Prueba 4

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ENSAYO Muchas veces los jóvenes que entran en la Facultad de Derecho y salen de ella, sin saber qué es el abogado, en que consiste la abogacía y cómo debe ejercitarse la profesión. Piensan que es un medio de enriquecerse, desempeñando una profesión lucrativa. El abogado es casi siempre, para ello, un hombre diestro en el manejo de las leyes, conocedor de toda clase de artimañas para defender, al mismo tiempo, lo blanco y lo negro. Se olvidan que el abogado debe dominar las reglas procedimentales, que el ejercicio de la abogacía impone la dedicación al estudio de las diferentes disciplinas para la defensa del derecho, de la libertad y de la justicia. También, las y los abogados, deben proceder con ética y responsabilidad profesional que son sin duda temas que se conjuntan para formar un todo, un todo que engloba felicidad, justicia, justicia social, el ser profesional, profesionalismo etc. El ser profesional conlleva grandes responsabilidades pues se está en contacto con la población y los involucra directamente a ellos con nosotros pues nosotros abogados somos los que resolvemos problemas sociales, de justicia etc. Gran cantidad de abogados dicen tener ética y ser profesionales pero no los practican con sus clientes, colegas y mucho menos con las autoridades judiciales. Debemos tener presente que las abogadas y abogados son servidores de la justicia y colaboradores de su administración; se exige probidad y lealtad, dignidad en su desempeño, consagrarse al interés de su cliente y poner en la defensa de los derechos del mismo su celo, saber y habilidad, siempre con sujeción a las normas morales. El abogado tiene como deber ético el guardar reserva de los asuntos vinculados con la vida privada de sus clientes. Ello, porque se debe proteger el bien jurídico correspondiente a la

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ENSAYOMuchas veces los jóvenes que entran en la Facultad de Derecho y salen de ella, sin saber qué es el abogado, en que consiste la abogacía y cómo debe ejercitarse la profesión. Piensan que es un medio de enriquecerse, desempeñando una profesión lucrativa. El abogado es casi siempre, para ello, un hombre diestro en el manejo de las leyes, conocedor de toda clase de artimañas para defender, al mismo tiempo, lo blanco y lo negro.Se olvidan que el abogado debe dominar las reglas procedimentales, que el ejercicio de la abogacía impone la dedicación al estudio de las diferentes disciplinas para la defensa del derecho, de la libertad y de la justicia. También, las y los abogados, deben proceder con ética y responsabilidad profesional que son sin duda temas que se conjuntan para formar un todo, un todo que engloba felicidad, justicia, justicia social, el ser profesional, profesionalismo etc.El ser profesional conlleva grandes responsabilidades pues se está en contacto con la población y los involucra directamente a ellos con nosotros pues nosotros abogados somos los que resolvemos problemas sociales, de justicia etc. Gran cantidad de abogados dicen tener ética y ser profesionales pero no los practican con sus clientes, colegas y mucho menos con las autoridades judiciales.Debemos tener presente que las abogadas y abogados son servidores de la justicia y colaboradores de su administración; se exige probidad y lealtad, dignidad en su desempeño, consagrarse al interés de su cliente y poner en la defensa de los derechos del mismo su celo, saber y habilidad, siempre con sujeción a las normas morales.El abogado tiene como deber ético el guardar reserva de los asuntos vinculados con la vida privada de sus clientes. Ello, porque se debe proteger el bien jurídico correspondiente a la intimidad de la vida privada de las personas, protegidas por la normatividad jurídica y la jurisprudencia comparada. Frente al derecho la intimidad de la vida privada del cliente y de su familia se alza el correlativo deber del abogado de guardar secreto sobe todo lo relacionado con dicha intimidad ética y jurídicamente comprometido a no violar el derecho a la intimidad en la vida privada de aquel cliente que le confía informaciones que pertenecen exclusivamente a dicha esfera jurídica. El sacerdote, el médico, el abogado son aquellas personas que por las especiales características de su ministerio o profesión se encuentran muy cerca del ser humano y sus más delicados problemas. Ellos son depositarios

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de asuntos y actividades vinculados con el mundo referido a la intimidad de la persona. La confianza y la lealtad son valores que signan y presiden dichas relaciones interpersonales. En el lecho de muerte de una persona se suele imaginar la presencia del sacerdote, a quien se le confía los pecados, del médico, que posee toda la información de los problemas relativos a su enfermedad, y la del abogado que conoce el destino de sus bienes al haber participado en la redacción de su testamento y de haberlo tal vez asesorado en algún tramo de su vida.

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