Resúmenes de las asignaturas que ofrecerá la Escuela de Filosofía el … · 2018-07-06 ·...
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Resúmenes de las asignaturas que ofrecerá la Escuela de Filosofía el
segundo semestre académico de 2018
Seminarios
Se ofrecerán 9 seminarios distribuidos en las tres franjas horarias establecidas por
el Consejo de Escuela. Habrá dos seminarios de Medieval, el de la franja horaria
de la mañana estará dedicado a san Agustín y el de la tarde, a santo Tomás.
Habrá dos seminarios sobre Aristóteles, uno se ofrecerá en la franja horaria de la
mañana y el otro, en la de tarde.
Lunes y miércoles, franja horaria de 7 a 10 de la mañana
1. Seminario de filosofía contemporánea Sartre. Código: 24493
Como filosofía de la acción humana y pensamiento críticodisidente fundado
en la libertad de elección, el existencialismo del filósofo político, novelista y
dramaturgo o prosador-filósofo francés de origen judeosefardí Jean-Paul
Sartre, 1905-1980, puede describirse de manera en apariencia paradójica –
siguiendo en ello a su autor en el ensayo de 1946 El existencialismo es un
humanismo– como un ateísmo no ateo, una filosofía de la subjetividad
aunque no del sujeto y un pensamiento humanista de carácter
antitransformista y contrapuesto por lo tanto a la idea de que pueda existir
una naturaleza humana en el hombre. Como ateísmo no ateo, declara que si
Dios existiera no podría interferir en los asuntos humanos ni librar al hombre
de la responsabilidad de sus propias elecciones, puesto que él es
esencialmente libertad, es decir, que solo puede ser lo que se elige ser, o lo
que hace de sí mismo en su proyecto de ser, lo que lo sustrae de entrada a
toda forma de determinismo; razón por la que no hay naturaleza humana,
puesto que no hay un Dios para concebirla, y que nadie puede decir qué es
el hombre, definirlo, ni menos todavía ponerle fines. “De modo que si Dios no
existe, hay al menos un ser en el que la existencia precede la esencia, un ser
que existe antes de poder ser definido por ningún concepto y que este ser es
el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana”; y que no se
propone, por tanto negar la existencia de Dios ni suprimirlo como pretenden
estos últimos y con el menor esfuerzo posible, sino tan solo suprimir Dios el
padre (cf. Sartre, 1946: 9-10, 21-22, 34). Y más adelante agrega: «El
existencialismo no es más que un esfuerzo por sacar todas las
consecuencias de una posición atea coherente. No busca de ninguna
manera hundir al hombre en la desesperación. Pero si se llama, como los
cristianos, desesperación a toda actitud de incredulidad, parte de la
desesperación original. El existencialismo no es de este modo un ateísmo en
el sentido de que se extenuaría en demostrar que Dios no existe. Más bien
declara: aunque Dios existiera, esto no cambiaría (…); es necesario que el
hombre se encuentre a sí mismo y se convenza de que nada puede salvarlo
de sí mismo, así sea una prueba válida de la existencia de Dios. En este
sentido, el existencialismo es un optimismo, una doctrina de acción, y sólo
por mala fe, confundiendo su propia desesperación con la nuestra, es como
los cristianos pueden llamarnos desesperados» (ibíd., pp. 94-95).
De ahí que en el precitado ensayo se propone Sartre “desvulgarizar” el
existencialismo que los “ávidos de escándalo” han convertido en su propio
credo hasta el punto de privarlo de toda significación y sustancia; los
antiexistencialistas en quietismo de la desesperanza, como es el caso de los
comunistas; en una filosofía sórdida y que desconoce el lado luminoso,
despreocupado y risueño de la “naturaleza humana”, como así lo proclaman,
por su parte los visionarios del sociobiologismo determinista; o, cuando no,
en un pesimismo ateo de carácter misantrópico, como aducen tanto los
moralistas cristianos que lo tildan además de “nihilismo demoníaco”, como un
cierto tipo de moralistas laicos (extrapolando para ello la celebérrima
afirmación sartreana de que “el infierno son los otros” que el filósofo asume
en el sentido de que es el otro quien nos descentra de nuestro propio mundo,
razón por la que, si viviéramos en la isla de Robinson Crusoe o pudiéramos
realmente confinarnos en el autoencierro, el mundo sería un paraíso de
ángeles y ritmadas o ritualizadas polifonías celestiales. Y es aquí que la
descripción que hace Sartre de su filosofía como humanismo existencialista,
cobra a mi juicio su más plena significación:
«La palabra humanismo tiene dos sentidos muy diferentes. Por humanismo
puede entenderse una teoría que toma al hombre como fin y valor superior…
Eso supondría que podríamos dar un valor al hombre a partir de los actos
más elevados de ciertos hombres. Este humanismo es absurdo, puesto que
solo el perro o el caballo podrían dar un juicio de conjunto sobre el hombre y
declarar que el hombre es superior, lo que, al menos por lo que conozco,
evitarían hacer. Pero no puede admitirse que un hombre pueda dar un juicio
sobre el hombre. El existencialismo lo dispensa de todo juicio de ese género:
el existencialista no tomará nunca al hombre como un fin, pues él está
siempre a hacer. Y no debemos creer que haya una humanidad a la que
podamos rendirle un culto, a la manera de Auguste Comte. El culto de la
humanidad conduce al humanismo encerrado en sí mismo de Comte; y,
como es necesario decirlo, al fascismo. Ese es un humanismo del que nada
queremos.
Pero hay otro sentido del humanismo, que en el fondo significa lo siguiente:
el hombre está constantemente por fuera de sí mismo; es proyectándose y
perdiéndose por fuera de sí mismo que él hace existir el hombre; y, además,
es persiguiendo fines trascendentes que él puede existir… No hay otro
universo que un universo humano, el universo de la subjetividad humana…;
esto es lo que llamamos el humanismo existencialista. Humanismo, porque le
recordamos al hombre que no hay otro legislador que él mismo; y que es en
el desamparo que decidirá de sí mismo…, que el hombre se realizará
precisamente como humano» (ibíd., pp. 90-94).
Así, entonces, como humanismo crítico, el existencialismo sartreano es una
ontología de la realidad-libertad humana como proyecto de ser o del hacerse
ser y realizarse en lo humano; una teoría antinaturalista del conocimiento
fundada en la crítica del carácter supuestamente representativo de la ‘imagen
mental’ y de la ‘neutralidad’ del símbolo como determinismo vertical y
totalidad totalizada o uniformizadora; una metafísica del ser en el mundo y
una poliética de la responsabilidad humana como libertad de acción y acción
de la libertad sobre los acontecimientos y las cosas (la realidad humana es
acción, precisamente porque el hombre está condenado a ser libre, y una vez
arrojado en el mundo es responsable de lo que hace y, a semblanza de
Atlas, carga el peso entero o la responsabilidad del mundo sobre sus
hombros); o del existencialismo en tanto y en cuanto pensamiento crítico-
disidente o emancipador y psicoanálisis existencial o ética de los proyectos
humanos; o, si se prefiere, como reflexión purificante o elección consciente,
por contraposición a la reflexión cómplice como estrategia deliberada; y, así,
al “espíritu de seriedad que es propio de la reflexión impura como “idea fija”,
o del conocimiento autofágico, apropiador o autoposesivo de las ideologías
de la bajeza humana y los antivalores del pensamiento estratégico o
estomacal”. Razón por la que, como el mismo Sartre habría de señalarlo
muchas veces, el existencialismo no podría ser entendido en su verdadera
significación y dimensión críticohumanista, haciendo abstracción de las
circunstancias historicopolíticas que le dieron origen: es decir, de un lado, la
situación de decadencia de una época que habría de conducir al surgimiento
del “nuevo sionismo”, el fascismo y los totalitarismos nacionalsocialista y
bolchevique (y unas cuantas décadas después al régimen totalitario
maoísta); a la ocupación de Francia por los nazis en julio de 1940 (con la
implantación del gobierno colaboracionista de Vichy al mando del tristemente
célebre mariscal Pétain, época durante la que el filósofo, novelista y
dramaturgo francés escribió la que sería su principal obra filosófica de
referencia El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica, 1943) y el
estallido de la Segunda Guerra Mundial; y del otro, al margen del
reconocimiento de la gradual y ostensible corrupción y decadencia de la
filosofía contemporánea y de sus lenguajes.
Y todo ello como resultado de la exacerbación de la ideología economicista y
productivista del progreso impulsada en Gran Bretaña y Estados Unidos por
el capitalismo industrial decimonónico, con la que habría asimismo de
marcarse históricamente el comienzo de la segunda Revolución industrial (de
la primera de las cuales Inglaterra había sido el epicentro, exactamente un
siglo después del episodio de la toma de la Bastilla que desencadenó el
acontecimiento histórico de la Revolución Francesa). La cual estaría
marcada, sobre todo por la exacerbación de los movimientos expansionistas
y la rivalidad entre las grandes economías industriales con la división entre
“las dos Europas” tras el declive de la Gran Bretaña como primera potencia
mundial y de la decadencia y disolución del Reino-imperio austroprusiano del
emperador Francisco José y de la Europa bismarckiana que en el plano
políticocultural habría de conducir a la crisis intelectual del mundo burgués; y
como previsible consecuencia de las alianzas estratégicas de coyuntura y
pactos de colusión establecidos entre los gobiernos de las potencias
europeas y los grandes capitales privados del mercado internacional de las
finanzas, a la proliferación de los nacionalismos identitarios
internacionalistas, estatales y periféricos como mecanismo político de
división interna entre las culturas, pero también como estrategia justificativa
de las cruentas políticas neocoloniales imperialistas, y la escalada de la
política belicista en la lucha por la supremacía de los países más
industrializados del planeta y la creciente injerencia de Estados Unidos en la
política europea, así como la supuesta necesidad de impulsar una doctrina
del “cambio social” acorde con los “nuevos tiempos de modernización
industrial” y la exigencia de construcción del “nuevo hombre” que le sería
concomitante (lo que, desde 1913, con la creación de las “Fundaciones
filantrópicas” por parte de las dinastías financieras de Wall Street, marcaría el
comienzo de la injerencia e intromisión de las corporaciones económicas en
el sector educativo y la política sociocultural de los países menos
“desarrollados”, y el posterior triunfo del fascismo).
Es en ese contexto histórico que se sitúa esencialmente el pensamiento de
Sartre y lo que explica también la influencia de la fenomenología de Husserl
en el desenvolvimiento crítico de su pensamiento. Quien sería, para él uno
de los últimos exponentes de la filosofía auténtica, es decir,
antropometafísica e historiocrítica, a pesar de las objeciones que le hace a la
fenomenología trascendental; pero de cuyo enfoque antinaturalista extrae
asimismo los cimientos ontológicos fundamentales del existencialismo. Esto,
ante todo en lo que concierne a su comprensión del fenómeno como aquello
que se me manifiesta en sus modos de aparición y según el modo en que se
nos aparece, así como a la concepción fenomenológica del acto psíquico en
cuanto vivencia intencional y acto realizado de manera espontánea y con
vistas a un fin, por oposición a la conciencia pasiva de ese mismo acto. O
como la ‘manera’ a través de la cual el Ego se reporta al objeto en sus
particularizaciones multiformes, en su relación intencional con el objeto
(intencionalidad no es para Husserl “la cualidad de la conciencia de ser sobre
algo” –como la entiende, por ejemplo, Schopenhauer en El mundo como
voluntad y representación, y quien a juicio de Sartre cae, por lo demás en un
realismo metafísico sustancialista de sesgo poskantiano– sino el modo
originario en el que la conciencia, en cuanto conciencia encarnada, se
encuentra con el objeto; y que se funda en el principio de que “toda
conciencia es conciencia de algo”, que es también el de la posibilidad de
trascendencia del Ego autorreflexivo, como trascendencia de lo psíquico).
Así, como afirma Sartre en el § 2 del cap. II de El ser y la nada, siguiendo en
ello una visión estrechamente afín a la de Husserl, en lo tocante, en todo
caso, a sus puntos fundamentales:
«Por Psique entendemos el Ego, sus estados, sus cualidades y sus actos. El Ego bajo la doble forma gramatical del Yo y del Me [en francés del Moi, término que no tiene equivalente en castellano y que designa el pronombre personal de la primera persona del singular en su forma tónica; y, en sentido filosófico, a fin de acentuar el hecho de que soy yo quien habla o escribe y que no lo hago por boca ni en el lugar o bajo el dictado de nadie] representa nuestra persona en tanto que unidad psíquica trascendente...[de ahí la celebérrima afirmación de Sartre en contra de las lógicas fascistizantes de los sistemas dialécticos o totalizadores, según la cual “Una cualidad del ser es todo el Ser”]. Es en cuanto Ego que somos sujetos de hecho y de derecho; activos o pasivos, agentes voluntarios, objetos posibles de un juicio de valor o de responsabilidad. Las cualidades del Ego representan el conjunto de las virtualidades, latencias, potencias que constituyen nuestro carácter y nuestros hábitos (en el sentido griego de la έζις) [o de la ‘héxis” aristotélica como adquisición de un talante estable a través del cultivo de nuestros hábitos de reflexión como proairesis o facultad de elección y deliberación y acto de la voluntad; y así, como reactivación de la potencia del pensamiento en cuanto acción del pensamiento sobre las cosas. Y que se condensa de cierto modo en la afirmación del libro IX de la Metafísica en contra de los defensores de las potencias irracionales del infinito y el vacío, que se validan con base en la usurpación del movimiento del ser por el movimiento local o de lo ente; que, a juicio del Estagirita, no pueden ser propiamente acciones, puesto que no tienen carácter teleológico, ni de
existencia actual como cualidad de ser: “Uno sigue viendo <cuando ya ha visto>, y medita <cuando ya ha meditado>, y piensa cuando ya ha pensado, pero no sigue aprendiendo cuando ya ha aprendido, ni sigue sanando cuando ya ha sanado. Uno sigue viviendo bien cuando ya ha vivido bien, y sigue sintiéndose feliz cuando ya ha sido feliz…En efecto, no se va a un sitio cuando ya se ha ido a él…, ni se llega a ser algo cuando ya se ha llegado a ser…Por el contrario, uno mismo ha visto y sigue viendo, piensa y ha pensado. A eso lo llamo yo acto, y a lo otro movimiento” Met. 1048b 10-30]. Es una “cualidad” ser colérico, trabajador, celoso, ambicioso, sensual, etcétera. Pero es necesario reconocer también cualidades de otra suerte, que tienen origen en nuestra propia historia y que llamaremos habitualidades: yo puedo estar envejecido, hastiado, amargado, disminuido en progreso. Puedo aparecerme como “alguien que ha adquirido seguridad como resultado de un logro exitoso”, o por el contrario, como “habiendo adquirido poco a poco gustos y hábitos; una sexualidad enfermiza” (tras una larga enfermedad). Los estados se dan por oposición a las cualidades, que existen “en potencia” como existiendo en acto…La cualidad es, además una disposición de espíritu innata o adquirida <”cualidad” como atributo> que contribuye a cualificar mi persona. El estado, por el contrario, es algo mucho más accidental y contingente: es algo que me sucede... [o bien, que se da “sin mi intervención” y “que no vivo por mi propia cuenta” (como así describe Husserl, en el § 8, del primer volumen de su Fenomenología de la intersubjetividad, la idea de trascendente por oposición al concepto de inmanencia psíquica o de la inmanencia desde el punto de vista del Yo en tanto que yo y vida consciente en el fenómeno, y, en sentido trascendental desde el punto de vista “del Ego puro como centro operante de funciones o subjetividad operante”); o dicho en términos de Sartre, al modo de un mero ente pasivo o privado de voluntad y de conciencia. Véase, por lo demás la afinidad de propósito con la crítica de Nietzsche al animal domesticado por método de asimilación o absorción psíquica, en la cita de La genealogía de la moral que transcribiré un poco más adelante]. Por acto es preciso entender toda actividad sintética de la persona, es decir, toda disposición de los medios orientada a fines no en tanto que el para-sí [la conciencia en sentido ontológico] es sus propias posibilidades, sino en cuanto el acto representa una síntesis psíquica trascendente que él debe vivir [y hacerlo, por consiguiente, por su propia cuenta y riesgo y valiéndose para ello “exclusivamente de sus propias fuerzas psíquicas de resistencia”]» (Sartre, 1943: 201-202).
Ahora bien, si en la base del existencialismo sartreano está sobre todo la
afirmación del primado de la existencia sobre la esencia (en tal caso sería
preciso agregar: sobre la esencia objetiva), podría describírsele, más bien
como un analítica existencial establecida sobre la afirmación del primado de
lo ontológico sobre lo óntico (“el hombre es, en primer término un proyecto
que se vive subjetivamente”) o como el análisis de las estructuras
fundamentales que constituyen, y en las que se constituye, toda realidad
propiamente humana; para decirlo en palabras del filósofo en el cap. primero
de la Tercera parte, § IV de El ser y la nada. Con lo que se trata menos de la
realidad de la cosa, del ser del fenómeno, cuanto del existente mismo como
fenómeno en su objetividad y que sólo deviene al ser por el “para sí” o por la
conciencia en sentido ontológico. De modo que ontología, para Sartre, no es
otra cosa que “la descripción del fenómeno del ser tal como éste se nos
manifiesta, esto es, sin intermediario”: el ser es ser a desvelar y no ser
desvelado. De ahí, por consiguiente el que el ser humano no pueda ser
reducido a una entidad específica, llámese ser psíquico, biológico o
personalidad, y que no puede haber tampoco una naturaleza humana sino
“una universalidad humana de condición” definida en términos de condición
humana (dicha expresión fue acuñada por Rousseau). De ahí, además que el
principio mismo del existencialismo sartriano no sea el yo pienso, sino el yo
existo. El yo es así el fundamento de lo que es, de lo que vive y de lo que
proyecta en el mundo: el yo es libertad o intención nunca realizada de
conquista de una conciencia siempre alienada y dominada por la mala fe
que le hace creer ser lo que no es; el yo es responsabilidad de ser para los
otros en el autodescubrimiento de sí mismo como agente moral y es en ese
sentido que el existencialismo se define en propio como un humanismo
crítico que se expresa por antonomasia en la acción del hombre
históricamente situado, o del hombre en concreto y en la realidad de su
concresión o de su ser en situación.
Y, entonces: ¿Para qué la acción? O bien: ¿en qué sentido el existencialismo
es ante todo, para Sartre, “una filosofía de acción?), es la filósofa
existencialista francesa, y compañera de viaje de Sartre, Simone de Beauvoir
quien la hace en el ensayo del mismo nombre [publicado originalmente en
francés bajo el título de Pirro y Cineas], a modo de esencial interpelación a
quienes se consagran al estudio de la filosofía y lo hacen por vocación y
espíritu de insumisión y autotransgresión. Y como es ella la más autorizada
para responderla, es también a ella a quien me debo dejarle aquí la última
palabra:
«Pero, ¿qué es lo que ha cambiado?”, decía en septiembre de 1940, ese
pequeñoburgués sedentario en medio de sus muebles. “Se comen siempre
los mismos bifes”. Los cambios no existían sino afuera. ¿Qué le importaban a
él? Si yo mismo no fuera sino una cosa, nada en efecto me concerniría; si me
encierro en mí mismo, el otro está también cerrado para mí; la existencia
inerte de las cosas, es separación y soledad. No existe entre el mundo y yo
ninguna relación [sino a lo sumo “meras ‘conexiones’ fácticas inducidas”,
para decirlo en palabras de Sartre]. En tanto que soy en el seno de la
naturaleza un simple dato, nada es mío. Un país no es mío si estoy solo en él
como una planta; lo que se edifica sobre mí, sin mí, no es mío: la piedra que
soporta pasivamente una casa no puede pretender que la casa sea suya. El
extranjero, de Camus, tiene razón en rechazar todos los lazos que se
pretenden imponerle desde afuera: ningún lazo está dado de antemano. Si
un hombre se satisface con una relación totalmente exterior con el objeto
diciendo: “Mi cuadro, mi parque, mis obreros”, porque un contrato le confiere
ciertos derechos sobre esos objetos, es que ha elegido engañarse; quiere
extender su lugar sobre la tierra, dilatar su ser más allá de los límites de su
cuerpo y de su memoria sin correr, no obstante, el riesgo de ningún acto.
Pero el objeto permanece frente él, indiferente, extraño. Las relaciones
sociales orgánicas, económicas, no son sino relaciones externas y no
pueden fundar ninguna posesión verdadera.
[…] El espíritu de seriedad pretende separar el fin del proyecto que lo defina
y reconocerle un valor en sí: cree que los valores están en el mundo, antes
que el hombre, sin él; el hombre no haría sino recogerlos (…). El hombre que
desea, que emprende con lucidez, es sincero en sus deseos; quiere un fin, lo
quiere con exclusión de todo otro, pero no lo quiere para detenerse, para
gozarlo: lo quiere para que sea superado. La noción de fin es ambigua,
puesto que todo fin es, al mismo tiempo, un punto de partida: pero esto no
impide que pueda ser mirado como un fin: es en ese poder donde reside la
libertad del hombre» (De Beauvoir, 1970: 16-17, 31).
Dicho todo lo anterior, la primera obra de Sartre, La trascendencia del ego:
esbozo de una descripción fenomenológica, fue escrita en 1934 durante su
estadía en Berlín en donde se consagró al estudio de la fenomenología
husserliana una vez terminados sus estudios en la Escuela Normal Superior
de París. Entre 1935-1936, escribió sus dos obras La imaginación y Lo
imaginario (publicadas respectivamente en 1936 y 1940) y cuatro años
después el Esbozo de una teoría fenomenológica de las emociones que, de
alguna manera, se constituyeron en trabajo preparatorio de la que sería su
obra filosófica fundamental: El ser y la nada: ensayo de ontología
fenomenológica, publicada, como ya se dijo en 1943.
Muchos de los problemas del existencialismo sartreano evocados en el
marco de la presente presentación del seminario, se encuentran asimismo en
las obras literarias del filósofo: La náusea, 1938; El muro, 1939; la trilogía Los
caminos de la libertad, 1943-1949; en sus obras de crítica político-literaria:
Reflexiones acerca de la cuestión judía, 1946 [estudio crítico sobre los
orígenes de la barbarie antisemita en la Alemania de la sociedad
bienpensante de anteguerras que habría de conducir al horror del
Holocausto, y del fenómeno de los Hitlerjugend o de los esbirros judíos que
colaboraron con los nazis]; Baudelaire, ¿Qué es la literatura?, 1947; San
Genet, comediante y mártir, 1952; El idiota de la familia,1972 [sobre Gustave
Flaubert]. Y en sus piezas de teatro: Las moscas, 1943; A puerta cerrada,
1944; La puta respetuosa, 1946 [en donde denuncia Sartre la opresión
estadounidense contra la población afroamericana y el fenómeno del
racismo]; Las manos sucias, 1948 [agudo y polémico análisis éticopolítico y
psicosocial en torno al problema del compromiso político, las lógicas de
poder de las organizaciones revolucionarias y los mecanismos psicológicos
de autoevasión, autoexculpación y autoinmunidad de los “socialtraidores” de
la burguesía nacionalista que se aliaron con el nazismo durante la época de
la Ocupación alemana; y que tiene como telón de fondo el acontecimiento de
la batida en retirada de las tropas alemanas en vísperas de la derrota de
Hitler por los aliados, y el surgimiento de los “exresistentes” y “anti-alemanes”
de última hora, como fue sobre todo el caso del “anti-hitlerismo” del
Pentágono]; El diablo y el buen Dios, 1951 [sobre Gӧtz von Berlichingen el
sanguinario caballero medieval alemán y hombre de la guerra, inmortalizado
por Goethe en su pieza dramática Gӧtz]; Kean, 1954 [sobre el actor inglés
del siglo XVIII e intérprete de Shakespeare, Edmund Kean]; Nékrassov, 1956
[el periodista y poeta ruso]; Los secuestrados de Altona, 1960 [excelente
obra de denuncia del fenómeno del colaboracionismo con el régimen nazi, la
delación, el oportunismo y la violencia política por omisión, que Sartre sitúa,
no por azar en Altona, la ciudad de pescadores en Alemania en donde tuvo
lugar, en la década de 1750, la condena de un grupo de judíos heréticos
shabetaístas de orientación protosionista], y una adaptación de las Troyanas
de Eurípides, 1965.
El 23 de octubre de 1964, Sartre rechazó el premio Nobel de literatura
motivado por sus convicciones políticas. Su defensa activa de la democracia
y su activismo político se expresa esencialmente en los artículos publicados
por el filósofo en los periódicos La Causa del pueblo y Liberación (de los que
fue director) y en la revista los Tiempos Modernos que fundó en 1938 con el
filósofo de orientación fenomenológica Maurice Merleau-Ponty, con quien
tuvo, no obstante, fuertes discrepancias políticas, que empezaron a
agudizarse desde la publicación, en 1955, de Las aventuras de la dialéctica,
obra de marcada inspiración socialdemócrata-menchevique, en donde este
último había tildado a Lukács y a Sartre de “marxistas ortodoxos”. Su
posición como intelectual de izquierda, al lado de su compañera Simone de
Beauvoir a quien había conocido en 1929, dio un giro inesperado tras el
advenimiento del nazismo y la experiencia desgarradora de la ocupación
alemana; Sartre se transforma de escritor comprometido, en filósofo militante.
En 1960 publica la Crítica de la razón dialéctica, obra de marcado sesgo
antropológico-estructuralista y de la que habría de desdecirse años después;
movido en ello por una desesperada búsqueda de conciliación de su
pesimismo con la acción política de partido, y por la exigencia de repensar el
marxismo desde la perspectiva del existencialismo. El trasfondo éticopolítico
de El ser y la nada es entonces, como cabe recalcarlo de nuevo, la expresión
más palmaria de su agudo rechazo a las ideologías nacionalistas y
revolucionaristas, empezando por la del movimiento sionista, y a todas las
formas de totalitarismo y de negación, exclusión, discriminación y relegación
del otro; su defensa activa de la democracia real y de la filosofía como crítica
de la razón política y pensamiento lúcido o emancipador, y como acto lúcido
de disidencia en contra del combate a lo real de los antifilósofos del
pensamiento heredado y necrofílico.
Obra de base del seminario:
SARTRE, jean-Paul, El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica
____. (1943), L’être et le néant. Essai d’ontologie phénoménologique, Paris :
Gallimard, 1943.
Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y
aprobado un Seminario de Filosofía Antigua, uno de Filosofía Medieval y uno de
Filosofía Moderna.
2. Seminario electivo: Hume. Código: 28890.
David Hume se ha ganado un sitio en la historia de la filosofía, y no sólo por despertar a Kant de su pesadilla dogmática, sino además por las implicaciones morales y políticas de su obra en la Escocia del siglo XVIII. En este seminario se indagará su postura frente a la teoría del conocimiento (a partir del Tratado de la naturaleza humana), pero se irá más lejos pues se estudiará su relación con el liberalismo inglés y su actitud crítica con la ilustración francesa. De esta manera, no se circunscribirá a dicho autor escocés a su obra metafísica (aunque este término sea problemático adjudicárselo, sin los matices del caso, a Hume), aunque
sin ella no puede entenderse la complejidad de su pensamiento práctico que hoy día está siendo recuperado.
Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y
aprobado un Seminario de Filosofía Antigua, uno de Filosofía Medieval, uno de
Filosofía Moderna y uno de Filosofía Contemporánea.
3. Seminario electivo: Wittgenstein. Código: 28891
Pretende ser un seminario avanzado dedicado al estudio del pensamiento del
filósofo vienes Ludwing Wittgenstein (1889-1951). En particular, se abordará la
segunda etapa de su pensamiento, esto es, aquella posterior a la publicación
del Tractatus-logico Philosophicus (1921) y su inesperado regreso a la Universidad
de Cambridge en 1930. Para ello la discusión del seminario se centrará en dos de
sus obras, Investigaciones filosóficas y Sobre la certeza. Si bien sería muy
arriesgado afirmar que dichas obras constituyen una unidad temática o de
contenido cualquier lector atento podrá encontrar numerosas continuidades entre
ambos trabajos. Tanto es así que incluso podríamos arriesgarnos, ahí sí, a afirmar
que Sobre la certeza fue en realidad un intento de Wittgenstein por explorar
algunas de las consecuencias de las tesis presentadas y discutidas en los
diferentes borradores de las Investigaciones. Me refiero específicamente a que los
temas discutidos en Sobre la certeza penetran el núcleo de las cuestiones sobre la
verdad, el significado y la naturaleza de las proposiciones, las cuales preocuparon
a Wittgenstein a lo largo de toda su carrera como filósofo. En particular, en dicha
obra Wittgenstein desarrollará la tesis central de las Investigaciones de que las
proposiciones o, en general, el lenguaje carecería de esencia.
Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y
aprobado un Seminario de Filosofía Antigua, uno de Filosofía Medieval, uno de
Filosofía Moderna y uno de Filosofía Contemporánea.
Lunes y miércoles, franja horaria de 10 a 1 de la tarde
1. Seminario Kant. Código: 28148
Este seminario se concentrará en estudiar el problema del juicio en la filosofía de
Kant. Para este el conocimiento siempre se presenta en forma de juicio, al punto
que el primer ejercicio crítico consiste en determinar la posibilidad de los juicios
sintéticos a priori. Por ello, antes de abordar directamente la crítica del juicio es
preciso revisar la Crítica de la Razón Pura, obra en la cual se plantea este
problema fundamental. Una vez estudiadas las bases del problema en la primera
crítica se dará inicio al estudio de la tercera crítica.
Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y
aprobado un Seminario de Filosofía Antigua y uno de Filosofía Medieval.
2. Seminario de Filosofía Medieval. Código: 20821. San Agustín
La filosofía medieval es, de la mano con la filosofía griega, una de las bases fundamentales del pensamiento occidental. Ahora bien, ha existido un fuerte debate sobre si hubo o no algo que pueda ser categorizado como “filosofía” medieval. ¿Será acaso que solo hubo “pensamiento” medieval? Sea filosofía o pensamiento, lo que sí puede afirmarse es que cuenta con un fuerte componente teológico, el cual, por sus raíces helenísticas, va más allá de ser meros dogmas de fe.
En este curso, si bien será necesario recurrir a pensadores y conceptos teológicos, se hará un mayor énfasis en los conceptos y en las tradiciones más filosóficas, con miras a que el estudiante de filosofía pueda comprehender de mejor manera los debates que se tejen en su campo, reconociendo de entrada que, en aquella época, teología y filosofía no tenían fronteras claras entre sí. Es preciso aclarar que, al enfocarse este seminario en la Patrística también se hará necesario realizar un recorrido sobre la historia del cristianismo altomedieval y en el helenismo mediterráneo, pues no puede comprender la obra de los Padres de la Iglesia sin conocer sus contextos socio-políticos.
La metodología evaluativa está centrada en varias exposiciones y protocolos por parte de los estudiantes, dos exámenes parciales, un examen final y un ensayo escrito. Igualmente, aparte de las lecturas de rigor, se propone seguir el hilo de la clase viendo un par de películas que pongan su acento en la problemática filosófica de dicho período o el contexto socio-político vivido. Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y
aprobado un Seminario de Filosofía Antigua.
3. Seminario Aristóteles. Código: 20812
El seminario pretende abordar el pensamiento del Estagirita a partir de un
concepto clave en su filosofía, como lo es el movimiento. Por ello, en un primer
momento se trabajará la Física, para luego continuar con la Metafísica. La
intención del seminario, entonces, no consiste en abordar todas las diferentes
áreas del pensamiento aristotélico, ya que, dada su vastedad, es difícil abordarlo
en un seminario. Más sí se trata de introducir al estudiante al pensamiento de
Aristóteles y familiarizarlo con su lenguaje y conceptos claves.
Lunes y miércoles, franja horaria de 4 a 7 de la noche
1. Seminario Platón. Código: 25946
El presente Seminario de Filosofía antigua tiene como objetivo implicar al
estudiante en el abordaje de las temáticas más relevantes del pensamiento del
fundador de la filosofía en Occidente. Muchos pensamientos contemporáneos
señalan a Platón como el precursor de la Metafísica, para bien y para mal: «Platón
es la filosofía y la filosofía es Platón. Es a un mismo tiempo la gloria y la
vergüenza de la humanidad»1. Las máximas de Platón contienen la cultura de las
naciones, son la piedra angular de las escuelas, el manantial de las literaturas.
Hay en ellas lógica, aritmética, gusto, simetría, poesía, lenguaje, retórica,
ontología, moral y sabiduría práctica. Platón Enseña la actitud dialógica, abierta a
la búsqueda del conocimiento a través de preguntas y la investigación rigurosa y
profunda de la realidad y de las esencias o ideas.
La justificación del seminario obedece a la premisa que de fondo abandera
nuestro proyecto: El germen o la esencia del mundo occidental están en el espíritu
filosófico de Platón. Si la esencia es el progreso y este consiste en ir desde la
fuerza ciega hacia la exactitud, la destreza y la verdad, fue Platón quien trabajó en
este edificio teórico-práctico divulgado magistralmente en sus diálogos hace más
de veinte y cinco siglos. Afirmar que la metafísica deviene en técnica es sostener
que los paradigmas tecnológicos acompañados de las estructuras económicas y
de los dispositivos políticos de dominio planetario han sido diseñados a partir de la
‘idea matriz’ de la ‘huida hacia adelante’, del ‘escape al otro mundo’ y del ex-
céntrico anthropos de cuño platónico que vio en el conocimiento el camino de la
1 Emerson R.W., 1978. Hombres representativos: II “Platón, o el filósofo”. 1978. México. Editorial
Cumbre, S.A. (Grolier International). Traducciones y estudio preliminar por Jorge Luis Borges. Págs.
249-279.
liberación (salvación) y del poder. Para Platón es evidente que la mente humana
se interesa por la conformación del mundo, en su caso particular, con el propósito
o finalidad de vivenciar la justicia y la armonía posiblemente existentes en la
realidad política.
Referencias primarias de la obra de Platón
Adam J., Plato: Edición bilingüe. Perseus Digital Library. Gregory R. Crane,
Editor-in-Chief. Boston, Tufts University. En: http://www.perseus.tufts.edu.
Ioannes Burnet, 1941. Platonis Opera. Todos los Tomos; todas las Tetralogías de
Scriptorum classicorum Bibliotheca Oxoniensis.
Para la versión castellana consultar
BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS 37-117 1981-2002
2. Seminario Aristóteles. Código: 20812
El seminario pretende abordar el pensamiento del Estagirita a partir de un
concepto clave en su filosofía, como lo es el movimiento. Por ello, en un primer
momento se trabajará la Física, para luego continuar con la Metafísica. La
intención del seminario, entonces, no consiste en abordar todas las diferentes
áreas del pensamiento aristotélico, ya que, dada su vastedad, es difícil abordarlo
en un seminario. Más sí se trata de introducir al estudiante al pensamiento de
Aristóteles y familiarizarlo con su lenguaje y conceptos claves.
3. Seminario Filosofía Medieval. Código: 20821. Santo Tomás
La “edad media” es más que un momento histórico en el que se señala a la
escolástica como un despliegue de simple ejercicio paralogístico, acumulación de
vacuos verbalismos o el desarrollo de simples aforismos dialécticos y teológicos.
La edad media es más que la transición entre dos momentos históricos, tiene valor
por sí misma al propiciar la labor de autores como Abelardo, Anselmo, Tomás y
Ockam, entre otros.
La filosofía de Santo Tomás es una importante fuente de información que le da
sentido a la labor y las reflexiones de muchos de los filósofos modernos y
contemporáneos, que queriéndolo o no, aluden a sus problemáticas para
revalidarlas o impugnarlas. Santo Tomás también nos permite superar las
tendencias reduccionistas que afirman que la filosofía producida en la edad media
es el desarrollo homogéneo de problemáticas univocas y carentes de matices. Por
el contrario, en el pensamiento medieval especialmente con las teorías de Santo
Tomás se puede observar la diversidad, las contradicciones y el pluralismo
ideológico motivados por el encuentro de culturas y concepciones religiosas tan
diversas como la cultura judía y la helenista donde el cristianismo y el deseo de la
iglesia por mantener el dominio espiritual se constituyen en el esquema de unidad
que encausa la complejidad de las discusiones filosóficas.
PROPÓSITO DE LA UNIDAD DE APRENDIZAJE
Guiar a los alumnos en la apropiación de los conceptos fundamentales de
la teoría filosófica y política de Santo Tomás
Profundizar en las tesis que desarrolla Santo Tomás en lo referente a la
verdad, el conocimiento, y señalar su importancia para la filosofía.
Bibliografía Básica
SANTO TOMÁS DE AQUINO. Suma de Teología. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1994 SANTO TOMÁS DE AQUINO. De la monarquía. Madrid: Altaya, 1997 ANSELMO. Proslogion, Monologion, De veritate. Buenos Aires: Orbis, 1984
GIOVANNI REALE y DARIO ANTISERI. Historia del Pensamiento Filosófico y
Científico. Barcelona: Herder, 1988
O’CONN0R, D.J. Historia crítica de la filosofía occidental. Tomo II: La filosofía de
en la Edad Media y los orígenes del pensamiento moderno. Barcelona: Paidos,
1983.
GILSON, Etienne. La filosofía de la Edad Media, Tomos I y II. Madrid: Gredos,
1958.
Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y
aprobado un Seminario de Filosofía Antigua.
Cursos
Para el segundo semestre académico de 2018, la Escuela de Filosofía ofrecerá los
siguientes cursos:
1. Filosofía de la tecnología. Código: 25560 (lunes y miércoles de 8 a 10
de la mañana)
El curso revisará los problemas actuales de la tecnología: la técnica, la
información, la digitalidad, la virtualidad, el consumo, la globalización, el tiempo
real, etc. a partir de estudios filosóficos propios para cada problemática. La
articulación del curso será la propuesta de Bernard Stiegler quien vuelve a hacer
una lectura de la filosofía desde el problema técnico, como problema del tiempo,
en contraposición a las propuestas de Simondon, Floridi, Feenberg, Mitcham y
Ihde.
2. Spinoza. Código: 20853 (martes y jueves de 10 a 12)
Baruch Spinoza puede encontrarse entre aquellos que elaboraron ideas y teorías
en la así conocida escisión moderna de la filosofía en pura y práctica, por lo que
existe un casi unánime consenso de que la suya es una filosofía que compone un
sistema. Desde uno a otro extremo de los continentes filosóficos, Spinoza escribió
tanto de la sustancia (los atributos y los modos) como sobre cuestiones
específicas de los valores, la sociedad y lo político, no sin tratar problemas
correspondientes a otros segmentos de lo filosófico y lo científico. La Ética
demostrada según el orden geométrico es una obra que está recorrida de principio
a fin y de fin a principio por lo puro y del mismo modo, por lo práctico. Descartes
abre la filosofía moderna creando el concepto Sujeto. Hume, Leibniz y Spinoza
son los filósofos que, partiendo de la reflexión cartesiana hacen frente a
Descartes. Spinoza evita que el concepto de sujeto se coloque en el centro del
pensar y, en su lugar, presenta la inmanencia. Si bien las cinco partes en que se
divide la Ética poseen un eco de la filosofía predecesora medieval (De dios, De la
naturaleza y origen del alma, De la naturaleza y origen de los afectos, De la
esclavitud humana o de las fuerzas de los afectos, De la potencia del
entendimiento o de la libertad humana) cada una de las proposiciones son una
profunda reflexión sobre problemas que desbordan las temáticas tradicionales en
las que se presentan.
Bibliografía principal
Spinoza B., 2005. Ética demostrada según el orden geométrico. Madrid. Trotta.
____________., 1990. Tratado Breve. Madrid. Alianza.
____________., 1988. Tratado de la reforma del entendimiento. Principios de
filosofía de Descartes. Pensamientos metafísicos. Madrid. Alianza
Deleuze G. 1975. Spinoza y el problema de la expresión. Muchnik Editores.
Barcelona
Fernández E., De La Cámara M., 2007. El gobierno de los afectos en Baruj
Spinoza. Madrid. Trotta.
Kaminsky G., 1990. Spinoza: la política de las pasiones. Buenos Aires: Gedisa.
Tatián D., 2009. Una introducción a Spinoza. Buenos Aires. Quadrata
LECTURA EN INGLÉS:
Olli Koistinen. 2009. Spinoza on action. In The Cambridge Companion to
Spinoza's Ethics. Cambridge University Press. Disponible en:
https://philpapers.org/rec/KOISOA
3. Políticas del Conocimiento. Código: 27962 (miércoles y viernes de 2 a
4 de la tarde)
Considerando la importancia de las relaciones entre la ciencia y la sociedad como
marco contextual de producción de conocimientos, resulta una tarea
imprescindible para la filosofía la de realizar una rigurosa reflexión acerca de
cuáles deberían ser los patrones adecuados para la realización de dicha
producción en una sociedad democrática: la formulación de unas “políticas del
conocimiento”. Bajo la concepción de la ciencia como una práctica públicamente
reconocida, la misma se transforma en una compleja institución socioeconómica
de la que depende la estabilidad y el futuro tanto de los seres humanos como del
planeta.
Como consecuencia, se hace necesario explorar las posibilidades de una
epistemología social política y de las relaciones de poder/saber en que se
encuentra inmersa, cuya función no es la de determinar los límites o la naturaleza
del conocer, sino el carácter de la política que debe regir la producción del
conocimiento y, especialmente, bajo qué condiciones materiales debiera
producirse y distribuirse el conocimiento científico.
4. Razones y sentidos del filosofar. Código: 28325 (Martes y jueves de 10
a 12 del día)
Razones y Sentidos del Filosofar es un espacio académico de reflexión crítica que
le permite al estudiante cuestionar el quehacer filosófico en cuatro momentos. El
primero, la filosofía en un contexto cosmopolita, el cual es atravesado por dos
ejes problematizadores; uno, el debate entre la percepción del filósofo y de la
filosofía en la actualidad; y dos, el papel de la filosofía tanto en la democracia
como en la vida cotidiana. El segundo momento piensa la función y los aportes
pertinentes de la filosofía a la universidad, y de la universidad a la filosofía. Esto
en referencia a la formación trasversal en competencias ciudadanas y a la
construcción de sujetos críticos capaces de re-pensar y re-cuestionar su entorno
social. El tercer momento analiza la formación filosófica en el siglo XXI y se
delibera a partir de las nuevas mediaciones pedagógicas constituidas por la era
digital. Y por último, se integra el cuarto momento, donde se crean propuestas que
evidencien la praxis filosófica en la UIS; es decir la participación y la contribución
del programa de filosofía a los distintos programas de la universidad y a las
diversas dependencias de la misma.
Como apoyo, este curso revisa las siguientes obras visuales y escritas: el
documental de la cineasta estadunidense Astral Taylor titulado Examined Life,
donde algunos de los pensadores más influyentes en la actualidad recorren
espacios cotidianos que hacen eco con ellos y sus ideas. Además, algunos
capítulos de la serie española Merli creada por Héctor Lozano y dirigida por
Eduard Cortés, para cavilar la enseñanza de la filosofía y su aporte concreto a la
educación y a la sociedad. Seguido de algunos capítulos de la serie británica
Black Mirror donde la era digital se deja reflexionar desde la la filosofía, y en
cuanto a obra escrita se estudia algunos fragmentos sobre educación y
democracia en la obra de Martha Nussbaum, como ensayos de Jorge Larrosa,
Cassin, Derrida, Kant y textos que surgen en la dinámica de la clase como en los
debates.
5. Griego I. Código: 20781 (martes y jueves de 2 a 4 de la tarde)
Sin lugar a dudas, nuestra cultura se cimienta en las bases greco-latinas. Es
innegable que debemos siempre hacer una retrospectiva hacia esta época si
queremos comprender y analizar mejor la nuestra. Una de estas bases es el
idioma. El curso de Griego está orientado en brindar al estudiante unos
conocimientos básicos del idioma, que le permitan desenvolverse en la lectura de
esta lengua antigua y en análisis etimológicos que le permitan ver el amplio
horizonte interpretativo de las palabras en griego y las palabras españolas
derivadas de aquellas. Asimismo, de manera tangencial, en el curso se expondrán
algunas temáticas relacionadas con el mundo griego, así un pequeño énfasis en la
producción escrita.
Con respecto a este curso se debe tener en cuenta lo siguiente: esta asignatura no se puede cancelar y quien matricule Griego I está obligado a matricular el curso de Griego II.
6. Latín II. Código: 20780 (martes y jueves de 2 a 4 de la tarde)
La materia de Latín (I Y II) en la carrera de Filosofía aporta las bases lingüísticas,
históricas y culturales precisas para entender aspectos esenciales de la
civilización occidental, permite una reflexión profunda sobre la lengua castellana y
contribuye eficazmente al aprendizaje de las lenguas modernas de origen
romance, o de otras influidas por el latín. El estudio de la lengua latina en sus
aspectos fonológico, morfológico, sintáctico y léxico tiene en sí mismo un alto valor
formativo como instrumento de estructuración mental para los alumnos que hayan
optado por una primera especialización en el campo de las humanidades o de las
ciencias sociales.
La coincidencia de su estudio con el de la lengua griega, al tiempo que invita a un
tratamiento coordinado, permite comprender la estructura flexiva de las dos
lenguas clásicas, tan ricas en contenido y tan fecundas en su contribución a las
lenguas modernas. Por nuestro propósito fundamental será proporcionar
herramientas léxicas, sintácticas y gramaticales que permitan el reconocimiento de
significados y comprensión de textos en Latín.
Con respecto a este curso se debe tener en cuenta lo siguiente: esta asignatura no se puede cancelar y quien matricule Latín I está obligado a matricular el curso de Latín II.
7. La novela policíaca como tratado filosófico. Código: 28892 (martes y
jueves de 8 a 10 de la mañana)
Para este curso, se propone, siguiendo la formulación de u no de los filósofos
críticos : Siegfred Crakacuer, en su libro: “La novela policíaca como tratado
filosófico”, la lectura de una serie de textos literarios: La tragedia sofoclea: “Edipo
Rey”, relatos seleccionados de E. Allan Poe y Sir Arthur Conan Doyle; así como de
tres novelas policíacas de distintos autores, culturas y periodos y, desde una
perspectiva crítica, asomarnos a la confrontación de las tesis expuestas por este
autor, su ampliación a otras expresiones literarias: tragedia , cuento; que
reforzarían y/o invalidarían algunas de las ideas señaladas por el filósofo.
8. Psicología Profunda: Jung. Código: 20829 (martes y jueves de 10 a 12 del día)
La Psicología Analítica o Psicología Compleja es la corriente psicológica
desarrollada por el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung, discípulo más aventajado y,
a la vez, disidente de Sigmund Freud. Al igual que el Psicoanálisis freudiano, la
psicología analítica se enmarca en la llamada Psicología Profunda o Psicología de
las profundidades, la cual tiene en cuenta el papel del inconsciente en la
estructuración psicológica del ser humano. Sin embargo, se diferencia del
psicoanálisis fundamentalmente en la teoría de la libido y la naturaleza del
inconsciente, así como en la concepción antropológica y en la práctica
terapéutica.
El enfoque de Jung devuelve a la psicología su psique perdida y brinda un modelo
de comprensión de la misma que permite que el ser humano reconozca su
inconsciente y acoja como suyas las diferentes manifestaciones psíquicas que
éste realiza, como es el caso de los sueños, los símbolos universales, los mitos,
los cuentos de hadas, el arte, y el simbolismo religioso. Todo esto en búsqueda de
realizar la experiencia de totalidad de la psique, la cual emerge tras la vivencia
interior de la unión de los contrarios y que es propia de la 'función positiva' del
inconsciente. Con ello, adviene el auténtico individuo o Sí-Mismo que surge tras la
conciliación de los opuestos, al modo del 'hijo' nacido del matrimonio entre el día y
la noche.
9. Deleuze. Código: 28893. (Martes y jueves de 4 a 6 de la tarde)
Como ya dijera Foucault en su momento, “un día, el siglo será deleuziano”. Esta
predicción parece cumplirse en nuestro siglo XXI. Pero, ¿cuál es la razón de este
particular vaticinio? Sin duda, el pensamiento de Deleuze es bastante complejo.
Prueba de ello son la gran cantidad de obras que, en solitario o en colaboración
con Felix Guattari, escribió. Así, entender el pensamiento deleuziano es
comprender nuestra era. Por tal motivo, el curso de Deleuze pretende brindar un
primer acercamiento a la obra y pensamiento de este filósofo francés, y para
cumplir este objetivo, el punto de partida será la obra Lógica del Sentido, texto de
obligatoria lectura para todos aquellos que quieran incursionar en la travesía por el
pensamiento de Deleuze. De manera paralela, se trabajarán algunos apartados de
Mil Mesetas, con el fin de dar una idea global de los puntos clave de la filosofía
deleuziana.
10. Filosofía de la ciudad. Código: 28895 (lunes y miércoles de 2 a 4 de la
tarde)
Mirar la ciudad a la luz de la filosofía es descubrir en la reflexión del pensamiento
que la existencia de la ciudad ha forjado la filosofía. La tesis tan suficientemente
documentada de que la filosofía es hija de la polis, nos obliga a pensar en la
construcción del espacio público de debate que tenía la sociedad griega y
alrededor de la cual, la ciudad se organizaba, era la reunión en un espacio de
todos con un mismo fin de justicia. En nuestra sociedad, la imagen de ciudad que
los griegos conservaban ha ido desvaneciéndose e incluso reinterpretándose
según los intereses del inadecuado ejercicio de la política. Volver a las fuentes y
entender los principios filosóficos que abordan el concepto de ciudad, resulta ser
un primer paso para vislumbrar la ciudad de ahora y sacar nuestras propias
conclusiones.
Dentro de este curso se propone abordar el concepto de ciudad a través de
material documental histórico y filosófico, conceptos relacionados con la ciudad:
ciudadanía, ciudadano, identidad, territorio; aspectos básicos del pensamiento
urbano (ciudad física y ciudad representada), la ciudad contemporánea.
La metodología de trabajo en este curso se propone desde talleres, quices,
informes con relación al trabajo final y exposiciones.
11. Filosofía y sabiduría ancestral. Código: 28153 (martes y jueves de 10 a
12 del día)
La importancia del descentramiento de la categoría hegemonía eurocéntrica en la
filosofía es un tema de reflexión que tiene como punto de partida el reconocer que
Grecia es el lugar geográfico e histórico donde surge la filosofía, haciendo que se
crea que esta es endémica o propia de este lugar. Si bien el término filosofía es
griego, el alcance de su sentido y significado sobrepasa los límites que se le han
impuesto. Así, la filosofía es el resultado de un proceso de actividades de la razón
humana que se sintetizan en un variado matiz de facetas y actos, al punto de
relacionarse directa y estrechamente con el pensamiento y con los actos
culturales. Filosofía y cultura son afines, tocan y articulan sus extremos, lo que
conlleva a reflexiones de orden ontológico y metafísico que permiten observar y
evidenciar que lo que se denomina cultura pertenece a una actividad de patrones
únicos que caracterizan y particularizan los grupos humanos en los cuales los
lenguajes, los símbolos y los argumentos conforman las bases de la cosmovisión,
es decir, el andamiaje conceptual y estructural de una cosmovisión o de una
filosofía.
El curso tiene como objetivo general incentivar un espacio académico para acercar
e introducir en los saberes ancestrales y en el pensamiento general del grupo
humano Ikᵾ de la Sierra Nevada de Santa Marta, representante vivo de un sistema
filosófico propio, síntesis y acervo milenario de saberes y conocimientos prácticos
del territorio colombiano.
Los objetivos específicos a tratar se representan a través de tópicos: primero,
introducción a la importancia de la reflexión desde la filosofía Occidental a los
marcos cosmológico-cosmogónicos que la componen en paralelo a los marcos o
cuadros de pensamiento o cosmología no occidental como los de India, África y
Mesoamérica. Segundo, la importancia de la incidencia de las reflexiones y
conceptos antropológicos en la tarea activa de la filosofía Occidental. Tercero,
introducción a la historia general de la antropología, teorías y metodologías.
Cuarto, la importancia de la etnografía y su metodología en relación al estudio de
los saberes ancestrales, en especial, los elementos de registro y el trabajo de
campo. Quinto, una visión general a la historia del grupo humano Ikᵾ de la
S.N.S.M. Sexto, cosmología, cosmogonía, nociones básicas de Ikan, lenguaje del
grupo humano a tratar. Séptimo, el tejido de tutu (mochila) y muku (manta) como
objetos del pensamiento del grupo humano Ikᵾ y como modos de acceso al
entendimiento del pensamiento o razón humana.
12. Filosofía y educación. Código: 28898 (martes y jueves de 8 a 10 de la
mañana)
La relación Filosofía y Educación puede ser pensada desde cualquiera de sus dos
extremos históricos, a saber: desde su nacimiento en la antigua Grecia, y de otro
lado, desde su desarrollo en la sociedad contemporánea. Ambos extremos dan
cuenta de una tensión fundamental entre la educación tradicional y la enseñanza
de la filosofía, tal y como se demuestra, de un lado, en la condena de Sócrates por
corromper jóvenes al enseñarles a hacer filosofía y, por otro lado, en la manera en
que los estados modernos totalitarios tratan de suprimir cualquier vestigio de
pensamiento y pedagogía crítica, haciendo uso de prácticas administrativas
propias del pensar técnico moderno2. En el estado contemporáneo, no
necesariamente la educación estatal debe ser contraria a la pedagogía crítica, de
hecho, el estado moderno ilustrado encuentra un elemento creativo de desarrollo
en la función crítica de la educación, de ahí que diferentes instituciones y
organizaciones educativas busquen implementar prácticas pedagógicas
(unificadas a través del currículo) orientadas a potenciar habilidades propias del
pensamiento crítico. Sin embargo, el hecho de que desde la perspectiva del
estado moderno ilustrado no sea necesario el rompimiento con la pedagogía
crítica no significa que la educación se desarrolle efectivamente de esta manera,
por el contrario, la tensión es más latente que nunca pues más que los ideales
ilustrados gobiernan las formas educativas propias del despotismo ilustrado o
educación tradicional, donde la educación ha sido pensada no para desarrollar
habilidades críticas y creativas sino para replicar el modelo económico y socio
político dominante.
En este sentido, el curso Filosofía y Educación está orientado al estudio y análisis
de la tensión que surge entre educación tradicional y la enseñanza de la filosofía
2 Los profesores Acevedo y Prada* describen la manera en que las pruebas SABER y las políticas de
innovación, ciencia y tecnología llevan a la filosofía a una necesaria tecnificación para mantenerse dentro de
los lineamientos educativos actuales. En este sentido, y en busca de una mirada más amplia del problema, los
investigadores encuentran en la enseñanza de la filosofía como praxis filosófica una alternativa que devuelva
el sentido de la filosofía dentro la escuela actual.
* Acevedo, D., y Prada, M. (2017). Pensar la vida: crisis de las humanidades y praxis filosófica. Revista
Colombiana de Educación, (72), 15-37.
(pedagogía crítica) y, en este sentido, el estudio de la manera en que los enfoques
filosóficos en educación generan procesos sociopolíticos que determinan la
transformación de la sociedad. También se busca mostrar la forma en que la
filosofía ha venido transformando y orientando el rumbo de la educación misma,
revelando la importancia que tiene el pensamiento crítico en la búsqueda de una
sociedad más democrática, justa y atenta a la solución de problemas locales y
globales que los involucran. Para este fin, en la primera parte del curso, se
abordarán algunas de las reflexiones filosóficas más importantes en la historia de
la relación Filosofía y Educación: desde Platón hasta nuestro tiempo; seguido por
la reflexión en torno a los trabajos desarrollados por las escuelas modernas de
pedagogía crítica teniendo en cuenta cada una de sus vertientes (la anglosajona,
la francesa, la española y la latinoamericana); la última parte del curso está
orientada a la reflexión sobre la relación contemporánea entre sociedad
tecnológica, filosofía y educación.
13. Filosofía alemana: Nietzsche. Código: 20827. (Miércoles y viernes de 4
a 6 de la tarde).
No se puede dar por sentado algo así como “La Filosofía de Nietzsche” o
“Nietzsche como filósofo” porque sus textos constituyen una crítica no sólo a la
tradición filosófica alemana, sino a la Filosofía y cultura como tal.
Para el joven profesor de Basilea la interpretación moderna de los antiguos
griegos es insuficiente y plantea un problema que no abandonará: su “valor”. El
valor de la cultura griega se hace problemático y se extenderá a la cultura como
tal: “Transvaloración de todos los valores” [Umwertung aller Werte].
El curso tiene como propósito fortalecer la lectura crítica de y con Nietzsche. En
efecto, se examinará no sólo su crítica a la filosofía alemana del siglo XIX, sino a
la cultura como tal, desde su ópera prima, pasando por la Genealogía hasta su
Anticristo. Con ello, el estudiante tendrá un acercamiento al variado estilo de
escritura de Nietzsche, de manera que pueda ir ganando una distancia y lectura
cada vez más rigurosa y escéptica frente a las apropiaciones de las que han sido
objeto sus textos.
14. Lógica II. Código: 28894. (Martes y jueves de 6 de la tarde a 8 de la
noche).
Lógica II: Durante dos milenios la lógica, qua disciplina filosófica interesada en el
estudio de las reglas deductivas, no sufrió grandes modificaciones en lo que
respecta a sus métodos y conceptos fundamentales. Sólo fue hasta los desarrollos
introducidos por el filósofo alemán Gottlob Frege (1848-1925) a principios del siglo
pasado que la lógica dio un salto cualitativo. Principalmente, Frege llegó a
formalizar la teoría de la inferencia de un modo que era más riguroso y más
general en su aplicación que la silogística heredada de Aristóteles. Desde
entonces, un sistema lógico consiste en un lenguaje o notación formal, un sistema
deductivo (axiomas) y una sintaxis y semánticas formales. En el presente curso se
abordarán los diversos conceptos y métodos que desde Frege han permitido la
formalización de la lógica, prestando especial atención a aquellas nociones tales
como función, variable y constante, las cuales han llegado a desbordar los límites
de la lógica misma para convertirse en el vocabulario corriente de numerosos
debates filosóficos contemporáneos.
Cursos obligatorios:
1. Historia I
2. Historia II. Código: 25760. Martes y jueves de 8 a 10 de la mañana y
martes y jueves de 4 a 6 de la tarde
3. Historia III. Código: 25948. Lunes y miércoles de 10 a 12 del día y
martes y jueves de 2 a 4 de la tarde
4. Historia IV Código: 26334. Martes y viernes de 6 a 8 de la mañana
5. Escritura de textos filosóficos. Código: 26556. Lunes y miércoles de 2
a 4 de la tarde y martes y jueves de 8 a 10 de la mañana
6. Investigación. Código: 26557. Martes y jueves de 2 a 4 de la tarde
7. Investigación II. Código: 26561. Miércoles y jueves de 2 a 4 de la tarde
8. Ética. Código: 20786. Martes y jueves de 8 a 10 de la mañana
9. Constitución Política. Código: 26558. Viernes 8 a 10 de la mañana
Asignaturas de contexto:
La Escuela de Filosofía ofrecerá, para el segundo semestre académico de 2018,
dos asignaturas de contexto:
1. Filosofía y psicología. Código: 28509 (martes y jueves de 8 a 10 de la
mañana)
El objetivo central del curso es discurrir en torno al problema de la «psique» o
alma, que otrora fuera parte de la filosofía en su tratado denominado
«Psicología». Ésta, sin embargo, fue establecida a finales del siglo XIX como una
disciplina positiva y se le concibió como un estudio científico de ciertos procesos
de tipo consciente. Ulteriormente, la “psicología” pierde a la psique cuando toma
como su objeto de estudio el así llamado “comportamiento” observable y traducible
en un lenguaje fisicalista. Al mismo tiempo, y de modo contrapuesto, el médico
vienés Sigmund Freud descubrió procesos psíquicos que iban más allá de la
experiencia consciente y logró llevar el concepto filosófico del inconsciente (que
remonta al romanticismo alemán) a la práctica concreta de la cura de almas.
Paralelamente, su discípulo y disidente Carl Gustav Jung, recuperará el concepto
de alma o psique denotándola como la raíz de toda experiencia viviente, y
catalogará a la psicología experimentalista como una «psicología sin alma». Por
lo demás, también Husserl hizo una crítica radical a dicha psicología sin alma y
dejará sin fundamentos las pretensiones fisicalistas y dualistas de la naciente
‘psicología’.
El curso girará alrededor de estas cuestiones y retomará algunas de las
principales concepciones filosóficas que han influenciado a la psicología,
mostrando que la brecha entre una y otra disciplina realmente no es tan grande.
En resumidas cuentas, se pretenderá mostrar que la psicología en el sentido
originario de su acepción, conduce a la vida asumida desde la experiencia
anímica y a la reflexión práctica de la vida; lo que, al transformar la mirada,
contiene una indudable eficacia «terapéutica».
2. Estética, televisión y cultura. Código: 26025
(Primer grupo: martes y jueves de 6 a 8 de la noche).
(Segundo grupo: martes y jueves de 4 a 6 de la tarde)
El propósito de la asignatura es demostrar que la cultura se constituye por factores
comunicativos. Y que toda cultura está permeada por esos factores que la
constituyen. La asignatura hace la apertura a un dislocamiento ambiental y da la
bienvenida al estudio de los medios de comunicación. La metodología de trabajo
es de forma bifurcada, unas veces magistral y otras, con contenidos directos de
los medios de comunicación. El autor de culto de este curso es Herbert Marshall
Mcluhan y sus aportes y ejemplos en el arte, la ciencia, la publicidad, la política,
etc.