Revista Digital Cooperador Paulino - 172

Cooperador paulinoComunicación y pastoral

Nº 172 septiembre-diciembre 2015 - 2,75€

CuadernilloLiturgia y Pastoral

Laudato Si´

Alegría paulina

Educación diferenciada

Cooperación apostólica de los Paulinos de Iberoamérica

Las catorce obrasde misericordiaen el Año de la Misericordia

Un centenario mirando al futuro

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Un santo para cada día

CALENDARIO 2016

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Resina, 1 • 28021 Madrid • Tel.: 917 987 426 • Fax: 915 052 050 • [email protected] • www.sanpablo.es

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• El santoral diario, con un santo destacado con pinceladas biográfi cas.

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Coop 172 1 pag Taco santos.indd 1 04/08/2015 12:33:28Cooperador Paulino-172.indd 2Cooperador Paulino-172.indd 2 22/09/15 12:1922/09/15 12:19

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Editorial

Gran sorpresa: el Papa, en Laudato si´, aborda el tema dentro del nuevo paradigma ecológico, cosa que ningún documento oficial de la ONU ha hecho hasta hoy. Fundamenta su discurso con los datos más

seguros de las ciencias de la vida y de la tierra. Lee los datos, afectivamente, con inteligencia sensible o cordial, pues discierne que detrás de ellos se esconden dramas humanos y mucho sufrimiento también por parte de la madre tierra.

La situación actual es grave, pero el papa Francisco siempre encuentra razones para la esperanza y para confiar en que el ser humano puede encontrar soluciones viables.

Enlaza con los papas que le precedieron, Juan Pablo II y Benedicto XVI, citándolos con frecuencia. Y algo absolutamente nuevo: su texto se inscribe dentro de la colegialidad, pues valora las contribuciones de decenas de conferencias episcopales del mundo entero, desde la de Estados Unidos a la de Alemania, la de Brasil, la de la Patagonia-Comahue, la del Paraguay. Acoge las contribuciones de otros pensadores, como los católicos Pierre Teilhard de Chardin, Romano Guardini, Dante Alighieri, su maestro argentino Juan Carlos Scannone, el protestante Paul Ricoeur y el musulmán sufí Ali Al-Khawwas. Los destinatarios somos todos los seres humanos, pues todos somos habitantes de la misma «casa común» (expresión muy usada por el Papa) y sufrimos las mismas amenazas.

El papa Francisco no escribe en calidad de Maestro y Doctor de la fe, sino como un Pastor celoso que cuida de la «casa común» y de todos los seres, no solo de los humanos, que habitan en ella.

Un elemento merece ser destacado, pues revela la forma mentis (la manera de organizar su pensamiento) del papa Francisco. Este es tributario de la experiencia pastoral y teológica de las iglesias latinoamericanas que, a la luz de los documentos del episcopado latinoamericano (CELAM) de Medellín (1968), de Puebla (1979) y de Aparecida (2007), hicieron una opción por los pobres contra la pobreza y a favor de la liberación.

El texto y el tono de la encíclica son típicos del papa Francisco y de la cultura ecológica que ha acumu-lado, pero también muchas expresiones y modos de hablar que remiten a lo que viene siendo pensado y escrito principalmente en América Latina. Los temas de la «casa común», de la «madre Tierra», del «grito de la Tierra y del grito de los pobres», del «cuidado», de la «interdependencia entre todos los seres», de los «pobres y vulnerables», del «cambio de paradigma», del «ser humano como Tierra» que siente, piensa, ama y venera, de la «ecología integral» entre otros, son recurrentes.

La estructura de la encíclica obedece al ritual metodológico usado por las Iglesias de Hispanoamérica y por la reflexión teológica ligada a la práctica de liberación, ahora asumida y consagrada por el Papa: ver, juzgar, actuar y celebrar.CP

LAUDATO SI’

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Laudato si’ es el título, en latín, de la segun-da encíclica del papa Francisco, fi rmada el 24 de mayo, solemnidad de Pentecostés del año actual, y presentada a la opinión públi-ca el pasado 18 de junio. En realidad, es su primera encíclica, porque la redacción de la anterior, Lumen Fidei, ya la había dejado muy adelantada su predecesor, Benedicto XVI. Es la primera vez que un Papa aborda el tema de la ecología en el sentido de una ecología integral de forma tan completa.


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Sumario

Presidente: Juan Antonio Carrera · Director: Antonio Maroño

Redactor-Jefe: Miguel Carmen H.

Consejo de redacción: Miguel Carmen, Isabel García, Concepción López, Ricardo Ares.

Diseño: Miguel Carmen H.

Maquetación: Miguel Carmen H.

Asesoría informática: Tomás Pastor, Arturo

Guzmán.

Imprime: Rivadeneyra.

Depósito legal:

Bl.1872-1960

Edita: SOCIEDAD DE SAN PABLO.

N.I.F.: R 2800254 A

Dirección: Protasio Gómez, 15

28027 MADRID

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07002 PALMA DE MALLORCA. Sant Miguel, 66

24 Una llamada a proteger la casa común José Antonio Varela Vidal

28 Ave María, destino LourdesVictoria Luque

31 Talleres de Oración y VidaFelicidad Izaguirre

34 Páginas evangélicas. María, estrella y camino para la nueva evangelizaciónPedro Moreno

36 La evangelización y la comunicación en red. Problemas y oportunidadesJuan Carlos Pinto, SSP

38 Vida Paulina

41 Reseñas

3 Editorial6 Las catorce obras de misericordiaMons. Raúl Berzosa

11 Cooperación apostólica de los Paulinos de IberoaméricaP. Juan Antonio Carrera, SSP

15 Alegría PaulinaJosé Antonio Pérez, SSP

18 Educación diferenciadaJusta Mondragón Jiménez, ISF

21 Un centenario mirando al futuroAnna Pappalardo, HSP

40-47 Liturgia y Pastoral: La belleza de la EucaristíaAntonio Alcalde Fernández

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El Papa nos invita a vivir las obras de misericordia: siete materiales y siete espirituales

El Papa Francisco nos ha anunciado una buena noticia: el Año de la Misericordia. Afirma el Papa que Jesús es el rostro de la misericordia de Dios Padre. Lo es con sus palabras, con sus gestos, con toda su persona. Más aún, el Santo Padre nos invita a experimentar en nuestra vida lo mismo que le aconteció al apóstol Mateo: miserando atque eligendo (“Le miró con misericordia y lo eligió”). Es también lo que expresó la Virgen en el Canto del Magnífi cat y es, igualmente, el lema elegido por el Papa en su Pontificado. Hagámoslo nuestro.

¿Por qué tenemos que vivir la misericordia? Porque estamos llamados, como Jesús y María, a ser signos visibles de lo que Dios es en sí mismo: Amor y Misericordia. Y porque, como afirma el Papa, la misericordia es fuente de alegría, de serenidad y de paz. La misericordia sabe perdonar todo y va más allá de la mera justicia. En otras palabras: el misericordioso, trata a los demás como Dios nos trata a cada uno. Por eso rezamos en el Padre Nuestro que perdonamos como Dios nos perdona. Y, añadimos, amamos como Dios nos ama, y somos misericordiosos como Dios lo es con cada uno de nosotros.

Las catorce obras de misericordia

¿Cómo podemos concretar la misericordia en nuestra vida cotidiana? El Papa nos invita a vivir las obras de misericordia: siete materiales y siete espirituales. Las recordamos, porque son todo un programa existencial.▶

LAS CATORCE OBRAS DE MISERICORDIAEn el Año de la Misericordia

El papa Francisco ha anunciado la celebración de un Año Santo extraordinario. Se trata de un Jubileo de la Misericordia que iniciará el 8 de diciembre 2015 y concluirá el 20 de noviembre de 2016. El último Jubileo lo había instituido Juan Pablo II en el año 2000, al comienzo del nuevo siglo; ahora Francisco abrirá el Año Santo sobre el tema: “Dios rico en misericordia” (Ef 2,4).

Mons. Raúl Berzosa*



Comenzamos por las materiales: dar de comer al hambriento; dar de beber al sediento; vestir al desnudo; acoger al forastero; curar enfermos; visitar y redimir presos; y enterrar a los muertos.

Las obras espirituales son: dar consejo al que lo necesita; enseñar al que no sabe; corregir al que yerra; consolar al triste; perdonar las ofensas; soportar con paciencia las molestias de la vida y a los molestos; y rogar a Dios por los vivos y los difuntos.

En definitiva, al final, se nos va a juzgar por cómo hemos practicado las catorce obras de mise-ricordia (Mt 25, 31-46): “Lo que hicisteis con uno de éstos, lo hicisteis con-migo”, nos dirá el Señor. En nuestros días, no nos olvidemos de visitar y atender especialmente a los enfermos y ancianos.

¿Qué sentido tienen las obras de misericordia? Si abrimos el Catecismo de la Iglesia (nn. 2447-2448), se afirma que, bajo sus múltiples formas, son las maneras de atender “las miserias humanas”, signo de la debilidad física y moral humana, muchas veces fruto de los pecados.

Las obras de misericordia tienen su fuente en la misma actitud misericordiosa de Jesucristo, que quiso cargar sobre sí las miserias humanas e iden-tificarse con “los más pequeños de sus hermanos”. Más en concreto, la atención a los más necesitados, mediante las obras de misericordia, se inspiran en las bienaventuranzas, en la pobreza y misericordia de Jesús mismo y en sus manifestaciones hacia los

necesitados. De ahí, que los oprimidos por cual-quier miseria sean objeto de amor preferencial por parte de la Iglesia. A pesar de los fallos y pecados de muchos de sus miembros, la Iglesia siempre ha estado al lado de los necesitados para aliviarlos, defenderlos y liberarlos.

La Biblia, en el Antiguo Testamento, ya ofrece una serie de medidas jurídicas para aliviar las mise-rias y la pobreza: así, el año jubilar, la prohibición de préstamos a interés alto, la retención de los salarios, la obligación de compartir los diezmos, etc. Hay que abrir siempre la mano al indigente (Dt 15,11). Dios bendice a quienes ayudan a los pobres y reprueba a quienes se niegan a hacerlo.▶

Las obras de misericordia tienen su fuente en la misma

actitud misericordiosa de Jesucristo, que quiso cargar

sobre sí las miserias humanas e identifi carse con “los más pequeños de sus hermanos”.



Dos notas importantes: por un lado, es verdad que la Iglesia ha sintetizado en “catorce” las obras de misericordia, pero no es un número cerrado. Hay otras miserias que podemos encontrar en los cami-nos de la vida y en la humanidad de hoy. Por otro lado, en el tema que nos ocupa, más que “hacer”, hay que “ser”: no basta hacer obras de misericordia; hay que ser misericordiosos. A veces, podemos hacer poco, pero nada nos impide tener un corazón mise-ricordioso.

Breve explicación de las obras de misericordia

Comenzamos por las espirituales:

• Enseñar al que no sabe. No se trata de hacernos los “listillos” o “sabihondos”; ni de dar siempre lecciones a todo el mundo. Se trata de informar, sobre todo en asuntos de la vida, a quienes lo necesitan, por estar desorientados o por falta de conocimientos y estudios. Con prudencia y sin humillarlos. Esta bienaventuranza tiene otra cara: dejarse enseñar, porque entre todos vemos más que uno solo y porque aquello que mejor se enseña es lo que más necesitamos aprender.

• Dar buen consejo a quien lo necesita. Sin actitudes “cargantes” ni “paternalistas” sino con naturalidad, respeto y cariño. Un buen consejo a tiempo es como una luz en la noche y puede ahorrar disgustos y fracasos. Esta bienaventuranza también nos recuerda que tenemos que estar dispuestos a recibir nosotros consejos.

• Corregir al que yerra. La corrección fra-terna es una obra de misericordia, reali-zada con humildad, con cierto sentido del humor y desde la caridad. Conscientes de que no somos infalibles y de que nosotros también nos equivocamos. No seamos hipócritas, como nos advierte el evangelio,

de querer sacar la paja del ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro.

• Perdonar las ofensas. Es muy difícil. A veces se perdona pero no se olvida. Esta-mos inclinados a la venganza y al resenti-miento. Es una de las obras de misericordia más genuinamente cristianas: perdonar, no hacer daño al enemigo e incluso rezar por él. Lo pedimos en el Padre Nuestro y hasta leemos en el evangelio que hay que perdo-nar “setenta veces siete”, es decir, siempre.

• Consolar al que está triste. Se nos pide, como en Getsemaní, ser “ángeles de con-suelo”. A veces, basta escuchar al otro un desahogo porque son cosas pequeñas. Otras veces, basta estar al lado de quien nos nece-sita y saber que cuenta con nosotros. Tene-mos que aprender a “perder más tiempo” con los demás y para los demás. Dios enjuga las lágrimas sirviéndose de nosotros.

• Sufrir con paciencia las molestias de la vida y de quienes nos molestan. No sufrir con paciencia las molestias de la vida es no creer en la Providencia de Dios, capaz de sacar bienes de los males. Y no soportar con paciencia a los molestos es falta de humildad y de caridad. Lo cual no está reñido con decir una palabra de “verdad” y advertir y corregir a quienes no tienen modales ni educación. En todo ello nos consuela la certeza y experiencia de que Dios también tiene mucha paciencia con nuestras debilidades.

• Rogar a Dios por los vivos y difuntos. Porque, en el fondo, para los cristianos, no hay muertos; sólo vivos: los que peregri-namos en este mundo y los que ya están en el cielo, en el hogar de la Trinidad. Es cierto que Dios conoce todas nuestras necesidades pero quiere que seamos, como Él, hombres y mujeres de corazón grande, donde nos caben todos. Y, en cuanto a los difuntos, si éstos no necesitan ya de▶



• Dar de comer al hambriento y de beber al sediento. No solo se trata del pan y del agua en sentido físico, que no deben faltar, sino del pan de la Eucaristía y de la Palabra de Dios; y del agua del Espíritu Santo. Hay que llenar estómagos, pero también cabe-zas y corazones.

• Acoger al forastero. No es fácil hoy. Tene-mos muchos prejuicios y experiencias reales negativas. Tenemos miedo a que nos quiten o mermen nuestros derechos como ciudadanos “de primera”. El Padre Dios nos recuerda que todos tenemos la misma dig-nidad de hijos y que todos somos hermanos en Jesucristo. ¡El forastero es mi hermano!

• Visitar y cuidar los enfermos. No es visita de “médico” o de “cumplido”, pero tampoco ser “largos” o “molestos”. Es encuentro de cercanía, de compasión, de verdadera dispo-sición servicial. Los hermanos enfermos son el mismo cuerpo de Cristo llagado y herido. Recordemos que los enfermos, puntuales y crónicos, no solo se encuentran en los hos-pitales sino en sus casas y hasta en la calle. Todos seremos enfermos alguna vez. Lo que quieras para ti, hazlo a los demás.

• Vestir al desnudo. Decían los santos padres, de los siglos II-III, que la ropa y los zapatos de quienes van descalzos y desnudos están en tu armario. Esta obra de misericordia tiene otra dimensión social: a veces, sin quererlo ni saberlo, estamos “desnudando al vestido”, es decir, contribuyendo con nuestros hábitos injustos y consumistas a la pobreza de personas y naciones.▶

nuestra oración, ésta volverá nosotros con generosidad. Es hacer realidad la llamada comunión de los santos.

Nos adentramos en una breve explicación de las obras

de misericordia materiales:

CATEQUESIS CREATIVA

Dinámicas y juegos para animar la catequesis

Reavivar la catequesisFabrizio Carletti

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Bienaventuranzas del catequista

L. Guglielmoni - F. Negri 122 páginas - P.V.P.: 11,00

Quien encuentra una fábula encuentra un tesoro

Laureta 136 páginas - P.V.P.: 11,30

La imagen se hace parábola

Paulette Boudet 120 páginas - P.V.P.: 10,00



• Visitar y redimir presos. No se trata de sacar de la cárcel a quien está cumpliendo condena justa. Aun cuando se cuestione, por los expertos, el valor educativo y de reinserción de las prisiones. Se trata de no abandonar a los presidiarios ni a sus fami-lias. Es muy necesario un voluntariado que sepa atender en lo material y en lo espiri-tual a los encarcelados. No importa tanto el delito como la persona misma. No hay que devolver mal por mal.

• Enterrar a los muertos. Gracias a Dios, la sociedad dispone de funerarias. Más bien se trata de hacer posible un acompaña-miento digno y cristiano en los duelos, es decir, una adecuada pastoral, que abra a la esperanza de la resurrección, dé genuino sentido a las oraciones y a los sufragios, y preste la necesaria atención a los familia-res. Que no sea un acto meramente social o puntual, sino de verdadero acompaña-miento y sincero sentimiento de dolor y empatía creyentes.

• En algún lugar, recogí lo que pudiéramos denominar “otras obras de misericordia y de liberación”. Las siete primeras son “más personales o individuales” y las demás más “colectivas o comunitarias”. No anulan ni restan a las anteriores, sino las complemen-tan y actualizan:

• Las obras de misericordia sociales:

• 1.- Acompañar y alegrar al que está solo, particularmente al anciano.

• 2.- Dar esperanza al desilusionado y depri-mido.

• 3.- Ayudar y apoyar a encontrar trabajo, especialmente a los jóvenes.

Otras obras de misericordia

• 4.- Acoger e insertar socialmente al sin papeles.

• 5.- Dar una nueva oportunidad al que sale libre de la cárcel.

• 6.- Rescatar al toxicómano y alcohólico.• 7.- Dignifi car a quien se ha prostituido.

• Las obras de misericordia para una solida-ridad planetaria:

• 1.- Promocionar a los pueblos subdesarro-llados.

• 2.- Defender los derechos de los margina-dos y excluidos.

• 3.- Combatir las injusticias y la opresión.• 4.- Favorecer la no-violencia.• 5.- Promover una sana ecología.• 6.- Trabajar por la paz y la unión entre los

pueblos y naciones.• 7.- Luchar por la defensa de la vida, desde

su concepción, hasta su fi nal.CP

El ejemplo de los santos

Cuando contemplamos a los Santos, en cada uno de ellos vemos refl ejada, hasta el heroísmo, alguna de las obras de misericordia. Y, en Jesús y María, el conjunto de todas ellas. Santa Rosa de Lima dejó escrito: “Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, somos buen olor de Cristo”.

Pidamos vivir así este año jubilar. Lle-nemos del buen olor de la misericordia nuestras familias, nuestras comunidades, nuestros pueblos y lugares de estudio o trabajo. Que el Espíritu Santo nos ilu-mine y ayude en esta buena y generosa tarea.

*Raúl Berzosa es Obispo de Ciudad Rodrigo



Del 9 al 13 de noviembre de 2015 tendrá lugar en São Paulo (Brasil) la Xª Asamblea general del CIDEP (Centro Iberoamericano de Edi-tores Paulinos). Los antecedentes históricos y el camino recorrido juntos deben refrescar nuestra memoria, para renovarnos y lanzar-nos hacia adelante, acrecentando el camino de la cooperación y la colaboración entre todos los paulinos de Iberoamérica.

El P. Santiago Alberione realizó su primer viaje internacional en 1946. Desde entonces el fuerte apelo a la organización, a la coordinación y a la cooperación apostólica fue una constante en sus escritos

y exhortaciones. En el Primer Capítulo General, en 1957, refiriéndose a las ediciones afirmaba: “Cada Provincia o país tiene su oficina de ediciones, inspirada en el Centro de la Casa Generalizia. Cuando varias Provincias o países son de la misma lengua, podrá haber un centro coordinador”. Así en 1960 nacía el CEPLA (Centro de Ediciones Paulinas Latinoamericanas), fijando su sede en Caracas y nombrando al P. Benito Spoletini como su primer Director ejecutivo.

El P. Alberione motivó así la iniciativa: “Hoy es importante, más que en tiempos pasados, la organización, especialmente la internacional, en todos los sectores, y de una manera particular para el apostolado”. Más aún, sigue diciendo el P. Alberione: “El apostolado de la comunicación social exige un nutrido grupo de redactores, técnicos y propagandistas. Todos deben acoplarse como hacen los artistas que presentan una buena obra. ¡Cuántas voluntades y energías desunidas y desorganizadas se agotan en deseos, tentativas y desilusiones! Hay que preparar todos juntos el pan del espíritu y de la verdad”.

El CEPLA cumplió su misión en los años sesenta, promoviendo iniciativas de colaboración y cooperación apostólica entre las florecientes Casas paulinas de América Latina. Pero el avanzar de los acontecimientos de la sociedad y los cambios radicales que experimenta la Iglesia en los años posteriores al Vaticano II▶

Ante la X Asamblea general del CIDEP

COOPERACIÓN APOSTÓLICA DE LOS

PAULINOS DE IBEROAMÉRICA

Participantes de la IX Asamblea General del CIDEP

P. Juan Antonio CARRERA, SSP



producen un vacío en la coordinación apostólica, lo que lleva a la desaparición del CEPLA en 1972. Pero la historia no se detiene.

Encuentros Paulinos Latinoamericanos

El P. Francisco Anta, dedicado en cuerpo y alma al apostolado bíblico, visitó la mayoría de las comuni-dades de los paulinos y paulinas de América Latina en mayo de 1973, para estudiar la oportunidad de realizar un encuentro conjunto. Como resultado de su gira surgieron los EPLAS (Encuentros Paulinos Latinoamericanos), celebrándose el primer encuen-tro en Lima (Perú), en julio de 1973. Con otras bases y con nuevas experiencias, durante los años setenta y ochenta con la participación más directa de las Hijas de San Pablo, los paulinos seguirán con-tribuyendo a hacer realidad lo que fue el sueño del CEPLA en la mente del P. Alberione: trabajar coor-dinadamente en la evangelización de América Latina. De 1973 a 1987, se celebraron cinco EPLAS (Lima, Bogotá, São Paulo, México, Buenos Aires) y cuatro EPLITAS (Santiago de Chile, Caracas, Cochabamba, São Paulo), en todos los casos con una nutrida representación de paulinos y paulinas fuertemente implicados en todas las obras apostólicas (editorial

de libros, revistas, cine, difusión y propaganda, for-mación, administración y gobierno).

Los EPLAS y los EPLITAS marcaron una nueva etapa de reflexión y maduración sobre el ser y que-hacer como paulinos y paulinas, profundizando en el carisma alberioniano a la luz del nuevo magisterio del Vaticano II, y de las interpretaciones de los documen-tos de Medellín y de Puebla para América Latina. Así el apostolado paulino, gracias a la metodología de los EPLAS que partía desde las referencias doctrinales, cobraba en estos Encuentros toda la fuerza y la vita-lidad de sus orígenes, es decir, aquel “nuevo impulso misionero” comunicado a la Iglesia por el P. Alberione.

Cuatro años después, en enero de 1991, se reúnen en Quito (Ecuador) los Superiores Mayores de los paulinos y paulinas. Juntos reconocen la validez de la etapa de los EPLAS, pero constatan la necesidad de renovarse y proyectar el futuro. Por entonces las Hijas de San Pablo ya habían ideado la creación del SAL (Secretariado de Apostolado Latinoamericano), con sede en Bogotá. Estando así las cosas, los Supe-riores Mayores de la Sociedad de San Pablo pidieron al Gobierno General la convocatoria de un Encuentro con la finalidad de organizar la colaboración entre los paulinos de Iberoamérica. Unos meses más tarde, en noviembre de 1991, nacía el CIDEP (Centro Ibe-roamericano de Editores Paulinos).▶

De izquierda a derecha: P. Juan Antonio Carrera, † P. Silvio Sassi, P. Valdir José de Castro y P. Salvador Ruiz Armas

La mística alberioniana está centrada en la pasión por el apostolado, la uni-versalidad de la misión (que exige una formación integral), la organización práctica (que exige espíritu de pobreza) y en una profunda vida interior y orante, para vivir y dar al mundo a Jesucristo, camino, verdad y vida.



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SAN PABLOLIBRO ELECTRÓNICO

Centro Iberoamericano de Editores Paulinos

El CIDEP nace de un Encuentro de todos los Superiores Mayores de Iberoamérica, acompañados de sus respectivos Directores Gene-rales de Apostolado, reunidos con el Superior General y con la mayo-ría de los miembros del CTIA (Comité Técnico Internacional para el Apostolado), en São Paulo (Brasil), del 24 al 29 de noviembre de 1991. Durante este Encuen-tro, es decir, durante la Primera Asamblea General de CIDEP, en la que participaron 23 paulinos y 2 expertos, se aprobaron los “Estatutos” y se eligió al P. Abramo Parmeggiani como primer Direc-tor Ejecutivo del CIDEP, con sede en la ciudad de São Paulo.

¿Qué es el CIDEP? El artículo 1º del Estatuto actual, revisado y aprobado durante la celebración de la IXª. Asamblea General, en noviembre de 2013, dice así: “El Centro Iberoamericano de Edito-res Paulinos (CIDEP) es un orga-nismo de la Sociedad de San Pablo para todas las Circunscripciones en la Zona de Iberoamérica y del mundo de lengua española y portuguesa donde la Congre-gación está presente y ejerce su misión”. El artículo 2º dice

que “las Circunscripciones están representadas por el respectivo Superior Mayor y por el Director General del Apostolado”. Su obje-tivo general lo encontramos en el artículo 3º: “Elaborar y actuar una estrategia común para crear iniciativas nuevas; coordinar, promover, desarrollar y super-visar los proyectos apostólicos y formativos de interés común al CIDEP para ser editor único multimedial, en lo referente a la imagen, contenidos y políticas editoriales”.

La llamada a la organización no se refiere sólo a la buena voluntad de las personas y de las comuni-dades paulinas de Iberoamérica, que deben estar disponibles a las múltiples interrelaciones cons-tructivas; se refiere también a las nuevas metodologías del trabajo en equipo y, sobre todo, a los nuevos esquemas y estructuras organizativas con el apoyo, en la actual cultura de la comunicación, de las nuevas tecnologías de la información. Los seguidores del P. Alberione tienen que buscar y asumir no sólo los medios más rápidos y eficaces, sino ante todo las estructuras más rápidas y efi-caces, conscientes siempre de que “las obras de Dios se hacen con los hombres de Dios”.▶



La mística alberioniana está centrada en la pasión por el apostolado, la universalidad de la misión (que exige una formación integral), la organización práctica (que exige espíritu de pobreza) y en una profunda vida interior y orante, para vivir y dar al mundo a Jesucristo, camino, verdad y vida. El beato Alberione maduró esta mística en las cartas de san Pablo y en el evangelio de san Juan, y la transmitió como identidad propia en lo que conocemos como “el carisma paulino”. Es la radicalidad del ser, es decir, el “ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí”, a la que debe seguir la radicalidad del hacer.

El mejor retrato del paulino lo realizó el P. Albe-rione en Ariccia, en 1960, bosquejando un perfil del paulino encaminado tras las huellas de Pablo sufriente, perseguido e incomprendido; lo traza muy a su modo, en una de las pláticas más hermo-sas que jamás pronunciara: “El religioso paulino ha elegido la parte mejor, o sea la perfección. No tiene carreras que le halaguen, no mira a reconoci-mientos ni títulos; no se propone alcanzar aprecio o distinciones... Si el Espíritu Santo nos ilumina, preferiremos, en cuanto depende de nosotros, la humillación a la alabanza, la pobreza a las riquezas, el olvido a los elogios, el dolor a las consolaciones y a la salud. Reputarnos los últimos; no aguardar agradecimientos… Trabajar y consumir la vida en servicio de muchos… Y a pesar de todo, decir con san Pablo: Estoy contento en las debilidades”.CP

[El paulino debe] Trabajar y consumir la vida en servicio de muchos… Y a pesar de todo, decir con san Pablo: Estoy contento en las debilidades.

(Beato Santiago Alberione).

• P. Abramo Parmeggiani, brasileño, con sede en São Paulo (1991-1996).

• P. Domingo Tibaldo, argentino, con sede en São Paulo (1996-1998).

• P. Guillermo Gándara, mexicano, con sede en São Paulo (1998-2001).

• P. Juan Antonio Carrera, español,

con sede en São Paulo (2001-2004).

• P. Ciro Monroy, colombiano, con sede en Bogotá (2004-2010).

• P. Salvador R. Armas, mexicano, con sede en São Paulo (2010-2015).

Secretarios ejecutivos del CIDEP

Asambleas generales del CIDEP

1. São Paulo, 24-29 de noviembre de 1991


3. São Paulo, 29 de enero-3 de febrero de 1996





8. Lisboa, 9-14 de noviembre de 2010


10. São Paulo, 9-13 de noviembre de

2015



La alegría es un tema constante en el Antiguo Testamento, como demuestra el papa Francisco en una larga serie de citas en su Exhortación Apostólica que concluyen con la exclamación: “¡Cuánta ternura

paterna se intuye detrás de estas palabras” (cf. EG 4). Y El Evangelio, además, donde resplandece gloriosa la Cruz de Cristo, también es una continua invitación a la alegría. Después de otras bellas citas, concluye el Papa invitando: “¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría?” (cf. EG 5). “El gran riesgo del mundo actual… es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien… Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Esa no es la opción de una vida digna y plena, ese no es el deseo de Dios para nosotros, esa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado” (cf. EG 2).

El Papa invita a vivir la alegría que se renueva y se comunica: “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor» (Pablo VI)… Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiones y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¿Qué nada pueda más que su vida que nos lanza hacia delante!” (cf. EG 3).

La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar la viada los demás.▶

ALEGRÍA PAULINA

Escribe el Papa: “Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es la conciencia de derrota que nos convierte

en pesimistas quejosos y desencantados con cara de vinagre”.El Señor nos quiere evangelizadores alegres que, con el testimonio de la vida consagrada a la misión, comunican

al mundo la alegría del Evangelio

“La alegría es fácil para quien tiene el verdadero, práctico y concreto con-cepto de la vida” (Beato Santiago Alberione).

José Antonio Pérez, SSP



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Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangeli-zadora, no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal… Recuperemos y acrecentemos el fervor, la dulce y confortadora alegría de evangelizar… Pueda el mundo actual recibir así la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes y ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo” (cf. EG 10).

Por lo tanto, no podemos ceder al pesimismo estéril. La alegría del evangelio es esa que nada ni nadie nos podrá quitar (cf. Jn 16,22). Los males de nuestro mundo –y los de la Iglesia y de la Familia Paulina– no deberán ser excusas para reducir nues-tra entrega y nuestro fervor. Mirémoslos como desafíos para crecer… En el estado actual de los eventos humanos, en el que la humanidad parece entrar en un nuevo orden de cosas, hay que ver sobre todo los misteriosos planes de Dios, que se realizan en tiempos sucesivos mediante la obra de los hombres, a menudo más allá de sus expectativas, y con sabiduría lo disponen todo, aun las humanas adversidades (cf. EG 84).

Y aquí nos encontramos hoy. Escribía el P. Albe-rione en 1959: “La alegría es fácil para quien tiene el verdadero, práctico y concreto concepto de la vida. Eliminar los deseos inútiles, actuar generosamente en el camino de la propia vocación y en particular en el propio oficio; no dejar espacio a lagunas y fantasmogorías, inútiles pesadumbres, sentimenta-lismos vacíos, caminar siempre por la vía maestra, a la luz del sol; contentarse con lo poco y gozar de todo; vivir cada día la profesión liberadora; esperar el dolor como a un amigo, amándolo como señal de predestinación; ¡querer a Dios y fiarse de Él!; conjugar lo temporal con lo eterno, abrazando la humanidad y la eternidad en una línea circular que tiene por centro a Dios; siempre a su gloria y a la paz de los hombres. He aquí la verdadera alegría”. (Carissimi in San Paolo, p. 281).

El P. Alberione dice a sus hijos e hijas que las aflicciones no borran nuestra alegría sustancial;▶



Dios o que destruyen sus raíces cristianas… ¡No nos dejemos robar la esperanza!”, exclama el Papa (EG 86).

Recuerda también el papa Francisco que “es sano acordarse de los primeros cristianos y de tantos hermanos a lo largo de la historia que estuvieron cargados de alegría, llenos de coraje, incansables en el anuncio y capaces de una gran resistencia activa. Hay quienes se consuelan diciendo que hoy es más difícil… No digamos que hoy es más difícil; es dis-tinto. Pero aprendamos de los santos que nos han precedido y enfrentaron las dificultades propias de su época” (EG 263). Como confirmación de todo esto pensemos en nuestros Beatos y Venerables, que son la mejor y más bella confirmación de la validez del carisma.

Nosotros somos los depositarios del carisma específico de los nuevos areópagos para la misión. “Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas quejosos y desencanta-dos con cara de vinagre… Aunque con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades hay que seguir adelante sin declararse vencidos y recordar lo que dijo el Señor a san Pablo: “Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad” (2Cor 12,9)” (EG 85).

Nosotros contamos con las palabras del Maestro: “Desde aquí quiero iluminar… Yo soy vuestra luz y me serviré de vosotros para iluminar” (AD 155). Él nos quiere evangelizadores alegres que, con el testi-monio de la vida consagrada a la misión, comunican al mundo la alegría del Evangelio. Las dificultades de todo tipo son tantas… Ciertamente: ninguna motivación será suficiente si no arde en los corazo-nes el fuego del Espíritu, ya que Él es el alma de la Iglesia evangelizadora (cf. EG 261). Pero tenemos la promesa del Maestro: “No temáis: yo estoy con vosotros” (AD 152). Él siempre ha sido y continuará siendo siempre fiel.CP

las agresiones no nos hacen caer; aunque no siendo ricos mate-rialmente, enriquece-mos a muchos con las “abundantes riquezas de gracia” concedidas a nosotros. “No se es paulino si no se tiene el corazón ancho, la mente ancha para pensar en todos los hombres, y tampoco se tiene el espíritu de Jesucristo, que vino a entregar su vida por todos” (Per un rinnovamento spirituale, p. 563).

Llegado al final de su vida, el apóstol Pablo, nues-tro Padre e inspirador, pedía al discípulo Timoteo que buscase la fe (cf 2Tm 2,22) con la misma constancia que cuando era niño (cf. 2Tm 3,15) y de reavivar el don recibido (cf. 2Tm 1,6). Sintamos esta invitación dirigida a cada uno de nosotros. La fe es compañía de vida que permite recibir con mirada siempre nueva las maravillas que Dios hace por nosotros. Procura acoger los signos de los tiempos en el hoy de la histo-ria, la fe compromete a cada uno de nosotros a con-vertirnos en señal viva de la presencia del Resucitado en el mundo en un mundo que tiene particularmente necesidad de él (cf. PF 15).

A comienzos del Año de la fe, Benedicto XVI afirmaba: “También hoy es necesario un más con-vencido compromiso eclesial en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría del creer y volver a encontrar el entusiasmo en el comunicar la fe” (cf. PF 7).

Cien años después del comienzo de la Familia Paulina, la sociedad, las circunstancias, los desafíos, los medios de apostolado han cambiado mucho… Pero sigue viva y palpitante, más actual que nunca, el reto de evangelizar esta nuestra cultura de la comunicación digital cuyas actuales características el beato Alberione ni podía imaginar, pero a la que supo dar proféticamente respuestas a partir de su fe y de su pasión apostólica. Ahora estas respuestas están en nuestras manos.

Debemos mirar al futuro con esperanza, con entu-siasmo y con alegría. “Es cierto que en algunos lugares se produjo una «desertificación» espiritual, fruto del proyecto de sociedades que quieren construirse sin

Él nos quiere evangelizadores ale-gres que, con el testimonio de la vida consagrada a la misión, comunican al

mundo la alegría del Evangelio.



En España, en el s. XXI, la democracia ha superado el cuarto de siglo y queda claro que todos somos iguales antes la Ley. Todos sin excepción. Sin embargo, hay algunas voces que se alzan en contra de la

educación diferenciada alegando que es, entre otras cosas, discriminatoria. La educación diferenciada es un sistema educativo que ofrece proyectos educativos similares en calidad,

medios y condiciones tanto a chicos como chicas, con la singularidad de que está orientada a atender las diferentes necesidades de ambos según sus distintas etapas madurativas. La educación diferenciada resulta de esta forma un vehículo altamente eficaz en la educación para la igualdad. La igualdad no pretende la identidad de sujetos (su homogeneización prescindiendo de sus singularidades), sino el reconocimiento de los derechos y deberes de todos los ciudadanos de una manera paritaria. En la educación diferenciada estos principios se transmiten con más sencillez ya que nos encontramos ante grupos de alumnos y alumnas en situaciones y grados de madurez homogéneos.

Generalmente se define la educación diferenciada como aquella que segrega por sexos. El lenguaje no es inocente y “segregar” que, según la RAE, no significa otra cosa que su sinónimo “separar”, fonética y etimo-lógicamente “suena” peor. La palabra “segregar” se suele emplear generalmente en el lenguaje habitual en su segunda acepción: “secretar, excretar, expeler”. Por tanto, el cambio en el adjetivo es claramente intencio-nal. Si realizamos la “técnica de inversión de roles” que se emplea para determinar si el lenguaje es sexista, comprobaremos rápidamente la intencionalidad de la adjetivación. Podemos añadir el mismo predicado a muchas instituciones y organizaciones sin que nos aporte ninguna información relevante sobre las mismas. Por ejemplo: “La Selección Española de Fútbol es aquella que segrega por sexos”, lo mismo podemos decir de todas las selecciones deportivas españolas, del ginecólogo, del urólogo, etc., sin describir absolutamente nada de su trabajo, de sus contenidos o de sus funciones. Al respecto conviene puntualizar, siguiendo esta línea dialéctica, que la ginecóloga no sólo “segrega”, sino que directamente “excluye por razón de sexo”.▶

Justa Mondragón Jiménez, ISF

EDUCACIÓN

Defi nir la educación diferenciada como aquella que segrega por razón de sexo y no decir nada, es prácticamente lo mismo

DIFERENCIADA

La educación diferenciada es un sistema educativo que ofrece proyectos educati-vos similares en calidad, medios y con-diciones tanto a chicos como chicas, con la singularidad de que está orientada a atender las diferentes necesidades de ambos según sus distintas etapas madu-rativas



La educación diferenciada no segrega

Definir la educación diferenciada como aquella que segrega por razón de sexo y no decir nada, es prác-ticamente lo mismo. La educación diferenciada es aquella que, al igual que en otros muchos campos de la vida, atiende a las diferencias que existen entre chicos y chicas para proporcionales una educación igualitaria, similar en contenidos y que pretende idénticos resultados de aprendizaje atendiendo a su singularidad madurativa para llegar a la exce-lencia. En este aspecto, podemos destacar estudios recientes sobre la educación en España que sitúan a diecisiete colegios de educación diferenciada entre los cien mejores colegios, un porcentaje significati-vamente alto cuando la oferta de educación diferen-ciada en España es inferior al uno por ciento.

La palabra “discriminar” tiene de nuevo dos acep-ciones diferentes según la RAE. Evidentemente, la educación diferenciada discrimina en los mismos términos que lo hace el Real Madrid, con un obje-tivo radicalmente opuesto a “dar trato de inferiori-dad a una colectividad”.

Desde el punto de vista jurídico, la LOMCE establece expresamente, en el Artículo 84.3, que la educación diferenciada no discrimina: “ No constituye discriminación la admisión de alumnos y alumnas o la organización de la enseñanza diferenciadas por sexos, siempre que la enseñanza que se imparta se desarrolle conforme a lo dispuesto en el artículo 2 de la Convención relativa a la lucha contra las dis-criminaciones en la esfera de la enseñanza, aprobada por la Conferencia General de la UNESCO el 14 de diciembre de 1960. En ningún caso la elección de la educación diferenciada por sexos podrá implicar para las familias, alumnos y alumnas y centros correspon-dientes un trato menos favorable, ni una desventaja a la hora de suscribir conciertos con las Administracio-nes educativas o en cualquier otro aspecto”.

Observo con sorpresa como algunos partidos políticos manifiestan un interés prioritario en “retirar los conciertos a los colegios de educación diferen-ciada”. Con asombro, porque como bien sostiene el Tribunal Supremo en una reciente sentencia de la Sala

Tercera de 21 de abril de 2015 (Recurso 181/2014): “las leyes modificadas, específica y singularmente, consideran -ad pedem litterae- que la educación dife-renciada no discrimina y puede ser acreedora de los beneficios públicos de la concertación”.

Con sorpresa y con preocupación, porque creo que España tiene muchos frentes abiertos que afectan a la generalidad de la población como son el desem-pleo, el endeudamiento familiar, la integración de la inmigración, el endeudamiento de las Comunidades, la corrupción y un largo etcétera de preocupaciones que, claramente, requieren su atención con carácter urgente y prioritario. La educación diferenciada es legal y afecta a un porcentaje muy pequeño de la población y, por ende, de su presupuesto.

En relación con la relevancia o urgencia de esta cuestión, el Tribunal Supremo sostiene en la senten-cia anteriormente mencionada: “El interés general al que se refiere la Ley Jurisdiccional no puede ser simple y llanamente el de la Administración, sino el de la ciudadanía y, preferentemente, la ligada por razones escolares, la comunidad docente, a quien sirve con objetividad y eficacia y, desde esta perspectiva, el que haya 8 o 12 colegios o los que sean, en todo caso porcentualmente mínimos en el ámbito de la prestación escolar de la Comunidad Autónoma (El 99,98% de los centros públicos concertados y no concertados andaluces es de modelo mixto), no puede originar un perjuicio a ese interés general, interés que no debe confundirse con una ideología educativa concreta, la defensa de un modelo educativo que por otra parte -sistema mixto- es el general y común establecido en las leyes que regulan en todo el Estado Español la edu-cación pública y, como antes se dijo, habiéndose▶



prefieren la educación mixta. El uso de la libertad requiere capacidad de elección y, si suprimimos los conciertos a la educación diferenciada en España, la libertad de elección no sería tal.

Estas mismas voces que afirman que la educación diferenciada segrega y discrimina, con la consi-guiente intoxicación lingüística, suelen añadir, en su ignorancia, tres adjetivos más que responden a un falso estereotipo: retrógrada, elitista y del “Opus”.

Retrógrado, según la RAE, es algo que pertenece al pasado. Nada más lejos de la realidad. Estudios recientes realizados por ministros de Educación o equivalentes -de muy diferentes ideologías- avalan la educación diferenciada a lo largo y ancho del globo. Como ejemplo, podemos citar la expansión que está teniendo la educación diferenciada en Estados Unidos entre las escuelas públicas durante el man-dato de Obama.

En cuanto al adjetivo “elitista”, resulta absoluta-mente incongruente con la finalidad que se pretende con el concierto educativo: hacer accesible este modelo educativo al mayor número de personas posibles.

Y, en cuanto a “del Opus”, de los 29.770 Centros educativos que hay en España según el Informe del Ministerio de Educación “Datos y Cifras”, correspon-diente al curso escolar 2013/2014, si consideramos aquellos centros que perteneciendo a Instituciones privadas ajenas al Opus Dei, los atiende en la for-mación religiosa -pero en nada más-, apenas llegaría-mos a 80, es decir el 0,26 por ciento de los centros educativos tienen “algo que ver” , pero que en ningún caso son del Opus Dei. Es decir, que además de ser una cuestión irrelevante tanto por número como por materia, ya que en España, el artículo 16 de la Cons-titución española garantiza la “Libertad ideológica, religiosa y de culto”, ni siquiera es cierta.

Por tanto es evidente que el mantenimiento de los conciertos de educación diferenciada resulta necesario para que los padres puedan ejercitar la capacidad de elección y para que España pueda seguir avanzando en un estado plural y democrático de derecho, donde la diversidad y la educación de van-guardia, ha de ser respetada y apoyada por todos.CP

producido ex lege las expuestas modificaciones res-pecto a la participación en los presupuestos públicos de la denominada Educación Diferenciada” (porque según el legislador “no discrimina”) no cabe ya sino objetar a la misma por razones de otra índole, ajenas a lo estrictamente legal para introducirse en lo pura-mente ideológico o político cuestiones estas que en esta sede jurisdiccional no corresponde tratar”.

No cabe aducir cuestiones económicas

Tampoco cabe aducir cuestiones económicas en la retirada del concierto ya que, no sólo la incidencia económica sería muy pequeña, sino que además, sería negativa (el porcentaje de centros de educación dife-renciada en España es inferior al 1%). Para el Estado es más económico que los alumnos y alumnas acudan a la escuela concertada que a la pública. Por tanto, la retirada de los conciertos educativos supondría un mayor gasto para el Estado ya que debería asumir el alumnado que no pudiera sufragar el mayor coste de un colegio privado, atendiendo a la Escuela Pública.

Además, conviene recordar el derecho de los padres a elegir la educación que prefieran para sus hijos en los términos establecidos en el artículo 27.3 de la Constitución española: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Lo cual compele al Estado a realizar una oferta for-mativa diversa.

Asimismo, el hecho de que la educación diferen-ciada esté concertada es un derecho que asiste tanto a los padres que quieren este modelo como a los que

El uso de la libertad requiere capacidad de elección y, sisuprimimos los conciertos a la educación diferenciada en España, la libertad de elección no sería tal.



El pasado 5 de febrero las Hijas de San Pablo han inaugurado ofi cialmente el Año centenario de fundación. Para su nacimiento fue necesaria un una gestación extraordinaria.

Fundadas por el beato Santiago Alberione el 15 de junio de 1915, el Fundador ya había empezado a pensar en ellas desde 1910: “Desde 1910…, vosotras, Hijas de San Pablo, habéis sido pensadas, desea-

das, preparadas, nacidas, crecidas hasta hoy” (Considerad vuestra vocación, 1938, n. 67).Deslumbrado por una luz divina en la noche de fin de siglo 1900, después de haber fundado en el 1914 el

instituto primogénito –La Sociedad de San Pablo–, el P. Alberione dio vida a la Congregación de las Hijas de San Pablo, que tienen el mismo espíritu carismático, la misma espiritualidad e idéntica acción apostólica que los Paulinos. ¿Quién podría imaginar que a partir de un minúsculo grupo de jovencitas el padre Alberione habría podido poner las bases para otro nuevo instituto religioso, cuyas coordinadas estaban presentes in fi eiri en el libro “La mujer asociada al celo sacerdotal”? En él se presentaba la identidad de la mujer en referencia a su potencial apostólico y se afirmaba que “el sacerdote y la mujer se encuentran en la misma vocación”.

Es muy elocuente el elogio que hace de la mujer: “Se dice que cuando Buonarroti terminó el Moisés se sintió como aplastado por su obra, y que en su admiración le ha dirigido estas pala-bras: ‘¿Por qué no hablas?’ El silencio siguió a su llamada. Él no había hecho otra cosa que elaborarla materia…; en cambio, la mujer es artista de alma”. Y también es interesante el elogio entretejido a las religio-sas: “Parece ser que ellas… han sucedido a las diaconisas de los primeros siglos: pero con la diferencia de que su vida está regulada por normas prácticas y ejercicios comunes, y que sus fines se ensancha a la medida de las necesidades de hoy. Con razón se las ha llamado ‘hermanas del celo sacerdotal’. ¿Y dónde es que no entran, llevando el sentido cristiano, las religiosas de hoy?”.

Asociada al celo sacerdotal

Comprendiendo también la gran potencialidad de la mujer, el P. Alberione la lanza a la innovadora aventura apostólica. Y las Pau-

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autores del libro.

linas, pensadas como las nuevas diaconisas, como las “mujeres-religiosas asociadas al celo sacerdotal” que comparten con el sacerdote la espiritualidad y la misión, que utilizan los medios para anunciar el evangelio y se convierten en las mensajeras de la Palabra y las “carteras de Dios”, están a su lado, para llevar adelante, responsablemente, la misión que él ha recibido de Dios. Entre ellas emerge una figura de primer plano, la hermana Tecla Merlo –elegida por el Fundador como ‘Superiora General’ del Instituto– che tuvo un rol de mediación entre el Fundador y la Congregación, fue partícipe y corresponsable en la obra fundacional y de desarro-llo del Instituto. Ella fue la principal colaboradora y transmisora de la necesidad y oportunidad de nuevas expresiones apostólicas.

Lanzarse adelante

A distancia de un siglo, parece oírse la voz del P. Albe-rione que invita a reflexionar sobre la urgencia de la misión paulina en la Iglesia y en el mundo: “¿Cuántas veces os planteáis el problema: hacia dónde camina, cómo camina, hacia qué meta camina esta humani-dad, que se renueva continuamente sobre la faz de la tierra? La humanidad es como un río que va a des-embocar en la eternidad. Y dado que la gente se aleja de las iglesias, vosotros debéis salirle al encuentro allí allí donde se la puede encontrar. Vuestros púlpitos son la linotipia, el anaquel de la librería”. “Hoy el mundo ha cambiado –seguía escribiendo el Fundador hace algunos decenios– y nosotros, para caminar con el mundo, debemos ponernos al día: todos los medios, todo lo que sirve para comunicar el Evangelio”.

“¡Adelante, Hijas de San Pablo! Haced la caridad de la verdad”. En la cultura actual, condicionada y empapada por las nuevas tecnologías, el Fundador nos invitaría a vehicular, transmitir y testimoniar los valores del Evangelio a través de nuestros ‘nuevos púlpitos’.CP



6. Liturgia y Pastoral

La belleza de la EucaristíaAntonio Alcalde Fernández

Dos mil años de historia de la Eucaristía la han revestido de esplen-dores, pero también han depositado sobre ella capas polvorientas que la desfi guraban. El Vaticano II despojándola de todo lo acceso-rio y superfi cial, le ha vuelto a dar la luz, la luminosidad, la trans-

parencia, la belleza, la sencillez y la humilde solemnidad.

I.- La belleza de la Eucaristía dominical

El Vaticano II celebra la importancia de la Eucaristía por todo lo alto. De ella dice que constituye «el centro de la comunidad cristiana» (Presbiterorum Ordinis, 5), «la fuente y cumbre de toda la vida cristiana» (Lumen Gentium, 11) y además, «centro y culminación de toda la vida de la comunidad cristiana» (Christus Dominus, 30), «es el corazón de la vida eclesial» y para los sacerdotes «es el centro de su ministerio» (Juan Pablo II). Raíz, fuente, centro, cumbre, corazón de la vida eclesial: la celebración de la Eucaristía se encuentra en el corazón de nuestra fe y de nuestra vida. Allí es donde nos encontramos con el Cristo Jesús presente en su palabra, presente en la Eucaristía, presente en la comunidad reunida y presente en la proyección de la eucaristía, mediante la caridad, con los hermanos más necesitados y alejados. Allí es donde el centro de nuestra vida se ilumina y transfigura en «eucaristía», en acción de gracias.

La Iglesia y la Eucaristía

«La Iglesia hace la Eucaristía, la Eucaristía hace la Iglesia», frase admirable del teólogo H. de Lubac que gozaba de cierta preferencia por parte de Pablo VI. La institución eucarística hace nacer a la Iglesia, a quien Cristo encarga perpetuar el memorial de su muerte y resurrección; en respuesta a este mandato, la Iglesia tiene la misión de hacer constantemente la Eucaristía, de guardar la memoria de su Señor y de



hacerlo vivo y presente para la salvación de todos en cada momento de la historia humana. «No se construye ninguna comunidad cristiana si ésta no tiene su raíz y su centro en la celebración de la sagrada Eucaristía» (Presbiterorum Ordinis, 6), que es «sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de caridad» (san Agustín).

La Eucaristía es fuente de la Iglesia porque de ella nace la Iglesia, porque la alimenta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, haciendo posi-ble su vida renovada en Cristo. La Eucaristía es cumbre de la Iglesia porque en ella se hace presente a Cristo, porque en ella los fieles son constituidos un solo cuerpo y un solo espíritu, es decir, Cuerpo de Cristo, Iglesia viva en comu-nión con su Señor.

El mundo actual y la Eucaristía

Se dice que el hombre y la mujer de hoy expe-rimentan un vacío interior que no se puede rellenar. Están junto al río de agua viva y dejan que el agua pura corra. Excavan, sin embargo, hondos pozos en tierras lejanas y quieren guardar el agua en aljibes agrietados. «Nuestro mundo –decía San Pío X– sufre de un gran mal, una grave enfermedad: el alejamiento de Dios. Los hombres se han alejado de Dios, han prescindido de Él». Un siglo después, el papa Benedicto XVI insiste en el mismo tema del eclipse de Dios en el mundo actual: «El auténtico problema en este

momento actual de la historia es que Dios des-aparece del horizonte de los hombres y, con el apagarse de la luz que proviene de Dios, la huma-nidad se ve afectada por la falta de orientación, cuyos efectos destructivos se ponen cada vez más de manifiesto».

En el mundo actual la eucaristía dominical ha dejado de ser un referente para la sociedad moderna; los cristianos que habitualmente no asisten a la Eucaristía pierden, poco a poco, su identidad cristiana; por tanto, el alejamiento de la celebración litúrgica lleva irremisiblemente al alejamiento de Dios, al crecimiento de la increen-cia. Vivir de incógnito sería firmar la sentencia de muerte de los cristianos. Por consiguiente, «es de importancia capital que cada fiel esté convencido de que no puede vivir su fe, con la participación plena en la vida de la comunidad cristiana, sin tomar parte regularmente en la asamblea de la eucaristía dominical» (Juan Pablo II, DD, 81)

II.- La Eucaristía, «fuente

y epifanía de comunión»

En la solemnidad del Corpus Christi (2004), Juan Pablo II anunciaba un Año especial dedicado a la Eucaristía. Anteriormente, el año 2000 fue un año dedicado también preferentemente a la Eucaristía. El año del 2005 fue declarado de nuevo «año de la Eucaristía»; el mismo papa Juan Pablo II nos marca los objetivos: «en este Año de

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La Eucaristía es fuente de la Iglesia porque de ella nace la Iglesia, porque la ali-menta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, haciendo posible su vida renovada en Cristo.


la Eucaristía se invita a la comunidad cristiana a tomar conciencia más viva del mismo con una celebración más sentida, con una adoración prolongada y fervorosa, con un mayor com-promiso de fraternidad y de servicio a los más necesitados. La Eucaristía es fuente y epifanía de comunión. Es principio y proyecto de misión. Siguiendo el ejemplo de María, «mujer euca-rística», la comunidad cristiana ha de vivir este misterio. Consolidada por el pan de vida eterna, ha de ser presencia de luz y de vida, fermento de evangelización y de solidaridad» (17-10-2004). La Eucaristía es «fuente y cumbre de la vida cris-tiana, sacramento y sacrificio, banquete pascual y presencia permanente del Señor entre nosotros; signo de esperanza y urgencia en la práctica del amor fraterno y de la misión evangelizadora de la Iglesia» (Juan Pablo II).

«Nada mejor tiene la Iglesia para celebrar, adorar y para vivir el misterio de Cristo que la Eucaristía: anuncio de esperanza, alimento para un pueblo nuevo, escuela permanente donde se aprende la más grande de las lecciones del Maes-tro: el amor entre hermanos. Viático de la Iglesia

peregrina que en la mesa eucarística anticipa ya la fiesta de las bodas de Cristo con su Iglesia» (Juan Pablo II). Sagrada liturgia que termina con el envío de los que han participado, para que comu-niquen a sus hermanos, con hechos y palabras, lo que han visto y oído en la celebración.

En la Eucaristía celebrada es el mismo Hijo de Dios el que se entrega por nosotros y por todos; es la Iglesia quien ha preparado el altar para que en él sea Cristo sacerdote y víctima. Es el sacrifi-cio pascual en el que el Cordero inmolado («vere passum inmolatum») es el Hijo de Dios vivo. Es Jesucristo quien nos ha reunido y sentado a la mesa de la Palabra, a la mesa de la Eucaristía, para encender en nosotros el fuego de la cari-dad. Y, «¿no ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino?» (Lc 24,32).

La Eucaristía crea y educa para la comunión. «Es el lugar privilegiado donde la comunión es anunciada y cultivada constantemente. A través de la participación eucarística, el día del Señor se convierte también en el día de la Iglesia, que puede desempeñar así, de manera eficaz, su papel de sacramento de unidad» (Juan Pablo II).

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La Eucaristía es fuente y epi-fanía de comunión. Es prin-cipio y proyecto de misión. Siguiendo el ejemplo de María, «mujer eucarística», la comunidad cristiana ha de vivir este misterio. Con-solidada por el pan de vida eterna, ha de ser presencia de luz y de vida, fermento de evangelización y de solidari-dad»




III.- Los cristianos y el sentido

sinfónico de la Eucaristía

La misa está en el corazón de la comunidad cristiana. La belleza de cada misa es la belleza de Cristo en nuestra vida.

La Eucaristía crea y educa para la comunión. «Es el lugar privilegiado donde la comunión es anunciada y cultivada constantemente. A través de la participación eucarística, el día del Señor se convierte también en el día de la Iglesia, que

puede desempeñar así, de manera eficaz, su papel de sacramento de unidad» (Juan Pablo II).

Los cristianos deberíamos tener un claro sentido sinfónico. La Eucaristía dominical tiene un gran parecido a lo que sucede en la ejecución de las grandes obras sinfónicas. Instrumentos distintos, cada uno con su timbre, su tesitura, sus momentos de intervención, sus momentos de silencio… y un director que lo conjunta todo. Es muy importante la armonización perfecta de cada uno de los actores de la celebración, para que la intervención de unos no vaya en detri-mento de los demás (el celebrante, el organista, los lectores, la coral…etc.). En la orquesta sinfónica unos tocan el violín, otros el contra-bajo, otros el metal o el viento; no a todos se les encarga el sonido más brillante de las trompetas. Pero todos, bajo la batuta del director, contribu-yen a la versión creativa de una única sinfonía. Lo mismo pasa en la coral: no todos pueden pretender ser tenores, para ser más oídos. Deben respetar el ritmo y la tonalidad del canto común, no siempre llevando la melodía principal, sino, a veces, el contrapunto más humilde.

En la liturgia deberíamos sonar todos en la misma clave. Las notas suenan distintas, cambian de nombre, significan cosas distintas según en la clave que estén escritas. Así pasa también en la Eucaristía: unos podemos estar en clave de sol, otros en clave de fa, otros en clave de do, es decir, podemos celebrar en clave individual o colectiva, personalista o comunitaria, en clave de sintonía con la Iglesia o al margen de la Iglesia… Sinfonía de la unidad de la Iglesia que se extiende de Oriente a Occidente.

La liturgia, como la Iglesia,nos precede

A través del canto participamos y entramos en aquello que nos precede. Cantar en la Iglesia es cantar con la Iglesia. La liturgia nos precede lo mismo que nos precede la Iglesia, dimen-sión ésta todavía no vivida en profundidad. El canto litúrgico nos ayuda a sentirnos herederos,

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La Misa más grandiosa1

Gracias, Dios mío, por tu invitacióna celebrar la Misa más grandiosa

del cielo y de la tierra.

El mar nos ofrecía su mantelcon el bordado encaje de sus playas.

Las montañas, los bosques y los prados,sus fl ores y fl oreros.

El sol y las estrellas y la lunalos cirios encendidos de su Pascua.

El canto de los pájaros y el sonde los ríos, su coro más grandioso.

Y las nubes, su incienso en la gloriosabóveda de los cielos, bendecida

por la aspersión preciosa de una lluviacanonizada por el arcoiris...

Y Tú, Señor, el Panpartido y repartido y compartido.

Tu mesa relucía en la llanurainmensa de la Historia, conducida

por tu Padre en el ritmo del Espíritu.

Aquí y ahora y siemprey por los siglos de los siglos, hoy

te alabamos y glorifi camos.Mara na tha. Amén. Alleluia!2

1 RAFAEL ALFARO, Salmos desde la noche, CCS Madrid 1994, 103-1042 ¡Cómo nos recuerda este poema de R. Alfaro a la Misa sobre el mundo de Pièrre Teilhard de Chardin!



protagonistas, agentes, destinatarios, pero no inventores.

¡ Q u é h e r m o s a bienaventuranza nos transmite el músico y escriturista francés L. Deiss: «Dichosa la comu-nidad que tiene la alegría como rúbrica princi-pal de su liturgia. Que, cuando celebra la Palabra, vuelve a encontrar el rostro de Cristo resucitado en cada página de la Biblia. Que, cuando comparte el pan y el vino de la Eucaristía, comparte al mismo tiempo el amor entre hermanos y hermanas. Que, para presidir su celebración, tiene un sacerdote no para que la domine, sino para que la sirva como un hermano» (La Misa, su celebración explicada. Ediciones Pau-linas. Madrid 1990, pp. 132-133).

Sus ojos se abrieron y le reconocieron.

Se puede haber convivido con el Jesús de la his-toria; se pueden tener costumbres venerables (expresiones populares de culto, procesiones de toda la vida, etc. etc.); se puede creer en Jesús como en un gran profeta, poderoso en obras y palabras; se puede dialogar con él e incluso amarle, sin reconocer su verdadera identidad. Pero al sentarse a la mesa, pronunciar la bendición, tomar el pan, partirlo, romperlo y distribuirlo, sus ojos se abrieron y le reconocieron. Después Jesús desapareció, para dar la oportunidad de la fe.

La metodología de la fe que Jesús siguió con los discípulos de Emaús, fue: primero una larga explicación de la Escritura, una hermosa cate-quesis bíblica, que les sirviese de preparación para calentar el corazón; y después una partici-pación en la Eucaristía para que viesen que no estaba muerto, sino que vivía en medio de ellos.

La belleza de la Eucaristía está no en apagar la sed de la presencia de Dios, sino en aumentarla y hacerla cada vez más ardiente. Y «¿no ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino?» (Lc

24,32). Su belleza está en la unión de los hermanos y la unión de los corazones levantados, en el grito que resuena del sursum corda!, ¡levantemos el corazón! Y san Agustín, en los Soli-loquios, comenta: «La vida entera de los cristia-nos auténticos, consiste en levantar el corazón (sursum

corda!). ¿Qué significa “¡levantar el corazón!”. Que significa poner la esperanza en Dios, no en ti; pues tú estás abajo, mientras que Dios está arriba. Si depositas tu esperanza en ti mismo, tu corazón está abajo, no en lo alto. Por eso, cuando escuchéis al sacerdote decir: “Levantemos el cora-zón”, responded: “Lo tenemos levantado hacia el Señor”. Esforzaos para que sea verdadera vuestra respuesta» (San Agustín).

Gozando y orando con la Plegaria Eucarística.

Lo primero que nos encontramos en la Plegaria Eucarística son los poemas líricos de los prefacios. Cantar los prefacios el Domingo, día del Señor y Señor de los días, como cantarlos los días feriales pone de manifiesto y realza en la liturgia el cris-tocentrismo del tiempo “Ordinario”. Para los días feriales, como en las misas que carecen de prefacio propio y no deben tomar un prefacio del tiempo, contamos con nueve del prefacio común, entre los que se destacan por su claro cristocentrismo: «Cristo, huésped y peregrino en medio de noso-tros» (Pref. común VII) y «La gloria de Dios es el hombre viviente» (Pref. común IX).

Después de levantar el corazón y dar gracias en el diálogo introductorio viene el cuerpo del prefacio mismo en el que encontramos una teología profunda sobre la acción de gracias. El prefacio nos adentra en el corazón de la Eucaris-tía: en la plegaria eucarística. Sus textos bien pueden servirnos a los sacerdotes como guión para la homilía. Veamos algunos ejemplos:

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«Hoy tu familia reunida en la escucha de tu Palabra y en la comunión del pan, único y par-tido, celebra el memorial del Señor resucitado mientras espera el Domingo sin ocaso en el que la humanidad entera entrará en tu descanso» (Pref. Dominical X del T. O.: El Día del Señor).

«Porque nos concedes en cada momento lo que más conviene y diriges sabiamente la nave de tu Iglesia, asistiéndola siempre con la fuerza del Espíritu Santo... » (Pref. Dominical IX del T. O: La Iglesia).

Jesús, como Buen Samaritano que se acerca a toda persona que sufre en su cuerpo o en su espíritu, es la Eucaristía y la Caridad (Prefacio Común, VIII: El Buen Samaritano): «Porque Él, en su vida terrena, pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal. También hoy, como buen samaritano, se acerca a todo hombre que sufre en su cuerpo o en su espíritu, y cura sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza».

El Prefacio es un poema lírico, escrito en prosa ritmada, que termina transformado en «alabanza cósmica»: unidos a los ángeles y a los santos cantamos a una voz. El Prefacio es como la escala que nos eleva y nos introduce en una región superior. Toda esta plegaria tiene un sentido ascendente, progresivo, hasta que llega a su «climax» final en la aclamación-himno del Santo. El Prefacio es una oración que litúrgica y literariamente encuentra en el canto su plenitud expresiva: el lirismo del texto, su nobleza lite-

raria, su emotividad, encuentran en el recitado melódico su mejor forma de expresión y belleza.

La mesa del Señor alegra el corazón

¡Qué aprisa cae la tarde y viene la noche mien-tras las tinieblas se van extendiendo sobre el mundo! Y, entre tanto, yo te digo, Señor mío, que ardo en sed de ti y en hambre de tu trigo. Que vengas a mí y te sientes a mi lado en mi mesa porque ando desconsolado.

La mesa del Señor alegra el corazón ¡Dichosos los invitados a la mesa que alegra el corazón! Su pan es Pan de vida, Pan del camino para la Iglesia que peregrina por este mundo; es el pan de los Ángeles, hecho alimento para los caminantes (factus cibus viatorum), pero también es el auténtico Pan de los hijos (vere Panis filiorum), de los hijos que nunca han perdido o vivido indig-namente su condición filial de Hijos de Dios; es Pan de los peregrinos, Pan de los fuertes. Su vino alegra el camino y enardece el corazón.

Porque ardo en sed de tiy en hambre de tu trigo,ven, siéntate a mi mesa,bendice el pan y el vino.

¡Qué aprisa cae la tarde!¡Quédate al fi n conmigo!

(Ernestina de Champourcin)

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¡Qué aprisa cae la tarde y viene la noche mientras las tinieblas se van extendiendo sobre el mundo! Y, entre tanto, yo te digo, Señor mío, que ardo en sed de ti y en hambre de tu trigo. Que vengas a mí y te sientes a mi lado en mi mesa porque ando desconsolado.



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Porque ardo en sed de ti y en hambre de tu trigo la comunidad cristiana te pide: Ven, siéntate a mi mesa, bendice el pan y el vino. La bienaventuranza ¡Dichosos los invitados a la mesa que alegra el corazón! nos sugiere la bienaven-turanza bíblica del Apocalipsis 19,9: «¡Dichosos los invitados a las bodas del Cordero!» Mientras esperamos un nuevo amanecer lleno de luz, la comunidad ora:¡Quédate al fin conmigo!

«Servid el pan y el vino, vendrá Jesús.La tarde está cayendo sobre Emaús.

Poned la mesa grande porque El vendrácon todos los que cruzan la oscuridad

y buscan el camino de la verdad».

(P. Zabala Lana)

El encuentro con Jesús nos hace arder, nos hace descubrir lo que buscábamos en lo más profundo de nuestro ser. Hay momentos en que se manifiestan nuestros más profundos deseos.

La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y alimento para los débiles (EG 47). Por tanto, que el pobre, el siervo, el humilde, el necesitado se acerque a la mesa del Señor a comer su Pan sobre el altar del mundo.

El don de la misión lo recibimos como don de la fe en la comunión y unidad de la Iglesia. Es Cristo el que nos llama por caminos distin-tos y desde situaciones diversas, y nos convida a sentarnos a su mesa, a ser sus huéspedes y a comer su pan. No despidamos a nadie con las manos vacías. No impidamos a nadie sentarse a la mesa por no saber usar los cubiertos adecua-dos. ¡La mesa puesta está! ¡Vamos peregrinos a participar!

«Señor, enséñame cómo llegar hasta ti… Enséñame ese camino, muéstramelo, y dame fuerzas para el viaje». Encontrar en el extravío a nuestro Rescatador, no es únicamente salir de una situación de la dificultad, es la providencial ocasión de encontrar el Amor de nuestra vida. La vida que supera nuestras muertes.

«Quédate con nosotros,porque atardece y el día va

de caída» (Lc 24, 29).

¡Qué fantástico es descubrirse, no sólo necesi-tado, sino enamorado de Jesús y de toda la belleza divina que en Él se manifiesta. Ahí nace el ansia eucarística. Ahí se inicia la Eucaristía del atardecer. «¡Siéntate a mi mesa, bendice el pan y el vino!». Que los afanes del mundo no nos impidan el encuentro tranquilo que el amor requiere. «¡Ven, siéntate a mi mesa!» y tengamos un encuentro amoroso. Un diálogo profundo de Tú a tú. Sin prisas ni agobios. Compartiremos el pan y el vino y mañana andaremos de nuevo, juntos, la jornada.

¡El Señor va a pasar! y lo reconoceremos no tanto en los sucesos extraordinarios cuanto en el susurro de la brisa suave. Él se manifiesta más en el silencio que en el ruido, más en la pequeñez que en la grandiosidad, más en lo sencillo que en lo aparatoso. En cada Eucaristía se nos invita a ser brisa para los demás y no fuego, ni terremoto, ni huracán.

El hombre moderno busca nuevos caminos de felicidad y se olvida con frecuencia del Camino. Caminamos, peregrinos, sedientos de paz y nos olvidamos de la Paz. Con frecuencia nos olvida-mos del Divino Caminante y perdemos las hue-llas del camino, recorriendo sendas de perdición y rutas que no llevan a ninguna parte:

¡Quédate con nosotros, tus hijos, oh divino Jesús!te decimos lo mismo que un día los dos de Emaús.No te vayas, Jesús, que anochece y se apaga la fe.

Que las sombras avanzan, Dios mío, y el mundo no ve!

(L. Iruarrízaga, 1891-1927).

¡Con qué rapidez se abandona la fe y la perte-nencia explícita a la Iglesia! ¡Y cuántos esfuerzos se han llevado a cabo para sembrar la fe y el amor a la Iglesia, para que las tinieblas abandonen al creyente y se haga de día en él!



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Ora

«¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo encuentres desnudo en los pobres, ni lo honres aquí en el templo con lienzos de seda, ni al salir lo abandones en su frío y desnudez. Porque el mismo que dijo: “esto es mi cuerpo”, y con su palabra llevó a realidad lo que decía, afi rmó también: “Tuve hambre y no me disteis de comer”, y más adelante: “Siempre que dejasteis de hacerlo a uno de estos pequeñuelos, a mí en persona lo dejasteis de hacer” [...]. ¿De qué serviría adornar la mesa del Señor con vasos de oro, si el mismo Cristo muere de hambre? Da primero de comer al hambriento, y luego, con lo que te sobre, adornarás la mesa de Cristo» (San Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Evangelio de Mateo, 50, 3-4: PG 58, 508-509).

«Cuando enseñes, obispo, exhorta al pueblo y persuádele de reunirse en la iglesia. Que no falte, que sea fi el a reunirse y que nadie disminuya a la Iglesia no yendo y privando al Cuerpo de Cristo de uno de sus miembros... No os menospreciéis a vosotros mismos y no privéis a nuestro Señor de sus miembros; no desgarréis ni disperséis su cuerpo; no pongáis vuestros asuntos temporales por encima de la Palabra de Dios, sino, por el contrario, en el día del Señor abandonadlo todo y corred aprisa a vuestras iglesias. ¿Qué excusa tendrá ante el Señor el que en ese día no participa de la asamblea para escuchar la palabra de salvación y nutrirse del alimento divino que permanece eternamente?» (Didascalía de los Apóstoles, II, 59).

1. «Que bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche» (San Juan de la Cruz).2. El Cuerpo y la Sangre de Cristo son manjar para un pueblo que está en camino.3. ¡Qué maravilla que pueda comer al Señor, el pobre, el siervo y el humilde!4. ¿«Cuál dará mayor asombro, si el traerte yo en el hombro o el llevarme tú en el pecho»?(Luis de Góngora).

«Te seguimos, Señor Jesús,pero, para que te sigamos, llámanos,porque sin ti nadie avanza.Que sólo tú eres el camino,la verdad y la vida.Recíbenos como un caminoacogedor recibe.Aliéntanos como la verdad alienta.Vivifícanos, puesto que tú eres la vida»(San Ambrosio).



INSTITUTO SAN GABRIEL

Los Gabrielinos somos seglares que, permaneciendo en el pro-pio ambiente familiar y laboral, procuramos vivir en plenitud los compromisos del Bautismo a través de la práctica de los con-sejos evangélicos en el Instituto San Gabriel. O sea que somos laicos consagrados. Estamos bajo la protección de san Gabriel Arcángel –de ahi nuestro nombre de “Gabrielinos”–, Patrono de los medios de comunicación por ser quien anunció la mejor no-ticia de toda la historia: la Encarnación. Vivimos acompañados y orientados, pero con mucha libertad de iniciativa, por la Socie-dad de San Pablo, de la que somos “obra propia”.

En el espíritu de la Iglesia y según el carisma espiritual y apostó-lico que nos ha transmitido nuestro Fundador, el P. Santiago Al-berione, testimoniamos y difundimos el mensaje de Jesucristo a los hombres de hoy con los medios de hoy, sirviéndonos de la profesión laboral que tenemos y de nuestras actividades apos-tólicas en nuestros ambientes y circunstancias. Nos comprome-temos a ser, en medio de la sociedad actual, “luz”, “sal” y “leva-dura” allí donde nos encontremos. A esta fi nalidad se orienta también nuestra oración.

Estamos presentes, entre otros países, en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Corea, Ecuador, España, Filipinas, Italia, Méxi-co, Panamá, Perú, Portugal, Estados Unidos y Venezuela.

Nuestro Instituto está abierto a todo joven célibe que sienta el deseo de entregar al Señor sus energías físicas, intelectuales y espirituales “para colaborar en la salvación de la humanidad”, como decía nuestro Fundador.

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Son cerca de 190 páginas las que contienen los seis capítulos de la segunda encíclica del santo padre, antecedida por la que publicó “a dos manos” en junio de 2013 con el papa emérito Benedicto XVI y que

lleva por título Lumen fi dei o “La luz de la fe”.Para amenguar algunas críticas de quienes se han sentido aludidos frente a la firmeza del papa, cabe

resaltar que la Santa Sede insiste que no se trata de una encíclica “verde” al estilo de un discurso ambien-talista o de antesala a una campaña de sensibilización mundial. No, sino que más bien estamos ante una nueva iluminación y respuesta a un problema específico, por medio de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI).

Ya lo decía san Juan Pablo II en la Centesimus Annus: «La DSI no debe considerarse como una teoría, sino, por encima de todo, un fundamento y un estímulo para la acción».

Continuidad y tradición

Visto esto, tampoco nos encontramos frente a un “Papa ecológico” que de un momento a otro se suma a otras voces para salvar el planeta y lo que allí habita, provisto de una especie de ropaje que se usa y se deja de lado antes y después de una emergencia o un desastre natural.

Muy por el contrario, Francisco ha ejercido en este documento su autoridad para sumarse a la larga tradición del magisterio pontificio sobre el tema, y hacer una llamada a la conciencia de la humanidad▶

El pasado 18 de junio fue presentada la última encíclica del papa Francisco, titulada Laudato si’, que traducido al español signifi ca “Alabado seas”. Son las palabras iniciales del famoso Cántico de las Criaturas que según las fuentes franciscanas, habría sido una inspiración del mismísimo san Francisco de Asís para elevar loas a Dios por todo lo creado.

UNA LLAMADA A PROTEGER

LA CASA COMÚNLa encíclica Laudato si’

enriquece el magisterio social

José Antonio Varela Vidal



como líder de una de las religiones mayoritarias que ha velado siempre, con acción y reflexión, en el cuidado de la “casa común”.

Es así que en las enseñanzas de los anteriores pontífices encontramos una continuidad que vienen marcando un camino por donde transitar.

A través de la primera encíclica dirigida a “los hombres de buena voluntad” llamada Pacem in terris (1963), el santo papa Juan XXIII abordó el tema en medio de un mensaje que invocaba a la paz.

Le sigue el beato Pablo VI, quien en la encíclica Octogesima adveniens, de 1971, y en un aplaudido dis-curso ante la FAO un año antes, ya había advertido de una «catástrofe ecológica», mientras hacía una invitación urgente a favor de «un cambio radical en el comportamiento de la humanidad».

Francisco menciona también en su encíclica la honda preocupación de san Juan Pablo II reflejada en varios de sus documentos, como fue la Redemp-tor hominis, de 1979, o la ya citada Centesimus annus donde fue enfático: «El cuidado del medio ambiente constituye un desafío para la entera humanidad: se trata de un deber, común y universal, de respetar un bien colectivo, destinado a todos (40)».

Y hace pocos años, Benedicto XVI abordó fron-talmente el tema en un discurso al Cuerpo diplomá-tico acreditado ante la Santa Sede en 2007, a quienes invitó a «eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente».

Dentro de su esfuerzo de con-vocatoria mundial por “el cuidado de la casa común” que atraviesa toda la encíclica, el sumo pontí-fice cita entre otros, al patriarca ecuménico de la Iglesia ortodoxa, Bartolomé I, quien en diversos discursos ha formulado llamadas al cambio. En una de ellas invoca a un “arrepentimiento” por el modo en que la humanidad daña el planeta.

FRANCISCO

LAUDATO SI’Sobre el cuidado de la casa común

C A R TA E N C Í C L I C A D E S . S . F R A N C I S C O

10 Laudato si PORTADA.indd 1 15/06/15 01:37

Francisco ha ejercido en este documento su autoridad para su-marse a la larga tradición del ma-gisterio pontifi cio sobre el tema, y hacer una llamada a la con-ciencia de la humanidad como líder de una de las religiones mayoritarias que ha velado siem-pre, con acción y refl exión, en el cuidado de la “casa común”.

Cabe resaltar que uno de los textos citados fue expuesto por el también patriarca de Constantinopla durante el Día de Oración por la protección de la creación, que desde este año ha sido instituido por Francisco para que se celebre a nivel mundial el 1 de setiembre, la misma fecha en que lo viene haciendo durante años la Iglesia ortodoxa.

Los escritos de los santos Francisco de Asís, Buenaventura, Basilio Magno y Tomás de Aquino, así como los diversos mensajes de los foros mundiales y de los episcopados de todos los continentes han enriquecido las enseñanzas de la Laudato si’. A esto hay que sumar las citas contenidas de Dante Ali-ghieri, Romano Guardini, del filósofo Paul Ricoeur y hasta del poeta místico islámico Ali Al-Kawwas, con quienes se ha identificado el papa.▶



El bien común como tarea

A la encíclica de Francisco debemos acercarnos con la convicción de que el cambio climático se ha convertido en una problemática global, que puede desencadenar graves consecuencias de tipo ambien-tal, social y económico para las naciones.

Los seis capítulos que conforman el documento parten describiendo los descubrimientos científicos más recientes en materia ambiental, así como los varios aspectos de la actual crisis ecológica (Cap. 1).

Para iluminar lo expuesto en la primera parte, el santo padre describe muy bien los relatos de la Biblia, en los cuales se puede distinguir la tradición judeo-cristiana de respeto a la creación y la plenitud que alcanza lo creado con Jesucristo (Cap. 2).

El documento llama las cosas por su nombre cuando reconoce con gratitud la contribución de la tecnología al mejoramiento de las condiciones de

vida en el planeta; pero advierte que quienes tienen el poder económico para utilizarlo podrían ejercer un falso dominio sobre la naturaleza y explotar a las personas y a las poblaciones más débiles (Cap. 3).

En sus páginas encontraremos que la propuesta central del papa es una “ecología integral” como nuevo modelo de justicia social, donde el ser humano recupere su centralidad (antropocentrismo) en este mundo y mejore también sus relaciones con lo creado (Cap. 4).

Con un ánimo propositivo, el sucesor de Pedro pregunta a los lectores: ¿Qué podemos y debemos hacer? Descarta los excesivos análisis y declaraciones a fin de invocar nuevas propuestas que surjan de un debate “honesto y transparente”, para que los inte-reses particulares o las ideologías no afecten al bien común (Cap. 5).

Finalmente, hay una clara invitación a una “con-versión ecológica” que lleve a la humanidad y a sus▶

Con un ánimo propositivo, el sucesor de Pedro pregunta a los lectores: ¿Qué podemos y debemos hacer? Descarta los excesivos análisis y de-claraciones a fi n de invocar nuevas propuestas que sur-jan de un debate “honesto y transparente”, para que los intereses particulares o las ideologías no afecten al bien común (Cap. 5). Francisco junto a Bartolomé I, Peres y Abbas plantando árbol por la paz.

A la encíclica de Francisco debemos acercarnos con la convicción de que el cambio climático se ha conver-tido en una problemática global, que puede desencadenar graves conse-cuencias de tipo ambiental, social y económico para las naciones.



Resina, 1 • 28021 MadridTel.: 917 987 426 / 427 • Fax: 915 052 050 [email protected] • www.sanpablo.es

CALENDARIO DE PARED DEL PAPA FRANCISCO

6 €

ENERO FEBRERO MARZO

ABRIL MAYO JUNIO

JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE

OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE

industrias, a otro estilo de vida que “rediseñe” hábi-tos y comportamientos, llegando a proponer virtu-des como la responsabilidad y la sobriedad (Cap. 6).

A modo de epílogo, Francisco propone dos ora-ciones: «una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador omnipotente», y otra «para que los cristianos sepamos asumir los compro-misos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús».CP

El documento llama las cosas por su nombre cuando reconoce con gra-titud la contribución de la tecnología al mejoramiento de las condiciones de vida en el planeta; pero advierte que quienes tienen el poder económico para utilizarlo podrían ejercer un falso dominio sobre la natura-leza y explotar a las perso-nas y a las poblaciones más débiles (Cap. 3).



El santuario de Lourdes está enclavado en los Altos Pirineos franceses. La carretera que enlaza Huesca con Lourdes, una vez que estamos en territorio francés, transcurre salpicada de pueblecitos pequeños

de tejado de pizarra, muy diseminados a lo largo de todo el trayecto. Hay mucha agua, en la provincia cien-tos de lagos, el campo está muy verde; en este departamento francés 15 balnearios usan sus aguas termales con fines curativos. El paisaje es impresionante. Más de sesenta picos alcanzan los 3.000 metros de altura y cuando la nieve se deshace, el agua baja con fuerza creando pequeñas cascadas...

El signifi cado de Lourdes

Invitados por el programa de turismo religioso AVE MARÍA, cuarenta periodistas y agentes de viajes hemos compartido durante un fin de semana mesa y experiencias. Lourdes es una localidad que ha crecido muchí-simo entorno al complejo de los santuarios. Actualmente cuenta con cerca de 16.000 habitantes, y es la segunda población francesa en cuanto al número de hoteles -unos 240-, después de París... Lo primero que llama la atención son sus calles repletas de comercios, regalos, recuerdos; después, cuando verdaderamente haces el intento de conocer el significado intrínseco de Lourdes, la cosa cambia. No en vano el complejo de Lourdes atrae cada año a más de seis millones de peregrinos, siendo, por tanto, uno de los mayores centros de peregrinación del cristianismo.

Así, cualquiera que se acerque al Santuario de Lourdes con apertura de mente -y de corazón- notará un especial estado de gracia en ese lugar. De momento, y para abrir boca, Lourdes es un entrenamiento para la vida, porque en los llamados santuarios (son varios) se palpa la acogida y el servicio al enfermo, al discapacitado, al diferente. Como decía nuestro guía, “no se puede entender Lourdes sin los enfermos”, y esto es una verdad que compruebas -felizmente- a cada paso. Y por esto mismo también es una escuela de humanidad, al mismo tiempo que un lugar donde se da, de una manera espontánea, la conversión o lo que es lo mismo, el encuentro con el que siempre nos ama.▶

AVE MARÍA, DESTINO LOURDES

Victoria Luque

Cualquiera que se acerque al Santuario de Lourdes con apertura de mente -y de cora-zón- notará un especial estado de gracia en ese lugar. Lourdes es un entrenamiento para la vida, porque ahí se encuentra uno con el sufri-miento y con la fe.Lourdes es una ciudad de 16.000 habitantes, crecida en torno al complejo de los santua-rios, que atrae cada año a más de seis millo-nes de peregrinos.



Una niña llamada Bernadette.

Pero entremos en harina. El recinto de Lourdes tiene una extensión de 52 hectáreas. La Gruta y la Basílica de la Inma-culada Concepción, mandada construir por Monseñor Laurence -el obispo que conoce de primera mano las apariciones-, constituyen el santuario original. El complejo incluye, además, las basílicas de Nuestra Señora del Rosario y la de san Pío X. En realidad todo gira en torno a la gruta de Massabielle, lugar en el que María se manifiesta a Bernadette, una niña de 14 años, en 1858: “En la abertura de una roca, llamada cueva de Masse-Viei-lle, vi a una joven. Creyendo enga-ñarme, me restregué los ojos; pero alzándolos, vi de nuevo a la joven, que me sonreía y me hacía señas de que me acercase. La mujer vestía túnica blanca con un velo que le cubría la cabeza y llegaba hasta los pies, sobre cada uno de los cuales tenía una rosa amarilla, del mismo color que las cuentas de su rosario. El ceñidor de la túnica

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LA BIBLIAAlimento

del cristiano

era azul. (...) Tuve miedo. Después vi que la joven seguía sonriendo. Eché mano al bolsillo para coger el rosario que siempre llevo con-migo y se me cayó al suelo. Me temblaba la mano. Me arrodillé. Vi que la joven se santiguaba... Hice la señal de la cruz y recé con la joven... Mientras yo rezaba, ella iba pasando las cuentas del rosario (...). Terminado el rosario, me sonrió otra vez. (...) Aquella Señora no me habló hasta la ter-cera vez”.

Momentos únicos

Paula y Mercedes Salazar son madre e hija. Viven en Chiapas, México. Paula, la madre, tiene ochenta y dos años y es de esas personas que, pese a la edad, aún conserva la vida en los ojos y la sonrisa en la boca. Se regocija al hablar de este viaje a Europa, que ya dura casi tres semanas, y en el que ha visitado Granada y Lourdes. “A mi madre es muy difícil sacarla de su casa, tiene que ser por una causa muy especial, así que todos▶



FÓRMULA “AVE MARÍA”: TREN + ATOBÚS + HOTEL

La fórmula AVE MARÍA combina el uso del tren AVE con los llamados autocares MARÍA. De esta manera, ya es posible pasar un fi n de semana en Lourdes en tan solo cinco horas de viaje, alternando tren y autobús. La combina-ción AVE más autobús es posible para ciuda-des como Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Córdoba y Ciudad Real. Así, el programa AVE MARÍA conectaría estas ciudades con Huesca, Zaragoza o Toulouse. Y de ahí, a Lourdes. Se trata de una iniciativa creada por Renfe-AVE en colaboración con Alosa (la empresa de autocares) y Lourdes Hôtels Services. Este último grupo oferta, además, 5 hoteles de prestigio (Paradis, Helgon, Miramont, Croix des Bretons y Aneto) a poca distancia de los santuarios. El producto, que incluye billetes de ida y vuelta, régimen en pensión completa, seguros, visita al santuario y excursiones opcionales (museos, castillos, bodegas…), tiene precios en torno a 265 euros y estará vigente hasta fi nales de octubre de 2015.

los años proyectamos algún viaje que no pueda recha-zar”. Paula interrumpe a su hija y con palabras entre-cortadas por la emoción, comenta: “Me encanta alabar a Dios, rezar, cantar... hace dos años hicimos una parte del Camino de Santiago, los cien últimos kilómetros a pie para ganar la Compostela. Llevaba mi mochila con algo de comer, agua, ropa limpia y mi bastón. Y resistí los cien kilómetros a pie, gracias a Dios; fue una experiencia imposible de olvidar”.

Este año han estado, madre e hija, en la semana santa de Granada. Después, como regalo sorpresa de su hija, ambas han visitado Lourdes con el programa AVE MARÍA. Ellas hablan del baño en las pisci-nas. Hay que decir que 350.000 peregrinos al año realizan esta experiencia dentro de un camino de conversión interior. El agua en Lourdes tiene un sig-nificado de sanación (María dirá a Bernadette: “Vete a beber y a lavarte en la fuente”) pues a través del agua se han reconocido ya por parte de la Iglesia 69 curaciones inexplicables científicamente; la última, en 2013, recayó en Danila Castelli, una italiana que padecía graves crisis espontáneas de hipertensión.

“En Lourdes lo hemos hecho todo: El Vía crucis, la oración nocturna con las candelas, la misa en la gruta, el baño en las piscinas, todo, todo. Yo pensé, en un principio, que era agua templada, o caliente, pero no, estaba fría. Y cuando mi madre entró en el agua pensé que cogería una pulmonía, pero no, ha dormido perfectamente y está feliz”, comenta Mer-cedes. Paula, la madre, por su parte, apostilla: “Esa noche, después del baño, sentí en la cama mucho calor, y una sensación de bienestar, nada más”.

El santuario de Lourdes tiene además otros momentos fuertes que ayudan a avivar la propia fe, así: la misa en la gruta, las confesiones en la capilla, los Vía crucis (hay dos, uno para los enfermos, y otro para los peregrinos), la misa internacional en la basí-lica de San Pío X, y… la procesión de las antorchas, todos los días a las nueve de la noche, esta última realmente entrañable. Miles de personas de hasta 170 nacionalidades distintas desgranan los misterios del rosario, cada una en su propia lengua, pero todas con-vocadas por una misma persona: María, la madre que conduce al Hijo. Si de un lienzo se tratara, la imagen

de la procesión de las antorchas podría tener estos trazos de color: Candelas, luces. Fluir de gente. Niña con su padre rezando, de la mano. Alzar de las velas. Respetuoso silencio. La imagen de María, en blanco, sobre la oscuridad de la noche. Comunión de lenguas. Padrenuestro. Avemaría. Los ojos al cielo…CP



Los Talleres tuvieron una rápida expansión en América Latina y España. En los dos primeros años se impartieron en más de 15 países.

La acción del Espíritu Santo en la vida y obra del padre Ignacio Larrañaga ha forjado un carisma: Los Talle-res de Oración y Vida (TOV), un don de Dios para la nueva evangelización de la Iglesia en el mundo, porque están siendo una respuesta para el hombre de hoy: por medio de ellos, son cientos de miles de personas las que están recuperando el sentido de la vida y la alegría de vivir, así como su vocación cristiana y apostólica. Descubren la Biblia como fuente de riqueza y vida, e innumerables hogares recobran la concordia y la paz.

Es un servicio humilde, eclesial y provisional –de unos cuatro meses de duración como máximo, según el tipo de taller (si es para adultos, niños o jóvenes), e impartido en sesiones semanales–, donde se aprende a orar siguiendo la metodología experimental propia de un taller. Los talleristas (alumnos del taller), mediante la práctica de diversas modalidades de oración y la meditación de la Palabra, van introduciéndose progresiva-mente en la relación personal con Dios, así como en la oración litúrgica y en la vida sacramental y cristiana.

Los TOV favorecen también la vitalización eclesial, pues uno de los efectos del taller en las personas que los hacen, es el compromiso más activo y decidido en la actividad de las parroquias y en la acción social y caritativa de la Iglesia.

Este servicio está en unos 40 países de América del Norte, Centro y Sur; de África (Costa de Marfil y Camerún); de Asia, (Filipinas y Japón); de Europa (España, Francia, Italia, Reino Unido, Eslovenia, Albania, Suiza), etc. Y es realizado por cerca de 18.000 personas llamadas Guías, que son laicos integrados en la tarea evangelizadora de la Iglesia y que han sentido la vocación a hacer este apostolado, formados en el método de Ignacio Larrañaga y viviendo el carisma de los TOV.

¿Qué haría Jesús en mi lugar?

Jesucristo es, en los Talleres, el principio, el centro y la meta para pensar, sentir, actuar y amar como Él, mediante la constante pregunta en el corazón: “¿Qué haría Jesús en mi lugar?”, que lleva a caminar en todo momento a la luz de su figura y a ser personas orantes y de fe, con el ejercicio también de la sagrada media▶

TALLERES DE ORACIÓN Y VIDA

Los Talleres de Oración y Vida son la obra más importante del padre Igna-cio Larrañaga, para cuyo efi caz funcionamiento escribió dos libros funda-mentales: el Manual del Guía TOV y Estilo y Vida de los Guías, y grabó siete

casetes con la misma fi nalidad.

Un regalo de Dios para la nueva evangelización

Felicidad Izaguirre


Ignacio Larrañaga Orbegozo, sacerdote de origen español de la Orden de Frailes Menores Capuchinos, se refería a sí mismo como el hombre de las puertas abiertas, porque

su vida ha sido ponerse siempre en manos de Dios, en abandono y confi anza para lo que Él quisiera.


hora, -dedicación de media hora como mínimo al día, de encuentro personal y vida íntima con el Padre Dios-.

Los TOV enseñan a conocer al Dios vivo y verda-dero en la experiencia de la oración, a quienes tienen sed de Él, -bien porque no se han acercado a Él lo sufi-ciente, no lo conocen o no se lo han dado a conocer-, propiciando el encuentro personal y la relación con Él.

Así lo explica el padre Ignacio Larrañaga: “Una cosa es la palabra Dios y otra cosa es Dios mismo; una cosa es la palabra amor y otra es el amor. Dios no es un conjunto de palabras enhebradas con una lógica interna. Dios es una persona y a una persona se la “conoce” tratándola, es un conocimiento expe-rimental y personal que supera todo conocimiento”. Y esta experiencia se adquiere en la oración.

“Aprender a orar para aprender a vivir”; “La ora-ción transforma las vidas”; “Del encanto de Dios al encanto de la vida”, son algunas de las expresiones que definen los efectos de los TOV. Su sitio en inter-net es www.tovpil.org., donde se informa también de otros servicios TOV, como cursos matrimoniales, bíblicos, charlas y jornadas de Evangelización y el Encuentro de Experiencia de Dios.

En definitiva, los Talleres de Oración y Vida han quedado consolidados como un medio para llevar la alegría y la liberación de Dios; para la reconciliación personal con la propia historia de cada uno y con Dios. Miles de testimonios hablan de su eficacia, cientos de los cuales fueron presentados cuando los TOV fueron reconocidos y aprobados por la Santa Sede en 1997 y confirmados, según Decreto de Aprobación dado por el Consejo Pontificio para los Laicos el 4 de octubre de 2002, como Asociación

Privada Internacional de Fieles de Derecho Pontifi-cio, con personalidad jurídica.

El hombre de las puertas abiertas

Ignacio Larrañaga Orbegozo, sacerdote de origen español de la Orden de Frailes Menores Capuchi-nos, se refería a sí mismo como el hombre de las puertas abiertas, porque su vida ha sido ponerse siempre en manos de Dios, en abandono y confianza para lo que Él quisiera. A su paso por numero-sos países, fue comprobando cada vez con mayor claridad la necesidad de enseñar a orar al pueblo de Dios, porque “con frecuencia la gente queda hambrienta del Dios vivo”, y deseaba ayudar para solucionar esa carencia.

El P. Larrañaga nació el 4 de mayo de 1928 en la ciudad de Azpeitia (Guipúzcoa), y falleció el 28 de octubre de 2013 en México, con 84 años. Fue ordenado sacerdote en Pamplona, y enviado a Chile, en 1959, emprendiendo una obra pastoral inmensa. En 1965 fundó el Centro de Estudios Franciscanos y Pastorales para América Latina (CEFEPAL), y con sus hermanos franciscanos, se vio fuertemente impulsado a comunicar a los laicos la experiencia del Concilio Vaticano II.

En un comienzo, quiso dar charlas de Fraternidad, pero se dio cuenta que era “inútil” hablar de frater-nidad si no se está con Dios y constató que había que empezar por llenar el corazón de Dios. Fue otra puerta que se abrió ante él, por la que entró cum-pliendo la voluntad de Dios. En 1974, en Brasil, inició un método de evangelización llamado “Encuentro de Experiencia de Dios”: seis días de duración, en los que participaban decenas de miles de personas.

Delegó después a matrimonios esta tarea evan-gelizadora, que ha sido realizada en más de 30 países y continúa haciéndose. De hecho, precisamente en estos días en España, del 30 al 31 de agosto y del 1 al 4 de septiembre de 2015, se ha celebrado uno de estos Encuentro de Experiencia de Dios en la Casa de Espiritualidad “Santa María”, en Galapagar (Madrid).▶



De estos Encuentros, surgieron los Talleres de Oración y Vida, en 1984. Una persona se acercó al padre Ignacio y le dijo: Padre: ¿por qué no armamos algo para llevar esto a la gente que no tiene posi-bilidad de asistir a los Encuentros y quiere orar? Y de ahí esto pren-dió de tal forma que verdadera-mente se podía reconocer como un “nuevo Pentecostés”: una respuesta para las necesidades del hombre de hoy que busca a Dios.

Los Talleres de Oración y Vida son la obra más importante del padre Ignacio Larrañaga, para cuyo eficaz funcionamiento que escribió funcionamiento escribió dos libros fundamentales: el Manual del Guía TOV y Estilo y Vida de los Guías, y grabó siete casetes con la misma finalidad. Los Talleres tuvieron una rápida expansión en América Latina y España. En los dos prime-ros años se impartieron en más de 15 países.

El padre Ignacio Larrañaga es autor de 16 libros –publi-cados prácticamente todos en SAN PABLO– que han alcanzado numerosas ediciones y que han sido traducidos a diez idiomas: Muéstrame tu Rostro, El silencio de María, Sube conmigo, Del sufrimiento a la paz, El hermano de Asís, El pobre de Nazaret, Encuentro, Transfi gura-ción, Salmos para la vida, Itinerario hacia Dios, El sentido de la vida, El matrimonio feliz, La rosa y el fuego, El arte de ser feliz, Las fuerzas de la decadencia, Dios Adentro.

Está considerado como uno de los autores de mayor difusión de literatura religiosa y de autoayuda.

Ignacio Larrañaga: Un profeta de nuestro tiempo

Purificación Tascón Díez es una de las coordinadoras nacionales de TOV en España, donde hay unos 350 Guías. En Pentecostés se celebra el Día anual del Guía, que este año coincidió precisa-mente con el estreno de la pelí-cula sobre la vida y obra del padre Ignacio Larrañaga, titulada Un profeta de nuestro tiempo.

“El Señor ha estado grande con nosotros, estamos alegres. Pensamos que es un servicio que le es agradable, que está contento con nosotros. La asistencia del Espíritu Santo es muy fuerte y nos estamos dando cuenta que padre Ignacio nos está prote-giendo”, afirma Purificación, que asegura que “es una espiritualidad que te cambia la vida. Haces una evangelización a la gente y ves que aquellos problemas que tenían las personas se van supe-rando”.

“Para un Guía –añade–, lo más importante es vivir tu vida desde Dios, desde esa presencia amorosa y envolvente que te deja enamorado. La vida cambia total-mente. Sí, hay dificultades, pero valen la pena Dios y sus cosas, y trabajar por su reino siguiendo a Jesucristo, que es la imagen per-fecta del Padre, nuestra referencia de verdad”.CP

www.sanpablo.es/musicadigital

Música digital SAN PABLO

y muchos más

“Aprender a orar para aprender

a vivir”



María, modelo para la nueva evangelización

La Iglesia sigue empeñada en su misión de anunciar el Evangelio a todos los hombres, de llevar adelante la llamada nueva evangelización. En esta misión evangelizadora, de llevar a los demás el bien, la luz o la belleza, debemos contemplar siempre a María como verdadero modelo, es decir, como estrella y camino que nos muestra por dónde tenemos que ir y cómo tenemos que hacer las cosas.

En esta ocasión, y al hilo del evangelio de san Lucas en el que nos narra la visitación de la Virgen a su prima santa Isabel, reflexionamos sobre algunas actitudes esenciales para todo evangelizador. Nos irá bien actualizarlas y ponerlas en práctica, cada día. Nos lo decía el papa Pablo VI en la encíclica Evangelii Nun-tiandi: “En la mañana de Pentecostés, Ella presidió con su oración el comienzo de la evangelización bajo el influjo del Espíritu Santo. Sea Ella la estrella de la evangelización siempre renovada que la Iglesia, dócil al mandato del Señor, debe promover y realizar, sobre todo en estos tiempos difíciles y llenos de esperanza”.

Conocer para amar. Amar para redimir

Dicen, y con razón, que es necesario conocer para poder amar, y que sólo amando de veras podemos ayudar, salvar y redimir. Es, lógicamente, el camino que tenemos que transitar para llevar adelante la nueva evangelización.

Nos dice Jesús, para confirmar la ley que hemos enunciado, que él es el buen pastor y que, como buen pastor, conoce a sus ovejas. Que así son los buenos pastores, conocen a todas y a cada una de sus ovejas; conocen su historia y, también, de qué pie cojean; es decir, las conocen a cada una por su nombre…

No se puede evangelizar desde el anonimato y en la distancia psicológica. Es necesario conocer a aquellos a quienes queremos hacerles el bien y llevarles la luz y la salvación. Como los buenos pastores, también los buenos evangelizadores procuran conocer a los que quieren ayudar y hacerse cargo de su vida y problemas.

María es estrella y camino, verdadero modelo, de ese estilo evangelizador que pasa por el conocer bien a las ovejas. Ella, antes de salir de casa, interiorizó en su corazón la verdad y los problemas de su prima, pensó en ella y pensó muchas veces, se hizo cargo de lo que estaba viviendo y de lo estaba necesitando: la ayuda y compañía de alguien. María nos enseña a pensar y orar por aquellos a los que queremos evangelizar, a hacer nuestros los problemas y necesidades de los demás.▶

“María se puso en camino hacia la montaña, a una ciudad de Judá” (Lc 2,39).

Páginas evangélicas

MARÍA, ESTRELLA Y CAMINO PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

Pedro Moreno



Se puso en camino y lo hizo con decisión y premura

El evangelio nos recuerda que para sembrar el trigo de la Palabra hay que salir al campo y salir cada mañana. El Señor nos lo dejó como mandato priori-tario y decisivo, antes de subir al cielo: id al mundo entero y predicad el evangelio…

Se trata de un mandato siempre apasionante y siempre urgente, un mandato que tenemos que cum-plir con ilusión, fervor y alegría, llevando nosotros la luz que queremos dar, el Evangelio y el bien que queremos ofrecer… Porque nadie da lo que no tiene.

María es el modelo; ella es la estrella y el camino que nos enseña a salir de nuestra casa y nuestro interés para ponernos en camino hacia la casa y la vida de los demás. Con Palabras de Pablo VI hay que recordar que la evangelización no se puede hacer a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino decididos y llenos de entusiasmo. Salir y salir como María…

Al ir, iban llorando…

Eso dice el salmista de los labradores que siembran sus campos. Detrás de esas lágrimas están todos los traba-jos de los labradores para preparar los campos, a veces con mucho dolor y sufrimiento, derramar las semillas, siempre con temor y temblor, y cuidar la sementera, con otros mil esfuerzos y fatigas, hasta la hora de las espigas y cosechas, hasta la hora de volver cantando.

La evangelización pide esfuerzos y lágrimas, no se puede hacer sin dificultad. Nos lo recordaba Benedicto XVI con estas palabras: “estáis entre los protagonistas de la nueva evangelización que la Iglesia ha empren-dido y lleva adelante, no sin dificultad, pero con el mismo entusiasmo de los primeros cristianos…”.

María se nos muestra también como modelo de lucha y superación de toda dificultad a la hora de evangelizar. Ella hizo el camino hacia la montaña, hacia el encuentro con Isabel, con determinación, ciertamente, pero también a precio de algunas dudas

y temores, a precio de soledad y cansancio. No olvi-demos la recomendación de Pablo VI: “Conserve-mos la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas…”.

El poderoso ha hecho grandes obras por mí

Es el canto y oración de María al encontrar a su prima en la montaña. María reconoce que todo lo que allí está pasando, el gozo incontenible de su prima Isabel así como el salto de alegría de su hijo en el vientre o su propia y desbordante alegría, son obra de Dios. Es el poderoso el que lo hace todo, el que hace en ella y en su prima las grandes maravi-llas. Es el poderoso el que se ha fijado en ella y la ha colmado de gracia…

La obra de la evangelización es la obra de Dios y de su Espíritu. Él es el amo de la viña y el viñador principal. Él es el que construye la casa y riega los campos, desde el amanecer y hasta la caída del sol. Él es el que hace las grandes obras de la conversión y la evangelización.

Hermosa y urgente lección de María para todos los evangelizadores. Lección de fe y humildad, y lec-ción de esperanza y para la esperanza. No estamos solos nunca: ni en la siembra ni en la siega. Él va con nosotros y Él hace fecunda nuestra tarea; cuida de nosotros y cuida de nuestros sembrados.

Se quedó unos tres meses

Finalmente, María nos enseña a estar y acompañar. Nos enseña a quedarnos junto al necesitado, a hacer camino junto a aquellos a los que queremos ayudar y evangelizar. No basta con la visita rápida y fugaz; hay que gastar o perder tiempo haciendo camino con los demás, al estilo del buen samaritano y el propio Jesús, acompañando a los de Emaús. Aprendamos, pues, a quedarnos y hacer compañía. Que María nos enseñe la pedagogía del acompañamiento.CP



LA EVANGELIZACIÓN Y LA COMUNICACIÓN EN RED:Problemas y oportunidades

Los medios de comunicación ofrecen oportunidades únicas para proclamar, a toda la familia humana, la verdad salvífi ca de Cristo.

P. Juan Carlos Pinto Suárez, SSP

Teniendo en cuenta los aspectos más importantes resaltados en las Jornadas Mundiales de las Comuni-caciones Sociales celebradas desde el año 2000 al 2015, he aquí algunas importantes relaciones entre

la evangelización y la comuni¬cación en red, que considero no despreciables a partir de la lectura y estudio del contenido de los mensajes de las mismas:

• Desde la frase “no podemos callar lo que hemos visto y oído” (He 4,20), nos damos cuenta de que la evangelización tiene un nuevo espacio, el ciberespacio, que la evangelización en la comunicación de la cibercultura y la evangelización con las tecnologías debe tener un impacto en la era digital.

• La Iglesia ofrece la única y definitiva respuesta satisfactoria a las preguntas más profundas del cora-zón humano. Es de primordial importancia, en la tarea evange¬lizadora, adentrarse en la cultura de los medios de comunicación para ayudar a dar respuestas.

• Da la impresión que el mundo de los medios de comunicación es indiferente e incluso hostil a la fe y la moral cristiana. Puede parecer un ambiente tan poco propicio para la evangelización como el mundo pagano. Sin embargo, los medios de comunicación ofrecen oportunidades únicas para proclamar, a toda la familia humana, la verdad salvífica de Cristo.

• En el esfuerzo de los cristianos para hacer frente al desafío de la evangelización, no cabe ignorar el mundo de las comunicaciones sociales. Realmente, los medios de comunicación de todo tipo pueden jugar un papel esencial en el esfuerzo evangelizador y en facilitar a las personas las verdades y los valores en que se apoya y perfecciona la dignidad humana.

• Por tanto, es evidente que aunque internet no puede suplir nunca la profunda experiencia de Dios que sólo puede brindar la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, sí puede proporcionar un suple-mento y un apoyo únicos para preparar el encuentro con Cristo en la comunidad y sostener a los nuevos creyentes en el camino de fe que comienza entonces.

• Internet ofrece amplios conocimientos, pero no enseña valores; y cuando se descuidan los valores, se degrada nuestra misma humanidad y el hombre con facilidad pierde de vista su dignidad trascendente.

• Los medios de comunicación masivos tienen una irrenunciable responsabilidad en este sentido, pues constituyen la escena donde hoy intercambian las ideas y donde los pueblos pueden crecer en el conocimiento mutuo y la solidaridad.▶



• Los agentes de la comunicación, los padres y los educadores, tienen especial necesidad de sabiduría y discernimiento en el uso de los medios de comunicación social, pues sus deci-siones influyen en gran medida en los niños y en los jóvenes de los que son responsables y que, en definitiva, son el futuro de la sociedad.

• Para la evangelización, internet es el primer areópago de los tiempos modernos.

• Los Mensajes de las Jornadas Mundiales de las Comunicaciones Sociales llaman todos los años a los medios de comunicación de hoy a ser responsables. Esta responsabilidad se recalca mucho en la formación adecuada para una correcta utilización de estas moder-nas herramientas.

• Los medios de comunidad deben ser un estí-mulo para sostener y apoyar la vida matri-monial y familiar, para promover y proteger este bien común.

• Muchos piensan que es necesaria una infoé-tica, al igual que existe la bioética en el campo de la medicina y de la investigación científica vinculada a la vida. En este sentido se reco-noce que en las redes sociales con facilidad se alzan voces con tonos demasiado fuertes y conflictivos, además de advertir del riesgo de que prevalezca el sensacionalismo. Por eso, creo sinceramente que las redes sociales necesitan del compromiso de todos aquellos que son conscientes del valor del diálogo, del debate razonado, de la argumentación lógica; de personas que tratan de cultivar formas de discurso y de expresión que apelan a las más nobles aspiraciones de quien está implicado en el proceso comunicativo. El diálogo y el debate pueden florecer y crecer asimismo cuando se conversa y se toma en serio a quie-nes sostienen ideas distintas de las nuestras.

• Las nuevas tecnologías han abierto también caminos para el diálogo entre personas de diversos países, culturas y religiones. La evangelización debe servirse de ella para

aprovechar este amplio acceso a la huma-nidad y sobre todo a la relación virtual por medio del evangelio.

• En la evangelización digital el sacerdote juega un papel importante porque se encuentra como al inicio de una nueva historia, porque en la medida en que estas nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas y cuanto más se amplíen las fronteras del mundo digital, tanto más se verá llamado a ocuparse pastoralmente de este campo, multiplicando su esfuerzo para poner dichos medios al servicio de la Palabra. Le corresponde ofrecer a quienes viven éste nuestro tiempo digital los signos necesarios para reconocer al Señor.

• El compromiso de ser testigos del evangelio en la era digital nos exige estar muy atentos a los contenidos de los mensajes de las JMCS y a aspectos de los mismos que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuán-dola. Debe transfor¬marse en alimento coti-diano y no en atracción de un momento.CP

El compromiso de ser testigos del evangelio en la era digital nos exige estar muy atentos a los con-tenidos de los mensajes de las JMCS y a aspectos de los mismos que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red.


❦ Valencia: Don Antonio Díaz Tortajada

Don Antonio Díaz Tortajada, sacerdote de la Archidiósis de Valen-cia y miembro del Instituto Jesús Sacerdote, ha sido nombrado

por el Cardenal-Arzobispo de Valencia, Mons. Antonio Cañizares, Presidente de la Comisión Diocesana de Religiosidad Popular. Esta Comisión, de reciente creación, está integrada en la Vicaría de Evan-gelización del Arzobispado.

Don Antonio Díaz Tortajada, nacido en Castielfabib (Valencia) en 1947, recibió la ordenación sacerdotal en Valencia en 1973 y ha sido durante los últimos 13 años párroco de Santa María del Mar del Grao de Valencia. Antes lo fue de Nuestra Señora de los Ángeles, de San Maximiliano María Kolbe y de Nuestra Señora del Pilar, todas de la capital valenciana. Actualmente es Párroco de San Mateo, Apóstol y Evangelista, también en la ciudad del Turia.

Don Antonio, que obtuvo la licenciatura de Periodismo en 1978, fundó la emisora católica “Radio Luz de Valencia”. Entre otros cargos, fe redactor de la revista “Vida Nueva” y director y presentador de varios programas en distintas emisoras de radio. Es autor de varios libros.CP

❦ Presentación del libro Comunicarse: cuestión vital

El pasado 2 de mayo, en el Círculo Mercantil de Sevilla, P. Horacio Solís (Valdepolo, León, 1940),

religioso Paulino, ha presentado el último de sus libros, titulado Comunicarse: cuestión vital. “La persona no puede realizarse sin la presencia, el encuentro y la convivencia con los demás” –dijo el autor. Y añadió: “La comunica-ción debe ir llenando todos los vacíos existentes de un bagaje enriquecido de relaciones interpersonales. Es decir, dando sentido a todo cuanto percibe, ve, siente, vivencia. De aquí que comunicarse sea cuestión vital”.

El P. Horacio tiene publicados otros dos libros: Encuentro, yo, tú, nosotros, Ediciones A.F.A., 1989, y La Persona, fi esta sin fi n. Editorial San Pablo, 1996. El autor, a través de sus escritos, nos da ánimos, esperanza y alegría para seguir caminando. A la vez que nos invita a descubrir nuevos horizontes de solidaridad y comunicación.CP


Vida Paulina



ORACIÓN POR LA CANONIZACIÓN DEL BEATO ALBERIONE

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en Cristo Maestro, camino, verdad y vida, te doy gracias con toda la Iglesia por los tesoros de santidad, de luz y de gracia, que has concedido a tu siervo fi el, el beato Santiago Alberione, quien, a ejemplo del apóstol Pablo, ha predicado en Evangelio en todo el mundo con los instrumentos de la comunicación social.

Concédeme la gracia de seguir su ejemplo, y díg-nate glorifi carlo en la tierra para que proteja a todos los que trabajan con esos medios para instaurar el Reino de Cristo. Concédeme también, por su interce-sión, la gracia que ahora te pido…

María, madre y reina de los apóstoles, dígnate apoyar mis súplicas por tu maternal intercesión.

Gloria al Padre…

Se ruega a quien obtenga gracias y favores por intercesión del beato Santiago Alberione, lo comunique al Superior Provincial de la Sociedad de San Pablo. C/. Protasio Gómez, 15. 28027 Madrid.

Estimado lector:

La revista Cooperador Paulino se difunde de manera gratuita al servicio de la evangelización. No obstante, animamos a los lectores, en la medida de sus posi-bilidades, a colaborar con nosotros para hacer frente a los gastos que genera su publicación. La aportación ordinaria es de 10 €. La ayuda que decida aportar puede hacerla efectiva por giro postal o transferencia:

• Por giro postal o por talón a:COOPERADOR PAULINO; Calle Protasio Gómez, 15 - 28027 MADRID

• Por transferencia bancaria a:BANCO SANTANDER CENTRAL HISPANO; Calle Alcalá, 445 - MADRID

Cuenta: ES71 0049 5134 37 2116915646

MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓNLA DIRECCIÓN



❦ Madrid: Jubileos de la Familia Paulina

El sábado 19 de septiembre, a las 18:30 horas, en la Casa provincial de los Paulinos de Madrid, tuvo lugar una solemne eucaristía de acción de gracias con motivo de los jubileos anuales, rindiendo un merecido homenaje a los hermanos y hermanas de la Familia Paulina de España que celebran los 60, 50 o 25 años de profesión religiosa.

Diez hermanos y hermanas han sido los festejados: las Hnas. Rosario Gutiérrez y Rafaela Fornas, de las Hijas de San Pablo, y las Hnas. Manolita Rodríguez y Práxedes Taranilla, de las Pías Discípulas del Divino Maestro, que celebran 60 años de profesión religiosa; el Hno. Bautista García, de la Sociedad de San Pablo, la Hna. Saveria Antonietti, de las HSP, y la Hna. Natividad Pérez, de las PDDM, que celebran 50 años de profesión religiosa; Don Francisco Doménech y Don Francisco Agüera, del IJS, y Dª Mari Muñoz Moreno, del ISVA, que celebran 25 años de profesión religiosa. A todos se les recordó con especial cariño.

El P. Juan Antonio Carrera, Superior Provincial, resaltó en la homilía: “Las celebraciones jubilares nos invitan a dar gracias a Dios por los innumerables dones recibidos. Recordamos hoy a todos los Paulinos, Paulinas y colaboradores laicos que nos han precedido y que han

Vida Paulina

construido nuestra historia, así como a todos los que a pesar del cansancio y del peso de los años, siguen entregando lo mejor de sí mismos al servicio de la misión paulina en España. A nosotros nos toca continuar la historia, afrontando aquí y ahora los desafíos de la nueva evangelización, haciendo de la herencia recibida algo grande para la gloria de Dios y el bien de las almas de nuestros contemporáneos”.CP

El Superior Provincial, P. Juan Antonio Carrera (en el centro), preside la Eucaristía de acción de gracias.

Tres de los festejados: de izquierda a derecha, el Paulino Hno. Bautista García de Mateos; la Anunciatina, Mari Muñoz y la Pía Disçípula del Divino Maestro, Manolita Rodríguez durante la celebración eucarística.

Diversos momentos de la fi esta


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Un acercamiento a la encíclica Laudato si’, del Papa Francisco, para facilitarnos su comprensión y lectura meditada. Los co-mentarios están realizados por seis perso-nalidades comprometidas con la Iglesia y la ecología: Leonardo Boff, Alex Zanotelli, Gaël Giraud, Chiara Giaccardi, Mauro Ma-gatti y Giacomo Costa.

José María Fernández LucioSANTA FAUSTINA KOWALSKA

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Breve biografía de Faustina Kowalska, «la gran apóstol de la misericordia», según el papa Francisco, publicada en el contexto del Año de la Misericordia. Santa Faustina, religiosa polaca que vivió a principios del siglo XX, experimentó numerosas visiones y revelaciones místicas para que difundiera y renovara el culto a la misericordia divina.

José

Mar

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SantaFaustinaowalskaK

26 retratos de bolsillo SANTA FAUSTINA KOWALSKA.indd 1 08/06/15 15:51

Leonardo Boff · Alex Zanotelli · Gaël GiraudChiara Giaccardi · Mauro Magatti · Giacomo Costa

Comentario a la encíclica Laudato si’

Cuidar la madre tierra PORTADA.indd 1 02/07/15 13:45

Resistencia

Dignidady

María Jesús Fernández

Henar Pizarro (eds.)

Compromiso con las víctimas

20 Frontera DIGNIDAD Y RESISTENCIA portada.indd 1 06/07/15 13:45

Pasión de

Jesucristo

D i c c i o n a r i o sS A N P A B L O

05 Diccionario de LA PASION DE JESUCRISTO.indd 1 05/05/15 13:33

El misterio de la cruzL. DÍEZ MERINO – R. RYAN – A. LIPPI (DIRS.), DICCIONARIO DE LA PASIÓN DE JESUCRISTO

San Pablo, Madrid 2015. 1.364 págs., 65 €.

La colección de Diccionarios de San Pablo, prestigiosa por la seriedad y calidad de los títulos y por la cuidada edición y presentación de los mismos, se enriquece con esta visión global y exhaustiva de la Pasión de Jesucristo, misterio central de la fe. Son casi 1.400 páginas que recogen 165 artículos para comprender, desde todas las dimensiones de la ciencia teológica. Nuestra gratitud a la Congregación de la Pasión por esta interesante obra, que interesará no solo a los estudiosos y a los expertos, sino a muchos cristianos deseosos de ampliar sus conocimientos en materia de fe tan fundamental como son los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Álvaro Santos

Juan Pablo García Maestro

nos puedeamorsalvar

Solo el

La actitud del cristianismo ante las otras religiones

14 Proa SOLO EL AMOR PUEDE SALVAR portada.indd 1 08/06/15 12:13


Reseñas


Juan Pablo García MaestroALTERNATIVAS PROFÉTICAS

La pastoral del cambio a partir de Evangelii Gaudium

Paulinas, Madrid. 192 págs.

Juan Pablo García Maestro nos ofrece un proyecto de Teología Pastoral –teología práctica– a partir de la Exhortación apostó-lica Evangelii gaudium del papa Francisco. Esta propuesta es una buena noticia, que inspira un acceso innovador a la praxis pastoral de nuestras Iglesias.

Francisco, papaLA FE DE LA IGLESIA

Ciudad Nueva, Madrid. 152 págs., 13 €

Este libro recoge las 26 catequesis del papa Francisco sobre la fe, pronunciadas en sus audiencias de los miércoles entre abril y di-ciembre de 2013. En ellas recorre el credo, se detiene en el misterio de la Iglesia y se fi ja en María como su imagen y modelo.

Jennifer FulwilerUN ENCUENTRO INESPERADO

Palabra, Madrid. 384 págs., 19,90 €

El autor de esta obra presenta el relato con-movedor de una mujer que, durante toda su vida, estuvo buscando la felicidad y al fi nal la encontró en Dios. Con ello también pudo aprender que para encontrar el ver-dadero sentido de la vida, a veces, hace lata perderlo todo.

Josef SchovanecYO PIENSO DIFERENTE

Palabra, Madrid. 240 págs., 16,25 €

Más allá de sus datos biográfi cos, algunos sorprendentes, Josef nos revela su verdadera personalidad. Se trata de un descenso fasci-nante a un mundo desconocido que hace que reconsideremos lo que creemos que es “normal”.

Nicolás Álvarez de las AsturiasREDESCUBRIR LA FAMILIAPalabra, Madrid. 228 págs., 15,19 €

Contando con la colaboración de trece expertos en diversas temáticas que afectan de lleno a la familia, el autor presenta un volumen que ayuda a redescubrir esta en-trañable realidad, a tomar conciencia de sus carencias y enfermedades, a la vez que ofre-ce propuestas de rehabilitación.

Antonio José de AlmeidaNUEVOS MINISTERIOS

Herder, Barcelona, 166 págs., 14,90 €

¿Nuevos ministerios en la Iglesia a nivel mundial? Este libro ofrece nuevas perspec-tivas en el horizonte de una Iglesia compro-metida con la evangelización en el siglo XXI, proponiendo un paso decisivo en la renova-ción ministerial globalmente considerada.

José María Da Silva (Ed.)PAPA FRANCISCO

Herder, Barcelona. 294 págs., 19,80 €

Esta obra nace con el propósito de identifi -car y analizar los cambios en la Iglesia, los ya realizados y los que están en curso, para poder dar fundamento y justifi cación a las perspectivas y expectativas que se han ge-nerado en torno al papa Francisco.

Mons. Óscar RomeroSALVAR AL PUEBLO

Ciudad Nueva, Madrid. 96 págs., 8 €

Con ocasión de la beatifi cación de Mons. Óscar Romero, declarado mártir por el papa Francisco, Ciudad Nueva ofrece una intere-sante selección de fragmentos entresacados de sus escritos: cartas pastorales, homilías, entrevistas y emisiones radiofónicas.

Tomás SpidlíkLA EUCARISTÍA,

medicina de inmortalidadCiudad Nueva, Madrid. 112 págs., 10 €

Bebiendo en los Padres de la Iglesia, el au-tor nos hace ver cómo la eucaristía está en la raíz de todas las cosas: de la Iglesia, de la resurrección de nuestros cuerpos, de la transformación del cosmos, etc.

Etty Hillesum - Madeleine Delbrêl - Ro-ger Schutz - Olivier Clément

Giorgio GarroneDE LA OSCURIDAD, LA LUZPaulinas, Madrid. 168 págs., 12,50 €

Las vidas que aquí se presentan: Etty Hi-llesum, Madeleine Delbrêl, Roger Schutz y Olivier Clément no tienen nada de heroico y por eso no crean distancia; al contrario, nos ofrecen estímulos para vivir nuestras vi-das con creatividad, siendo colaboradores del Espíritu en el momento presente.


28043 MADRID - Carril del Conde, 62Tel.: 917 218 984 - Fax: 917 590 204E-mail: [email protected] - www.paulinas.es

EL AMOR SE PUEDE APRENDERPara una relación de pareja positivaGianni Bassi - Rossana Zamburlin 136 páginas - P.V.P. con IVA: 11.50 €

En este libro se dan indicaciones precisas sobre cómo aprender a dar el amor que el cónyuge desea, sobre cómo trabajar las emociones negativas para transformarlas en positivas y cómo prepararse para que los problemas se resuelvan.

ALTERNATIVAS PROFÉTICASLa pastoral del cambio a partir de Evangelii GaudiumJuan Pablo García Maestro192 páginas - P.V.P. con IVA: €

Juan Pablo García Maestro nos ofrece un proyecto de Teología Pastoral –teología práctica– a partir de la Exhortación apostólica Evan-gelii gaudium del Papa Francisco.Esta propuesta es una buena noti-cia, que inspira un acceso innova-dor a la praxis pastoral de nuestras Iglesias.

LA MISERICORDIA. Un pensamiento para cada día con el Papa FranciscoPapa Francisco - 192 páginas - P.V.P. con IVA: 6,50 €Este año el Papa ha querido que vivamos de una forma más intensa la misericordia, que nace del contacto con Dios y que se comunica con la propia vida a los demás. Ofrecemos una frase de Francisco para cada día del año, porque siempre es tiempo de misericordia.

DE LA OSCURIDAD, LA LUZ Etty Hillesum - Madeleine Delbrêl - Roger Schutz y Olivier ClémentGiorgio Garrone - 168 páginas P.V.P. con IVA: 12,50 €

Las vidas que aquí se presentan: Etty Hillesum, Madeleine Delbrêl, Roger Schutz y Olivier Clément no tienen nada de heroico y por eso no crean distancia; al contrario, nos ofrecen estímulos para vivir nuestras vidas con creatividad, siendo colaboradores del Espí-ritu en el momento presente.


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L a p a l a b r a d e c a d a d í a

Evangelio2016Ciclo C

Camino, verdad y vida

Resina, 1 • 28021 Madrid • Tel.: 917 987 426 • Fax: 915 052 050 • [email protected] • www.sanpablo.es

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El Evangelio diario y las lecturas dominicales acompañados por un comentario y una oración.

Incluye el Ordinario de la Misa.

Comentarios y oraciones: Juan Martín Velasco

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Revista Digital Cooperador Paulino - 172

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