REVISTA DE MARINA · 2017. 3. 15. · Así ocurrió, por ejemplo, en Caldea, donde las tabletas de...
Transcript of REVISTA DE MARINA · 2017. 3. 15. · Así ocurrió, por ejemplo, en Caldea, donde las tabletas de...
REVISTA DE MARINA
EDITORIAL
Valparaíso (Ch ile) 5° bimestre 1982
Volumen 99 Número 750
BIBLIOTECAS DE LA ARMADA
esde los albores de la civilización y a medida que los pueblos utilizaban con creciente complejidad los sistemas de escritura, se han guardado con especial celo aquellos documentos que, a juicio de cada generación, constituían
valores importantes para ser preservados como fuentes de consulta desde el punto de vista histórico, religioso, administrativo o literario.
Así ocurrió, por ejemplo, en Caldea, donde las tabletas de arcilla - de importancia administrativa, al parecer - eran estibadas y conservadas en los sótanos reales como elementos de registro de importantes actividades ciudadanas. En otro orden de cosas, los escritos sagrados de muchas religiones fueron parte de un patrimonio religioso que debia ser resguardado como esencia de la fe, y cuya custodia era en sí misma una honrosa función del culto, exaltando con ello, por extensión, el respeto y la veneración a todo documento escrito, especialmente de aquellos cuyo contenido era herencia común de la sociedad.
558 REVIST A DE MA RI NA 5/82
Especial trascendencia cultural tuvo la famosa biblioteca de Alejandría, que llegó a contener 700.000 volúmenes, cuya lamentable destrucción por sucesivos incendios significó un grave golpe para la más fluida transmisión del acervo cultural mediterráneo a la Europa semibárbara, que se reconstru ía sobre los escombros del Imperio romano de occidente .
En la Edad Media, las bibliotecas de los conventos sirvieron de centros de transcripción, resguardo y transmisión del saber occidental, y en torno a ellas y a las de los burgos más importantes surgen posteriormente las universidades, que se constituyeron en las avanzadas del desarrollo humanís tico y científico de Europa y del mundo colonial de ella dependiente.
A lo largo de los Tiempos Modernos , cuyos sig los de la Razón y de la Ilustración significaron el auge de la idea de progreso como signo de civilización, las bibliotecas se convirtieron en verdaderos templos del saber y de las bellas letras, y asumieron con entusiasmo su rol de depositarios de los ingentes acopios del galopante avance científico y de las más bellas creaciones de la literatura universal. Fueron , a la vez, verdaderos centros promotores del desarrollo del espíritu y núcleos de irradiación de la ascendente cultura occidental.
La biblioteca continúa siendo hoy, junto a la escuela , el elemento de form ación cultural más significativo de la sociedad contemporánea . Su perfeccionamiento mediante el aprovechamiento intensivo de las nuevas técnicas audiovisuales y de computación, las convierte en verdaderos centros de recolección , selección y mantenimiento de todo orden de publicaciones cuya disposición a su público, a través de una amplia gama de medios de comunicación directa, se hace cada vez más expedita, multiplicando su utilización y facilitando su consulta .
Todo ello incrementa su rendimiento como servicio cultural, llevándolo a niveles que, por su excelencia, le permitirán atender exitosamente el formidable y doble desafío que presentan tanto la exponencial expansión de los conocimientos científicos y las creaciones literarias , como el creciente contingente de lectores, estudiosos e investigadores.
* * *
En el campo de las actividades marítimas, la presenc ia del registro escrito, del documento de viaje y del libro de acaecimientos, ha jalonado las etapas de su desarrollo. A
B IBLI O T E C A S D E L A ARMADA 559
la institución universal del "libro bitácora" se suman las generalizadas ediciones de los " derroteros", los " códigos de señales " y las "cartas de navegación " , todo lo cual indica la fundamental importancia del libro a bordo, destacando, además, la alta significación en la vida náutica de los impresos en general.
En los buques, pues, la disponibilidad de fuentes propias de informa ción escrita ha sido esencial; en ello incide la natural circunstanc ia del quehacer marítimo, que mantiene a las dotaciones alejadas de los centros bibliográficos de tierra firm e, y la imperiosa necesidad de conocer anticipadamente la realidad hacia la cual se navega y de precaverse d e los peligros que puedan surgir en su demanda. De esta manera, por la p ropia naturaleza del medio, todo marino ha sido y sigue siendo un asiduo consultor del conocimiento escrito; de aqui que las bibliotecas a bordo y, por extensión, en toda Armada, sean parte substancial de su vida cultural, tanto en los aspec tos de indo/e profesional como en los de carácter general.
* * *
Esta realidad ha tenido una antigua data en la Armada de Chile. Luego de un período de vigencia informal vino a reglamentarse de manera oficial hace ya más de un siglo , precisamente el 31 de julio de 1880, a raíz de la iniciativa del entonces comandante del blindado Cochrane, Capitán de Navfo don Juan José Latorre.
En la actualidad existen bibliotecas en todos los buques, unidades y reparticiones de la Armada , y la amplitud de los temas de interés ha exigido su diversificación en diferentes áreas, constituyendo las bibliotecas técnicas , didácticas y generales.
Especialmente importantes son las bibliotecas pertenecientes a los centros de docencia e investigación y a las direcciones superiores, pues en ellas descansa en gran medida la provisión de antecedentes bibliográficos, nacionales y extranjeros, necesarios para el desarrollo de las actividades de estudio, sean ellas con fines didácticos o al servicio del proceso de decisiones de alto nivel.
El evidente perfeccionamiento mundial de los sistemas de bibliotecas, tanto en el orden material y técnico como en el de personal especializado, constituye un factor gravitante en
560 REVISTA DE MARINA 5/82
nuestro medio y sirve de permanente impulso para sostener su progreso. Esto ha contribuido a ampliar la cantidad y a mejorar la calidad de los servicios prestados, llegando a transformarlos en una variable altamente significativa entre las tantas que confluyen a conformar la capacidad institucional para el mejor logro de sus misiones fundamentales .
En este sentido son especialmente notorios los avances en el campo de la catalogación, la difusión periódica de nuevos ingresos y la interconexión de servicios, todo lo c_ual facilita la consulta de las obras, incrementando el rendimiento de tan valiosos recursos. Es presumible que el desarrollo creciente de estas capacidades vaya transformando paulatinamente el variado conjunto de las bibliotecas no embarcadas en unos cuantos centros zonales de servicios bibliográficos integrales, satisfaciendo así positivas exigencias operacionales para adecuarse a las más modernas técnicas vigentes en esta dinámica área de apoyo a las actividades profesionales y culturales en el seno de la institución .
* * *
Revista de Marina, publicación cuyo quehacer se orienta prioritariamente a promover la participación activa del personal de la Armada en torno a temas profesionales de interés general y a ampliar el horizonte cultural de las dotaciones navales, comparte claramente su ámbito de acción con los servicios bibliotecarios institucionales. Por lo mismo, le es muy fácil aquilatar y muy grato destacar su meritoria labor, que facilita a los miembros de la institución las fuentes de consulta específicas para atender adecuadamente los requerimientos propios de sus responsabilidades funcionales, así como las obras de carácter general indispensables para alcanzar y mantener, a lo largo de su carrera, el alto nivel cultural que la profesión les exige.
Tan altas y señaladas metas personales e institucionales son las que se nutren del amplio, permanente, variado y efectivo apoyo que, para tales efectos, prestan hoy, con creciente reconocimiento general, las más que centenarias Bibliotecas de la Armada.