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REFLEXIONES ANTROPOLÓGICAS PARA UN MODELO DE DESARROLLO ALTERNATIVO Y SOSTENIBLE EN LA COSTA PACIFICA VALLECAUCANA Nancy Motta Gonzalez - Antropóloga Magister Desarrollo Rural Introducción La presente ponencia quiere contribuir, en el marco de la preocupación global por el ambiente, a explicar cómo se ha construido una imaginería social de la naturaleza y como ella se relaciona con la problemática de la educación ambiental y del desarrollo. La dimensión cultural es también una respuesta a dicha preocupación y en esto, muchas culturas tradicionales tienen mejores respuestas, normas más explícitas sobre ello, que algunas legislaciones nacionales modernas. Las pautas adaptativas de las sociedades humanas responden a las culturas y su percepción que se tiene sobre el medio biofísico, dando origen a un conjunto de estrategias de manejo del medio natural. Es necesario por tanto, conocer las diferentes formas de simbolización que de sí mismos hacen los grupos sociales humanos en su contexto físico, biológico y sociocultural. En nuestra época y en nuestra sociedad, el abordaje de la problemática ambiental requiere de una redefinición del desarrollo y un planteamiento de la educación ambiental para el manejo adecuado de los territorios y los paisajes, con un enfoque interdisciplinario y holístico que posibilite el conocimiento y ubicación de los problemas propios de la planeación del desarrollo económico y social tanto en espacios rurales como urbanos, partiendo de la comprensión de las relaciones entre los sistemas naturales y artificiales creados por el hombre, vistos a través de la disciplina antropológica y concretamente desde la perspectiva de la Cultura y el Ambiente. El desarrollo ha jugado un papel importante en las sociedades y culturas de los pueblos. El criterio de la sociedad y cultura occidental para autodefinirse como desarrollada, ha calificado a las demás de subdesarrolladas o atrasadas, partiendo del orden material, científico y tecnológico en general; y no partiendo de los criterios de la cultura local y del ambiente. Algunas sociedades, consideradas como subdesarrolladas pueden poseer un equilibrio interno más vigoroso y se hallan en armonía y adaptabilidad entre su cultura y el ambiente. Durante varios siglos, los países hegemónicos desarrollaron su economía en detrimento de la ecología del mundo. Ignoraron, despreciaron o combatieron otras civilizaciones, y se impusieron al conjunto del planeta como los depositarios exclusivos de la verdad. Colonizaron a los demás, intentaron destruirlos hasta las raíces de su ser, luego se instauraron como los maestros encargados de enseñar a los demás el camino a seguir.

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REFLEXIONES ANTROPOLÓGICAS PARA UN MODELO DE DESARROLLO

ALTERNATIVO Y SOSTENIBLE EN LA COSTA PACIFICA VALLECAUCANA

Nancy Motta Gonzalez - Antropóloga Magister Desarrollo Rural

Introducción

La presente ponencia quiere contribuir, en el marco de la preocupación global por el ambiente,

a explicar cómo se ha construido una imaginería social de la naturaleza y como ella se

relaciona con la problemática de la educación ambiental y del desarrollo. La dimensión cultural

es también una respuesta a dicha preocupación y en esto, muchas culturas tradicionales tienen

mejores respuestas, normas más explícitas sobre ello, que algunas legislaciones nacionales

modernas.

Las pautas adaptativas de las sociedades humanas responden a las culturas y su percepción

que se tiene sobre el medio biofísico, dando origen a un conjunto de estrategias de manejo del

medio natural.

Es necesario por tanto, conocer las diferentes formas de simbolización que de sí mismos

hacen los grupos sociales humanos en su contexto físico, biológico y sociocultural.

En nuestra época y en nuestra sociedad, el abordaje de la problemática ambiental requiere de

una redefinición del desarrollo y un planteamiento de la educación ambiental para el manejo

adecuado de los territorios y los paisajes, con un enfoque interdisciplinario y holístico que

posibilite el conocimiento y ubicación de los problemas propios de la planeación del desarrollo

económico y social tanto en espacios rurales como urbanos, partiendo de la comprensión de

las relaciones entre los sistemas naturales y artificiales creados por el hombre, vistos a través

de la disciplina antropológica y concretamente desde la perspectiva de la Cultura y el

Ambiente.

El desarrollo ha jugado un papel importante en las sociedades y culturas de los pueblos. El

criterio de la sociedad y cultura occidental para autodefinirse como desarrollada, ha calificado a

las demás de subdesarrolladas o atrasadas, partiendo del orden material, científico y

tecnológico en general; y no partiendo de los criterios de la cultura local y del ambiente.

Algunas sociedades, consideradas como subdesarrolladas pueden poseer un equilibrio interno

más vigoroso y se hallan en armonía y adaptabilidad entre su cultura y el ambiente.

Durante varios siglos, los países hegemónicos desarrollaron su economía en detrimento de la

ecología del mundo. Ignoraron, despreciaron o combatieron otras civilizaciones, y se

impusieron al conjunto del planeta como los depositarios exclusivos de la verdad. Colonizaron

a los demás, intentaron destruirlos hasta las raíces de su ser, luego se instauraron como los

maestros encargados de enseñar a los demás el camino a seguir.

En el transcurso del siglo XX, las guerras, las hambrunas y otros dramas, han mostrado a la

humanidad que se estaba equivocado de camino - Los pueblos colonizados se sublevaron;

reivindicaron su derecho a la autodeterminación. Y al interior de los países que se dicen

desarrollados, el hombre y su sociedad se han dado cuenta de la falta de armonía entre su

desarrollo, su cultura y su ambiente.

Ahora, se trata no sólo de cuestionar, sino también de encontrar respuestas, nuevas

alternativas. El trabajo que voy a presentar, quiere ser una contribución a esa tentativa de crear

nuevas relaciones entre los elementos que se influyen mutuamente en el planeta, por ello se

articula entre sí los conceptos de cultura, de ambiente y de desarrollo. Mi hipótesis consiste en

afirmar que, una posible armonía para lograr el desarrollo sostenible de los pueblos, será

posible en el seno de cada colectividad y en el conjunto del planeta, sólo si logra articular entre

sí estos tres fenómenos.

Hay que vincular a la problemática ambiental, las diversas percepciones que los grupos

socioculturales tienen sobre el ambiente y hay que crear nuevas formas de desarrollo

acopladas a las condiciones de la diversidad biológica y sociocultural, que tienen los territorios

y los paisajes en el país.

En este contexto, el modelo de desarrollo para la Costa Pacífica Colombiana debe ser un

modelo que apunte a una reflexión sobre cómo acceder al conocimiento por parte de las

comunidades, partiendo de las realidades históricas y socioculturales propias de cada

ecosistema de la región.

La presente ponencia apunta a la reflexión sobre esta lenta e intrincada tarea, para ir creando

un nuevo modelo de vida.

I. CULTURA Y AMBIENTE

Conceptualizacion sobre el ambiente

Hoy en la perspectiva global, el foco cultural predominante es la relación entre los seres

humanos, los animales, las plantas y la tierra.

Esta nueva realidad se debe, a que es probable que ninguna civilización haya perdido a tal

grado la sensibilidad hacia el medio natural, como en esta última fase del Industrialismo, tanto

en su versión capitalista como socialista. Nunca había ocurrido una multiplicación tal de los

seres humanos y de consumo de los bienes de la tierra como la acontecida en las últimas tres

décadas del siglo que se nos va.

Esta tupida urdimbre de relaciones ha creado un mundo "global", que está conllevando a

cambios biofísicos globales.

Pero el cambio global no debe mirarse únicamente en la medición de fenómenos de cambios

de temperatura y clima, de composición atmosférica y de lluvias ácidas, de pérdida de biomasa

y de erosión de tierras, de erosión genética o pérdida de biodiversidad, de contaminación del

aire, del agua y de los cuerpos humanos, sino que también hay que explicarlos en las acciones

humanas que los provocan.

Estos fenómenos son globales porque afectan todo el planeta, pero lo son porque las acciones

humanas han tejido alrededor de la tierra, hilos de comunicación, de intercambios de bienes,

de migraciones y de interlocución cultural, acumulando efecto sobre efecto a una escala hasta

ahora desconocida por la ciencia.

La conceptualización sobre el Ambiente es de carácter polisémico, porque se parte de la

denominación "Ambiente" o "medio ambiente" y que según Vidart (1986) es anfibológico por

impreciso, ambiguo y tautológico por repetir inútilmente un mismo término. (Arango, Carmona y

Polo, 1995:1).

Según la UNESCO (1976) se definió el Ambiente "como la interacción entre el medio social y

cultural en el marco de las diversas alternativas de desarrollo" y según Vidart (1988) el

Ambiente está definido como el espacio en donde el hombre interactúa con la naturaleza y

expresa en ella una comunicación simbólica, es decir, trabaja, se relaciona en sociedad,

organiza instituciones sociales, económicas y políticas"

Esta conceptualización nos plantea una interacción constante entre el medio natural y el

ambiente humano. Es una interrelación dialéctica, de allí que no tienen sentido posiciones

deterministas o reduccionistas en cuanto al tratamiento de estas relaciones mutuas.

La interacción ambiente natural y ambiente humano se establecen a través de la cultura, que

es histórica y concreta, modificando, transformando o adaptándose al medio natural mediante

una instrumentación técnica y simbólica.

La naturaleza física o biológica, constituida por variedad de ecosistemas se ve afectada por la

acción antrópica, la cual actúa tanto en los factores bióticos como abióticos, permitiendo

establecer en esta estrecha interrelación de componentes, el ambiente humano en la cual

operan leyes socioeconómicas. (Arango, Carmona, Polo, et al, l993).Por tanto el medio natural

está integrado al proceso mismo de construcción de cultura.

Lucie Sauvé (1994) y María Novo Villaverde (1988) plantean el sentido ambivalente del

ambiente, por cuanto este es representado y percibido por una persona o por un grupo y en tal

sentido se adoptan acciones, comportamientos y conductas.

Según Novo Villaverde, el Ambiente "es fuente de recursos que nutre a la humanidad y es el

ámbito en el que evolucionan y se encuentran las diversas formas culturales que el hombre

elabora como respuesta a los desafíos de la naturaleza y a su propia condición de ser vivo"

(1988:l6)

Para Sauvé, la "representación del ambiente que una persona o grupo adopten,

necesariamente determina sus comportamientos con respecto a ese ambiente, ya sea que se

trate de una acción espontánea o de conductas deliberadas " (1994:21).

Esta representación nos permite mostrar diversas concepciones o paradigmas sobre el

ambiente que conllevan a intervenciones de tipo tecnológico, investigativo científico, acción

pedagógica, gestión administrativa o en la vivencia cotidiana. Haciendo una tipología de

representaciones del ambiente en el contexto de la educación ambiental, Sauvé identifica al

ambiente como: 1) problema para solucionar,2) recurso para administrar, 3) como naturaleza

para preservar, respetar, 4) como biosfera para vivir, 5) como medio de vida para conocer y 6)

como ambiente comunitario para participar. (1994:20-28)

En este contexto, el ambiente es el interlocutor de nuestros proyectos desarrollistas: el impacto

de las actividades humanas que toman el ambiente como objeto, modifica sustancialmente los

ecosistemas, con el prurito de que tales transformaciones son positivas, pero ocurre que se

convierten en signos de deterioro; en lugar de, por ello la evolución natural del planeta, se ve

afectada por la acción antrópica.

La Psicología Ambiental ha venido interesándose en el fenómeno de la percepción del

ambiente al igual que la Antropología, por ello es relevante saber cómo los diversos grupos

socioculturales, comunidades u organizaciones perciben y valoran el ambiente.

Este conocimiento es clave tanto en la educación como en la gestión ambiental, tanto en los

equipos técnicos (sean éstos docentes, planificadores, arquitectos, cientistas sociales,

políticos, industriales, terratenientes) como las comunidades mismas (urbanas, rurales,étnicas)

para que puedan integrar esfuerzos eficaces en la administración, control y toma de decisiones

respectivas (Granada, H, l993:19).

Se parte de la definición de percepción, como ".... la experiencia directa sobre el medio

ambiente... y la información indirecta que recibe (un individuo) a través de otros individuos de

comunicación" (Whyte, 1985:404) Esta definición es llevada al campo antropológico,

preguntando ¿ cúales son los aspectos culturales y sociales que moldean lo que percibe y

comprende una persona o un grupo? La premisa es que se va generando un proceso social de

percepción, conocimiento y comprensión que se va constituyendo partir de intercambios

sociales, de información, conflictos o alianzas con otros individuos y grupos sociales.

Las culturas están hoy en constante movimiento. Sus portadores viajan y se instalan en otros

universos culturales, por tanto la unidad de análisis en la Antropología en relación con el

ambiente es la percepción social,de carácter dinámico.

Los métodos antropológicos creados inicialmente para estudiar culturas aisladas y estables,

tienen hoy nuevos desarrollos y modelos para estudiar las culturas en constante dinamismo y

en interacción con otras, por lo cual es necesario averiguar cuáles son las transformaciones

ocurridas y/o las adaptaciones que desarrollan los grupos humanos socioculturales en nuevos

espacios.

II. RELACIONES HOMBRE-NATURALEZA-CULTURA

Se intenta mostrar que la clave para una adecuada conservación y un acertado manejo del

ambiente, lo constituye la cultura, y ésta se encuentra arraigada, conceptualizada e

institucionalizada a través de los individuos portadores de dicha cultura. Es a partir de esta

elaboración, como se pueden construir alternativas de desarrollo que lleven a los grupos

humanos a perpetuarse en un tiempo y en un espacio, siendo a su vez consecuentes con su

cultura y con la armonía de los ecosistemas que habitan.

El hombre, ese animal paradójico, por su inscripción en el orden simbólico, configura su

existencia en la alteridad, en la diferencia. A través del tiempo y del espacio, mujeres y

hombres se han constituido en sujetos y agentes de diversas redes de parentesco, relaciones

de poder, elaboraciones epistémicas e intercambios linguísticos y económicos; en suma han

habitado los múltiples universos posibles de las culturas humanas.

En este contexto, en relación con el discurso de la conservación del ambiente o de la

biodiversidad y del manejo de los recursos naturales renovables, hombres y mujeres

pertenecientes a distintos sistemas culturales en diversas regiones colombianas, como el

Pacífico, la Amazonía o en los Andes, conceptualizan el ambiente desde sus propios

parámetros.

Sin embargo el discurso de la biodiversidad analizado desde la Antropología no deja de

plantearse un cuestionamiento crítico de doble naturaleza. Primero, ¿ Hasta dónde los

supuestos y categorías implicados en dicho discurso hacen parte de un código etnocentrico,

dado que el discurso de la biodiversidad no parte de la nada, sino que se basa y se inserta en

procesos de modernidad y capitalización de la naturaleza conocidos?

Estado, Ciencia , Tecnología y Capital, se hallan de nuevo entrelazados en la pugna por definir

el carácter de la relación entre sociedad y naturaleza, entre los órdenes humano y natural,

entre lo biótico y antrópico, que deberán regir las prácticas sociales de científicos,

comunidades, instituciones e inversionistas a finales de este siglo y los albores del siglo XXI en

el contexto global. Esta pugna es en gran medida orquestada por el aparato internacional del

desarrollo.

Segundo. la definición de biodiversidad pone en juego no solo la relación sociedad-naturaleza,

sino la relación Norte-Sur, Este -Oeste, por tanto, ¿desde cuáles criterios éticos y

metodológicos se propone una reelaboración de dicho discurso y que hacer?.

Para abordar esta problemática es pertinente aclarar que para la sociedad Occidental,

teniendo la modernidad su centro en Europa, dentro de esta constelación cultural, la naturaleza

se la percibe como OBJETO, la naturaleza no tiene sentido en sí misma . Al entroncarse con el

capitalismo, esta concepción de la naturaleza como algo externo a lo humano condujo a su

utilización fuera de toda ética distinta a la utilitaria. Es así como se llega a la colonización del

paisaje. (Escobar, A., y Pedroza, A., 1994:487).

En esa perspectiva, la educación tradicional ha jugado un papel importante como la

transmisora y repetidora de códigos etnocéntricos y aculturantes, por tanto una educación

colonizadora y conciliadora con el sistema internacional de desigual desarrollo.

En oposición a esta mirada etnocéntrica, los grupos étnicos también planifican su vida cotidiana

y su uso del medio natural de acuerdo con sus necesidades y aspiraciones. La diversidad

regional y étnicas del país y en el orden del sistema cultural, las comunidades manejan el

mundo y su territorio a partir de representaciones e imaginarios colectivos que son conscientes

e inconscientes en su actitud cotidiana. Los instrumentos, las formas de organización social y

los símbolos articulados se hallan en torno a las exigencias o como respuestas a las

necesidades de adaptación ambiental.

La relación HOMBRE-NATURALEZA-CULTURA está dada por la concepción que tienen las

comunidades de su entorno, por el mantenimiento de la tradición en el conocimiento, uso y

manejo de la gran variedad de recursos que proveen las selvas, los llanos, las montañas, los

ríos y el mar. El conocimiento de esta biodiversidad es un acervo cultural, una memoria

colectiva, lograda a través del tiempo y transmitida de una generación a otra por medio de la

práctica y de la tradición oral.

El ambiente y la naturaleza es un mundo de valor, es un SUJETO cualitativo y

cuantitativamente diferente, según el sentido mítico, religioso, ético, cultural y del desarrollo de

las diferentes comunidades. Por ello encontramos culturas que tienen una relación de sujeto a

sujeto como valoración frente a su entorno, dadora de vida, de producción y reproducción, por

tanto para ellas el hombre y el ambiente son indivisibles, en cambio hay otras que ven a la

naturaleza como un objeto de explotación.

Para los grupos étnicos en Colombia, el territorio, la naturaleza y el ambiente, son una sola

entidad, es el fundamento de la vida cultural A partir de la relación con ella interactúan los

individuos, la comunidad y los diversos grupos en relaciones interétnicas.

La unidad territorio- naturaleza-ambiente es aprendida por el hombre y la mujer a través del

conocimiento práctico. Así, aunque éste se transforma, se crean los mecanismos para que se

mantenga el equilibrio.

Las representaciones conceptuales de la entidad Entorno se definen en tres instancias según

lo plantean Valencia, S. y Nieto, J. (1995:287)

El entorno simbólico. "son las marcas de identidad expresadas en lo que se podría llamar una

grámatica de la tierra, en la cual los ríos, las ciénagas, los mares, las montañas, los valles, los

cerros, las piedras y otras características geográficas adquieren un significado particular que al

cambiarse entre sí , cuentan las historias del mundo de cómo se llegó a ser y a existir y el

recorrido histórico del grupo para explicar su realidad".

El entorno político. "Es la diferenciación cultural que permite la proyección de la identidad con

respecto a otras culturas, a través de la demarcación territorial y la capacidad de decisión para

facilitar o desechar cualquier acción interna o externa sobre su territorio"

El entorno productor." Es la relación instrumental con el territorio, la cual se establece a partir

de sus potencialidades y el conocimiento efectivo del grupo sobre ellas, para permitir sus

supervivencia dentro de una relación recíproca, ya que el territorio posee la identidad del

grupo".

Estos entornos se pueden considerar como territorios vistos a través del Arte, como Político-

Administrativo y el entorno a través de la Ciencia, la Tecnología y la Economía. La entidad

Entorno es un conjunto de unidades de interacción en las relaciones Hombre-Naturaleza-

Cultura; por ello, tales relaciones no son en ningún momento de suboordinación y dominación,

sino de conocimiento permanente y en la perspectiva de la continuidad del sistema cultural, se

establece un hilo conductor entre los tiempos pasado, presente y futuro en la posesión del

territorio.

En la etnografía de las percepciones sobre el ambiente y el territorio en Colombia, ya

reseñados por diversos autores en regiones como la Amazonía y el Pacífico, se ha creado un

mapa de percepciones sociales en constante movimiento.

El conocer este mapa es importante por dos razones:

Primero, porque la solución a los problemas ambientales solo podrá negociarse conociendo

cómo están percibiendo y evaluando diversos grupos sociales su situación con respecto a las

acciones que generan los cambios ambientales y a las que se requieren evitar mayores

deterioros.

Segundo, porque en la nueva perspectiva crítica es necesario saber lo que piensan los

distintos grupos sociales, formando una malla de posiciones relativas que se van

transformando de acuerdo con una dinámica específica. (Arizpe, L., Paz, F., y Velasquez, M.,

1993)

La vinculación de la diversidad étnica y cultural con la diversidad biológica, parece estar

asociada con su relativa conservación por parte de las comunidades locales, a los distintos

ecosistemas en donde se hallan asentadas, por ello se puede considerar a la cultura, como

paradigma para la conservación del ambiente.

La existencia de múltiples usos y múltiples formas de valorar lo que existe en la naturaleza, por

parte de las comunidades locales en los diversos ecosistemas, se da por haber logrado

mantener una práctica diferente frente a la naturaleza, que aquella dictada por la colonización

del paisaje, el monocultivo y la monoproductividad y eso se debe a que tienen un sistema de

significación distinto.

"La diferencia de representación y hacer en el mundo entre los sistemas culturales de las

comunidades étnicas con el implicado en el discurso de conservación o manejo sustentable de

la ciencia Occidental, no puede ser concebido como indicio de ignorancia o atraso del primero

en relación con el segundo, ya que se refieren a dos perspectivas diversas de construcción y

relación con lo real" (Restrepo, 1994:475)

En la articulación CULTURA-AMBIENTE, se trata de redefinir las consideraciones ecológicas,

tecnológicas y culturales que conlleven no al agotamiento de los recursos, sino a su uso

sustentable de acuerdo a las visiones y percepciones locales de la naturaleza.

En conclusión, la relación Hombre-Naturaleza-Cultura, es un sistema interconectado, por tanto

en una concepción holística de sostenibilidad, debe verse más allá de la sostenibilidad

ambiental para incluir aspectos de sostenibilidad cultural, sostenibilidad social, sostenibilidad

económica y relaciones de equidad.

III. HACIA UNA EDUCACIÓN AMBIENTAL

El concepto de Educación Ambiental se viene utilizando de manera sistemática desde la

década del 70 como estrategia para resolver el problema ambiental.

Conceptualmente es ambiguo pues se le atribuyen diferentes significados y según estas

orientaciones, se plantean diferentes metodologías de enseñanza.

Se presentan dos aspectos básicos en la crítica hacia la Educación Ambiental: primero, "la

dificultad de articular el conocimiento para un diagnóstico interdisciplinario de la realidad ; y

segundo, el alejamiento del sistema educativo del análisis y solución de los problemas

ambientales, especialmente de las comunidades marginadas y consecuentemente el

alejamiento del mundo científico con relación a las realidades cotidianas" según lo plantea

Augusto Angel Maya (1993).

Ambos aspectos obedecen al choque cultural producido entre las culturas regionales, locales y

étnicas que existen en Colombia, llamadas lo "propio" en términos de Guillermo Bonfil Batalla

versus la cultura hegemónica, dominante y transnacional de la sociedad industrial de consumo,

que ha debilitado los patrones adaptativos a cada medio natural local.

Este choque desarticuló las formas culturales de las necesidades inmediatas de adaptación al

ambiente, y la educación se ha convertido en un instrumento de imposición cultural exigida por

las formas de explotación de la mano de obra y de los modelos de desarrollo económico

dominantes.

En cuanto al primer aspecto, la difícil articulación entre las ciencias epistemológicas y

estructurales para la práctica de la interdisciplina, no han permitido el desarrollo de una

verdadera cooperación entre las ciencias. Los reduccionismos científicos han dificultado el

camino del análisis interdisciplinario. Por ello, la Educación Ambiental es hoy día más un

desideratum que una conquista.

En cuanto al segundo aspecto, el reconocimiento y valoración de la diversidad cultural,

consecuente con la Constitución de 1991 que enfatiza al país como una nación pluricultural y

multiétnica, no es sólo un problema ético, sino también pragmático. En efecto los sesgos de

muchos modelos de desarrollo de corte etnocéntrico en las regiones de Colombia, encuentran

un elemento significativo de explicación en el desfase conceptual y metodológico en relación

con los sistemas culturales de sus habitantes, por tanto la construcción de estrategias de

Educación Ambiental, por ejemplo, debe de contar en última instancia, con los sistemas de

representación cultural que portan las comunidades locales.

La carta de Belgrado (1975), la Conferencia de Tbilisi (1977), y recientemente la de Río (1992)

apuntan hacia una Educación Ambiental que plantee la problemática ambiental desde la

perspectiva natural y social y que es necesario reconsiderar los modelos de crecimiento y

desarrollo.

Los dos aspectos están ligados: la comprensión de esta totalidad es necesariamente

interdisciplinaria. Si bien cada ciencia tiene su campo específico de análisis, la dimensión

ambiental debe de considerarse de una manera más totalizante. Y no se trata de ecologizar a

las Ciencias Sociales o a la Economía, bautizando este proceso de "Desarrollo Humano

Sostenible" sino ligar la Educación Ambiental hacia una construcción de una sociedad

participativa.

La educación basada en la investigación participativa busca poner al servicio de las

comunidades, la combinación de sus saberes tradicionales y sus percepciones y acciones

sobre el medio natural, con los resultados de los análisis científicos y los elementos

metodológicos, para que ellas sean las constructoras de su propio desarrollo.

Este replanteamiento en la educación que acerca los distintos saberes, una nueva ética sobre

el papel del hombre y de la mujer en la naturaleza y la instauración de un nuevo tipo de

desarrollo se ha convertido en una necesidad vital para la humanidad, y al mismo tiempo en un

programa político de difícil ejecución. (Giotto, P., 1982).

Sin embargo estas notas antropológicas de Cultura y Ambiente, constituyen el comienzo de un

largo camino por recorrer. Una Educación Ambiental para el manejo de los territorios, propende

por su carácter interdisciplinario y multidisciplinario hacia el ejercicio de una planificación

integral, en la que se pretende evolucionar de una simple transmisión de conocimientos hacia

la construcción y planeamiento de conocimientos significativos frente al comportamiento y uso

que se tiene del medio y de las necesidades de las comunidades y la realidad del país.

Para ello es necesario considerar una serie de tríadas epistémicas en la cual se

interrelacionan las dimensiones física-naturales y antrópicas ya vistas anteriormente.

Los elementos que constituyen tales tríadas son:

PRIMERA TRÍADA

HOMBRE - NATURALEZA CULTURA

HOMBRE: es el Yo individual inscrito en una colectividad que le da identidad al relacionarse en

un tiempo y en un espacio.

CULTURA: son las prácticas, normas, conductas aprendidas de una generación a otra

en una colectividad.

NATURALEZA: constituye el ambiente, cuando el hombre con su cultura se pone en

relación con ella, creando una dialéctica en la cual ambos elementos (hombre-

naturaleza) están cambiando y cambiándose. (Motta, G., N. 1995).

SEGUNDA TRÍADA:

SER CULTURA - ESTAR HACER - AMBIENTE DESARROLLO

El SER humano como identidad étnica y cultural existe gracias a una comunidad ambiental

histórica y de acción.

ESTAR es el territorio, el espacio donde se ubica la comunidad y su permanencia en este

Ambiente es dinámico.

El HACER implica hablar de Desarrollo, qué tipo de acciones se van a establecer en el

territorio, en la casa que habitamos, o sea el ambiente y ese estar, debe ser de manera

armónica y sostenible.

Estas tríadas epistémicas constituyen el fundamento para una educación ambiental de

enfoque interdisciplinario, de carácter científico. Ético y estético y con una metodología holística

y sistémica.

Por eso es necesario la construcción de una triple dialéctica provocada por las relaciones entre

Identidad Cultural, Ambiente y Desarrollo. Las tres dialécticas interrelacionadas definen una

integración que se traduce en la elevación del Ser y del Estar del hombre y de la mujer en

armonía con un ambiente equilibrado.

En la definición de cada uno de los elementos considerados se puede notar la interrelación.

Veamos:

El ser humano (ser colectivo) puede hablar de identidad cultural a partir del momento en el

cual los elementos que lo conforman (seres individuales) se relacionan conscientemente entre

sí, y al mismo tiempo, se sitúan como un todo en relación con su ambiente físico-natural y con

otros seres colectivos.

La naturaleza (física y social) llega a ser el ambiente cuando el hombre se pone en relación con

ella, creando una dialéctica en la cual ambos elementos (hombre-naturaleza) están cambiando

y cambiándose.

Las acciones del hombre pueden llamarse Desarrollo sólo cuando el Yo (colectivo e

individual), dotado de una conciencia histórica, está modificando su ser y estar para vivir mejor.

De este modo se podría establecer la relación en las dimensiones antrópicas, bióticas y

abióticas que nos permitiría observar las interrelaciones entre Identidad Cultural, Ambiente y

Desarrollo.

Otras tríadas epistemólogicas con miras a un desarrollo apropiado, serían los elementos:

HOMBRE SUJETO - NATURALEZA CULTURA OBJETO TIEMPO

La identidad cultural es la relación del sujeto consigo mismo objetivizado por él, para poder

situarse correctamente en el tiempo y en el espacio.

La naturaleza o el ambiente es la relación hecha por el sujeto, entre un objeto espacial físico y

social y un tiempo histórico.

El desarrollo es la relación provocada por el sujeto sobre un objeto dialéctico (él mismo y su

ambiente) para modificarlo en un tiempo dado y así mejorar sus condiciones de vida

manteniendo el equilibrio ambiental.

Otros triángulos que se podrían diseñar para relacionar entre sí nuevas dialécticas o

construcción de nuevos epistemes son los siguientes:

Pasado - Presente Futuro - Hombre Ser - Naturaleza Cultura Estar Hacer – Cultura -

Ambiente Desarrollo – e Historia Común - Ambiente Común Proyecto Común

Se entiende entonces, porqué hablamos de Desarrollo Integrado; éste es la utilización

racional, equilibrada y solidaria de todos los recursos, del ser humano con su identidad cultural

y de su ambiente (naturaleza física y social) para un mejor equilibrio entre ambos y un aumento

de la calidad de vida de cada uno de los elementos que lo conforman.

Para plantear unas acciones con base en éstas tríadas de elementos, las administraciones

locales de la regiones en Colombia- deben fortalecer sus oficinas de Planeación con personal

multidisciplinario e interdisciplinario para que en la construcción de un mejor ambiente,

planifiquen hacia el cambio de actitudes y generen una educación, frente al manejo de los

recursos naturales y de la base ecosistémica que lo sustenta.

De este personal técnico y con conciencia ambiental, nombrado por los administradores de los

entes territoriales, no con criterios politiqueros, cáncer que todavía no ha podido ser erradicado

del escenario de la política de nuestro país, depende el acceso al presupuesto y de la calidad

de vida de la población de tales territorios, teniendo en cuenta sus contextos socio-culturales.

Igualmente los proyectos ambientales escolares deben incluir acciones que incentiven el

cambio de actitud de los educandos hacia un mejor manejo de los territorios y sus paisajes,

teniendo como principios básicos la valoración que del ambiente tienen como imaginario

colectivo, y cuales constituyen los símbolos y representaciones de tal consideración.

IV- HACIA UN DESARROLLO APROPIADO

Hablar de desarrollo es siempre fijar prioridades y determinar objetivos. El desarrollo es la

satisfacción de necesidades, de los deseos y aspiraciones de un colectivo para buscar una

armonía entre este y una mayor realización de los elementos que la componen. El desarrollo

tecnológico y el aumento del nivel de vida material pueden ser condiciones necesarias para

lograr tal armonía comunitaria, pero no son suficientes.

Hay que considerar también la relación entre el ambiente y el desarrollo, que es también la

dialéctica entre el espacio y la historia, o sea, por un lado, un objeto complejo compuesto de

elementos naturales (tierra, aire, aguas, vegetales y animales) y habitualmente de elementos

artificiales (naturaleza ya transformada por el hombre/mujer) y, por otro lado, de un sujeto

situado en una dinámica temporal. Si el ambiente es el conjunto de los elementos y los

fenómenos físicos y sociales que rodean al ser cultural, a las comunidades étnicas, al yo

colectivo, el espacio modelado por la historia es un medio ideal que contiene todos los objetos

existentes o concebibles por este mismo y en la cual están localizadas las percepciones

(Bansart, 1991:53).

La percepción y el control del tiempo es una variable de primera importancia para el desarrollo.

Esta se traduce en términos ambientales: en tiempos geológicos que pueden ser observados y

tomados en cuenta por la sociedad para su desarrollo y el de su ambiente; en tiempos

geográficos y climáticos que permiten al yo colectivo, a los grupos étnico/culturales, organizar

su relación con la tierra productora de alimentos; en tiempos y ritmos biológicos cuyo

conocimiento le da la posibilidad de prever y organizar la producción y reproducción de sí

mismos y de los seres vivos que conforman su ambiente; en tiempos cósmicos que relacionan

al yo colectivo, la biosfera y elementos como el sol, la luna, la selva o los montes y las aguas;

en tiempos sociohistóricos que permiten a las comunidades conocer su propia evolución y los

demás seres colectivos en relación a la evolución de la tierra, y, a partir de este conocimiento,

decidir, organizar, implementar, realizar y evaluar su desarrollo.

La integración de la dinámica del desarrollo es su interacción entre cultura- ambiente y

desarrollo, que lo lleva a crear una conciencia histórica y a construir un ambiente renovado

para consolidar una armonía. La relación entre el yo colectivo y su ambiente evolucionó desde

la recolección primitiva de los alimentos por el hombre sin casi ninguna modificación del

ambiente, hasta procesos industriales muy complejos que lo transforman fuertemente, pasando

por actividades de caza, pastoreo y agricultura que convierten la naturaleza en bienes de

consumo.

En su historia, el hombre ha pensado más en términos de dominio, que en términos de

integración, lo que ha provocado desequilibrios gravísimos tanto para el ambiente como para sí

mismo. El hombre quiso dominar la naturaleza y se ha expresado en términos de explotación y

no en términos de uso, para no romper el equilibrio. Pero igualmente las sociedades han

querido dominar pensando en el poder, por ello se ha establecido la explotación del hombre por

el hombre a lo largo de su historia.

El desarrollo de algunos pueblos se ha dado con base en el detrimento de otros, y al deterioro

ambiental. Unos principios básicos para un desarrollo adecuado por parte de naciones,

estados, sociedades y comunidades, constituyen las premisas jurídicas del derecho al ser, el

derecho al tener, el derecho al hacer y el derecho a la autonomía.

En síntesis, con estos cuatro elementos como fundamento para conceptualizar una alternativa

de desarrollo, es necesario construir un escenario en el cual en ese proceso de interacción,

cultura , ambiente y desarrollo, sea posible un proyecto de desarrollo con apropiación cultural y

no en base a la enajenación cultural.

Pero además el desarrollo que considera la conservación de los ecosistemas como condición

sine quanon, debe de propender por una nueva institucionalidad que parta no de la exclusión

social sino del empoderamiento de las comunidades como base para su desarrollo. La

investigación científica y el desarrollo de nuevas tecnologías y de nuevas estrategias de

mercado deben ser co-partícipes con los agentes locales.

Desde el punto de vista de la Antropología de las altermodernidades, se resalta el hecho de

que las investigaciones etnográficas constaten la existencia de "lo alternativo", "lo apropiado"

como hecho social en sus manifestaciones específicas en situaciones concretas (Escobar A y

Pedroza A; 1996:355). Al organizarse la gente misma, con frecuencia hace visible la posibilidad

de algo diferente.

Hay que elaborar estrategias de desarrollo alternativo, ya que el desarrollo convencional no ha

producido los resultados esperados. De acuerdo con Max Neef (1982) tenemos que desarrollar

un acto creativo de entender y comprender diversos mundos. Por ello hay que imaginar una

modernidad alternativa, unas opciones diferentes de las que se plantean desde los espacios de

la planificación vertical, el desarrollo y la economía neoliberal en sus diversas variantes

nacionales o internacionales (Escobar y Pedroza, 1996).

Finalmente, no podemos negar la creciente internacionalización de las economías nacionales,

sería un grave error político hacerlo. Pero la "apertura" que se ha venido practicando en un país

como Colombia, no exhibe ninguna imaginación, no hay actos creativos de elaborar modelos

de desarrollo apropiados a cada una de las regiones del país, Se tiene más bien una

adaptación pobre de las recetas neoliberales ideadas en otras latitudes. Con ello sólo se

benefician los capitalistas y los sectores dominantes de los distintos países, mientras que las

fuerzas laborales, el ambiente, las culturas y etnias consideradas minoritarias, sufren.

Se requiere re-imaginar las condiciones bajo las cuales los países del Tercer Mundo pueden

negociar su participación en los espacios transnacionales. En vez de aperturas indiscriminadas,

es necesario idear formas innovadoras de competir sin sacrificar las condiciones externas. Por

ello la masa crítica y la conciencia sociohistórica de las sociedades, de los yo colectivos deben

estar presentes para generar procesos de acción-desarrollo y cultura-acción, que

interaccionados representen una entidad ambiental.

La expansión técnico-científica es también relevante, y en relación con la naturaleza, lo

artificial (por ejemplo los usos tecnológicos de la naturaleza contenidos en la noción de

biodiversidad y los avances de la biotecnología) se hibridizan, con lo natural y lo tradicional. De

esta manera tradición y modernidad, y diversas formas de expresión simbólica de las

identidades socioculturales, pueden estar asociadas a estructuras sociales y productivas

novedosas.

Hay que pensar el desarrollo apropiado bajo que condiciones sería practicable; ello requiere

que inventemos prácticas sociales que relacionen procesos sociales, políticos y económicos

con las transformaciones tecnico-científicas, creaciones artístico-culturales, y los esfuerzos

para resolver los problemas sociales que aquejan a las comunidades.

Lo que está en juego es una transformación de culturas, representaciones y prácticas que

permiten construir "otras superficies de vida, otros espacios afectivos, sentando las bases para

otros territorios existenciales" (Guattari; 1995:23). En otras palabras, es empezar a construir un

nuevo orden mundial, sustentado en el Ser, el Estar y el Hacer, relacionando entre sí e

integrando todos los fenómenos capaces de llevar a la armonía el planeta: equilibrio entre las

actividades de los hombres y de las mujeres y la dinámica de la biosfera, satisfacción de las

necesidades de las poblaciones buscando sus complementariedades y el logro de todas las

aspiraciones en un diálogo pluricultural enriquecedor.

El nuevo orden mundial para un desarrollo alternativo debe de buscar las

complementariedades; donde lo económico sea sólo una instancia de la producción social; no

puede haber dominadores ni dominados; lo que se debe apreciar son los diferentes estilos y

modos de vida; donde lo técnico-científico no se oponga sino que sea compatible con formas

de vida donde la gente pueda de nuevo llegar a ser libre. Combatir las desigualdades, pero

valorar las diferencias y articular unas y otras, a un proyecto común.

Esta construcción avanza a través de una lenta y laboriosa producción de identidades

colectivas que se articulan, con relación a discursos de desarrollo altenativo, conservación de

la naturaleza y pluriculturalismo. Esta actividad encarna un empoderamiento de las

poblaciones, de culturas minoritarias en espacios étnico-territoriales y que repercute en la

cultura política establecida de la sociedad nacional.

El reto es innovar articulaciones entre cultura, naturaleza y política, una defensa real de los

paisajes sociales y naturales de las distintas regiones etnico-culturales del país.

V. ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y MANEJO AMBIENTAL DE LA COSTA PACIFICA

VALLECAUCANA.- OTMA.

Un ejemplo para mostrar un nuevo modelo de desarrollo, articulando cultura y ambiente,

constituyen los resultados de los estudios básicos para la definición de los lineamientos del

ordenamiento territorial y manejo ambiental de la Costa Pacífica Vallecaucana (municipio de

Buenventura), proyecto realizado por la Universidad del Valle a la Corporación Autónoma

Regional del Cauca - CVC .

Estos estudios y sus lineamientos de ordenamiento territorial y manejo ambiental, no

constituyó una investigación acabada, sino sólo elementos básicos para constituirse en puntos

de partida para el propósito planteado.

Esta investigación se realizó a partir de un trabajo organizado por grupos y temáticas,

concibiendo siempre el territorio como un sistema. En la percepción general del territorio, jugó

un papel importante la expresión de las comunidades locales, negras, indígenas y mestizas, a

través de talleres realizados, cartografía social y de intercambio de conceptos y opiniones,

donde afloraron propuestas de desarrollo social alternativo para la Costa Vallecaucana.

Los productos de este trabajo son herramientas para el desarrollo de procesos de concertación

con todos los actores que deben participar en la definición de un ordenamiento y manejo

ambiental del territorio, cuyo objetivo más importante debe ser el fomento de un desarrollo

social de acuerdo a las prácticas culturales y necesidades de las comunidades, teniendo en

cuenta las limitaciones que se presentan en el uso de los recursos y en la oferta ambiental de

los diferentes ecosistemas.

El OTMA como se le llamó al proyecto de investigación contó con la participación de 18

profesores de carácter interdisciplinario quiénes abordaron los temas de cartografía y

fotointerpretación, población, diagnóstico socioeconómico, caracterización socioespacial del

territorio, participación comunitaria, ecosistemas forestales, ecosistemas agroforestales,

ecosistemas marinos, pesca y fauna, caracterización geológica minera, sistemas de

información y de comunicación, entregándose todos estos insumos ya analizados tanto en su

información primaria como secundaria.

Fue un trabajo colectivo interno como también con la participación de las comunidades locales

y de las instituciones presentes en el área, quiénes en varias oportunidades hicieron sus

aportes en la discusión y búsqueda de alternativas para un desarrollo adecuado a las

problemáticas de la Costa Pacífica Vallecaucana.

Se trabajó el territorio como un sistema, planteándose tres hipótesis de trabajo. La primera

concibió la población humana, los recursos y las instituciones.

La segunda hipótesis trabajó los componentes dinámicos que determinan las interrelaciones

entre los tres componentes anteriores y que fueron:

El proceso poliproductivo de la población, en el sentido de que lo característico no es la

especialización de las actividades productivas por sectores poblacionales, sino que, más bien,

las diferentes actividades productivas son realizadas simultáneamente por las diferentes

comunidades culturales. Sin embargo, se empieza a desarrollar una tendencia hacia la

especialización en algunas cuencas.

El proceso de circulación espacial y construcción de hábitats que establecen las comunidades

afrocolombianas sobre el territorio. Estos procesos están fuertemente relacionados con los

factores geográficos y fisiográficos específicos de la región. Estos factores son los siguientes:

Los ríos que definen las cuencas y que constituyen el eje de la vida y la actividad humana de la

región, y de los dos procesos enunciados.

Los estratos o pisos fisiográficos, que determinan el tipo de actividades productivas según

estos estratos o pisos.

Este estado del sistema se concreta con base en dos ejes dimensionales que se intersectan,

estos son: Las zonas ecológicas - Las formaciones socio-espaciales

La tercera hipótesis concibió el sistema en su conjunto como un sistema natural, por la

predominancia de los recursos naturales renovables y en particular por sus ecosistemas

boscosos.

Como sistema natural tiene propiedades que fueron auscultadas, tales son:

- La propiedad sistémica

La propiedad cibernética

La propiedad predictiva

La propiedad de recurrencia

El OTMA realizó por tanto un diagnóstico analítico del estado actual del sistema, contando

como elemento principal la población y sus prácticas culturales del uso espacial del territorio y

la infraestructura del sistema. Igualmente consideró los recursos del sistema, se planteó la

tipología de ecosistemas presentes en el territorio, las distintas unidades fisiográficas y del

paisaje, cruzado con la intervención humana.

Con relación a las instituciones como componente del sistema, era necesario conocer la

identidad y actuación y como han sido percibidas históricamente por la sociedad asentada en

estos distintos ecosistemas. Igualmente se analizaron las formas institucionales tradicionales

locales, como las nuevas proporcionadas por el Estado. Unas y otras se presentan como

reguladoras de las relaciones población-recursos.

Se observó en este sentido, como la institucionalidad del Estado Colombiano ha sido incapaz

para responder a la diversidad territorial y cultural de un país que no puede seguir

centralizando sus decisiones y planificación desde las capitales nacional y departamentales y

con una visión excluyente de la diversidad cultural expresada en sus regiones y subregiones.

Lamentablemente la gran mayoría de las instituciones que han operado en la región no han

logrado superar la visión centralista y excluyente sobre las culturas y etnias presentes en la

Costa Pacífica Vallecaucana, existiendo la tendencia a trasladar modelos de otros ámbitos sin

realizar una contextualización de las condiciones específicas que se presentan en este territorio

y sus ecosistemas.

Este análisis del sistema correspondió a la 1a hipótesis planteada. Frente al modelo que se

propuso para el ordenamiento territorial y manejo ambiental del sistema, partió de la

representación e interpretación del sistema que los actores - población-instituciones hacían de

su territorio. Este modelo se fundamenta en las Formaciones socio-espaciales y en las zonas

ecológicas propuestas para la Costa Pacífica Vallecaucana.

Estas Formaciones y Zonas se proponen como resultado del diagnóstico analítico y de las

interacciones de los diferentes componentes del sistema, el estado actual del territorio descrito

a través de las unidades de dicho estado y de los procesos fundamentales que atraviesan el

sistema (procesos poliproductivos y de circulación de la población).

Se puede pensar dicho modelo considerando las Formaciones sobre un eje (dimensión 1) y las

Zonas sobre el otro (dimensión 2); de tal manera que, con base en su intersección, se tienen

una serie de situaciones que definen los lineamientos básicos para la Planificación Ambiental y

el Ordenamiento territorial.

Se plantearon una serie de tipologías y su caracterización en las Formaciones socio-

espaciales e igualmente se presentó una zonificación ecológica del territorio, que permitió

complementar una propuesta general e integral de trabajo, para comprender las relaciones del

sistema en sus componentes identificados y que permitió distinguir las situaciones presentes

para la población y el uso de la oferta de los recursos.

Los resultados de la investigación nos mostraron como:

La situación actual de l territorio que tiene dimensiones de comarca, es la síntesis de un

proceso social que se ha desarrollado en el transcurso de varios siglos y que ha involucrado a

los pobladores indígenas, posteriormente a los pueblos afrocolombianos y recientemente a la

población mestiza que ha llegado de territorios vecinos, y ha participado de la configuración

territorial a partir de sus intereses en los recursos que presentan sus ricos ecosistemas.

Las condiciones naturales del territorio son interpretadas a partir de uno de los elementos de la

zonificación, que permite ubicar tres pisos o estratos fisiográficos comprendidos desde el

occidente marítimo hasta el oriente cordillerano, configurando tres franjas verticales

yuxtapuestas, de sentido norte-sur.

Estas franjas están atravesadas, en sentido contrario por los valles de diez ríos mayores, cada

uno con su cuenca recorriendo los pisos indicados.

La zonificación permite comprobar que existe una distribución geográfica desigual de la

población sobre esta matriz, determinada por las cuencas y los pisos. Los dos estratos

naturales inferiores recibieron, con distinta densidad, pero con una continuidad histórica, la casi

totalidad del poblamiento de sus asentamientos. El piso superior es el de menor densidad. El

piso intermedio alcanza la mayor densidad poblacional y el mayor nivel de sedentarización y

estabilización. El piso inferior costero presenta una densidad media pero con tendencia al

aumento.

La información demográfica disponible y confiable, referida a los últimos 60 años indica la

persistencia de un comportamiento en el cual se destacan:

- Unas elevadas tasas de fecundidad-natalidad.

- una notable migración interna, temporal, de tipo "pendular" y "rotatoria", con circulación

originada por búsqueda laboral y de unión conyugal entre las distintas áreas de la comarca

- una elevada tasa de emigración fuera del ámbito comarcal y esencialmente dirigido hacia los

grandes centros urbanos.

Los datos procedentes de varias fuentes y referidos al período 1985-1995 indican que la

población actual de las áreas rurales del municipio de Buenaventura se acerca a los 50.000

habitantes.

El modo predilecto de asentamiento es el vecindario parental aldeano. En los ríos de este

territorio, la unidad socio-espacial básica de ordenamiento espacial y de planificación territorial

antes que la cuenca, es la aldea parental, constituyéndose en una comunidad doméstica

agrícola y localizándose a lo largo de la cuenca.

El manejo mercantil del espacio y de sus valores naturales ha tenido como tendencia un

aprovechamiento exógeno antes que endógeno, es decir, ha obedecido a intereses externos

antes que a las necesidades locales de mejoramiento de hábitats. La utilización de los recursos

naturales ha construido una tradición extractiva de materias primas que no asume la

reinversión de capital en la recuperación de los ecosistemas explotados como tampoco la

inversión social y económica de beneficio para la región. Hablar de un Plan de ordenamiento

territorial de "desarrollo sostenible" para la Costa Vallecaucana implica el reconocimiento de

que su posibilidad real está más en la reducción de la demanda externa que se hace a estos

ecosistemas, que en la disminución-represión de su oferta ambiental, que debe prioritariamente

resolver la sostenibilidad de la población en estos hábitats.

Estos y otros resultados nos muestran como en la Costa Pacífica Vallecaucana no se ha dado

un desarrollo armonioso con los sujetos colectivos (comunidades étnico/culturales) y la oferta

ambiental de sus recursos, ya que la institucionalidad del Estado no ha establecido estrategias

de desarrollo con sostenibilidad. La historia de esta región de la Costa Pacífica ha sido mirada

etnocéntricamente como fuente de extracción de materias primas para exportación y su

articulación a la economía del capitalismo y no la consideración de Ambiente - Cultura -

Desarrollo.

La investigación teniendo claro este planteamiento de articulación, Cultura - Ambiente y

Desarrollo planteó cinco lineamientos básicos para el ordenamiento y manejo ambiental del

territorio y que son los siguientes:

1. El Ordenamiento Territorial y el manejo ambiental de la Costa Pacífica Vallecaucana

debe tener en cuenta y consolidar en lo fundamental el Ordenamiento Territorial y el

Manejo Ambiental. Histórico y cultural, desarrollado por lo habitantes de la región.

2. La Costa Pacífica Vallecaucana considerada como un sistema ha sido principalmente

objeto de una economía extractiva, presentando como característica importante una

fragilidad biofísica que limita significativamente los usos de sus ecosistemas hacia una

gran demanda proveniente del exterior, expresada esta demanda en términos de bienes

materiales como madera, oro y otros minerales, productos agrícolas y productos

marinos. Contrasta este aspecto, con su gran oferta ambiental, como sistema integral,

global, como productor de oxígeno, regulador climático y con gran riqueza en

biodiversidad. se requiere además, transformarlas condiciones del estado actual de

algunos ecosistemas del territorio para que el sistema se preserve y garantice la

estabilidad y bienestar de su población, a través de la planificación y el manejo técnico y

científico, articulado con los saberes y culturas tradicionales que aportan sus

comunidades.

3- El sistema de la Costa Pacífica Vallecaucana, que hace parte del corredor del Pacífico

colombiano, juega un papel estratégico, nacional e internacional, como un gran ecosistema

natural regulador y preservador de la alta calidad del ambiente. Esta característica obliga a la

definición de un plan de acción y de negociación de carácter nacional e internacional.

4. El proceso de Planificación para un Ordenamiento Territorial y Manejo Ambiental debe

conducir a que las comunidades construyan nuevos métodos y mecanismos de control

social que les permitan tener una apropiación económica y cultural de las

potencialidades del territorio y sus ecosistemas.

5. Las instituciones que en sus funciones tengan establecidas responsabilidades

relacionadas con los anteriores lineamientos deben ser fortalecidas y consolidadas,

definiéndose claramente los marcos y los alcances de sus funciones, de tal manera que

la acción conjunta de ellas eviten la duplicación de esfuerzos y la pérdida de la eficiencia

esperada.

La Universidad del Valle entregó a la CVC todos los insumos producidos en esta investigación

como fueron:

Cartografía de base

Cartografía temática

Fotointerpretación

Análisis de información secundaria sobre población, sobre aspectos socioeconómicos i

de infraestructura física

Diagnósticos forestales y agroforestales

Diagnósticos sobre fauna y pesca

Diagnósticos minero

Sistema de información computarizado

Información primaria y secundaria de 26 comunidades visitadas, en 11 cuencas

hidrográficas, con 36 organizaciones comunitarias en 40 reuniones, basado en el marco

conceptual del Etnodesarrollo y la IAP y el enfoque de Sostenibilidad para una propuesta

de desarrollo alternativo.