A usted le pudo ocurrir que despacha su autobiografía en un párrafo diciendo que no se acuerda de mucho, o mencionando el momento en que se veía en la escuela, o en la compañía de sus padres o un tío, o una abuela, aprendiendo el trazo de las primeras letras, ya fuera en un cuaderno, o en una cartilla. También puede ser que pensara que no tenía nada que escribir, porque usted no era escritor, o porque nunca le ha gustado escribir.

Generalmente pensamos en la formación como lectores, en nuestro itinerario lector, y creemos que con esto recuperamos también nuestro itinerario como escritores, la verdad estamos muy lejos de que sea así.

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No obstante, pudo sucederle todo lo contrario, que cuando se sumergió en la tarea, se dio cuenta que a medida que recordaba un momento de ese aprendizaje, se abría otro y otro y así sucesivamente y aún hoy no ha concluido el ejercicio. Usted contó sobre: la primera tarjeta que le hizo a sus padres, las planas en la escuela, las tardes que pasó llenando un cuaderno tratando de inventarse una �rma, o el susto cuando iba a ir a la

registraduría y sabía que tenía que �rmar, habló de su diario, del chismógrafo del colegio, de los álbumes o cuadernos de viaje que ha creado, de alguna escritura signi�cativa en la escuela que un maestro le propuso, del cuaderno de pensamientos o de canciones que tuvo, de los poemas o cartas que hizo para un amada, el primer trabajo escrito que lo torturó en la universidad o en la normal, el primer informe o planeación que tuvo que llenar, la primera hoja de vida, el enfrenta-miento de pasar de escribir en papel a escribir en la pantalla, el facebook, el twitter, el blog, que creó, la vez que le publicaron por primera vez, ya fuera en el periódico escolar, en el anuario del colegio, en la revista de educación, en el concurso de cuento, en el trabajo de maestría o espe-cialización.

En cualquiera de los dos casos esperamos que el ejercicio le haya servido para pensar en lo que signi�ca aprender a escribir, que haya podido darse cuenta de que este aprendizaje es todo un proceso; no es asunto de los primeros años de la escolaridad, de transición o primero, sino que es un asunto constante, que somos alfabetizados para un tipo de textos y analfabetos para otros. Así que si quiere retome el ejercicio, no lo deseche, tal vez, los anteriores comentarios y preguntas le puedan encender la chispa y se anime a escribir y a publicar en el blog.

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