Respuesta a Michael Apple Basil Bernstein

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  • ItESI'll)3 STA A MIC:IiAEL AYYLF.

    BASIL BERNSTEIN ()

    Michael Apple est evidentemente preocupado por lo que considera la eliminacin de los anlisis de clase en las investigaciones actuales; de ah que en sutexto reivindique el papel fundamental de dichos anlisis. Es, por tanto, com-prensible que su obra se centre en la formacin y la teora de las clases, la teo-ra del Estado, los movimientos sociales, con sus complejas interacciones, ascomo en las trayectorias y posibilidades de cambio. Afirmar, sin embargo, queslo se puede investigar partiendo de una teora coherente de las relaciones de clase,cmo surgen y cambian dichas relaciones, cules son las lneas divisorias de clase, y cmo sed:ferencian de los gru^ios ocupacionales y de status, afirmar esto, insisto, conducirarpidamente a una especie de paralizacin de cualquier investigacin de carc-ter emprico. La investigacin emprica se vera sustituida por una bsqueda aca-dmica de coherencia y correccin ideolgica, criterios que dihcilmente se alcar -zan. Uno de los problemas del anlisis de clase ha sido, por supuesto, la rupturaexistente entre las teoras y una comprensin amplia y profunda de los aspectosfundamentales de la complejidad del contexto actuaL La raza, la clase, el gnero, la edad y la pertenencia geogrfca son algo simfilemenle aprendido; son algo que sevive y se siente aunque slo sea oponindose a los lmites opresivos del orden y del poder es-tab[ecidos. Esta fraces, que Appel toma de Willis, es, ms que una conclusin,una incitacin a un tipo de investigacin cuyas bases empricas deberan estarms detalladas y ser menos homogneas que la presentadas en Learning to La-bour Estara de acuerdo con Apple en la capital importancia de los anlisis declase, pero sera quiz un poco ms cauto en lo que se refiere a las representa-ciones que de dicho anlisis ofrecen las investigaciones empricas. No estoy segu-ro, sin embargo, si estoy totalmente de acuerdo con su juicio sobre mi propiotrabajo cuando escribe que slo proporciona opcas localizaciones de clae o yue las

    fraccianes de clase se hallan sorprendemente desmaterializadas; son sombras jantasmas, a losque nunca se ve en accin.

    (') Universidad de Londres.

    R^mrta di Edu^onn, nm. Y05 (1991L F^g^. 179 I89 1/ 7

  • Estos comentarios plantean dos cuestiones relacionadas entre s. Una serefiere a la forma en la que se presenta la teora en mis rabajos y, la otra, ala investigacin emprica. En general la teora se ha presentado a travs desucesivos textos (series oj papers) -no en forma de ampli narrativa- en los^que los modelos han sido construidos formalmente mediante un lenguaje endesarrollo. La conceptualizacin se ha llevado a cabo poniendo especial cui-dado en su capacidad para producir descripciones empricas, de ah que enmis escritos tericos se encuentren pocos ejemplos o ilustraciones. Las referencias a la investigacin emprica aparecen normalmente en notas, apndices y citas bibliogrficas. Esta separacin entre los modelos tericos y la in-vestigacin emprica a la que pertenecen puede dar> y de hecho da pie; a quesurjan comentarios como los de Appel. Sin embargo, el volumen IV de TheStructuring of Pedagogic Discourse se refiere explcitamente a la investigacinemprica que,versa sobre la opacidad y la desmaterializacin. Y el prximo vnlumen V, que est a punto de publicarse, pone explcitamente en relacin lateora y la investigacin emprica.

    Podra resultar til citar aqu algunas investigaciones que hemos realizadopara evitar que los lectores tengan que revisar toda la literatura existente sobrelas clases sociales antes de pasar a valorar mi trabajo. La Unidad de Investigacin Sociolgica (SRU) ha proyectado, bajo mi direccin, un estudio destinado aconocer cmo nios y nias de siete aos de edad, pertenecientes a las clases me-dias y a las clases trabajadoras, interpretan la divisin industrial del trabajo, sus jerarquas, las relaciones de poder, las formas de control, las recompensas eco-nmicas, y sus fundamentos. Esta investigacin se ampli con la realizacin de unestudi comparativo sobre nios de Suecia, Grecia e Inglaterra, estudio que fuepublicado con el ttulo de Children, Work and Ideology (1987). A su vez, este trabajosirvi para plantear una nueva investigacin sobre cmo perciban los adolescentes, cuyos padres pertenecan a distintas clases sociales, la divisin domstica eindustrial del trabajo. Esta investigacin fue realizada por Janet Holland (1986).La muestra utilizada fue muy amplia y escaba construida internamente para facilitar un modelo ^de anlisis del campo econmico y del campo del control simb-lico y de sus agentes, para proporcionar bases de adscripcin de clase muy matizadas. I-olland encontr que las clasificaciones mantenidas por los nios de lasclases medias, cuyos padres pertenecan al campo econmico, eran mucho msntidas y fuertes que las clasificaciones mantenidas por las nias de clases medias, cuyos padres pertenecan al mismo campo. Es decir, las nias, comparadascon los nios, presentaban clasificaciones de las relaciones de gnero muchoms dbiles. Si este resultado se viese confirmado por otros trabajos se podranderivar toda una serie de consecuencias para el futuro desarrollo de las relaciones existentes entre clases, gnero y reproduccin cultural. Merecera la pena hacer referencia ahora al apartado en el que Apple se refiere al apoyo que las fracciones de la clase media prestan a las pedagogas invisibles, en el que dice queno existe una estabilidad en este tipo de relacin, ya que puede depender deuna serie de factores contingentes proveniences del contexto econmico de dichas clases. De hecho, yo mismo afirm explcitamente que este apoyo es probable que se manifieste en la etapa de preescolar y en ios primeros ciclos de la

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  • enseanza primaria, pero que se producira un cambio hacia las pedagogas visi-bles en la enseanza secundaria por ser stas las prcticas que poseen valor decambio en el mercado.

    Jenkins (1990) llev a cabo, bajo mi supervisin, una investigaein sobre elorigen social de clas^ de la educacin renovadora (progressive education) en Ingla-terra, utilizando el modelo de fracciones de clase, funciones discursivas e ideologa, puesto a punto por m mismo (Bernstein, 1977). Como parte de esta investi-gacin Jenkins realiz un detallado anlisis textual de la revista New Fellowship(una importante publicacin del movimiento pedaggico renovador), desde 1920a 1950. Comprob que los fundadores, promotores y propagadores de la educa-cin renovadora pertenecan al campo del control simblico. Moscr asimismoque las redes sociales de este movimiento incluan importantes instituciones p-blicas de orientacin, bienestar y educacin, y que tenan fuertes lazos de unincon el Estado.

    Me gustara, por ltimo, hacer una referencia a la investigacin de Cox (publicada como Cox Dorosa) que fue realizada tambin bajo mi supervisin. La in-vestigacin de Cox muestra claramente la funcin que juegan las fracciones declase en tanto que actores cruciales en el terreno de la poltica educativa del Estado durante la poca de la Unidad Popular del Gobierno Allende en Chile. Sutrabajo, realizado a partir de la teora, muestra la base de clase y la base ideol-gica, los enclaves polticos y las oposiciones existentes entre los principales partidos polticos chilenos (Democracia Gristiana, Partido Comunista y Partido Socia-lista). Los fantasmas no se ven aqu por ningn lado. Es muy probable, pues, quecuando se examinen las investigaciones empricas realizadas, existan menos fan-tasmas y menor opacidad de lo que sugiere Apple.

    EI desarrollo del anlisis de las fracciones de clase, que comenz en 1978, yalcanz su forma ms articulada en mi texto On Pedagogic Discourse (1986), ibams all de un conflicto sobre el currculum: estaba destinado a mostrar queexista un conflicto fundamental entre las fracciones de clase acerca de cul debade ser el papel del Estado (el conflicto era definido a travs del tipo de discursopropio de cada fraccin, del campo en el que se situaban las distintas fraccionesy dc su posicin jerrquica). Suger entonces que los agentes del control simbli-co que operaban como agencias en el interior del campo del control simblicotenan intereses creados en la expansin del gasto pblico por parte del Estado,mientras que aquellos que detentaban los discursos directamente relacionadoscon el campo econmico, y que pertenecan a este campo, tenan intereses crea-dos en la restriccin del gasto pblico por parte del Estado. Se pone as de relie-ve que aunque ambas fracciones deben su poder discursivo a la educacin, eldiscurso y la posicin que ocupan dan lugar a intereses econmicos diametral-mente opuestos.

    EI campo del control simblico, especialmente el de las agencias reguladaspor el Estado, ha sufrido ltimamente un cambio cultural radical. EI Estado,con el ascenso y dominio de la nueva derecha (por ejemplo, en el Reino Unidoy en otros pases) se ha dedicado a descolectivizar la cultura de las agencias es-

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  • tatales de control simblico (Salud, Educacin y Servicios Sociales). Este procesose realiz cambiando a los agentes dominantes y sustituyndolos por agentesdominantes del campo econmico, con el fin de que dirigiesen las nuevas estructuras de gestin e iniciasen su orientacin hacia el mercado. De esta formala cultura organizativa de las agencias estatales de control simblico sufri uncambio radical que afect a las pautas de reclutamiento, y a los requisitos y formas de promocin destinados a garantizar la reproduccin. Y as, lo que se de-riva y destaca de todo este proceso es el incremento del poder del Estado sobre sus agencias de control simblico y sobre la forma que este poder adopta:la introduccin y exaltacin del mercado en tanto que crucial transmisor des-centralizado del control estatal. No obstante, est todava por ver si el Estadoes necesaramente siempre un transmisor de la ideologa de clase. En la actualidad la izqierda parece ms sensible a los movimientos sociales, al feininis-mo, las orientaciones sexuales y el regionalismo, como si tratase de crear unlenguaje liberado tanto de la contaminacin del colectivismo como del indivi-dualismo redentor. Sigue siendo difcil, sin embargo, hablar de clase y de cultura y, an ms, de cultura de clase. Necesitamos un lenguaje conceptual muchoms sutil y por supuesto estudios empricos ms especficos y detallados. No estoy seguro de que las distinciones conceptuales entre posicin de clase y formacin de clase sirvan de ayuda realmente. Me parece que Apple desea man-tener el papel central de los anlisis de clase, pero al mismo tiempo se dacuenta de que este fin de siglo est creando en Occidente una base social queexige una revisin de dichos anlisis. No alcanzo a comprender cmo Applepuede afirmar que se necesita una teora coherente de las relaciones de clase (...) para sa-er si se est halando de las relaciones de clase con precisin, siendo as que una teo-ra de este tipo est manifiestamente ausente de lo que modestamente considera su quadrivium (1998). El hecho de plantear cuestiones a las que una teoratiene que responder no debe confundirse con la teora. Sin embargo, la ,ausencia de una teora articulada no significa que los estudios de Apple carezcan deimportancia, de oportuna actualidad y de estmulo intelectual.

    Mi inters se ha centrado en las consecuencias distributivas de las relacionesde clase y, por opacas que puedan ser las teoras actuales de la historia y delcambio de estas relaciones, las consecuencias son difanas. Existe una tensin enmis anlisis entre las formas y los cambios en las formas de regulacin que ori-ginaron estas consecuencias y las formas de regulacin en s mismas, concreta-mente la regulacin pedaggica. Y podra aadir que, a mi parecer, el anlisisneomarxista es particularmente dbil a la hora de contribuir a nuestra comprensin de la gramtica social de esta regulacin.

    Me parece adems que la afirmacin de Apple, segn la cual mi enjoquerelativamente taxonmico no sirve para enfrentarse a los conflicto y necesidadesinternas, relativas a la legitimidad del Estado, resulta difcil de rebatir, ya queApple olvida las investiagaciones ernpricas que he mencionado aqu y enotros lugares; investigaciones en las que podr comprobar que el Estado noes una caja negra.

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  • En este sentido nos encontramos con que existe en la actualidad una intere-sante tensin en las escuelas de Inglaterra y Gales, tensin que se ha puesto demanifiesto con las recientes reformas educativas, y que es consecuencia del con-flicto de intereses existente en el interior del Estado. Por una parte, el discurso pedaggico relativo a las escuelas responde en la actualidad a formas de clasifica-cin ms marcadas, ms ntidas, y lo mismo sucede con los lmites entre lasmaterias, las competencias especializadas y las destrezas bsicas. Las relacionespedaggicas de los profesores han sido tambin ms enfantizadas que las de losalumnos, y la educacin profesional especfica ocupa un mbito muy restringidoo prcticamente inexistente en el curr^ulum ncional. Lo que -tenemos ahora se,parece al modelo tradicional de las grammar schools Por otra parte, las escuelas sehan visto sometidas a una situacin de mercado competitivo; el xito acadmicose hace pblico a travs de la publicacin de las preguntas y los resultados de losexmenes; la descentralizacin administrativa y la orientacin al mercado estncambiando la cultura de gestin empresarial (managerial culture). Las nuevas es-cuelas descentralizadas, junto con la cultura de gestin empresarial, provienen delala neoliberal de la nueva derecha, pero el discurso pedaggico y la selectividadson producto del conservdurismo ms tradicional. De este modo, las tensionesexistentes en el interior del conservadurismo actual a nivel del Estado se reproducen en las tensiones existentes en la cultura escolar. El programa estatal de laspruebas de exmenes refleja las tensiones que existen en el seno del conservadurismo actual, as como las que existen entre ste y el sistema educativo. Estastensiones se vieron coronadas por el rechazo de los profesores a aplicar dichaspruebas a los estudiantes de catorce aos y finalmente, por una revisin ael con-junto del programa de exmenes (1).

    Puede ser oportuno, para terminar, plantear la cuestin general del anlisisde clase tal y como aconseja Apple. Parece existir algo as como una rupturaentre las recomendaciones formales necesarias para realizar un anli is de estetipo y la realidad emprica. Esta ltima puede servir de va de escape frente alrigor y a las condiciones necesarias para el anlisis formal. Y ocurre as quepara determinadas formaciones acadmicas actuales (europeas) el anlisis formal y la realidad emprica se mueven, en ocasiones, en direcciones prctica-mente opuestas. La estratificacin regulada de clase crea espacios ms dbilespara el compromiso, para las lealtades y oposiciones, y debilita el poder poten-cial de esos espxcios para estabilizar identidades y conferirles s^ns propias

    (1) El autor se refiere al boicot de los exmenes finales yue tuvo lugar los das 7 y 8de junio de 1998, por parte de la gran mayora de los profesores de Inglatcrra y Gales.Los sindicatos de enseanza los calificaron de pruebas sin sentido, disrdadns por burcratas yllenas de papelco engorroso c intil (Diario Et Pa, 9-VI-1998). Con anterioridad a la Reforma, ca.da centro pblico poda decidir el contenido y las pruebas de los exmenes destinados a los alumnos de 14 acios, pero el Gobierno britnico decidi implantar un exa-men uniforme para todos, diserlado por el Ministerio de Educacin. Se pensaba que lapublicacin de las calificaciones permitira a los usuarios elegir los centros, jerarquizadosahora en funcin de los resultados, con lo que se esperaba incrementar la competitividad entre ellos (N. del T.).

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  • trayectorias. A1 mismo tiempo el creciente retraso existente, por un lado, paraentrar en el mercado de trabajo y, por otro, el desempleo forzoso, y los nuevossignificados conferidos a los atributos ligados a la edad, se han combinadopara producir una condensacin del perodo de vida que es socialmente signifi-cativo. El trabajo no solamente se ha convertido en s mismo en una base fluctuante para. las solidaridades, sino que adems ya no proporciona una carreralaboral estable. Las trayectorias labrales han sido desplazadas por la disloca-cin producida por una carrera diferente: el reciclaje. Todos estos procesos implican importantes consecuencias para las relaciones de gnero y para las deidentidad y, por tanto, tambin para la familia. Me parece que hay que plantear estas cuestiones, aunque no se puede negar que las distribuciones de poder estn ligadas a las clases sociales y, a travs de este tipo de dominacin, amuchas otras cosas. Pero lo que todava contina estando en gran medida sinanalizar son las especificaciones empricas de esas relaciones, su papel regula-dor en la produccin de identidades, compromisos, lealtades y resistencias. Hu-biera sido de ms ayuda si t^pple hubiese planteado estas cuestiones desde unaperspectiva de sociologa de la educacin neomarxista.

    A mi parecer, Apple est luchando con una ambivalencia. Por una parte, afir-ma el papel de la cultura, el debilitamiento de los determinantes de clase en arasde los de gnero y raza, lo que hace que las acciones del Estado sean cada vezmepos el resultado de las influencias de las fiiuras relaciones de clase, pero, al mismotiempo, sostiene que no se pueden olvidar las cuestiones de clase y sus relaciones de ex-plotacin y dominacidn. Pero, rdnde est esa teora, esa teora coherente, que nospermita hablar con precisin ante todo de las clnsesl Respeto la ambivalencia deApple, pero dicha ambivalencia le confiere quiz una posicin demasiado cmo-da para criticar a los dems, ya que le basta con sealar: existe una escasa arti-culacin de clase aqu, demasiada all.

    Apple plantta en la conclusin de su texto una advertencia dirigida a losanlisis que se refieren explcitamente a las similitudes de estructurq que l llamael estudio de lo mmo, porque teme que puedan desviar la atencin del anlisisde clase. Yo encuentro esta advertencia un tanto inquietante, como si en estecaso, ms que de un consejo se tratase de una norma moral. Seguramente lacuestin a plantear -en el caso de que hubiese una cuestin a plantear- sera lasiguiente: lcmo pueden mecan mos que no st han ,generado a partir de las clases conver-tirse en mecanismos transrnisores de clasef Dicho de tro modo: texisten en determinadosmecanismos rasgos espec:f:cos que n se han generado a partir de las clases ^ mtcan mosign^ca aqu un procedimitnto finra ser instrumentalizado- que facilitan las apropiacionesde claset Y de aer as ibajo qu condiciones h tricas y culturales^

    Paradjic,amente podra muy bien ocurrir que para entender el mecanismoque hace posible la pedagogizacin del conocimiento, as como las construccio-nes, regulaciones y cambios del campo del control simblico necesitemos distan-ciarnos de las particularidades histricas de las relaciones de clase para entendercmo estas relaciones se manifiestan a travs de ese mecanismo. Y estoy segurode que Apple estara de acuerdo con una aproximacin de este tipo.

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  • Apple seguramente tiene razn al sealar la necesidad de hacer ms explci-ta la elaboracin de las estructuras de poder, su interaccin con institucionesfundamentales en las que el fundamento terico dei trabajo se pone a prueba.Se da l caso de que yo mismo he trabajado sobre estas estructuras a las quehe llegado empujado por las exigencias inscritas en el ncleo fundamental delanlisis. De ah que las artictxlaciones de este tipo sean un fruto tardio y que, aveces, estn ms bien esbozadas que analizadas en profundidad. Apple ha mos-trado perspicaz y ampliamente, desde una perspectiva neomarxista, sus limita-ciones y posibilidades.

    Toda teora implic elementos heredados e innovaciones. Lo que supone unainnovacin en mi trabajo son los mecanismos de comunicacin que regulan ,lasformas de control simblico, concretamente el pedaggico, sus realizaciones yapropiaciones de clase, as como sus consecuencias. Me parece que las conse-cuencias estn relativamente daras pero la naturaleza de los mecanismos lo estmucho menos.

    Traduccin del ingls: Julia Varela.

    BIBLIOGRAFA

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    ^ENKINS, C. (1990): Tht ProJessiona[ Middle-Class nnd lhe Origins of Progressivism. CORE, 14, 1.

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  • APNDICE

    CLASIFICACIN DE LAS CLASES SOCIALES (")

    I. Escalas basadas en Censos

    t

    C/as^acn de las clases sociales se-grn el C^nso de Poblacin (Ofiiee ofPopulation Censuxs and Surveys,1970)

    Clase socia! !Profesionales de ms alto(empleadores, empleadoscuenta propia, empleados).

    nivrlpc^r

    Clase socia/ IIProfsionales de nivel intermedio.Profesionales de nivel ms bajoque los de la clasificacin ante-rior. tcnicos administradores, directivos, propietarios (p.e, de co-mercios) agricultores y administradores de granjas agrcolas.

    Clase social /ll NTrabajadores cualificados no manuales: oficinistas y vendedores,determinados tral,ajadores delsector xrvicios (p.e. policfa, propietarios y directivos no emplea-dores).

    II

    Clas ficacin segn losCtnsos (Bain, 1970;Bain, Bacon and Pil-mott, 1972)

    I. Empleadores y pro-pietarios

    2. Directivos y admi-nistradores.

    8. Profesionales dealto niuvel. Empleadospor cuenta propia oasalariados.

    4. Profesionales y tcnicos de ms bajo nivel que los anteriores.

    5. Capataces e inspeatores.

    6. Oficinistas.

    7. Vendedores y dependientes.

    III

    Clasificacin ds ocupactones ugtin el Ser-tricio Central de Estadttca (Clasificande fas claxs sociales para la Repblica de Irlanda (CSO, 1988)L

    Clase social /Profesionales, directivos y propieta-rios al ms alto nivel (p.e., administra-dores, jueces, cientficos propietariosque emplean a otros, algunos directi-vos, y agricultores que poseen msdc 200 acres de tierra).

    Clase social 2Profesionales y directivos dc nivelms bajo que los anteriores (p.e. pro-fesores, enfermeras, periodistas, pro-pietarios que carecen de empleados yagricultores que poseen de 100 a 200acres de tierra),

    Clase social 3Trabajadores nq manuales de nivelmedio (p.e. supervisorea de trabajado-res manuales, mccangrafos, ocinis-tas, peluqueros, y agricvltores que poxen de 50 a 100 acres de tierra).

    () Vase Shedug Dttunv: aThe Classifiction of Social Class in Sociofogical Researchn, Brithfournnl oJSociology, 42, 1, 1991, pp. 21 42.

    Vase tambin E. O. W RtGHT: Class and Occupationn, Theory and Society, 9 2, f 980.

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  • Clast social /I/ MTrabajadores manuales asalifica^dos, empleados por cventa propiao ajena (hombres y mujeres).

    C1ast social IVTrabajadores y empleados semi^cualificados.

    Cla.te social VTrabajadores manuales no cualifi-cados.

    IV

    Gasts sociales srgtn Webrr (Weber, 1968, vol. I).

    l. Clwrs privilegadas a travs de ta proptdad dc larducacin.Rentistas que tienen ingresos provenientes detierras, minas, instalaciones, barcos, crditos y valores burstiles. Empresarios (p.e. empresariosdel comercio, la industria y la agricultura), banqueros y fmancieros y, a veces profesionales qucposeen destrezas muy valoradas o una educacinprivilegiada (p.e., abogados, Rsicos, artistas), o trabajadores que poseen destrezas y cualificacionesmonopolsticas.

    2. Propietarios, intelrctuales y especaltasTecnicos, empleados de cuello blanco y funcionarios del Estado.

    9. Ptquea burguesfaAgricultores y artesanos empleados por cuentapropia.

    8. Trabajadores ma^nuales cualificados.

    9. Trabajadores manuaks semi^cualifi-cados.

    10. Trabajadores manuales no cualificados.

    Clase social 4Tiabajadores cualificados (p.e. mecnicos, carpinteros, pescadores, ajustadores, pintores, agric^sltores yue po-seen de 80 a 50 acres de tierra).Clast social STrabajadores manuales semi-cuaGfi-cualificados (p.e. fabricantes dc teji-dos, conductores de autobs dependirntes, camareros, trabajadores de laalimentacidn y agricultores de menosde 909 acres).Clasr social 6Jornaleros, braceros, porteros,barrenderos y otros trabajadores. '

    2. Escalas de ti,po weberiano

    Esquema de sietr diviones dr elase basado tn la Esca-la Hope-Golthorpe (Golthorpe, 1980).

    Clase !Profesionales de alto nivel empledos por cuentapropia o asalariados. Administradores de alto nivel en el Gobierno central y local, en las emprcsas privadas y pblicas, directivos de importantescomplejos industriales. Crandes propietarios.

    Cla.se 1/Profesionales de nivel menor yur los de la clasi-ficacin anterior, tEcnicos de alto nivel, administradores de un nivtl inferior a los de a clasificacin anterior, directivos de pequeeios negocios financieros, industriales y de servicios; sulxrviso-res de emplcados no manuales.

    Clasr /llTrabajos rutinarios no manuales. Oficinistas engeneral, empleados dr la Administracin o dctcornercio, vrndedorrs, y otros tipos y catrgoriasde rmpleados cn rl sector srrvicios.

    ^%

  • 4. Clasts trabajadoras Clase !VTrabajadores con diversas cuaGficaciones: cualifi- Pequeos propietarios, incluyendo granjeros ycados, semi-cuaGficados y no cualificados. pequeos propietarios, artesanos empleados por

    cuenta propia, as como todos aquellos trabaja-dores por cuenta propia distintos de los profesionales.

    Clau VTErnicos de grado ms bajo que los de la clasifi-cacin antetior cuyo trabajo pertenece, hastacierto ptixtto, a la rategorfa de manual. Supervisores de trabajadores manuales.

    Clau VITrabajadores manuales asalariados y cualificadosde todas las ramas de la industria.

    Clase V!1Trabajadores manuales asalariados en niveles se-mi-cualificados no cualificados de la industria ydel campo.

    v[

    Diuitin dt las clascs segtn Morx(MarxyEngels, 1967).

    BurgutsaPropietarios de los medios deproduccin sociai. Empleadores de trabajadores asalaria-dos.

    Ptqutrla burgutsfaProductores y propietarios apequea escala (p.e., cvandoel propietario es trabajadordirecto). Artesanos indepen-dientes. Comerciantes.

    S. Escalas de tipo marxta

    VII VIII

    Cfa.tts dominanks y c[asts subor- Cakgoras bticas dt Marx rerlaboradas pordinadasstgnBourdeu Poutantzas(Bourdieu, 1975, Bourdieu y (Poulantns, 1978).Passeron, 1977).

    Clases dominantrsCapitanes de la industria ydel comercio. Altos funcionarios de la Administracin ci-vil; ejecutivos, profesionales(profesores de nivelsuperior,ingenieros).

    BurguuaPropietarios y gestores dcl captal. Di-rectivos de los aparatos del Estado. AI-tos funcionarios intelectuales.

    Clases mediasTrabajadores de cuello blan-co, empleados, funcionarios,ejecutivos de la industria ydel comercio de nivel medio.

    Prqurda burgutsaa) aNuevau pequta burguesa: lamayora de los funcionarios y trabajadores del sector servicios (p.a, det de lasalud y otros), oficinistas, profesoresuniversitarios, maestros, trabajadoressociales, periodistas, otros dirigentes degrado medio, inqenieros, tfcnicos, gestores asubalternos, vendedorrs.

    i

  • ProletariadoTrabajadores asalariados dtclase que no poseen sus pro-pios medios de produccin yse ven obligados a vender sufuerza de trabajo para vivir.

    b) Pequea burguesa atradicionab^:propietarios y productores a pequeaescala; artesanos independientes, co-merciantes y negocios famitiares.

    Clases trabajadoras Clases trabajadorasTodos los trabajadores ma- Trabajadores de la produccin que pro-nuales, incluidos los trabaja- ducen plusvala: trabajadores manualesdores del campo. de fbrica, transporte, reparaciones,

    etcEtera. Trabajadores que trabajan enla conduccin, el empaquetamiento yalmacenamiento de mercancas.

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