librar esta batalla.
Para concluir este segmento de la reforma pedagógica o
docente, de Sousa Santos sostiene que la fosa cavada
entre la universidad pública y el saber pedagógico o la
formación docente, es perjudicial para la escuela y para
la universidad, como es patente en esta crisis integral del
sistema educativo, que se llamó con buenas razones –ya
expuestas- la tragedia educativa (G. Jaim Etcheverry). Lo
grave en todo esto, dice el sociólogo portugués, es que la
propia universidad pública está especialmente empeñada
en la defensa de este statu quo. De allí que es preciso
romper con este “desorden establecido” y querido por la
“pedagogía del opresor” neoliberal.
La pedagogía del oprimido propuesta por Paulo Freire,
aplicada a la universidad pública del siglo XXI, para salir
del marasmo en que sumió a la educación la
globalización hegemónica neoliberal, ha de llevar a cabo
–como se dijo- una reforma democrática y emancipadora
de la educación universitaria por medio de la revolución
dialógica y el compromiso por el bien común o público.
En un sentido consonante con esta propuesta, el pensador
chileno Miguel Rojas Mix habla de “El compromiso social
de la universidad”3. Sus reflexiones complementan
pertinente y enriquecedoramente esta “reforma docente
universitaria” entendida como una “práctica responsable de
la libertad o autonomía académica”.
Para abrir unas jornadas organizadas por el IESALC
(Instituto de Educación Superior de la UNESCO para
América Latina y el Caribe), Rojas Mix hace pie,
UNT siglo XXI
17
precisamente, en el mensaje que la propia UNESCO
estableció como uno de sus principios pedagógicos
axiales: “educación de calidad para todos”; un principio
pertinente –sostuvo el pensador chileno- para
comprender cabalmente cuál es el “compromiso social
de todas las universidades”.
Sin medias tintas, Rojas Mix, comulgando con la
propuesta pedagógica de Boaventura de Sousa Santos,
afirma categóricamente que “la finalidad de la
universidad no es servir al capital privado sino al bien
público”, recordando –eso sí- que dentro de ésta
también está el capital privado, aunque privado de
hegemonía y condicionado por otras prioridades propias
de la universidad republicana y democrática.
La educación pública, añade Rojas Mix, está al servicio de
la nación; de allí que sea un bien público, lo que además
conlleva que esté al servicio de la ciencia, de la
tecnología, de la cultura y de la empresa, pero el
desarrollo de estos Campus Universitarios son también
de interés social y nacional.
Función esencial de la universidad pública en América
Latina, continúa el pensador chileno, ha sido desarrollar
la democracia, ofrecer una educación que sea el principal
factor igualitario de la sociedad moderna. Y, por el hecho
de que la educación es el arma clave contra la
desigualdad, está llamada a eliminar las injusticias
sociales en cada país y a reducir la distancia entre países
pobres y países ricos, o de hombre y mujeres pobres y
ricos al interior de cada país.
Rojas Mix también comparte la crítica radical que hace
de Sousa Santos sobre la prepotencia u opresión
“pedagógica” que viene ejerciendo la globalización
neoliberal. Es que la democracia convive mal con el
mercado, sostiene. Y la concepción neoliberal de la
democracia parte de la teoría del equilibrio que garantiza
que la economía de mercado –regida por las leyes de la
competencia perfecta- tiende hacia el pleno empleo y la
asignación óptima de recursos, con la sola condición de
que el Estado no intervenga en el proceso.
Crítica social El profesionalismo competitivo, idea que orienta la
educación neoliberal, conspira contra el espíritu solidario,
y, por contrario imperio, puede conducir y conduce a
conductas depredadoras o de competencia salvaje. No hay
que olvidar que el filósofo guía de la economía de mercado
es Thomas Hobbes, quien dejó establecido que el “el
hombre es lobo del hombre”, y en esta ley de la selva de la
“convivencia” social vivimos en un estado de bárbara
naturaleza expresado en una “guerra de todos contra
todos”. Volvamos a nuestra palabras iniciales con algunas
preguntas, dice Rojas Mix aquí, en íntima consonancia con
las tesis de Boaventura de Sousa Santos: “El derecho que
quisiera garantizar la UNESCO, `una educación de calidad
igual para todos´, ¿es posible realizarlo si nos confiamos
más y más en la educación privada? ¿Si aceptamos, como
lo ha declarado la Organización Mundial del Comercio
(OMC), que la educación superior es un bien de mercado (y
no un bien público)?
Esto indica compromisos que tiene que afrontar la
Universidad Latinoamericana del siglo XXI: el
compromiso social y político, el compromiso
académico (investigación y docencia), el compromiso
docente o de formación universitaria y el compromiso
de extensión universitaria, como política cultural por
el bien común y los Bienes Comunes.
Compromiso social y político Vemos que está fracasando un sistema educativo que no
es capaz de ir acortando las brechas sociales y las
desigualdades. Los estudiantes pobres tienen derecho a
buenas universidades públicas. Los países necesitan la
inteligencia y la buena voluntad de todos, y no puede
permitirse considerar una parte de la población como
desechable o “no viable”. Si casi hasta la década de los
90 del siglo pasado el mayor problema de América Latina
era el autoritarismo, el gran problema actual son las
desigualdades. Si esto no se resuelve pueden surgir
nuevamente tentaciones autoritarias, u otras formas de
degradación y corrupción de la vida democrática
republicana.
Compromiso docente o de formación universitaria La formación –no la mera instrucción o adiestramiento-,
se vio, constituye el principio básico de la educación. La
docencia universitaria comprende, efectivamente, por una
parte, la instrucción profesional, y, por otra, la formación
propiamente universitaria. La primera consiste en enseñar
destrezas para ejercer una profesión u oficio; la educación
entendida como formación universitaria, en cambio,
desde los griegos significa, a la vez, formación del hombre
(Paideia) y formación del ciudadano (Politeia). Platón y
Aristóteles, evoca Rojas Mix, “consideraban que la
pedagogía debía ponerse al servicio de fines éticos y
políticos (o, mejor dicho: éticos en tanto políticos)”.
Compromiso de extensión universitaria, como política cultural por el bien común
UNT siglo XXI
18
En el contexto de América Latina, dice Rojas Mix,
necesitamos una educación que contribuya eficazmente
a la convivencia democrática; y fraguar esa cultura
democrática conlleva una educación superior en la
tolerancia activa y en un espíritu de solidaridad y de
cooperación que redistribuya efectiva y eficazmente las
oportunidades. Y, finalmente, en tanto la universidad ha
de ser considerada como un bien público, el universitario
debe ser formado como un servidor público,
comprometido inclaudicablemente en la consecución del
Bien Común, objetivo y propósito primordial de toda
política universitaria emancipadora y democrática.
Propuestas para la Reforma de la Docencia Universitaria
Propuesta 1
La reforma democrática y emancipadora de la docencia
para la universidad pública del siglo XXI requiere el
tránsito de la pedagogía del opresor a la pedagogía del
oprimido; lo que significa el abandono del paradigma
monológico y autoritario de la “educación bancaria” al
paradigma dialógico y liberador de la “educación como
práctica de la libertad”. Esto significa que el peso de las
elecciones curriculares, más allá de un núcleo fijo, yace
en el estudiante o educando con el cambio de propuesta
pedagógica en tal sentido como se ve, por ejemplo, en la
propuesta educativa de Finlandia o en las escuelas
creativas de Ken Robinson, entre otras.
Propuesta 2
La reforma democrática y emancipadora de la docencia
para la universidad pública del siglo XXI requiere una
reingeniería estructural de la “ecología de saberes” y la
“economía de saberes”, de manera tal que no sean las
cátedras aisladas, las unidades académicas del proceso
de enseñanza-aprendizaje sino los departamentos. Una
revisión estratégica de esa modularización o
departamentalización (propuesta de Darcy Ribeiro).
Propuesta 3
La reforma democrática y emancipadora de la docencia
para la universidad pública del siglo XXI implica una
revolución educativa que se aparta de los procesos de
normalización, estandarización y evaluaciones de
escuelas del siglo XIX, con profesores del siglo XX para
alumnos del siglo XXI. La propuesta de Ken Robinson de
las escuelas creativas está transformando la educación,
poniendo el acento en los individuos (alumnos,
educandos, estudiantes), en su autodeterminación, en el
potencial de realización personal del ser humano y en la
importancia de la responsabilidad cívica y del respeto a
los demás. Allí los cuatro objetivos de la educación son lo
personal, lo cultural, lo social y lo económico. Y la
finalidad de la educación es capacitar a los alumnos para
que comprendan el mundo que les rodea y conozcan sus
talentos naturales con objeto de que puedan realizarse
como individuos y convertirse en ciudadanos activos y
compasivos.
Propuesta 4
La reforma democrática y emancipadora de la docencia
para la universidad pública del siglo XXI implica poner en
discusión estratégicamente los planes de estudios y los
sistemas de evaluación. En todos los niveles educativos,
sobre todo en la enseñanza media y superior; en
Argentina, en cambio, se sigue aplicando un sistema
decimonónico “francés” de vicio enciclopedista que
multiplica sin necesidad asignaturas. Una “navaja de
Occam” (Occam´s rasor), que enseñaría que no hay que
multiplicar las asignaturas o cátedras sin necesidad, lo
cual sería fundamental para cambiar los ejes de la
docencia universitaria. Todo esto, en un sentido, está
orientado con el criterio de una “escuela democrática”
en la que los alumnos deciden qué quieren aprender y
cómo (posibilidad de elegir las áreas de aprendizaje);
autogestionan democráticamente su escolaridad; las
evaluaciones están centradas en los individuos, sin
compararlos con ningún otro y sin exámenes ni notas; y
esas experiencias permiten casos de una escolaridad en
la que los alumnos están desde los cuatro años hasta que
se hacen adultos (Ver el instituto para la Educación
Democrática, y el Congreso Internacional de la
Educación Democrática)
Idea Universitaria de Investigación Científica
Diagnóstico, con los pies en la tierra
La investigación científica ante los desafíos de la globalización neoliberal y el posmoderno “pensamiento único” Miguel Rojas Mix recordaba que cualquiera que sea el
concepto de desarrollo que se asuma, la cultura
desempeña un papel central, lo que confiere a la
educación, en general, y a la formación universitaria, en
particular, un valor esencial para ese desarrollo cultural.
Y, como es sabido, no se puede equiparar civilización –de
raigambre iluminista francesa, con Voltaire- con cultura
- de raigambre romántica alemana, con Herder-.
Desde esta encrucijada histórico-cultural, que se viene
dando ya desde los inicios del siglo XXI, se intenta buscar
soluciones de compromiso aludiendo al neologismo
“Glocal”: pensar global, obrar local. Pero, más allá de la
ingeniosa ocurrencia semántica, a nadie se le escapa que
ella no permite afrontar con lucidez y valentía los graves
conflictos y batallas que están librando, hoy por hoy, los
proyectos políticos enfrentados de una imperativa y
prepotente globalización neoliberal, frente al incipiente
combate de la globalización contrahegemónica de la
solidaridad o fraternidad, tal como viene siendo reseñada,
siguiendo el pensamiento del sociólogo portugués
Boaventura de Sousa Santos, para aplicarlo a la cuestión
de una Universidad del Siglo XXI que se plantee acometer
una reforma democrática y emancipadora..
Es por ello, sostiene Rojas Mix, que se ha de considerar
de particular importancia el desarrollo de la cultura como
constituyente de nuestra identidad latino o
iberoamericana, de manera tal que la formación
universitaria y los estudios universitarios conlleven la
afirmación de esa identidad de nuestro ethos cultural,
conformando una mentalidad universitaria que sea, a la
vez, crítica –emancipándose de todo pensamiento único,
autoritario y dogmático-, democrática –en tanto,
imprescriptiblemente, la legitimidad de todo poder
(entendido como servicio político o público) proviene del
pueblo- y emancipadora –en vigilia constante para no
caer sojuzgado por los cantos de sirena de un
pensamiento neocolonial o neocolonizado-. Es así,
continúa Rojas Mix, que esta conciencia crítica de
nuestro ethos cultural latino o ibeoamericano, debe
precaverse de recaer en una (siempre) inmadura
admiración por lo, presuntamente, nuevo, o lo que viene
de fuera; antes era lo que venía de Europa, hoy
especialmente de EE.UU.
Es así que hoy estamos bajo la amenaza cierta de que en
un mundo unipolar se imponga la cultura del hombre
unidimensional, sobre la que filosofó en los años 60 del
siglo XX, Herbert Marcuse, o de que se termine
imponiendo la versión mediáticamente más aggiornada
de esa antropología unidimensional que se encuentra en
el pensamiento único, que es el caballito de batalla que
quiere imponer la globalización neoliberal “posmoderna”..
Por ello, continúa Rojas Mix, es preciso que, sin rechazar
la tradición de la Ilustración, y sin renunciar al
imaginario de la modernidad, comencemos a dar
centralidad a la perspectiva de los márgenes y de la
periferia; para construir desde allí nuevos imaginarios
forjados en la relación entre distintas vías de la
modernidad. Porque también la modernidad se puede
decir de maneras plurales; y a los universitarios latino o
iberoamericanos es a quienes nos cabe salir al cruce de
esa pretensión “del centro” de imponer su agenda y su
palabra y su relato de qué sea la modernidad y de qué sea
signifique el desarrollo de las civilizaciones o de las
culturas, dichas en legítima pluralidad.
UNT siglo XXI
20
Dicho todo lo cual ya estamos en condiciones de pasar de
los dolores y vergüenzas epistemológicos de las
universidades, sumidas en estos momentos terminales
de las políticas que viene tratando de imponer la
globalización hegemónica neoliberal, a los desafíos de
las universidades del siglo XXI, que sean capaces de
afrontar los procesos de democratización y
emancipación, los únicos que abrirán los caminos de
liberación para llevar a cabo la reforma democrática y
emancipadora aquí propuesta.
Ya Rojas Mix nos advirtió que la universidad pública debe
afrontar hoy los ataques sistemáticos que los defensores
del statu quo tratan de imponer a las universidades,
provengan estos intentos de vaciamiento universitario
de los organismos financieros que operan para la
globalización neoliberal, o provengan del peligroso
conservadurismo e integrismo del ex papa Benedicto
XVI, que se advierte “en las constantes concesiones a los
movimientos tradicionalistas, contrarios al Concilio
Vaticano II”. Este es, en cambio, el espíritu del actual
papa, el argentino “Francisco”, que aboga que nos
pongamos al servicio de las periferias, de los postergados
y de los humillados de siempre.
El “desafío y la respuesta”4, como se viene remachando
en este documento, es asumir el reto de que el mundo se
debate entre dos tendencias: la diversidad cultural, cada
vez más presente por las migraciones, y la
uniformización (homogenización del pensamiento
único) a la que se tiende cada vez más por la
globalización hegemónica neoliberal.
Liberación epistemológica y agenda de la "Ciencia" como mito, metafísica, ciencias experimentales y tecnonciencia (J. Samaja) “¿Qué ciencia promover en la universidad? Para pensar
la nueva agenda de la educación superior” fue el título de
la conferencia que dio Juan Samaja en el Centro Cultural
“Rector Eugenio Flavio Virla” el 21 de setiembre de
2006.5 Y el epígrafe de esa charla, citado por el propio
Samaja dice: “Actualmente, la palabra Ciencia no es más
que una simple expresión laudatoria. (…) Su prestigio y
su potencia son innegables, pero su acción se ejerce en
las direcciones más caprichosas, más incoherentes. Todo
el mundo proclama su belleza y la utilidad de la Ciencia,
se está de acuerdo en la necesidad de retribuirla
4 “Challenge and response”, dicho en la lengua de Toynbee 5 Dicho artículo está incorporado al texto –ya citado- La universidad frente a los desafíos actuales de la ciencia y la educación”, editados por Edunt (Editorial de la UNT), en coautoría de Juan Carlos Tedesco y Juan Samaja, San Miguel de Tucumán, 2008; dedicado “A la memoria de Juan Samaja (1941-2007) pensador y maestro de nuestras universidades nacionales”
ampliamente, de darle un lugar preponderante en la
enseñanza de la juventud. Pero ¿de qué Ciencia se trata,
qué trabajos científicos deben material y honoríficamente se
estimulados; qué ciencia será enseñada?”6
Y no es casual que en su planteo introductorio Samaja
vincule íntimamente Ciencia, Técnica y Sociedad, que
nos lleva a expresiones tópicas o lugares comunes que,
en verdad, no son tan comunes y, por el contrario,
encierran algunas paradojas. Y esto es así, pues todas las
sociedades contemporáneas (cualquiera sea su nivel de
desarrollo, lo sepan o no lo sepan, lo quieran o no lo
quieran) están embarcadas en una historia común cuyo
rasgo distintivo lo marca la economía capitalista
globalizada; lo que en este documento se viene
presentando como la globalización hegemónica neoliberal;
y su contrapunto es entendido aquí como globalización
contrahegemónica o, dicho en positivo, la globalización
solidaria o fraterna. Estamos efectivamente inmersos en
una revolución, advierte Samaja, pero no es la anhelada o
temida “revolución social”, sino en una revolución que
ha sido bautizada como “revolución científico-técnica”,
una suerte de segunda “revolución industrial”, pero, su
rasgo distintivo ya no es la introducción de nuevas
fuerzas productivas materiales (por ejemplo la máquina
de vapor, el motor a explosión, etcétera), sino la
transformación del mismo conocimiento científico en
fuerza productiva. Es decir, estamos inmersos en una
revolución fruto de una inesperada (¿realmente
inesperada?, se pregunta) alianza o “amalgama” entre la
ciencia y la tecnología, que otros quieren llamar el
complejo tecnocientífico.
Como consecuencia de esto los hallazgos científicos se
transforman inmediatamente en una fuente de
innovaciones tecnológicas y éstas, en la causa eficiente
de sostenidos e impetuosos incrementos en la
productividad de los sistemas económicos. Y,
consecuentemente la ciencia se ha transformado en un
motor del crecimiento de las economías en las
sociedades contemporáneas. Ante lo cual, advierte
Samaja, las sociedades que se desinteresan por el
desarrollo de esta nueva ciencia asociada a la tecnología
corren el riesgo de quedar irremediablemente al margen
de esta historia signada por el desarrollo económico.
Para poder afrontar estas cuestiones liminares hay que
entender, preliminarmente, qué se entiende por
“ciencia”, qué por “valor de utilidad” y a qué se alude
6 Le Chatelier, Henri: Ciencia e Industria, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1947; cit. por Juan Samaja, op.cit., p. 63, cursivas añadidas.
UNT siglo XXI
21
exactamente cuando se habla de “desarrollo económico”
o “desarrollo social”, sostiene Samaja. Pero estos
presuntos sujetos de desarrollo, cabe preguntarse aquí,
si coinciden con lo que efectivamente consideramos
como desarrollo pleno de cada uno de los integrantes de
la sociedad. Esta clarificación de los términos nos
permitirá examinar si una sociedad considerada como
desarrollada económicamente equivale a una sociedad en
donde sus habitantes, uno por uno, gozan de buenos
niveles de desarrollos individuales dignos.
Ninguna de estas preguntas, afirma Samaja, tendría
cabida aquí más que como un puro juego bizantino, si no
reconociéramos que hay otra leyenda, que también existe
y circula en muchos ámbitos. Y, además, esta otra leyenda
(leyenda negra respecto de las ciencias físico-naturales)
no es de ahora. Sus orígenes se remontan, como mínimo,
al siglo XIX, ya que, en efecto, las ciencias de la naturaleza
asociadas a la tecnología ya habían sido agriamente
denunciadas por los primeros científicos sociales:
“Químicos, astrónomos, físicos –exclama Saint Simon-
¿Cuáles son los derechos que os asisten para ocupar en
este momento el papel de vanguardia científica? La
especie humana se encuentra atrapada en una de las
más graves crisis que haya sufrido desde los orígenes de
su existencia; ¿en qué os esforzáis para acabar con esa
crisis? (…) Toda europa es pasada a degüello (1813),
¿Qué hacéis vosotros para parar tal carnicería? Nada…”7
Si prestáramos oídos a esta leyenda negra de la ciencia,
lo único nuevo que hoy habría que agregar a este
pesimista balance de Saint Simon, continúa Samaja,
sería una nueva amargura: el reconocimiento de que
tampoco las ciencias del hombre lograron “reavivar el
corazón de la empresa científica”, como esperaba el
pensador francés. Aquí no hay ciencias “buenas”
(blancas o negras) frente a ciencias “malas” (blancas o
negras);los logros científicos de las ciencias físicas o
naturales (de “ayer”) o las ciencias del hombre y de la
sociedad (de “hoy”); ambas, lejos de conseguir una paz
general por medio de la organización de la sociedad, se
han puesto y vienen poniendo al servicio de los más
atroces genocidios y ecocidios del siglo XX, y en el siglo
XXI los “científicos” –“físico-naturales” y “humano-
sociales”, indistintamente-, son los “responsables”8
intelectuales y morales de una masiva y letal exclusión
social y de los desastres ambientales, que declaran a los
hombres, a sus pueblos y sus culturas, a la vez, como no
viables y como prescindibles. Vistas así las cosas en torno
a la doble leyenda (blanca y negra) de la ciencia, advierte
Samaja, no debiéramos enrolarnos en ninguna de las dos
7 Durkheim, Emile. El socialismo, Editorial Nacional, Madrid, 1982, p.187 Cit. por Juan Samaja, op.cit., p. 68
leyendas científicas. El pensador argentino no cree que
haya razones ni para divinizar ni para demonizar a la
ciencia (en todas sus connotaciones); y, por ello,
tampoco cree que haya fundamentos para confrontar las
ciencias naturales con las ciencias humanas. En su
defecto, cree que debiéramos averiguar qué nuevos
elementos de juicio podrían ser aportados si dirigimos
nuestra atención a los sujetos que protagonizan la
investigación científico-técnica.
Para afrontar esta cuestión, Samaja propone –en
concreto- realizar un examen crítico de todos los lugares
comunes en los que se entrecruzan ciencia, técnica y
sociedad, o –dicho en los términos que usaba de Sousa
Santos, citando a Edgar Morin- al entrecruzamiento
entre “Ecología de los Saberes” y una “Economía de los
Saberes”. Críticamente, hay que salir al cruce de estos
lugares comunes de la leyenda blanca y la leyenda negra
de la ciencia, técnica y sociedad. Para ello sugiere Samaja
que nos detengamos a reflexionar mínimamente en la
historia en la que estos términos han ido incorporando
sus actuales connotaciones.
Sin esta función de apercepción o anoticiamiento,
continúa Samaja, no hay procesos vitales posibles, en
cualquier escala que se lo imagine: ni en los simples
vivientes unicelulares, ni en los animales, ni en las
biocomunidades, ni en las formaciones tribales, ni en los
Estados… ¡y menos aún en las empresas transnacionales
contemporáneas!; flor y nata del pulso de la
globalización hegemónica neoliberal, tal como se viene
denunciando en esta propuesta de reforma democrática y
emancipadora para la Universidad del Siglo XXI.
Ahora bien, esta función cognoscitiva o de comunicación
con el medio, añade Samaja, no sólo es inherente a los
fenómenos biológicos sino que incluso pareciera ya estar
prefigurada en los fenómenos termodinámicos
complejos prebiológicos, en los que ya comienzan a
acaecer procesos semejantes a la autorregulación, y que
Ilya Prigogine ha descrito en sus “leyes del caos”,
afirmando que la materia en equilibrio es ciega, y en ella
cada molécula “ve” las primeras moléculas que la
rodean. En cambio, en la situación de no equilibrio es la
que hace que materia “vea”.
Pero, como toda acción, la función cognoscitiva reconoce
dos modos diferente de existencia: 1) como conocimiento ya
formado, y que sólo se reitera en nuevas ocasiones
semejantes, y 2) como conocimiento en formación: cuando
él no está disponible y es preciso conseguirlo. Tal la
diferencia que existe, por ejemplo, entre un camino –o
8 Responsabilidad es una palabra muy digna para ponerla en este contexto sin comillas.
UNT siglo XXI
22
método- ya conocido para obtener alimentos; y un camino
–o método- desconocido, que obliga a esa acción que
llamamos genéricamente “investigación”. Charles Sanders
Peirce, acota aquí Samaja, distinguió ambos momentos con
los nombres respectivos de “duda” y de “creencia”.
“En general –sostiene Peirce- sabemos cuándo queremos
plantear una cuestión y cuándo queremos realizar un
juicio, ya que hay una desemejanza entre la sensación de
dudar y la de creer… nuestras creencias guían nuestros
deseos y conforman nuestras acciones… la duda nunca
tiene tal efecto… la duda es un estado de inquietud e
insatisfacción del que luchamos por liberarnos y pasa a un
estado de creencia; mientras que este último es un estado
de tranquilidad y de satisfacción que no deseamos eludir o
cambiar por una creencia en otra cosa. al contrario, nos
aferramos tenazmente no meramente a creer, sino a creer
precisamente lo que creemos”.9
Haciendo nuevamente pie en la propuesta de Peirce al
respecto, Samaja enseña que se pueden identificar al
menos cuatro grandes métodos de investigación:
i. Método de la tenacidad o de la intuición
ii. Método de la autoridad o tradición
iii. Método de los principios o de la reflexión
iv. Método de la ciencia o pragmático
Y ellos se corresponden a cuatro formas de vida del
hombre:
i. Forma de vida corporal (o física)
ii. Forma de vida comunal (o emocional)
iii. Forma de vida estatal (o política)
iv. Forma de vida societal (o socio-económica)
Hay que recordar, advierte Samaja, que en cada una de
estas “formas de vida” se articulan peculiarmente los
conocimientos y las formas de investigación, que –a su
vez- se desarrollan en la singularidad de cada caso o tipo;
y que se están desarrollando en cada instancia; cambiando
permanentemente. Y, además, hay que evocar que estas
reflexiones están al servicio de reexaminar los lugares
comunes sobre la “utilidad” de la ciencia en su
imbricación con la sociedad. Y ello se advierte claramente
si se piensa que el conocimiento funcionará de manera
diferente según que el sujeto que lo utiliza sea un sujeto de
un tipo o de otro; y el tipo de sujeto –aquí descripto- se
dice en relación con el método de investigación que
aplique y la concomitante forma de vida que encarne.
En concreto, añade aquí Samaja siguiendo siempre a
Peirce, debemos partir del reconocimiento (que dista de
ser obvio) cuando él actúa:
9 Peirce, Charles S., cit. por Samaja, op.cit., p.73
i. En tanto individuo viviente
ii. En tanto miembro de una comunidad (tipo
familiar)
iii. En tanto ciudadano de un estado (polis)
iv. En tanto administrador de empresas capitalistas
(en la sociedad civil)
Y, como se comprenderá, la palabra “sujeto” aplicada en
estas cuatro ocasiones es la misma, pero su significado
es muy distinto. Sus intereses y perspectivas serán
radicalmente distintas si hablamos de un sujeto
espécimen (corporal), de un sujeto pariente (comunal),
de un sujeto ciudadano (estatal) o de un sujeto libre
contratante o consumidor (societal). Y sus respectivos
métodos para cambiar duda por creencia serán
esencialmente distintos: a) intuición, b) tradición, c)
reflexión especulativa y d) comprobación hipotético-
deductiva.
Samaja va desplegando estos hitos decisivos en la
conformación de lo que deba entenderse por ciencia, en
su imbricación con la sociedad; parafraseándolo –pero
no tanto- se podría ordenarlos de la siguiente manera:
a. La ciencia como mitología (o conocimiento
tradicional)
b. La ciencia como metafísica (o conocimiento
racional)
c. La ciencia positiva o físico-natural (como
conocimiento experimental)
d. La tecnociencia (como innovación tecnológica).
En este paso, para intentar zanjar la cuestión de la
polisemia de “ciencia”, Samaja busca articular la
concepción de Peirce con la de Hegel. Es cierto, continúa
el pensador argentino, que sería más sencillo concebir –
de un modo no dialéctico, se entiende- la primera
alternativa –la de relacionar las “formas de vida”
relacionadas “contradictoriamente”, dice-; pero, al ser
la vía más abstracta y contraria a la verdadera naturaleza
de los procesos histórico sociales, constituye una vía
muerta, sino un completo absurdo.
Por el contrario, continúa Samaja, aunque la segunda
concepción es la más difícil de comprender, es sin duda, la
única verdadera. Y su dificultad procede del hecho de que
el proceso en el que se fueron configurando las diversas
formas de vida y sus estrategias cognoscitivas o
“científicas”, estuvo y está sembrado de conflictos que
fácilmente desalientan la búsqueda de la unidad profunda
que los reúne en un proceso que es al mismo tiempo
diferenciador e integrador; divergente y convergente.
UNT siglo XXI
23
Propuestas, con la mirada en el cielo
De un modo categórico y claro, Juan Samaja avanza aquí
por esta vía de adoptar “esta manera dialéctica de
comprender los procesos formativos, se vuelve fácil
constatar que la vida corporal (como espécimen o
individuo de la especie), por ejemplo, si bien resulta
suprimida en su autonomía por las demandas de la vida
comunal, (como miembro personal de una familia o una
comuna –persona de personas, según Emmanuel
Mounier-) no obstante se encuentra en ella conservada y
elevada a niveles más ricos y plenos de la misma
corporeidad. Análogas consideraciones pueden hacerse
respecto de las tradiciones comunales cuando ellas son
suprimidas-conservadas-superadas10 en las formaciones
sociales estatalizadas (como ciudadano de la “polis”); y de
estas últimas, en las sociedades regidas por los mercados
globalizados (como productor/consumidor de la sociedad
civil que subsisten en la vida socio-mercantil)”.11
Aquí, conclusivamente, Samaja amonesta que todas las
actitudes unilaterales incurren en un importante error
conceptual, que trae aparejadas graves consecuencias
prácticas para las sociedades que adopten ese
unilateralismo metodológico o conceptual. Y a tamaño
error el pensador argentino lo denomina “vicio de
unilateralidad”12.
Sin hesitaciones Samaja califica categóricamente a tal
vicio de unilateralidad como condenable, cualquiera sea
el sector que lo promueva. Y es por ello también que esta
reflexión se cierra en torno a la advertencia de que este
combate contra esta viciosa unilateralidad debiera
convertirse en un principio fundamental a acordar en
todos los foros en los que se discuta la agenda de la
investigación y docencia universitaria del país.
Samaja advierte que, si bien es cierto que tal vicio de
unilateralidad puede ser protagonizado por todas las
posiciones posibles, lo cierto e indudable es que hoy la
principal amenaza a la educación superior universitaria
–en su triple misión de docencia, investigación y
extensión- está siendo planteada por la desmesurada
presión de las políticas mercantilistas, que exaltan las
formaciones societales, lideradas hegemónicamente por
gigantes empresas multinacionales o transnacionales, en
detrimento de las políticas públicas de los estados
nacionales, y en detrimento de la calidad de vida de
10 Una vez más la “Aufhebung” hegeliana en la triple connotación castellana (entre guiones) de la supresión-conservación-elevación (o superación) dialéctica. 11 Juan Samaja, op.cit., pp. 92-93; explicitaciones entre paréntesis añadidas.
comunidades, y, finalmente, de esos individuos
humanos, “quienes corren el inminente peligro de ser
privados de su condición de personas, para quedar
reducidos a una existencia unidimensional: productor-
innovador- consumidor de las sociedades civiles,
concebidos (además) como (meros) agentes de
mercado”, sostiene el pensador argentino.13
La responsabilidad que tenemos los actuales miembros
de las comunidades universitarias frente a las
generaciones futuras es, en consecuencia, de enorme
trascendencia. Nos obliga a volver a los fundamentos
mismos de nuestra función institucional y reasumirla en
su plenitud y con valentía en todas sus dimensiones.
Es por ello, dice Samaja, que para diseñar la “nueva
agenda de la educación superior en lo tocante a la
investigación científica”, la universidad contemporánea
no debe abandonar ninguna de las funciones y misiones
esenciales que le dieron origen y que la promovieron al
puesto destacado que tuvo en la dinámica de las culturas
modernas. Y, en tal sentido, las universidades no deben
ceder a las presiones desmesuradas de la sociedad civil
globalizada, que las incita a adoptar como único criterio y
valor supremo de cientificidad a la innovación tecnológica.
Esta reflexión sobre la investigación científica que
debiéramos promover los universitarios
latinoamericanos, Samaja la prolonga afirmando que los
desarrollos deseables sólo serán duraderos si hunden sus
raíces hasta lo más profundo en la historia de nuestros
propios países; y sólo serán los deseable si tienen que ver
con los individuos, las comunidades y el proyecto de
nación en el que se forjaron los ideales de nuestra
racionalidad y nuestra ciencia, que con ser universal, no
obstante llevará siempre (si es genuina, advierte)
nuestro sello particular.
Para sintetizar las conclusiones en torno a la cuestión
inicial sobre “qué ciencia debemos promover”, Samaja
sostiene que el “giro tecnológico” de la ciencia, sólo podrá
ser asimilado de manera sustentable, si conserva y
enriquece a sus antecesores, al “giro experimental”, al
“giro reflexivo”, al “giro tradicional” u al “giro
perceptual”. O, dicho más clara y francamente: la agenda
de nuestra educación superior universitaria debe
mantener como sus puntos centrales, en lo tocante a la
formación y producción científica, los cuatro grandes
objetivos que recorren su origen, desarrollo y culminación
como institución perenne de la cultura humana.
12 Esta argumentación de la “unilateralidad”, que comporta una abstracción y una vía muerta metodológica y conceptual para la ciencia, fue esgrimida por primera vez por Hegel para criticar a Kant, precisamente. 13 Juan Samaja, op.cit., p. 94
UNT siglo XXI
24
Propuestas para la Investigación Científica Universitaria
Propuesta 1 Formar a los individuos en una percepción de la realidad
inspirada en una actitud protagónica, que se nutra de
todas las riquezas creadas por la evolución y la historia
humana, promoviendo una formación estética que
incluya la ética, la reflexión, la comprobación productiva
y la vocación innovadora.
Propuesta 2 Formar a los profesionales orgullosos de las tradiciones
más actualizadas y consensuadas por la comunidad de
pares, y con capacidad para aplicarlas con creatividad en
el estricto marco de la ética de su corporación
profesional.
Propuesta 3 Formar investigadores experimentales rigurosos,
capaces de someter al control de los hechos mediante
diseños imaginativos y de sólida estructura lógica a las
ideas científico-reflexivas, conforme a su relevancia
teórica, social, económica y cultural.
Propuesta 4 Formar innovadores y tecnólogos en todos los rubros; no
sólo en las tecnologías materiales, sino también, y de
manera muy especial, en las tecnologías sociales.
Y en todos estos objetivos de formación científica,
concluye Samaja, debe incluirse la dimensión
investigativa. El ideal formativo universitario debe aspirar
a que la posición científica y la actitud investigativa deba
ser un estilo de vida de todo ciudadano, por el hecho de
serlo. La investigación, conforme al espíritu de la ciencia,
añade el pensador argentino, debe ser promovida por la
enseñanza superior y universitaria en los educandos,
cualquiera sea la forma particular en la que después
aproveche su paso por el sistema educacional:
I. Como simple persona
II. Como profesional
III. Como magíster o doctor académico
IV. Como investigador en institutos
Idea Universitaria de Extensión y Medio Ambiente
Diagnóstico, con los pies en la tierra
Política Antiestética y Antiética Universitaria, con los pies en la tierra Lo Verdadero, lo Bueno y lo Bello son convertibles, dicen
los Escolásticos. Y “la Belleza es el fulgor de la Verdad”,
especifica santo Tomás de Aquino. La Ética y la Estética
son lo mismo, dice el filósofo Wittgenstein. Todo ello
apunta a señalar que lo que constituye la Vida Buena, la
vida plena de sentido y de goce, es estar investida de lo
verdadero, de lo bueno y de lo bello.
Verdadero, bueno y bello son modos de ser de las cosas;
por lo que son pautas esenciales del saber, del obrar y del
gozar (contemplar, crear y comunicar) son misiones
propias del quehacer de “extensión” universitaria. Nada
de lo humano es ajeno al quehacer universitario, es por
ello que las tareas de extensión universitaria están
concernidas por la política estética y ética que atiende al
saber gozar (crear y comunicar) y al saber obrar de la
universidad pública argentina.
Cuando el saber y la extensión universitaria están
orientadas por lo falso, por lo malo y por lo feo estamos
ante una política antiestética y antiética de una
universidad con los pies chapoteando en el barro.
Esos barros son lo falso, lo feo y lo malo de los dolores de
la extensión universitaria, que se irradian en todas y cada
una de las asignaturas pendientes que afectan al hombre y
al pueblo al que está consagrado el quehacer de la UNT.
Los dolores de la salud son extensión desatendida o mal
atendidas de las facultades de las ciencias de la salud (de
las epidemias, las enfermedades mentales o las
adicciones); los dolores “tecnocientíficos” constituyen la
extensión desatendida o mal atendida por las “ciencias
exactas” y tecnológicas (de los efectos dañinos de las
redes sociales al de la explotación por fracking; los dolores
de las toxicidades, las contaminaciones y las políticas
nocivas de la industria farmacéutica son desatendidos por
las facultades que debieran cuidar de ellos, sea
Bioquímica, Química y Farmacia o Agronomía; los dolores
de la inflación, la deuda externa o la propia bancarrota de
la UNT es extensión desatendida o mal atendida de la
Facultad de Ciencias Económicas; la descomposición de la
Justicia, la Impunidad o la Anomia afectan al descuido de
la extensión por la Facultad de Derecho; la pasividad o
indolencia ante el ecocidio, el geocidio y el biocidio, como
se verá en la política ecológica, es un tema transversal a
los saberes, a un ecocidio de saberes; el virtual fracaso de
la política comunicacional de la UNT, en la enajenación
fáctica de Canal 10, el “canal universitario”, que se
entrega al imperio de la banalización o se somete a los
poderes políticos provinciales o nacionales de turno, y
algo análogo sucede con “Radio Universidad”, todos son
signos palmarios de la mala atención o desatención de la
Extensión Universitaria; el práctico abandono de las
expresiones artísticas en sede universitaria, del teatro, la
música y del cine, pasando por la danza y las artes
plásticas, visuales y de las letras, han dejado en glorias
pasadas esos picos de creatividad y excelencia que
supimos ostentar de esa irradiación de excelencia que
supo ser la universidad pública tucumana.
Un capítulo aparte de una lastimosa degradación de la
UNT es el abandono de su acervo bibliotecológico y su
magra política editorial. Otro déficit inmenso de la
Extensión de la UNT está en los temas de Arquitectura y
Urbanismo; los agresivos y progresivos desastres en la
trama arquitectónica y urbana, con la proliferación de
barrios cerrados y countries entre otros desatinos que
depredan la trama urbana, se suman al descuido e
incuria de su reserva ecológica del complejo de Sierra
San Javier; ni que mentar con nostalgia y dolor el
abandono del proyecto de la Ciudad Universitaria, en el
complejo que unía San Javier con Horco Molle… Estos, se
sabe, no son todos los dolores; la lista,
desgraciadamente, se prolonga; pero son
suficientemente elocuentes para advertir, con los pies en
UNT siglo XXI
26
la tierra, un diagnóstico de las graves carencias éticas y
estéticas de la que somos responsables los universitarios
tucumanos.
Politica Ecológica: Ecocidio, geocidio y biocidio; grito de la tierra, el grito de los pobres, con los pies en el barro La Eco-nomía y la Eco-logía parecen enfrentadas como el
demonio del patrón oro y el ángel del amor por la Tierra
Madre; y esa contraposición es falsa. La partícula nominal
“eco” (“oiko” en griego) alude a la casa, pero ambos
vocablos refieren a dos significados diversos de casa. Si
asignamos a Adam Smith la paternidad clásica de lo
“económico” estamos aludiendo con ello a la
administración doméstica (fechémosla como su libro
famoso, La riqueza de las naciones, en 1776); hay que
esperar a 1863 a que Ernst Haeckel, discípulo alemán de
Darwin, creara el término Ecología, para ampliar su
significado e ir más allá de las cuentas del hogar, pues éste
alude a la Casa Grande en la que vivimos: a la Naturaleza,
donde cohabitan las especies vegetales y animales en el
medio abiótico que componen el agua, el aire y la tierra.
Como “Satán de la Tierra”, hijos de Pandora y Prometeo,
el homo demens va preparando la tormenta perfecta; en
el altar del patrón oro va cocinando a fuego no tan lento
toda vida en la tierra y a la propia Tierra Viva; crónica de
un biocidio y un geocidio anunciados. Y lo venimos
haciendo en nombre del “desarrollo sostenible”, de la
“responsabilidad social empresaria”, del crecimiento
económico infinito; de la prosperidad, de la
modernidad… del “progreso”, en suma. Ya
tempranamente Walter Benjamin, que no sabía de las
amenazas del calentamiento global, advirtió que eso que
los modernos llamamos progreso no es sino una
catástrofe bíblica; el diluvio o el incendio que vienen. Dos
botones “dorados” de muestra -con sede depredadora
en Argentina, entre otros-, el extractivismo megaminero
y la industria agroquímica, los pesticidas y los
agronegocios, o sea: el oro mineral y el oro vegetal; la
mina a cielo abierto o la soja transgénica, motores de un
boom económico a costas de una deuda ecológica
catastrófica.
Sólo una Economía Ecológica nos permitirá salir del
patrón oro –el modelo energívoro, hiperproductivista e
hiperconsumista que está destruyendo el planeta-.
Economistas sensibles a la demanda de la vida en la
tierra, y a la de la Tierra Viva misma, reconocen un
axioma fundamental: el crecimiento infinito es
imposible con recursos finitos. Y por eso escuchan la voz
de la Naturaleza, el grito de la tierra, grito de los pobres.
Tenemos que despertar un nuevo amor y veneración por
la Tierra, dice el teólogo ecologista Leonardo Boff, pues
ella es un superorganismo vivo, Gaia, nuestra
patria/matria común, la Pacha Mama de los pueblos
originarios de nuestro continente; la madre y hermana
de San Francisco de Asís y de todos nosotros. Nuestro
destino está ligado al suyo; y porque somos Tierra, no
habrá para nosotros cielo sin Tierra. Ese es el mensaje del
Papa Francisco con su encíclica ecológica Laudato si,
publicada poco antes que en París se reunieran a debatir,
una vez más, el destino comprometido de Gaia por el
calentamiento global.
UNT Siglo XXI encuentra no pocas situaciones que
desafían a nuestra Universidad Nacional de Tucumán, en
tanto resultado de una política de producción nacional y
provinciales que ocasiona afectaciones socioambientales
relevantes. Política que promueve la producción de
conocimiento científico-técnico aplicado tanto al
desarrollo de explotaciones mineras como al avance de la
frontera agropecuaria y desarrollo de transgénicos;
situaciones en las que la UNT, despliega a su vez, una
política de sumisión a la agenda de investigación
impuesta por los negocios centrados en prerrogativas de
corporaciones trasnacionales; haciendo caso omiso a las
interpelaciones producidas por sectores de la sociedad
que detentan autoridad de crítica socio ambiental,
invisibilizando las actuaciones de los damnificados
directos y difusos de los daños socio ambientales que
provocan esos desarrollos económicos. (casos Minera La
Alumbrera- proyecto Agua Rica, Monsanto, CNEA, entre
otros).
UNT Siglo XXI encuadra la noción de daños
socioambientales a toda afectación antrópica del
equilibrio del ecosistema en los que se inserta la vida
humana y sus culturas mediante la imposición de
actividades económicas que resultan insustentables.
Considera como daño socio ambiental a la pérdida de
territorio por destrucción masiva de montañas,
producción de drenaje ácido a gran escala, afectación a la
salud y otras producciones por contaminación,
implantación sistemática de cultura altamente
depredadora como resultado del avance en cantidad,
simultaneidad y envergadura relevante de
emprendimientos mineros, de desforestación para
extensión de monocultivo con una creciente aplicación
de agrotóxicos; sometiendo a pueblos enteros actuales y
futuros a una pérdida acelerada de calidad de vida, por
agotamiento de materias, contaminación de tierra, agua
y aire con la inevitable erosión social. El daño socio
ambiental resulta de actividades humanas que cifran el
desarrollo y el progreso en una economía que
literalmente depreda la Naturaleza y sus culturas,
UNT siglo XXI
27
constituyendo este paradigma cultural un feroz e
irracional exponente anti ecosistema.
La U.N.T., en su carácter de institución de Estado para la
provisión de conocimiento de nivel superior, en materia
de explotación minera, ha facilitado, la privatización del
patrimonio minero en la responsabilidad de directivos
del YMAD, desempeñándose coincidentemente en cargos
de gobierno nacional en las instancia de la promulgación
de leyes mineras; con aprobación de rectores y consejo
superior de turno; manteniendo la adulteración de la ley
14.771 (gobiernos de facto mediante), producida por el
cambio de espíritu del artículo Nº 5; facilitando la
implementación del paquete de leyes mineras dispuesto
por el Banco Mundial para nuestro país en los noventa y
perfeccionando el sistema durante los dos mil;
implicándose en una unión transitoria de empresa
minera con injerencia de empresas extranjeras en un
territorio atravesado por intereses sectoriales y
originalmente zanjados los conflictos mediante la
creación de YMAD para un usufructo soberano al servicio
del bienestar del pueblo argentino.
Se cuenta con suficiente aporte científico para reconocer
que la irrupción de la UTE Minera La Alumbrera
constituye un caso testigo de cómo la economía de
enclave neoliberal se resuelve con una cultura delictiva
amparada en la actuación y/u omisión de funcionarios de
gobierno (ejecutivos, legisladores, jueces), empresarios,
cuadros científicos técnicos y comunicadores, entre
otros interesados en el negocio y su derrame. La U.N.T. se
encuentra comprometida negativamente en tanto
facilitadora y promotora despliega, a su vez de este tipo
de enclave en su condición de constituir la empresa
minera Yacimiento Minero Aguas de Dionisio (YMAD)
adhiriendo al modelo de minería a cielo abierto,
anticipándose a la adecuación de las leyes mineras al
servicio de la UTE; perfeccionando la estrategia de
desposesión, desacreditación de voces críticas,
invisibilización de violación de derechos humanos de
tercera generación, esgrimiendo estrategias publicitarias
elitistas de su rol en el emprendimiento trasnacional.
UNT Siglo XXI reconoce que, si bien la política dominante
de nuestra universidad, es alinearse y fortalecer un
modelo extractivista de Estado, no son pocos los aportes
de equipos académicos que vienen haciendo un esfuerzo
crítico desde sus proyectos de investigación, tanto al
interior de la U.N.T., como en el resto de universidades
públicas del país. Entiende por lo mismo que es posible
(además de necesario y urgente) promover instancias de
debate y transferencia de saberes con la correspondiente
contraparte administrativa, tendientes a corregir el
rumbo político de la U.N.T. en materia de paradigma
científico-técnico-educativo-ético, que integre la crítica
al modelo mientras se asimile en las problemáticas
suscitadas, no para cooptar, sofocar, invisibilizar, sino
para hacer avanzar el conocimiento hacia modelos de
producción menos depredadores.
Para avanzar en respuestas efectivas, UNT Siglo XXI,
reconoce que las herramientas para corregir rumbos
existen tanto a nivel jurídico como político; que en el
proceso de democratización de la U.N.T., es posible
afrontar el deslinde de responsabilidades por un lado y la
rectificación de acciones por el otro.
Propuestas, con la mirada en el cielo
Propuestas para la Política Ética y Estética Universitaria Contemplación, Creatividad y Comunicación de la Belleza, la
Verdad y el Bien con la mirada en el cielo
Propuesta 1
Crear un Consejo de Secretarías de Extensión y Medio
Ambiente, integrado por los secretarios del área de cada
facultad, y presidida por el/la secretario/a del área de la
UNT. En la articulación del C.S.E.M.A. se hará un mapeo
de los problemas o “dolores” de la Extensión que afectan
a los hombres, mujeres y al pueblo de Tucumán, donde
está incardinada y a quien se debe la UNT
Propuesta 2 Trazar planes de una Política Ética y Estética y una
Política Ecológica de la UNT, en general, y de cada
Facultad, en particular
Propuesta 3 Acometer una política de recreación y actualización de las
Bibliotecas de la UNT. Establecer convenios con la
Biblioteca Nacional y Bibliotecas Internacionales para
dotarla del equipamiento de última generación en la tarea
de crear ese corazón de la vida universitaria (para
docencia e investigación) que son las bibliotecas,
hemerotecas, videotecas. Honrar, complementariamente,
el compromiso de hacerse cargo de las obligaciones
contraídas con la Biblioteca Sarmiento –cuna de la UNT-.
Propuesta 4 Recuperar en plenitud Canal 10 y Radio Universidad para
dotarlo de personal cualificado y diseñar una estrategia
operativa para generar contenidos acordes con la
dignidad de ser medio de comunicación universitarios.
UNT siglo XXI
28
Propuesta 5 Diseñar una Política Editorial que cree un sello y un
catálogo que adquiera el prestigio de ser un sello
identificatorio de la calidad de la docencia e
investigación de la UNT, con los estándares de la mejor
calidad editorial universitaria.
Propuestas para la Política Ecológica: Salvaguarda de los Bienes Comunes, con la mirada en el cielo
Propuesta 1
No acordar proyectos de desarrollo de conocimiento
aplicado a actividades que no cumplan con los
estándares de protección ambiental nacionales e
internacionales ya defiende sólo emprendimientos de
actividades sustentables.
Propuesta 2 Advertir sobre la peligrosidad del anteproyecto de
reforma del Código Penal en materia ambiental debido a
que nos retrotrae a los tiempos anteriores de la
legislación de nuestro actual Derecho Ambiental (Art.
204 en el cual el ambiente deja de constituir un bien
jurídico protegido autónomo).
Propuesta 3 Generar instancias científicas, técnicas y educativas que
construyan una crítica a la imposición de gobierno
(nacional y provinciales) de garantizar seguridad política
y jurídica a proyectos de “I+D” al servicio de desarrollos
económicos altamente anti ecosistemas.
Propuesta 4 Rescindir contratos – convenios con empresas que se
encuadren en el desarrollo de proyectos productivos
denunciados como de “saqueo y contaminación”.
Propuesta 5 Comisionar el equipo científico técnico que habrá de
entender en las problemáticas socio ambientales
relacionadas con el comportamiento de la UNT- YMAD
en los territorios concretos afectados por minera La
Alumbrera-proyecto Agua Rica.
Propuesta 6 Interponer acciones administrativas y legales para el
urgente inventario de los territorios potencialmente
protegidos por la Ley de Glaciares y Ambientes
Periglaciares.
Propuesta 7 Interponer las acciones administrativas, legales y
políticas necesarias para interrumpir el avance de la
minería a cielo abierto en el Sistema del Aconquija,
siendo los casos más urgentes el proyecto Agua Rica, Filo
Colorado, Bajo el Durazno.
Propuesta 8 Interponer las acciones administrativas y legales
tendientes a la evaluación de impacto ambiental de
Farallón Negro y sus medidas de remediación y/o
mitigación de contaminación.
Propuesta 9 Poner a disposición de la justicia federal toda
documentación relevante implicada en las causas
penales relacionadas con YMAD tanto en materia
ambiental como financiera.
Propuesta 10 Atender la posibilidad de realizar los trámites
relacionados con el pedido social de desvinculación y/o
disolución de la UTE La Alumbrera.
Propuesta 11 Instar a funcionarios de gobierno, a responsables
jerárquicos de instituciones, a la comunidad académica y
de extensión universitaria en primer término, a revisar
críticamente las actividades de la que son parte desde el
paradigma de cultura ecológico, a los fines de generar los
replanteos y cambios necesarios para cumplir con la
norma que expresa el artículo 41 de nuestra Constitución
Nacional.
Ideal Universitario UNT Siglo XXI
Un puñado de sueños y utopias UNT Siglo XXI viene a proponer a la comunidad
universitaria de la casa de altos estudios fundada por
Juan B. Terán, un puñado de sueños y utopías, dando
razón de la esperanza de recuperar para el Siglo XXI el
espíritu universitario con que la crearon y forjaron, con
dignidad y nobleza, los grandes rectores –mojones de la
excelencia de la UNT- en estos primeros cien años de
vida, y en el año del Centenario de la Reforma
Universitaria.
Soñamos con una UNT que afronte el desafío de la hora,
librando el buen combate por la globalización de la
solidaridad o de la fraternidad –confrontando con la
globalización economicista y capitalista imperante,
mundialización del egoísmo y de la inequidad-. Y esa
globalización solidaria sólo se realizará si cada
universidad, cada facultad, cada unidad académica, se
siente responsable infinitamente por el otro hombre,
mujer o varón; en especial por los más desprotegidos.
Soñamos con una UNT que busque articular esa
globalización de la solidaridad con el imperativo
olvidado de conformar un proyecto nacional argentino,
que honre el legado fundacional de los Juan B. Terán y los
Alberto Rougés, lo cual sólo lo logrará recuperando su
principio esencial de volver a convertirse en decana de la
Región NOA, como lo mostró Gaspar Risco Fernández en
Cultura y Región (Tucumán, 1991).
Soñamos con una UNT que reconquiste su matriz
regional, desde ese ethos cultural del Noroeste Argentino.
Este es el reservorio de la memoria de la sabiduría
popular argentina. Desde Juan B.Terán y Alberto Rougés
a Benjamín Aybar, Gonzalo Casas y Gaspar Risco
Fernández se nos viene proponiendo que aportemos a la
formación del hombre ecuménico, siendo fiel a la cultura
del pueblo que desde el NOA mestizo puede encarnar la
promesa de pasar de una nación y democracia abstracta y
centralista a un proyecto nacional “de carne y hueso”.
Soñamos con una UNT que afronte el desafío de hacer
realidad el imperativo del diálogo intercultural e
intracultural, que constituye la trama de nuestra
identidad, desde las superposiciones culturales que
atraviesan el macrocuerpo de la Región NOA, el
macrocuerpo de la Argentinidad, el macrocuerpo de
Iberoamerindia, para sumar nuestras voces al concierto
polifónico del macrocuerpo mundial, confluyendo a la
identidad y conciencia planetarias, incardinados en el
macrocuerpo regional, y así ser cabales ciudadanos de la
tierra, como dice Edgar Morin.
Soñamos con una UNT y una comunidad universitaria
que tenga la lucidez y el coraje de afrontar la tragedia y
degradación universitaria actuales y emprender –para
salir de esa decadencia en que nos encontramos- una
reforma universitaria que signifique una revolución
copernicana en la forma de hacer política universitaria,
en la forma de gestionar los bienes públicos de la
universidad, y en la forma de enseñar, investigar y hacer
extensión universitaria conforme a las Ideas e Ideales de
una universidad pública del siglo XXI, inscriptas en la
utopía de una civilización solidaria o de la fraternidad.
Soñamos con una UNT que libre el buen combate contra
la autocracia, la cleptocracia y la impunidad imperantes
para permitir que renazca la democracia, la honestidad y
la justicia en la universidad fundada por Juan B. Terán. Y
esa democratización de la universidad significa soñar
con una descentralización del gobierno universitario,
quitando el poder autocrático al rectorado y
empoderando a las instancias universitarias
subordinadas; para lo cual es preciso reestructurar el
gobierno universitario conforme a los principios
sociopolíticos y socioeconómicos de subsidiariedad y de
solidaridad.
UNT siglo XXI
30
Soñamos con una UNT cabalmente democrática, y lo será
si encarna la ética política practicada conforme a los
valores de Libertad, Justicia y Equidad. La Libertad
vertebra la autonomía universitaria. La Justicia atiende al
imperativo de responsabilizarse infinitamente por el
Otro en la universidad y desde la universidad hacia la
sociedad y la comunidad de la que procede y a la que se
debe. La Equidad es la conjunción que fructifica desde la
Libertad y la Justicia universitarias; pues sin Justicia la
Libertad se cristaliza en la presunta autonomía del
egoísmo y del autoritarismo, y sin Equidad la Justicia se
torna en el capricho ciego del autócrata.
Soñamos con una UNT digna y decente, y lo será si vive
conforme a una ética económico-financiera practicada
conforme a los valores de Honestidad y Transparencia, y
éstas se encarnarán en auditorías económico-financieras
rigurosas e integrales, dependencia por dependencia;
replanteando la forma de afrontar el presupuesto –con
justicia, equidad y transparencia-, y afrontando el
desafío de encarar presupuestos participativos, facultad
por facultad, centro por centro, instituto por instituto…
para confluir en el presupuesto participativo de la UNT
como un todo orgánico.
Soñamos con una UNT apasionada por descubrir la
Verdad, y la universidad vivirá apasionadamente su
misión académica de enseñar la verdad, si enseña
animada por un pensamiento dialógico al servicio de una
educación liberadora para formar personas de bien y
ciudadanos democráticos.
Soñamos con una UNT apasionada por investigar la
Verdad, y la universidad vivirá apasionadamente su
vocación científica, investigando con rigor y honestidad
intelectual, consagrando los investigadores y las
investigaciones sus mejores esfuerzos y talentos al
servicio de la mejora de la calidad de vida del pueblo que
hace posible el trabajo científico universitario.
Soñamos, al fin, con una Extensión Universitaria y Medio
Ambiente que se entienda como el irrenunciable
compromiso por la salvaguarda de los Bienes Comunes y
por la consagración al impulso y promoción del gozo, la
creatividad y la comunicación de la Belleza, la Verdad y el
Bien. Y ello se hará realidad si la UNT entiende y practica
su poder como Servicialidad a todo el hombre y a todos
los hombres, en especial a los más vulnerables y
desprotegidos; y ello se realizará si se entiende a sí
misma y practica cotidianamente la Solidaridad con los
hombres y pueblos de los que procede y a los que se debe;
y, finalmente, si sus prácticas testimonian la Celebración
y el festejo de la creatividad, comunicación y
contemplación de la Belleza y de las Artes, la Verdad de
los Saberes y la Bondad de su querer y de su obrar.
Confluyendo sinérgicamente lo bello, lo verdadero y lo
bueno en la Vida Buena de la Universidad.
Soñamos con encarnar la utopía de una UNT de la
excelencia, y lo será realizando las ideas de la ética-
política universitaria, la idea de la ética económico-
financiera universitaria, la idea de la pasión por la verdad
en la docencia universitaria, la idea de la pasión por la
verdad en la investigación universitaria y la idea de
extensión universitaria entendida, a la vez, como
salvaguarda de los Bienes Comunes y como celebración
de la creación y comunicación de la Belleza, la Verdad y
el Bien.
Soñamos con la UNT, al fin y al cabo, encaminada hacia la
realización de esa utopía, encarnando el ideal de conocer
la Verdad, practicar el Bien y crear, comunicar y
contemplar la Belleza: “En adelante, sólo podrán ser
maestros en la república universitaria los verdaderos
constructores de almas, los creadores de verdad, de
belleza y de bien”, decían hace cien años los estudiantes
universitarios cordobeses en el Manifiesto Liminar de la
Reforma Universitaria de 1918.