Reflejos de La Historia en Polvo y Espanto

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REFLEJOS DE LA HISTORIA EN POLVO Y ESPANTO INTRODUCCIÓN La novela de Abelardo Arias Polvo ! Es"an#o $%e es&ri#a en el a es#a obra el a%#or re&rea %n "er,odo de la -%erra en#re %ni#arios ! "re&isa.en#e a "ar#ir de ()012 a'o en 3%e Ibarra re&%"era "rovin&ia "ersi-%e ! a4%s#i&ia a a3%ellos 3%e #rai&ionaron ! asesi 6er.ano Fran&is&o ! a #odos los 7salva4es8 %ni#arios) Cabe des#a& %no de los a%#ores 3%e &on %n .a-n,$i&o liris.o s%"o $%sionar la r ! la $an#as,a &readora) A Polvo ! Es"an#o la &r,#i&a la en&%adra d 6is#:ri&a 3%e es %n -9nero 6,brido ! #iene "or "ro":si#o "rin&i"a visi:n veros,.il de %na 9"o&a 6is#:ri&a "re$erible.en#e le4ana de a"are;&a %na &os.ovisi:n realis#a e in&l%so &os#%.bris#a de valores ! &reen&ias) Es "re&iso resal#ar 3%e es#a obra .ere&i: el P Na&ional de Li#era#%ra ()*<*=(*+( as, &o.o #a.bi9n el "re.io Ro#ar Pl%.a de Pla#a del Pen Cl%b) Ade./s $%e la "ri.era novela 6is"anoa. #rad%&ida al -rie-o) C%an#as ve&es i-nora.os lo 3%e $or.a "ar#e de n%es#ra 6is#oria s:lo &ono&e.os &ier#as le!endas 3%e nos $%eron #rans.i#idas de .ane &ier#o es 3%e nos res%l#a #edioso abrir %n libro ! de es#a .anera o&%rrido en o#ros #ie."os sobre #odo los s%&esos 3%e .ar&aron a n% Abelardo Arias o$re&e en Polvo ! Es"an#o %n .odo de &ono&er la #rav9s de la e>"osi&i:n de "ersona4es 6is#:ri&os? el -obernador san Feli"e Ibarra ! la 6ero,na del @ra&6o A-%s#ina Pala&io de Libarona #ales &o.o 6o.bres dedi&ados a l%&6ar "or s%s ideales no.bres 3%e en &ada &on.e.ora&i:n "a#ri:#i&a al i-%al 3%e Lavalle o La.adrid) 1

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Monografia de Polvo y Espanto de Abelardo Arias

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REFLEJOS DE LA HISTORIA EN POLVO Y ESPANTO

INTRODUCCIN

La novela de Abelardo Arias, Polvo y Espanto fue escrita en el ao 1.971 y en esta obra el autor recrea un perodo de la guerra entre unitarios y federales, ms precisamente a partir de 1.840, ao en que Ibarra recupera el poder en su provincia, persigue y ajusticia a aquellos que traicionaron y asesinaron a su nico hermano, Francisco, y a todos los salvajes unitarios. Cabe destacar que ste es uno de los autores que, con un magnfico lirismo supo fusionar la realidad histrica y la fantasa creadora. A Polvo y Espanto, la crtica la encuadra dentro de la novela histrica, que es un gnero hbrido, y tiene por propsito principal ofrecer una visin verosmil de una poca histrica, preferiblemente lejana, de modo que aparezca una cosmovisin realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias. Es preciso resaltar que esta obra mereci el Primer Premio Nacional de Literatura 1.969-1971, as como tambin el premio Rotary Club y La Pluma de Plata del Pen Club. Adems fue la primera novela hispanoamericana traducida al griego. Cuantas veces ignoramos lo que forma parte de nuestra historia, usualmente, slo conocemos ciertas leyendas que nos fueron transmitidas de manera oral. Lo cierto es que, nos resulta tedioso abrir un libro y de esta manera saber lo que ha ocurrido en otros tiempos, sobre todo los sucesos que marcaron a nuestro pueblo. Abelardo Arias ofrece, en Polvo y Espanto, un modo de conocer la historia a travs de la exposicin de personajes histricos: el gobernador santiagueo Juan Felipe Ibarra y la herona del Bracho Agustina Palacio de Libarona, entre otros tales como hombres dedicados a luchar por sus ideales, nombres que resuenan en cada conmemoracin patritica al igual que Lavalle o Lamadrid. Podemos recurrir a documentos histricos para corroborar que esta novela histrica, relata gran parte de los hechos ocurridos en el Santiago del Estero de la primera mitad del siglo XIX. Para todos los estudiantes, tal vez la propuesta de Arias, es un modo ms ameno y potico de incorporar datos histricos a nuestro corpus de conocimientos. A travs de Polvo y Espanto, viajamos en el tiempo, cuales buenos lectores y fuimos testigos de una historia de amor inconmensurable, al estilo Romeo y Julieta. Esta comparacin no es aleatoria, puesto que ambos hroes trgicos tuvieron fuerzas oponentes, pero el amor, invencible sentimiento, triunf ms all de todo, inclusive ms all de la muerte. Adems de este excelente escritor mendocino , otros grandes artistas hicieron referencia a personajes que forman parte de la historia en sus obras, tales como Sarmiento con el clebre Facundo, Mara Esther de Miguel con El General , el pintor y la dama, Andrs Rivera con El farmer y La Revolucin es un sueo eterno, entre otros. Es decir que, en el mundo ficcional de la literatura leemos, o mejor dicho, podemos leer el mundo ficcional de la historia. Arias refleja en esta obra la dicotoma unitarios- federales, dicha antinomia, sostiene el autor, nos ha llevado a la frustracin como una nacin libre. No obstante, y a pesar de tomar y desarrollar aspectos de ambos bandos, esto es elaborado con una neutralidad y objetivismo destacables. En esta novela vctimas y victimarios, transgreden sus roles para transformarse, en algn momento de la narracin en su contrario, por lo que en el primer cuaderno titulado Cuaderno Unitario, Agustina Palacio y su marido Jos Libarona son vctimas del despiadado y salvaje caudillo. Esta situacin es revertida en la segunda parte, la cual lleva el ttulo de Cuaderno Federal, en la que el tigre de los llanos muestra su sensibilidad ante el rechazo de Agustina, la traicin y el asesinato de su hermano. No obstante el narrador no juzga, sino que se limita a mostrar a los personajes y a los sentimientos profundos de los mismos. Somos los lectores quienes sacamos nuestras propias conclusiones, nuestras simpatas y empatas por ciertos personajes, cuyos valores no son tan nobles, como es el caso de la esposa del juez nzaga. El autor de Polvo y Espanto, expone a vencedores y vencidos, salvajes y civilizados, siguiendo las dicotomas histricas, pero detalla tambin ciertos aspectos de estos protagonistas desconocidos o mejor dicho escondidos por la historia oficial. Esta antinomia refleja la guerra fratricida sufrida por nuestro pueblo , puede ser vista tambin en otras obras cumbre como Facundo de Sarmiento, pero la gran diferencia entre el Facundo y Polvo y Espanto es la percepcin del subjetivismo de Sarmiento y la ausencia de juicios valorativos en Arias, esto no quiere decir que al leer Polvo y Espanto no encontremos bien delimitado quines son los salvajes que ejercen la violencia, y cules son aquellos que pertenecen a la clase civilizada que tena puestos sus ojos en el modelo europeo, sin embargo encontramos en la obra de Arias una especie de justificacin o defensa encubierta si se quiere de un personaje amado por gran parte del pueblo santiagueo y odiado por un sector de la sociedad, tal como sucede con la mayora de los caudillos(quienes para Sarmiento representan la barbarie que deriva de la naturaleza y la falta de civilizacin presente en el campo argentino). Aun as no hay que olvidarse de que la novela es una lectura y reflexin de Abelardo Arias, en donde destaca valores humanos de los personajes como el coraje, la amistad, el amor o la lealtad. El plano simblico es otra caracterstica de esta novela, desde las dualidades en forma y contenido y de elementos tales como el agua, el polvo, entre otros. Pero lo ms interesante de Polvo y Espanto es el resonar de datos que forman parte de nuestra historia santiaguea, y que en esta ocasin no estn narrados por reconocidos historiadores, sino ms bien se encuentran novelizados por la mano maestra de uno de los grandes artistas argentinos: Abelardo Arias.

DESARROLLO

Muchos autores plasmaron parte de la historia en sus obras, tal es el caso de Abelardo Arias, quien incursiona con Polvo y Espanto por primera vez en la novela histrica. En ella, Arias rene sus dotes de excelente narrador, su estilo inconfundible en la proliferacin de imgenes y paralelismos mitolgicos, destreza tambin demostrada en otras obras del mismo autor. La novela histrica, como gnero, es hbrida y contradictoria desde su gnesis, tal vez la contradiccin deviene en que aunque los datos histricos sirvan de base, al autor, para la produccin de Polvo y Espanto, no deja de presentar al mundo ficcional que es la literatura. En toda novela, el elemento espacial es muy importante y sobre todo si el autor intenta reflejar en ella sucesos histricos. Este caso puede ser comparable a ciertas obras, como por ejemplo aquellas que tienen como contexto histrico la guerra civil espaola, o refirindonos al mbito local, novelas que retratan rasgos espeluznantes de la dictadura argentina, en todos estos casos, en la descripcin del paisaje se hacen eco las vicisitudes experimentadas por los protagonistas. El paisaje agreste, y castigador condice con los sucesos relatados en la novela y con el momento histrico belicoso que se relata en la misma.

Se multiplicaban cardones y alpatacos, quebrachos blancos y colorados, itines y camatalas; algarrobos con sus vainas an verdes, sobre la tierra parda y a veces salitrosa pero siempre polvorienta. Tierra hostil. Los quebrachos colorados producan llagas (Arias, 1.996:55) Cada batalla, cada suceso es enmarcado por el narrador en un espacio que intenta ser fiel reflejo del histrico, pero la funcin de la descripcin del espacio no es solamente esa. stos cuadros pintorescos o costumbristas, con clara intencin de esbozar en la mente del lector el aire de poca, comn a toda novela histrica no son un simple teln de fondo, ya que, cada escena se sita en un ambiente creado con claros fines simblicos y que responde a la mirada de los protagonistas de esta novela: Agustina Palacio de Libarona y el gobernador santiagueo Felipe Ibarra.

Adems, el espacio se configura a partir de la estructura bipolar de la obra dividida en apartados, Cuaderno Unitario y Cuaderno Federal, como una manera de extender la profunda escisin en el pensamiento poltico que llev a una lucha fratricida en suelo argentino. Por otra parte, el monte Santiago- chaqueo fue testigo de confinamientos mandados por el gobierno y de asesinatos efectuados por la mano de los indios. La descripcin del monte rido y selvtico coincide con la cruenta descripcin del salvajismo, relatada por el narrador omnisciente con una suerte de tremendismo: Apresur el paso y se detuvo espantada. No era un yuyo sino la cabeza separada de un tronco, de un cuerpo que haba quedado en otro lugar, revolcada entre la arena y el salitre. (Arias, 1.996:132). Es decir, si nos remontamos al ttulo de este trabajo, la descripcin cruenta y detallada del suelo santiagueo en el siglo XIX, las batallas libradas por el caudillo Ibarra para defender su tierra, los castigos impuestos por l mismo a sus contrarios, sirven al autor para crear una atmsfera de verosimilitud y a la vez reflejar en Polvo y Espanto parte de la historia de nuestra tierra. Mencionamos con antelacin el hecho de que la novela est fragmentada en dos partes y que cada una de ellas es una suerte de representacin de dos personajes, dos ideologas, dos bandos polticos si se quiere diferentes.

Retomamos esto, puesto que si bien a Polvo y Espanto se la encuadra dentro de la hibridez de este subgnero que es la novela histrica, hay otras novelas, como las del autor Andrs Rivera, quien aclar que sus obras no fueron escritas con ese carcter, sino que utiliz en las mismas elementos histricos, pero la intencin de estas no son simplemente reproducir desde cierta perspectiva los acontecimientos histricos, sino ms bien establecer una analoga entre lo pasado y la presente. Tal vez, si realizamos una mirada pormenorizada a Polvo y Espanto, podemos concordar con Rivera y de este modo establecer comparaciones entre la historia oficial de siglos anteriores con las actuales, puesto que, en el mbito poltico siempre se trat de vencedores y vencidos, de traiciones, de luchas sin lmites por el codiciado poder, de divisiones sociales dicotmicas (ricos-pobres, derechistas-zurdos, peronistas-radicales, civilizacin-barbarie). Fragmentaciones que, como sostiene Arias, imposibilitaron el desarrollo ptimo de nuestra nacin, envilecieron los progresos e involucionaron el desarrollo cultural y econmico de nuestra tierra. Pero esta percepcin no imposibilita que, al leer literatura que tiene como centro el desarrollo de una narracin referida a ciertos hechos histricos y que, adems tiene como protagonistas a mujeres y hombres que segn los documentos histricos tuvieron una existencia relevante en la conformacin de nuestro estado, no sirva de fuente histrica aun cuando conozcamos acertadamente que, en esta narracin encontraremos la huella, a veces dificultosamente perceptible, del autor. Otro de los elementos a analizar de la vasta materia narrativa, es el narrador, que Arias acertadamente elige para contarnos los hechos en Polvo y Espanto a un narrador omnisciente, a travs del cual, no solamente conocemos detalle a detalle cada uno de los pensamientos y sentimientos de los protagonistas, sino que tambin pone en muestra el exquisito lenguaje potico propio del autor. El lenguaje potico se mezcla en la novela con detalles de extrema crudeza, en las descripciones podemos ver la presencia de recursos estilsticos como la sinestesia:las totoras se abrieron con un crujido sedoso(Arias,996:167) Este estilo que utiliza Arias para narrar una historias de pasiones en Polvo y Espanto tambin fue utilizada por autores sobresalientes de la literatura universal, como por ejemplo la clsica novela Madame Bovary, en la cual Flaubert expone a un narrador que cuenta con objetivismo las actitudes de los protagonistas, sobre todo las decisiones y desaciertos de Emma. Del mismo modo Polvo y Espanto cuenta con un narrador omnisciente que relata con un abrupto realismo los telones de la guerra entre unitarios y federales, pero no se pone a favor ni en contra de ninguno de los personajes principales, no ejecuta el rol de juez de las conductas de Ibarra en cuanto a su violenta venganza, ni de Agustina en cuanto a sus decisin de abandonar a sus hijas, slo se limita a mostrar, lo que hacen unos, lo que hacen los otros; y he aqu se presenta un desafo si se quiere para los lectores, el de evaluar el proceder de los protagonistas, culparlos o justificarlos, o bien simplemente ser testigos, presenciar amores y crueldades, sin emitir ni formar ningn juicio de opinin. Por todo lo anteriormente expuesto sostenemos que son mltiples las ventajas de leer este clsico de la literatura argentina, ya que por un lado conocemos los entretelones de la historia, narrada desde la perspectiva de Abelardo Arias, gozamos al desgajarnos lnea a lnea en la maravillosa y triste historia de amor del matrimonio Libarona, reconocemos el valor de uno de los caudillos ms valientes de nuestro suelo argentino y admiramos el estilo de su autor. Con esto, Arias supera la dicotoma civilizacin-unitario y barbarie-federal, dicotoma que es visible en El Matadero de Esteban Echeverra y Facundo de Sarmiento, otorgando al lector la posibilidad de enjuiciar por s mismo. Con una clara intencin de aunar perspectivas. Ambos cuadernos muestran la misma realidad, el mismo perodo de tiempo, pero vivenciado por dos personajes antagnicos. Por un lado, el "Cuaderno Unitario" describe la persecucin del tirano, el azaroso peregrinaje de los condenados hacia el destierro, los malones y los crueles suplicios con que Ibarra cobrara la muerte de su hermano. Aspectos que son canalizados desde la visin de Agustina Palacio, esposa de Jos Mara Libarona, un comerciante espaol que habra participado en la revuelta unitaria para destituir a Felipe Ibarra de su cargo de gobernador. No solamente Agustina y Jos se encuentran, en cierto modo descriptos en la primera parte, nos encontramos tambin con otros personajes como el juez Pedro de Unzaga quien firm el acta de pronunciamiento del pueblo contra el caudillo, tanto Unzaga como Jos histricamente y en Polvo y Espanto son castigados con el destierro en el Bracho. A lo largo de la historia de la humanidad, el destierro fue uno de los peores castigos que imponan aquellos poderosos a sus enemigos, muchas figuras importantes como Sneca, u otro personaje literariamente conocido como el Cid Ruy Daz de Vivar, padecieron el destierro, es decir fueron despojados de todo lo que les perteneca, alejados de sus seres queridos y privados de la libertad de vivir en sus tierras, echados, si se quiere, al olvido y a todo tipo de inclemencias. Sin olvidarnos por supuesto de grandes escritores y pensadores de todos los tiempos, que por tener ideas contrarias al poder poltico de turno, se vieron en la penosa travesa de abandonar su suelo natal con el propsito de seguir viviendo. Nadie poda ayudar a los desterrados puesto que ello era castigado con penas mximas. En esta novela , el amor sin medida de Agustina, posibilita que Jos Libarona no viva solo en su destierro y que tenga a sus esposa al lado, ella enfrenta a Ibarra, y as Jos seguramente pudo sobrevivir un poco ms de tiempo, ya que Agustina oficiaba de enfermera madre y compaera leal de Jos. Por otro lado Unzaga se beneficiaba tambin con la presencia de la Seora Libarona, puesto que sta consegua los vveres para que puedan alimentarse. El juez representa la debilidad, cualidad ausente en Agustina Palacio. En la segunda parte esta cobarda de Unzaga, el suplicio de este personaje produce asco a Juan Felipe Ibarra: nzaga avanz unos pasos ms rpido, gritando espantado: Clemencia...!(Arias, 1.996:284)

Distinto es el caso de Libarona, puesto que su animalizacin parte del hecho de haber perdido la cordura. A diferencia de nzaga, son sus reacciones violentas las que le otorgan cierto grado de animalidad, no su moral. El Libarona del Bracho destruye totalmente la imagen amorosa que Agustina guardaba de su esposo. Ella es la fuerza que los moviliza, el centro de sus diminutas vidas. No obstante el personaje tal vez ms descripto de manera ntima podramos decir es Agustina Palacio, de quien el narrador realiza una pintura de sus facciones y costumbres exquisitas. La herona del Bracho, santiaguea de nacimiento, nieta del ltimo gobernador espaol de Santa Fe, desde los trece o catorce aos era esposa de Jos Libarona.Agustina, quien siempre se crey ms esposa que madre, deja a sus nias al cuidado de sus abuelos y, a pesar de las negativas de su familia y de su esposo, emprende el viaje para rencontrarse con su marido. Sin embargo, el encuentro ser infructuoso: debido a las altas fiebres padecidas, Libarona enloquece. La indiferencia de su esposo desgarra profundamente su alma, sentimiento que el autor plasma magistralmente: La mir como si la desconociera; no, ningn hombre poda mirar con tal frialdad a una mujer desconocida. Con los desconocidos, a veces sera posible decir y hacer cosas tremendas, porque seguiran siendo desconocidos. Lo trgico sera tomar desconocido a quien se ama. (Arias, 1996: 67). Lo mas sobresaliente de este personaje, es que representa en esta obra la delicadeza de la clase aristocrtica, la pureza de ella misma como mujer, la belleza de sus rasgos europeos, sin embargo, el autor incluye en ella cualidades que la hacen diferente a las dems mujeres de su clase, y por qu no, la distingue de tantas otras, que es la lealtad, el amor y la entrega total hacia su funcin de compaera de vida. Agustina tiene vida en funcin de la vida de su marido, su visin del mundo y del matrimonio ms precisamente es tradicional. A lo largo de la historia que nos cuenta Arias, en ningn momento la herona se arrepiente, s flaquea en ciertos momentos, s sentimos su desfallecer descolgndose entre las lneas de la novela, pero nunca se rindi ante el deseo del poderoso gobernador de Santiago del Estero. Abelardo Arias glorifica a este personaje, lo pone por encima de otros, sobre todo en la primera parte, hace que admiremos su fuerza de voluntad y su amor infinito que le permite sobrevivir en condiciones infrahumanas. A su vez, la llegada de Rafaela Carol, esposa de nzaga, cernir an ms la estampa de Agustina como herona. Indiferente totalmente al dolor humano, Rafaela es un claro ejemplo de la fra sociedad, agriada y lejana de los acontecimientos que vive el pas. Siguiendo de alguna manera la estructura de Polvo y Espanto, en el cuaderno federal se narran las luchas y los choques violentos entre los guerrilleros y los montoneros; las batallas contra Paz, Lavalle y Lamadrid, y la intrincada red de traiciones. Aqu surge la figura compleja y contradictoria de Felipe Ibarra, como smbolo de la poca y de la identidad americana. En esta segunda parte se retrata a un Ibarra con facetas desconocidas, el narrador hace referencia a la infancia del caudillo, los temores de su juventud, los recuerdos que tiene de su hermano Francisco, y la valenta innegable que lo hizo ser una personalidad fuerte dentro de la poltica santiaguea del siglo XIX. Es por ello, por su coraje que se le asigna el epteto pico si se quiere de jaguar. Felipe se convierte, entonces, en un smbolo, en un estereotipo de los caudillos argentinos, personajes amados y odiados al mismo tiempo. Es decir que, esta novela de Abelardo Arias no slo tiene su atractivo en ser de algn modo una reescritura de la historia oficial, sino que cuenta con elementos propios de la literatura que pueden ser analizados para una mayor comprensin y disfrute del texto.

CONCLUSIN: En el vasto universo de los textos encontramos formas de asimilar contenidos, tarea productiva para nuestro desarrollo como personas y sobre todo como estudiantes. Al escuchar a alguna persona mayor o simplemente instruida, mencionar nombres inherentes a periodos histricos, slo emitimos breves comentarios acerca de ello, puesto que estamos limitados por nuestros conocimientos lo que crea ciertas desventajas en cuanto a competencias comunicativas. Lo que sepamos con respecto a la guerra entre unitarios y federales, el salvajismo de los indios por defender sus tierras, la particular personalidad de caudillos como Rosas o Ibarra, podemos acrecentar estos saberes a travs de textos literarios como Polvo y Espanto. Guerras, revoluciones, descubrimientos, todos estos acontecimientos propios de la humanidad son narrados por historiadores de manera cronolgica y con detalles que hacen a ciertas causas y consecuencias de los mismos. Sin embargo, muchas veces desconocemos lo que sinti o quiso realmente Coln al descubrir Amrica, cules son las cosas que tuvo que sacrificar para llegar al Nuevo Continente. En Polvo y Espanto se narra la guerra en suelo argentino, unitarios y federales enfrentados, luchas intensas entre ellos, estos son datos proporcionados por medio de libros acadmicos, tal es el caso de enciclopedias o manuales. Pero Abelardo Arias se adentra en cada uno de los personajes, bucea en el interior sobre todo de Agustina Palacio y de Juan Felipe Ibarra, dos fuerzas oponentes que coinciden en su valenta y la manera en la que enfrentan sus destinos. La novela Polvo y Espanto, rene todas las caractersticas que le adjudican ser un clsico de nuestra vasta literatura. Al leerla podemos recorrer a nuestro Santiago del Estero de las primeras dcadas del siglo XIX, conocer ciertos aspectos de uno de los caudillos ms importantes de la historia argentina: el gobernador federalista Juan Felipe Ibarra. Adems presenciamos, entindase desde nuestro lugar de lectores, la magnitud del amor entre Agustina Palacio y su esposo Jos Libarona. La fiereza de los indios, el barbarismo de las torturas de los federales, lo agreste del monte, la ficcin literaria fusionada con la realidad histrica, la estructura dual en la cual es presentada, entre otros; son rasgos que llevan el sello de Abelardo Arias, quien, con un lenguaje llano, pero, grandiosamente, a la vez potico en ciertos fragmentos y repugnantes en otros; nos logra atrapar con la sencillez y creatividad de los ms famosos clsicos. A travs de esta novela histrica presenciamos con nuestra imaginacin la lucha sangrienta entre rojos y blancos, el avasallamiento cruel de los indios, el hambre, la miseria en su ms alta expresin. Miedos y frustraciones se funden con valores nobles como el amor, la amistad y el coraje. Al recorrer las partes en las que se divide Polvo y Espanto, se diversifican las sensaciones que experimentamos como lectores, pasando por la admiracin, el odio, la lstima y por qu no la comprensin frente a ciertas actitudes y el desconcierto ante otras. Todo esto provoca la clebre novela de Abelardo Arias, agotada en casi todas las libreras del pas, aun sigue formando parte de los programas escolares, secundarios, terciarios y universitarios; transformndose en una suerte de documento histrico al igual que Facundo, El Matadero o Martn Fierro en los cuales se refleja gran parte de nuestra historia argentina.

AUTORA: SILVINA CORVALAN ULLA

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