psicologia

16
1 INSTITUTO DE DERECHO DE FAMILIA COLEGIO DE ABOGADOS DE BAHIA BLANCA Iº CONGRESO INTERNACIONAL DE DERECHO DE FAMILIA Bahía Blanca, 15 – 16 y 17 de Junio de 2005 Conferencia de Carlos María Díaz Usandivaras 1 "Relaciones entre padres e hijos y procesos de exclusión de un progenitor después de la separación o el divorcio" Quiero agradecer muy especialmente a las autoridades del Congreso que hayan pensado que yo, un terapeuta de familias y parejas, que no soy abogado, pudiera aportar algo que interese a esta audiencia y como tal, les voy a pedir que tengan mucha benevolencia con algunas de las cosas que digo cuando me introduzco en lo jurídico. Creo que es un riesgo calculado por que la interdisciplina requiere ir aprendiendo sobre la marcha, animarse a intercambiar y a meterse un poco en el territorio ajeno. A no sentir que el territorio del otro es tan ajeno, aún a riesgo de equivocarse. Lo que voy a traer hoy es, fundamentalmente, un intento de confirmación, desde la psicología relacional, de algunas de las leyes, de las reglas y de las resoluciones judiciales que, aunque con algunas excepciones, no son caprichosas, ni aleatorias, no surgen de la galera de un mago, sino que tienen sus fundamentos, su profunda sabiduría y su absoluta implicación también desde el punto de vista científico. Lo aplicaré a las relaciones entre padres e hijos después de la separación o el divorcio, en especial a algo que vemos cada vez con más frecuencia y que hoy se ha convertido en un problema realmente grave: los procesos de exclusión de uno de los progenitores de la vida de los hijos. Voy a tratar de explicar, además, por qué ese proceso es grave y por qué hay que intentar solucionar o evitar esta situación de alta potencialidad dañina para el desarrollo de los niños que, en ese contexto, se crían y se educan. Quisiera empezar comentando algunas concepciones que han cambiado en cuanto al proceso de divorcio. Años atrás se decía y se pensaba que el divorcio rompía la familia. Hoy, creo que está bastante claro que el divorcio es un proceso, que modifica y cambia, que transforma a la familia, pero que de ninguna manera la rompe. Es decir, no acaba con ella. Crea otro tipo de familia, que tiene otras características, por supuesto de mucha mayor complejidad. Por ejemplo: en las 1 Médico Psiquiatra – Terapeuta Familiar. Director del Instituto de la Familia de San Isidro [email protected] / www.institutodelafamilia.com

description

psicologia

Transcript of psicologia

  • 1

    INSTITUTO DE DERECHO DE FAMILIA

    COLEGIO DE ABOGADOS DE BAHIA BLANCA

    I CONGRESO INTERNACIONAL DE DERECHO DE FAMILIA Baha Blanca, 15 16 y 17 de Junio de 2005

    Conferencia de Carlos Mara Daz Usandivaras1

    "Relaciones entre padres e hijos y procesos de exclusin de un progenitor despus de la separacin o el divorcio" Quiero agradecer muy especialmente a las autoridades del Congreso que hayan pensado que yo, un terapeuta de familias y parejas, que no soy abogado, pudiera aportar algo que interese a esta audiencia y como tal, les voy a pedir que tengan mucha benevolencia con algunas de las cosas que digo cuando me introduzco en lo jurdico. Creo que es un riesgo calculado por que la interdisciplina requiere ir aprendiendo sobre la marcha, animarse a intercambiar y a meterse un poco en el territorio ajeno. A no sentir que el territorio del otro es tan ajeno, an a riesgo de equivocarse. Lo que voy a traer hoy es, fundamentalmente, un intento de confirmacin, desde la psicologa relacional, de algunas de las leyes, de las reglas y de las resoluciones judiciales que, aunque con algunas excepciones, no son caprichosas, ni aleatorias, no surgen de la galera de un mago, sino que tienen sus fundamentos, su profunda sabidura y su absoluta implicacin tambin desde el punto de vista cientfico. Lo aplicar a las relaciones entre padres e hijos despus de la separacin o el divorcio, en especial a algo que vemos cada vez con ms frecuencia y que hoy se ha convertido en un problema realmente grave: los procesos de exclusin de uno de los progenitores de la vida de los hijos. Voy a tratar de explicar, adems, por qu ese proceso es grave y por qu hay que intentar solucionar o evitar esta situacin de alta potencialidad daina para el desarrollo de los nios que, en ese contexto, se cran y se educan. Quisiera empezar comentando algunas concepciones que han cambiado en cuanto al proceso de divorcio. Aos atrs se deca y se pensaba que el divorcio rompa la familia. Hoy, creo que est bastante claro que el divorcio es un proceso, que modifica y cambia, que transforma a la familia, pero que de ninguna manera la rompe. Es decir, no acaba con ella. Crea otro tipo de familia, que tiene otras caractersticas, por supuesto de mucha mayor complejidad. Por ejemplo: en las

    1 Mdico Psiquiatra Terapeuta Familiar. Director del Instituto de la Familia de San Isidro [email protected] / www.institutodelafamilia.com

  • 2

    familias divorciadas aparecen los astros, los padrastros, madrastras, abuelastros, hermanastros, personajes nuevos, muy importantes, en la vida de los chicos. Otro concepto que ha cambiado es que pensbamos que el divorcio era importante para los nios como un momento traumtico. Se pona todo el nfasis en lo que significaba para esos chicos el trauma de que sus padres no vivieran ms juntos. Que un mal da el padre se iba y no convivan ms. Lo cual es obviamente cierto, pero no suficiente. Hoy, pensamos que mucho ms importante que esto es la organizacin de la familia despus del divorcio. Lo que tiene ms efecto, positivo o negativo, no es ese episodio puntual, en un momento, un da y una hora determinada, en que el pap o la mam se fue, sino, toda la sucesin de momentos en la vida de ellos, desde el divorcio de sus padres hasta que se independizan y son autnomos con respecto a su familia, tal vez, muchos aos despus. Diramos entonces que el proceso de divorcio es un cambio, es algo que transforma a la familia, es un pasaje de un estadio a otro, que podramos metafricamente asemejar a un parto. Como pasar de un estado, de una forma de vida a otra. Y an pensar que, en este caso, los parteros que asistimos a ese parto somos los abogados y los terapeutas. Recordando tambin que hay mucha gente que se arregla sola, que hay partos que se hacen sin asistencia profesional, y alegando que la ms elemental concepcin tica nos obliga, tanto a abogados como a terapeutas, a limitarnos a una intervencin subsidiaria, esto es, a hacer nada ms que lo mnimo indispensable para que ese proceso se cumpla en la forma ms fluida y simple posible. Quisiera plantear ahora una pregunta, muy obvia, pero interesante para una reflexin para qu sirve la familia?. Es til entonces que veamos cuales son, las caractersticas que tiene el proceso familiar y de qu manera ste puede alterarse a travs del divorcio. Algunos bilogos sostienen que el hombre nace prematuro. Si lo comparamos con cualquier otro neonato de la escala zoolgica, efectivamente el ser humano es muy precario en su momento de nacer. Aquellos afirman que debiera tener un perodo de gestacin bastante mayor. Dan para esto una serie de explicaciones que no vienen ahora al caso y obviamente esto es opinable; pero se me ocurre que se presta para otra metfora, ya que estoy en plan de metforas biolgicas. Con los prematuros, en general, en un medio tcnicamente avanzado, solemos recurrir a la incubadora. Tambin, en la naturaleza, existen los marsupiales, un grupo de animales que nacen muy prematuros, a los que la madre los pone en una bolsa, que es como un segundo tero donde el cangurito termina de desarrollarse para luego vivir en el mundo exterior. Podramos decir entonces que los seres humanos necesitamos tambin de una segunda gestacin, dada esta inmadurez, que se da en un tero metafrico: la familia. Slo que el aporte cultural ha hecho que este proceso sea muy largo, esta segunda gestacin dura ms o menos unos 20 aos. Los que tiene previsto nuestra legislacin sobre la patria potestad como deberes de los padres para cumplir con las funciones que implica esta segunda gestacin. Veamos entonces cuales podran ser las condiciones o el modelo para que esta segunda gestacin se d, de una manera ptima. Entendiendo, por supuesto, que cuando hablamos de modelos, ellos no son fciles de alcanzar. Por ejemplo, si todos los que estamos ac nos hiciramos un dosaje de colesterol en la sangre, yo creo que fcilmente el 70% tendramos ms de lo que indica el modelo perfecto. Y eso no quiere decir que no sea bueno que tratemos de que nuestro colesterol est

  • 3

    lo ms cerca posible de las cifras que los mdicos aconsejan. A partir entonces de este criterio es que yo voy a plantear un modelo. Esto que defino como proceso familiar, es: 1 un lugar, en que 2 se deben cumplir funciones, 3 durante un tiempo determinado. Vale decir que estos tres elementos son indispensables para este proceso. 1 El lugar es la estructura: la unidad conyugal, constituida por uno con una, que se integran en una pareja marital y, superpuesta, una pareja parental o pareja de padres. 2 Las funciones corresponden a cada pareja y son por lo tanto la marital y la parental. La funcin marital implica, por un lado, el componente unitivo, la unin, el amor conyugal y por el otro la procreacin. La funcin parental est compuesta: por un lado por la que podramos denominar funcin nutritiva o funcin de crianza. Aquella que implica satisfacer las necesidades de los hijos. Y por el otro, la funcin normativa, o funcin de educacin. Esto significa inculcar las reglas que los hijos deben conocer para poder moverse adecuadamente, primero, dentro del sistema familiar, y despus, con algunas pequeas variantes, en el mundo en que les va a tocar vivir. Es el proceso de socializacin, que nos hace ciudadanos del mundo. 3 Por ltimo, esto requiere tiempo e implica cierta continuidad y compromiso durante estos 20 aos que mencionamos, y que exige la ley. Cuando hablamos de continuidad y compromiso, si hay separacin o divorcio, la clave es que esto se cumpla, en la pareja de padres, a partir de la posibilidad de la disociacin, entre la pareja marital y la pareja parental, de tal modo que esta ltima logre mantenerse operativa, pese a la ruptura. Otro elemento importante, dentro del proceso familiar, es la construccin de la identidad del nio. Ella se establece a travs de las funciones parentales que mencion y describir a continuacin. La funcin de crianza o funcin nutritiva: es gratificante, pues implica satisfacer necesidades y deseos de los chicos. Genera apego, por que cuando se da una experiencia de satisfaccin entre dos personas esto implica un acercamiento, una fusin, identificacin, o cierta simbiosis. Se da aqu y ahora: obviamente alguien que est experimentando una satisfaccin no estar pensando en el ayer o en el maana, est concentrada solo en el tiempo presente en esta experiencia, ahora. Es egocntrica: en trminos de que uno est enfocado en su propia vivencia personal. Es un asunto de dos: el que satisface y el que es satisfecho. Implica de alguna manera una postura reivindicatoria: la bsqueda, el deseo de que esta satisfaccin se cumpla. La funcin de educacin o normativa es la que implica inculcar reglas y las reglas son evidentemente limitaciones a la libertad. Cuando enseamos una regla, lo que estamos planteando es que hay ciertas cosas que se deben hacer de determinada manera y que todas las otras, que estaban como alternativas deben ser excluidas. Con lo cual estamos haciendo un recorte de nuestra libertad que implica, indiscutiblemente, una frustracin y eso genera rechazo. Cuando a un chico le limitamos o le negamos algo que pide se las ingenia para hacernos pasar el mayor estrs posible, para intentar torcernos la voluntad o por lo menos para que paguemos caro por eso, como corresponde a la legtima lucha generacional. Pero, por otro lado, la funcin normativa tiende a la autonoma y al crecimiento. Cuando uno necesita o busca algo y se frustra, cuando se convence de que no lo va a conseguir de esa manera, lo que hace, es empezar a desarrollar su capacidad creadora y su inventiva para ver como puede lograrlo de otro modo. Con lo cual introduce el espacio, es decir, empieza a buscar otro mbito, otro lugar, otra

  • 4

    persona o posibilidad, e introduce el tiempo, porque empieza a proyectar, a procesar su inteligencia en el futuro. Y eso es muy importante. Por todo esto la funcin normativa es adaptativa, implica que el chico empieza a desarrollar sus habilidades para tratar de resolver su problema o necesidad. Por otro lado, a diferencia de la nutritiva que es egocntrica, implica un enfoque hacia afuera, una proyeccin hacia lo social. Es un asunto de tres, es tridico: porque si una madre o un padre intentan aplicar una norma a un hijo sin la participacin del otro progenitor, lo ms probable es que el que no particip, que qued afuera, se convierta en un saboteador voluntario o involuntario de esa norma. Vale decir que una de las condiciones que tiene la funcin normativa es que requiere consenso entre los padres. Yo sostengo que el nico poder legtimo que tenemos los padres sobre los hijos es el consenso, lo cual implica una cierta limitacin, porque a veces el consenso no es fcil. Hay mucha gente que est demasiado acostumbrada a encontrar soluciones por las vas autoritarias no consensuadas, logrando un seudo acuerdo. Vuelvo entonces al importante concepto de identidad. Ella se estructura en funcin de un equilibrio adecuado entre la funcin normativa y la funcin nutritiva. Si se produce cualquier desequilibrio entre estas dos proporciones, va a haber rasgos en la personalidad de ese nio o de ese futuro adulto que van a tener ciertas desviaciones de la media y, que si exceden de cierto lmite, van a llegar a desarrollar alguna patologa. De manera que ese equilibrio es esencialmente importante. En general, la variacin en las proporciones de estas dos funciones tiene mucho que ver con la cultura. Por ejemplo, si pensamos en la cultura de hace 100 aos, ella sancionaba una marcada predominancia de la funcin normativa con dficit de la funcin nutritiva. Mientras que en nuestra cultura de hoy, tenemos el caso inverso. Ella es claramente deficitaria en la funcin normativa y es sobreabundante en funcin nutritiva. Otro aspecto importante, en cuanto a la identidad, es que exista tambin un equilibrio en la participacin de la madre y el padre en la relacin, con ese chico. Digamos que estando ambos padres vivos, la relacin, la interaccin en la cotidianeidad, con ambos, es lo que de algn modo estructura la identidad. De esto surge que cuando un nio no tiene la necesaria interaccin, en cantidad y en calidad, con su madre y con su padre, puede desarrollar un deterioro en su identidad, que va a tener consecuencias negativas: una identidad deficitaria. En este caso, lo que solemos ver es que las consecuencias de los dficit infantiles de identidad aparecen en la adultez, traen consecuencias a largo plazo. Por lo general estos son trastornos en la personalidad que dan lugar a caracteres ms bien pesimistas, nihilistas, a veces depresivos, con grandes dificultades para formar pareja o para formar una familia, con limitaciones en sus relaciones sociales, que pueden ser exitosas en algunas reas, pero especialmente en el plano afectivo marcadamente deficitarias y fracasadas. Vemos ahora como se logran estos procesos en las familias separadas o divorciadas. Hay, en las investigaciones sobre el proceso de divorcio desde el punto de vista psicolgico, casi dira yo un antes y un despus de una clebre investigacin que hicieron dos psicoanalistas americanas, Judith Wallerstein y Joan Kelly, all por los aos 70. Investigaron a un grupo de poco ms de 100 familias divorciadas, con divorcios de distintas caractersticas, en distintos momentos evolutivos, con familias diversas, estudindolas cada seis meses durante muchos aos. Presentaron el primer informe a los cinco aos, Wallerstein, J. y Kelly, J. (1980), pero an

  • 5

    recientemente algunas de estas familias, que ya tienen nietos, han sido todava estudiadas por Judith Wallerstein, que sigue con la investigacin. Lo que les interesaba fundamentalmente, el foco de esta tarea, era estudiar las consecuencias del divorcio en los chicos y cuales eran los factores patgenos que los afectaban. Detectaron dos factores fundamentales en este proceso, entre muchos otros. Uno de los factores especialmente patgenos para los chicos es: que el divorcio no haya servido para terminar con los conflictos entre los padres. Es decir que la pareja, despus de divorciada, siga con sus conflictos, peleas, y guerras. En una palabra, que el divorcio no sea un remedio para esta situacin previa. Generalmente este tipo de problemas aportaba, en especial, situaciones ms bien actuales que tenan que ver con el control/descontrol de los nios. El segundo factor es: la prdida de la relacin con uno de los dos progenitores, que fue denunciado como determinante de problemas alejados, a largo plazo. Esto tiene que ver con el proceso de estructuracin de la identidad en el que, si falta uno de los dos padres, el resultado va a ser defectuoso, carenciado. Esta es la situacin que se daba entonces en el modelo tpico de divorcio: una madre que tena la tenencia y un padre que tena las visitas, que cada vez visitaba menos y que a veces, finalmente, terminaba perdindose en el tiempo y el espacio. Mientras, la madre se agobiaba con la sobrecarga. Entonces, podramos decir que el proceso estructural del divorcio, es la difcil disociacin de la pareja marital y la pareja parental, en trminos de que estos son dos subsistemas que, en una familia intacta, estn fusionados: el padre es el esposo y la madre es la esposa. En un proceso de divorcio, lo que va a suceder obviamente es que la pareja marital se va a fragmentar, por que el subsistema marital est en disolucin, pero ac nos encontramos con una alternativa. Hay posibilidades de que en algunos divorcios el padre y la madre no entren tambin como tales en el mismo proceso, es decir, de que se pueda producir una disociacin entre la funcin de padre y la de esposo, as como la de madre y la de esposa, de tal modo que se logre divorciar la pareja marital pero pueda continuar operativamente unida la pareja parental. Y esto es precisamente el planteo de lo que sera un modelo, o un proceso de divorcio ptimo respecto a las consecuencias psicolgicas para los hijos. Lo que claramente plantearon Wellerstein y Kelly y despus una avalancha de investigadores, es que podemos hablar de un buen y un mal divorcio. An sabiendo que hasta el buen divorcio tiene tambin sus consecuencias y duele, pero de todas maneras, entender que existen algunos divorcios patgenos, malignos, y otros benignos, que tienen la posibilidad de pasar con un dao menor, o prcticamente sin dao. Y estos divorcios benignos son aquellos en los que ha habido una buena ruptura de la pareja marital, es decir que la pareja marital est realmente separada y la pareja parental, los padres, siguen unidos, en su responsabilidad, cumpliendo una funcin co-parental, hasta que sus hijos llegan a la mayora de edad y no necesitan ms de este metafrico tero familiar. Esto, entonces, implica ya, la posibilidad de discriminar entre divorcio benigno y divorcio maligno. M. R. Glaserman (1997), describe las diferencias entre el divorcio destructivo y el que ella considera como un proceso normal, una distinta vicisitud del ciclo vital que seran equivalentes a lo que estamos denominando como maligno y benigno respectivamente. En el divorcio como posible etapa del ciclo vital uno percibe claramente que hay un cuidado de los hijos, mientras que en el divorcio maligno, hay una imposibilidad de

  • 6

    cumplir esta funcin. Yo agregara que hoy, que las cosas estn todava mucho ms graves, hay una utilizacin de los hijos, como arma o como rehenes, en la lucha. En el divorcio benigno hay peleas y desacuerdos pero slo en la primera fase, mientras que en el divorcio destructivo las peleas son permanentes porque se auto-mantienen, hay todo un proceso de retroalimentacin que perpetua la situacin de conflicto. En el benigno hay dolor por la prdida, mientras que en el divorcio destructivo hay necesidad de ganar y de denigrar. Hay permanentemente una actitud de competencia, de hostilidad. En el benigno hay intermediarios, no litigantes, cuando los hay, o no hay intermediarios, mientras que en el divorcio destructivo hay siempre intermediarios litigantes. Yo dira un contexto legal muy cargado, a veces personas que abusan del sistema judicial y que son capaces de exasperar y an de hartar a sus propios abogados, a los que cambian con frecuencia, suelen tener un largo historial, han pasado por cuatro o cinco distintos. En el destructivo hay una fuerte involucracin de las familias de origen, a veces de confidentes, pueden ser psicoterapeutas, religiosos o amigos. En el benigno hay poca involucracin de miembros de la familia de origen, con lmites claros, no hay esta especie de regresin a aquella, que se da claramente en los divorcios destructivos. Uno ve a veces que los padres de alguno de los cnyuges son ms belicosos que el cnyuge mismo, en una situacin de divorcio destructivo. En el divorcio benigno hay un reconocimiento de la propia responsabilidad, mientras que en el divorcio maligno la responsabilidad est siempre puesta en el otro. El malo siempre es el otro, y yo soy el bueno y el perfecto. Volviendo ahora a la funcin estructurante de la identidad que tiene la relacin con cada uno de los progenitores, una psicoanalista americana, Gloria Auer, (1986), sostiene que...

    el nio debiera tener el derecho fundamental y la necesidad de reconocer, conocer, amar, odiar, dolerse, hablar, y visitarse con su progenitor biolgico, despus de la separacin y el divorcio, sin interferencias del padre custodio, padrastro o padre adoptivo.

    Vale decir que es claramente un derecho del nio. Creo que esto no es ignorado por nadie, pero en la prctica, muchas veces estos procesos se manejan como si se pensara que el contacto de padres con hijos fuera solamente un derecho de los padres, y no de los hijos. Con respecto al tema de las relaciones entre padres e hijos, ha habido cambios muy importantes. El modelo de hace 50 aos, que lamentablemente en algunos mbitos todava sigue pesando, es el de la tenencia unilateral, con un padre visitante. Yo creo que el concepto de visitas es absolutamente nefasto. Y que es tiempo de que dejemos de hablar de visitas, porque el lenguaje no es inocente. Aunque sepamos que las visitas ya no son tales, les seguimos llamando as y eso de alguna manera nos afecta. El padre, o la madre, si es quien no tiene la guarda, no puede ser un visitante. Tiene que ser un padre o madre que funcione, y la funcin se da en la relacin, no en la visita. La visita est pensada desde la mera satisfaccin de una cuestin afectiva y formal, que al chico es lo que menos le afecta. Lo que importa es fundamentalmente la educacin. Los procesos educativos se dan en la convivencia domstica, en la realidad y no en la fantasa reparatoria. Entonces el modelo que hoy preferimos es el de la convivencia. Los americanos que en esto van, por lo general, bastante adelante, desarrollaron, desde el punto de vista jurdico, el

  • 7

    concepto de custodia compartida. En nuestro pas hay demasiados prejuicios con respecto a esto, pero creo que hay muchos matrimonios divorciados que tienen una guarda compartida, no legalizada, no homologada, simplemente de hecho, porque a veces algunos jueces se aferran a viejos esquemas y se oponen a ella. Pero, como para que exista una tenencia compartida, tiene que haber una relacin mnimamente respetuosa y armnica entre los ex cnyuges, muchas veces se logran acuerdos que hacen innecesaria la intervencin judicial y aquella pasa desapercibida. Lo importante entonces es que exista la posibilidad de una convivencia del chico con ambos progenitores. Y esa convivencia implica, por lo menos, que exista la posibilidad de pernoctar, que el chico pueda estar con ambos, alternativamente, en una vida domstica. El modelo ptimo, que se desarroll entonces en funcin de estos conceptos, es el de la familia binuclear, propuesto por Conni Ahrons en Estados Unidos, Ahrons, C. (1994). Una familia divorciada, caracterizada por dos casas, en las cuales los chicos viven, alternativamente, unos das en la casa de la mam y unos das en la casa del pap, solo que all se hace sobre el ordenamiento jurdico de la custodia compartida. Con este concepto estructurante se me ocurren dos ideas que creo esenciales, por un lado la de territorialidad y por el otro la de linaje. La primera se refiere al lugar a la casa de pap y la casa de mam. La segunda tiene que ver tambin con la familia ampliada, es decir, con el sentido de cada linaje. Es entonces la casa de los Prez y la casa de los Garca. Y as el chico comparte el mbito de uno y del otro progenitor, vive alli. De ninguna manera esto de la convivencia implica la exigencia de que el chico tenga que necesariamente estar de paseo o de visita con su pap o su mam. Cuando est con su pap, si es el que no tiene la guarda, tiene que hacer su vida comn y si, por ejemplo, tiene el cumpleaos de un amigo, o un partido de ftbol en el que participa, tendr que ir llevado por el pap. No tiene por qu perdrselo porque ese da le toque estar con l. Tambin es ese lapso est en contacto con la familia, con el linaje paterno en forma real o virtual. Voy ahora a referirme a este tema que est hoy muy en boga, lo que llamamos la alienacin parental, o el sndrome de alienacin parental. En una discutida definicin, Nancy Rainey Palmer2, (1988), considera como tal

    el proceso por el cual un progenitor, en forma abierta o encubierta, habla o acta de una manera descalificante o destructiva a, o acerca de, el otro progenitor, durante o subsecuentemente a un proceso de divorcio, en un intento de alejar o alienar o indisponer al hijo contra ese otro progenitor.

    El problema es que a ese hijo se le niega su derecho al vnculo con su progenitor lo que va a tener serias consecuencias en su identidad, No es entonces solo una negacin de derechos, sino adems el riesgo de un dao psicolgico grave. De todas maneras esta definicin est discutida por Richard Gardner, (1987 2002), que es quien acu el concepto de alienacin parental. l plantea que estos trminos, en realidad definen lo que l llama alienacin parental simple. El sndrome de alienacin parental existe cuando ya, hay una participacin activa del chico y es l quien repudia al que no tiene la guarda; su pap o su mam. Yo creo que son, casi siempre, etapas del mismo proceso.

    2 Nancy Rainey Palmer era en 1988 Presidente del Comit de Mediacin del Colegio de Abogados de Florida . U.S.A.

  • 8

    Hasta no hace mucho, ms o menos en el 10% de los casos la excluida era la madre y en el 90% restante el padre, pero estas estadsticas tienden a ir equilibrndose y cada vez son ms las madres excluidas, ya casi tantas como los padres. Aclarando tambin que el sndrome de alienacin parental o la alienacin parental suele ser ms grave y cruel cuando la excluida es la mujer, la madre, que cuando es el padre. El cuadro tpico, del sndrome de alienacin parental, es el caso en que la mam o el pap viene con una aparente actitud de inocencia, diciendo

    mire, yo no tengo ningn problema en que Luisito vaya a ver al pap/mam, lo que pasa es que el que no quiere es l y yo no lo voy a obligar....

    En realidad, Luisito o su conducta alienadora es el producto de todo un proceso, una elaboracin previa ajena a l. La verdadera definicin, de sndrome de alienacin parental, segn Gardner, (1998), es:

    Un trastorno de la infancia, que surge casi exclusivamente en el post divorcio, en el contexto de los conflictos de guarda o custodia, su manifestacin primaria es la injustificada campaa de denigracin vivida por el nio contra uno de sus progenitores. Esto resulta de la combinacin de una programacin y lavado de cerebro por cuenta del otro progenitor, por una parte y de las propias contribuciones del nio a la difamacin del progenitor alienado por la otra.

    Cabria la crtica respecto a verlo como un trastorno de la infancia, por que podemos objetar que no afecta solo al nio, sino a todo el sistema familiar en su totalidad y no en un aspecto parcial, individual. Veamos ahora cuales son las conductas generadoras de alienacin. El progenitor alienador descalifica y difama al progenitor alienado. Haciendo un trabajo de programacin y de lavado de cerebro del nio. Est permanentemente hablndole mal del otro progenitor o argumentando una clara victimizacin, mostrndose como vctima ante el hijo y atribuyndole a aquel el lugar de victimario . Es un proceso reiterado y continuo que termina por destruir la imagen interna que el chico tiene de su progenitor. En los casos ms graves, la programacin para reclutar al nio se da sobre una previa accin de empobrecimiento de su estructura yoica defensiva y de su capacidad cognitiva de discriminacin, obtenida a partir de una fuerte coercin emocional, como por ejemplo la amenaza del abandono. Esto constituye una grave situacin que recuerda, en alguna medida, a la relacin de hechizo descrita por Reynaldo Perrone (1997) en los casos de abuso, como un estado de trance especial con estrechamiento de la de la conciencia crtica. Tambin es importante: la captacin del nio, la seduccin y el remate. El remate es cuando en el caso de un adolescente, por ejemplo, el pap le pregunta al chico:

    as que tu mam no te deja volver ms tarde de las 2 de la maana? Bueno, conmigo pods volver a las 4.

    Y si la mam se entera que el padre lo deja volver a las 4, ella lo deja volver a las 6. Es decir, estn compitiendo por quin da ms en esta captacin. La seduccin en

  • 9

    cambio esta muy ligada a lo econmico y suele ser el instrumento de alienacin de padres ricos que no tienen inicialmente la guarda, aportan muy bajas cuotas alimentaras y especialmente con hijos adolescentes en los que promueven la idea de ser ellos los que elijan a su progenitor custodio. Se agrega a este la involucracin del contexto, que confirma la descalificacin del progenitor. Una distorsin cognitiva colectiva, de vecinos, amigos, familia extensa, profesionales como una exigencia de lealtad. Las personas alienadoras suelen buscar psicoterapeutas que estn comprometidos con esa manera de pensar y entonces son, ya desde lo profesional, los que se encargan de hacer el lavado de cerebro del chico. Algunos terapeutas personales pueden convertirse en cmplices, voluntarios o involuntarios de la alienacin, lo cual es grave. Como contrapartida la participacin del nio en la alienacin suele provocar un rechazo reactivo complementario del progenitor alienado. El chico lo rechaza y este hace lo peor que podra hacer: ofenderse. Y, cuando se ofende, se retrae y deja de ver al chico por meses. Con lo cual lo que hace es confirmar todo lo mal que le habl el alienador al nio sobre el otro progenitor. La distorsin ms comn de la alienacin parental es la obvia confusin entre la funcin parental y marital, aquello de que: si fu un mal esposo, va a ser necesariamente un mal padre. Por ejemplo, muchas veces se plantea que si fue un esposo /a, que tuvo violencia conyugal, tambin va a ser inevitablemente violento/a con los hijos, lo cual pocas veces es cierto. En esto quisiera recordar, como homenaje, algo de nuestro Cdigo Civil, el Artculo 213 del Cdigo de Vlez Sarsfield, que deca:

    los hijos menores de cinco aos quedarn siempre a cargo de la mujer, y

    los mayores de esta edad, se entregarn al esposo que, a juicio del juez, sea el ms apropiado para educarlos, sin que se pueda alegar por el marido o por la mujer preferente derecho a tenerlo.

    Y luego al pie aclaraba que:

    Nada tienen que ver las relaciones del marido y de la mujer con la conducta probable que uno u otro observaren con sus hijos. He credo que los hijos y el derecho a tenerlos no puede ser objeto de pena al que diese causa al divorcio, que el mejor inters de los hijos debe solo atenderse cuando se trata de la separacin personal de los padres.

    Esto fue planteado por Vlez Sarsfield en 1869, cuando la mayora de los cdigos del mundo ignoraban esta diferencia, adjudicando los hijos al inocente.

    presumiendo idoneidad a los efectos de la guarda fundada en la inocencia

    Segn la critica de Eduardo Zanoni, (1981). La lucidez de Vlez Sarsfield, ya en aquel entonces, le permiti discriminar entre la funcin de padre y la funcin de cnyuge. Cmo, un mal cnyuge no tiene por que inevitablemente ser un mal padre, y cmo, esto no tiene por que afectar en la decisin de la guarda. Entre las causas comunes de alienacin parental est la ignorancia sobre los procesos naturales de la familia. Esto que yo les estoy comentando ahora muchos

  • 10

    padres no lo saben y creen, con un criterio funcionalista, que pueden reemplazar a la persona del padre o madre, del cual se han divorciado, por un progenitor a la carta: un padrastro o madrastra o un abuelo o alguna otra figura; lo cual es un grave error. Hay tambin: un modelo cultural de familia post divorcio, uniparental, con padre visitante, del que ya hablamos, que est absolutamente perimido, pero que todava en algunos lugares se aplica; un sesgo cultural pro madre y anti padre; un prejuicio machista - matriarcal, que sanciona que los chicos exclusivamente tienen que estar con la madre y no con el padre. Vale decir que el padre no es necesario para los hijos ms que como proveedor econmico. A veces un desplazamiento del conflicto econmico parental, una negociacin implcita de nios por dinero, es decir, que los chicos entran en el reparto de la sociedad conyugal. Otra causa es el insuficiente divorcio emocional conyugal, una erotizacin residual. Algo que hemos observado con mucha frecuencia es que los casos mas graves de sndrome de alienacin parental o de alienacin parental en general, han tenido una historia de muchos intentos de rehacer la pareja. El vnculo est todava erotizado, la pareja conyugal nunca se rompi claramente y sabemos que el amor puede tornarse en odio. Para que exista un buen divorcio tiene que haber un claro divorcio emocional de la pareja conyugal, con una des-erotizacin total. Lo que vemos actualmente es que hay muchas parejas divorciadas, que siguen su camino, pero que continan manteniendo relaciones, ocasionalmente. Y esto es una clara dificultad para poder lograr este divorcio emocional. El sesgo cultural anti madre adltera y la alienacin de la madre. Una madre adltera parece no ser igual que un padre adltero. Si un padre comete infidelidad, se produce solo un divorcio. Si la madre es la infiel, esto significa: su expulsin, su muerte familiar, la destruccin total de su imagen. Tambin es muy problemtica una nueva unin del progenitor alienado con pareja adltera, que se presume culpable del divorcio. Una cliente que yo asista hace aos, una graciosa andaluza, me dijo textuales palabras:

    pues vea doctor: este cerdo se cambio de bote sin siquiera mojarse el culo.

    Esto significaba que el marido, mientras estaba casado con ella, se hizo de otra pareja y cuando la tuvo consolidada se fue. Si una nueva pareja se hace a partir del adulterio al que se le atribuye la destruccin del matrimonio, la construccin social es que esa persona es la responsable de la ruptura; aunque por lo general cuando aparece un adulterio es por que aquel, probablemente, ya no funciona. Entonces es muy difcil que el que ha sido vctima del adulterio acepte de buena gana que sus hijos vayan a la casa de su ex cnyuge con su pareja adltera. Este problema exige que si se hace una nueva pareja, se tenga mucha prudencia en este aspecto, porque puede llegar a ser un nuevo factor destructivo para los hijos. Las caractersticas violentas del progenitor alienado: la violencia conyugal es casi siempre compartida, en alguna medida co-participada. En una historia de violencia simtrica es un episodio ms en la escalada. En los sndromes de alienacin graves a veces se puede observar violencia complementaria, una violencia que no es respondida, digamos que no son dos que pelean, sino uno que acta como victimario y otro como victima. Obviamente la victima es el excluido, alguien que suele estar en una actitud de indefensin, a la inversa de lo que muestra el alienador que se autodefine como la victima, paradjicamente con una alta combatividad y violencia, en su presunta defensa.

  • 11

    Una posesividad disfuncional o patologa de los vnculos entre el progenitor alienador y el nio que genera una simbiosis. Yo atiendo en estos momentos un caso de una seora que no soporta que su hija, que tiene nueve aos, vaya a pernoctar con su padre, simplemente porque ella la extraa. No puede aceptar que su hija est fuera de su vista o de su control. Lo cual es ms una situacin de patologa vincular entre la madre y la hija, que con relacin al padre. Veremos ahora como se manifiesta la alienacin. La fenomenologa de la alienacin simple implica debilitamiento del vnculo parento-filial, por restriccin injustificada del rgimen de contacto. Son estos casos en que cuando el chico tiene que ver al progenitor no custodio, siempre tiene que hacer deberes o est resfriado o fue al mdico, o algn otro pretexto. A veces hay incumplimiento franco del rgimen de contacto, por voluntad desafiante y abierta del progenitor pero sin rechazo manifiesto del nio. En cambio la fenomenologa del sndrome de alienacin parental implica un odio manifiesto del nio a su progenitor alienado, con el que se intenta justificar el rechazo al contacto. El nio hace pataletas, tiene expresiones de repudio total, que se extienden, como contaminacin, a todo lo que est vinculado con el progenitor odiado, es decir, a su familia, a sus amigos, a su casa, a todo lo que tenga con l alguna relacin. Esto es, por otro lado, un indicador diagnstico. Suponiendo que, por ejemplo, se alegue abuso sexual. En estos casos lo indicado podra ser que el chico tuviera contacto con algn otro miembro de la familia extensa, ya que el padre o la madre seran personas supuestamente dainas o de riesgo para l, pero no hay ninguna razn para atribuir ese dao potencial a otros miembros de su familia. Sin embargo, en estos casos siempre lo que est vinculado con el progenitor excluido es considerado algo odiable y repudiable de modo que se resistir cualquier propuesta de este tipo. En el nio hay siempre un lenguaje inusual, adulto. Repudia al progenitor alienado con un discurso que no es propio de un chico, ms bien parece aprendido, porque obviamente tiene que ver con todo este lavado de cerebro y esta programacin que le han hecho en su casa. Es un lenguaje prestado, no espontneo, no natural. Y se caracteriza por argumentos triviales, sobrevalorados, que implican una distorsin cognitiva grave. Puede decir, por ejemplo, que su padre o madre es un canalla, una persona malsima ,porque un da no le quiso comprar caramelos o un juguete. Es decir, que cualquier situacin que pueda generar en s una situacin de frustracin o de conflictos menores entre progenitor e hijo, se convierte ac en una especie de monstruosa justificacin del odio y del repudio. Y esto es compartido, porque uno se encuentra con el otro progenitor que le dice: y, se da cuenta? Cmo no lo va odiar? Si le pidi caramelos y el

    pap/mam no se los compr. Y la abuela dice:

    claro, imagnese, un pap/mam que ni siquiera le compra caramelos, qu pap/mam es?.

    Esto es un disparate compartido, una distorsin cognitiva colectiva. Otra caracterstica, que es tambin bastante diagnstica: la denigracin es mucho mayor estando presente el progenitor amado. Si el progenitor alienador, digamos, el bueno para el chico, est presente, la denigracin del malo es mucho mayor. Si por ejemplo el excluido es el padre, y la excluyente es la madre, y uno saca a la mam de la entrevista el chico puede tener mucha mas posibilidad de encuentro con el pap.

  • 12

    Hay una total ausencia de ambivalencia y culpa por el rechazo del nio al progenitor. Cualquier persona, cualquier chico, que tiene un conflicto con su padre o madre, tiene enojo, rabia, odio, pero tambin tiene amor, pena y dolor por esta situacin. Que uno est enojado con su progenitor, implica siempre un sentimiento ambivalente:

    lo odio, pero me da penaque lo est odiando. En estos casos esto no aparece en ningn momento, el chico manifiesta odio y no tiene ninguna ambivalencia, no siente ninguna culpa por odiar. Al contrario, se jacta de hacerlo y si puede, de explotar al progenitor. Por otro lado est el fenmeno del pensador independiente, eso que yo mencionaba antes, la mam o pap que dice: que el rechazo es solo del nio y que l o ella no lo comparten pero no lo van a cuestionar u obligar. Estos son los casos en que uno podra plantearle: Y si l dijera que no quiere ir a la escuela?. Usted qu hara? Si usted realmente cree que ir a la escuela es necesario. Lo obligara o no?. Ahora lo que pasa es que usted no cree que ver al pap / mam es necesario. Y ac es donde cabe esta explicacin de que: no ver al pap o mam implica generarle a ese chico un vaco en su identidad. Que va a ser una identidad dbil. Que eso va a traer consecuencias graves en su futuro. En estos casos el nio tiene, por supuesto, mucho poder de decisin, porque dentro de toda esta campaa de concesiones que hace el progenitor alienador, el chico gana poder. Se constituye una verdadera coalicin intergeneracional, lo que Jay Haley (1985), define en Terapia Familiar como tringulo perverso, de alto efecto patgeno. Un padre excluido lo defina como una asociacin ilcita... A veces hay una sobreinvolucracin del sistema judicial buscando supuesta proteccin. Este es un problema muy serio. Hay casos en los que la justicia da proteccin por las dudas. El juez est casi convencido de que una denuncia de abuso sexual, por ejemplo, es falsa. Pero, por las dudas: vamos a proteger al nio por ejemplo con visitas supervisadas o en el mismo tribunal. Y qu explicacin le damos al chico, sobre el por qu lo estamos protegiendo de su pap o mam? Obviamente, porque hay una sospecha de que l o ella es un criminal, es un abusador, es una persona absolutamente despreciable. Y esto implica de algn modo el riesgo de daar injustificadamente, tal vez en forma irreparable, la imagen interna que ese chico tiene de su progenitor. Vale la aclaracin de que esta imagen esta dentro del nio, no dentro del progenitor y por lo tanto no es sta una forma de daar al excluido sino al chico mismo. Es decir que la proteccin al nio es bastante flaca, si no hay razonable conviccin de su necesidad . Lo que el juez en realidad hace algunas veces es ms bien cubrirse, protegindose l; porque si llegara a no protegerlo negndose a acceder a una demanda absurda y , por ejemplo, el demandante se encadena a un rbol en la puerta del tribunal y llama a todos los canales de televisin - cosa que he visto -, el juez puede pasar un papeln. Entonces, este es un tema realmente discutible. Hasta donde la proteccin de un chico, por las dudas, es de verdad proteccin?. O, hasta donde se justifica el por las dudas ?. Y esto nos obliga, ticamente, a desarrollar mtodos cada vez ms perfeccionados para poder dilucidar este tipo de problemas con la mayor precisin posible, cosa que no es nada fcil. La realidad es que: o el abuso existe, y entonces no se trata de alienacin parental sino de verdadera proteccin de un nio en peligro o es una mistificacin, casi siempre mal intencionada y perversa, que debe ser desestimada y an sancionada. No existe nada a mitad de camino.

  • 13

    Richard Gardner, (1998), que es quien ms ha trabajado con este tema, da esta clasificacin: el sndrome de alienacin puede ser leve, moderado o severo segn que la campaa de denigracin, la racionalizacin para el desprecio, la prdida de ambivalencia y todas estas caractersticas que mencion sean mnimas, moderadas o formidables, segn los tres niveles. Entrando ya en las soluciones. En el nivel leve, la posibilidad de trabajo es independiente por parte del terapeuta y el sistema judicial, pero en los otros dos, el moderado y severo, inevitablemente tiene que haber un trabajo en equipo. Es un tema que vale la pena discutir en un mbito como este: la interdisciplina y la colaboracin entre el sistema judicial y el sistema psicoasistencial. Uno de los grandes errores que vemos actualmente es que algunos terapeutas y jueces siguen pensando, ante estos problemas de conducta, con el modelo mdico individual. Y entonces, por ejemplo, nos derivan un chico que tiene un claro sndrome de alienacin parental, para hacer un tratamiento de revinculacin. Como si se pensara que ese chico tiene una enfermedad mental de la cual el repudi a su progenitor es un sntoma y se esperara que yo, un mdico, lo vaya a curar, de ese trastorno. Obviamente, el chico lo rechaza por toda la situacin conflictual que existe en la familia. Con quien yo ms tengo que trabajar no es con el inocente nio, sino con los adultos responsables: la madre y el padre. Este es un tratamiento que exige una intervencin familiar, una intervencin contextual, donde hay que trabajar con la familia, no solo con un miembro de ella y adems con un enfoque mucho ms cercano a la educacin que a la salud. Desde Gardner y los dems investigadores que han trabajado con la alienacin parental, se considera que aunque existan varios miembros de la familia con evidentes alteraciones en su conducta est contraindicado que cada uno tenga su terapia . Lo que ha demostrado ser eficaz es el manejo del grupo total por un solo terapeuta entrenado para este tipo especfico de terapia. Lo otro que plantea Gardner, (1998), es la importancia de la intervencin judicial y esta es una de las cosas que tendramos que desarrollar nosotros. Lograr que, como en Estados Unidos, los jueces tengan posibilidad de indicar terapias, es decir, de hacer terapias por prescripcin judicial. Por otro lado, all el juez tambin elige el tipo de terapia, porque hay algunas que son absolutamente inservibles para esto. Las hay an perniciosas, como algunas en las que el terapeuta se erige en el paladn protector de su paciente inducindole, por complementariedad, el rol de vctima frgil e incapaz, por ejemplo, de encontrarse frente a frente con su ex cnyuge; hasta a veces prohibiendo tal encuentro, que es obviamente necesario para la terapia. Gardner se refiere a esta configuracin teraputica como: una relacin tipo Follie a deux. El grave problema es que, an con reservas, un juez puede prescribir una terapia necesaria, pero difcilmente pueda prohibir una iatrognica. Lo que si sirve es el trabajo mano a mano entre el juez y el terapeuta. Algo que yo llamo metafricamente co-terapia con el juez, Daz Usandivaras, C. (2002) . Entre ambos nos ponemos de acuerdo para hacer un trabajo en conjunto, en el que por ejemplo, la familia sabe que yo estoy en contacto con el juez, que yo le debo informar, en la que peridicamente l hace audiencias, en las que participa el terapeuta, en las que evala la marcha del proceso, en fin, donde hay claramente un trabajo en equipo interdisciplinario y no una derivacin en la que el juez manda a hacer terapia y se desentiende. El terapeuta solo, es impotente. Nosotros no tenemos ningn poder sobre la familia que se resiste. El que tiene el poder es el juez. Entonces la asociacin de juez y terapeuta puede, lo que ni el juez solo, ni el

  • 14

    terapeuta solo. Es necesario entender que sta terapia surge de la demanda del progenitor alienado, como un instrumento que pueda ayudarlo a cambiar la situacin y por lo tanto el o ella estn motivados para hacerla. No pasa lo mismo con el progenitor alienador, que no desea cambio alguno en el statu quo y por lo tanto como desde su ptica no tiene nada que ganar con la terapia, resulta esencialmente un saboteador. Por esta razn es ingenuo esperar colaboracin de l. Solo actuar por mandato terminante y firme del juez o mejor an si es ste quien abre el juego tomando alguna medida desestabilizadora, drstica como el cambio temporario de la guarda. Como intervencin, propongo lo que llamo mediacin teraputica familiar interdisciplinaria. El objetivo es lograr un encuentro frente a frente de los padres que ayuda a rectificar su distorsin cognitiva. Ambos tienen la imagen de que el otro es el demonio y cuando se enfrentan, ayudados por un mediador, empiezan a descubrir que no son tan terriblemente malos como imaginaban, porque esta es una construccin mental que se hace durante el conflicto de divorcio. As, se logra una experiencia emocional correctora, que rectifica estas imgenes diablicas, para poder empezar a dialogar y negociar. La estrategia es bloquear soluciones equivocadas, buscar coincidencias en vez de diferencias, proyectarse al futuro en vez de seguir reprochando el pasado, concentrarse en el comn inters por los hijos y hacer un filtrado selectivo de ancdotas, disidencias, descalificaciones, violencia y agresiones que se parecen mas a un proceso penal que a la accin reparadora promotora de la paz social, propia de la Justicia de Familia. Trabajar mucho con la accin, dndoles tareas, hacindolos actuar en funcin del bienestar de los hijos, tal vez nico tema en el que no pueden disentir. Informar sobre el proceso familiar y la identidad, as como sobre las consecuencias de sus distorsiones es decir, generar responsabilidad parental, dando esta informacin, en un proceso psicoeducacional. Trabajar en la reestructuracin de la familia rompiendo la coalicin entre el nio y el progenitor alienador, recuperando la complementalidad natural propia de la filiacin. Lograr que el chico vuelva a reconocer a ambos progenitores como padres con autoridad, que se recupere el vnculo respetuoso entre ellos, rescatar la frontera generacional, la jerarqua, el poder, la autoridad de la pareja co-parental y la bsqueda de consenso; para obtener la eficiencia parental, sobre todo normativa y lograr que los padres puedan volver a ser padres capaces de educar a sus hijos, aunque estn divorciados o separados. Para esto usamos tcnicas de terapia estructural y cognitivo-comportamental. La actitud es tratar de ser optimista y esperanzados insistir, an de ser cargosos, de no dejarnos vencer por los desalientos, cuando la pareja se resiste. Porque, insistiendo y trabajando mucho se consiguen cosas que a veces parecen milagrosas, siempre y cuando este la ley apoyando el proceso desde el lugar del juez.

  • 15

    Bibliografa : Ahrons, C. (1984) The Good divorce Harper Collins Publishers New York Auer, G. (1986) Contacto con el progenitor ausente despus de la separacin o el divorcio. Un recurso teraputico Revista Terapia Familiar N 15 Agosto 1986 Ed. ACE Buenos Aires Daz Usandivaras, C. (2002) El sndrome de alienacin parental (SAP) Una forma sutil de violencia despus de la separacin o el divorcio Revista Derecho de Familia N 24 - 2002 Gardner, R. (1987) The Parental Alienation Syndrome and the differentiation between fabricated and genuine child sex abuse Creative Therapeutics, New York Gardner, R. (1998) The parental Alienation Syndrome. A guide for mental health and legal professionals 2 Ed. Creative Therapeutics, inc. New York Gardner, R. (2002) Parental Alienation Syndrome Vs. Parental Alienation: Which Diagnosis Should Evolutions use in child custody disputes? American Journal of Family Therapy Vol 30 Number 2 March April 2002 Buner ReitledsePub. New York Glaserman , M. R. (1997) Ms all de pactos y traiciones Ed.Paidos . Buenos Aires . Barcelona Mxico Haley, J. (1985) Hacia una teora de los sistemas patolgicos Cap. II de Terapia Familiar y Familias en conflicto Zak, G. Y Borzomenyi Nagy - Compiladores. Ed. Fondo de Cultura Econmica Mxico. Perrone, R. et. al ( 1997) Violencia y Abusos sexuales en la familia Ed. Paidos Buenos Aires Barcelona Mxico

  • 16

    Rainey Palmer, N. (1988) Legal recognition of the Parental Alienation Syndrome American Journal of Family Therapy Vol 16 N 4 Winter Vlez Sarsfield (1969) Cdigo Civil Argentino Wallerstein, J. y Kelly, J. (1980 Surviving the Breakup Basic Books, Inc. Publishers . New York Zanoni, E. ( 1981) Derecho de Familia Ed. Astrea Buenos Aires

    Conferencia de