Revista Comunicación 155

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No 155 • Tercer trimestre 2011Estudios venezolanos de comunicación • CENTRO GUMILLAPerspectiva Crítica y Alternativa • Integrantes de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicación y CulturaEstudios venezolanos de comunicación • DirectorMarcelino BisbalEditor adjuntoJesús María AguirreConsejo editorialJesús María Aguirre Marcelino Bisbal Carlos Correa Agrivalca Canelón Andrés Cañizález Gustavo Hernández Carlos Delgado-Flores Luis Carlos Díaz Honegger Molina Francisco A. Pellegrino Humberto ValdiviesoCentro GumillaEdificio Centro Valores,local 2, esquina de la Luneta, Altagracia. Apartado 4838 Caracas 1010-A- Venezuela Teléfonos: 564.9803 - 564.5871 Fax: 564.7557Redacción Comunicación:[email protected]ón SIC:[email protected] de Documentación:[email protected]ón:[email protected]ósito Legalpp 197502 DF851 ISSN: 0251-3153

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comunica ciónPRESENTACIÓN

AGENDA PÚBLICA

PRE-TEXTOS

TEMA CENTRAL

ESTUDIOS

INFORMACIONES

VITRINA

ENTREVISTA

Nº 155 • Estudios venezolanos de comunicación • CENTRO GUMILLA

Perspectiva Crítica y Alternativa • Integrantes de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicación y Cultura

������

La teoría es el mensaje 2

De la cultura de las audiencias a la cultura de la sociedad en red

Iria Puyosa ..................................................................................................................................4

Nuestro Jeremías. Daniel Bell (1919-2011)

Enrique Krauze ..........................................................................................................................8

Recordando a McLuhan en su centenario

Margarita D’Amico....................................................................................................................14

Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra (Walter J. Ong)

Roberto Domínguez Cáceres....................................................................................................24

La construcción del sentido común en el entorno digital. La filosofía pragmática de los medios

Carlos Delgado Flores ..............................................................................................................32

Mirar la comunicación desde la crisis

Erick R. Torrico Villanueva ......................................................................................................42

Prácticas teóricas de comunicación en Venezuela

Jesús María Aguirre ..................................................................................................................48

Manuales de investigación en comunicación

Gustavo Hernández Díaz..........................................................................................................60

Sociedad de la Información (SI) y pensamiento líquido. La necesaria adaptación de la teoríade la comunicación

José Fernández Beaumont ......................................................................................................70

¿Para qué sirve estudiar teoría de la comunicación?

Manuel Martín Serrano ............................................................................................................74

La enseñanza universitaria de las teorías de la comunicación en Europa y América Latina

Carlos Lozano / Miguel Vicente Mariño ..................................................................................82

A beneficio de inventario: legados y dilemas en la enseñanza e investigación de la comunicación en la UCV

Moraima Guanipa ....................................................................................................................92

UCAB: cinco décadas perfilando el futuro

Yraida Sánchez ......................................................................................................................102

Libros, revistas, web

Diálogos con las teorías de la comunicación 119

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Si bien se aduce que nada es más práctico que unabuen teoría y que la teoría condiciona los modosde observación en las ciencias, las correspon-dientes prácticas no gozan de buen cartel en esta

etapa de hiperconsumismo tecnológico. Y, precisa-mente en ese vacío, cuando muchas escuelas de comu-nicación se aprestan a la revisión curricular, se sitúa lainquietud de esta edición.

Un cuerpo de preguntas recorre este número de larevista que hemos dedicado especialmente a la coinci-dencia entre las teorías de la comunicación y la vigen-cia de la obra de Marshall McLuhan en el centenariode su nacimiento: ¿es posible una ciencia de la comu-nicación que la constituya como disciplina? ¿es conve-niente? ¿hasta dónde hemos avanzado? ¿hasta dónde po-demos llegar? Preguntas cuyas múltiples respuestasnos llevan por no menos numerosas trayectorias quevan desde la revisión bibliográfica hasta la profecía,desde la periodización y clasificación hasta la interpre-tación crítica, desde la opción de vida hasta la expec-tativa de futuro, entre otras.

En Pre-Textos, Margarita D’Amico hace una sínte-sis del itinerario intelectual del maestro canadiense, ha-ciendo foco en su presencia en Caracas en la década delos 70; Roberto Domingo Cáceres hace recensión de laobra de Walter Ong Oralidad y escritura. Tecnologíasde la palabra, en perspectiva de la sociedad del cono-cimiento; Carlos Delgado Flores reflexiona sobre losmodos de construcción del sentido común en el entornodigital, apelando a la mediología pragmática propuestapor el filósofo alemán Mike Sandbothe, como filosofíade los medios de comunicación.

En Tema Central “Revisión de la producción teóricaen el campo de la comunicación social”, Eric Torrico Vi-llanueva ofrece una lectura de la transición entre para-digmas con énfasis en los abordajes en el contexto polí-tico y económico global y sus repercusiones para el ám-bito de la comunicación social; Jesús María Aguirre es-tablece una periodización de las prácticas teóricas de co-municación en Venezuela con base en tres dimensiones:pretextos (intereses y objetivos), contextos (administra-tivos, empresariales, académicos) y textos (informes, re-portes, publicaciones científicas); Gustavo Hernándezanaliza y reflexiona sobre la elaboración de manuales de

metodología de la investigación en los estudios de Co-municación Social; José Fernández Beaumont ubica as-pectos que pueden derivarse del pensamiento líquido deZigmunt Bauman, en aplicación a la teoría de la comu-nicación; y Manuel Martín Serrano responde a la pre-gunta sobre la utilidad de estudiar teoría de la comuni-cación desde su propuesta teórica de una antropologíade campo unificado basada en la etología y en el desa-rrollo de la cognición humana.

En Estudios, Carlos Lozano y Miguel Vicente Ma-rino hacen una revisión de la enseñanza universitariade las teorías de la comunicación en Europa y AméricaLatina, concluyendo que la tendencia en nuestra regiónes hacia la dispersión. Moraima Guanipa revisa enperspectiva histórica los aportes de la enseñanza e in-vestigación de la Escuela de Comunicación Social dela Universidad Central de Venezuela, la más antigua delpaís, mientras que Yraida Sánchez revisa los aportes dela Escuela de Comunicación de la Universidad Cató-lica Andrés Bello en sus cinco décadas de existenciainstitucional; oportunidad que aprovechamos paraagradecer a ambas escuelas su cooperación, ya que hancompartido el quehacer intelectual de nuestra revista alo largo de 35 años.

Reunidos en la sección Entrevista, el equipo de larevista reflexiona, en conjunto, sobre las teorías de lacomunicación, comparando intereses, autores y co-rrientes y cambio paradigmático para intentar dar res-puesta a la pregunta que recorre desde hace algúntiempo las reflexiones en torno a la formación delcampo de investigación en los estudios de comunica-ción social: es posible una ciencia de la comunicación,unificada como disciplina o como ahora, un conjuntode disciplinas que analizan la comunicación, docu-mento que, además, muestra tres generaciones de in-vestigadores.

Y last, but not least, Iria Puyosa reseña en AgendaPública el Congreso Nacional de Investigadores de laComunicación –InVeCom– realizado en Mérida, enabril de este año, y Enrique Krause ofrece un sentidohomenaje al reconocido maestro Daniel Bell (1919-2011), quien como Jeremías, profetizó la crisis queacaso dará origen a un nuevo tiempo para el conocimientoy la comunicación.

2 cióncomunica Presentación

La teoría es el mensaje

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3comunica ción

Galería de Papel. Petre Maxim. Ceiba a orillas del Río Apure, Edo. Apure. 1959.

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Galería de Papel. Petre Maxim. Academia Militar de Venezuela en Fuerte Tiuna, Caracas. 1955

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De la cultura de las audiencias a la cultura de lasociedad en redIria Puyosa● 6

Nuestro Jeremías.Daniel Bell(1919-2011)Enrique Krause● 8

agenda pública

Galería de Papel. Petre Maxim. Anciano de Cumboto, Barlovento, Edo. Miranda. 1954.

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comunica ción6 agenda pública

Siete horas tomó el viaje entre LaFría y Mérida para quienes asisti-mos al III Congreso de Investiga-dores Venezolanos de la Comuni-

cación (InVeCom 2011). El cierre portiempo indefinido del aeropuerto de laciudad de Mérida y los derrumbes quebloqueaban las vías entre La Fría (endonde está el aeropuerto alterno) y la ca-pital merideña (en donde se realizó elCongreso) fueron un par de obstáculosmás a vencer para quienes querían com-partir el trabajo que se hace en la comu-nidad venezolana de investigadores de lacomunicación. Obstáculos que fueron su-perados con compromiso y entusiasmo.Pequeños obstáculos comparados con losgrandes que hay que superar a diario parapoder investigar en las universidades ve-nezolanas con presupuestos congeladosdesde hace cuatro años, con limitado ac-ceso a Internet por obsolecencia de equi-pos y redes, sin suscripciones a revistasacadémicas internacionales por falta dedólares en el contexto del control de cam-bios y con profesores a medio tiempo dededicación porque deben trabajar fuera delas universidades para obtener ingresosque les permitan cubrir sus necesidadesbásicas y financiar sus investigaciones.Con esa experiencia de resistencia, unamontaña de barro y rocas bloqueando untunel era poca cosa.

El Congreso se inició con la conferen-cia masgistral de la profesora Argelia Fe-rrer, quien fuera designada miembro emé-rito de la Asociación Venezolana de In-vestigadores de la Comunicación en laasamblea del evento. La conferencia titu-lada La investigación en comunicación y

los silencios inexplicables se centró en lacrítica a la situación de desconocimientosobre los avances en la investigación cien-tífica que se vive en Venezuela, que a jui-cio de Ferrer tiene su origen en “un me-nosprecio de larga data de los diferentesgobiernos a las propuestas que vienen delámbito académico, así como la falta depolíticas universitarias de comunicacióndirigidas a proyectar socialmente la infor-mación de lo que se hace en las institucionesuniversitarias.”

Por su parte, Guillermo Orozco pre-sentó la conferencia magistral Audienciasy pantallas en la sociedad red: desafíos la-tinoamericanos de su investigación, en elcual reconoce el reto planteado a los estu-dios de recepción y de audiencias –a loscuales ha dedicado su trabajo de investi-gador– por el surgimiento de la sociedaden red, con sus correspondientes transfor-maciones en los usos que las audiencias(o los públicos en red, diríamos nosotros)hacen de los contenidos (y de los proce-sos de comunicación mismos).

A tono con los cambios planteadospor la sociedad en red, InVeCom 2011contó en paralelo con un Congreso Virtualen el cual se discutieron, no sólo las po-nencias que se estaban presentando en laUniversidad de Los Andes-Mérida, sinotambién ponencias presentadas a la con-vocatoria virtual. Ysabel Briceño coor-dinó el Congreso Virtual que contó con 18ponentes, en cinco áreas temáticas, y ungrupo de participantes provenientes dedistintos países de América y Europa, in-teresados en el trabajo de investigaciónque se hace en Venezuela.

A pesar de los derrumbes, el malestado de las vías de comunicacióny otros imprevistos para llegar ala ciudad de Mérida, se realizó el III Congreso de InvestigadoresVenezolanos de la Comunicación(InVeCOM 2011). El tema centraldel evento tuvo que ver con las audiencias y los estudios cultura-les. Sin embargo, la presencia de las tecnologías de información ycomunicación, la web y la sociedadred impusieron una atmósfera entodas las discusiones de las mesasde trabajo que nos indican que ya estamos en presencia de otra sociedad en donde los medios convencionales van siendo superados e irradiados por los llamados nuevos medios

■ IRIA PUYOSA

Entre derrumbes y bloqueos se fortaleció comunidad InVeCom

De la cultura de las audiencias a la cultura de la sociedad en red

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El Congreso InVeCom 2011 estuvo or-ganizado en seis mesas temáticas: Apro-piación social y gobierno eléctrónico (co-ordinado por Angel Páez); Prácticas socia-les y textuales (coordinado por MoraimaGuanipa); Identidad e imagen corporativa(coordinado por Fanny Ramírez); Comu-nicación política y pública (coordinado porAndrés Cañizales); Comunicación, comu-nidad y participación (coordinado por Or-lando Villalobos); Ciberperiodismo y co-municación digital (coordinado por MabelCalderín); Historia y teoría de la comuni-cación (coordinado por Luz Neira Parra);y Estudios culturales y economía de la co-municación (coordinado por Carlos Guz-mán, quien no asistió a Mérida y fue susti-tuido en la sala de debates por Carlos Arci-la, presidente del evento).

Aunque el tema central de la convoca-toria del Congreso InVeCom 2011 eran lasaudiencias y los estudios culturales,vimos como la apropiación de las tecno-logías de la información basadas en laweb y los procesos de comunicación en lasociedad en red atravesaron transversal-mente el evento. Estos temas no sólo ocu-paron a los grupos de trabajo de Apropia-ción social y gobierno eléctrónico (ges-tión de comunidades, construcción deidentidad, usos electorales de Twitter) yCiberperiodismo y comunicación digital(estética digital, interactividad, caracate-rísticas de las audiencias en Internet).También fueron neurales en algunas de lasinvestigaciones discutidas en los restantesgrupos de trabajo: Identidad e imagen cor-porativa (gerencia de las TIC), Comuni-cación política y pública (redes y usos deinformación en la toma de decisiones de

voto), Comunicación, comunidad y parti-cipación (mesas técnicas de telecomuni-caciones), Historia y teoría de la comuni-cación (formación del comunicador so-cial), Estudios culturales y economía de lacomunicación (identidad en entornos vir-tuales) y Prácticas sociales y textuales (di-vulgación de ciencia y tecnología).

IRIA PUYOSAMiembro del Consejo de Redacciónde la revista Comunicación. Profesorade pregrado en la UCV y del postgradoen Comunicación Social en la UCAB.Especialista en estudios de opiniónpública. Especialista en ComunicaciónOrganizacional. Doctora.

7comunica ción

A tono con los cambiosplanteados por la sociedaden red, InVeCom 2011 contóen paralelo con un CongresoVirtual en el cual se discutie-ron, no sólo las ponenciasque se estaban presentandoen la Universidad de LosAndes-Mérida, sino tambiénponencias presentadasa la convocatoria virtual

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comunica ción8

En las páginas de la revistaVuelta, dirigida por su amigoOctavio Paz, Daniel Bell pu-blicó en 1981 un ensayo lumi-noso, El gran inquisidor y Lu-

kács. En él apuntaba que a todo intelectualde izquierda le llega tarde o temprano suKronstadt y que, en su caso, “Kronstadtfue Kronstadt”. No pudo haberlo sido,desde luego, cronológicamente, porqueBell tenía un año de edad en 1920, cuandolos bolcheviques –comandados porTrotski– reprimieron a los marineros deaquel puerto ruso en un acto que prefigu-raba la larga sucesión de crímenes que dis-tinguiría la historia soviética. Pero Krons-tadt fue sin duda su Kronstadt en un sen-

tido intelectual y biográfico, y –para mé-rito suyo– sobrevino mucho más tem-prano que en el grueso de su generación.

A Bell lo vacunó contra el fanatismoideológico un clásico del anarquismo.Tras una filiación inicial a la Liga Socia-lista de los Jóvenes en su natal NuevaYork, derivó al estudio académico de lasociología. En 1933, cuando la victoriaelectoral de Hitler impulsó a muchos desus amigos a incorporarse al Partido Co-munista, Bell visitó a Rudolf Rocker,quien puso en sus manos el opúsculo Latragedia rusa y la rebelión de Kronstadt,de Alexander Berkman. (Rocker, porcierto, sin ser judío, escribió parte de su obraen yiddish.) Esa lectura fue suficiente, si

El pasado 25 de enero falleció Daniel Bell, pensador clave de lasegunda mitad del siglo XX y agudocrítico de los totalitarismos. En este ensayo, Krauze se despide repasando no sólo su biografía y sus principales ideas, sino también la incidencia que tuvieronen el panorama intelectual latinoamericano.

■ ENRIQUE KRAUZE

Nuestro Jeremías

Daniel Bell(1919-2011)

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9comunica

no para alejarlo del socialismo, sí paraconvertirlo en un perpetuo menchevique:socialista en economía y conservador encultura. En cuanto a la política, Bell sevolvió un liberal clásico. Asimiló muypronto la lección del siglo XX contenidaen la grave profecía de Max Weber contrael apego irracional a la ética de la convic-ción, ese fanatismo –a un tiempo asesinoy suicida– que degradó moralmente a Lu-kács y sacrificó a Ernst Toller. En aquel en-sayo de Bell entendí que las célebres con-ferencias de Weber en 1920 (su testa-mento político e intelectual) estaban diri-gidas (como un llamado de desespera-ción) a aquellos dos discípulos suyos (Lu-kács y Toller) descarriados por la fuerzairracional de las ideologías totalitariasque dominarían al siglo XX y de las queBell fue, a un tiempo, analista, crítico y pro-feta de su destrucción.

Yo también (como Bell y como el pro-pio Paz, en la Guerra Civil española)había tenido mi anarquista personal queme vacunó contra la ilusión bolcheviquey sus avatares chinos o cubanos en el sigloXX, un personaje de novela que me hizoleer a Rocker. Se llamaba Ricardo Mestre,y había sido juez civil en su natal Cataluña.Mestre profesaba religiosamente el anar-quismo constructivo (tolstoiano, kropot-kiniano) y salvó la vida a varios sacerdo-tes católicos. Su prédica, aunada a otras pre-sencias y lecturas, y a la cercanía de Paz–primer y principal disidente de la iz-quierda latinoamericana en la segundamitad del siglo XX– me permitió redes-cubrir la tradición liberal, acallada, mino-ritaria pero real en la América hispana.Esas y otras influencias fueron decisivas,pero aquel ensayo de Bell fue mi defini-tivo Kronstadt. Las opciones vitales deLukács y Toller, las distinciones éticas deMax Weber, eran aún realidades vivas enel mundo pero aún más vivas en AméricaLatina y México, donde los demonios einquisidores de Dostoievski siempre hanandado sueltos. El camino que proponíaBell articulaba admirablemente el sentidode nuestros afanes intelectuales en la re-vista Vuelta: “La ética de la responsabili-dad –escribía–, la política de la civilidad,

el miedo al fanático y al hombre moralque quiere sacrificar su moralidad en ladecepción egoísta de la total desespera-ción, son las máximas que han gobernadomi vida intelectual.” Los escritores queabordábamos estos temas en Vuelta nosidentificábamos con ese credo: compartí-amos una pasión por la libertad y la de-mocracia que no renunciaba a la preocu-pación por erigir activamente (o imaginarsiquiera) una sociedad menos injusta ydesigual.

A partir de 1981, Vuelta fue el vehículoprincipal donde Daniel Bell dio a conocersus ensayos en habla hispana. A lo largode casi dos décadas, publicó casi unatreintena de textos memorables sobre elamplísimo registro de sus preocupacio-nes, una bitácora intelectual de primernivel sobre los temas fundamentales delsiglo XX: “Occidente y la fe”, “EstadosUnidos: rebeldía y autoridad en los seten-tas”, “Gutenberg y la computadora”, “Lavanguardia fosilizada”, “Viaje al país dela Perestroika”, “Nuevas visiones sobre el‘excepcionalismo americano’”, “Nuevoprólogo a las contradicciones culturalesdel capitalismo”, “Alemania: el temorpermanente”, “El orden (y desorden) fu-turo del mundo”, “Guerras culturales en Es-tados Unidos (1965-1990)”, “La caída delas grandes empresas”, “El porvenir deEuropa”, “El futuro de la población mun-dial”, “Las Naciones Unidas y el de-rrumbe del orden mundial”, “Reflexionesal término de una época”. De particularinterés por su carácter profético fue el en-sayo “El fundamentalismo islámico:¿Cuán grave es la amenaza?” (agosto de1994). Con la ponderación que lo carac-

Vuelta fue el vehículo princi-pal donde Daniel Bell dio aconocer sus ensayos en hablahispana. A lo largo de casidos décadas, publicó casi unatreintena de textos memora-bles sobre el amplísimo regis-tro de sus preocupaciones,una bitácora intelectual deprimer nivel sobre los temasfundamentales del siglo XX

“ción

La obra más significativa de DanielBell en españolEl fin de las ideologías. Madrid: Tecnos,1964.

The coming of post-industrial society: aventure in social forecasting. New York:Basic Books Inc. Publishers, 1973.

Las contradicciones culturales del capi-talismo. México: Consejo Nacional parala Cultura y las Artes; Alianza Editorial,1976.

El advenimiento de la sociedad post-industrial: un intento de prognosis social.Madrid: Alianza Editorial, 1976.

“Los Estados Unidos como excepciónhistórica”. Vuelta número 157,diciembre de 1989.

Miradas al futuro. CoordinadoresOctavio Paz, Enrique Krauze. México:Vuelta, Fundación Cultural Televisa,1991.

“Guerras culturales”. Vuelta números186, 187; mayo, junio de 1992.

Libertad y justicia en las sociedadesmodernas. Seminario InternacionalMéxico: Miguel Angel Porrúa, 1994.

“El comercio en el siglo XXI”. Vueltanúmero 221, abril de 1995.

“Las contradicciones culturales de NewtGingrich”. Vuelta número 225, agosto de1995.

“Los Estados Desunidos de América”.Vuelta número 228, noviembre de 1995.

“Reflexiones al término de una época”.Vuelta número 246, mayo de 1997.

“El despegue de la era digital”. LetrasLibres número 4, abril de 1999.

“Las muchas facetas del siglo XX.” LetrasLibres número 10, octubre de 1999.

“Internet y la nueva tecnología”. LetrasLibres número 13, enero del 2000.

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teriza, recorrió uno a uno los países y re-giones del mapa islámico así como las di-versas vertientes del islam, señalando entodos los casos las importantes diferen-cias de fondo y matiz que entonces yahora se desdeñan. Pero sensible comoera a la sociología religiosa (no en baldefue uno de los principales sucesores deWeber) no dejaba de apuntar que “el islames una religión que se presta particular-mente al fundamentalismo”, y marcabalas tres zonas que, a su juicio, presagiabanestallidos de violencia radical: los Balca-nes, Medio Oriente y el Asia Central. Sila sociología ha colindado alguna vez conla profecía (en el doble sentido de críticasocial y clarividencia) es en estos ensayosde Bell. Roger Shattuck lo llamó nuestroJeremías.

Cuando cayó el Muro de Berlín, Octa-vio Paz y yo congregamos en México auna treintena de intelectuales de todo elmundo en un encuentro que llamamos Laexperiencia de la libertad. Ahora me pa-rece increíble el elenco: Czeslaw Milosz,Cornelius Castoriadis, Adam Michnik,Bronislaw Geremek, Leszek Kolakowski,János Kornai, Hugh Thomas, Hugh Tre-vor-Roper, Mario Vargas Llosa, CarlosFranqui, Jorge Edwards, Jorge Semprún,Ivan Klíma. De Estados Unidos vinierontres amigos: Irving Howe (el socialista), Da-niel Bell (el menchevique) y Leon Wie-seltier (el talmudista liberal). MientrasLeon acompañaba a Irving a la casa de suadmirado Trotski, Bell concentró su es-fuerzo en preparar una argumentación acontracorriente del congreso: reafirmósus críticas a la racionalidad económicadel mercado y sostuvo que el socialismoseguía teniendo un horizonte posible:“Existen la equidad, la justicia, la digni-dad, y todas estas cosas a veces el egoísmolas atropella”. En la galería, Irving Howey Octavio Paz asentían con satisfacción.Tiempo después comprendí que nuestrareunión era, sin saberlo, el capítulo si-guiente al Congreso para la Libertad Cul-tural en el que participó Bell en los añoscincuenta y donde entabló relación conRaymond Aron, Melvin Lasky, MichaelPolanyi, Ignazio Silone, Anthony Cros-land, Czeslaw Milosz.

Los argumentos de Bell en aquel en-cuentro impresionaron vivamente a unpersonaje político de México que buscabael equilibrio entre el liberalismo demo-crático y el núcleo salvable del socia-lismo. Era Luis Donaldo Colosio, que alpoco tiempo se convertiría en candidatodel PRI (un PRI reformado) a la presiden-cia de México. Por invitación de Colosio,

Bell dictó una conferencia que tuvo lugaren México hacia 1993. Iba pues en ca-mino a convertirse en el ideólogo del cam-bio democrático en México cuando so-brevino el asesinato de Colosio.

En 1998 murió Octavio Paz y con élVuelta, pero ese mismo año comenzamosla aventura de Letras Libres. En nuestra re-vista, Bell siguió publicando sus ensayos.Hace unos meses me sorprendió recibir uncorreo electrónico suyo proponiéndome,como en los viejos tiempos, un ensayosobre la necesidad de fortalecer las artes yhumanidades en el currículum universita-rio. Lo publicamos con enorme entu-siasmo en nuestro número de septiembre.En sus últimos correos recordó pasajes dela historia revolucionaria de México, menarró la historia del fundador hindú delPartido Comunista Mexicano, preguntópor el destino de su amiga Anita Brennery aún teorizó sobre las dificultades delcombate al crimen organizado debido a ladoble maldición del mercado de drogas yla provisión abierta de armas.

En 2009 acudí a Cambridge a su cum-pleaños noventa. La penosísima enferme-dad de Pearl, su esposa, lo había postradopero no vencido. Un grupo de familiaresy amigos de todas las edades y generacio-nes lo festejó alegremente. Entre ellos es-taba una amiga de más de 80 años, que loacompañó en el trecho final y de la que,evidentemente, se había enamorado. Esatarde le cantó canciones en yiddish.

Cuando lo conocí, en los añosochenta, descubrimos que por el lado demi abuela materna, Bell y yo proveníamosde familias nacidas en Bialystok, la ciu-dad fronteriza polaca que hasta 1917 fue

ocupada por Rusia. El hallazgo desató unavena formidable en Bell, uno de los mu-chos secretos de su vitalidad: los chistes,el humor. (“Una viejita de Bialystok seentera de que la ciudad ha sido liberada ydice, con alivio: ‘Gracias a Dios, esos in-viernos rusos me estaban matando’”). Enuno de nuestros encuentros en Cambridgeme relató su viaje a México con Saul Be-llow, recogido –si no me equivoco– enLas aventuras de Augie March. El re-cuerdo de ese viaje evocó una anécdotacon Bellow: la traducción que ambos hi-cieron al yiddish de The love song of J. Al-fred Prufrock. Le rogué que la recitara yera en verdad asombrosa la facilidad conque el poema se trasladaba al yiddish.Días más tarde, Bell me envió la grabación,que atesoro. A Eliot, estoy seguro, le hu-biese disgustado esa licencia, pero ahoraque yo mismo he llegado a la edad de pre-guntarme si me atreveré a comer un du-razno, me consuela escuchar ambas ver-siones, una con la voz un tanto mayestá-tica de su autor, y otra (en aquel extrañoidioma de mi infancia, hoy casi muerto)con la dulce y risueña voz de mi amigoDan Bell.

*Letras Libres, marzo 2011

ENRIQUE KRAUZEMexicano. Historiador y director de la revista Letras Libres.

En 2009 acudí a Cambridgea su cumpleaños noventa.La penosísima enfermedadde Pearl, su esposa, lo habíapostrado pero no vencido.Un grupo de familiaresy amigos de todas las edadesy generaciones lo festejóalegremente

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Galería de Papel. Petre Maxim. Calle de Zaraza, Edo. Guárico. 1959

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Galería de Papel. Petre Maxim. Planta eléctrica de Tacoa en Arrecife, Edo. Vargas. Circa. 1966

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pre-textosRecordando a McLuhan en su centenarioMargarita D’Amico● 14

Oralidad y escritura.Tecnologías de la palabra (Walter J. Ong)Roberto Domínguez Cáceres● 24

La construcción del sentido comúnen el entorno digital. La filosofíapragmática de losmediosCarlos Delgado Flores● 32

Galería de Papel. Petre Maxim. Planta eléctrica de Tacoa en Arrecife, Edo. Vargas. Circa. 1966

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comunica ción14 pre-textos

Como esta introducción es un testimonio

vivencial, los distinguidos lectores de

Comunicación sabrán perdonarme por

escribirla en primera persona

Conocí el trabajo de McLuhan antesde que se pusiera de moda y que lacelebridad distorsionara su ima-gen, convirtiéndolo en el pensador

atacado con más furia y defendido conmás pasión, en la segunda mitad del sigloXX.

Su espíritu visionario e innovadorcomo intérprete de la era electrónica, suspercepciones frescas y profundas, sucomprensión de los medios de comunica-ción y el impacto de las nuevas tecnolo-gías en la sociedad, su genialidad que nocaduca, fueron destellos tan inspiradorespara mi trabajo docente, periodístico y deinvestigación estética, que decidí encon-trarlo, y apenas pude, fui a visitarlo a Ca-nadá.

Allí nació con el nombre de HerbertMarshall McLuhan, el 21 de julio de1911, y allí murió, el 31 de diciembre de1980.

“Dígame Marshall, just Marshall”.Lo mismo me repetiría después otrogenio, de los que tampoco mueren: “dí-game Borges, sólo Borges”. Al autor de LaRosa Profunda, sí pude llamarlo Borges,pero a McLuhan siempre le dije Profesor.Y es que los grandes creadores, los gran-des seres, permiten una comunicación sinprotocolos, sin barreras, honor que seagradece. Ayer como hoy.

En este 2011, Año Centenario del na-cimiento de McLuhan –que no es igno-rado en otros países–, la revista Comuni-cación me honra por partida doble, al re-producir dos de mis trabajos, tal y como

salieron en su momento. Uno: la primeraentrevista que le hice a McLuhan, hace 38años publicada con todo esplendor en laspáginas centrales, formato standard,grandes fotos, en el suplemento domini-cal Séptimo Día del diario El Nacional, el25 /03/1973. Toda una deliciosa clase delrecordado profesor.

El otro trabajo es una especie de mo-saico que armé, siguiendo un poco elacercamiento no lineal de McLuhan a lostemas, titulado McLuhan: El mundo es unpoema en multimedia, que resume en diezbloques las principales percepciones deese gran personaje de la comunicación.Salió en el Papel Literario del diario El Na-cional, el 25/04/1976, en ocasión del viajede McLuhan a Venezuela, para participaren el Primer Seminario Venezolano deRadiodifusión Sonora.

Admirador y Protegido

Tuve el privilegio de encontrarlo en variasoportunidades. Lo entrevisté tres veces:dos en Toronto (1973 y 1977) y una en Ca-racas (1976). Pude observar su actividaden el Centro de Cultura y Tecnología de laUniversidad de Toronto, del cual era directory profesor; escucharlo en reuniones infor-males; tomar café con él y sus amigos ensu casa y hablar de cualquier cosa. Ysobre todo, pude escribir, dar a conocerparte de su trabajo, aquí en Venezuela.

No se imaginan lo difícil que fue “de-fender” las ideas de McLuhan de sus “de-tractores”. Por eso, en la dedicatoria de laedición original de su primer libro TheMechanical Bride, de 1951 (esa novia erala tecnología, la televisión que venía),McLuhan escribió que era mi admiradory protegé. En otra dedicatoria bendecía mitrabajo.

Hello Marshall

Recordando a McLuhan en su Centenario

En el mes de julio, concretamenteel 21 de julio, McLuhan cumpliríacien años. El teórico canadiensees recordado, en primera persona,por la autora de un célebre libroque de alguna manera es parte de la sensibilidad que McLuhandescribió hace medio siglo:Lo audiovisual en expansión.Margarita D´Amico, la autora delpresente trabajo, fue alumna deMcLuhan, además de acompañarloen nuestro país y de hacerle unagran entrevista que reproducimos.Sirva este trabajo como homenajea quien nos dijo, de una maneramuy peculiar, a qué clase desociedad llegaríamos y cómo seríanlos medios de comunicación enesa sociedad.

■ MARGARITA D’AMICO

Toronto 1977, McLuhan frente a su casa

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Ahora, en esta incipiente segunda dé-cada del siglo XXI, ¿Qué pueden decirtodas esas personas que no entendieron, ono quisieron entender, no reconocieron,menospreciaron el carácter visionario delpensamiento de McLuhan?

Como siempre, el tiempo, la realidad,lo que está pasando con los nuevos me-dios, le ha dado la razón al recordado pro-fesor, y también a esta periodista y a otragente en el mundo. Sin embargo, mila-grosamente, treinta y tantos años después,uno que otro opositor de las innovacionestecnológicas en la comunicación, hoyusuarios empedernidos de las nuevas tec-nologías - que no son meros instrumentos,porque cambian al hombre, producenefectos - bien, esos señores han asomadotímidamente que estaban equivocados.Ellos, no McLuhan.

Who was Marshall McLuhan

No podría terminar este testimonio viven-cial sin compartir otro motivo de orgullo.Dos de mis trabajos sobre este personaje(McLuhan: El mundo es un poema enmultimedia y McLuhan y su último libro –Las Leyes de los Medios –, El Nacional20/10/1977), fueron publicados en inglés,en el libro Who was Marshall McLuhan-Exploring a mosaic of impressions, de1994.

Escrito por Barrington Nevitt (co-autorcon McLuhan de varias obras, 100 semina-rios, 30 artículos, durante 15 años), y Mau-rice McLuhan (hermano menor de Mars-hall, su colaborador), el libro reúne testi-monios, recuerdos, apreciaciones, viven-cias de más de 70 personalidades acerca delcelebrado pensador. ¿Y saben una cosa?Me han dedicado diez páginas (de la 230 ala 240) con comentarios que valorizan mi“skill in McLuhan’s approach throughoutVenezuela and beyond”.

Ese libro, ese mosaico de impresiones,es una celebración del espíritu viviente, elfeeling de McLuhan, el relato de expe-riencias inspiradoras para los participan-tes, las enseñanzas, el brillo de quien en1968 hablaba de aldea global, en su em-

peño por comprender lo que estaba pa-sando en términos de cultura y nuevas tec-nologías.

Who was Marshall McLuhan estálleno de testimonios de artistas, periodis-tas, investigadores de la comunicación,profesores universitarios, intelectuales degran envergadura, personalidades de dis-tintas áreas, como Peter Drucker, renom-brado autor de Modern Prophets, y geniode la cultura del Management; el músicoJohn Cage; el maestro de la fotografíaYousuf Karsh; el investigador de nuevosmedios Derrick De Kerkhove, sucesor deMcLuhan, quien mantiene vivo el espíritudel maestro que le cambió la vida.

Cuenta Derrick De Kerkhove quecuando estaba en el Centro de Cultura yTecnología de la Universidad de Toronto,no lograba terminar su tesis sobre el sen-tido de la tragedia en algunas obras deVoltaire. Un día McLuhan le pidió una de-finición de la palabra tragedia y el trató deexplicar, pero McLuhan lo interrumpió, yle dijo que la tragedia no era una forma dearte sino una tecnología de comunica-ción. El alumno quedó sorprendido, peroal poco tiempo sacó su tesis. Ahora DeKerkhove es primera figura del ProyectoMcLuhan y profesor de Culturas Digita-les y Comunicación en universidades eu-ropeas y en Canadá.

McLuhan era muy simpático con losestudiantes. Los mandaba a leer textos li-terarios –Joyce, Coleridge, Eliot– con unaadvertencia: “no me digas lo que está enlos libros, porque yo los he leído, dimequé aprendiste que no supieras de ante-mano. De ese modo ambos podemosaprender algo nuevo”.

Por mi parte, he aprendido mucho deMcLuhan, de Barrington Nevitt, de miprofesor Antonio Pasquali en la UCV, deEdgar Morin y Roland Barthes, a cuyasclases asistí en la Universidad de París.También sigo aprendiendo de santos nue-vos del siglo XXI, como Kevin Roberts–el de Lovemarks– y de otros que igual-mente hacen milagros.

Comunicar lo nuevo es un milagro

¿Qué efectos tuvo McLuhan en mi pensa-miento?

Profundizar en la especificidad de losnuevos medios, estudiar los procesos,descubrir la importancia de los efectos, elvalor del ground (el entorno donde se pro-ducen los cambios), lograr una alta com-prensión de los medios, tomando encuenta que comprender no es nunca unpunto de vista, ratificar el hecho de quecomunicar lo nuevo es un milagro y seguirinvestigando en arte y ciencia.

Por supuesto están los conceptos ypercepciones sobre espacio visual yespacio acústico, resonancias, interrela-ciones, instant replay, las leyes de losmedios (no jurídicas) y otros temas. Másadelante, cuando lean el mosaico que hice,descubrirán por qué todo esto es impor-tante.

Pero ¡no se queden con mis escritos!Si quieren conocer más acerca de McLu-han y su vigencia en el siglo XXI, puedenleer el libro del español Pedro Sempere,McLuhan en la era del Google, EditorialPopular S.A, Madrid, 2007.

Y ahora sí, los invito a pegar un saltoatrás, hasta los años 70. Es una mañanahelada de marzo. Entramos a la casa deMcLuhan en Toronto, para escuchar algran Profesor, en la real dimensión hu-mana de un encuentro inolvidable.

Así, junto con los lectores de Comuni-cación, quiero recordar al gran Marshallen el Primer Centenario de su nacimiento.Y si es verdad que 100 años no son nada,menos lo serán los 38 que lleva escrito ypublicado el texto que viene a continua-ción. El siguiente sólo tiene 35.

McLuhan era muy simpáticocon los estudiantes. Los mandaba a leer textos litera-rios –Joyce, Coleridge, Eliot–con una advertencia: “no medigas lo que está en los libros,porque yo los he leído, dimequé aprendiste que no supieras de antemano. Deese modo ambos podemosaprender algo nuevo”.

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Nueva York-Toronto… WychwoodPark, número tres. Quince minu-tos de retraso por culpa de un cho-fer de taxi medio pirata… McLu-

han esperándonos junto con BarringtonNevitt, su actual colaborador en El Centrode Cultura y Tecnología de la Universidadde Toronto y co-autor de Take Today, TheExecutive as Dropout, uno de los últimoslibros, el más brillante quizás, del famosopensador canadiense.

¿Cómo reaccionaría McLuhan? ¿Quéle íbamos a preguntar? ¿De qué íbamos ahablar con el teórico, probablemente, elmás original de la era postindustrial? Niidea, pues. El asunto era verlo. Oírlo a él.Presentarlo en su contexto humano y con-fiar en que estuviera de buen humor.

Era también el deseo de nuestros ami-gos quienes, espontáneamente, prestaronsu ayuda en la realización de este trabajo.Gerd Stern, artista de Intermedia en Bos-ton, nos había dado una carta de presenta-ción para el Profesor McLuhan. El perio-dista Nelson Bocaranda, quien dirige laOficina de Turismo de Venezuela enNueva York, quiso acompañarnos a To-ronto. Marcia Guerrero, estudiante domi-nicana de Comunicación, nos ayudóluego a transcribir la grabación.

Ya en la casa de McLuhan, la primerasorpresa: Barrington Nevitt hablaba espa-ñol. Vivió cinco años en Venezuela, tra-bajando con la Ericsson en Telecomuni-caciones, allá por los años cincuenta. Ha-blamos de todo, y durante la primeramedia hora, fue McLuhan quien nos en-trevistó a nosotros.

—“I’m going to get your help, yourthoughts on the effects of American popu-lar culture in South America”… ¿ Quéimagen tienen ustedes de los Estados Uni-dos a través de los medios? ¿Qué clase deprogramas ven ustedes allá? ¿Tienennuestros “comics”? ¿Qué tal las películas,los noticieros, las telenovelas?

Faltaba mucho todavía para queMcLuhan hablara lo suyo… Ese día losuyo fue la comunicación apasionante deuna cantidad de temas que trataremos de

resumir en este escrito: figure y ground, con-tenido y medios, mensaje, proceso, camp,violencia, Vietnam, juventud, universida-des, política, TV, Matusalén, ciencia, pu-blicidad, Evangelio, buenas noticias,malas noticias, música rock, el trabajo, lascarreras, el por qué de la adversidad paracon sus teorías por parte de algunas per-sonas. En fin, ya verán.

Coleccionista de Medios

Herbert Marshall McLuhan, director delCentro de Cultura y Tecnología de la Uni-versidad de Toronto, especialista en lite-ratura moderna y medioeval, dicta clasede poesía moderna y de cultura y comuni-cación a estudiantes de postgrado en esaUniversidad. Es la persona que ha cap-tado, mejor que cualquier otra, el caráctertotalmente original de los nuevos mediosde comunicación de masas y el impacto so-cial de las nuevas tecnologías. Lo llamanel oráculo de la edad eléctrica, el sabiodel período Acuario.

Principales libros: UnderstandingMedia - The Extensions of Man; The Gu-tenberg Galaxy; The Mechanical Bride;The Medium is the Massage; Counter-

blast; War and Peace in the Global Vi-llage; Through the Vanishing Point –Space in Poetry and Painting; From Cli-ché to Archetype; Take Today; Culture isour business.

Cuadro familiar: esposa de Texas; seishijos que “brillan con luz propia”. EricMcLuhan es profesor de ingeniería elec-trónica; Thais C. McLuhan escribió unlibro sobre los indios, Touch The Earth(“se tardó años haciendo las fotos, inves-tigando”, decía McLuhan al mostrarnos elhermoso maxilibro de su hija); Stephanievive en New York y está metida en el Wo-men’s Lib; Elizabeth que se va a casar enestos días (“here, in this house”); otra queestá casada…

Lo demás, es una vida de trabajo, deinvestigación constante. Cuando sale adar conferencias en otras ciudades,McLuhan cobra 2.500 dólares por vi-sita… Escribe mucho en colaboracióncon otras personas, quienes para podertrabajar con él tienen que mantener su in-dependencia y su libertad creativa.

—Ahora, estoy escribiendo mi tesis dedoctorado, rehaciéndola para publicarla,porque la escribí hace más de veinte años.Es un libro sobre el escritor ThomasNashe. Estoy escribiendo un libro sobreCanadá, Canada the Borderline Case (elcaso fronterizo). Nosotros vivimos entre losEstados Unidos y Gran Bretaña. Quierodecir, Canadá tiene muchos compromisoscon el Reino Unido, pero realmente esparte de los Estados Unidos.

—Estoy revisando mi libro Unders-tanding Media. Cada vez que me siento arevisarlo le agrego un capítulo. Tengo 46capítulos nuevos (más que el texto origi-nal). Tendré que llamarlo UnderstandingMedia N° 2. Y estoy haciendo otro libroque es una guía intelectual sobre los des-cubrimientos de los últimos años. UnBaedeker. Baedeker, sí, como guía(Guide Michelin), pero Michelin es unapalabra débil, “Baedeker” es una palabrafuerte, como Canada. USA es débil. Yo lepongo mucha atención a las palabras por-que soy profesor de poesía. Profesor a

McLuhan habla para 7° Día

Suplemento dominical del diario El Nacional 25/03/1973

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tiempo completo. Lo demás es hobby.Hay gente que colecciona estampillas. Yocolecciono medios. Estoy en Torontodesde hace 26 años. Enseñé en los Esta-dos Unidos durante diez años. Comencéen Wisconsin. En Europa solamente hedado conferencias.

El año pasado Marshall McLuhan es-tuvo en Francia. Participó en dos progra-mas para la televisión francesa y le corta-ron.

—Los franceses temían que dijeraalgo en TV que les causaría problemas.Tenían miedo de sacarme al aire. En todocaso volveré en junio (del 20 al 21) paradar una charla sobre el futuro de los pe-riódicos, en la Conferencia Internacionalde la Prensa.

A Barrington Nevitt también le muti-laron un trabajo en Francia. El escribió“Antes, todas las ideas europeas venían aAmérica para revivir, hoy todas las ideasamericanas van a Europa para morir.”

—Esto lo censuraron –apuntó Nevitt–y entonces yo les pregunté: ¿Dónde estáJean Jacques Servan–Schreiber? Porquede esto se trata El Desafío Americano.Ahora su libro es un hecho passé, nadie lehace caso… Cuando el Sputnik entró enórbita, el planeta se convirtió en unaforma de arte. La naturaleza dejó de exis-tir. Se extinguió. Ahora la hemos susti-tuido por la ecología. Debería llamarseEcotierra.

—¡Un momento! -interrumpió McLu-han- no vayamos a meternos en muchostemas.

—Entonces, profesor McLuhan, ¿ha-blamos de televisión?

¡Qué va! Aun no podíamos entrar enmateria… Todavía McLuhan tenía quepreguntarnos más sobre el cine en nues-tros países, la industria de los carros, lacomida, la ropa.

¡Dios mío! El contenido no es elmedio

—Ropa, medio, mensaje…—Déjame aclararte algo sobre los me-

dios. Cuando escribí UnderstandingMedia no me imaginé dónde estarían lasdificultades. Uno no lo sabe hasta que norecibe la reacción del público. Una cosaobvia que nunca mencioné en el libro esque el lector, el espectador, el público, theuser, es el contenido mismo. El contenidode la ropa eres tú. El contenido del lenguajees la persona que lo usa. Nadie le hapuesto atención a esto. Han creído que elmensaje es el contenido. Que el medio seael mensaje no quiere decir que el mensajees el contenido. El contenido no es el

medio. My God! No, EL CONTENIDONO ES EL MEDIO. El mensaje es cam-bio. Vale la pena explicar esto porque “elmedio es el mensaje” no significa nada sino se comprende este concepto. Ejem-plos: el autobús no es el medio. El mediodel autobús son las carreteras, empresasautomovilísticas, fabricantes, son todoslos servicios que van con el autobús. Poreso el cambio ocurre en los servicios y noen los programas. El medio de las noticiasno es el material que publicas o transmi-tes. Es toda la organización, que hace po-sible la recolección y presentación de lasinformaciones. El autobús es la figura y elground es el medio. Tú sabes, la psicolo-gía Gestalt: figure y ground.

—Mira estos lentes: son figure. Elground (ambiente, base, environment) esmi cara, pero cuando me pongo los lentesesta figura se transforma en símbolo. Enotras palabras, cuando sacas la figura desu ambiente, ésta se convierte en símbolo.El autobús sin autopista es sólo un símbolo,no es un medio. El autobús no cambia, loslentes no cambian. Es el ground lo quecambia. El jet no cambió al autobús, cam-bió la autopista y también cambiaron losservicios, cambió el medio mismo. La te-levisión no cambió la radio, pero sí cam-bió el ambiente de la radio. Los cambiostienen lugar en el ground, no en la figura.Muy pocos se dan cuenta de esto. Sóloven la figura, nunca le ponen atención alground. El ground es invisible, sublimi-nal. Comprender los medios significacomprender lo subliminal. Estos lentesme cambian a mí, pero yo no los cambioa ellos. El conductor del carro no cambiaal carro, pero el carro lo cambia a él.

—Una de las razones que tuve paradejarme crecer el bigote, fue que queríadeshacerme de todas las fotos viejas, por-que estaba cansado de ellas. En otras pa-labras, cambié el ground. Esas fotos vie-jas eran obsoletas. El jet cambió la es-tructura del tiempo. Y prontamente el au-tobús no encajará dentro de la nueva es-tructura del tiempo. Será usado comoforma de arte.

“Camp”, “instant replay”, Vietnam

—You know: camp. Camp significa reviviralgo que recientemente desapareció. Losaños veinte están regresando. Eso es camp.

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Los cambios tienen lugaren el ground, no en la figura.Muy pocos se dan cuenta deesto. Sólo ven la figura, nunca le ponen atención al ground. Elground es invisible, subliminal.Comprender los medios signi-fica comprender lo subliminal.

McLuhan entrevistado por Margarita D’Amico. Caracas 1976. Foto Claudio Perna

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Camp quiere decir dejá vu. Vamos a anali-zar algo importante a lo cual nadie le poneatención: El instant replay. Es uno de losacontecimientos más grandes que ha ocu-rrido en la historia de la humanidad. Estácambiando la imagen que tenemos de no-sotros mismos y de todas las cosas que ha-cemos porque por primera vez podemos vertodo de nuevo instantáneamente. Pero,atención, replay es proceso, no producto.Entonces, uno de los efectos del replay esdesencantar a la gente con los productos detoda clase. La gente mira el instant replayy no se da cuenta de que el groundestá cam-biando. Con la llegada del hombre a la Lu-na, la Luna no ha cambiado, ha cambiadoel ground que se ha convertido en un teatroglobal. Las figuras de la Luna no han cam-biado nada. Ahora, lo importante es la di-námica, lo que pasa entre la figura y elground. El significado está en lo que suce-de, en la interrelación de la figura y elground. Y esto es lo que cambia. Si yo melevanto de la silla, el ground cambia

—La guerra de Vietnam cambió elground. Vietnam era la figura y el groundes el gran cambio Este-Oeste. Todo elmundo occidental se está volviendo haciaadentro, se está, yendo hacia el este. ElEste se viene hacia el Oeste. Entre estosdos patrones de ground se encontrabaVietnam. Allí estaba la acción. Vietnamera el espacio entre el eje y la rueda.Ahora, una vez llegada la calma en Viet-nam, no hay ni eje ni rueda, pero la cues-tión Este-Oeste queda allí y donde va a su-ceder el interplay es entre eje y rueda. Vaa estar en el Medio Oriente. El cambio deVietnam al Medio Oriente es fatal porqueVietnam es menos peligroso comparadocon el Medio Oriente. La gente no ve elground.

—Se habla de violencia. La violenciaes la figura, pero ¿dónde está el ground?Está escondido. Es la pérdida de la iden-tidad. Cuando las personas pierden suidentidad se vuelven violentas, porqueandan buscando una identidad. Y cuandoestás en busca de tu identidad, estás bus-cando problemas, porque este hecho sig-nifica que has perdido algo que es muy va-lioso para ti. Tu honor, tu cara, tu propiosignificado. Todo. Por esto la gente así espeligrosa.

Relax. Tanto McLuhan como Barring-ton preguntan, sobre los estereotipos ame-ricanos que se encuentran en Venezuela,sobre los chistes. Hablamos de política,de juventud. Nelson Bocaranda se esmeracontando anécdotas y presentando el pa-norama de los candidatos. Los que vendenpaz, los que venden energía. McLuhan

dice que la política hoy en día sólo puedevender servicios. La energía es “caliente”,no funciona para la televisión. En radio sí.Preguntan si en Venezuela aumenta la tec-nocracia. “En los Estados Unidos –diceBarrington– la tecnocracia está disminu-yendo porque todos ven que no funciona”.Preguntan sobre la juventud venezolana.Acerca de sus ídolos, de sus ideales; si hayafición por la astrología, por las culturasorientales, si hay alguna revalorización delos indígenas, qué ocurre con respecto alESP (percepción extra sensorial), en fin,una cantidad de cosas.

Somos “Matusa” a los tres años

—Los niños, hoy en día quieren otra cosa.Los que ven televisión –dice el ProfesorMcLuhan– quieren un mensaje no com-pacto, no encasillado, sino desordenado,quieren relajarse en diferentes cosas. Enla escuela no quieren estudiar materiasque vienen claramente empaquetadas.Quieren verse envueltos en ellos mismos.Así que las escuelas que se rigen por vie-jos sistemas están hechas para ser bota-das. Puedes predecir que el sistema actualde la escuela no resistirá el impacto de latelevisión. No se trata sólo de viejos co-nocimientos, sino también de la maneravieja de aprender. Ellos no la quieren. Noquieren la información en los libros detextos. Quieren todo en forma de procesoy no empaquetado.

—¿Qué ocurre? Hoy en día los estu-diantes cierran las universidades. No haydiferencia entre el Gobierno y los estu-diantes. Un tiempo existió la política de la

juventud y la de los adultos. Hoy eso noexiste. La juventud ya no existe. Todoshan crecido. Con la tecnología electrónicaya no hay gente joven. Tienen canas a lostres años. Son más viejos que Matusalén.Hoy vamos hacia Matusa. Antes se decía:“Regresemos a los tiempos de Matusa-lén”, pero ahora estamos yendo hacia Ma-tusa. Todo el mundo tendrá mil años en lospróximos años. En una semana, viendo te-levisión sabemos más de lo que pudosaber Matusalén y él no sabía mucho por-que no se movió, no circuló… Si la cien-cia viene hacia nosotros, en pocos meses,a cada persona le podemos dar 200 añosmás de vida. Cada uno vivirá 200 añosmás, no importa la edad que tenga. Esta esuna buena noticia. Pero es un desastre.

Publicidad, Evangelio, y buenas noticias

—Las buenas noticias son un desastre,porque significa que todo tiene que cam-biar. Esta casa no puede durar 200 años,tenemos que cambiarla, volver a la es-cuela, comenzar de nuevo, porque todo loque tú sabes ahora no te servirá dentro de50 años.

—Good news! Cuando lees los anun-cios publicitarios en los periódicos, siem-pre hablan de buenas noticias. Te dicen: “po-demos darte un carro mejor y más barato,una nevera mejor”. La publicidad siempreda buenas noticias. Y las buenas noticiasgolpean, hieren, te destruyen. Los perió-dicos compensan eso publicando las noti-cias malas. Es más fácil leer las noticiasmalas porque éstas no te afectan a ti. Lasnoticias malas sólo afectan al otro. Lasnoticias buenas te afectan a ti totalmente.Te cambian. Las noticias malas no te cam-bian nada. Si tú quieres vender publici-dad, tienes que emplear buenas noticias.La publicidad siempre trata de buenas no-ticias y eso duele, duele, duele. Por lotanto cubren el golpe con noticias malasque te hacen sentir mejor. Las malas noti-cias son como las tragedias, eufóricas.Uno dice: “él murió, yo gracias a Dios,estoy vivo”. En la publicidad, aunque teestén dando buenas noticias, te hierenporque te están diciendo: “ese carro tuyono es bueno, mira éste que es mejor, másbarato, estás malgastando tu dinero”… Yhe aquí la paradoja, la ciencia te dice: “vasa vivir 200 años más”. Esta no es ninguna

En Take Today explican cómo anticipar los efectos.

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buena noticia. Es un desastre para lagente. Dirían: “no puedo siquiera vivir 5años más, ¿200 años? Imposible”.

—El Evangelio tiene buenas noticias,y la mayoría de las personas no le tienenmiedo. Pero las vende hablando del in-fierno. Las malas noticias ayudan a ven-der las buenas noticias. La mayoría de lagente no soporta las buenas noticias delEvangelio porque significa cambiar todo.Tendrías que cambiar todo lo que tú eres,desechar todo y comenzar de nuevo. Unnuevo Adán. Tú ves, éste es el peligro delas buenas noticias. Es algo demasiadodesafiante, demasiado radical. Por lotanto, es bueno para la gente pobre y hu-milde escuchar las buenas noticias delEvangelio, porque ellos pueden recomen-zar desde el principio sin ningún esfuerzo,no tienen nada que perder. Pero ¿qué medices tú del hombre joven y rico que al oírel Evangelio se fue sollozando porquetenía demasiadas riquezas? Te estoy ha-blando del joven rico que se dirigió aCristo y le dijo que había cumplido todoslos Mandamientos, que había llevado unabuena vida desde pequeño. Y Cristo ledijo: “Ve y vende todos lo que tienes”. Yel hombre se fue llorando porque teníamuchas riquezas.

—Lo mismo ocurre con el hombre queha aprendido mucho. O cuando se le dan200 años más de vida… Mi punto es que,bajo las condiciones eléctricas, todossomos Matusa y por eso tendremos queaprender diez carreras cada década. Cadados años tienes que aprender una carreranueva. Tienes que comenzar un trabajonuevo, aprender nuevas técnicas, conse-guirte un nuevo empleo. Allí nos está lle-vando la era eléctrica. Y esto es aterradorpara la mayoría de las personas, porquesignifica mucho trabajo. Vivir en esta eraes muy duro.

La felicidad

—Pero, profesor, ¿cómo puede uno saliradelante en estas condiciones? ¿Qué debehacer uno para sentirse mejor?

—Nosotros, las personas a quienesnos gusta aprender y explorar cosas nue-vas, disfrutaremos esto. En otras palabras,la gente tipo-artista es la que sobrevivirá.Solamente a los artistas exploradores, in-ventores, podrá gustarle este cambio. Losaprovechadores, los pasivos, los tiposconsumidores la van a pasar mal. El hom-bre eléctrico debe ser explorador, investi-gador. Esta es la única forma de vida hoyen día. Ser explorador. Porque todos

somos viejos, más que Matusalén, encuanto a conocimientos que son tan vas-tos, y después de tantos conocimientos,¿qué perdón? Ningún perdón. Tienes quetener algo entre las manos en todo mo-mento. Así que solamente aquellas perso-nas que son tremendamente vitales puedencostearse su vida en este tipo de mundo.

—Take Today –agrega Nevitt– Carpediem. A eso nos referimos en nuestrolibro. Si tú agarras el día, el momento, enlo que realmente es, tú estás pidiendocómo ser feliz. Tú agarras el día y explo-ras, “No explorar –dice McLuhan– dig it,excavar, profundizar. ¿Por qué no usar ellenguaje de nuestro tiempo?”.

McLuhan: “El hoy incluye todo el pa-sado humano y el futuro. No estamos ha-blando de hedonismo, simplemente de co-nocimientos y experiencia en sí. Ahorasabemos cómo vivieron las gentes enotros mundos y en otras épocas, cómo sin-tieron, por eso podemos sentir de esamisma manera, porque tenemos acceso alpasado. Es como tener una discoteca. Pue-des escuchar toda la música que ha exis-tido. No tienes que volver mil años atrás”.

El rock es homeostasis para el sonidode la ciudad

—A propósito, en términos de figure yground –prosigue el profesor McLuhan–,lo que está escondido con respecto a lamúsica es que el ground es su lenguaje. Lamúsica es figura, pero por debajo de esta

figura está su lenguaje. Debajo del rockestá el inglés y realmente no se puede can-tar sino en inglés, es más, en el inglés delSur. Tiene que ser el inglés del Sur y nodel Norte. En efecto, todo el rock y el jazzse originaron en el Sur americano, porqueel lenguaje del Sur es diferente. Tiene unritmo y un tipo de patrón que es oral, noescrito. El inglés del Norte es escrito. Lomismo ocurre con la poesía moderna in-glesa que viene toda de Irlanda porque allítodavía persiste la tradición oral del len-guaje, mientras que Inglaterra y Américatienen la tradición escrita.

—La mayor parte de la literatura actualde América proviene del Sur. Ahora esto esextraño, porque tiene que ver con el regre-so de la tradición oral que es pre-alfabéticay funciona mejor en la edad eléctrica que enla forma escrita, la cual es realmente mecá-nica. Este es un lenguaje mecanizado y ho-mogeneizado. No tiene ritmo verbal. Haymás ritmo hablado en los titulares que en lostextos noticiosos, pero esto es muy curiosoporque el groundescondido de la música entodo país está en su propia lengua. La ra-zón por la cual el lenguaje sureño es usadoy es tan efectivo y popular, es porque éstaes la única parte del mundo donde los soni-dos de la metrópolis son difundidos y trans-formados en música. El rock son los soni-dos del jet y las máquinas transformados enlenguajes humanizados. Ahora, para obte-ner esta transformación, tienes que tener unárea donde hay muchas fábricas. En el Surno hay muchas industrias. El lenguaje aúnestá allí intacto, no contaminado, como enNueva Orleans y en esos lugares donde nohay industrias que son sitios atrasados, pe-ro que están lo suficientemente cerca deChicago o New York y los sonidos de lasgrandes metrópolis. En conclusión, esos si-tios se prestan como centros de procesa-miento donde el inglés del Sur se usa paraprocesar los sonidos de las metrópolis delNorte.

—La música de todo pueblo es un in-tento por transformar los sonidos de suvida diaria a través del lenguaje. Ellos hu-manizan todas las locuras que se cometenen el mundo que los rodea, poniéndolas enel viejo lenguaje. Es un dispositivo deequilibrio. Homeostasis. El rock es home-ostasis para el sonido de la ciudad.

Preparándonos para vivir

– Equilibrio. A una velocidad de cambiotan alta, la gente busca un equilibrio. Losorientales siempre han dicho acerca delhombre occidental: “Siempre te estás pre-

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Testimonios vivenciales de 70 personalidades

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parando para vivir”. No hay tiempo paravivir, sino para prepararse para vivir. Esoes lo nuestro. Eso es lo que hacemos. Por-que nos estamos preparando para vivir.Joyce decía: “Vivir el momento presentecomo si fuera el próximo”.

Seguimos conversando sobre el tema,tomando café. Haciendo fotos. “Ustedes lomatan a uno con esas cámaras”. A McLu-han no le gusta que le tomen fotos, pero connosotros fue conmovedor. Es un tipo vi-brante. Nervioso, muy simpático. Nos de-dicó una mañana completa. Y nosotros a él.

– Profesor, póngase aquí, siéntese allá.Tómenos usted también una foto… Regá-lenos un libro para una amiga.

—Les voy a explicar –dijo, mientras nosautografiaba sus libros– por qué algunagente reacciona de cierta manera con res-pecto a lo que yo digo, por qué se ponenbravos. Ellos se resienten que les revelecosas que están escondidas en el ground yde las cuales no se dan cuenta. Por consi-guiente ellos temen perder su seguridademocional. Lo subliminal es donde guar-damos todas las cosas que no queremosver. Cuando hay algo que no queremos re-cordar lo escondemos en el subcons-ciente. Si tú le dices a una persona que sucasa se está incendiando ella te respon-derá: Tú eres el incendiario, tú le haspuesto fuego…

La casa de McLuhan, cálida y antigua,está en un sitio retirado de la ciudad, enuna extensión de 22 acres, con unas cin-cuenta casas.

—Esto comenzó hace cien años, comouna colonia de arte concebida por dos ar-tistas. Aquí no hay aceras. La construc-ción es en círculo. Si tú construyes en cír-culos tienes efecto dramático. Al cons-truir sobre calles rectas no hay drama. Enel círculo hay eco e intercambio de caras.Todos estamos en escena. Uno conoce alotro en un círculo, por eso se debería edi-ficar en círculos, porque así se crea un es-tado de comunidad que no se consigue enlas calles rectas.

Círculos, comunidad, comunicación…Después de un trago en la cocina, servidopor el propio McLuhan, visitamos el Cen-tro de Cultura y Tecnología de la Universi-dad de Toronto, donde el profesor McLu-han trabaja en círculo con sus colaborado-res. Atrás hay un mural simbólico. Sólo en-cienden una lámpara cuando se reúnen pa-ra discutir. Allí conversamos con Barring-ton Nevitt. Su testimonio lo transcribire-mos en otro momento. Tenemos el placerde informarles que los dos están preparan-do un trabajo especial para la edición ani-versaria de El Nacional en agosto.

No expongo ni explico: exploro, investigo

Profeta de los Medios, Intérprete de laEra Electrónica, Sabio del Período Acua-rio… filósofo de la comunicación, creadorde una nueva forma de arte –el ensayoconcreto–, Marshall McLuhan consti-tuye, sin duda, el mito cultural más de-safiante, combativo y revelador de nuestrotiempo.

Considerado como el pensador másimportante desde Newton, Darwin,Freud, Einstein y Pavlov, McLuhan es delos que provocan y estimulan, entusias-man e irritan, atraen y envuelven. Llá-mense comunicadores, sociólogos, filóso-fos, antropólogos, futurólogos, académi-cos, artistas, empresarios y publicistas,seguidores apasionados o enemigos furi-bundos, todos tienen que ver con el pen-samiento de McLuhan y no pueden dejarde citarlo.

—No expongo ni explico –dice el vi-brante director del Centro de Cultura y Tec-nología de la Universidad de Toronto –. Ex-ploro, investigo. No formulo juicios de va-lor. No estoy interesado en comprobar lavalidez de mis investigaciones. Simple-mente tengo vivo el interés por compren-der lo que está pasando.

Para tratar de comprenderlo a él, nobasta conocer, admitir o rechazar las má-ximas, aforismos, paradojas, proverbios ymetáforas que lo han hecho famoso. No essuficiente intuir la imaginación, el inge-nio, la agudeza, el humor de este granmaestro, su inmensa cultura, su huma-nismo y su erudición, su profundo cono-cimiento de la historia, de la estética, la re-tórica, la literatura, el arte, la evolucióndel pensamiento contemporáneo a travésde la ciencia y la filosofía, su espíritu deépoca y el sentido de la tradición.

Es necesario, esencialmente, despo-jarse de prejuicios y encasillamientos ytratar de comprender lo que está ocu-rriendo en nuestro mundo. Pero compren-

der no puede ser nunca un punto de vista,porque requiere la aprehensión simultá-nea de todas las facetas de una situación.“Comprender –dicen McLuhan y su cola-borador Barrington Nevitt– es encontrarlas estructuras en los procesos corrientes,los efectos con sus causas, no de manerasecuencial, sino simultáneamente y portodos lados”.

Si cerramos los ojos, o nos empeña-mos en seguir viendo, pensando y ac-tuando como si estuviéramos en el sigloXIX, entonces no hay McLuhan, ni Cage,ni Paik que valgan…

¿Cuántos comunicadores y estudiososde los nuevos medios no se lo han pre-guntado ya? ¿Qué pasa si McLuhan estáequivocado? ¿Y si tiene la razón?

Nadie tiene toda la razón. Todas lasteorías tienen puntos vulnerables, perohay una gran cantidad de cosas dichas porMcLuhan –sus percepciones claras, cono-cimientos profundos, discernimientos derealidades humanas y permanentes– que esnecesario analizar, porque forman partede nuestra sensibilidad y son importantespara comprender el mundo en que esta-mos viviendo.

Operación mosaico operación collage

1976. Estamos viviendo en un mundo deinformaciones simultáneas, en un con-junto de resonancias en las cuales todoslos datos se influencian recíprocamente.¿Acaso hoy en día el arte, la política, lasdistracciones y los negocios no se interre-lacionan y se entrecruzan, más allá decualquier ideología, de izquierda, de de-recha o del centro, legal, oficial, y aunmarginal o subterránea?

Einstein, Heisenberg, Pauling estable-cieron que no hay conexiones en el uni-verso material, sino resonancias, interva-los resonantes, interface.

—Nuestro mundo –dicen McLuhan yBarrington Nevitt– es un Rim Spin invisi-

McLuhan: El Mundo es un Poemaen MultimediaPapel Literario del diario El Nacional 25/04/1976

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ble. El Rim Spin es toda la comunicaciónque nos rodea. Es como un planeta eléc-trico, un ciclón, un torbellino que ha trans-formado el viejo mundo de las conexionesvisuales en un nuevo mundo de resonan-cias audiotáctiles: un teatro global de con-cientización instantánea.

Vivimos en un espacio acústico…como mentes descarnadas que flotan porlas ciudades magnéticas de la radio, la te-levisión y los satélites. Nuestro mundo esun gran poema en multimedia. Para en-tender este mundo hay que estudiar losprocesos, investigar los efectos para co-nocer las causas; programar nuestro fu-turo. Expresar nuestra ignorancia, buscarlas soluciones en los problemas mismos.Entender lo que pasa con nuestro hard-ware y nuestro software, con la figura y conel ground con los medios y los mensajes.Explorar, escarbar en muchas cosas almismo tiempo.

Claro está que el acercamiento a losprocesos contemporáneos no puede serunilateral, ni determinista, ni dogmático.No podemos tener un significado unívocopara cada cosa. Quizás, el único acerca-miento posible sea de tipo mosaico o decollage, más que un acercamiento lineal dedemostración lógica.

El mosaico enfatiza el modo comotodos los elementos son importantes paraproducir el efecto total. En cuanto alcollage, la asociación, arreglo y yuxtapo-sición de objetos, frases, conceptos dife-rentes, heterogéneos y disparatados quese comentan e influencian los unos a losotros, todo esto tiene afinidades muyestrechas con movimientos que envuelvenlos conceptos de azar, casualidad o deserendipity (hacer hallazgos casuales deconocimientos valiosos no buscados),conceptos importantes en la ciencia y lacultura actuales. En esta operación collage,en esta operación mosaico, está MarshallMcLuhan, quien, por supuesto, no inventó,ni pretende haber inventado, ni el mosaico,ni el collage. Y tampoco el concepto demedio como extensión del hombre.

Algunos investigadores venezolanosde la comunicación no deberían seguircon la obsesión de estar viendo quién in-fluenció a quién, ya que el propio McLu-han no vacila en decir quiénes son sus ins-piradores. Sus trabajos, sus libros, estánllenos de citas y referencias a numerosospensadores de las más variadas discipli-nas. Pero los libros hay que leerlos y,sobre todo, no quedarse en Understan-ding Media. Desde 1964 hasta hoy hanocurrido muchas cosas en el mundo y

McLuhan ha escrito unas cuantas obrasmás… Y su pensamiento también cambia.

Pero, si McLuhan no fue el primeroque usó el collage, sí es la persona quemejor ha captado el carácter totalmenteoriginal de los nuevos medios de comuni-cación de masas y el impacto social de lasnuevas tecnologías.

Desde la década del 30, al tiempo querealizaba sus investigaciones literarias enlas que nunca dejó de trabajar, McLuhanestá estudiando la cultura popular, a tra-vés de programas de radio, anuncios pu-blicitarios, tiras cómicas, libros de histo-rietas. Luego la gran prensa (el periódicoes siempre un poema colectivo), la moda,la TV, las computadoras, en fin, los me-dios extensiones del hombre, en un viajede exploración que se remonta a los albo-res de la humanidad.

Un revolucionario y tres revoluciones

Erase una vez los hombres primitivos.Ellos vivían en un universo oral, táctil yde participación.

La invención del alfabeto fonético(primera revolución) rompió la situaciónde analfabetismo de aquellos hombres, enuna forma lineal, abstracta.

La segunda revolución fue la inven-ción de la imprenta que, a través de la me-canización, eleva los efectos del alfabetofonético a un punto que el hombre se saledel universo táctil y tribal, fragmenta su vidasensorial para orientarla hacia lo lineal, lovisual.

El descubrimiento de la electricidadllevó a la tercera revolución que comenzócon el telégrafo hasta llegar al televisor ya la computadora. Esta revolución volteólos efectos de la segunda, y devolvió alhombre el sentido del oído y lo táctil, rein-tegrando su experiencia. El alfabeto foné-tico y la imprenta habían conducido al in-dividualismo; los nuevos descubrimien-tos devuelven al hombre en la dirección deun neo-primitivismo y de una participa-ción tribal.

McLuhan explora. Centra su investi-gación alrededor de una serie de contras-tes: escrito y oral; oral y visual; visual ytáctil; lineal y mosaico; individualismo yparticipación; existencia tribal y civiliza-ción; fragmentación y unidad orgánica…Prensa y medios electrónicos, alta defini-ción, baja definición; medios calientes ymedios fríos; mensajes y masajes… Y laaldea global, el teatro global, el ciclón in-visible, la naturaleza, la ecología.

Y siempre intrigando, en medio detodo, aquella famosa manzana de la dis-cordia “el medio es el mensaje”, lanzadaen Understanding Media. Nadie la enten-dió en 1964. McLuhan volvió a explicarlaen una nueva edición del libro, y nueva-mente la aclaró en su última obra “TakeToday” que a lo mejor sus detractores nohan leído.

Personalmente, el profesor McLuhannos aclaró el concepto en una amplia en-trevista que le hicimos en su casa de To-ronto y que fue publicada en Séptimo Día(25/03/1973). Para nosotros y para nues-tros lectores, aquella fue la comunicaciónapasionante de una gran cantidad detemas, entre ellos figura y entorno, me-dios, mensajes, procesos, violencia, Viet-nam, juventud, TV, universidades, polí-tica, juventud, ciencia, prensa, publici-dad, Evangelio, música rock, carreras, tra-bajo y otros temas que quedaron grabadosen los cassettes o apuntados en artículos ypublicaciones que McLuhan y BarringtonNevitt nos facilitaron o enviaron poste-riormente. Algo de eso estamos reci-clando hoy para los lectores del Papel Li-terario. Debemos señalar que, por razo-nes de orden técnico relacionadas con laelaboración de esta edición, el presentetexto fue escrito y entregado antes de la lle-gada de McLuhan a Caracas, donde vinopara asistir al Primer Seminario Venezo-lano de Radiodifusión Sonora, auspiciadopor la Cámara Venezolana de la Industriade la Radiodifusión. Por lo tanto, nohemos vuelto a hablar con él, pero aquívan algunas piezas para el mosaico deMcLuhan que el lector puede disponer

Algunos investigadoresvenezolanos de la comunica-ción no deberían seguir conla obsesión de estar viendoquién influenció a quién, ya que el propio McLuhan novacila en decir quiénes sonsus inspiradores. Sus trabajos,sus libros, están llenos decitas y referencias a numero-sos pensadores de las másvariadas disciplinas

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como quiera (si no lo han hecho ya) yarmar su propio collage. O, si lo prefiere,su propio “ensayo concreto”.

¿Qué es lo que está pasando?

Take Today, 1972. Hablan MarshallMcLuhan y Barrington Nevitt:

—Veinticinco siglos de cultura racio-nal están en proceso de disolución. Losviejos hábitos de conceptualización nonos servirán para analizar los efectos de lasnuevas formas de energía creadas por elhombre. Desde Platón, filósofos y cientí-ficos no han querido reconocer ningúnmodelo de energía salido de las tecnolo-gías creadas por el hombre…

—Habiendo inventado la Naturalezacomo un mundo riguroso de orden y repe-ticiones, ellos estudiaron y observaron so-lamente formas naturales, como las únicascapaces de moldear e influenciar la psiquisy la sociedad. El mundo de los artefactoscreados por el hombre había sido conside-rado neutral hasta la era eléctrica…

—Los griegos identificaron las tecno-logías con los dioses, y de manera mística,colocaron todos los maleficios en la cajade Pandora. Durante 2.500 años hemosseguido estudiando las relaciones de causade nuestra propia evolución técnica, comosi se tratase de figuras abstractas, perohemos ignorado los efectos de resonanciascausados por las tecnologías, cuando ellasnos transformaban ECO-lógicamente.

Reinventar la naturaleza

“La revolución de esta era ha sido unnuevo orden en que la naturaleza se havuelto la extensión del hombre”.

Cuando fue lanzado el primer satélite(el Sputnik, en 1957), la Tierra se trans-formó inmediatamente en un Teatro Glo-bal. Sus habitantes se volvieron no sóloobservados, sino observadores. El cambiorepentino los hizo participantes, actoresjugando un papel a escala global. El hom-bre debe reinventar la naturaleza. Recre-arla como una forma de arte “perfecta-mente acomodada a la totalidad de nece-sidades y aspiraciones humanas”.

Anticipar los efectos programar el destino

McLuhan:—Yo estudio los efectos para llegar a

las causas. Estudio todo en playback. Lo

aprendí de la publicidad. Los simbolistaslo habían descubierto. Decían que para es-cribir un poema había que comenzar porconocer el efecto que éste produciría yesto determinaba lo que iban a poner en elpoema.

Barrington Nevitt:—A la velocidad de la luz no podemos

darnos el lujo de esperar a ver qué pasa.Sería fatal. Debemos conocer con antici-pación los efectos psíquicos, físicos y so-ciales de nuestras decisiones. Hoy pode-mos escoger los efectos para anticipar lascausas, porque el pensamiento va muchomás rápido y más lejos que la luz. Antici-par los efectos de manera de evitar lo ine-vitable programando el destino. El feed-back que se basa en la experiencia esahora demasiado lento. El feedforwarddel conocimiento basado en modelos deprocesos es esencial para reprogramar.

Superángeles de la Ecotierra

La realidad de ayer estaba en un espaciovisual y consistía en adaptarse a lo viejo:la realidad de hoy es un espacio acústicoy significa crear lo nuevo con todos nues-tros sentidos. En este espacio acústico esimposible mantener puntos de vista está-ticos. Solamente el cambio es estable.

Todo es posible para la imaginaciónaudiotáctil en nuestra resonante Ecotierra.Este tipo de imaginación –dice T.S. Eliot“se hunde en lo más primitivo y olvidado,va más allá de los niveles conscientes depensamiento y de los sentidos… Funde loviejo con lo gastado, con lo nuevo, lo sor-

prendente, la mentalidad más antigua conla más civilizada”.

El hombre de la era electrónica y de lasimultaneidad ha adquirido una dimen-sión nueva. Es espíritu descarnado queestá en todas partes. Con los medios elec-trónicos ellos están aquí y nosotros esta-mos allá simultáneamente. La comunica-ción nos transporta a cualquier parte,como mentes descarnadas por metamor-fosis, en formas superangelicales.

El contenido no es el medio

El medio es el mensaje no significa que elmedio es el contenido. El contenido no esel medio. El hombre (lector, espectador,oyente), el user, es siempre el contenidodel medio. Es él quien lo forma, lo mol-dea y lo transforma inconscientemente.Lo viste como si fuese un traje.

—Todas las tecnologías del hombre, yasean hardware o software, son extensionesdel hombre y éste, como usuario, essiempre su contenido. El significado quetiene la comunicación es el sentido que elindividuo le da al proceso de comuni-cación, hoy y siempre, con intenciones ono. Y éste es el mensaje de cualquiertecnología. Es la totalidad de los efectospsíquicos, físicos y sociales, hoy ysiempre.

Estudios científicos, realizados me-diante electro-encefalogramas, por el in-vestigador Herbert E. Krugman, paracomprobar las hipótesis de McLuhan, de-muestran que la respuesta de las ondas ce-rebrales es única para cada medio e inde-

Encuentro de Barrington Nevitt y Margarita D’Amico en Caracas, 1986 Foto Rommel García

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pendiente de su contenido y nada tieneque ver con las preferencias personales,opiniones y sistemas de valores.

La vieja teoría, según Krugman, seaplicaba al hecho de que el mensaje eratransportado. La nueva teoría es que elhombre que mira es transportado, condu-cido, en un viaje instantáneo hasta LaLuna y aun más allá.

Compartir la ignorancia

La única manera de tener un diálogo esexpresando su ignorancia. No ser comoun especialista que tiene las respuestaspara venderlas o exhibirlas. “Los que ex-ploran no tienen respuestas –dice Ba-rrington Nevitt-. El hombre práctico dice:‘dame la respuesta’. El hombre explora-dor dice: ‘dame la pregunta’. Hay quecompartir la ignorancia. Porque el cono-cimiento que está escondido detrás de laignorancia es infinito. Nuestro conoci-miento es finito. La ignorancia es infi-nita”.

—Por eso decimos: comiencen por losefectos, comiencen por la ignorancia, en-cuentren la solución en el problemamismo. Las soluciones están incluidas enlos problemas. El héroe de El descenso enMaelstrom, de Poe, escapó a una muertecierta despojándose de sus ideas precon-cebidas y estudiando el proceso mismodel torbellino. Hércules lo hizo miles deaños antes, al limpiar los establos de Au-gias. En el primer alunizaje la experienciaprecedió al conocimiento. Por eso deci-mos que las preguntas y no las respuestas,son el recurso principal hoy en día, tantoen materia de ciencia, como en la educa-ción y en los negocios.

Los trabajos y los días

Herbert Marshall McLuhan nació el 21 dejulio de 1911, en Edmonton, Alberta, enel occidente de Canadá.

A los diez años construía pequeños re-ceptores de radio para captar las transmi-siones de Estados Unidos. Quería ser in-geniero pero estudió literatura. Licen-ciado en 1933, Máster en 1934, Docto-rado en 1942 con una tesis sobre ThomasNashe.

En 1963 dio clases en la Universidadde Wisconsin. Desde ese momento se en-contró frente a la cultura popular y co-menzó a estudiarla para comprender a susjóvenes alumnos. Se convirtió al catoli-cismo romano. Exploró mucho sobre la li-teratura y la comunicación. Joyce fue unade sus fuentes inagotables. Enseñó en va-rias universidades americanas y de Ca-nadá.

De 1953 a 1955 dirigió un seminariosobre cultura y comunicación. Fundó larevista Explorations. En 1959-60 fue di-

rector de medios para un proyecto de edu-cación de la Oficina de Educación, y laAsociación Nacional de RadiodifusoresEducativos de Estados Unidos. En 1966-67 trabajó en la Fordham University deNueva York. Desde 1963 dirige El Centrode Cultura y Tecnología de la Universidadde Toronto.

Cuadro familiar: casado desde 1939con Corinne Keller Lewis, nacida enTexas. Seis hijos: Eric, Mary, Thais, Ste-phanie, Elizabeth, y Michael que brillan conluz propia.

Alto, flaco, vibrante, nervioso, simpá-tico y con gran sentido del humor, el pro-fesor McLuhan ha escrito numerosos li-bros que han hecho historia e histeria:

The Mechanical Bride (1951); Explo-rations in Communications (1960, conE.S Carpenter); The Gutenberg Galaxy(1962); Understanding Media (1964 );Verbi-Voco-Visual Explorations (1967);The Medium is the Massage (1967, conQuentin Fiore); War and Peace in the Glo-bal Village (1968 , con Quentin Fiore y Je-rome Agel) ; Counterblast (1968, conHarley Parker); Through The VanishingPoint (1968, con Harley Parker); From cli-ché to archetype (1970, con Wilfred Wat-son); Culture is our business (1970); TakeToday: the executive as dropout (1972,con Barrington Nevitt)… y muchos artí-culos, recopilaciones de ensayos literarios(The interior landscape) 1943-1962.

En los últimos años ha trabajado en larevisión de Understanding Media (escri-bió 47 capítulos más); una guía intelectualsobre los descubrimientos del siglo XX entodos los terrenos; un libro sobre Canadá,el caso fronterizo; reelaboración de sutesis doctoral: El lugar de Thomas Nasheen la comprensión de su tiempo.

MARGARITA D’AMICOProfesora jubilada de la Escuela de Co-municación Social de la Universidad Cen-tral de Venezuela (UCV). Periodista e in-vestigadora de nuevas tecnologías de co-municación y arte contemporáneo.

REFERENCIASD’AMICO, Margarita: Extractos de conversaciones

sostenidas con Marshall McLuhan (1973-1976-1977) y con Barrington Nevitt (1973-1986).

McLUHAN, Marshall y NEVITT, Barrington(1972): Take today – The executive as dropout. DonMills, Ontario: Longman Canada Limited.

NEVITT, Barrington y McLUHAN, Maurice(1994): Who was Marshall McLuhan. Exploringa mosaic of impressions. Toronto, Ontario: Com-prehensivist Publications.

En los últimos años hatrabajado en la revisión de Understanding Media(escribió 47 capítulos más);una guía intelectual sobre losdescubrimientos del siglo XXen todos los terrenos; un librosobre Canadá, el caso fronte-rizo; reelaboración de su tesisdoctoral: El lugar de ThomasNashe en la comprensiónde su tiempo.

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Llegada a Venezuela de McLuhan y su esposa Corinne. Los reciben

Margarita D’Amico y Terry J. León. Foto El Nacional

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comunica ción24 pre-textos

Introducción

Posiblemente la próxima y necesaria edi-ción de esta obra fundamental para los es-tudiosos de la cultura y el lenguaje será enformato electrónico; estará colgada de al-guna editorial virtual que la ofrecerá ad hoca lectores interesados, quienes podránoptar por el formato, el tipo de papel, eltamaño de la tipografía u otros rasgos quemás les convengan y gusten. Como partedel sistema que describe, el de la oralidady la escritura impresa, la obra de WalterOng no estará, afortunadamente, eximidade su propia evolución. Yo mismo, parapoder hacer el texto que aquí ofrezco amanera de reseña de mis reflexiones, co-metí la cuasi falta capital del sistema eco-nómico editorial: leer en el original de labiblioteca y fotocopiar el texto íntegro–que está fuera de prensa desde hace al-gunos años– para poder subrayarlo, ano-tarlo y de alguna manera, apropiármelo.Hay un placer especial en anotar cada pá-gina con las frases o ideas que nos van de-jando preguntas conforme leemos. Leercon un lápiz en la mano es una deforma-ción que hoy entiendo, nos inscribe en lamás clásica tradición de la escritura y lasobre-escritura.

La obra de Walter J. Ong tiene hoy unarelevancia insospechada para todos loslectores, más precisamente para los escri-tores y estudiosos del lenguaje, delmundo editorial y de la comunicación enesta época en que los escándalos mediáti-cos por filtraciones de secretos diplomá-ticos y las redes sociales parecen tenermucho más en común con la mercantili-zación de la información que con las apor-taciones a un entendimiento del fenó-meno de relaciones entre el poder, los flu-

jos de información y sus destinatarios.Walter Ong adelanta en su obra la épocaen que estamos viviendo hoy. Este únicorasgo bastaría para justificar, creemos,una relectura animada de sus valoracio-nes. El subtítulo de la obra, las tecnolo-gías de la palabra, es sugerente pues nosinvita a pensar en el fenómeno de la ges-tación, la creación, la transmisión y latransportación de la palabra como Logosy como signo, como marca en el tiempo ycomo conciencia del conocimiento. ElPrefacio a la edición en inglés escrito porTerence Hakes resulta clave para demos-trar cómo una colección de obras que seprecia de contener lo nuevo, que es el casode New Accents, advierte que se concen-trarán en una revisión de las tendencias,las opiniones del autor (propias y por lotanto muy discutibles) y la presencia de unarigurosa bibliografía al final de cada vo-lumen. Una advertencia perfectamenteconvencional para cualquier obra pero untanto más significativa, incluso diríamosque irónica, para una obra como la de Ongque apunta a la tradición del análisis de lacultura oral, sus rasgos y supuestos, pormedio del medio más disponible, masifi-cado y fijo que es el texto impreso. Las re-flexiones de Ong tienen muy cerca, sin-crónicamente, los postulados de la teoríade los medios, las definiciones mcluhia-nas, las venturosas posturas de la lingüís-tica cognitiva, la Nueva Crítica, el textua-lismo, la deconstrucción derridiana, lateoría de la recepción y una veloz pero su-gerente nota sobre la introspección, laconciencia y el texto.

¿Podríamos pensar en la existencia dela tecnología sin la palabra? Acertada-mente, las relaciones que dominan eltexto de Ong van de lo preciso a lo espe-

Oralidad y Escritura. Tecnologías de la palabra

Este artículo reseña la obra deWalter Ong, Oralidad y escritura.Tecnologías de la palabra,(1982-1987). México: Fondo deCultura Económica. Hace unaevaluación sobre su influenciay su importancia entre los múlti-ples estudios actuales sobre orali-dad y la palabra impresa. Tam-bién presenta un breve análisisde cada capítulo del libro. La obrade Ong es relevante y útil comomarco de referencia en los estudiosde la obra de arte verbal, impresao en medios electrónicos.

■ ROBERTO DOMÍNGUEZ CÁCERES

(WALTER J. ONG)

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25comunica ción

culativo. Por ello, para calar su relevancia,invito al lector de estas líneas a comenzarla lectura al revés, por las últimas seccio-nes del texto, aquéllas que se refieren a losteoremas y las últimas tendencias paraluego continuar por el índice y buscar enél algún apartado cuyo título resulte suge-rente.

El pensamiento de Ong así como suforma de entender la relación entre el len-guaje y el mundo, es producto de la cul-tura escrita que describe, caracteriza y ter-mina por valorar. Como una especie de re-lator tradicional, comienza su obra justopor el origen del inicio, no del Logos, sinode la palabra escrita y termina con las nue-vas tendencias, con el trabajo sugeridopara el futuro. Por ello, lo más cercano allector moderno es el final del texto, sus hi-pótesis por comprobar: si alguien buscadeterminar cuál es el sistema de sentido do-minante en los estudios sobre oralidad ytextualidad en los ochenta, en Ong encon-trará no sólo las preocupaciones, sino lascríticas y objeciones a lo que se considerapor hacer en el vasto campo de estudio enel que se inscribe la obra: la relación entrela forma del procedimiento de pensar, lamanera de ser con los formatos en que vie-nen empacados esos contenidos.

¿Podrá alguna vez superarse esa ten-dencia del contenido y el continente? ParaOng esta cuestión está más allá de sucampo de interés. Acepta como unaxioma de trabajo la idea de que los so-portes de la información, es decir la orali-dad y la escritura, son un plano distinto aldel oscuro origen del lenguaje y su rela-ción con el pensamiento. Sus notas, losejemplos canónicos, la mención de lasfuentes y las autoridades que cita en sutexto, nos ofrecen un perfil de quién eseste académico de formación rigurosa yescépticas conclusiones.

En Walter Ong encontramos una se-riedad que a veces se extraña en muchostextos cuasi científicos contemporáneos.El suyo es una suerte de ensayo-historiade la evolución de una serie de interro-gantes sobre la relación entre lo que él su-pone el cambio cultural, las modificacio-nes de la percepción, las fuerzas del

poder, los individuos y la forma comohemos pasado la información de genera-ción en generación.

Las indagatorias de Ong responden acuestionamientos tales como por qué unanarración tradicional oral ha dado la pautaa la novela de detectives que, según de-clara, es imposible que apareciera antesde 1841; o bien, sus comentarios acercanalgunas notas para comprender por qué lamayoría de los relatos épicos orales –Ilía-da, Odisea o Beowulf– tienen marcas queacusan los repertorios que sus audienciasesperaban y marcas de haber sido relatosoídos en presencia de un público en esperade escuchar viejas aventuras adecuadas almomento de su audición. Así comprende-remos que la relación entre los epítetos,las enumeraciones, la secuencia de loseventos (episodios) o las reiteraciones deun texto tienen su explicación en el origenoral-prosódico, sonoro si se quiere, de unaforma de contención de información, altiempo que un ejercicio de memoria cul-tural. Ong cita los autores que han impul-sado nuevas propuestas de considerar lasformas artísticas orales y escritas sin caeren reducciones o simplificaciones erró-neas como la idea de una literatura oral,

término que analiza y preconiza comoequivocado (Cf. Ong, 1987, p. 18).

Nuestro contemporáneo y endebleconcepto de lo original tiene una explica-ción en los orígenes del genio en el Ro-manticismo pero no aplica para la tradiciónoral, en la que lo nuevo que se va inser-tando en una narración está modelado pre-viamente en una especie de archivo de si-tuaciones. Valgan estos ejemplos para en-tusiasmar la pregunta ¿qué tanto de lo quesoy, de la manera como veo y comprendoel mundo es herencia de la oralidad?¿cómo mi percepción del tiempo, mi cro-notopo histórico depende del registro es-crito de una fecha?

Es interesante pensar qué plantearíaOng acerca de la nueva forma de escriturainstantánea en los chats, en los twitters,textos inmediatos y perecederos con losque podemos pasar horas en contacto conalguien, sin realmente pasar del nivel deintercambio de información. Ong tiene ungran respeto por los formatos en los quela humanidad ha guardado los resultadosde su transformación, desde las culturasorales primarias hasta las actuales cultu-ras afectadas profundamente por el uso dela escritura. Creo que estamos ubicadosen estas últimas, con un desesperanteacento en la palabra afectadas por la es-critura. De unos años a la fecha, escribirpara estar en contacto –no necesariamentepara establecer comunicaciones significa-tivas– es un commodity que se puede ven-der en forma de tiempo aire (sin metáforaalguna), como pretexto para construir unacomunidad de consumidores de tiempoaire o productores de mini textos, cuyo finprincipal es reforzar la idea de seguridady contacto entre los miembros de un cír-culo de amigos que no pagan. Si escribirmillones de mensajes al día derrama dineroa las empresas proveedoras y los carriers,habrá escritura electrónica instantáneaasegurada en el futuro. En este escenario,la obra de Ong alcanza una dimensión deverdadera reflexión para repensar qué esescribir en un sentido amplio y trascen-dente, cómo hemos (o nos han) transmi-tido información a lo largo de estos esca-sos 3 mil 500 años desde la invención de

El suyo es una suerte deensayo-historia de la evolu-ción de una serie de interro-gantes sobre la relación entrelo que él supone el cambiocultural, las modificacionesde la percepción, las fuerzasdel poder, los individuos y laforma como hemos pasadola información de generaciónen generación.

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alguna forma de escritura. Nos invita a si-tuar el ejercicio de escribir en distintos es-cenarios, con muy diversas intenciones yalcances.

Según nuestro autor, muchas de las in-terrogantes supuestamente originalísimasque hoy nos hacemos al estudiar los lla-mados instrumentos de las redes sociales,son preguntas que nos hicimos como gé-nero humano ante el cambio de la tecno-logía oral a la escrita. Ong nos hace recordarque la tecnología no es más importanteque su usuario, quien le da el valor agre-gado. Positivamente convencido de latrascendencia de un cambio tecnológico,este ensayo no contempla que desgracia-damente, la deslumbrante tecnología deuna red social puede terminar empleadapara chatear banalmente durante horas;desde el ensayo de Ong es complicado nopensar en que los usos del Internet sean ma-yormente búsquedas en páginas comer-ciales, que ofrecen servicios y diversión,mientras que un mínimo porcentaje deusurarios confiesa estar utilizando estasherramientas para más y mejores comuni-caciones. Ong lo dice claramente: la reifi-cación de la palabra, la expresión impresahecha mercancía es un problema añejo. Élhabla de derechos de autor, de impresio-nes, de reproducciones ilegales... y sinpretenderlo ni poderlo abarcar, va perfi-lando el presente de las comunicaciones enred contemporáneas.

Advierte que los cambios de una tec-nología a otra comprometen las estructu-ras sociales, económicas y religiosas. Sulibro está dividido en siete apartados, conuna Introducción seguida de siete capítu-los: I. “La oralidad del lenguaje”, II. “Eldescubrimiento moderno de las culturasprimarias”, III. “Algunas psicodinámicasde la oralidad”, IV. “La escritura reestruc-tura la conciencia”, V. “Lo impreso, el es-pacio y lo concluido”, VI. “Memoria oral,la línea narrativa y caracterización”, VII.“Algunos teoremas” y, finalmente, la Bi-bliografía. Veamos algunos puntos rele-vantes en cada sección.

La Introducción

Centra el tema del libro en la discusión delas diferencias entre la oralidad y el cono-cimiento de la escritura, advierte la difi-cultad que es para nosotros los lectores elconcebir una cultura sin escritura. Estostemas, asegura, generan más reflexionessobre la condición humana, tantos que esimposible consignarlos todos en una obracomo la que pretende. Por ello se aborda-rán de manera sincrónica la oralidad y el

conocimiento de la escritura por medio dela “comparación entre culturas orales y lascaligráficas” (Ong, 1987, p.ll). La caligra-fía está retomando una importancia en laeducación primara en el sistema mexi-cano de enseñanza. Se ha demostrado queesta habilidad permite el desarrollo deconceptos y pericias en el manejo del len-guaje. Más allá del desarrollo de habilida-des motrices finas, la palabra como unidadde sentido cobra más relevancia. Nosllama la atención que utilice el términocaligráfico, es decir, premio a la impre-sión de tipos y la mecanización de la es-critura, como un rasgo de la cultura y nosólo como peculiaridad tecnológica.Luego, discute con la cultura de la im-prenta y termina con la electrónica; hay queadvertir que considera como tal a la com-posición en computadora, el soporte endiscos duros, el empleo de texto en otrosmedios electrónicos clásicos y no se refiereni a las redes sociales actuales, ni al Inter-net. Se limita pues a la escritura, la im-presión y muy someramente a la “elabo-ración electrónica de la palabra y del pen-samiento como la radio, la televisión y víasatélite” (Ong, 1987, p. 12). Vemos aquíuna de las ventajas de este texto: el análi-sis de los rasgos de las culturas de infor-mación antes del velo del Internet nos per-mitirá comprender mejor la circunstanciafugaz actual.

I. La oralidad del lenguaje

Cita los trabajos clásicos de Saussure,Henry Sweet, Maranda y Maranda entreotros para distinguir que su interés es la ora-lidad primaria, es decir, la de culturas quedesconocen por completo la escritura.Habla de nuevo despertar del interés porla oralidad, su sentido profundo de len-guaje no sólo como comunicación sino

como pensamiento y su relación con el so-nido. “Donde quiera que haya seres hu-manos, tendrán un lenguaje, y en cadacaso uno que existe básicamente como ha-blado y oído en el mundo del sonido”(Siertsema, 1955 en Ong, 1987, p. 16). Ellenguaje, continúa, es tan abrumadora-mente oral, que entre las miles de lenguashabladas por los hombres en el curso desu historia, sólo algunas 106 nunca hansido plasmadas por escrito. Sabemos que78 de las 3 mil lenguas existentes hoy endía poseen una literatura. No hay forma desaber cuántas lenguas han desaparecido ose han transmutado, dice, en otras antes dehaber progresado a su escritura. La condi-ción oral básica del lenguaje es perma-nente, concluye. Aquí la escritura se en-tiende como la posibilidad de extender lapotencialidad del lenguaje. Leer significaconvertirlo en sonidos, en voz alta o en laimaginación. La escritura nunca puedeprescindir de la oralidad. Con Lotman,dice:

(…) podemos llamar a la escritura un‘sistema secundario de modelado’ quedepende de un sistema primario ante-rior: la lengua hablada. La expresiónoral es capaz de existir, y casi siempre haexistido, sin ninguna escritura en abso-luto; empero, nunca ha habido una es-critura sin oralidad. (Ong, 1987, p. 18)

Se pronuncia en contra del conceptode literatura oral, pues considera que hayerrores en la asimilación de la articulaciónverbal oral como idéntica a la expresiónverbal escrita.

Tenemos término ‘literatura’, que bá-sicamente significa ‘escritos’ (en latín li-teratura, de litera, letra del alfabeto), paracubrir un cuerpo dado de material escrito–literatura inglesa, literatura infantil–,pero no contamos con ninguna palabra oconcepto similarmente satisfactoria parareferirnos a una herencia meramente oral,como las historias, los proverbios, plega-rias y expresiones de fórmulas orales tra-dicionales. (Chadwick, 1932-1940 apudOng, 1987, p. 20)

Apunta que su denominación para cul-turas orales será la de culturas de oralidadprimaria para aquella oralidad de una cul-tura que carece por completo de conoci-miento de la escritura o de la impresión;llama oralidad secundaria a la de la actualcultura de alta tecnología en la que semantiene una nueva oralidad mediante elteléfono, la radio, la televisión y otrosaparatos electrónicos que para su existen-cia y funcionamiento dependen de la es-

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Vemos aquí una de las venta-jas de este texto: el análisisde los rasgos de las culturasde información antes del velodel Internet nos permitirácomprender mejor la circunstancia fugaz actual.

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critura y la impresión. Más adelante, Ongagrega: “Considerar la tradición oral o laherencia de representación, géneros y es-tilos orales como ‘literatura oral’ es algoparecido a pensar en los caballos comoautomóviles sin ruedas” (1987, p.21).

II. El descubrimiento moderno de culturas orales primarias

En esta sección discute con la idea de lainfluencia de la palabra escrita como sen-tido recto, las fórmulas de la recoleccióndel conocimiento de los eruditos desde lapalabra escrita y no de las fuentes orales.Presenta una apasionada discusión sobrelos orígenes orales de la Ilíada y la Odi-sea de Homero, sus componentes y rasgosde estilo, formato y apariencia actuales ylos descubrimientos de Milman Perrysobre estas epopeyas.

El filósofo italiano de la historiaGiambatista Vico (1668-1744), creyó queno había existido ningún Homero, sinoque las epopeyas homéricas de algúnmodo representaban las creaciones detodo un pueblo. (Ong, 1987, p. 27)

La sección contiene una muy buenasíntesis de las secuencias de significadossobre qué es lo original a lo largo de la his-toria, del papel de la repetición, la copia,etcétera, así como del almacenamientodel conocimiento en ciertas composicio-nes en el texto escrito, que “liberó a lamente para el pensamiento más abstractoy original” (Ong, 1987, p. 32). Havelock(1963) demostró cómo los inicios de la fi-losofía griega estuvieron relacionadoscon la estructuración del pensamiento ori-ginada por la escritura. Termina el apar-tado con una invitante cuestión:

Propuse anteriormente que muchos delos contrastes a menudo establecidosentre perspectivas ‘occidentales’ y otras,parecen reducibles a diferencias entre el co-nocimiento profundamente interiorizadode la escritura y los estados de concienciamás o menos residualmente orales. (Ong,1987, p. 35-36)

III. Algunas psicodinámicas de la oralidad

Esta sección es la más declarativa de todala obra. Define el poder de la representa-ción que permite la palabra en su sentidosonoro y como signo. Sin la escritura, laspalabras como tales no tienen una presen-cia visual, aunque los objetos que repre-sentan sean visuales Las palabras son so-nidos.

Tal vez se las ‘llame’ a la memoria, selas ‘evoque’. Pero no hay dónde buscarpara ‘verlas’. No tienen foco ni huella(una metáfora visual, que muestra la de-pendencia de la escritura), ni siquierauna trayectoria. Esas palabras son acon-tecimientos, hechos. (Ong, 1987, p. 38)

El estilo de su texto es claro, cons-ciente de las precisiones que deben ha-cerse al tocar estos temas, dice:

El hecho de que los pueblos orales co-múnmente, y con toda probabilidad entodo el mundo, consideren que las pala-bras entrañan un potencial mágico estáclaramente vinculado, al menos de ma-nera inconsciente, con su sentido de lapalabra como, por necesidad, hablada,fonada y por lo tanto accionada por unpoder... los pueblos orales comúnmenteconsideran que los nombres (una clasede palabras) confieren poder sobre lascosas. Las explicaciones para el hecho deque Adán ponga nombres a los anima-les, en Génesis 2:20, normalmente llamanuna atención condescendiente sobre estacreencia arcaica supuestamente pinto-resca. (Ong, 1987, p. 39)

Su análisis de la permanencia de la in-formación en las culturas orales dimen-siona algunas prácticas “con la ausenciatotal de escritura, no hay nada fuera del pen-sador, ningún texto, que le facilite produ-cir el mismo curso de pensamiento otravez, o aun verificar si lo ha hecho o no”(Ong 1987, p. 40), de ahí el énfasis en esteapartado a la mnemotecnia, las fórmulasy las maneras de expresar experiencia con

palabras pueden producir su recuerdo,afirma. Por ello entendemos más acercade por qué en la culturas orales las expre-siones tradicionales no pueden ser desar-madas, así entendemos los epítetos y otrasfórmulas. Además se da una explicaciónsobre la linealidad del pensamiento unavez aparecida la escritura que lo expresaasí, de manera cronológica o linealmenteorganizada y precisa, sin repeticiones. Encambio, las culturas orales privilegian yestimulan la fluidez, el exceso, la verbosi-dad. Por otro lado, dice que:

La originalidad narrativa en las culturasorales no radica en inventar historiasnuevas, sino en lograr una reciprocidadparticular con este público en este mo-mento; en cada narración, el relato debeintroducirse de manera singular en unasituación única, pues en las culturas ora-les debe persuadirse, a menudo enérgi-camente, a un público a responder.(Ong, 1987, p. 48)

Las culturas orales deben conceptuali-zarlo todo con más cercanía al mundo ob-jetivo humano, asimilando el mundo ob-jetivo ajeno a la acción recíproca, conociday más inmediata, de los seres humanos.Por ello, en estas culturas y sus hablantesno hay listas neutras o estadísticas o datosdivorciados de la actividad humana. “Laescritura es la que propicia todas estasabstracciones que separan el saber dellugar donde los seres humanos luchanunos contra otros. Aparta al que sabe delo sabido” (Ong, 1987, p. 49). Una ampliasección detalla las diferencias en estasasociaciones de información con el con-texto, el empleo de fórmulas para retenery repetir información, de suerte que quedaclara la evolución del pensamiento hastala escritura. Se reflexiona sobre la palabrapoética, el empleo de los sentidos y el im-portantísimo factor del auditorio, el pú-blico, como criterio de originalidad. (Cf.Ong, 1987, p. 55 passim). Un breve peroeficiente repaso al Antiguo Testamento,Los Vedas y otras fuentes sirve para mos-trar las marcas de la oralidad en las prác-ticas religiosas y en sus escrituras. Asisti-mos en esta sección a una serie de de-mostraciones sobre la compleja natura-leza de la oralidad, su dependencia delcontexto, a la singularidad de la palabra es-crita, la gestualidad, el cuerpo como con-texto y la conformación del grupo o co-munidad de oyentes.

Walter J. Ong explica los cambios enlas figuras narrativas, los personajes y losestereotipos literarios como consecuencia

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Una amplia sección detallalas diferencias en estas asociaciones de informacióncon el contexto, el empleode fórmulas para retener yrepetir información, de suerteque queda clara la evolucióndel pensamiento hasta laescritura.

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de la compilación de información que re-quiere la cultura oral. Es muy interesantesu apreciación, por ejemplo, de la litera-tura fantástica en este sentido. Los seresfantásticos y los monstruos se recuerdanmás que los seres ordinarios. Sus defini-ciones sobre el sonido, la capacidad quetiene de unir y asociar en consonancia conun holismo conservador no han perdido susentido de provocación a otras teorías: elque habla es el centro de su universo. Elque lee está alejado de ese centro desde queel mundo (en el texto) se produjo. En elapartado “Las palabras no son signos” deesta sección (Ong, 1987, p. 74 passim)nos encontramos con una entretenida dis-cusión con la deconstrucción derridiana,el prejuicio caligráfico y tipográfico en lacomprensión del lenguaje.

IV. La escritura preestructura la conciencia

La comprensión como consecuencia dela tecnología de la palabra es el centro de es-te apartado que se enfoca ya en el mundode la escritura, y aborda las consecuenciasque esta forma de consignación de infor-mación trajo y dejó en las sociedades quela adoptaron. Desde los indicios de las ade-cuaciones de una forma a la otra, en la quese pueden rastrear alusiones a un público oauditorio, el pensamiento, plasmado en di-versos soportes, se escolarizó por medio ydesde la escritura. Además se creó la peli-grosa relación entre certeza, verdad y pre-sencia por escrito de las ideas. Ong com-para las objeciones platónicas a la escritu-ra con las objeciones que se hicieron en sumomento a las computadoras. Ideas como“la escritura destruye la memoria”, “la es-critura debilita el pensamiento”, “un textoescrito no produce respuestas”, “la palabraescrita no puede defenderse”, “la escrituraes pasiva” son algunas de las afirmacionesque se argumentan y se discuten (Ong,1987, p. 82).

La cronología de las transformacionesque sufre el mundo ilustrado y culto conla presencia de la imprenta y los impresospromueve que el autor haga interesantescomparaciones entre la palabra hablada,la manera de retener el conocimiento y larevaloración de la memoria, que son al-gunos de los puntos del análisis. Seaborda también la artificialidad de la es-critura, cómo ésta ha mejorado la vida hu-mana, cómo da vigor a la conciencia y ladistancia de las cosas de las que nos haprovisto. La grafía se analiza desde la se-miótica de manera concisa. Luego, Onghace la mención de los distintos alfabetos

y su conservación, su homogenización yla subsecuente extensión del conoci-miento más allá de los conventos, acade-mias y bibliotecas hacia todos quienes soncapaces de leerlos.

El hecho más notable respecto al alfa-beto sin duda es que se inventó una solavez. Fue creado por un pueblo o pueblossemíticos alrededor del 1.500 a.C., en lamisma zona geográfica donde aparecióla primera de todas las grafías, la escri-tura cuneiforme, pero dos milenios mástarde que ésta. Todo alfabeto en elmundo se deriva en una forma u otra dela creación semítica original. (Ong,1987, p. 91)

Hace una precisa ejemplificación delas consonantes, las vocales, los rebús o fo-nogramas, el alfabeto fonético, así comodel oficio mismo del dibujo de las letras,de la impresión y del arreglo del texto enhojas, pliegos, pieles, hasta la apariciónde la tipografía y sus cajas. El texto tomadel cuerpo algunos nombres: capítulo, ca-beza, encabezado, cuerpo, pies de página,arriba y abajo, etcétera.

Más adelante presenta la discusiónsobre lo que él entiende acerca de la tex-tualidad, la idea de un formato de textoque depende de un destinatario idealizadoe introduce el concepto del lector y la in-cipiente teoría de la recepción en un resu-men conveniente y muy fácil de com-prender. Tras ofrecer una explicación del

lenguaje de la retórica contemporánea,del lenguaje académico y la primacía deltexto sobre cualquier otra forma culta dellenguaje, compara la retórica tradicionalcon sus aportaciones para la organizaciónde la información, de los contenidos y suciencia. En este apartado encontramos lasdiscusiones más originales y didácticas dela obra.

V. Lo impreso, el espacio y lo concluido

Este apartado enumera ampliamentelas consecuencias que trajo para Occi-dente la impresión como proceso de pro-ducción, distribución y consumo de mate-riales de conocimiento. El texto impresocomo lo conocemos hoy, su historia y al-gunos de sus antecedentes principalesestán incluidos aquí. Este apartado es unabreve historia de la imprenta y su galaxiagutembergiana desde la idea de la ilustra-ción, la imagen que acompaña un íexio,las cajas hechas de tipos móviles y otrascondiciones del oficio de imprimir. Enconsecuencia lo es también de una serie devaloraciones sobre la relación entre la ca-pacidad de leer y los condicionantes deleer textos con formatos determinantes. Elpaulatino paso de la lectura como letra so-nora, en voz alta y en grupo, hasta la lec-tura solitaria y en silencio, Ong va dibu-jando el panorama de los libros en circu-lación, en creación y en un mercado deproducción y consumo. Muy rápidamentealude a la composición en computadora,pero no se detiene en su valoración. Loimpreso, resume, está orientado a un con-sumidor; “Los efectos de la imprenta en elpensamiento y el estilo aún están por de-terminarse en toda su complejidad” (Ong,1987, p. 122), asegura. Habla del espaciotipográfico hasta la deconstrucción y losmárgenes del texto. Aborda cómo es porla impresión que la palabra se convierte enpropiedad privada y en mercancía. Abun-da sí en la cuestión de la finitud del textoen relación a su tema: la engañosa sensa-ción de que un texto termina o agota ladiscusión de un tema, comparado con lacontinuidad de la discusión oral; tambiénhabla de la noción de lo concluido comoun rasgo de todo lo que está impreso (y fi-jado en la página) al tiempo que nos aludepara reflexionar sobre este hecho: la no-ción del texto como lo verídico, lo cierto,lo real, entre otros. Esboza también unavaloración sobre la intertextualidad y susimplicaciones en el concepto de originali-dad de lo que se crea al escribir, la vigen-cia de los contenidos escritos y la autoríade la información.

Abunda sí en la cuestión dela finitud del texto en relacióna su tema: la engañosasensación de que un textotermina o agota la discusiónde un tema, comparado conla continuidad de la discusiónoral; también habla de lanoción de lo concluido comoun rasgo de todo lo que estáimpreso

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VI. Memoria oral, la línea narrativay la caracterización

Este es sin duda el más propositivo delos apartados porque relaciona la formadel texto, su ser impreso, con las estructu-ras y acomodos de la información a travésde las que se pueden contar historias. Suexplicación de las diferencias entre las na-rraciones secuenciales, las lineales, el epi-sodio, la partición, etcétera, así como lassecuencias, animan muchas discusionescontemporáneas sobre la estructura de laobra de arte verbal más allá del estructu-ralismo. La narración como forma de arteverbal oral y escrita es un tema que le apa-siona. Discute la Pirámide de Freytag, elin media res, la estructura episódica, asícomo la existencia de distintos condicio-namientos para la creación de personasplanos o redondos. Aborda en este apar-tado el asunto lector como elemento deconfiguración y dosificación del enun-ciado de la historia. Aquí ofrece una ex-plicación sobre la novela de detectives;también discute la contemporánea necesi-dad de los lectores de una historia queconserve una línea de acción con paraleloa una línea narrativa. Es decir, actual-mente consideramos mejor o más ade-cuado que se nos vaya contando lo que vapasando, que el enunciado correspondacon la manera como se presenta la enun-ciación. Comenzar por el principio, ter-minar por el final. Propone algunas ideassobre las limitaciones de tal coincidencia.Discute la figura del autor, del fautor y delnarrador de una manera original y prepo-sitiva. Llega a asegurar que es “el mundode lo impreso el que engendró la novela”e insiste que el carácter reflexivo mismode la escritura propicia el desarrollo de laconciencia a partir de lo inconsciente.(Ong, 1987, p. 145passim)

VII. Algunos teoremas

El último apartado del amplio ensayoes el más sugerente pues es más cercanoen propuestas a las condiciones de opera-ción y transformación de las tecnologíasde la palabra, así como de lo que conside-ra algunos estudios pendientes en el área.Declara la necesidad de una nueva formade estudiar la historia de la literatura, men-ciona la importancia de la Nueva Críticanorteamericana y el formalismo, opina so-bre la vigencia del estructuralismo, lostextualistas y la deconstrucción, así comocaracteriza ya el grupo Tel Quel, la Escue-la de Constanza, la teoría de los actos dehabla de J.L. Austin, John R. Searle y

H. P. Grice; esboza lo que considera comouna promisoria teoría de la recepción, susdefiniciones del lector, del texto y de la va-loración de la obra de arte literaria. Haciael final de su texto, Ong argumenta su dis-crepancia con el modelo de los medios decomunicación como se han venido pre-sentando en la disciplina de estudio de lacomunicación humana. Advierte sobre lasdistinciones necesarias y concluye conuna reflexión genérica de la necesidad delotro, de su contemplación y conciencia enel acto mismo de la comunicación.

Las influencias de esta obra han sidomúltiples, en varios sentidos y en distin-tos campos del conocimiento del len-guaje, el aprendizaje de la escritura y la lec-tura. Walter Ong alinea su pensamientocon los posteriores estudios de Teun vanDijk, en Texto y contexto (1989). Más am-pliamente, las definiciones de Ong apor-tan un marco de referencia para sub-secuentes trabajos como el de MargoGlantz, Borrones y borradores: reflexionessobre el ejercicio de la escritura (ensayosde literatura colonial de Bernal Díaz delCastillo a Sor Juana (1992). Los postula-dos de Ong sirven de sólido asidero paraentender y comprender los alcances de lainvestigación y el espléndido trabajo deMargit Frenk Entre la voz y el silencio, Lalectura en tiempos de Cervantes (1997),sobre el paso de la lectura en voz alta a lalectura silenciosa, sus implicaciones epis-temológicas y filosóficas. Posteriormentea su obra, la comprensión de la historia dela lectura, las aportaciones de RogerChartier, con sus diversas historias de lalectura, y las de Ong se complementancon otros trabajos sobre la relación entre

la escritura, la lectura y la manera de cons-truir un contexto intelectual, el flujo detales ideas y la composición de un colec-tivo. Trabajos como el de Ong provocanuna serie de revisiones de periodos quehasta entonces no se habían abordadodesde esta luz de la palabra oral o impresacomo tecnología del conocimiento. Unejemplo de ello es Historia de la lecturaen México editada por el Seminario deHistoria de la Educación en México de ElColegio de México en 1998.

En otra secuencia de temas derivadosde los trabajados de Walter Ong sobre lasociología del texto y la lectura, podemossituar reflexiones más en el plano de ladiscusión de los procesos de la intelectua-lización. La obra de Ong sería una exce-lente lectura para redondear la explora-ción que hace Fierre Bourdieu en su en-sayo ¿Qué significa hablar? Economía delos intercambios lingüísticos, (1985). Re-sulta también comparable con la obra deGabriel Núñez Ruiz y Mar Campo Fer-nández Fígaros titulada Cómo nos ense-ñaron a leer (2005).

El campo de estudio y la reflexiónsobre la oralidad y la escritura sigue enpleno desarrollo. Ofrece siempre nuevosretos y muchos productos útiles para laenseñanza de lenguas, en específico lostrabajos de Daniel Cassani y su equipo,como por ejemplo Describir el escribir,cómo se aprende a escribir (1987).

Es importante tener en cuenta queconstantemente se producen definicionesde escritura, sobre lo escrito, el alfabeto,entre otros conceptos clave en los estudiossobre el lenguaje. Muy recientemente nosencontramos en el enfoque de la lingüísticacognitiva, por ejemplo con el conceptode dominio, que se basa en una suerte deorganización de la estructura conceptualdel lenguaje. Sin duda es un avance conrespecto a lo propuesto por Ong.

La estructura del dominio que presu-pone un determinado concepto puede re-sultar extremadamente compleja. Consi-dérese la manera en que se definiría algoque parece ser una clase de objeto físico,la letra T. Puede definirse directamentecomo una letra del alfabeto, de forma quesu base (dominio) sería consecuente-mente el alfabeto. El alfabeto es en símismo un dominio abstracto, que presu-pone la noción de sistema de escritura (nose trata tan sólo de un ejemplo de sistemade escritura, puesto que éste último nosólo implica el conjunto de símbolos,como es el caso de un alfabeto, sino ade-más las reglas para colocarlos secuencial-mente, incluyendo la dirección que deben

Muy recientemente nosencontramos en el enfoquede la lingüística cognitiva,por ejemplo con el conceptode dominio, que se basa enuna suerte de organizaciónde la estructura conceptualdel lenguaje. Sin duda esun avance con respecto a lopropuesto por Ong.

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seguir las letras en la página, los espaciosque han de dejarse entre las palabras, et-cétera). Por su parte, el dominio de siste-mas de escritura presupone la actividad dela escritura. La actividad de la escrituradebe definirse en términos de comunica-ción humana, la cual presupone a su vezla noción de significado y de sensacionesvisuales, puesto que la escritura es una co-municación que opera mediante la per-cepción visual de inscripciones, y no me-diante la percepción de sonidos y de ges-tos. (Croft y Cruse, 2008, p.21)

Esta amplia referencia de estos estu-diosos de la lingüística cognitiva nos per-mite considerar la importancia de las de-finiciones de Ong aplicadas a otros con-textos y con intenciones suplementarias. Sudelicada manera de definir los borrososlinderos entre lo oral y lo escrito. Luegode la obra que aquí reseñamos, los estu-diosos del lenguaje pueden hacer consi-deraciones sobre el concepto de lo escritocomo una forma en diálogo con lo oral, sinsupeditar este último aspecto al primero.Ong promueve una relectura de las tradi-cionales concepciones erróneas acerca delo oral como un subsistema de lo escrito oviceversa, de una oralidad primaria ycausa de una escritura en línea recta. Porel contrario, creemos que los aportes prin-

cipales de esta obra están en el sentido dela discusión, el cuestionamiento y la in-vestigación de las correspondencias entreun sistema y otro. El diálogo posible entrelos ensayos que hemos aludido en este tra-bajo estimula la conversación entre lasdisciplinas y debe ensanchar el horizontede los estudios sobre las relaciones entreel lenguaje y el pensamiento, el aspectopragmático, el comercial o editorial, porun lado; la dimensión imaginativa-artís-tica por el otro coinciden en un terreno, elde los soportes de la comunicación: el so-noro, el impreso y el virtual electrónico.Un medio ambiente más que estudiar,apenas cartografiado y navegado.

El lenguaje nos manifiesta como seresen el mundo. La propuesta por Ong es lahistoria de una comunicación que ha mar-cado las concepciones mismas del pensa-miento, el espacio y el tiempo, así comola manera como nos relacionamos con larealidad y nuestro perenne interés por in-terpretarla es un acto de comunicación.

ROBERTO DOMÍNGUEZ CÁCERESDoctor y profesor investigador del Cam-pus Estado de México, de la Cátedra deHumanidades del Campus Toluca y de la

Cátedra de Literatura Latinoamericanadel Campus Monterrey.

ReferenciasCASSANY, Daniel (1987): Describir el escribir.

Cómo se aprende a escribir, Barcelona: PaidósComunicación no. 37.

CROFT, William y CRUSE, Alan (2008): Lingüís-tica cognitiva. Madrid: Akal.

VAN-DIJK, Teun A. (1998): Texto y contexto (se-mántica y pragmática del discurso). Madrid: Cá-tedra.

Seminario de Historia de la Educación en México(1998): Historia de la lectura en México, Mé-xico: El Colegio de México-Centro de EstudiosHistóricos.

FRENK, Margit (1997): Entre la voz y el silencio.La lectura en tiempos de Cervantes. Alcalá deHenares: Biblioteca de Estudios Cervantinos,Centro de estudios cervantinos.

NÚÑEZ RUIZ, Gabriel y CAMPOS FERNÁN-DEZ-FIGARES, María Mar (2005): Cómo nosenseñaron a leer, Madrid: Akal ediciones.

BOURDIEU, Fierre (2005): ¿Qué significa hablar?Madrid: Akal ediciones.

GLANTZ, Margo (1992): Borrones y borradores.Reflexiones sobre el ejercicio de la escritura.(Ensayos de literatura colonial de Bemal Díazdel Castillo a Sor Juana). México: Coordinaciónde Difusión Cultural, Dirección de Literatura,UNAM Ediciones del Equilibrista.

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comunica ción32 pre-textos

El surgimiento de una sociedad delconocimiento supone un conjuntoimportante de ajustes a la compren-sión de las tensiones que se produ-

cen a lo interno de la modernidad comoproyecto civilizatorio, en la búsqueda deun cuerpo de interpretaciones que resulteactualmente pertinente a este fenómeno.Uno de ellos es el abandono del sujetotrascendental, que hace el saber acadé-mico contemporáneo a partir de la refle-xión sobre los síntomas de la crisis de re-presentación de la modernidad, mediantela postura pragmatista caracterizada porel antirepresentacionalismo, la oposicióna toda tentativa metafísica y la ironizaciónde los léxicos en los cuales se formulanlos saberes (Rorty, 1996), así como por elrespeto por la significatividad de la con-tingencia. La consideración de estas con-diciones tiene implicaciones serias para lareformulación del modo de comprenderlas identidades contemporáneas, el lugardonde éstas se formulan y cómo éstasoperan en la articulación de significado, enel contexto del ciberespacio como en-torno (Echeverría, 1999) o como espacioantropológico de conocimiento. (Levy,2004)

Las líneas que siguen estarán dedica-das a revisar esta cuestión desde otra pers-pectiva: la planteada por un intento de sín-tesis interparadigmática ensayada por el fi-lósofo alemán Mike Sandbothe en su pro-puesta transdisciplinar a la cual denominafilosofía pragmática de los medios, que hasido traducida como mediología y a la

cual es conveniente reconocer como me-diología pragmática para deslindarla con-venientemente de la propuesta teórica quecon el mismo nombre realizara Regis De-bray. (2000)

La mediología pragmática de MikeSandbothe puede definirse como la pro-puesta de las bases teórico-epistemológi-cas de una nueva disciplina de utilidadpara el estudio del entorno digital y sumedia: una filosofía pragmática que abre-viadamente podemos describir como unadialéctica entre pragmatismo y teoreti-cismo, cuya síntesis epistémica ocurremediante transversalización, esto es: me-diante el empleo de la razón transversal.(Welsh, 1999)

El pragmatismo contemporáneo (Ror-ty, Sellars, Davidson, entre otros) se con-cibe como una filosofía del lenguaje dife-rente a la filosofía analítica, por cuanto seubica más allá del denominado giro lin-güístico, en la idea de que el lenguaje nodescribe tanto una realidad dada, comoprocede a fundarla. Para Sandbothe ella(la filosofía del lenguaje) significa que“los problemas filosóficos son problemasque pueden ser resueltos (o disueltos) porla reforma del lenguaje, o por un entendi-miento mayor acerca del lenguaje queusamos actualmente” (Rorty, 1992, cpSandbothe, 2005:37). Y por esta mismacorrección de los problemas, se entiendeque el pragmatismo es teoreticista, esdecir: sus axiomas no son verdaderos porsí mismos, sino que permanentementeson comparados con sus postulados.

La construcción del sentido comúnen el entorno digital

La filosofía pragmáticade los medios

En este texto el autor incorporaa la comprensión de la nociónde sentido común en el entornodigital, los aportes de MikeSandbothe desde la mediologíapragmática, disciplina que estefilósofo alemán propone desdeuna dialéctica entre pragmatismoy teoreticismo, como ciencia parala comprensión del modo en quese constituye la realidad en el en-torno configurado por la Internet

■ CARLOS DELGADO FLORES

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33comunica

La tarea teoreticista de la mediología:escritura y fonocentrismo

En la construcción de un cuerpo coherentede proposiciones, Sandbothe someterá elgiro lingüístico a una deconstrucción filo-sófica particular de la idea de medio en susfundaciones profundas, desde una pers-pectiva teoreticista, distinguiendo dosmovimientos de deconstrucción:

1) El primer movimiento opera con el re-conocimiento de la constitución materialde los medios basados en signos con loscuales el ser humano produce significadose interpreta la realidad, con lo cual “se so-cava verticalmente el giro lingüístico”(Sandbothe, 2005:79).

Este socavamiento revela la pluralidadde los signos en sus respectivos códigos ylenguajes, como dimensiones de constitu-ción de significado a través de los medios.Y en el revelar esta multiplicidad, Sand-bothe articula como paradigmático elejemplo de Derrida en De la Gramatolo-gía, el cual considera “el [trabajo] quelanza la filosofía teorética de los mediosen la primera mitad del siglo XX.”(Ibíd.:79). La síntesis que Sandbothe hacedel planteamiento de Derrida se enfoca enla existencia del fonocentrismo comoorden construido (degradado) a partir dela exigencia de significación hecha a la es-cucha (comprensión) del habla de unomismo: suerte de monólogo interior ince-sante, que hipostasia el libre fluir de laconciencia fenoménica y con lo cual seconstituye un sujeto trascendental subje-tivista.

2) El segundo movimiento deconstructivose basa en la oposición que Derrida plan-tea de la escritura al fonocentrismo, y queSandbothe expresa en estos términos: “Siuno toma literalmente la definición de es-critura como un suplementario ‘signifi-cado del significado’, eso significa que elfonocentrismo es una degradación y si seusa deconstructivamente como un modelopara el funcionamiento del lenguaje que sehabla a sí mismo, entonces uno obtiene

una modificación en el concepto de escri-tura que Derrida ha llamado algunas vecesescritura generalizada o arje-escritura”,(Sandbothe, 2005: 81) que se concibecomo una estructura relacional de refe-rencia semiótica en la cual se constituyeel significado por la relación de unos sig-nos con otros, a lo cual Derrida conocerácomo Différance. De allí que:

Gramatología es la ciencia de la arjees-critura y el análisis filosófico del meca-nismo de producción de significados ca-racterístico de la Différance, es al mismotiempo una semiótica general en el sen-tido de que abre el concepto de escriturafonética, atada al lenguaje hablado, lle-vada a cabo en el espectro del sistema designos que se describen gramatológica-mente. (Ibíd.: 81)

La tarea pragmática de la mediología:de medios como a medios para

En contraste con la aproximación teoreti-cista, la determinación de la tarea prag-mática de la filosofía de los medios tomacomo punto de partida el contexto de lasprácticas, las cuales son dadas en contex-tos de intereses y con objetivos sociopolí-ticos establecidos cultural e histórica-mente. Se trata de un cambio de perspec-

tiva que en opinión de Sandbothe modi-fica por entero la visión al considerar elmarco de diferentes tipos de medios, loscuales agrupa en tres grandes conjuntos:medios sensorio-perceptivos (moduladospor el espacio/tiempo), medios de comu-nicación semiótica (codificados e inscri-tos en lenguajes) y medios de transmisióntécnica (voz, impresión, radio, televisióne Internet).

Como quiera que el énfasis –sea lin-güístico, gramatológico o pictórico– dela investigación teorética de medios teo-reticistas está acentuada en el realismode las comunicaciones semióticas, la fi-losofía pragmática de los medios acen-túa el dominio periférico de los mediosde transmisión técnica. Desde una pers-pectiva pragmática, es la forma medio-política de precisar este otro dominio loque provee el punto de partida que per-mite que los medios desarrollen en ellargo plazo cambios en el uso de los me-dios sensorio-perceptivos y de comuni-cación semiótica. (Sandbothe, 2005: 83,cursivas añadidas)

Conviene precisar, antes de avanzar eneste contexto dialógico entre teoreticismoy pragmatismo, lo que puede entendersecomo medio. Sandbothe afirma que laspalabras pueden constituir medios de co-nocimiento y de mediación de autoridaddesde una perspectiva representaciona-lista en la cual el significado lingüístico–realista y antirealista o constructivista– estáfuertemente vinculado con la correspon-diente teoría de la verdad.

O de nuevo, las palabras pueden ser en-tendidas desde una perspectiva pragmá-tica con el medio en un sentido artesa-nal, como el que usa James como ‘unprograma de más palabras, y sus signifi-cados en el sentido de herramientas me-diante las cuales existen realidades quepueden ser cambiadas’ (James, 1907, 53en Ibíd.:87).

Así pues, la misma idea de la palabracomo medio de conocimiento plantea

ción

Las palabras pueden consti-tuir medios de conocimientoy de mediación de autoridaddesde una perspectiva representacionalista en lacual el significado lingüístico–realista y antirealista oconstructivista– está fuerte-mente vinculado con lacorrespondiente teoría de laverdad.

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para Sandbothe la posibilidad de que losmedios puedan concebirse como juegosdel lenguaje en la concepción de Witt-genstein:

El giro pragmático refleja su atención enel entrelazamiento entre juegos de len-guaje y formas de vida, y ha sido desta-cado por Wittgenstein cuando en elmismo contexto demanda que ‘el eje dela referencia de nuestro examen debe serrotado pero alrededor del punto fijado denuestra real necesidad’ (Wittgenstein,2001:40 en Sandbothe, 2005: 89).

Se puede manejar, entonces, una dis-tinción de sentido: de medio como ymedio para, con lo cual la mediología entanto filosofía pragmática de los mediosilustra el paso que va de la concepciónteoreticista de medio con su sello repre-sentacionalista, a favor de una compren-sión pragmática de los medios, que endecir de Sandbothe, tenga una improntaantirepresentacionalista.

Estos medios ya no aparecen como ter-ciados en la estructura del espacio de lasrepresentaciones y en su camino produ-cen una interfaz entre lenguaje y reali-dad, esquema y contenido. En vez deello, son percibidos como instrumentosa ser comprendidos en términos de susefectos públicos, con la ayuda de loscuales, las acciones son coordinadas ylas realidades, cambiadas. (Ibíd.: 94,cursivas añadidas)

De allí que en el entorno digital ya nose entienda a los medios como conectadoscon ciertos hábitos de uso del libro im-preso que se desarrollaron en siglo XIX yXX y que al uniformizarse propiciaron lacomprensión del lenguaje oral como se-parado de su contexto concreto de acción;sino como medios para un proyecto quedisuelve la fijación representacionalistaen los asuntos de la representación realistao la “antirealista construcción de la reali-dad”, para lo cual se procede por “una ac-tiva co-creación en la modificación téc-nica de la cultura de los medios; la me-diación constitutiva de esto es la aperturade las posibilidades de una pragmatiza-ción de nuestro uso de los medios de co-municación”. (Ibíd.: 95)

Esta pragmatización de uso está en labase del giro pragmatista dado al giro lin-güístico en la segunda mitad del siglo XX,por Rorty, siguiendo a Peirce, James,Dewey, Nietzsche y el segundo Wittgens-tein, distinguido por la apelación a un

concepto instrumental de medios que esresumida por el pragmatista en el énfasisde que “incluso si estamos de acuerdo enque los lenguajes no son medios de repre-sentación o de expresión, ellos permane-cerán como medios de comunicación, he-rramientas de la interacción social, vías devincularnos a nosotros mismos con otrosseres humanos” (Rorty, 1989, 41 en Ibíd.:95). Así los medios no son reducidos a serherramientas de transmisión de significa-dos retenidos, información preexistente.“La definición funcionalista de medio seha extendido bastante del estrecho domi-nio específico del teoreticismo, de lascondiciones de posibilidad del conoci-miento de la realidad, del estrecho domi-nio de la acción humana”. (Ibíd.: 95)

Al centrarse en las prácticas, y en la bús-queda de marcos interpretativos adecua-dos, Sandbothe suscribirá la concepciónrortyana de la acción humana como soli-daridad en oposición a la crueldad, dentrodel marco del proyecto político de la Ilus-tración y, en el contexto más particular, sereferirá a la acción mediadora de los me-dios de comunicación como ajustada aesta proyectividad:

(…) en el contexto de estos ideales paranosotros resulta cada vez más obligato-ria la función pragmática de los mediosde comunicación de transmisión téc-nica, que resultan para Rorty de socie-dades democráticas que tratan de conse-guir más y más seres humanos en nues-tra comunidad y la democratización encurso de ambas formas de comunicación

pública y las posibilidades para la auto-creación. (Ibíd.: 96)

Pero dada la postura antirepresenta-cionalista asumida, Sandbothe sostieneque en vez de enmarcar la solidaridadcomo ejercicio de un sujeto trascendental,se haga buena la comprensión rortyana delos medios de comunicación como formasde la narración que ayuden a que “sepueda invocar un millar de comunalidadesantes que una específica humanidadcomún”. (Rorty, 1999: 87 en Ibíd.:96)

Solidaridad implicada en el ethos de lacomunicación como una práctica del con-saber (Pasquali, 1978), pero que no es ple-namente identificable desde la posturateoreticista para lo cual Sandbothe ad-vierte que la idea fundamental del prag-matismo está reflejada en la relación entreteoría y práctica que fue formulada porDewey de la siguiente manera: “‘saber esen sí mismo un modo de acción práctica yes la forma de interacción en la que otrasinteracciones naturales se convierten entemas de dirección’” (Ibíd.:111).

La constitución del Internet transmedia

En perspectiva del entendimiento teoreti-cista y pragmatista de la filosofía de los me-dios, se considera como un caso de apli-cación la transformación de los medios decomunicación que está teniendo lugar conInternet como centro, en tanto que consti-tutivo del entorno digital y éste, a su vez,en cuanto ámbito para un nuevo sentidocomún (De Kerckhove, 1999: 109) que re-sultará –y es la aspiración rortyana– de laliberación tanto de la forma representa-cionalista como de la apelación constantea las autoridades de referencia externa ointerna; transformado, ahora, en un sen-tido común antirepresentacionalista y an-tiautoritario, adecuado a la cultura demo-crática contemporánea de la modernidadya que, en opinión de Sandbothe:

(…) si se interpreta los medios técnicosde la modernidad como las máquinascon la ayuda de las cuales, sociedadesenteras pueden adquirir nuevas formasde mundo sensorial y semiótico en untiempo relativamente corto, entonces sehace claro que los asuntos de la políticade los medios deben tener genuinamen-te dimensiones filosóficas, y que las teo-rías de la filosofía de los medios debentener aspectos eminentemente políticos.(Ibíd.:124)

comunica ción34

En perspectiva del entendi-miento teoreticista y pragma-tista de la filosofía de losmedios, se considera como uncaso de aplicación la transfor-mación de los medios de co-municación que está teniendolugar con Internet como cen-tro, en tanto que constitutivodel entorno digital y éste,a su vez, en cuanto ámbitopara un nuevo sentido común

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Una definición, al uso, del sentidocomún nos lo describe como el conjuntode conocimientos y creencias inscritos enun léxico y compartidos y validados poruna comunidad. El modo de constitucióndel sentido común y de su relación con larealidad es visto por el pragmatismocomo consecuencia de la construcción so-cial; de hecho, ya Peirce distinguía en susescritos verdad de realidad: la primera seplanteaba como un modo de entender la rea-lidad, mediante correcciones sucesivas enlas comprensiones realizadas por toda lacomunidad intelectual e incorporadas alléxico; la segunda como aquello queexiste independientemente de la búsquedahumana de conocimiento; vale decir quelas correcciones en las comprensiones sonconstruidas socialmente.

Algunas corrientes como la fenome-nología social de Schütz (1974) entiendenel conocimiento de sentido común comoun operador dentro del mundo de la vida,para la construcción de la realidad socialcomo intersubjetividad. Pero en la visiónpragmatista, el sentido común no equivaleal consenso intersubjetivo, no por lomenos en la visión de Rorty (1996) quiensostiene, parafraseando a Wittgenstein,(“los límites de mi mundo son los límitesde mi lenguaje”) que aunque todos tene-mos un léxico último personal, al cual re-ferirnos en la búsqueda de fundamenta-ción, dado que el usuario de las palabras“no dispone de recursos argumentativosque no sean circulares”, poseemos la po-sibilidad de operar significativamentenuestros propios cambios de léxico, cons-tituyéndonos en ironistas, pues:

Lo opuesto a la ironía es el sentidocomún (…) Tener sentido común es darpor sentado que las afirmaciones formu-ladas en ese léxico último bastan paradescribir y para juzgar las creencias, lasacciones y las vidas de quienes empleanléxicos últimos alternativos. (…) El me-tafísico está aun adherido al sentidocomún en cuanto no pone en tema de jui-cio las trivialidades encerradas en el em-pleo de determinado léxico último, y enparticular la trivialidad que dice que hayuna realidad única y permanente quepuede hallarse detrás de las múltiplesapariencias transitorias. No redescribela realidad sino que, más bien, analizalas viejas descripciones con la ayuda deotras viejas descripciones. El ironista,en cambio, es nominalista e historicista.(…) Pasa su tiempo preocupado por laposibilidad de haber sido iniciado en latribu errónea, de haber aprendido el

juego del lenguaje equivocado. Le in-quieta que el proceso de socializaciónque le convirtió en ser humano al darleun lenguaje pueda haberle dado el len-guaje equivocado y haberlo convertido enla especie errónea de ser humano (Rorty,1996:93)

¿Equivale la capacidad del ironistacomo miembro de una comunidad, a la deprestar atención pensante que reclamabaHannah Arendt como condición para laacción política, aquella que Rudolf Eich-mann, como otros en su tiempo, fue inca-paz de tener? ¿Este ejercicio de distincio-nes y tensiones entre lo consabido y acep-tado, entre lo resignificado y lo cuestio-nado, no estará en la base de la acción po-lítica deliberada, de la democracia prego-nada por los pragmatistas? Arendt en-tiende el sensus communis como:

(…) La capacidad de ver las cosas nosólo desde el propio punto de vista sinodesde la perspectiva de todos aquellosque estén presentes, hasta que el juiciopueda ser una de las capacidades funda-mentales del hombre como ser políticoen la medida en que le permite orien-tarse en la esfera pública, en el mundocomún, son ideas prácticamente tan an-tiguas como la experiencia política arti-culada. (citada por Jay, 2003:164)

La doble disposición de Internet comohabla y como archivo, permite ambascosas: la construcción de sentido común yla ironización del léxico, dada su “alta-mente compleja y extremadamente sensi-tiva organización trasmedio.” (Ibíd.:125)que trasciende las disposiciones de su pro-pia tecnología constituyendo propia-

mente un entorno. Para abordar la des-cripción de este entorno, Sandbotheasume tres supuestos a partir de La com-prensión de los medios como extensionesdel hombre de Marshall de McLuhan: 1)“la percepción basada en el concepto demedio es acorde con la definición maclu-haniana de los mismos como extensionesde los sentidos humanos” (Ibíd.: 126); 2)“hay causalidad directa de los efectos delos medios de comunicación al nivel delas estructuras formales de la percepción(media-determinismo)” y; 3) “Mc Luhaninterpreta el mecanismo cultural del alfa-beto y el mundo moderno de la imprentacomo una extensión de nuestra facultadvisual. El mundo visual de la escritura esdeterminado por la lógica de la visión dis-tanciada y opera, por así decirlo, desde laperspectiva ‘quirúrgica’ de un solo ojoneutral que reclama la objetividad. Estalógica de efecto libre de lo visual se con-trasta con el táctil, participatorio y holís-tico mundo de los medios electrónicosque Mc Luhan interpreta como extensio-nes del sistema nervioso central.” (Ibíd.:127)

A partir de estos tres supuestos, Sand-bothe, en perspectiva teoreticista emplea,para explicar el modo en que la continui-dad sensorium-prótesis permite la cons-trucción de sentido en el entorno digital,los siguientes presupuestos: 1) “En McLuhan, el sentido humano se entiendecomo “esquema de la construcción cogni-tiva de la realidad que puede ser alteradopor las extensiones tecnológicas de la ex-periencia en el curso de la historia de losmedios”; 2) “El proyecto del análisis teo-reticista de la vida íntima del sujeto humanocomo externalizado por los medios sebasa en el presupuesto de una causalidaddirecta que supuestamente existe entre elmedio como causa y su correspondienteefecto en la estructura de los sentidos hu-manos”; y 3) “la dinámica disturbio/equi-librio de la sensibilidad humana –hiposta-ziada por la dinámica de medios calien-tes/medios fríos– no es interpretada por lavía de las prácticas sino que, desde laperspectiva teorética luce como una uto-pía finalista, ya que según Sandbothe, McLuhan plantea la posibilidad de una “con-dición pentecostal del conocimiento uni-versal”, por cuando “al final de la historiade los medios de comunicación, se llegaráa un estado en el que eludir las lenguas enfavor de una conciencia cósmica en gene-ral hará que esta sea la entrada en vigor delas ideas lingüísticamente mediadas”(Sandbothe, 2005: 129-130) y ello deberáocurrir después de la sucesión de las eda-

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La doble disposición deInternet como habla y comoarchivo, permite ambascosas: la construcción desentido común y la ironiza-ción del léxico, dada su“altamente compleja yextremadamente sensitivaorganización trasmedio.”

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des tecnológicas: de la edad caliente de laimprenta a la fría de la televisión y de allía la edad digital, en donde “la escrituraeléctrica y la velocidad de verter sobreella, de forma instantánea y continua, loconcerniente a todos los hombres haceque se conviertan una vez más en tribales.La familia humana se convierte en unatribu de nuevo.” (Mc Luhan, 1964 cp Ong,1997 , en Ibíd.: 131)

Sobre la construcción de una comuni-dad sensorial, clave para la interpretacióndel entorno digital como nuevo sentidocomún, Sandbothe retoma las considera-ciones mcluhanianas sobre la televisión,especialmente el argumento por el cual:

(…) la inevitabilidad de la televisión dalugar a respuestas multisensoriales queinvolucran a todo el cuerpo, mediante lavinculación de los niveles acústicos,apariencias visuales, y por encima detodo los movimientos y actitudes quedespiertan una interpretación propio-ceptiva, la televisión se comporta de unamanera muy similar a los acontecimien-tos reales, vividos en el ámbito interper-sonal con los objetivos generales de la pro-ducción de respuestas multisensoriales.(De Kerckhove, 1993, cp Sandbothe,2005:133).

Ello desde el punto de vista teoreti-cista. Pero desde el punto de vista prag-matista, Sandbothe aboga por reinterpre-tar la distinción entre medios calientes yfríos pues “Este aspecto toma, explícita-mente, un giro pragmático cuando se dejaen claro que la relación entre dos o másmedios de comunicación es primero pro-ducida por la comunidad de los usuariosde los medios de comunicación” (Ibíd.:135). Al variar el enfoque hacia las prác-ticas, Sandbothe observa que “la utópicaesperanza formulada por Mc Luhan sobreel potencial de frío de los medios electró-nicos se ha desplazado cada vez más de latelevisión al ordenador”, ello porque lasingularidad del medio frío es justamentela formación de comunidades, y en el en-torno digital “la persona de alta velocidadno tiene ningún problema en la disoluciónde distancia de la masa de los consumido-res y convertirse en un productor. Se re-constituye en grupos pequeños que semantienen al día a través de interconexio-nes.” (Ibíd.: 136)

Nuevas comunidades moduladas porla tecnología: comunidades hipertextua-les, redes sociales, comunidades multi-media, comunidades inteligentes, quepragmáticamente se distinguen de las co-

munidades de recepción planteadas entorno a la televisión en que ésta, en la con-cepción de McLuhan, no funciona comoun instrumento para la coordinación deacciones, sino como “una superficie deproyección emocional de una reacción co-lectivizada a las acciones que sólo son re-cibidas por el espectador, pero que nopuede ser influenciada: la TV no es tantoun medio de acción, como un medio dereacción.” Por tanto las comunidades di-gitales en cuanto que son activas, consti-tuidas a partir de sus prácticas, no ejercenentre sí una influencia causal inmediata,cosa que De Kerckhove supone, con locual el pragmatista lo ubica como solida-rio con la perspectiva teoreticista. (Ibíd.:139)

Hay pues, combinación de mediosfríos/calientes, pero también de comuni-caciones sincrónicas y asincrónicas.Sandbothe advierte que:

(…) en contraste con las característicasestructurales de la comunicación asín-crona (e-mail, noticias, blogs, etc.) enlos servicios de comunicación sincró-nica online (chat, redes sociales, etc.), laescritura fonética es usada dialógica-mente a la manera del lenguaje ha-blado. El lenguaje hablado, el carácter deconversación que se emula con el uso dela escritura en la comunicación compu-tarizada, se delimita de formas tradicio-nalmente establecidas del uso calientede la impresión y parece ser más de unmedio frío. (Ibíd.: 145, cursivas añadidas)

La pragmática de uso en Internet

En seguimiento a la aplicación de la ten-sión entre teoreticismo y pragmatismopara la comprensión del entorno digital,Sandbothe sostiene que la pragmatizacióndel Internet transmedia ocurre precisa-mente porque “la vinculación de tipo he-terogéneo de los medios de comunicaciónunos con otros a través de la digitalizaciónen sí ya contiene una dimensión específi-camente pragmática,” (Sandbothe, 2005:155) del tipo de las descritas por Deweycomo constitutivas del conocimiento desentido común:

(…) las ideas de los objetos, formuladasen términos de la acción común de lasrelaciones de cambios que tienen el unoal otro, instituye una vía amplia pormedio de la cual podemos viajar desdecualquier significado o relación que se en-cuentran en cualquier parte de la natura-leza con la expectativa de llegar a cual-quier otro lugar. (Dewey, 1988: 107, cpSandbothe, 2005: 155)

Esta vía amplia, Sandbothe la ubicacomo posible, con recurso a Kittler: “enlos sistemas digitales de datos, direccio-nes y comandos tienen su existencia ma-terial, se unen en números binarios, cadaelemento puede ser transferido de formainequívoca a cualquier otro. Esto significaque las tres funciones de procesamiento,transmisión y almacenamiento se puedentransferir de forma flexible el uno al otro”(Kittler, 1997 cp Ibíd.: 156), lo cual re-sulta en la posibilidad de que habla y ar-chivo, práctica y registro, sincronicidad ydiacronicidad estén a disposición –en pre-sente– de los usuarios/partícipes de las co-munidades constituidas en el entorno di-gital.

Conviene precisar cómo ocurre lapragmatización del acto de conocer en elentorno digital. Sandbothe ilustra el puntoplanteándola como la ruta que va del sig-nificado al acto lógico propuesto, que nosólo está formulado en términos logocen-tristas, sino como comando de un len-guaje formal que lo prescribe. El signifi-cado pragmatizado surge como núcleo in-ferencial, pero el comando es un lenguajeal cual se traduce todo el corpus cultural.De allí que pueda señalarse que el aconte-cimiento ya no es simulado, sino tradu-cido, traducible y reproducible, como enla cultura ilustrada, combinando soportes.

Sandbothe ubicará niveles de pragma-tización en el Internet, tanto en la comu-nicación semiótica como en la constitu-

El lenguaje hablado, elcarácter de conversaciónque se emula con el uso de laescritura en la comunicacióncomputarizada, se delimitade formas tradicionalmenteestablecidas del uso calientede la impresión y parece sermás de un medio frío.

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37comunica

ción de sensorium. En el primero descri-birá una dinámica recursiva compuestapor el doble proceso de escriptualizaciónde la imagen y concurrentemente, la ico-nización del texto, apelando al movi-miento deconstructivo vertical planteadoa partir de la tesis derridiana en De la Gra-matología, ya señalada en su oportunidad.La escriptualización de la imagen, ocurrepor leer las imágenes como diferenciatanto en forma semántica (contenido hi-pertextual o multimedia) como en formapragmática (click con el mouse). Por suparte, la pictorialización de la escrituraimplica el despliegue de estrategias delectura de la escritura como si esta fueraimagen:

En la percepción de una imagen –a dife-rencia de la lectura de un libro– no esta-mos tentados desde el principio a seguirel modelo lineal secuencial de disposi-ción de los signos. Por el contrario, per-cibimos los elementos pictóricos quecomprende una imagen abierta sin losdiferentes patrones de recepción esta-blecidos por la Gestalt, por tanto, son di-ferentes formas de lectura y pragmática-mente, la construcción de la imagencomo una unidad de sentido. (Ibíd.: 164)

Este doble movimiento, al ser apre-ciado desde la óptica deconstructiva, per-mite ver, en la perspectiva planteada, elmodo en que se pragmatiza, a su vez, elsensorium en el entorno digital, tambiéncon un doble movimiento, el de la espa-cialización del tiempo y el de la tempora-lización del espacio.

En este particular, Sandbothe recurrenuevamente a Derrida, para abrir un com-pás de interpretación que se aparte de losapriori kantianos de espacio y tiempo (re-cuérdese que la perspectiva pragmáticarenuncia a la idea de sujeto trascendental)y que se aproxime mejor a la idea de la es-critura de la diferencia como generadora–en tanto que práctica, en el entorno digi-tal– de la experiencia: “esta escritura de ladiferencia, este tejido de la traza, permiteque esta diferencia entre el espacio y eltiempo que se articula, pueda aparecercomo tal, en la unidad de una experiencia(Derrida, 1978: 65, cp Ibíd.: 169). Así ex-presa:

Esta constelación de presencia consti-tuida colectivamente está en la base delos movimientos entrelazados que ocu-rren entre espacio y tiempo en los mun-dos de las comunicaciones textuales. Elprimero de esos movimientos –la tem-poralización pragmática del espacio–

viene a esclarecer el hecho de que losusuarios (de chats y redes sociales) tie-nen la oportunidad de inventar y progra-mar la descripción narrativa del espaciovirtual entre ellos, a lo largo del cual semueven con otros participantes. Este es-pacio no aparece como una entidad dadapreviamente, en la cual uno sólo puedemoverse pasivamente sin ningún tipo deinfluencia activa (…) A lo largo de eseespacio en el cual los actores en línea semueven, las voces en las que las narrati-vas respectivas se disponen, son admi-nistradas por los propios participantes.La espacialidad virtual de los chats y lasredes sociales corresponde a su tempo-ralidad propia y específica. Esta espa-cialidad es un reflejo de un segundo mo-vimiento entrelazado que tiene lugar enel espacio-tiempo de los servicios de co-municación interactiva: la espacializa-ción pragmática del tiempo. El uso inter-activo y recíproco de la escritura en chaty redes sociales –modelada por el lenguajehablado– encabeza un movimiento dia-lógico escrito e integrado en el factortiempo, que es característico de la inter-acción recíproca, usado en la constitu-ción del espacio del mundo de la escri-tura. (Ibíd.: 171. Cursivas y paréntesisañadidos)

El conjunto de estas operaciones arti-culadas por los usuarios permiten com-prender cómo se construye pragmática-mente el sentido común en el entorno di-gital y cómo a partir de éste, se puedenubicar áreas de interés complejo para lainvestigación científica y para el ejerciciode la política, en la triple intersección

entre medios de comunicación, entornodigital y las transformaciones de la demo-cracia moderna en perspectiva de la con-formación de la convivencia humana:

(…) estas conexiones implican a lasprácticas complejas de las condicionesde la frontera tecnológica, los intereseseconómicos, las prácticas culturales deluso de los medios de comunicación y laevolución de la presencia pedagógica delos medios de comunicación en los sis-temas educativos. Esta interacción seobserva, ahora, con mayor detenimientoy se indica respecto de las formas posi-bles de su desarrollo político. (Ibíd.:177)

Para desarrollar una interpretación,desde la economía, del sentido común di-gital, Sandbothe citará el concepto deFranck (1998) de economías de la atención,mediante el cual establecerá que los me-dios de comunicación de masas confor-man una industria cuyo comercio es el dela atención que una persona muestra haciaotra o hacia algún asunto:

La atención es un valor agregado real, seencuentra en el fenómeno de la auto-presencia de la conciencia humana. Elhecho de que estamos presentes, que es-tamos ahí, en todo para nosotros y paraotros seres conscientes comprende lacaja de resonancia para el intercambiode atención intencional que resulta se-cundariamente. Una cultura que pierdede vista de esta base fenoménica sealiena a sí misma y se desintegra en unmercado superficial de las vanidades.(Ibíd.: 182)

Se trata de una interpretación que, sise realizara la homología entre informacióny capital (de modo similar a la realizadaentre signo y mercancía por Baudrillarden la Crítica a la economía política delsigno), revelaría que la tensión entre tem-poralización del espacio y espacializacióndel tiempo dependen del trabajo de man-tenerse enfocado, consciente de la rele-vancia de estas prácticas de construcciónde conocimiento, pues:

(…) nuestra capacidad de atención yconcentración se dispersa por la inunda-ción de las unidades de información di-gital deconstruida que ya no pueden serordenadas por la sola determinación deljuicio. Ello nos hace ser víctimas de unconjunto de datos digitales que en elpeor de los casos nos paraliza, nos

Sandbothe citará el conceptode Franck (1998) de economías de la atención,mediante el cual estableceráque los medios de comunica-ción de masas conformanuna industria cuyo comercioes el de la atención que unapersona muestra hacia otrao hacia algún asunto

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vuelve adictos y tiene un efecto perjudi-cial sobre nuestras formas cotidianas depercepción y competencia en el conoci-miento. (Ibíd.: 195)

Consecuentemente, una pedagogíaque se enfoque en formar para la cons-trucción de sentido común en el entornodigital, en opinión de Sandbothe, deberágarantizar las condiciones de los procesosde enseñanza/aprendizaje, cara a cara enInternet, preservando los principios prag-matistas que el autor sostiene como sus-criptor de esta postura. Así, expresa:

La conexión entre significado semióticoy práctica activa debe ser disuelta. Aluso de la manera representacionalista, latelevisión genera un mundo circular desímbolos que está cerrado en sí mismo yque continuamente se separa de las rela-ciones pragmáticas espacio-temporales(...) Tratar con el Internet puede, por elcontrario, contribuir con la sedimenta-ción de la actitud pragmática del sentidocomún que se dirige a la interacción in-terpersonal y la formación colectiva dela realidad. En este sentido se puededecir que la liberación real y el uso efi-caz de los potenciales de la democrati-zación multitudinaria albergadas por In-ternet en cuanto que nuevo medio detransmisión, depende esencialmente delgrado conque la dimensión profunda-mente pragmática de la red puede seguirdesarrollándose en el marco de todo elsistema digital y por el cruce de laprensa, radio, televisión y video. (Ibíd.:206)

Así pues, como conclusión parcial,puede decirse que el programa de la me-diología de Sandbothe, en tanto que filo-sofía pragmática de los medios, reaccionaal desafío de construir el sentido común di-gital mediante el examen de los cambiosque resultan de la interacción entre losmedios en la perspectiva de los movi-

mientos espacio-temporales que realizanlos sujetos que los emplean; y de este exa-men, obtener conclusiones pragmáticas,que sirvan al desarrollo de formas demo-cráticas de la economía, de uso educativoy de uso de los medios de comunicaciónde Internet. Son tres vertientes planteadaspor Mike Sandbothe: áreas de comprensiónde las prácticas sobre las cuales se consti-tuye –pragmáticamente– el sujeto de lacomunicación en el entorno digital.

CARLOS DELGADO FLORESMiembro del Consejo de Redacciónde la revista Comunicación. Periodista.Profesor de pregrado y postgrado enla Universidad Católica Andrés Bello.Magíster en Comunicación Social.

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El conjunto de estasoperaciones articuladas porlos usuarios permiten com-prender cómo se construyepragmáticamente el sentidocomún en el entorno digitaly cómo a partir de éste,se pueden ubicar áreas deinterés complejo para la investigación científica y parael ejercicio de la política

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Galería de Papel. Petre Maxim. Muchacha margariteña. 1956.

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tema central

Mirar la comunicacióndesde la crisisErick R. Torrico Villanueva● 42

Prácticas teóricas de comunicación en VenezuelaJesús María Aguirre● 48

Manuales de investigaciónen comunicaciónGustavo Hernández Díaz● 60

Sociedad de la Información(SI) y pensamiento líquido.La necesaria adaptación dela teoría de la comunicaciónJosé Fernández Beaumont● 70

¿Para qué sirve estudiar teoríade la comunicación?Manuel Martín Serrano● 74

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Galería de Papel. Maxim Petre. Pescadores en el malecón de Maracaibo, Edo. Zulia. 1960

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Introduccción

Si en términos generales se entiende la cri-sis como una situación tensa de duraciónvariable que se caracteriza por la ocurren-cia de una recomposición probable de fuer-zas en el interior de un deterrminado pro-ceso —económico, social, político, cultu-ral o del conocimiento—, se comprende, almismo tiempo, que ella implica no única-mente riesgos sino también oportunidades.Sin embargo, el aprovechamiento creativode una circunstancia así dependerá de lamayor o menor precisión que se logre en laidentificación de esos márgenes de desen-volvimiento y de la adopción o no de las es-trategias pertinentes.

Por eso, pensando en una agenda in-vestigativa de la comunicación necesariapara América Latina hoy, conviene ferti-lizar la noción de crisis en vista al desa-rrollo de una línea de análisis, reflexión ydebate capaz incluso de promover una re-novación fuerte del campo.

En otras palabras, se trata de mirar ala comunicación desde la crisis, tantodesde aquella que le es propia a partir desus orígenes mismos como ámbito de in-terés y de producción de saber científico,como desde la que configura ahora el con-texto macro en el cual se sitúa como áreapara la investigación y la intervención. Elpropósito, en ambos casos, estará referidoa trabajar en la posibilidad de su redefini-ción especializada.

Una crisis inherente

Un primer acercamiento, entonces, debellevar de forma insoslayable a reconside-

rar sus momentos formativos y la paula-tina conformación de su particular culturaacadémica¹. Ello supone, respectivamen-te, que se deje de reducir la emergencia aca-démica del campo comunicacional a laacción pionera singular de unos padresfundadores² y que, por tanto, se reco-nozca, en perspectiva, las múltiples y auncontrapuestas contribuciones efectuadasen poco más de ocho décadas por dife-rentes autores que, con diversas proce-dencias geográficas y disciplinarias yusando variados criterios epistemológi-cos, generaron distintos abordajes teóri-cos para dar cuenta de dicho campo.

Como consecuencia de ello, la trayec-toria del pensamiento teórico sobre la co-municación no resulta lineal ni apenasevolutiva con una bifurcación entre lo ad-ministrativo y lo crítico, pero tampocopuede limitarse a una más o menos ex-tensa etapa clásica y a otra más recientede inspiración posmoderna y tecnolo-gista. El cuadro, obligatoriamente, re-quiere ser bastante más complejo.

Es claro, además, que persiste la dis-cusión acerca de la naturaleza y los con-tornos del objeto de estudio de la especia-lidad –que se podría resumir en la con-frontación entre las posiciones biologicis-tas, humanistas, sociológicas y mediacen-tristas–, así como aquella otra, derivadade esta insistente indefinición, que plan-tea o, al contrario, pone en duda la disci-plinariedad y la cientificidad de los estu-dios comunicacionales.

Consiguientemente, la comunicaciónvive una crisis que le es inherente desdesu incorporación como tema y luego comoterritorio al espacio del conocimiento

43comunica ción

Mirar a la comunicacióndesde la crisis

Más allá de la nueva crisisinternacional que registra desde2009 el modelo capitalista yde su correspondiente y polémicanaturaleza, es evidente que enel marco de tal circunstancia seabren otros márgenes de conoci-miento para abordar cuestionesepistemológico-teóricas que lacomunicación tiene pendientesdesde los comienzos de suconstitución como campo deestudios académicos.

■ ERICK R. TORRICO VILLANUEVA

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académico, hecho que algunos buscansuperar mediante fórmulas de delimitaciónparcial del objeto, que otros prefierencalificar de irresoluble cayendo al finalen recortes operativos similares a los efec-tuados por el primer grupo y que no pocoscreen remontar con ideas extraídas de lasprácticas profesionales concretas.

La comunicación es, pues, un campoen crisis debido a esa ausencia de la cer-teza propia. Y ello continúa represen-tando un gran desafío para la agenda de in-vestigación epistemológico-teórica.

Capitalismo desestabilizado

La segunda aproximación a los vínculosentre comunicación y crisis que aquí sepropone tiene que ver con la nueva crisiseconómica internacional que afecta al ré-gimen capitalista hace más de un año.

Las visiones acerca de su carácter,causas y consecuencias son heterogéneas.Para unos se trata de una más de las crisiscíclicas que enfrenta el capitalismo; paraotros es una de tipo terminal. Para unos sedebe a la agudización de las contradiccio-nes por la sobreacumulación burguesa;para otros es de índole financiera y espe-culativa. Para unos, finalmente, tendráefectos en la reorganización general delsistema económico global y mayores to-davía en los países de su periferia; paraotros, será superada con paradójicas rece-tas que combinan apoyo estatal a los ca-pitalistas con mayor liberalización de losmercados.

Algunos de los temas/problema yaagendados para la investigación comuni-cacional con respecto a esa desestabiliza-ción del capitalismo son –hasta ahora– losimaginarios prevalecientes de la crisis, losdiscursos mediáticos sobre las manifesta-ciones de la crisis o las consecuencias deésta en la producción, ventas e ingresos delas industrias culturales y tecnológicas asícomo en sus dinámicas de reestructura-ción accionaria.

En cualquier caso, tanto las caracteri-zaciones sobre la crisis esquemática-mente reseñadas como los asuntos señala-dos para su indagación no son lo que acáinteresa destacar. El foco de esta exposi-ción está más bien orientado a incidir enel reconocimiento del lapso de crisis po-lítica y epistemológica que enfrenta elproyecto capitalista en sus dimensionesmoderna y posmoderna siquiera desdeprincipios del nuevo siglo y que suponeunas condiciones de posibilidad relevan-tes para el reexamen de las bases, los fines

y los procedimientos del conocimientocomunicacional.

La primacía político-ideológica y lasinsuficiencias sociales de la democraciade mercado están actualmente desafiadasen varios sitios del planeta, como tambiénestá puesta a prueba la continuidad de lahegemonía estadounidense, cada vez másfundada en la sola variable militar. Elloestá dando lugar, principalmente en Amé-rica Latina, a distintos procesos en que elprotagonismo social pluricultural y mul-tirregional, la reconversión de la izquierday las nuevas correlaciones de fuerzas den-tro de algunos países y entre algunos Es-tados sientan las bases para alcanzar cier-tos rediseños en materia de políticas pú-blicas nacionales y eventualmente de lasrelaciones internacionales.

En lo que concierne al terreno episte-mológico-teórico, no sólo que los presu-puestos de la modernidad ya cuestionadosinternamente desde el decenio de 1980por pensadores pos están confrontadoscon las emergentes realidades de la polí-tica, la economía y la cultura en el sur delmundo y en los sures instalados en lasgeografías del norte, sino que quizá porvez primera se avizora la posibilidad deque la intelectualidad periférica –esto es,la del sur– articule una contrapropuestaparadigmática que no sea apenas una apli-cación adaptada de postulados críticosexógenos. Las ciencias sociales, y la co-municación en su seno, están convocadasa asumir tal reto.

La crisis, horizonte de inteligibilidad

Es en ese sentido que de la crisis surge unnovedoso horizonte de inteligibilidad con

potencial para modificar los lugares del ver,del pensar y del decir que han predomi-nado largamente en la construcción y di-seminación de los saberes sobre lo real so-cial. Como afirmaba René Zavaleta, elmayor sociólogo que tuvo Bolivia, “la cri-sis es la forma clásica de la revelación oreconocimiento de la realidad del todo so-cial” (1979:17); es decir, que es un mo-mento-síntesis en que la totalidad se hacecognoscible al quebrarse los límites de lanormalidad aceptada y en la medida enque se abren significativas brechas para elpensamiento autónomo y contestatario.Así, crisis y crítica van o deben ir empa-rejadas.

La crisis permite una exploración cog-noscitiva que no resulta dable dentro delos límites de un patrón hegemónico deproducción y reproducción de conoci-miento que, en el caso actual en la comu-nicación, mantiene intacta la fragmentacióndel proceso –que es el objeto del que debeocuparse la comunicología como miradasocial especializada– a la vez que privile-gia la concepción instrumentalizadora delmismo y deja en la opacidad su fuerza hu-manizadora y para la emancipación.

Como recomposición de equilibriosque es, la crisis implica opciones de aper-tura y de ruptura; es un tiempo en que otrasvisiones, otras problemáticas, otras expli-caciones, otras interpretaciones y otros fu-turos se tornan posibles. Pero, asimismo, lacrisis conlleva la oportunidad de remociónde viejos poderes, ante todo cuando éstosya muestran agotamiento en sus modalida-des de reacomodo o reciclaje y en sus for-mas de dar cuenta de la realidad.

No obstante, en el plano cognoscitivo,la crisis sólo puede dar paso a una reno-vación intelectual profunda cuando apartede las condiciones objetivas que la hacenevidente como descomposición del statuquo se registra una separación ideológicade un determinado agente que está prepa-rado para explotar la disponibilidad histó-rica y epistemológica que se le presenta³.Ese distanciamiento que opera desde lacrítica de lo establecido en decadenciacomo base es la clave para desarrollarnuevos principios explicativos útiles paraguiar la observacion, el análisis y la ac-ción.

En esa línea, lo que se advierte en elperíodo presente es una convergencia detres crisis –la epistemológico-teórica ypolítica del proyecto civilizatorio occi-dental, la del capitalismo globalizador yla interna del campo de la comunicación–,circunstancia crítica que hace factible otrocamino de inteligibilidad del mundo so-

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La primacía político-ideoló-gica y las insuficienciassociales de la democracia demercado están actualmentedesafiadas en varios sitiosdel planeta, como tambiénestá puesta a prueba lacontinuidad de la hegemoníaestadounidense, cada vez más fundada en la sola variablemilitar.

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cial y de la zona comunicacional dentro deél. No obstante, se precisa que la comuni-dad académica del área, al menos en unode sus segmentos, tome a su cargo la tareade convertir esa potencialidad existente enacto. De ahí la importancia de proponer lainserción de esta cuestión en la agenda in-vestigativa regional.

Décadas de subversión

Habrá, sin duda, quienes digan que estosplanteamientos no terminan de ser nue-vos. Y eso es cierto en parte.

A lo largo del último medio siglo La-tinoamérica ha sido cuna de valiosas apor-taciones que, unas más que otras, estre-mecieron en distintas etapas la arquitecturadel campo a escala tanto subcontinentalcomo internacional.

Sólo a modo de brindar una escueta re-vista de esas elaboraciones y más o menosen orden cronológico cabe citar, entreotras de relevancia, las conceptualizacio-nes de Antonio Pasquali contra las defini-ciones unilineales y mecánicas del pro-ceso de comunicación; la convocatoria ala investigación crítica militante auspi-ciada por el entonces Centro Internacionalde Estudios Superiores de Periodismopara América Latina; las denuncias deLuis Ramiro Beltrán sobre la investiga-ción con anteojeras y la índole foránea delos objetos, los métodos y las teorías usa-dos en la región; la demanda de AntonioGarcía para que se anteponga la comuni-cación para el desarrollo a la comunica-ción para la dependencia o la llamada deatención de Jesús Martín-Barbero res-pecto a los funcionalismos de izquierda yde derecha al igual que sus seminalesorientaciones para pensar la comunica-ción desde la cultura.

Pero este sucinto recuento de las con-tribuciones latinoamericanas resultaríamás incompleto aún si no se citara igual-mente las luchas teórico-políticas de Ar-mand Mattelart contra la reproducciónideológica y el acallamiento de lo popu-lar; la tenaz historiación y promoción delpensamiento comunicacional de AméricaLatina por José Marques de Melo; la in-cesante búsqueda de una comunicologíaposible por Jesús Galindo y su equipo; laspreocupaciones epistemológicas deMaria Immacolata Vassallo de Lopes y lasde Raúl Fuentes Navarro por que se in-vestigue la investigación; las polémicasque articula César Bolaño en torno a laeconomía política de las tecnologías in-formativo-comunicacionales y la cultura

o las provocaciones de Luiz Martino quereclama teorías de la comunicación enlugar de teorías sobre ella.

Y aunque es obvio que la lista prece-dente está lejos de agotar la variedad ypeor todavía la riqueza de los aportes lati-noamericanos, sí es probable que sirvacomo referencia mínima de lo que hansido estas cinco décadas de subversiónteórica en el área.

En síntesis, América Latina tuvo variosmomentos de insurgencia de la demandade visión propia, del cuestionamiento aconceptos, temas y métodos, de la críticaa la instrumentalización, del desarrollo dealternativas prácticas y teóricas, del reco-nocimiento y de la promoción de las pe-culiaridades regionales y de la exigenciade meta-investigación.

Entonces, si la presencia del espíritucrítico ha sido más bien una constante enlos enfoques y los estudios regionalessobre comunicación lo nuevo hoy, en diá-logo con lo global, está en que se tiene laposibilidad de provocar una desconexiónefectiva respecto de las ideas que siguenpredominando y, consiguientemente, decomenzar a concebir y a estudiar la co-municación de otro modo.

Un programa fundado en la crisis

Como sostenía Jesús Martín-Barbero amediados de la década de 1980 al anun-ciar la construcción de un paradigma al-ternativo, el de las mediaciones, tambiénhace falta ahora “…re-conocer que el [pa-radigma] hegemónico no nos dominadesde un exterior sino que nos penetra, yque entonces no es sólo contra él sinodesde él que libramos la lucha” (1985:38).Y tal vez esa batalla devenga en victoriapuesto que, al parecer, están dadas en laescena unas condiciones que no se tuvo enel pasado inmediato ni en el remoto.

El desafío para la agenda de la inves-tigación comunicacional latinoamericanaconsiste, por tanto, en trazar un programaque esté fundado en la crisis, en el doblesentido de que, primero, sería diseñado enel contexto de la crisis tridimensional yacomentado y, luego, de que debiera apos-tar por la crisis como horizonte de cono-cimiento.

Tal programa tendría que consignar si-quiera estos tres grandes campos de refle-xión:

Los condicionamientos que el logosde la modernidad, el etnocentrismo euro-peo-estadounidense y la colonialidad co-mo patrón de poder imponen a las ciencias

sociales y a la investigación comunicacio-nal en Latinoamérica.

Los condicionamientos que los luga-res del ver, del pensar y del decir (los locienuntiationi) suponen para la definiciónde lo cognoscible, de sus modos de apre-hensión y de las finalidades del saber y elhacer saber.

Los condicionamientos derivados delos circuitos de diseminación de lo que sesabe, sus parámetros de publicación y suslenguajes.

Se trataría, pues, en el ámbito de laepistemología y la teoría, de indagar en loinvisible del proceso que Raúl Fuentes de-fine bien como la “producción social de sen-tido sobre la producción social de sen-tido” (2003).

Dicho de forma casi metafórica e in-suficiente, el programa sugerido apuntaríaa husmear en el inconsciente de los enfo-ques teórico-metodológicos en uso a finde buscar respuestas explícitas y consis-tentes a tres preguntas fundamentales:“¿desde dónde, por qué y para qué se co-noce en la comunicación?”.

El propósito del programa que aquíse plantea, por ende, es transparentar losorígenes, las bases y los fines de laproducción de conocimientos sobre lacomunicación. Por eso la crisis, más quesólo un tema en la agenda investigativade hoy, debe y puede ser un factorheurístico central.

ERICK TORRICO VILLANUEBAInvestigador boliviano. Dirige el área deposgrado en Comunicación y Desarrollode la Universidad Andina Simón Bolívar,en La Paz, y coordina el ObservatorioNacional de Medios. Ex presidente de laAsociación Latinoamericana de Investiga-dores de la Comunicación.

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Notas

1 Esta cultura “…es un conjunto de premisas yprácticas compartidas, compartidas por cierto nopor todos los miembros de la comunidad todo eltiempo sino por la mayoría de los miembros lamayor parte del tiempo; compartidas abierta-mente pero, lo que es aún más importante, com-partidas subconscientemente, de modo tal que laspremisas rara vez están sujetas a debate” (Wa-llerstein, 1999:14). Véase también el artículo deTorrico (2005).

2 Cabe recordar, sobre este punto, que en su mo-mento ni Elihu Katz ni Wilbur Schramm se refi-rieron con ese apelativo a Paul Lazarsfeld, HaroldLasswell, Kurt Lewin y Carl Hovland, a quienesmás bien identificaron como iniciadores.

3 Cfr. Tapia (2002), en especial el acápite “Crisis yconocimiento”, pp. 113-129.

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Galería de Papel. Petre Maxim. Típico campesino venezolano utilizando como modo de transporte al asno. 1958

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comunica ción48 tema central

“Einstein: el hecho de que usted pueda observar una cosa o no, depende de la teoría que usted use”

(citado por Bronowki).

Galería de Papel. Petre Maxim. Calle de San Juan de los Morros, Edo. Guárico. 1959.

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49comunica

Al hablar de prácticas teóricas nonos referimos a la cuestión polí-tica, es decir a la reflexión althus-seriana sobre la función del inte-

lectual en la sociedad que ejerce una acti-vidad teórica, ligada a una praxis histó-rica, sino a las actividades generadoras deunos discursos reflexivos sobre el fenó-meno de la comunicación en unos empla-zamientos concretos como el académicoy el investigativo.

Me pregunto:¿Cuáles son los núcleos generadores

de las cuestiones, de los problemas y delas soluciones que están en la base cons-titutiva de un determinado campo, objetoo disciplina? (Contextos que condicionany posibilitan las prácticas).

¿Quiénes son los que tienen necesidadde construir esos conocimientos, con quéfines y para qué beneficiarios? (Pretextosque motivan y justifican las prácticas).

¿Cómo se han configurado los objetosde estudio y modelado los métodos de ac-ceso a la realidad? (Textos que modulan yformalizan las prácticas).

¿Cuáles han sido los procesos de difu-sión de los resultados obtenidos? (Postex-tos que se transmiten y legitiman las prác-ticas).

Evitamos de entrada la presuposiciónde que solamente hay teoría en el discursoestrictamente científico, pues “cada vezque se formula la pregunta: construye,pero ¿quién? ¿el que sabe, el erudito? ¿elespecialista? No. El que construye es elque tiene necesidad de construir, es el quetiene necesidad de realidad; porque tienenecesidad de ser sujeto” (Zemelman

2000: 27).¹ Estamos, por tanto, inmersosen un contexto de múltiples actores condiscursos competitivos que buscan un do-minio del campo convertido en coto idealpor una comunidad científica, pero atra-vesado de contradicciones.

En el desarrollo de las así llamadasciencias de la comunicación y teorías dela comunicación, a menudo se pierde devista la génesis de las condiciones y ne-cesidades prácticas que las produjeron,partiendo exclusivamente de los postula-dos teóricos sin referencia a la primacía dela acción y generando discursos sobre dis-cursos con pérdida de la realidad o tam-bién reproduciendo discursos en eco deotras voces.

La ciencia cover, en expresión de Jo-hannes Maerk, define bien esa logoma-quia pseudocientífica de copiar y fusilar teo-rías de moda “sin importar que estas pue-dan ser aplicables o no a su objeto de es-tudio” con la consecuencia de reducir laactividad reflexiva a la exégesis y a la apo-logía (Maerk 2000: 126)². Obvia decir,pues, que en estos casos no estamos antediscursos científicos, cuya elaboración estransparente, sino ante la asunción demodas, reflejada en la carencia de criterioso en la multiplicidad de los mismos, trans-formando los discursos teóricos en retóri-cas de la comunicación (Martín Serrano2007: 29)³. Incluso, como ocurre tambiénen el mercado del espacio comunicacio-nal, se visibilizan los personajes-estrella,etiquetados con sus marcas intelectuales,cuyos productos se expenden como obje-tos de consumo estatutario por parte de las

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Prácticas teóricas de comunicación en Venezuela

El autor nos va paseando conacuciosidad, y a la vez profundi-dad, por la reflexión teórica quese ha venido dando en nuestro paísen relación con las así llamadasteorías de la comunicación. Nosdice con claridad que todavía nohay una ciencia de la comunica-ción unificada y, además, que élno ve, por ahora, una comunidadcientífica que comparta una epistemelogía común. Cierra el ensayo afirmando que Venezuelay América Latina pueden conformar una ciencia de la comunicación entrando en elmundo de la globalización desdeel uso de las nuevas plataformasdigitales. Este es un reto más quese le impone a nuestras investiga-ciones en comunicación.

■ JESÚS MARÍA AGUIRRE

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grandes editoriales y se reproducen mi-méticamente en los manuales.

Sin desconocer estas prácticas para-científicas, difíciles de distinguir de lospostextos de diseminación y divulgación,la comprensión del desarrollo y difusiónde las teorías de la comunicación en Ve-nezuela –y cabe ampliar la hipótesis aotros países latinoamericanos– va indiso-lublemente ligada a la praxis en un doblesentido: en primer lugar, porque fueronlas demandas de preparación profesionallas que primeramente indujeron la cons-trucción del campo de estudio y, en se-gundo lugar, porque la mayor parte de losinvestigadores han combinado el doblerol de profesional-docente, investigador-do-cente, profesional-político… en su queha-cer intelectual.

Para bien o para mal los vínculos entrela academia, el mercado y la actividad po-lítica han sido muy estrechos entre losagentes dedicados al campo comunica-cional y los respectivos contextos institu-cionales que han marcado el quehacer consus demandas y necesidades. Por ellocabe hacer una correspondencia entre lasprácticas teóricas de una determinadaetapa sociopolítica y el desarrollo o difu-sión de unas teorías específicas.

Mi propósito es revelar los hilos de esetejido en construcción, el de las teorías dela comunicación, dentro del espacio ve-nezolano, aunque son inevitables las refe-rencias a los préstamos e influencias delexterior. Se trata de una contribución en elesfuerzo conjunto de construir mapas delcampo y consolidar algunas bases metate-óricas para su desarrollo.

Dos premisas

En esta exposición parto de un doble su-puesto metodológico que concierne a ladelimitación del campo de las teorías dela comunicación en sentido estricto.

En nuestro análisis, en primer lugar,no consideramos que todavía haya unaciencia unificada de la comunicación, almenos en los términos rigurosos de unaciencia formalizada con sus postulados,teoría fundamental y métodos, y en se-gundo lugar, no vemos por ahora una co-munidad científica que comparta unaepistemología común.

En el actual estado de la problemáticametateórica hay una bifurcación de basesegún se considere la comunicación comoun comportamiento evolutivo de todas lasinteracciones indicativas –animales o hu-manas– (Martín Serrano, Piñuel) o como

una condición semiótica de posibilidad deuna teoría de la acción humana dentro delas ciencias sociales (Luhman, Haber-mas). A estas perspectivas radicales sesuma una tercera que aborda las comuni-caciones desde una perspectiva regionali-zada de la sociología (Moragas, Maigret).

Es prematuro hablar de una disciplinacon aparato teórico autosuficiente ya queel campo está cruzado con hipótesis y mé-todos de otras ciencias muy heterogéneas,que difícilmente pueden integrarse en unsistema. Un estudio de García Selgassobre la teoría social y metateoría hoyasienta que:

(…) las Ciencias Sociales, en general, yla teorización social, en particular, alu-den a un conjunto de disciplinas entrelas que institucional y profesionalmentepor los menos se encuentran las siguien-tes: sociología, historia, antropología,lingüística, economía, ciencias políti-cas, psicología y ciencias jurídicas(1994: 52)⁴.

Aún no es reconocido el estatuto dis-ciplinar de unas ciencias de la comunica-ción bajo los criterios establecidos porFoucault, Kuhn o Toulmin, y aun admi-tiendo su posible constitución, como ocu-rre con otras ciencias sociales afines, es-taríamos en la fase de su desarrollo, mien-tras se establece un repertorio aislable y au-todefinitorio de problemas que plantea laincompleta realización de los ideales dis-ciplinarios.

Reconociendo el esfuerzo de autorescomo Manuel Martín Serrano en España⁵,quien piensa que “la comunicación es unode los escasos campos de reflexión que to-davía quedan para que el científico puedapensar en la naturaleza y la sociedad, sincaer en la fragmentación del mundo: y en

el que cabe relacionar la causalidad y la fi-nalidad sin recurrir al determinismo”(1990: 70), o Luis Jesús Galindo en Mé-xico⁶, que pugna desde el Grupo haciauna Comunicología posible (Gucom)para establecer las bases de una transdis-ciplina para integrar lo heterogéneo, nopodemos hablar propiamente de la uni-versalidad de sus propuestas, bastanteconfinadas geográfica y lingüísticamente.

A través de una exploración por elcampo de los estudios comunicacionalesen América Latina, solamente podemosidentificar la postura, que diverge de lapretendida unidad disciplinar, aun conce-diendo la posibilidad de una transdisci-plina futura, en autores como María Inm-macolata Vassalo de Lopes⁷, Raúl Fuen-tes Navarro⁸, Migdalia Pineda9, y otros in-vestigadores, que han realizado arqueossobre las tendencias de la investigación.

Por fin, en este ensayo, no pretendocubrir todo el campo, cuyas fronteras sondifusas, sino marcar tentativamente loshitos principales que puedan servir comohipótesis para investigaciones más ex-haustivas.

Aproximación taxonómico-histórica

En el acercamiento genético del campotendremos en cuenta los paradigmas dis-cursivos, siguiendo a la vez el hilo dia-crónico, conscientes de que en la era de lainformación y comunicación nos encon-tramos ante procesos cognitivos disipati-vos en la teoría y en la práctica. Nuncaantes en la historia de los campos disci-plinares se habían puesto al alcance delanalista tantas propuestas a nivel mundial,sin posibilidad de cotejarlas e integrarlas.

Como indica María Inmmaculata Vas-salo los problemas de comunicación apa-recen como importantes en los más dife-rentes espacios (economía, política, edu-cación, cultura) y, además, “se debe dis-tinguir entre teorías globales, parciales,disciplinares y temáticas para que puedanser trabajadas o usadas en función de unproblema de estudio” (Vassalo 199: 21)¹⁰.

Cabe, sin embargo, destacar que albajar al nivel de los manuales de teoría, estosobvian los problemas metateóricos paraceñirse al nivel de las teorías medias y delas escuelas predominantes, reduciendo elregistro del contexto discursivo (Lozano1996)¹¹.

En nuestra aproximación queremoscombinar la rejilla taxonómica con la his-tórica para mostrar las correspondenciasentre tipos de problemas y respuestas teó-

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En nuestro análisis, en primerlugar, no consideramos quetodavía haya una ciencia unificada de la comunicación, al menos en los términos rigu-rosos de una ciencia formali-zada con sus postulados, teo-ría fundamental y métodos

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rico-metodológicas, a fin de mostrar la in-terdependencia entre las condiciones deproducción intelectual y los procesos de pro-ducción teórica. Para guiarnos tendremosen cuenta el planteamiento de Laudansobre el progreso de las teorías científicas.

En efecto, según su tesis sobre el de-sarrollo científico, si bien la epistemolo-gía reciente ha reconocido el aporte deKuhn al cuestionar el carácter lineal yacumulativo de la ciencia y la importan-cia de las rupturas del paradigma domi-nante (Kuhn 1971)¹², no es menos ciertoque, en muchos casos, se da una coexis-tencia de tradiciones competitivas, queinteractúan dialécticamente en su génesisy que se expresan posteriormente a travésde escuelas (Laudan 1977)¹³.

Además de esta consideración diacró-nica debemos considerar las asincronías yasimetrías entre los diversos niveles deaproximación teórica y los espacios geo-gráficos e institucionales.

Las grandes visiones panorámicassobre Comunicación-Mundo¹⁴ tienen laventaja de ofrecernos un contexto macroque abre las perspectivas de la globaliza-ción, pero con la pérdida de las sinuosi-dades, fracturas y arritmias de los proce-sos meso o microsociales. Esa limitaciónes tanto más clamorosa cuanto menos uni-versalizadas están las teorías que concier-nen al campo, en este caso el de Vene-zuela.

Para nuestro propósito, además de laconsideración del contexto y los pretextosde selección, tendremos en cuenta la ta-xonomía típica de los textos científicos,diferenciando el nivel ontológico o cons-titutivo (¿qué es la comunicación?), elcomponente sistemático o regulativo delas disciplinas (¿cómo estudiar la comu-nicación?) y, en fin, el temático o induc-tivo (¿qué resultados empíricos se han ob-tenido en unos emplazamientos específi-cos?).

Para este avance interpretativo dispo-nemos de dos estudios previos sobre laproducción teórica e investigativa vene-zolana: De la práctica periodística a la in-vestigación comunicacional. Hitos delpensamiento venezolano sobre comunica-ción y cultura de masas (Aguirre 1996)¹⁵y Entre periodismo y comunicación (Bis-bal y Aguirre 2009)¹⁶. En la sincroniza-ción con otras teorías desplegadas enAmérica Latina nos ha sido útil el trabajoPrácticas y travesías de comunicación so-cial en América Latina (Aguirre y Bisbal2010)¹⁷. Por otra parte contamos con el re-pertorio de las revistas principales, sobretodo especializadas en comunicación, que

han recogido el acervo de la producciónvenezolana y en su mayor parte están hos-pedadas en Internet (ver apéndice final).

1. Perspectiva ontológica: ¿Qué es la comunicación?

Partiendo de la premisa de que la cienciaes primordialmente una actividad orien-tada a la solución de problemas, nos pre-guntamos cuáles son las cuestiones empí-ricas o conceptuales que están en la tradi-ción investigativa de Venezuela y quélabor metateórica y crítica se ha desplegado.

Si nos atenemos a la cuestión de fondosobre el significado de la comunicación ysu relevancia para la existencia social, sinduda la búsqueda y desarrollo de esta me-tateoría la encontramos primeramente enla obra de A. Pasquali.

En el conjunto de las líneas filosóficasque se movían entre el positivismo, elmarxismo, existencialismo y persona-lismo cristiano, a excepción del primero,los otros justificaron su reflexión –pre-texto– en la crítica de las industrias cultu-rales y de sus disfuncionalidades, asícomo en la recuperación antropológica.

El auge tecnológico de la primeramitad del siglo XX, especialmente en elcampo de las comunicaciones, y la im-

pronta de las guerras marcaron el pensa-miento europeo y el estadounidense porreflejo, con la urgencia de refundar lasciencias desde sus bases antropológica yética sin caer en el desbarrancamiento deuna razón técnica enceguecida por el pro-greso científico.

Antes de la introducción de numero-sas modas a finales de los sesenta y se-tenta, ya Pasquali había iniciado las dos ver-tientes metateóricas principales de comu-nicación: la correspondiente a los princi-pios filosóficos que alimentaran a unaconciencia crítica sobre el hecho comuni-cativo y, a la vez, a la fundamentaciónaxiológica, es decir, ética de los procesoscomunicativos y su impacto socio-cultu-ral (Pasquali 1963 y 1970)¹⁸.

¿A qué responde la teorización de Pas-quali? Básicamente al intento de recupe-rar la dimensión humana y ética ante elavasallamiento tecnológico. De ahí sudoble cometido de definir la comunica-ción como relación humana, contradistin-guiéndola de la información como trans-misión, y de fundamentar una sociopolí-tica con referente normativo y ético(Aguirre 2010)19. Este proyecto, vincu-lado al Instituto de Investigaciones de laComunicación, tendrá un desarrollo ulte-rior de carácter aplicado con la propuestade unas políticas de comunicación. La ori-ginalidad de Pasquali provendrá de su in-terpretación comunicológica en el con-texto de un país, entonces consideradosubdesarrollado o dependiente y en su ho-rizonte latinoamericano.

Del marxismo tomará la visión filosó-fico práctica que considera que la teoría debeservir más para transformar la realidad,que para su contemplación. Los présta-mos del marxismo los toma, sin embargo,pasados por el tamiz de la teoría crítica dela Escuela de Frankfurt –principalmenteAdorno y Horkheimer–, cuyas vacilacio-nes y evolución sigue hasta la última etapahabermasiana que contrapone epistemo-lógicamente la razón comunicativa a larazón técnica.

Ateniéndonos a la clasificación deCesare Rivoltella (1998: 206)²⁰ sobre lasmetateorías de la comunicación y ladistinción entre teorías fuertes y débiles,en la obra de Pasquali hay cierta inflexióndesde las primeras a las segundas. Más quebúsqueda de verdades absolutas hayencuentro de certitudes racionales e inter-subjetivas.

En este sentido está más cerca de lateoría de la intersubjetividad de Apel yHabermas que de la filosofía dialógica,

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Para nuestro propósito,además de la consideracióndel contexto y los pretextosde selección, tendremos encuenta la taxonomía típicade los textos científicos, dife-renciando el nivel ontológicoo constitutivo (¿qué es la co-municación?), el componentesistemático o regulativo de lasdisciplinas (¿cómo estudiarla comunicación?) y, en fin,el temático o inductivo(¿qué resultados empíricosse han obtenido en unosemplazamientos específicos?).

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sea fenomenológica o interpretativa deBuber, Levinas, Ricoeur y otros.

Su evolución epistemológica ha sidoprecisada con bastante hondura por FidelTorres, cuando analiza la perspectiva filo-sófica que está en la base de su propuestaética y política. (Torres 2009)²¹.

Si bien no se habían producido aún losestudios socio-económicos que dieron piea la teoría de la dependencia, los análisiscontextuales sobre la comunicación asu-men una visión próxima a la misma al re-saltar las asimetrías geopolíticas y nacio-nales.

El aporte de otros dos teóricos vene-zolanos Ludovico Silva y Alfredo Chacónno ha sido tan conocido por incidir menosen el campo de los medios y desenvol-verse en otras disciplinas. El filósofo Lu-dovico Silva desarrolla una teoría sobre laplusvalía ideológica abordando el tema delos medios de una manera más complejay crítica que la de los manuales marxistasen boga. Su visión de la ideología, enri-quecida por la Escuela de Frankfurt, arti-cula el nivel de las ideas y el conflicto declases mediante la transposición analó-gica de la plusvalía económica al ámbitocultural (Silva 1970)²².

A su vez el antropólogo Alfredo Cha-cón con una visión más integral del campode la cultura no solamente aborda el temade la persistencia de las culturas popula-res en Venezuela, y especialmente la re-sistencia afrovenezolana, sino que amplíasu panorama con la inserción del tema enla relación de cultura y dependencia (Cha-cón 1975)²³.

Simultáneamente con estas prácticasteóricas hay que destacar el trabajo epis-temológico de Rigoberto Lanz en un in-tento sistemático de superar la esclerosisteórica, en la que se encontraba el mar-xismo escolástico. En su Dialéctica de laideología inicia esa labor de renovación apartir de la reformulación del concepto deideología como efectuación simbólica²⁴.Simultáneamente aborda el debate de lafundamentación epistemológica del mar-xismo en el marco polémico de las nuevascorrientes dentro y fuera de él. Despren-diéndose de la obsesión exegética, en laque se había sumido la disputa sobre la in-terpretación más plausible de Marx, re-toma las nociones de ideología y praxis ala vez que plantea un cuerpo de proposi-ciones sobre el método dialéctico. Preci-samente en la Dialéctica del conoci-miento, es donde trata de fundamentar sumatriz epistemológica en controversiacon los pensadores marxistas del mo-mento (Lanz 1977)²⁵.

En forma taxativa manifiesta su pocointerés en si lo expuesto lo dijo Marx o lodijo Lenin, pues su propósito central es re-crear el marxismo para producir –aquí yahora– una posibilidad revolucionaria.Entre las presuposiciones ontológicasvinculadas a la comunicación, están suafirmación de que “el Hombre es esen-cialmente dialógico” y “su existencia espor la existencia de Otros”. Por eso, segúnél mismo, “el ser-real del Hombre se de-fine por su individuación dialógica”, y porello “el Hombre es un ser social” (ibid.245).

Respecto a los medios de difusión suposición no es nada novedosa sino profun-damente iluminista, pues a la vez que de-nuncia el “efecto devastador de la culturade masas”, asienta la tesis frackfurtiana deque “el principio básico de la ideología conque opera la industria cultural es: ‘permí-tame pensar por usted’” (ibid. 38).

El “Antiprólogo” de dicha obra, es-crito por Miguel Ron Pedrique, señala lasfortalezas y ambigüedades de sus plante-amientos sobre los procesos de “efectua-ción simbólica”, puestos en la base detodo discurso ideológico-científico. Encuanto a las derivaciones de su pensa-miento en el campo de la investigación co-municacional habrá que esperar más deuna década para que una nueva genera-ción reposicione sus planteamientos.Entre tanto, las urgencias de la praxis re-volucionaria y del humanismo militantedemandaban más cartillas doctrinarias ymenos disquisiciones académicas.

Xiomara Villasmil será otra de las pro-tagonistas que contribuirá a la problemá-tica de la relación ideología y medios dedifusión desde una perspectiva metodoló-gica. Sin la influencia de los otros autoresincidirá principalmente en la Universidaddel Zulia, uno de los focos más producti-vos de estudios aplicados, desde que la in-vestigadora Marta Colomina promoviólas exploraciones sobre las disfuncionali-dades de las radio-telenovelas. Su estudioDifusión masiva y hegemonía ideológica,si bien no presenta mayor originalidad,pone al día el debate marxista sobre la cul-tura y la comunicación, abrevando notanto en la teoría crítica franckfurtianasino en el venero de las fuentes gramscia-nas y althusserianas sobre el papel de losaparatos ideológicos y de los intelectualesorgánicos. Su definición categorial deideología la tomará de la obra Dialécticade la ideología del mencionado RigobertoLanz (Villasmil 1980)²⁶.

En las prácticas teóricas, vinculadas alquehacer académico y educativo, hay unaenorme amalgama conceptual, en la quese reúnen diversas corrientes con uneclecticismo utilitario más proclive a legi-timar sus formas de acción que a resolverproblemas metateóricos. Así encontra-mos en los manuales sobre la comunica-ción alternativa y horizontal la perspec-tiva dialógica de Paulo Freire, combinadacon el enfoque althusseriano de los apara-tos ideológicos, manualizado por MartaHarnecker, y algunas apuestas conceptua-les inconclusas.

A pesar de que el estructuralismo es-tuvo de moda en Francia en los años 60,su incidencia en Venezuela fue menor y enbuena parte llegó con rezago filtrada porlas versiones argentinas e italianas, parti-cularmente de Eliseo Verón quien dictó uncurso en el Celarg, y Umberto Eco, difu-sor de la semiótica peirceana. Revistascomo Orbita, Video-forum y Comunica-ción reflejan las corrientes que se habíanya impuesto con anterioridad en Europa.Moraña y Bermúdez fueron pioneros conpocos seguidores. Ni siquiera una posibleversión crítica de la semiótica para el aná-lisis ideológico de los mensajes masivostuvo relevancia. Por eso no podemos ha-blar de un pensamiento o debate creativoa este respecto, pues las mismas propues-tas fueron en buena parte traídas por inte-lectuales que provinieron del Cono Sur yel campo académico, salvo excepciones,estaba blindado por el imaginario mar-xista en sus versiones reduccionistas.

En este marco y en contrapunto a latesis macluhaniana el medio es el mensaje

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A su vez el antropólogo Alfredo Chacón con una visión más integral del campode la cultura no solamenteaborda el tema de la persis-tencia de las culturas popula-res en Venezuela, y especial-mente la resistencia afrovene-zolana, sino que amplíasu panorama con la insercióndel tema en la relación decultura y dependencia

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hay un intento teórico por redimensionarla relativa autonomía de la cultura res-pecto de la infraestructura, y a la vez res-ponder a la necesidad de una metodologíasemiótica superadora del análisis mecani-cista del marxismo sobre las ideologías odel inmanentismo estructuralista y, porfin, revalorar las transformaciones de lacultura popular y su potencial revolucio-nario, etcétera. La ideología como men-saje y masaje se ubica en ese contextoacadémico colapsado por el debate estérilentre funcionalistas y críticos (Aguirre yBisbal 1981)²⁷.

Las pretensiones teóricas de unanueva generación de pensadores en la dé-cada de los ochenta ha servido más paradifundir las últimas corrientes y superar elrezago habitual al que estamos acostum-brados, que para avanzar en una discusióncrítica. Dos autores inspirados en la con-cepción de la dialéctica del conocimientoexpuesta por Rigoberto Lanz, confeccio-nan más bien una especie de cajón de sas-tre sobre las modas principalmente euro-peas, herederas de Nietzsche y Fayera-bend contra todo método, que una meta-teoría con cierta coherencia (Barreto yEsté 1990)²⁸. La publicación Ideas para unaepistemología de la comunicación, si bienpretende ser un intento de superar almaestro Pasquali, a quien se acusa de me-tafísico, no ofrece sino una recopilacionefectista y profusa de autores a partir delpensamiento esbozado por el mencionadoRigoberto Lanz. Ni las rupturas genera-cionales, ni las presiones pragmatistas, ymenos aún las urgencias revolucionarias jus-tifican la falta de consistencia de unosplanteamientos sin la coherencia reque-rida por una epistemología con algunascategorías y propuestas metodológicas.

En una década en que se impone elpensamiento light frente a la razón res-ponsiva apenas se esbozan algunos linea-mientos para una teoría comprensiva. En1996 Aguirre publica un esbozo de unateoría comunicativa, entendida como pra-xis histórica, deudora de la visión de la fi-losofía práctica de la liberación. Su enfo-que se deslinda de las contorsiones delmaterialismo histórico y del estructura-lismo, sin deslizarse por el mero decons-truccionismo de las corrientes postmoder-nas. Desde un realismo crítico se postulael principio de intersubjetividad en laconstrucción del conocimiento científicosobre la comunicación, sobre la base deuna opción práctico-transformadora en larealización del ser humano.29

La obra posterior del susodicho Aqui-les Esté se decanta por un enfoque semio-

centrista, heredero de la pragmática peir-ceana, con el convencimiento de que laciencia de los procesos de significaciónofrece el pivote esencial para comprenderel fenómeno autogenerativo de los signosen la postmodernidad,³⁰ mientras JuanBarreto opta por una mediología sui géneris,que partiendo de la crítica revolucionariaa todo poder vigente³¹, articulado con losmedios, culmina con la legitimación detodos los poderes fácticos instalados en elpoder por autoafirmación revolucionaria.

2. Perspectiva disciplinar y metodológica ¿cómo estudiar la comunicación?

En este acercamiento sistemático privile-giamos el enfoque taxonómico para expo-ner los enfoques regulativos que se hanadoptado para disponer de las herramien-tas metodológicas, elaboradas en la tradi-ción de las disciplinas más maduras.Hemos optado por las ciencias humanas ysociales de acuerdo a la rejilla inicial quenos hemos impuesto para delimitar elcampo de estudio, descartando aquellasque se han desarrollado más autónoma-mente con menos intersecciones concep-tuales y metodológicas como la historia,economía, el derecho y la politología.

Ante el reto descomunal de pretenderinventariar todos los estudios de interés,

hemos seleccionado aquellos más signifi-cativos desde el punto de vista de los apor-tes metodológicos derivados de la perti-nencia disciplinar.

ANTROPOLOGÍAAunque Alfredo Chacón incursionó

desde la antropología en el campo de la cul-tura, sus estrategias etnográficas han con-solidado una tradición disciplinar impor-tante para el análisis de las diversas sub-culturas afrovenezolana, indígena, subur-bana, etcétera. En continuidad con estalínea, Enrique González Ordosgoiti, YubiríArraíz y otros, han enriquecido nuestroconocimiento sobre la diversidad culturaldel país y los entramados urbanos de losbarrios.

Debemos sobre todo a OrlandoVilla-lobos la regionalización de los estudios et-nográfico-comunicacionales en el Zuliacon una investigación ejemplar de trian-gulación metodológica sobre la creacióndel tejido social de Maracaibo, es decirsobre las fuentes que hacen posible laidentidad y convivencia en la sociedadmarabina (Villalobos 2007)³².

EDUCACIÓNHa habido una tradición disciplinar,

derivada de las necesidades de conoci-miento sobre los procesos formativos delos profesionales de la comunicación en-marcada en el campo de la educación. Secaracteriza por la utilización de los méto-dos típicos de la investigación educativa re-feridos a la definición de perfiles profe-sionales, diseño curricular, planeamientode estudio, evaluación, etcétera. Este ca-mino abierto por pioneros como GloriaCuenca y Adolfo Herrera ha sido prose-guido por Elba Morales y Luz NeiraParra, autoras del estudio La enseñanzade la comunicación: dilema entre currí-culum y mercado (1997).

FILOSOFÍAAunque todos los filósofos venezola-

nos de renombre han incursionado en elcampo de la comunicación, sobre todoAntonio Pasquali, sin embargo no hanhecho de esa disciplina especializada sunorte intelectual. Ha sido David de losReyes, filósofo de una nueva generación,quien ha ido desplegando a través de susensayos una filosofía crítica de la comu-nicación en diálogo con las corrientespostmodernas. Como ensayista ha cum-plido una doble labor al sistematizar elpensamiento filosófico de autores venezo-lanos, que han reflexionado la problemá-tica comunicacional como Antonio Pas-

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Aunque todos los filósofosvenezolanos de renombrehan incursionado en elcampo de la comunicación,sobre todo Antonio Pasquali,sin embargo no han hechode esa disciplina especiali-zada su norte intelectual.Ha sido David de los Reyes,filósofo de una nueva genera-ción, quien ha ido desple-gando a través de sus ensayosuna filosofía crítica de la co-municación en diálogo conlas corrientes postmodernas

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quali, Ludovico Silva, Ernesto Mayz Va-llenilla, Juan David García Bacca y JuanNuño, y a la vez continuar la empresa dedesarrollar una filosofía crítica de la co-municación a partir de las nuevos retosplanteados por el decontruccionismoético y estético de la postmodernidad (Delos Reyes 2000)³³.

LINGÜÍSTICALa incipiente línea abierta por la filó-

loga María Teresa Espar, saltando del aná-lisis de los textos literarios al de los dis-cursos políticos mediados con los instru-mentos de la semántica estructural, espe-cialmente greimasiana, se expandió por laimportancia que adquirió la cultura me-diocrática (Espar 1984)³⁴.

Tanto Lourdes Molero (1985)³⁵ comoAdriana Bolívar(1994)³⁶, ésta última ali-neada más bien en la escuela pragmática,han desarrollado y aplicado los recursos ymétodos más actuales para el análisis crí-tico del discurso. Ambas autoras, a partirde propuestas propias y de intercambio in-terdisciplinar, han promovido estudiossobre los discursos políticos vehiculadospor los medios de comunicación.

PSICOLOGÍADesde que Eduardo Santoro³⁷ y Carlos

Muñoz³⁸ inauguraron los estudios sobrelos efectos de la televisión en Venezuela,no ha habido investigadores que hayanahondado en esta línea. Ello puede de-berse parcialmente a la supuesta supera-ción metodológica traída por los estudiosde recepcionismo teniendo en cuentatanto el viraje teórico sobre el activismode los usuarios como el cambio metodo-lógico a favor de los técnicas cualitativas(Hernández 1998)39.

Cuando Eduardo Santoro publica elestudio Efectos de la comunicación(1986)⁴⁰ deja en claro que aún no existeuna ciencia de la comunicación general alrespecto y que cada nivel de análisis dis-pone de microteorías específicas deacuerdo a los diversos contextos, dondelos efectos manifiestos o latentes depen-den de la interacción con otros factores.

De alguna manera se otorga la razón alos defensores de la teoría de la media-ción, pero las investigaciones en esa di-rección, si exceptuamos el estudio deLeoncio Barrios sobre Familia y televi-sión en 1992, adolecen aún de muchas de-ficiencias metodológicas y constituyenmás bien un campo temático que estricta-mente disciplinar. El análisis de los pro-cesos cognitivos ha derivado, por otraparte, hacia los efectos de las transforma-

ciones derivadas de las Nuevas Tecnolo-gías de la Información y Comunicación,área aún en desarrollo.

SEMIÓTICAA diferencia de la lingüística orien-

tada al análisis del discurso textual, los se-mióticos en Venezuela –José EnriqueFinol entre otros⁴¹–, han tenido una mi-rada antropológico-cultural, aplicando losmétodos de la disciplina y tomando tam-bién como objeto las realidades mediati-zadas.

La Revista de Semiótica Latinoameri-cana, iniciativa de la Asociación de Se-miótica y del Laboratorio de Investigacio-nes Semióticas y Antropológicas de laUniversidad del Zulia, ofrece un espaciode divulgación y discusión de los temasmás actuales de esta disciplina a través delanálisis e interpretación de los procesosde significación en las diferentes culturas,lenguajes y códigos. Así indagan sobrelos metalenguajes construidos por autorescomo C.S. Peirce y Lévi-Strauss o aplicansus métodos a terrenos específicos: se-mióticas audiovisuales, semióticas delcine, etcétera.

SOCIOLOGÍATradicionalmente los estudios socio-

lógicos sobre comunicación privilegiaronla investigación de las audiencias, de la in-fluencia y de los efectos. Estos estudios engran parte requeridos por la administra-

ción pública y las empresas se han con-centrado primariamente en los típicos es-tudios de opinión pública con procedi-mientos estandarizados.

A partir de la crítica marxista sobre laideología de los medios proliferaron estu-dios que han derivado hacia la economíapolítica, analizando los procesos de con-centración y los supuestos efectos de alie-nación masiva. Pero mientras se amplia-ban interdisciplinarmente los temas vin-culados al análisis de las industrias cultu-rales, apenas se había tenido en cuenta alos artífices de la comunicación y, en ge-neral, a los procesos de producción de lasorganizaciones mediáticas.

Partiendo de los estudios sobre losperfiles ocupacionales del periodismo,Jesús María Aguirre desarrolla una meto-dología para el análisis de la estructuraciónde la identidad de los profesionales de lacomunicación. La perspectiva adoptadacorresponde primariamente a la sociologíade las profesiones, que ha tenido poco cul-tivo en nuestro país (Aguirre 1992, 1995,1998)⁴².

También los estudios de Iván Abreusobre la construcción de la opinión pú-blica mantienen continuidad con las clási-cas investigaciones de orientación socio-lógica (Abreu 1993, 1997)⁴³.

3. Perspectiva temático-inductiva¿qué problemas empíricos se formulan?

En las exploraciones bibliográficas quehemos realizado, exceptuando las síntesisdel estado del arte, es decir de las investi-gaciones sean internacionales o naciona-les, predominan los estudios aplicados acampos y contextos específicos de los di-versos medios de difusión –prensa, radio,cine y televisión– o a espacios de comu-nicación institucionalizados –organismosdel Estado, empresas públicas y privadas,iglesias–. A ellos hay que añadir el campotransversal de la digitalización, que ha in-vadido todos los demás.

Dejamos de lado en el presente trabajoel tratamiento de los temas sectoriales de-rivados específicamente de cada medio dedifusión, cuyos resultados pueden encon-trarse en un estudio anterior (Aguirre2009), para centrarnos en aquellas dimen-siones más comprensivas del campo, queabarcan a todos los medios.

En la primera vertiente de las revisio-nes teóricas de esta última década la másgeneral, que abarca el conjunto de las teo-rías internacionales más globalizadas,

La Revista de Semiótica Latinoamericana, iniciativade la Asociación de Semióticay del Laboratorio de Investi-gaciones Semióticas y Antro-pológicas de la Universidaddel Zulia, ofrece un espaciode divulgación y discusiónde los temas más actualesde esta disciplina a través delanálisis e interpretación delos procesos de significaciónen las diferentes culturas,lenguajes y códigos.

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pertenece a Migdalia Pineda. Las cienciasde la comunicación a la luz del siglo XXIpresenta una visión macroscópica, basadaen una exploración documental, y resaltala tesis de que la crisis de las teorías do-minantes se evidencia en el hecho de quesus conceptos y nociones no están adap-tadas para abordar los cambios actuales,específicamente los procesos interactivos(2004)⁴⁴.

A escala latinoamericana el estudio dePrácticas y travesías de comunicación enAmérica Latina, coordinado por JesúsMaría Aguirre y Marcelino Bisbal, corre-laciona los estudios latinoamericanos yvenezolanos visibilizando sus interaccio-nes y préstamos en distintos campos de laproducción, difusión, consumo cultural ynuevas tecnologías (2010)⁴⁵.

Focalizando la mirada en Venezuelatenemos el trabajo de Jesús María Agui-rre De la práctica periodística a la inves-tigación comunicacional, que despliegael conjunto de temas generadores que his-tóricamente han incentivado las investiga-ciones de comunicación (1996)⁴⁶. Aquíquedan reflejadas las correspondenciasentre los contextos socio-políticos y lasproducciones intelectuales respectivas.

También siguiendo esta línea de revi-sión y evaluación de la producción nacio-nal hay una actualización realizada porYaleída Chacín y María Isabel Neümanque destaca la multiplicidad de objetosabiertos al campo de la comunicación, asícomo los procesos de adaptación y apro-piación de las teorías con una visión másendógena (2004)⁴⁷.

Fuera de estas revisiones, en defini-tiva, evolutivas sobre el campo de las in-vestigaciones, la adopción de temáticas oproblemas de análisis se hace adoptandoimplícitamente los supuestos de un enfo-que crítico –sobre todo marxista– o mera-mente funcionalista, sin entrar en discu-siones epistemológicas. También se recu-rre a determinadas matrices de la semió-tica y de técnicas estadísticas sin alardesteórico-conceptuales o explicitaciones deescuela. Como advierte Laudan, refirién-dose incluso a otros campos científicosmás rigurosos, no es raro adoptar micro-teorías ad hoc sin entrar a cuestiones on-tológicas y más aún advertir incongruen-cias entre el nivel macroteórico y la me-todología o técnicas empleadas. En gene-ral, en Venezuela, prevalece cierto eclec-ticismo en la escogencia metodológica talcomo hemos podido constatar en esta ex-ploración.

Dos casos emblemáticos de las teoríasmedias y microteorías, adoptadas a partir

de las propuestas temáticas, serían el artí-culo de Carlos Enrique Guzmán sobre lasindustrias creativas y el ensayo de Mari-sabel Neüman sobre la apropiación tecno-lógica. Carlos Enrique Guzmán en su ar-tículo “Explorando las industrias creati-vas, de la experiencia y culturales” nosadentra en la problemática del surgi-miento de los conceptos de industriascreativas e industrias de la experiencia enel contexto del desarrollo de una econo-mía, surgida bajo el nuevo paradigmatecno-económico de producción flexibleen las sociedades del conocimiento, des-plegada en gran parte por británicos y aus-tralianos. (Anuario Ininco, 1, vol. 21,2009, pp. 117-177). Avanza sobre la crí-tica de la noción de industrias culturales,cuya deconstrucción se había iniciado enaños anteriores (Aguirre 2009).

A su vez Marisabel Neüman en el en-sayo “Construcción de la categoría ‘Apro-piación Social’”, a través de un giro epis-temológico apuesta a presentar la apro-piación social como modo de negociaciónde las comunidades populares latinoame-ricanas que les permite prevalecer en su otre-dad. Su visión inspirada en Moreno yotros, enriquece el concepto de mediaciónal ahondar en los mecanismos activos delos sujetos populares en el proceso deadopción de las TIC (Quorum Acadé-mico, Vol. 5, Nº 2, 2008).

El problema de la tematización se havuelto extremadamente complejo, ya quea las habituales categorizaciones lasswe-llianas en torno al emisor, mensaje y re-ceptor, se han sumado las innumerablesmodulaciones impuestas no solamentepor el surgimiento de nuevos medios, sino

por el cambio teórico de las mediacionesy la difusa ampliación del terreno a travésde los llamados estudios culturales.

Actualmente las revistas, más aún quelos libros, reflejan esta multipolaridad. Enlos artículos sucintos rara vez encontra-mos debates teórico conceptuales. Enconjunto se imponen las mismas tenden-cias halladas en la producción bibliográ-fica pero con una variedad mayor. Unamuestra de esta dispersión temática es elnúmero 1, vol. 21 del Anuario Ininco(2009), dedicado el tema central a la“Teoría y Metodología de la Investigaciónen Comunicación”. Ahí podemos encon-trar los mismos tópicos que se privilegianen las exploraciones teórico-metodológi-cas de los libros: la ciudadanía comunica-cional y la democracia, la libertad de ex-presión, la educomunicación, los discur-sos semio-lingüísticos en la política, laapropiación tecnológico-digital, las in-dustrias culturales y creativas, y la comu-nicación poshumana, entre otros.

También las otras revistas venezola-nas más conocidas –Comunicación, Quo-rum Académico, y Temas de Comunica-ción– si bien no han dedicado númerosmonográficos a la presentación de lasprácticas teóricas en sus ediciones, hanido incorporando algunos ensayos conbases teóricas intermedias, referidas a lostemas de las mediaciones tecnológicas,análisis de los discursos particularmente po-líticos, identidad y ciudadanía local, yotros similares.

En la lista de temas-problemas quehemos inventariado en la última década yque recurren a perspectivas interdiscipli-nares cabe mencionar: historia de los me-dios, manuales de teorías, opinión pú-blica, políticas de comunicación, economíade la cultura y consumo cultural, media-ciones, legislación y libertad de prensa,comunicación política, comunicación or-ganizacional, nuevas tecnologías, y elcajón de sastre de estudios culturales, quesirve para recoger los temas fronterizosmás dispares (Aguirre 2008: 146).

Sin afán exhaustivo mencionamos al-gunos autores que han tenido una produc-ción constante en torno a determinadostemas y problemas: Eleazar Díaz Rangelsobre la información internacional, Mar-celino Bisbal y Nicodemo Pasquale sobreel consumo cultural, Leoncio Barrios,Martínez de Toda y Gustavo Hernándezsobre recepción activa, Carlos EnriqueGuzmán y Francisco Pellegrino sobreeconomía de la comunicación, MarisabelNeüman sobre apropiación de nuevas tec-nologías, Enrique González y Daniel

Como advierte Laudan,refiriéndose incluso a otroscampos científicos más rigurosos, no es raro adoptarmicroteorías ad hoc sin entrar a cuestiones ontológi-cas y más aún advertir incongruencias entre el nivelmacroteórico y la metodolo-gía o técnicas empleadas.

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Mato sobre la diversidad cultural, Iria Pu-yosa y Raisa Uribarri sobre comunidadesvirtuales, Carlos Colina sobre género,Italo Pizzolante y Agrivalca Canelónsobre comunicaciones integradas, AndrésCañizález y Carlos Correa sobre comuni-cación política y libertad de expresión,Argelia Ferrer sobre comunicación para eldesarrollo social, etcétera.

En una primera aproximación hemosdetectado los siguientes núcleos teóricoscon sus intersecciones: ■ Estructuración comunicativa y cambio

social con flujos asimétricos. ■ Mediación comunicativa y socializa-

ción en diversos contextos.■ Lenguajes y discursos en el espacio pú-

blico.■ Convergencia tecno-lingüística y apren-

dizaje.■ Economías creativas en las sociedades

del conocimiento.■ Comunidades virtuales y democracia. ■ Transmisión de mentalidades y tradi-

ciones bajo las TIC.■ Legitimación comunicacional de ideo-

logías y utopías.■ Semiótica hipertextual y hermenéu-

tica.■ Representaciones mediáticas e identi-

dades sociales.■ Comunicación para el desarrollo y

cambio social.

Respecto a estas prácticas teóricas,enucleadas en torno a diversas categoríascabe hacer las siguientes observaciones:

En primer lugar hay que destacar queno se emplean teorías originales, sino másbien se alimentan de producciones inte-lectuales adaptadas del exterior y de prés-tamos recogidos con cierto eclecticismo,que son reelaborados críticamente bajo laóptica regional y a la vez aplicadas al con-texto venezolano. Así pudiéramos hablar,como lo hace Castro-Gómez, de teoríassin disciplina⁴⁸.

Otra característica, a diferencia de losenfoques disciplinares anteriores tratadosen el apartado segundo, es su carácter in-terdisciplinar. Aquellas perspectivas disci-plinares que hemos excluido en la primeraparte por tener ya pertinencias muy defini-das –historia, economía, derecho…–, apa-recen ahora imbricadas en los análisis delos problemas, ofreciendo o bien su marcoconceptual o convirtiéndose en objeto se-mántico. Los temas y problemas se ubicanen las intersecciones de comunicación ypolítica, libertad de expresión y democra-cia, educación y comunicación, comunica-ción e identidad cultural, que necesaria-

mente exigen una mirada múltiple, más alládel enfoque unidisciplinar. A ellos se aña-den las múltiples cuestiones derivadas delas transformaciones digitales que afectantransversalmente a todas las escalas socia-les. En general, estos estudios buscan unasuperación que tenga en cuenta la comple-jidad de los fenómenos comunicacionalesy de ahí las tendencias multidisciplinares yaun transdisciplinares que se están gestan-do.

La aportación metateórica de MiguelMartínez y otros autores para salir delaherrojamiento disciplinar y hasta inter-disciplinar ha sido decisiva, sea abriendootros rumbos en la investigación a partirde nuevos paradigmas o sea promoviendoel diálogo transdisciplinar.49

Por fin, cabe destacar que el desplaza-miento del enfoque disciplinar al trata-miento de los problemas, tal como ha ocu-rrido en otros campos de estudio⁵⁰, im-plica una visión más pragmática de la in-vestigación, orientada hacia el conoci-miento social, sea para responder a la re-solución de las promesas incumplidas dela ciencia especializada, sea para reducirla distancia entre el conocimiento cientí-fico y el conocimiento socialmente com-partido, aunque son evidentes los riesgosde deslizarse hacia la pendiente de las in-vestigaciones administrativas, financia-das por el gobierno y las empresas.

4.Una reflexión sobre los postextos¿cómo se difunden e intercambian?

En el caso venezolano ha habido unacierta autarquía conceptual del campo enla primera etapa por la ventaja temporal delos estudios de Pasquali que se impusie-ron en la base ontológica de la mayorparte de los estudios realizados en el país.Estos se difundieron a través de los cana-les académicos, principalmente de lasuniversidades.

A esta anticipación se sumó el relativoaislamiento de Venezuela respecto al ex-terior, pues la editora nacional MonteÁvila nunca tuvo una distribución inter-nacional eficiente y a su vez la producciónintelectual externa, particularmente brasi-leña, apenas tenía eco en el país. Aunveinte años después son raras las referen-cias de los estudios teóricos sobre losaportes de Manuel Martín Serrano, LuisJesús Galindo o Immaculata Vassalo deLopes. La poca accesibilidad de los traba-jos publicados en los años setenta por elprimero en la editorial de la UniversidadComplutense o en la revista REIS expli-

can el poco intercambio intelectual entrelos continentes durante dos décadas, asícomo en esta década la poca difusión delos trabajos del Gucom y de Vassalo deLopes es indicio del débil debate hemis-férico sobre los problemas teóricos.

Estos desequilibrios, que son aúnmucho mayores entre el mundo sajón y eliberoamericano, tal como ha demostradoJairo Lugo, persisten también entre elmundo de habla portuguesa y castellana,por referirnos expresamente al mundo la-tinoamericano (Lugo, 2010)⁵¹.

No deja de sorprendernos que más detreinta años después de la publicación delos primeros estudios de Pasquali, en unareseña de la presentación del libro de Do-minique Wolton Hacia una nueva teoríacrítica de la información (Wolton 2010)no sólo que éste se subtitule “Informar noes comunicar” sino que el crítico subrayela diferencia fundamental entre transmitirinformación y construir una relación co-municativa, como cuasinovedades.

En este periodo inicial las bases teóri-cas predominantes en el mundo acadé-mico están impregnadas de las diversasespecies del marxismo ortodoxo y revi-sionista, mientras la investigación admi-nistrativa y comercial se mantiene bajolos cánones funcionalistas y conductistas.Las políticas públicas actuales favorecenabiertamente la primera tendencia.

En la década de los ochenta hay quereconocer la iniciativa de la UniversidadAutónoma de Barcelona, guiada por lamano de Miquel de Moragas para romperlas barreras geográficas y lingüísticas, fa-cilitando los textos clásicos a través de laserie de Sociología de la comunicación(Gustavo Gili 1980) y reconociendo lamulticulturalidad de los estudios en susíntesis de Teorías de la comunicación(Gustavo Gili 1981). La publicación deestos libros, coincidiendo con la celebra-ción de la International Association forMass Communication Research (Aieri)en Caracas fue uno de los hitos funda-mentales para promover la fecundaciónintelectual.

Las prácticas teóricas venezolanashan tenido como canales regulares de di-fusión las revistas latinoamericanas Chas-qui de Ciespal y Diálogos de la Comuni-cación de Felafacs y las venezolanasAnuario Ininco, Comunicación –Estudiosde Comunicación Venezolanos–, Temasde Comunicación y Quorum Académico.

En el plano internacional ha sido su-mamente proactiva Fundesco, Fundaciónde la Telefónica Española que, a través dela revista Telos, ha seguido promoviendo

Page 59: Revista Comunicación 155

57comunica

la interlocución entre los diversos investi-gadores dentro del marco iberoameri-cano⁵² y el estudio Tendencias 07, que re-coge aportes de Venezuela. Igualmente, laplataforma web Infoamerica⁵³ ha ofre-cido la oportunidad de proyectarse en elcampo internacional sobre todo europeo ya su vez Lanic⁵⁴ en el campo americano.Pero la participación nacional en ambosespacios es escasa, comparada con la delos otros países.

Igualmente, la publicación de manua-les por las editoriales multinacionales y elhospedaje de los mismos en Internet, haido abriendo las oportunidades de un in-tercambio y debate más enriquecedor, talcomo podemos ver en el manual de JoséCarlos Lozano, titulado Teoría de la co-municación de masas e investigación (Al-hambra Mexicana-1996) o el de Karan yCañizález (2010).

La culminación de nuestro estudiosobre Prácticas y travesías de la comuni-cación en América Latina nos ha permi-tido constatar la baja fertilización cruzadaque existe en América Latina y Vene-zuela, a pesar de las nuevas plataformas tec-nológicas. Este es un reto que tiene que verno solamente con el enriquecimientomutuo del hemisferio, sino con las condi-ciones de posibilidad de unas ciencias dela comunicación venezolanas que entrenen el concierto de la globalización mun-dial utilizando las nuevas plataformas di-gitales.

JESÚS MARÍA AGUIRREMiembro del Consejo de Redacciónde la revista Comunicación. Doctoren Ciencias Sociales de la UniversidadCentral de Venezuela.Profesor de pregrado y postgrado en la UniversidadCatólica Andrés Bello. Director del CentroGumilla de Caracas.

Notas

1 ZEMELMAN, H. (2000): “Epistemología y po-lítica en el conocimiento socio-histórico”. En:¿Existe una epistemología latinoamericana?México: Ed. Plaza y Valdés.

2 MAERK, J- (2000): “La Ciencia ‘Cover’ en lasciencias humanísticas y sociales en América La-tina”. En: ¿Existe una epistemología latinoame-ricana? México: Ed. Plaza y Valdés.

3 MARTÍN SERRANO, M. (2007): Teoría de lacomunicación. Madrid: Mc Graw Hill.

4 GARCÍA SELGAS, F. (1994): Teoría social ymetateoría hoy. Madrid: CIS/Siglo XXI Ed.

5 MARTÍN SERRANO, M. (1990): “La epistemo-logía de la comunicación a los cuarenta años desu nacimiento”. En: TELOS. Madrid: Fundesco.

6 GALINDO CÁCERES, Luis Jesús (2005):Hacia una Comunicología posible. San Luis Po-tosí: Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

7 VASSALO DE LOPES, I. (Org.) (2003): Episte-mologia do Comunicaçao. Sao Paolo: EdicoesLoyola.

8 FUENTES NAVARRO, R. (2009): “El campoacadémico de la comunicación: 25 años de fer-mentación”. En: Anuario ININCO, N°1, Vol.21,Caracas.

9 PINEDA, M. (2004): Las Ciencias de la Comu-nicación a la luz del siglo XXI. Maracaibo: LaUniversidad del Zulia. Vicerectorado Adminis-trativo.

10 VASSALO DE LOPES, I. (1999): “La investiga-ción de la comunicación: cuestiones epistemoló-gicas, teóricas y metodológicas”. En: Diálogosde la Comunicación, n° 56, octubre. Felafacs,Lima, pp. 12-27.

11 LOZANO, J.C. (1996): Teoría de la comunica-ción de masas e investigación. México: Alham-bra Mexicana.

12 KUHN, F.S. (1971): La estructura de las revolu-ciones científicas. México: FCE.

13 LAUDAN, L. (1977): Progress and its problems.Towards a theory of scientific grouth. Universityof California.

14 MATTELART, A. (1993): La Comunicación-Mundo. Madrid: Fundesco.

MATTELART, A. y MATELLART, M. (1997):Historia de las teorías de la comunicación. Bar-celona: Paidós Comunicación.

15 AGUIRRE, J.M. (1996): De las prácticas perio-dísticas a la investigación comunicacional. Hitos

del pensamiento venezolano sobre comunicacióny cultura de masas. Caracas: Ucab/FundaciónPolar.

16 AGUIRRE, J.M. (2009): “Investigación venezo-lana sobre comunicación y cultura de masas. Pa-norama bibliográfico: 1994-2007”. En: Entre co-municación y periodismo. Col. Mapas de la Co-municación. Caracas: Ucab, pp. 143-165.

17 AGUIRRE, J.M. y BISBAL, M. (Coord.) (2010):Prácticas y travesías de comunicación en Amé-rica Latina. Caracas: Centro Gumilla.

18 PASQUALI, A. (1963) Comunicación y culturade masas. Caracas: EBUCV; PASQUALI, A.(1970): Comprender la comunicación. Caracas:Monte Ávila Editores.

19 AGUIRRE, J.M. (2010): “Diálogo con la obra deAntonio Pasquali”. En: Chasqui. Quito: Ciespal.

20 RIVOLTELLA, C. (1998): Teoria della Comuni-cazione. Brescia: Editrice La Scuola.

21 TORRES, J.F. (2009): “Aproximación hacia unaética de la comunicación: examen de la perspec-tiva filosófiva de Antonio Pasquali”. En: Rompe-cabezas de una obra: Antonio Pasquali y su uto-pía comunicacional. Col. Mapas de la Comuni-cación. Caracas: Universidad Católica AndrésBello.

22 SILVA, L. (1970): La plusvalía ideológica. Cara-cas: Ediciones de la Biblioteca de la UCV.

23 CHACÓN, A. (1975): Cultura y dependencia.Caracas: Monte Avila Editores.

24 LANZ, R. (1975): La dialéctica de la ideología.Caracas: UCV.

25 LANZ, R. (1977) Dialéctica del conocimiento.Caracas: Faces, UCV.

26 VILLASMIL, Xiomara (1980): Difusión masivay hegemonía ideológica. Valencia: Vadell Hnos.

27 AGUIRRE, J.M. y BISBAL, M. (1981): La ideo-logía como mensaje y masaje. Caracas: MonteAvila Editores.

28 BARRETO, J. y ESTÉ, A. (1990): Ideas parauna epistemología de la comunicación. Caracas:UCV.

29 AGUIRRE, J.M. (1996): “La comunicación so-cial como praxis histórica”. En: Temas de Comu-nicación. Caracas: UCAB.

30 ESTÉ, A. (1997): Cultura replicante. Barcelona:Gedisa Editorial.

31 BARRETO, J. (1995): Los medios de los medios.Caracas: Universidad Católica Andrés Bello,Fundación Carlos Eduardo Frias, Editorial Pla-neta.

30 BARRETO, J. (2006 ): Crítica de la razón me-diática. Caracas: UCV-Cipost.

32 VILLALOBOS, Orlando (2007): Comunicacióny ciudadanía. La creación del tejido social deMaracaibo. Maracaibo: Universidad del Zulia.

33 DE LOS REYES, David (2000): “Por una filoso-fía crítica de la comunicación”. En: Comunica-ción. Estudios Venezolanos, Nº 110, abril-junio,pp. 56-61.

34 ESPAR, María Teresa (1984): “De lo polémico alo contractual. Análisis semiótico de las transfor-maciones en el discurso de Jaime Lusinchi”. En:Comunicación. Estudios Venezolanos, N° 47, pp.90-96.

35 MOLERO, Lourdes (1985): Lingüística y dis-curso: Maracaibo. Facultad Experimental deCiencias;

ción

APÉNDICE DE REVISTASRevista Anuario ININCO. Instituto deInvestigaciones de la Comunicación.Universidad Central de Venezuela,Venezuela:http://web.ucv.ve/humanidades/FHE2005/institutos/ininco/publicaciones.htm

Revista Comunicación: estudios vene-zolanos de comunicación. FundaciónCentro Gumilla, Caracas: http://gumilla.org.ve

Revista Órbita (desaparecida)

Revista Quorum Académico:http://www.revistas.luz.edu.ve/index.php/quac

Revista Temas de Comunicación. Escuelade Comunicación de la UniversidadCatólica Andrés Bello:

http://www.ucab.edu.ve/revista.html

Revista Videoforo (desaparecida)

Page 60: Revista Comunicación 155

comunica ción58

MOLERO, Lourdes y FRANCO, A. (2002): El dis-curso político en las Ciencias Humanas y Socia-

les, Fonacit.36 BOLÍVAR, Adriana (1994): Discurso e interac-

ción en el texto escrito. Caracas: UCV;

BOLÍVAR, Adriana (comp.) (1999): El discursopolítico venezolano. Un estudio multidisciplina-rio. Caracas: Editorial Tropykos.

37 SANTORO, Eduardo (1969): La televisión vene-zolana y la formación de estereotipos en el niño.Caracas: UCV.

38 MUÑOZ, Carlos (1974): Televisión, violencia yagresión. Caracas: UBUCV, Caracas.

39 HERNÁNDEZ, Gustavo (1998): Teleniños yteleviolencias. Caracas: Fondo Editorial de Hu-manidades y Educación de la FHE-UCV.

40 SANTORO, Eduardo (1986): Efectos de la co-municación. Quito: Ciespal.

41 FINOL, J.E. y DE NERY, N. “La semiótica enVenezuela”. http://www.dobrila.s5.com/articulo9.htm

42 AGUIRRE, Jesús M.(1992): El perfil ocupa-cional de los periodistas de Caracas. Caracas:Col. Ayakua, UCAB; AGUIRRE, Jesús M.

(1995): Comunicadores sociales en Venezuela:campo laboral y perspectivas profesionales,Cuadernos de Comunicación N°2, Escuela deComunicación, UCAB; Aguirre, Jesús M.(1998): La estructuración de la identidad profe-sional del comunicador social en Venezuela.Caracas: UCAB.

43 ABREU, Iván (1993): Los rumores en Venezuela.Caracas: Ed. Centauro; ABREU, Iván (1997): Elestudio de la opinión pública. Espacio público ymedios de comunicación. Caracas: Ed. Planeta.

44 PINEDA, Migdalia (2004): Las ciencias de la co-municación a la luz del siglo XXI. Maracaibo:Universidad del Zulia.

45 AGUIRRE, Jesús M. y BISBAL, Marcelino(Coord.) (2010): Prácticas y travesías de comu-nicación en América Latina. Caracas: Ed. CentroGumilla.

46 AGUIRRE, Jesús María (1996): De la prácticaperiodística a la investigación comunicacional.Caracas: Ed. UCAB y Fundación Polar.

47 CHACÍN, Yaleída y NEÜMAN, María Isabel(2004): “Algunas consideraciones sobre la inves-tigación de la comunicación en Venezuela en elsiglo XX: Del modelo lasswelliano a las nuevas

tecnologías. En: Quorum Académico, Vol.1, N°1,(enero-junio 2004), pp.111-138.

48 CASTRO-GÓMEZ, Santiago (1998): Teorías sindisciplinas: latinoamericanismo, modernidad,globalización en debate. Editores Santiago Cas-tro Gómez y Eduardo Mendieta. México: MiguelÁngel Porrúa.

49 MARTÍNEZ, Miguel (2009): Nuevos paradig-mas en la investigación. Caracas: Ed. Alfa.

50 LÓPEZ, Alexander (2009): “El concepto de cul-tura científica en la sociedad global”. En: PO-LITEIA, N. 42, Primer Semestre, 2009. Institutode Estudios Políticos, UCV., pp. 31-55.

51 LUGO, J. (2010): “Pasquali y las limitaciones delidioma: la Escuela Latinoamericana de Comuni-cación y la difusión del conocimiento propio”.En: Chasqui, N.109, Quito, pp.25-28.

52 TELOS (1996). La comunicación en AméricaLatina –cuaderno central– Nº 47. Madrid: Fun-desco.

53 http://www.infoamerica.org

54 http://lanic.utexas.edu/subject/media/indexesp.html

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BUZONES CORREO ELECTRÓNICO

REDACCION SIC / [email protected]

REDACCION COMUNICACION / [email protected]

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ADMINISTRACION / [email protected]

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Programas de Estudios Técnicos Avanzados

Especializaciones y Maestrías

… Abrimos un horizonte de posibilidades

Dirección General de Estudios de PostgradoArea de Humanidades y Educación

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comunica ción60

Introducción

Estudiaremos un conjunto de manualessobre metodología de la investigación encomunicación, asunto que ha sido escasa-mente tratado por la comunicología enVenezuela. Paradójicamente, el compo-nente metodológico es un factor determi-nante para que docentes, investigadores yestudiantes desarrollen discursos científi-cos en disciplinas sociales.

La comunicología internacional sí hasido consecuente con la producción demanuales de este tipo. Estos son algunostítulos accesibles en castellano, que sepueden consultar en nuestro país: 1) Métodos cuantitativos de investiga-

ción en comunicación (2006) de JuanJosé Igartua.

2) Investigar en comunicación. Guíapráctica de métodos y técnicas de in-vestigación social en comunicación(2005) de Berganza, Ruiz y colabora-dores.

3) La investigación en comunicación:cuestiones epistemológicas, teóricasy metodológicas (1999) de Maria Im-macolata Vasallo de Lopes.

4) La investigación en comunicacióndesde la perspectiva cualitativa(1997) de Guillermo Orozco.

5) Metodologías cualitativas de investi-gación (1993) de Jensen, Jankowski ycolaboradores.Precisamente en este trabajo explica-

remos aspectos clave de estos manuales,que pasamos a enunciar: 1) metodologíay método científico; 2) paradigmas; 3)teorías; 4) perspectivas de investigación;5) técnicas; 6) modelo metodológico; y 7)planificación de la investigación.

1. Metodología y método científico

Para Jensen y Jankowski (1993:17), lametodología en comunicación consisteen: “(…) series estructuradas de procedi-mientos e instrumentos mediante los cua-les se registran, documentan e interpretanlos fenómenos empíricos de la comunica-ción de masas” También señalan que unametodología es una heurística o un sis-tema de investigación que trata de resol-ver problemas teóricos o empíricos desdeparadigmas científicos.

La palabra método proviene de los vo-cablos griegos metá que significa “a lolargo” y odos que indica “camino” mien-tras que ciencia en latín scientia es cono-cimiento. Método científico es el caminoal conocimiento. De igual forma, este mé-todo implica: procedimientos para alcan-zar objetivos científicos; saberes que pro-vienen de paradigmas científicos; métodode averiguación sistemática y organizadade conocimientos, pensamiento especiali-zado que se diferencia del sentido común.

García y Berganza (2005:24)¹ entien-den por método científico aplicado a lacomunicación:

(…) el proceso de aplicación del métodoy técnicas científicas a situaciones yproblemas teóricos y prácticos concre-tos en el área de la realidad social parabuscar respuestas a ellos y obtener nue-vos conocimientos que se ajusten lo másposible a la realidad.

El método científico, según estas au-toras, es público, objetivo, empírico, pre-dictivo, sistemático y acumulativo.

Se trata de un texto didáctico y así está pensado. El mismo vaestudiando y recorriendo todoun conjunto de manuales sobremetodologías de la investigaciónen comunicación como una manera de llamarnos la atenciónacerca de la importancia y la significación del componentemetodológico en todo proceso de desarrollo del discurso científico, y por ende del caminoinvestigativo a seguir.

■ GUSTAVO HERNÁNDEZ DÍAZ

Manuales de investigaciónen comunicación

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61comunica ción

Galería de Papel. Petre Maxim. Futuras madres en la Casa Prenatal María Teresa Toro, Caracas. 1958.

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comunica ción62

1. Público: el conocimiento se diseminaa la comunidad científica. Los repor-tes de investigación explicitan méto-dos y procedimientos de muestreo,medición y recolección de datos, a losfines de que los expertos verifiquen orefuten resultados.

2. Objetivo: se trata de obtener conoci-mientos que den cuenta de las cuali-dades del objeto de estudio, de aque-llo que queremos investigar o del pro-blema sobre el cual deseamos conoceralgo. Se alcanza la objetividad aca-tando normas, objetivos y procedi-mientos; respetando los resultados delestudio por más que nos sean incómo-dos; repitiendo el estudio en el mismocontexto y circunstancias de trabajopara obtener resultados similares; des-cribiendo de manera precisa las etapasdel proceso de investigación. Lo con-trario es anclar en la subjetividad, queobstaculiza la posibilidad de que losconocimientos puedan ser verificadospor otros, esto es, que puedan com-probarse y demostrarse en la realidad.

3. Empírico: “(…) el conocimiento cien-tífico está basado en la experimentaciónde cuestiones cognoscibles y poten-cialmente medibles de la realidad.Esto significa que se eluden cuestio-nes abstractas y conceptuales”. (Ibíd:25) El saber científico debe conectarsecon el mundo empírico o de la expe-riencia a través de la observación y lamedición de los fenómenos. Lo empí-rico es opuesto a la especulación o alracionalismo. La experiencia es lafuente principal de conocimiento.

4. Predictivo: los conocimientos debenpronosticar eventos o comportamien-tos, en caso contrario los estudios tie-nen que ser replanteados o rechaza-dos.

5. Sistemático y acumulativo: la investi-gación científica abreva de saberesproducidos en trabajos anterioressobre el mismo tema. Por esta razón esnecesaria la revisión de la literaturacon el propósito de sistematizar y or-ganizar el conocimiento. Si descono-cemos lo que se ha pensado sobre untema, nuestro proceder se aleja de losparámetros de la ciencia; estaremos enla zona de improvisación y prejuicios.

El método científico, según Igartua(2006), contiene otras dos cualidades: fa-lible y replicable. Falible porque es críticoy autocorrectivo en la medida en que se de-tectan errores teóricos, metódicos y técni-cos. Somete a juicio constante el proto-

colo de investigación: fases, operacionesy resultados. Los hallazgos de los estudiosno son definitivos sino que son suscepti-bles a que se replanteen con el fin de ge-nerar enfoques teóricos novedosos. Repli-cable porque cualquier científico puederepetir la investigación siguiendo las con-diciones estipuladas por la investigación an-terior:

Así, si varios investigadores, traba-jando de forma independiente en elmismo problema, consiguen los mismos osimilares resultados, podrá tenerse mayorconfianza en la conclusión obtenida. Estaclase de estudios que se repiten para lle-var a cabo la verificación de los resultadospreviamente obtenidos se conoce comoréplica. (Ibíd: 78).

2. Paradigmas

En esta sección examinaremos las carac-terísticas de los paradigmas de la comuni-cación, según Kuhn (1975), Igartua(2006) y Orozco (1997).

Kuhn (1975) señala que un paradigmaes una síntesis de creencias y de compro-misos compartidos por una comunidadcientífica, un nuevo modo de ver la reali-dad, un principio organizador que deter-mina y guía nuestras percepciones, un pa-trón o modelo aceptado científicamente,que establece los límites de los enfoquesteóricos y/o metodológicos.

Igartua (2006) señala tres paradigmasen investigación comunicacional: positi-vista, interpretativo y crítico. 1. Paradigma positivista: es el modelo

dominante en el campo de la comuni-

cación. Sus rasgos fundamentales son:objetividad, estudio de variables,leyes generalizables y datos cuantita-tivos. 1.1. Objetividad: el conocimiento seadquiere mediante la observación,descartando prejuicios, intuiciones ycreencias provenientes del sentidocomún. La realidad es independiente alenfoque racional del investigador. Losinstrumentos de medición deben ga-rantizar objetividad y neutralidad defenómenos para minimizar el impactode la subjetividad: “(…) el análisis delos mensajes mediáticos no dependerádel juicio del experto investigador,sino de la evaluación independiente dejueces entrenados y del acuerdo a quelleguen sobre las características estu-diadas”. (Ibíd:59) 1.2. Variables: son cualidades, propie-dades o rasgos que se atribuyen a su-jetos, cosas o fenómenos, susceptiblesde medirse a través de métodos cuan-titativos. “Por ejemplo, se puede pre-guntar a los individuos de una mues-tra su edad y cuántas horas navegan enInternet, con el fin de indicar la posi-ble relación o asociación entre ambasvariables.” (Ibíd: 59-60). El objetivode una investigación positivista con-siste en comprobar cómo las variablesse articulan entre sí; cómo se estable-cen relaciones causales entre ellas. 1.3. Leyes generalizables: son propo-siciones científicas que corroboran re-laciones probabilísticas entre dos omás variables: “(…) para que una leyquede firmemente establecida, debehaberse podido reproducir en diversasocasiones” (Ibíd: 60). 1.4. Datos cuantitativos: los valores delos datos se representan en diferentesmagnitudes, en este caso: “La estadís-tica se convierte en una herramientapara tomar decisiones no sesgadas, yaque se basa en los atributos que mani-fiestan los objetos sociales en deter-minadas variables y no en el juicioglobal del investigador como supuestoexperto o conocedor del tema” (Ibíd:61).

2. Paradigma interpretativo: sustituyelos principios del paradigma positi-vista (predicción, explicación causal,control de variables), para compren-der de manera profunda el significadode los fenómenos sociales, sin esta-blecer leyes universales. “Así, un in-vestigador buscará comprender enconsumo de telenovelas de un grupo

El saber científico debe conec-tarse con el mundo empíricoo de la experiencia a través dela observación y la mediciónde los fenómenos. Lo empíricoes opuesto a la especulacióno al racionalismo. La expe-riencia es la fuente principalde conocimiento

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63comunica

de personas a partir de estudiar cómoestas personas definen su concepciónsobre una telenovela, descubriendosus características, de dónde proce-den, en qué momentos suelen verse,etc.” (Ibíd: 62); a partir de la informa-ción obtenida, se organiza significa-dos asociados al concepto de telenovelacon el propósito de lograr una com-prensión más profunda sobre factoresde orden sociocultural y psicológicoque motivan el consumo de este gé-nero televisivo. 2.1. El análisis de los datos es induc-tivo. Los investigadores sistematizanteorías, conceptos y principios consi-derando la información que provienedel mismo entorno social. No mediana priori o supuestos teóricos de otrasdisciplinas. 2.2.- Las unidades de análisis de losestudios interpretativos son: palabras,textos, sonidos o imágenes visuales.Por ejemplo: “(…) en los informes deinvestigación cualitativa, procedentesde una serie de grupos de discusión, eshabitual incluir citas textuales de los su-jetos que participaron en la reunióngrupal para ejemplificar o apoyar elplanteamiento del analista.” (Ibíd: 63).

3. Paradigma crítico: se basa en la filo-sofía marxista de la comunicación dela Escuela de Frankfurt, mediante losaportes de Adorno, Horkheimer, Mar-cuse, entre otros. Considera que losmedios masivos de comunicación soninstituciones que contribuyen al con-trol social; a su vez, estos medios estánintervenidos por sectores de podereconómico, político, social y cultural.Este paradigma estudia la ideologíaimplícita en los mensajes masivos.“Esta reflexión crítica (…) se dirigehacia el propio estamento científico ya la forma de conceptualizar los fenó-menos sociales” (Ibíd: 65).

Por su parte, Orozco (1997), identificacuatro paradigmas de producción de co-nocimientos: positivista (predictivo), rea-lista (explicativo), interaccionista (asocia-tivo) y hermenéutico (interpretativo). Losdos primeros requieren de verificacióncuantitativa, los restantes ameritan com-prensión cualitativa. Los rasgos esencia-les de estos paradigmas coinciden con lospresentados por Igartua. 1. El paradigma positivista plantea hipó-

tesis, predice y cuantifica eventos,contrasta teoría y realidad, elabora ra-zonamientos generalizables y leyes

universales, sistematiza hipótesis,datos, premisas de estudio, genera co-nocimientos que enriquecen o corro-boran teorías científicas, la noción deverdad proviene de lo empírico, esto es,de la experiencia como única media-ción posible en la producción de co-nocimientos.

2. El paradigma realista es una variantedel positivismo, pero se distingue deaquél porque no pone el acento en lapredicción, en la cuantificación, sino enla explicación o en causas últimas defenómenos sociales. En este sistemade pensamiento: “(…) es muy difícilencontrar las causas últimas (a deter-minados efectos o manifestaciones defenómenos) y que a todo lo que sepuede aspirar, en todo caso, sería sus-tanciar por qué algo sucedió. Sustan-ciar quiere decir: atribuir una serie deelementos por los cuales algo suce-dió” (Orozco, 1997:32). El realismoconsidera la multicausalidad de los fe-nómenos: pondera causas de un su-ceso y decide cuáles de éstas son lasque contienen mayores atributos deexplicación.

3. El paradigma interaccionista interco-necta una serie de factores que posi-blemente influyan en una situación.“El trabajo del investigador (…) esasociar ciertos elementos para produ-cir un conocimiento de ellos que antesestaba o se presentaba como diso-ciado: se les conecta de alguna maneray se produce un conocimiento dis-tinto.” (Ibíd:35). Por ejemplo, se

puede asociar dos variables: educa-ción infantil y horas en que los niñosse exponen ante el televisor, desde estarelación emergen matrices explicati-vas.

4.- El paradigma hermenéutico interpretala realidad desde la perspectiva multi-disciplinaria y desde doctrinas filosó-ficas. No se descartan datos que deri-van, por ejemplo, de encuestas de opi-nión. Se basa en una filosofía reflexivaque interpreta de manera ilustrada unevento. Orozco sostiene: “Lo que im-porta es ponerse de acuerdo en queesto es de esta forma –sobre ciertasbases– independientemente de que losea o no. Y lo importante es la inter-pretación que hace el investigador deque lo sea o no.” (Ibíd: 33).

Los paradigmas positivista, realista,interpretativo, hermenéutico interaccio-nista y crítico, desarrollados por Igartua(2006) y Orozco (1997), contienen limi-taciones epistemológicas, es decir, pre-sentan fortalezas y debilidades nociona-les, como cualquier modelo científico.“Cabe agregar que (…) no se puede decirque un paradigma es mejor que el otro, esdecir, no se trata de ver que el último es elmejor y que el primero está superado ycriticado. Permiten un acercamiento paraconocer aspectos de la realidad distintos,y conocerlos de diferentes maneras.”(Orozco, 1997: 36). Es vital entonces co-nocer los principios de los paradigmas,hasta dónde han llegado sus interrogantesde orden epistémico, por qué se opta porparadigmas y teorías y cómo se construyeel objeto de estudio.

3. Teorías

Igartua (2006:128) indica que una teoría:“(…) es una generalización abstracta quecontiene un conjunto de proposiciones re-lacionadas y ofrece una explicación siste-mática de las relaciones entre ciertos fe-nómenos”. Las teorías presentan las si-guientes cualidades: a) explican la reali-dad mediante proposiciones lógicas y or-denadas; b) sintetizan hechos observados;c) comunican de manera lógica supuestos,conceptos y eventos; d) hacen comprensi-bles los datos empíricos; e) permiten quesus premisas se contrasten con la realidad;f) hacen posible la predicción de situacio-nes mediante técnicas de investigacióncuantitativa; y g) incluyen modelos con-ceptuales.

Los paradigmas positivista,realista, interpretativo,hermenéutico interaccionistay crítico, desarrolladospor Igartua (2006) y Orozco(1997), contienen limitacionesepistemológicas, es decir,presentan fortalezas y debilidades nocionales, comocualquier modelo científico

“ción

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comunica ción64

Por lo menos, existen tres formas deoperar de las teorías en el campo de la co-municación: 1. Cuando son compatibles ycomplementarias entre sí. “Un ejemploconcreto vinculado con el estudio de losefectos de la televisión es la compatibili-dad existente entre la teoría del cultivo deGeorge Gerbner y la teoría del pensa-miento heurístico de los contenidos tele-visivos propuesta por L.J. Shrum”(Ibíd:129). 2. Cuando teorías rivales ex-plican los mismos eventos o problemaspero de manera distintas e incompatibles.“Un ejemplo concreto se produce en la in-vestigación sobre los efectos de la violen-cia en televisión, donde se da un claro en-frentamiento entre la teoría de la catarsisy la teoría del aprendizaje social (…)”((Ibíd:130). 3. Cuando coexisten teoríasparcialmente rivales en una misma disci-plina. “(…) sobre los efectos cognitivosde las noticias, se ha establecido cierta ri-validad entre dos perspectivas teóricasque coexisten y que tienen el mismo ob-jeto de estudio: el análisis de las agendasinformativas, de los encuadres noticiososy sus efectos cognitivos en la opinión pú-blica”. (Ibíd:131).

4. Perspectivas

En esta sección estudiaremos diversostipos de investigación en comunicaciónsegún la perspectiva de García y Berganza(2005), Orozco (1997) y Jensen y Jan-kowski (1993).

Para García y Berganza (2005) la cien-cia se caracteriza por su pluralidad meto-dológica y como consecuencia de ello seplantea cinco perspectivas para conocer larealidad: histórica, comparativa, críticoracional, cualitativa y cuantitativa. 1. Perspectiva histórica: estudia eventos

del presente, considerando sus antece-dentes: “(…) tiene poco sentido laconstrucción de una ciencia socialahistórica que no se pregunte de dóndevienen los procesos y las institucionessociales (y a dónde van)”. (Ibíd:28)

2. Perspectiva comparativa: examina demanera simultánea dos o más objetoso acontecimientos para identificar susposibles diferencias y semejanzas. Unejemplo de esta perspectiva compara-tiva se constata en trabajos sobre laevolución de hábitos, usos, funcionesy gustos televisivos de la programa-ción infantil.

3. Perspectiva crítico racional: valora latradición filosófica, histórica y cien-cias del espíritu enmarcado dentro del

pensamiento hermenéutico. Se oponea la tradición positivista y por ende ala racionalidad técnica-instrumental.Sin embargo: “No se trata, evidente-mente, de separar, de manera irrecon-ciliable, empirismo y racionalismo.Ambas actitudes son complementa-rias. Al racionalismo compete en estecaso ir más allá de los hechos dados ypenetrar en el mundo de los valores ylas opciones finales y ejercer una crí-tica sistemática (…)”(Ibíd:30)

4. Perspectiva cuantitativa: propicia téc-nicas de investigación que se encargande acopiar, procesar y matematizardatos de la realidad. Las encuestas y son-deos de opinión nos permiten obtenerconocimientos generalizables a otroscontextos sociales.

5. Perspectiva cualitativa: la intersubjeti-vidad se expresa mediante el lenguaje.Se emplean métodos hermenéuticospara analizar ideologías, actitudes, va-lores subjetivos y creencias. Se captael significado de los fenómenos socia-les, esto es, se registra el sentido quelas personas confieren a sus pensa-mientos, acciones y entorno.

Según Orozco (1997: 83-84) la pers-pectiva cualitativa:

“(…) es un proceso de indagación de unobjeto al cual el investigador accede através de interpretaciones sucesivas conla ayuda de instrumentos y técnicas (…)Es un proceso de indagación y explora-

ción de un objeto, que es un objeto siem-pre construido”

De acuerdo con esta perspectiva: a) larealidad es el resultado de la construcciónhumana; b) el diálogo es fundamentalpara comprender la situación social de laspersonas; c) la comunicación permite laconstrucción intersubjetiva de los fenó-menos sociales; d) la observación del ob-jeto de estudio es de carácter etnográficoya que de lo que se trata es de compren-der e interpretar la conducta humanadesde su propio contexto social; e) el pro-ceso de construcción del objeto abreva deldevenir histórico, de la cotidianidad de laspersonas involucradas en el estudio; el ob-jeto (o sujeto de estudio) siempre se en-cuentra en situación de exploración; y f)la experiencia le indicará al investigadorcuándo debe cesar su trabajo. Se suele ha-blar en este caso de punto de saturacióninformativa debido a que los sujetosdesde su propio marco de referencia hanreportado suficientes datos.

El investigador sabe en qué momentotiene que dar por culminado su estudio.No obstante, el objeto, el problema o eltema de investigación, siempre estará enpermanente indagación (Obra abierta,diría Umberto Eco), porque la cotidiani-dad obviamente no se detiene y porqueademás está enriquecida por múltiplesmediaciones: psicológica, familiar, aca-démica, religiosa, grupal, videotecnoló-gica (radio, televisión, Internet, cine, vi-deojuegos, celulares), sólo por citar algu-nas.

Orozco indica:

Los objetos por definición en la pers-pectiva cualitativa, se entienden comoconstruidos: no existen por sí mismos,no lo vamos a encontrar en ningún libro,no lo vamos a encontrar con presencia ma-terial física, sino que el investigadorconstruye (Ibíd:73, cursivas nuestras).

Uno de los principios esenciales delparadigma interaccionista (asociativo) yhermenéutico (interpretativo) radica enque el sujeto interactúa con el objeto delconocimiento. Desde esa situación decontacto es cuando se configura el proto-colo de investigación. No se descartaaprioris teóricos; el investigador no va conla mente vacía al campo de la experiencia,pero la realidad ofrecerá informacionesque, en muchas ocasiones, complementano ponen en cuestionamiento, por su nivelde complejidad, nociones tradicionales delas disciplinas científicas.

Según Orozco (1997: 83-84)la perspectiva cualitativa:“(…) es un proceso de indaga-ción de un objeto al cual elinvestigador accede a travésde interpretaciones sucesivascon la ayuda de instrumentosy técnicas (…) Es un procesode indagación y exploraciónde un objeto, que es un objeto siempre construido”

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65comunica

Mientras que la perspectiva cuantita-tiva verifica hipótesis, controla variables,establece predicciones y patrones de con-ducta, el enfoque cualitativo incentiva eldescubrimiento, la exploración, la des-cripción y la intersubjetividad. El conoci-miento cualitativo estudia hechos particu-lares que provienen del mundo de vida delas personas.

Finalmente, Jensen y Jankowski(1993), consideran que el desarrollo de laperspectiva cualitativa se debe a factoresinternos y externos de la comunidad cien-tífica. Entre los factores internos mencio-nan: 1) falta de confianza en el poder ex-plicativo del paradigma positivista y desus análisis empíricos convencionales; 2)el método hipotético-deductivo no escapaz de examinar asuntos fundamentalesrelacionados con la investigación social; 3)han surgido, de manera creciente, métodosalternativos o suplementarios provenien-tes de las humanidades, la antropología ylos estudios culturales. Respecto de losfactores externos que inciden en el cam-bio hacia lo cualitativo prevalece el asuntoque atañe a la historia social de la cienciay su vinculación con lo posmoderno:“(…) los enfoques científicos puedenverse como medios científicos de convi-vencia con una nueva forma de realidad so-cial, lo que de diversos modos se conocecomo sociedad postindustrial, era posmo-derna, o sociedad de la información”(Ibíd:10). El objetivo del método cualita-tivo en la investigación en comunicaciónconsiste en estudiar el lenguaje humano yla práctica cultural en la cotidianidad. Enel cuadro 1 presentamos, según estos au-tores, atributos esenciales de las metodo-logías cualitativa y cuantitativa:

La perspectiva cualitativa estudia elsignificado de los discursos individuales ysociales a través de diferentes exégesis ohermenéuticas provenientes de la semió-tica, análisis del discurso, estudios cultu-rales, entre otras. El significado cultural ypsicosocial resulta de una disertación in-terna-intersubjetiva porque el investiga-dor, en alguna medida, se relaciona en tér-minos morales e intelectuales con su ob-jeto de estudio, esto es, sujeto y objeto deestudio se influyen de manera recíproca.La información sustentada en lo cuantita-tivo proviene de la realidad externa, lacual se procesa por métodos estadísticos(encuestas, sondeos de opinión). El análi-sis cuantitativo se centra en la recurrenciade eventos, en la repetición de patronessociales, en el control de variables decampo y experimental, en tanto que locualitativo enfatiza su examen en el signi-

ficado como un proceso de investigaciónque siempre se está abrevando de la coti-dianidad y no se conforma sólo con el pro-ducto o resultado de investigaciones.

5. Técnicas

En esta sección explicaremos, conceptosy principios, muy generales, de algunastécnicas de investigación cuantitativa ycualitativa aplicadas al campo de la co-municación a partir de los siguientes au-tores: Vinuesa, Sánchez, y De Miguel(2005) ², Igartua (2006) y Orozco (1997).

Técnicas cuantitativas

EncuestaPara Vinuesa (2005: 177): “La en-

cuesta es un procedimiento estadísticoque permite captar la opinión de una so-ciedad o de un grupo social para determi-nar el sentido y la intensidad de las co-rrientes de opinión mayoritarias”. Estatécnica: “(…) utiliza procedimientos es-tandarizados de interrogación, de unagran cantidad de características objetivasy subjetivas de la población” (Ibíd:180)En una encuesta hay que considerar: 1.- Elnúmero de personas interrogadas. La teo-ría de la probabilidad y la ley de los gran-des números señalan que los resultadosobtenidos de una muestra pueden ser ex-trapolados al conjunto del universo objetode estudio. 2.- La determinación de laspersonas consultadas. Son los procedi-mientos que se deben seguir para selec-cionar la parte del universo que se quiereestudiar. 3.- La significación de las res-puestas. La teoría de la entrevista indicalos pasos lógicos para diseñar cuestiona-rios y modalidades de entrevistas. 4) La in-terpretación de los resultados. Los intere-ses de las personas determina el tipo depreguntas y análisis de los datos.

CuestionarioLa encuesta se realiza sobre la base de

un cuestionario o documento contentivode una serie de preguntas redactadas de

manera coherente, siguiendo objetivosprecisos y una secuencia temática deter-minada. Los tipos de preguntas que sepueden formular en los cuestionarios son:abiertas, cerradas, filtro y control.

En las preguntas abiertas el entrevis-tado puede responder con sus propias pa-labras. En las preguntas cerradas el en-trevistado selecciona una respuesta entreun elenco de posibilidades. Las preguntasfiltro se realizan al inicio del cuestionariopara conocer si el entrevistado es capaz deresponder las demás. Por ejemplo, si elentrevistado no tiene televisor en su casa,no podemos continuar la entrevista sobremodalidades de consumo televisivo en elhogar. Las preguntas de control tienen lafinalidad de saber si el entrevistado es ho-nesto con sus respuestas. Se puede dar elcaso de que se pregunte a los entrevista-dos si leen prensa: “Si contestan afirmati-vamente, se les podría seguir preguntadoqué periódico leen, después sobre algunasección del mismo (…)” (Ibíd: 191).

Análisis de contenidoIgartua (2006: 180-181) indica que el

análisis de contenido:

(…) es un método de investigación quepermite explorar cualquier tipo de men-saje: las respuestas a una preguntaabierta, un cuestionario, (…) los discur-sos de un grupo de políticos (…).(…) sepodría decir que el análisis de contenidoes una técnica de investigación que per-mite descubrir el ADN de los mensajesmedíáticos, dado que el análisis permitereconstruir su arquitectura, conocer suestructura (…)”.

Sánchez (2005:212) define análisis decontenido como: “(…) examen sistemá-tico y replicable de los símbolos de co-municación”. Este autor refiere también aBerelson, Holsti y Krippendorff, quienesofrecen puntos de vista sobre esta técnica.Berelson señala: “Es una técnica de in-vestigación para describir de forma obje-tiva, sistemática y cuantitativa el conte-nido manifiesto de la comunicación”(Ibíd.). Holsti opina que es cualquier téc-nica de investigación que sistematice demanera objetiva las características de untexto. Y Krippendorff anota que es unatécnica de investigación destinada a plan-tear, a partir de datos, inferencias repro-ducibles y válidas que puedan aplicarse asu contexto.

Igartua (2006), se basa en Winmer yDominik, para exponer los rasgos genera-les del análisis de contenido: sistemático,

ción

CUALITATIVA CUANTITATIVASIGNIFICADO INFORMACIÓN

INTERNO EXTERNOAPARICIÓN RECURRENCIAEXÉGESIS MEDIDAPROCESO PRODUCTO

Fuente: Jensen y Jankowski (1993: 13)

CUADRO 1

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comunica ción66

objetivo y cuantitativo. Sistemático: losmensajes se seleccionan conforme a re-glas explícitas. “Ello implica que los pro-cesos de codificación o análisis deben seruniformes: se utilizará un único criterio deevaluación, y siempre el mismo, a lo largode todo el estudio.” (Ibíd: 182). Objetivo:suministra descripciones y explicacionesajustadas a la realidad y no sesgadas porprejuicios del investigador. La objetividades un aspecto difícil de alcanzar porque elser humano está mediado por elementossubjetivos. Por esta razón la objetividad sealcanza, posiblemente, mediante la inter-subjetividad: “(…) la pregunta no es‘¿esto es cierto?’ sino más bien, ‘¿esta-mos de acuerdo en que esto es cierto?’” (Ibi-dem) Cuantitativo: el resultado de una in-vestigación se debe expresar en cifras es-tadísticas. Este tipo de análisis es empí-rico, se basa en la observación de la reali-dad y no en teorizaciones, sin sustento dedatos reales.

Técnicas cualitativasOrozco (1997) y De Miguel (2005)

definen, brevemente, técnicas cualitativasque aplican en el campo de la comunica-ción. Señalemos algunas de ellas: obser-vación etnográfica, entrevista, historia devida y grupo de discusión.

Orozco (1997) considera que la ob-servación etnográfica analiza sujetos ensu ambiente cotidiano (natural); éstapuede ser participante y no participante. Laparticipante es cuando el estudioso se in-volucra personalmente con el contexto,obtiene datos desde el evento observado,indaga la información desde adentro; y lano participante acopia y procesa datos sincomprometerse o relacionarse con la si-tuación.

De Miguel (2005), por su parte, indicaque la técnica de observación participantese basa en el estudio de conductas y fenó-menos sociales tomando como soportedatos empíricos. Entre las observacionesexiste la participante: “(…) en la que elinvestigador se integra al medio ambiente(…) interviene en sus creencias y ritualescotidianos. El observador interpreta acti-vamente las conductas más llamativas deese grupo y registra aquellas interacciones(…) que resultan teóricamente significati-vas” (Ibíd: 260). La observación directaparticipante contempla los siguientespasos: a) conocer previamente los rasgosculturales del grupo que se desea estudiar;b) integrarse a la comunidad de forma ac-tiva y prolongada, lo cual implica com-partir sistema de creencias, valores, ruti-nas, etcétera; c) acopiar datos de la comu-

nidad como prueba legitimadora de los re-sultados de la investigación; y d) dirigir elinforme de investigación al ambiente ana-lizado. Y en la observación no partici-pante: la información obtenida medianteeste procedimiento es limitada puesto queel investigador recoge datos sin involu-crarse con personas y/o comunidad.

La entrevista se basa en una guía de pre-guntas que son de carácter flexible ya quepueden cambiar según la dinámica inter-activa que se establece con los entrevista-dos. Según Orozco (1997:107): “(…) locomún de todas las entrevistas (…) es quepasa por captar el discurso, el lenguaje delentrevistado.” La herramienta de trabajode la entrevista y de la investigación cua-litativa es el discurso, de allí se infieren as-pectos psicosociales y culturales del su-jeto.

De Miguel (2005), distingue dos tiposde entrevista: estructurada y no estructu-rada. Estructurada: se interpela a los su-jetos siguiendo las orientaciones de uncuestionario estándar. “El entrevistador esun simple transcriptor de las respuestas delos sujetos seleccionados y debe, portanto, ajustar éstas a los códigos marcadosen la hoja de campo que se ha facilitado”(Ibíd: 253). No estructurada: el entrevis-tador obtiene respuesta en el clima de undiálogo informal sin seguir un cuestiona-rio formalizado, hay mayor libertad, im-provisación y creatividad entre los inter-locutores.

Según este autor se pueden identificartres variantes de entrevistas: a) entrevistaen profundidad: la entrevista se apoya en

una lista de temas que pretende desarro-llar, requiere de conocimiento previo delos entrevistados para abonar un mayoracercamiento interpersonal. b) entrevistano dirigida: el entrevistado expresa suscreencias sobre un tema determinado, conla mínima orientación del investigador.En esta dinámica, la persona interpeladaes la que determina el guión de la entre-vista. c) entrevista clínica: la opinión delentrevistado se usa para el diagnósticomédico y psicológico.

Orozco indica (1997) que la historia devida informa sobre la experiencia y la ma-nera de pensar de una persona con res-pecto a una serie de temas que se han plan-teado en la investigación. Es una técnicabiográfica que no sólo se sustenta en el re-lato de la persona sino que se apoya en do-cumentos: cartas, películas, videos, dia-rios personales y fotografías. “Llegar aentender una historia de una vida implicaun ir y venir varias veces con el sujeto: setrata de saber porqué el sujeto está ac-tuando, cómo actúa en función de lo queha sido” (Ibíd:108).

De igual forma, para este autor, elgrupo de discusión es una técnica de aco-pio y procesamiento de información, quepropone entrevistas múltiples a un grupoque no exceda diez personas, donde lo queimporta es determinar los consensossobre un elenco de tópicos. Se requiereanalizar el discurso grupal, la opinión ge-neral y no las respuestas individuales.

De Miguel (2005) precisa que existenvarios tipos de grupo de discusión: Phillip66, Torbellino de ideas y Grupo Delfos.Phillip 66 es una dinámica de grupo queconsiste en motivar intercambio de puntosde vista entre los participantes. Para suaplicación se necesita reunir grupos deseis personas para que respondan, en seisminutos, los temas propuestos. Culmi-nada las intervenciones el monitor se en-carga de identificar consensos sobre losasuntos tratados. Torbellino de ideas: ungrupo reducido de personas expresan li-bremente sus ideas orientadas a solucio-nar problemas. Grupo Delfos: un panel deexpertos predice las consecuencias de undeterminado problema social o de un temacentral que sea de interés académico y so-cial.

La metódica del grupo de discusiónradica en: 1. Especificar el tema u objetode estudio considerando: “(…) ¿es posibleresolver el problema de investigación quenos ocupa mediante los grupos dediscusión? ¿ Es éste el instrumentoempírico más adecuado a fin de desvelarlas incógnitas que presenta el fenómeno”

Orozco indica (1997) que la historia de vida informasobre la experiencia y lamanera de pensar de unapersona con respecto a unaserie de temas que se hanplanteado en la investigación.Es una técnica biográficaque no sólo se sustenta enel relato de la persona sinoque se apoya en documentos:cartas, películas, videos, dia-rios personales y fotografías.

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67comunica

(Ibíd:269). 2. Número de grupos a cons-truir y características. Los grupos tienenque ser homogéneos, conformados entreseis y diez participantes; en todo caso, elnúmero de participantes será estimadopor el investigador. La idea es propiciarel diálogo y detectar coincidenciasrespecto de experiencias y opinionesobtenidas. 3. Selección de los partici-pantes: responde a criterios estructuralesy no estadísticos: “(...) cada miembroelegido encarna una representaciónexhaustiva de la categoría seleccionada(amas de casa lectoras de prensa, estu-diantes, etcétera)” (Ibíd:271). 4. Ubicacióny lugar de la reunión. Se debe disponerde un espacio bien iluminado, silencioso,amueblado y con todas las exigenciastécnicas (grabadoras, papel, lápiz) ylogísticas (transporte, alimentos, obsequioa los participantes). 5. Papel del mode-rador. El investigador presenta el temade debate, explica las razones de la reunióny subraya la importancia de que los parti-cipantes expresen sus opiniones ymantengan la atención focalizada en eltema.

6. Modelo metodológico

Concepto y diferentes tipos de modelos

Igartua (2006:131) sostiene que unmodelo: “(…) es una representación idea-lizada de una clase de objetos realescomo, por ejemplo, el proceso de comu-nicación”. Un modelo, desde el enfoque po-sitivista, se entiende como un conjunto deprincipios, enunciados, premisas genera-les que explican las relaciones entre va-riables y que pueden verificarse a travésde procedimientos estadísticos multiva-riables. Así pues: “(…) los modelos sonconstrucciones teórico-hipotéticas, sus-ceptibles de matematización, a través delas cuales se pretende representar un sec-tor de la realidad y contrastar el poder ex-plicativo de una aproximación teórica”(Ibíd.133). Por ejemplo, en el campo de lacomunicación se han aplicado modeloscausales en estudios sobre usos y gratifi-caciones.

Por su parte, García y Berganza(2005)³, citando a McQuail y Windahl, in-dican que un modelo describe de maneragráfica y simplificada una parte de la rea-lidad. Un modelo da cuenta de los ele-mentos fundamentales de una estructura yde las relaciones que se establecen entresus elementos. Los modelos aparecencuando surgen: a) problemas científicos

en torno a nomenclatura, valoración ymodelos teóricos; b) representacionesculturales (código simbólico y mundonormativo) y c) modelos inéditos de in-vestigación científica.

Existen distintos tipos de modelos:materiales, formales, gráficos y matemá-ticos. Materiales: representan situacionescomplejas de la realidad: “(…) cuandoutilizamos la pirámides segmentadas pararepresentar categorías de individuos clasi-ficados por estratos y clases sociales, ni-veles de educación o diferentes caracte-rísticas de la población” (Ibíd:26). For-males: se construyen mediante símbolos unaidea general de la realidad. Gráficos: undibujo expresa un fenómeno determinadocomo, por ejemplo, el esquema del círculovicioso de la pobreza. Matemáticos: seemplean fórmulas matemáticas para iden-tificar relaciones entre variables, paráme-tros y hechos. La aplicación de modelosen el campo de la comunicación y en dis-ciplinas sociales presenta fortalezas y de-bilidades. (Ver cuadro 2)

Ejemplo de modelo metodológico

El modelo metodológico de investiga-ción de Vasallo de Lopes (1999) repre-senta el proceso de investigación en co-municación a partir de etapas y niveles deinvestigación. Dicho modelo, en términosgenerales, se basa en los siguientes prin-cipios:1. Se apoya en los siguientes enfoques:

sociología crítica de Gastón Bache-lard y Pierre Bourdieu, paradigma his-tórico de la globalización de OctavioIanni, pensamiento complejo deEdgar Morin, paradigma institucionalde Inmanuel Wallerstein y modelo lin-güístico de Roman Jakobson.

2. Bachelard sostiene que la ciencia pro-gresa en la medida en que el investi-gador sea capaz de hacer conscientelos obstáculos epistemológicos quesuelen aparecer en el quehacer inves-

tigativo, como por ejemplo: empi-rismo inmediato, prejuicios, sentidocomún, obstáculo verbal.

3. Bourdieu denomina campo científicoal contexto institucional donde con-vergen una serie de intereses persona-les y colectivos en torno al poder aca-démico y el modo de concebir la cien-cia. En este contexto: “(…) median larelación entre las variables sociológi-cas globales y el discurso científico.”(Ibíd: 14-15). La posición dominantey la estructura social de los miembrosde una comunidad científica no es au-tónoma, depende de otras mediacio-nes sociales: Estado y sistema educa-tivo, cultural, político y económico.

4. Ianni expresa que el campo de la co-municación en la sociedad globali-zada ha sabido aprovechar, en ciertamedida, los avances de las ciencias so-ciales y naturales; el intercambio recí-proco entre universidades y centros deinvestigación; la discusión teóricamultidisciplinaria; la conformación deequipos de trabajo más complejos,pluridisciplinarios y extramuros; laactualización de métodos y técnicasde estudio; la visibilidad de la investi-gación a escala planetaria.

5. Pese a los factores positivos de ordenglobal, Vasallo de Lopes afirma que sesiguen detectando falencias en elcampo de la comunicación: ausencia dereflexión crítica epistemológica, debi-lidad teórica, imprecisión conceptual,desconocimiento del campo del saber,falta de visión metodológica inte-grada, deficiente combinación de mé-todos y técnicas, insistencia en separarenfoques cuantitativos y cualitativos.

6. Morin considera que el conocimientose sustenta en problemas particularesque deben plantearse en su contextosin perder de vista el ámbito planeta-rio. Se requiere de enfoques comple-jos para comprender la realidad y deesta manera evitar el saber fragmen-

ción

CUADRO 2

Ventajas Inconvenientes

Evita empezar desde cero en el estudio. Nos da un enfoque previo: prejuicios.

Facilita la acumulación de conocimientos. No facilita el contraste con la realidad.

Hace posible la comunicación. Ofrece dificultades para el cambiode perspectivas.

Procura una base en común de diálogo Los hechos deben deducirse de la realidad, a todos los que los comparten. no de los modelos.

Fuente: A. Lucas (2002:80), en Berganza y Ruiz (2005:26)

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comunica ción68

tado y la hiperespecialización científica.Pensar significa, entre otros aspectos:establecer interacciones y retroaccio-nes entre las partes y el todo así comoincentivar el razonamiento esencial,multidimensional, transversal y trans-nacional.

7. Wallerstein asevera que las cienciassociales han generado un saber espe-cializado e institucionalizado en lasdisciplinas, razón por la cual se re-quiere del concurso de los campos delconocimiento para trascender la secto-rialización del conocimiento. Pone enduda la existencia de criterios sólidosque garanticen las fronteras entre dis-ciplinas sociales. “Todos los criteriospresumibles –niveles de análisis, obje-tos, métodos, enfoques teóricos– o yano son verdaderos en la práctica, o, sise mantienen, son obstáculos de acon-tecimientos posteriores, antes que es-tímulos para su creación”. (Ibíd: 16-17).

8. La ciencia es un lenguaje que se orga-niza en dos ejes: paradigma y sin-tagma, tal como lo entiende la semió-tica estructuralista de Jakobson. El ejeparadigmático, o de la lengua, radicaen la combinación y selección de sig-nos y códigos convencionales admiti-dos por una sociedad científica, mien-tras que el eje sintagmático corres-ponde a la práctica de investigaciónque se asocia con el acto de hablar yaque se utilizan argumentos científicos,protocolos y saberes para comunicar-los de acuerdo a la intención particu-lar del investigador.

9. El modelo metodológico de Vasallo deLopes se organiza sobre los ejes men-cionados. El eje paradigmático estárepresentado por los niveles de inves-tigación denominados epistemoló-gico, teórico, metódico y técnico y eleje sintagmático está constituido por lasetapas de la investigación: definicióndel objeto, observación, descripción,interpretación, conclusiones y biblio-grafía. Este eje posibilita la comunica-ción, la expresión, la visualización y laoperacionalización de decisiones yopciones teóricas que residen en el ejeparadigmático, también consideradocomo eje de las mediaciones cogniti-vas, históricas y científicas, a partir delcual construimos el objeto científico.Esta propuesta metodológica, que pre-sentamos en el gráfico 1⁴, es de nota-ble utilidad porque articula etapas yniveles de investigación con el propó-sito de motivar la reflexión crítica

orientada a la construcción del objetode estudio en comunicación.

7. Planificación de la investigación

Para Del Río y Velázquez (2005)⁵, la in-vestigación es un proceso que nos permiteacceder al conocimiento científico. En loque sigue, explicaremos, según estas au-toras, en términos generales, lo concer-niente a la planificación de la investiga-ción en comunicación: 1. Concepción de la idea. Es de muy va-

riada índole y por lo general dependede la revisión bibliográfica sobre eltema, de los antecedentes globales yparticulares sobre lo que se pretende in-vestigar y de los conocimientos conlos que se cuenta para construir el ob-jeto de estudio.

2. Planteamiento del problema. Consisteen identificar, entre otros aspectos,dudas, carencias, falta de conoci-miento existente, debilidades teórico-metodológicas y situaciones socialesque ameritan la intervención de lasdisciplinas sociales. La situación pro-blemática debe expresarse de maneradiáfana y precisa a fin de evitar argu-mentos irrelevantes y dispersión encuanto a los objetivos del estudio. Elproblema es aquello que queremos re-solver mediante pruebas empíricas to-mando en cuenta tres elementos: obje-tivos, preguntas y justificación.2.1. Objetivos. Los objetivos son elmarco general de conocimiento que sepretende alcanzar en un estudio. El ob-jetivo general orienta la investigacióny responde a tendencias teóricas delproceso de investigación; mientras

que los objetivos específicos son:“(…) aquellos fines que la investiga-ción pretende alcanzar en sí misma”(Ibidem). 2.2. Preguntas. Forman parte del pro-blema de investigación y deben resu-mir lo que se hará en la investigación.Por ejemplo, si nos planteamos des-cribir los cambios suscitados en las ru-tinas profesionales en el medio televi-sivo a partir de la convergencia tecno-lógica, se puede formular la siguientepregunta: “¿Cuáles son las transfor-maciones operadas en las rutinas pro-fesionales en el medio televisivo antela convergencia tecnológica?” (Ibíd.). 2.3. Justificación. En esta parte se ex-plicitan los beneficios que reporta lainvestigación, considerando los si-guientes factores: conveniencia, pro-yección social, implicaciones prácti-cas, aporte teórico y metodológico.Conveniencia: tiene que ver con lafactibilidad o no de utilizar un marcoteórico para explicar fenómenos so-ciales. Proyección social: el estudioresponde a las demandas de institu-ciones y grupos sociales. Implicacio-nes prácticas: se resuelven problemasconcretos requeridos por la sociedad.Aporte teórico y metodológico: surgeun nuevo modelo teórico para explicarla realidad a partir de la refutación yreplanteamiento de conceptos y ten-dencias.

3. Antecedentes. Refiere a la literaturacientífica que se ha producido sobreun tema de interés. “Por lo que se re-quiere situar antecedentes y estado ac-tual de los presupuestos teóricos y me-todológicos que sirven al investigadorpara recuperar y recopilar toda aque-

GRÁFICO 1. Modelo metodológico de investigación

PARADIGMA

SINTAGMAEtapas de la investigaciónpráctica

Niv

eles

de

la in

vest

igac

ión

Dis

curs

o

N i v e l e p i s t e m o l ó g i c o

N i v e l t e ó r i c o

N i v e l m e t ó d i c o

N i v e l t é c n i c o

Definicióndel objeto

Observación Descripción Interpretación Conclusiones Bibliografía

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69comunica

lla información documental que le esnecesaria para desarrollar su investi-gación”. (Ibíd:50).

4. Bases teóricas. Consiste en explicitarprincipios paradigmáticos, teóricos ymetodológicos del tema de estudio.Este procedimiento sólo es posible siconocemos en profundidad los antece-dentes.

5. Carácter de la investigación. Dependedel nivel de conocimiento que se pre-tende alcanzar en un estudio, a saber:exploratorio, descriptivo, explicativo,correlacional. Exploratorio: el tema espoco abordado, novedoso, en algunoscasos desconocido. Descriptivo: seidentifica aspectos significativos de untema. Explicativo: se propone unaserie de argumentos teóricos para ex-plicar por qué ocurre un fenómeno,cuáles son sus causas y cómo varía unasituación determinada en presencia deotras situaciones. Correlacional: seestudia relaciones de diversos concep-tos o variables entre sí.

GUSTAVO HERNÁNDEZ DÍAZProfesor Titular de la UCV. Actualmentedirector del Ininco de la Facultad deHumanidades y Educación de la UCV.Miembro de la revista Comunicación.Doctor en Ciencias Sociales de laUniversidad Central de Venezuela.

Referencias

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BERGANZA y SAN ROMÁN (Coordinadores),(2005): Investigar en comunicación. Guía prác-tica de métodos y técnicas de investigación socialen Comunicación. Madrid: McGraw-Hill.

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JENSEN, K.B. y N.W., Jankowski (1993): Metodo-logías cualitativas de investigación en comuni-cación de masas. Barcelona: Bosch Casa Edito-rial. S.A.

OROZCO GÓMEZ, Guillermo (1997): La investi-gación en comunicación desde la perspectivacualitativa. Buenos Aires: Facultad de perio-dismo y Comunicación Social, Universidad Na-cional de La Plata.

VASALLO de LOPES, Maria Immacolata (1999):“La investigación en comunicación: cuestionesepistemológicas, teóricas y metodológicas”. En:Revista Diálogos de la Comunicación Nº56, Bra-sil: Federación Latinoamericana de Facultades deComunicación Social.

Epistemología

KUHN, Thomas (1975): La estructura de las revo-luciones científicas. México: Fondo de CulturaEconómica.

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ARIAS, Fidias: El proyecto de investigación: guíapara su elaboración. Caracas: Editorial Epis-teme.

HERNÁNDEZ, FERNÁNDEZ y BAPTISTA(1991): Metodología de la investigación. Mé-xico: McGraw-Gill.

HURTADO DE BARRERA, Jacqueline: (2010):Metodología de la investigación: guía para unacomprensión holística de la ciencia. Caracas:Quirón Ediciones.

________ (2007): El proyecto de investigación:comprensión holística de la metodología y la in-vestigación. Caracas, Venezuela: Ediciones Qui-rón.

RAMÍREZ, Tulio (2007): Cómo hacer un proyectode investigación. Caracas: Editorial Panapo.

SABINO, Carlos (2007): El proceso de investiga-ción. Caracas: Editorial Panapo.

Notas

1 El trabajo “El método científico aplicado a la in-vestigación en Comunicación Mediática”, formaparte del libro coordinado por BERGANZA yRUIZ (2005): Investigar en comunicación. Guíapráctica de métodos y técnicas de investigaciónsocial en Comunicación. Madrid: McGraw-Hill.

2 Vinuesa y Sánchez publicaron La Encuesta. Ob-servación extensiva de la realidad social y análi-sis de contenido cuantitativo de medios, respec-tivamente, mientras que De Miguel es autor de losartículos: “Entrevista en profundidad a losemisores y los receptores de los medios, El grupode discusión y sus aplicaciones en la investi-gación en comunicación” y “La observación sis-temática y participantes como herramienta deanálisis de los fenómenos comunicativos”. Estostrabajos forman parte del libro coordinado porBerganza y Ruiz (2005): Investigar en comuni-cación. Guía práctica de métodos y técnicas deinvestigación social en Comunicación, Madrid,McGraw-Hill.

3 Este trabajo se encuentra en el libro coordinadopor Berganza y Ruiz (2005), que ya hemos men-cionado.

4 Véase:http://es..geocities.com/rscfotos/artícu-los/epistema.pdf/ Documento recuperado el 26de marzo de 2007.

5 El trabajo “Planificación de la investigación enComunicación: fases del proceso”, forma partedel libro coordinado por BERGANZA y RUIZ(2005): Investigar en comunicación. Guía prác-tica de métodos y técnicas de investigación socialen Comunicación, Madrid, McGraw-Hill.

ción

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comunica ción70 tema central

Lo que en otros tiempos no muy le-janos se entendía de forma in-equívoca como teoría de la co-municación ahora ha pasado aconsiderarse como pensamiento

débil, diluido..., líquido en el mejor de loscasos. En la Sociedad de la Información(SI) las teorías de la comunicación ya noson lo que eran, como lo han demostradoMachlup, Masuda, Bell, Drucker, Cas-tells, Trejo, Dertouzos, Fukuyama,Chomsky, Giddens, Huntington, Post-man, Jenkins, Fidler, Tapscott o Baumanentre otros, quienes con sus diferentes re-flexiones y aportaciones han ayudado aentender el nuevo panorama.

Evolución dispar

Se aprecia, en primer lugar, que el campode la comunicación ha experimentado enlos últimos años cambios de enorme ca-lado como consecuencia del desarrollo delas nuevas tecnologías digitales asociadasa la informática y a las telecomunicacio-nes y que tiene su máximo exponente enInternet como el gran recurso interperso-nal, social y global de comunicación, ade-más de los medios clásicos de prensa,radio y televisión. Se ha formado así elllamado hipersector de la comunicación,en el que cualquier análisis parece tenercabida.

Un primer aviso de lo que podía llegara ser la SI apareció hacia la mitad del sigloXX con la irrupción de la televisión en elescenario social. En aquel momento, losmedios ya instalados (prensa y radio) re-definieron sus funciones para adaptarse al

nuevo sistema de medios. Sin embargo,hasta ahora no puede decirse lo mismo dela explosión de Internet, pues ni los viejosmedios han logrado reinventarse todavía,ni los nuevos –digitales– han acabado dedefinir sus potencialidades.

Es verdad que en todo este tiempo latecnología ha avanzado mucho, pero no seha recorrido el mismo camino en la for-mulación teórica de estos avances. Lanueva situación de la comunicación sesigue analizando desde metodologías ycategorías clásicas que difícilmente danrespuesta a las nuevas demandas. Todavíano se sabe –por citar dos ejemplos concretosy significativos– cómo hacer frente desdeel punto de vista teórico al espectaculardesarrollo de los móviles o a las nuevas me-todologías cualitativas de medición de au-diencias de las televisiones digitales mul-tipantalla, toda vez que el nuevo marcomediático implica una nueva concepciónde las audiencias, ciertamente masivaspero también cada vez más fragmentadas,personalizadas e interactivas.

Desde la década de 1970 hasta nues-tros días, la SI ha funcionado sobre la basede constantes cambios asociados a la ra-pidísima transformación de las Tecnolo-gías de la Información y la Comunicación(TIC). Pero aun así, podríamos estar deacuerdo en definirla como lo hizo la Cum-bre de la Sociedad de la Información, ce-lebrada en Ginebra (Suiza), en 2003:

La Sociedad de la Información debeestar centrada en la persona, debe ser in-tegradora y orientada al desarrollo, en laque todos puedan crear, consultar, utilizary compartir la información y el conoci-miento, para que las personas, las comu-

El campo de la comunicaciónha sufrido una enorme y radicaltransformación desde los iniciosde la llamada Sociedad de laInformación (SI) hace alrededorde medio siglo. Sin embargo,el desarrollo teórico no ha seguidoel mismo ritmo. La teoría de lacomunicación debe avanzar y hade hacerlo en el contexto de unasociedad caracterizada por vertigi-nosos cambios donde la consolida-ción e implantación de hábitosy costumbres resulta cada vezmás difícil.

■ JOSÉ FERNÁNDEZ BEAUMONT

Sociedad de la Información (SI) y pensamiento líquido

La necesaria adaptación de la teoría de la comunicación

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71comunica ción

Galería de Papel. Petre Maxim. Redes en la playa del Morro, Edo. Apure. 1959.

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comunica ción72

nidades y los pueblos puedan emplear ple-namente sus posibilidades en la promo-ción de su desarrollo sostenible y en lamejora de su calidad de vida. Poco o nadamás se podría añadir.

Sin embargo, este concepto –cons-tructivo pero ideal– a veces falla en laaplicación. La SI no es un sistema per-fecto. En ella se registran, por ejemplo,múltiples brechas digitales que pueden ysuelen agrandar todavía más las diferen-cias entre personas usuarias o no de lasTIC. Por otra parte, algunos autores críti-cos de la última hornada han señalado lospeligros de los antiguos y nuevos mediospara influir inadecuadamente en las con-ciencias, como la práctica del story te-lling, manejada por los grupos económi-cos a través de una mezcla de periodismoy publicidad. Son éstas algunas de lasconsecuencias no deseadas de la informa-ción globalizada.

El papel de Internet

De cualquier manera, nadie niega la reali-dad de esta sociedad que en sus últimas ma-nifestaciones contempla consecuenciasinéditas y aparentemente inabarcables dela aplicación de la Internet social e inteli-gente. Es indiscutible que a estas alturasla Red de redes desempeña un papel muyimportante como medio que facilita el ac-ceso e intercambio de información ydatos. Los weblogs y las redes sociales sepresentan en la actualidad como nuevasherramientas que incentivan la creación, re-producción y manipulación de informa-ción y conocimientos, aunque presentanen el nivel operativo importantes proble-mas de seguridad, gobernanza, ataques ala intimidad y otros.

Vivimos en un sistema de comunica-ción al que podríamos llamar de flujosmany to many, para diferenciarlo del an-terior, o comunicación de masas basadoen el one to many. Por eso el reto para losindividuos que se relacionan ahora conmúltiples áreas de conocimiento es vivirde acuerdo con las exigencias de la nuevasociedad, estar informados y actualiza-dos, innovar, pero sobre todo generar e in-tercambiar propuestas y conocimientosque conviven con los millones de datosque circulan por la Red.

Para apuntalar estas afirmaciones po-demos hacer un brevísimo y siempre mu-tilado recorrido por el significado de algunosautores. En sus iniciales aportaciones,Daniel Bell advertía en su obra más cono-cida, El advenimiento de la sociedad post-

industrial (1973), de un cambio histórico,es decir: la transición hacia un modelo ba-sado en la información y el conocimiento,cuyas consecuencias alcanzan a las rela-ciones de poder, la estratificación social yla reconfiguración de los valores políti-cos, sociales y culturales. Para Bell, lasTIC dan proyección a la ruptura históricasobre los modelos y períodos previos.

Desde otras perspectivas pero com-partiendo bases similares, el sociólogo es-pañol Manuel Castells ha desarrolladocon nitidez un corpus de análisis sobre laactual SI o del Conocimiento en lo que susexegetas llaman Teoría de la SociedadRed en su monumental trilogía (la era dela información: economía, sociedad y cul-tura). En ella destacan, entre otras múlti-ples aportaciones, una primera cartografíaglobal de los nuevos tiempos y un primerdiagnóstico razonado de las incertidum-bres y esperanzas de una nueva sociedadque galopa a lomos de las nuevas tecnolo-gías –en especial Internet– hacia un pro-ceso de globalización irreversible.

Incertidumbres y esperanzas

Conclusiones como éstas sobre el desa-rrollo tecnológico que define a la SI sonunánimes en todos los autores. Utilizandola terminología ya clásica de UmbertoEco, se observa claramente un grupo de au-tores integrados (Bill Gates, Michael Der-touzos y Nicholas Negroponte, entreotros) que coinciden, aunque no todos enel mismo grado, en una fe darwinista en elmercado como regulador de todas las nue-vas formas de comunicación que aporta-

rán, en cualquier caso, el beneficio de lasnuevas ocupaciones y negocios.

Por otra parte destaca el grupo de apo-calípticos (Neil Postman, Francis Fuku-yama, Samuel Huntington, Anthony Gid-dens, Noam Chomsky, Ignacio Ramo-net...), que hablan también de aspectos ne-gativos o al menos muy conflictivos de laSI. Algunos de estos autores parecen decirque, bajo su apariencia de progreso y neu-tralidad, las TIC aportan muchas ventajas,pero plantean también serios problemas.Uno de ellos, y probablemente no elmenor, es cómo acceder al torrente de in-formaciones que fluyen sin control ycómo utilizarlas de una forma racional ycrítica, es decir, separada de la carga de ma-nipulación con la que llegan acompaña-das.

Convergencia y multimedia

Convergencia y multimedia son tambiéndos conceptos mágicos íntimamente liga-dos a la SI (sociedad digital). La sociedaddigital es convergente, es decir, confluyenen ella muchas disciplinas, tareas y espe-cialidades del saber y del hacer que antesacostumbraban a funcionar por separado.La reflexión teórica sobre estos fenóme-nos nos conducirá hacia una nueva episte-mología. De momento apreciamos quedebido a la digitalización, la convergenciatecnológica es una realidad incontestable,aunque todavía no hayamos sabido o po-dido aplicarla y utilizar muchas de sus po-tenciales ventajas.

La base tecnológica de la convergen-cia conduce a las interrelaciones y activi-dades económicas y a planteamientos enclave multimedia, entendido este fenó-meno como la unión de las diferentes tec-nologías en una única plataforma (radio,televisión, ordenador, teléfono móvil detercera generación) o como la existenciade grupos (empresas) que crean y explo-tan varias clases de negocios de comuni-cación (periódicos, revistas, emisoras deradio, cadenas de televisión, medios digi-tales, portales de Internet). Esto supone laapertura y adaptación a nuevos plantea-mientos teóricos y de mercado.

Así lo entiende Henry Jenkins al defi-nir la convergencia de medios como:

(…) el flujo de contenidos a través demúltiples plataformas mediáticas, la coo-peración entre múltiples industrias y elcomportamiento migratorio de las au-diencias, dispuestas a ir casi a cualquierparte en busca del tipo deseado de expe-riencias de entretenimiento.

La sociedad digital esconvergente, es decir, conflu-yen en ella muchas discipli-nas, tareas y especialidadesdel saber y del hacer queantes acostumbraban a fun-cionar por separado. La refle-xión teórica sobre estos fenó-menos nos conducirá haciauna nueva epistemología.

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73comunica

La convergencia también ha sido res-ponsable, por ejemplo, del declive de losperiódicos en papel a medida que los lec-tores han migrado hacia Internet y los dia-rios han sufrido drásticas reducciones ensus ingresos publicitarios. Aquí cabe per-fectamente la referencia a las teorías de lamediamorfosis de Roger Fidler.

La convergencia ha cambiado ademásla forma de vivir la comunicación dentrode los grupos sociales. Mientras las co-munidades digitales trabajan de formadescentralizada y basada en prosumidores(productores-consumidores, consumido-res de contenido que también los produ-cen), los medios tradicionales tienen unaestructura de trabajo y poder altamenteconcentrada. Los prosumidores rompencon el esquema de personas anónimas quereciben pasivamente los contenidos queles llegan por la radio o la televisión. Ellosinteractúan con su programación entiempo real gracias al PC o a la plataformaa través de la que estén consumiendo con-tenidos (PDA, móviles, consolas de jue-gos, etcétera), suben vídeos, envían foto-grafías y forman parte de una comunidaddigital.

Comunicación móvil y redes

Por otra parte, la comunicación a través dedispositivos móviles integrados, especial-mente el teléfono móvil, está cambiandoradicalmente la forma de experimentar lacomunicación y plantea, a la vez, consi-deraciones teóricas que se están llevandoa cabo con cuentagotas. Podrían citarse eneste sentido las aportaciones de MauricioFerraris (y su ontología de la distancia) yPeter Sloterdijk, con sus paradigmas de lacomunicación móvil.

Movilidad y nuevas pantallas sonahora la base de la comunicación. El es-pectáculo no ha hecho más que empezar.A finales de la primera década del sigloXXI, el uso de Internet concierne con cre-ces a la cuarta parte de la población mun-dial. En este universo, los amigos de redessociales como MySpace, Youtube, Face-book, Bebo y otros, se cuentan por millo-nes. Son los nuevos webactores, que coin-ciden con la llamada generación digital yque pretenden crear nuevos valores en lacomunicación.

Tim O’Reilly, habla de Web 2.0 parareferirse a la Internet de las redes sociales,aunque Don Tapscott prefiere usar el tér-mino wikinomics por su cercanía a la Wi-kipedia, fenómeno referido al paradigmade red social en su más alto nivel teórico.

Los enlaces son la esencia de la Red.Así lo sostenían ya en 1990 Tim Berners-Lee y Robert Caillau, pioneros de la Web.Es más, los enlaces crean las redes. Lodice Laszló Barabási (2002), uno de losmascarones de proa de la jovencísimaCiencia de las redes. Las redes son lanueva geometría del mundo moderno.

El orden dentro del caos

Este sistema, totalmente caótico, ha dadolugar a un nuevo tipo de organización de-nominada folksonomía, que se presentabajo la forma de nubes de información yno de jerarquías, las cuales, en vez de di-señarse a priori se desarrollan de formaorgánica y no pertenecen ni están contro-ladas por nadie. Veámoslo por el lado po-sitivo. Es evidente que compartimos “unasituación cargada de riqueza”, señala, porejemplo, David Weinberger(2007).

Y llegamos, por fin, adonde quería-mos llegar. No es extraño, por todo ello,que compartamos con Zygmunt Baumanla teoría del pensamiento líquido, que secaracteriza “por ser una cultura de la dis-continuidad y del olvido; que no educa enla reflexión con profundidad ni en la acti-tud de búsqueda, sino en la ojeada fugaz.No hay convicciones firmes, sólo opinio-nes diletantes que pueden cambiar ense-guida en la política y en el debate intelec-tual”.

En la última encrucijada de la SI todoes líquido, inconsistente, evanescente.Las condiciones de vida y de acción o lasestrategias de respuesta se modifican contal celeridad que no pueden consolidarseni traducirse en hábitos y costumbres.Nuestro mundo avanza vertiginosamentepero sin rumbo, cambia compulsivamentepero sin consistencia. No hay tiempo paraque las cosas echen raíces. La precariedades el signo de nuestro tiempo. Siemprehay que estar empezando y terminando.

JOSÉ FERNÁNDEZ-BEAUMONT Español. Profesor de Periodismo Institucional y de Gestión de Empresa Informativa en la Universidad Carlos IIIde Madrid.

Referencias

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WEINBERGER, D. (2007): Everything is miscella-neous. The power of the new digital disorder.Times Books.

Los prosumidores rompencon el esquema de personasanónimas que reciben pasiva-mente los contenidos que lesllegan por la radio o la televi-sión. Ellos interactúan consu programación en tiemporeal gracias al PC o a la plata-forma a través de la que estén consumiendo conteni-dos, suben vídeos, envían fotografías y forman parte deuna comunidad digital.

“ción

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comunica ción74 tema central

Galería de Papel. Petre Maxim. Vista del claustro con columnas. Circa 1966.

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75comunica

Profesoras y profesores, alumnas yalumnos que han seguido estecurso de teoría de la comunica-ción: desde mediados del siglo pa-

sado, las ciencias que se ocupan del hom-bre, de sus orígenes y de sus obras estántransformando sus formas de hacer, suscontenidos y sus fronteras. Es una revolu-ción de los métodos y a la vez epistemo-lógica, que también está cambiando ellugar que ocupa la teoría de la comunica-ción entre los saberes. Está la teoría de lacomunicación dejando de ser materiafragmentada, construida con los exceden-tes de un repertorio variopinto de disci-plinas que toman en cuenta interaccionescomunicativas, desde la lingüística hastala economía política, de la etiología a lasicosociología, desde la estética hasta la so-ciología de los valores¹. Esta teoría de lacomunicación renovada, con su específicaidentidad de conocimiento sobre lo queinforma, aparece para anudar las cienciasdel hombre con las ciencias de la evolu-ción.

Les he mostrado a lo largo de veinte lec-ciones cuáles son y cómo se hacen los con-tenidos de la teoría de la comunicación. Yhan podido darse cuenta de que ahora, másque nunca, los estudios sociales y cultura-les de la comunicación encuentran en ellasu firme soporte. Precisamente porque lateoría ha aclarado el vínculo que las cien-cias de la comunicación tienen con la pale-ontología y la antropología.

Creo que para una audiencia consti-tuida por universitarias y universitarios,

conviene dedicar esta última conferenciadel curso a reflexionar sobre la transmisiónde estos conocimientos en las universida-des donde se enseñan carreras de comu-nicación.

Parece lógico que las alumnas y losalumnos puedan adquirir conciencia deque los estudios que están realizando tam-bién tienen dimensiones científicas. Aun-que cuando se titulen, la mayoría se vayaa ocupar de tareas profesionales en em-presas privadas u organismos públicos.

Esta reflexión parece pertinente, por-que está aumentando la incongruenciaentre las orientaciones de la comunica-ción en los ámbitos científicos y en lasaulas. Más investigadores utilizan losanálisis teóricos de la comunicación, cadavez en más ámbitos. Y al tiempo, en al-gunos planes de estudios, la enseñanza dela comunicación se va reduciendo a loscontenidos instrumentales. El enfoqueateórico de la enseñanza de la comunica-ción empobrece la formación universita-ria. Pero sobre todo puede degradar la do-cencia a un mero programa dedicado a lastécnicas de control social. Porque en elámbito de la comunicación los contenidosinstrumentales fácilmente se confundencon los conocimientos que instrumentan.Así sucede cuando la formación técnicade los futuros profesionales de la comu-nicación está orientada principal o exclu-sivamente a la explotación inescrupulosade las tecnologías y de las mañas del ofi-cio; a capacitar a los y las estudiantes paraque algún colectivo haga determinadas

ción

¿Para qué sirve estudiar teoría de la comunicación?

El autor parte de la premisa deque sí existe una ciencia de la co-municación. Desde ahí nos planteael lugar que ocupan las teoríasde la comunicación con las cienciasdel hombre y cómo esas cienciasdel hombre y la evolución le estánobligando a la teoría de la comuni-cación a dejar de ser un repertoriovariopinto para convertirse enuna teoría de la comunicación conidentidad de conocimiento propio.Porque la comunicación tieneque ver con la antropología y conlas ciencias de la evolución. Porquela comunicación, según el autordel escrito, se ha convertido enla herramienta del conocimientoy de la cultura.

■ MANUEL MARTÍN SERRANO

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comunica ción76

cosas de determinada forma (por ejemplo,comprar, votar, trabajar).

En estos diseños docentes el recurso altérmino comunicación es una apropiaciónindebida. Sirve en muchos casos para dis-frazar la manipulación, legitimada comoparte del conocimiento universitario. Así,donde se siguen enseñando las mismas es-trategias publicitarias abusivas, ahora seprefiere escribir comunicación para elconsumo; donde se continúa enseñandocómo usar la imagen y el discurso para elcontrol electoral, cabe ahora oír comuni-cación política; donde se mantienen pro-gramas que enseñan a servirse de la coer-ción psicológica, antes se decía relacioneslaborales y ahora se dice comunicacioneshumanas.

No cabe duda de que la producción so-cial de comunicación también está impli-cada en el consumo, la política, las rela-ciones laborales. Por eso la enseñanzauniversitaria tiene que tomar en cuenta lasdimensiones teóricas y las consecuenciassociales de las actividades comunicativasque se vayan a llevar a cabo en estos ám-bitos. Esa formación transciende las apli-caciones de los conocimientos comunica-tivos que se llevan a cabo en los enfoquesinstrumentales².

No está al alcance del teórico de la co-municación (ni de ningún otro teórico)impedir que su saber pueda ser utilizadopara reducir la libertad de las personas yaumentar el poder de los controladores.De hecho la teoría de la comunicaciónviene siendo refuncionalizada desde susorígenes, como herramienta de dominioeconómico, útil de manipulación electoral,recurso para planificar el engaño masivoo práctica de domesticación de los hom-bres. Pero al tiempo, la presencia de lateoría en los planes de estudio de las uni-versidades, ha impedido que la enseñanzade la comunicación se haya degradado ala condición de mera técnica de control.

Me parece que un universitario quecurse estudios de comunicación tiene de-recho a salir de las aulas sabiendo distin-guir entre la obra del científico y la delmanipulador. Es una distinción sencilla deestablecer ³:■ El científico está interesado en hacer

saber. Crea y enseña conocimientopara que quienes lo utilicen amplíensu autonomía. En este caso, la autono-mía del alumno crece, en la medida enque pueda saber lo que la comunica-ción hace que otros hagan. Descubriráque el uso que haga de sus competen-cias comunicativas va a afectar suexistencia y la de los demás.

■ En cambio, el controlador está intere-sado en hacer hacer. En este caso, alalumnado se le ofrece conocimientocientífico, en la medida en que sirvapara dirigir el comportamiento de laspersonas hacia el objetivo que el pro-fesional de la comunicación tenga en-comendado.

La línea divisoria entre la teoría de lacomunicación y las técnicas de control so-cial que recurren a la comunicación, pasapor el lugar que, desde siempre, ha sepa-rado a los científicos de los sofistas: la re-flexión científica es un saber desintere-sado.

El desinterés del teórico no significa in-diferencia: ni ante los usos del saber nirespecto a sus consecuencias. Hacer saberincluye que los destinatarios estén capaci-tados para detectar lo que pretenden hacerleshacer los controladores que ahora les for-man y luego les contratan. De aquí el ca-rácter crítico que es consustancial contoda teoría que se ocupe de saberes quevan a ser aplicados profesionalmente.

El diseño de los contenidos de la en-señanza universitaria de la comunicaciónes asunto científico. Pero también tienedimensiones políticas. Porque desde fina-les del siglo XIX hay instituciones quehan declarado su propósito de interveniren la enseñanza de la comunicación paraorientar los estudios hacia la propagandade sus ideas y la defensa de sus intereses.Hasta hace veinticinco años estos inter-ventores eran casi siempre organizacionesconfesionales. Actualmente suelen sercorporaciones y agencias multinaciona-les. Y todas han hecho y hacen esfuerzos

para desembarcar en las universidades. Enunos casos, se encargan directamente dela formación de los profesionales de la co-municación. En otros casos, presionanpara que se prepare en las aulas a la clasede manipuladores que esas institucionesde control social necesitan ⁴.■ Necesitan en nuestra época globali-

zada profesionales de la comunica-ción que trabajen en interés de las nue-vas formas de colonialismo cultural.Profesionales capacitados para dise-ñar la penetración cuasi monopolísticade productos comunicativos multina-cionales, principalmente a través delas nuevas y las viejas pantallas.Este modo de hacer comunicación que

ignora y lamina la diversidad culturalhace que se extingan identidades, formasde vivir, tradiciones, conocimientos y ha-bilidades. Destruye capitales intangiblesque son patrimonio de la humanidad y,por lo tanto, globalizan la pobreza. Recu-rre al profesional de la comunicación quetal vez llegó a la universidad con afanescreativos, como un técnico de la descrea-ción. ■ Necesitan, en nuestro tiempo, de pro-

fesionales que aticen desde los mediosde comunicación para masas el beli-cismo de los ciudadanos, en los mesesprevios a las invasiones militares. Ex-pertos de la mistificación que disfracende nobles principios democráticos yhumanitarios los intereses geopolíti-cos de las naciones imperialistas. Ma-nipuladores de la comunicación queson piezas fundamentales en el plane-amiento de las guerras de diseño queasolan al mundo. Son expertos en ladeshumanización que cuando estén encurso las acciones bélicas, convertiránla barbarie de los bombardeos en es-pectáculos. Profesionales al serviciode los actuales señores de la guerraque programarán la desinformación,para que el sufrimiento y las tropelíasno sean visibles, ni para los cronistasde los medios de comunicación ni paralas audiencias.Este estado de cosas muestra que la

enseñanza teórica de la comunicacióntiene utilidad práctica y no sólo científica.Porque al contrario de lo que algunoscreen, teoría no se contrapone a práctica.Toda actividad socialmente organizada,incluida la práctica profesional de la co-municación, aplica alguna teoría, aunqueno esté explícita o sea falsa.

Un planteamiento de la comunicaciónque teoriza, sólo se opone a otro que ins-trumenta. Le desmonta y le relativiza en

Me parece que un universita-rio que curse estudios decomunicación tiene derechoa salir de las aulas sabiendodistinguir entre la obra delcientífico y la del manipula-dor. Es una distinción sencillade establecer

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77comunica

la medida en que la teoría relaciona el usoprofesional de los medios y las técnicas dela comunicación con los fines que persi-gue esa mediación, y con los efectos quegenera.

Es el momento de preguntarse por lametodología que capacite a docentes y afuturos profesionales de la comunicación,para dar el paso del saber al comprender.Comenzaba este curso diciendo que loque se sabe no es el límite para la Teoría,sino el umbral del conocimiento. Y queese umbral se traspasa mediante la inte-rrogación metódica por el cómo, el porqué y el qué de la comunicación. Y lesproponía que formulasen una preguntaque abre la puerta de la teoría de la comu-nicación y de paso, las mentes: “¿Cómo es(a veces) posible que la comunicación seaposible?” o alternativamente: “¿cómo es po-sible (a veces) que la comunicación no seaposible?”.

El estudio científico de la comunica-ción se funda en esa pregunta. La teoría ladesagrega en un repertorio de cuestionesmás concretas que están en ella implícitas.Y trata de encontrar las correspondientesrespuestas. En este curso ha habido oca-sión de examinar algunas de las cuestio-nes que actualmente se están investi-gando, para las que empezamos a tenerrespuestas. Por ejemplo:— ¿Cómo es posible que la capacidad de

relacionarse con otros recurriendo a lainformación haya aparecido hace 650millones de años en la naturaleza?¿Qué hace posible que un animal ad-quiera capacidades comunicativasantes de que exista la sociedad y los len-guajes de los hombres?

— ¿Qué hace posible o imposible con-vertir las cosas materiales en soportesexpresivos de informaciones inmate-riales?

— ¿Qué hace posible o imposible el em-pleo de las energías naturales comoseñales indicativas entre los actores dela comunicación?

— Cómo es posible que a veces puedacomunicarse a propósito de cualquierobjeto de referencia; entre ellos,cosas, personas, ideas, cualidades,actos, acontecimientos reales e irrea-les, presentes, pasados o futuros, posi-bles o imposibles? ¿Cómo es posibleque los comportamientos combinen laeficacia de las fuerzas que modificanel mundo, con la finura de la informa-ción que lo describe? ¿Por qué lo quese hace se puede articular con lo quese indica? ⁵

— ¿Qué hace posible o imposible la sa-tisfacción de las necesidades y expec-tativas de los actores por medio de lacomunicación? ¿Cómo es posible quea veces la comunicación resulte inter-venida o mediatizada por otras instan-cias? ¿Qué hace posible o imposible laautonomía de la comunicación?

— ¿Y cómo es posible que a veces la co-municación intervenga o mediaticeotras instancias? ¿Qué hace posible oimposible el control por la comunica-ción? Hemos llevado a cabo un recorrido

desde los orígenes y usos biológicos de lacomunicación, hasta sus empleos cultura-les y funciones sociales. Este enfoqueofrece muchas perspectivas de aproxima-ción a los fenómenos comunicativos: ■ La comunicación es un saber que exa-

mina un tipo determinado de interac-ciones que se realizan entre los seresvivos. Aquellas en las que se inter-cambia información para indicar algoa un alter.

■ Es una teoría en fase de elaboraciónque se interroga por los orígenes, lastransformaciones, los usos; el qué, elcómo y el por qué de la comunicación.

■ Es una modalidad de comporta-miento, en el cual se ponen en funcio-namiento componentes de muy dis-tinta naturaleza:—Actores, materiales y trabajos ex-presivos.—Instrumentos para generar señales,transmitirlas, captarlas, reconocerlas einterpretarlas.

—Pautas de conducta y representacio-nes para relacionarse y para enten-derse con otros comunicantes a pro-pósito de algún objeto de referencia.

■ La comunicación se utiliza en lo bio-lógico como un medio para asegurar lasupervivencia de las especies; portanto, es un mecanismo de controlsobre el medio y a la vez un meca-nismo de adaptación. En la especiehumana cumple esas mismas funcio-nes y además se amplía el uso de la co-municación al manejo del mediocreado por el propio hombre (tecnoló-gico, relacional, cultural, institucionaly axiológico).

■ La comunicación es un modo de refe-rirse al mundo. Por eso está necesaria-mente abierta a lo que no es compo-nente de la comunicación (a los obje-tos de referencia). Desde ese punto devista, la comunicación aparece comouna forma de relacionarse a propósitode lo que hay y de lo que pasa en elmundo por el conocimiento compar-tido.

■ La comunicación se interesa en eseconocimiento, en tanto que puede sertransmitido y en cuanto que se elaboraprecisamente para ser transmitido.Los hombres hemos logrado que esatransmisión del conocimiento salte degeneración en generación. Desde estaperspectiva, la comunicación es unprocedimiento de enculturización.

■ La comunicación se realiza para satis-facer determinados objetivos biológi-cos y, además, en el caso del hombre,objetivos sociales. Para alcanzar esosobjetivos es necesario poner al servi-cio de la comunicación recursos ener-géticos, trabajo, tecnología, institu-ciones. Desde este punto de vista, lacomunicación es una tarea de produc-ción social de comunicación.

■ Las relaciones que establecen los co-municantes tanto en las comunicacio-nes personales como en las institucio-nales, están en mayor o menor medidamediadas o intervenidas por los grupose instituciones de la sociedad en la quela comunicación se lleva a cabo. Enconsecuencia, la comunicación es unapráctica social.

■ El hombre ha organizado ciertas acti-vidades comunicativas mediante la di-visión del trabajo. Existen especialis-tas en tareas comunicativas (especiali-zación muy rara a nivel zoológico).Desde este punto de vista la comuni-cación es un repertorio de profesiones.

¿Cómo es posible que lacapacidad de relacionarsecon otros recurriendo a la información haya aparecidohace 650 millones de añosen la naturaleza? ¿Qué haceposible que un animal adquiera capacidades comunicativas antes de queexista la sociedad y los lenguajes de los hombres?

“ción

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comunica ción78

Recapitulo las diversas perspectivasdesde las cuales es posible aproximarse alanálisis de la comunicación:— Ciencia, teoría, proceso.— Sistema mediado e intervenido, al

tiempo que mediador e interventor.— Forma de relación con el mundo, pro-

cedimiento de enculturización.— Tarea en la que la sociedad compro-

mete sus recursos y su organización, re-pertorio de profesiones.

De todas las perspectivas se puedendesarrollar estudios científicos. Todasellas se pueden beneficiar de la teoría dela comunicación y servirle de contraste. Sise tratase de sintetizar aún más este aba-nico de opciones, elegiría la siguiente pre-sentación: la teoría de la comunicación es-tudia el modo en el que las especies hu-manas y antes que nosotros muchas espe-cies animales, reproducen sus poblacio-nes y diversifican a sus individuos sir-viéndose de la información compartida.Actividad que implica la reproducción deun medio natural y, en el caso del hombre,la producción de un entorno social, téc-nico y cultural.— Producción y reproducción solidaria:

de la materia y de la vida; de la natu-raleza y de la cultura; de los animalesy de las sociedades humanas; de lo in-dividual e intransferible y de lo colec-tivo y compartido.

— Dialéctica a lo largo del tiempo: de lainformación con la energía y con lamateria; de la necesidad con la crea-ción y de la solidaridad con el con-flicto.Finalmente, empeño de la naturaleza y

de la sociedad por oponer a la entropía quetodo lo nivela, la información, que man-tiene las diferencias y desarrolla la diver-sidad. Ya concluye nuestro curso dedi-cado a ese fascinante proceso durante elcual la comunicación –surgida en la natu-raleza para satisfacer necesidades bioló-gicas– se preparó para ser la herramientadel conocimiento y de la cultura.

Los invito a que aprovechen estos es-pacios que les abre la teoría, para volar porlos rumbos intelectuales y creativos adonde les encaminen su condición de uni-versitarios, que es como decir que utiliceny gocen de un saber comprometido con laciencia y con nuestro tiempo.

MANUEL MARTÍN SERRANOEspañol. Investigador de la Comunica-ción. Autor de trabajos importantessobre el tema de la mediación socialy comunicativa: La mediación social yLa producción social de comunicación.

Nota: texto íntegro de la conferencia finaldel curso de Teoría de la Comunicación,dictado por el profesor Dr. Manuel MartínSerrano, en la Universidad Complutense deMadrid.

Notas

1 Véase: SERRANO, Manuel Martín (1978): Mé-todos actuales de investigación social. Madrid:AKAL

2 Véase: SERRANO, Manuel Martín (2004): Laproduccion social de comunicación Tercera ver-sión. Primera versión: 1986. Segunda versión:1993. Madrid, México D. F.: Alianza Editorial.

3 Véase: SERRANO, Manuel Martín (1981, 1982,1984, 1986, 1988, 2000, 2002, 2003): Teoría dela Comunicación. (Epistemología de la comuni-cación y análisis de referencia). Contiene ade-más, dos capítulos escritos en colaboración conotros autores. España: Editorial: Cuadernos deComunicación. Reimpresiones en América: Mé-xico, Perú, Cuba.

4 Véase: SERRANO, Manuel Martín (2004): “Orí-genes históricos de los usos actuales de la comu-nicación pública”. En: Diálogos de la Comuni-cación. Nº 69, pp 98-108. Lima, Perú.

5 Véase: SERRANO, Manuel Martín (1990): “Lasrelaciones macrosociológicas entre acción y co-municación”. En: Escritos de Teoría Sociológica,homenaje a Luis Rodríguez Zúñiga. CIS. Madrid,pp. 671/682.

6 Véase: SERRANO, Manuel Martín (1977, 1978,1980): La mediación social. Madrid: AKAL.

Galería de Papel. Maxim Petre. Ferrocarriles Nacionales Puerto Cabello-Barquisimeto. 1957

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Galería de Papel. Walter Wachter. Petre Maxim con cámaras fotográficas. Circa, 1955

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estudios

La enseñanza universitariade las teorías de la comunicación en Europa y América LatinaCarlos Lozano

Miguel Vicente Mariño● 82

A beneficio de inventario:legados y dilemas en la enseñanza e investigación de la comunicación en la UCVMoraima Guanipa● 92

UCAB: cinco décadasperfilando el futuroYraida Sánchez● 102

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6.

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comunica ción82 estudios

La enseñanza universitaria de las teorías de la comunicación

en Europa y América Latina

Las teorías de la comunicación son uno de los pilares básicos de los diversos estudios que, si-tuando a la comunicación en una posición central, han proliferado durante las últimas dos dé-

cadas en las universidades de todo el mundo. Sin embargo, esta consolidación de la disciplinaen la esfera universitaria no se ha visto acompañada por un análisis objetivo de las posiciones

ontológicas y epistemológicas desde las que el profesorado plantea los cursos sobre teorías de lacomunicación. A raíz de una encuesta electrónica de alcance internacional realizada en paíseseuropeos y latinoamericanos, este artículo recapitula una valiosa información sobre la ubica-

ción y los contenidos de estos cursos, contribuyendo a organizar un campo de trabajo en el quetodavía se requiere una mayor profundización para alcanzar posiciones consensuadas que per-mitan hablar de un verdadero espacio común de educación superior. Los resultados nos devuel-ven un panorama en el que la comunicación de masas prima como objeto de estudio en un en-

torno definido por una elevada interdisciplinariedad científica. La transición hacia los nuevosmodelos de enseñanza y de aprendizaje se presenta en un estado inicial: el mayor peso de la

formación proporcionada se centra en la adquisición de competencias cognitivas, mientras quelas declaraciones de intenciones formuladas en las guías docentes son más respetuosas con el

cambio que impulsa el Plan Bologna.

Galería de Papel. Petre Maxim. Limpiabotas en la Plaza Bolívar de Valencia. 1959 Galería de Papel. Petre Maxim. Embarcaciones y pescadores en el Guayacán, Carúpano. 1958

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83comunica

1. Introducción: enseñar teoría de lacomunicación en la universidad

Quien explica la comunicación afirmandoque tan sólo basta saber que un emisorenvía un mensaje por un canal a un re-ceptor, lo que en realidad está haciendo estapar el sol con un dedo. La enseñanzateórica de la comunicación desde siempreha entrañado innumerables dificultadespues quienes se supone que más saben decomunicación (los profesores, por ejem-plo), no necesariamente tienen garanti-zada la habilidad para comunicarse ydarse a entender con solvencia. Y a la in-versa sucede algo parecido, pues quienesse comunican con mucha soltura (losalumnos, por ejemplo) tampoco por ellotienen asegurado saber lo que es la comu-nicación.

Del mismo modo que muchos otrostemas, el problema de enseñar comunica-ción en las aulas universitarias se com-plica cuando se constata que comuni-cando es como mejor se enseña y seaprenden las teorías de la comunicación.En consecuencia, si la comunicación(como objeto de estudio) es al mismotiempo la principal herramienta que setiene para delimitarla y analizarla, tene-mos que tener muy claro que es un tér-mino mucho más complejo de lo que pa-rece. Hay que reconocer que la necesidado curiosidad por saber algo comienza porsaber hacer con ese algo, esto es, cuandonos interesamos por la comunicación

nuestras primeras inquietudes no estánorientadas por saber más sobre dicho tér-mino sino que, más bien, lo que realmentenos interesa es saber lo que tenemos quehacer para comunicar mejor. ¿Por qué su-cede esto? Porque nos comunicamos sinsaberlo, sin tener conciencia de ello y loque en realidad más nos preocupa es, sen-cillamente, hacerlo cada vez mejor. En re-sumen: saber comunicarse no significasaber de comunicación.

Las ciencias de la comunicación y,sobre todo, las teorías de la comunica-ción, son un campo de conocimiento en con-tinuo crecimiento que tiene en la docen-cia universitaria y en la investigación aca-démica sus principales soportes. Si hace-mos una revisión rápida de las guías do-centes ofrecidas en las universidades de laUnión Europea y de América Latinadonde se estudian las teorías de la comu-nicación, se puede constatar no sólo supresencia sino, sobre todo, su permanen-cia a lo largo de las últimas décadas. Sinembargo, la posición de las teorías de lacomunicación en la estructura académicano siempre tiene la misma importancia yla divergencia es aún mayor cuando seanaliza la organización y los enfoquesteóricos que figuran en los programas aca-démicos. A este proceso expansivo debesumársele también el hecho de que el es-tudio de la comunicación está presente enotras disciplinas universitarias, por lo quela dificultad para captar la evolución delcampo de conocimiento es creciente.

ción

■ CARLOS LOZANO■ MIGUEL VICENTE MARIñO

Abstract:Communication theories are one of the main pillars of many higher education studies that,

placing communication as its core topic, have raised public presence during the last two decadesat universities worldwide. However, this ongoing process of consolidation inside the scholar fieldis not walking together with an objective analysis of the ontological and epistemological posi-tions serving as milestones for communication theories’ courses. Taking an international onlinesurvey as the initial source of information, completed by professors and lectures working at dif-ferent european and Latin American countries, this paper collects some useful informationabout the positions and the content of these courses, bringing some light in a confusing field-work. If the goal of a common higher education area is real, then deep comparative studies likethis must be carried out. Results appeal to a clear dominance of mass communications as themain topic inside these courses, although there is a high level of interdisciplinary approaches.Some of the requirements established by the new European Higher Education Area are not im-plemented in the expected competencies for the students, although they are all present in thecourses’ objectives. Professors and lecturers are conscious about the new standard set by the Bo-logna Process, but this consciousness did not arrive to the classrooms yet.

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comunica ción84

Nos encontramos en un momento cru-cial en el que existen nuevas iniciativasinstitucionales para replantear los siste-mas de la enseñanza universitaria, inicia-tivas que están incluidas en el marco de unaestrategia más amplia que pretende ho-mogeneizar la educación superior a fin deevitar las brechas tradicionales basadasprincipalmente en las diferencias nacio-nales. El ejemplo más claro es el actual in-tento de crear el Espacio Europeo de Edu-cación Superior (EEES) en todos los paí-ses miembros de la Unión Europea. Sinembargo, este proceso se está constru-yendo sin la participación activa de los es-tudiosos de América Latina, un colectivocuya voz también debería tenerse encuenta.

La búsqueda hemerográfica devuelveescasos resultados centrados cuando elobjetivo combina el ámbito de las teoríasde la comunicación con el escenario de ladocencia universitaria. Los trabajos deJosé Alberto García Avilés y de LeonardaGarcía Jiménez (2009), así como el deMiquel Rodrigo y García Jiménez (2010),se han sumado recientemente a aproxima-ciones empíricas realizadas previamentepor Estrada y Rodrigo (2007). En todosellos se intenta evaluar y proponer mejo-ras en los sistemas docentes tomandosiempre como punto de partida el análisisde las transformaciones impuestas por elactual proceso de cambio de modelo edu-cativo. El hecho de superar el análisis teó-rico de las diferentes corrientes y modelosdominantes es un valor común a estos tra-bajos, completándolo con una aproxima-ción empírica y persiguiendo un beneficiopara la comunidad docente.

Tomando estos dos puntos de partida,el grupo inter-universitario de investiga-ción MDCS (Mediación Dialéctica de la Co-municación Social) ha intentado ofrecerotra perspectiva sobre las enseñanzas de lasteorías de la comunicación y de la infor-mación que se imparten en las universida-des europeas y latinoamericanas. Losprincipales objetivos de esta investigaciónbuscan identificar las perspectivas domi-nantes, la situación actual y las perspecti-vas de futuro del proceso de convergenciaentre los diferentes países y el tipo de en-señanza desarrollado por el profesoradouniversitario. Mediante una encuesta online, en seis idiomas, se han recibido másde trescientas respuestas procedentes demás de cuarenta países que han involu-crado a más de 220 universidades. El pos-terior procesamiento de los datos nos hapermitido configurar un panorama signi-ficativo de nuestro objeto de estudio.

La enseñanza universitaria de teoríade la comunicación, hoy en día, requierede una reflexión seria para cumplir con elgrado de innovación que, en el ámbito dela educación superior, se han planteadolos países europeos con el famoso “PlanBolonia” y para ofrecer una respuesta alas propositivas y pujantes experienciasde las universidades latinoamericanas eneste tema. Pero, sobre todo, esta reflexióndebe ofrecer respuestas formales e instru-mentales a los nuevos retos sociales y tec-nológicos a los que se enfrenta el mundocontemporáneo. En este sentido, a nuestroentender, el saber de comunicación debe-ría ser una competencia cognitiva comúnen todos los campos disciplinarios, puestoque en todas las ramas de la ciencia y dela tecnología la comunicación es una he-rramienta indispensable para conseguirobjetivos, procedimientos y resultados.Sin embargo, los planes de estudio evi-dencian que en muy pocos de esos cam-pos llega a ser considerada como una no-ción teórica que requiera un tratamientoepistemológico.

La producción académica, procedentede latitudes muy diversas, ha contribuidodecisivamente al debate y al enriqueci-miento de las teorías de la comunicación.En España, los trabajos fundacionales deMiquel de Moragas (1985) han encon-trado una abundante y periódica respuestapor parte de autores como Miquel Ro-drigo (1991) o Leonarda García (2007),quienes han completado una precisa car-tografía de las tradiciones dominantes eneste campo de investigación en paralelo a

las protagonizadas por otros autores am-pliando el alcance temático al conjunto dela investigación en comunicación a escalaespañola (Martínez, 2006 y 2008). Delmismo modo, existen algunos ejemplosde trabajos similares que expanden suradio de acción a escala internacional(Craig, 1999; Donsbach, 2006; Nordens-treng, 2007) y que avalan la pertinencia deeste tipo de estudios para consolidar elcampo disciplinar de la comunicación.

De hecho, la redacción de manualesespecíficos para la docencia ha generadouna considerable abundancia de fuentesbibliográficas a la hora de aproximarse alestudio de las teorías de la comunicación(Rodrigo y Estrada, 2009). Del mismomodo, el espacio latinoamericano tam-bién ha sido detalladamente analizado porautores como Jesús Martín Barbero, Nés-tor García Canclini o Jesús Galindo¹.Estas contribuciones caminan en unalínea muy similar a las elaboradas por au-tores de referencia a escala global y de ori-gen anglosajón como McQuail (1982) oDe Fleur (1982).

Sería temerario cuestionar la profun-didad y exhaustividad de la mayoría deestos estudios, pero lo cierto es que nin-guno de ellos situó en primer plano a todasaquellas personas que, diariamente, se en-frentan a la docencia universitaria. Esteera, precisamente, uno de los principalesobjetivos de esta investigación, que pre-tende combinar la reflexión teórica con unconocimiento próximo al profesoradouniversitario, en busca de aquello que losprofesores hacen en el aula.

2. Material y métodos

El equipo inter-universitario de investiga-ción Mediación Dialéctica de la Comuni-cación Social (MDCS), dirigido por JoséLuis Piñuel Raigada, catedrático en pe-riodismo de la Universidad Complutensede Madrid, inicia esta investigación en elmes de junio de 2008 con el diseño de unaencuesta en seis idiomas (inglés, francés,alemán, italiano, portugués y español).

El cuestionario planteaba, inicialmen-te, una serie de variables identificativas(país y universidad de origen) para darpaso, a continuación, a una batería depreguntas centradas en las característicasprincipales de los cursos de teorías de lacomunicación. En un primer nivel, laspreguntas perseguían la identificaciónbásica de la asignatura (titulación en la quese imparte, denominación literal, tipo deasignatura, ubicación cronológica en el

Sería temerario cuestionar laprofundidad y exhaustividadde la mayoría de estos estu-dios, pero lo cierto es que ninguno de ellos situó en primer plano a todas aquellaspersonas que, diariamente, seenfrentan a la docencia uni-versitaria. Este era, precisa-mente, uno de los principalesobjetivos de esta investigación

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85comunica

plan de estudios, personal encargado dela docencia y origen académico del profe-sorado). En un segundo nivel, el contenidode los cursos se convertía en el objeto deatención recogiendo información sobre losobjetivos de cada curso, las competenciasrequeridas y perseguidas, los interesestemáticos, los objetos de estudio, los para-digmas disciplinarios y los modelosteóricos dominantes, la bibliografía másutilizada y los sistemas de evaluación. Secompletaba, de este modo, un recorridodetallado por las cuestiones de mayor rele-vancia para cualquier materia universitaria.

El alcance internacional de la investi-gación obligó a completar un trabajo pre-vio de localización de las personas queresponderían al cuestionario. En primertérmino, se revisaron las páginas web detodas las universidades españolas paracompletar una base de datos con los nom-bres y los datos de contacto de las perso-nas que, durante el curso 2007-2008, sehallaban al frente de estas asignaturas. Ensegunda instancia, se realizaron contactosinstitucionales con algunas de las princi-pales asociaciones europeas (SociétéFrançaise des Sciences de l’Information etde la Communication, Sfsic; Media,Communication and Cultural Studies As-sociation, Meccsa; European Communi-cation Research and Education Associa-tion, Ecrea) y latinoamericanas (FederaciónLatinoamericana de Facultades de Comu-nicación Social, Felafacs) para garantizarel mayor volumen posible de respuesta enel resto de territorios.

La aplicación de la encuesta se realizóa través de Internet, controlando el accesoal cuestionario mediante correos electró-nicos previos de invitación a todas aque-llas personas que, finalmente, formaronparte de la base de datos. A la encuesta enlínea respondieron 363 profesores de 237universidades de Europa y América La-tina en la que se involucran más de cua-renta países. Con esta iniciativa hemospodido configurar los principales perfilesde la enseñanza de teoría de la comunica-ción/información en las universidades eu-ropeas y latinoamericanas.

En aras de la defensa del rigor meto-dológico, es muy importante señalar queel universo finito de profesores que res-pondieron al cuestionario puede ser con-siderado como significativo porque lasrespuestas voluntarias de los docentes, enla totalidad de los casos, obedecen a ini-ciativas personales y a reflexiones mayo-ritariamente individuales en relación acasos puntuales (clínicos) y experienciaspropias. De este modo, los datos que se

pueden extraer de la encuesta no debenconsiderarse como información conclu-yente sino más bien como tendencias opuntos de partida que, en el mejor de loscasos, pueden ayudar a perfeccionar me-todologías y a posibilitar la creación denuevas investigaciones para seguir abor-dando y conociendo mejor este tema.

A pesar de esta limitación, el volumende respuestas es elevado para una técnicade investigación aplicada sobre un pú-blico restringido y que, además, se cana-lizó a través de Internet. El valor de estainformación también se ve refrendado porla escasez de investigaciones que apliquenestas técnicas a un objeto de estudio comola docencia universitaria. Durante la fasede revisión bibliográfica se han detectadousos similares de la encuesta en algunaspublicaciones anglosajonas, pero no hasido posible localizar ninguna que com-parta este abordaje metodológico apli-cado de forma exclusiva al ámbito de lasteorías de la comunicación.

De hecho, al poco tiempo de cerrar elcuestionario que ha servido como basepara este artículo, tres de las principalesasociaciones internacionales de investi-gación en comunicación (InternationalAssociation for Media CommunicationResearch, Iamcr; International Commu-nication Association, ICA; y Ecrea) plan-tearon una investigación similar paraconocer el uso y el reconocimientoacadémico de las publicaciones científicasen su ámbito de conocimiento. Se trata, porlo tanto, de una técnica que permite obtenerunos resultados de gran alcance yprofundidad con un coste mucho másreducido que el que implica la aplicacióndirecta del cuestionario. De forma comple-mentaria, los primeros resultados ob-tenidos de la encuesta se debatieron públi-camente en un simposio internacional

organizado por el grupo MDCS en laUniversidad Complutense el 6 y 7 de mayode 2009, que sirvió para matizar algunasde las conclusiones.²

3. Resultados

3.1. Ámbitos geográficos de interés por participar en la encuesta

La encuesta se dirigió, básicamente, alos profesores universitarios que impartendocencia en teoría de la comunicación; laparticipación de los entrevistados se co-rrespondió, más que con una distribuciónestrictamente geográfica, con una delimi-tación que puso casi al mismo nivel tresregiones (ámbitos geográficos): España(27,3%) en tanto que es el país en el quese diseña la encuesta y donde también losentrevistados se sintieron mucho más im-plicados; Latinoamérica (31,1%) en tantoque es una región del planeta que sueleestar muy atenta a los cambios en elmundo universitario y, por lo mismo, susprofesores se manifiestan muy interesa-dos en cuanto se les convoca a participaren una investigación de este tipo; y restode Europa (39,4%) que se correspondecon el número de profesores, universida-des y países que han manifestado su inte-rés en participar en esta encuesta. (Vergráfico 1)

A pesar de que la distribución geográ-fica analizada no se corresponde directa-mente con la realidad de los datos obteni-dos, es una clasificación que reconstrui-mos para equilibrar los datos y poder es-tablecer comparaciones pertinentes. Di-cha distribución, además, refleja muy bienla posición que tienen las universidadesespañolas como vínculo entre las univer-sidades europeas y latinoamericanas.

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GRÁFICA 1.Distribución de las respuestas en función del ámbito geográfico

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comunica ción86

Si analizamos los datos por países ve-mos que España es el que cuenta con másparticipaciones (94; es decir, 25,9%),seguida de Brasil (45 participaciones;12,5%), México (33 participaciones; 9,1%)y Francia (31 participaciones; 8,1%). Laclasificación anterior no se correspondecon la lengua utilizada para la docencia, tales el caso de la lengua lusa, dado que losprofesores brasileños, por ejemplo, estánubicados en Latinoamérica y los portugue-ses en Europa; de todas formas, tomando encuenta el país de origen, no el idioma ele-gido para responder la encuesta, casi la mi-tad de los profesores (44,9%) imparten susasignaturas en la lengua española, seguidadel portugués (14,9%) y del francés(11,8%).

3.2. Universidades, titulaciones, asignaturas y docentes

De las 237 universidades de todo elmundo que se implican en esta encuesta,debido a las respuestas voluntarias de susprofesores, los países que reúnen a unmayor número de universidades son: Bra-sil 35 (14,7%), España 34 (14,3%), Fran-cia 26 (10,9%), México 23 (9,7%) yReino Unido 21 (8,8%). A la luz de estosdatos podemos observar que aunque lasrespuestas de los profesores brasileños in-volucran a 35 universidades diferentescon sus 45 participaciones, los profesoresespañoles representan a 34 universidadespero con 94 participaciones, es decir, Es-paña es el único país en donde la encuestatiene más repercusiones debido a que res-ponden una media de tres profesores poruniversidad. (Ver gráfico 2)

Este último dato cobra mayor relevan-cia si recordamos que la gran mayoría decentros universitarios españoles quecuentan con estudios de comunicación sehallan representados en el conjunto derespuestas recibidas.

3.3. Titulaciones

¿En qué clase de carreras profesiona-les, licenciaturas o grados suele impar-tirse la asignatura de teorías de la comu-nicación? Cabría esperar que las titulacio-nes dedicadas a los estudios del perio-dismo, la publicidad, la comunicaciónaudiovisual, la documentación o las rela-ciones públicas fueran las que más ymejor pudieran albergar en sus planes deestudio asignaturas teóricas sobre la co-municación. Sin embargo, esto no sucedeexactamente así ya que uno de cada tresencuestados (35,8%) imparte su docencia

en una titulación cuya denominación de-signa genéricamente a la comunicaciónsocial.

En particular, esto sucede en las uni-versidades latinoamericanas (45,4%) yeuropeas (45,4%), mientras que en lasuniversidades españolas este tipo de de-nominación de la titulación es minoritaria(7,7%). Otra cosa muy distinta sucedecuando la denominación de la titulaciónes común a las carreras de periodismo,medios audiovisuales o publicidad y rela-ciones públicas, en tal caso uno de cadaseis profesores (17,4%) imparten en esastitulaciones, y en este aspecto destacan lasuniversidades españolas (57,1%), frente alas europeas (23,8%) y las latinoamerica-nas (19%).

3.4. Denominaciones de la asignatura

Si bien es cierto que la investigaciónse centra en el estudio de la enseñanzauniversitaria de la asignatura teoría de lacomunicación, resulta, sin embargo, rele-vante señalar que dicha denominación noes mayoritaria en las universidades en lasque se imparte, esto es, dominan otras de-nominaciones (36,4%) sobre aquellasasignaturas cuyo nombre responde al de teo-ría(s) de la comunicación (35,6%), rele-gando a una presencia marginal a aquelloscursos en los que el título tan sólo alude ala teoría(s) de la información (2,7%) o,incluso, cuando el nombre involucraambas nociones teoría(s) de la comunica-ción y la información (8,2%).

Cuando se utilizan otras denominacio-nes, son las universidades europeas(52,3%) las que básicamente se encargande renombrar la materia. En ese orden lesiguen las universidades latinoamericanas

(28,8%) y las que menos utilizan otra de-nominación son las universidades españo-las (17,4%); ahora bien, las universidadeslatinoamericanas (50,3%) son las que másmantienen una denominación literal teo-ría(s) de la comunicación, seguidas porlas universidades españolas (26,3%),mientras que las universidades europeas(22,4%) son las que menos utilizan dichadenominación literal.

3.5. Respuesta de los docentes a la encuesta

La gran mayoría de los profesores uni-versitarios han contestado a la encuesta atítulo individual (92,3%), en tanto quesólo un número muy reducido (5,8%) harespondido en nombre de un equipo detrabajo. Al contrastar esta pregunta conotra que indaga por el número de docen-tes, vemos que un tercio de las universi-dades cuentan con un solo docente(30,6%) para impartir esta clase de asig-naturas, seguido de aquellas universida-des que cuentan con entre tres y siete do-centes (24,2%); las universidades quecuentan con dos docentes son 19%; yaquéllas que utilizan más de siete docen-tes representan 6,3%

De cualquier manera, se puede obser-var que los porcentajes no son similares,es decir, dos de cada tres profesores quereconocen que hay más de un docentepara impartir en su centro asignaturas re-lacionadas con las teorías de la comuni-cación han respondido a la encuesta a tí-tulo individual. Lo anterior supone que noexiste demasiada coordinación entreellos. En su descargo, es conveniente re-cordar la novedad que supone este tipo deencuestas en la investigación en comuni-cación, por lo que sería preciso un mayor

GRÁFICA 2Distribución por países que reúnen a un mayor número de universidades presentes

en el estudio y que representan 58,6% del total.

Page 89: Revista Comunicación 155

87comunica

contacto con el día a día académico paracomprobar cuál es el verdadero grado decoordinación entre el personal docente.

3.6. Formación de los docentesLos profesores que responden la en-

cuesta y que se encargan de dar una asig-natura universitaria relacionada con de lacomunicación suelen tener, mayoritaria-mente, una formación en comunicaciónsocial (50,1%), aunque también se reco-nocen otra clase de formaciones, todasestas son minoritarias con respecto a laanterior. A saber: sociología (8,3%), for-mación profesional (5,5%), filosofía(3,9%), lingüística (3%), psicología(1,4%), antropología (0,3%) y otra clasede formaciones no señaladas anterior-mente (8%). Los profesores latinoameri-canos (43,4%) destacan por tener una for-mación académica en comunicación so-cial, seguidos por los profesores españo-les (30,8%) y, por último, los profesoreseuropeos, no españoles (25,3%). (Ver grá-fico 3)

Los profesores de las universidades deAmérica Latina que imparten asignaturasrelacionadas con las teorías de la comuni-cación dominan ampliamente en la for-mación profesional (55%), seguidos delos docentes de las universidades euro-peas (30%) y a la cola los profesores delas universidades españolas (15%). Losprofesores españoles, sin embargo, desta-can notablemente con respecto a los otrosdos ámbitos en la formación psicológica;por último, los docentes europeos, por suparte, destacan notablemente con res-pecto a sus colegas de los otros ámbitos enlas formaciones lingüísticas, filosóficas ysociológicas.

El hecho de que la mayoría de los pro-fesores latinoamericanos que impartenasignaturas relacionadas con las teoríasde la comunicación cuenten con una for-mación en comunicación social o bienprocedan del mundo profesional, ofreceuna coherencia que no se registra en las uni-versidades españolas ni en las europeas,mucho más dispersas en este aspecto con-creto.

3.7. Requisitos para estudiar la asigna-tura

Es relevante reseñar que 64% de losprofesores que responden a esta preguntano señalan ninguna clase de requisitos odestrezas previas para cursar la asigna-tura. (Ver gráfico 4)

La explicación que se puede ofrecerapunta no sólo a que 74,9% de los profe-sores reconoce que su asignatura es de ca-

rácter obligatorio o troncal, sino tambiénal hecho de que 54,5% de los docentes queresponden a esta pregunta informan deque dicha asignatura se imparte durante elprimer ciclo de las carreras. Con los datosanteriores es fácil darse cuenta de que laasignatura en cuestión es de formaciónbásica teórica y que los alumnos no tienenmuchas posibilidades de optar para elegirotra clase de asignaturas diferentes o equi-valentes. Sólo 2,8% de los profesores querespondieron a esta pregunta la colocancomo una materia optativa.

3.8. Competencias a conseguir por el alumno

En el supuesto de que el alumno debeaprender a utilizar un conjunto de recursos(conocimientos saber, habilidades saberhacer y actitudes saber ser) para resolvercon idoneidad situaciones y problemas

profesionales de la titulación, las compe-tencias buscadas por los profesores en-cuestados están claramente dirigidas ha-cia el predominio de las destrezas cogniti-vas (86,2%) con las que el alumno puedaanalizar, valorar y resolver problemas re-lativos a la comunicación. En segundo lu-gar aparecen, a una considerable distan-cia, las destrezas actitudinales, las queayudan a saber ser y comportarse (9,5%)y, por último, las competencias profesio-nales que ayudan a saber hacer y desarro-llar proyectos (4,2%). (Ver gráfico 5)

El privilegio de las destrezas cogniti-vas frente a las otras dos ocurre de manerasimilar en los tres ámbitos geográficos, esdecir, tanto los profesores europeos(36,3%) como los profesores latinoameri-canos (33,1%) y los profesores españoles(30,2%) privilegian el saber sobre otraclase de competencias. La primera expli-

ción

GRÁFICA 3Distribución de la formación académica de las personas que decidieron

voluntariamente contestar la encuesta.

GRÁFICA 4Requisitos establecidos para cursar teorías de la comunicación

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comunica ción88

cación que surge se asienta sobre el mar-cado carácter teórico de la asignatura, undetalle inevitable que, en ocasiones, acabaobligando al profesorado a poner en mar-cha otra clase de competencias en susguías docentes.

La segunda clave interpretativa remiteal estadio inicial de la renovación meto-dológica en las instituciones europeas,siendo previsible que la consolidaciónpaulatina de las estrategias universitariasque promueve el EEES desemboque en lacombinación y equilibro entre las compe-tencias cognitivas, actitudinales y profe-sionales. Será la capacidad del personaldocente la encargada de encontrar unafórmula que equipare los conocimientosmás tradicionales con un tipo de sabiduríamás volcado hacia la práctica profesionaly hacia el desarrollo de actitudes y valo-res positivos.

3.9. Objetivos planteados en las guíasdocentes

Aunque debería existir una relaciónmás o menos directa entre las competen-cias perseguidas (destrezas a conseguirpor los alumnos) y los objetivos generalesy específicos planteados en las guías do-centes de las asignaturas, los profesoresque responden a esta encuesta no mani-fiestan esa correspondencia entre objeti-vos y competencias. Aproximadamentedos de cada tres (59,3%), señalan que susprincipales objetivos genéricos consistenen equilibrar los conocimientos, los pro-cedimientos y las actitudes, dato que secontradice con el hecho de que los profe-sores privilegian la adquisición de com-petencias cognitivas frente a las otras.

No obstante, uno de cada tres profeso-res (37,4%), mantiene un planteamientoconsecuente a la largo del cuestionario yreconoce que en sus principales objetivospredomina el aprendizaje de conocimien-tos.

3.10. Contenidos e intereses temáticos

Los principales objetos de estudio quese abordan en los programas tienen quever con la comunicación de masas(75,4%), que es el ámbito que cuenta conun mayor seguimiento por parte de los do-centes. En este sentido existe una equidis-tancia entre los profesores de los tres ám-bitos analizados, dado que los profesoreslatinoamericanos (37,8%), los españoles(32,1%) y los europeos (29,7%) tienen ala comunicación de masas como uno de susprincipales objetos de estudio. Se des-

cribe, en este sentido, un panorama mani-fiestamente dominante en el que la pre-sencia de áreas básicas como la comuni-cación interpersonal o la comunicaciónorganizacional apenas cuentan con un es-pacio propio y diferenciado. El caso másextremo lo encontramos en la comunica-ción grupal, con un exiguo dato del 2,1%.(Ver gráfico 6)

En relación a los intereses temáticoshay que decir que domina el estudio de losparadigmas, modelos y teorías (83,9%)frente al estudio, a mucha distancia de lossistemas, procesos y productos (9,6%) ola crítica epistemológica (6,4%). Estosdatos concuerdan con los vistos en lascompetencias perseguidas y refuerzan laidea de una elevada homogeneidad encuanto a los planteamientos generalesacerca de la asignatura. Por ámbitos geo-gráficos hay que decir que es en Europa(37,7%), más que en Latinoamérica(35,2%) y España (26,7%), donde los pro-

fesores manifiestan sus preferencias poresta clase de estudios.

3.11. Paradigmas dominantes

Entre los principales paradigmas dereferencia incluidos en las guías docentesdomina, muy por encima de los demás, laperspectiva interdisciplinar (50,3%); esdecir, un enfoque amplio que involucravarias disciplinas para abordar los fenó-menos comunicativos. (Ver gráfico 7)

En este punto, los profesores latinoa-mericanos (40%) son más proclives a esteenfoque interdisciplinario que los profe-sores europeos (31,4%) y que los españo-les (28,6%). Mencionar tan sólo que el si-guiente campo disciplinario en importan-cia es la sociología (19%) y el paradigmamenos utilizado es el de la antropología yfilosofía (1%). Por disciplinas se puedeafirmar que en Europa predominan la an-tropología, la lingüística o la semiótica;

GRÁFICA 5Distribución de los principales objetos de estudio incluidos en las guías docentes

GRÁFICA 6Distribución de los principales paradigmas incluidos en las guías docentes

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89comunica

en América Latina la historia; mientrasque en España se presta bastante másatención a la psicología.

3.12. Modelos teóricos dominantes

Ante la variada oferta existente de mo-delos teóricos que abordan los fenómenoscomunicativos tales como el conduc-tismo, el constructivismo, el estructura-lismo, la fenomenología, el funciona-lismo, el informacionalismo, la teoría desistemas, los modelos críticos, entre otros,un número elevado de los profesores queresponden a esta pregunta (45,5%) se de-canta por reconocer que no tiene un pre-dominio de un modelo teórico sobre otro.(Ver gráfico 8)

Quizá el caso de los modelos críticossea el que más destaque (18,5%) entre losotros modelos, y en este punto hay quedestacar que los profesores latinoameri-canos (45,8%) explican más esta corriente

que los europeos (37,5%) o los españoles(16,7%).

3.13. Principales autores citados

En una de las cuestiones lanzadas enla encuesta se solicitaba a los profesoresque anotasen, por lo menos, cuatro refe-rencias bibliográficas claves e imprescin-dibles para estudiar su asignatura. A estapregunta responde prácticamente la mitadde los encuestados (49,5%) y los autoresque más referencias obtienen son: MauroWolf (39), Denis Mc Quail (32), ArmandMattelart (32), Miquel de Moragas (20),Miquel Rodrigo Alsina (19), Jesús MartínBarbero (19), Manuel Martín Serrano(13), Umberto Eco (12), José Luis Piñuel(12) y Juan José Igartua (11).

El hecho de que en la lista de los diez au-tores más citados seis sean autores de ha-bla hispana y los otros cuatro sean de len-gua inglesa, francesa o italiana se explica

porque 69,6% de los profesores y 61% delos profesores latinoamericanos respondena esta pregunta, en tanto que sólo 29,3% delos profesores europeos nos dan a conocersu bibliografía. Los resultados, sin ánimode extrapolar su sentido, coinciden con al-gunas de las principales figuras dentro delsistema académico contemporáneo.

3.14. Criterios de evaluación

Quizá este sea el rubro en el que losprofesores de todas las latitudes semuestran mucho más conservadores ytradicionales pues reconocen criterios quese alejan de las nuevas tendencias de laeducación superior con base al aprendizajemás que a la enseñanza. Por ejemplo, enrelación al equilibrio entre clases teóricasy prácticas, 73,8% de los profesores queresponden a esta pregunta reconocen quesus clases de transmisión de conocimientosabarcan entre 51 y 100% del cursoacadémico, en tanto que sólo 26,2%reconoce que sus clases teóricas no llegana la mitad de las clases del cursoacadémico.

En relación a la evaluación de la par-ticipación en clase destaca que 60,2% re-conoce darle un valor de hasta 50% de lanota final; 32,1% afirma que no le da nin-gún valor en la nota final a la participaciónen clase, y tan sólo 7,7% de los profeso-res que responden a esta pregunta reco-noce que la participación de los alumnosen clase se refleja con un valor mayor al50% de la nota final.

La elaboración de trabajos prácticospor parte de los alumnos tampoco tieneporcentajes positivos, pues 58,6% de losprofesores dicen que dichos trabajos tie-nen un valor menor del 50% de la notafinal; 28,1% de los profesores le otorga unvalor superior al 50% de la nota final y13,3% de los docentes reconoce que los tra-bajos finales o no los pide o no tiene un re-flejo en la nota final.

La prueba oral no forma parte de laevaluación final para 62,2% de los profe-sores; 28,3% de ellos reconoce que laprueba oral se corresponde con menos del50% de la nota final y, por último, sólo9,4% de los encuestados dice que laprueba oral tiene un valor superior al 50%de la nota final. La tradicional prueba es-crita, en esta encuesta, recoge porcentajestambién muy tradicionales: 46,7% de losprofesores dice que tiene un valor superioral 50%; 39,9 afirma que puntúa menos del50% de la nota final y, por último, tan sólo13,3% sostiene que dicha prueba noforma parte de la evaluación final.

ción

GRÁFICA 7Distribución de los principales modelos teóricos incluidos en las guías docentes

GRÁFICA 8Distribución de los principales modelos teóricos incluidos en las guías docentes

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comunica ción90

4. Conclusiones

Las teorías de la comunicación, es obvio,no es algo único, sino más bien un saberteórico poliédrico; no hay duda de que setrata de un tipo de asignatura universitariaque continuamente se cuestiona porqueaún se debate si es una disciplina cientí-fica o tan sólo un campo de estudio al quele corresponde una tarea multidisciplinar.La respuesta, en palabras de Miquel deMoragas,³ “es dialéctica: la comunicaciónson las dos cosas a la vez”.

Es importante señalar que los resulta-dos expuestos en este artículo deben con-siderarse como un punto de partida ynunca como la conclusión de una investi-gación, ya que confiamos en que este tra-bajo sea complementado con el desarrollode otros estudios que sitúen al análisis dela enseñanza universitaria de las teorías dela comunicación como eje central. Somosconscientes de que los datos no tienen re-presentatividad estadística para conocerrealidades tan complejas como ocurre entodas las universidades de los países con-sultados, y también reconocemos que laúnica fuente de información consultadahan sido las propias declaraciones de laspersonas entrevistadas.

De todas formas, los datos perfilantendencias y proyecciones del estado ac-tual de esta actividad docente en las prin-cipales universidades europeas y latinoa-mericanas que nos deben servir para com-prender mejor las similitudes y las dife-rencias y, sobre todo, para impulsar ydarle mucho más presencia a los estudiosteóricos de la comunicación en los nuevosdiseños de la educación superior. No setrata de acercar o conciliar puntos de vistadiferentes sino, más bien, se trata de dar aconocer las diferencias para que los do-centes de estas asignaturas se conozcan eintercambien inquietudes y experiencias⁴.

De los resultados expuestos es evi-dente que la importancia de las teorías dela comunicación en las guías docentesdeja mucho que desear en las titulacionesmás cercanas a la comunicación, comoson el periodismo, la comunicaciónaudiovisual, la documentación, las rela-ciones públicas, la publicidad, etcétera,porque no siempre se considera su rele-vancia académica en los programas de es-tudio. Sería deseable que esta clase deasignaturas no sólo fuese incluida de ma-nera destacada en estas titulaciones sino que,incluso, también fuese contemplada enotra clase de titulaciones más distantes alámbito de la comunicación.

Todavía queda mucho camino por re-correr y, por el momento, merece la penaevidenciar la situación, promover encuen-tros y dar a conocer por diferentes medios(artículos, libros, publicaciones) la nece-sidad de encontrar más coherencia a estaclase de asignaturas teóricas de la comu-nicación en los entramados académicos delas nuevas guías docente-universitarias.

Así pues, tanto en la situación actualcomo en el futuro de la enseñanza univer-sitaria de las teorías de la comunicación enEuropa y América Latina se pueden apre-ciar las relaciones entre los estudios de co-municación (como praxis concretas) conlas distintas disciplinas y tradiciones delas ciencias sociales y de las humanida-des, y también con las renovadas prácticasprofesionales en este campo. La búsquedade una mayor conexión entre los saberesprofesionales y el conocimiento formalprocedente de la teoría y de la investiga-ción en comunicación debe ser una guíapara que la programación docente de estaclase de asignaturas universitarias ofrezcaal estudiante una mejor y mayor com-prensión de la realidad social en la queparticipa diariamente.

Con la implantación del Espacio Eu-ropeo de Educación Superior y de los nue-vos grados y postgrados universitarios, seconfigura un aprendizaje mucho más pro-fesionalizado, es decir, una enseñanzaorientada a atender más de cerca las nece-sidades que demanda el mercado por en-cima de las que demanda la propia socie-

dad. En consecuencia, se hace muy nece-sario reclamar la existencia y el desarro-llo académico de asignaturas que no ne-cesariamente estén diseñadas para aten-der sólo a esas demandas tan utilitarias ypragmáticas. Sin menospreciar el hechode que las universidades deben enseñar aaprender y a hacer, también es muy im-portante no olvidar que se debe preocuparpor enseñar a pensar, con tal de que el fu-turo profesional de la comunicación no losea sólo por su capacidad para elaborarproductos comunicativos sino, sobretodo, por su capacidad para saber refle-xionar con fundamentos y criterios ade-cuados.

CARLOS LOZANO A.Profesor contratado. Doctor. Departamento de Ciencias de la Comunicación II, Universidad Rey Juan Carlos I, URJC, España.

MIGUEL VICENTE MARIÑO. Profesor ayudante

Nota: la realización de la investigación queresume este artículo fue financiada parcial-mente por el Programa de Creación y Consoli-dación de Grupos de Investigación de laUniversidad Complutense de Madrid y por elPrograma de Creación y Consolidación deGrupos de Investigación UCM-BSCH, en lasconvocatorias de 2007 y 2008.

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Todavía queda muchocamino por recorrer y, por elmomento, merece la pena evidenciar la situación, pro-mover encuentros y dar aconocer por diferentes medios(artículos, libros, publicacio-nes) la necesidad de encontrar más coherencia a esta clasede asignaturas teóricas de lacomunicación en los entrama-dos académicos de las nuevasguías docente universitarias

Page 93: Revista Comunicación 155

91comunica

________ (2008): “La investigación sobre comuni-cación en España. Evolución histórica y retos ac-tuales”. En: M. Martínez Nicolás (Coord.) Parainvestigar la comunicación. Propuestas teóricas-metodológicas, pp.13-52. Madrid: Tecnos.

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Notas

1 Para una aproximación amplia al estudio de lasteorías de la comunicación en América Latina,

véase el número especial de la revista Sphera Pú-blica, publicado en 2007 (VV.AA., 2007).

2 Los resultados han sido presentados, discutidos yenriquecidos en:

Primer Simposio Internacional de InnovaciónEducativa en el Espacio Europeo y Latinoameri-cano. Encuesta sobre el perfil universitario de ladocencia en Teoría de la Comunicación / infor-mación en Europa y Latinoamérica, celebrado enUniversidad Complutense de Madrid el 6-7 mayo2009 con la colaboración de European Commu-nication Research and Education Association(Ecrea), Federación Latinoamericana de Faculta-des de Comunicación Social (Felafacs), SecciónTemática de “Teoría de la Comunicación y Me-todología de la Investigación” de la AsociaciónEspañola de Investigación de la Comunicación(AE-IC);

Congreso de la Iamcr (International Associationfor Media and Communication Research), Mé-xico D.F., julio 2009;

XIII Encuentro Latinoamericano de Facultadesde Comunicación Social, La Habana, octubre2009;

II Congreso Internacional de la Asociación Es-pañola de Investigadores de Comunicación (AE-IC), Málaga, febrero 2010.

3 Discurso pronunciado en la Inauguración del Pri-mer Simposio Internacional de Innovación Edu-cativa en el Espacio Europeo y Latinoamericano.

4 El grupo inter-universitario de investigaciónMDCS puso una primera piedra en ese camino al

celebrar el Primer Simposio Internacional de In-novación Educativa en el Espacio Europeo y La-tinoamericano, que sirvió para iniciar el debate enla comunidad académica del área de la comuni-cación, frente al Espacio Europeo de EducaciónSuperior (EEES) y a las demandas latinoameri-canas. El simposio se desarrolló en torno a tresejes: “Los intereses preferentes en los programasde teoría de la comunicación”, “Las competenciascognitivas, destrezas y actitudes perseguidas porlos programas y guías docentes de teoría de la co-municación” y “Los objetos de estudio contem-plados en los contenidos de los programas de lasteorías de la comunicación”. Se realizaron seis ta-lleres con la participación de profesores de dis-tintas universidades europeas y latinoamerica-nas. En estos talleres los participantes presentansus experiencias prácticas y análisis teóricosdando lugar a una interesante discusión en con-junto con los asistentes al evento. El número 80de la Revista Diálogos de la Comunicación deFelafacs (abril-junio 2010) está dedicado al temade la docencia universitaria de las teorías de la co-municación y recoge los principales artículos quese presentaron en el Primer Simposio Internacio-nal de Innovación Educativa en el Espacio Euro-peo y Latinoamericano. Encuesta sobre el perfiluniversitario de la docencia en teoría de la comu-nicación / información en Europa y Latinoamé-rica. http://www.dialogosfelafacs.net/revista/index.php?ed=80 . También pueden consultarse en lapágina web del Grupo MDCS (http: //www.ucm.-es/info/mdcs/).

ción

Galería de Papel. Petre Maxim. Arando con bueyes en los alrededores de El Cobre, Edo. Táchira. 1957.

Page 94: Revista Comunicación 155

92 estudioscomunica ción

Fundada en 1946 como Escuela Nacional de Periodismo, el devenir de la hoy Escuela de ComunicaciónSocial de la Universidad Central de Venezuela sintetiza en su desarrollo, limitaciones y posibilidades,los más vivos y acuciantes dilemas que desde la investigación, las teorías, la enseñanza y la prácticade la comunicación se le exigen a estos centros de formación universitaria, en particular a la luz de

los vertiginosos cambios que se vienen sucediendo con la digitalización, convergencia y expansión comunicativa de nuestro tiempo. En contrapunto con algunos momentos clave en el devenir de la

más antigua Escuela de Comunicación del país, y a partir de una revisión teórica de autores latinoamericanos, presentamos una lectura crítica de lo que hoy por hoy son algunos de los temas

medulares de la formación del comunicador social.

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57.

Page 95: Revista Comunicación 155

93comunica

“Me parece que un universitario que curse estudios de comunicación

tiene derecho a salir de las aulas sabiendo distinguir entre la obra

del científico y la del manipulador”

Manuel Martín Serrano

En el paso de una a otra centuria, lasprácticas comunicacionales y cul-turales que propician las socieda-des informacionales de las que

habló Castells (2001), precipitan reaco-modos que incluso reconfiguran los mo-delos de organización sociales y comuni-cacionales en tiempos en los que pasamosde la comunicación de masas a la comu-nicación en Red como señala Cardoso(2009). Esta “comunicación red” suponela fusión de la comunicación interperso-nal y la masiva; la conexión de audiencias,emisores y editores en una matriz de me-dios en Red, así como a aparición de nue-vas mediaciones y nuevos roles para losusuarios (Cardoso, 2009).

Para decirlo en palabras del teóricomexicano Guillermo Orozco (1998,2007), de la masa se está pasando a lasredes a través de procesos que este autoridentificó como massmediación y audien-ciación. Esto es: el entronizamiento de losmedios y una dependencia social de losdispositivos tecno-comunicativos de di-versa índole. Pero también una asunciónya no de lo masivo, sino de las “audien-cias múltiples y simultáneas de diversos me-dios y luego de diferentes tipos de referentes

mediáticos y tecnologías” (Orozco, 2007,p. 109).

Del territorio seguro de la modernidadilustrada pasamos a un momento en el queel saber y la cultura desbordan los límitesde las instituciones y figuras que tradicio-nalmente las sociedades reconocían comosus portadoras y legitimadoras (Bisbal2001; Martín-Barbero, 2007). En estecontexto la comunicación, sus prácticas ysu enseñanza, están cada vez más someti-das al escrutinio social y a la revisión dellugar privilegiado que hasta ahora veníanteniendo sus instituciones y profesionalesde cara a los cambios y a las transforma-ciones introducidas por las llamadas nue-vas tecnologías de la información y de lacomunicación (TIC) y la digitalización delas distintas esferas del quehacer humano.

El descentramiento toca la puerta de loscentros de producción, conservación y di-fusión del conocimiento, pues como ad-vertía hace ya una década la para enton-ces Decana de la Facultad de Comunica-ción de la Universidad de Lima, María Te-resa Quiroz:

La explosión de la información y del co-nocimiento han desbordado las viejasfronteras de los centros de educación.Las escuelas y universidades ya no sonlos únicos centros de la racionalidad y delprogreso científico o social, ni los úni-cos que controlan la distribución delsaber social. Tienen que competir con elgenerado autónomamente por los siste-mas industrial, financiero y militar y conel que producen y mantienen los medios

ción

A beneficio de inventario:Legados y dilemas en la enseñanza e investigaciónde la comunicación en la UCV

AbstractFounded in 1946 as the School ofJournalism, now Social Communi-cation School at the UniversidadCentral de Venezuela, synthesizedin its development limitations andpossibilities, the most vivid andpressing dilemmas from research,theories, teaching and practiceof communication that requiredof these centers of university edu-cation, particularly in light of therapid changes that are happeningwith the digitization, convergenceand expansion of communicationof our time. In counterpoint withsome key moments in the evolu-tion of the oldest Social Communi-cation School of the country andfrom a theoretical review of LatinAmerican authors, we present a critical reading of what todayare some of the core issues of theformation of the communicatorsocial.

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comunica ción94

de comunicación que se han convertidoprogresivamente en el nuevo soporte delconocimiento público. Es el ‘aula sinmuros’, en la conocida frase de MarshallMc Luhan. Es por ello que el gran riesgopara nuestras universidades es mante-nernos sólo como observadoras en la so-ciedad del conocimiento (Quiroz, 2001,p. 65).

Con este panorama por delante, laspreguntas por la formación del profesio-nal de la comunicación social asoman ur-gentes y reclaman el concurso de los dis-tintos actores involucrados no sólo en suformación (instituciones, docentes, estu-diantes) sino también de los ámbitos so-ciales donde tienen lugar las prácticas co-municativas en su más amplio abanico:los medios, el mercado, la sociedad.

“¿Son relevantes los estudios (en co-municación social) que se imparten decara a esta nueva escena que el mundo ytodos estamos viviendo? ¿cómo estamosasumiendo los cambios de todo orden enla formación que impartimos? ¿qué sabehacer este profesional que no puedanhacer otros profesionales? ¿seguimossiendo periodistas más que comunicado-res y qué significa eso de ‘comunica-dor’?” Estas preguntas, de las que se hacíaeco también hace una década MarcelinoBisbal (2001b, p. 9), se mantienen vigen-tes.

Y son estas las preguntas con las cua-les nos asomamos a una revisión de la his-toria, las contribuciones y desafíos de lamás antigua de las instituciones de la en-señanza y formación universitaria en co-municación del país: la Escuela de Co-municación Social de la Universidad Cen-tral de Venezuela (ECS-UCV), que eneste año alcanza sus 65 años de fundada.

A lo largo de este ensayo seguiremosla siguiente hipótesis: la ECS-UCV haacompañado y expresado, en algunoscasos de manera dramática, las encrucija-das y dilemas en la formación y la inves-tigación de la comunicación social en elpaís, reflejo a su vez de lo sucedido enAmérica Latina. Pese a los declives y tro-piezos que pueda presentar en la actuali-dad un plan de estudios de casi un cuartode siglo de vigencia, y en algunos casoscon limitada sintonía con los cambios quebajo el impulso de los procesos de digita-lización se producen tanto en las prácticasprofesionales como en la comunicación yla cultura, la Escuela está llamada a rein-ventarse desde sus propios aportes. Setrata de mantener una tradición crítica queha permitido superar tanto las modas

como los impulsos tecno-comunicativostan en boga en la actualidad, y que comocantos de sirena intentan desmerecer losaprendizajes y saberes clave para el co-municador del presente, cada vez más exi-gido no sólo de herramientas y actualiza-ción tecnológica, sino también y sobretodo, de conocimientos y competenciasorientadas a la función social que le espropia al profesional de la comunicación.

En una primera parte de este trabajoabordaremos algunos aspectos relaciona-dos con la Escuela de Comunicación So-cial, su creación y algunos momentosclave de su desarrollo académico-institu-cional, especialmente en el contexto de suorigen como Escuela de Periodismo.Ofreceremos un contrapunto entre losmomentos y orientaciones que definieronlos rumbos de la Escuela y los principalescambios y tendencias en la formación einvestigación que en la comunicación so-cial se han producido a lo largo de más demedio siglo. Para ello nos serviremos dela periodización aportada por la Federa-ción Latinoamericana de Facultades deComunicación, Felafacs (2005).

Más allá del sentido propiamente cro-nológico al que obligan las miradas re-trospectivas sobre la historia de la Escuelade Comunicación Social de la UCV, las si-guientes líneas intentan ofrecer una lec-tura, a beneficio de inventario, sobre susretos y dilemas en el presente. La expre-sión a beneficio de inventario bien sirve parareferirnos críticamente a los aportes queconstituyen su tradición, pero que tam-bién obligan a considerar su legado en elcontexto universitario y comunicacionaldel presente. Esto sin obviar la propia si-tuación de la Universidad pública venezo-

lana, con cada vez más crecientes necesi-dades presupuestarias, de actualizacióntecnológica, de infraestructura y de recur-sos docentes, que amenazan con asfixiarsus posibilidades de seguir aportando entiempo presente y futuro.

I. Periodismo: el punto de partida

Una historia de la formación en comuni-cación social bien podría comenzar conuna analogía bíblica: Y en el principio fueel periodismo. Ciertamente, los estudios,investigaciones y formación en comuni-cación social tienen en las prácticas infor-mativas y la producción de mensajes pe-riodísticos una de sus principales anclas.Esto no sólo por una actividad que comola prensa reinó hasta bien entrado el sigloXX como bastión de la Modernidad y dela modernización, sino también por razo-nes de orden técnico-científico e históri-cas, dada su antigüedad como medio ma-sivo. La aparición de la radio, en las pri-meras décadas de la pasada centuria ysubsiguientemente la televisión, sumaríanen favor de una práctica profesional ya porentonces reconocida como oficio y que-hacer: el periodismo.

El surgimiento en la primera mitad dela pasada centuria de aquellas pioneras es-cuelas de periodismo, incluida la hoy Es-cuela de Comunicación Social de la UCV,atendió a las necesidades y aspiracionesque desde el plano de la práctica profe-sional y de la consolidación del perio-dismo industrial y comercial venían ges-tándose desde finales del siglo XIX. Tantoen Estados Unidos como en Latinoamé-rica, la fundación de estos primeros cen-tros de formación universitaria surgen“como resultado de la presión ejercida porlos propios periodistas y las empresas enlas que trabajaban y como un medio parala legitimación social de la profesión y dela misma prensa, que estaba en proceso detransformación de empresa artesanal a in-dustria comercial” (Fuentes, 1991. p. 19).La figura del periodista como parte del es-tamento intelectual y profesional, fue elresultado de un lento proceso de confor-mación del campo mediático y en el quela prensa, cada vez más distanciada de losprocesos de producción artesanales, ju-gaba un papel que progresivamente pasódel periodismo doctrinario, moralizante,promotor de ideas, a una lógica industrialque a su vez ofrecía no sólo opinión sinotambién información, noticias.

Con su ingreso a las aulas universita-rias, los periodistas dejaban atrás la ima-

Se trata de mantener unatradición crítica que hapermitido superar tanto lasmodas como los impulsostecno-comunicativos tan enboga en la actualidad, y quecomo cantos de sirena inten-tan desmerecer los aprendiza-jes y saberes clave para elcomunicador del presente

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gen asociada a lo que Aguirre (1998)llama “una estigmatización cuasi secular”y que especialmente desde el campo aca-démico e intelectual dibujaba con desdény desconfianza el oficio periodístico. En eltránsito del siglo XIX al XX, el escritor aus-triaco Karl Kraus le dedicó algunos de susmás brillantes y sangrientos pasajes en losque apenas llegó a reconocer que “el pe-riodismo ha apestado al mundo con ciertotalento” (Kraus, 1998, p. 55). No obs-tante, desde el ámbito de la sociología, laperspectiva de Max Weber reconocía laimportancia político-cultural de la figuradel periodista (Aguirre, 1998; Ortega yHumanes, 2000). Todavía en los años 60del siglo pasado, Tom Wolfe, al postularel valor de una tendencia como el NuevoPeriodismo, no dejaba de rescatar la vi-gencia literaria de su práctica y la maneracomo el periodismo sacudió los establescimientos de la literatura norteamericanaen esos años, cuando todavía los periodis-tas eran considerados una suerte de lum-pen proletariado, una clase inferior en elámbito literario e intelectual (Wolfe,2000, p. 41).

La necesidad de validar socialmenteun oficio y legitimarlo como profesión,con sus sistemas de enseñanza, de afilia-ción gremial y con lineamientos deonto-lógicos compartidos, requería a su vez deun respaldo académico e institucional quelas universidades estaban en condicionesde aportar. No en vano, Ortega y Huma-nes cuando se refieren al establecimientode los estudios universitarios en perio-dismo destacan tres factores en conjun-ción:

(…) el interés de los medios de comuni-cación en mejorar la cualificación pro-fesional de sus trabajadores; las univer-sidades o escuelas superiores que deci-den ofrecer una formación basada encriterios científicos, y el sistema polí-tico, que considera funcional la creaciónde estas instituciones, y más tarde seconstituye en garante y financiador delas escuelas o facultades. (Ortega y Hu-manes, 2000, p. 108).

Piénsese sólo en el clima político ygremial que dio lugar a la fundación delprimer centro de formación universitariapara los periodistas en el país: la EscuelaNacional de Periodismo de la UniversidadCentral de Venezuela creada el 24 de oc-tubre de 1946 por decreto (Nº 421) de laJunta Revolucionaria de Gobierno. La ini-ciativa cuajaba luego de esfuerzos promo-vidos por gremios y medios para la profe-

sionalización de los periodistas venezola-nos. Tres años antes, la Asociación Vene-zolana de Periodistas (AVP), en su PrimerCongreso Venezolano de la Prensa habíaaprobado un acuerdo para solicitar lacreación de la Escuela. Y en marzo delaño 1946, la directiva del recién creadoSindicato Nacional de Trabajadores de laPrensa (SNTP), en entrevista con RómuloBetancourt, presidente de la Junta Revo-lucionaria de Gobierno, planteó entre susdemandas gremiales la creación de unaEscuela de Periodismo y de una Ley deEjercicio del Periodismo. Otro tanto ocu-rrió en agosto de ese año durante la Pri-mera Convención de la AVP, con la inclu-sión entre sus acuerdos de la solicitud deapertura de los estudios universitarios deperiodismo. Pero los antecedentes puedenrastrearse hasta el final de la década de losaños 30, con un curso de periodismo pro-movido y patrocinado en 1929 por el dia-rio El Universal, una experiencia inspi-rada a su vez en la escuela de periodismoque el diario Debate abrió en España en1926; y en la creación en 1940 de la Aca-demia de Periodismo “Don Rafael Aré-valo González”, de la Universidad LibreAugusteo, fundada ese mismo año porMonseñor Rafael Lovera (Avila, 1983;Cuenca, 1998).

Los modelos de los medios estadouni-denses, con la prensa y seguidamente laradio y la televisión, se expandieron consus nuevas figuras profesionales y merca-dos, así como mediante procesos que le-gitimaran este naciente campo de prácti-cas comunicativas. Para el caso de Amé-rica Latina, la influencia de este modeloalcanzó, como bien precisa Raúl Fuentes

Navarro (1991, p.19), no sólo la dimen-sión institucional, sino también la investi-gación, la formación profesional, las es-tructuras multinacionales y la investiga-ción y reflexión teórica de los fenómenos.

Una revisión historiográfica sobre losinicios de la investigación y la docencia encomunicación social en Latinoaméricapermite observar las relaciones que lasuniversidades latinoamericanas mantu-vieron con sus similares estadounidensesy europeas, particularmente con las pri-meras. El teórico brasileño José Marquesde Melo, al referirse a la investigación (yla enseñanza) de la comunicación en Bra-sil y América Latina, destaca estos acer-camientos:

Desde 1934, cuando se instala el primercurso superior de periodismo en la Ar-gentina [en la Universidad de la Plata],la cooperación norteamericana fue deci-siva para la determinación de su estruc-tura. A fin de cuentas, no era sensato ig-norar la experiencia acumulada, durantemás de 20 años, en instituciones pione-ras como las escuelas de periodismo deColumbia [1909] y de Missouri [1908].Esa cooperación se intensificó a partirdel fin de la segunda guerra mundial,cuando las Américas dan los primerospasos para la integración económica delcontinente. Una escuela paradigmáticacomo la de la Universidad Central deVenezuela contaba, ya en 1946, con ase-soría norteamericana. (Marques deMelo, 1999)

En efecto, la Escuela de Periodismo dela UCV contó para el inicio de sus cursosen 1947 con una breve participación comoasesores internacionales de periodistasestadounidenses como Carl Ackerman,decano de la Facultad de Periodismo de laUniversidad de Columbia.

El grueso de centenares aspirantes aingresar a la Escuela de Periodismo de laUCV en su primer periodo lectivo, en1947, habla a las claras de la necesidad deformación que urgían periodistas, gre-mios y medios, en un país que encarabaentonces dinámicas de modernización po-lítica y cultural. La convocatoria tuvo uncarácter profesionalizante, al abrirse a pe-riodistas en ejercicio y también a personasque sin tener el título de bachiller demos-traran experiencia y trabajo como perio-distas (Cuenca, 1998). Fue tal la demandade aspirantes en el inicio de actividadesacadémicas de la Escuela, con MiguelAcosta Saignes como primer director,que obligó a un proceso de selección con

La necesidad de validarsocialmente un oficio y legiti-marlo como profesión, consus sistemas de enseñanza,de afiliación gremial y conlineamientos deontológicoscompartidos, requería a suvez de un respaldo académicoe institucional que las universidades estaban encondiciones de aportar

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un reglamento de ingreso y la conforma-ción de una comisión revisora de las cre-denciales de los aspirantes, integrada porMonseñor Jesús María Pellín, MiguelOtero Silva, Bernardo Dolande, Luis Tro-conis G. y Luis F. Bellorín. De los tres-cientos alumnos admitidos, 52 se gradua-ron dos años después en la primera pro-moción Leoncio Martínez.

La década de los años 50 del siglo XXse abrió para la recién fundada Escuelacon cambios que llevaron los estudios atres años y el requisito del título de bachi-ller para todos sus estudiantes. Con la dic-tadura del General Marcos Pérez Jiménezla Universidad y la Escuela sufrieron uncierre por un par de años, luego de los cua-les ésta última reabre como departamentode la Facultad de Filosofía y Letras y es-tudios de cuatro años con el título de Li-cenciado en Periodismo, además de per-mitir de nuevo el ingreso de periodistas enejercicio sin título de bachiller, quienesegresaban como técnicos.

Esos años de lucha contra la dictaduray la impronta del debate de ideas, asícomo la filiación de izquierda de algunosde sus docentes, marcó acaso uno de losaportes más duraderos y polémicos de lainstitución en su devenir: ser centro parael debate abierto –no exento de radicalis-mos– y la defensa de la libertad de expre-sión. Bien lo apuntó Gloria Cuenca desdesu experiencia de más de 25 años como do-cente:

La escuela de periodismo surgió confines democráticos y con la idea de con-tribuir a formar periodistas demócratas.No fue sencillo para los dos primeros di-rectores, el Dr. Miguel Acosta Saignes(Director Fundador) y el Dr. GustavoDíaz Solís, delimitar el perfil de la Es-cuela de Periodismo y menos aún el delos periodistas. Se trataba entonces deentender que el periodismo con libertadestá imbricado en la concepción de lademocracia y que sin libertad de expre-sión, usada y definida por periodistas de-mocráticos, no tiene mucho sentido.(Cuenca, 1998, p. 93)

Con su paso a las aulas universitariasel periodismo dejó de ser, en palabras deHumberto Cuenca (1980), el forasteroinoportuno en el ámbito intelectual y aca-démico. Encontró en estos espacios la po-sibilidad de sistematizar saberes y prácti-cas que progresivamente se fueron ha-ciendo más complejos e interdependientesconforme se fueron desarrollando, enorden cada vez más expansivo, otras prác-

ticas comunicativas relacionadas con me-dios como la radio y la televisión, asícomo con las esferas de la publicidad co-mercial y la propaganda política. Las es-cuelas de periodismo no escaparon a estastransformaciones que a su vez aumentarontanto las posibilidades de desempeño pro-fesional como de su enseñanza, pero quetambién imprimieron nuevos retos y pro-blemas para la definición de las escuelas,su estructura curricular y sus fines acadé-micos.

En particular, la Escuela de la UCV, ala que se sumó en 1959 la Escuela de Pe-riodismo de la Universidad del Zulia(LUZ) y en 1961 la de la Universidad Ca-tólica Andrés Bello (UCAB), reflejarontanto en su estructura interna (cátedras ydepartamentos) como curriculares loscambios que en el campo profesional, gre-mial y de los estudios de la comunicaciónse registraron a partir de la segunda mitaddel siglo XX. Cambios que incluso supu-sieron, como veremos a continuación, unanueva denominación para estos centros deenseñanza, conocidas desde los años 70como Escuelas de Comunicación Social.

II. Del periodismo a la ComunicaciónSocial

Si seguimos la periodización sobre losdistintos momentos y enfoques en la for-mación e investigación sobre la comuni-cación que recoge la Felafacs en su docu-mento Excelencia Académica y Acredita-ción en las Escuelas de Comunicación deAmérica Latina (2005), podemos encon-trar una relativa correspondencia entre los

cambios operados en diversos países lati-noamericanos y lo ocurrido en la Escuelade Comunicación Social de la UCV, comoveremos a continuación.

Para la Felafacs, durante el lapso queva desde la fundación de las primeras es-cuelas de periodismo en los años 30 hastalos inicios de los años 70 del siglo XX, laformación e investigación de la comuni-cación en América Latina tuvieron unaliento humanista (1934-1973), caracteri-zado por:

(…) la gran influencia de un periodismoliterario y político, aún cuando otrasáreas de la actividad de la comunicaciónsocial (relaciones publicas, la radio y enmenor grado la televisión) ya tenían uncamino recorrido. Era el periodismo es-crito, la prensa, el eje de atención y porello la formación se preocupaba en apor-tar una mirada enciclopedista de fuerteacento filosófico y culturalista. (Fela-facs, 2005, p. 69)

En lo que respecta a la Escuela de Pe-riodismo de la UCV, los cambios curricu-lares registrados a lo largo de la segundamitad del siglo XX están marcados por elprotagonismo de lo instrumental y forma-tivo con énfasis en el periodismo y los sa-beres humanísticos. Incluso en el plano dela investigación y de las publicaciones quela expresaban, los estudios se centraron enla historiografía de la prensa venezolana ylatinoamericana. Los primeros cursos depostgrado en periodismo que se abrieronen la UCV en 1962 se dedicaron al perio-dismo económico y al periodismo cientí-fico. La creación del Instituto Venezolanode Investigaciones de Prensa en 1960,también expresaba estas orientaciones.Vale recordar los aportes investigativosque para esos años hicieron docentes de laEscuela de la UCV, como Jesús RosasMarcano y sus estudios sobre la prensavenezolana; Héctor Mujica y su ya clásicolibro El Imperio de la Noticia (1967);Eleazar Díaz Rangel y su trabajo Pueblossubinformados – pueblos subdesarrolla-dos (1966), así como los trabajos publica-dos en la serie Cuadernos de Periodismo.

La investigación y enseñanza de la co-municación no permanecieron al margende ideas en boga como la teoría de la de-pendencia y las visiones latinoamerica-nistas y desarrollistas que, tanto en lo po-lítico como en los estudios socio-cultura-les, se extendieron a lo largo del conti-nente en el tránsito de la década de losaños 70 y 80 del pasado siglo. Es la etapaque el documento de Felafacs (2005) de-

En lo que respecta a laEscuela de Periodismo de laUCV, los cambios curricularesregistrados a lo largo de lasegunda mitad del siglo XXestán marcados por el prota-gonismo de lo instrumentaly formativo con énfasis enel periodismo y los sabereshumanísticos

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nomina “Ideologista y Denuncista”(1973- 1988) y en los que “la atención dela academia se centra en los actores so-ciales y se asume la comunicación comooportunidad transformadora de la estruc-tura social” (p. 69). Surgen los primerosesfuerzos de articulación de lo propia-mente latinoamericano en el plano de losestudios e investigaciones de la comuni-cación, expresados en la creación de laAsociación Latinoamericana de Investi-gadores de la Comunicación, Alaic(1978), y la Felafacs (1981).

La creciente presencia de un pensa-miento crítico sobre la comunicación, suestudio y enseñanza, aunado a la comple-jidad del campo mediático y laboral, hizoque cobrara fuerza la orientación del Cen-tro Internacional de Estudios de Perio-dismo para América Latina, Ciespal, paraun definitivo cambio en los enfoques, mo-delos, planes de estudio e incluso en la de-nominación de las antiguas escuelas deperiodismo que pasaron a llamarse de co-municación social, con una formaciónorientada a “dar una naturaleza poliva-lente a la enseñanza” (Ordóñez, 1973, p.36). Fue el caso de la UCV que en el año1970 cambia de nombre y de pensum parauna carrera de cinco años dividida en unciclo básico de dos años y un ciclo profe-sional de tres años, en los cuales los estu-diantes podían optar por las menciones dePeriodismo, Medios Audiovisuales, Pu-blicidad y Relaciones Públicas. Otro tantosucedió con las escuelas de la UCAB yLUZ.

Cabe destacar, no obstante, que mien-tras las escuelas cambiaban su denomina-ción y ampliaban sus ámbitos disciplina-res y las menciones determinaban prácti-cas profesionales diferenciadas y nosiempre vinculadas con el periodismo, laaprobación de la Ley de Ejercicio del Pe-riodismo (1972), establecía la obligatorie-dad del título universitario para el ejerci-cio profesional y abría para los egresadosen comunicación social la afiliación gre-mial en el Colegio Nacional de Periodis-tas (antigua AVP). En palabras de Aguirre(1998, p. 63): “el esfuerzo de las Univer-sidades y de los gremios periodísticosconvergieron para exigir la titulación uni-versitaria para el ejercicio legal de la pro-fesión”, lo que a su vez generó y sigue ge-nerando enormes resistencias por parte desectores empresariales vinculados con losmedios de comunicación en el país. Por lopronto, valga tener presente la observa-ción que recoge Gloria Cuenca: “es pro-bable que todos los periodistas sean Co-municadores Sociales, lo que no es seguro

es que todos los Comunicadores sean pe-riodistas” (Cuenca, 1998, p. 172).

Por otra parte, desde el ámbito univer-sitario se planteaba una creciente preocu-pación no sólo por la enseñanza propia-mente profesional en los distintos ámbitosmediáticos, sino que también se prestóparticular atención a los procesos de la co-municación, sus modelos, sus teorías, loscruces disciplinarios que se derivaban dela acción comunicativa. Los análisis delos mensajes, su significado y su recep-ción encontraron terreno fértil para el de-sarrollo de una reflexión teórica y acadé-mica orientada hacia la comunicaciónmasiva en su sentido más amplio, espe-cialmente en sus alcances culturales. En1971, Pasquali, en el prefacio de la se-gunda edición de Comunicación y culturade masas (1980) daba cuenta de la diver-sidad de los aportes provenientes de lasesferas de la sociología, de la lingüística(especialmente en lo relacionado con lasemiología de la imagen) y de la comple-jidad que suponía para ese momento elsalto cuantitativo-cualitativo de las co-municaciones con la Teoría Crítica de laSociedad y los teóricos de la Escuela deFrankfurt a la cabeza. Es la etapa que eldocumento de la Felafacs (2005) calificade Estructuralista y Crítica al Estructu-ralismo (1977-1988), y en la cual “La in-fluencia de Adorno, Benjamín y Foucaultse traduce en una perspectiva crítica de laestética y las implicaciones políticas de lacomunicación” (p. 69).

La Escuela de la UCV se hizo eco deestas perspectivas en los estudios sobre lacomunicación, con la incorporación de lamención Comunicología en la reforma

curricular del año 1978. El plan de estu-dios de cinco años tuvo entonces entre suscaracterísticas la adopción del régimensemestral que se había iniciado en 1974 yse mantiene vigente hasta la actualidad; lainclusión del trabajo de licenciatura comorequisito obligatorio de egreso y un régi-men de dos ciclos: uno básico de dos se-mestres y un ciclo de ocho semestres conmenciones: Publicidad y Relaciones Pú-blicas, Periodismo, Comunicación Au-diovisual y Comunicología.

Testigo de excepción de estos proce-sos vividos en el mundo académico y dela docencia en la Escuela de ComunicaciónSocial de la UCV, la profesora GloriaCuenca, ofrecía en 1985, a propósito de laedición de los primeros diez años de la re-vista Comunicación, un balance sobre elperiodo comprendido entre 1975 y 1985 yque citamos in extenso:

La Escuela de Comunicación Social dela UCV ha pasado en los últimos diezaños momentos trascendentales: des-pués de la renovación académica y la in-tervención militar (años 69-70-71), elaño 74, la semestralización y el año 75se inicia una nueva etapa importante: elinicio del IV nivel, los postgrados en Co-municación. Se crea en el país un ambientepropicio de una amplia y fundamentalperspectiva de la comunicación: a partirdel año 75 (época en la que era Directorel profesor Federico Álvarez) se incor-poran un grupo de profesores a proyec-tos de planificación e investigación de lacomunicación: [el Proyecto] Ratelve(1975), Telenovelas (1975), II y III En-cuentro de Investigadores de la Comu-nicación y la creación de la Asociaciónde Investigadores de la Comunicación(AVIC). Se firma un acuerdo institucio-nal ININCO-Escuela para la organiza-ción de la Primera Maestría en Políticay Planificación de la Comunicación enAmérica Latina (Coordinada por HéctorMujica, 1980). Se crea y se organiza lamención Comunicología (Investiga-ción, planificación y facilitación de lacomunicación social y sus procesos,1978). En 1982 se abre el Curso de Es-pecialización Periodismo y Cultura, co-ordinado por la profesora Olga de Alva-rez y en 1984 se reabre la Maestría enPolítica y Planificación de la Comuni-cación en América Latina, coordinadaen esta oportunidad por el profesor Os-waldo Capriles del ININCO, el Curso deAmpliación proyectos de Investigaciónen Comunicación, coordinado por elProf. Adolfo Herrera en colaboración

Es la etapa que el documentode la Felafacs (2005) calificade Estructuralista y Crítica alEstructuralismo (1977-1988),y en la cual “La influencia deAdorno, Benjamín y Foucaultse traduce en una perspectivacrítica de la estética y las implicaciones políticas de lacomunicación”

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con Ciespal (Cuenca, 1985, p. 72).[cur-sivas nuestras]

Las últimas décadas del siglo XX mar-can un momento particularmente rele-vante, habida cuenta de los cambios quetrajeron consigo los nuevos sistemas detelecomunicaciones y los desarrollos tec-nológicos vinculados con la electrónica,la computación y el mundo de lo digital.Este entronizamiento de los medios de co-municación y la expansión de su acciónsocial por la vía de la globalización, se co-rresponde con la fase que el documento dela Felafacs identifica como la perspectivaCulturalista (de 1985 a nuestros días) quehan adoptado los centros de formación dela región y en la cual “la comunicación secentra en los procesos de mediación en lasociedad, las relaciones de comunicacióninterna en las organizaciones, el papel dela comunicación como factor de cambio yde ecuación, la responsabilidad ética delos medios, la comunicación como factorde cambio social y la interpretación de losnuevos escenarios simbólicos de nuestrotiempo (Felafacs, 2005, p. 70).

Temas como las políticas nacionalespara la comunicación y la cultura; el papelde organismos internacionales y multila-terales para la comunicación; la comuni-cación alternativa; el Nuevo Orden de laComunicación y la Información (Nomic)y las discusiones derivadas del InformeMacBride (1980); las identidades y cultu-ras nacionales ampliaron la agenda de lainvestigación y la reflexión teórica sobrecomunicación que se ventiló en las aulase investigaciones de las escuelas de co-municación venezolanas.

III. Legados y deudas en el cambio de siglo

Un año después de que la Escuela de laUCV conmemorara cuatro décadas defundada con un proyecto de investigacióncoordinado por Eleazar Díaz Rangel(1988) y publicado en el libro 40 años deComunicación Social en Venezuela.1946-1986, se dio una reforma curricularque eliminó las menciones y la profesio-nalización temprana presente en el ante-rior plan de estudios. El pensum de 1987orientaba la formación hacia un perfil ge-neralista, a partir de un ciclo básicoComún de siete semestres y un plan variablede Estudios para los últimos tres semes-tres de la carrera. Este pensum se man-tiene hasta el presente y, pese a algunos cam-bios menores y a las actualizaciones en los

programas de las asignaturas obligatoriasy electivas que se han realizado en los úl-timos años, su cambio y las transforma-ciones académico-administrativas queproduzca, son una de las tareas pendien-tes y urgentes de la institución.

Pero así como el cambio curricular esuna asignatura pendiente, también lo es elreimpulso de la investigación y su expre-sión en materiales bibliográficos publica-dos en libros y revistas por los docentes.La Escuela fue pionera en el desarrollo detrabajos de investigación en un registroque va desde el periodismo, pasando porlos estudios sobre opinión pública hastalas teorías y praxis de la comunicación,entre otros temas. El resultado de estostrabajos se ha visto reflejado en publica-ciones, sea en libros, artículos en revistasarbitradas o compilaciones. No obstante,la difusión y alcance de buena parte deestos materiales se circunscriben alcampo restringido de la academia, por loque la escasa difusión y circulación e in-cluso su presentación en formatos digita-les (e-book) abonan en la idea endogá-mica que acompaña la vida universitaria.También, la falta de continuidad en algu-nas iniciativas de difusión como la serieApuntes. Cuadernos de la Escuela de Co-municación Social, un proyecto iniciadodurante la gestión del profesor MarcelinoBisbal como director (1987-1990), no en-contró la constancia ni el apoyo que re-quieren estas experiencias.

Ya en los años 80, el profesor de laECS-UCV Leoncio Barrios, al ofrecer unbalance de diez años de investigación encomunicación en el país, advertía sobre lapérdida del empuje investigativo en déca-

das anteriores: “el entusiasmo por la in-vestigación de la comunicación en Vene-zuela durante la década 75-85, o más pre-cisamente, durante el último quinquenio,ha decaído” (Barrios, 1985, p. 26). Res-cataba la investigación en áreas como laopinión pública, así como los trabajos deinvestigación presentes incluso en algu-nos trabajos de licenciatura (Pregrado),pero llamaba la atención sobre el hecho deque la calidad académica e investigativade algunos materiales pasaran inadvertidos,al igual que subrayaba la falta de conti-nuidad en la difusión de los aportes de do-centes e investigadores debido, en parte, ala ausencia de revistas y publicaciones.

El panorama ofrecido por Barrioshace un cuarto de siglo para la investiga-ción de la comunicación en el país, man-tiene su vigencia para el caso de la Es-cuela de la UCV en esta primera décadadel siglo XXI. No obstante, cabe apuntarque en los últimos tiempos se han regis-trado tímidos impulsos, muchos de ellosmás por iniciativas individuales que en elmarco de líneas institucionales, como la pre-sencia de docentes inscritos en el fenecidoPrograma de Promoción al Investigador,PPI, del Fonacit. Igualmente, la participa-ción de docentes de la Escuela como po-nentes en eventos nacionales e internacio-nales como las Jornadas Nacionales de In-vestigación Humanística y Educativa, losEncuentros Nacionales de Escuelas deComunicación Social que organiza laUCAB o más recientemente los Congre-sos de la Asociación de Investigadores dela Comunicación, Invecom, creada en2007. Sin embargo, insistimos, esta pre-sencia resulta escasa en cuanto al númerode docentes con líneas de investigaciónsostenidas en el tiempo.

A estas tareas de investigación cabríasumar la participación de la Escuela en losprogramas de postgrado del Área de Co-municación Social de la Facultad de Hu-manidades y Educación de la UCV. Desde2005 la Escuela forma parte de los comi-tés académicos de las maestrías en Comu-nicación Social y de Gestión y Políticas Cul-turales que coordina el Instituto de Inves-tigaciones de la Comunicación, Ininco.Las líneas de investigación de docentes dela Escuela a su vez “se constituyen en unmarco de referencia de primer orden a finde fortalecer la investigación de la comu-nicación en el campo epistemológico, teó-rico, metodológico y técnico” (Hernán-dez, 2006, p. 78).

Un aspecto digno de destacar es elhecho de que la Escuela de ComunicaciónSocial de la UCV hoy por hoy ofrece un

Pero así como el cambiocurricular es una asignaturapendiente, también lo es elreimpulso de la investigacióny su expresión en materialesbibliográficos publicadosen libros y revistas por losdocentes.

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valioso apoyo a la investigación y el estu-dio de la comunicación con la BibliotecaGustavo Leal, que en los años 60 era ape-nas una sala de lectura y actualmente esuna de las pocas especializadas en comu-nicación social del país, con 14.843 volú-menes (libros, revistas, tesis, trabajos deascensos, entre otros materiales biblio-he-merográficos).

La mirada retrospectiva permite en-contrar limitaciones y pesados fardos ins-titucionales que se acumulan como deudasde un recorrido histórico. Un conjunto defactores de orden ideológico, políticocomo otros que escapan propiamente almanejo interno de la institución y que seentroncan con los problemas derivados dela sistemática desinversión presupuesta-ria, suman en el saldo crítico que se puedeofrecer en el presente y que como una dra-mática espiral acosa desde hace ya más dedos décadas a la Universidad pública ve-nezolana en general, y a sus facultades yescuelas en particular.

La UCV acumula en sus 290 años deexistencia tanta historia como amenazas.De estas últimas sólo basta mencionar eldéficit presupuestario ya crónico que haincidido en la falta de capacidad real parala formación y la contratación de docen-tes con la máxima dedicación; el desfasetecnológico e infraestructural. Apenas engestiones más recientes se viene aten-diendo el relevo generacional de sus pro-fesores en una institución donde casi lamitad de su personal docente se encuentraen condición de jubilación. De allí que re-sulte clave el seguimiento de los planes deformación de los docentes de nuevo in-greso y la contratación en calidad de per-sonal ordinario, y no bajo contratos even-tuales como viene sucediendo hastaahora, con las limitaciones que esto aca-rrea en cuanto a las labores de docencia,investigación, extensión y de gestión aca-démico-administrativo, propias de lasfunciones universitarias.

La situación arriba esbozada alcanza ala Escuela de Comunicación Social de laUCV, su planta profesoral de menos deochenta profesores y con una matrícula demil 200 estudiantes, en un momento en elque las demandas de ingreso crecen ex-ponencialmente para estas carreras.

Se cumplió lo asomado por Aguirre en1995: “Es previsible que la demanda de es-tudios superiores de Comunicación Socialcontinúe creciendo hasta finales de la dé-cada, a pesar de la depreciación de los títu-los universitarios. El simple crecimientodemográfico, conjugado con la tasa de es-colarización de las mujeres a nivel superior,

así como la diversificación geográfica de laoferta de estudios confluyen en este senti-do” (Aguirre, 1995, p. 84).

Anualmente sólo a la Escuela de Co-municación Social de la UCV tocan lapuerta para su ingreso cerca de 3 mil as-pirantes, de los cuales apenas doscientosen promedio, al año, pueden ingresar porlas distintas vías contempladas para ello(CNU, convenios, etcétera). Esto la haconvertido en la Escuela con mayor de-manda después de la Escuela de Medicinaen toda la UCV.

Ya lo apunta Bisbal cuando señala quecomunicación social es “la carrera másapetecida por los jóvenes”, lo cual se re-fleja en “la demanda estudiantil, el volu-men de estudiantes y el surgimiento enpocos años de variedad de escuelas” (Bis-bal, 2010, p. 89). Este es un fenómenocomún para las escuelas de Latinoaméricaque en las últimas décadas han visto cre-cer tanto la demanda como la oferta por lavía de instituciones de formación públicasy privadas dedicadas a la comunicaciónsocial. En quince años Brasil pasó de 66escuelas a 348; México de 74 a 321; Ar-gentina de 18 a 55; Colombia de 12 a 55y Venezuela de 5 a 15 (Fuentes, 1991; Fe-lafacs, 2005).

La carrera de moda como califica Bis-bal (2010) a la comunicación social estáasociada a la expansión de lo comunica-cional por la vía de los desarrollos tecno-comunicativos y por la presencia casi om-nímoda de los medios en nuestras vidas,lo que vuelve urgente una revisión de laformación que se imparte en escuelascomo la de la UCV.

Pero una revisión de fines de la insti-tución, sus modelos y concepciones de laenseñanza, sus diseños curriculares, de-bería plantearse por encima de las dicoto-mías entre teoría y práctica; mercado yacademia; periodismo y comunicación.Estos son algunos de los retos a la hora depensar la formación del comunicador so-cial:

1. Más allá de la tentación tecnocomunicativa

Es conveniente tener presente elriesgo de que se impongan los apremiosde una sociedad cada vez más sumergidaen la digitalización y las tecnologías, ha-ciendo viva la advertencia que formularonautores como Pasquali (1980) y Fuentes Na-varro (1991) respecto a no dejarse ganarpor enfoques reduccionistas e interesadosque:

(…) de manera ignorante o deliberadaidentifican comunicación con medios decomunicación y medios con tecnología,excluyendo la consideración de la co-municación como fenómeno humano yesencial, y dejando fuera también la po-sibilidad de ubicar históricamente a losmedios masivos como instituciones so-ciales determinadas política, económicay culturalmente en su racionalidad tec-nológica (Fuentes, 1991 p. 86).

Se trata de ver la formación más alládel extremo fatalista, tecnófobo y del ex-tremo tecnocrático e instrumental, que lepermita a la Universidad analizar crítica-mente las tendencias “del mercado y eldesarrollo tecnológico en los ámbitos dela globalización socioeconómica y en lamundialización de la cultura […] asícomo pensar alternativas al modelo hege-mónico del mercado y de la comunica-ción” y sin desconocer “las complejida-des que hoy se trenzan entre los cambiosdel saber en la sociedad del conocimientoy los cambios del trabajo en la sociedad demercado” (Martín Barbero, 2007, p. 74)

2. Más allá (y más acá) del mercado de trabajo

Desde distintas perspectivas, Aguirre(1995, 1998, 2006) y Morales y Parra(2006) han señalado la debilidad que sepresenta en nuestro país en cuanto a vi-siones curriculares que privilegian la for-mación práctica en atención a las deman-das del sector empleador. Como señalanestos autores: “las reformas curriculares

Se cumplió lo asomadopor Aguirre en 1995:“Es previsible que la de-manda de estudios superioresde Comunicación Social conti-núe creciendo hasta finalesde la década, a pesar de ladepreciación de los títulosuniversitarios.

“ción

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comunica ción100

no hay que emprenderlas meramentedesde las definiciones teóricas de una co-municación ideal, como si se tratara dedefinir una disciplina, sino desde las ne-cesidades y problemas sociales a los quehay que responder” (Aguirre, 1995, p.85), porque “un nuevo intento por gestarla discusión sobre cuál debería ser el per-fil del comunicador debe partir de unaseria reflexión sobre qué implica y cuálesson las consecuencias en lo académico,social, ético y político de pensar la comu-nicación como fenómeno social” (Mora-les y Parra, 2006, p. 65). En este mismosentido apunta la Felafacs al sugerir que“la formación de profesionales de la co-municación no se traduce en ajustar elperfil del comunicador al sistema vigentedel mercado profesional sino de responderurgente y seriamente a los retos que enmateria de comunicación y cultura tienecada país” (2005, p. 71).

Los desarrollos divergentes que porun lado privilegian el modelo profesionalque atiende a las exigencias de formaciónque requieren los mercados de trabajo, ypor otro los estudios y teorías de la comu-nicación social (Fuentes, 1991), son algu-nos de los problemas clave de la forma-ción universitaria en comunicación socialen Latinoamérica. De esto se deriva la dis-tancia entre una práctica profesionalcuyos paradigmas e imaginarios se apro-ximan a la eficiencia, la competitividad eincluso una deontología del saber hacer,y una teoría que se orienta a la crítica, lareflexión y el cuestionamiento de la ac-ción social de los medios y sus fenómenossocio-culturales y políticos.

¿Cómo adelantar una formación quesin descuidar lo específico de las diversasprácticas comunicativas, atienda a la si-nergia con el campo laboral, pero igual-mente resguarde las dinámicas y compro-misos con el saber que le son propios a laUniversidad?

Para responder desde el currículum ala interrogante vale tener presentes las re-flexiones de María Teresa Quiroz, presi-denta honoraria de Felafacs:

(…) la presión por adaptar la enseñanzay la investigación a las demandas eco-nómicas, técnicas y administrativas delmomento, propone métodos y recetasque limitan la enseñanza general y mar-ginalizan la cultura humanista. Estastendencias superadaptativas no son pre-cisamente signos de vitalidad, sinoanuncios de senilidad y muerte, porquese pierde la esencia creativa. Se trata deevitar el fraccionamiento entre el pasado

y el presente, el conocimiento humanís-tico y el científico, la tecnología y elarte. La formación universitaria ligada ala realidad tiene que unir, integrar (Qui-roz, 2001, p. 64).

En esta misma línea se orienta lo se-ñalado por el teórico español ManuelMartín Serrano (2006):

El enfoque ateórico de la enseñanza dela comunicación empobrece la forma-ción universitaria. Pero sobre todo

puede degradar la docencia a un meroprograma dedicado a las técnicas decontrol social. Porque en el ámbito de lacomunicación los contenidos instru-mentales fácilmente se confunden conlos conocimientos que instrumentan.

Requerimos de un comunicador socialformado para los retos del presente: nocomo empleado entrenado sólo para elmercado laboral de los medios de comu-nicación emergentes y tradicionales. Uncomunicador en capacidad de promoverla gestión de la comunicación, la forma-ción ciudadana y el fortalecimiento de lademocracia comunicativa.

Un gestor-promotor de la comunica-ción y de la cultura. Acaso un estratega dela comunicación, como lo definieronZalba y Bustos (2010); un mediador,como lo vislumbra Fuentes (2007) inspi-rado en Martín Barbero.

Raúl Fuentes Navarro, autor mexi-cano con décadas de reflexión y trabajossobre la formación y el diseño curricularde las escuelas de comunicación, ofreceun buen punto de partida al definir cuatrocompetencias centrales para la formaciónuniversitaria de los profesionales de la co-municación y que a su vez deben estarpresentes:

(…) como recursos reflexivos en la pro-pia enseñanza: dominar el lenguaje paraubicarse en el entorno sociocultural;controlar la información, sus códigos ycanales de producción y circulación so-cial; relacionar los medios con los fines,en una perspectiva ética; y operar edu-cativamente la comunicación, como me-diación constitutiva de un proyecto so-cial en y mediante la producción socialde sentido (Fuentes, 2010, p. 21).

IV. Coda: la Escuela (y la comunicación) que vendrá

Pionera en la formación profesional, en lainvestigación y en los postgrados en co-municación social del país, el reto de la Es-cuela de la UCV será mantener aquelloque la ha distinguido a lo largo de más deseis décadas de existencia: su capacidadpara hacerse eco de las reflexiones y dis-cusiones que desde las teorías y tambiéna partir de las prácticas comunicativas sevienen dando en Latinoamérica y en otraspartes del mundo.

Para ello, quizás corresponda tenerpresente la propuesta que asomó AntonioPasquali hace unos años, cuando planteó

Veinte directoresAlo largo de su existencia, la Escuela

de Comunicación Social ha sidodirigida por docentes de sus distintosdepartamentos. Hasta el año 1999, losdirectores eran designados directamentepor el Decano de la Facultad de Huma-nidades y Educación. A partir de ese año,por iniciativa del por entonces Decano,Prof. Benjamín Sánchez, los directoresse eligen por el voto directo de profesoresy estudiantes de la Escuela.

Ofrecemos a continuación losnombres de los directores que ha tenidola Escuela durante sus 65 años dehistoria:

■ Miguel Acosta Saignes (1947-1949)

■ Gustavo Díaz Solís (1949-1952)

■ Héctor Mujica (1958-1964 y 1969-1970)

■ Joaquín Gabaldón Márquez (1964-1965)

■ Luis Aníbal Gómez (1966-1969)

■ Alexis Márquez Rodríguez (1970)

■ Mercedes Llovera de Tinoco (1970-1972)

■ Manuel Isidro Molina (1972-1975)

■ Federico Alvarez (1975-1978)

■ Pedro Espinoza Troconis (1978-1981)

■ Juan Páez Avila (1981-1984)

■ Eleazar Díaz Rangel (1984-1987)

■ Marcelino Bisbal (1987-1990)

■ Federico Santana (1990)

■ Guillermo López (1991-1994)

■ Adolfo Herrera (1994-1996 y 2005-2008)

■ Enrique Castejón (1996-1999)

■ Asalia Venegas (1999-2001 y 2002-2005)

■ Miguel Angel Latouche (2008 hasta el presente)

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101comunica

la urgencia de que las escuelas y faculta-des de comunicación de Latinoaméricasalieran de los esquemas tradicionales dela formación de las meritorias escuelas deperiodismo, para adecuarse a las nuevasdemandas de sociedades del presente,marcadas por la complejidad y por lastransformaciones de alcance planetario:

Nuestras facultades y escuelas necesitanabrirse en extensión y profundidad: porun lado, acentuando su colaboración conla filosofía y demás ciencias del hombre.Economía, educación, artes y arquitec-tura; por el otro, ensanchando sus inte-reses curriculares cuando menos a áreastales como la economía de la cultura y lacomunicación, ingeniería electrónica,correos y telecomunicaciones, el plexopropiedad intelectual, derecho de autor,copyright, la complementariedad deeducación / comunicación social, la ad-ministración y gerencia de empresas dela cultura y la comunicación, sin contarcon el otro plexo comunicación inter-personal / arquitectura / tejido urbano.Una noble apertura de este tipo pudieraasegurar la formación de un comunica-dor con perfil radicalmente nuevo y mo-derno (Pasquali, 2005, p. 137).

Estos son algunos de los caminos queen materia curricular, de investigación y deformación tendrían por delante nuestrasescuelas de comunicación social. Comen-zando por la UCV.

MORAIMA GUANIPALicenciada en Comunicación Social por laUniversidad del Zulia (LUZ). Periodista.Profesora de pregrado y postgrado. Maes-tría en literatura venezolana en la Uni-versidad Central de Venezuela.

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comunica ción102 estudios

AbstractIt’s a study that leads us trough the history of fifty years of the school of social communicationof the Universidad Católica Andrés Bello. But it´s something more than the history of a college,it is a retrospective of how the school of social communication of the Universidad CatólicaAndrés Bello has seen its journalists from the training given, but it’s also a prospective thatlooks to the future from where the school has to look, despite the barriers college impose. It’sabout a vision towards the future, because that’s how the school of social communication ofthe Universidad Católica Andrés Bello has imposed through time. And fifty years aren’t much.

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1961

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103comunica ción

UCAB: cinco décadas perfilando el futuro

La Escuela de Comunicación Socialde la UCAB cumple cincuenta años.Hasta el día de hoy, ha formadocinco mil 818 comunicadores socia-

les. Pero nadie podría decir que están cor-tados con la misma tijera, porque laUCAB no ha mantenido un punto de vistauniforme acerca de la formación de susegresados. El propósito de estas páginases analizar, en retrospectiva, cómo havisto la Escuela a sus comunicadores a lolargo de cinco décadas y, en prospectiva,cómo redirige esa mirada de cara al por-venir. Para los que han vivido la historia,quizás este trabajo no tenga otra signifi-cación que el registro y la evocación, peroa las generaciones más recientes les puederesultar útil conocer una trayectoria de lacual forman parte, sobre todo porque es lareflexión histórica la que permite explicarpresentes y guiar acertadamente futuros.

Pretendo darle hilatura a este análisisa través de un ejercicio discursivo queconsistirá en revisar los perfiles profesio-nales que se han incluido en los planes deestudio o en los prospectos de la carrera alo largo de este medio siglo de vida. En-tenderé por perfil profesional la descrip-ción del conjunto de saberes (saber-saber,saber-hacer, saber-ser) que se necesitanpara el ejercicio de una profesión. En elcaso que nos ocupa, los perfiles describi-rían lo que debe saber, lo que debe ser ylo que debe hacer un comunicador social.

1961 - 1971

La Escuela nació el 4 de octubre de 1961con el nombre de Escuela de Periodismo.Para ese año había en el país dos escuelas

homólogas: la de la Universidad Centralde Venezuela, que había iniciado sus acti-vidades en 1947, y la de la Universidaddel Zulia, fundada en 1959. La UCAB fuela alternativa privada a esas institucionespúblicas y quizás se le miraba con elmismo recelo que hoy despiertan las uni-versidades nuevas, pero tenía algo a sufavor: la década de los 60 fue una épocade gran agitación política, social y cultu-ral en Venezuela, y la UCAB parecía con-trolar mejor la turbulencia, por lo que sele consideraba una opción más segurapara llevar a término los estudios en eltiempo previsto. Esto explica que desde elcomienzo tuviese un contingente de egre-sados muy cercano en número al que teníala Universidad del Zulia, según datos deAguirre (1998:209).

Antes de que comenzaran los progra-mas universitarios, los periodistas se for-maban en los medios. De hecho, existió unaEscuela de Periodismo que fundó en 1939Luis Teófilo Núñez, el editor de El Uni-versal. Esta escuela tenía el propósito debrindarles a los aspirantes a trabajar enese periódico un aprendizaje práctico enla “preparación, presentación y edición deun diario” (Chaparro, c.p. García yConde, 1988:33). No había un perfil pro-fesional definido para los periodistas sinoperfiles de ejemplaridad, es decir, con-juntos de rasgos personales y laboralesdignos de admiración y ejemplo. Rosa-melia Gil (1994) hace un excelente re-cuento de esos rasgos que marcan la ex-celencia en sus Figuras sobresalientes dela comunicación social.

¿Cómo vio la UCAB sus primeros es-tudiantes de periodismo? Según el perfil,

Se trata de un estudio que nos vallevando por la historia de loscincuenta años de la Escuela deComunicación Social de la Univer-sidad Católica Andrés Bello. Peroes algo más que la historia deuna escuela universitaria, es unaretrospectiva de cómo la Escuelade Comunicación Social de laUCAB ha visto a sus comunicadoresdesde la formación que ha impar-tido, y también es una prospectivaque mira al futuro, hacia dóndetiene que mirar esa Escuela a pesarde los escollos que impone la institución universitaria ucabista.Se trata de una visión de futurooptimista, porque así se ha ido imponiendo la Escuela de Comuni-cación de la UCAB en el tiempo.Y cincuenta años no es poca cosa.

■ YRAIDA SÁNCHEZ

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comunica ción104

la Escuela de Periodismo de la UCAB as-piró inicialmente al desarrollo de “técni-cos de formación universitaria que sirvan[a la sociedad] por medio de periódicos,revistas generales y especializadas, agen-cias de publicidad, relaciones públicas,jefaturas de prensa de organismos oficia-les y de empresas privadas, radioemisorasy televisoras”. (UCAB. Prospecto 1965-66,referido por García y Conde, 1988: 55)[cursivas nuestras]

¿Técnicos? Así es. Sin embargo, nodebe entenderse este término como sinó-nimo de operarios, sino en el sentido deprofesionales de la técnica de transmisiónde mensajes a un colectivo. Recordemosque desde los años 50, con Shannon yWeaver se concebía la comunicacióncomo “todos los procedimientos me-diante los cuales una mente puede influiren otra” y se establecía como condición fun-damental para su logro la eficiencia en latransmisión.

Notemos que ese prospecto del 65,más que describir los conocimientos, ha-bilidades o características personales quedebía tener un periodista, hablaba de sucampo laboral. El prospecto 1968-1969corrige esta deficiencia y señala que el ob-jetivo de la Escuela se orienta a la forma-ción de individuos capaces de realizar “elintercambio de información, el análisis yconducción de la opinión pública, y lalibre expresión del pensamiento”.

Esta visión del comunicador comotécnico al servicio de los medios fue partede una tendencia general en América La-tina. En 1959 se había fundado el CentroInternacional de Estudios Superiores dePeriodismo para América Latina (Cies-pal) con el propósito de “ayudar a proveerun personal mejor especializado para losmedios de comunicación en los países endesarrollo” (Fuentes, 1991: 33) Sin em-bargo, pese a su extensión continental,esta perspectiva estuvo marcada por con-tradicciones internas. Fuentes (1991) se-ñala dos de las más relevantes. La primeratiene que ver con los fundamentos teleo-lógicos de la profesión, con su finalidad.Latinoamérica vivía la etapa de consoli-dación de los medios en el marco del mo-delo norteamericano, basado en los prin-cipios de la libre empresa. Los medios seinstituían como empresas privadas, finan-ciadas en buena medida por la publicidad.Este modelo de medios determinó un mo-delo de profesión, es decir, marcó la pautade lo que debe ser el profesional que tra-baja para ellos, lo cual a su vez determinóel modelo para la formación universitaria.De este modo, la universidad terminó al ser-

vicio de grupos hegemónicos, lo cual erainconsistente con la intención de formar uni-versitarios para el “intercambio de infor-mación, el análisis y conducción de la opi-nión pública y la libre expresión del pen-samiento” al servicio de la sociedad.

La segunda contradicción radica enque la teoría y la práctica seguían caminosparalelos y no convergentes. La primera aus-piciaba un concepto de comunicación so-cial como proceso orientado a las necesi-dades de un colectivo, pero ya hemos co-mentado que la realidad era otra. Por talmotivo, la teoría, así como la investiga-ción que la origina, quedaron muy margi-nadas en el quehacer universitario. Elhecho de preparar técnicos al servicio delas empresas de comunicación condujo a“relegar a un segundo término el trabajoteórico y el cuestionamiento del contextosocial en el que el periodismo habría de ejer-cerse”(Fuentes, 1991:25).

Estas y otras contradicciones hicieronpatente que la formación de un periodista“no podía limitarse a la mera capacitacióntécnica, que ya de por sí planteaba el retode asimilar una evolución tecnológica muycompleja, sino que exigía además el domi-nio de los contenidos que habrían de cons-tituir los mensajes por difundir,” (Fuentes,1991:26). Por eso, a comienzos de la si-guiente década, cobra auge un nuevo mo-delo de carrera de corte humanista.

1971 - 1981

El modelo humanista se extiende a partir delos años 70. En concordancia con las reco-mendaciones de Ciespal, la Escuela de Pe-riodismo se convierte en Escuela de Co-municación Social y se fija como objetivola “formación de comunicadores con pre-

paración universitaria […] con una plenaconciencia de su responsabilidad como ta-les, dispuestos a cumplir la función que elejercicio profesional les imponga como in-vestigadores, divulgadores o comunicado-res propiamente”. (cursivas nuestras)

Agrega el perfil que la Escuela debe“tener un compromiso total con la socie-dad y formar comunicadores para el cam-bio, que ejerzan la función que les com-pete en el proceso hacia el desarrollo in-tegral de la nación venezolana”. (UCAB.Prospecto 1973-74, referido por García yConde, 1998:56) [cursivas nuestras]

La diferencia de este perfil con el de laanterior carrera de periodismo es evi-dente. El egresado ya no se concibe comoun mediador en el proceso comunicacio-nal únicamente, sino además como un in-vestigador de la realidad social y como undivulgador. Se trata de un profesional quese aleja de la formación instrumental, dis-tancia que se marca aún más en el pros-pecto de la carrera correspondiente al añoacadémico 1975-76, en el que se señalaque la Escuela aspira a “la formación decomunicadores sociales que sean agentespositivos de cambio y de elevación de lasociedad a través de los medios de comu-nicación social.” Para ello se propone “laformación de comunicadores sociales queademás de técnicos sean humanistas quecomprendan y apliquen con acierto el pro-ceso comunicacional a todos los niveles yen todos los medios”. (UCAB. Prospectos1975-1978) [cursivas nuestras]

Este perfil establece muy claramenteque para ingresar en la dinámica social nobasta manejar las técnicas de la comuni-cación: también se necesita una forma-ción humanística. El director de Ciespalpara ese momento, Marco Ordóñez,apunta a una conclusión similar para lospaíses latinoamericanos. Su plantea-miento se recoge en estas palabras, cita-das por Fuentes (1991: 35):

Ahora hemos llegado a un punto en el quese infiere que es menester dar un vuelcototal a la operación de las escuelas y fa-cultades de comunicación, si queremosatender a las demandas de la sociedad yno solamente las de los grupos elitistas,poseedores de los medios de produccióny los servicios y, por lo mismo, fuerte-mente vinculados a los medios de co-municación social […] Hace falta, portanto, modificar sustancialmente la for-mación del profesional de la comunica-ción para que, armado con un instru-mental doctrinario, habilidades y técni-cas, pueda introducir los nuevos siste-

La diferencia de este perfilcon el de la anterior carrerade periodismo es evidente.El egresado ya no se concibecomo un mediador en elproceso comunicacional úni-camente, sino además comoun investigador de la realidadsocial y como un divulgador

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105comunica

mas de comunicación que requiere cadasociedad.

La concepción del comunicador comoagente de cambio social impulsó impor-tantes reformas curriculares. Se incorpo-raron a los planes de estudio asignaturascomo teorías de la comunicación, psico-logía social y sociología política, las cua-les, junto con otras materias humanísti-cas, se convirtieron en ejes articuladoresde la formación. Además, la Escuela pasóde cuatro a cinco años en 1975 y se diver-sificó en menciones.

Aparte de la predecible tensión entrelas universidades y las empresas mediáti-cas, esta orientación trajo consigo unnuevo problema: el de la identidad del co-municador. Ella reunía en un mismocampo esfuerzos laborales con fines tandistintos como la información, la persua-sión y el entretenimiento. Marques (2001,c.p. Hernández 2010: 11) resume la situa-ción en estos términos:

A partir de los años 70, las universida-des adoptaron el modelo del comunica-dor polivalente. Se eliminó la autonomíade las carreras profesionalizantes (pe-riodismo, cine, relaciones públicas, pu-blicidad, etc.) reducidas a habilitacionesartificialmente agregadas a un ‘mega-curso’ de comunicación social.

Y según relata Fuentes (1991), quienconoce bien los avatares de la carrera enLatinoamérica, en una reunión realizada enLima, en 1979, los representantes de lasescuelas y facultades de comunicación so-cial, concluyeron, entre otras cosas, que“no existe un concepto uniforme sobre loque es un comunicador social” (p.37).

Aunque algunos ven un valor en la di-versidad conceptual inherente a la comuni-cación social, todavía hoy muchos comu-nicadores resienten esta inconsistencia enla identidad profesional. En un libro apare-cido hace apenas tres años, Marcelino Bis-bal y Jesús María Aguirre, dos figuras na-cionales de mucho peso en el ámbito, co-mentan: “en la realidad del presente no es-tamos muy claros en lo que realmente esta-mos formando y está egresando de nuestroscentros de formación profesional en comu-nicación social. ¿Son realmente comunica-dores? ¿Qué es ser un comunicador so-cial?” (Bisbal y Aguirre, 2008: 7).

1981 - 1991

A finales de los 80 la UCAB aprueba unnuevo plan de estudios en el que se hace

evidente que un comunicador no es untécnico que además es humanista, sino unhumanista que maneja las técnicas de la co-municación:

El egresado de la Escuela de Comunica-ción Social de la Universidad CatólicaAndrés Bello deberá ser un Licenciadocon una sólida formación humanística yética, que posea los conocimientos aca-démicos (teóricos y prácticos) que lepermitan desenvolverse con versatilidady soltura en la aplicación de las distintastécnicas de comunicación social, inde-pendientemente de la especialidad ele-gida para su ejercicio profesional.(UCAB. Plan de estudios de la Escuelade Comunicación Social. 1989) [cursivasnuestras].

Nuevamente, la Escuela comparte suconcepción del comunicador con otrasuniversidades Latinoamericanas, que, demanera igualmente indefinida, persiguenla formación de “un hombre capaz de pen-sar por sí mismo, enraizado en su época,que mediante el dominio de las técnicas dedifusión pone su saber y su mensaje al ser-vicio de los más altos valores de la comu-nidad humana” (Villaseñor, citado porFuentes, 1991: 26).

¿Cómo ve la UCAB a sus comunica-dores? Ciertamente, de un modo poco ní-tido. El descriptor que incluye el perfil eslicenciado. A partir de las otras significa-ciones aportadas por el texto, deducimosque este comunicador es lo que algunos lla-marían un intelectual. Un intelectual uni-versitario. El perfil no señala concreta-mente qué sabe hacer ni hacia dónde di-rige su actuación, sino que “posee cono-cimientos que le permiten desenvolversecon versatilidad y soltura en la aplicaciónde las distintas técnicas de la comunica-ción social”. Según esta descripción, lacomunicación social no es exactamenteun campo disciplinar, con epistemologíay teleología: comunicador podría sercualquier persona, “independientementede la especialidad elegida para su ejerci-cio profesional”, que posea una sólida for-mación humanística y conocimientosacerca de las técnicas de la comunicación,solo que sería una persona licenciada paraaplicar esas técnicas.

Quizás por la indefinición en los per-files que se generalizan en esta época, loscomunicadores venezolanos se siguenpercibiendo como en la década anterior.Gloria Cuenca realiza en 1985 un estudiosobre el modo como los comunicadores seven a sí mismos y entre sus resultados ha-

llamos que 78% se percibe como respon-sables de la opinión pública; 64%, comoagentes de cambio social; 58%, comoeducadores; 56%, como historiadores dela cotidianidad y 46% como promotoresculturales. (Cuenca, 1985: 74)

Debe señalarse, sin embargo, –y estaes una nueva contradicción– que aunqueen la práctica universitaria parecen desdi-bujarse los límites del área disciplinar, laépoca se caracteriza por una actitud refle-xiva sobre el hecho comunicativo. Es elmomento en el que se vuelve la mirada alinterior y surgen figuras capaces de inves-tigar y hacer aportes a la teoría latinoa-mericana de la comunicación. Es, pues,una época de desarrollo de la comunico-logía. La reflexión se extiende al deber serde la formación profesional. En 1981surge la Federación de Asociaciones deFacultades de Comunicación Social (Fe-lafacs) y con ella se despliega una líneateórica relacionada con los currículos encomunicación, que aún hoy mantiene suefervescencia.

1991 - 2001

Con el desplazamiento hacia concepcionesinteractivas o interaccionistas de la comu-nicación que parten de la conciencia delreceptor, los comunicadores adoptan unavisión más política de los fines de la co-municación social: ser la voz de las co-munidades. En este sentido, asumen unafunción democratizadora, función que esreconocida, entre otros, por la Federaciónde Escuelas de Comunicación Social de laCompañía de Jesús en América Latina(Feial). En un documento denominadoReflexiones para las Escuelas de Comu-nicación Social de la Compañía de Jesús(1990), esta institución sugiere que “seinspiren modelos de comunicación demo-cratizadores por los niveles de acceso yparticipación”, y “se ratifique el derechode la comunicación de todos los ciudada-nos y, particularmente, de los más margi-nados”.

El perfil de 1999, vigente al día de hoy,hace evidente el cambio de polo del emi-sor al receptor. En consonancia con estaorientación,

La Escuela de Comunicación Socialpretende formar un individuo dotadocon un criterio ético y una capacidadprofesional que le permitan recolectarinformación pertinente para la sociedaden que se desenvuelve, procesarla a tra-vés del uso de técnicas actualizadas,analizarla en su contexto social y difun-

ción

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comunica ción106

dirla a través del uso de los medios decomunicación social. (UCAB. Plan deestudios semestral de la Escuela de Co-municación Social. 1999) [cursivasnuestras].

Este perfil persigue la formación deindividuos. Quizás esta palabra encierrauna significación mayor que la que aparenta,pero no deja de llamar la atención la es-casa especificidad del descriptor. Sin em-bargo, el perfil rescata una palabra clave:pertinente. El hecho de recolectar y pro-cesar información pertinente para la so-ciedad convierte al comunicador en unanalista y en un líder social, lo que se haceexplícito en el siguiente agregado:

Esta formación posee como norte la res-ponsabilidad que el futuro Licenciadotiene y tendrá para con los individuosque conforman su entorno familiar, laboraly social en general. El perfil requiere laobtención de un profesional comprome-tido con su comunidad, con sensibilidadsocial, responsable de sus actos y orien-tado en todo momento hacia la colabo-ración para con sus semejantes.

2001 a 2011

El nuevo siglo llega con problemas diver-sos que detonan una reflexión: ¿deben loscomunicadores limitarse a asumir la re-presentación de una sociedad, a ser suvoz, o deben contribuir a transformarla? LaAsociación de Universidades Confiadas ala Compañía de Jesús en América Latina(Ausjal) ofrece una respuesta válida nosólo para los comunicadores, sino paratodos los universitarios:

La Universidad es para servir (desde suespecificidad universitaria) a la socie-dad, para transformarla, para contribuira hacerla más justa y gobernable, conoportunidades y calidad de vida paratodos, al alcance de su esfuerzo perso-nal. (Plan Estratégico para el período2001-2005) [cursivas nuestras]

La universidad es un organismo so-cialmente responsable. Así lo señala eldocumento Políticas e indicadores de res-ponsabilidad social universitaria en Aus-jal (2008) :

La Responsabilidad Social Universita-ria, en el marco de las Universidades deAUSJAL, se ha de entender como la ha-bilidad y efectividad de la universidadpara responder a las necesidades de

transformación de la sociedad dondeestá inmersa, mediante el ejercicio desus funciones sustantivas: docencia, in-vestigación y extensión. Estas funcionesdeben estar animadas por la búsqueda dela promoción de la justicia, la solidari-dad y la equidad social, mediante laconstrucción de respuestas exitosas paraatender los retos que implica promoverel desarrollo humano sustentable.

Sin embargo, las palabras responsabi-lidad social, transformación social y de-sarrollo humano sustentable no aparecenen el perfil del comunicador que desdehace algún tiempo se lee en la página webde la universidad:

La Escuela de Comunicación Socialde la UCAB pretende formar a un indivi-duo dotado de criterios éticos y capacida-des profesionales que le permitan proce-sar, crear y difundir discursos pertinentesy contextualizados para la sociedad enque se desenvuelve.

Ello supone:

1) Conocer:■ Las principales teorías y metodologías

que estudian el fenómeno de la comu-nicación humana y social.

■ Las diferentes tecnologías de comuni-cación.

■ La naturaleza, características y usos delos diferentes lenguajes de los mediosde comunicación social.

■ La realidad social, cultural, política yeconómica de su entorno.

■ Los principios éticos que rigen y guíansu ejercicio personal y profesional.

2) Ser capaz de:■ Analizar, diseñar y ejecutar procesos de

comunicación. ■ Contextualizar y producir discursos co-

municativos.■ Valorar la importancia de mantener ejes

de integridad moral como norte de su ac-tuación profesional.

(UCAB: http://www.ucab.edu.ve/per-fil-del-egresado.488.html)

Este perfil mantiene la aspiración deformar “individuos dotados de criterioséticos y capacidades profesionales”, sóloque es mucho más específico en relacióncon lo que tal individuo conoce y es capazde hacer. Sin embargo, aunque reitera queel quehacer del comunicador está dirigidoa la sociedad, parece no estar alineado conla misión de la universidad.

2011 -

Tuning. Seguramente, esta palabra reso-nará en el ámbito académico en los añosvenideros. Tuning América Latina es elcorrelato en nuestro continente del pro-yecto Tuning Europa, también conocidocomo Plan Bolonia. Este último es un pro-grama que intenta reducir las diferenciasentre los países europeos en materia deeducación superior, mediante la creaciónde un espacio compartido en el que seaposible el intercambio de saberes y la mo-vilidad de profesionales, estudiantes y do-centes. Para consolidar tal espacio, el pro-grama propone la adopción de un sistemahomologable de títulos y creditaje, y deuna metodología de enseñanza-aprendi-zaje basada en el desarrollo de competen-cias que sirvan tanto para el mundo pro-fesional como para la esfera académica yque le permitan al estudiante encontrarpor sí mismo los caminos del conoci-miento y la solución de problemas.

Similares objetivos persigue TuningAmérica Latina. Este proyecto se consti-tuyó en el año 2004 y se propone como ob-jetivo general contribuir a la construcciónde un espacio de educación superior enAmérica Latina a través de la convergen-cia curricular. Se trata de un proyecto im-pulsado por universidades de distintospaíses, tanto latinoamericanos como eu-ropeos, en el que participan 182 universi-dades latinoamericanas y más de 230 re-presentantes de educación superior de La-tinoamérica y Europa, conformados en 16redes de áreas temáticas. Por los momen-tos, la comunicación social no forma partede las áreas temáticas, lo que implica queno tiene representantes en las discusiones.

Los objetivos específicos más relevan-tes de Tuning América Latina son el de-sarrollo de perfiles de egreso conectadoscon las nuevas demandas y necesidadessociales y el avance en procesos de re-forma curricular basados en un enfoquede competencias. Debe aclararse en estepunto la noción de competencia, central alproyecto. Por competencia se entiende:

(…) la habilidad para responder a de-mandas complejas y llevar a cabo tareasdiversas de forma adecuada. Suponen,por tanto, una combinación de habilida-des prácticas, conocimientos, motiva-ción, valores éticos, actitudes, emocio-nes y otros componentes sociales y decomportamiento que se movilizan con-juntamente para lograr una acción efi-caz. (Cabezuela y Pérez, 2009:43)

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107comunica

Los defensores de Tuning destacan suutilidad para la fácil inserción de un egre-sado en el ámbito laboral, ventaja obvia enestas épocas de crisis. En el campo espe-cífico de la comunicación social, el nuevomilenio ha traído consigo profundastransformaciones en el quehacer de loscomunicadores. Aguirre (2006) hace unmagistral recuento de ellas: irrupción engran escala de nuevas tecnologías de la in-formación, convergencia de medios, con-versión del comunicador en un profesio-nal multitarea y multiplataforma, inser-ción en el mundo globalizado, modifica-ción de las condiciones de empleo: em-prendedurías o servicios a empresas conlimitaciones de recursos. Esa nueva reali-dad, que cambia a una velocidad vertigi-nosa, demanda que los profesionales des-arrollen competencias para el autoapren-dizaje y la actualización permanente y nosimplemente conocimientos. Y Tuningintenta satisfacer esa demanda.

Los detractores del proyecto percibenen él un signo de retroceso en la calidaddel trabajo universitario y en la autonomíade la universidad. Barnett (2001) habla dela incorporación de las competencias alcurrículum universitario como una formade castración epistemológica de las disci-plinas, que no se definen en términosesenciales sino en términos operaciona-les, con lo que se convierten en un reper-torio de capacidades. Mayor resistenciadespierta el hecho de que es el mercado la-boral el que determina las competencias quedebe tener un egresado universitario.(¿Recuerda algo?). “Las competencias,sean del orden que fueren, seguiránsiendo comportamientos y capacidadespara actuar de maneras definidas porotros” (Barnett, 2001:121). Para los críti-cos del proyecto, el enfoque por compe-tencias restringe la autonomía universita-ria y conduce a la regulación del sistemaeducativo por parte del mercado.

En el campo de la comunicación llue-ven los cuestionamientos, porque es fácilla evocación de los inicios de la carrera:Tuning recuerda el paradigma instrumen-tal que marcó el punto de partida. Una re-ferencia bastará para ilustrar el descon-tento: “Aunque la reducción de ‘profe-sión’ a ‘mercado de trabajo’ y de ‘forma-ción universitaria’ a ‘adiestramiento fun-cional’ es vista ahora como más ‘natural’y ‘práctica’, no por ello la consideramosmenos inaceptable” (Fuentes, 2010:16)

Por lo pronto, la UCAB ha decididosumarse a la iniciativa Tuning, con lasconsecuencias del caso. Pero en lo quetoca a la comunicación social, no es im-

posible el equilibrio entre empresa y aca-demia si se mantiene y refuerza la refle-xión teórica en el posgrado. El contrapesoestá en no plantearse el ejercicio laboralcomo único horizonte.

Balance

A la UCAB se le suele considerar una uni-versidad conservadora. Y sin duda lo es enel aspecto administrativo. No le ha sidofácil adaptarse a cambios como la semes-tralización o la adopción plena de un sis-tema de créditos. Pero la historia de losperfiles demuestra que a pesar de estaratrapada en estructuras administrativasdetenidas en el tiempo, desde el punto devista académico ha habido dinamismo, almenos en la Escuela de ComunicaciónSocial.

Los sucesivos perfiles revelan unaprofesión que cada día aparece menos de-lineada. Por eso importa la retrospectivahistórica: para impedir que se repitan loserrores del pasado o, peor aún, se dé mar-cha atrás en el camino recorrido. Hay quedestacar, no obstante, que la manera comola UCAB ha visto a sus comunicadores haido de la mano con la forma como ellos sehan visto a sí mismos, no sólo en Vene-zuela, sino en Latinoamérica. Los plante-amientos de Ciespal, Felafacs, Feial danbuena fe de ello. Por tal motivo, la carrerano ha sido ajena a las contradicciones deun área en la que, en palabras de Fuentes(1991:13) la teoría, la investigación, el cu-rrículum universitario y la práctica labo-ral “no se articulan armónica ni consis-tentemente entre sí”.

Casi seis millares de comunicadoresha formado la UCAB. Cinco mil 818, paraser exactos. Un contingente significativode profesionales que se asumen de maneradistinta: técnicos, agentes de cambio so-cial, humanistas o voceros de la sociedad.Con una conciencia cada vez menos per-filada (por causa de los perfiles) de lo queson como colectivo o de lo que están lla-mados a ser. Pero con algo en común: laimpronta ucabista, que habla de dedica-ción, sensibilidad social y espíritu em-prendedor, entre otras cualidades. Y algomás: la capacidad de reconocer los es-fuerzos de su institución por mantener unalto nivel educativo. De hecho, algunosestudios señalan a la Escuela como una delas tres mejores del país. Habría que agre-gar que se trata de una institución que hahecho esfuerzos por alinearse a la diná-mica de la profesión misma y por no per-mitir que se adormezca la reflexión sobre

la formación profesional. Por eso, a pesarde las reformas y contrarreformas, el ba-lance no es negativo. Son montos meno-res las cifras en rojo para una escuela quecumple –apenas– cincuenta años.

YRAIDA SÁNCHEZProfesora de la Escuela de ComunicaciónSocial de la Universidad Católica AndrésBello. Miembro de la Academia Venezo-lana de la Lengua.

Referencias

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________ (2006): “Transformaciones en el campolaboral de la información y comunicación”. En:Comunicación Nº 135. Caracas: Centro Gumilla.

BARNETT, R. (2001): Los límites de la competen-cia. El conocimiento, la educación superior y lasociedad. Barcelona: Gedisa.

BISBAL M. y AGUIRRE, J.M. (2008): Entre co-municación y periodismo. Imágenes, parábolas,producción de realidades y algo más. Caracas:UCAB.

CABEZUELA, F y PÉREZ, M. (2009): “Desafíosen la formación de los periodistas en el nuevo es-pacio europeo de educación superior: aspectoséticos y deontológicos” En: Temas de Comuni-cación Nº 19. Caracas: UCAB.

CUENCA, Gloria (1985): “Diez años de las escue-las de Comunicación Social en el país”. En: Co-municación Nº 51/52. Caracas: Centro de Comu-nicación Social

Feial (1990): “Reflexiones para las escuelas de Co-municación Social de la Compañía de Jesús”. En:Comunicación Nº 69. Caracas: Centro Gumilla.

FUENTES, R. (1991): Diseño curricular para lasEscuelas de Comunicación. México: Trillas.

________ (2010): “Prácticas profesionales y utopíauniversitaria: notas para repensar el modelo decomunicador social”. En: El siguiente nivel: re-flexiones –desde el posgrado– para pensar la for-mación del comunicador social. Caracas:UCAB.

GARCÍA, M. y CONDE O. (1998): Estudio sobre laformación del comunicador social en la UCAB:diagnóstico académico. Trabajo de grado no pu-blicado. Caracas: UCAB.

GIL, R. (1994): Figuras sobresalientes de la comu-nicación social: un perfil de ejemplaridad de loscomunicadores. Caracas: UCAB.

HERNÁNDEZ, J. (2010): “La evolución históricade la enseñanza en comunicación: el reto ético delas escuelas de América Latina”. En: El siguientenivel: reflexiones –desde el posgrado- para pen-sar la formación del comunicador social. Cara-cas: UCAB.

Proyecto Tuning América Latina: http://www.tunin-gal.org/

ción

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comunica ción108 informaciones

En un entorno siempre cambiante ysignado por la incertidumbre, tornasecrucial el papel de las relaciones

públicas en el marco de la gestión de lacomunicación de las organizaciones, en elentendido de que éstas, ante todo, encarnansistemas que sostienen intercambios con elambiente y, por ende, inciden y a la vezreciben el impacto de las acciones de otrosactores.

No por casualidad, entonces, la Asocia-ción de Investigadores en Relaciones Públicas(Airrpp) juzgó pertinente tomar este plante-amiento cual leit motiv para la celebraciónde la Sexta Edición del Congreso Internacionalde Investigación y Relaciones Públicas,titulado a la sazón Relaciones Públicas: opor-tunidades en tiempos de crisis.

El evento, llevado a cabo el 5 y 6 demayo de 2011, tuvo como sede la Facultadde Ciencias Sociales y de la Comunicaciónde la Universidad de Vigo, campus Ponte-vedra (España), en la que se dieron citadocentes e investigadores procedentes debuena parte de las universidades españolas,a saber Alicante, Málaga, Complutense deMadrid, Sevilla, Rovira i Virgili, Ramón Llull,Oberta de Catalunya, Cádiz, Castellón,Católica de Murcia y Murcia. Asimismo, laconvocatoria propició la participación deacadémicos y profesionales venidos desdeotros países de Europa y América Latina, enconcreto Portugal, Brasil, México y Vene-zuela.

Durante la celebración de las jornadas,y teniendo como telón de fondo la implan-tación del Espacio Europeo de EnseñanzaSuperior (EEES), fueron presentadas un totalde 46 ponencias, distribuidas en cinco mesastemáticas, léase:■ Formación e investigación en relaciones

públicas: aprendizaje de relaciones públi-cas en grados y másters; formacióncomplementaria en relaciones públicas;tendencias en investigación; nuevas

sinergias con otros ámbitos del conoci-miento.

■ Gestión de comunidades y públicos emer-gentes: gestión de comunidades inter-medias; relaciones públicas 2.0.

■ Planificación estratégica de las relacionespúblicas: el papel de los influenciadoresy los mediadores en la imagen de las orga-nizaciones; coordinación de publicidad yrelaciones públicas en la dirección decomunicación.

■ Experiencias y casos de relaciones públi-cas: transmisión de experiencias profe-sionales; actualización de destrezas; casosy ejemplos para el análisis de la comuni-cación de las organizaciones; ética profe-sional.

■ Relaciones públicas especializadas: ges-tión de issues management; gestión deresponsabilidad social corporativa (RSC);eventos corporativos; protocolo.

Acogiéndose a esta amplia agenda, laAsociación de Investigadores en RelacionesPúblicas (Airrpp), fundada en enero de 2004,refrenda su misión de defender el estatutocientífico de las relaciones públicas, fomen-tando la investigación, la enseñanza y eldebate en torno al área. A tales efectos, sesirve de la promoción del Foro de ProfesoresUniversitarios de Relaciones Públicas, asícomo también de la publicación de artículosen revistas y monografías para difundir losresultados alcanzados en trabajos de inves-tigación, sin descontar la celebración anualdel Congreso Internacional de Investigacióny Relaciones Públicas, amén de la futuraedición de una revista electrónica queactualmente se encuentra en fase degestación.

En este orden de ideas, la Airrpp reco-noce, en calidad de prioridad, la necesidadde establecer puentes de contacto con otrosinvestigadores e instituciones académicas,con el ánimo de consolidar una plataforma

de conocimiento que permita dinamizar lasactividades docentes, investigadoras, deintercambio y de difusión que demanda eldesarrollo científico de las relacionespúblicas en la actualidad.

En el ínterin, y como producto de lasconclusiones generadas a partir de la SextaEdición del Congreso Internacional de Inves-tigación y Relaciones Públicas, se pone derelieve el ajuste en las agendas metodo-lógicas de la disciplina, avistando la cons-trucción de comunidades de investigacióncentradas en el estudio de las relacionescon públicos emergentes, aparte de laprofundización en ámbitos especializadoscomo el cabildeo, la comunicación interna,la comunicación preventiva y la gestión decrisis. Otro tanto entraña el tránsito por lospredios de la fenomenología web junto alanálisis del discurso, así como también elanálisis de contenidos digitales y visuales(visual framing).

Por lo pronto, las actas del Congreso pue-den ser descargadas en su totalidad en la pá-gina web de la revista Icono 14 (www.ico-no14.net), figurando entre las comunicacio-nes dos procedentes de Venezuela, en deta-lle: Decálogo para la formación del relacionis-ta público en Suramérica, suscrita por la Pro-fa. MSc. Sandra Orjuela Córdoba (UniversidadMonteávila, UMA), y Diplomacia pública 2.0:análisis de las prácticas informativas y de re-lación con los públicos desde los websites decancillerías latinoamericanas, de la Profa.MSc. Agrivalca Canelón (Universidad CatólicaAndrés Bello, UCAB).

AGRIVALCA R. CANELÓN S.

En la Universidad de Vigo, campus Pontevedra (España)

AIRRPP celebró VI Congreso Internacionalde Investigación y Relaciones Públicas

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109comunica

Han pasado poco más de dos años ymedio desde que se lanzó el SatéliteSimón Bolívar al espacio y, hasta hoy,

muy poca ha sido su efectividad, pues el granaparato de mil megahercios de capacidadno ha sido ocupado ni siquiera en 10% y lainstalación de sus antenas aún no hacumplido su primera meta de tres mil 500,estimadas para el primer año de su graninauguración.

Pero independientemente de ello y dela subutilización del Gran Venesat1, laprimera semana del mes de mayo, elGobierno nacional contrató la construcciónde un segundo aparato, estimado en unos$140 millones, que será lanzado en 2012 yque, a juicio del presidente de la Comisiónde Ciencia y Tecnología de la AsambleaNacional, Tobías Bolívar, fue negociado sinmayores consultas y análisis sobre su laboren beneficio del país, con profundos errores,inconsistencias y omisiones en las nece-sidades reales de la nación, lo que parecieramás un capricho como si el tener satélitesen el espacio, con poco uso, fuese másimportante que el desarrollo real del país.

Así el Venezuelan Remote Sensing

Sattelite, VRSS1, que se destinará a la obser-vación de la Tierra a una órbita baja y quetendrá la capacidad de monitorear elproblema climático, terrestre y prevereventos climatológicos, además de defenderla Patria, se convertirá en el segundo granaparato lanzado al espacio por el país, peroes probable que también se convierta en lasegunda oscuridad espacial de la nación,pues el Simón Bolívar aún no ha cumplidosus primeras metas iniciales de operacióny gran parte de los organismos del Estadosiguen conectados a servicios privados, máspor temas de seguridad en sus operacionesque por un ahorro de costos realmente.

El proyecto del Satélite, presentado a laAN y enviado a la Comisión de Ciencia yTecnología para su revisión por problemasen su redacción, fue aprobado por lamayoría oficialista. La decisión, que no tuvomayores consultas, pudiera representar un

problema, a juicio del diputado TobíasBolívar, quien preside la comisión y aseguraque no fue consultado al respecto. Ademásafirma que el proyecto está cargado deomisiones y presenta vacíos en cuanto a suoperación.

En principio, el contrato gira instruc-ciones al Ministerio de Ciencia y Tecnologíaa pactar en nombre de Venezuela con lacompañía china CGWIC, la misma firma queconstruyó el Satélite Simón Bolívar, unanegociación que no debería pertenecerledirectamente a ella. Además, la selección delproveedor se hace sin que a la comisión sele haya presentado un informe que espe-cifique el alcance del memorándum deentendimiento y, más grave, el primer pagose hace de forma directa y a una cuentadesignada por el contratista directamente.

WILLIAM PEñA

ción

CARRERA ESPACIAL

SATÉLITES ROJOS

El 6 de febrero de este año nos encon-tramos con la triste noticia de la partidafísica de la reconocida periodista, inves-

tigadora y profesora zuliana Xiomira Villasmil.Quienes la conocieron, y tuvieron la dicha

y oportunidad de aprender de ella no sólolos saberes de una profesión sino tambiénlos de la vida, confiesan y aseguran que sumemoria y su legado quedarán por siempreen sus corazones. Para ellos, su huella seráindeleble.

Durante 27 años, Xiomira Villasmil fuedocente en la Escuela de Comunicación Socialde la Universidad del Zulia (LUZ), donde fueuna de las fundadoras de la mención de Inves-tigación. Se desempeñó como viceministra deComunicación en el año 1999, fue AsesoraComunicacional de la Presidencia de la CVGentre los años 2000 y 2004. Fue fundadora ydirectora de su empresa Contextus Comuni-cación Corporativa además de ser colabo-radora de la Fundación del Estado para el

Sistema de Orquestas y Coros Juveniles eInfantiles de Venezuela. Difusión masiva yhegemonía ideológica, obra escrita en 1980 ycon prólogo del conocido intelectual Ludo-vico Silva y el también investigador, periodistay docente Eleazar Díaz Rangel, es parte desu reconocido legado profesional, al igual queLos contrastes informativos de la prensa (1986).

Asimismo, esta periodista zuliana incur-sionó en el mundo de la televisión a travésde su programa “A propósito con XiomiraVillasmil”, el cual era transmitido por el canalregional Niños Cantores (NCTV), del cual fuegerente general por un tiempo. Dentro de esteámbito profesional, como periodista llegó aser vicepresidente y presidente de la Aso-ciación Iberoamericana de Televisiones Regio-nales (Asitra, 1994-1999), productora y mode-radora de distintos espacios televisivos enNCTV y Globovisión Zulia (1987-1999).

BEATRIZ SUÁREZ

Nos dejó la investigadora y periodista Xiomira Villasmil

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Se han cumplido cuatro años de la salidadel aire de RCTV. El 27 de mayo de 2007dejó de existir RCTV en la señal de la

televisión abierta de Venezuela, y de formasimultánea se produjo la aparición de TVES.

Difícil no hacer una lectura que parta deestas dos experiencias comunicacionales. Conla salida de RCTV la sociedad venezolana, yespecialmente los sectores más pobres,perdieron una opción informativa y editorialcrítica del Gobierno, una posibilidad de entre-tenimiento y, sobre todo, perdieron el controlsobre la pantalla de televisión.

La decisión sobre RCTV, que tuvo enormescostos políticos para el Gobierno, a nivelinterno e internacional, marca un antes y undespués en materia de medios, especialmenteradioeléctricos.

Si se observa lo ocurrido en estos años,no hay señales de que el Gobierno deseebajarle el tono a la confrontación con losmedios, y al contrario parece haber compren-dido que el camino no es sacar una señaldel aire, tal como hizo con RCTV.

El camino hacia la hegemonía delineadapor el ministro Andrés Izarra parece explorarotros senderos. Posiblemente Globovisiónsimbolice en este período el nuevo esquema:se trata de una guerra de baja intensidad,con acciones judiciales, tributarias, vocife-rantes amenazas y negación de acceso a lasfuentes oficiales.

Cuando se conjugan todos estos elemen-tos el resultado es que sí se mantiene el canalde noticias en el aire, pero pagando un costoelevado por mantener una voz crítica. Ejercerla crítica pública, una parte sustantiva de lalibertad de expresión, provoca disgusto enlas autoridades.

El cese de RCTV en la televisión abierta ysu exitosa incursión en el cable (hasta enerode 2010), junto al desastre político-comuni-cacional que ha representado TVES, deja aldesnudo la incapacidad que tiene el Gobiernovenezolano para llevar adelante unapropuesta televisiva que se conecte con lasmayorías.

Es una notable paradoja para una admi-nistración que pone un énfasis evidente enlo mediático, y que dice enarbolar lasbanderas populares.

Los primeros años de TVES, por otro lado,demuestran la maniobra política de quieneseran los principales voceros del Gobierno enesta materia el año pasado: Willian Lara y JesseChacón.

Se le ofreció al país un canal de serviciopúblico, con altos niveles de calidad y parti-

cipación. En realidad tenemos una expe-riencia que hasta es menos vista que Vene-zolana de Televisión, que nada tiene deservicio público y que en materia informativagoza de notable desequilibrio.

La finalidad, entonces, no era potenciarla televisión de servicio público. Lo importanteera silenciar la voz de RCTV y con esa deter-minación enviar un mensaje al conjunto demedios del país.

El gobierno de Hugo Chávez se ha llenadode medios, especialmente televisivos: creóVive, ANTV, Ávila TV, Telesur, compró lo queera CMT, colocó a TVES en la señal queocupaba RCTV, repotenció a VTV y RadioNacional de Venezuela.

¿Cuál es el resultado efectivo de esteproceso? Hay menos diversidad, menospluralidad, pero no ha significado mayoresniveles de audiencia, ni siquiera entreaquellos venezolanos que comparten elproyecto político bolivariano.

La gente, sencillamente, se ha rebeladoante la imposición mediática gubernamentaly ha optado, en los distintos estratos socio-económicos, por otras alternativas, distintasa la pantalla roja, rojita.

La salida de RCTV de la televisión abiertano se debió a razones legales o para enca-minarnos a una televisión de calidad. La

decisión debe verse en el marco de unaestrategia mayor para consolidar un universomediático gubernamental, que si bien nologra niveles de audiencia importantes, sírepresenta pérdidas concretas para lapluralidad, para la diversidad de opcionesen la TV de la Venezuela actual.

A todas luces, es un retroceso democráticolo que se vive en la pantalla. Pasamos delcontrol comercial que ejercieron otrora Vene-visión y RCTV, a un control gubernamental,con intenciones de hacerse hegemónico.

Finalmente, el caso de RCTV debe llamar-nos la atención en otro aspecto, tambiénmenguante en la vida democrática vene-zolana. Es un principio universalmenteaceptado, la necesidad de que haya unajusticia independiente para que se garanticela igualdad y se eviten los abusos de quienesejercen el poder.

El proceso legal que ha acompañado ala salida de RCTV de la señal abierta, dejaserias dudas sobre nuestro sistema de justicia.Los distintos recursos que presentó la plantase respondieron, en muchas ocasiones, deforma extemporánea por los tribunales,incluyendo el Tribunal Supremo de Justicia.

La máxima instancia judicial del país,por otro lado, acogió un amparo de personasque intentaban impedir la salida de RCTV, ledieron la vuelta a esos argumentos y losusaron para justificar el nacimiento de TVES.

Una cabriola jurídica inaudita. Entretanto,los equipos de RCTV están en una suerte depréstamo forzoso, sin mecanismos legalespara lograr su devolución o bien alcanzar unacompensación económica por el uso que laseñal de TVES hace de los mismos, cuatro añosdespués. Una muy clara señal de cómofunciona la justicia en Venezuela.

Estos años, tras la salida de RCTV de la tele-visión abierta, ha sido un período de muchosaprendizajes sobre las intenciones oficiales enmateria de medios y comunicación.

ANDRÉS CAñIZÁLEZ

informacionescomunica ción110

RCTVEl cese de RCTV en la televisiónabierta y su exitosa incursión en elcable (hasta enero de 2010), juntoal desastre político-comunicacionalque ha representado TVES, deja aldesnudo la incapacidad que tieneel Gobierno venezolano para llevaradelante una propuesta televisivaque se conecte con las mayorías.

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111comunica ción

La Alianza por la Libertad de Expresión, enla oportunidad de cumplirse cuatro añosde cierre arbitrario de Radio Caracas Tele-

visión (RCTV) quiere hacer un balance de loshechos, rechazar esta medida injusta quelimita el derecho a la libertad de expresión,mantener la memoria de este atropello enla sociedad venezolana y reclamar loscorrectivos necesarios.

Considerando que: ■ En la medianoche del 27 de mayo de 2007,

cesaron las transmisiones de RCTV en suseñal abierta por decisión del gobiernonacional. Una decisión basada sustan-cialmente en castigar la línea editorial delos espacios informativos de esa televisoray así fue expresada abiertamente por el Jefede Estado, presidente Hugo Chávez Frías.

■ Este proceso se realizó sin garantizar meca-nismos para evitar las consideracionesarbitrarias o que castigaran la líneaeditorial del medio de comunicación. Fueuna decisión basada en una política discri-minatoria asociada a la línea editorial delmedio de comunicación y falsamentefundada en la “no renovación” de laconcesión o la pretensión de establecercanales para un servicio público de radioy televisión.

■ Cuatro años después de esta medida decierre la situación de la libertad deexpresión está afectada negativamente porla intimidación permanente a los medioscríticos e independientes, la disminucióndel pluralismo en la oferta de contenidosnacionales en la sociedad venezolana; yse redujo el número de puestos de trabajopara las personas dedicadas a la comuni-cación social. El canal de gobierno queocupa las frecuencias y equipos de RCTV,es un esfuerzo partidario al servicio de losintereses políticos de la élite guberna-mental que cuenta con escasos niveles deaceptación popular y audiencia1.

■ La decisión se tomó en abierta contra-dicción con lo establecido en los artículos57 y 58 de la Constitución de la RepúblicaBolivariana de Venezuela que garantiza los

derechos a la libertad de expresión, decomunicación e información y negandoel pluralismo consagrado en los Artículos2 y 6 de la Constitución.

■ Los procedimientos iniciados anteinstancias judiciales, por los afectados y porinteresados en el tema, para resarcir oreivindicar derechos afectados no en-cuentran cauce alguno dejando a losdemandantes huérfanos de la posibilidadde justicia. Estos procesos judicialesdemuestran la ausencia de tribunalesimparciales, un trato jurídico desigual paratodas las personas y afectan negativamenteel debate público dada la ausencia degarantías para quienes mantienen posi-ciones críticas al actual gobierno.

■ La aplicación restrictiva al libre flujo de lainformación en Venezuela se ratificó conla continuidad de la aplicación de ladifusión del canal a través de los serviciosde cable. La emisión de RCTV Internacionaldeja de trasmitirse en territorio venezolanoel 24/01/2010 a las 12:00 p.m. por unaorden de la Comisión Nacional de Teleco-municaciones (CONATEL) a las empresas detelevisión por suscripción que debíaneliminar de su oferta este canal de tele-visión o asumir graves consecuencias.

La Alianza por la Libertad de Expresión mani-fiesta que:1. La existencia de garantías suficientes para

que medios, profesionales de la comuni-cación y cualquier persona pueda expresarlibremente sus opiniones sobre los temasque sean de su interés es un prerrequisitopara el desarrollo de procesos de calidaden la comunicación venezolana y la super-vivencia de la democracia.

2. La aplicación discriminatoria, por razonespolíticas o ideológicas, de sanciones inhibeel debate y constituye una limitación parael desarrollo de una comunicación alservicio de los intereses generales de lasociedad y las posibilidades de desarrollodel país.

3. La libertad de expresión como derechohumano, en todo su alcance y compresión

constituye un elemento fundamental paradebatir sobre la propia comunicación.

4. Las discusiones asociadas a la ética comu-nicativa no pueden judicializarse, y muchomenos en un escenario de ausencia deindependencia de los poderes públicos quediluyen la posible defensa de los afectados.

5. Llama a la sociedad venezolana a mantenerla memoria ante los atropellos ocurridosy a sostener la demanda de justicia comouna tarea imprescindible para la defensay promoción de la democracia.

6. Exige al Estado venezolano que se resta-blezca el pluralismo en comunicacionesconsagrado en la Constitución, permi-tiendo a sus legítimos propietarios el usoy bienes de las emisoras confiscadas o clau-suradas, y devolviendo a un uso público eimparcial las emisoras de servicio públicohoy totalmente controladas por el gobiernocon fines ideológicos, propiciando el adve-nimiento de un panorama mediáticodespolarizado, plural, de mutuo respeto,libre discusión y genuinamente demo-crático.

La Alianza por la Libertad de Expresión esta constituidapor las siguientes organizaciones y personas: ColegioNacional de Periodistas, Sindicato Nacional de Traba-jadores de la Prensa, Espacio Público, Expresión Libre,Círculo de Reporteros Gráficos de Venezuela, Fede-ración Internacional de Periodistas, Comité por unaRadiotelevisión de Servicio Público, Programa dePostgrado de Comunicación Social de la UCAB,Instituto Prensa y Sociedad, Centro de Investigacionesde la Comunicación de la Universidad Católica AndrésBello, Instituto de Investigaciones de la Comunicaciónde la Universidad Central de Venezuela, Centro deDerechos Humanos de la Universidad Católica AndrésBello, Sin Mordaza, Tiziana Polesel, directora de laEscuela de Comunicación Social de la UniversidadCatólica Andrés Bello, Magaly Ramírez, directora dela Escuela de Comunicación Social de la UniversidadSanta María.

Nota1 Los canales estatales, incluidos TVES, tienen una

cuota de audiencia de 5,44 % en comparación a laque corresponde a los canales privados que suma61,42 % y la Tv Paga acumula 33,14 %, según losdatos para el mes de septiembre de 2010 de AGVPanamericana.

RCTV 2007-2011

Balance y memoria de un atropello

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comunica ción112

Descubrí el Festival de Mérida siendoestudiante de Comunicación Social dela UCV. No recuerdo el año, pero sí la

efervescencia con la que unos cuantosmuchachos de Caracas llegábamos enautobús a una ciudad en la que se vivía –yaún se vive– con parsimonia, como si eltiempo alcanzara para todo.

El Festival del Cine Venezolano que porsiete años ha organizado Fundearc, con elempuje de Karina Gómez, a quien no leimporta pasar por fastidiosa con tal de nodejar perder un necesario y crucial espaciopara el encuentro entre directores, produc-tores, guionistas, actores y, sobre todo, elpúblico, es el mejor ejemplo de que aquíen Venezuela, en este país que la política seempeña en dividir, todos, rojos, azules,blancos, negros, podemos convivir y po-nernos de acuerdo.

Ver, por ejemplo, a Diego Rísquezapurado para no perderse la función de Díasde poder de Román Chalbaud, o a CarlosAzpúrua pendiente de la proyección deReverón, es sumamente revelador del sentidode comunidad que todavía impera en elmedio fílmico nacional. Siempre haymezquindades –es inevitable–, pero da laimpresión de que aquí, en Mérida, no haytipos de venezolanos. Solamente vene-zolanos.

Si algo ha quedado claro en estos cuatrointensos días de festival (del 5 al 9 de junio)es que éste ha crecido, por lo que tambiéndebería crecer su organización. ¿En quésentido? Vayamos por puntos:1. Es imperativo que la programación de

las muestras –competitiva y paralelas–se respete de modo que tanto públicocomo invitados no pasen el trago amargode llegar fuera de hora a una función. Estosucedió poco con la sección oficial delFestival del Cine Venezolano que acaba deculminar, pero sí ocurrió con algunostalleres en los que sus participantestuvieron que interrumpir sus interven-ciones por falta de tiempo.

2. Tratándose de una muestra de cine, esobligatorio –cuando no un punto dehonor– que las películas sean proyectadasen óptimas condiciones. Si es de instruira los proyeccionistas, pues habría que

hacerlo. También es urgente que seaumente el número de salas que satisfagala demanda del montón de muchachosa los que no le importa sentarse en el suelocon tal de ver un pedacito de realidad ofantasía hecho filme.

3. En cuanto al trabajo de los periodistasencargados de hacer la crónica delcertamen, éste debería facilitarse aúnmás, con computadoras disponibles paraescribir y enviar las informaciones a susrespectivos medios, junto con abundantey diverso material fotográfico.

Todo es perfectible, y pasión es lo quesobra, así que siempre se aplaudirá que elcine nacional cuente con una vitrina no sólopara mostrarse, sino para revisarse y crecer.Y Mérida siempre será, por tradición, porafectos, el lugar ideal para tomarle el pulsoa una actividad creadora que tiene que vercon la identidad. No es una tontería. Es laciudad desde la que nuestros realizadoresse propusieron, décadas atrás, la necesidadde tener una ley de cine. Ahora, que se hablade un proyecto de Reglamento de la Ley deCinematografía Nacional, reformada en2005, cabe preguntarse: ¿No es éste el mejormomento para sentarse a discutir cuál es elcine que queremos? La respuesta la tienenlos interesados directos, no quien suscribe,al que no dejan de maravillar escenas comola presenciada en el cine Alto Prado. Unajoven que llegó con un letrero pegado alpecho: “Cambio mi alma por dos entradaspara Reverón”.

JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

FESTIVAL DE CINE DE MÉRIDA

JUNTOS PERO NO REVUELTOSPREMIOS DEL SÉPTIMO FESTIVAL DE CINE VENEZOLANO EN MÉRIDA

Desde que Reverón de Diego Rísquezy El rumor de las piedras de

Alejandro Bellame Palacios se proyec-taron en el VII Festival del Cine Vene-zolano de Mérida, se convirtieron en lasfavoritas del público. Sólo faltabaescuchar la voz del jurado, integrado porLisandro Duque (Colombia), Maxi-miliano González Gorriti (Argentina),Carlos Sánchez (México), Luis AlbertoLamata, César Bolívar, Tuki Jencquel yPatricia Ortega. Y ésta se hizo sentir paradarle la razón a los espectadores.

El filme con el que Rísquez regresóal más importante de los pintores vene-zolanos, Armando Reverón, una refe-rencia cultural muy débil entre lasnuevas generaciones que aún no sabende quién se trata, se alzó con sietegalardones en el certamen cinemato-gráfico: Mejor Actor (Luigi Sciamanna),Mejor Actriz de Reparto (Sheila Monte-rola), Mejor Música (Alejandro BlancoUribe y Sciamanna), Mejor Dirección deFotografía (Cezary Jaworski), MejorDirección de Arte y Dirección (Rísquez)y el Premio del Público.

El jurado, no obstante, consideróque la obra más completa de la muestraes El rumor de las piedras, cinta querecibió los trofeos en las siguientes cate-gorías: Mejor Cámara (Alexandra Henaoy Jesús Ayala), Mejor Montaje (MoisésDurán, Ángel Manrique y Félix Colina),Mejor Actriz (Rossana Fernández), MejorActor de Reparto (Christian González),Mejor Guión (Valentina Saá y BellamePalacios) y, claro, Mejor Película.

La cinta de Marité Ugás, El chico quemiente, recibió el galardón al MejorSonido y como Mejor Ópera Prima fuelaureada Samuel de César Lucena.

informaciones

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113comunica ciónVitrina

Medir, valorar, calcular…no son pocoslos términos de este tenor que hanvenido incorporándose progresi-

vamente en la jerga profesional de quienestienen a su cargo la responsabilidad degestionar las comunicaciones de una orga-nización, cuando no apoyar esta funcióndesde una instancia de asesoría externa.

Al amparo de esta tendencia, inscrita enla puesta a tono de la denominada admi-nistración de los intangibles empresariales,prima el desiderátum por diseñar y aplicarmetodologías cada vez más sofisticadas enaras de propinar rigurosidad a la evaluaciónde las iniciativas de comunicación corpo-rativa. De suyo, la intención última redundaen contrastar los objetivos trazados versus losresultados obtenidos, de tal modo de conferirsustentabilidad al discurso, la actuación y larelación de la organización con sus públicosde interés y la sociedad en general, retroali-mentando el proceso de toma de decisionesen materia de comunicación conforme elgrado de rendimiento de la inversiónrealizada.

Justamente, un reto de esta naturaleza,para nada menudo, ha sido asumido conseriedad por la agencia venezolana de comu-nicaciones estratégicas Comstat Rowland, yasí queda reflejado, a propósito de la conme-moración de sus primeros 24 años detrayectoria, con su más reciente publicacióntitulada Impacto de la Comunicación Corpo-rativa (2010).

Ateniéndose al propósito que orienta suspáginas, a saber, constituir un “aporte alentendimiento, la comprensión y el desa-rrollo de la comunicación corporativa enVenezuela”, la obra contiene una mixtura quele hace sencilla y accesible, tanto a los ojosde la comunidad de profesores y estudiantesde comunicación social (con particular acentoentre aquellos enfilados por la ruta de lacomunicación organizacional a nivel de espe-cializaciones y maestrías), como de cara alos profesionales del área en ejercicio pleno,especialmente quienes han optado por lavía de la prestación de servicios de consultoríapara organizaciones pertenecientes a los másdiversos sectores.

No en balde, el libro se inicia con elcapítulo Visión académica. El impacto de la

comunicación en el mundo contemporáneo,en el que se retrotrae el eterno debate entorno a la epistemología de la comunicación,al tiempo que se brinda una panorámica dela fundamentación de los estudios en comu-nicación social, de donde deriva la comuni-cación organizacional en tanto ámbito deinvestigación y nueva subcultura ocupa-cional.

Secunda estos planteamientos teóricosel apartado Visión profesional. El valor de lainformación en el contexto empresarialcontemporáneo, en el que se expone, grossomodo, el quehacer de las agencias de comu-nicación estratégica y la especificidad de susfunciones en pro de “crear, mantener yconsolidar la buena imagen de los estelaresprotagonistas del desarrollo empresarialcontemporáneo”.

En este segundo capítulo no se descartala reseña de la labor didáctica hacia lasempresas-clientes y los medios de comuni-cación, en procura de “facilitar conocimientosque van abonando el terreno del aprendizajey la comprensión del valor de la comuni-cación”. De allí que incluya los testimoniosde una selección de voceros de organiza-ciones con las cuales Comstat Rowland hasostenido una relación de larga data en

calidad de consultora; además de losresultados de una investigación propiallevada a cabo entre periodistas de lassecciones de economía, mercadeo y negocios,con el ánimo de calibrar su percepción enrelación con el rol desempeñado por lasagencias de comunicación estratégica en ladinámica informativa de sus respectivasfuentes.

En la tercera y última parte de la obra,titulada Estimación de los niveles de exposiciónde las audiencias a los mensajes de la comu-nicación corporativa, se presenta el núcleo deltrabajo editorial: el método NEA. En cuestión,esta novedosa herramienta permite esta-blecer un valor numérico en tanto indicadordel potencial nivel de exposición de lectores,escuchas o televidentes frente a mensajescorporativos concretos, basándose para elloen la frecuencia de aparición de loscontenidos comparada con los niveles delectoría y/o audiencia de diferentes medios.

A la sazón, si bien el método NEA noreemplaza el tradicional sistema de centi-metraje inspirado en las técnicas desarro-lladas por Jaques Kayser y Violet Morin paralos estudios morfológicos de la prensa(complementado más tarde con el análisis decostos probables de los espacios ocupadospor las informaciones), sí permite añadir unelemento cuantitativo adicional en el reporteentregado al cliente para dar cuenta delalcance de las tácticas de divulgación en eltranscurso de un determinado período degestión comunicacional.

Así las cosas, con la propuesta del métodoNEA, Comstat Rowland aspira contribuir aampliar el espectro de innovaciones dentrodel mundo de las agencias de comunicación,aunque circunscribiéndose por lo pronto alcampo específico de la información. En estesentido, advierte sobre la tarea todavíainacabada por lo que atañe a la valoraciónde la efectividad de los esfuerzos integralesde asesoría, no obstante lo cual continúa enla búsqueda de alternativas revestidas decientificidad, erigiéndose el libro Impactode la Comunicación Corporativa como unaprueba fehaciente de este esfuerzo.

AGRIVALCA R. CANELÓN S.

Valoración de intangibles: la eterna búsqueda del Santo Grial

VARIOS AUTORES

IMPACTO DE LA COMUNICACIÓN CORPORATIVACOMSTAT ROWLAND. CARACAS-VENEZUELA, 2010. 208 PÁGINAS.

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comunica ción114

Óscar Lucien ofrece un testimonio feha-ciente de diez años de gobierno mili-tarista que de manera sistemática ha

debilitado los principios democráticos de laConstitución nacional y, por ende, todo loconcerniente a la libertad informativa ycomunicacional.

Este libro está constituido fundamen-talmente por nueve capítulos. Los dosprimeros: La Libertad de expresión enVenezuela y Aspectos jurídicos y legales, respec-tivamente, se pueden leer en un solo bloque;dan cuenta del cerco político, económico yjurídico hacia los medios libres y plurales.Capítulo tres, Acciones (IN)directas: es un temamuy delicado para la institucionalidad demo-crática, pero consustancial en regímenesautoritarios: intimidación, censura y auto-censura. Recordemos el cierre de RCTV y de33 emisoras de radio, renuncia de Alberto F.Ravell, director de Globovisión, y salida delaire de programas de opinión emblemáticos(casos: Marta Colomina, César MiguelRondón, Napoleón Bravo, entre otros). Loscapítulos cuatro y cinco, también se puedenconsiderar de manera secuencial: identificanagresiones a periodistas y medios masivos.El seis destaca el nuevo régimen de propiedadde los medios gubernamentales, situaciónque nos distancia más de las políticas públicasde comunicación en nuestro país. HoyRatelve, liderado en su momento por elIninco, está más vigente que nunca. Los tresúltimos capítulos describen la reacciónlegítima sobre el cerco a la expresión pluralpor parte de diversas entidades: sociedad civilorganizada, universidades, sindicatos, insti-tuciones no gubernamentales y organiza-ciones internacionales en medios. Se reflexio-na, de igual forma, sobre una realidad quetiempo después cristalizaría: la reforma dela ley resorte y de la Ley Orgánica de Tele-comunicaciones.

La libertad de expresión no es patrimonioexclusivo de medios de comunicación, deindustrias culturales o de las telecomunica-ciones. El sentido de libertad es integral, esto

es, de medios y mediaciones sociales. Pensaren libertades distribuidas es aberrarla.Incluso, cuando un gobierno justifica incan-sablemente que hay libertad de opinión yde pensamiento, esto constituye en sí unaanomalía que, de entrada, nos indica quealgo pasa con la democracia. Del libro seinfiere que no basta justificar la libertad deexpresión: hay que protegerla; ésta es elpulmón, por decirlo de alguna manera, delos principios universales democráticos.

Cerco rojo a la libertad de expresión esdenuncia, advertencia y clamor a rajatablasobre intenciones militaristas del actual

Gobierno, de su irracional afán de impo-nernos un sistema político que no legitimanuestra Constitución. El libro escrito por elex director del Ininco, es de enorme utilidaddivulgativa para académicos, estudiantes yciudadanos. Es útil también para los que nocuentan con información veraz y de recientedata sobre el cerco estratégico oficialista alas comunicaciones libres y plurales enVenezuela.

Este cerco está generando un fenómenohumillante, cual es el efecto autocensura:no se puede detectar de manera fáctica, esde orden moral, deontológico y psicológico.Autocensura que se traduce medianteimpuestos a los medios vía Seniat, presionesa anunciantes y publicistas, presiones polí-ticas: alocuciones presidenciales bajo laamenaza de cerrar medios, como ocurrió conRCTV y cadenas de radio, pasando por encimade la Carta Magna y normas jurídicas en tele-comunicaciones. Autocensura: el presidenteen megacadenas, transgrede la libertadeconómica de canales privados y porsupuesto la libertad de informar y comunicaroportunamente. Autocensura: el oficialismocriminaliza la opinión inhibiendo, muchasveces, a periodistas y entrevistados, quienestemen a represalias y encarcelamiento.

Cerco rojo a la libertad de expresiónabunda en reflexiones sobre la democraciacomunicacional y acceso a la información.Es un libro excelentemente documentado yescrito con la serenidad y rigurosidad quecaracteriza al autor.

Sugiero a Óscar Lucien que valdría la penaactualizar este trabajo con estudiantes decomunicación para seguir denunciando losdesmanes del actual Gobierno. Sugiero reco-mendar este libro a candidatos demócratasvenezolanos para que elaboren programasde gobierno en el campo de la comunicacióny la cultura. El programa comunicacional sebasaría en desterrar los errores que sedenuncian. Y por supuesto, le pido a la viday a los ciudadanos de mi país que notengamos que leer una segunda, tercera oeterna parte de Cerco rojo, después de 2013.Y siendo consecuente con la portada del libro:¡Evitad entonces que la tarántula teja sucerco!

GUSTAVO HERNÁNDEZ DÍAZ

CERCO ROJO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓNÓSCAR LUCIÉN

CERCO ROJO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓNEDITORIAL LA HOJA DEL NORTE

CARACAS-VENEZUELA, 201

Cerco Rojo a la libertad de expresión es denuncia, advertenciay clamor a rajatabla sobreintenciones militaristas del actualGobierno, de su irracional afánde imponernos un sistemapolítico que no legitima nuestraConstitución.

Vitrina

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115comunica ción

El Anuario Obitel 2010 es la prueba deun trabajo exitoso, internacional y enequipo. Publicado en español, inglés y

portugués. Este año se sumó Venezuela enla 2ª parte (“El país en la ficción”), con elapartado que lleva por título: “Venezuela,entre lo público y lo privado. De una a otrahegemonía”, estudio realizador por MorellaAlvarado Miquilena, Luisa Torrealba Mesa yVirginia González Barrios. Ellas hacen unaexcelente contextualización del aconteceraudiovisual del país y al mismo tiempoanalizan la ficción en Venezuela durante unaño. Los otros países que entran en Obitel2010 son: Argentina, Brasil, Chile, España,Estados Unidos, México, Portugal y Uruguay.La coordinación general internacional delproyecto está a cargo de María ImmacolataVassallo de Lopes, de la Universidad de SâoPaulo (Brasil) y de Guillermo Orozco Gómez,de la Universidad de Guadalajara (México).

El tema central de Obitel-2010 es la iden-tificación y el análisis de ejemplos denarrativas transmediáticas en cada uno delos países estudiados, que nacen con laintención de difundirse a través de diversosmedios (cine, radio, teléfono celular, Internet,DVD, CD, videojuegos); en diversas plata-formas (televisión abierta, cable, satélite) ycon diversos formatos (telenovela, serie,miniserie, película, telefilme, docudrama). Eneste nuevo escenario de la convergenciadigital y de la globalización de la cultura,resulta interesante acompañar el tránsitode las ficciones de la televisión a otros medios(con diferentes soportes y diferenteslenguajes) caracterizándose como narrativastransmediáticas que nacen con la intenciónde difundirse por diferentes medios y aculturas bastante divergentes.

Entre los aspectos resaltantes incorporauna muestra del perfil sociodemográfico delas audiencias de las ficciones del año. Esteanuario-2010 centra su atención en el perfilde las audiencias en los países participantes.La inquietud de fondo es la de ampliar el

conocimiento sobre los sectores que cons-tituyen la audiencia en cada país y para ellomuestra dos tipos de datos: género y edad.Se repite lo del año anterior donde el génerofemenino, de edad adulta, de clases mediashacia abajo, sigue siendo el sector más asi-duo de televidentes de la ficción en todoslos países. No obstante, revelan algunas dife-rencias y cambios que pueden llegar a sersignificativos en el futuro, sobre todo en losrangos de diferencia entre hombres y mujeresy entre la audiencia juvenil. Hay algunospaíses que contrastan con la mayoría: Brasil,Chile y Estados Unidos, y que, por diferentescircunstancias, pueden ser consideradoscasos prospectivamente importantes para lasaudiencias de la ficción. En el caso vene-zolano la programación de ficción va esen-cialmente dirigida al público femenino, locual se amplía casi proporcionalmente conrelación a la edad y a las clases sociales D yE. Así, la ficción venezolana tiene en lasmujeres maduras de clases populares suprincipal audiencia. Igualmente, vemos quealgunas producciones tienen altos índices porgrupos de la misma edad. (Obitel 2010: 55).

Es interesante ver la contextualización ylas perspectivas de la ficción en los paísesreferidos. Debido a que los acontecimientos

son muy diversos y los contextos diferentessólo es posible resaltar tres puntos, en donde,de una u otra forma, convergen. En primerlugar, la consolidación de la ficción comoun epicentro del marketing social y políticodel ámbito iberoamericano. Segundo lugar,la proliferación de temas, más allá de lostradicionales aunque estos no hayan desapa-recido, con énfasis en la sexualidad y laviolencia. En tercer lugar, nuevos arreglospolíticos, legales y mercadotécnicos para laproducción y distribución de la ficción. Todoesto en un año difícil económicamente ydonde el tránsito de lo analógico a lo digitalse va achicando. Esto ha producido un climade reajustes que en algunos países no esmás sino el repliegue a lo ya conocido,mientras que en otros, caso España, se muevehacia nuevas propuestas.

El otro dato notorio es que la Organi-zación Cisneros sigue siendo uno de lospoderíos económicos más importantes delcontinente. Además de llevar la batuta enlo que a la producción de ficción de televisiónse refiere, también ha extendido sus brazosa lo largo de Latinoamérica y parte de EstadosUnidos. Organización que no sólo abarca laindustria televisiva, sino la radio, el disco,las telecomunicaciones, la alimentación,productos cosméticos, el certamen MissVenezuela, equipos deportivos y serviciosturísticos, entre otros, que permitenmantener su hegemonía económica. Larevista Forbes posicionó a Gustavo Cisnerosen el puesto 149 de la lista de los multimi-llonarios del mundo, durante el año 2009.

El libro deja claro que desde la irrupciónde la red Internet, los mecanismos depromoción, difusión y mercadeo que segeneran en torno a los productos televisivosse han multiplicado a partir del denominadomercadeo intangible, aunque reconoce quelas cifras de acceso a Internet en algunospaíses siguen siendo limitativas para lasinmensas mayorías. Así, la primera migraciónque encontramos es la que transforma ymodifica a la pantalla. De la pantalla de laTV, se pasó a la pantalla del computadorpersonal y de allí a la pantalla de los dife-rentes dispositivos móviles.

HONEGGER MOLINA

LA NARRATIVA TRANSMEDIÁTICAVARIOS AUTORES

ANUARIO OBITEL 2010EDITADO EN BRASIL, ESPAñA Y PORTUGAL. 2010

LA NARRATIVA TRANSMEDIÁTICA

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comunica ción116 Vitrina

El sociólogo Rafael Uzcátegui ha vividola misma telenovela gubernamental quehan visto los venezolanos durante los

últimos años, quizás con los mismos canalesde televisión, la misma política espectacula-rizada, pero no desde la misma trinchera.Rafael Uzcátegui es una rara avis entre lamúltiple variedad de perfiles que conformanlos movimientos sociales en Venezuela. Losaños de investigación sobre el gobierno deHugo Chávez que encierra su más recientelibro, vienen alimentados dedos corrientes que oxigenan eldebate político polarizado:por un lado Uzcátegui es coor-dinador de investigación dela organización de derechoshumanos Provea, por lo tantoes responsable de recoger yreportar miles de indicadoresque evalúan con luces ysombras la gestión guberna-mental en el campo de losderechos sociales, económicosy culturales. Por otro lado, elautor es anarquista, lleva másde quince años en el equipoque elabora el periódico ElLibertario, y es una referencia anarco en loscolectivos históricamente anti-autoritarios.

Así, cuando Uzcátegui escribe es porquetiene las pruebas pasadas por el tamiz de lainvestigación y la defensa de derechoshumanos, pero también goza de autoridadpara expresar ideas políticas que en tiemposde polarización resultan extrañas, compro-metidas pero desobedientes de los discursosoficiales.

Por eso y por razones de autonomíaeditorial, el libro se imprimió en Argentinay se trajo a Venezuela, pero también seconsigue gratis en la web. Lo importante esel debate y la diseminación solidaria, más quemasiva, de los mensajes recogidos.

Uzcátegui y el fotógrafo Nelson Garridopusieron al muñeco del Presidente de laRepública, el mismo que se vende como unKen criollo en las marchas y actos oficiales,para emplazar muchas ideas contenidas enla investigación. Quizás la más importante:a la luz de las pruebas, el Gobierno, autode-nominado revolucionario, no hace más que

jugar el rol obediente quela globalización económicale dicta al país. Cada vezsomos más monopro-ductores, más depen-dientes de vender petróleoa las grandes potencias ymás dependientes de lasimportaciones, incluso dealimentos, para subsistir.Prédica socialista para losmítines, pero capitalismosalvaje que entra y sale sinsuperar el rentismo.

El segundo giro dellibro revisa la historia y la

situación de los movimientos sociales enVenezuela, para analizar si en el contextode una revolución de izquierda, popular ycarismática, se ha reforzado la autonomíade esos movimientos, o si por el contrariose anulan. En realidad se sigue caminandoentre dos aguas, con tensiones internas ymucho espectáculo del líder único, pero lavanguardia de las transformaciones pareceestar cada vez más cooptada por el Estado ysus ritmos. Un son que los antimilitaristasno bailan.

El tercer pie es un conjunto de retosconceptuales y prácticos para que los anar-quistas puedan comprender a Venezueladesde su propia ética de la libertad, por lo quese plantean resistir activamente a la matrizpolítica y cultural que parece la misma entrelos viejos partidos en reconfiguración, y lasacciones de Hugo Chávez, heredero especta-cularizado de esa misma forma de hacerpolítica.

LUIS CARLOS DÍAZ

Anarco revisando a una estrella pop

LA REVOLUCIÓN COMO ESPECTÁCULO. UNA CRÍTICA ANARQUISTA AL GOBIERNO BOLIVARIANO

RAFAEL UZCÁTEGUI

EDITORIALES: LAMALATESTA EDITORIAL

LOS LIBROS DE ANARRES - EL LIBERTARIO

ORGANIZACIÓN NELSON GARRIDO

TIERRA DE FUEGO

CARACAS-VENEZUELA 2010. 304 PÁGINAS.PÁGINA WEB: HTTP://WWW.LAREVOLUCIONCOMOESPECTACULO.COM

SIGNIS MediaNª1/2011BRUSELAS, BÉLGICA. WWW.SIGNIS.NET

Acabamos de recibir el número 1 del 2011de la revista trilingüe SIGNIS (inglés,

francés y castellano), dedicado entera-mente a los medios de la comunidad parala transformación social. Como indica en sueditorial Alvito de Souza, secretario general,cuando contemplamos los colosales y verti-ginosos cambios sociales tendemos a con-centrarnos en las tecnologías que se em-plean más que en el empoderamiento decrear y compartir nuestras historias, cons-truyendo distintas perspectivas de lo posible.Los comunicadores comunitarios han reco-nocido hace tiempo este poder y han de-fendido el derecho de tener perspectivasmás democráticas y alternativas sobre nues-tros entornos. Fuera del interés de los gran-des medios, los comunicadores comunita-rios utilizan aún métodos muy simples paraempoderar a las comunidades marginadasa través de compartir y comunicar sus reali-dades locales. De ahí el interés de este nú-mero y, en general, del servicio de SIGNISque, sin descuidar las nuevas tecnologías di-gitales que ofrecen nuevas potencialidades,dirige su mirada a las comunidades localesy marginales en América Latina, África yAsia.

Para quienes desconocen la revista SIG-NIS, es una organización no gubernamentalque cuenta con miembros en 140 países delmundo. Como “asociación católica mundialpara la comunicación”, agrupa a los profe-sionales de radio, televisión, cine, vídeo,educación para los medios, Internet y nue-vas tecnologías.

Nació en noviembre de 2001 de la uniónentre dos organizaciones (Unda, para la radioy televsión; OCIC, para el cine y audiovisua-les) que se crearon en 1928 y cuyo amplio pro-grama cubre diversos dominios, como el dela promoción de películas o de programas detelevisión (jurados en los grandes festivales:Cannes, Berlín, Montecarlo, Venecia, Ouaga-dougou...), la creación de estudios de radio,de vídeo, de televisión, la producción y la dis-tribución de programas, la provisión de equi-po especializado, la formación de profesio-nales...SIGNIS, tiene estatus de miembro con-sultor ante la Unesco, Escosoc (Naciones Uni-das en Ginebra y Nueva York), el Consejo deEuropa. SIGNIS, está oficialmente reconoci-da por el Vaticano como organización católi-ca para la comunicación.

SIGNIS, también mantiene a sus miem-bros informados acerca de las iniciativas yla diversidad de los medios católicos de hoyenviándoles revistas, folletos, boletines, co-municados de prensa y convocatorias paraproyectos.

JESÚS MARÍA AGUIRRE

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117comunica ción

Interciencia, la Revista de Ciencia y Tecnolo-gía de América, es una publicación perió-dica y seriada consagrada a fomentar la co-

municación entre las comunidades científicas ytecnológicas de América. Está dedicada a esti-mular la investigación científica, su uso huma-nitario y el estudio de su contexto social enAmérica Latina y el Caribe.

La idea de tener una revista con las carac-terísticas de multidisciplinaridad, periodicidadregular, enfoque regional y con patrones de ca-lidad internacional –similar a Science o Na-ture– fue del científico venezolano MarcelRoche, su primer director.

Con ese propósito en mente, en el año1974, convocó a las Asociaciones para el Avanceo Progreso de la Ciencia de los diversos paísesde la región, para que constituyeran a la Aso-ciación Interciencia, una agrupación civil sinfines de lucro que se encargaría del proyecto.Interciencia se publica religiosamente desde elaño 1975. Aunque es editada desde Caracas, esconsiderada como una revista internacional.

Atiende los asuntos regionales sin distingode idioma, tema o posición política. En la prác-tica es, a la vez, una revista venezolana, mexi-cana y brasilera. En efecto, a través de 36 volú-menes, Interciencia ha publicado 2 mil 971 ar-tículos originales. Unos 4 mil 280 científicoshan visto sus trabajos divulgados a los cuatrovientos de la región.

De la revista quienes se han beneficiadomás han sido los científicos venezolanos. Ellosse llevan los palmares; unos mil 397 colegas na-cionales han publicado mil 229 artículos. Si-guen a los venezolanos, unos mil 071 colegasde México que han publicado 448 artículos ydespués 481 amigos del Brasil con 296 publi-caciones, casi todas ellas en portugués. Y es queInterciencia publica en los tres idiomas de la re-gión, inglés, español y portugués; es tres revis-tas en una.

Interciencia está fundamentalmente orien-tada a temas relativos al medio ambiente, di-versidad biológica, desempeño educacional oacadémico, salud pública, tecnologías, nutri-ción o producción agropecuaria.

Interciencia, aunque no está cerrada a ello,no es un medio para la difusión de avances enlas llamadas ciencias básicas. En ese sentido,prefiere tratar resultados relevantes en aque-llas materias que nos son propias y que tienen

un alto impacto sobre la calidad de vida de lospobladores de la región.

No todo lo que es enviado a Intercienciasale publicado. La revista mantiene un nivelexigente de revisión por pares mediante un ela-borado sistema de arbitraje.

Por lo general, los artículos enviados porvenezolanos pasan la prueba de revisión en unporcentaje muy alto comparado con los mexi-canos o brasileros. Entre nosotros, las universi-dades Central, Oriente, Zulia, Andes y SimónBolívar se disputan el liderazgo en artículos pu-blicados.

Interciencia es una revista electrónica(http://www.intercien- cia .org/ ) que abrazódesde sus comienzos los principios de las revis-tas abiertas al público (Open Journals ); es decir,su consulta está abierta a todo público.

Como complemento, su versión impresa esdistribuida en todo el mundo; unos setecientosejemplares de subscripción llegan a las mejo-res bibliotecas académicas del planeta.

En términos generales tiene un factor deimpacto –una medida de su eficiencia entre suslectores– aceptable dada su naturaleza temá-tica: 0,38. Éste es uno de los más altos para lasrevistas regionales.

La operación de Interciencia cuesta plata.Su financiamiento proviene de las contribucio-nes voluntarias de las Asociaciones para elAvance o Promoción de la Ciencia de la región,fundamentalmente la de Canadá, EEUU y Mé-xico. Los venezolanos solíamos contribuir porintermedio del financiamiento de revistas quesolía dar el Fonacit (pésimo sucesor del Conicit).

Utilizo el tiempo verbal pasado, ya que enlos últimos años el aporte no llega ni siquieraal nivel de promesa. Desde hace dos años, el Mi-nisterio de Ciencia no contribuye, a pesar deestar comprometido, a financiar la parte de la

publicación electrónica de la revista. TampocoLocti aprueba ni certifica sus proyectos paraacreditar a la revista como beneficiario del im-puesto.

Hay quienes piensan que esto es parte delpatrón de retaliación por disidencia. Si bien In-terciencia ha publicado unas cuantas cosas queno parecieran serle favorable al desempeño delsector ciencia venezolano bajo la égida boliva-riana y socialista, también ha publicado cosasque deberían enorgullecer a los funcionariosoficiales. Si la ciencia es buena y cumple conlos estándares internacionales de aprobaciónde pares, Interciencia lo publica.

Un fiel reflejo de la crisis que está viviendola ciencia venezolana y su gerencia, y que el Go-bierno se niega a reconocer, lo vive la revista.De una docena de docena de artículos que cadaaño los venezolanos solíamos publicar en In-terciencia, en los últimos dos o tres años a duraspenas llegamos a unos 70 artículos.

El espacio que nuestra ciencia deja de pro-ducir lo llenan ahora con fuerza los mexicanos,brasileros, argentinos. Al ritmo presente,pronto la revista dejara de ser trinacional paraconvertirse en binacional; mexicana y brasi-lera.

Este asunto entristece ya que Intercienciaestá próxima a cumplir tres décadas de exis-tencia. Todo un record cuando se mira a lasotras revistas editadas desde Venezuela.

Interciencia junto a un muy selecto grupo(Archivos LatinoAmericanos de Nutrición, GacetaMédica de Caracas o algunas de las revistas dela Universidad del Zulia) se pueden vanagloriarde publicar y salir cuando prometen.

Es precisamente la regularidad en su pu-blicación lo que le ha valido ser la única revistaeditada desde Venezuela que se ha mantenido–desde siempre– en el índice preparado por elInstitute of Scientific Information (o ISI); el pa-trón o estándar universal en eso de base dedatos.

La otra faceta que conviene señalar de In-terciencia son sus portadas. Ellas están dedica-das a resaltar el trabajo artístico de algún crea-dor plástico de la región. Cada número de la re-vista lleva en su carátula una excelente repro-ducción a todo color de la obra de un joven pin-tor o escultor.

JAIME REQUENA / TAL CUAL

INTERCIENCIA:A LOS CUATRO VIENTOS

Page 120: Revista Comunicación 155

comunica ción118

Internet Interdisciplinary Institute / Universitat Oberta de Catalunya

http://in3.uoc.edu/opencms_portalin3/opencms/es/index.html • Usuario Twitter: @IN3_UOC

El Internet Interdisciplinary Institute es el instituto de inves-tigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) espe-

cializado en investigación sobre la sociedad en red y laeconomía del conocimiento. El IN3 ofrece el programa dedoctorado sobre la Sociedad de la Información y el Conoci-miento. Manuel Castells es el director del IN3; el equipo cuentacon noventa investigadores de planta y 25 investigadoresinvitados provenientes de diversos centros de investigaciónde Europa y América. El sitio incluye la publicación bajo licenciaCreative Commons de IN3 Working Paper Series. Sus líneasde investigación actuales incluyen neurociencia, tecnologíasde información, comunicación móvil, cultura digital y trans-formación urbana.

Redes

http://revista-redes.rediris.es/webredes/ • Usuario Twitter: @listaredes

REDES es un espacio de referencia de la investigacióncientífica en el campo del análisis de redes sociales que

combina el portal REDES, la Revista Hispana para el Análisisde Redes Sociales y la lista de distribución de correo elec-trónico en RedIRIS. La lista de distribución REDES permiteel intercambio entre la comunidad de especialistas hispa-noamericanos en ARS que ya suma más de quinientos inves-tigadores. La revista REDES publica números monográficosde investigación con métodos de ARS. El portal publicanoticias sobre eventos en el campo del ARS, revisiones desoftware para análisis y visualización de redes, convocatoriasa talleres y documentos sobre el estado del arte en elcampo.

Vitrina web

IRIA PUYOSA

Redalyc / Index Venezuela

http://redalyc.uaemex.mx/portales/pais/indices/venezuela/IndexVenezuela.jsp • Usuario Twitter: @Redalyc

El portal web de la Red de revistas científicasde América Latina y el Caribe, España y

Portugal permite consultar 758 revistas cien-tíficas y más de 200 mil artículos a textocompleto. Recientemente, agregaron a susíndices de búsqueda una sección de revistasacadémicas venezolanas que incluye 56 revistascientíficas, 41 revistas en ciencias sociales y 15revistas en ciencias naturales. En el área de infor-mación y comunicación aparecen las revistasEnlace: Revista Venezolana de Información,tecnología y conocimiento y Quórum Académico,ambas de la Universidad del Zulia

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119comunica ción

Se trataba de entablar un diálogosobre las teorías de la comunicaciónque más han impactado , impresio-nado he inspirado nuestra forma-

ción académica como docentes e investi-gadores de la comunicación y la cultura enVenezuela. Se trataba de indagar, pormedio del intercambio de ideas, a quéfuentes y propuestas conceptuales hemosrecurrido para nutrir el recorrido que cadauno de nosotros, como miembros de la re-vista y como docentes del área, ha seguidoen su camino profesional.

En definitiva la idea fue, creo que selogró, responder a la siguiente pregunta:¿de qué se nutre el pensamiento comuni-cacional actual en Venezuela? Se dirá quela muestra no tiene validez estadística. Esque no se trataba de alcanzar la represen-tatividad que otorgan las técnicas delmuestreo. Como anunciamos en el títulode la sección, el motivo fue reunir alequipo de la revista y algunos amigos paraconversar sobre el asunto y de allí cono-cer por dónde nos estamos moviendo yorientando en el tema. A lo mejor el re-sultado de este diálogo resulta útil sola-mente para los miembros de la revista; sinembargo, creemos que desde él se puedenextraer conclusiones, no generalizables,pero sí orientadoras de un campo que hainspirado, y lo sigue haciendo, más de unainvestigación y teorización acerca delvasto mundo de las comunicaciones demasas.

Hechas estas aclaratorias, nos reunimosy formulamos tres interrogantes que cadaquien debía responder en voz alta. Aquí vanlas preguntas que iniciaron el diálogo conlas teorías de la comunicación:

a) ¿Qué autores y teorías básicas te ins-piraron en tu formación? ¿Cuál hasido la experiencia de vida profesionalteórica…? Pasado de una génesis decómo se ha entrado en el terreno en elque cada quién se mueve. Críticas.

b) ¿Cuál consideras el cambio de pers-pectiva teórica más relevante de estosúltimos años para tu área y líneas deinvestigación? Área de investigaciónde cada uno de nosotros. ¿Cuáles sonlas mediaciones particulares? ¿Ha ha-bido rupturas significativas?

c) ¿Qué sugieres para la formación enteorías y métodos de la comunica-ción? ¿Más práctica y de qué tipo?¿Más teoría?

d) ¿Consideras que hay una ciencia de lacomunicación unificada como disci-plina o un conjunto de disciplinas queanalizan la comunicación?

Una salvedad hay que hacer. Algunosde los participantes responden interro-gante tras interrogante; es decir, guar-dando el orden en que se formularon laspreguntas. Pero otros lo hacen de maneraensayística. Hemos respetado el estilo decada quien.

Entrevista

DIÁLOGOS CON LAS TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓNDiálogo significa el que dos o máspersonas se turnan en el uso de la palabra para intercambiarideas, pensamientos o creenciasen torno a un tema o idea.El diálogo implica diferencias porla pluralidad de pensamientosy de ahí la riqueza del mismo.El equipo de redacción que cadatrimestre hace posible a Comunica-ción se reunió, con algunosinvitados, para conversar sobrequé fuentes y propuestas hancontribuido a la formación de unpensamiento teórico e investigativoen el mundo de las teorías dela comunicación. De ahí el títulode esta sección: Diálogos con las teorías de la comunicación.

Page 122: Revista Comunicación 155

A

En términos generales, dada mi forma-ción de base como comunicadora social,a través de los cursos de teorías de la co-municación y, sobre todo, de sociologíade la comunicación, tuve oportunidad deconocer y hacer inmersión en los plantea-mientos de los autores más representativosen el área, tanto norteamericanos comoeuropeos y latinoamericanos. En ese sen-tido, el repertorio fue bastante amplio:desde David Berlo y Dennis McQuail, pa-sando por Jürgen Habermas y los expo-nentes de la Escuela de Frankfurt (Theo-dor Adorno y Max Horkheimer), hastadesembocar en Antonio Pasquali y Ma-nuel Martín Serrano, por sólo nombrar al-gunos. En verdad, un panorama bastantevariopinto al que no hago justicia en estaslíneas pues me extendería más de lo per-mitido.

Lo cierto del caso es que ese contactoprimigenio me brindó coordenadas fun-damentales y me ubicó en contexto, almismo tiempo que despertó en mí la cu-riosidad por conocer e investigar; por leery detectar otras fuentes de informaciónaparte de las señaladas estrictamente enclase; por comenzar a confeccionar mipropia biblioteca personal; por iniciar unabúsqueda, hacerme preguntas sobre elrumbo que quería darle a mi carrera pro-fesional, y también cuestionarme. Dehecho, no sería descabellado afirmar queatravesé por una crisis de identidad pro-fesional a la salida de la carrera de Co-municación Social, entre 1995 y 1996, loque me llevó a asumir que no me sentíaperiodista, pese a haberme formado den-tro de la mención Periodismo Impreso.Eso me llevó, inclusive, a pensar en la po-sibilidad de estudiar economía, productode la influencia familiar (mi padre es eco-nomista) y, por añadidura, coincidió conla aproximación al mundo corporativo porla vía de una asignatura que cursé justo enquinto año: comunicación institucional, lacual me mostró otro universo de posibili-dades tratándose del proceso de la comu-nicación, aunque circunscrito a un ámbitoespecífico como lo es la organización.

De a poco, los eventos de vida fueron to-mando su propio cauce. Me gradué y co-mencé a trabajar como asistente de comu-nicaciones corporativas en una multinacio-nal alemana; luego migré a una agencia depublicidad, y de allí me instalé en una pe-queña agencia de comunicaciones estraté-gicas, teniendo siempre al fondo la figurade la revista Comunicación. Justamente,este hecho, para nada menor, me impulsó a

buscar, a título personal, referentes teóricospara mi área profesional (comunicación or-ganizacional), empezando por escudriñarel concepto mismo de la organización. Así,comenzaron a desfilar por mis manos librosdel talante de Sociología para la empresa(1994), de Antonio Lucas Marín; Psicolo-gía social de las organizaciones (1997), deKatz y Kahn; Imágenes de la organización(1998), de Gary Morgan; y Teorías organi-zacionales y administración (1987), deCarlos Dávila. A partir de allí, vinieronotros, perfilando ya el tema de la comuni-cación organizacional, como La Comuni-cación en la empresa y en las organizacio-nes (1997), también de Antonio Lucas Ma-rín; La Comunicación en las organizacio-nes (2002), de Carlos Fernández Collado;Comunicación y organización (1992), deAnnie Bartoli; La Comunicación en las or-ganizaciones (1995), de G. Kreps; y Teo-ría de la comunicación y gestión de las or-ganizaciones (1997), de J. Piñuel.

En adelante, el recorrido ha ido de logeneral a lo específico, manteniendosiempre la mira sobre el área de la comu-nicación organizacional en amplio, paraluego entrar en el detalle del corporate(identidad, imagen, reputación, cultura y

comunicación estratégica), las comunica-ciones integradas y la comunicación inte-gral, sin limitarme al estricto enfoquemercadológico.

Otro tanto representa el peso de la bi-bliografía específica sobre relaciones pú-blicas. En ese sentido, la piedra fundacio-nal fue el libro Cristalizando la opinión pú-blica (1923), del Dr. Edward Bernays. En-tretanto, poniendo el punto de miras enLatinoamérica, una autora marcadorapara mí fue la Profa. Dra. MargaridaKrohling Kunsch con su obra Planeja-miento de relações públicas na comuni-çacão integrada (2002).

Grosso modo, estos son algunos nom-bres al vuelo. En últimas, creo que paraquienes optamos por el área de la comu-nicación organizacional, aunque llegue-mos hasta ella por la vía del ejercicio pro-fesional más que por la ruta académica, laapuesta y los referentes son otros, claroestá, siempre y cuando nos tomemos enserio el trabajo de introspección paradotar de densidad la diferenciación denuestro perfil frente al periodista o el au-diovisualista, cuando no del publicista. Enese orden de ideas, todavía hay mucho porhacer en Venezuela.

B

De entrada hay que apuntar que la comu-nicación organizacional, en la búsquedade su identidad y estatus epistemológico,ha auspiciado un prolijo corpus teórico,aunque en medio de una entropía termi-nológica y semántica que, en ocasiones,nubla entre propios y extraños la visióncentral de la organización como ámbito yde la comunicación como proceso. Nopocos autores han llamado la atenciónsobre esa realidad.

En ese sentido, me atrevería a perfilardos perspectivas por lo que atañe a los es-tudios contemporáneos de la comunica-ción organizacional y su teorización:

Una línea atenida a la tradición fun-cionalista, que circunscribe la comunica-ción organizacional a una secuencia de ta-reas o actividades destinadas a transfor-mar insumos en resultados previstos, altiempo que considera la gestión de la ima-gen corporativa como una función de ma-nagement antes que de comunicación envirtud de la importancia que reviste parala estrategia de negocio.

De allí que se abogue por la progresivaincorporación de indicadores de gestiónen la función de la comunicación organi-zacional y la valoración de intangibles,propulsada en Iberoamérica por autores

comunica ción120

La comunicaciónes un universode posibilidadesAGRIVALCA R. CANELÓN Licenciada en Comunicación Social. Magíster en Comunicación Organizacional y candidata a Doctora.

Page 123: Revista Comunicación 155

121comunica ción

como Fombrun, van Riel y Villafañe,quienes han aupado en torno a sí un mo-vimiento no sólo profesional y asociativosino también académico al amparo de ins-tituciones de la talla del Reputation Insti-tute, el Foro de Reputación Corporativa(fRC), Forética, el Monitor Español deReputación Corporativa (Merco) y el Ins-tituto de Análisis de Intangibles (IAI).

Una línea atenida a una visión sistémicae integrada del campo de la comunicaciónorganizacional, que da cabida al conceptode mediación (Saladrigas Medina, 2007),y al paradigma de la complejidad (Curve-llo, 2010; Bouzon, 2010; Vacher, 2010;Baldissera, 2010).

A no dudar, esta postura marca dis-tancia con respecto a la concepción ins-trumental de la comunicación (canal) entanto meollo central al momento de inter-narse en los campos de la cultura organi-zacional. En su defecto, subraya los do-minios emergentes de los símbolos y lossignificados (en buena medida sustenta-dos en la vertiente del discurso), y piensael espacio corporativo como una cons-trucción desde la cual la organización(conjunto de subjetividades) configura suvida cotidiana. En suma, encarna un in-

tento por entender la interacción de la or-ganización con sus públicos dentro de unmodelo de comunicación que trasciende elmonólogo y la persuasión.

C

Desde mi humilde punto vista, si hablamosde estatus académico, en modo alguno lasteorías pueden ser dejadas de lado. Antesbien, los tiempos demandan superar lasbarreras todavía presentes en procura deldiálogo entre los diferentes comparti-mientos que se han venido asentado den-tro del campo de la comunicación.

Ello implica grandes retos desde ellado docente, habida cuenta de que elnuevo edificio formativo tiene al estu-diante como actor principal en tanto indi-viduo adulto y autónomo con “un poten-cial personal, científico y profesional”(enfoque de competencias). De ahí elpapel estelar del sistema universitario, en-filado de preferencia hacia la facilitaciónde estrategias para la adquisición, la ge-neración y la transmisión de conoci-miento, amén del despliegue de habilida-des sociales.

A renglón seguido, se imponen cam-

bios en las formas más que en los conteni-dos, advirtiéndose la digitalización comoun componente transversal de todas las fun-ciones y especializaciones de la comunica-ción social ante el ascenso irreversible delas tecnologías de la información y de la co-municación (Aguirre, 2010, p. 45), lo queexige incorporar el uso de las TIC en losprocesos de enseñanza-aprendizaje (Róve-da Hoyos, 2009, p. 306).

D

Recurriendo a las palabras de RaúlFuentes Navarro (1997) y Enrique Sán-chez (1986), la comunicación y sus espe-cializaciones lucen cual encrucijada intery transdisciplinaria en el entramado de lasciencias sociales, razón por la cual cabe ha-blar de un campo de estudio antes que deuna disciplina. No obstante, ha conse-guido legitimar abordajes teóricos y me-todológicos de cara a la generación de co-nocimientos, si bien en el recorrido los es-tudios de comunicación social no han sa-lido bien librados de la tensión entre loaxiológico y lo operacional, en ocasioneshuérfanos de un mínimo común episte-mológico (Róveda Hoyos, 2009).

Pensar el cuerpoen movimientoVANESSA VARGASLicenciada en Comunicación Social. Candidata a Magíster en ComunicaciónSocial, mención Comunicación parael Desarrollo Social. Bailarina y docente.

A

A través de mi aproximación a los estu-dios teóricos de la danza y su relación conla comunicación, he podido encontraraportes inspiradores y fundamentales enlos textos de Walter Benjamin, J. Haber-mas, M. Foucault, y Pierre Bourdieu,entre otros. Así, en la producción teóricade Jesús Martín Barbero, GuillermoOrozco, y Néstor García Canclini, sobrelos estudios culturales y las dinámicas deconsumo en el arte, descubro a diario ununiverso de ideas que tienen su correlatoen mi presente inmediato, la experienciade relacionarme con otros. También sondeterminantes en mi formación los análi-sis sobre la posmodernidad desarrolladossistemáticamente por Celeste Olalquiaga,

y por Jean Baudrillard. Sin embargo, paraafrontar desde la teoría el acercamiento alcuerpo que danza, los estudios realizadospor Merleau Ponty y David Le Breton per-mitieron abrir nuevos espacios de conoci-miento sobre el cuerpo y sus posibilidadesde comunicación. Por su parte, las inves-tigaciones elaboradas por Patrice Pavissobre el análisis de los espectáculos, asícomo los estudios críticos del arte, desa-rrollados por Sylvia Martin, RoseleeGoldber, y Nathalie Heinich, han logradotrazar direcciones medulares en mis pro-cesos de investigación sobre el cuerpodanzado.

En este sentido, en mi investigación yformación teórica ha sido fundamental elestudio de teorías que reconozcan elcuerpo y, en consecuencia, la danza entanto lugares de significado, independien-temente de que estén insertos necesaria-mente o no, en un proceso de transmisióndeliberada y transparente de contenidos. Eséste para mí, un campo de estudio tan le-gítimo como el de la palabra hablada o es-crita, incluso independiente de ésta: la pa-labra no se enclava necesariamente allídonde originalmente se encuentran ungesto cualquiera. La gestualidad es asícomprendida como una textualidad de

cuño diferente, y el cuerpo humano comoun espacio-ser generador de signos, quese encuentra en constante proceso de co-municación. El cuerpo que danza tambiénes producto de las asociaciones con otros,de las mediaciones, de la relación con elespacio social.

De este modo, los estudios realizadossobre producción y recepción de las artesescénicas, así como la idea de colocar eleje de la investigación en el ámbito de lasmediaciones, ayudan a comprender lastramas de la realidad en que está inmersoel individuo y, especialmente en mis in-vestigaciones, el artista, al tiempo quepermiten dar pistas para encontrar los ele-mentos simbólicos donde se realiza elcontacto del individuo con su medio so-cial, y de qué forma este contexto influyeen la creación escénica.

B

Considero que el cambio de ruta en las in-vestigaciones sobre el estado del arte en losúltimos años tiene lugar, por una parte, enel uso de la tecnología en el cuerpo y sobreel escenario; y por la otra, como conse-cuencia de la inserción de esta disciplina enlas dinámicas de la globalización.

Page 124: Revista Comunicación 155

Desde 1980 el cuerpo, al menos en elámbito del arte, específicamente en ladanza contemporánea, debe ser estudiadoconjuntamente con el cine, el video, y losdispositivos multimedia pues las prácticascorporales en la danza contemporáneaestán estrechamente ligadas a las dinámi-cas de los medios de comunicación. Po-demos captar mejor la actual unión entredanza/coreografía y medios electrónicossi contextualizamos los lenguajes danza-rios del siglo XX y su transformación,más allá de las fronteras de técnicas es-trictamente codificadas, sino más bien poruna constantemente desenvuelta culturamediática globalizada y su bien imbricadamatriz ideológica de recursos tecnológi-cos. Los cuerpos en la danza contemporá-nea se articulan de forma operacional,conceptual y estética a través de los me-dios digitales. Es decir que, desde hacemás de veinte años, el cuerpo no danzasolo a través del espacio, éste se muevetambién junto a todo un sistema y un am-biente digital. Este hecho altera las diná-micas y condiciones del movimiento, asícomo las nociones de percepción delcuerpo, las cuales también se ven afecta-das profundamente. Asimismo, en ladanza contemporánea, las relaciones in-tersubjetivas del cuerpo, el tecnocuerpo, conlo digital, mediadas por aparatos y proce-sos tecnológicos, afectan el plano cogni-tivo, perceptivo y emocional del indivi-duo.

La globalización en el arte, especial-mente en la producción de espectáculosde danza, integra una red de sistemas deinformación, económicos, ideológicos,sociales, y políticos, que incluye diferen-cias culturales, comportamientos, len-guas, moda, estilos de vida, trabajos artís-ticos diversos, que convergen y se unifi-can en un espacio de interculturalidad. Sinembargo, el sistema de redes de comuni-cación del arte contemporáneo configuralo que se expone al público, por lo que hayun mercado clásico del arte, y un mercadoligado a la red de comunicación. En estesistema de redes están incluidos produc-tores, y sus niveles de producción, las pie-zas artísticas por encargo, los artistascreadores, medios de comunicación, ins-tituciones privadas y públicas, críticos;todos engranados a través de los nuevos me-dios de comunicación. Debido a esto, lasobras de arte, especialmente la danza, ob-jeto de estudio de mis investigaciones re-cientes, ha tenido que involucrarse con larápida circulación de los objetos inmersosen la lógica de la globalización.

C

Es necesario el estudio de la danza y susprocesos de identificación a través de losmedios de comunicación, así como tam-bién el cuerpo como lugar de relación, re-significar el cuerpo como objeto de estu-dio de la comunicación. El arte es un uni-verso que posee sus propias tradiciones,leyes de funcionamiento e historia, y estáestrechamente relacionado con un con-junto de relaciones, subjetivas y objetivas,no sólo entre artistas, sino también conuna serie de agentes que intervienen enesta interacción. Por ejemplo, el estudiode la pluralidad de los diversos códigos ymediaciones a través de los cuales se pro-cesan los mensajes que provienen de ladanza puede ayudarnos a entender de otromodo cómo se constituye actualmente lacultura y las relaciones que se tejen a tra-vés de ésta.

Por otro lado, los resultados de las in-vestigaciones sobre el cuerpo a partir dePonty podrían darnos pistas acerca delcuerpo como espacio que se entiendecomo una estructura simbólica que secrea en las experiencias con las estructu-ras sociales, con los acervos culturales yen los dramas cotidianos. El cuerpo es ellugar en el que el contexto se da cita paraintroducirlo en su juego de interacciones,de poderes y apropiarse de él. De lamisma forma, Le Breton coloca al ser hu-mano en un lugar protagónico en la confi-guración del cuerpo. En el cuerpo no sólose hacen innegables conexiones sociales,sino que desde él se generan tramas co-lectivas en las que se entretejen interpre-taciones y cosmogonías. El cuerpo resulta

entonces una cartografía de contenidossocialmente fundados.

Esto permite obtener rastros para com-prender no sólo los enfoques temáticos delas diferentes puestas en escena de la dan-za, sino la manera en la que cada cuerpo semueve a través de ésta, técnicas y formasde interpretación del movimiento signadaspor la historia corporal de quién baila en elescenario, así como también la forma en laque el público recibe los espectáculos. Es elintento de proporcionar una inteligibilidadde la comunicación desde una aprehensiónde esta noción de cuerpo que danza, cuer-po danzado.

Acercarnos desde este enfoque, im-plica la necesidad de cruzar el cuerpo delbailarín/coreógrafo, en el entramado desentidos de la comunicación, cuya rela-ción puede percibirse como sujeto o comoobjeto, como persona o también como ob-jeto físico.

Nos encontramos frente a una triadaconceptual que coloca en el tapete una re-lación según la cual la comunicación, a laluz de la tramitación de significacionescontextuales se configura y es, a su vez, mo-deladora de la tensión individuo/colectivo,sujeto/entorno; esto es, en un dispositivocultural que media en las relaciones socia-les, incluso las que se desarrollan tanto den-tro como fuera del espacio escénico.

Así, podríamos decir que en la historiadel cuerpo de un bailarín es posible rastrearla historia de su cultura. Entre uno y otra hapermanecido una relación originaria obsti-nada en señalar lo inevitable de estas expe-riencias en el ser humano: el cuerpo quedanza es una realidad que nos habla de símismo y del mundo, territorio vivo, la cul-tura es entonces la condición que define elcuerpo del bailarín en el escenario. Por es-ta razón, es posible encontrar articulacio-nes entre los procesos de comunicación, laatmósfera cultural, las actitudes, prácticasy representaciones del cuerpo en el espacioescénico. Así se puede afirmar que el cuer-po es mediación porque percibe y, en tantopercibe, comunica.

El cuerpo es entonces un lugar de es-trategias de comunicación que se da endos planos: uno que hace referencia a laexpresividad íntima y privada, que luegose transformará en un fenómeno de in-dustria cultural, lo que le da una dimen-sión comunicativa. El cuerpo es pues unámbito biológico (un medio) y es un cons-tructo cultural (lugar de mediación).

Sin embargo, es posible que tomandoen consideración una comunidad estu-diantil vinculada estrechamente a la tec-nología y acostumbrada a la velocidad de

comunica ción122

Le Breton coloca al ser humano en un lugar protagó-nico en la configuración delcuerpo. En el cuerpo no sólose hacen innegables conexio-nes sociales, sino que desde élse generan tramas colectivasen las que se entretejen inter-pretaciones y cosmogonías

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123comunica ción

las imágenes, a la estética videoclipera, ya los contenidos que éstas ofrecen a dia-rio, sea necesario echar mano de un estilopedagógico a través del cual, por unaparte, el alumno pueda anclar la teoría consus experiencias cotidianas y no presen-tarlos como hechos aislados, y por la otra,sugiero un acompañamiento más orgá-nico de la teoría y la práctica de la comu-nicación. Con esto quiero decir que seríarecomendable permitir al alumno dejarseseducir por la publicación diaria en blogs,foros de intercambio de ideas, así como porla investigación y el debate. Especial-

mente en el área de la investigación de ladanza escénica, estimo necesario el re-greso a pensar en estos ámbitos a travésde las publicaciones, ya fuera de las li-brerías, de revistas como Movimiento, Enescena, entre otras.

D

Observo la comunicación como una cien-cia que ya se estructura en función de di-versas disciplinas. En este sentido en-cuentro, por ejemplo, los estudios cultu-

rales como un lugar de interpretación enel que confluyen diversas disciplinas queerigen un entramado de diálogo entre teo-rías y metodologías de distintas ramas delconocimiento, como antropología, his-toria, literatura, filosofía, economía, polí-tica y sociología. A pesar de los constan-tes cambios en los enfoques de análisis delos fenómenos de la comunicación, estaaproximación interdisciplinaria puede se-guirle haciendo frente a los nuevos desafíosmulticulturales a los que parece resultarlesuperficial una lectura desde un enfoquedisciplinar.

A

Algunas de las teorías que orientaron miformación como investigador en comuni-cación, desde que ingresé a la revista Co-municación en 1987 y al Ininco en 1990,provinieron básicamente de los padresfundadores de la Escuela de Frankfurt, lasemiótica de la comunicación y la psico-logía profunda de Freud. El texto de Mar-tín Barbero, De los medios a las media-ciones y la influencia de Alfredo Roffé entorno al análisis fílmico y cinematográ-fico motivaron mi visión académica haciael campo de la educación mediática. Co-mienza a configurarse desde el Ininco lalínea de investigación Educación, comu-nicación y medios, basándome en diversosautores representativos: Mario Kaplún,Guillermo Orozco, Joan Ferrés, José Mar-tínez de Toda, sólo por citar algunos. Elenfoque interdisciplinario entre educa-ción y comunicación se ha complemen-tado, hasta los momentos, con la presen-cia de la sociología crítica de Edgar Moriny la psicología cognoscitiva y la pedago-gía constructivista. Por supuesto, nopuedo culminar esta brevísima respuesta,sin mencionar autores que desde que eraestudiante universitario determinaron miformación académica: Marcelino Bisbal,

Jesús María Aguirre, José Ignacio Rey,Antonio Pasquali, Elizabeth Safar, ÓscarLucien y Oswaldo Capriles. De allí emer-gió mi interés hacia diversas áreas temáti-cas: políticas públicas de comunicación, co-municación alternativa, sociopolítica dela comunicación y semiótica de la comu-nicación.

B

El avance más relevante en Educación,comunicación y medios, que es mi área deinterés desde hace veinte años, ha consis-tido en tender puentes entre el campo dela educación y la comunicación para re-flexionar sobre los medios y las media-ciones. La discusión no está centrada sóloen el hecho educativo, esto es, en meto-dologías para la enseñanza en medios sinoen el debate teórico-epistemológico.Estoy proponiendo una Educación en me-diaciones que considere el estudio de la co-municación de manera integral, reforzadaen investigación empírica. Debemos co-

nocer las audiencias, usuarios, públicospara diseñar pedagogías y propuestaseducativas. Tres debilidades observo en laeducación mediática en nuestro país: 1) elMagisterio no ha tomado en cuenta las re-comendaciones del Ininco para formarmaestros en este tipo de educación; ob-viamente, este contexto político ha impe-dido sinergia entre Estado y Universidad,incluso se ha politizado la educación me-diática; 2) si bien la Especialización parael uso creativo de los medios ha formadoprofesores, no sabemos a ciencia cierta elimpacto educativo de este programa decuarto nivel que coordina el Ininco; porende, hacen falta mecanismos de evalua-ción; 3) se requiere reflexión teórica sobrela educación mediática e investigaciónempírica sobre procesos de recepción demedios masivos, mediaciones sociales,telecomunicaciones, usos de Internet, vi-deojuegos portátiles, etcétera.

C

Considero que existen dos problemassobre la formación teórico-metodológica:1) los alumnos no tienen hábitos de lec-tura; muchos ni siquiera se han leído untexto completo de comunicación; 2) no haysuficiente divulgación y distribución de li-bros, manuales y guías didácticas sobreteorías y metodologías en comunicación.El primer punto representa un enorme retoeducativo que requiere de estrategiasdonde intervengan múltiples mediacionesinstitucionales dentro de un plan de go-bierno genuinamente democrático. Sobreel punto 2, corresponde a las universida-des y al Estado motivar la producción deeste tipo de conocimiento y, sobre todo, esimportante que los postgrados en comuni-cación ofrezcan cursos de nivelación paraestudiantes que desconocen autores cla-ves y aspectos metodológicos.

Una educación en mediacionesGUSTAVO HERNÁNDEZ DÍAZ

Licenciado en Artes. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor Titular de la Universidad Centralde Venezuela

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D

No existe una epistemología transdisci-plinaria de la comunicación, entendidacomo campo teórico unificado, con elen-cos de teorías y de metodologías que de-riven de dicha articulación. Tampoco lacomunicología es la mera sumatoria dedisciplinas sociales; su complexión epis-témica, hasta el momento, es pluridisci-plinaria e interdisciplinaria. La primera

refiere a la cooperación de disciplinaspara estudiar objetos en común desde mi-radas distintas; la segunda, motiva con-frontación de perspectivas e intercambiode teorías. Transdisciplinariedad sería unaspecto pendiente y un nivel de metaco-nocimiento elevado que aún no estamosen capacidad de alcanzar, porque requiereque la comunidad científica se ponga deacuerdo sobre cuál sería la metódica deuna ciencia unificada; requiere, desde

luego, que seamos capaces de leernospara intercambiar ideas. Me pregunto sino convendría revisar las líneas de inves-tigación en comunicación para reflexionarsobre las fortalezas y debilidades de losreferentes teóricos, porque la unificaciónteórica no se decreta; se construye sobrela base de paradigmas, líneas, áreas de in-terés temático y diálogo permanente entredisciplinas científicas.

comunica ción124

Hablar (y escribir) sobre las teorías ylos autores que formaron mi marcoconceptual sobre la comunicación

es como recordar viejos amores. Algunoslos recuerdo con nostalgia, otros con iro-nía, algunos con un poco de pena. Otrosno hay que recordarlos; están vivos, siem-pre en la raíz de mis modelos. Hay tam-bién amores recientes, con la tibieza delescepticismo que trae la madurez. En todocaso, han sido relaciones bajo dos signosdistintos: 1°) la atracción por la palabra,por el lenguaje, por las narrativas, por losdiscursos y 2°) la seducción por el poder,por la política, por lo público, por la par-ticipación.

Empezamos en la Escuela de Comu-nicación Social de la UCV (probable-mente por la influencia de profesorescomo Marcelino Bisbal, Tulio Hernándezy Rocco Mangieri). Me interesaban elcine, la literatura y las industrias cultura-les. Empezamos con el campo y el habi-tus de Bourdieu (y pensar que Bourdieu sevuelve a poner de moda en el siglo XXI),los circuitos culturales de José JoaquínBrunner, las políticas culturales de NéstorGarcía Canclini. Y Umberto Eco. Ese pri-mer Eco que hace mucho no visito deApocalípticos e integrados, Obra abiertay La estructura ausente. El Eco que añosdespués daría paso a Seis paseos por losbosques narrativos, Lector in fabula, Loslímites de la interpretación. El Eco quedio paso a mis estudios sobre los mundosposibles en la ficción (pero eso forma

parte de mi pasión por la literatura y no porla teoría de la comunicación). Y ya dicemucho que a finales de los 80 estuviese-mos leyendo al Eco de los 60, y sólo a me-diados de los 90 nos pusimos al día.

También me interesé por los medios.Desde temprano pensando en su conexióncon la política, con la opinión pública. VíaHéctor Borrat conocí las teorías deagenda-setting que siguen vigentes, aligual que las teorías de los líderes de opi-nión. Me interesé por el proceso de for-mación de la opinión pública, por los tra-bajos de Böckelmann y de Habermas.Temas en los cuales sigo trabajando.(Pero, Habermas merece un capítuloaparte).

Luego hubo un tiempo en que mi inte-rés por el lenguaje me llevó a preguntarmesi había otra realidad más allá de las pala-bras. Empecé por Luckmann & Berger yluego pasé a John Searle. Dos libros conel mismo título y perspectivas muy dife-rentes. Conseguí la manera de tenderpuentes entre las teorías de Searle y elanálisis empírico del discurso. Fue laépoca en que me metí a seguir los méto-dos de Teun van Dijk. Fue importantetomar aquellos cursos de verano que vinoa dictar a la UCV. No está demás decir queme concentré en el discurso político.

Luego me fui a USA. Dejé de haceranálisis de discurso y me pusé a correr

modelos de regresión. Empecé a estudiarteoría del capital social. De todas las va-riantes me quedé con la línea de Nan Lin,con sus modelos simples y bien organiza-dos, con la clara articulación entre con-ceptualización, medición y análisis. Unaescuela, metodológica, de como abordar unainvestigación en la cual todas las piezasencajan. Esa es mi línea. Ahora. Con Linempecé a ocuparme de la conceptualiza-ción y la medición de las redes sociales,recursos, relaciones, flujos de informa-ción. Algo que ocurre en la sociedad, engrupos o cliques; no algo que ocurre en laweb, como ocurrió con la vulgarizacióndel concepto a partir de 2007 y del boomFacebook.

De hecho, aparte de los trabajos deManuel Castells sobre la sociedad de lainformación, y las nuevas formas de arti-cular el poder en proyectos políticos enlos cuales la comunicación pública es me-dular, poco me interesan los libros sobreInternet. Sólo los trabajos de la Escuela deComunicación y Periodismo de Annen-berg-USC y del Internet InterdisciplinaryInstitute en la Universitat Oberta de Cata-lunya van en la dirección que me interesaen el estudio de la web; es decir, en la di-rección de la comunicación política en lasociedad en red.

Mi interés por estudiar la web socialen realidad tiene poco que ver con la po-pularidad de las aplicaciones de socialnetworking. El punto central es más bienmi interés en los espacios públicos, en losespacios para la participación política delos ciudadanos que no son parte de las éli-tes sino actores secundarios de la opiniónpública. Es un interés con raíz en Haber-mas, en los problemas de legitimidad enlas democracias y la construcción de con-senso a través de la comunicación delibe-rativa. Esta es mi área de investigación ac-tual. Y también mi área de acción política.No es gratuitamente que cuando me pre-guntan por mi tendencia política me gustacontestar que milito a la teoría de la accióncomunicativa.

Modelos paraarmar viejos amoresIRIA PUYOSALicenciada en Comunicación Social.Especialista en Comunicación Organiza-cional. PhD Higher Education-PublicPolicy & Organizational Behavior.

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125comunica ción

Superando el mediocentrismoJESÚS MARÍA AGUIRRELicenciado en Comunicación Social. Doc-tor en Ciencias Sociales. Profesor Titularde la Universidad Católica Andrés Bello.

A

Entre mis primeras lecturas de comunica-ción estuvieron el clásico de David BerloEstructura y procesos de comunicación, yel texto Proceso y efectos de la comuni-cación de Wilbur Schramm. Pero esteacercamiento didáctico lo hice contras-tándolo con la visión crítica de Antonio Pas-quali, quien ya había publicado Comuni-cación y cultura de masas, adoptando ladiferenciación conceptual entre informa-ción y comunicación, e introduciendo laperspectiva contextual, es decir, latinoa-mericana. Era un contrapeso al macluha-nismo de moda.

A partir de ahí fui enriqueciendo lasaplicaciones prácticas con los aportes dePaulo Freire, orientados al campo de la in-tervención educativa (¿Extensión o comu-nicación?) y con los de H.M. Enzensber-ger, dirigidos más al campo político (Ele-mentos para una teoría de la Comunica-ción). Fruto de las reflexiones y de las prác-ticas fueron los apuntes reunidos en: “Teo-ría y praxis de la comunicación horizontal”(Cuadernos de Educación, n° 23, 1975).

B y C

Para una superación de los modelos cen-trados en los medios (mediocentrismo)para mí fueron fundamentales tanto ellibro Conducta, estructura y comunica-ción de Eliseo Verón, como La estructuraausente de Umberto Eco, ya que me per-mitían conceptualizar los problemas co-municacionales en el vasto campo de lasemiótica y de la cultura, es decir, de la in-terpretación de los procesos de produc-ción y consumo de signos en determina-dos marcos culturales.

Tan importantes como estos textos deteorías sobre los procesos de significaciónfueron las aproximaciones a las teoríassociales de comunicación, expuestas endiversas colecciones (Industria culturalde varios autores o el reading de Sociolo-gía de la comunicación de masas de Mi-quel de Moragas). En esas lecturas se fa-miliarizaba uno con Whright, Lasswell,Lazarsfeld, Adorno, Horkheimer, W.

Benjamin, etcétera, y se adentraba en losdebates entre funcionalistas y críticos. Aestos autores se fueron sumando otrospostestructuralistas y postmodernos al es-tilo de Baudrillard . En esa etapa traté deelaborar una síntesis para el análisis crí-tico de la ideología de los medios, cuyoaportes fueron vertidos al libro escrito encooperación con Marcelino Bisbal (Laideología como mensaje y masaje, MonteAvila, 1981).

Dado mi interés por los aspectos epis-temológicos y teóricos he seguido losdesarrollos de Habermas y Luhmann, el pri-mero más dialéctico y el segundo sisté-mico, adoptando los aportes más origina-les de cada uno, y consciente de sus po-tencialidades y limitaciones. Uno másproductivo para el diagnóstico de lasinteracciones políticas y el otro para elanálisis de las agendas. Pero sin duda eneste proceso de integración macroteóricael autor más significativo para mí ha sidoel español Manuel Martín Serrano (Epis-temología de la Comunicación; La me-diación social). Han estado presentes au-tores latinoamericanos como Luis Ra-miro Beltrán, Martín Barbero y GarcíaCanclini, pero me han sido más prove-chosos para enriquecer determinados pro-cesos o contextos culturales que para re-plantear una epistemología o crear teoría.

D

Me inclino a pensar que todavía no hay unateoría unificada sobre la comunicación,sino muchos enfoques interdisciplinaresy que una de las tareas es la de la articu-lación de microteorías en campos multi-disciplinares o macroteóricos. Para mí unejercicio en este sentido fue la elabora-ción del ensayo: “Las representacionessociales y su configuración narrativa”(Entre comunicación y periodismo, Ucab,2009).

Un cruce de caminosHUMBERTO VALDIVIESOLicenciado en Letras. Magíster en Comunicación Social por la UniversidadCentral de Venezuela.

A

Mi formación proviene de cuatro áreas–literatura, artes plásticas, cine y comu-nicación– que se unificaron en mis in-vestigaciones sobre estética de la comu-nicación. Aunque cada una tenía su es-pecificidad, puedo afirmar, sin duda, quetodas estuvieron directamente influidaspor la semiótica y el análisis simbólico.En un principio adopté la base estructu-ralista formada por autores como Saus-sure, Hjemslev, Mets, Bakhtin, Greimasy el primer Barthes: todos pertenecientesal riguroso ABC de esta disciplina e ine-vitables en la formación académica. Pos-teriormente, fui movilizándome haciaPeirce, Debord, Umberto Eco y el Bar-thes postestructuralista.

Junto a estas aproximaciones teóricas–del estructuralismo y postestructura-lismo– también influyeron en mis refle-xiones los autores de la Escuela deFrankfurt –con énfasis en Benjamin y surevisión latinoamericana con Pascuali–, ylos estudios sobre la mediación tecnoló-gica –en general McLuhan y en Latinoa-mérica Margarita D’Amico–.

B

Para la línea de investigación que hedesarrollado –comunicación y discursosestéticos contemporáneos– el tránsito delestructuralismo al postestructuralismoocurrió de manera natural. Estaba claroque las formas de comunicación contem-poráneas no soportaban ni en sus modosretóricos, ni en sus sistemas de intercam-bio simbólico, ni en sus modalidades es-téticas las primeras aproximaciones ana-líticas provenientes de los estudios Saus-sureanos. En este sentido, puedo decirque el cruce de un espacio analítico y deconocimiento hacia la teoría francesapostestructuralista (Foucault, Derrida yBaudrillard en específico), hacia la se-miótica peirciana y, asimismo, hacia losestudios norteamericanos asociados a larelación comunicación-estética-tecnología(McLuhan y John Maeda entre otros) fueun movimiento también hacia lo inter-

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comunica ción126

Yo, investigadorCARLOS DELGADO FLORESLicenciado en Comunicación Social.Magíster en Comunicación Social,opción Comunicación para elDesarrollo Social.

A

Mi historia intelectual inicia, creo,como las de casi todos nosotros, alfinal del liceo. Soy bachiller en huma-nidades egresado de un liceo públicode provincia, que contó con la suertede tener buenos profesores y que sededicó a leer cosas que sólo con algu-nos años más, y algo de vida vivida,pudo digerir. Estudié ComunicaciónSocial en la UCV y el interés por lasteorías y por la investigación en co-municación social arrancó en el 6tosemestre, con el curso de teoría de lacomunicación que dictó MarcelinoBisbal. Fue la primera vez que lo tuvecomo profesor, en 1991, y debo decirque fui testigo en las aulas de un cam-bio importante en su trayectoria comoinvestigador: el ajuste de cuentas conla Escuela de Frankfurt y la aperturahacia los estudios culturales, los cua-les asumió desde el interés por el con-sumo cultural. Algunas de las lecturasde entonces a mí me abrieron a lacomprensión de que era necesaria unavia tertia para los estudios en comu-nicación social, la cual fui buscando,movido primero por la admiración,por la honestidad intelectual de quienabandonaba su zona de confort en labúsqueda de algo más parecido a laverdad, luego por la firme creencia deque era esa la decisión correcta.

Reconozco que tengo preferenciapor los arquetipos de la errancia: el ju-glar, el goliardo, el diletante, el flâ-neur; que el haberme rendido tem-

prano a los rigores de la pasión inte-lectual me llevaron a creer que podíainterpretar a la libre, a salvo de la fa-lacia por apelación de autoridad, esocreía yo después de leer Contra el mé-todo de Feyerabend, alternándolo conliteratura, poesía, filosofía y los textosde mis obligaciones en la carrera.Después me lo topé en sociopolíticade la comunicación, a la cual ya lleguéamolado por Marcelino, a un curso deinmersión en lo que conocíamos comosociología del conocimiento europea:el estructuralismo, la teoría crítica, elpostestructuralismo, el marxismo crí-tico, la postmodernidad… Era la pri-mera vez que escuchaba hablar de eseconcepto y no puedo negar que la lec-tura de Foucault, de Deleuze y Guat-tari, de Bachelard, de Lyotard, de Vat-timo me sedujeron, porque más allá dela crítica, me parece que se aveníancon la idea de que el intelectual de iz-quierda (o anarquista), si es francófilo,o latinista, es un poco el heredero delespíritu del poeta moderno. Me sedu-cían porque hablaban del poder, criti-caban al poder y en ello veía yo unaherramienta para comprender la polí-tica desde una perspectiva que me re-sultaba a mi más provechosa que losdebates estériles de la época con su re-citar de consignas que invocan, desdeantiguo, al nuevo hombre.

Maduré lejos de la Escuela, en unexilio autoimpuesto por mi propia in-satisfacción y mi falta de disciplina.Me convertí en un hombre de museo:seis años de trabajo arduo con SofíaImber, vuelto una versión contempo-ránea del factotum renacentista, conuna biblioteca especializada en arte ytemas de estética a mi entera disposi-ción, haciendo cosas y mientras,aprendiendo a hacerlas. Allí surgióuna inquietud: viendo a la gente verarte contemporáneo, preguntarles¿qué es lo que ven?, y luego, al con-trastar la obra expuesta con la obra in-terpretada, darme cuenta de que elejercicio de la comunicación, parafuncionalistas y para críticos también,parte del equívoco de creer que al co-municarnos se transmite la misma in-formación. Así comencé la lectura deteoría cognitiva: buscando –más mo-vido por la intuición que por un pro-grama más específico– eso que Eco enLa estructura ausente denomina el lí-mite inferior de la semiótica: el espa-cio de significación previo al lenguaje.José Antonio Marina y su Teoría de la

disciplinario, lo intertextual y por lo tanto haciala postmodernidad, tardomodernidad o como sele califique desde las distintas aproximacionesteóricas. Es posible que sea un desplazamiento,en mis estudios sobre la comunicación, de la bi-dimensionalidad de la sintaxis tradicional a latridimensionalidad de los layers y las sintaxis enred. También de la linealidad de las narracionestradicionales a la complejidad de los sistemas in-terconectados y, de ahí, al concepto de simplici-dad en las representaciones interactivas.

C

La relación de la formación teórica con el análisisy sus consecuencias en la práctica me parece in-dispensable para los estudios de la comunicación.La posibilidad de movilizar al alumno en una víaque inicie en la teoría, lo conduzca a la reflexiónanalítica y finalmente le permita la experienciacreativa sostenida rigurosamente en los dos cam-pos anteriores lo aproximará a la comunicacióncomo práctica reflexiva.

D

Considero que hay un saber de la comunicaciónsostenido inevitablemente en la perspectiva in-terdisciplinaria. Esto es distinto a pensarlo comoun conjunto de disciplinas que se encuentran enuna ciencia abstracta. Los estudios sobre comu-nicación son aproximaciones discontinuas aproblemas dinámicos, no estáticos. Esto quieredecir que pertenecen epistémicamente a una es-tructura de pensamiento, al menos, conflictuadacon la ordenación sistemática e historicista delos grandes discursos. Querer pensar la comuni-cación como una ciencia unificada capaz de sis-tematizarse en una forma universal es apelar mása una necesidad intelectual de encontrar inva-riantes que revisar su cuerpo de por sí irregular.

No debemos tener problemas en sostener quelas interacciones desproporcionadas entre con-ceptos y expresiones de diferentes disciplinas alinterior de la comunicación, que los desnivelesteóricos entre las distintas aproximaciones a supropio corpus de conocimiento, que las incor-poraciones transdisciplinarias (incluso aquellaspercibidas como apelaciones tautológicas a sa-beres antiguos), las digresiones explicativashacia el arte, las ciencias duras o la literatura; lasapropiaciones de conocimientos aparentementeforáneos a su campo de acción; las coexistencias–a veces forzadas– con formas expresivas ya es-tablecidas en la cultura antes de hablarse de co-municación social; así como los rastros modifi-cados experimentalmente de otras formas de co-nocimiento y las dispersiones retóricas o meto-dológicas son en realidad el conjunto asimétricoque señala a la comunicación, no sólo comociencia, sino como una categoría de conoci-miento.

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127comunica

inteligencia creadora me tendieron unprimer puente, entre la dimensión de lacreatividad, la comunicación y lo que es-taba buscando; luego vendría un pequeñocorpus para poder abordar más sistemáti-camente esta cuestión.

En esa misma época surgió Internet,pero ya antes había trabajado en la pri-mera redacción periodística completa-mente computarizada: la que desarrollóVíctor Suárez para el semanario El Capi-tal. Comencé a interesarme por la idea dela sociedad de la información (o mejor,sociedad del conocimiento), un texto de1996 publicado en Comunicación dacuenta algo tórpida de esa inquietud, “Pe-riodista: intelectual conectivo”. Despuésleería a Castells, con lo cual, las ideas entorno a la sociedad red comenzarían a co-brar forma.

En 2000 regresé a la Escuela a pagarmis deudas académicas. De provecho enese período destaco un seminario con Ati-lio Romero “Investigación de problemasde comunicación visual” que me ofreciónuevas lecturas para adentrarme ya en eltema digital: Landow y su ya clásico Hi-pertexto; el veterano Roman Gubern conDel bisonte a la realidad virtual, Bettetiniy Colombo con Las nuevas tecnologías deInformación y Comunicación y su intere-sante postura sobre la interfaz, y John Se-arle con todo el tema de los actos dehabla, el primer enlace que conocí entreteoría cognitiva y pragmatismo. Ya en2002 tenía adelantada una primera inves-tigación teórica, aventura en la cual Mar-celino me acompañó, como Virgilio sa-cando a Dante de los infiernos. En 2003defendí tesis, con éxito, y completé el pre-grado. En 2005 intenté entrar al Docto-rado en Ciencias Sociales de la UCV conla idea de proseguir la línea de trabajo queya en mi tesis de pregrado apuntaba: la an-tropología de la comunicación. Me pusie-ron a dos evaluadores, a uno le gustó miproyecto, el otro me remitió al doctoradoen Humanidades, y al no haber unanimi-dad, pues quedé fuera. Fue cuando Mar-celino me convenció de venir a la UCABa hacer la Maestría en Comunicación So-cial, opción comunicación para el desa-rrollo social.

Debo decir que tuve provecho de estasaulas y que en la medida en que avanzaba,iba cobrando cuerpo la idea de seguir conel mismo proyecto. A ello contribuyómucho también mi estadía en el Ininco,incorporado a la línea de investigaciónsobre educomunicación que lleva Gus-tavo Hernández, en especial el seminario

electivo que dicté: “Problemas estéticosde la comunicación”, que contribuyóenormemente para la elaboración deltexto “Tres problemas para una sociologíavenezolana del gusto”. Debo a mis con-versaciones con Oscar Reyes y a la bi-bliografía suministrada por éste, el incor-porar dentro de mi registro de investiga-ción al pragmatismo filosófico contempo-ráneo como opción tercera, especialmenteencarnada en Rorty, cuyos textos Contin-gencia, ironía y solidaridad, y Conse-cuencias del pragmatismo han sido fran-camente esclarecedores. También debo aCarmen Alicia Di Pasquale el conoci-miento de Giorgio Agamben, quien realizauna de las mejores síntesis que he visto,entre filosofía política, filosofía del len-guaje y teoría del conocimiento en sus doslibros: Homo Sacer, el poder soberano yla nuda vida, y Signatura rerum, sobre elmétodo. Y también a José Luis Brea, el deCultura_Ram, recientemente fallecido, aquien me hubiera gustado conocer y cuyalectura me ha parecido de las cosas másinteresantes que leído en mucho tiempo.

B

Un cambio importante ha sido, sin duda,el auge de los estudios culturales, y todoel tema de la mediación introducido porJesús Martín Barbero tanto en Procesosde comunicación y matrices de cultura,itinerario para salir de la razón dualista,como en De los medios a las mediaciones,aunado al memorable texto de NéstorGarcía Canclini Culturas híbridas o es-trategias para entrar o salir de la moder-nidad. Otro, notable, es el surgimiento dela antropología cognitiva promovida engran medida en nuestros lares por el ar-gentino Carlos Reynoso, el mismo que hacriticado la visión de la complejidad plan-teada por Edgar Morin. Uno, muy curiosoes el vuelco que ha dado Manuel MartínSerrano, desde la mediación social hastala que él denomina teoría de la comuni-cación, que es en realidad una etología (ycomo tal funcionalista) de la comunica-ción. Uno, importante de destacar es elnuevo nivel de significación que tienenMarshall Mc Luhan y Walter Ong (de lamano de Derrick de Kerckhove) o JacquesDerrida (De la gramatología) en el temadel entorno digital; Pero hay uno que re-sulta espectacular: que las comunidadesideales de habla habermasianas, descritasen la Teoría de la acción comunicativa,son posibles en el ciberespacio.

Lo que estos textos plantean, lo que a

mí me indican, es que se está a la bús-queda de comprender cómo el sujeto de lacomunicación en este cambio de época,no se constituye tanto en los discursoscomo en las prácticas, porque con la so-ciedad del conocimiento, el discurso estásupeditado a la práctica en el interés dia-lógico de los miembros de comunidades.Lo que se busca, insisto en el término, esla comprensión de cómo puede haber su-jeto de la comunicación en un entorno queno está configurado por discursos, decómo en un entorno difuso como éste, ca-racterizado por una economía políticamás bien tantálica (de la superabundanciay la restricción de acceso), se puede serpersona, ser libre y llevar adelante un pro-yecto de vida con suficiente eticidad.

C

Ambas, más teoría y más práctica. Que ha-ya más vuelo a la hora de buscar referentesteóricos; que haya más valor para abando-nar la zona de confort paradigmática, perotambién más honestidad y más rigor a la ho-ra de usar la pinza para las teorías, expli-cando qué se toma y qué se deja, y por qué.Que haya más o mejor diálogo interpara-digmático, con lo cual se puedan mejorarlas traducciones y reinterpretaciones de losléxicos, tanto verbales como matemáticos,para el abordaje de los problemas de inves-tigación. Por ejemplo, si la medida de las re-laciones en las redes sociales tiende a serprobabilística, no estocástica, ¿en nombrede qué verdad se refuta la probabilidad?Que haya explicaciones inscritas en com-prensiones, y no explicaciones sin com-prensión. Asimismo, que haya más inter-pretaciones, para contribuir al aprendizajepor la diferencia.

D

No hay una ciencia de la comunicaciónunificada. Creo que lo que hay es uncuerpo de saberes más o menos estructu-rados, que se articulan en un eje de tensiónque va desde la identificación, clasifica-ción y archivo de los datos fenoménicos,hasta su empleo como lexías de un textoque se desborda y que funda la realidad delo que ocurre. O dicho en palabras deAguirre: un panorama que va de lo arbo-rescente a lo rizomático, y que en el mediode ambos ocurre el doble movimiento delgiro lingüístico y del giro pragmático,dándonos a los investigadores mucho tra-bajo más por hacer, lo cual, francamente,es bueno.

ción

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comunica ción128

Encuentro con la teoría de la comunicaciónGABRIELA ARENASLicenciada en Comunicación Social. Candidata a Magíster en ComunicaciónSocial, mención Comunicación Socialpara el Desarrollo Social.

Mi primer acercamiento a la teoría de lacomunicación fue de la mano de Jerry

O’ Sullivan, quien para 1998 dictaba la cá-tedra del mismo nombre en la Escuela deComunicación Social de la UCAB. Evi-dentemente las revisiones teóricas tomabanautores como McLuhan y el enfoque mul-tidimensional de la comunicación; la Es-cuela de Frankfurt y sus representantes:Theodor Adorno, Walter Benjamin, y la Es-cuela Funcionalista con Harold Lasswell ysu análisis de la propaganda y la comuni-cación. Luego nos encontramos con Anto-nio Pasquali, Marcelino Bisbal, Paul La-

zarsfeld, Habermas, entre otros.Luego de culminar el pregrado decidí

investigar más todo los relacionado coneducomunicación y comunicación para eldesarrollo comunitario topándome conautores como Gustavo Hernández. Al in-teresarme por la concepción de desarrollodel pensamiento, en el campo educomu-nicacional, encontré en los textos delautor que está muy asociada con las ideasde responsabilidad democrática y socialque proponen sobre este aspecto E.Fromm (1986) desde la filosofía y L.R.Beltrán (2005) desde la comunicación.

Mi primer acercamiento a la comunica-ción se inició con el trabajo popular

en el Barrio Brisas del Paraíso, en la Cota905 de Caracas, con el estudio y la prác-tica de la comunicación popular, alterna-tiva, de base, grupal liberadora. El se-gundo acercamiento a la comunicación,un poco más teórico, fue la publicacióndel libro La publicidad en Venezuela den-tro de la teoría crítica. El tercer acerca-miento fue al hacer el Doctorado en Co-municación en la Pontificia UniversidadGregoriana de Roma sobre educaciónpara los medios, que ahora enfatizaría laeducación para los medios digitales. Elcuarto acercamiento fue la teología de lacomunicación en los documentos de laIglesia y las teorías en que se basan.

La organización de mi pensamientoteórico se realizó a la sombra de RobertA. White, mi tutor de tesis, y de DennisMcQuail. El estudiar en Roma me permi-tió compartir el enfoque europeo y anglo-sajón con el latinoamericano. Todas lasteorías en las que estoy interesado se pue-den resumir, con cierto orden histórico, atres grandes campos:

1. Teorías normativas (¿Cómo debe-rían ser los medios?). Aquí entra la teoríacorporativa, la liberal, la de responsabili-dad social, la de servicio público, las crí-tico-democráticas (marxistas y neomar-xistas) con sus vertientes (Escuela deFrankfurt, estructuralismo y semiología),la teoría democrático-participativa o de-mocrático-liberadora (con la teoría de la

dependencia, el Informe McBride, la es-fera pública y Habermas...), concluyendocon la tradición comunitaria.

2. Teorías de medios, cultura y socie-dad (¿Cómo son en realidad los medios?)(También llamadas teorías macros): aquíestá el funcionalismo, el positivismo lati-noamericano (con el dictador necesario yel tirano liberal - Juan Vicente Gómez enVenezuela), el difusionismo (el PrimerMundo quiere que el Tercer Mundo le co-pie), el Nuevo Orden Mundial de la Infor-mación y de la Comunicación (Nomic), elInforme McBride, la comunicación popu-lar, de base, alternativa, comunicacióngrupal liberadora, con Paulo Freire, Ma-rio Kaplún…

Pero la teoría más importante es la delos estudios críticos culturales, de la quesurgen derivaciones (como el modelo derito y comunión de James Carey). Tam-bién está la teoría de la sociedad del co-nocimiento con las críticas de la Escuelade Palo Alto (California), McLuhan (me-dios calientes y fríos; el medio es el men-saje; aldea global), Walter J. Ong (orali-dad y escritura) y Derrick de Kerckhove(con la conciencia simultánea compartidaen las redes telemáticas y la inteligenciaconectiva).

3. Las teorías de audiencia compren-den la teoría de los efectos, de usos y gra-tificaciones, de recepción crítica, de laaudiencia activa, de las mediaciones so-ciales (con Jesús Martín-Barbero, Gui-llermo Orozco Gómez, Jorge González,

Néstor García-Canclini), y el simbolismointeraccionista con Michel de Certeau.

Para concluir: la comunicación y lasnuevas tecnologías han transformado pro-fundamente la sociedad contemporánea.Nos rodea una masa líquida con restos deestructuras (liquidez estructural).

Primero se pasó del mensaje al indivi-duo, después al sujeto con su contexto.Ahora se pasa a otro más complejo: el delos muchos contextos creados por los me-dios y en los que los usuarios se hallan. Lodeterminante en la significación no sonlos medios, sino las personas. No puedehaber una sociología de los medios, queno sea una sociología de la persona. Elorigen y el objetivo de nuestras investiga-ciones son las personas de hoy y de ma-ñana. El tema central de investigación noes el contenido de los medios, sino cómonosotros organizamos gran parte de nues-tra experiencia individual y colectiva al-rededor de ellos. El investigador, humil-demente, trata de hacer emerger en lasconductas concretas de las personas su ca-pacidad de resistencia y su competenciamoral.

En la investigación lo central son laspersonas, no el contenido de los mediosJOSÉ MARTÍNEZ DE TODA

Licenciado en Comunicación Social. Doctor en Ciencias de la Comunicación.Responsable del área de comunicación de los jesuitas en Venezuela

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También es interesante incluir elaporte que Fernando Savater realiza de laobra de John Dewey. Encuentra que el fi-lósofo norteamericano sostiene que, elfactor más notable de la conducta humanaes la inserción del ser humano en un todosocial, por medio del contacto con otroshombres, fundamentalmente por la me-diación del lenguaje y el sistema de signi-ficados que en él se constituye.

En cuanto a la educomunicación y suvertiente más pedagógica siempre me pa-reció interesante revisar los textos de Per-kins quien plantea que “queremos escue-

las que brinden conocimientos y com-prensión a un gran número de personascon distintas capacidades e intereses pro-venientes de medios culturales y familia-res diferentes, lo cual implica un desafío”(Perkins, 1995). El problema se reduce alo siguiente: en la era de los discos com-pactos, las videocaseteras, las comunica-ciones vía satélite y los ordenadores, laeducación permanece apegada a las prác-ticas tradicionales.

El actual intento de repensar y reformarla práctica pedagógica con vistas a unaprendizaje más reflexivo se originó en ese

estado de cosas. El afán contemporáneo porla reestructuración de la escuela general-mente implica poner el acento en el com-promiso reflexivo del alumno con el conte-nido. Las escuelas tratan a los alumnos co-mo si fueran personas solas; es decir, co-mo si la mayor parte del trabajo intelectualque implica el aprendizaje lo hicieran sola-mente en sus cabezas. Pero según la visiónrevisionista de la inteligencia, es propio delas personas el pensar cooperativamente ycon la ayuda de adminículos que van desdeel lápiz y el papel hasta los ordenadores.(Perkins, 1995)

ción

Miquel de Moragas Spà con su libro Teo-rías de la comunicación (1984) repre-

sentó el punto de partida de la estructura-ción de mi pensamiento científico como es-tudiante de comunicación social. Además,su postura básica de entender la comunica-ción de masas como un objeto de estudiocomún a varias ciencias sociales, me per-mitió importar con mayor facilidad mi ba-gaje personal de conocimientos previa-mente adquiridos en mis estudios de lasciencias administrativas y económicas.

Sin embargo, fue Ramón Zallo Elgue-zabal y su Economía de la comunicacióny la cultura (1988) el autor que me inicióen la que ha sido desde ese momento miprincipal línea de investigación: la econo-mía de la comunicación social. Si bien susesgo, como el de la mayoría de los inves-tigadores de habla hispana, es el de unaeconomía crítica y política anclada en laescuela neomarxista de Frankfurt, sus in-vestigaciones sobre la dimensión económicade los conglomerados empresariales de-trás de los medios españoles, me orienta-ron en la correcta dirección epistemoló-gica para el estudio de las industrias cul-turales entendidas como un negocio.

Junto a los anteriores libros, el estudiohermenéutico de La obra de arte en la épo-ca de reproductibilidad técnica (1936) deWalter Bendix Schönflies Benjamin, meproveyó adicionalmente de una batería ar-gumental de mayor rigor al centrar la ver-dadera naturaleza de los bienes de las in-dustrias culturales, los cuales, en opinióndel filósofo disidente de la Escuela deFrankfurt, pierden su aura artística comoconsecuencia de su reproducción mecáni-ca, no artesanal, y no por ser el producto dela lógica del negocio y de la concentracióncapitalista, como posteriormente afirmaranAdorno y Horkheimer en Dialéctica de laIlustración (1944). Si bien el valor artísticode una película no puede ser apreciado conlos mismos esquemas tradicionales aplica-

bles a una pieza teatral o a una pintura, sinembargo, tampoco es correcto asimilar unaproductora de cine a una fábrica de salchi-chas, como sarcásticamente solían deno-minarlas los dos exponentes principales dela escuela alemana. En definitiva, la pro-ducción de mercancías simbólico-cultura-les hace que las industrias culturales seanmuy diferentes a cualquier otra industria decualquier otro sector y ello demanda, porparte de una economía de la comunicación,un enfoque que permita dar cuenta de esteparticularísimo fenómeno económico, sindetrimento de sus repercusiones político-sociológicas.

Empero, cabe señalar que los dos gran-des avances experimentados por la econo-mía de la comunicación social, no son un lo-gro de la disciplina misma, en la medida enque estos provienen del ámbito de las cien-cias económicas. El primero es sin duda al-guna el esfuerzo teórico dedicado a la con-cepción de teorías del valor aplicables amercancías intangibles como la informa-ción que fluye por Internet o los productossimbólicos de los medios de distribuciónmasiva de comunicación. El segundo avan-ce consiste en la apropiada adopción yadaptación del instrumental teórico-analí-tico de la economía de empresas para laconcepción de una mesoeconomía de la co-municación social que permite abarcar con

legitimidad científica tanto las estructuraseconómico-financieras de una industriacultural en particular, así como el procesode concentración de capitales de los gran-des conglomerados multimediales en la erade la globalización.

Finalmente, y a la luz de mi experien-cia personal como investigador, creo quelos contenidos programáticos previstos enel actual pensum de la carrera, así como sedictan en la UCAB, son los adecuados. Elimpartir en un semestre fundamentos oprincipios básicos de ciencias socialescomo la economía, la sociología y la sico-logía social para en posteriores semestresaplicarlos a las teorías de la comunicaciónes lo indicado. Sin embargo, y siempre enmi personalísima opinión, el alumno deri-varía un mayor provecho si ello no suce-diera en los primeros semestres y si, por elcontrario, se le permitiera encarar estasdisciplinas y su aplicación en el campo dela comunicación social, en semestres másavanzados. Dedicaría los primeros semes-tres a los aspectos más prácticos de cadaespecialización, periodismo, audiovisual,comunicación organizacional y publici-dad, lo cual además de motivar a los estu-diantes desde el comienzo de la carrera,les permitiría desarrollar la madurez ne-cesaria para las materias teórico-concep-tuales concebidas de manera transdisci-plinar para su aplicación a este campo deestudio.

Desde la teoría de la comunicación a la economía de lacomunicación-cultura

FRANCISCO A. PELLEGRINOLicenciado en Comunicación Social. Espe-cialista en Administración de Empresas.Candidato a Magíster en Filosofía.

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Una red de relaciones invisiblesMARCELINO BISBALLicenciado en Comunicación Social.Profesor Titular de la Universidad Centralde Venezuela y candidato a Doctor en Ciencias Sociales.

A

Quisiera emplear la metáfora que sugiere la in-vestigadora mexicana Rossana Reguillo,cuando habla de libros-puerta para referirse aaquellos libros que nos permiten acceder aotros libros, a otros planos, que a su vez…; delibros-mapa, categoría que sirve para designarrutas y caminos a seguir a partir de la sistema-tización que se nos ofrece y de libros-fortalezacomo aquellos libros perfectamente bien deli-mitados, amurallados y que sirven de guía uorientación de un pensamiento o de un para-digma.

En ese sentido, tengo que referirme a un con-junto de libros-puerta que me abrieron el ho-rizonte a unos paradigmas –funcionalistas, crí-ticos y estructuralistas– dentro del campo de lasciencias sociales y en particular al mundo dela comunicación y cultura de masas. Entreestos estaría Estructura y procesos de comuni-cación de David K. Berlo, vendría luego nues-tro Antonio Pasquali con su Comunicación ycultura de masas y más tarde con Comprenderla comunicación; seguirían Introducción a laLingüísitica de Saussure, de Roland Barthescon Elementos de Semiología y Christian Metzcon El cine: ¿lengua o lenguaje? y su Semió-tica del cine; llegamos hasta Jean Baudrillardcon La sociedad de consumo y muy especial-mente su Crítica de la economía política delsigno; de allí dimos el salto hacia una com-prensión más centrada en la cultura de masasy un H.M. Enzensberger (Elementos para unateoría de la comunicación), Umberto Eco (es-pecialmente Apocalípticos e integrados antela cultura de masas), Armand Mattelart (Pen-sar sobre los medios) y algunos otros en lalínea de tratar de entender a la cultura de masasya no como degradación cultural sino comoreivindicación del gusto-placer-convenci-miento del gusto y cultura popular.

Entre los autores y libros-mapa tengo quemencionar al catalán Miquel de Moragas conSociología de la comunicación de masas y losposteriores volúmenes que la editorial GustavoGili nos ponía en las manos, para que nos aden-tráramos en autores fundacionales de una disci-plina que intentaba buscar su propia identidad

en la medida que los massmedia se iban convir-tiendo en piezas claves de la vida cotidiana de lagente. Igualmente hay que mencionar la compi-lación de varios autores y textos acerca de losmedios de masas y la sociedad. Se trata de la tra-ducción a nuestra lengua del clásico Mass co-munication and society (Sociedad y comunica-ción de masas) coordinado por James Curran,Michael Gurevitch y Janet Woollacott. Y ya másrecientemente, debo referirme a tres autores quefueron guía y entrada, incluso negación en algúncaso, de teorías y reflexiones que orientaron unaparte de nuestro trabajo docente e investigativo.Me refiero a Denis McQuail con Introducción ala teoría de la comunicación de masas, Enric Sa-peras y su Sociología de la comunicación de ma-sas en los Estados Unidos y al italiano MauroWolf con Investigación de la comunicación demasas. Desde América Latina está la compila-ción que hicieran J. Martín-Barbero y ArmandoSilva: Proyectar la comunicación.

Y entre aquellos libros-autores que hemosdenominado libros-fortaleza, por ser guía per-fectamente bien delimitada en pensamiento fun-dacional, debo mencionar a autores y libros queen mi formación han sido fundamentales: Wal-ter Benjamin y su pensamiento fragmentado(Discursos interrumpidos I), T.W. Adorno y M.Horkheimer (Dialéctica de la ilustración), Pie-rre Bourdieu (La distinción), Antonio Gramsci(Obras de Antonio Gramsci), Manuel MartínSerrano (La mediación social), Raymond Wi-lliams (Cultura), Edgar Morin (Para salir del si-glo XX) y los latinoamericanos que me abrieronnuevos horizontes de pensamiento y acción: Je-sús Martín-Barbero (De los medios a las me-diaciones. Comunicación, cultura y hegemo-nía), Carlos Monsiváis (Aires de familia), Nés-tor García Canclini (Culturas híbridas), JoséJoaquín Brunner (América Latina: cultura y mo-dernidad), Luis Ramiro Beltrán (Comunicacióny desarrollo), Gilberto Giménez (Estudios so-bre la cultura y las identidades sociales) entrelos que más han guiado el trazado de mi mapaprofesional.

B

El hecho de haber pasado de una reflexióncentrada exclusivamente en los medios (me-diocentrismo) como aparatos alienadores ymanipuladores, como instrumentos del podercualquiera sea su signo, para llegar a una re-flexión más cercana a la consideración de suscontenidos como elementos culturales que en-riquecen y alimentan la cultura como procesode producción simbólica… creo que ha sido elcambio de perspectiva teórica más relevante delos últimos años. Y en ese sentido, nuestra re-gión ha dado aportes bien importantes desde laconsideración de los medios como mediadoressociales y desde la vertiente investigativa delconsumo cultural, hasta las reflexiones e in-vestigaciones que se han hecho en el campodel recepcionismo. Al punto que podemos hoyhablar, con toda propiedad apoyada en una am-plia bibliografía propia y de investigacioneshechas desde acá, de una Escuela Latinoame-ricana de la Comunicación y Cultura.

C

¿Sugerencias? ¿Más práctica o más teoría? Miexperiencia me está diciendo que tenemos queaprender a conjugar las teorías de la comuni-cación con la cotidianidad de la gente, de losjóvenes futuros profesionales de la comunica-ción o de las ciencias sociales. La teoría por lateoría a esta generación, más pragmática, mástecnológica, más cercana a lo concreto y pocodada a la teorización-reflexión de los proble-mas, les dice muy poco o nada. Hay que ha-cerles ver la utilidad de los modelos, de los pa-radigmas y de las precisiones epistemológicasen la resolución de los problemas del día a día.Creo que debemos partir de la vida y su com-plejidad y desde ahí enseñarles cómo se inser-tan estas teorías. De lo contrario los medios ysus tecnologías siempre nos superarán comohoy lo están haciendo. Las nuevas generacio-nes de estudiantes creen y piensan que la me-diación tecnológica (con todos sus juguetes ylos que vendrán) es capaz de hacerlo todo ocasi todo, sin darse cuenta que el tema-pro-blema es de contenidos, de análisis, de com-prensión de los problemas y para ello hacefalta una cabeza bien centrada en pensamientoy acción profesional.

D

Soy de los que piensan que hablar de una Cien-cia de la Comunicación es irnos a un extremo.Hay muchos saberes –por lo tanto enfoques–,en cuanto que la comunicación se interrela-ciona con la vida y la sociedad, que de una uotra forma se juntan y a veces se separan paratratar de explicar la comunicación en cuantoesencia del ser humano y la comunicación demasas y su cultura como fenómenos de la ac-ción comunicativa.

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Hablar de mis raíces en la formaciónteórica en comunicación es hablar de

la Escuela de Frankfurt. Es tocar la teoríacrítica. Aunque en mi carrera de perio-dismo por la Unica, recuerdo que en launidad dos de la materia correspondientea teorías de la comunicación, estudié losmodelos clásicos de la comunicación contextos de Jakobson, Lasswell, Shannon,Schramm, Berlo, Maletzke y el modelo dela sociosemiótica de Miquel RodríguezAlsina, pero aquellos fueron autores quedivagaron las formalidades. Mi verdaderapasión por el tema se centró en los apor-tes latinoamericanos que se forjaron alcalor y la luz de la teoría crítica, dado a lamotivación por la existencia de un nuevoorden informativo internacional y graciasa la reflexión sobre las comunicacionesalternativas que emergieron en Latinoa-mérica. Desbordado por textos y obras in-teresantes descubrí un autor del cualpuedo hablar con propiedad: AntonioPasquali. Siendo muy honesto y humildeal mismo tiempo, a pocos pensadores co-nozco tan a fondo como a Pasquali. Aquelpronto y fácil acercamiento a su obra sedebe a mis estudios anteriores en filosofíay teología lo que me permitió comprendersu semántica (ético-filosófica) y asimilarcon facilidad su paradigma comunicacio-nal. Para citar una obra, recuerdo que eldía que abrí, por primera vez, las páginasde su libro: Fundamentos gnoseológicospara una ciencia de la moral, me lo leí,sin descanso alguno, en una sola noche.

De la mano de Pasquali conocí su vi-sión de la comunicación y la cultura demasas. La revisión de la década de los 60y 70 me llevó a ver el desencuentro entrePasquali y Adorno y, en general, el con-junto de los de Frankfurt. Fue hacia 1970,cuando luego del gran eco de su libro,Análisis de un día de TV en Caracas(1967), se produjo una reedición en la quePasquali se las juega con los frankfurtia-nos. Hasta entonces sus problemas con-ceptuales de la comunicación y de la cul-tura de masas tenían una marcada im-pronta filosófica: Heidegger, Marx, Lu-kács, Sartre, Merleau-Ponty y Scheler(también Kafka) son algunos de los filó-sofos citados como inspiradores para pen-sar aspectos teóricos básicos del pro-blema elegido. A partir de allí opta poruna filosofía social de corte totalmenteheterodoxo y de alto voltaje revoluciona-rio: la llamada teoría crítica de la socie-dad. Y el descubrimiento, sobre todo deMarcuse, le abrió las puertas de acceso alresto de la Escuela.

Llegar a Pasquali y, también, a Ludo-vico Silva se debió a una marca (espiritual)personal combativa. Una mirada y unapostura muy crítica frente a la sociedad ya la cultura dominante, proveniente desdelas entrañas del Evangelio de Jesucristo yde la propia Iglesia católica. También ani-mado por la teología (latinoamericana) dela liberación, y por sacerdotes inspirado-res como Jesús María Aguirre y José Mar-tínez de Toda en el campo de las comuni-caciones. Luego, mi paso por la teoría crí-tica, sobretodo la revisión de los años 80,me ubicó en la comunicación alternativacomo una visión contrapuesta a los pode-res establecidos. Aunque, desde luego,comprendo que en los últimos años se hangeneralizado unos estudios que son másricos desde el punto de vista teórico y em-pírico. Preferentemente centrados en los as-pectos culturales, de las nuevas tecnologíasde la información, en lo social, político, eco-nómico y sectorial.

Para mí la comunicación alternativa,bajo las múltiples formas presentes deoperacionalizarse, es y seguirá siendo

fundamental por la necesidad que tienenlos grupos sociales –organizados– deromper con los cercos desinformativosde los grandes medios. Es vital paraquebrar la distancia entre emisores yreceptores. Es generadora de otra agendade temas importantes. Me anima, porquehace que los protagonistas del día a díainformativo y de la vida pública de lasnaciones sean los mismos ciudadanos. Porello surgió mi interés por la teorización ysobre todo la experimentación en el campode la comunicación alternativa. Estoyconvencido que cualquier propuesta decomunicación que pretenda ser alternativapresupone, como condición negativa, elrechazo fundamental de la estructuracomunicacional hegemónica vigente.Estructura que produce o reproduce demanera no accidental, relaciones de domi-nación que paradójicamente y por la alie-nación inducida de su propia conciencia,se mantienen incluso con la complicidaddel dominado. Pero esa complicidad esrelativa y, desde luego, reversible. Lacomunicación alternativa hoy, más quenunca, debe ser viva, valiente, creadora ydirecta. Pienso que en Venezuela luego delfracaso de la revolución bolivariana (yademostrado en la última década) está rena-ciendo una nueva búsqueda popular desdey en lo digital, y desde y para sus luchassociales, ahora sin el dominio del Estado-Gobierno controlado por el chavismo.Finalmente, las dos tareas urgentes de lacomunicación alternativa en Venezuela (ybuena parte de Latinoamérica salpicadapor el mismo fenómeno-político vene-zolano), tanto a nivel de prácticas comode teorías, tienen que ver: primero, conla ayuda a los dominados a que tomenconciencia de la dinámica político-culturalen curso y estimular su propia capacidadde constatar la tendencia para elaborar unacontracultura a la ideología dominantedel socialismo del siglo XXI. Segundo,se trata de que los comunicacionalmentedominados habitantes de los sectorespopulares (sometidos por doce años bajoel chavismo castro-comunista) abranespacios para la expresión propia, lalibertad de acción y pensamiento,organicen la disidencia, practiquen formasinéditas de relaciones sociales y se abrana una cultura renovada y renovadora máshumana y humanizadora.

Desde Pasquali a la comunicación alternativaHONEGGER MOLINALicenciado en Comunicación Social. Candidato a Magíster en Comunicación Social,mención Comunicación para el Desarrollo Social.

Desbordado por textos y obrasinteresantes descubrí un autordel cual puedo hablar con propiedad: Antonio Pasquali.Siendo muy honesto y humildeal mismo tiempo, a pocos pensadores conozco tan a fondocomo a Pasquali.

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Con la llegada de la inmigración europea a Venezuela ytodos los cambios sociales que este arribo permitiría, llegaa nuestra tierra Petre Maxim, abogado rumano y aficionadodesde temprana edad a la fotografía. El lente de Maximrealizaría uno de los más extraordinarios registros fotográficos de Venezuela entre 1952 y 1962 cuando seencontraba trabajando específicamente para la RevistaShell. La fotografía sería ahora, más que una pasión,su profesión en este nuevo capítulo de su vida que iniciaa los cuarenta años de edad pero que, sorprendentemente,le ganarían un destacado reconocimiento en el campo dela fotografía artística y en la reproducción de obras de arte.

Retrato de un tiempo es la primera muestra antológicaen Caracas del amplio trabajo del maestro de la fotografíaPetre Maxim que se presentó en la Sala TAC entre los mesesde septiembre y octubre de 2011. La amplitud y diversidaden la temática de su trabajo es sin duda una de las caracte-rísticas más sorprendentes e invalorables por su aportedocumental de esa década. Maxim captaría desde la exhuberancia de paisajes naturales, de la cultura de lagente y los pueblos costeros, de lo cotidiano hasta conseguircon una visión estética de la que pocos serían capaces deconseguir utilizando como modelos ductos y maquinariasde la industria petrolera.

En referencia a su obra, Douglas Monroy señala: “Granplacer estético debió sentir Maxim al fotografiar la arqui-tectura modernista de los años 50, así como los templosy monumentos tradicionales. El balanceado tratamientode los volúmenes, el cuido adecuado de las líneas paralelasy de fuga, la exposición correcta, el uso de la estética constructivista y minimalista muy propia de esos años,permiten considerar a Maxim –junto a los hermanosGraziano y Paolo Gasparini– entre los más importantesfotógrafos en esta especialidad en Venezuela. (...) Gracias a su sensibilidad, Maxim pudo reparar como muy pocosotros fotógrafos en las enormes posibilidades estéticas quele ofrecía la industria eléctrica y petrolera. Asimismo con gran maestría compositiva atrapa la sonrisa de lamuchacha margariteña, su innata frescura que parecellenar la totalidad de la gráfica o el preciso instante en queel Vendedor de flores carga sobre sus hombros el maderocon las valiosas y perfumadas mercancías.

Tal repertorio de imágenes realizadas durante su activapresencia en la Revista Shell fueron un tránsito hacia otros ámbitos de la fotografía. Luego de esta etapa pusosu máximo empeño en fotografiar casas, monumentosy centenares de obras de arte en museos, galerías y colec-ciones privadas”.

Repecto a su obra fotográfica, el investigador Francisco Da Antonio, escribe: “Sorprende la versatilidad temática deMaxim capaz de registrar con asertiva destreza tanto laarquitectura y la estatuaria pública –véase el monumentoa Girardot en San Mateo–, como el paisaje a la manerade los pintores de la ‘Escuela de Caracas’ o el del agrointervenido por el trabajo campesino. También las actividades de la asistencia social –el grupo de las futurasparturientas frente al televisor–, el retrato de notables o,en términos del hombre venezolano del común: elbondadoso abuelo de los andes, el pescador margariteño,el recio jornalero de Barlovento, el criollo-germano dela Colonia Tovar, la bella y sensual muchacha de las costas,los niños tachirenses y los indiecitos amazónicos.

En franco contraste con la callecita de Zaraza que correfrente a las encaladas casas de oscuros aleros tras loscuales el cielo nos regala el encanto de una blanca nubemetafísica, se erigen las altas y disciplinadas columnasque enmarcan un pasillo de aguda perspectiva en laAcademia Militar recién edificada, estampas que certificanno sólo la modesta fisonomía parroquial de aquellaVenezuela llamada a desaparecer ante el impulso cons-tructivo bajo cuyos parámetros se levantarían, además, la Escuela de Formación de Oficiales de la Guardia Nacionaly, en los predios del Litoral Central la nueva Escuela Navalde la Armada, diez veces mayor que el historiado edificiode la, por entonces, lujosa calle de Los Baños de Maiquetía.Estas imágenes devienen, por último, al par de sus valoresestéticos, testimonio incontestable de las concepciones geo-políticas de la dictadura.”

Así mismo, el fotógrafo Esso Álvarez recuerda las veces que tuvo ocasión de ver al maestro Maxim “Tres veces me encontré con él. Una en la antigua sede de la Galeríade Arte Nacional (...); otra en la entrada del Museo de ArteContemporáneo de Caracas; la última, y la más importantepara mí, fue en la soledad de la amplia sala de su casa en la urbanización Altamira (1995), al pie del Ávila.Conversamos breve pero intensamente sobre fotografía y sobre algunas menudencias de la vida. Ahí me invadióuna inesperada especie de humildad, de prudencia, dereconocimiento hacia los otros y hacia cómo este hombrehabía asumido el budismo. Ahora he tratado de urdirrecuerdos en mi memoria frágil con documentos de los Maxim atesorados durante años, para rendirle tributoal maestro afable, culto, discreto y sensible que nos legó,además de su herencia de amor visual, la pasión y laentrega por este país, de todos.”

galería de papel

PETRE MAXIM Retrato de un tiempo

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