Psicologia en El Ambito Hospitalario una perspectiva en la actualidad

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L L a situación actual de la Psicología española, surgida a raíz de la publicación de la Ley de Ordenación de Pro- fesiones Sanitarias y del Real Decreto en el que se es- tablecen las bases generales sobre la autorización de servicios, centros y establecimientos sanitarios, ha generado una impor- tante reacción de protesta, que encabezada por el Colegio Ofi- cial de Psicólogos, es cada vez más unánime entre todos los colectivos de la Psicología española, y especialmente en aqué- llos relacionados con el ámbito clínico; y hay que tener presen- te que la psicología clínica es la salida profesional preferida por los estudiantes de psicología (véase, Buela-Casal, Álvarez- Castro y Sierra, 1993). Aparte de los ya consabidos efectos ne- gativos que esto implica para la profesión, pues un setenta por ciento de los psicólogos profesionales se identifican como clí- nicos, y consecuentemente la demanda de los estudios de psi- cología debería disminuir en los próximos años (Santolaya y Berdullas, 2003; Vera, 2004). Además de estos efectos y mu- chos otros que se debaten en los distintos foros: profesionales, académicos, estudiantiles, etc., lo que no cabe ninguna duda es que con el paso del tiempo, esto se convertirá en un hito que, sin duda, marcará una nueva etapa en la historia de la Psicolo- gía en España, al igual que ocurrió con la Especialidad de Psi- cología Clínica, cuya reivindicación comenzó a principio de los años setenta y que terminó en palabras de Duro y Berdullas (2003, p. 9): “De momento la historia de unos recursos deses- timados y de una Especialidad reconocida ya es Historia”. Sin embargo, este debate no es nuevo, pues hace ya dos déca- das que Reig (1985) publicaba un artículo titulado “La Psico- logía en el Sistema Sanitario”, en el que se analizaba el papel de la psicología como profesión sanitaria. En este artículo se reflexiona sobre diversos aspectos que pueden apoyar el planteamiento de considerar a la psicología como una profesión sanitaria. Para ello, se revisa de forma, muy breve, unos antecedentes históricos en los que se pone de manifiesto que varios de los grandes pioneros de la psicología eran médicos, y entre éstos el propio W. Wundt. A continua- ción se analiza la situación de la psicología en el ámbito de las ciencias de la salud, y en concreto la comunalidad en la forma- ción tanto docente como institucional, la existencia de discipli- nas interdisciplinares entre distintas disciplinas de ciencias de la salud y la psicología como, por ejemplo, la psicooncología, la medicina conductual, la psiconeuroinmunología, etc.; las re- vistas científicas de ciencias de la salud, quedando de mani- fiesto que en muchos casos el nivel de solapamiento de contenidos hace muy difícil establecer si se trata de revistas médicas o psicológicas; otros buenos ejemplos de la psicología en el ámbito de las ciencias de la salud son la psicología de la salud y la psicología en el ámbito hospitalario, que no sólo es- tán suficientemente desarrolladas a nivel teórico, sino que, tal como se describe más adelante, tiene su función en el ámbito hospitalario. Por último, se hace un breve análisis sobre la opi- nión pública acerca de la medicina y de la psicología, y por los estudios que tenemos hasta la actualidad es que ambas profe- siones son percibidas socialmente como muy próximas. Para finalizar, se concluye que la psicología podría ser considerada como una profesión sanitaria, sin que ello tenga que afectar a sus postulados teóricos y científicos. ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS Es un hecho conocido por cualquier psicólogo español que se suele considerar como “nacimiento oficial” de la Psicología en este país la creación, en 1902, de la cátedra de Psicología Ex- perimental en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid, y el nombramiento como catedrático de Luis Simarro, quien era médico, lo cual puede resultar algo muy relevante en el tema que aquí nos ocupa. Sin embargo, el hecho de que Si- marro fuese médico no es algo anecdótico, pues sin duda, uno de los antecedentes más clásicos en la historia de la Psicología en España, Juan Huarte de San Juan, nombrado Patrón de la Psicología, se había licenciado y doctorado en Medicina en la 103 INFOCOP La Psicología: una profesión sanitaria con distintas especialidades? Gualberto BuelaCasal Catedrático de Universidad Universidad de Granada Correspondencia: Gualberto Buela-Casal Facultad de Psicología. Universidad de Granada. 18071 Granada. España. E-mail: [email protected] Algunos de los máximos responsables de la constitución de la psicología científica en España también eran médicos

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Psicologia en El Ambito Hospitalario una perspectiva en la actualidad. a que se dedica y cuales son las funciones especificas.

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  • LL a situacin actual de la Psicologa espaola, surgida araz de la publicacin de la Ley de Ordenacin de Pro-fesiones Sanitarias y del Real Decreto en el que se es-tablecen las bases generales sobre la autorizacin de servicios,centros y establecimientos sanitarios, ha generado una impor-tante reaccin de protesta, que encabezada por el Colegio Ofi-cial de Psiclogos, es cada vez ms unnime entre todos loscolectivos de la Psicologa espaola, y especialmente en aqu-llos relacionados con el mbito clnico; y hay que tener presen-te que la psicologa clnica es la salida profesional preferidapor los estudiantes de psicologa (vase, Buela-Casal, lvarez-Castro y Sierra, 1993). Aparte de los ya consabidos efectos ne-gativos que esto implica para la profesin, pues un setenta porciento de los psiclogos profesionales se identifican como cl-nicos, y consecuentemente la demanda de los estudios de psi-cologa debera disminuir en los prximos aos (Santolaya yBerdullas, 2003; Vera, 2004). Adems de estos efectos y mu-chos otros que se debaten en los distintos foros: profesionales,acadmicos, estudiantiles, etc., lo que no cabe ninguna duda esque con el paso del tiempo, esto se convertir en un hito que,sin duda, marcar una nueva etapa en la historia de la Psicolo-ga en Espaa, al igual que ocurri con la Especialidad de Psi-cologa Clnica, cuya reivindicacin comenz a principio delos aos setenta y que termin en palabras de Duro y Berdullas(2003, p. 9): De momento la historia de unos recursos deses-timados y de una Especialidad reconocida ya es Historia.Sin embargo, este debate no es nuevo, pues hace ya dos dca-das que Reig (1985) publicaba un artculo titulado La Psico-loga en el Sistema Sanitario, en el que se analizaba el papelde la psicologa como profesin sanitaria.

    En este artculo se reflexiona sobre diversos aspectos quepueden apoyar el planteamiento de considerar a la psicologacomo una profesin sanitaria. Para ello, se revisa de forma,muy breve, unos antecedentes histricos en los que se pone demanifiesto que varios de los grandes pioneros de la psicologaeran mdicos, y entre stos el propio W. Wundt. A continua-cin se analiza la situacin de la psicologa en el mbito de lasciencias de la salud, y en concreto la comunalidad en la forma-cin tanto docente como institucional, la existencia de discipli-nas interdisciplinares entre distintas disciplinas de ciencias dela salud y la psicologa como, por ejemplo, la psicooncologa,la medicina conductual, la psiconeuroinmunologa, etc.; las re-vistas cientficas de ciencias de la salud, quedando de mani-fiesto que en muchos casos el nivel de solapamiento decontenidos hace muy difcil establecer si se trata de revistasmdicas o psicolgicas; otros buenos ejemplos de la psicologaen el mbito de las ciencias de la salud son la psicologa de lasalud y la psicologa en el mbito hospitalario, que no slo es-tn suficientemente desarrolladas a nivel terico, sino que, talcomo se describe ms adelante, tiene su funcin en el mbitohospitalario. Por ltimo, se hace un breve anlisis sobre la opi-nin pblica acerca de la medicina y de la psicologa, y por losestudios que tenemos hasta la actualidad es que ambas profe-siones son percibidas socialmente como muy prximas. Parafinalizar, se concluye que la psicologa podra ser consideradacomo una profesin sanitaria, sin que ello tenga que afectar asus postulados tericos y cientficos.

    ALGUNOS ANTECEDENTES HISTRICOSEs un hecho conocido por cualquier psiclogo espaol que se

    suele considerar como nacimiento oficial de la Psicologa eneste pas la creacin, en 1902, de la ctedra de Psicologa Ex-perimental en la Facultad de Ciencias de la Universidad deMadrid, y el nombramiento como catedrtico de Luis Simarro,quien era mdico, lo cual puede resultar algo muy relevante enel tema que aqu nos ocupa. Sin embargo, el hecho de que Si-marro fuese mdico no es algo anecdtico, pues sin duda, unode los antecedentes ms clsicos en la historia de la Psicologaen Espaa, Juan Huarte de San Juan, nombrado Patrn de laPsicologa, se haba licenciado y doctorado en Medicina en la

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    La Psicologa: una profesin sanitariacon distintas especialidades?

    Gualberto BuelaCasalCatedrtico de UniversidadUniversidad de Granada

    Correspondencia:Gualberto Buela-Casal Facultad de Psicologa. Universidad de Granada. 18071 Granada. Espaa.E-mail: [email protected]

    Algunos de los mximosresponsables de la constitucinde la psicologa cientfica enEspaa tambin eran mdicos

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    Universidad de Alcal de Henares (Si-glo XVI). En la misma lnea, no hayque olvidar que algunos de los mxi-mos responsables de la constitucin dela psicologa cientfica en Espaa tam-bin eran mdicos. Tal es el caso deEmilio Mira, el gran impulsor de la psi-cologa en Catalua, o Turr en Madrid, e incluso, Germain, elresponsable de la reconstruccin de la psicologa en Espaadespus de la Guerra Civil. Entre otros que tambin contribu-yeron a la creacin y/o al desarrollo de la psicologa en Espaay que eran mdicos de formacin se puede citar a Lafora, Ma-ran, Ramn y Cajal, etc. Por tanto, decir que la psicologa en Espaa tiene importantes

    antecedentes y relaciones con las ciencias de la salud es algoms que una opinin, pues sin duda, hay algunos avales hist-ricos para apoyar la idea de que la psicologa pueda ser consi-derada como una profesin sanitaria. Adems estosantecedentes histricos no son exclusivos de la historia de lapsicologa en Espaa, pues algunos de los grandes pioneros dela psicologa a nivel internacional, tambin se haban formadoinicialmente en medicina, y algunos ejemplos notables son: Se-chenov, Paulov, Luria, Weber, Lorenz, James, etc., e inclusoW. Wundt, considerado por muchos como el padre de la psico-loga cientfica, y J. Wolpe, uno de los pioneros de la terapia deconducta. No obstante, los antecedentes no se limitan a la for-macin mdica de algunos pioneros de la psicologa, sino queya en los textos de W. James o de S. Hall se resaltaba la impor-tancia que tiene la psicologa en relacin a la salud. Para msinformacin de otros antecedentes de la psicologa en el mbitode la salud, vase, Gil Roales-Nieto (2004).

    LA PSICOLOGA EN EL MBITO DE LA CIENCIASDE LA SALUDLa relacin entra la Psicologa y otras disciplinas de cien-

    cias de la salud est presente, desde hace ya varias dcadas,en distintos mbitos del contexto sanitario. Y ello queda demanifiesto en distintos niveles:

    Formacin universitaria No slo en relacin a algunas materias similares como son:

    estadstica, anatoma y fisiologa del sistema nervioso, psico-patologa, etc., sino tambin en la estructura organizativa delos estudios. As, por ejemplo, en Espaa ya existen campusde la salud en los que est integrada la facultad de psicologa(por ejemplo en Barcelona), existen departamentos de psico-loga de la salud en campus de la salud (como por ejemplo,en la Universidad de Alicante), etc. Esto ha llevado a algunos

    autores (vase por ejemplo, Blanco,1989) a considerar que es necesaria unaestrecha vinculacin de los planes deformacin y las instituciones docentesde psicologa con la realidad profesio-nal de los servicios de salud; de manerasimilar, vila (1990) entiende que la

    formacin en psicologa clnica debe entenderse en el contex-to de la especializacin de profesionales de la salud. Por otraparte, en las distintas facultades de medicina tambin se in-cluye generalmente una materia sobre Psicologa Mdica. Portanto, es evidente que existen conexiones a nivel de forma-cin entre medicina y psicologa.

    Disciplinas y campos de intervencin interdisciplinares(medicina x psicologa) En la actualidad existen ya mltiples disciplinas o campos

    de aplicacin interdisciplinares en el mbito de la salud, queslo son posibles gracias a la interrelacin de conocimientosy metodologas de la medicina y de la psicologa. Algunosejemplos ilustrativos son: Psiconeuroinmunologa, MedicinaConductual, Medicina Psicosomtica, Psicooncologa, Psico-loga Mdica. De manera similar, tambin podemos hablar detemas concretos en los que la intervencin es casi imposiblesin una aportacin conjunta de ambas disciplinas, algunosejemplos son: la eutanasia, intervencin en crisis y catstro-fes, prevencin e intervencin en VIH/SIDA, etc. De igualforma, la existencia de unidades interdisciplinares como porejemplo, las unidades de dolor, unidades de donacin de r-ganos, unidades de conductas aditivas, etc., no seran posiblessin la colaboracin de mdicos, psiclogos y enfermeros. Portanto, la relacin entre distintas ciencias de la salud y la psi-cologa con relacin a la salud y a la enfermedad, no slo selimita a los trastornos psicolgicos y/o a una mera colabora-cin, sino que en la actualidad existen disciplinas que son re-sultado de la interrelacin de la medicina y la psicologa.

    Revistas cientficasSin duda alguna, el mejor indicador de la investigacin en

    ciencias de la salud son las revistas cientficas. Si se analizanlas revistas incluidas en las distintas bases de datos relaciona-das con la medicina y la psicologa se puede comprobar conexiste un considerable nmero de revistas que son considera-das simultneamente como revistas mdicas y psicolgicas.Sirva como ejemplo el Institute for Scientific Information(ISI), si se revisan sus dos principales catlogos de revistas,el Journal Citation Report (Science Edition ) y Journal Cita-tion Report (Social Sciences Edtion) se puede comprobar que

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    En la actualidad existendisciplinas que son resultado

    de la interrelacin de lamedicina y la psicologa

  • son muchas las revistas que aparecenclasificadas tanto en categoras relati-vas a medicina como a psicologa.Adems esta doble identificacin delas revistas no se limita a aquellas ca-tegoras en las cuales el solapamientode revistas sera esperable, como es elcaso de las categoras de psiquiatray psicologa clnica, sino en otras categoras tales comoneurociencias, en la que en muchos casos es difcil identificaruna revista como mdica o psicolgica; es ms, de las ca-si doscientas revistas que se incluyen en esta categora quizla caracterstica ms comn es que se trata de revistas quepueden ser tanto mdicas como psicolgicas. En resumen,aunque, evidentemente hay revistas cientficas que son ge-nuinamente mdicas o genuinamente psicolgicas, tam-bin hay un nmero considerable de revistas que soninterdisciplinares con relacin a las dos disciplinas, lo cual esun indicador ms del nivel de relacin entre medicina y psi-cologa.

    La Psicologa de la SaludLa psicologa de la salud debe verse como un punto de enla-

    ce estratgico entre la psicologa y la medicina, y representauna plataforma idnea para introducir en el contexto del cui-dado de la salud y de la enfermedad, la idea de que lo psico-lgico puede ser tan comprensible, objetivable y modificablecomo puede ser lo biolgico (Gil Roales-Nieto, 2004). Sin duda alguna, la Psicologa de la Salud es el mejor expo-

    nente de que la psicologa puede y debe tener otras especiali-dades sanitarias distintas de la Psicologa Clnica. Aunquepodemos encontrar antecedentes de la Psicologa de la Saluden tiempos de la mitologa griega (Gil Roales-Nieto, 2004),suele considerarse como el inicio oficial de la Psicologa dela Salud el artculo publicado por Schofield (1969): The roleof psychology in the delivery of helth services, aunque en rea-lidad este trabajo era ms una llamada de atencin sobre lasposibilidades de lo que la psicologa poda ofrecer en el m-bito sanitario, y resaltando lo poco que se haba hecho hastaentonces. No obstante, no es hasta finales de la dcada de losaos setenta del pasado siglo cuando se consolida esta nuevadisciplina. As, en 1978 se crea la Divisin 38 de la APA so-bre Psicologa de la Salud, en 1982 se funda la revista HealthPsychology. En 1986 se crea la Sociedad Europea de Psicolo-ga de la Salud y en la siguiente dcada la Asociacin Latino-americana de Psicologa de la Salud (ALAPSA). En las dosltimas dcadas se fundaron otras revistas de Psicologa de laSalud: Psychology and Health; Journal of Health Psycho-

    logy; Psychology, Health and Medici-ne; British Journal of Health Psycho-logy; Revista de Psicologa de laSalud; Clnica y Salud; Revista Inter-nacional de Psicologa Clnica y de laSalud, etc. En la actualidad se celebranperidicamente tres congresos interna-cionales especficos de Psicologa de la

    Salud: European Congress of Health Psychology, CongresoLatinoamericano de Psicologa de la Salud (ALAPSA) y elCongreso Iberoamericano de Psicologa de la Salud. En Espa-a esta disciplina pronto gan adeptos y se consolid comoindependiente de la Psicologa Clnica, aunque en sus iniciosse produjo un cierto solapamiento entre ambas disciplinas(vase, Belloch; Blanco Picabia, 1996; Botella, 1996; Buela-Casal y Sierra, 1995; Echebura, 1996; Gil Roales y Lucia-no, 1996; Pelechano, 1996a, 1996b; Reig, 1981, 1989;Rodrguez-Marn, 1991, 1998, 2002; Prez, 1991; Santacreu,1991). En Espaa se editan dos de las revistas mencionadasanteriormente, se han editado manuales especficos sobre eltema (vase, Amigo, Fernndez y Prez, 1998; Gil Roales-Nieto, 2004; Ortigosa, Quiles y Mndez, 2003; Simn,1992,1998), en las facultades de psicologa hay una o msasignaturas sobre psicologa de la salud, se han dotado cte-dras con el perfil especfico de psicologa de la salud en dis-tintas universidades (por ejemplo, en la Universidad deAlicante, Universidad de Almera y Universidad de La Coru-a), existe incluso algn departamento de psicologa de la sa-lud (por ejemplo, en la Universidad de Alicante) y diversosprogramas de postgrado (mster y doctorados) en diversasuniversidades espaolas. En definitiva, lo que Reig plantea-ba, hace ya dos dcadas, al decir que la psicologa de la saludconstituye una de las reas ms representativas y vigorosas dela psicologa como ciencia y profesin, ya comienza a ser unarealidad en Espaa. Para Gil Roales-Nieto (2004) la psicolo-ga de la salud es una las ms jvenes y potentes especialida-des de la psicologa en su vertiente aplicada, llegando a seruna especie de crisol en el que se funden distintas subdiscipli-nas que conforman el mbito cientfico de la psicologa.En la actualidad, hay que concluir que la Psicologa de la

    Salud es una disciplina independiente de la Psicologa Clni-ca, tanto desde la perspectiva conceptual, como de las publi-caciones, congresos, docencia, etc., por lo que, sin duda, esuna disciplina que debera tener el mismo reconocimiento yestatus sanitario que alcanz la Psicologa Clnica, de hecho,ya hay razones y fundamentos ms que suficientes para quepueda ser considerada al mismo nivel, pero como una espe-cialidad distinta de la Psicologa Clnica, y ste debera ser

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    Hay fundamentos para que laPsicologa de la Salud seaconsiderada como una

    Especialidad distinta de laPsicologa Clnica

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    uno de los prximos retos de la psico-loga profesional y acadmica en Espa-a.

    La psicologa en el mbitohospitalarioLa incorporacin de la actividad del psiclogo en el mbito

    hospitalario comenz hace ya varias dcadas, y nos referimosaqu a intervenciones distintas de la psicopatologa y de la psi-cologa clnica. De hecho, en Espaa, ya a mediados de losaos ochenta del pasado siglo, en un estudio realizado por Ca-marero y Ferrezuelo (1988) se puso de manifiesto que ya enaquella poca haba un considerable nmero de psiclogos tra-bajando en hospitales generales, siendo muy superior incluso alos que trabajaban en hospitales psiquitricos. Resultados simi-lares fueron puestos de manifiesto en un estudio realizado amediados de los aos setenta en Estados Unidos por Boneau yCuca (1974). Estos autores encuestaron a 30.000 psiclogossobre su actividad profesional y el resultado fue que de las dis-tintas categoras en las que se clasificaban los posibles lugaresde trabajo, la que se corresponda con hospitales qued situa-da como la tercera categora en la que ms psiclogos trabaja-ban. Es decir, hace ya 30 aos la psicologa estaba insertada enel contexto hospitalario como algo ms que la psicologa clni-ca. Incluso en algn pas, como por ejemplo, Brasil se habla dePsicologa Hospitalar para referirse a las actuaciones delpsiclogo en cualquier mbito del hospital. Hace ya veinteaos que Angerami (1984) public un libro titulado PsicologiaHospitalar. A Atuaao do psicologo no Contexto Hospitalar, aste le han seguido diversos libros como: A Psicologia entrouno Hospital (Angerami-Camon, Carvalho, Werner, Hares y Ta-vares, 1996); A Etica na Sade (Angerami-Camon, 1997); Ur-gencias Psicolgicas no Hospital (Angerami-Camon, 1998);Psicologia Hospitalar. Teoria e Prctica (Angerami-Camon,Alves, Berger, y Werner, 2001). En la actualidad, en Brasil, laPsicologia Hospitalar es una especialidad claramente delimita-da como una subdisciplina de la Psicologa de la Salud (vaseAngerami-Camon, 2000) y consolidada hasta tal punto que,desde hace aos existe la Asociacin Brasileira de PsicologaHospitalar, que organiza un congreso bianual sobre PsicologiaHospitalar. Pero Brasil no es un caso nico, pues en Iberoam-rica hay otros pases, como por ejemplo, el caso de Cuba, en elque existe una larga tradicin de las aplicaciones de la psicolo-ga en el sistema de salud (una descripcin de estas aplicacio-nes puede verse en Duro y Vallejo, 1985).En otros pases de la Unin Europea como, por ejemplo, en el

    caso de Holanda, las funciones que realizan los psiclogos sonmucho ms amplias que la psicologa clnica. Sierra y Donker

    (1992) describieron de forma muy ilus-trativa las funciones de los psiclogosen un hospital general. stas se clasifi-can en cuatro tipos de intervencin:a) Intervenciones para modificar una

    conducta extrema o una respuestafisiolgica que constituye un problema de salud en s mis-ma, y un ejemplo sera el tratamiento del dolor. Un datomuy ilustrativo es que slo un 30% de los pacientes quereciben este tipo de intervenciones son remitidos por elservicio de psiquiatra, la gran mayora de pacientes, es de-cir, el 70% son remitidos de los servicios de: pediatra, gi-necologa, neurologa, dolor, medicina interna, medicinafamiliar, enfermedades del pulmn, ciruga y otros.

    b) Intervenciones para modificar conductas de cuidado de lasalud y para proporcionar la mejora del desarrollo de losservicios, por ejemplo enseando al personal sanitario asuministrar la informacin adecuada al paciente y a losfamiliares en casos de enfermedades graves, la prepara-cin psicolgica para intervenciones quirrgicas, etc. Serealizan diversos programas de formacin, incluso a nivelnacional que se emiten por televisin, programas educati-vos dirigidos a personal sanitario, etc.

    c) Intervenciones para modificar la adherencia al tratamientoprescrito, tanto a nivel del seguimiento de las pautas de tra-tamiento como de otras pautas conductuales que potencienlos efectos del tratamiento. Algunas programas que se desa-rrollan son: uno de autocontrol para pacientes en rgimende dilisis; otro realizado en colaboracin con el servicio demedicina interna para adolescentes con diabetes mellituspara que aprendan a enfrentarse con su enfermedad.

    d) Intervenciones para modificar conductas o respuestas queconstituyen factores de riesgo para la salud como, porejemplo, consumo de alcohol, tabaco, etc. Se han puestoen prctica desde el hospital programas como tardes deinformacin dirigidas al pblico en general en las que sediscuten temas relativos a la salud y la enfermedad y cu-ya finalidad es fomentar estilos de vida ms saludables.

    En resumen, sta es una buena muestra de las mltiples acti-vidades (distintas de psicologa clnica) que se realizan en unhospital general. Por otra parte, en el caso descrito aqu tam-bin hay que resaltar que los psiclogos no slo tienen un nivelalto de actividades que realizan en el hospital, sino tambin unreconocimiento pues, por ejemplo, el director de la unidad dedolor es un psiclogo, el cual est al cargo de un equipo com-puesto por especialistas en: ciruga, medicina interna, fisiotera-pia, ortopedia, farmacia, anestesia, rehabilitacin, etc. Para msinformacin vase Sierra y Donker (1992).

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    Hay otros pases, en el queexiste una larga tradicin de lasaplicaciones de la psicologa en

    el sistema de salud

  • LA IMAGEN SOCIAL DE LA PSICOLOGA Y DE LAMEDICINAHace ahora una dcada cuando Berenguer y Quintanilla

    (1994) iniciaban su artculo sobre La imagen de la Psicolo-ga y los psiclogos en el Estado espaol, diciendo que re-sulta sorprende que los psiclogos se han dedicado al estudiode mltiples fenmenos, y sin embargo, no se hayan preocu-pado por el estudio de las reacciones e interpretaciones socia-les que provoca su profesin. Estos autores resaltan que lospsiclogos se han preocupado mucho por el estatus de la psi-cologa como ciencia y que se han realizado mltiples es-fuerzos en demostrar el valor social de la psicologacientfica, pero por el contrario, son muy pocos los estudiosque se han centrado en conocer la imagen que la sociedad tie-ne de la psicologa. En el estudio de Berenguer y Quintanilla(1994) se hace una revisin de los pocos estudios realizadoshasta esa fecha en relacin a la imagen social de la psicologacomo profesin y un estudio de campo con una muestra re-presentativa de la poblacin espaola, en el que se trata de es-tablecer qu imagen social tienen los espaoles de lapsicologa y su comparacin con otras profesiones. Aqu nose comentarn los resultados generales, dado que no es el ob-jetivo de este artculo, y adems es de fcil acceso para el lec-tor interesado. No obstante, s resulta muy convenienteanalizar los resultados concretos de la comparacin: psiclo-go-mdico, y psiclogo-psiquiatra.Tal como se puede observar en la figura 1, en la que se re-

    presenta la comparacin entre psiclogo y psiquiatra en as-

    pectos como: utilidad social, consideracin social, ingresoseconmicos, poder social, etc.La representacin grfica no deja lugar a dudas sobre que las

    personas encuestadas no establecen diferencias entre el psiclo-go y el psiquiatra, pues como se puede comprobar, en todos losaspectos evaluados las puntuaciones son casi idnticas, espe-cialmente en consideracin social y poder social. Y es muyimportante tener presente que no se compara al psiquiatra con elpsiclogo clnico, sino con el psiclogo en general.En la figura 2 se representa la comparacin entre el psiclo-

    go y el mdico en relacin a los mismos aspectos evaluados.Como se puede ver, hay una representacin paralela, aunqueen general, el mdico tiene ms puntuacin en utilidad social,ingresos econmicos y poder social, lo cual es en cierto modolgico hace diez aos, pues en esa poca eran mayor las dife-rencias salariales entre ambas profesiones. Las personas eva-luadas consideran muy afines ambas profesiones en cuantoque el ejercicio profesional le causa problemas personales,son manipuladores y tienen facilidad para encontrar trabajo.En la figura 3 se representa la comparacin entre las distintas

    profesiones con las que se compara la profesin de psiclogo:mdico, asistente social, pedagogo, psiquiatra, sacerdote, yeconomista. La representacin en ese eje de coordenadas ponede manifiesto que mdico, psiquiatra y psiclogo son percibi-

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    Figura 2Tomada de Berenguer y Quintanilla (1993). Reproducida con Permiso

    Figura 1Tomada de Berenguer y Quintanilla (1993). Reproducida con Permiso

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    Figura 2Tomada de Berenguer y Quintanilla (1993). Reproducida con Permiso

  • MEDICINA PSICOLOGAPsiquiatra Psicologa ClnicaSalud Pblica Psicologa de la SaludMedicina Preventiva Psicologa PreventivaMedicina Deportiva Psicologa DeportivaMedicina del Trabajo Psicologa del TrabajoMedicina Forense Psicologa ForensePediatra Psicologa InfantilGerontologa PsicogerontologaNeurologa PsiconeurologaInmunologa PsiconeuroinmunologaOncologa PsicooncologaEducacin Sanitaria Educacin para la saludPsicologa Mdica Psicologa de la Enfermedad

    dos como muy similares, pero ademsque las otras profesiones son percibidascomo muy distantes, especialmente conrespecto a asistente social, sacerdote yeconomista. En resumen, se perciben co-mo un conjunto homogneo entre s(mdico, psiquiatra, psiclogo) y a la vez este conjunto se per-cibe como muy distinto de las otras profesiones.En resumen se puede concluir que la percepcin social so-

    bre la medicina y la psicologa es muy similar, en cuanto alos aspectos evaluados, aunque si bien es cierto, que no sepregunta sobre si se considera una profesin sanitaria y, portanto, carecemos de esta informacin. Se podra considerar lahiptesis de que es muy probable que hubiesen contestadoque tambin perciben a la psicologa como una profesin sa-nitaria, pues la identificacin resultante en la comparacinpsiclogo-psiquiatra, sin duda, potencia esta hiptesis. Comoya se ha dicho, se percibe el psiquiatra igual que al psiclogo,lo que indica una identificacin del psiclogo claramente conel mbito clnico. A esta misma conclusin se puede llegar sise revisan los estudios realizados por otros autores y cuyosresultados se resumen en el artculo de Berenguer y Quintani-lla (1994). Por tanto, sobre la opinin pblica acerca de lapsicologa como profesin sanitaria, aunque hoy por hoy noson ms que conjeturas, habra que inclinarse hacia la posturade que la consideren preferentemente sanitaria.

    CONCLUSIONESLa iniciativa del Colegio Oficial de Psiclogos al tratar de

    conseguir que la psicologa pase a considerarse oficialmentecomo una profesin sanitaria ha llevado a muchos psiclogos ycolectivos a reflexionar sobre la psicologa como una cienciay/o profesin sanitaria. Y curiosamente parece existir un am-plio acuerdo (colegios profesionales de psicologa, la Confe-rencia de Decanos de Psicologa y distintas asociacionescientficas de psicologa), tanto desde planteamientos acadmi-cos como de profesionales, en que la psicologa est mejor cla-sificada entre las ciencias de la salud que entre las sociales yjurdicas. De hecho, el planteamiento objeto de discusin en re-alidad no es si la psicologa es o no una disciplina o profesinsanitaria, sino si realmente se encuadra mejor como una profe-sin sanitaria o entre las ciencias sociales y jurdicas, tal comose ha considerado en las ltimas dcadas en Espaa. De hecho,ya una especialidad, la psicologa clnica, ha sido consideradacomo sanitaria. Siguiendo esta lgica y el ejemplo de la espe-cialidad de la psicologa clnica, habra que reclamar otras es-pecialidades sanitarias, aparte de la psicologa clnica. Lohabitual en estos casos es pensar en la psicologa de la salud

    como una especialidad ms dentro delsistema sanitario. Sin embargo, no se-ra la nica (adems de la ya mencio-nada, psicologa clnica) pues un buennmero de especialidades de la psico-loga podran ser consideradas como

    especialidades sanitarias: la psicologa forense tiene comoprincipal actividad el diagnstico de problemas psicolgicos yla evaluacin de variables psicolgicas con la finalidad judi-cial, pero siempre relacionado con la salud; la psicologa deltrfico y seguridad vial tienen como primer objetivo uno de losprincipales problemas de salud, como son los accidentes de tr-fico; la psicologa del trabajo, que en definitiva tiene como unode sus objetivos la adecuacin al puesto de trabajo, lo que in-dudablemente es una intervencin en salud; lo mismo podemosdecir de la psicologa deportiva, y de otras especialidades. Enel siguiente cuadro se incluyen algunas posibles especialidadessanitarias de la psicologa y sus homlogas en medicina:

    Aqu se puede apreciar que hay un nmero considerable dedisciplinas/ especialidades que se corresponden entre medicinay psicologa, sin duda, no es posible encontrar un paralelismosimilar entre la medicina y otras licenciaturas consideradas co-mo ciencias de la salud, como por ejemplo, farmacia. De igualforma, tampoco es posible encontrar ese paralelismo entre lapsicologa y otras licenciaturas clasificadas entre las cienciassociales y jurdicas, ni siquiera con la ms prxima que, sin du-da, es la sociologa.En realidad, si se analiza con detalle la Ley de Ordenacin de

    Profesiones Sanitarias y el Real Decreto en el que se establecenlas bases generales sobre la autorizacin de servicios, centros yestablecimientos sanitarios, se puede concluir que visto desde

    109INFOCOP

    La opinin pblicaprobablemente considere a lapsicologa como profesin

    sanitara

  • 110

    otra ptica, lo que se est reconociendoes que muchas de las actividades y ser-vicios que hasta ahora ofrece la psicolo-ga se consideran sanitarios. Segn esteplanteamiento parece que lo lgico ynatural es que la psicologa sea tambin considerada de igualforma como profesin sanitaria. Por tanto, si se consigue el re-to de la consideracin de la psicologa como una ciencia sanita-ria, sin duda, el siguiente paso sera conseguir las distintasespecialidades dentro del sistema sanitario, lo cual no slo ser-vira para aumentar la oferta de trabajo para psiclogos sinotambin para un reconocimiento oficial a nivel profesional. Co-mo ya se ha mencionado anteriormente la cuestin no es si lapsicologa es una profesin estrictamente o totalmente sanita-ria, sino que a la hora de clasificarla y teniendo en cuenta loque esto implica, lo que hay que analizar es en qu categora seencuadra mejor, y desde luego si tenemos en cuenta los argu-mentos mencionados en este artculo, parece que no hay lugara dudas que estara mejor encuadrada entre las ciencias de lasalud que entre las sociales y jurdicas. Hay una cuestin de fondo que puede preocupar a muchos

    psiclogos y quiz ms entre aqullos que se encuentran en elmbito acadmico, y sta es cmo podra afectar la considera-cin de la psicologa como profesin sanitaria a la psicologacomo disciplina cientfica?. Sin duda, se trata de un tema com-plejo; por una parte se podra argumentar que la actividad pro-fesional preferentemente en el mbito sanitario podra influiren la propia concepcin, teoras y modelos de la psicologa, talcomo ocurri en el pasado con la psicologa clnica (vase Pe-lechano, 1996a) y como de una subespecialidad termina apare-ciendo otra. As, aparece una diversificacin de contenidos yaplicaciones que con el tiempo terminan alejndose del marcoconceptual del que partieron. Sin embargo, esto ni es positivoni negativo a priori para la psicologa, sino que depender decmo se encauce. En opinin de Matarazzo (1989) no hay dis-tintas especialidades de la psicologa sino distintas aplicacionesen las que se utiliza un ncleo de conocimientos cientficos dela psicologa. De manera similar, hace ya ms de una dcadaCarpintero (1992), en un artculo con ttulo premonitorio (Elpsiclogo en Espaa. Ideas ante una posible crisis) deca queel psiclogo tiene que reforzar al mximo su condicin de tc-nico formado en una ciencia que ofrece conocimientos y mto-dos diseados racionalmente, justificados y comprobadosdentro de los lmites de una ciencia emprica; y conclua que elpsiclogo tiene que asumir el riesgo y el mrito de justificarsocialmente su existencia. Por otra parte, se puede argumentarque es la universidad quin debe adaptarse a la demanda social,de hecho, uno de los criterios de prestigio de las universidades

    privadas es la adaptacin a la demandasocial (para un anlisis de la relacinentre la universidad y la profesin de lapsicologa en Espaa, vase, Prieto,1990).

    El futuro est sin escribir y ya veremos qu nos depara, noobstante, aqullos que se han atrevido a predecir sobre el futu-ro de la psicologa, plantean que las aplicaciones de la psicolo-ga tiene pocos lmites, y que habr importantes desarrollos dela relacin entre la biologa y la psicologa, e importantes con-tribuciones de sta a la interpretacin del genoma humano, enconcreto, la comprensin de la accin de los genes posee am-plias implicaciones para entender el afecto, la conducta y lacognicin (Kazdin, 2002). Y ms concretamente con el temaque tratamos aqu, David (2002) considera que la psicologatendr una importante contribucin en el mbito de la salud p-blica. Se potenciar el desarrollo de instrumentos de evalua-cin transcultural de la calidad de vida (Reig-Ferrer, 2003) y sepotenciar la evaluacin en el mbito de la salud por internet(Reig-Ferrer y Cepeda-Benito, 2003). Para terminar, Santolaya(2002) manifestaba que en Espaa su intuicin le sugera quela psicologa de la salud ser uno de los campos que experi-mente mayor desarrollo en los prximos aos. En cualquiercaso, parece que la psicologa, sea reconocida o no como unaprofesin sanitaria, seguir realizando importantes contribucio-nes al tratamiento de la enfermedad y al mantenimiento de lasalud, y seguir demostrando su utilidad en la sociedad.

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    Hay que reclamar otrasespecialidades sanitarias,

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    111INFOCOP

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    Y E L C O L E G I O O F I C I A L D E P S I C L O G O S

    El COP facilita a sus colegiados el acceso gratuito a Internet.El nico requisito para darse de alta, es estar colegiado y alcorriente en sus obligaciones colegiales y solicitarlo a suColegio, aportando:

    Nombre para su Correo Electrnico (E-Mail). En el caso deque el nombre del E-Mail elegido ya est siendo utilizado, alno poder existir duplicidad, se aadir los dgitos necesariospara su identificacin.

    El Sistema Operativo con el que cuenta.Las caractersticas mnimas necesarias para la conexin son:

    Ordenador con Sistema Operativo Windows 95 superior (encaso de utilizar Macintosh y otros se podr consultar a laSecretara Estatal. No est prevista la utilizacin en MS-DOS).

    Modem (14.400 superior). Conexin a lnea telefnica.

    I N T E R N E T

    I N F R M A T E E N T U C O L E G I O