RESCATE EN ASCENSORES Manual para bomberos 2016 · H ensor. 9 A la hora de escribir esta breve...

RESCATE EN ASCENSORESManual para bomberosNivel básico 2016

Bomberos_de_la_Provincia_de_Sevilla

RESCATE EN ASCENSORESManual para bomberosNivel básico

2016

Persona que ha colaborado en la revisión del bloque técnico y los Procedimientos de Rescate en Ascensor:ELADIO GARCÍA GARCÍASupervisor UN Sevilla. Instalación y MantenimientoMP ASCENSORES S.L.

Revisión del bloque Prevención de Riesgos Laborales: ENRIQUE RODRÍGUEZ SOUTOTécnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales.ENGLOBA PREVENCIÓN

REVISIONES

EDITA:

Diputación Provincial de SevillaÁrea de Servicios Públicos SupramunicipalesDiputada: Trinidad C. Argota Castro Director General: José Luís Girón MéndezCoordinación Provincial Formación Sistema BPS: Tomás Gallo Torres Eva Morilla SánchezCoordinan Manual: José Antonio Losada Durán Marco Antonio Sánchez DelgadoAutores: Francisco Caro Bellido, José Ruíz Sánchez, Marco Antonio Sánchez Delgado

DISEÑO, MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN:

Trama Gestión S.L.

índice

5Índice.

índiceI PRESENTACIÓN INSTITUCIONAL. 09

II HISTORIA DEL ASCENSOR. 10

III TIPOS DE ASCENSORES Y FUNCIONAMIENTO DE PUERTAS.

12

A.-ASCENSOR HIDRÁLICO. 12

1.- Tipos de impulsión. 122.- Componentes de la instalación.

a. Cuarto o armario de máquinas.b. Hueco.c. Foso.

13

3.- Sistemas de seguridad.a. Válvula paracaídas.b. Sistema detector aflojamiento de

cable.c. Paracaídas del chasis.d. Final de carrera.e. Bomba a mano.f. Pulsador de emergencia.g. Batería de emergencia.h. Pesacargas.i. Cerraduras electromecánicas.j. Cadena eléctrica de seguridad.

19

4.- Ubicación de la central hidráulica y cuadro de maniobras.

a. Ascensor con cuarto de máquinas.b. Ascensor sin cuarto de máquinas

(Armario).c. Ascensor sin cuarto de máquinas.

23

5.- Funcionamiento. 24

B.- ASCENSOR ELECTROMECÁNICO. 25

1.- Clasificación según su velocidad. 252.- Ascensor electromecánico con cuarto de máquinas.

a. Componentes de la instalación.a.1. Cuarto de máquinas.a.2. Hueco.a.3. Foso.

b. Sistemas de seguridad.b.1. Sistema paracaídas.b.2. Cerradura electromecánica.b.3. Final de carrera.b.4. Pesacargas.b.5. Pulsador de emergencia.b.6. Cadena eléctrica de seguridad.

25

3.- Ascensor electromecánico sin cuarto de máquinas.

a. Componentes de la instalación.

37

C.- FUNCIONAMIENTO DE LAS PUERTAS DEL ASCENSOR.

40

1.- Introducción. 402.- Funcionamiento de las puertas manuales.

40

3.- Funcionamiento de las puertas automáticas.

41

6 Rescate en ascensores. Manual para bomberos. Nivel básico.

IVP.R.L DURANTE LAS INTERVENCIONES DE RESCATES DE PERSONAS ATRAPADAS EN ASCENSORES.

44

A.-APLICACIÓN DE LA LEY DE P.R.L. A BOMBEROS.

44

B.- NORMATIVA. 45C.- P.R.L.. 53D.- EJEMPLO DE EVALUACIÓN DE RIESGOS EN EL TRABAJO DE RESCATE EN ASCENSORES.

62

1.- Introducción.2.- Metodología empleada.

a. Criterios de evaluación del INSHT.

b. Ficha de ER y PAP.3.- Necesidad de recurso preventivo.4.- Conclusiones.5.- Bibliografía específica del bloque.

V RESCATE EN ASCENSOR - PROCEDIMIENTOS

72

A.- Introducción. 72B.- Recepción de llamada y desplazamiento al siniestro.

72

C.- Llegada a siniestro. 73

D.- Localización de cabina. 75E.- Elección de la maniobra de rescate. 751.- NO NECESARIO MOVIMIENTO DE CABINA.

a. Cabina a nivel de piso.b. Cabina pasada de piso.c. Cabina bajo nivel de piso.

75

2.- NECESARIO MOVIMIENTO DE CABINA.

a. Maniobras comunes.a.1. Reseteo del ascensor.a.2. Interruptor diferencial o magnetotérmico desconectado.

79

3.- RESCATE EN ASCENSOR CON ATRAPAMIENTO.

90

F.- Diagrama Rescate en Ascensor. 92

VIMODELO FICHA ASCENSOR ELECTROMECÁNICO CON CUARTO DE MÁQUINAS.

98

VII BIBLIOGRAFÍA. 100

VIII AGRADECIMIENTOS. 102

índice

I. PRESENTACIÓN INSTITUCIONAL

Historia del ascensor. 9

A la hora de escribir esta breve presentación sobre el Manual de Rescate en Ascensores qui-siera destacar la importancia que la Diputación de Sevilla otorga a la formación de calidad como herramienta fundamental para el adecuado funcionamiento del Sistema de Bomberos de la Provincia de Sevilla.

Conscientes de que el rescate en ascensores es una de las tareas habituales de este cuerpo y por ello es necesario encontrarse suficientemente familiarizado con ella para ejecutarla con todas las garantías de seguridad y salud, tanto para las personas atrapadas como para el personal de salvamento, ponemos a disposición de la población y de los profesionales de las emergencias este material divulgativo con objeto de evitar riesgos asociados a ellos.

La finalidad de este manual es ofrecer información técnica y práctica con la que se podrá adquirir conocimientos sobre los tipos de intervenciones posibles en los distintos modelos de ascensores existentes, con el máximo de seguridad para el propio profesional de salvamento, a la vez que con las máximas garantías para la ciudadanía que requiera dicho servicio.

Con el propósito de ofrecer conocimiento en esta materia se elabora el contenido de este manual. En él podéis encontrar una guía útil en la que se abordan temas fundamentales rela-cionados con la adquisición de conocimientos sobre el origen, normativa y mantenimiento de ascensores, la PRL relacionada con los ascensores, técnicas genéricas de rescate en ascenso-res y los procedimientos a desarrollar.

Y en este afán de contribuir en avanzar en construir líneas de trabajo que den continuidad y efectividad a las actuaciones que en materia de seguridad se realizan en la provincia de Sevilla, no estamos solos, pues este manual es fruto de la colaboración entre entidades. Por ello, la Diputación de Sevilla quiere expresar su agradecimiento al Ayuntamiento de Lebrija y concretamente al parque de bomberos de Lebrija por su colaboración en dicho documento.

Nuestro deseo es que este manual sea una herramienta práctica y de utilidad para los pro-fesionales de las emergencias y que contribuya a reducir la aparición de riesgos relacionados con los ascensores.

Trinidad C. Argota Castro

Diputada del Área de Servicios Públicos Supramunicipales.


II. HISTORIA DEL ASCENSOR

Hace siglos que existen relatos de artilugios ele-vadores destinados a mover cargas, movidos por potencia animal (su esquema era básicamente una polea, una plataforma atada a un extremo de la cuerda, y unos caballos -o humanos- tirando del otro extremo). Los ascensores mecánicos para pasajeros, tal y como hoy lo conocemos son un invento del siglo XIX. Aún así, cuando nacieron, su-birse a aquellos primeros ascensores de vapor era una especie de ruleta rusa. Los periódicos hablaban con demasiada frecuencia de elevadores que se desplomaban, lo cual no contribuía demasiado a su popularización.

El primer paso en firme se dio con el invento en 1852 del primer freno de seguridad para ascensores. Un pragmático mecánico que se balanceaba sobre una plataforma elevada sobre una multitud en el Crystal Palace de la ciudad de Nueva York impactó a la muchedumbre cuando dramáticamente cortó el único cable que suspendía la plataforma sobre la que estaba parado. La plataforma bajó unas cuan-tos centímetros, pero después se detuvo. El nuevo freno de seguridad revolucionario había funcionado, deteniendo la plataforma y evitando que se cayera al piso. “Todo en orden, caballeros!!” gritó el hombre.

El hombre a bordo de la plataforma era Elisha Gra-ves Otis. Con su freno de seguridad, Otis literalmente dio origen a la industria del ascensor.

En el año 1853, Otis instaló el primer ascensor do-tado de elementos de seguridad y, por lo tanto, válido para personas. En 1872, C.W. Baldwin, que

Historia del ascensor. 11

trabajaba para la com-pañía Otis, inventó el elevador hidráulico de engranajes, los cuales retiraron de circula-ción a los de vapor. Los ascensores hidráulicos funcionaban gracias a la presión del agua que suministraban direc-tamente las tuberías de la red de abaste-cimiento municipal, o mediante la fuerza de una bomba de agua instalada en un tanque de almacenamiento ubicado en lo alto del edificio. Otis comenzó a producir ascensores hidráulicos en 1874.

Un elevador de esta clase empleaba típicamente un motor hidráulico con-sistente en un pistón dentro de un cilindro. La cabina del ascensor se suspendía de cables. La imagen muestra un ascensor Otis de 1881 de este tipo. El motor hidráulico del ascensor se controlaba tirando de las cuerdas que pasaban a través de la cabina de pasajeros.

Una segunda variación del ascensor hidráulico consistía en una plataforma ubicada directamente sobre un pistón rígido. El problema de estos últimos era que el eje tenía que enterrarse en la tierra a una profundidad igual a la de la altura que debía alcan-zar en su subida. Esto por supuesto limitaba mucho la altura máxima que podía conseguirse.

Hasta 1904, los elevadores hidráulicos fueron el sistema dominante en los edificios altos. No obs-tante, a finales de la década de 1880 comenzaron a instalarse los primeros ascensores eléctricos de engranajes, los cuales eran solo aptos para edifi-cios de poca altura debido a su extremada lentitud. Este hecho, les impedía competir en igualdad de condiciones con los hidráulicos, y así fue hasta que llegó el cambio de siglo. En el año 1904, la empresa Otis Elevator Co, instaló sus primeras máquinas con tracción eléctrica sin engranajes, las cuales

inmediatamente convirtieron a los hidráulicos en obsoletos. Estos ascensores, rápidos y con límites de altura muy elevados, revolucionaron la construc-ción de los rascacielos y permitieron la llegada en los años 20 de rascacielos de más de 100 plantas de altura como el mítico “Empire State Building”. Su funcionamiento era tan bueno que en el año 1948 seguían siendo considerados el estándar.


III. TIPOS DE ASCENSORES

HIDRÁULICOS

IMPULSIÓN DIRECTA:• Con cuarto de máquinas• Con armario de máquinas• Sin cuarto de máquinas IMPULSIÓN DIFERENCIAL:• Con cuarto de máquinas• Con armario de máquinas• Sin cuarto de máquinas

ELECTROMECÁNICOS

• Con cuarto de máquinas• Sin cuarto de máquinas

A.- ASCENSOR HIDRÁULICO

Entendemos por ascensor hidráulico aquel en el que la energía necesaria para la elevación de la carga se transmite por una bomba con motor de accionamiento eléctrico que transmite un fluido hidráulico a un cilindro que actúa directa o indirec-tamente sobre la cabina.

1.- TIPOS DE IMPULSIÓN

Existen dos tipos de ascensores hidráulicos:

A.- HIDRÁULICOS DE IMPULSIÓN DIRECTA (TRACCIÓN DIRECTA)

El pistón se acopla directamente al chasis de la ca-bina, y puede ir en un lateral o bajo cabina. Por lo tanto, podemos definir dos tipos de tracción directa:

a.1.- Tracción directa central: el pistón está ente-rrado y empuja el bastidor de la cabina desde abajo.

{ III.A. 1. Cilindro bajo cabina

a.2.- Tracción directa lateral: el pistón está apo-yado en el foso, cerca de alguna de sus paredes, de forma que empuja al bastidor de la cabina por su parte alta lateral (chasis de mochila).

Tipos de ascensores. 13

{ III.A. Cilindro en lateral de cabina

La proporción de elevación es 1:1; por cada 1 cm de recorrido del pistón, la cabina también se desplazará 1 cm.

El inconveniente de la tracción directa es la limita-ción en cuanto al número máximo de plantas, que suelen ser dos.

B.- HIDRÁULICOS DE IMPULSIÓN DIFERENCIAL (TRACCIÓN INDIRECTA)

En este tipo de ascensor, por cada 1 cm de recorrido del pistón, la cabina se desplazará 2 cm. Esto es po-sible mediante una polea y un sistema de cables que duplica el recorrido de la cabina. En este caso, no hace falta que la instalación tenga un foso profundo, ya que el pistón se instala en el lateral del hueco. Este tipo de tracción es ideal para ascensores que tengan largos recorridos (hasta 8 plantas).

{ III.A. 3. Impulsión diferencial

2.- COMPONENTES DE LA INSTALACIÓN

Antes de explicar cómo funciona un ascensor hidráulico, es necesario saber cuáles son los ele-mentos esenciales que lo componen y permiten su

funcionamiento. Muy brevemente y de forma sim-plificada, nombraremos los elementos que forman la instalación, así como sus componentes básicos para entender la estructura de un equipo hidráu-lico en un ascensor. Lo componen los siguientes sectores:• Cuarto o armario de máquinas• Hueco• Foso

A.- CUARTO O ARMARIO DE MÁQUINAS:

A su vez lo componen básicamente los siguientes elementos:

a.1.- Central hidráulica

{ III.A. 4. Central hidráulica en cuarto de máquinas

Es el componente principal, cuyo objetivo es gene-rar la presión adecuada en el aceite hidráulico para elevar el pistón del cilindro.

La central está compuesta por un motor eléctrico que acciona una bomba, la cual impulsa el aceite a presión a través de las válvulas de maniobra y segu-ridad por una tubería hasta el cilindro, cuyo pistón sostiene y empuja la cabina(o en el caso de los indi-rectos, la polea a la que va sujeta esta).

El aceite utilizado como fluido para transmitir el movimiento funciona en circuito cerrado, siendo necesario completar la instalación con un depósito de aceite. Por tanto, la central hidráulica puede con-siderarse formada por 4 elementos principales:

• Motor• Bomba• Bloque de válvulas• Depósito o tanque de aceite


{ III.A. 5.

a.1.1.- MotorSu potencia dependerá en función de las prestacio-nes que requiera el ascensor.

{ III.A. 6.

a.1.2.- BombaLas bombas utilizadas en los grupos impulsores de los ascensores hidráulicos son de husillos múltiples.

El accionamiento de la bomba por el motor eléctrico se realiza directamente formando un solo cuerpo. La bomba y el motor están prácticamente siempre sumergidos en el aceite.

{ III.A. 7. Bomba de usillo.

a.1.3.- Bloque de válvulasEl bloque de válvulas, que generalmente se instala sobre el depósito de aceite del grupo impulsor, está compuesto por las válvulas de maniobra del circuito hidráulico del ascensor. Algunas son de acciona-miento electromagnético comandadas por la ma-niobra eléctrica del ascensor.

{ III.A. 8.

a.1.4.- Depósito de aceiteEl depósito de aceite deberá ser de capacidad suficiente para permitir el funcionamiento del as-censor en circuito cerrado. Suele ser de chapa de acero con un tapón de carga en su tapa y otro para descarga en la parte inferior de un costado.

{ III.A. 9.

a.2.- Cuadro de maniobras:

El control de maniobras es sin duda el “cerebro” que comanda y controla el funcionamiento de un ascensor. Tiene el control de los elementos de segu-ridad, la apertura y cierre de las puertas automáticas cuando las hay, la puesta en marcha y detención de la cabina, etc. En definitiva, tiene múltiples funcio-nes de accionamiento, puesta en marcha, detención y control de seguridades.


{ III.A. 10.

a.3.- Cuadro eléctrico de mando y protección:

Está ubicado en el cuarto de máquinas y su misión es la de recibir el circuito general de alimentación al ascensor, para proteger y distribuir a los distintos elementos de la instalación que precisan de alimen-tación eléctrica. Básicamente suelen ser: fuerza máquina, alumbrado cabina y alumbrado hueco.

{ III.A. 11.

a.4.-Canalización

Son las tuberías rígidas o flexibles que comunican la central hidráulica con el cilindro, intentando mante-ner la menor pérdida posible de presión. Se acon-seja que no haya más de 10 metros entre la central y el pistón.

{ III.A. 12.

B.- HUECO.

El hueco es el espacio destinado al ascensor, sin que pueda ser utilizado para ninguna instalación ajena a la del propio ascensor, es decir, conductos eléctricos, tuberías de agua, etc.

El ascensor deberá estar diseñado y fabricado de forma que sea imposible el acceso al hueco, ex-cepto por los trabajos de mantenimiento y casos de emergencia.

Las paredes deberán ser de materiales que no ori-ginen polvo y tener la suficiente resistencia para soportar las reacciones de las guías ancladas a ellas, así como el descentrado de las cargas en la cabina y, sobre todo, por la actuación del paracaídas. Ade-más deben ser incombustibles y sin revestimientos que puedan originar grandes volúmenes de gases y humos.

En este se alojarán los elementos de seguridad y de guiado de la cabina tales como:• Cabina• Chasis de cabina• Cilindro


• Cabezal• Guías de cabina• Soportes de hueco y fijaciones• Instalación eléctrica• Mangueras de maniobra• Sistemas de iluminación

b.1.-Cabina

La cabina es el elemento portante del ascensor y está formado por la cabina propiamente dicha y su chasis (o bastidor).

Está fijada sobre el chasis. Debe estar totalmente cerrada por paredes, suelo y techo, salvo la abertura. Las paredes, suelo y techo deben estar constituidos por materiales preferiblemente metálicos o por otros de resistencia equivalente que sean incom-bustibles, y conservar su resistencia mecánica en caso de incendio sin producir humos ni gases.

{ III.A. 13.

b.2.- Chasis de cabina

Es la estructura que sostiene a la cabina y circula por la guías. El más común es el llamado chasis mochila, aunque para ascensores de tracción directa nos po-dríamos encontrar instalaciones con chasis pórtico.

En cuanto a uso, la diferencia entre estos dos es que el chasis mochila tiene desembarco a 90º, 180º, y 270º, mientras que el chasis pórtico a 0º y 180º.

{ III.A. 14. Chasis de Mochila. { III.A. 15. Chasis pórtico.

Además, en el chasis van instalados, entre otros sistemas, el de deslizamiento, que se instala en su parte lateral superior e inferior. Tienen como misión servir de enlace entre el elemento móvil (cabina) y la guía.

Pueden ser de dos tipos:

b.2.1.- Rozaderas ( apoyo deslizante ):

Se usan en elevadores de velocidad inferior a 2 m/s. Son de acero y disponen en la superficie de contacto con el carril de un material de bajo coeficiente de rozamiento. En estos casos se utiliza neopreno y nylon.

{ III.A. 16. Rozadera de chasis sobre guía.

b.2.2.- Rodaderas ( apoyo mediante rodillos ):

Se usan en ascensores de alta velocidad y también de baja velocidad.


Se componen de tres rodillos que están en contacto permanente con las guías ya que otros resortes o bases de caucho los mantienen presionados.

{ III.A. 17.

b.3.- Pistón hidráulico:

El cilindro y su pistón constituyen el accionamiento mecánico del ascensor hidráulico, ya se ha comen-tado los dos tipos de tracciones, directa e indirecta, y los dos tiros directos existentes: central y lateral.

El cilindro es un tubo de acero que se instala siem-pre verticalmente, cuyo extremo inferior está ce-rrado estando abierto el superior. Se compone de los siguientes elementos:

1. Una cabeza soldada en su extremo superior que contiene las guarniciones, y que ajusta con el pistón que se mueve deslizándose por el interior del cilindro.

2. Un racor al que se fija la válvula paracaídas.

3. Unos anclajes para fijar el cilindro al hueco.

{ III.A. 18. Pistón simple. { III.A. 19. Pistón telescópico.

b.4.- Cabezal

Está instalado en el extremo del pistón hidráulico, apoyado sobre las guías por medio de un brazo con sus correspondientes rozaderas, y por su polea pasan los cables de tracción que están fijados al foso y al chasis de cabina.

{ III.A. 20. Cabezal sobre pistón hidráulico.

b.5.- Guías de cabina

El desplazamiento de la cabina se asegura por medio de guías rígidas, preferiblemente en forma de T.

Éstas deben tener la suficiente resistencia mecánica para soportar sin romperse ni sufrir deformaciones permanentes, dos clases de esfuerzo: el empuje horizontal debido a las posibles excentricidades de la carga y, por otro lado, el esfuerzo de frenado que pueda transmitir la cabina a las guías al ser detenida por el paracaídas.

{ III.A. 21.


b.6.- Soportes de hueco y fijaciones

Son los elementos encargados de afianzar las guías y el cilindro hidráulico a las paredes del hueco.

{ III.A. 22. Soportes de fijación para guías y cilindro instalados en hueco.

b.7.- Instalación eléctrica

Es la encargada de conectar el cuadro de maniobra con todos los elementos distribuidos por el hueco, además de alimentar todos los componentes que precisen de electricidad.

b.8.- Mangueras de maniobra

Son mangueras o cintas planas, que conectan la cabina con el cuadro de maniobra.

{ III.A. 23.

b.9.- Sistemas de iluminación

Son los encargados de iluminar el hueco para traba-jos de inspección, mantenimiento o rescate.

{ III.A. 24.

C.- FOSO

El foso es la parte baja del hueco. En él se alojan entre otros componentes:

{ III.A. 25. Foso de ascensor hidráulico..

c.1.- Amortiguador

Los ascensores deben estar provistos de amorti-guadores para detener la cabina en caso necesario. Los amortiguadores se sitúan generalmente en el foso al final del recorrido de la cabina. Pero también pueden montarse en la parte inferior del bastidor de la cabina. En este caso, según la Norma En 81, deben golpear en el foso sobre un pedestal, uno por cada amortiguador, de 0,50 m de altura, para que quede espacio de protección en que resguardarse, en caso necesario, el personal de conservación que esté eventualmente trabajando en el foso. La Norma EN 81, distingue tres clases de amortiguadores. Sin em-bargo, en este tipo de ascensores se suelen instalar los elásticos de caucho, ya que no superan 1 m/s de velocidad.


c.1.1.- Amortiguadores de acumulación de energía (elásticos de caucho), que no pueden emplearse más que para ascensores de velocidad nominal no superior a 1 m/s.

{ III.A. 26. Amortiguador elástico de caucho. { III.A. 27. Amorti-guador sobre pedestal.

c.2.- Interruptor de emergenciaInterruptor también conocido como seta de seguri-dad, que tiene como misión cortar la maniobra del ascensor en caso de urgencia o emergencia.

{III.A. 28.

c.3.- Interruptor de luz hueco y base de enchufe

El foso debe de estar provisto de un interrup-tor de encendido para la iluminación del hueco, además de una base de enchufe para trabajos de mantenimiento.

{ III.A. 29.

3.- SISTEMAS DE SEGURIDAD EN ASCEN-

SOR HIDRÁULICO

El sistema hidráulico está considerado como uno de los elementos más seguros dentro del sector del transporte vertical. Esto se debe a los múltiples dispositivos de seguridad en un ascensor hidráu-lico, conocidos como sistemas redundantes o de doble seguridad. La mayoría de estos sistemas son medidas obligatorias según la normativa EN 81.2, normativa de seguridad que regula la construcción e instalación de los ascensores hidráulicos. Forman parte de ellos:

A.- VÁLVULA PARACAÍDAS.

Es un dispositivo hidráulico de seguridad conectado solidariamente al cilindro entre la canalización hi-dráulica de alimentación y éste, que impide la caída libre o embalamiento descendente de la cabina cuando se produce un fallo catastrófico (rápida pérdida de presión) en el circuito hidráulico.

Es una válvula que funciona de manera autónoma, ya que es completamente independiente del grupo de válvulas.

La válvula paracaídas debe ser regulada por el fabri-cante para parar y mantener parada la cabina en las peores condiciones de carga sin que se superen los valores de deceleración establecidos.

{ III.A. 30. Válvula paracaídas instalada en cilindro.


B.- SISTEMA DETECTOR “AFLOJAMIENTO DE CABLE”.

Es el sistema que se utiliza normalmente en ascen-sores hidráulicos de tracción diferencial.

El destensado de cables activa un sistema mecánico que a su vez actúa sobre la timonería de las cajas del paracaídas, y frenando como consecuencia a la cabina.

{ III.A. 31. Sistema paracaídas por detección de cable flojo.

C.- PARACAÍDAS DEL CHASIS.

Elemento situado en el chasis, que actúa cuando el sistema de destensado de los cables de tracción así lo requiere, haciendo girar la barra del conjunto del paracaídas, que a su vez tira de la timonería de éstos, haciéndolos morder las guías hasta llegar a producir el acuñamiento total del chasis de cabina.

{ III.A. 32 y 33.

Se construyen dos tipos de paracaídas:

c.1.- Paracaídas de acción instantánea.

Las zapatas más usadas son las de cuña. Se trata de una forma brusca de parada, por lo que su empleo está limitado a ascensores de velocidades reducidas aún con un dispositivo amortiguador bajo el suelo de la cabina. Los paracaídas instantáneos sólo se permiten en ascensores de velocidades hasta 0,8 m/s y montacargas hasta 1,5 m/s.

{ III.A. 34.

c.2.- Paracaídas de acción progresiva.

Frenan la caída aplicando sobre las zapatas de freno una fuerza de magnitud controlada. Los más utiliza-dos son los de husillo, resorte y rodillo.

{ III.A. 35.

D.- FINAL DE CARRERA.

Los interruptores denominados “finales de carrera” tienen por objeto detener el ascensor cuando por algún defecto en el funcionamiento de las últimas paradas inferior y superior de su recorrido las rebasa la cabina sin detenerse. Debe actuar tan cerca como sea posible de los niveles de paradas extremas, antes de que la cabina o contrapeso tome contacto con los amortiguadores.


Estos interruptores deben ser siempre mecánicos y su accionamiento debe obligar a la separación de sus contactos. Se instalan en las guías a continua-ción de los dispositivos que provocan las paradas de la cabina en los extremos más alto y más bajo de su recorrido. Generalmente, están accionados por una pequeña palanca con una roldana en su extremo libre, sobre la que actúa el resbalón o patín instalado en la cabina, abriendo, al moverse la palanca, dos contactos intercalados en el circuito de alimenta-ción de la maniobra, que al quedar cortada, detiene el ascensor.

{ III.A. 36. Final de carrera.

E.- BOMBA A MANO.

Es un elemento de emergencia y rescate situado normalmente en el grupo de válvulas de la central hidráulica. Su acción consiste en bombear aceite hidráulico hacia el cilindro, con el objetivo de subir la cabina, bien para desenclavar la válvula paracaídas o el paracaídas del chasis, incluso subir a la próxima planta si fuese el caso, aunque no es lo normal.

{ III.A. 37.

BOMBA MANUAL

F.- PULSADOR DE EMERGENCIA.

Es un pulsador situado en el grupo de válvulas de la central hidráulica. Suele localizarse fácilmente al ser de color rojo. Cuando la cabina se queda entre dos pisos y no han actuado ni la válvula paracaídas ni el paracaídas del chasis, el pulsador de emergencia sirve para hacer descender la cabina hasta el nivel inferior más próximo.

{ III.A. 38.

G.- BATERÍA DE EMERGENCIA.

En caso de emergencia por fallo de suministro eléc-trico, los ascensores hidráulicos permiten, mediante una batería de emergencia (ubicada en el cuadro de maniobras) y un bobina de 12V (colocada en la electroválvula de bajada), el descenso de la cabina hasta el nivel más próximo. La batería de emergen-cia también permite abrir las puertas para evitar que alguien se quede encerrado dentro de la cabina. Esta medida no es obligatoria, pero se suele incluir de serie por su bajo coste en ascensores hidráulicos.

{ III.A. 39. Batería en cuadro de maniobra.

PULSADOR DE EMERGENCIA


H.- PESACARGAS

Detecta cuándo el ascensor está al límite o ha so-brepasado su carga nominal, informando de ello al cuadro de maniobra, y éste, a su vez, procederá a anular la maniobra en curso. Existen varios tipos, aunque el más común en este tipo de ascensores es un presostato instalado en el grupo de válvulas de la central hidráulica. Este elemento actúa cuando la presión del aceite supera a la de su calibración.

{ III.A. 40. Pesacargas (presostato) instalado en bloque de válvulas.

I.- CERRADURAS ELECTROMECÁNICAS

Ninguna puerta de piso correspondiente a las insta-laciones de un ascensor debe abrirse, si en ese nivel no se encuentra la cabina detenida. Para que esto sea así, cada una de esas puertas cuenta con una cerradura electromecánica. Solo cuando está me-cánicamente trabada queda habilitada la parte eléc-trica que permite el funcionamiento del ascensor.

{ III.A. 41. Cerradura electromecánicas en puerta de piso (I).

{ III.A. 42. Cerradura electromecánicas en puerta de piso (II).

J.- CADENA ELÉCTRICA DE SEGURIDAD

Consiste en un circuito eléctrico compuesto por la totalidad de los dispositivos eléctricos de seguridad conectados en serie. Entre ellos:

{ III.A. 43. Contacto amortiguador. { III.A. 44. Contacto paracaídas. { III.A. 45. Contacto puerta de piso.


4.- UBICACIÓN DE LA CENTRAL HIDRÁU-

LICA Y CUADRO DE MANIOBRA

Distinguimos, en ascensores hidráulicos, tres tipos de emplazamiento:

A.- ASCENSOR CON CUARTO DE MÁQUINAS:

El ascensor con cuarto de máquinas es la estruc-tura tradicional de las instalaciones. Puede situarse en cualquier parte del edificio siempre y cuando respete unas distancias máximas (10 metros apro-ximadamente) por motivo de las pérdidas de carga. Es la opción más cómoda desde el punto de vista del operario.

{ III.A. 46.

B.- ASCENSOR SIN CUARTO DE MÁQUINAS (AR-MARIO DE MANIOBRA):

La central va ubicada en la parte inferior del armario donde está el cuadro de maniobra, y todo a su vez en el interior de un armario prefabricado.

Éste se puede instalar a distancias considerables del hueco (normalmente en planta inferior pegado al hueco). No se aconseja alejarlo más de 10 metros, para minimizar las pérdidas de carga en el circuito hidráulico.

Este sistema no es válido para todos los ascensores hidráulicos, ya que dependiendo de las prestaciones

de éste, las medidas de la central y el cuadro de ma-niobra pueden variar considerablemente.

{ III.A. 46.

C.- ASCENSOR SIN CUARTO DE MÁQUINAS:

Este tipo de ascensor no dispone de cuarto de má-quinas ni de armario, es decir, ubica la maquinaria en el propio hueco del ascensor.

Esta nueva tendencia conlleva muchas ventajas, entre ellas:• Al instalar la maquinaria en el foso, no se ocupa

espacio adicional en el edificio.• Reduce costes: armario, metros cuadrados de

cuarto, canalizaciones…• Menor nivel de ruido gracias a la ubicación de la

central.

La central se ubica en el foso, en el espacio vacío existente entre las guías y la pared. Para facilitar la maniobra de rescate, se deslocalizan las medidas de seguridad de la central. En la puerta del rellano de la parada más baja se coloca un elemento con-tenedor (caja de metal) donde se ubica la bomba a mano, el pulsador de emergencia, el cuadro de maniobra y el cuadro eléctrico de mando y pro-tección. De este modo se evita en todo momento entrar en el hueco del ascensor para realizar cual-quier maniobra de rescate.


Quizás, una de las desventajas, sea la dificultad de acceder a la central hidráulica en caso de avería con la cabina ubicada en la parada de planta baja.

{ III.A. 48. Armario de maniobra y eléctrico. { III.A. 49. Detalle de bomba y pulsador. { III.A. 50. Central hidráulica en foso.

5.- FUNCIONAMIENTO PARA SUBIR O

BAJAR

£ PARA SUBIR:

El grupo motor-bomba bombea el fluido central a través de un grupo de válvulas (y la conducción) hacia el pistón. Cuando una de las válvulas se abre, el fluido presurizado escoge el camino que ofrece menos resistencia y regresa al depósito central. Pero cuando la válvula se cierra, el fluido no tiene más remedio que ir hacia el cilindro. Al acumularse el fluido en el cilindro, la presión empuja el pistón hacia arriba elevando la cabina del ascensor.

Cuando la cabina se acerca al piso correcto, el sis-tema de control envía una señal al motor eléctrico para parar la bomba gradualmente. Con la bomba parada, no hay más aceite que fluya, y el que ya estaba en el cilindro no puede escapar (no puede volver al depósito de la central a través de la bomba, y la válvula sigue cerrada). El vástago se apoya sobre el fluido y la cabina se queda allí donde está.

¤ PARA BAjAR:

Para bajar la cabina, el sistema de control del ascen-sor envía una señal a la válvula. Cuando la válvula se abre, el fluido que estaba en el cilindro fluye hacia el depósito de la central.

Gracias a la fuerza de la gravedad, el peso de la cabina y la carga empuja el cilindro hacia abajo y conduce el fluido al depósito, haciendo descender el ascensor gradualmente. De este modo el ascensor solo consume energía en el ascenso, ya que des-ciende por gravedad. Para detener la cabina en un piso inferior, el sistema de control cierra la válvula de nuevo.

{ III.A. 51.


B.- ASCENSOR ELECTROMECÁNICO

Son los más instalados en edificios de viviendas multifamiliares. Su instalación puede ser con sala de máquinas o sin ella.

1.- CLASIFICACIÓN SEGÚN SU VELOCIDAD:

A.- DE 1 VELOCIDAD:

Arrancan y paran a la misma velocidad, de forma que la parada es más brusca. Este hecho determina que la velocidad típica sea de unos 0,63 m/s.

B.- DE 2 VELOCIDADES:

En este caso, el ascensor antes de parar reduce su velocidad mejorando al de 1 velocidad. Las dos ve-locidades típicas suelen ser de 1 y 0,25 m/s, aunque también se pueden encontrar de 0,63 y 0,15 m/s.

C.- CON VARIACIÓN DE FRECUENCIA:

La tendencia actual es la integración de un variador de frecuencia que permita regular la velocidad del ascensor para optimizar la marcha del mismo y con-seguir que el usuario recorra la distancia requerida en el menor tiempo posible y con el máximo confort.

Llegan a velocidades de 1,6 m/s – 2,5 m/s, depen-diendo del fabricante. El más rápido del mundo es de 8 m/s.

Además podemos clasificar este tipo de ascensores de la siguiente forma:

• Ascensor con cuarto de máquinas.• Ascensor sin cuarto de máquinas

Procederemos a enumerar los distintos compo-nentes que forman estas instalaciones y que afec-tan directamente al desempeño de las labores del bombero.

2.- ASCENSOR ELECTROMECÁNICO CON CUARTO DE MÁQUINAS.

A.- COMPONENTES DE LA INSTALACIÓN

Los elementos que forman la instalación de un ascensor eléctrico con cuarto de máquinas son los siguientes:

{ III.B. 1.

CUARTO DE MÁQUINAS

HUECO

FOSO

• Cuarto de máquinas• Hueco• Foso

a.1.- Cuarto de máquinas.

Suele ubicarse sobre la planta extrema superior (última parada), aunque en algunos casos también podemos encontrarlo en planta baja. Lo componen los siguientes elementos:


a.1.1.- Máquina tractora

Es el conjunto tractor que produce el movimiento y la parada del ascensor. Está compuesto por la máquina propiamente dicha, el motor eléctrico y el freno.

Cada uno de los elementos es de vital importancia para el funcionamiento seguro de la instalación. El motor eléctrico, de diseño especial para ascensores, es el encargado de generar un movimiento rotativo, que conectado mediante un acople a la máquina, y a través del sistema reductor, se imprime al eje de la polea tractora la velocidad de desplazamiento de la cabina. Se genera por adherencia entre tal polea y los cables de acero, que están vinculados a la cabina y al contrapeso. Cierra el conjunto el freno, que es del tipo electromagnético y son sus zapatas las que producen la detención del equipo cuando cesa el suministro eléctrico al motor.

{ III.B. 2.

• Motor eléctrico.Es el que provoca el movimiento (marcha o parada) siguiendo las órdenes del cuadro de maniobra.

• Freno.En éste tenemos que distinguir dos tipos: freno electromecánico y freno eléctrico.

• Freno electromecánico: el sistema de frenada del ascensor debe ponerse en funcionamiento automáticamente en caso de una pérdida de energía eléctrica en los circuitos de control. Este sistema se lleva a cabo mediante un freno de fricción electromecánico. Sobre el tambor

del freno actúan las zapatas empujadas fuer-temente por sendos resortes cuya tensión es regulable para disminuir o aumentar la tensión de los muelles. Las zapatas son separadas del tambor cuando se pone en tensión el electroi-mán que las acciona. Por tanto, en posición de reposo, o sea, cuando no hay tensión, el grupo tractor está frenado. De esta forma, cualquier fallo en el suministro eléctrico produce la pa-rada inmediata del ascensor.

{ III.B. 3.

{ III.B. 4.

• Freno eléctrico: éste se encarga de producir el frenado justo para la parada suave y a nivel en planta. Al iniciarse el frenado se desconecta el motor de la red y con la tensión remanente se va produciendo el frenado eléctrico de la cabina hasta su inmovilización a nivel de piso. El freno mecánico sólo actúa para inmovilizar el ascensor una vez que se ha detenido total-mente la cabina.


• Reductor.Es el que le transmite el movimiento a la polea mo-triz, además de reducir la velocidad del motor a las necesidades de movimiento del ascensor.Todos los grupos tractores excepto los Gearless, introduce un reductor entre el freno y la polea tractora. En la actualidad, prácticamente todos los reductores son del tipo sinfín-corona.

El reductor está formado por un sinfín de acero engranado con una corona de bronce, montados en una carcasa o cárter de fundición.

{ III.B. 5.

a.1.2.- Polea motriz.

La polea superior de los ascensores es siempre trac-tora, y debe soportar los esfuerzos que le transmite el cable, además de ser capaz de transmitir la trac-ción a este por adherencia. Las poleas que arrastran los cables por adherencia tienen tres características:

• Diámetro: Viene en parte determinado por la velocidad de desplazamiento que se fije en la cabina. La Norma EN 81-1 establece un mínimo de 40 cm.

• Perfil de sus gargantas: Influye en la duración de los cables, así que se tiene que adaptar a las ne-cesidades según el cable que se esté utilizando.

• Material con el que están construidas: Se em-plea la fundición de hierro gris, de resistencia suficiente para soportar la presión especifica del cable sobre la garganta, sin que se produzca un desgaste anormal.

{ III.B. 6. Polea motriz.

a.1.3.- Polea de desvío.

Polea auxiliar que se coloca cuando la motriz no se adecua a la entrecaída (distancia entre la caída de cables de la cabina y la caída de cables del contrapeso).

{ III.B. 7.

a.1.4.- Accionamiento de emergencia.

En el extremo libre del motor se puede acoplar un volante sin manivela ni agujeros para accionar manualmente el motor, separando previamente las zapatas de freno manualmente por medio de palanca adecuada. Así, en caso de avería o corte de suministro eléctrico, puede ponerse el suelo de la cabina al nivel del piso más próximo para facilitar la salida de los viajeros.

POLEA DE DESVÍO


{ III.B. 8.

a.1.5.- Bancada.

Estructura de metal donde se instala la máquina tractora.

{ III.B. 9. Bancada.

a.1.6.- Limitador de velocidad.

Este circuito cuenta con un cable limitador de ve-locidad que recorre un circuito cerrado compuesto por dos poleas: la superior o limitador de velocidad (ubicada en el cuarto de máquinas), y la inferior o polea tensora del limitador (ubicada en el foso). Este cable va anclado a la cabina y, cuando el ascensor circula con una velocidad dentro de los márgenes admisibles, circula a través de las poleas a la misma velocidad que la cabina. Dicho cable se encuentra unido por uno de sus ramales al mecanismo de pa-racaídas de la cabina.

Cuando la cabina supera una determinada veloci-dad, se bloquea la polea del limitador y con ella el cable, dando un tirón a la palanca del paracaídas, y accionando así el mecanismo que presionará las zapatas sobre las guías y detendrá finalmente la cabina. Además esta polea acciona un contacto que corta el suministro de energía eléctrica al motor.

{ III.B. 10. Polea del limitador de velocidad. { III.B. 11. Polea tensora en foso.

a.1.7.- Cuadro de maniobras.

El control de maniobras es sin duda el “cerebro” que comanda y controla todo el funcionamiento de un ascensor. Tiene el control de los elementos de seguridad, en la apertura y cierre de las puertas automáticas cuando las hay, en la interpretación de la información que pueda enviarle un báscula y con-secuentemente en las acciones que correspondan, en la puesta en marcha y detención de la cabina, etc. En definitiva tiene múltiples funciones de acciona-miento, puesta en marcha, detención y control de seguridades.


{ III.B. 12. Cuadro de maniobras.

a.1.8.- Cuarto de poleas.

Se utilizan cuando es necesario desviar los cables de tracción, por ejemplo, cuando en un hueco no cabe el contrapeso y hay que instalarlo en otra parte del edificio.

a.1.9.- Cuadro eléctrico de mando y protección.

Está ubicado en el cuarto de máquinas y su misión es la de recibir el circuito general de ascensor para proteger y distribuir a los distintos elementos de la instalación del ascensor que precisan de alimenta-ción eléctrica. Básicamente suelen ser: fuerza má-quina, alumbrado cabina y alumbrado hueco.

{ III.B. 13.

a.2.- Hueco.

El hueco es el espacio destinado al ascensor, sin que pueda ser utilizado para ninguna instalación ajena a la del propio ascensor, es decir, conductos eléctricos, tuberías de agua, etc.

El ascensor deberá estar diseñado y fabricado de forma que sea imposible el acceso al hueco, ex-cepto por los trabajos de mantenimiento y casos de emergencia.

Las paredes deberán ser de materiales que no ori-ginen polvo y tener la suficiente resistencia para soportar las reacciones de las guías ancladas a ellas, así como el descentrado de las cargas en la cabina y, sobre todo, por la actuación del paracaídas. Ade-más deben ser incombustibles y sin revestimientos que puedan originar grandes volúmenes de gases y humos.

{ III.B. 14.

En este se alojarán los elementos de seguridad y de guiado de la cabina, así como ella misma, tales como:

a.2.1.- Guías de cabina.

El desplazamiento de la cabina se asegura por medio de guías rígidas, preferiblemente en forma de T.

Éstas deben tener la suficiente resistencia mecánica para soportar sin romperse ni sufrir deformaciones permanentes, dos clases de esfuerzo: el empuje horizontal debido a posibles excentricidades de la carga y, por otro lado, el esfuerzo de frenado que


pueda transmitir la cabina a las guías al ser detenida por el paracaídas, brusca o progresivamente, según sea éste de tipo instantáneo o progresivo.

{ III.B. 15. Guías de cabina y contrapeso.

a.2.2.- Guías del contrapeso.

Éstas se construyen también en perfiles en forma de T.

En el caso de que se instale paracaídas en el con-trapeso, por encontrarse el recinto en la vertical de lugares accesibles a personas, lo normal en estos casos es que sean iguales, en cuanto a coeficiente de resistencia, a las instaladas en la cabina.

a.2.3.- Chasis de cabina.

El chasis de acero es el elemento resistente en el que se ensambla la cabina. A éste se fijan los ca-bles de tracción y el mecanismo paracaídas. Debe ser robusto para resistir las cargas normales y las que puedan producirse al entrar en funcionamiento el paracaídas y quedar acuñada bruscamente la cabina.

El chasis que se suele usar en este tipo de ascenso-res es del tipo “pórtico”.

Además, en el chasis van instalados entre otros sistemas, el de deslizamiento, que se instala en su parte lateral superior e inferior. Tienen como misión servir de enlace entre el elemento móvil (cabina) y la guía.

{ III.B. 16.

Pueden ser de dos tipos:

• Rozaderas ( apoyo deslizante ).Se usan en elevadores de velocidad inferior a 2 m/s. Son de acero y disponen en la superficie de contacto con el carril de un material de bajo coeficiente de rozamiento. En estos casos se utiliza neopreno y nylon.

{ III.B. 17.


• Rodaderas ( apoyo mediante rodillos ).Se usan en ascensores de alta velocidad y tam-bién de baja velocidad.

Se componen de tres rodillos que están en contacto permanente con las guías ya que otros resortes o bases de caucho los mantienen presionados.

{ III.B. 18.

a.2.4.- Cabina.

La cabina es el elemento portante del ascensor y está formado por la cabina propiamente dicha y su chasis (o bastidor).

Está fijada sobre el chasis. Debe estar totalmente cerrada por paredes, suelo y techo, salvo la abertura. Las paredes, suelo y techo deben estar constituidos por materiales preferiblemente metálicos o por otros de resistencia equivalente que sean incom-bustibles, y conservar su resistencia mecánica en caso de incendio sin producir humos ni gases.

{ III.B. 19.

CHASIS DE CABINA

CABINA

a.2.5.- Contrapeso.

Elemento que se encuentra al otro lado de los cables de tracción y que tiene como objeto equili-brar el peso de la cabina y de una parte de la carga nominal, que suele estar en torno al 50%. De esta forma, se reduce considerablemente el peso que debe arrastrar el grupo tractor, disminuyendo así la potencia necesaria para elevar la cabina.

Consta de los siguientes elementos:

• Pesas: Su número depende de la carga, y suelen ser de hormigón o metálicas.

• Chasis: Estructura donde van colocadas las pesas.

• Pantallas de protección: Chapa colocada al final del hueco que aisla el contrapeso de la cabina.

{ III.B. 20. Contrapeso.

{ III.B. 21. Contrapeso y pantalla en foso.

a.2.6.- Cables de tracción.

Van desde el chasis de la cabina, al que se unen por medio de los terminales, al contrapeso pasando por la polea motriz. Son de acero y su espesor y número depende de la carga del ascensor. Bajo los


terminales de la cabina además están colocados unos contactos de seguridad que detectan el afloja-miento de cables, transmitiendo esta información al cuadro para que paralice la maniobra.

Actualmente se están sustituyendo por cintas más resistentes.

Las cintas planas de acero recubiertas de poliure-tano fueron diseñadas y patentadas por Otis en el año 2000.

Sus dimensiones son de 30 mm de ancho x 3 mm de espesor, y son capaces de soportar 3.200 Kg cada una. Son más flexibles que los cables, tienen una vida entre dos y tres veces superior a la de los cables convencionales porque al tener una mayor superficie de adherencia sufren menor desgaste.

{ III.B. 22. Instalación con cables de acero

{ III.B. 23. Instalación con cintas planas.

a.2.7.- Soportes del hueco y fijaciones.

Son los elementos encargados de afianzar las guías a las paredes del hueco.

{ III.B. 24.

a.2.8.- Instalación eléctrica.

Es la encargada de conectar el cuadro de maniobra con todos los elementos distribuidos por el hueco del ascensor, además de alimentar todos los com-ponentes que precisen de electricidad. Suele estar instalada bajo tubo o canaleta.

a.2.9.- Mangueras de maniobra.

Son los cables, mangueras o cintas planas, que co-nectan la cabina con el cuadro de maniobra.

{ III.B. 25.

a.2.10.- Sistemas de iluminación.

Son los encargados de iluminar el hueco para traba-jos de inspección, mantenimiento o rescate.

{ III.B. 26.


a.3.- Foso.

El foso es la parte baja del hueco. En él se alojan entre otros componentes:

a.3.1.- Amortiguador.

Los ascensores deben estar provistos de amorti-guadores para detener la cabina o el contrapeso en caso necesario. Los amortiguadores se sitúan generalmente en el foso al final del recorrido de la cabina o del contrapeso, e irán instalados sobre un pilar de apoyo de 0.50 m de altura para que quede espacio de protección en que resguardarse, en caso necesario, el personal de conservación que esté eventualmente trabajando en el foso. Pero también pueden montarse en la parte inferior del bastidor de la cabina o del contrapeso. En este caso, según la Norma En 81, deben golpear en el foso sobre un pedestal, uno por cada amortiguador, de 0,50 m de altura por razones de seguridad anteriormente mencionadas. La Norma EN 81, distingue tres clases de amortiguadores:

• Amortiguadores de acumulación de energía ( elásticos de caucho ), que no pueden em-plearse más que para ascensores de velocidad nominal no superior a 1 m/s.

{ III.B. 27. Amortiguador sobre pedestal.

{ III.B. 28. Amortiguador bajo contrapeso.

• Amortiguadores de acumulación de energía, con amortiguación del movimiento de retorno, para ascensores de velocidad no superior a 1,6 m/s.

{ III.B. 29 y 30.

• Amortiguadores de disipación de energía, que pueden ser empleados en ascensores de cualquier velocidad. Funcionan de la siguiente manera: cuando se produce el contacto entre el cuerpo móvil y el amortiguador, el pistón co-mienza a descender, obligando a desplazar el aceite desde el cilindro interior hasta el exterior a través de un número de orificios. Éstos van disminuyendo en número y en tamaño con-forme el pistón va avanzando, retardando el movimiento y consiguiendo que cabina y con-trapeso se detengan de una forma progresiva y suave.

Todos estos amortiguadores deben estar equipados con un dispositivo eléctrico de seguridad que impida el funcionamiento del ascensor mientras no retor-nen a su posición normal.

{ III.B. 31 y 32.


a.3.2.- Polea tensora del limitador de seguridad.

Es la encargada de reenviar el cable del limitador hacia la polea superior, además de mantener la ten-sión adecuada en el cable.

{ III.B. 33.

a.3.3.- Interruptor de emergencia.

Interruptor también conocido como seta de seguri-dad, que tiene como misión cortar la maniobra del ascensor en caso de urgencia o emergencia. Ade-más de en el foso suele haber otro instalado en el techo de cabina.

{ III.B. 34. Interruptor de emergencia en foso. { III.B. 35. Interrup-tor de emergencia en techo de cabina.

a.3.4.- Interruptor de luz de hueco y base de enchufe.

El foso debe de estar provisto de un interrup-tor de encendido para la iluminación del hueco, además de una base de enchufe para trabajos de mantenimiento.

B.- SISTEMAS DE SEGURIDAD.

Son los que se encargan de anular o minimizar los daños, humanos o materiales, en caso de fallo eléc-trico, mecánico o humano. Entre ellos caben desta-car los siguientes:

b.1.- Sistema paracaídas.

Elemento situado en el chasis. Los paracaídas de aceleración actúan cuando la cabina adquiere una velocidad superior a la establecida. Cuando el cable del limitador se detiene a consecuencia del propio funcionamiento del limitador de velocidad, tira, accionando una timonería que hace desplazar en dirección vertical unas varillas de actuación.

{ III.B. 36.

Se construyen dos tipos de paracaídas:

b.1.1.- Paracaídas de acción instantánea.

El cable del limitador no hace más que tirar de la timonería que acciona las zapatas, las cuales presionan y se agarran cada vez con más fuerza sobre las guías hasta llegar a producir el acuña-miento total del chasis de cabina. Las zapatas más usadas son las de cuña. Se trata de una forma brusca de parada por eso su empleo está limitado a ascensores de velocidades reducidas aún con un dispositivo amortiguador bajo el suelo de la cabina. Los paracaídas instantáneos sólo se permiten en ascensores de velocidades hasta 0,8 m/s y mon-tacargas hasta 1,5 m/s.


{ III.B. 37.

b.1.2.- Paracaídas de acción progresiva.

Frenan la caída aplicando sobre las zapatas de freno una fuerza de magnitud controlada. Los más utiliza-dos son los de husillo, resorte y rodillo.

{ III.B. 38.

b.2.- Cerradura electromecánica.

Ninguna puerta de rellano correspondiente a la instalaciones de un ascensor debe abrirse, si en ese nivel no se encuentra la cabina detenida. Para que esto sea así, cada una de esas puertas cuenta con una cerradura electromecánica. Es decir, sólo cuando está mecánicamente trabado queda ha-bilitada la parte eléctrica que permite el funciona-miento del ascensor.

En las puertas de rellano de accionamiento auto-mático el destrabe solo se produce cuando la cabina está a nivel de piso. Esto es posible por la acción del operador de puertas instalado en la cabina, que está provisto de una “U de arrastre” o espadín que actúa sobre las poleas del mecanismo de puerta de piso, produciendo la apertura automática de estas.

{ III.B. 39. Mecanismo apertura puerta automática

{ III.B. 40. Operador de puertas - “U de arrastre “

b.3.- Final de carrera.

Los interruptores denominados finales de carrera tienen por objeto detener el ascensor cuando por algún defecto en el funcionamiento de las últimas paradas inferior y superior de su recorrido las re-basa la cabina sin detenerse. Deben actuar tan cerca como sea posible de los niveles de paradas extremas, antes de que la cabina o contrapeso tome contacto con los amortiguadores.

Estos interruptores deben ser siempre mecánicos y su accionamiento debe obligar a la separación de sus contactos. Se instalan en las guías a continua-ción de los dispositivos que provocan las paradas de la cabina en los extremos más alto y más bajo de su recorrido. Generalmente están accionados por una pequeña palanca con una roldana en su extremo libre, sobre la que actúa el resbalón o patín instalado en la cabina, abriendo, al moverse la palanca, dos contactos intercalados en el circuito de alimenta-ción de la maniobra, que al quedar cortada, detiene el ascensor.


{ III.B. 41. Final de carrera instalado en hueco.

b.4.- Pesacargas.

Detecta cuándo el ascensor está al límite o ha so-brepasado su carga nominal, informando de ello al cuadro de maniobra, y éste a su vez procederá a anular la maniobra en curso. Existen varios tipos, de los cuales algunos modelos son:

b.4.1.- De cables: Va encima de los terminales y según la tensión del cable calcula el peso.

b.4.2.- De bancadas: Van bajo los apoyos de la bancada de la máquina.

b.4.3.- De cabinas: Entre el chasis y la cabina, con cuatro sensores si-tuados en la parte inferior de la estructura.

b.4.4.- De chasis: Mide el peso en función de las deformaciones en las vigas de acero.

b.5.- Pulsador de emergencia.

Uno está instalado en el foso, como antes hemos definido dentro de los elementos que se encuen-tran en este, otro ubicado en la botonera que se encuentra en el techo de cabina.

{ III.B. 42 y 43. Pesacargas de cables.

{ III.B. 44 y 45. Pesacargas de bancada.

{ III.B. 46 y 47. Pesacargas de cabinas.

{ IMAGEN 48 y 49. Pesacargas de chasis.


b.6.- Cadena eléctrica de seguridad.

Consiste en un circuito eléctrico compuesto por la totalidad de los dispositivos eléctricos de seguridad co-nectados en serie.

{ III.B. 50. Interruptor de emergencia. { III.B. 51. Contacto en puerta de cabina. { III.B. 51. Final de carrera.

3.- ASCENSOR ELECTROMECÁNICO SIN CUARTO DE MÁQUINAS.

Los ascensores sin cuarto de máquinas son una evolución de los eléctricos con cuarto, donde la ma-quinaria ha pasado al interior del hueco.

A.- COMPONENTES DE LA INSTALACIÓN.

Básicamente los elementos que componen este tipo de instalación son los mismos que el anterior pero sin cuarto de máquinas, como su nombre in-dica. Sus componentes son tres:

• Hueco• Foso• Cuadro de maniobras

Básicamente, el funcionamiento y los componentes son los mismos que en los eléctro-mecánicos con cuarto de máquinas. Difiere la ubicación de los ele-mentos del cuarto al carecer de éste, y son:

• Máquina tractora.• Polea limitador de velocidad. • Cuadro de maniobras:

- Maniobra del ascensor - Maniobra de rescate - Cuadro eléctrico de mando y protección

{ III.B. 52.


a.1.- Máquina tractora.

En la actualidad se suelen instalar motores Gearless. En este caso el motor eléctrico y la polea de tracción se montan sobre el mismo eje mediante un acopla-miento directo sin ningún sistema de engranaje.

Está situada en la parte superior del hueco sobre una bancada normalmente fijada directamente a las guías, que están ancladas a cada forjado. Con ello, las cargas son transferidas al foso en lugar de transmitirse a las paredes del hueco, evitando así vibraciones y molestias a las viviendas vecinas.

{ III.B. 53.

a.2.- Polea limitador de velocidad.

Está ubicada en la zona alta del hueco, junto a la máquina tractora.

a.3.- Cuadro de maniobras.

Suele estar ubicado en la última parada superior, adosado a puerta de ascensor. En él se suelen alojar los siguientes elementos:

a.3.1.- Cuadro de maniobras.

Tendremos que tener en cuenta que éste también puede estar instalado en la parte superior del hueco junto a la máquina tractora.

{ III.B. 54 y 55. Polea del limitador en distintas instalaciones.

{ III.B. 56. Cuadro de maniobras en hueco

{ III.B. 57. Cuadro de manio-bras en planta


a.3.2.- Maniobra de rescate.

Existen distintas maniobras de rescate en este tipo de ascensores, las cuales dependerán de su marca y modelo. Es por lo que debemos estudiar con atención la que corresponda a cada ascensor. Esta información pertenece al equipamiento del armario de maniobra.

{ III.B. 58. Maniobra de rescate en ascensor Thyssenkrupp

{ III.B. 59. Maniobra de rescate en ascensor Embarba

a.3.3.- Cuadro eléctrico de mando y protección.

Éste está instalado en el armario que se encuentra adosado a la puerta de piso del ascensor.

{ III.B. 60. Cuadro eléctrico de mando y protección

{ III.B. 61. Cuadro eléctrico de mando y protección

Rescate en ascensores. Manual para bomberos. Nivel básico.40

C. FUNCIONAMIENTO DE LAS PUERTAS DEL ASCENSOR.

1.- INTRODUCCIÓN.

Los ascensores pueden estar equipados con puertas manuales o automáticas. Es cierto que las manuales son más económicas en cuanto a montaje de insta-lación y posterior mantenimiento se refiere, pero las automáticas hoy en día son las más instaladas por comodidad para el usuario.

Es un elemento que vamos a tener que manipular en todos los rescates en ascensores y es por lo que pasamos a describir los elementos que van a inter-venir en nuestras acciones.

En la instalación de un ascensor existen dos tipos de puertas:

1.a.- Puerta de planta: es la que cierra el hueco en cada piso e imposibilita el acceso a éste si no se en-cuentra la cabina.

1.b.- Puerta de cabina: es la que permite el acceso a cabina siempre que ésta se encuentre a nivel de planta.

2.- FUNCIONAMIENTO DE LAS PUERTAS MANUALES.

La puerta de planta, dispone de una cerradura electromecánica equipada con un brazo terminado en una polea o rueda, la cual al oprimirla provoca el desenclavamiento mecánico de la cerradura, la apertura de la serie de seguridad y la posibilidad de abrir la puerta. Al dejar de accionar este brazo pro-voca el enclavamiento de la cerradura, el cierre de la serie de seguridad, la imposibilidad de abrir la puerta y la posibilidad de funcionamiento del ascensor.

Esto es posible gracias a un elemento que viaja instalado en la cabina, llamado patín retráctil. Este sistema permanece retraído durante el desplaza-miento de cabina, y se expande al llegar a planta y recibir la orden del cuadro de maniobras, provo-cando el accionamiento de la polea antes citada.


{ III.C. 1. Patín retraído. { III.C. 2. Patín extendido. { III.C. 3. Cerradura de seguridad.

3.- FUNCIONAMIENTO DE LAS PUERTAS AUTOMÁTICAS.

Nos detendremos en una definición más profunda en éste tipo de puertas, por su complejidad y su no-table presencia en este tipo de instalaciones.

3.a.- Puerta de planta: consta de un enclavamiento mecánico con poleas de nylon, además del con-tacto de la serie de seguridad. Sobre éste elemento actuamos cuando accionamos el desenclavamiento manual de la puerta de planta.

{ III.C. 4 y 5.

{ III.C. 6.

3.b.- Puerta de cabina: sobre ésta va instalado el elemento principal encargado de la apertura de puertas: el operador. Este viaja sobre la cabina y al llegar a planta, con la correspondiente orden del cuadro de maniobras, provoca la apertura de ambas puertas.

{ III.C. 7.


{ III.C. 8.

Los elementos del operador que intervienen en un rescate, y por lo tanto, los que más nos interesan son:

3.b.1.- Contacto serie de seguridad: es el encargado de abrir la serie al producirse la apertura de puerta de cabina.

{ III.C. 9.

3.b.2.- Espadín o “U” de arrastre: es el elemento que viaja retraído, y cuando llega a planta, se ex-pande entre las poleas del sistema de apertura de puerta de planta, provocando el desenclavamiento mecánico de esta y permitiendo la apertura auto-mática de estas por acción del operador.

{ III.C. 10. Espadín retraído. { III.C. 11. Espadín expandido.

3.b.3.- Motor: es el encargado de provocar el movi-miento de todo el sistema de apertura.

A tener en cuenta que cuando la cabina no está a nivel de planta, éste permanece con una pe-queña tensión eléctrica que dificulta la apertura de la puerta de cabina. Por el contrario, cuando la cabina está en nivel de planta y no tiene orden de abrir las puertas, está sin tensión eléctrica, y por lo tanto “relajado”, lo que facilita la apertura de puertas manualmente. Normalmente el operador dispone de un interruptor que permite su desconexión eléctrica.

{ III.C. 12.

3.b.4.- Enclavamiento mecánico de puertas de ca-bina: está compuesto por dos piezas que conectan entre sí. Desconectando la tensión del operador nos permite manipular sobre ellas para facilitarnos la apertura de estas.

INTERRUPTOR MOTOR


{ III.C. 13 y 14.

3.b.5.- Enclavamiento mecánico de seguridad: éste consiste en una seguridad adicional, que no permite la apertura de las puertas de cabina, aún forzándolas, desde su interior.

Es de obligada instalación, cuando entre la pisadera de cabina y el paramento del hueco exista una dis-tancia superior a 15 cm o el foso de la instalación es de tipo reducido.

Lo reconoceremos porque dispone de una cuerda para permitirnos el desenclavamiento, cuando no tengamos acceso al operador, además de un mensaje de aviso sobre puerta. Su funcionamiento para desbloquear las puertas sería: tirando de dicha cuerda hacia abajo y presionando simultáneamente las puertas en sentido de apertura.

Hay que tener especial precaución con este sistema en el desplazamiento de cabina, ya que al des-conectarle la tensión al circuito de fuerza, y por lo tanto al operador, el espadín se expande por acción del muelle, que mantiene el enclavamiento, con pe-ligro de rotura y enganche al llegar a las poleas del enclavamiento de puertas de planta.

{ III.C. 15.

{ III.C. 16.


IV. P.R.L durante las intervenciones de rescates de personas atrapadas en ascensores.PRL desde la perspectiva de los integrantes de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos, a los que va destinado.

A.- APLICACIÓN DE LA LEY DE P.R.L. A BOMBEROS.

A los que aún tengan dudas de si nuestro trabajo como bombero está exento de la aplicación de la LPRL. queremos decirles que dicha cuestión fue planteada por la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo a la Subdirección General de Ordenación Normativa de la Dirección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, sobre la interpretación del ámbito de aplicación del citado art. 3.2. L.P.R.L. en relación a los trabajadores, funcionarios o contratados, que intervienen en los trabajos de prevención y extinción de incendios fo-restales, concluyendo al respecto lo siguiente:

1.- “La Ley de Prevención de Riesgos Laborales es de aplicación a las actividades de bomberos, aún cuando estas se ejerzan por las fuerzas de intervención sobre el terreno, y poco importa que tengan por objeto combatir un incendio o pres-tar socorro de otra forma, dado que se realizan en condiciones habituales conforme a la misión encomendada al servicio de que se trata”.

2.- “Este principio general de aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales solo cederá ante situaciones de grave riesgo colectivo como, por ejemplo, catástrofes naturales o tecnológicas, atentados, accidentes graves u otros eventos de la misma índole, cuya gravedad y magnitud re-quieran la adopción de medidas indispensables para la protección de la vida, de la salud así como de la seguridad colectiva y cuyo correcto cum-plimiento se vería comprometido si tuvieran que observarse todas las normas contenidas…”

Según lo expuesto anteriormente, el rescate en ascensores, estaría dentro de nuestras tareas habi-tuales, y por lo tanto deberíamos estar lo suficien-temente familiarizados con ellas, como para poder ejecutarla con todas las garantías de seguridad y salud, tanto para las personas atrapadas, como para el personal de salvamento.

También el Real Decreto 67/2010, de 29 de enero, de adaptación de la legislación de Prevención de Riesgos Laborales a la Administración General del Estado (y su posterior modificación: Real De-creto 1084/2014, de 19 de diciembre), termina de

P.R.L. durante las intervenciones de rescates de personas atrapadas en ascensores. 45

aclararnos la aplicación de la misma a los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamen-tos, en aquellas tareas que no estén consideradas como grave riesgo, catástrofe y calamidad pública.

En el artículo 2.3. del citado RD, encontramos dentro de su ámbito de aplicación:

No será de aplicación la Ley 31/1995, de 8 de no-viembre, según lo dispuesto en su artículo 3.2, en aquellas actividades cuyas particularidades lo impi-dan, en el ámbito de las funciones públicas de:

a) Policía, seguridad y resguardo aduanero.

b) Servicios operativos de protección civil y peri-taje forense en los casos de grave riesgo, catás-trofe y calamidad pública. � Aquí estamos incluidos los Servicios de Pre-vención, Extinción de Incendios y Salvamentos.

c) Fuerzas armadas y actividades militares de la Guardia Civil.

Y en el 3.6. nos aclara la aplicación de la LPRL a los servicios operativos de protección civil, donde esta-mos incluidos los bomberos.

En los servicios operativos de protección civil y peritaje forense en los casos de grave riesgo, catástrofe y calamidad pública la exclusión úni-camente se entenderá a efectos de asegurar el buen funcionamiento de los servicios indispensa-bles para la protección de la seguridad, de la salud y el orden público en circunstancias de excepcio-nal gravedad y magnitud, quedando en el resto de actividades al amparo de la normativa general de prevención de riesgos laborales.

B.- NORMATIVA.

A continuación, haremos un recorrido por la nor-mativa actualmente vigente que es de aplicación a los ascensores en nuestro país, y destacaremos las que, como bomberos, nos pueden resultar más interesantes.

Los aparatos de elevación tienen una normativa compleja debido a la multitud de Reglamentos exis-tentes desde el año 1985, a las exclusiones de tipos

de aparatos existentes en cada uno de ellos y a la no derogación completa de los Reglamentos anteriores al publicar los nuevos Reglamentos.

îî Destacamos:

1.- R.D. 2291/1985, DE 8 DE NOVIEMBRE, POR EL QUE SE APRUEBA EL REGLAMENTO DE APARA-TOS DE ELEVACIÓN Y MANUTENCIÓN (RAEM). LA NORMA REGULA LA INSPECCIÓN TéCNICA DE LOS EDIFICIOS, DISPONE ENTRE OTRAS COSAS, QUE:

• El mantenimiento de los ascensores cuya velo-cidad no supera a 0,15 m/s es obligatoria en las condiciones que determine su tipología y uso específico. Su inspección periódica obligatoria, realizada por un Organismo de Control Autori-zado, es compatible con cualquier otra inspección solicitada por el titular.

• Cualquier defecto grave detectado deberá ser co-rregido en un plazo máximo de 6 meses desde la inspección, y si no es así el aparato deberá quedar fuera de servicio hasta que se corrija el problema.

• Las modificaciones en los ascensores son cam-bios significativos en los mismos que van más allá de su mantenimiento o reparación, y deberán ser evaluadas según los procedimientos regulados por la normativa vigente.

2.- R.D. 1314/1997, DE 1 DE AGOSTO POR EL QUE SE MODIFICÓ Y DEROGÓ EL REGLAMENTO DE APARATOS DE ELEVACIÓN Y MANUTENCIÓN APROBADO POR R.D. 2291/1985, DE 8 DE NO-VIEMBRE, CON LA ExCEPCIÓN DE LOS SIGUIEN-TES ARTÍCULOS:

• Artículo 10 Sobre empresa conservadora.

• Artículo 11 Obligaciones de los conservadores.

• Artículo 12 Solicitud de certificado como conservador.

• Artículo 13 Propietarios.

• Artículo 14 Personal encargado del aparato.

• Artículo 15 Reclamaciones de los afectados.


• Artículo 19 Revisiones de conservación e inspec-ciones periódicas.

• Artículo 23 Datos registrales y estadísticos.

El RD1314/1997, también derogó la Instrucción Téc-nica Complementaria MIE-AEM 1 del Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención, aprobada por Orden de 23 de septiembre de 1987 y modificada por Orden de 12 de septiembre de 1991, con excep-ción de los preceptos de dicha ITC a los que remiten los artículos del Reglamento que seguían vigentes, según lo indicado en su disposición derogatoria única, y con las adaptaciones correspondientes a las nuevas exigencias técnicas de dicho real decreto.

3.- ReSolución de 3 abRil de 1997, de la di-RECCIÓN GENERAL DE TECNOLOGÍA Y SEGURI-DAD INDUSTRIAL POR LA QUE SE AUTORIzA LA INSTALACIÓN DE ASCENSORES SIN CUARTO DE MÁQUINAS.

4.- ReSolución de 10 de SeptiembRe de 1998, DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE TECNOLOGÍA Y SEGURIDAD INDUSTRIAL, POR LA QUE SE AU-TORIzA LA INSTALACIÓN DE ASCENSORES CON máquinaS en foSo.

5.- RD 57/2005, DE 21 DE ENERO, POR EL QUE SE ESTABLECEN PRESCRIPCIONES PARA EL IN-CREMENTO DE LA SEGURIDAD DEL PARQUE DE ASCENSORES ExISTENTE.

Nos detendremos especialmente en éste R.D. En la actualidad (por haberse cumplido los plazos que se establecen en el mismo) las medidas que en él se contemplan deben estar aplicadas a todos los ascensores existentes. Además, es interesante como rescatador conocer y familiarizarnos con estos elementos de seguridad, pues nos los vamos a encontrar en prácticamente todas nuestras intervenciones:

A.- ARTÍCULO 1. INCREMENTO DE SEGURIDAD DEL PARqUE DE ASCENSORES ExISTENTE.

Los ascensores puestos en servicio con anteriori-dad a la exigencia de los requisitos del Real Decreto 1314/1997, de 1 de agosto, deberán cumplir, además de las condiciones técnicas de la reglamentación en vigor cuando fueron autorizados, las que figuran en el anexo de este real decreto.

a.1.- La adopción de las medidas que figuran en el anexo se realizará:

a.1.1.- Medidas 1 a 11: en el plazo máximo de un año desde el momento en que un organismo de control autorizado realice la correspondiente inspección periódica reglamentaria. En el acta de esta inspección se harán constar las medidas de seguridad, de entre las relacionadas en el anexo, que se deben incorporar al ascensor inspeccio-nado y el plazo para llevarlo a cabo.

a.1.2.- Medidas 12 a 16: cuando se den los supues-tos que se indican en cada una de ellas.

Cuando existan condiciones objetivas que impidan la implantación de las medidas establecidas en el anexo, el titular del ascensor deberá solicitar al ór-gano competente de la comunidad autónoma su exoneración. Junto con la solicitud y la justificación de la imposibilidad mencionada, se propondrán las medidas alternativas de seguridad equivalentes.

El órgano competente de la comunidad autónoma decidirá sobre la solicitud, para lo cual podrá exigir la presentación previa de un informe favorable de un organismo de control autorizado.

a.2.- Medidas de seguridad a las que se refiere el artículo 1.

Disposiciones aplicables a Ascensores Eléctricos e Hidráulicos:

1. Instalar en el foso un interruptor de parada, un interruptor de iluminación del hueco y una toma de corriente, para uso del personal de mantenimiento.

2. Modificar el faldón bajo el umbral de la cabina, haciéndolo de la mayor altura posible, com-patible con la profundidad del foso, hasta un máximo de 75 cm.

3. Dotar de puertas a las cabinas, junto con un indicador posicional de la cabina, visible desde su interior.

4. Instalar en la cabina iluminación y alarma de emergencia.

5. Dotar de protección a las poleas de reenvío de


suspensión, de desvío, de compensación y de máquinas.

6. Instalar contacto de seguridad de aflojamiento de cable limitador.

7. Dotar de un dispositivo de parada que actúe cuando el ascensor no arranque o patinen los cables.

8. Posibilitar que se pueda controlar fácilmente, desde el cuarto de máquinas, si la cabina se encuentra en una zona de desenclavamiento.

9. En los motores alimentados directamente por una red, la llegada de energía deberá ser cor-tada por dos contactores independientes.

10. Instalar en cabina un sistema de comunicación bidireccional que permita una comunicación permanente con un servicio de intervención rápida en edificios de ocupación diaria tempo-ral (edificios públicos o de oficinas), estacional o viviendas de baja ocupación, y otras situacio-nes que determine el órgano competente de la comunidad autónoma.

11. Instalar una barandilla en el techo de la cabina cuando el espacio libre entre el borde del techo y la pared del hueco sea mayor de 30 cm.

Las siguientes medidas se aplicaran cuando se den los supuestos que se indican en cada una de ellas.

12. Eliminar el amianto de los mecanismos de fre-nado, cuando se sustituyan éstos.

13. Cuando se cambie el equipo tractor deberá lograrse una precisión de ±2 cm del nivel de parada de la cabina respecto al nivel del piso.

14. Cuando se proceda al cambio de una bomba del equipo hidráulico, el nuevo equipo deberá disponer de una bomba manual para desplazar la cabina hacia arriba.

15. Cuando se cambie la cabina se instalarán en ella y en el descansillo órganos de mando inte-ligibles por minusválidos y se dotará a la cabina de un dispositivo de control de sobrecarga.

16. Cuando se cambie el grupo tractor junto con la cabina o con el bastidor, deberá instalarse un dispositivo que impida el movimiento ascen-dente incontrolado de la cabina.

{ V.B. 1.


6.- R.D. 560/2010, DE 7 DE MAYO, POR EL QUE SE MODIFICAN DIVERSAS NORMAS REGLAMENTA-RIAS EN MATERIA DE SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA ADECUARLAS A LA LEY 17/2009, DE 23 DE NOVIEMBRE, SOBRE EL LIBRE ACCESO A LAS ACTIVIDADES DE SERVICIOS Y SU EjERCICIO, Y A LA LEY 25/2009, DE 22 DE DICIEMBRE, DE MODIFICACIÓN DE DIVERSAS LEYES PARA SU ADAPTACIÓN A LA LEY SOBRE EL LIBRE AC-CESO A LAS ACTIVIDADES DE SERVICIOS Y SU EjERCICIO.

En el artículo segundo, se contempla la Modificación del Real Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención de los mismos.

7.- CORRECCIÓN DE ERRORES DEL REAL DE-CRETO 560/2010, DE 7 DE MAYO, POR EL QUE SE MODIFICAN DIVERSAS NORMAS REGLAMENTA-RIAS EN MATERIA DE SEGURIDAD INDUSTRIAL PARA ADECUARLAS A LA LEY 17/2009, DE 23 DE NOVIEMBRE, SOBRE EL LIBRE ACCESO A LAS ACTIVIDADES DE SERVICIOS Y SU EjERCI-CIO, Y A LA LEY 25/2009, DE 22 DE DICIEMBRE, DE MODIFICACIÓN DE DIVERSAS LEYES PARA SU ADAPTACIÓN A LA LEY SOBRE EL LIBRE ACCESO A LAS ACTIVIDADES DE SERVICIOS Y SU EjERCICIO. INSTRUCCIONES TéCNICAS complementaRiaS • itc mie-aem 1. noRmaS DE SEGURIDAD PARA CONSTRUCCIÓN E INSTA-LACIÓN DE ASCENSORES ELECTROMECÁNICOS.

Se modifican los arts. 8, 10, 12, 13.1.a), 16, 17, 20, 22, del RD 2291/1985, de 8 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención (RAEM). Se suprime el art. 21 y se añaden las disposiciones adicionales 1 a 4, por Real Decreto 560/2010, de 7 de mayo (Ref. BOE-A-2010-8190).

8.- R.D. 88/2013, DE 8 DE FEBRERO, POR EL QUE SE APRUEBA LA INSTRUCCIÓN TéCNICA COMPLEMENTARIA AEM 1 «ASCENSORES» DEL REGLAMENTO DE APARATOS DE ELEVACIÓN Y MANUTENCIÓN, APROBADO POR REAL DE-CRETO 2291/1985, DE 8 DE NOVIEMBRE.

Corrección de errores del Real Decreto 88/2013, de 8 de febrero, por el que se aprueba la Instrucción Técnica Complementaria AEM 1 “Ascensores” del

Reglamento de aparatos de elevación y manuten-ción, aprobado por Real Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre (Deroga el art. 10 del RD. 2291/1985, de 8 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Aparatos de Elevación y Manutención (RAEM). Y aprueba la ITC AEM 1, por Real Decreto 88/2013, de 8 de febrero (Ref. BOE-A-2013-1969).

El contenido de la ITC AEM 1 es bastante extenso y recomendamos su lectura, pero en este manual nos centraremos en lo que nos puede ser útil como rescatadores, en este caso el objeto, ámbito de aplicación y el mantenimiento.

A.- ObjETO.

Esta instrucción técnica complementaria (en ade-lante ITC) tiene por objeto definir las reglas de segu-ridad aplicables a los ascensores a que se refiere el apartado 2, para proteger a las personas y las cosas contra los diferentes riesgos de accidentes que pu-dieran producirse como consecuencia del funciona-miento y mantenimiento de dichos aparatos.

b.- ÁMbITO DE APLICACIóN.

Esta ITC se aplica a todo aparato de elevación ins-talado permanentemente en edificios o construc-ciones que sirva niveles definidos, con un habitáculo que se desplace a lo largo de guías rígidas y cuya inclinación sobre la horizontal sea superior a 15 gra-dos, destinado al transporte:

• de personas;

• de personas y objetos;

• solamente de objetos, si el habitáculo es accesi-ble, es decir, si una persona puede entrar en él sin dificultad, y si está provisto de órganos de accio-namiento situados dentro del habitáculo o al al-cance de una persona situada dentro del mismo.

Los aparatos de elevación que se desplacen si-guiendo un recorrido fijo, aunque no esté determi-nado por guías rígidas, serán considerados pertene-cientes al ámbito de aplicación de este real decreto.

C.- MANTENIMIENTO DE UN ASCENSOR.

Es fundamental para nuestro trabajo como bom-bero conocer a las personas y empresas encargadas


de su mantenimiento, ya que en la mayoría de nuestras intervenciones con atrapados en ascen-sores, requeriremos su presencia.

c.1.- Titular:

Es titular de un ascensor su propietario o, en su caso, el arrendatario.

El titular de un ascensor es responsable de:

• Mantener el ascensor en buen estado de funcio-namiento durante todo el tiempo que pueda ser utilizado, cumpliendo las disposiciones reglamen-tarias pertinentes. En particular, deberá suscribir un contrato de mantenimiento con empresa con-servadora de ascensores, facilitando la realización por la misma de las correspondientes revisiones y comprobaciones.

• Impedir el funcionamiento del ascensor cuando tenga conocimiento, por sí mismo o por indica-ción de la empresa conservadora, organismo de control u órgano competente de la Administra-ción Pública, de que su utilización no reúne las debidas garantías de seguridad.

• En caso de accidente, anomalía en el funciona-miento, o cualquier deficiencia o abandono en relación con la debida conservación del ascen-sor, ponerlo en conocimiento inmediato de la empresa conservadora, mediante comunicación fidedigna. En caso de que la comunicación no sea atendida deberá denunciar esta circunstancia ante el órgano competente de la Administración Pública.

• Solicitar a su debido tiempo la realización de las inspecciones periódicas, facilitando para tal fin el acceso a los organismos de control y teniendo a su disposición el certificado de la última inspección.

c.2.- Persona encargada del ascensor.

El titular deberá designar una persona, al menos, encargada del servicio ordinario del ascensor, para lo cual será debidamente instruida en el manejo del aparato por la empresa conservadora. En par-ticular, la citada persona auxiliará al titular en el cumplimiento de las obligaciones contenidas en los epígrafes anteriores.

{ V.B. 2. Persona encargada del ascensor.

No se trata de un “conservador auxiliar”, sino de al-guien que pueda responder ante las eventualidades más corrientes que se producen en estos aparatos, Por lo tanto, el titular, debe informar a la empresa conservadora de la/s persona/s encargada/s del ascensor, y de sus posteriores cambios, para ga-rantizar el mejor conocimiento de ambas partes, así como que la/s persona/s encargada/s del ascen-sor tienen en todo momento el adecuado nivel de instrucción.

Esta será la primera persona que tendremos que localizar al llegar al lugar del rescate, pues ella nos debe facilitar toda la información que necesitemos, así como proporcionarnos las llaves del cuarto de maquinas, instrucciones, etc.

c.3.- Empresas conservadoras de ascensores.

A efectos de esta ITC, se considerarán empresas conservadoras de ascensores, las personas natu-rales o jurídicas que desarrollan las actividades de mantenimiento, reparación y modificaciones im-portantes de los ascensores objeto de esta ITC.

Las empresas conservadoras de ascensores estarán sujetas a las siguientes obligaciones, que constarán en el contrato de mantenimiento:


• Conservar los ascensores de acuerdo con lo esti-pulado en esta ITC.

• Garantizar, en plazo máximo de 24 horas, el envío de personal competente cuando sea solicitado por el titular o por el personal encargado del ser-vicio ordinario del ascensor para corregir averías que ocasionen la parada del mismo, sin atrapa-miento de personas en la cabina, y de manera inmediata cuando sean requeridos por motivo de parada del ascensor con personas atrapadas en la cabina o accidentes o urgencia similar.

• Poner por escrito en conocimiento del titular los elementos del ascensor que hayan de sustituirse, por apreciar que no se encuentran en las condicio-nes precisas para ofrecer las debidas garantías de buen funcionamiento, o si el ascensor no cumpliera las condiciones vigentes que le fueran exigibles.

• Interrumpir el servicio del ascensor cuando apre-ciara riesgo grave e inminente de accidente, hasta tanto no se realice la oportuna reparación.

• En caso de accidente, con daños a personas o cosas, deberá ponerlo en conocimiento del ór-gano territorial competente de la Comunidad Autónoma, manteniendo interrumpido el servicio del ascensor hasta tanto no se realice la oportuna reparación e inspección, en su caso, y lo autorice dicho órgano.

• Mantener al día el registro que se menciona en 5.4 de esta ITC.

• Dar cuenta al órgano competente de la Comuni-dad Autónoma donde se ubiquen los correspon-dientes aparatos, en el plazo máximo de 30 días, de todas las altas y bajas de contratos de conser-vación de los ascensores que tengan a su cargo, poniendo a disposición del mismo los correspon-dientes historiales de mantenimiento.

• Notificar al titular del aparato la fecha en la que corresponde realizar la próxima inspección perió-dica, con antelación mínima de dos meses.

• Estar presentes en las inspecciones periódicas y prestar asistencia a los organismos de control, para el exacto cumplimiento de las mismas y garantía de la seguridad en las maniobras que deban realizarse.

{ V.B. 3. Empresa conservadora de ascensores.

Cuando se nos requiere como Servicio de Pre-vención, Extinción de Incendios y Salvamento para el rescate de personas accidentadas o atrapadas en el interior de un ascensor, hay que tener en cuenta que la empresa conservadora también tiene la obligación de enviar a un téc-nico cualificado e instruido para solventar este tipo emergencias.

Cuando la empresa mantenedora recibe un aviso con personas atrapadas dentro del ascensor, o ha ocurrido un accidente, la atención debe ser “inmediata”.

¿qué quiere decir “de manera inmediata”? ¿Se puede cuantificar esa inmediatez?

¿En cuánto tiempo tiene que presentarse una am-bulancia, o el coche de bomberos, cuando sucede un siniestro? Eso no puede regularse, pero sí puede exigirse que quienes vayan a prestar el auxilio ten-gan un PROTOCOLO DE ACTUACIÓN para estos casos.


Protocolo de actuación de empresa mantenedora de ascensores.


Desde el mismo momento en que se recibe el aviso correspondiente, el proceso de atención de urgen-cia, debe ponerse en marcha. Para ello, la empresa conservadora tiene que poseer una dimensión y/o una organización que, en función de la probabilidad de que ocurra una eventualidad de ese tipo, de acuerdo con la cartera de ascensores que tengan a cargo, le permita hacer frente a la misma con la debida garantía.

Esto quiere decir que algunas veces el técnico lle-gará antes que nosotros, otras un poco después y en algunas no lo veremos, pero debemos tener claro que:

Cuando el técnico de la empresa conservadora esté presente, se atenderán todas sus indicacio-nes, pues es la persona que más conocimiento y experiencia tiene en este tipo de emergencias.

c.4.- Plazos de mantenimiento.

Las empresas conservadoras deberán realizar visi-tas para el mantenimiento preventivo de los ascen-sores, al menos, en los siguientes plazos:

• Ascensores en viviendas unifamiliares y ascen-sores con velocidad no superior a 0,15 m/s: cada cuatro meses.

• Ascensores instalados en edificios comunitarios de uso residencial de hasta seis paradas y ascen-sores instalados en edificios de uso público de hasta cuatro paradas, que tengan una antigüedad inferior a veinte años: cada seis semanas.

• Los demás ascensores: cada mes.

c.5.- Inspecciones.

Sin perjuicio de las atribuciones de la Adminis-tración, a partir de la puesta en servicio de los ascensores, los ascensores serán inspeccionados por organismos de control de acuerdo con el Real Decreto 2200/1995, de 28 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de la Infraestructura para la Calidad y la Seguridad Industrial, con el fin de comprobar que los aparatos se mantienen en las debidas condiciones de seguridad.

Se realizarán Inspecciones periódicas, como mí-nimo, en los siguientes plazos:

• Ascensores instalados en edificios de uso indus-trial y lugares de pública concurrencia: cada dos años.

• Ascensores instalados en edificios de más de veinte viviendas, o con más de cuatro plantas ser-vidas: cada cuatro años.

• Ascensores no incluidos en los casos anteriores: cada seis años.

c.6.- Otras inspecciones.

Deberán inspeccionarse los ascensores tras un accidente con daños a las personas o los bienes y, cuando así lo determine el órgano competente de la Comunidad Autónoma en uso de sus atribuciones legales.

Criterios técnicos. Las inspecciones se realizarán de acuerdo con la reglamentación que sirvió de base a su instalación y, en su caso, las posteriores que les fueran exigibles.

9.- R.D. 203/2016, DE 20 DE MAYO, POR EL QUE SE ESTABLECEN LOS REQUISITOS ESENCIALES DE SEGURIDAD PARA LA COMERCIALIzACIÓN DE ASCENSORES Y COMPONENTES DE SEGURI-DAD PARA ASCENSORES.

El objeto es el de adaptar la legislación española a la nueva Directiva Europea 2014/33/UE sobre as-censores que entró en vigor el pasado 20 de abril y que introduce nuevos requisitos para garantizar la seguridad y el control de los ascensores y sus com-ponentes de seguridad. Cabe destacar:

a.- Obligación de registrar y mantener la trazabili-dad de los ascensores y sus componentes

b.- Obligaciones de comunicación de posibles ries-gos de los agentes económicos.

En cuanto a los Requisitos de Seguridad y Salud se indica lo siguiente:

c.- La cabina del ascensor debe estar diseñada y fabricada de forma que su espacio y resistencia correspondan al número máximo de personas y a la carga nominal del ascensor fijados por el instalador


no dificultando o impidiendo el acceso a la misma o su utilización por las personas con discapacidad.

d.- En los casos en los que la suspensión de la cabina se efectúe por medio de cables o cadenas, habrá al menos dos cables o cadenas independien-tes, con sus respectivos sistemas de enganche. Estos cables y cadenas no deberán poseer juntas o empalmes, salvo los necesarios para fijarlos o for-mar un bucle.

e.- Nunca podrán entrar en marcha normal si se supera la carga nominal, lo que se debe tener en cuenta en la instalación y como prueba de control. También deben disponer un limitador de velocidad.

f.- La maquinaria del ascensor sólo debe ser acce-sible para tareas de mantenimiento.

g.- La instalación eléctrica debe quedar excluida cualquier confusión con circuitos que no tengan una relación directa con el ascensor (por ejemplo, colocando un subcuadro independiente). Además, debe permitir que se pueda conmutar en carga la alimentación de energía.

h.- Para evitar aplastamientos a persona en el exterior, no se debe poder acceder al hueco, salvo en caso de mantenimiento. La normativa incide en las zonas de refugio con respecto a las posiciones límite del ascensor, pero en casos puntuales (como en edificios existentes) se prevé la posibilidad de que no se dispongan dicho espacios pero buscando alternativas para la seguridad. Las zonas de refugio se miden con los amortiguadores comprimidos.

i.- Las puertas de los rellanos, cuando deban contribuir a la protección del edificio contra los in-cendios, incluidas aquellas que contengan partes acristaladas, deberán presentar una adecuada re-sistencia al fuego, caracterizada por su integridad y sus propiedades de aislamiento (no propagación de la llama) y de transmisión del calor (radiación térmica).

10.- OTRAS NORMATIVAS DE APLICACIÓN:

• RD 1215/1997 de 18 de julio por el que se esta-blecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.

• RD 1644/2008 de 10 de octubre, por el que se establecen las normas para la comercialización y puesta en servicio de las máquinas.

• RD 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión.

• RD 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación.

• UNE-EN 81-1 Reglas de seguridad para la cons-trucción e instalación de ascensores Parte 1: Ascensores eléctricos.

• UNE-EN 81-2 Normas de seguridad para la construcción e instalación de los ascensores Parte 1: Ascensores hidráulicos.

C.- PRL.

1. LEY 31/1995 DE 8 DE NOVIEMBRE, DE PRE-VENCIÓN DE RIESGOS LABORALES.

Se puede decir que los objetivos de la Ley 31/1995 de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Labo-rales, se sustentan en tres elementos básicos:

• LA PREVENCIóN. Con esta ley se trata de prevenir los riesgos y no solamente protegerse de ellos o reparar los daños causados.

• LA DETERMINACIóN DE LAS RESPONSABILIDA-DES. Desde el empresario, pasando por los fabri-cantes, importadores y suministradores, así como la responsabilidad de los poderes públicos hasta los propios trabajadores.

• Y por último, LA PARTICIPACIóN. Que permite garantizar la implicación de los trabajadores en el diseño, adopción y cumplimiento de las medidas preventivas.

Debido a la variedad de escenarios de trabajo, que se presentan cada día a los bomberos en las emer-gencias, resulta complicado, aunque no imposible,


la aplicación de la LPRL. A continuación Intentare-mos describir de forma resumida y ciñéndonos al rescate de personas atrapadas en ascensores, los pasos que marca la misma.

Empezaremos por los derechos y obligaciones que tenemos los bomberos como trabajadores. Estos se ubican en su capítulo III y se detallan en los siguien-tes artículos:

CAPÍTULO III. DERECHOS y ObLIGACIONES.

a.- Artículo 14: Derecho a la protección frente a los riesgos laborales.

1.- Los bomberos, como todos los trabajadores te-nemos derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo.

El citado derecho supone la existencia de un co-rrelativo deber del empresario de protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales.

Este deber de protección constituye, igualmente, un deber de las Administraciones públicas respecto del personal a su servicio.

2.- En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar la seguridad y la salud

de los trabajadores a su servicio en todos los aspec-tos relacionados con el trabajo.

b.- Artículo 15: Principios de la acción preventiva.

El empresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención previsto en el artí-culo anterior, con arreglo a los siguientes principios generales:

• Evitar los riesgos.

• Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.

• Combatir los riesgos en su origen.

• Adaptar el trabajo a la persona.

• Tener en cuenta la evolución de la técnica.

• Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.

• Planificar la prevención.

• Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.

• Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.

c.- Artículo 16: “Plan de prevención de riesgos laborales, evaluación de los riesgos y planifica-ción de la actividad preventiva”.

1. La prevención de riesgos laborales deberá inte-grarse en la gestión de la empresa, tanto en el con-junto de sus actividades como en todos los niveles jerárquicos de ésta, a través de la implantación y aplicación de un plan de prevención.

2. El plan de prevención incluye:

• La estructura organizativa.

• Las responsabilidades.

• Las funciones.

• Las prácticas.


• Los procedimientos.

• Los procesos.

• Los recursos necesarios para realizar la acción de prevención.

La gestión y aplicación del plan podrán ser llevadas a cabo por fases y de forma programada. Esas fases son:

• El empresario deberá realizar una evaluación ini-cial de los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores, teniendo en cuenta las característi-cas de los puestos de trabajo y los trabajadores que deban desempeñarlos.

• Si los resultados de la evaluación manifiestan situaciones de riesgo, el empresario realizará aquellas actividades preventivas necesarias para eliminar o reducir y controlar tales riesgos.

¿QUÉ ES LA EVALUACIóN DE RIESGOS (ER)?

La Evaluación de Riesgos, es un proceso dirigido a estimar la magnitud de aquellos riesgos que no hayan podido evitarse, obteniendo la información necesaria para que el empresario esté en con-diciones de tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas que deben adoptarse.

El resultado de una evaluación de riesgos debe servir para hacer un inventario de acciones, con el fin de diseñar, mantener o mejorar los controles de riesgos.

Los métodos de control deben escogerse teniendo en cuenta los principios de la acción preventiva reflejados en el artículo 15 de la LPRL. (Estos prin-cipios son la base fundamental de la prevención de riesgos).

Entre los trabajos llevados a cabo por los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento existen algunas tareas que son consideradas espe-cialmente peligrosas o que pueden generar algún tipo de peligro, como puede ser los rescates en as-censores, en estos casos es conveniente elaborar instrucciones de trabajo escritas de aquellas tareas que, bien sea debido a su complejidad y dificultad, o


bien sea debido a que la mala ejecución u omisión de la misma, pueda repercutir significativamente en la calidad o seguridad del proceso.

Normalmente, en los servicios de Prevención, Ex-tinción de Incendios y Salvamento, disponemos de la Evaluación de Riesgos y la Planificación de la Actividad Preventiva, realizada de una forma gené-rica y más enfocada al trabajo que efectuamos en el parque, ya que los técnicos de prevención sue-len considerar este como nuestro lugar de trabajo, y se olvidan, bien por la complejidad técnica, falta de tiempo, motivos económicos, etc. de hacer una Evaluación de Riesgos de todos los trabajos que rea-lizamos durante las emergencias, fuera del parque.

Lo que si utilizamos en los servicios de bomberos, son procedimientos de trabajo, fichas, instruccio-nes, protocolos, etc. Estos documentos nos detallan cómo llevar a cabo un trabajo o tarea, especialmente si éstas entrañan riesgos. Son necesarias en tareas críticas que por sus consecuencias o por su carácter ocasional puedan conducir a errores por acción u omisión, que es necesario evitar.

d.- artículo 17: equipos de trabajo y medios de protección.

El empresario adoptará las medidas necesarias con el fin de que los equipos de trabajo sean adecuados para el trabajo que deba realizarse y conveniente-mente adaptados a tal efecto, de forma que garan-ticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizarlos.

El empresario deberá proporcionar a sus trabajado-res equipos de protección individual adecuados para el desempeño de sus funciones y velar por el uso efectivo de los mismos cuando, por la naturaleza de los trabajos realizados, sean necesarios.

Los equipos de protección individual deberán uti-lizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no puedan limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medi-das, métodos o procedimientos de organización del trabajo.

Los equipos de protección individual (EPI) nunca serán prioritarios frente a otros tipos de medidas y será necesario efectuar un análisis de necesidades

para seleccionar los más idóneos y que dispongan a su vez de la certificación correspondiente, con marcado CE.

Los trabajadores deberán ser debidamente in-formados, mediante normas de utilización, sobre cómo, cuándo y dónde deben emplearlos. Y por último se deberá comprobar que los trabajadores hacen buen uso de los mismos y que los mantienen en buen estado.

e.- Artículo 18: Información, consulta y partici-pación de los trabajadores.

A fin de dar cumplimiento al deber de protección establecido en la presente Ley, el empresario adop-tará las medidas adecuadas para que los trabajado-res reciban todas las informaciones necesarias en relación con:

• Los riesgos para la seguridad y la salud de los tra-bajadores en el trabajo, tanto aquellos que afec-ten a la empresa en su conjunto como a cada tipo de puesto de trabajo o función.

• Las medidas y actividades de protección y pre-vención aplicables a los riesgos señalados en el apartado anterior.

• Las medidas adoptadas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 20 de la presente Ley. De-berá informarse directamente a cada trabajador de los riesgos específicos que afecten a su puesto de trabajo o función y de las medidas de protec-ción y prevención aplicables a dichos riesgos.


• El empresario deberá consultar a los trabajado-res, y permitir su participación, en el marco de todas las cuestiones que afecten a la seguridad y a la salud en el trabajo, de conformidad con lo dispuesto en el capítulo V de la presente Ley.

• Los trabajadores tendrán derecho a efectuar propuestas al empresario, así como a los órganos de participación y presentación previstos en el capítulo V de esta Ley, dirigidas a la mejora de los niveles de protección de la seguridad y la salud en la empresa.

f.- artículo 19: formación de los trabajadores.

En cumplimiento del deber de protección, el em-presario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva, tanto en el momento de su contratación cualquiera que sea la modalidad o duración de ésta, como cuando se pro-duzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo.

La formación deberá estar centrada específica-mente en el puesto de trabajo o función de cada trabajador, adaptarse a la evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos y repetirse periódica-mente, si fuera necesario.

¿QUÉ SE PRETENDE A LA HORA DE DAR UNA BUENA FORMACIóN E INFORMACIóN A LOS TRABAjADORES?

El objetivo principal de la formación e información a los trabajadores en materia de prevención es lograr comportamientos seguros y fiables de los traba-jadores respecto a los riesgos a los que potencial-mente puedan estar expuestos.

Una información y formación adecuada hará que el trabajador sea consciente de los riesgos que corre en la ejecución de su trabajo y conozca las medidas preventivas dispuestas, así como su correcta utiliza-ción y/o ejecución.

Las instrucciones de trabajo en la utilización de equipos o en la realización de tareas críticas serán una buena herramienta para facilitar la formación de los trabajadores por parte de sus mandos direc-tos y a su vez poder controlar y evitar actuaciones inseguras.

No todo son derechos, los trabajadores también tenemos obligaciones que cumplir con respecto a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, y éstas vienen recogidas en el siguiente artículo:


g.- artículo 29. obligaciones de los trabajadores en materia de prevención de riesgos.

Corresponde a cada trabajador velar, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de las medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas, por su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones en el trabajo, de conformidad con su formación y las instrucciones del empresario.

Los trabajadores, con arreglo a su formación y si-guiendo las instrucciones del empresario, deberán en particular:

• Usar adecuadamente, de acuerdo con su natura-leza y los riesgos previsibles, las máquinas, apara-tos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte y, en general, cualesquiera otros medios con los que desarrollen su actividad.

• Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empresario, de acuerdo con las instrucciones recibidas de éste.

• No poner fuera de funcionamiento y utilizar co-rrectamente los dispositivos de seguridad exis-tentes o que se instalen en los medios relaciona-dos con su actividad o en los lugares de trabajo en los que ésta tenga lugar.

• Informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores designados para rea-lizar actividades de protección y de prevención o, en su caso, al servicio de prevención, acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores.

• Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente con el fin de proteger la seguridad y la salud de los tra-bajadores en el trabajo.

• Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo que sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores.

El incumplimiento por los trabajadores de las obli-gaciones en materia de prevención de riesgos a que se refieren los apartados anteriores tendrá la consideración de incumplimiento laboral a los efec-tos previstos en el artículo 58.1 del Estatuto de los Trabajadores o de falta, en su caso, conforme a lo establecido en la correspondiente normativa sobre régimen disciplinario de los funcionarios públicos o del personal estatutario al servicio de las Adminis-traciones públicas y dará lugar a las correspondien-tes responsabilidades disciplinarias.

2.- RESPONSABILIDADES.

Además los trabajadores también pueden incurrir en responsabilidad civil y penal, caso de cometer hechos tipificados como delito o falta en el Código Penal, o bien incurrir en los supuestos que establece el Código Civil. Destacamos:

a.- Artículo 316 del Código Penal.

Los que con infracción de las normas de preven-ción de riesgos laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física, serán castigados con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses.

b.- Artículo 317 del Código Penal.

Cuando el delito a que se refiere el artículo anterior se cometa por imprudencia grave, será castigado con la pena inferior en grado.

c.- Artículo 318 del Código Penal.

Cuando los hechos previstos en los artículos de este título se atribuyeran a personas jurídicas, se impon-drá la pena señalada a los administradores o encar-gados del servicio que hayan sido responsables de los mismos y a quienes, conociéndolos y pudiendo remediarlo, no hubieran adoptado medidas para ello. En estos supuestos la autoridad judicial podrá decretar, además, alguna o algunas de las medidas previstas en el artículo 129 de este Código.


d.- CAPÍTULO II (De las obligaciones que nacen de culpa o negligencia). Artículo 1902 del Có-digo Civil.

El que por acción u omisión causa daño a otro, inter-viniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado.

d.- CAPÍTULO II (De las obligaciones que nacen de culpa o negligencia). Artículo 1903 del Có-digo Civil.

La obligación que impone el artículo anterior es exi-gible no sólo por los actos u omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder.

Cuando asumimos las competencias en el rescate de personas atrapadas en ascensores, también asumimos las responsabilidades, por eso debemos tener claro que el personal destinado a estas labo-res debe tener formación, estar instruido y seguir un procedimiento de trabajo seguro, así como adoptar

todas las medidas necesarias para que el trabajo se realice con total seguridad, tanto para el perso-nal atrapado en el ascensor, como para el equipo interviniente.

e.- Real Decreto Degislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refun-dido de la ley sobre infracciones y sanciones en el orden social. (LISOS)

e.1.- Artículo 12. Infracciones graves.

Son infracciones graves: 1. No llevar a cabo las evaluaciones de riesgos y, en su caso, sus actualizaciones y revisiones, así como los controles periódicos de las condiciones de tra-bajo y de la actividad de los trabajadores que pro-cedan conforme a la normativa sobre prevención de riesgos laborales, o no realizar aquellas activi-dades de prevención que hicieran necesarias los resultados de las evaluaciones.


3.- RECURSO PREVENTIVO.

Cuando se realicen actividades peligrosas o que ge-neren riesgos especiales será necesaria la presencia de recursos preventivos en el centro de trabajo. La Ley 54/2003 de 12 de Diciembre de Reforma del Marco Normativo de Prevención de Riesgos labora-les en su artículo, 32 bis, referido a la presencia de dichos recursos.

De conformidad con el artículo 32 bis de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Ries-gos Laborales, y el artículo 22 bis, del Real Decreto 39/1997, de 17 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

La presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos, cualquiera que sea la modalidad de or-ganización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos:

a.- Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados, en el desarrollo del proceso o la actividad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultá-neamente y que hagan preciso el control de la correcta aplicación de los métodos de trabajo.

b.- Cuando se realicen actividades o procesos pe-ligrosos o con riesgos especiales.

c.- Cuando la necesidad de dicha presencia sea requerida por la Inspección de Trabajo y Segu-ridad Social, si las circunstancias del caso así lo exigieran debido a las condiciones de trabajo detectadas.

El artículo 22 bis, número 2, del párrafo 1º del RSP (Reglamento de los Servicios de Prevención), pre-cisa que es en la Evaluación de Riesgos (inicial o sucesiva), donde se determinará aquellos riesgos que puedan verse agravados o modificados por la “concurrencia de operaciones sucesivas o simultá-neas”, y en el párrafo 2º, por “los trabajos o tareas integrantes del puesto de trabajo ligados a las ac-tividades o los procesos peligrosos o con riesgos especiales”.

La presencia es una medida preventiva comple-mentaria que tiene como finalidad vigilar el cum-plimiento de las actividades preventivas en relación con los riesgos derivados de la situación que de-termine su necesidad para conseguir un adecuado control de dichos riesgos. Dicha vigilancia incluirá la comprobación de la eficacia de las actividades preventivas previstas en la planificación, así como de la adecuación de tales actividades a los riesgos que pretenden prevenirse o a la aparición de riesgos no previstos y derivados de la situación que deter-mina la necesidad de la presencia de los recursos preventivos.


La designación del Recurso Preventivo no exime al empresario del cumplimiento de las restantes obli-gaciones que integran su deber de protección de los trabajadores, conforme a lo dispuesto en el artículo 14 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Preven-ción de Riesgos Laborales.

Los recursos preventivos deberán tener la capacidad suficiente, disponer de los medios necesarios y ser suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas, debiendo perma-necer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. También tienen que reunir los conoci-mientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos a controlar y cuenten con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico.

îî CONCLUSIONES

Volviendo al trabajo de bombero y más concreta-mente a las intervenciones con personas atrapadas en ascensores, hay que aclarar que nuestra em-presa a través del Servicio de Prevención que tenga establecido, tiene que elaborar un Plan de Preven-ción de Riesgos Laborales. El plan debe incluir la realización de la evaluación del riesgo para así poder aplicar las medidas preventivas pertinentes.

Para realizar el procedimiento de forma correcta, haremos una Evaluación de Riesgos de todas las tareas que realizamos normalmente en nuestro trabajo como bombero. En este caso el de rescate de personas atrapadas en ascensores.

Una vez llevada a cabo la evaluación de riesgos y en función de los resultados obtenidos, se procederá a planificar la acción preventiva para implantar las medidas pertinentes.

Se pueden distinguir tres tipos de actuaciones preventivas:

1. Las medidas materiales para eliminar o redu-cir los riesgos en el origen, pudiéndose incluir también las dirigidas a limitar los riesgos o sus consecuencias en caso de accidentes o emer-gencias. Las medidas materiales de prevención

que eliminan o disminuyen la probabilidad de materialización de los riesgos serán prioritarias respecto a las medidas de protección cuyo ob-jetivo es minimizar sus consecuencias. La pro-tección colectiva es a su vez prioritaria frente a la protección individual.

2. Las acciones de información y formación para lograr comportamientos seguros y fiables de los trabajadores respecto a los riesgos a los que potencialmente puedan estar expuestos.

3. Los procedimientos para el control de los ries-gos a fin de mantenerlos en niveles tolerables a lo largo del tiempo.

Todo lo anterior, obviamente, nos lleva a la elabora-ción de instrucciones de trabajo escritas de aquellas tareas que, bien sea debido a su complejidad y difi-cultad, o bien sea debido a que la mala ejecución u omisión de la misma, pueda repercutir significativa-mente en la calidad o seguridad del proceso

Y para terminar, aclararamos que es necesaria la presencia de un recurso preventivo para vigilar que todo el procedimiento se lleve a cabo de forma se-gura, tanto para el personal actuante como para las personas que están atrapadas en el ascensor.


D.- EjEMPLO DE EVALUACIÓN DE RIESGOS EN EL TRABAjO DE RESCATE EN ASCENSORES.

1. INTRODUCCIÓN.

Para la realización de la Evaluación de Riesgos (en adelante ER) y Planificación de la Actividad Pre-ventiva (en adelante PAP), a lo largo de los años 2015/2016, se realizaron varias visitas a ascensores de la localidad de Lebrija, y se ejecutaron diversas simulaciones de rescate en los mismos.

La siguiente ER y PAP, va destinada al personal de bomberos que actúa en los rescates de personas atrapadas en ascensores. Normalmente, este tipo de intervenciones se realizan con tres bomberos, distinguiendo entre ellos los siguientes puestos de trabajo:

• 1 jefe de Grupo.

• 2 Bomberos.

Con estos datos y utilizando la metodología del Ins-tituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (en adelante INSHT), que se incluye a continuación, se ha elaborado esta parte del informe.

2. METODOLOGÍA EMPLEADA

A.- CRITERIOS DE EVALUACIÓN DEL INSHT.

Para la ER se ha utilizado el método desarrollado por el INSHT que basa la estimación del riesgo para cada peligro, en la determinación de la potencial severi-dad del daño (consecuencias) y la probabilidad de que ocurra el hecho.

De esta forma, quedarán evaluados los riesgos para cada peligro, con el fin de poder clasificar los peli-gros según el nivel del riesgo y de este modo poder priorizar las acciones preventivas en la empresa.

a.1.- SEVERIDAD DEL DAÑO (consecuencias).

Para determinar la potencial severidad del daño, deben considerarse, las partes del cuerpo que se


verán afectadas; naturaleza del daño, graduándolo en ligeramente dañino, dañino y extremadamente dañino.

LIGERAMENTE DAÑINO

• Cortes y magulla-duras pequeñas.

• Irritación de ojos por polvo.

• Dolor de cabeza

• Disconfort• Molestias e irritación

DAÑINO

• Cortes• Quemaduras• Conmociones• Torceduras importantes

• Fracturas menores

• Sordera

• Asma• Dermatitis• Trastornos músculo - esqueléticos

• Enfermedad que conduce a una incapacidad menor.

EXTREMADA-MENTE DAÑINO

• Amputaciones• Fracturas mayores

• Intoxicaciones• Lesiones múltiples

• Lesiones fatales• Cáncer y otras enfermedades crónicas que acorten severa-mente la vida.

a.2.- PROBABILIDAD DE QUE OCURRA EL DAÑO.

La probabilidad de que ocurra el daño se gradúa desde baja hasta alta con el siguiente criterio:

• Probabilidad alta: el daño ocurrirá siempre o casi siempre.

• Probabilidad media: el daño ocurrirá en algunas ocasiones.

• Probabilidad baja: el daño ocurrirá raras veces.

Entre los factores que implícitamente se deben tener en cuenta en la probabilidad se encuentra la frecuencia de exposición al peligro.

a.3.- NIVELES DE RIESGO.

Con los factores anteriormente analizados y el cua-dro que se describe a continuación se obtiene la estimación del nivel de riesgo:

CONSECUENCIAS

PROB

ABIL

IDAD

LIGERAMENTE DAÑINO (LD) DAÑINO (D) ExTREMADAMENTE DAÑINO (ED)

BAjA (B) RIESGO TRIVIAL

(T)

RIESGO TOLERABLE

(TO)

RIESGO MODERADO

(MO)

MEDIA (M) RIESGO TOLERABLE

(TO)

RIESGO MODERADO

(MO)

RIESGO IMPORTANTE

(I)

ALTA (A) RIESGO MODERADO

(MO)

RIESGO IMPORTANTE

(I)

RIESGO INTOLERABLE

(IN)


Dichos niveles forman la base para decidir la acción preventiva que debe realizarse, priorizando esta acción según los criterios que definen cada nivel, siendo éstos los siguientes:

RIESGO ¿Se deben tomar nuevas acciones preventivas?

¿Cuándo hay que realizar las acciones preventivas?

Trivial (T) No se requiere acción específica.

Tolerable (TO)

No se necesita mejorar la acción preventiva. Sin embargo se deben considerar soluciones más rentables o mejoras que no supongan una carga económica importante.

Se requieren comprobaciones periódicas para asegurar que se mantiene la eficacia de las medidas de control.

Moderado (MO)

Se deben hacer esfuerzos para reducir el riesgo, determinando las inversiones precisas.

Cuando el riesgo moderado está asociado con consecuencias extremadamente dañinas, se deberá precisar mejor la probabilidad de que ocurra el daño para establecer la acción preventiva.

Las medidas para reducir el riesgo deben implantarse en un período determinado.

Fije un periodo de tiempo para implantar las medidas que reduzcan el riesgo.

Importante (I)

Puede que se precisen recursos considerables para controlar el riesgo.

No debe comenzarse el trabajo hasta que se haya reducido el riesgo.

Si se está realizando el trabajo debe tomar medidas para reducir el riesgo en un tiempo inferior al de los riesgos moderados.

Intolerable (IN)

Si no es posible reducir el riesgo, incluso con recursos ilimitados, DEBE PROHIBIRSE EL TRABAjO.

INMEDIATAMENTE: No debe comenzar ni continuar el trabajo hasta que se reduzca el riesgo.


A continuación se detalla una tabla de riesgos, no exhaustiva, elaborada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

CLASIFICACIÓN DE RIESGOS LABORALES(INSTITUTO NACIONAL DE SEGURIDAD E HIGIENE EN EL TRAbAjO -

GUÍA DE EVALUACIóN PARA PyMES)

CÓDIGO RIESGO CÓDIGO RIESGO

ACCIDENTES ENFERMEDAD PROFESIONAL

010 Caída de personas a distinto nivel 310 Exposición a contaminantes químicos

020 Caída de personas al mismo nivel 320 Exposición a contaminantes biológicos

030 Caída de objetos por desplome o derrumbamiento 330 Ruido

040 Caída de objetos en manipulación 340 Vibraciones

050 Caída de objetos desprendidos 350 Estrés térmico

060 Pisadas sobre objetos 360 Radiaciones ionizantes

070 Choques contra objetos inmóviles 370 Radiaciones no ionizantes

080 Choques contra objetos móviles 380 Iluminación

090 Golpes / cortes por objetos o herramientas FATIGA

100 Proyección de fragmentos o partículas 410 Física. Posición

110 Atrapamientos por o entre objetos 420 Física. Desplazamiento

120 Atrapamiento por vuelco de máquinas o vehículos 430 Física. Esfuerzo

130 Sobreesfuerzos 440 Física. Manejo de cargas

140 Exposición a temperaturas ambientales extremas 450 Mental. Recepción de la información

150 Contactos térmicos 460 Mental. Tratamiento de la información

161 Contactos eléctricos directos 470 Mental. Respuesta

162 Contactos eléctricos indirectos 480 Fatiga crónica

170 Exposición a sustancias nocivas o tóxicas INSATISFACCIÓN

180 Contactos con sustancias cáusticas y/o corrosivas 510 Contenido

190 Exposición a radiaciones 520 Monotonía

200 Explosiones 530 Roles

211 Incendios. Factores de inicio 540 Autonomía

212 Incendios. Propagación 550 Comunicaciones

213 Incendios. Medios de lucha 560 Relaciones

214 Incendios. Evaluación 570 Tiempo de trabajo

220 Accidentes causados por seres vivos

230 Atropellos o golpes con vehículos


B.- FICHAS DE ER Y PAP.


3.-NECESIDAD DE RECURSO PREVENTIVO.

Del presente informe cabe destacar que el trabajo de rescatar a personas atrapadas en ascensores es una tarea complicada, donde concurren operaciones su-cesivas y simultaneas, que de no realizarse siguiendo correctamente un procedimiento de trabajo seguro, es posible equivocarse y ocasionar daños, tanto a las personas atrapadas como al personal interviniente en el rescate. Por lo tanto, después de elaborar esta ER y PAP, se considera necesaria la presencia de un Recurso Preventivo durante el transcurso de las operaciones antes mencionadas.

Fundamento:

De conformidad con el artículo 32 bis de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Ries-gos Laborales, y el artículo 22 bis, del Real Decreto 39/1997, de 17 de mayo, por el que se aprueba el Re-glamento de los Servicios de Prevención. La presen-cia en el centro de trabajo de los recursos preventi-vos, cualquiera que sea la modalidad de organización de dichos recursos, será necesaria en los siguientes casos:

a. Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados, en el desarrollo del proceso o la acti-vidad, por la concurrencia de operaciones diversas que se desarrollan sucesiva o simultáneamente y que hagan preciso el control de la correcta aplica-ción de los métodos de trabajo.

b. Cuando se realicen actividades o procesos peligro-sos o con riesgos especiales:

c. Cuando la necesidad de dicha presencia sea re-querida por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, si las circunstancias del caso así lo exigieran debido a las condiciones de trabajo detectadas.

El artículo 22 bis, número 2, del párrafo 1º del RSP, precisa que es en la Evaluación de Riesgos (inicial o sucesiva), donde se determinará aquellos riesgos que puedan verse agravados o modificados por la “con-currencia de operaciones sucesivas o simultáneas”, y en el párrafo 2º, por “los trabajos o tareas integrantes del puesto de trabajo ligados a las actividades o los procesos peligrosos o con riesgos especiales”.

La presencia es una medida preventiva com-plementaria que tiene como finalidad vigilar el

cumplimiento de las actividades preventivas en relación con los riesgos derivados de la si-tuación que determine su necesidad para con-seguir un adecuado control de dichos riesgos. Dicha vigilancia incluirá la comprobación de la efi-cacia de las actividades preventivas previstas en la planificación, así como de la adecuación de tales ac-tividades a los riesgos que pretenden prevenirse o a la aparición de riesgos no previstos y derivados de la situación que determina la necesidad de la presencia de los recursos preventivos.

La designación del Recurso Preventivo no exime al empresario del cumplimiento de las restantes obli-gaciones que integran su deber de protección de los trabajadores, conforme a lo dispuesto en el artículo 14 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Preven-ción de Riesgos Laborales.

4.- CONCLUSIONES.

Hacer la Evaluación de Riesgos y la Planificación de la Acción Preventiva de una actividad, tan concreta y a la vez tan variada como es el rescate de personas atrapadas en ascensores, no es tarea fácil, y menos cuando esta, va destinada al personal de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos.

Hemos tratado de incluir todos los riesgos de rele-vancia con los que nos vamos a encontrar en estas intervenciones, pero seguramente con el paso del tiempo y la evolución de la técnica, estos cambiarán. (DOCUMENTO VIVO)

Decir que debido a la abundante normativa y las revi-siones periódicas a las que son sometidos los ascen-sores, hacen que estos aparatos sean cada vez más seguros. Esto no quiere decir que las operaciones de rescate estén exentas de peligro, como ya hemos podido comprobar en la Evaluación de Riesgos.

Consideramos que el rescate de personas atrapadas en ascensores, es una tarea especialmente peligrosa o que puede generar algún tipo de peligro durante su realización. Sería necesario que todas las acciones que se realicen, se plasmen en un procedimiento de trabajo escrito, elaborado por todos los posibles intervinientes. De no hacerlo así, debido a la com-plejidad técnica y concurrencia simultánea de ope-raciones, es posible que por una errónea acción u omisión, modifique significativamente la calidad o seguridad del proceso.


V. RESCATE EN ASCENSOR. PROCEDIMIENTOS.

A.- INTRODUCCIÓN.

Como norma general de actuación debemos pen-sar, que la persona que se encuentra atrapada dentro del ascensor, puede desarrollar desde un comportamiento de relativa calma hasta, aunque no haya transcurrido demasiado tiempo, uno de histeria total, debido a factores como: la sensación de ahogo (por ocupación de la cabina por varias personas), claustrofobia, edad (personas mayores o niños), falta de iluminación…

Es por esto, por lo que los servicios de emergencias debemos de actuar con cierta calma, sin prisas pero sin pausas cuando la situación así lo permita, sin gri-tos que den la sensación a la persona atrapada que falta control, manteniendo una comunicación con-tinua con las víctimas, explicándoles en todo mo-mento los ruidos y los movimientos que van a sentir en cabina, manteniendo a los curiosos a distancia, ya que la mayoría de los accidentes en ascensores son debidos a caídas al hueco….

El siguiente procedimiento ha sido diseñado para un equipo de tres componentes: un jefe de interven-ción (j.I) y dos bomberos (B1-B2).

El equipamiento básico de rescate es:

• Casco, guantes de trabajo y calzado dieléctrico.

• Equipo de protección contra caídas.• Llave para desenclavamiento de puerta del

ascensor.• Linternas.• Comunicaciones claras y fiables.• Escaleras pequeñas dimensiones.• Caja de herramientas varias.

Existen un conjunto de normas básicas a la hora de dar respuesta a un rescate en ascensor (en el que no sea necesario el movimiento de la cabina) que son aplicables a todo el conjunto de éstos y que, ge-neralizando, las podemos resumir en:

B.- RECEPCIÓN DE LA LLAMADA Y DESPLAzAMIENTO AL SINIESTRO

• Si tenemos oportunidad en la recepción de lla-mada además de la dirección del siniestro de-beríamos averiguar: ¿cuántas personas están atrapadas?, ¿alguna tiene problemas de salud?, ¿existen problemas de atrapamiento de algún miembro?...

• Si disponemos de ficha del ascensor, durante el trayecto estudiaremos las características del as-censor, así como la ubicación del cuarto o armario de maniobra y si disponemos de llave para aper-tura de éste.

Rescate en ascensor. Procedimientos. 73

C.- LLEGADA AL SINIESTRO.

Según normativa, en el edificio existe designada una persona responsable del ascensor, por lo tanto, nuestra primera acción es contactar con ésta, que dispone de la llave del cuarto de máquinas (si no disponemos nosotros de ella), además de propor-cionarnos información que nos puede ser necesa-ria, como por ejemplo, si se ha avisado a la empresa mantenedora.

Las acciones siguientes serán:

1º.- B1-B2: localizan el cuarto o armario de manio-bra y su llave de apertura (persona responsable del ascensor, presidente de comunidad, caja roja adosada en la puerta del cuarto...).

{ V.C. 1. Armario de maniobra de ascensor hidráulico

{ V.C. 2. Cofre de llaves apertura de cuarto o armario de maniobra. { V.C. 3. Llave de cuarto o armario + útil desbloqueo de puerta.

î Si no disponemos de llave para la apertura del cuarto de máquinas, existe la posibilidad de localizarla en el interior del hueco de ascensor, sobre la guía su-perior de puerta de planta más cercana al cuarto.

2º.- B1-B2: proceden a la apertura del cuarto de máquinas y a su posterior análisis visual en busca de algo anormal en sus componentes (el inte-rruptor diferencial o magnetotérmico está desco-nectado. Hay luz en escalera y no en el cuarto de máquinas, etc.). Si encuentran algo incorrecto, lo comunican al J.I. para su valoración, su posible so-lución, y si afecta a la maniobra de rescate a elegir. Si todo es correcto, también se le comunica al J.I.

î Entendiendo que es posible continuar con el rescate, el siguiente paso será la desconexión del circuito de fuerza del ascensor. Con este paso evi-taremos movimientos no esperados de la cabina, además de, garantizar la seguridad de las personas atrapadas y la nuestra.

3º.- B1-B2: comunican a J.I. que se disponen a reali-zar la desconexión del circuito de fuerza del ascen-sor, se le confirma una vez realizado éste (debemos ser selectivos al realizar el corte de tensión, para evitar dejar sin alumbrado a la cabina, ya que puede que no disponga de alumbrado de emergencia o esté defectuoso. No les sería de gran ayuda a las personas atrapadas quedarse a oscuras).

{ V.C. 4. Desconexión I. Diferencial cto. fuerza. { V.C. 5. Desconexión I. Magnetotérmico cto. fuerza.


Siempre procederemos al corte del circuito de fuerza aunque el fallo del ascensor sea debido a un corte general del suministro eléctrico, así asegurare-mos que no se produzcan movimien-tos inesperados del ascensor durante el rescate.

Debemos comprobar, mediante un voltímetro, la ausencia de tensión en el cuadro de maniobra.

4º.- J.I.: interviene en el desbloqueo-apertura de puerta en planta baja:

• enciende la luz del hueco mediante el interrup-tor instalado para ello en el foso.

• lleva a cabo un análisis visual de los componen-tes de la instalación del ascensor y localización de la planta donde está la cabina bloqueada.

Una vez realizada esta acción, y si la cabina no se encuentra en esta planta, cierra y bloquea la puerta de planta, ya que incluso una caída al foso puede ser fatal.

î El desbloqueo y apertura de la puerta de planta se realiza mediante la llave destinada a ello, nor-malmente suele ser de triángulo. Se utiliza sobre el sistema de apertura instalado comúnmente en el dintel o marco de la puerta. A la vez que giramos la llave (desbloqueo) ejercemos presión sobre las puertas en el sentido de apertura.

{ V.C. 6. Llave triangular para desbloqueo.

î La iluminación del hueco nos facilitará su inspección y nos dará visibilidad en las posteriores maniobras a realizar durante el rescate.

{ V.C. 7. Interruptor encendido luz de hueco.

MUy IMPORTANTE: La persona que abre la puerta de piso del ascensor, es la responsable de esta acción, y de las posibles consecuencias que puedan derivarse, en referencia a accidentes por caída al hueco, atrapamiento por cabina... (ejemplo: caída al hueco del típico curioso). Por lo tanto no debe-mos permitir que personas ajenas al rescate se acerquen, y por supuesto nunca abandonar la puerta sin antes cerrarla y bloquearla.

INTERRUPTOR ENCENDIDO LUZ

DE HUECO


{ V.C. 8, 9 Y 10..

D.- LOCALIzACIÓN DE LA CABINA

1º.- J.I.: se traslada a la planta próxima a la que se encuentra la cabina bloqueada, y así lo comunica a B1-B2.

2º.- J.I.: una vez localizada la planta en la que se ha detenido la cabina, procederá al desbloqueo-aper-tura de puerta más cercana, para valorar el mé-todo de rescate y comunicarse con las personas que están atrapadas. Además realizará un análisis visual de los componentes de la instalación del ascensor.

î Es muy importante comunicarles que somos los bomberos, que estamos trabajando en su res-cate, averiguar si tienen algún problema fuera de lo común, preguntarles si tienen abierta la puerta de cabina, y si es así ordenarles que vuelvan a cerrarla para minimizar el riesgo de accidente.

E.- ELECCIÓN DE LA MANIOBRA DE RESCATE

1.- NO NECESARIO MOVIMIENTO DE CABINA

Existen diferentes posibilidades:

A.- CABINA A NIVEL DE PISO:

Esta situación podemos detectarla, si el cuadro de maniobra del ascensor dispone de indicativo lumi-noso de cabina a nivel de planta, o abriendo leve-mente la puerta de piso donde está bloqueada la cabina.

{ V.E. 11.

Se considera maniobra “segura”, y procederemos en el siguiente orden:

1º.- B1-B2 se encuentran en cuarto-armario de maniobra.

2º.- J.I. ubicado en planta donde se encuentra blo-queada la cabina.

Es aconsejable que B2 se una a J.I. ya que en principio no es necesario el movimiento de cabina para realizar el rescate.

3º.- J.I. comunicará la maniobra a B1.

4º.- J.I.-B2 procederán al desbloqueo-apertura de


la puerta de piso mediante útil de desbloqueo para, posteriormente abrirlas ejerciendo presión en el sentido de apertura. Seguidamente se realizará el rescate de las personas atrapadas.

Debemos tener especial precaución con el posible desnivel entre la pisa-dera de cabina y la pisadera de planta. Existe el riesgo de caídas de los pasa-jeros durante el rescate.

5º.- J.I.-B2 comunicarán a B1 la finalización del rescate.

6º.- B1 dejará desconectado el circuito de fuerza, con el objetivo de anular la operatividad del ascen-sor hasta revisión de éste por parte de la empresa de mantenimiento, y abandonará el cuarto-arma-rio de maniobra dejando la puerta correctamente cerrada.

{ V.E. 12.

7º.- J.I. dará por finalizada la intervención, una vez tenga la certeza de que las puertas de planta quedan cerradas-bloqueadas, incluso puerta de cuarto-armario de maniobra. Además de trasladar al responsable de la comunidad de propietarios, la obligación de contactar con la empresa de mante-nimiento para la revisión del ascensor, ya que éste quedará fuera de servicio, y tendrán que señalizar en todas las plantas, “ascensor fuera de servicio”.

î Ante la ausencia del responsable del ascensor o presidente de la comunidad de propietarios, es aconsejable ponerse en contacto con el técnico de la empresa mantenedora, para informarle de que hemos terminado el rescate y dejamos el ascensor inoperativo.

î Si encendimos la luz del hueco del ascensor, debemos desconectarla antes de marcharnos. Además de hacerlo en el foso, podemos cortar en el conmutador del cuarto de máquinas o interrup-tor magnetotérmico del circuito de alumbrado del hueco de ascensor, instalado en el cuadro de mando y protección en el cuarto de máquinas.

î Si utilizamos la llave del cuarto de máquinas ubicada en la guía de la puerta próxima al mismo, debemos dejarla en su sitio. La puede necesitar el técnico de la empresa de mantenimiento o los servicios de emergencia en una futura intervención.

B.-CABINA PASADA DE PISO:

Se considerará maniobra “segura” siempre que, entre la parte inferior del faldón y la pisadera de planta no exista una distancia superior a 30 cm. En este supuesto, no es necesario el movimiento de cabina siempre que no estemos condicionados por las limitaciones físicas de la persona atrapada.

{ V.E. 13. 30 cm.


{ V.E. 14. + 30 cm.

î Tendremos muy en cuenta que algunos faldones no tienen, principalmente en la zona más baja, la rigidez suficiente para soportar el peso de una per-sona, rescatada o rescatador.

{ V.E. 15.

î Existe la posibilidad de que nos encontremos un faldón retráctil. Estos se instalan en huecos de foso reducido, o con elementos de construcción que impiden la instalación del ordinario. Antes de comenzar la maniobra de rescate debemos des-plegarlo para minimizar el riesgo de accidente en la evacuación.

La herramienta para desbloquearlo de su aloja-miento, es la misma llave de triángulo que utiliza-mos para el desenclavamiento de la puerta de piso.

{ V.E. 16, 17, 18 y 19.

Se procederá en el siguiente orden:

1º.- El J.I. comunicará que no es necesario mover la cabina a B1-B2.

Sería aconsejable que B2 se uniera al J.I. para que colaborase en el rescate, ya que no va a ser necesario el movimiento de la cabina.

2º.- J.I.-B2 procederán al desbloqueo-apertura de la puerta de piso mediante llave de triángulo (en caso de estar equipado el ascensor con faldón retráctil, desplegarlo), para posteriormente abrir la puerta de cabina, ejerciendo presión en el sentido de apertura, ya que el operador de puertas lo tene-mos por encima del dintel de la puerta de piso. Una vez realizada la apertura, ayudarán a las personas atrapadas a salvar la diferencia de nivel existente entre cabina y nivel de piso.


Nos será de gran ayuda una pequeña escalera para realizar la evacuación de los pasajeros.

3º.- J.I.-B2 comunicarán al B1 la finalización del rescate.

4º.- B1 dejará desconectado el circuito de fuerza con objeto de anular la operatividad del ascensor hasta revisión de éste por parte de la empresa de mantenimiento, y abandonará el cuarto-armario de maniobra dejando la puerta correctamente cerrada.

{ V.E. 20.


î Ante la ausencia del responsable del ascensor o presidente de la comunidad de propietarios, es aconsejable ponerse en contacto con el técnico de la empresa mantenedora, para informarle que hemos terminado el rescate y dejamos el ascensor inoperativo.


{ V.E. 21. Interruptor alumbrado de hueco en lateral

{ V.E. 22. Interruptor magnetotérmico alumbrado hueco y conmu-tador de encendido


C.- CABINA BAJO NIVEL DE PISO:

Se considera maniobra segura, aquella en la que entre el dintel de la puerta de cabina, y la pisadera de planta, exista una distancia superior a 80 cm, y por tanto, no es necesario el movimiento de cabina siempre que no estemos condicionados por las limi-taciones físicas de la persona atrapada.

Se procederá en el siguiente orden:

1º.- J.I. comunicará la maniobra a B1-B2.

î Sería aconsejable que B2 se uniera a J.I. para la colaboración en el rescate, ya que en principio no va a ser necesario el movimiento de la cabina.


{ V.E. 23.

2º.- j.I.-B2 procederán al desbloqueo-apertura puerta de piso, mediante llave de triángulo, para posteriormente abrir la puerta de cabina ejerciendo presión en el sentido de apertura (si nos presenta dificultad esta maniobra podemos manipular en el operador de puerta, ya que lo tenemos por debajo del dintel de puerta de planta). Una vez realizada la apertura, j.I-B2 ayudarán a las personas atrapadas a salvar la diferencia de nivel existente entre cabina y nivel de piso (quizás sea necesario una silla, pe-queña escalera...).

3º.- J.I.-B2 comunicarán a B1 la finalización del rescate.

4º.- B1 dejará desconectado el circuito de fuerza con objeto de anular la operatividad del ascensor hasta revisión de éste por parte de la empresa de mantenimiento, y abandonará el cuarto-armario de maniobra dejando la puerta correctamente cerrada.

{ V.E. 24.


î Ante la ausencia del responsable del ascensor o presidente de la comunidad de propietarios, es aconsejable ponerse en contacto con el técnico de la empresa mantenedora, para informarle que hemos terminado el rescate y dejamos el ascensor inoperativo.



2.- NECESARIO MOVIMIENTO DE CABINA

A.- MANIOBRAS COMUNES

Considerando que mantenemos las pautas ini-ciales hasta llegar a planta donde la cabina está bloqueada, y hemos llegado a la conclusión de que es necesario el movimiento de cabina para reali-zar el rescate, existen dos posibilidades que son extensibles a todos los tipos de ascensores:

a.1.- Reseteo del ascensor.

La primera maniobra de rescate que deberíamos intentar es la reconexión del circuito de fuerza del ascensor. Lo que conseguimos con esta maniobra es el reseteo del sistema, ya que en ocasiones una simple variación de tensión puede ser el mo-tivo del bloqueo; si es así el ascensor volverá a su


funcionamiento normal. La acción que realiza la cabina durante esta maniobra, es un viaje completo para terminar parando en planta baja. Procedere-mos por tanto:

1º.- J.I.: averigua si los pasajeros tienen la puerta de cabina abierta. Si es así les ordena que la cierren, se ubiquen en el fondo de la cabina, y les comunica que van a resetear el ascensor provocando un viaje completo desde planta alta a planta baja.

Si los pasajeros mantienen la puerta de la cabina abierta, no nos funcionará esta solución, ya que permanece abierta la serie de seguridad, además del riesgo de accidente que provocaría un movimiento de la cabina ante el inesperado fallo de la serie.

2º.- J.I.: cierra la puerta de piso y comunica a B1-B2 que procedan a la conexión del circuito de fuerza del ascensor.

3º.- B1-B2: conectan el circuito de fuerza y per-manecen atentos a los movimientos en el cuarto de máquinas. Si en el cuadro de maniobra existe indicativo de cabina en planta, y este así lo detecta, lo comunicarán a J.I.

4º.- J.I.: se desplaza a la planta baja y mediante apertura de la puerta de piso (botonera de planta) comprueba si tenemos éxito en la maniobra. Si es así se abrirán las puertas del ascensor. Si no funciona la apertura automática estamos ante la situación de rescate de cabina a nivel de planta.

a.2.- Interruptor diferencial o magnetotérmico desconectado.

Existe la posibilidad, de que el fallo del ascensor, esté provocado por la desconexión de alguna pro-tección en cuadro eléctrico de cuarto-armario de maniobra, o incluso en el cuadro general de protec-ción de la comunidad de propietarios (normalmente se localiza en la sala de contadores). Puede ser que la anomalía que lo llevó a esta desconexión ya no exista, y es por lo que procederemos a la reconexión. Esperaremos sobre un minuto, para que se resetee el ascensor, y estaremos en la misma situación an-teriormente descrita (reseteo del ascensor).

Si no es posible la reconexión (persiste la avería, el térmico/diferencial salta), el siguiente paso es, elección de maniobra, condicionada ésta por la si-tuación de cabina en hueco y tipo de máquina del ascensor. Pasamos a detallar las citadas maniobras específicas.

{ V.E. 25. Interruptor diferencial desconectado.

{ V.E. 26. Interruptor magnetotérmico desconectado.

B.- MANIOBRAS ESPECÍFICAS.

b.1.- Ascensor hidráulico.

Al igual que en las situaciones anteriormente des-critas, en las que no es necesario el movimiento cabina en principio, la llegada y análisis del siniestro es exactamente igual. Tendremos muy en cuenta:

î En este tipo de ascensores, el cuarto-armario de máquinas se encuentra normalmente a nivel del piso extremo inferior, y además puede estar a una distancia de hasta 15 metros del hueco de ascensor.


{ V.E. 27 y 28. Armario de maniobra ascensor hidráulico.

î El ascensor hidráulico puede estar equipado con un sistema de baterías en el cuadro de maniobras, cuyo objetivo es mover la cabina a planta baja o a la inmediata inferior donde se quedó parada la cabina en caso de corte del suministro eléctrico.

{ V.E. 29. Baterías en cuadro de maniobra.

î El sentido de la maniobra de rescate en este tipo de ascensores es normalmente descendente, por rapidez y comodidad.

Hay que prestar especial atención al ascensor hidráulico, ya que si es de tracción diferencial (2:1) y accionamos la bajada del pistón con el ascensor acuñado, conseguiremos que los ca-bles de tracción se aflojen, provocando un posible enredo con los demás elementos que se encuentran en el hueco, además del peligro que provoca dejar la cabina sustentada solo por la acción del sistema paracaídas.

{ V.E. 30.

Damos ya por hecho que:

1º.- B1-B2 se encuentran en cuarto de máquinas, que no existe ninguna anomalía en los componen-tes de la instalación, que tienen desconectado el circuito de fuerza del ascensor y han comprobado la ausencia de tensión en cuadro de maniobras.

Siempre procederemos al corte del circuito de fuerza aunque el fallo del ascensor sea debido a un corte general del suministro eléctrico. Así aseguraremos que no se produzcan movimientos inesperados del ascen-sor durante el rescate.

{ V.E. 26. Interruptor magnetotérmico desconectado.


2º.- J.I. se encuentra en la planta que se va a reali-zar el rescate de los pasajeros, una vez completada la inspección visual del hueco en busca de posibles anomalías y que se ha “comunicado-tranquilizado” a las personas atrapadas.

î Es conveniente que j.I. al inspeccionar hueco y cabina, averigüe si el operador de puertas dispone de seguridad adicional por enclavamiento mecá-nico, ya que al dejar sin electricidad a éste, el espa-dín se expande con peligro de colisión con las poleas de puerta de planta.

Es importante avisar a los pasajeros de que no abran las puertas de cabina. Si lo han hecho, ordenarles que vuelvan a cerrarlas, además de ubicarse en el fondo de la cabina. Esta maniobra al ser manual permite el desplazamiento de cabina con la serie de seguridad abierta.

Una vez el equipo de rescate tenga conocimiento de la maniobra que hay que realizar, se ha informado a los pasajeros de los movimientos que pueden sentir en la cabina, y el equipo esté preparado, procederán:

3º.- J.I.: comunica a B1-B2 que comiencen con la maniobra de descenso de cabina.

4º.- B1-B2: informan del comienzo de la maniobra de descenso oprimiendo el pulsador rojo del blo-que de válvulas.

{ V.E. 33.

î Debemos tener en cuenta que algunos cuadros de maniobra disponen de indicativo luminoso o acústico de cabina fuera de nivel, si es así, cuando

esto nos indique cabina en planta, dejaremos de ac-tuar sobre el pulsador rojo para detener el descenso y comunicarle a j.I. la situación (cabina en planta).

{ V.E. 34.

Si la maniobra tiene éxito, una vez la cabina esté a nivel de planta, continuamos en el paso 5º del si-guiente supuesto.

Si la maniobra no tiene éxito, porque la cabina no baja al accionar el pulsador rojo del bloque de válvu-las (especial precaución con los ascensores 2:1), j.I. debe prestar atención a estas posibilidades:

• Que la válvula paracaídas haya actuado.• Que el sistema de acuñamiento de la cabina se

haya activado.

En este caso, actuaremos de la siguiente forma:

1º.- J.I. detecta que cabina no desciende y así lo comunica a B1-B2 para que detengan la maniobra de descenso.

2º.- B1-B2 actuarán sobre la bomba manual del grupo de válvulas para iniciar el ascenso de cabina.

{ V.E. 35.


3º.- J.I. detecta que se ha iniciado el ascenso de cabina y se ha completado un trayecto de unos 10 cm (a tener en cuenta que en sistema 2:1 hay que volver a tensar los cables de tracción sin que se enreden con las instalaciones existentes en el hueco). Lo comunicará a B1-B2 para que detengan la maniobra de subida e inicien la maniobra de des-censo (ya se supone desbloqueado el acuñamiento de cabina o el bloqueo de válvula paracaídas).

î Si no funciona el desacuñamiento de la cabina, debemos contactar con el técnico de manteni-miento del ascensor.

4º.- B1-B2 confirman la recepción de la orden y comunican el inicio de la maniobra de bajada, ac-tuando sobre el pulsador rojo del bloque de vál-vulas. Concluirán con la maniobra cuando así lo indique el avisador óptico o acústico de cabina en planta, o así lo comunique J.I.

{ V.E. 36 y 37.

5º.- J.I. desbloquea/abre la puerta de planta y ca-bina para realizar el rescate de los pasajeros, y así lo comunicará a B1-B2 cuando haya concluido.

î Puede que se nos resista la apertura de puer-tas; quizás debamos bajar un poco más la cabina para independizar puerta de planta, del operador de puertas, así podremos abrir puerta de planta

mediante desbloqueo con llave, para posterior-mente abrir la de cabina, bien ejerciendo una leve presión o manipulando en el operador de puertas.

{ V.E. 38 y 39.

Debemos prestar especial atención al posible escalón entre pisadera de ca-bina y de piso, para evitar tropiezos de los pasajeros al salir.

6º.- B1-B2: dejarán desconectado el circuito de fuerza, con el objetivo de anular la operatividad del ascensor hasta revisión de éste por parte de la empresa de mantenimiento, y abandonará el cuarto-armario de maniobra dejando la puerta correctamente cerrada.

7º.- J.I. dará por finalizado el siniestro una vez tenga la certeza de que las puertas de planta que-dan cerradas-bloqueadas, incluso la puerta del cuarto-armario de maniobra. Además de trasladar al responsable de la comunidad de propietarios la obligación de contactar con la empresa de mante-nimiento, para la revisión del ascensor, ya que éste quedará fuera de servicio, y tendrá que indicar en todas las plantas: “ascensor fuera de servicio”.


î Ante la ausencia del responsable del ascensor o presidente de la comunidad de propietarios, es aconsejable ponerse en contacto con el técnico de la empresa mantenedora para informarle que hemos terminado el rescate y dejamos el ascensor inoperativo.

î Si encendimos la luz de hueco debemos desco-nectarla antes de marcharnos. Además de apagarla en el foso podemos hacerlo en el conmutador del cuarto de máquinas o interruptor magnetotérmico del circuito de alumbrado de hueco, instalado en cuadro de mando y protección en cuarto.


{ V.E. 40.

b.2.- Ascensor electromecánico con cuarto de máquinas.

Al igual que en las situaciones anteriormente des-critas, en las cuales no es necesario el movimiento de cabina en un primer momento, la llegada y análi-sis del siniestro es completamente igual.


1º.- B1-B2 se encuentran en cuarto de máqui-nas, que no existe ninguna anomalía en los

componentes de la instalación y que tienen desco-nectado el circuito de fuerza del ascensor, además han comprobado la ausencia de tensión en cuadro de maniobras.

Siempre procederemos al corte del circuito de fuerza, aunque el fallo del ascensor sea debido a un corte general del suministro eléctrico. Así aseguraremos que no se produzcan movimientos inesperados del ascen-sor durante el rescate, además de asegurar nuestra propia seguridad, un movimiento no esperado en la polea mientras manipulamos puede tener consecuencias fatales.

2º.- J.I. se encuentra en la planta donde se va a realizar el rescate de los pasajeros una vez com-pletada la inspección visual del hueco en busca de posibles anomalías, y se ha comunicado/tranquili-zado con/a las personas atrapadas.

Es importante avisar a los pasajeros de que no abran las puertas de cabina, y si lo han hecho ordenarles que vuelvan a cerrarlas, además de ubicarse en el fondo de la cabina. Esta maniobra al ser manual permite el desplazamiento de cabina con la serie de seguridad abierta.

î En la comunicación con los pasajeros, podemos averiguar la cantidad de personas que están en la cabina y capacidad de esta. Este dato nos puede ayudar a decidir el sentido del desplazamiento (si no existe algún condicionante que nos obligue a un solo sentido).

î Existen diferentes modelos de máquinas de tracción en los ascensores eléctricos, por lo tanto B1-B2 estudiarán las instrucciones de rescate manual que deben estar presentes en el cuarto de máquinas, además de tener localizado el útil para apertura de frenos (puede estar incluido en el conjunto de la máquina o ser de montaje ocasional).


Una vez el equipo de rescate tenga conocimiento de la maniobra que hay que realizar, se haya informado a los pasajeros de los movimientos que pueden sen-tir en la cabina, y el equipo esté preparado, proce-derán en el siguiente orden:

3º.- J.I.: comunica a B1-B2 que se inicie la maniobra manual de rescate.

4º.- B1-B2: informan del comienzo de la maniobra bien sea en subida o en bajada.

A diferencia de los ascensores hidráulicos, en los cuales la maniobra de bajada es la prioritaria por

{ V.E. 41, 42 y 43. Máquinas tractoras con palanca de freno incorporada

{ V.E. 44, 45 y 46. Máquina tractora con palanca de freno para montaje ocasional

sencillez y rapidez, en los eléctricos el equilibrio de pesos entre cabina y contrapeso se produce cuando la cabina contiene la mitad de su carga máxima, por lo tanto un rescate en el que ésta sea de 300 Kg y solo se encuentre una persona de 100 Kg en el interior del ascensor, será más fácil subir que bajar.

5º.- B1-B2: comenzarán con la apertura progresiva del freno mientras se sujeta fuertemente el volante de inercia para evitar movimientos descontrolados por descompensación de cargas. Preferentemente desplazaremos la cabina en el sentido que menos trabajo cueste, si no existe alguna dificultad que nos lo impida (obstáculos en uno u otro sentido).


{ V.E. 47.

î Debemos evitar la aceleración del volante de inercia ya que se nos podría acuñar el ascensor.

Tendremos especial precaución en la apertura del freno, actuaremos pro-gresivamente y si detectamos movi-mientos incontrolados procederemos rápidamente al cierre del mismo.

6º.- B1-B2 estarán atentos a los indicativos de ca-bina en planta (si estos existieran: marcas en los cables de tracción, indicadores ópticos o acústicos en cuadro eléctrico de maniobra...), o a la comuni-cación del J.I. que se encuentra en la planta donde se efectuará el rescate de los pasajeros. Una vez tengan la certeza de que la cabina está en planta, finalizarán con la maniobra de desplazamiento de cabina cerrando por completo el freno de la má-quina tractora y así lo comunicarán a J.I.

{ V.E. 48. Marcas en cables de tracción (cabina en nivel planta)

Si la maniobra no tiene éxito porque la cabina no se desplaza o patinan los cables en la polea tractora, es muy posible que esté activado el sistema de acuña-miento, bien de cabina o bien del contrapeso.

Tendremos especial precaución si al girar el volante no se mueve la polea tractora, existen bastantes indicios de rotura del reductor. Debemos contac-tar con la empresa mantenedora.

î Si tenemos que actuar en el acuñamiento en bajada de cabina, intentaremos hacer subir unos centímetros la cabina hasta escuchar que caen las cuñas en sus cajas o creamos que se ha desblo-queado el sistema, para a continuación seguir con la maniobra de bajada.

î Si el acuñamiento de la cabina es en subida, ten-dremos que intentar hacerla bajar unos centímetros hasta escuchar que caen las cuñas en sus cajas o creamos que se ha desbloqueado el sistema, para a continuación seguir con la maniobra de subida.

î Es posible que el acuñamiento se haya activado en el contrapeso (recordemos que si por debajo de la vertical de éste, existe tránsito de personas, éste debe estar equipado con sistema de acuñamiento) por eso procederemos a bajar la cabina para que suba el contrapeso y así sea posible el desbloqueo del sistema, y continuar con la maniobra de subida de cabina.

Si no funciona el desacuñamiento de la cabina debemos contactar con el técnico de manteni-miento del ascensor.

Una vez solucionado el problema de movimiento de cabina y ésta llegue a nivel de planta, continuare-mos con la maniobra de rescate.

7º.- J.I. comunica al equipo, que la cabina se en-cuentra en la planta, y desbloquea-abre la puerta de planta y la de cabina (mediante llave de trián-gulo), para realizar el rescate de los pasajeros y así lo comunicará a B1-B2 cuando haya concluido.


{ V.E. 49, 50 y 51.

î Puede que se nos resista la apertura de puertas; quizás debamos bajar un poco más la cabina para independizar la puerta de planta, del operador de puertas, así podremos abrir la puerta de planta me-diante desbloqueo con llave, para posteriormente abrir la de cabina, bien ejerciendo una leve presión o manipulando en el operador de puertas.

Deberemos prestar especial atención al posible escalón entre pisadera de cabina y de piso, para evitar posibles tropiezos de los pasajeros al salir.

8º.- J.I. cierra-bloquea puerta de planta.


{ V.E. 52.



î Si encendimos la luz de hueco debemos desco-nectarla antes de marcharnos. Además de apagarla en el foso podemos hacerlo en el conmutador del cuarto de máquinas o interruptor magnetotérmico del circuito de alumbrado de hueco, instalado en cuadro de mando y protección en cuarto.



b.3.- Ascensor electromecánico sin cuarto de máquinas.

Desde hace un tiempo, y por motivos de espacio-di-seño en las construcciones se ha incrementado la instalación de ascensores sin cuarto de máquinas, lo que quizás haga algo más complicado nuestro cometido a la hora de un rescate. Ésta dificultad radica en la cantidad de modelos distintos que exis-ten en el mercado y aunque algunas maniobras son parecidas, lo normal es que difieran en algo, incluso dentro de los mismos fabricantes. Por esto, se hace necesario la formación en ascensores y la obliga-toriedad de equipar al cuadro de maniobra con las instrucciones de rescate manual.

El armario de maniobra normalmente se encuentra adosado a la puerta de piso de la última planta.

{ V.E. 54.

{ V.E. 55.

Como en las situaciones anteriormente descritas, la llegada y análisis del siniestro es completamente igual.


1º.- B1-B2 se encuentran en el armario de maniobra para el rescate, que no existe ninguna anomalía en los componentes de la instalación, que tienen des-conectado el circuito de fuerza del ascensor, han comprobado la ausencia de tensión en el cuadro de maniobras, que han estudiado y comprendido las instrucciones de rescate del ascensor.

Siempre procederemos al corte del circuito de fuerza aunque el fallo del ascensor sea debido a un corte general del suministro eléctrico, así asegurare-mos que no se produzcan movimien-tos inesperados del ascensor durante el rescate. Existe la excepción en al-gunos modelos en los que no hay que desconectar el circuito de fuerza, si es así, nos lo indicarán en las instruccio-nes de rescate.


2º.- j.I. se encuentra en la planta donde en principio se va a realizar el rescate de los pasajeros una vez completada la inspección visual del hueco en busca de posibles anomalías y que se ha comunicado/tranquilizado con/a las personas atrapadas.

î Es importante avisar a los pasajeros que no abran las puertas de cabina, y si lo han hecho ordenarles que vuelvan a cerrarlas, además de aconsejarles que se ubiquen en el fondo de la cabina.

î En la comunicación con los pasajeros podemos averiguar la cantidad de personas que están en ca-bina y capacidad de esta. Con estos datos podremos deducir si será más fácil mover la cabina en subida o en bajada. Recordemos que el equilibrio de cargas cabina-contrapeso lo encontramos cuando la ca-bina tiene la mitad de su carga máxima.

Una vez el equipo de rescate tenga conocimiento de la maniobra a realizar, se haya informado a los pasajeros de los movimientos que van a sentir en cabina, y el equipo esté preparado, se procederá en el siguiente orden:

3º.- J.I. comunica que se inicie la maniobra de rescate.

4º.- B1-B2 informan del comienzo de la maniobra.

î Es posible que dependiendo de la carga en la ca-bina, B1-B2 tengan que decidir sobre la marcha si la maniobra se efectuará en subida o en bajada (si no existe algún condicionante que nos obligue en uno u otro sentido), y comunicarán a j.I. si hay cambio de sentido en la maniobra, para que éste se ubique en la planta que se prevé el rescate.

î Existe la posibilidad de que en algunos modelos la dirección del desplazamiento la decida la carga del ascensor (maniobra por compensación), ya que la maniobra de rescate consiste en abrir el freno me-diante las baterías instaladas para este cometido, y por tanto generándose el movimiento dependiendo de la distribución de cargas –peso ascensor con ocupantes/contrapeso-.

î En ascensores con “maniobra por compensa-ción” la apertura de freno debe ser a intervalos, con el objetivo de no provocar la aceleración de cabina y el posible acuñamiento.

î Si no se detecta movimiento de cabina:

• En ascensores con “maniobra por compensa-ción” nos podemos encontrar el equilibrio total de cargas entre cabina y contrapeso, por lo que ante la apertura de freno no existirá movimiento de cabina. Este problema podemos solucionarlo aportando peso sobre el techo de cabina.

• Puede ser que las baterías estén descargadas o defectuosas, y en este caso y si no hay otro pro-blema que lo impida podemos intentar mover la cabina con la botonera de mantenimiento, que se encuentra en el techo de ésta teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

.- Dependiendo de la altura de cabina tendre-mos que descender hasta el techo de ésta con más o menos dificultad, quizás necesitemos una pequeña escalera.

.- Actuaremos con delicadeza ya que los ruidos que producimos al saltar o movernos sobre el techo, se amplifican en el interior de la cabina. Recordemos que las personas que están atra-padas pueden estar padeciendo un estado de ansiedad.

.- Giramos el conmutador de la botonera y pa-samos de normal a inspección. Tendremos en cuenta que todas las puertas deben de estar bien cerradas (incluso la de cabina), de lo con-trario estará abierta la serie de seguridad y ésta maniobra no funcionará, tras esto, decidiremos el sentido de desplazamiento de la cabina.

{ V.E. 55. Botonera de inspección en techo de cabina


î Si no conseguimos el desplazamiento de la ca-bina debemos ponernos en contacto con el técnico de la empresa de mantenimiento del ascensor.

î Debemos tener en cuenta que algunos cuadros de maniobra disponen de indicativo luminoso o acústico de cabina fuera de nivel. Si es así, cuando esto nos indique que la cabina está en planta, deja-remos de actuar sobre la maniobra para detener el desplazamiento de la cabina y comunicarle a J.I. la situación de ésta en la planta (existen modelos que detienen la maniobra una vez la cabina se encuen-tre a nivel de planta).

{ V.E. 56.

5º.- Una vez detectada la cabina en la planta (indi-cativo en cuadro de “rescate de manual de emer-gencia sin tensión”), B1-B2 detendrán la maniobra y así lo comunican a j.I. que se encuentra en la planta donde se efectuará el rescate.

6º.- j.I. desbloquea-abre la puerta de piso y cabina, procediendo al rescate de los pasajeros y comuni-cándolo a B1-B2 cuando haya concluido.

Prestaremos especial atención al posi-ble escalón entre pisadera de cabina y de piso, para evitar posibles tropiezos de los pasajeros al salir.

7º.- J.I. cierra-bloquea puerta de planta.




î Si encendimos la luz del hueco debemos desco-nectarla antes de marcharnos. Además de apagarla en el foso podemos hacerlo en el interruptor mag-netotérmico del circuito de alumbrado del hueco, instalado en el cuadro de mando y protección en el armario.

3.- RESCATE EN ASCENSOR CON ATRAPAMIENTO

Aunque hoy día es poco probable, debido a que la mayoría de los ascensores poseen puertas de cabina (y los que no, es cuestión de tiempo que las tengan, como consecuencia de las distintas inspecciones a las que se tiene que someter), haremos referencia a la maniobra de liberación del miembro atrapado.

Algunas de las herramientas imprescindibles serán los cojines de media con su correspondiente equipo de aire a presión. Los colocaremos entre el faldón de la cabina y la pared del hueco o pisadera de planta y tendremos en cuenta:

• Instalaremos el cojín en la zona del faldón que esté apoyado sobre el chasis de la cabina, gran parte del mismo no tiene la suficiente rigidez para soportar la presión que necesitamos para su desplazamiento.

• Dependiendo del tipo de chasis así colocaremos el cojín para obtener mejores resultados. Recor-damos que existen dos tipos: pórtico y de mochila.


Cuando la instalación del cojín sea necesaria desde la parte baja de la cabina, tendremos muy en cuenta que estamos trabajando en un hueco en el cual un accidente por caída puede traernos consecuencias fatales, así que utilizaremos los sistemas de seguri-dad que sean necesarios para garantizarla.

{ V.E. 57. Chasis pórtico.

{ V.E. 58. Chasis de mochila.


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IMPORTANTE:La persona que abre la puerta de planta es el responsable del posible accidente que pueda ocurrir como consecuencia de ello.

Siempre desconectamos el circuito de fuerza, aunque el fallo sea por falta de suministro eléctrico.

Siempre que abandonemos una puerta de planta debemos dejarla cerrada y enclavada.

La comunicación del equipo de rescate en cada movimiento es imprescindible, así como esta entre el equipo de planta y los pasajeros atrapados.

Al terminar el rescate:

• Todas las puertas de planta deben quedar cerradas y enclavadas.

• el circuito de fuerza se deja desconectado, y por lo tanto el ascensor no operativo hasta inspección de empresa de mantenimiento y así se le comunicará al responsable del edificio.

• La puerta del cuarto o armario de maniobra deben quedar cerradas.


VI. MODELO FICHA ASCENSOR

99Modelo ficha ascensor.


VI. BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

BIBLIOGRAFÍA BLOQUES II, III Y V:

Mp. ASCENSORES. Curso de formación de ascensores, v1.00, Mayo 06. Disponible en: http://es.scribd.com/doc/138281658/Curso-Formación-Ascensores-MACPUARSA-pdf. [Consulta: 7-11-2015].

ORONA. Actuación en caso de rescate .Cursillo a los bomberos (sin anexos 2-3-4-5), Revisión Nº6 (resumido), 17-01-2010. Disponible en: https://es.scribd.com/document/128432454/Ascensores-PECRES. [Consulta: 17-11-2015].

Juan Luis Santana Montesdeoca. Manual de rescate en ascensores (Nivel Avanzado).Gran Canaria: 2005.

Otis. “Otis en el mundo”. www.otis.com/site/ar/pages/OtisHistory.aspx?menuID=6[Consulta: 27-10-2015].

Early Office Museum. “Los primeros edificios de oficinas”. www.officemuseum.com/office_buildings.htm. [Consulta: 27-10-2015].

GMV Eurolift. S.A. “Funcionamiento de un ascensor hidráulico”.http://blog.gmveurolift.es/funcionamiento-de-un-ascensor-hidraulico/.[Consulta: 5-11-2015].

GMV Eurolift. S.A. “Elementos básicos de un ascensor hidráulico I y II”. http://blog.gmveurolift.es/elementos-basicos-de-un-ascensor-hidraulico-I/[Consulta: 5-11-2015].

GMV Eurolift. S.A. “Medidas de seguridad de un ascensor hidráulico”. http://blog.gmveurolift.es/medidas-de-seguridad-de-un-ascensor-hidraulico[Consulta: 5-11-2015].

Revista del Ascensor. “Partes del ascensor”. www.revdelascensor.com/partes-del-ascensor/ [Consulta:24-06-2015].

Bibliografía y fuentes. 101

Universidad de Córdoba. “Procedimiento general de mantenimiento, Inspecciones oficiales y Métodos de rescate en aparatos elevadores”(Borrador). Córdoba: 9-2-2007. Disponible en: https://www.uco.es/servicios/dgppa/images/prevencion/Documentacion/Proce-dimientos/Procedimiento%20ascensores.pdf

Ascensores Grinovero. “Ascensores hidráulicos”. http://www.ascensoresgrinovero.com.ar/ascensores_hidraulicos.htm [Consulta: 29-9-2015].

BIBLIOGRAFÍA BLOQUE IV:

Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales de 8 de noviembre de 1995.

Real Decreto 39/1997 que regula el Reglamento de los Servicios de Prevención.

LEY 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales.

RD. 1407/1992, de 20 de noviembre, por el que se regula las condiciones para la comercialización y libre circulación intracomunitaria de los equipos de protección individual.

RD. 773/1997, 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabaja-dores de equipos de protección individual.

Guía Técnica para la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.

RD. 1644/2008, de 10 de octubre, por el que se establecen las normas para la comercialización y puesta en servicio de las máquinas.

RD. 1215/1997, de 18 de julio por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.

Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a la utilización de equipos de trabajo.

Criterio Técnico Nº 83/2010 Sobre la presencia de Recursos Preventivos en las empresas, centros y lugares de trabajo.

NTP 994 El Recurso Preventivo.

FUENTES

HISTORIA DEL ASCENSOR: • www.otis.com• www.officemuseum.com• https://www.flickr.com/photos/stevensnodgrass/4017403148 (Imagen de portada)

ASCENSOR HIDRÁULICO:• www.ascensoresgrinovero.com.ar• www.macpuarsa.es• www.Mi-laburo-Ascensores.html• www.mpascensores.com• Catálogo Macla• Howstuffworks.com


VII. AGRADECIMIENTOS

ASCENSOR ELECTROMECÁNICO: • www.tecvalift.es (Imagen III.B.1)• Catálogo Motor Maq SRL (Imagen III.B.5)• Catálogo Inauxa Comercial (Imagen III.B.16)• www.Mi-laburo-Ascensores.html (Imagen III.B.19)• Catálogo Morispain (Imagen III.B.31)• Catálogo Weforma (Imagen III.B.32)• Catálogo Dinacell (Imagen III.B.42, 43, 44, 45, 46, 47, 48 y 49)

FUNCIONAMIENTO DE PUERTAS: • www.revdelascensor.com (Imagen III.C.1 y 2)

Desde estas líneas queremos hacer mención especial a las empresas que han colaborado desinteresa-damente con nosotros, para que sea posible la elaboración del presente manual.

Vaya por delante nuestro más sincero agradecimiento.

î MACPUAR ASCENSORES (Delegación Sevilla)

î ZARDOyA OTIS (Delegación Sevilla)

î DUPLEX ASCENSORES

î INTEGRAL DEL ASCENSOR (Delegación Jerez de la Frontera)

î R&M ASCENSORES

î ASCENSORES A. EMbARbA S.A (Delegación de Cádiz)

î DESGÜACE DE ASCENSORES “ANTONIO RODRIGUEZ” (Chipiona)

î ENGLObA PREVENCIóN

104

2016

Colabora:

RESCATE EN ASCENSORESManual para bomberosNivel básico

AREA DE SERVICIOS PUBLICOS SUPRAMUNICIPALES

RESCATE EN ASCENSORES Manual para bomberos 2016 · H ensor. 9 A la hora de escribir esta breve...

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