Revista F5
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Palabras Textuales
HumorHumorHumorHumorHumor
El ProblemaEl ProblemaEl ProblemaEl ProblemaEl Problemaes el Empaquees el Empaquees el Empaquees el Empaquees el Empaque
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La Magia
E D I T O R I A L
Editorial
Nos salimos del cuadro y
creamos una nueva revista,
llena de innovación y
creatividad buscando enlazar
a la comunidad de
diseñadores de Maracaibo en
un espacio alternativo
impreso. En esta etapa de
inicio queremos mostrarte
cómo el diseño es parte de la
cultura y de una cultura visual.
F5 es una nueva propuesta de
revista destinada a hablar de
diseño en todas sus áreas,
queremos llegar a los jóvenes
diseñadores con ideas frescas
e innovadoras sobre el
quehacer creativo de nuestra
profesión.
Amigos lectores, esperamos
que esta nueva propuesta sea
de su agrado y nos
acompañen desde ahora en
este camino de nacimiento y
crecimiento de nuestra revista
y que poco a poco forme
parte permanente de sus
colecciones.
Mayo 2011
Editor
Jessica Tsoi
Consejo Editorial
Alfonso Alarcón Saldívar
Salvador García Pérez
Alfredo HernándezPreciado
Antonio López Mijares
Diseño
Alejandro Ramirez
Redacción
Raúl Arredondo Alegret
Ignacio Barragán Silva
Carolina Ríos Mancilla
Imágenes
Alejandro Ramirez
El contenido de losartículos esresponsabilidad de losautores.
Se permite la reproduccióncitando la fuente.
Todos los artículospublicados son sometidosa arbitraje.
Se aceptan colaboracionesde acuerdo con laspolíticas de la revista.
Copyright © F5 - Derechos
Reservados Mayo 2011,
Maracaibo - Venezuela
Reflexion El problema es el empaque
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I N D I C E A L
Destacados
Breves
Palabras Textuales
La magia de la percepción
Un Abreboca lleno de Color
40° bajo el sol: Una caminata
fotográfica por la ciudad
Coca Cola en el Bicentenario
Diseño Gourmet
Entevistamos a Mr Kone
Consejos para construir una
marca como freelance
El toque final para los
diseños de tus camisetas
Efecto metalizado antiguo
en Photoshop
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Tutoriales
Entrevista
Humor
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Novedades
Eventos
Recomendados
Entretenimiento
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PalabrasEn el campo laboral hay mucha gente que no tiene la más mínima idea de lo que estáhaciendo y por ende tampoco manejan un lenguaje técnico adecuado, lo cual les lleva
a decir unas metidas de pata como para morir de la risa.
Recuerdo un cliente que solía decirme: ¿Te parece que esa imagen va a quedar muy “pincelada”?
Pues bien, Palabras Textuales es un blog que sólo se dedica a recopilar esas metidas de pata degente que se dedica a la Comunicación, el Marketing y la Publicidad. Probablemente muchosnunca sepan que están metiendo la pata.
Aquí les dejo una muestra de loque encontraran:
“Mandame el JPG en RGB, así veolos Pantones”
“Por favor, ¿me cotizas la cuña deradio en policromía también?”
Aquí les dejo una muestra de lo que
encontraran:
“Mandame el JPG en RGB, así veo los
Pantones”
“Por favor, ¿me cotizas la cuña de radio
en policromía también?”
HUMOR
6
“Ponme la letra en negrita porfavor” - “Pero ya está en negrita” -“Pues yo la veo verde”
“Necesito un ´guepajey´... Si, sí...un ´guepajey´! ¿Tú, todo undiseñador y no sabes que es un´guepajey´?
“-¿Por qué no lo cambias por uncolor vino?”-”¿Color vino?”-”Sí,color vino”-” ¿Cuál? ¿Blanco otinto?”
as Textuales
“¿Qué pasa que no vemos el comercial?” - Estamos esperando el render -Bueno, pero llamen a Render y díganle que se apure porque no tengo todo eldía”
“Nooo... no me refería a ese amarillo... me refiero al amarillo que tiene el sola las 10 de la mañana!”
“Un formato de 40 x 40, ¿es vertical u horizontal?”
“Martha, ¿en qué formato enviamos el archivo al cliente, en JPG o TIF?” -“No, mejor en Diskette para que lo pueda abrir”
Publicidad
Si desean seguir pasando un buen rato, o colaborar con alguna vivencia visiten www.palabrastextuales.com
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Reflexiones
El El El El El PrPrPrPrProboboboboblemalemalemalemalema
Definitivamente el problema es el empaque. Los
basureros están llenos de empaques inutilizados,
desahuciados, desechados. Algunos duraron 5
minutos, otros 5 días, otros 5 meses, otros 5 años; en
fin... dependiendo del producto es el tiempo que los
empaques lo contienen hasta que llegan a nuestras
manos, bocas, cuerpo, etc, se comen, se ponen, se
cuelgan, y al final se desechan.
Un regalito del catorce de febrero puede ser una vil
flor pero empacada de una forma soberbia que
impacta a la pareja deseada, el resultado no puede
ser más que halagador, pero la pobre cajita termina
arrumbada en un cajón. Ahí esta el caso de los
perfumes, caros, de marca, el 15% del costo del
perfume tiene que pertenecer al diseño, concepto e
impresión del empaque que lo contiene: bolsa tras
bolsa, caja tras caja, listón tras listón y al final, se
deshace del empaque para sostener en las manos otro
empaque de vidrio que contiene finalmente la esencia
deseada. Un mes o dos después es desechado, algunos
los coleccionan hasta que
viene alguien y tira toda la
colección de costosos
empaques a la basura.
es el Empaque
Empaque
Empaque
Empaque
Empaque
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maldad, porque todos los empaques de
la naturaleza son reciclables por ella
misma, nosotros no hemos podido
evolucionar hasta esa etapa, y eso nos está
literalmente matando.
Conciencia, quizá, comenzar por ahí.
Piensa antes de pedir envoltura para
regalo, antes de usar una bolsa más del
súper. Hay personas a las que les importan
los animales y dicen que hay algunos
terrestres y marinos que se asfixian con
bolsas de polietileno, pero la verdad de
la verdad es que a pocos les importa, lo
vemos como de ciencia ficción, hasta el
día que se nos tapa el drenaje, ¿no?
Conciencia. Ojalá pronto entremos en una
dinámica donde los grandes
desarrolladores de marcas comiencen a
pensar en cómo crear empaques
universales, bolsas para distintos fines,
cajas para distintos fines, reutilizables,
reciclables verdaderamente. ¡Creatividad!
Ahí deberíamos comenzar a ser creativos.
No sugerir tantos empaques, o sugerirlos
de forma inteligente.
Nos va a ir muy mal si seguimos
desperdiciando empaques.
Bolsitas, bolsotas, morrales, contenedores
de todo tipo son los que están arruinando
este planeta. ¡Hasta cuando nos morimos
nos tienen que meter en un estuche!, cuando
la naturaleza sabia nos recicla por sí sola
convirtiéndonos en abono para la tierra.
Todos los días, millones de toneladas de
basura son aportadas por empaques. El
empaque causa ilusión de la adquisición,
causa impacto psicológico, los diseñadores
competimos por el mejor diseño de
empaque, hay toda una industria, hay toda
una economía que se mueve detrás del
empaque, hay plantas industriales
gigantescas que viven solo de imprimir la
etiqueta o camisa que va pegada al
empaque final.
Es innegable: los necesitamos. Pero la
pregunta que me estoy haciendo desde hace
unos días es ¿cómo rayos le haremos para
dejar de consumir empaques? ¿Difícil no?,
porque el empaque da status, jamás será
igual una bolsa de Milano que de Liverpool,
aunque sean del mismo polímero y
contengan las mismas características de
impresión. Así que la culpa la tenemos
nosotros y así mismo nos hacemos la
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La Magia
PercepciónPercepciónPercepciónPercepciónPercepciónde la
DESTACADOSDESTACADOSDESTACADOSDESTACADOSDESTACADOS
Juan Carlos GarJuan Carlos GarJuan Carlos GarJuan Carlos GarJuan Carlos Garcíacíacíacíacía
San Andrés Cholula | El determinante poder del diseño, en tanto vehículo de estímulos y
persuasión, para modificar nuestras actitudes de compra.
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Magia
PercepciónPercepciónPercepciónPercepciónPercepción
Domingo. Siete de la tarde.
Entro al supermercado para
realizar las compras habituales
de cada fin de semana. El
recorrido me lo sé hasta con
una venda en los ojos. No llevo
lista, no es necesaria; tampoco
es que presuma de una gran
memoria, pero después de
hacer lo mismo durante tantos
años, los artículos que debo
comprar los tengo bien
grabados. Es quincena y el
lugar se encuentra atiborrado
de gente; es un caos, pero lo
disfruto; no me pregunten por
qué, ni yo lo entiendo, siempre
ha sido así; supongo que tal vez
me desconecta de mi ajetreada
vida y me permite
comportarme como lo que en
realidad soy: un simple mortal
haciendo el súper.
Me dirijo al área de frutas y
verduras y escojo las que, a mi
juicio, son las más frescas.
Después, paso por la leche, la
mantequilla, los cereales, el pan
de caja, la mermelada, las
galletas... ¡las galletas! Esta
sección me encanta. Me
detengo. Miro con
detenimiento a lo largo y ancho
del pasillo y voy decidido a
tomar mi paquete favorito.
Justo a mi lado una joven
pareja discute. Él: «mi amor,
estas son las galletas que
siempre llevamos, las que le
encantan a Pablito». (Pienso,
«estoy de acuerdo, esas galletas
son insuperables»). Ella,
insistente: «sí, Pablo, pero
éstas hasta se antojan y las
tuyas... Ay, no. Míralas bien».
No puedo evitar detenerme a
escuchar con disimulo tan
singular discusión. Así que
actúo como si buscara algún
producto mientras aguzo el
oído. Él: «a ver, enséñame la
caja». Ella le pasa el empaque
y de reojo veo la cara
principal. ¡Guau! ¡Qué
galletas! Perdón, quise decir,
¡qué empaque! La caja es
negra, sofisticada; muy
gourmet. Unas letras
elegantes con filos en dorado
describen el producto. Al
centro se aprecia una
fotografía bien trabajada
(photoshopeada) de dos
galletas, una de ellas partida
por la mitad, mostrando el
cremoso relleno que
prácticamente se derrite en
mi boca. Mmm... (imagino)
de-li-cio-so. Estoy salibando.
Son idénticas a las galletas
que siempre compro, pero
éstas tienen un no sé qué que
qué sé yo. Todavía no las
pruebo y ya las quiero. Él
revisa con detenemiento la
caja, la mira a ella, vuelve a
ver la caja, piensa y dice,
«tienes razón, se ven muy
ricas, se nota que son
mejores. ¡Ah, jijo! (abre los
ojos de forma desmesurada)
¿Ya viste cuánto valen?».
Ella, con actitud seria,
levanta una ceja. Él: «está
bien, está bien, tú ganas».
Ella, triunfante, responde:
«verás cómo tengo razón, las
mujeres siempre tenemos la
razón». Sonríe divertida y le
guiña un ojo. En cuanto se
retiran me la ftomo las
mismas galletas. La caja, y sus
argumentos, los de la pareja,
me convencieron. No hay duda,
me estoy llevando las más
sabrosas de la tienda.
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Los productos, si no se trata de commodities (bienes que
tienen demanda en el mercado pero que no presentan una
diferenciación de tipo cualitativo), deben expresar valor, valor
agregado; de lo contrario, será difícil que sobrevivan. Y ahí es
donde entra la gran mayoría: ropa, automóviles, abarrotes,
enseres domésticos, perfumes, cosméticos, y la lista se vuelve
interminable. Esto también aplica para los intangibles, como
los servicios. Dicho valor, cuando no puede demostrarse de
manera evidente, como en el caso de los metales y piedras
preciosas, tiene que hacerse obvio por otros medios; uno de
ellos, y quizá el más importante, es la percepción. El producto/
servicio debe hablar por sí mismo, sin más ayuda que la
imagen que logra imprimir en el receptor (consumidor).
Resulta que cuando llegué a casa entré a la alacena y me di a
la tarea de acomodar lo que había comprado. Curiosamente
me encontré con una bolsa vacía de las que habían sido, hasta
ese día, mis galletas favoritas. Por alguna razón comencé a leer
la información legal (ingredientes, cuadro nutrimental,
dirección y nombre del fabricante). Para mi sorpresa, era la
misma de la caja de las nuevas galletas que me habían
seducido y por las que, aparte, había pagado más. Fue
entonces que descubrí que, en una pequeña etiqueta que había
sido colocada en el extremo superior izquierdo, aparecía la
siguiente leyenda: nueva imagen.
Todo lo anterior no tendría nada de particular a excepción de
un detalle: soy diseñador gráfico y con frecuencia doy charlas
acerca de la percepción, la intuición y la persuasión, pero
desde la óptica del diseño y la mercadotecnia. La escena que
acabo de presenciar es una evidente muestra de lo que se
denomina «calidad percibida». Dicho en otras palabras, no
compramos el mejor producto sino el que parece serlo.
La percepción es, según el diccionario de la Real Academia de
la Lengua Española, «la sensación interior que resulta de una
impresión material hecha en nuestros sentidos»; en este caso,
el de la vista. Todo, absolutamente todo lo que compramos en
nuestro mundo consumista lo hacemos por percepción. Las
galletas, las del ejemplo, cumplen dos satisfactores: uno físico
y otro emocional. El físico es calmar nuestro apetito; el
emocional, disfrutar un sabor único y complacer nuestro
capricho; incluso, nuestro ego.
La intuición es un cúmulo de experiencias que hemos
guardado a lo largo de nuestra vida y que nos permite tomar
una decisión no razonada. La percepción y la intuición van de
la mano en este caso. Mediante la vista aprecio un producto
con taste appeal (apetitoso), a la vez que mi subconsciente me
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envía mensajes con base en experiencias pasadas; es algo así
como una voz interior que me dice: «llévalo, luce confiable y,
además, ¡sabroso!».
La persuasión es una serie de argumentos visuales (y tal vez
literarios) que el empaque de las galletas me envió para que
yo me decidiera a escoger ese producto, en vez de otro u otros
que estaban en ese momento exhibidos, compitiendo,
tratando de destacar.
Las grandes marcas analizan muy bien a su mercado antes
de lanzar un producto, y para ello se llevan a cabo complejos
estudios de tipo sensorial, al igual que cualitativos y
cuantitativos. No es fortuito que ciertos empaques o diseños
nos enamoren a primera vista; detrás de ellos hay toda una
estrategia.