Raphael, Amor Mío - Vicente Leñero

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Un cuento extraordinario narrado en forma de diario.Una muchacha enajenada del cantante Raphael piensa que él es su verdadero amor, cuando a su lado hay alguien que daría cualquier cosa por ella.El cuento es de el autor mexicano Vicente Leñero.

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Raphael, amor mo

Raphael, amor mo.

Vicente Leero

Querido Diario:

Hoy es el da ms feliz de mi vida, hoy se ha cumplido mi ms grande sueo, hoy he tenido la suerte (y que se muera de envidia todo el mundo!) de conocer en persona a mi amor. Lo vi muy de cerca, a milmetros de distancia, y casi alcanc a tocarlo. Falt un pelito para que mi mano rozara su mano blanca, cuyos dedos adorables prometen mil caricias cuando trazan los ademanes con que mi amor dibuja sus canciones. Desde el da de mi primera comunin (que tambin para mi amor, segn declar una vez, es su da de ms grato recuerdo) no me haba sentido tan impresionada. Se me enchina el cuerpo de la emocin al revivir el instante en que sus ojos color negro divino se encajaron en los mos durante una fugacsima mirada que llen de campanitas la Alameda. Mi amor me mir Me mir, querido Diario!, y ahora ya nada, nada, pero nada tiene la menor importancia. Too puede darme calabazas con la Bibis. Queta puede quedarse con el vestido azul, Margarita puede echarme toneladas de lodo, que a m ya nada me va ni me viene: conoc personalmente a mi amor y soy la mujer ms feliz de la Tierra.

Fue un da de mucho trajn. Desde las siete de la maana (Diosito es muy comprensivo y me perdonar por no haber ido a misa) Lola y yo nos plantamos en la Alameda. Qu le hace el sol, qu le hacen los apretujones y las majaderas de los lperos que andaban por all buscando lo que siempre van a buscar a los amontonamientos. Lola y yo estbamos dispuestas a cualquier sacrificio con tal de ver de cerca de mi amor. Bueno, Lola no tanto porque a ella le sigue chiflando Quique Guzmn. Imagnate!, a estas alturas todava se desmaya por Quique Guzmn. Verdad que es absurdo? Absurdsimo!, y no slo porque Quique se cas con esa gera chocante que poda ser su mami, sino porque quin se atreve a comparar a Quique con mi amor. Ni Quique ni Csar, ni Alberto Vzquez (ni modo Beto, ya no me importas) tienen un tantito as de gracia y de la voz y el talento que mi amor reparte a tutipln. El s que es artista y galn al mismo tiempo. El no se hace del rogar como los Beatles que ay chus, no quieren venir a Mxico por andar fume y fume mariguana. El es carioso, simptico y chulo, chulsimo. Mide 1.74 (seis centmetros ms que Too), pesa 61 kilos (lo mismo que Too pero qu diferencia) y tiene el pelo castao claro, largo sin exageraciones, medio pachoncito de arriba y juvenilmente desordenado. S, yo lo s todo sobre mi amor. Me s de memoria su biografa (gasto ntegro mi domingo en comprar sus discos y cuanta revista o peridico publica algo de l) y conozco sus datos ntimos mejor que cualquiera de mis diszque rivales, tipas babosas y desabridas que ni siquiera saben cmo se apellida en la vida real y dnde naci. Se apellida Martos y naci en Linares, Andaluca, el cinco de mayo de 1945 8es Tauro!). Segn confiesa l mismo, su carcter es alegre, con reservas; su mayor aficin, el teatro, y su defecto, la vanidad (divino!). Su lugar favorito de recreo es la Costa Azul (creo que eso est en Francia) aunque a veces pasa largas temporadas en su finca de Mlaga nadando en una alberca preciosa o montando a caballo. Tiene otra casa en Madrid, donde vive con su familia. Su fruta preferida es el pltano, su nmero de buena suerte es el trece, su color el negro, y su platillo predilecto son los huevos fritos con papas.

A ver, que me digan quin de sus admiradoras lo conoce tanto como yo. Que hagan un concurso y a ver quin gana, habladoras. Y todava s ms. S que tiene un tic: tocarse la nariz con el dedo gordo de la mano derecha; s que antes de salir al pblico pide que lo dejen un rato a solas, completamente a solas, para dominar los nervios y para rezar. Es muy buen catlico y nada supersticioso. Le encantan las novelas de Julio Verne y adora las poesas de Bcquer (yo me s una: volvern las oscuras golondrinas...). Considera que el mejor cantante es Charles Aznavour, pero yo ya o un disco de ese seor y francamente mi amor es mil veces ms cantante y ms todo que l y que cualquiera.

Le sigo?

Entre los personajes histricos admira al Cid (ese guerrero que interpret Charlton Heston en el cine) y entre los personajes de leyenda a Don Quijote (que yo sepa, no lo han hecho pelcula todava). De los actores mexicanos siente un profundo cario por Cantinflas y por Mara Flix. Su gran hobby es coleccionar banderines de todas las ciudades donde se presenta. Su marca preferida de carros es la Mercedes sport. No bebe, pero le gusta la cerveza, con moderacin.

Ms?

Su representante se llama Francisco Gordillo. Su compositor exclusivo (el que le escribe casi todas las canciones), Manuel Alejandro. Su fotgrafo personal es Mike y su secretaria Dominique. No, no hay absolutamente nada entre Dominique y ni amor, de eso estoy segura, como tambin estoy segura de que mi amor no habla en serio cuando dice que su tipo de mujer ideal es Mara Schell. Lo dice nicamente para que los periodistas no lo sigan molestando. Eso salta a la vista.

En fin, el caso es que hoy en la maana Lola me acompa a la Alameda para or cantar en persona a mi amor. Y lo o. Y casi alcanc a tocarlo gracias a que estbamos en un lugar buensimo, casi hasta adelante. Buensimo, pero incomodsimo y muy peligroso. Entre empujones y manoseos la oleada de gente vulgar nos traa de un lado para otro. A Lola le rompieron las medias (tambin qu puntada la suya, llevar medias a la Alameda! Y a m me mancharon de jcama o de no s qu la minifalda nuevecita. Virgen santa qu tumulto, qu de gritos, qu de alari-dos y qu de aventones cuando por fin, de pronto, racatapln, Dios lo bendiga!, lleg mi amor en una camioneta blindada. Lleg repartiendo abrazos a distancia y poniendo esos ojos de borrego a medio morir (soados!) con que siempre agradece la entrega total de su pblico. Qu divino mi amor all, de bulto, todo l, enterito, real, de carne y hueso! Todo l para quererlo, para apapacharlo, para comerte a mordidas, amor mo, amor de toda la vida.

Slo pudo cantar cuatro canciones (con qu estilo!, con qu sentimiento!) porque los lperos no dejaban de empujar y de empujar desobedeciendo a los organizadores, y porque haba pelafustanes necios en subir hasta el estrado. Era un alboroto increble. Yo estuve en un tris de desmayarme, pero no de la emocin sino a consecuencia del solazo y de los apachurrones. O a lo mejor s, a lo mejor s fue de la emocin porque en ese momento, me acuerdo muy bien, fue cuando nuestras miradas se cruzaron durante un segundo infinito. Y ya no supe qu pas. O campanitas, canarios, himnos angelicales y despus nada. Cuando sent que Lola me jaloneaba y me daba cachetaditas diciendo: qu te pasa?, qu te pasa?, mi amor ya no estaba all. Se haba ido abandonndome entre aquella multitud hambrienta de su voz. Se haba dio para siempre, lejos de m, muy lejos, camino de la fama que ha conquistado con su personalidad avasalladora (as dijeron en Radio Centro).

Pero yo no me qued triste Por qu iba a sentirme triste despus de haberlo visto en persona, despus de haberlo tenido tan cerca, tan cerqusima? Todo lo contrario, me sent y me siento inmensamente dichosa.

Feliz regres de la Alameda sin dejar de hablar de mi amor con frases que a Lola (vindolo bien es una envidiosa de primera) le parecan exageradas. Ay t, ya chole, me deca la muy tonta. Al llegar a casa me encontr a Too. Estaba hecho una chinampina por-que lo dej plantado. Se me haba olvidado que que-d de ir con l en su Fiat a las pirmides y me lo reclamaba a gritos, frente a mi papi y a mi mami. Perdname Too, le dije. Quise explicarle con mucha calma las poderosas razones de mi olvido ( a las pirmides se puede ir cualquier domingo, pero a ver en persona a mi amor slo se poda esta maana), y en lugar de entenderlas como las hubiera entendido el hombre menos razonable, se enfureci ms y ciego de celos me grit: Aj, con que en lugar de ir conmi-go preferiste ir a verle la cara a ese... (y aqu pro-nunci una palabra horrible, horrible que ni siquiera me atrevo a escribir). Too, por favor!. Exclam asustada. S, s, respondi l; preferiste a 'ese... (y volvi a pronunciar la palabra espantossima). En-tonces la que me enoj fui yo, y lo corr de la casa, y lo llam majadero, y le dije que no quera volver a verlo nunca.

Y es cierto querido Diario, no quiero ver ms a Too. Qu bueno que las cosas resultaron as. Mejor que mejor. Ahora soy completamente libre para entregar-me por entero, para querer con toda mi alma y con todas mis fuerzas a mi amor.

Martes

Querido Diario:

Too vino a pedirme disculpas por su majadera con-ducta del domingo. Para demostrar su arrepentimiento me regal un disco de mi amor (el nico que me faltaba) y dos revistas (una atrasada, que tambin me faltaba, y otra que haba salido hoy mismo) en las que mi amor hace importantsimas declaraciones. Recort la portada a colores de una de ellas y luego luego la pegu en la pared de mi cuarto, donde antes estaba una de Carlos Lico. Too se ofreci a ayudarme, y aunque le cost mucho trabajo disimular el coraje que senta de ver todo mi cuarto tapizado con fotos de mi amor, no se atrevi a decir nanay. Si se atreve, lo corro de mi casa otra vez, palabra! Pero se qued en silencio, apachurrado y dcil como un gatito. Tan mono se port Too que hasta me ley en voz alta la entrevista que le hicieron a mi amor.Qu declaraciones! Copi algunas en mi lbum (el mismo Too me las dict).

Soy un chico normal, comn y corriente, simptico a veces y antiptico en algunas ocasiones. Antiptico cuando estoy nervioso, de mal humor. Y estoy de mal humor cuando no duermo, y cuando no duermo me porto mal. Entonces empiezo a contar: one, two, three, four y me calmo.

Y sta, formidable, que lo pinta de cuerpo entero:

Soy un cristal. Nada oculto. Soy transparente. Nada puedo ocultar. Trato de ser sencillo, soy feliz y me gusta la soledad.

Y sta que dej boquiabierto a Too:

Cuando salgo a la pista me pongo nervioso, muy nervioso. Creo que el artista que no se pone nervioso o que no le importa cul vaya a ser la reaccin del pblico, no es artista, es un irresponsable.

Too tuvo que admitir que mi amor es fantstico, y para convencerlo de una vez por todas que s, que en verdad lo es, le ped que tambin me dictara las declaraciones publicadas en la revista atrasada.

El triunfo no me envanece. Me considero un mucha-cho cualquiera, al menor sicolgicamente hablando, y slo espero seguir contando con la confianza y el apoyo de quienes me escuchan... Qu si tengo manas? A montones! Duermo en completa oscuri-dad, casi siempre de da, y cerrado bajo siete llaves. Quien como yo trabaja generalmente de noche, odia dos cosas: el ruido y la luz... El dinero? No me preo-cupa en absoluto... Que si me parezco a algn can-tante en particular? No hombre!, mal o bien, uno debe parecerse solamente a su imagen reflejada en el espejo.... No me preocupo de qu dirn, pues a final de cuentas lo que vale es la reaccin del pblico cuando termino de cantar... Sobre el amor? Caram-ba, pues no se trata de buscarlo sino de recibirlo con los brazos abiertos cuando llegue. El artista tiene menos tiempo de pensar en ello su carrera lo absor-be- pero igualmente es susceptible de enamorarse con mayor prontitud. De una mujer guapa, no hay quien se escape.

Divino, divino, divino. En una palabra: Divino.

Cuando terminamos de copiar las declaraciones de mi amor en el lbum, ya era bien tarde. Too daba unos bostezos tremendos. Le pregunt: Ahora s ya te convenciste de que no slo es un gran artista sino un chico maravilloso?...Te quiero, contest Too co-mo si no me hubiera odo. Y aunque me dio coraje que no me pusiera atencin me aguant. Le dije: Ya vete, no?, a mi mami no le gusta que te quedes tan tarde.

En la puerta de la sala volvi a pedirme perdn por su majadera del domingo. Para que te perdone una cosa de sas necesitas hacer mritos, le dije. Te traje revistas y el disco, me dijo. Pero eso no tiene chiste, le dije. Entonces qu ms quieres?... Me qued pen-sando un rato y le contest: Por ejemplo, podas invi-tarme a El Patio para verlo otra vez en persona.

Se lo dije nada ms para ver qu cara pona, para darle una leccin. Yo s que Too no tiene dinero para ir a un lugar as, a donde slo van gentes muy popis. Puso una cara de susto que me dio risa y se fue todo apachurradsimo. Entonces corr a mi cuarto, me met en la cama y me puse a escribir esto.

Ahora a dormir, a soar con mi amor.

Viernes

Querido Diario:

Hoy vino a comer a casa to Pepe y estuvo hablando de lo que habla todo el mundo, de lo que todo Mxico platica, del nico tema que a m me interesa: estuvo hablando de mi amor. Ah qu inteligente es to Pepe! Cmo sabe decir las cosas y poner en rid-culo a gentes como mi papi y como Too que por ne-cios, no quieren reconocer la personalidad avasalla-dora y el talento extraordinario de mi amor. Lstima que Too no estaba aqu. Me hubiera encantado que oyera a to Pepe hablar de que mi amor ha revolucio-nado (como el Cordobs en los toros, dijo to Pepe, tan taurfilo como siempre) el arte de la cancin mo-derna.Y eso se lo debemos al generalsimo Franco!, grit levantando su vaso de cerveza. Sin el gobierno de Franco no surgiran esos artistazos. Nadie lo pue-de poner en duda. Adems de ser dueo de una voz esplndida, potentsima, ese muchacho tiene una sensibilidad increble para entregarse de lleno a lo que canta. Cree en sus canciones. Las vive. No se limita a seguir una meloda y a repetir una letra aprendida de memoria, no simula estar sufriendo o gozando, sino que en verdad sufre o goza lo que canta. Y lo comunica al pblico: ah est su gran chiste! Lo comunica ntegramente, saturando todos los sentidos de su auditorio con esa voz privilegiada, y con el gesto. Hay que ver y entender y dejarse lle-var por los gestos de ese muchacho!, grit to Pepe levantando de nuevo el vaso de cerveza. Son un prodigio de expresin: clido cuando quiere ser cli-do, tierno cuando quiere ser tierno, dolorido, supli-cante, seductor siempre: el rostro de un amante para las jvenes, de un hijo para las madres, de un amigo, de un hermano, del otro yo para los hombres de todas las edades. El pblico quera un dios y ya lo tiene. Que nadie se sorprenda del alboroto que est causando.

Prale, prale, todava no lo canonices, interrumpi mi papi que siempre es as, le gusta llevar la contra-ria aunque est oyendo una verdad del tamao del mundo. Y por culpa de mi papi, tena que ser!, to Pepe ya no sigui hablando de mi amor.

Bueno, para m nada de eso resultaba nuevo. Hasta se qued corto. Lo que s me gust mucho (y me pa-s la tarde repitiendo y acariciando las palabras) fue aquella frase: un amante para las jvenes. Mmmm,

Viva to Pepe!

Sbado

Querido Diario:

Hoy tengo muchas cosas que contarte aunque me estoy muriendo de sueo. Sucedi algo important-simo, super. An no puedo creerlo y me pellizco y me pellizco para tener la seguridad de que he estado despierta. Hoy volv a ver en persona a mi amor, querido Diario, y lo o cantar no una ni tres ni cuatro canciones como en la Alameda, sino veinte, treinta, mil! Fui a verlo en su show de El Patio! Ah, qu experiencia maravillosa! No existen palabras para contarlo! Juro que no existen!

Too me dio la gran sorpresa. Muy de maana habl para decirme que haba reservado una mesa en El Patio, que pidiera permiso a mis paps y que estu-viera lista porque iba a pasar a recogerme muy tem-prano. Al principio cre que era una de sus vaciladas y casi le cuelgo el telfono de sopetn, pero era ver-dad! Cmo le hiciste?, le pregunt extraadsima. No quiso decrmelo sino hasta despus. Resulta que un pariente suyo que trabaja en una agencia de via-jes o no s dnde, le consigui la reservacin, aun-que a precio de reventa, muy cara. Pero qu impor-ta el dinero, le dije a Too, cuando sirve para ir a ver a un artistazo como mi amor! El vale eso y mucho ms.

Tambin mi mami se emocion muchsimo al saber la noticia, y quiso que invitramos a to Pepe, a ta Rosa y a la antiptica de Margarita. Me cay en el hgado lo de Margarita, pero le dije que estaba bien porque ante una oportunidad as no era para que me pusiera mis moos. Las tres fuimos al saln (quedamos ele-gantsimas) y to Pepe lleg echando tiros, como si fuera a una boda. Parece que a Too no le gust mucho que fuera tanta gente, pero no dijo nanay. Tampoco mi papi protest. Iba a alegar algo sobre el despilfarro de dinero y esas cosas (su tema favorito), pero al saber que Too era el que invitaba se qued muy tranquilo a ver en la tele su cine de medianoche. Y ah vamos! Qu de gente, Dios mo! Qu trabajos para entrar y eso que casi llegamos a barrer! El lugar es precioso: lleno de arcos y columnas y molduras y adornos dorados por todas partes. Se parece un po-quito al cine Alameda y al Real Cinema, pero ms lujoso todava: como la iglesia de Santa Rosa de Li-ma. Lujossimo, en fin. Y la gente, vlgame la Vir-gen!, la mejor sociedad de Mxico: pieles, brillantes, mujeres elegantsimas. El servicio regularzn. Sude y sude, los meseros no se daban abasto y to Pepe tena que llamarlos casi a gritos para que trajeran su otra y otra botella de whisky. Ay caray, cmo bebe y cmo nos hizo beber to Pepe....pero a l no se le sube nadita. Lo que s result una lstima fue la me-sa que consigui Too, estaba en el segundo piso y no se vea bien. Ta Rosa y Margarita se lo estuvieron echando en cara toda la noche. Todo eso result a fin de cuentas secundario. Lo importante fue mi amor. La locura, el delirio, el fin del mundo! Cuando l apareci, el cabaret se vena abajo; todos los que estbamos en el segundo piso nos fuimos sobre el barandal, gritando de pura emocin. A Margarita le apachurraron horrible y a mi mami le arrancaron el postizo...Ay, cmo aplaud y llor y grit en cada una de sus canciones. Mi amor estaba hecho un fenme-no. La gente le arrojaba pieles, servilletas, flores, y yo hubiera querido arrojarme desde arriba hasta sus brazos porque ya no encontraba otra forma de aplau-dirle y de gritarle mi vida, mi vida, mi vida; eres un monstruo, eres el rey, eres el nico. Todava me due-len las manos de los aplausos y la garganta de los gritos. Todava me brinca el corazn y todava lo veo all (como si se hubiera retratado para siempre en mi alma y en mis ojos) entregado a su arte... Cuando se puso los claveles sobre sus orejas y entre su pelo divino! cuando lloraba cantando La llorona!, cuan-do agradeca los aplausos abrazndonos a todos y yo sintiendo que me abrazaba a m! No quera que se terminara nunca. Ya ni me import la cena, ni le import tampoco a mi mami que medio alocada por el whisky le gritaba: hijo mo!, mi chiquiln!, mi ro-rro! Y ta Rosa le gritaba mi rey!, y Margarita daba aullidos como si tuviera el clico, y to Pepe (muy entrado con una botella de coac Martell) repeta sin descanso: yo lo he dicho siempre, es un fenmeno, es un fenmeno. El menos emocionado era Too. Slo abra la boca para preguntarme: ests contenta? Qu pregunta ms tonta! no es cierto? Claro que estaba contenta; no contenta, sino feliz, en la mis-msima gloria!

Pero ni modo, se acab la funcin y nos fuimos. An-tes de despedirme de Too (a quien mi mami y to Pepe le dieron miles y millones de gracias) le pregun-t como cunto haba gastado en total. Me daba mucha curiosidad saberlo porque to Pepe haba estado pidiendo mucho whisky y mucho coac, y por-que a la hora que Too pag lo vi sacar billetes de a mil. Bueno, me dijo Too, con todo y la reservacin fueron como cuarenta mil pesos. Hjole!, cuarenta mil pesos? Ms o menos, dijo Too. Oye, pero eso es muchsimo dinero, de dnde lo sacaste. No te pre-ocupes, mi primo me prest. Pero cmo le vas a pagar? Vend el Fiat, me dijo. Oye, pero...S, maana lo entrego. As que vendiste el Fiat murmur todava desconcertadsima. Qu importa, dijo, ya era una carcacha inservible.

No pudimos seguir hablando porque l todava tena que ir a llevar a to Pepe, a Ta Rosa y a Margarita, y porque mi mami se estaba muriendo de sueo. Me desped dndole una vez ms las gracias (cuarenta mil pesos de gracias) y me sub a mi cuarto.

Y aqu estoy. Feliz de haber visto a mi amor nueva-mente, aunque un poco preocupada (ahora que lo pienso, ahora que lo escrito) por el gastazo que tuvo que hacer Too. Vendi su Fiat!...Bueno, despus de todo s es cierto; ya era una carcacha inservible.

Mircoles

Querido Diario:

Anoche tuve un sueo maravilloso. So que mi amor me traa serenata al pie de mi ventana. Claro que en el sueo no vivamos en un departamento interior, sino en una casa muy bonita de las Lomas, con balcones a la calle y toda la cosa. Yo estaba dur-miendo y de pronto escuchaba su voz y me asomaba a la ventana (con una bata transparente, como la de Bibis) y yo lo vea a l, all solito, sin orquesta. Mi amor me peda a seas que no hiciera ruido para que no lo fueran a descubrir los vecinos, y se pona a cantar mis canciones preferidas (Yo soy aqul, Desde aquel da, Estuve enamorado, Te quiero mucho...) Entonces, quin sabe de dnde, apareca Too acompaado de cuatro tipos ponchadsimos que se lanzaban contra mi amor. Mi amor se quitaba el saco y pmbatelas se los descontaba, mientras el muy cobarde de Too echaba a correr. Mi amor lo dejaba huir y continuaba cantando. Al terminar, vena hasta la ventana para decirme que yo era su amor secreto, que no se lo dijera a nadie, que cuando ter-minara de triunfar en todo el mundo vendra por m. Cuando bamos a besarnos, despert.

Durante el da estuve piense y piense en el sueo; se me quit el hambre y me sent muy como desgana-da. A medioda me habl Too para invitarme a salir, pero como ya no tiene coche me dio flojera y le puse un pretexto tonto. Prefer quedarme en el cuarto encerrada oyendo discos de mi amor.

Jueves

Querido Diario:

Hoy invit a Too a la casa para que viramos juntos el programa de mi amor que pasaron en la tele. Fue un programa divino, como todo lo suyo, que tambin vieron mi papi y mi mami. Precisamente ah estuvo lo malo del asunto. Como siempre, mi papi se puso a criticar sin razn alguna a mi amor, y como mi mami no estaba de acuerdo (ni que fuera tonta) empez a discutir con l. Por ms que yo les deca que se calla-ran, no hacan caso, seguan discute y discute hasta que acabaron peleadsimos. Se dijeron cosas horri-bles delante de Too, pero gracias a que Too esta-ba tan embebido como yo en el programa, no se dio muy bien cuenta del pleito. No tena ojos ni odos ms que para la pantalla. Ni siquiera parpade cuan-do mi papi estrell un cenicero contra la pared y sali de la casa diciendo palabrotas, ni cuando mi mami lo llam imbcil y se meti a su cuarto dando un porta-zo terrible.

Qu lata. Pero a pesar de que no disfrut a gusto la actuacin de mi amor, su programa fue sensacional. Estuvo como siempre: increble, nico, adorado. Y yo me preguntaba tristeando: cmo dejar de quererlo as como lo quiero, cmo dejar de pensar en l a to-das horas, cmo dominar las lgrimas que me salen a los ojos al saber que mi amor se va de Mxico; se fue ya y tardar mucho en volver, mucho, mucho....

Para consolarme (porque no pude evitarlo: me ech a llorar a lgrima tendida apenas termin el progra-ma) Too me dijo que haba ledo que mi amor re-gresara a Mxico en cosa de dos o tras meses a cumplir nuevos contratos. Pero dos o tres meses son una eternidad, le dije a Too. Y l dijo que no era cierto, que se pasan muy rpido, que no lo tomara a lo trgico. Estuvo diciendo cosas as durante cerca de media hora, sin darse cuenta que sus palabras resul-taban intiles para aliviar un dolor que se me encaja en el alma: Al fin se fue, cabizbajo y sin cenar (quin iba a tener humor para ponerse a preparar algo en esos momentos). Yo estaba desconsoladsima. No tena ganas de hablar con nadie, mucho menos con Too que es muy buena gente, s, pero no compren-de las penas del corazn. Pobre Too, lo que pasa es que l nunca ha estado enamorado.

FIN

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