Cada empleado de Bunge es, por sí mismo, esencial; todos ellos, trabajando en equipo, son irremplazables. Cada día, en muchos sentidos, estamos causando un impacto importante en nuestras operaciones, lo cual hace que, a su vez, Bunge pueda dejar una huella duradera en el mundo.

QUIÉNES SOMOSUN LEGADO VIVOLa comida es fundamental.

Todo el mundo, en todas partes, necesita comidas saludables que le permitan llevar una vida productiva y próspera. La cadena agroindustrial global –es decir, los pasos clave por los que los alimentos se cultivan, transportan, almacenan, procesan, distribuyen y, finalmente, se venden por todo el planeta– sostiene a las familias, las sociedades, las economías y las naciones.

Y esa cadena depende sustancialmente del trabajo que realizamos a diario en Bunge.

Bunge sirve al mundo conectando las cosechas con los hogares, tal y como lo venimos haciendo desde hace 200 años, adaptándonos a los siempre cambiantes tiempos y circunstancias. Nuestra misión es hacer realidad el tremendo potencial que encierra cada grano, cada semilla, y desarrollar e incrementar ese valor durante todo el proceso: en cada envío, cada transacción, cada innovación y mejora de productos

Consideramos que nuestro trabajo representa una enorme oportunidad y una gran responsabilidad, un legado del que nos sentimos orgullosos… y también un profundo compromiso. Al poner en el mercado productos seguros y de alta calidad, y actuando como los socios altamente fiables y estables que somos para los agricultores, los clientes y los consumidores, incrementamos el valor de la cadena agroalimentaria para las comunidades, los accionistas y nosotros mismos.

UN EQUIPO VERDADERAMENTE GLOBALBunge es la suma de muchas culturas, idiomas y trayectorias. Desde nuestra fundación en 1818 hemos ubicado nuestra sede en cinco países y tres continentes. Cada uno es parte de nosotros.

En Bunge consideramos que parte de nuestro ADN es justamente la diversidad y la multiculturalidad, y apostamos decididamente por incorporarlas a nuestros equipos humanos. Por ello, hoy día podemos presumir de sentirnos en casa en 40 países, y otorgamos mucho valor a cultivar esos lazos –entre colegas y con clientes y socios– que constituyen una ventaja competitiva en un mundo cada vez más condicionado por la capacidad de pasar de lo local a lo global, de conectarse y de colaborar.

Nos enorgullecemos de las relaciones locales que hemos establecido y del conocimiento de primera mano que tenemos en cuanto a mercados agrarios, sector alimentario (ingredientes y alimentos) y tendencias de consumo existentes en los países donde operamos. Creemos que los gerentes locales pueden hacer cosas asombrosas cuando son responsables de sus operaciones y atienden directamente a agricultores y clientes.

Pero en Bunge ningún equipo humano trabaja aislado o en solitario. Nuestro propósito, nuestra visión y nuestras operaciones cruzan océanos, y comprenden cientos de instalaciones, miles de empleados y miles de millones de clientes. Establecemos los vínculos que hacen funcionar la cadena de valor y conectan los productos locales con los mercados internacionales y a los agricultores con los consumidores. Cada elemento de nuestra empresa sirve a un objetivo clave y, por tanto, solo obtenemos el éxito cuando funciona cada elemento del sistema de Bunge, y cuando todos esos elementos funcionan al unísono.

En este sentido, el trabajo en equipo resulta esencial. Para fomentar la colaboración y no desviarnos de nuestros objetivos, debemos otorgar confianza –pero también ser merecedores de ella. Debemos escucharnos mutuamente y estar abiertos a todo tipo de ideas, sin importar de qué parte del mundo provengan, sin olvidar que, aunque nos basamos en la diversidad, todos luchamos por hacer realidad los mismos objetivos fundamentales.

CÓMO TRABAJAMOS COMPROMISO CON LA SEGURIDADEn Bunge, nuestra “prioridad número uno” es la seguridad –no la producción ni los beneficios. Esperamos que todo nuestro personal, desde el director general hasta el último empleado en incorporarse, diga lo que piensa y tome medidas, incluso si ello supone dejar de trabajar porque crea que las condiciones no son seguras.

SER DUEÑOSLos empleados de Bunge deben de ser siempre activos, nunca pasivos. Debemos comprometernos a ser responsables finales del trabajo que realizamos y de la compañía en su conjunto. Debemos esperar mucho de los demás y exigir incluso más de nosotros mismos; mostrar el valor de nuestras convicciones y aplaudir a nuestros colegas; insistir en la claridad y en algo tan importante como estar preparados para rendir cuentas en cualquier momento… y, por supuesto, cumplir siempre con estos dos principios.

COMPROMISO CON SER LOS MEJORES DEL SECTORNuestra industria opera a un ritmo vertiginoso, es volátil y muy competitiva, por lo que nunca podemos dormirnos en los laureles. Al contrario, debemos buscar la mejor forma de hacer las cosas, probarla y, si da resultado, convertirla en un estándar global que todos sigamos.

Esto es así porque Bunge obtiene beneficios no solo moviendo grandes volúmenes de productos, sino creando valor de forma progresiva en cada etapa de cada jornada. Hasta las más insignificantes mejoras tienen su impacto en nuestro día a día: gracias a ellas, podemos dar mejor servicio a un consumidor, solucionar un proceso, encontrar una ruta más eficiente, crear un alimento o ingrediente más innovador. Juntas, esas mejoras incrementan el nivel de rendimiento de nuestra empresa, producen mayores ingresos y nos ayudan a avanzar con paso firme hacia nuestra meta última: ser la mejor empresa agroalimentaria del mundo.

QUÉ PODEMOS LOGRAR JUNTOS APORTACIONES ESENCIALES E IMPACTO DURADERONunca antes como en la actualidad han sido tan esenciales nuestros esfuerzos y nuestras competencias, nuestra experiencia.

El crecimiento de la población y la expansión de la economía presentan una necesidad clara: hacer que los alimentos lleguen a más y sean más nutritivos. Los recursos naturales, en especial los bosques y los recursos hidrológicos, están sometidos a una gran sobrecarga en su explotación. Eso significa que ahora más que nunca tenemos que producir más alimentos, pero con mayor eficiencia y con un exquisito respeto al medio ambiente.

Esto requiere poner en marcha conocimientos y competencias de ámbito local, pero también conexiones globales, al igual que innovación, determinación y creatividad, cualidades que afortunadamente abundan en Bunge.

Al conectar a los agricultores con el mercado, al facilitar el comercio y trabajar con los clientes para elaborar mejores productos alimentarios, al incrementar la sostenibilidad de nuestras operaciones y de nuestra cadena de abastecimiento y al superar las expectativas de los consumidores, estamos claramente a la altura del desafío y así, nos esforzamos por seguir expandiendo las economías agrícolas, reforzando la seguridad alimentaria en todo el planeta, incrementando la eficiencia medioambiental en general y mejorando las dietas de nuestros consumidores.

Cada empleado de Bunge es, por sí mismo, esencial; todos ellos, trabajando en equipo, son irremplazables. Cada día, en muchos sentidos, estamos causando un impacto importante en nuestras operaciones, lo cual hace que, a su vez, Bunge pueda dejar una huella duradera en el mundo.

Dos siglos después de nuestra fundación, en Bunge sentimos que apenas sí hemos empezado.

COMPROMISO CON EL FOMENTO DEL ESPÍRITU EMPRENDEDORBuscar siempre la mejor manera de hacer las cosas: así se define el espíritu de Bunge, el espíritu emprendedor en acción.

Creemos en la capacidad de la gente para alcanzar la excelencia y causar un impacto significativo, y así lo prueba nuestra historia. La creatividad, la flexibilidad y la competitividad de nuestros empleados emprendedores han permitido a Bunge transformarse ante las nuevas oportunidades, crecer y prosperar durante 200 años.

Los rápidos y constantes cambios de la economía hacen que ese espíritu sea, si cabe, incluso más importante hoy día. Un espíritu que nunca perderemos.