Queridas familias y amigos de estos niños que se · hagamos en este día. (El monitor sale al...

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(El sacerdote dice:)

Queridas familias y amigos de estos niños que se encuentran junto al altar: Sed bienvenidos a la gran fiesta de su Primera Comunión. Vuestros hijos, después de dos años de catequesis, van a recibir, por vez primera, el Cuerpo y la Sangre del Señor, en este día que, sin duda, será memorable. Todos nos alegramos de verdad y los felicitamos de todo corazón.

Por otra parte, procuremos que nuestra presencia en esta celebración sea alegre, responsable y atenta, como consecuencia de nuestra fe cristiana y del respeto que debe darse siempre entre nosotros. Guardemos un profundo silencio religioso y orante que ayude a los niños a estar con devoción y muy recogidos. Aprovechemos también esta ocasión para decidirnos a dar buen ejemplo y ayudar a estos niños con nuestro comportamiento cristiano. Será el mejor regalo que les hagamos en este día.

(El monitor sale al ambón)

Monitor: Estimado sacerdote de la parroquia “Beata María de Jesús”: He aquí los niños que desean recibir públicamente y con toda solemnidad el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Ardientemente y con verdadero espíritu de fe piden ser admitidos a la participación del gran Sacramento de la Eucaristía. Sus nombres son:

(Cada niño responde: “Sí”)

Sacerdote: ¿Sabéis si son dignos?.

Monitor: En cuanto el conocimiento humano puede alcanzar, atestiguo públicamente, y en nombre de la parroquia, que han sido intensamente instruidos y que están preparados.

Sacerdote: Si es así, recibo y acepto, en nombre de la Iglesia, vuestra petición. Que la gracia y la paz del Señor os acompañe siempre.

Niños: Amén.

Sacerdote: Queridos niños: Vamos a celebrar la Eucaristía y, en ella, vuestra Primera Comunión. Para recibirla dignamente debemos estar limpios de todo pecado, por eso vais a pedir perdón al Señor de vuestros pecados. Los mayores también pedimos perdón.

(Un momento de silencio. Después los monitores y los niños se colocan delante del altar).

- Por las veces, Jesús, que no te hemos querido con todo el corazón, por las veces que no hemos escuchado tu Palabra, por las veces que no hemos rezado de verdad:

Señor, ten piedad. - Por las veces que no hemos sido buenos con nuestros

padres, hermanos y amigos, por las veces que no hemos hecho caso a nuestros profesores y catequistas, por las veces que les hemos molestado:

Cristo, ten piedad.

- Por las veces que los mayores no nos han dedicado tiempo, por las veces que nos han dado cosas y no cariño, por las veces que nos han dado mal ejemplo:

Señor, ten piedad.

(El monitor habla desde su sitio)

Monitor: Hoy es un día en el que Dios está especialmente presente en nuestra vida. Con todo entusiasmo y llenos de una gran alegría le decimos:

Todos: “Gloria a Dios en el cielo...”.

(El monitor dice:).

Monitor: Después de haber escuchado la Palabra de Dios y de haber reflexionado y meditado sobre ella, todos juntos vamos a hacer nuestra profesión de fe. Contestarán sólo los niños:

Sacerdote: ¿Creéis en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo

y de la tierra?.

Todos: Sí, creo.

Sacerdote: ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de la Santa Virgen María, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?.

Todos: Sí, creo.

Sacerdote: ¿Creéis en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia

Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?.

Todos: Sí, creo.

Sacerdote: Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos

gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro. Amén.

Sacerdote: En este día de alegría y de gozo, nos dirigimos a Dios nuestro Padre y le pedimos por estas intenciones:

(Monitores y niños se colocan delante del altar)

Niños:

1. Por el Papa y los Obispos: Roguemos al Señor.

2. Por nuestros padres y hermanos:

Roguemos al Señor.

3. Por nuestros sacerdotes y catequistas: Roguemos al Señor.

4. Por nuestros abuelos y familiares:

Roguemos al Señor.

5. Por todas las familias del mundo y de nuestra parroquia: Roguemos al Señor.

6. Por los niños que hacemos la primera comunión:

Roguemos al Señor.

7. Por los pobres y enfermos: Roguemos al Señor.

8. Por los que no tienen trabajo ni hogar:

Roguemos al Señor.

9. Por la paz del mundo: Roguemos al Señor.

10. Por el respeto a la vida del niño no nacido: Roguemos al Señor.

11. Por la unidad y el amor de todos los esposos:

Roguemos al Señor.

12. Por el respeto a la vida hasta que Dios disponga: Roguemos al Señor.

13. Por los que nos acompañáis en este día:

Roguemos al Señor.

Sacerdote: Dios y Padre nuestro, mira a los hijos aquí reunidos para participar del Pan de la Eucaristía; haz que permanezcamos siempre en tu amor y escucha lo que con fe te hemos pedido. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Todos: Amén.

(El monitor habla desde el ambón y los niños presentan las ofrendas). Monitor:

Te presentamos Señor, estos cirios como símbolo de la luz. Sé Tú, Señor, el que nos enseñes a vivir, haciéndonos luz para los demás con nuestro comportamiento cristiano. Te presentamos, Señor, estas flores que simbolizan todo lo bello que has puesto en el mundo. Te ofrecemos, Señor, este libro de catequesis, signo de nuestro empeño en seguir a Jesús. Te ofrecemos este donativo como prueba de nuestra colaboración con la parroquia. Te presentamos el pan, alimento que simboliza y se convertirá en Jesús, alimento de nuestra alma. Te ofrecemos el vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que se convertirá en la sangre de Cristo y será para nosotros bebida de salvación

(El monitor, desde su sitio y después de haber dado la paz, dice:)

Que entre vosotros, padres de estos niños, no haya enfados ni peleas. Que vuestra familia sea una familia muy unida, en la que no haya odios ni rencores. Que como dice el Papa, viváis la civilización del amor y no del placer. Que el mundo sea un mundo de paz, porque los cristianos vamos sembrando amor en todo lo que hacemos.

Sacerdote: Queridos niños: el día que recibisteis vuestro bautismo se os dio la gracia de ser hijos de Dios Padre, miembros de la familia cristiana, que es la Iglesia, y hermanos de Jesús. En el día de vuestra Primera Comunión, os habéis convertido en templo y sagrario vivos de Jesucristo, y tenéis que prometerle lo que vuestros padres y padrinos prometieron por vosotros aquel día. Por eso, os pregunto:

- ¿Prometéis, en este día solemne, ser siempre buenos

hijos de Dios?.

Niños: Sí, prometo.

Sacerdote: - ¿Prometéis ser hermanos y amigos de Jesús?.

Niños: Sí, prometo.

Sacerdote: -¿Prometéis ser hijos amantes de la Virgen María?.

Niños: Sí, prometo.

Sacerdote: Después de estas promesas que acabáis de hacer, vais a dirigir a la Virgen, nuestra Madre del cielo, una oración que es una consagración de toda vuestra persona. Decidle a la Virgen, con el corazón lo que recitaréis con los labios:

(Todos los niños dicen a la vez):

¡Oh, Señora mía, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Vos;

y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día mis ojos,

mis oídos, mi lengua y mi corazón; en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo vuestro, Madre de bondad,

guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra.

Amén.

(Un padre, una madre o el monitor desde el ambón dice:)

¡Oh Sagrada Familia de Nazaret, comunidad de amor de Jesús, María y José, modelo e ideal de toda familia cristiana, a ti confiamos nuestras familias!.

Hoy hemos tenido la alegría de participar con nuestros hijos en la Eucaristía, al hacer su Primera Comunión. Cuando los trajimos al mundo, participamos del poder creador de Dios, y El nos encomendó la tarea de ayudarles a crecer en su vida humana y cristiana.

Sabemos que no es tarea fácil; por eso acudimos a ti, oh Sagrada Familia, para que nos ayudes a ser los mejores educadores de nuestros hijos con la palabra y el ejemplo.

Abre, para ello, el corazón de nuestro hogar a la fe y a la

acogida de la Palabra de Dios. Dispón el corazón de nosotros, los padres, para que, con amor, prudencia y piedad amorosa, seamos para nuestros hijos guías seguros hacia los bienes espirituales y eternos.

Sagrada Familia de Nazaret, en este día de la Primera

Comunión de nuestros hijos, ponemos nuestras familias bajo vuestra protección y os pedimos que estos niños, hijos nuestros, sean en todo momento buenos ciudadanos y buenos cristianos. Prometemos por nuestra parte colaborar a que lo sean. Amén.

Dios, no se compra ni se vende Él , se regala

Sin Jesús todo se derrumbaría