V.

regresar a mi luna

podremos mirar las luces llegar

anunciando el alba de una era que nos salva

a pesar de todo después de llorar puedo presentir un tiempo ideal

Fernando Noy

Tiempo (I). El tiempo va volando para siempre, el tiempo va perdiendo mi sabor… ni yo lo sé. Adiós, amigo mío, el tiempo nos separa para siempre, para siempre… Adiós, querido amigo, el tiempo nos hace ver que todo fue mejor. El tiempo se va, todo se va; quedan las cenizas de algo, cenizas que ensucian el viento; algo se va con tu partida, algo se queda en mi resignación. Adiós, amor mío. El tiempo es como el mar: infinito, muere en el horizonte, pero sigue, pero sigue. Adiós, querido amor. El tiempo no tiene risas ni tristezas, ni dolor.

Puedo decirte tantas cosas en un minuto,

me invade aquel hechizo que lograste en mí.

Entonces, vuelvo atrás

y el tiempo aniquila todo, menos

. Hay un tiempo allí que perdura,

que brilla, que no va a morir.

(Asunción, Junio 6, 2000)

Zamba para sus ojos.

Puse los ojos donde no es,

dibujé otros ojos que llegaron

y se fueron.

De ver no vi ni lo que pude ver

de tanto andar cayeron hacia el suelo.

Y, sin embargo, seguiré mirando

donde no es.

O esos dibujos

[Cara y cruz]

Dos caminos que llevan

a la misma desazón

porque una mirada jamás corrió el telón

y la otra se fue mirando la sombra que pasó.

Ya no paso más por tu guarida,

aunque me mires nunca podrás decirlo.

Tampoco espero más que vos te animes

porque sé que tus cálculos ya eligieron su ecuación.

Me levanto acompañado de mi sombra.

Triste sería si ella no quisiera estar conmigo.

En la oscuridad, sin ese filo de luz intransigente,

se refugia en mi cobijo y me apaña

y en la claridad todo vuelve a empezar.

Y, sin embargo, seguiré mirando

donde no es.

[Cara o cruz]

(Baires, Febrero 3, 2010)

Luz María.

Nunca es suficiente.

Nunca alcanza el tiempo.

Cuando te conocí lo supe,

y todo fue mejor.

Un rock ‘n’ roll partió de mi cerebro

y se estrelló en tu corazón.

Primera picadura de un amor prohibido,

vitamina prohibida de un amor picante.

[Luz María]

(Asunción, Diciembre, 1999)

Es un día especial.

Es un día especial

en el que todo va a suceder,

porque las cosas cambiarán para mejor.

Es un día especial

para alguien porque sé que está feliz,

porque todo va a suceder.

Es un día especial y lo celebro

porque sé que estás feliz,

porque es la fuerza del amor.

Y con la fuerza del amor

se abren los caminos,

la flor le da sentido a tu ilusión.

Y con la fuerza del amor

se escuchan los sonidos

que trae tu corazón.

(Baires, Abril 7, 2008)

Hoy fue un buen día.

Pasaste por mi vida…

yo no esperaba nada de vos.

Siguieron las chusmas mandando el cuento,

pero, ¿a quién le importó la imperfección?

El nido estaba listo para acostarse…

¡Cuánta mentira hay en mí

si sigo pensando en lo que pasamos!

¿Podrá este retoño florecer?

El amor es una necesidad de vida,

la pasión, tu oración más esquiva;

el sexo, un escorpión que mete púa por doquier,

mientras la sangre marca una ilusión.

Dejo constancia de mis malos tratos,

no esperabas menos de un mísero ratón.

Hoy fue un buen día porque pasaste con tu pluma,

pero mi habitación sigue esperando un corazón.

No hay conquistas que merezcan mi trono,

todo es un tiempo para vos, mi rey.

Siempre cabalgo en las alas de otros pájaros…

buscándote.

No hay regalías que enriquezcan templos,

como no hay dios ni diablo para rezar.

Yo sé que el viento sabe que entrarás por mí…

rescatándome.

Hoy fue un buen día,

pero, ¿a quién le importó la imperfección?

Si solo fue un buen día...

(Baires, Abril 23, 2008)

Feliz Feliz Feliz.

En el medio de la nada, en todo tu ser, soy Feliz Feliz Feliz. Aprendí bien la lección y sentí tu corazón. Soy Feliz Feliz Feliz. Atrapé la bola de las quimeras, descubrí la alquimia. Soy Feliz Feliz Feliz.

Poné la mesa que te doy mi vino. Poné tu amor que te doy el mío.

En la energía de la risa, en la lluvia de tus ojos [lágrimas, tal vez] soy Feliz Feliz Feliz. En los misterios de mis fríos, en la laguna de tu sol soy Feliz Feliz Feliz. Descansé en tu cobijo, arremetí con tu pasión. Soy Feliz Feliz Feliz.

Sentado de brazos cruzados estoy porque estás en mí

y soy Feliz. Simplemente,

Feliz.

(Baires, Mayo 26, 2008)

Cómo me gustaría ser negro (vámonos pa'l sur).

Cómo me gustaría ser negro para andar por Harlem,

andando tus adoquines, para encontrarte otra vez.

Cómo me gustaría pasear por Nueva Orleans para escuchar tu blues.

¿Cómo sé que lo entendés, nene?

Cómo me gustaría cruzar el charco para bailar tu candombe

o encontrarte en estos pagos del boulevard hacia abajo.

Cómo me gustaría estar ahora en Tierra, Viento y Fuego

para danzar tus músicas del África, que también son las mías.

Está escrito en alguna piedra. Alivia los dolores. Cura la herida.

Plateado en el plateado de tus dudas. Fantasmas que agitan los tambores.

Cómo me gustaría ser negro para pasear por tu Harlem,

andando tus adoquines, al compás de un groovy soul.

Cómo me gustaría entrar en tu cabaña para sentir ese punteo

y el saxo que me regala el Mississippi, nene.

Cómo me gustaría sentirlo al mover el cuerpo

y encontrar en tu raspón mis mejores tajos.

Cómo me gustaría estar ahora en Soroti o Dakar

para danzar tus músicas del África, que también son las mías.

Busqué por Buenos Aires y estaba lleno [había que andar buscando nomás].

Basta mirar para cruzarte en sus miradas [que también son las mías].

Basta querer mirar.

Está escrito en alguna piedra. Alivia los dolores. Cura la herida.

Plateado en el plateado de tus dudas. Fantasmas que agitan los tambores.

Y danzan, danzan conmigo, negro. Danzan y danzan y danzan.

Danzan conmigo, negro, tu rap. Orixás al compás del tamboril.

Danzan hasta trenzarnos en uno mismo.

Danzan hasta que todo se acabe. Y más.

Danzan conmigo, danzo con vos.

Djembé, tama, sabar, ganga [más].

Djembé, tama, sabar, ganga [y sube].

Djembé, tama, sabar, ganga [golpea].

Djembé, tama, sabar, ganga [y fue].

Está escrito en alguna piedra. Alivia los dolores. Cura la herida.

Plateado en el plateado de tus dudas. Fantasmas que agitan los tambores.

Y como me gustaría ser negro. Vámonos pa’l sur.

(Baires, Marzo 1, 2008)

Cenizas en el alma.

Jai

David salió temprano de su casa,

Jaime también,

Sara cruzó la calle,

Andrés paró un taxi,

Ana hizo el café,

Paula llenó los formularios,

Daniel inició el trámite de su abuelo,

Rebeca miró a Lía...

Algo se presentía.

Todo voló de repente,

todos gritaron.

Personas se desintegraron,

cuerpos bajo los escombros,

almas que regresaron al seno,

al hogar.

Nadie tuvo la culpa

-o la seguimos teniendo todos-.

No es

simplemente ser judío;

simplemente es ser judío.

Es la jornada,

una jornada excepcional;

el día se hizo de noche,

luego, la noche trajo la ira.

Otra vez,

el dolor de lo injusto,

otra vez.

El dolor, la Shoah.

David sangrando en la camilla,

Jaime también,

Sara voló hacia la calle,

Andrés perdió sus ojos,

Ana sentía vidrios en la piel,

Paula cayó dormida,

Daniel ya no sintió sus piernas,

Rebeca salvó a Lía.

¿Qué sucedía?

El cielo lloró sin lluvia.

Fueron cenizas

en el alma de la vida;

cenizas que flotan

de un pueblo no vencido,

de un pueblo bendecido.

Cenizas de un edificio molido

cenizas de dolor,

cenizas de sufrimiento.

Otro dolor más,

sin sentido. [como si los dolores fueran sentido]

Fue la jornada,

una jornada excepcional.

El día será alguna vez

un bello día, Jai.

David pudo ver a su familia,

Jaime también,

Sara deambula por las calles,

Andrés se suicidó,

Ana sanó heridas,

Paula no despertó jamás,

Daniel que lucha cada día para seguir,

Rebeca ora con Lía.

Estamos sin alegría.

Almas llorando enfrente.

El lamento se hace otro espacio.

Un niño fue junto a Abraham,

voces gritando en el viento,

de angustia,

atrapadas en el simple hecho de ser. [como si la angustia no atrapara]

Hay personas,

hay familias,

estaban, no estaban,

habitan el lugar,

o aquellas que pasaban y ya no volverán.

- -

“Más que toda cosa guardada, guarda tu corazón,

porque manan de él las manifestaciones de la vida"

(Proverbios 4: 23)

(Baires, Julio 18, 1994)

Hijos de la luz.

Desterrados como criminales del vientre de mamá, del cobijo de papá, los niños no dejaron de llorar.

Fueron sus almas las que guiaron el andar de sus abuelas, fueron sus ojos los que abrieron el futuro.

Cansados de esperar se agruparon, los hijos de la memoria...

Anduvieron caminos de desarraigo, forjaron la cruz de los días que el tiempo borró cuando el blanco de las telas se hizo pelo.

Fueron las manos madres las que sumaron otras al canto. Fueron sus voces niñas las que cantaron: “aquí estoy”.

Peregrinos del dolor, envueltos en la mentira, vieron verdad...

Los pañuelos se multiplicaron, se hicieron luz. No dejaron de buscar sus escarpines perdidos.

Los sones de la gloria en el viento del encuentro dieron rostros a esos nietos, dieron llaves para volver.

Caen las hojas, amarillas, y sin embargo vuelven a multiplicarse...

en flores que embellecen vidas,

en vidas que generan sol, en soles que iluminan almas, en almas que se hacen voz,

en voces que derriban paredones, que transforman realidades,

en madres que se hacen hijos que son abuelas y la ilusión,

en ilusiones que generan esperanzas, que abren los caminos,

que vuelcan el destino y dicen nunca más...

Caen las hojas amarillas y sin embargo vuelven a multiplicarse.

(Baires, Mayo 29, 2005)

Caminando sobre tus huellas: Madres.

Las huellas son cuerpos que giran a las 3, antes y luego son sombras, marcas que el febo grabó en rededor. Demasiada lluvia no aliviará dolores, demasiada lluvia no enjuagará razón. La lluvia, también trae la inundación. Las madres tejieron con huellas, arañas en su telar de amor, telares sobre las sombras. Instantáneas de azul enmarcan los pasos, perpetúan un grafiti silente, perpetúan un grito infinito de verdad. Nuestras manos son tus manos, Madres. Nuestras manos se hacen carne en tu voz, Madres. Nuestras manos son tu voz, Madres. Caminando sobre tus huellas, Madres. Eso es, Madres

(Baires, 2007)

Aquellos brotes.

Un nuevo brote se hace flor

en la memoria de la vida.

Una azucena refulge

en el campo de los desaparecidos

y abre caminos.

Tres Madres del dolor

cierran lo verosímil

para transformarlo en verdad.

(Baires, Mayo, 2005)

La luna sobre Floresta (Pájaros).

Me senté frente al cuaderno y pensé: “Aquellos pájaros ardientes ya no vuelan...”. Y los pensé. Antes, haciendo vientos en Floresta, enamorando la luna que me enamora a mí. Los pensé partiendo el no lugar para morir. Sentí una astilla de bala que raja mi alma. Multiplicado me perdí en un opaco espejo, una vez más, cubriendo el horizonte despertado de mi luna de humo adormecido para siempre. Los pensé, desde mi subterráneo de cristal, que es un poco subterráneo de unos cuantos. Los pensé en una perfección de las estrellas, la desolación de la permanencia inerte. Pensé: “No más riachuelos de Demonti, no más cuyos de Bordón…” Pensé: “los redondos sin Bulacio…” Ardí. Lloré en los Pochos rosarios de cada día [lucha]. Caí Tiros en Budge. Morí. Remates de la estación. Sentí.

No sé cargar con ese peso, no soy La Magdalena, no tengo manos de Fermín. Vi sus fotos en un retrato difuso. Pensé: “Niños hoy, instantáneas con dolor…” Pensé. “Alicia, ruinas sobre ruinas no supiste discernir la cruz del percutor” Un trinar de pájaros salvajes pinta una luna de libertad, la misma luna que nos enamora sobre Floresta, que es perfección eterna. Pensé: “Una palabra no es el despertador de los sentidos…” Pensé: “El amor encontraría su lugar…” Un alfiler no puede hacernos tanto daño, es el amor no el signo de la gorra. Detengan todos los relojes. Quiero cortar el aire de los pájaros que se animaron a gritar. Me torno luz y me hago piel. Es un adagio con sabor a luna, pájaros hendiendo el cielo de Floresta. Pensé: “Las aves que parten a un no lugar para morir… y sin embargo, viven”.

(Baires, Octubre 31, 2005)

Huellas de miel.

En un tiempo de sueños nace la luz, en la hora del juego luce el percal; en sabores de flores fulgura el neón que se acuna en la Flores de ensueños, tangos y vecindad. Fuiste arrabal de poetas, camino de ilusiones, misterios y quimeras; pintaste auge de historietas, aromas fulgentes, canciones de tu ser. Fuiste naif y surrealista, te hiciste plaza, esculturas, sones de campanas, sonrisas niñas, cruces de tren. Fuiste -y lo sos- Flores de olores, doscientos años, huellas de miel.

(Baires, Mayo, 2005)

Tango.

Atropellás el mundo en un suspiro que abre caminos en las nubes, polvo al viento de un tango marchito que ya expiró. Forjás un mundo, maquiavelo del amor, que danza en dos por cuatro, potrancas y sinsabores; galán de panza en tintos, sin ilusiones más que la esperanza adolescente en flor. Un bandoneón enaltece el alma de los perdidos y perdedores. Un bandoneón arranca el corazón distante del que observa sin comprender razón por la que esquivás al tiempo. Atropellás al mundo en un giro, se cierran los caminos y las nubes se tornan nieve en un tango de desilusión. Todo ya fue, no es ni serán torrentes de un amor que danza en dos por cuatro... Un bandoneón entristece el alma de los perdidos y perdedores. Un bandoneón desangra el corazón cercano de quien quiere comprender razones por la que esquivás al tiempo.

(Baires, 2002)

Dr. Larch. Dr. Larch veló siempre por esos niños, niños que no saben llorar. Nada importó cuando salvó almas perdidas que no desearon parir. Dr. Larch no es Dios, pero hizo su trabajo: niños que no… Él no busca la inmortalidad cuando decide quienes no y quienes sí. Dr. Larch atiende en un orfanato perdido en los confines de un otoño eterno, teñido por el desarraigo. Los niños tratan de pasarlo bien. Él les da todo su amor. Dr. Larch lee cuentos que alimentan esperanzas. Se mezclan Copperfield, viajes submarinos y fantasías. Los niños crecen esperando a quien los viene a buscar, los niños saben que se irán los más pequeños. Dr. Larch espera andando en su desesperanza. No habrá auxilio y sí desilusión. En la balanza de la vida sacó el mejor boleto, el que cada día una sonrisa niña le da. Dr. Larch regala amor en una bella melodía de un Wincofón. Las reglas de la vida son pocas para él. En la balanza de la vida sacó el mejor boleto, el que cada día un amor niño le da. Un tren se acerca buscando los recién nacidos. Un tren se lleva la esperanza de los que tienen más de tres. Un tren podrá algún día llevarlos al gran asfalto que propone sueños para encontrar felicidad.

Pero ¿quién podrá olvidar sus bellos cuentos en la noche? ¿quién soportará un otoño más sin su cobijo? Un tren se llevará hombres y mujeres que harán el bien y en un rincón quedarán para siempre una herida sin dolor y aquel amor. Dr. Larch partió una tarde gris. Buscó su infinito sin quererlo ver. El mármol dice: “Hizo más que Dios. Nos cobijó, nos amó, nos enseñó. Nos dio la vida”. Cada mañana una mariposa en la flor, una flor que brilla al sol de un ojo niño, sin respetar las reglas de la vida. Al fin y al cabo, así lo hubiera querido Dr. Larch.

(Asunción, Junio 11, 2000)

Rosa de Soldati.

Amaneció. Se hicieron a las voces, y los soles, y el viento, y tu luz. Brillo de una singular pasión, Rosa de Soldati. Traés todo el amor y la resurrección, y los colores puros. Alma de un milagro sin igual, milagro de las almas más queridas. Se hace el fuego al andar, se encienden los caminos con tu nombre. Despiertan flores, canciones, corazones. Y tu sonrisa se eleva, alma de los milagros, que todo lo harás posible. Semilla de mamá y papá, susurros, bostezos, llanto puro del mejor sabor, risa clara del mejor sabor. Se abren los corazones con tu nombre.

(Baires, Noviembre 24, 2009)

Jujuy (mi carnavalito encontrado).

El rostro trigo de tu miel Se perdía en las señas de tus ojos Nos encontramos en los giros Buscados De tu luz y de la mía No pudimos pronunciar una palabra Ni mezclarnos en un roce al despedirnos ¿Podré encontrar alguna vez ese cálido infinito taciturno esquivo rostro miel de trigo? Nos perdimos desandando en soledad Yo me vi en aeropuertos Vos te quedaste con tu paz ¿Paz? Ciudad de los amores Pulso que no pudo ser Reconstruyo el malestar Eso mismo hago ahora en estos versos Nos volveremos a ver Estoy seguro Porque algo conectamos Porque una marca de tu rostro Encegueció mi mirada Para siempre… Y allí yacen Los giros de tus ojos Despertó las más mágicas de las alucinaciones Señales inequívocas Ese rayo al corazón Allí en los altos

(AU Baires-La Plata, Septiembre 14, 2009)

Lady Amor.

Llovió toda la noche con tu nombre, regó el perfume de tu sonrisa el sol, voló tu tiempo en un lamento nube que se hizo una nostalgia sin sabor. Fue la melancolía de tus rasgueos de luz y se soltó la vida para beber un trago que no hará calmar las penas ni borrará tu estirpe ni tu pasión. Niña tímida, mujer sincera, no engañas a mi corazón; porque tu sombra ahora es mi calma y en tu recuerdo se va mi voz. Hoy los aromas son de tu néctar, hoy los rasgueos son con tu flor. Nadie jamás podrá nublar tu tiempo bella paloma al viento, pura ilusión. Toda la energía está en el viento. Fuego, misterio y silencio, furia y dolor; escrito en el viento tu nombre hoy.

(Baires, Julio 2, 2003)

Ratoncito. Se asomó,

como esos ratoncitos que buscan la miga del pan:

risueño, temeroso, intrépido.

Con su mirada conquistó los corazones,

los solitarios y los atrevidos,

y fue él.

Se animó a prenderse en la jugada

como los salmones que andan contra la corriente

y pudo levantar caminos,

porque encontró sus pares para andarlos,

y se animó otra vez

y volvió a ser feliz.

Una muralla puede anestesiar de frío,

pero solo se cura con abrazos,

de esos mismos que él pudo dar,

como si una caricia fuera esa degustación

del mejor de los quesos.

Esta noche prometí

algunas de mis incoherencias en tu pared.

No son las más santas ni las más brillantes.

Si supiera dónde estoy sería un pez,

pude haberte dicho,

y, sin embargo, te escribí el mejor de los grafitis.

(Baires, Febrero 12, 2010)

Al Flaco. Eso era…

tristeza universal.

Chau, poeta musical de la Vida...

Tu luz permanecerá por siempre en mí

en cada lámina de amor,

en cada canción,

con tu jugo de poesía y melodías

que nos regalaste.

(Baires, Febrero 8, 2012)

Fucsia. Adiós,

querida Claudia Pía.

Este mundo no será igual.

Tu luz es guía

a tantos tacos,

a tantas ganas,

a tanto ser.

Tu camino encendió las llamas de la lucha,

antorcha de huellas plumas

recostadas

en los vientos de tu andar.

Hoy el cielo se tiñó de arcoíris

para encender el fucsia de tu signo

y dar color a los corazones

que van a continuar

siguiendo con tu legado,

con tu determinación,

con tu furia

y tu revolución.

Tu recuerdo ATTTA cada desconsuelo

para que al juntarse

se reinvente en fortaleza, triunfo y voz.

(Baires, Marzo 19, 2012)

Maya.

Tu mujer endulza y enloquece, tu varón es trigo que crece; campos de deseo en mí, beso que no es, que no llega, que no fue. Miro tus labios pronunciar mi nombre en el deseo, huelo tu instinto animal. Y ahora podrás envolver al viento en esta ruta inacabada de sensaciones, en este místico elixir del tiempo, en este templo que nos puede dar la sortija del placer. Maya, llave del sol, fuego de miel, dame una luz. Dame un sabor para volver a creer. Maya, una mañana se posará el quetzal en mi nido y podremos cumplir el sueño, benditos en el amor. En el desierto del cielo despertarás alma y cuerpo, mente y pasión. Un vuelo. Los dos.

(Baires, Agosto 17, 2012)

Vacías.

Vacías. un mundo real,

un universo de contradicciones.

atravesando los timbres

que cada señal emula.

alarmas en un sinfín de fugas

y después, la Nada.

la Nada que ahoga, que oscurece

los roces que quieren ser luz.

la Nada, sin lugar para sentir

sintiendo lugares de nada.

cegadas de amor, por amor,

en amor, Vacías. misterio.

alertas constantes, miel sin piel,

piel sin sabor.

Vacías. un cielo irreal,

un paraíso de feminidades.

quién busca un recuerdo…

quién tiene certezas…

quién puede endulzar

una canción sin color.

algo se parte,

algo no puede volver,

se derrite.

un despertador.

la Nada.

emociones mezcladas,

sombras vacías,

figuras.

yo soy

y vos sos

y no soy, pero soy.

versos.

Vacío…

.

.

.

.

.

(Baires, Junio 18, 2012)

Foco.

Luz, cámara, flash Luz, regocijo que aventuras un camino. Tu luz entra en mí, me roba un rato de lo endeble, lo convierte en calma. Revela rutas andadas, coplas anunciadas, versos que dan porte, una cámara colgada al cuello. Y estás ahí, mirada firme, un guiño de sal. La intensidad de un sabor, un flash, una sombrilla que se abre. Mirame, no me mirés; mirame otra vez más… no mirés, no mirés, no mirés… Ondas. Salen. Entran. Se lo envuelven todo. Después, la penumbra, un pincel, el matiz.

[Tu ojo, el ojo ojos]

Papel, pared virtual. Foco, en foco, fuera de foco. La forma, el volumen. El alma de la jungla. Lo que ves es lo que hay. Fuera de foco.

[Foco] Foco, en foco. Una ráfaga del soplo, un beso tentador. El mejor de los vestidos sin vestir, el pentimento. En foco, fuera de foco. Foco ¿Listo? Luz, luces. Cámara. Relámpago de flash. Flashes. Acción. Acción.

(Baires, octubre 5, 2012)

Tedeschi Loisa, Diego

Publicado en © Tres de un par imperfecto. Poemas al agua

1º edición – Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 306 p.; 17 x 24 cm.

© 2014 Bubok Publishing S.L.

ISBN 978-987-33-4963-8

1. Literatura Argentina. 2. Poesía. 3. Narrativa. I. Título

CDD A860

Impreso en Argentina / Printed in Argentina

Impreso por Bubok

Fecha de catalogación: 07/05/2014