Relaciones de Dependencia El Caso de Las Subordinadas Adjetivas

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1 Relaciones de dependencia: el caso de las subordinadas adjetivas Julieta Scenna Con este capítulo proponemos realizar algunas precisiones acerca de la estructura y el significado en que pueden instanciarse las relaciones de atribución y posesión, en particular, las subordinadas adjetivasen la escritura académica. Consideramos que identificar este tipo de estructuras contribuye a reconocer la lógica subyacente en la organización de las relaciones de dependencia en nuestros enunciados y ayuda a disminuir las dificultades que enfrentamos en la escritura académica en la disposición de la frase. Detenernos en la estructura sintáctica de la frase permitirá explicitar una herramienta posible para monitorear la propia escritura. De forma preliminar, es necesario recordar que cuando hablamos de subordinada nos referimos a cierta estructura que mediante un elemento encabezador 1 entabla una relación de dependencia subordinada a otro elemento en la estructura oracional (cf. (1.) más abajo). Las estructuras sintácticas que nos interesan en los ejemplos siguientes entablan diferentes relaciones: independencia (1a.), coordinación (1b.), subordinación (1c.). (1.) a. Mi abuela vive en el campo. Mi abuela odia el ruido de la ciudad. b. Mi abuela vive en el campo y odia el ruido de la ciudad. c. Mi abuela, que vive en el campo, odia el ruido de la ciudad. 1 Es decir, una clase de palabra que introduce una estructura “dentro de” otra.

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Subordinadas adjetivas

Transcript of Relaciones de Dependencia El Caso de Las Subordinadas Adjetivas

1

Relaciones de dependencia: el caso de las subordinadas adjetivas

Julieta Scenna

Con este capítulo proponemos realizar algunas precisiones acerca de la estructura y el

significado en que pueden instanciarse las relaciones de atribución y posesión, en

particular, las subordinadas adjetivasen la escritura académica.

Consideramos que identificar este tipo de estructuras contribuye a reconocer la lógica

subyacente en la organización de las relaciones de dependencia en nuestros enunciados

y ayuda a disminuir las dificultades que enfrentamos en la escritura académica en la

disposición de la frase. Detenernos en la estructura sintáctica de la frase permitirá

explicitar una herramienta posible para monitorear la propia escritura.

De forma preliminar, es necesario recordar que cuando hablamos de subordinada nos

referimos a cierta estructura que mediante un elemento encabezador1entabla una

relación de dependencia subordinada a otro elemento en la estructura oracional (cf. (1.)

más abajo).

Las estructuras sintácticas que nos interesan en los ejemplos siguientes entablan

diferentes relaciones: independencia (1a.), coordinación (1b.), subordinación (1c.).

(1.)

a. Mi abuela vive en el campo. Mi abuela odia el ruido de la ciudad.

b. Mi abuela vive en el campo y odia el ruido de la ciudad.

c. Mi abuela, que vive en el campo, odia el ruido de la ciudad.

1Es decir, una clase de palabra que introduce una estructura “dentro de” otra.

2

En (1a.) se ofrecen dos oraciones independientes, cada una organizada en torno a un

verbo (“vive” y “odia”, respectivamente);2 en (1b.) encontramos las predicaciones

unidas por el nexo coordinante “y”; finalmente,(1c.) ejemplifica una estructura que

contiene una predicación, con función adjetiva, subordinadaa otra predicación e

introducida por “que”.

Se distinguen tres tipos de subordinadas: sustantivas, adjetivas y adverbiales. Veremos

cómo es la estructura particular de las subordinadas adjetivas (Apartado I), dado que a

menudo constituyen un obstáculo en la escritura académica, y presentaremos algunas

observaciones y puntualizaciones a partir del análisis de los problemas más significativos

que manifiestan los escritos en el ingreso a la Universidad (Apartados II y III).

De esta manera, las diferentes aristas de nuestro tema se proponen de forma

progresiva; organizamos el desarrollo en tres apartados teórico-prácticos propuestos

para este tema en el Primer Ciclo del Programa Universitario de Alfabetización y

Escritura Académica.

I. Algunas consideraciones sobre la estructura de las subordinadas adjetivas

Cualquier hablante reconoce como propias estructuras del tipo:

(2.)

a.Me gusta esa casa que está pintada de blanco.

b.Me llamó la chica que cruzamos ayer en la peatonal.

c.Nos dio un susto que todavía nos dura.

2 En términos de este Programa, cf. capítulos 1 y 5, los verbos son entendidos como unidades que

predican, esto es, seleccionan argumentos que deben saturarse en la estructura sintáctica efectivamente

producida. En este caso particular, nos referimos a los predicados “vivir” y “odiar”. Recuérdese que en la

flexión del verbo español se saturan –manifiestan en la morfología- en el final de la palabra las

informaciones de tiempo, modo, persona, aspecto, voz, no las de la predicación, que se satura en la base

de la palabra (para este caso, “viv-“ es el predicado que selecciona un argumento y “-e” indica modo,

tiempo, aspecto, persona y número). [Nota de las Directoras].

3

Todas esas oraciones incluyen una subordinada adjetiva. Esta denominación3da una

idea acabada de la operación que realizamos como hablantes al producir este tipo de

estructuras: recordaremos de aquí en más que estas subordinadas funcionan como un

adjetivo, es decir, típicamente modifican a un sustantivo.

Ahora bien, ¿es posible señalar alguna diferencia entre (2a.) “la casa que está pintada

de blanco” y “la casa blanca”?En términos semánticos (esto es, desde el punto de vista

del significado), tanto el adjetivo “blanca” como la subordinada adjetiva “que está

pintada de blanco” especifican de la misma manera y con el mismo significado al

sustantivo “casa”. Se trata, entonces, de las diferentes posibilidades de adjetivación con

las que cuenta nuestra lengua:4 elegir entre un adjetivo, un grupo adjetival o una

subordinada adjetiva como muestra (3.):

(3.)

a. La casa blanca.

b. La casa pintada de blanco.

c. La casa que está pintada de blanco.

Sin embargo, en más de una ocasión, las subordinadas adjetivas son estructuras

obligadas para poder representar lo que se pretende decir, sobre todo cuando no

disponemos de un adjetivo que pueda suplantar de forma equivalente a, por ejemplo,

(2b.):

(2b.) [la chica] que cruzamos ayer en la peatonal.

Así pues, tanto un adjetivo como una subordinada adjetiva son vías para poder mostrar,

por ejemplo, atributos (y también posesión, como se verá más abajo) en nuestras

oraciones, puesto que, como mencionamos, funcionan de la misma manera.

3 También reciben el nombre de subordinadas relativas. La elección de la denominación “subordinadas

adjetivas” se corresponde con la utilizada en los proyectos ministeriales vigentes. 4 Dado que podemos producir cualquiera de estas tres formas de adjetivación, la elección dependerá de

las exigencias retóricas de los estilos académicos. [Nota de las Directoras].

4

En cuanto a la organización sintáctica, reconocemos este tipo de estructuras porque

están introducidas por un elemento encabezador que funciona como nexo entre una

expresión nominal y la subordinada que introduce.5Concluimos, entonces, en que las

dos propiedades básicas y distintivas de las subordinadas adjetivas son el

comportamiento adjetivo y esta relación que destacamos entre un elemento nominal y

un encabezador.6

En este contexto, dicha expresión nominal se denomina antecedente. Así, por ejemplo,

en (2c.) "un susto" es la expresión nominal antecedente a la que refiere "que todavía

nos dura", subordinada adjetiva introducida por “que”, que califica7“un susto” de la

misma forma en que “blanca” califica a “casa”:

(2c.) Nos dio un susto<que todavía nos dura>

Antdte. Sub. adj.

El antecedente y el encabezador siempre refieren al mismo elemento. Entonces, si se

retoman los casos de (2.), podemos formular hipótesis sobre algunas estructuras

posibles para la subordinación:

(2'.)

a'. Me gusta esa casa. La casa pintada de blanco.

b'.Me llamó la chica. Nos cruzamos con una chica ayer en la peatonal.

c’. Nos dio un susto. Todavía nos dura el susto.

La repetición en (2'.) nos parece incómoda y artificial; las relaciones que se establecen

mediante una subordinada adjetiva contribuyen a evitarla. Sin embargo, al realizar la

subordinación pertinente nos encontramos con que si mantenemos la repetición del

5 Llamamos expresión nominal al pronombre o sustantivo (cualquiera sea su tipo) o grupo organizado en

torno del sustantivo, como “la chica” (determinante + sustantivo). 6 El encabezador cumple una función sintáctica dentro de los límites de la subordinada adjetiva mas a los

fines prácticos de esta exposición no haremos referencia explícita a ello. 7 Esto es, otorga un atributo a la entidad designada por el antecedente.

5

antecedente en las dos partes de la oración, caemos en estructuras ilegítimas8 como

muestra (2''.):

(2''.)

a.''*Me gusta esa casa que la casa está pintada de blanco.

b.''*Me llamó la chica que nos cruzamos con una chica ayer en la peatonal.

c.''*Nos dio un susto que todavía nos dura el susto.

Podemos observar, entonces, que emplear una subordinada adjetiva no es solamente

escoger un elemento encabezador que una dos estructuras sino también reconocer el

antecedente al que esa subordinada complementa, esto es adjetiva, y elidir su

repetición dentro de los límites de la subordinada.

En español, el antecedente aparece antes del elemento encabezador que introduce la

subordinada, es decir, el encabezador se vincula de forma anafórica al antecedente

nominal y sustituye uno de los elementos repetidos. Dicho de otra forma, con una

subordinada adjetiva ya no decimos como en (a.')"Me gusta esa casa. La casa pintada

de blanco" sino que de una forma más económica y fluida podemos incluir todo el

contenido en una sola estructura:"Me gusta esa casa que está pintada de blanco".

Los elementos encabezadores9 capaces de introducir una subordinada de este tipo son:

que, quien/quienes, cuyo (y variantes: cuyos, cuya, cuyas), el cual (y variantes: la cual,

las cuales, lo cual, los cuales), cuanto, cuando, como, donde.

Cuando lo requieren, los encabezadores pueden estar precedidos por preposición y/o

determinante, por ejemplo, “por el que”, “en la cual”, “de quien”, como se puede

apreciar en (4.):

(4.)

a. La casa en la que vivo es de mi hermana.

b. La casa en la cual vivo es de mi hermana.

8 Marcamos este tipo de estructuras con el asterisco.

9 En el Anexo se presenta una lista detallada de los encabezadores y se destacan sus propiedades

principales con ejemplos ilustrativos.

6

c. El actor, de quien se habla mucho por estos días, es el esposo de una amiga.

d. El museo al que fuimos recibe 500 visitas diarias.

En cuanto a la clasificación que reciben, se pueden reconocer dos tipos de subordinadas

adjetivas: especificativas y explicativas.10

Mientras que las primeras restringen -como su

nombre lo indica, especifican- el significado del antecedente, es decir, designan un

subconjunto del conjunto de entidades designadas por el antecedente, las subordinadas

explicativas designan el conjunto completo de entidades que el antecedente designa.

Las explicativas aparecen en la escritura entre comas, este signo gráfico asegura la

interpretación:

(5.)

a. Los asambleístas, que llegaron tarde, se sentaron en el pasillo.

b. Los asambleístas que llegaron tarde se sentaron en el pasillo.

En (5a.) el conjunto de asambleístas y de quienes llegaron tarde es el mismo. Todos los

asambleístas llegaron tarde. Y se sentaron en el pasillo. Esto significa que el conjunto de

entidades designado como asambleísta es el mismo que el designado en términos de

tardanza. “Todos los asambleístas llegaron tarde y se sentaron en el pasillo”. En (5b.), en

cambio, de la totalidad de asambleístas existentes, un subconjunto llegó tarde, otro

subconjunto llegó a horario. Y los que llegaron tarde se sentaron en el pasillo. En estos

casos, el uso de la coma no es indistinto e implica un cambio en el significado, de

significado especificativo (ausencia de comas) a significado explicativo (presencia de

comas).

Las explicativas son, también, las que pueden modificar un antecedente con referencia

plena, nos referimos por ejemplo a nombres propios, pronombres, grupos nominales

con pronombres posesivos como “mi hermana”.

10

También se denomina restrictivas a las primeras y apositivas o no restrictivas a las segundas. Con la

lógica de utilizar una nomenclatura sugestiva, optamos por "restrictivas" para designar aquellas que

restringen el alcance semántico del antecedente y "explicativas" para las que explican o agregan

información.

7

(6.)

a. María, quien es mi hermana, no me saludó para mi cumpleaños.

b. Ella, que es mi hermana, no me saludó para mi cumpleaños.

c. Mi hermana, que es María, no me saludó para mi cumpleaños.

No es posible especificar elementos ya especificados, por ello, si en los ejemplos

anteriores quitamos las comas, obtenemos estructuras ilegítimas:

(6'.)

a’. * María quien es mi hermana no me saludó para mi cumpleaños.

b’. * Ella que es mi hermana no me saludó para mi cumpleaños.

c’. * Mi hermana que es María no me saludó para mi cumpleaños.

Ahora bien, como hemos observado, las especificativas no pueden modificar un

sustantivo propio, pero, en cambio, pueden especificar antecedentes como

“cualquiera”, “nada”, “alguien” (cuantificadores).

(7.)

a. Cualquiera que entre a mi despacho, me encontrará trabajando.

b. Nada de lo que se dice es verdadero.

c. Busco alguien que me quiera.

En resumen, las subordinadas adjetivas se comportan como un adjetivo, presentan una

estructura del tipo: [antecedente <encabezador + verbo>] y se clasifican en

especificativas y explicativas, según una serie de propiedades determinadas por la

naturaleza del antecedente y el tipo de designación (o el todo referido por el

antecedente o un subconjunto).

8

Actividades

1.En el siguiente texto, identifique las subordinadas adjetivas y sus antecedentes.

Justifique el empleo o la ausencia de comas en cada caso.

Hoy, 4 de octubre, mi papá, que se murió hace más de veinte veranos en Mar del Plata,

habría cumplido cien años. Juan Sasturain (sí, me puso como él) nació en Lobería, un

pueblo de la provincia de Buenos Aires, cerquita de Necochea, primer hijo de vascos

navarros que venían de dos aldeas contiguas de arriba de Pamplona, como yendo para

Roncesvalles y la frontera francesa. Estuve ahí, la primera vez que fui a Europa, con más

de cuarenta años. Es hermoso el lugar, con sus valles verdes y aldeas blancas, y estaban

las casas y había viejas que sabían de nosotros por fotografías colectivas enviadas desde la

Argentina con numeritos junto a cada cara y aclaración en el reverso; y estaba la cama de

mi abuela cuando era chica, y encontré una Villa Sasturain y una chocolatería […].

La instantánea que acompaña estas efusiones está sacada en el invierno de 1931, más

precisamente el 9 de julio, en Lobería, en un banco junto a la puerta de la municipalidad,

frente a la plaza.

Es este entonces mi papá, que nació hace cien años cuando Figueroa Alcorta era un

presidente y no una avenida, y es acá apenas un muchacho tanguero y vagamente

socialista que vive con la vieja y sus hermanas menores. Que empilcha bien, que irá esta

tarde al único cine con la novia (acompañada y si la dejan) a ver una de William S. Hart;

que supo del golpe de Uriburu o del primer Mundial de Montevideo, que ganaron los

uruguayos en final oprobiosa, por lo que se enteró por los diarios, por El Gráfico o por

radios carrasposas. Me quiero quedar acá […].11

2. Dadas las siguientes expresiones nominales como antecedentes de subordinadas

adjetivas, indique cuáles admiten ser modificadas por subordinadas especificativas y

cuáles por subordinadas explicativas. Formule ejemplos con al menos dos de ellos.

mi vecino – él – los profesores – Juan – las políticas económicas

11

Extraído y adaptado de Sasturain, J. (2011, 4 de octubre). "Mi papá". Página/12. Contratapa. Arte de

ultimar.

9

3. El siguiente resumen está escrito sin subordinadas adjetivas. Realice los cambios

necesarios para poder establecer relaciones entre las oraciones a fin de evitar

reiteraciones innecesarias.

El propósito de este artículo es poner en evidencia una situación actual y proponer una

estrategia de recuperación ante esta situación. Esta situación actual es atravesada por las

colecciones arqueológicas estructuradas en Venezuela a partir de las investigaciones

arqueológicas de campo. Las investigaciones se han realizado en ciertos territorios

venezolanos, esos territorios hoy forman parte de la República Bolivariana de Venezuela.

Como punto de partida se expone una revisión del estado de las colecciones

arqueológicas, su destino y el uso de las colecciones arqueológicas en la actualidad, para

luego desarrollar una propuesta de repatriación, restitución y uso social en el contexto de

la creación de una red de Museos de Historia. La propuesta permite a los venezolanos y

las venezolanas conocer los procesos históricos, culturales y sociales. La República de

Venezuela tuvo su origen en esos procesos.12

II. Algunas consideraciones sobre las conexiones

Lo oral y lo escrito se constituyen como dos modos del lenguaje con propiedades

diferenciadas. En la oralidad, no solemos equivocarnos en la construcción de

subordinadas adjetivas porque escogemos con frecuencia el elemento invariable “que".

En la escritura, en tanto modo del lenguaje menos espontáneo, suelen aparecer errores

del tipo (9.):

(9.)

a. (??) Ferdinand de Saussure derriba esta teoría y planteó que es el punto de vista

quien crea el objeto.

12

Extraído y adaptado de Meneses Pacheco, L. y G. Gordones Rojas. (2009). “Las colecciones

arqueológicas venezolanas y la colección de la red de museos de historia venezolana”. Venezuela:

International Journal of South American Archaeology. [Versión electrónica].

10

b. (??) El signo, en efecto, comunica un valor cuyo valor deriva de su contraste con

otros signos con los que está vinculado.13

En (9a.) se observa la identificación errónea del antecedente al que la subordinada

adjetiva refiere (en este caso, el antecedente es “punto de vista” y se lo confunde con

“Ferdinand de Saussure”).

El encabezador “cuyo” también demanda observaciones (9b.).En primer caso, se trata

de un encabezador que expresa posesión, a través de la cual enlaza un antecedente y un

consecuente. En los escritos académicos su aparición produce cierto efecto de

formalidad. Sin embargo, en (9b.) la expresión se hubiese resuelto con éxito de la

siguiente manera: “El signo, en efecto, comunica un valor que deriva de su contraste con

otros signos con los que está vinculado”.14

“Cuyo” tiene un funcionamiento particular, puesto que es el único encabezador que

establece concordancia con el consecuente, es decir concuerda en género y número con

el sustantivo pospuesto y no con el sustantivo antepuesto (antecedente):

(10.)

a. Alguna cuyo nombre ahora no recuerdo.

b. *Alguna cuya nombre ahora no recuerdo.

En (10a.) el encabezador tiene rasgos [masculino/singular] en concordancia con

“nombre”. Nótese cómo (10b.) es una estructura imposible debido a que fuerza la

concordancia con el antecedente “alguna”[femenino/singular].

En el ejemplo siguiente, (11.), se muestra la forma imposible que algunas veces se utiliza

para indicar posesión, esto es, “que su” en reemplazo de “cuyo”:

(11.)

a. *María, que su hijo es abogado, vino a protestar por el contrato.

13

Algunos ejemplos de este apartado pertenecen a la base de datos del proyecto “Escritura académica en

el primer ciclo universitario. Instrumentos de diagnóstico e intervención lingüística”, SECYT/UNR 2009-

2012, 1HUM269, dirigido por Dra. Patricia Rogieri y Dra. Liliana Pérez. 14

Focalizamos en esta ocasión el problema gramatical y pasamos por alto el error conceptual relativo a la

teoría saussureana.

11

b. María, cuyo hijo es abogado, vino a protestar por el contrato.

Por su parte, el encabezador “determinante +cual” se diferencia de “cuyo” precisamente

porque establece una relación de concordancia con su antecedente, es decir, debe tener

el mismo género y número para evitar errores del tipo siguiente:

(11’.) (??) La unidad lingüística está formada por dos términos la cual son ambos

psíquicos y están unidos en nuestro cerebro por un enlace asociativo.

En este fragmento, el encabezador “los cuales” sería el adecuado para concordar con el

antecedente “los términos”.

El empleo generalizado de “donde” ante cualquier tipo de antecedente omite el hecho

de que este encabezador solo puede introducir una subordinada adjetiva cuando su

antecedente nominal indica lugar (12.):15

(12.)

a. La casa donde vivo era de mi abuela.

b. *Dio explicaciones donde deja clara su inocencia.

Otro punto para considerar es que, en español, podemos optar entre más de un

encabezador que lexicaliza la misma referencia, como ejemplifican (13.) y (14.):

(13.)

a. La casa donde vivo era de mi abuela.

b. La casa en la cual vivo era de mi abuela.

c. La casa en la que vivo era de mi abuela.

15

Una observación complementaria: si bien puede observarse una falsa analogía entre las subordinadas

adjetivas encabezadas por “donde” y casos como “allí, donde vivo”, el encabezador “donde” en estos

últimos refiere al antecedente adverbial “allí” y no a un nombre, por lo cual se trata de una subordinada

adverbial (recuérdese que el adverbio tiene entre sus funciones la posibilidad de modificar a otro

adverbio) y no representa una forma de subordinada adjetiva. [Nota de las Directoras].

12

(14.)

a. El chico con el que viniste ayer es simpático.

b. El chico conquien viniste ayer es simpático.

c. El chico conel cual viniste ayer es simpático.

Por estas posibilidades con las que contamos, en la escritura académica, es aconsejable

elegir otros encabezadores diferentes a “que” para dejar planteadas de manera

explícita, y sin ambigüedad en la identificación de antecedentes, las relaciones de

atribución y posesión. A continuación presentamos un ejemplo tipo con una posible

reescritura:

(??) “El enunciado que es el producto de la enunciación, debe responder a

un procedimiento convencional, que debe incluir la emisión de ciertas

palabras, que deben ser palabras dichas por determinadas personas en

circunstancias determinadas”.

“La enunciación, cuyo producto es el enunciado, debe responder a un

procedimiento convencional, que debe incluir la emisión de ciertas palabras,

las cuales deben ser dichas por determinadas personas en circunstancias

determinadas”.

En el Apartado I mencionamos que los encabezadores pueden estar precedidos por

preposiciones o determinantes cuando la relación que establece la subordinada con el

antecedente así lo requiere (en particular, la preposición en que precede a el que en

(15.) se requiere para saturar uno de los argumentos del predicado explicar: “la

composición se explica en ese capítulo”).16

Por lo tanto, al omitir un elemento requerido

argumentalmente en dichas estructuras generamos estructuras ilegítimas:17

(15.)

16

Cf. capítulo 5 de este volumen para relación predicado-argumento, y saturación de argumentos como

sintagmas preposicionales. 17

Nos referimos puntualmente a dos tipos de estructuras [preposición + encabezador] o [preposición +

determinante + encabezador].

13

a. El capítulo en el que se explica la composición realizada es reciente.

b. *El capítulo el que se explica la composición realizada es reciente.

c. El capítulo en el cual se explica la composición realizada es reciente.

d. *El capítulo en cual se explica la composición realizada es reciente.

En este apartado hemos puesto en consideración algunas formas proporcionadas por la

lengua para designar relaciones de atribución y posesión. Cuando adjetivamos mediante

una subordinada, entonces, debemos atender, por un lado, a las propiedades del

antecedente para poder escoger los encabezadores pertinentes a ese caso y, por otro,

debemos atender a las propiedades que cada encabezador impone (tener presente la

saturación de argumentos en la predicación que la subordinada manifiesta).

Actividades

1.La siguiente columna presenta subordinadas imposibles. Reescríbalas y evalúe el

resultado:

Roma Capitale

Hasta mañana se puede ver en la plaza San Martín una exposición de grandes fotografías

de lugares emblemáticos de Roma que su nombre es Roma Capitale, organizada por el

delegado de turismo de Roma quien es Antonio Gazzellone junto con el embajador

italiano, Guido Latella, y que forma parte de una serie de actividades culturales la cual

mostrarán a los argentinos los mil rostros de la ciudad imperecedera. Son 38 paneles

donde exhiben los grandes monumentos de Roma pero también sus mercados, su gente y

su arquitectura contemporánea.

Bien temprano, mientras caminaba en soledad entre los paneles y la plácida arboleda de

la plaza el pasado domingo, escuché o creí escuchar los golpes de martillo el cual tallaron

candenciosamente esas piedras a lo largo de los siglos: el Coliseo, el Panteón, las fuentes

de la Piazza Navona, la Fontana di Trevi. Ustedes pueden creerlo o no: todo el universo, la

eternidad y la historia de las civilizaciones se reconstruyeron ante mí por segundos, la

14

claridad del sol quien se filtraba entre los árboles parecía sostener las minúsculas

partículas de sensaciones que habitan las sensaciones en las cosas, en un presente que

imaginé perpetuo, fuera del pasado y del futuro. Roma es una de esas ciudades, quien

puede provocarte eso […].18

2.En el siguiente texto, “que” encabeza las subordinadas adjetivas. Reformule las

oraciones que considere necesarias empleando otros encabezadores.

El trabajo con fuentes escritas del pasado es una de las realidades que enfrenta el

investigador musical bien sea para deducir un contexto, las circunstancias de un hecho

sonoro, los datos o cualquier otra información que forma parte de la reconstrucción que

se hace sobre la música en determinada época. Sin embargo, así como el ser humano ha

transformado su estructura de pensamiento, cultura y formas de vida a lo largo de la

historia, así mismo la acción de escribir se ha redefinido, y conceptos, que hoy en día se

utilizan, como objetividad o hecho no siempre fueron entendidos tal como se conocen. De

ahí que muchas fuentes de épocas anteriores al siglo XIX y su canon positivista sean

consideradas textos culturales, de los que no solo importan los hechos que se deducen de

la escritura, sino la estructura de pensamiento que demuestra el autor para analizarlos,

interpretarlos y presentarlos. De esta manera, cualquier fuente escrita es valiosa por

evidenciar al autor en su escritura y la manera en que entiende su realidad que se

enmarca en una realidad textual.

Las cinco crónicas misionales que pretenden explicar la experiencia de los jesuitas en el

territorio de los Llanos Orientales y el Orinoco son el ejemplo que utilizaré para ilustrar

esta premisa. Estas fuentes son parte de la poca evidencia que da cuenta de esta realidad

musical en este territorio misional, que se complementa con los inventarios de bienes y

alhajas que se realizaron luego de la expulsión jesuita de los territorios españoles. Todo

material musical ha desaparecido o aún no se ha ubicado, por lo que las fuentes escritas

se constituyen en herramientas de inapreciable valor para la investigación sobre este

tema de estudio, especialmente las crónicas de misiones. A partir del contexto desde el

18

Extraído y adaptado de Clarín. (2011, 4 de diciembre). Suplemento Viajes.

15

que el misionero escribe, un mundo barroco y por antonomasia indiano; las reglas sobre

las que interpreta la realidad americana dadas por la Compañía y por el mismo cuerpo

social barroco indiano para la escritura misma, específicamente para la crónica y la

historia; se intentará evidenciar el significado que tuvo el misionero sobre la música, el

porqué de la manera en que la narró y, por supuesto, cómo a través de la escritura este

personaje introdujo desde el sentido del oído al Nuevo Mundo, en todo exótico, nuevo y,

por supuesto, demoníaco, a su cultura, extendiendo su mundo conocido.19

3. Escriba oraciones que cumplan con los siguientes requisitos:

a) una oración que contenga una subordinada adjetivando a “algo” (“algo” en

posición de objeto);

b) una oración que contenga una subordinada adjetiva encabezada por “donde” (su

antecedente en posición periférica);

c) una oración que contenga una subordinada adjetiva explicativa, encabezada por

“cuyo”, en la posición de sujeto y otra en la posición de objeto.

4. Para cada uno de los siguientes encabezadores, escriba un antecedente pertinente:

a) quien; b) los cuales; c) donde.

III.Consideraciones finales

Resulta necesario aclarar que no siempre que en un texto encontramos un encabezador

“que” estamos ante una subordinada adjetiva. Debemos recordar que para que haya

una subordinada adjetiva debe haber un antecedente al cual se adjetiva. Por esta

19

Extraído y adaptado de Lobo, S. (2007) Orden, divinidad, ciudad: la música en la escritura misional.

Encuentro Interdisciplinario de Investigaciones Musicales. Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.

Catálogo de resúmenes de ponencias on line:

http://www.javeriana.edu.co/adac/pruebas/acofartes/docs/resumen_encuentro.pdf [visitado el

25/03/12].

16

propiedad, las distinguimos de otro tipo de subordinadas: las subordinadas sustantivas20

que cumplen la función de un sustantivo, como su nombre indica, y van encabezadaspor

“que”, “quien” y otros.

(16.)

a. Nos vemos en tu visita, que siempre es bien recibida.

b. Ana dijo que te espera en su casa.

c. Que no quiera venir es una subordinada.

Mientras que en (16a.) reconocemos una subordinada adjetiva cuyo antecedente es “tu

visita”, en (16b.) y (16c.) el encabezador “que” introduce subordinadas sustantivas.

Analicemos con más detalle: en (16b.) la subordinada satura la estructura argumental

del verbo, esto es completa la predicación requerida en posición de objeto del verbo

“dijo”; en (16c.) la subordinada “que no quiera venir” corresponde a una subordinada

sustantiva, en el orden canónico de la lengua española interpretamos: [sujeto “que no

quiera venir” + verbo “es”].

Las oraciones sustantivas son argumentales o, dicho de otra manera, saturan

sintácticamente los argumentos de la predicación. Las sustantivas, entonces, no son

“voluntarias” como pueden serlo las adjetivas:

(16')

a'. Nos vemos en tu visita.

b'. *Ana dijo.

c'. *Es una subordinada (si no se entiende el argumento sujeto)

Los verbos de decir (decir, aclarar, comentar, contar), los verbos de pensamiento

(pensar, creer, considerar),los verbos de voluntad (querer, lamentar, desear), verbos

como ser, resultar y parecer o las preposiciones a, de, en, con y por son algunas de las

unidades que seleccionan argumentalmente subordinadas sustantivas.

20

Si bien el tratamiento de las subordinadas sustantivas no es el eje de este capítulo, a los fines prácticos

de esta exposición presentamos una acotada caracterización para poder distinguirlas de las subordinadas

adjetivas.

17

También, son seleccionadas por expresiones nominales y adjetivas como el hecho de, la

noticia de, la convicción de, harto, posible. En estos casos, en los escritos académicos es

frecuente encontrar la omisión, incorporación o la duda al momento de la escritura de

la preposición “de” que en algunos casos estas expresiones nominales y adjetivas

requieren y en otros no.

(17b.) y (17d.) ejemplifican un fenómeno conocido como “queísmo”, por el cual se

omite “de” en estructuras en las cuales es obligatoria.

(17.)

a. Estoy seguro de que vendrás.

b. ? Estoy seguro que vendrás.

c. Me acuerdo de que teníamos jazmines.

d. ? Me acuerdo que teníamos jazmines.21

(18.)

a. Pienso que vendrás.

b. *Pienso de que vendrás.

c. Es posible que lo sepa.

d. *Es posible de que lo sepa.

(18b.) y (18d.) son ejemplos de “dequeísmo”, en los que la presencia estructuralmente

inmotivada de la preposición “de” hace que esas oraciones no estén bien formadas.

21

Cf. capítulo 1 acerca de la relación agramatical/aceptable. En el caso del llamado “queísmo” las

estructuras efectivamente producidas por el hablante no son agramaticales en la medida en que nada

puede violar las reglas constitutivas de la lengua, pero son menos aceptables en la escritura que en la

oralidad debido al alto impacto de las reglas regulativas en la escritura académica. [Nota de las

Directoras].

18

En cuanto a la lista de encabezadores, otra observación a tener en cuenta es la

diferencia que mantienen los encabezadores de subordinadas adjetivas y los

encabezadores de interrogativas/exclamativas. Los primeros son átonos y los segundos,

tónicos, es decir, en un caso no refieren de modo independiente; en tanto en el otro sí,

y ello se expresa gráficamente con la tilde. En (19.) se muestran ejemplos:

(19.)

a. El lugar donde dejaste el libro.

b. ¿Dónde dejaste el libro?

c. La forma como resolviste el problema fue brillante.

d. ¿Cómo resolviste el problema?

Las oraciones interrogativas y exclamativas pueden ser formuladas de forma directa

(20.) o de forma indirecta (21.)

(20.)

a. ¿Dónde estuviste?

b. ¿En qué lugar estuviste?

c. ¡Cuánto sabés!

d. ¡Cómo creciste!

(21.)

a. Decime dónde dejaste el libro.

b. Decime en qué lugar dejaste el libro.

c. Me sorprende cuánto sabés.

d. Es llamativo cómo creciste.

Los ejemplos (21a.) y (21b.) muestran estructuras interrogativas indirectas. Los ejemplos

(21c.) y (21d.) muestran exclamaciones indirectas. En ambos pares, los encabezadores

19

mantienen el acento tónico y, por lo tanto, deben llevar tilde de lo contrario resultan en

estructuras ilegítimas:

(21')

a'. *Decime donde dejaste el libro.

b'. *Decime en que lugar dejaste el libro.

c'. *Me sorprende cuanto sabes.

d'. *Es llamativo como has crecido.

Es oportuno recordar que las estructuras interrogativas mencionadas en (21a.) y (21b.)

son llamadas interrogativas indirectas parciales porque la presencia del encabezador

con contenido semántico hace que sólo preguntemos por la parte a la que el

encabezador refiere, por ejemplo, a la oración “Decime dónde dejaste el libro” le

corresponde una respuesta que indique un lugar físico: es decir, se ha dejado un libro y

se desconoce en qué lugar (el encabezador “dónde” pregunta por ello).Este tipo de

interrogativas indirectas se diferencian de las llamadas interrogativas indirectas totales.

Las interrogativas totales –preguntan acerca de la totalidad del evento referido- no

contienen pronombre interrogativo y por ello cuando se formulan de manera indirecta,

requieren del encabezador “si”:22

(22’.) ¿Vino Juan?

Me preguntó si Juan había venido.

(22’’.)

a. Me preguntó si querían salir a cenar.

c. ¿Sabés si podremos reunirnos en la casa de tu mamá?

b. Averigüé si finalmente rindo o no esta semana.

22

Omitimos en esta presentación los tipos de verbo que admiten interrogativas totales, pues no es un

caso en que la escritura de los ingresantes evidencie vacilación (consecuencia lógica del hecho de que no

se pueden violar los aspectos constitutivos de la gramática de una lengua). [Nota de las Directoras]

20

Finaliza aquí el recorrido que hemos realizado para proporcionar algunas herramientas

de escritura necesarias para la revisión controlada de las relaciones de atribución y

posesión.

Actividades

1.Lea el texto y a continuación:

a. reconozca las subordinadas adjetivas;

b. identifique los antecedentes de dichas subordinadas;

c. justifique la ausencia y el uso de comas en “… que nos tiene a todos adentro”

y“…, que pasa a contemplarnos mudo”.

Aquí me tienen con la voz a medio extinguir y lleno de recuerdos. Han de regirse por

alguna ley; eso es seguro. Pero para encontrarla es necesario vaciarse de ellos, darse

vueltas, como un guante. La cronología, en todo caso, es sabido, no les incumbe. La cárcel

filosófica que nos tiene a todos adentro, ha tomado por asalto hasta nuestros recuerdos,

decretando para ellos la ficción de la cronología, Y sin embargo, siguen siendo,

obstinados, nuestra única libertad.

A menos que se vuelvan obsesión. Entonces obedecen a una especie de ley de excepción,

rigurosa y perentoria alguien los llamó "martillantes". Con una regularidad que les es

propia, ciertos recuerdos de anécdota mínima, sin contenido narrativo aparente, vuelven

una y otra vez a nuestra conciencia, neutros y monótonos, hasta que, de tanto volver,

nuestra conciencia los viste de sentimientos y de categorías: como cuando a un perro

vagabundo, que pasa a contemplarnos mudo, todos los días, ante nuestra puerta,

terminamos por ponerle un nombre.

Una narración podría estructurarse mediante una simple yuxtaposición de recuerdos.

Harían falta para ello lectores sin ilusión. Lectores que, de tanto leer narraciones realistas

que les cuentan una historia del principio al fin como si sus autores poseyeran las leyes

del recuerdo y de la existencia, aspirasen a un poco más de realidad. La nueva narración,

21

hecha a base de puros recuerdos, no tendría principio ni fin. Se trataría más bien de una

narración circular y la posición del narrador sería semejante a la del niño, sobre el caballo

de la calesita, trata de agarrar a cada vuelta los aros de acero de la sortija. Hacen falta

suerte, pericia, continuas correcciones de posición, y todo eso no asegura, sin embargo,

que no se vuelva la mayor parte de las veces con las manos vacías.

Hay muchas clases de recuerdos. Por ejemplo, recuerdos globales. En mi infancia, en las

siestas de verano, mis tíos llegaban en auto del pueblo vecino y el radiador niquelado, que

brillaba al sol, estaba lleno de mariposas amarillas, aplastadas entre los alveolos de metal.

La representación que me queda no corresponde a ningún acontecimiento preciso. Es un

resumen, casi una abstracción de todas las veces que vi radiadores llenos de mariposas. Y

sin embargo, es un recuerdo.

Hay también recuerdos inmediatos: estamos llevando a los labios una taza de te y nos

viene a la memoria, antes de que la taza llegue a su destino, la fracción de segundo previa

en la que la hemos recogido, sin ruido, de la mesa. Y hasta me atrevería a decir que hay

también una categoría que podríamos llamar recuerdos simultáneos, consistente en

recordar el instante que vivimos mientras lo vamos viviendo: es decir, que recordamos el

gusto, de ese té y no de otro, en el momento mismo en el que lo estamos tomando.

Hay recuerdos intermitentes, que titilan periódicos, como faros. Recuerdos ajenos, con

los que recordamos o creemos recordar, recuerdos de otros. Y también recuerdos de

recuerdos, en los que recordamos recordar, o en los que la representación es el recuerdo

de un momento en el que hemos recordado intensamente algo.

Como puede verse, el recuerdo es materia compleja. La memoria sola no basta para

asirlo. Voluntaria o involuntaria, la memoria no reina sobre el recuerdo: es más bien su

servidora. Nuestros recuerdos no son, como lo pretenden los empiristas, pura ilusión:

pero un escándalo ontológico nos separa de ellos, constante y continuo y más poderoso

que nuestro esfuerzo por construir nuestra vida como una narración. Es por eso que,

desde otro punto de vista, podemos considerar nuestros recuerdos como una de las

regiones más remotas de lo que nos es exterior.23

23

Saer, J. J. (1982). “Recuerdos”. En La mayor. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina,

p. 137.

22

2. Coloque las tildes en los elementos encabezadores según corresponda. Explique

cuáles no llevan tilde y por qué:

"[…]Y al izar y admirar nuestra bandera tricolor, la bandera de la estrella solitaria, es

bueno preguntarnos, que patria queremos construir, en que país queremos vivir, y tal vez

más profundo aún, en que patria y en que país, queremos que vivan nuestros hijos y

nuestros nietos. Porque, no nos equivoquemos, la respuesta a esta pregunta depende

básicamente de nosotros mismos.

[…]Y por eso es sano y oportuno preguntarnos, en este momento estelar que vive nuestra

patria, que puede desviarnos de nuestro camino, que puede abortar el cumplimiento de

la misión de nuestra generación, la generación del Bicentenario […].24

Anexo

Acerca de encabezadores de subordinadas adjetivas25

1) Que: al no estar especificado por los rasgos de género y número, puede tener antecedentes

de diversa naturaleza, esto justifica su aparición en un gran número de contextos, de hecho es el

encabezador más utilizado.

Ej.: Me gusta esa casa que está pintada de blanco.

Me llamó la chica que cruzamos ayer en la peatonal.

Nos dio un susto que todavía nos dura.

Los asambleístas que llegaron tarde se sentaron en el pasillo.

Puede ir precedido por los determinantes (el/la/las/lo/los).

Ej.: Aquellos, los que llegaron tarde, se sentaron en el pasillo.

Esta construcción de determinante + que, puede estar precedida por las preposiciones en, a, de,

con:

Ej.: La casa en la que vivo era de mi abuela.

La mujer con la que vivo es mi hermana.

24

Extraído y adaptado del discurso promulgado por el actual presidente de Chile, Sebastián Piñera

Echenique, en la ceremonia de Izamiento de la Bandera en la celebración de los 200 años del Congreso

Nacional (Santiago de Chile, julio, 2011).

Fuente: http://www.prensapresidencia.cl/discurso.aspx?codigo=7077 [visitado el 20/11/11]. 25

Muchos de los ejemplos que se presentan en este Anexo han sido presentados en el capítulo.

23

2) Quien/quienes: en la escritura académica, solo pueden referirse a personas26

y la subordinada

adjetiva que encabezan va entre comas por ser de carácter explicativo:

Ej.: María, quien es mi hermana, no me saludó por mi cumpleaños.

*Es la contaminación quien tiene la culpa de los cambios climáticos.

Este encabezador también puede llevar una preposición delante (conforme el predicado de la

subordinada):

Ej.: El actor, de quien se habla mucho por estos días, es el esposo de una amiga.

El actor a quien le sacaste la foto es el esposo de una amiga.

El actor con quien te sacaste la foto es el esposo de una amiga.

3) Determinante + cual: el determinante aporta los rasgos de género y número pero carece de

autonomía referencial, por lo tanto no puede aparecer en una subordinada adjetiva sin

antecedente.

Ej.: La casa en la cual vivo era de mi abuela.

El departamento en el cual vivo es amplio.

Estos autos, los cuales no son para nada caros, se encuentran en todos lados.

*El cual no tengan aprobado el segundo parcial, no promoverá la materia.

4) Cuyo: indica posesión el antecedente es el posesor y la subordinada que introduce el objeto

poseído, de ahí que concuerde con el consecuente.

Ej.: Alguna cuyo nombre ahora no recuerdo.

*Alguna cuya nombre ahora no recuerdo.

María, cuyo hijo es abogado, vino a protestar por el contrato.

5) Cuanto: suele acompañar palabras como “todo”, encabeza subordinadas adjetivas

especificativas.

Ej.: Todo cuanto comió le pareció poco.

*Todo, cuanto comió, le pareció poco.

6) Como, donde, cuando: acompañan antecedentes nominales que expresan modo, lugar y

tiempo, respectivamente:

26

Realizamos esta aclaración porque en el discurso literario se pueden aceptar oraciones subordinadas

encabezadas por "quien" con antecedentes personificados.

24

Ej.: Me gusta la manera como trabajas.

La casa donde vivo era de mi abuela.

El verano pasado cuando nos conocimos.

Observaciones

En las subordinación adverbial, estos encabezadores pueden tener adverbios como

antecedente:

Ej.: Allí, donde vivo.

Hoy cuando te vi.

Y pueden aparecer en subordinadas adverbiales como encabezadores sin antecedente:

Ej.: Me gusta como trabajas.

Te encuentro donde vos quieras.

Cuando nos conocimos no estabas tan flaca.

Referencias bibliográficas

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Buenos Aires: Sopena.

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Bosque, Ignacio y Javier Gutiérrez-Rexach. (2009).Fundamentos de sintaxis formal.

Madrid: Akal.

Bosque, Ignacio y Violeta Demonte. (1999). Gramática descriptiva de la lengua

española. Madrid: Espasa-Calpe.

García Negroni, María Marta (coord.). (2006). El arte de escribir bien en español. Manual

de corrección de estilo. Buenos Aires: Santiago Arcos.

Gili Gaya, Samuel. (1948). Curso Superior de Sintaxis española. Barcelona: SPES.

Lagunilla Fernández, María y Alberto Anula Rebollo. (1995). “La oración compuesta”. En

Sintaxis y cognición. Introducción al conocimiento, procesamiento y déficits

sintácticos. Madrid: Síntesis.

Lyons, John. (1980). Semántica. Barcelona: Teide.