Revista Integrando Edición 12

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Diciembre 2009 Año 4 - Volumen 12 - Diciembre 2009 | www.confecoopantioquia.coop | [email protected] para el desarrollo Aura López: la mujer y nuestro tiempo Siete mitos sobre innovación

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Publicación de la Asociación Antioqueña de Cooperativas - Confecoop Antioquia, en diciembre de 2009.

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Diciembre 2009

Año 4 - Volumen 12 - Diciembre 2009 | www.confecoopantioquia.coop | [email protected]

para el desarrollo

Aura López: la mujer y nuestro tiempo

Siete mitossobre innovación

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ISSN 2027-0593

IntegrandoUna publicación de Confecoop Antioquia

[email protected]

Presidente del Consejo de DirecciónJorge Alberto Corrales Montoya

Director ejecutivoGuillermo Arboleda Gómez

Comité Editorial Guillermo Arboleda Gómez - Director ejecutivo

Juan Fernando Sánchez Carreño - Líder de intercooperación

Comité de Educación Gustavo Alveiro Jaramillo Franco - Representante de la cooperativa Coomulsap

Marina Quintero Quintero - Representante de la cooperativa Cooprudea

Coordinación general Confecoop AntioquiaJuan Fernando Sánchez Carreño

Edición generalArte 8

[email protected]

Coordinación editorialDadiana Giraldo Giraldo

Producción generalJaime Vallejo Zea

Diseño y diagramaciónCristina Isabel Quintero Londoño

FotografíaOsman HerreraCamilo Cardona

Jaime Vallejo Zea

RedacciónSergio Urquijo Morales

María Cecilia Hernández

Corrección de estiloDadiana Giraldo Giraldo

ImpresiónInnovación Coimpresores

EditorialParticipación del lector

Siete mitos sobre innovación 7Cooperativismo en la educación superior colombiana 10Educación solidaria en Europa 12El pensamiento de Francisco Luis Jiménez 14“Pacholuis”, un gerente mecaterito 16A Francisco Luis Jiménez, in memóriam 34La verdadera rentabilidad en las cooperativas 36

Cooservunal: riqueza para la gente 18

María Alejandra: musa e intérprete 20III Encuentro Nacional Cooperativo 22Aura López: la mujer y nuestro tiempo 24Mujeres construyendo solidaridad, creando otro mundo posible 27Cooperativas de mujeres: una lucha vigente por la emancipación 30Mujeres y hombres juntos en la lucha por la equidad 32

Actualidad jurídica: La interpretación normativa cooperativa 38

V Encuentro Nacional y Campamento Juvenil Cooperativo 40Recomendados 42Agenda de eventos 44Sobre los autores 46

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» De interés

» Cooperativas destacadas

» Especial

» Eventos y recomendados

» Actualidad jurídica

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»EditorialLa mujer en el III Encuentro Nacional

Cooperativo

En julio pasado se llevó a cabo el III Encuentro Nacional Cooperativo, denominado “Mujeres construyendo solidaridad, creando otro mundo posible”; en este evento se abordó “el papel de las mujeres en la empresa solidaria”. Durante todas las disertaciones se mostraron las positivas experiencias que han tenido las mujeres en la gestión de las entidades cooperativas y el concepto de equidad de género, el cual ellas mismas “curiosamente” vienen ampliando para incluir a los hombres, en busca de una lucha conjunta por el desarrollo y la justicia social.

Esta edición habla justamente de ello, del papel de las mujeres en el ámbito cooperativo, no como sujetos que sólo contribuyen a él, sino como sujetos que lo conforman, que hacen del cooperativismo una importante fuerza de economía solidaria, con su liderazgo y trabajo comprometido.

Así, durante el III Encuentro Nacional Cooperativo, se hizo un reconocimiento al liderazgo de la mujer, sobre todo en países como Colombia, y se mostraron avances importantes. Sin embargo, aún existen obstáculos que nos falta superar, como el machismo que todavía se conserva en nuestro país. La gente ha estado más dispuesta y ve con mejores ojos la participación de las mujeres en la dirección de las empresas, no solamente de índole cooperativa; muchos de estos avances se han logrado, paradójicamente, soportados en la gestión ineficiente de muchos hombres.

Un hecho contundente que se pudo observar en este evento es que las mujeres vinculadas al cooperativismo en Colombia representan el 48,5% de los asociados; por lo tanto, es claro que su participación y sus propuestas deben ser escuchadas en igual proporción, como también la participación en la dirigencia de este tipo de organizaciones.

Tenemos que dejar en evidencia que las posibilidades son inmensas y que los resultados del trabajo que las mujeres vienen realizando han sido muy positivos. Esto, teniendo en cuenta, además, el contexto cultural en el que se han dado dichos cambios: la transformación que se ha venido dando en la familia, en Colombia, donde muchas de las mujeres son cabeza de hogar y deben asumir solas los costos de mantenimiento del hogar. Sumado a ello se presentan los problemas de desplazamiento y de violencia. Por ello, se considera que apoyar a una mujer es “apoyar a toda una familia”, como lo decía una de las conferencistas en su intervención.

Fue un evento que mostró logros muy significativos y satisfactorios, y en el cual, desde la Presidencia de Confecoop Antioquia, se asumió el compromiso de la constitución de un comité de equidad de género. Así, en el marco del mismo evento, se nombraron los integrantes, quienes deben empezar a desarrollar un trabajo muy importante: buscar propósitos comunes que logren dignificar mucho más el papel de las mujeres en el movimiento cooperativo colombiano.

Como dice Aura López en la entrevista que encontrarán en nuestras páginas centrales, llegará el momento en que hablaremos de las mujeres no por su género, sino como seres humanos que contribuyen por igual al bienestar de la sociedad. Los invitamos, además, a ampliar este tema con la entrevista realizada a tres invitadas al Encuentro: Lourdes Ortellado Sienra, de Paraguay; Aldi Alida Guerra Texeira, de Perú, y María Eugenia Pérez Zea, de Colombia.

También, encontrarán casos concretos de la dirección de las mujeres en diversas cooperativas del departamento, un completo perfil de la primera mujer bandoneonista del país; entre otros artículos de interés para todos en el sector del cooperativismo y en el mundo económico en general: los siete mitos de la innovación, originales perfiles sobre el maestro Francisco Luis Jiménez, ¿cómo se enseña el cooperativismo en Colombia y en el mundo?, recurrencias del direccionamiento estratégico, nuestra agenda de eventos, recomendados y muchos contenidos más.

Todo esto nos muestra que el futuro de la economía solidaria es muy prometedor, y más aún si al frente encontramos a esas mujeres a quienes rendimos homenaje en esta edición; seres clave para una convivencia en paz y armonía.

Jorge Alberto Corrales MontoyaPresidente del Consejo de Dirección

Confecoop Antioquia

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Participación del lector

En 1791, Olimpia de Gouges, en el contexto de la Revolución Francesa, fue protagonista de un acto sin duda revolucionario: reclamar para las mujeres la condición de ciudadanas y sujetos de derechos. Resulta sin duda curioso que un acto sostenido en el ideal de la igualdad, soporte de una de las revoluciones más notables y significativas para la historia de la humanidad, condujera al exterminio de esta mujer que, por su valentía y coherencia, se ha alojado en la historia de los movimientos sociales.

En Colombia, la admisión de los derechos sociales, económicos y políticos para las mujeres es el resultado de procesos agenciados y sostenidos por movimientos sociales. Acceder a la condición de ciudadanas fue la consecuencia de luchas y debates, siempre revestidos con un halo de dificultad, porque reclamar la igualdad social y política para quienes han sido excluidos de los espacios públicos mediante el oscurecimiento de sus singularidades y la degradación de su ser y hacer se constituye en motivo de resistencia y oposición por parte de quienes se empeñan en suponer que las damas son cuerpos destinados por Dios y la naturaleza a proveer de hijos y descendencia, al cuidado del hogar y mantenimiento de los vínculos familiares.

No podemos ingenuamente suponer que las concepciones tradicionales acerca del ser femenino se han modificado sustancialmente gracias al advenimiento de derechos sociales y políticos para las mujeres. En la mentalidad aún persiste un núcleo

de representaciones según el cual las mujeres, a pesar de su ingreso a labores, funciones y ámbitos antaño vedados para ellas, continúan estando a cargo de las

dinámicas domésticas. No podemos dejar pasar por

alto la connotación de la palabra “doméstico”. Por un lado, indi-ca lo relativo de la casa y hogar, a los criados que sirven en una casa. Si se le aborda como ver-bo, encontramos en su defini-ción el hacer tratable a alguien que no lo es, sentido que alude generalmente a los animales sal-vajes, pero igualmente apunta a moderar la aspereza de carácter, según lo define el Diccionario de la Real Academia Española, en su vigésima edición.

Establecer una cercanía entre “mujer” y “doméstico” no sólo sitúa a las mujeres en espacios

Ángela María Jaramillo Burgos*

La participación políticade las mujeres

«Establecer una cercanía entre “mujer” y “doméstico” no sólo

sitúa a las mujeres en espacios desprovistos de poder social y

político. A este resultado se añade la obediencia como deber y el

silencio como actitud. Sin embargo, tanto el silencio y el deber de este modo concebidos se oponen de

manera radical a la constitución de sujeto de derechos.»

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desprovistos de poder social y político. A este resultado se añade la obediencia como deber y el silencio como actitud. Sin embargo, tanto el silencio y el deber de este modo concebidos se oponen de manera radical a la constitución de sujeto de derechos.

Si bien las sociedades se han transformado para acoger a las mujeres en condición de ciudadanas y sujetos sociales, ello no significa ni supone una modificación radical de la manera como se las concibe. De alguna forma, a las mujeres se les sigue considerando como seres destinados para labores invisibles y revestidas de poco prestigio, hecho que encuentra precisas traducciones en términos políticos, en cuanto el “menos de prestigio” se traduce en un “menos de poder”.

En nuestro país, las transformaciones socia-les, políticas, jurídicas, académicas y económicas derivadas del objetivo de materializar el ideal de la igualdad para las mujeres se inician en el siglo XX. Resulta asombroso que hasta esa época, la sociedad considerara a las mujeres como seres inhabilitados para administrar sus bienes, para votar y, de ese modo, incidir en los destinos políticos y sociales, para la formación académica y el quehacer profesional. A esta percepción, cercana, por lo demás, a la manera como se abordan y conciben “los menores de edad”, debe agregarse otro aspecto: las mujeres eran asumidas como “propiedad privada”, inicialmente del padre y, luego, del marido.

Ubicar a un ser humano en condición de “propiedad privada” sobre quien recae la voluntad caprichosa de otro que se conduce como su dueño propicia la instalación de una convicción nada banal en quien es puesto en el estatuto de “propiedad”: el cuerpo, el pensamiento, el afecto y la vida misma pertenecen al otro, convicción que a su vez se traduce en una férrea dificultad para admitirse y autorizarse como sujeto, como agente de acciones que benefician la propia existencia.

A pesar del reconocimiento por parte de la sociedad de la condición de ciudadanas cuando de las mujeres se trata, aún prevalece, de manera imperceptible, pero altamente eficaz, la idea según la cual las mujeres son “menores de edad”; pero, además, seres humanos

inhabilitados, “por su naturaleza”, para desempeñarse con propiedad y holgura en ámbitos que la tradición y la costumbre adjudicó a los varones.

La mayor dificultad no estriba en la persistencia de esta idea contraria a los discursos que promulgan los ideales de igualdad y de justicia. El problema básico tiene lugar cuando son las mujeres mismas las que se hacen portadoras y emisoras de dichas convicciones.

Y es justamente en este aspecto donde se localiza un férreo obstáculo para que los derechos, social y jurídicamente admitidos, se traduzcan en procesos de admisión de éstos, requerimiento mínimo para que tengan lugar acciones coherentes con dicha admisión.

Para ilustrar este as-pecto podemos acudir al voto femenino. En la ac-tualidad, nadie pone en entredicho la validez de este derecho. Pero, ¿acaso su ejercicio puede conside-rarse como resultado de un acogimiento irrevocable de la condición de sujeto au-

torizado a decidir al tomar distancia de las pretensiones e intereses del otro? Para responder rápidamente esta in-quietud basta con observar, incluso de manera despre-venida, la manera como se conducen muchas mujeres en un día de elecciones. Algunas, y no pocas, deciden el candidato por el cual votan al considerar, básicamente, los criterios del marido, los hijos, el padre.

Esta simple observación nos conduce a establecer una diferencia entre el reconocimiento social y jurídico de los derechos y su traducción en términos de sujeto de derechos. Estos dos aspectos no son equivalentes, pero tampoco el primero conduce de manera automática al segundo.

Para instituirse como sujeto de derechos es indispensable desprenderse de los ideales de obediencia y de silencio en los cuales siempre han estado inscritas las mujeres. Y esta labor sólo puede hacerlo cada una.

*Docente del Departamento de Psicoanálisis, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, de la Universidad de Antioquia.

«A pesar del reconocimiento por parte de la sociedad de la condición

de ciudadanas cuando de las mujeres se trata, aún prevalece, de manera

imperceptible, pero altamente eficaz, la idea según la cual las mujeres son

“menores de edad”; pero, además, seres humanos inhabilitados, “por su naturaleza”, para desempeñarse con

propiedad y holgura en ámbitos que la tradición y la costumbre adjudicó a los

varones. »

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Mauricio Montoya P.

sobre innovaciónEl concepto de innovación suele asociarse con lo lejano en el tiempo —cuando todos hayamos muerto— o en la

geografía —ocurre a donde no podremos ir—. Nada más perjudicial y equívoco, pues nos priva mentalmente de la posibilidad de innovar. Una exploración sobre algunos mitos asociados con el concepto de innovar puede ayudar al sector cooperativo a convencerse de que ofrecer

nuevos productos y servicios al mercado es posible, aquí y ahora. Y es rentable.

1Mientras más loco, mejorUna cosa es creatividad y otra innovación. Por supuesto, la segunda necesita de la primera, pues la línea de salida para innovar es una idea, que generalmente surge de muchas posibles, analizadas, medidas y evaluadas.

Realidad

Muchas ideas creativas u originales no son viables por costos o por dificultades del mercado o simplemente por inútiles, pues nada hay más fácil que ser creativo con sandeces. Sólo para ilustrar bastarían algunos ejemplos de caricatura que circulan por Internet: gafas con plumillas limpiadoras, como las de los parabrisas de los carros; piyamas de bebés gateadores confeccionadas en felpa de trapear pisos; trajes nutritivos que la piel va absorbiendo… Nada más juntar dos conceptos cualesquiera y de ello resultar una idea creativa, como una reciente mezcla de perros y ritos religiosos que produjo una misa para mascotas en alguna parroquia de Medellín. Pero no es más que eso, una idea creativa.

Innovar es recorrer la ruta hasta la línea de meta, no quedarse en la largada. Ello quiere decir: poner la idea en el mercado. Sin esto último, la innovación no existe, y por ello las ideas creativas muy locas, muchas veces no son viables.

En suma, se necesitan buenas ideas, originales sí, novedosas sí, pero también, y sobre todo, funcionales y que satisfagan necesidades reales.

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Mito

2El asunto es desarrollo de tecnologíaEl 20% de las innovaciones producidas en el mundo corresponden a productos tangibles, la mayoría de los cuales están íntimamente asociados con desarrollos tecnológicos. Pero nada más que el 20%: el 80% restante de las innovaciones son servicios, modelos de negocio nuevos asociados con productos o servicios existentes, o procesos más eficientes.

Realidad

Esto quiere decir que el innovador no es solamente el inventor clásico, que desarrolla prototipos. Nuevos usos, mejoras, alianzas no exploradas, formas diferentes de mercadear o distribuir, modalidades nuevas de aprovisionamientos, entre otros muchos procesos, pueden ser innovaciones.

El caso CEMEX es clásico: se convirtió en un emporio mundial con una innovación en la forma de distribución de cemento. Y un caso nacional: una pequeña compañía local de alquiler de equipo de construcción innovó en el mantenimiento de sus equipos para prolongar su vida útil y tener menores costos de capital para el crecimiento.

3Innovar es caroNo necesariamente; y depende de qué entendemos por caro. Es cierto que los desarrollos nuevos en cualquier ámbito requieren recursos, pero éstos pueden ser obtenibles con racionalidad y eficiencia.

Realidad

Lo primero que se debe saber es que el dinero no es la piedra angular de la innovación. Antes que caja, se necesita la gente; y aunque la gente vale, existen alternativas iniciales, como conformar equipos laterales a cuyos miembros se les libera de ciertas obligaciones con alguna redistribución de caras operativas.

A medida que los procesos progresen y sean necesarias mayores dedicaciones de tiempo y de otros recursos para hacer investigaciones, pruebas y demás, un buen cálculo de los beneficios permite sopesar los costos y afrontar el tema como una inversión, pues los réditos pueden retornar con creces estos recursos. Por otro lado, hay una gama de fuentes de financiación externa vía programas de fomento, cooperación nacional e internacional y alianzas con entidades públicas y privadas, que pueden solventar proyectos innovadores en varias líneas. El concepto clave es capacidad de riesgo.

4Es para otrosRealmente la innovación es sólo posible en equipos inscritos en ambientes de trabajo que la favorezcan. Estas condiciones pueden darse o no aquí y en cualquier lugar, por lo cual no se necesita ser japonés para innovar, ni tampoco tener el pelo pintado de verde.

Realidad

Para que una empresa innove, sus directivos tienen que tener la vocación de crear, creer y arriesgar, de modo que su estilo propicie ambientes colaborativos y no de competencia, y que favorezcan el aprendizaje en vez de castigar el error. Luego, se necesitan equipos de trabajo de alto desempeño que se dediquen a la tarea. Pero estos equipos no están conformados por extraterrestres, sino por gente que pueda complementar distintas habilidades.

Se deben combinar la iniciativa y la creatividad con el análisis, la capacidad operativa y la capacidad comercial, habilidades que por lo general no tiene una sola persona.

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Siete mitos sobre innovación

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6El éxito es inmediatoLos documentales de televisión nos han revelado una verdad tan decepcionante como educativa: los depredadores más eficaces —leones, tigres, guepardos— sólo atrapan a su presa en uno de cada diez intentos, en promedio. Y dolorosamente, algunos de ellos no pueden conservarla otras tantas, pues se las arrebatan las hienas, que se aprovechan de la fatiga del cazador para robarles la carne. Sin embargo, nada de eso les quita su carácter mítico de animales temibles, los más imponentes y hermosos.

Realidad

Las estadísticas de efectividad en innovación se parecen, y el éxito no se da siempre, ni en la misma medida. Muchas innovaciones no son compradas por el mercado, o no de manera inmediata; muchos gerentes no saben ver los potenciales de un producto o servicio nuevo.

Innovar es una vocación que se debe instalar en las empresas para quedarse, de manera que se consideren los fracasos, se aprenda de ellos, se calculen los retardos y se asuman los riesgos. Es así, pero es la única manera, pues no podemos pedirles a los leones que se vuelvan vegetarianos.

7Es inspiración y suerteCamilo José Cela, Premio Nobel de Literatura, español, decía que trabajaba todos los días, con disciplina y sin falta, de manera que cuando las musas le visitaran lo encontraran trabajando.

Realidad

La suerte no es azar, sino el cultivo de cinco principios: responsabilidad; asumir que el error no es un fracaso, sino un aprendizaje; confianza, actitud abierta y positiva hacia los demás; perseverancia, y capacidad de visualizar, es decir, de imaginar con nitidez el resultado que desean, por eso saben ir en esa dirección y saben cuando han llegado.

Nadie innova sin inspiración y sin suerte, pero a nadie le llega la inspiración y la suerte si no las busca, a diario, con método, con eficiencia.

5Nuestro mercado no está preparadoEso nadie lo sabe, pues el secreto del éxito no está en darle al cliente lo que él dice que quiere, sino en sorprenderlo, darle lo que no imaginaba. ¿Cuántas personas imaginaron en los años setenta el procesador de palabras como reemplazo de la máquina de escribir? Tal vez unos cuantos, contando a quienes los desarrollaron. Pero ahora todos somos incapaces de imaginar el mundo empresarial con máquinas de escribir en vez de procesadores de palabras.

Realidad

Los clientes siempre querrán descuento y crédito; y esperan calidad: que el avión vuele o que el médico le atine a la receta. Pero con eso nada más una empresa está perdida, pues en medio de tanta igualdad en tecnología y precios, la salvación está en la diferenciación.

Eso es ser innovador: anticiparse a lo que el cliente quiere, darle algo nuevo que aún no sabe que quiere, sorprenderlo, encantarlo, entusiasmarlo, no sólo satisfacerlo. El pasajero no sale a decir que el avión voló: habla del tapete rojo en la escalerilla, de la manera fácil como logró realizar la reserva. Los padres del niño paciente hablan de los folletos que les dio el pediatra, de lo feliz que estuvo el niño, no de lo efectivo del analgésico.

Todas las personas somos sensibles a estas cosas, al prestigio de lo nuevo, cuando realmente es diferente y se percibe como más allá.

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«Las facultades y escuelas de economía han mostrado un interés necesario y lógico por el sector, sobre todo en países de gran tradición cooperativa,

como Bélgica y Francia.»

Durante los momentos más duros de la economía en el siglo XX, en muchísimos países del mundo, el cooperativismo se ha mostrado como una alternativa poderosa para el desarrollo. La idea de la riqueza compartida ha calado hondo en los debates y encuentros académicos del mundo desde el inicio mismo de la práctica solidaria.

Las facultades y escuelas de economía han mostrado un interés necesario y lógico por el sector, sobre todo en países de gran tradición cooperativa, como Bélgica y Francia. Incluso existen pregrados en administración de empresas solidarias, como el de la prestigiosa Universidad de Lovaina. Ni hablar de la enorme oferta de posgrados.

España, el país iberoamericano donde el cooperativismo tiene más peso, abunda en asignaturas universitarias, asociadas, casi siempre, con las carreras de economía, administración de empresas y sociología. Destaca, por su éxito e influencia, el Instituto de

educativo colombiano encontremos todavía un vacío de este tema en la educación superior.

En Colombia, diversas universidades vienen trabajando desde hace algunos años en el campo de la economía solidaria, desde procesos de investigación, asociación, formación, entre otros. Un ejemplo de ello es la Pontificia Universidad Javeriana, de Bogotá, que cuenta, incluso, con una unidad de estudios solidarios; y la Fundación universitaria Luis Amigó, de

Economía Social de la Universidad de Deusto, en Bilbao, que imparte cursos desde 1984.

En América Latina este interés también crece. Instituciones de educación superior en Brasil, México y el Cono Sur poseen cursos de cooperativismo con amplia acogida; por ejemplo, la Universidad de la República, ubicada en Uruguay, ha creado una incubadora de cooperativas dentro del ámbito académico. Por ello, sorprende que al mirar el panorama

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• 11 •Medellín, con el Programa de Administración de Empresas, con énfasis en economía solidaria.

El cooperativismo es una parte esencial de la vida económica colombiana. Últimamente ha recibido incluso grandes incentivos por parte de algunas entidades gubernamentales que han aprendido a utilizar el potencial del sector para optimizar planes y proyectos de desarrollo social y económico.

¿Cómo puede explicarse, entonces, que la academia colombiana no enfoque más esfuerzos en un área que agrupa a tres millones de personas y que se mostró como uno de los sectores económicos más resistentes en tiempos de crisis?

Gran parte de la enseñanza en economía solidaria en el país consiste en capacitaciones programadas por las mismas cooperativas y dirigidas a sus integrantes. La educación se ha convertido en un pilar del desarrollo para estas entidades, que buscan fortalecer los lazos y habilidades por medio de la reflexión y la actualización.

Confecoop Antioquia es una de las entidades que ha estado al pie de estos procesos de capacitación y formación, pues es esencial la profesionalización y mejora del quehacer. Apoya con personal, contenidos y material, los talleres, cursos, seminarios y cátedras abiertas que se realizan para estudiantes de educación básica, media y de educación superior, de instituciones educativas públicas en Medellín y todo el Departamento de Antioquia. Esto, por medio de proyectos propios y en convenio con recursos entregados por el sector solidario; además, desde el eje de educación, acompañamiento y fomento se busca repotenciar la educación orientada al cambio de pensamiento, de los asociados, empleados y directivos del sector solidario de la región.

En los últimos tres años, Confecoop Antioquia ha capacitado en economía solidaria y cooperativismo, a la luz de un modelo educativo propio, a más de 240 estudiantes de educación superior, 7.000 niños, niñas y jóvenes, y 30.000 personas vinculadas a las organizaciones de economía solidaria, tanto cooperativas asociadas como no asociadas.

Como lo expresa Ana María Ramírez, gerente de Cooservunal: “La educación es una prioridad para las cooperativas de hoy, pues genera identidad y eficiencia en los asociados, quienes muy posiblemente desconocen la filosofía del sector”.

Luis Hernando Restrepo Loaiza, docente de la Universidad de Medellín, quien dicta otro de los cursos universitarios de empresas cooperativas que hay en nuestra

ciudad, comenta: “Este tipo de educación es muy válida, pero su desventaja es que está dirigida especialmente a personas que ya están en posiciones administrativas dentro de las empresas solidarias”.

Para Restrepo, el paso dado en su institución desde 2007 demuestra la viabilidad de la meta educativa solidaria: “Nuestro curso es una electiva que ha tenido buena acogida, especialmente por parte de estudiantes de Derecho y Administración. Ellos más que nadie han visto cómo la economía clásica capitalista se ha agotado y degradado, y saben que hay que buscar alternativas serias para la vida profesional”.

Llevar el cooperativismo a las aulas universitarias permitirá que las prácticas y la filosofía solidarias lleguen a muchos jóvenes de diversas carreras. El acercamiento al sector no se realizará sólo desde la necesidad o la casualidad, sino, también, desde una reflexión académica vigorizante y renovadora.

El sector cooperativo debe seguir estableciendo cada vez más lazos con la universidad para que Colombia supere el retraso en este terreno. Llegarán pronto los días en que la economía solidaria sea el baluarte de muchos procesos de desarrollo. Con el apoyo y la reflexión de la comunidad académica se lograrán, sin duda, grandes avances en nuestra identidad y eficiencia.

«Llevar el cooperativismo a las aulas universitarias permitirá que las

prácticas y la filosofía solidarias lleguen a muchos jóvenes de diversas carreras.

El acercamiento al sector no se realizará sólo desde la necesidad o la casualidad,

sino, también, desde una reflexión académica vigorizante y renovadora.»

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En Francia, alrededor de cuarenta universidades e instituciones de educación superior públicas y privadas han desarrollado más de cincuenta programas de pregrado y posgrado en economía social y solidaria. En Portugal, España, Italia, Bélgica, Gran Bretaña y Alemania, la oferta de formaciones superiores en esta área es proporcionalmente comparable a la francesa.

La Universidad de Coímbra, en Portugal; las universidades de Andalucía y de Valencia, en España; las universidades de Trento y de Turín, en Italia; la Universidad de Berlín, en Alemania, así como un gran número de escuelas en los demás países de la Unión Europea, ofrecen programas en todas las áreas necesarias para la creación y el desarrollo de actividades cooperativas en todos los sectores económicos y sociales.

Por ello, Maurice Parodi, presidente de uno de los colegios cooperativo de Francia, antiguo presidente de la Red de Altos Estudios de Prácticas Sociales y cofundador de la Universidad Cooperativa Europea (UCE), se declara “satisfecho y optimista” frente al panorama de la educación superior en economía social y solidaria en Europa.

Una historia secularDesde finales del siglo XIX, el continente vio nacer escuelas especializadas en este tipo de formaciones. El ejemplo emblemático es, sin duda, el Colegio Cooperativo de Manchester. Fundada en 1919, esta institución del Reino Unido desarrolla cuatro áreas específicas: la formación de responsables de proyectos cooperativos, el apoyo al sector cooperativo, la transmisión del saber y de la tradición del sector, y la enseñanza de los principios cooperativos a los jóvenes.

Hoy, el Colegio Cooperativo de Manchester trabaja con las principales instituciones cooperativas del Reino Unido y ofrece formaciones en países de todo el mundo. Su objetivo es ser la institución de referencia mundial en lo que a enseñanza del cooperativismo se refiere.

En Francia, el principal ejemplo lo dieron los colegios cooperativos. Se trata de instituciones asociativas que, con-juntamente con las universidades públicas, ofrecen activida-des de formación superior y de investigación en economía solidaria. El primero de ellos fue fundado en 1959, en París; luego vinieron tres más, en 1976, 1979 y 1982, en impor-

Darío Viana

Después del nivel superior, el turno es ahora para la educación básica

En el centro, a la izquierda, Olivier Francomme, responsable delsector internacional del ICEM

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• 13 •tantes regiones del país. Hoy, estos cuatro colegios forman a los actores de la economía social en Francia y en el mundo bajo los principios de pedagogía activa, educación popular y universidad abierta. Sus formaciones son reconocidas por todas las instancias competentes en Francia y en Europa.

La unión que hace la fuerzaAsí, importantes instituciones de formación en economía social fueron surgiendo a lo largo del siglo XX. Sin embargo, los intercambios entre los países eran limitados. Por otra parte, la enseñanza de la economía social en los programas universitarios “clásicos” no era suficiente para los actores del sector. Era necesario, también, construir una red transdisciplinaria y transnacional que contribuyera a reforzar esas iniciativas aisladas y les diera mayor visibilidad.

Fue así como, en 2003, nació la Universidad Cooperativa Europea (UCE), que se define como una red europea de cooperación, investigación y formación en economía social y solidaria. Su objetivo principal es poner en común, desarrollar y valorizar las prácticas cooperativas, con base en la construcción de conocimientos transmisibles a todas las personas que desean construir nuevas alternativas económicas.

A la conquista de los más jóvenesSi bien la formación superior en economía social se ha desarrollado satisfactoriamente a partir de la segunda mitad del siglo XX en Europa, los avances han sido modestos en la formación primaria y secundaria. A pesar de los esfuerzos del sector, los niños y jóvenes no cuentan aún con materias o cursos específicos en el área.

Existen, por supuesto, algunas excepciones notables, como el Colegio Cooperativo de Manchester, que adelanta importantes proyectos en las escuelas del Reino Unido y del mundo.

En Francia, la escuela moderna constituye el esfuerzo más claro por desarrollar la formación cooperativa desde los primeros años de estudio.

Se trata de un movimiento nacido a principios del siglo XX, que insiste en el carácter universal de una educación capaz de formar seres a la vez autónomos, responsables, dueños de sí mismos y dispuestos para el trabajo en equipo, donde todos se ayuden entre sí. Dicho de otro modo, aptos para la cooperación.

Hoy, el movimiento de la escuela moderna constituye una amplia red formada por más de cuarenta organismos de los cinco continentes, que agrupa escuelas, instituciones públicas y privadas, profesores y alumnos dispuestos a hacer de la experiencia en común la mejor manera de aprender y

de cambiar la sociedad.A modo de ejemplo, el movimiento comenzó a

implantarse en 2004 en Corea del Sur, un país donde el sistema educativo “se basa en la sumisión”, según comenta Olivier Francomme, responsable del sector internacional del Instituto Cooperativo de la Escuela Moderna en Francia (ICEM). La escuela moderna intenta mostrar a los profesores y alumnos surcoreanos otras formas de enseñar y de aprender, donde el alumno sea el centro y el principal responsable de su propia formación.

La escuela moderna está bien implantada en Bélgica, España e Italia. Los países de Europa Oriental, Suramérica y el norte de África comienzan a integrarse al movimiento. El sistema educativo de Finlandia, reconocido como uno de los mejores en el mundo, está directamente inspirado

de la pedagogía de este movimiento. Inglaterra, por el contrario, parece poco permeable a ella, así como los países anglosajones en general.

Para Maurice Parodi, sin embargo, la escuela moderna ha logrado instaurar formas de organización cooperativa en las escuelas, pero aún no ha logrado consolidar la economía social como un objeto prioritario de estudio.

En su opinión, esta falencia de la educación

básica se puede explicar por la ausencia de la economía social en la formación de los profesores de la educación nacional de los países europeos. Parodi estima, además, que las coyunturas políticas tienen una responsabilidad importante en esta situación.

El desarrollo del cooperativismo no es monopolio de la izquierda. Por el contrario, algunos movimientos conservadores, en especial la democracia cristiana, han hecho importantes avances en la materia y han apoyado el desarrollo de la economía social en Europa. Sin embargo, es imposible no constatar que en Francia, España y Portugal, los principales avances en economía social tuvieron lugar bajo gobiernos nacionales de izquierda. De la misma manera, es fácil verificar que las políticas económicas actuales de la Unión Europea, claramente orientadas al liberalismo económico, no ven en la economía alternativa una opción importante de desarrollo y de transformación social.

En estas circunstancias, no debe sorprender que la educación primaria y secundaria, que dependen en gran medida de los poderes públicos nacionales, cuente con pocos espacios de discusión y de enseñanza de los principios de la economía social y solidaria.

«El movimiento de la escuela moderna constituye una amplia

red formada por más de cuarenta organismos de los cinco continentes, que agrupa escuelas, instituciones públicas

y privadas, profesores y alumnos dispuestos a hacer de la experiencia en común la mejor manera de aprender y

de cambiar la sociedad.»

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Siendo tan vasta, prodigiosa, aleccionadora y pedagógica la obra de Francisco Luis Jiménez, de ella no se ha realizado una publicación integradora y no se conocen con amplitud sus diferentes propuestas de orden teórico y práctico, mucho menos una valoración de su pensamiento y aportes efectivos al movimiento cooperativo colombiano y latinoamericano. Apenas en los últimos años se vienen haciendo esos esfuerzos, y con el estudio de su obra se ratifica la riqueza de su pensamiento, la vastedad temática y la inmensidad de su aporte en aspectos doctrinarios, sociológicos, económicos y jurídicos.

Las propuestas teóricas de Francisco Luis Jiménez suponen un conocimiento previo del pensamiento de la cooperación europea, encarnado especialmente en la obra del francés Charles Gide, quien configuró los principales elementos doctrinarios del cooperativismo, sobre todo en torno a tesis como la soberanía del consumidor, la aspiración de conquista mediante la puesta en marcha de las tres etapas de desarrollo cooperativo, las virtudes de la cooperación y la ausencia de lucro.

La simbiosis entre el pensamiento puro de la cooperación, nacido de las primeras experiencias europeas y sistematizado en Gide, con los desarrollos pragmáticos de un movimiento social que se vio fuertemente influenciado por las problemáticas de la

posguerra y la recesión económica, produjo en Jiménez una nueva teoría que fue aplicada en su tierra natal.

En todos los casos, desde la formulación de su tesis de grado, en 1930, hasta los últimos escritos, publicados en 2008, sus conceptos encuentran un solo centro: la posibilidad de hacer del cooperativismo fuente de bienestar para los sectores más desfavorecidos de la sociedad colombiana. Su obra entrecruza diversas disciplinas; así, el análisis económico se sustenta en fórmulas sociológicas y, éstas, a su vez, son utilizadas para convocar la organización cooperativa o la intervención benefactora del Estado, hacer comprender la doctrina cooperativa o proponer normas que se adapten a las condiciones de los cooperados.

Hernando Zabala Salazar

«Los verdaderos ideólogos forjan su

pensamiento al fragor de las acciones prácticas. Y

en Francisco Luis Jiménez ello es una verdad incontrovertible. »

Francisco Luis Jiménez

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• 15 •Pero, los verdaderos ideólogos forjan su pensamiento al fragor de las acciones prácticas. Y en Francisco Luis Jiménez ello es una verdad incontrovertible.

Bajo una doble perspectiva —la capacidad del cooperativismo para intervenir múltiples problemáticas económicas y sociales, y el enfrentamiento al afán de lucro capitalista—, Jiménez se propone promover la organización de las fuerzas sociales: empleados, trabajadores ferroviarios, del campo, de la construcción y del sector público, maestros, conductores, etc. De cada una de estas acciones organizativas surge una cooperativa, una asociación, una fórmula de respuesta unificadora de voluntades. Por eso, su obra se reafirmó en múltiples cooperativas, con asiento principal en la región antioqueña, y en el ámbito académico.

Su famosa frase “crédito y técnica para el campesino” sigue condensando el programa cooperativo de intervención en la economía rural. Sus preocupaciones por el crédito a bajo costo, el consumo y la vivienda para el trabajador urbano continúan siendo los elementos centrales de una política adecuada para intervenir las condiciones de vida de estos colombianos.

Desde su papel de director, gerente o administrador de varias cooperativas, produjo una maravillosa teoría para la gestión de las organizaciones sociales, las cuales se han de centrar en la identificación clara y precisa de las necesidades de sus miembros, pero, también, en la preocupación por la eficiente administración. El factor empresa, analizado desde la perspectiva económica, adquiere expresiones nuevas en sus formulaciones administrativas de orden práctico.

Pero, sus aportes alcanzan una nueva dimensión en los albores del siglo XXI, cuando se trata de hacer clara diferenciación entre los conceptos y prácticas de “cooperación” y “solidaridad”. Variados debates se han suscitado alrededor de dichos vocablos; sin embargo, en Jiménez, desde una sencillez extrema y pragmática, se descubre la gran diferencia: “Propiamente el espíritu de cooperación reside en la mutua solidaridad. En los demás servicios, si bien es cierto que la cooperación constituye la fuerza, al fin y al cabo existe una compensación inmediata. No ocurre lo mismo en la solidaridad, donde se forma una fuerza para el mañana, donde se prevé la contingencia cuando ella se tiene como imposible: cuando se trae un alivio al mal futuro, cuando él se encuentra casi imposible de llegar”.

La producción intelectual de Jiménez es un redescubrir la fuente auténtica de la cooperación y su confluencia con los procesos de praxis social.

Muchas de las ideas tempranamente formuladas por Francisco Luis Jiménez apenas son dimensionados a finales del siglo XX y comienzos del presente. Tales aportes, de inmenso valor para la comprensión del fenómeno cooperativo y de la economía solidaria, se refieren especialmente a los siguientes aspectos:

«La producción intelectual de Jiménez es un redescubrir la fuente auténtica de la cooperación y su confluencia con los procesos de praxis social. »

La teoría de los factores económicos y sus dimensiones en la práctica empresarial cooperativa, especialmente el relacionado con el trabajo humano. De ello da cuenta su intervención directa en la famosa ‘Huelga ferroviaria’ de 1934, así como en la obra síntesis del primer periodo: Conferencias a los caficultores (1961). La teoría de los principios cooperativos y su evolución, a tono con los delineamientos periódicos de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), así como la interpretación y análisis crítico de su manifestación en la experiencia cooperativa colombiana. La formulación de una sociología de la cooperación la manifiesta Jiménez en relación con la acción práctica de organización de las masas trabajadoras, en procura de un mayor rendimiento de los bajos ingresos y de la eliminación de los agiotistas presentes en diferentes ámbitos de la vida económica. La preocupación por los problemas macroeconómicos del cooperativismo, mediante la producción de unas metodologías de medición y análisis de variables diversas en términos económicos y sociológicos, se hace presente una vez se encuentra identificado el movimiento y se inician las propuestas de integración para acceder a masas monetarias o para construir economías de escala.La persistencia en el análisis de los procesos de planeación formulados desde el Estado y desde las mismas instancias cooperativas, que promueven la formación de un movimiento autónomo con clara visión de su porvenir.Desde finales de la década de los cuarenta, la obra de Jiménez manifiesta preocupación por los problemas del derecho cooperativo, sobre todo en orden a garantizar su autonomía y a ejercer una influencia directa en las instancias gubernamentales, para que se comprendan las dimensiones diferenciadoras del cooperativismo.

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Guillermo Zuluaga Ceballos

él mantenía mucha correspondencia, debido a sus conexiones nacionales e internacionales. Y le dije: Si estos aparatos se revelan y paran, no los hace trabajar nadie. Entonces, por qué a mí no me da un rato para tomarme un periquito”. Desde entonces, comprensivo, empezó a mirar el reloj, y a eso de las 10 de la mañana le decía: —Ya es hora de que te vayas a tomar el periquito.

Desde 1968 hasta 2009 —con un breve lapso por fuera— trabajó con él. Hasta 1995 en la sede Fedecoop y en los últimos cuatro años, hasta el final de sus días, lo acompañó en su apartamento.

“Después de que vendió su carro, me llamaba a la casa, oiga la joven ya voy a salir para la oficina, para que yo lo esperara a la bajada del taxi y le ayudara a subir. Luego lo llevaba del brazo hasta la oficina”, dice Fabiola, la secretaria, quien era más que una simple asistente, pues, además, al final de sus años, le cambiaba su cheque y estaba pendiente de todos sus asuntos.

El doctor Jiménez de doña Fabiola no era de risas, pero tampoco malgeniado. De pocos gustos, aunque disfrutaba todos los autores de música clásica y de la ópera. Y en cuanto a la comida, pese a sus viajes y a su mundo, disfrutaba los fríjoles y los sancochos que le preparaba la mamá de doña Fabiola cuando él se iba su casa, en Belén La Nubia, a trabajar.

No siempre las horas contienen iguales espacios entre segundo y segundo; entre minuto y minuto. A veces los minutos y las horas se alargan, como si, paradójicamente, estuvieran llenas de un vacío difícil de llenar.

En eso, desordenadamente en eso, pienso en esta tarde de octubre que comparto un ratico con Fabiola Yepes Tabares. La mujer que desde que su doctor Jiménez murió siente como si el tiempo, su tiempo, ya careciera de sentido (o como si, por el contrario, el tiempo, su tiempo, se hubiera detenido el día de la muerte de su jefe).

Doña Fabiola acompañó a Jiménez desde 1968 hasta marzo de 2009, cuando “el padre del cooperativismo” dejó definitivamente sus preocupaciones por crear cooperativas y forjar conciencia sobre asuntos solidarios. El tiempo, insobornable, de todas formas transcurrió.

Ella tiene muy claro el momento en que se acercó por vez primera a la vida de Francisco Luis Jiménez: “Yo entré a trabajar como recepcionista a Fedecoop. Él buscaba para entonces una asistente. Le recibí desde entonces todo tipo de información y correspondencia”, comienza a recordar con un hilito de voz, que refleja exactamente la delicadeza de esta mujer humilde.

La joven, como le decía Jiménez, da fe de la incansable labor de éste por la cátedra; era tan intenso en su empeño, que ella un día le dijo que las máquinas también se cansaban: “Yo me mantenía rendida, porque

“ Pacholuis”, un gerente mecaTeritoFrancisco Luis Jiménez, “Pacholuis”

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Dice doña Fabiola que aprovechando la confianza, y como ella disponía del dinero de su jefe, a veces le comparaba dulces, galleticas y helados, y a él le encantaba, pues “en los últimos años se volvió mecaterito”.

Aunque ella tenía la chequera del jefe, y a pesar de que tenía su firma autorizada, nunca abusó de su confianza. “Cuando tenía una dificultad económica, le decía doctor, necesito pagar esto y no tengo plata: y él sacaba un cheque o la menudita y me daba”. “Eso no lo hace cualquiera”, subraya para hacer notar que la solidaridad y cooperar con causas comunes, que tanto él predicaba, no los dejaba en el discurso.

El padre del cooperativismo nunca tuvo hijos ni esposa. Decía que él se había casado con el cooperativismo. Era un hombre que vivía por esa causa, aunque no por ello dejaba otros disfrutes. “Le gustaba leer [se emociona por vez primera doña Fabiola]. Le gustaba que le regalaran libros de literatura, de cooperativismo, de política”. Y cuando se refiere a la política, me dice con cierta infidencia que el doctor, su doctor, “era como muy godito”. “!Ah!, qué pesar del doctor”, suspira enseguida y yo creo que a mí también me daría pesar saber que un alma tan noble saciara su sed ideológica en aquellas fuentes. ¡Dios lo absuelva!

Francisco Luis Jiménez tenía pocos amigos, para los cuales no era doctor Jiménez, sino Pacholuis.

“En su lista figura Heriberto Camacho, gerente de Colpisos; Heliodoro Ballesteros, Abelardo Aristizábal, Oswaldo Gómez”, dice su fiel secretaria, quien, además, fue testigo de su lucha buscando la beatificación de Clemente Giraldo, sacerdote de Granada, que fuera su amigo desde la niñez. Sin embargo, pese a su esfuerzo, el Papa no le dio

la beatificación. Ésta fue una de las pocas frustraciones de este líder.

“Aunque nació en Palermo, Támesis, quiso mucho a Granada porque vivió allá su infancia y conoció al Padre Clemente”. Todo esto lo fue sabiendo cuando él dejaba de trabajar, de pensar, y comenzaba a llenar las mañanas o las tardes con Fabiola tascando nostalgias. Y aunque no era muy amiguero, al final de su vida empezó a extrañar a la gente. “Le dio duro la soledad”, dice doña Fabiola. Y le hablaba de ingratitud.

—Doctor, no le haga caso. La ingratitud la recibimos todos—, lo consolaba.

Sin embargo, no tuvo que pasar mucho tiempo para darse cuenta de que también ella misma se mentía. Que la ingratitud es una virtud

humana, demasiado humana. “Él se soñaba mucha gente acompañándolo en su despedida final. Le hubiera dado muy duro saber que muy poca gente estuvo en sus exequias.”

Esos asuntos que no esperan se lo llevaron a montar cooperativas a la eternidad. Suena fácil decirlo, pero a personas como doña Fabiola, quien lo acompañó por más de 40

años, les cuesta asimilarlo. Desde marzo de 2009 siente que se esfumó la parte más trascendente de su vida, quizá el único aliciente que le daba ánimos a esta mujer que tanto asimiló el estilo y la forma de ser de su doctor; quien también se quedó soltera.

“Después de la muerte de mi papá, él era todo”.

Y desde que ese todo se fue, ella se ha dedicado a

recordarlo. “Él era modesto, en términos

generales, pero se sentía orgulloso de haber fijado un camino en el cooperativismo. Incitaba a investigar y a estudiar. Ahora son simple empresas y administradores, decía”. Por ello, son tantos momentos acumulados en su memoria que le cuesta afirmar que haya uno en particular que pueda pintar a su doctor Jiménez.

“¿Momentos?… Tantos… tantos… quizá el último día”, pregunta, o se pregunta, y tras una pausa larga recuerda su última conversación, cuando Jiménez se extrañó de la rapidez con la que pasaba el tiempo.

“ Pacholuis”, un gerente mecaTerito

«‘Él era modesto, en términos generales, pero se sentía orgulloso de haber fijado un camino en el

cooperativismo. Incitaba a investigar y a estudiar. Ahora son simple empresas y

administradores, decía’. »

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Cooservunal riqueza para la gente

Las cooperativas suelen ser empresas identificadas con el ambiente en el que surgen. Así, los valores de la tierra alimentan a las cooperativas agrarias; la importancia del ambiente, a las de reciclaje.

Cooservunal, una cooperativa nacida de empleados del sector universitario, conserva el legado de valores e ideales propios del ambiente educativo, como la sensibilidad social y la importancia de apoyar el estudio.

Hace 29 años, cincuenta empleados del sector de servicios de la Universidad Nacional, sede Medellín, se reunieron para conformar su propia cooperativa de ahorro y crédito. La idea fructificó y llegaron también docentes y administrativos. Pronto, la iniciativa se propagaría por las sedes de Bogotá y Manizales, lo que dio origen a un proyecto nacional que otorgó a los empleados universitarios la posibilidad de controlar sus propias finanzas y trabajar en comunidad.

Nacidos de una empresa educativa, Cooservunal tiene claras sus prioridades. Así nos lo aclara Ana María Ramírez, gerente general: “Lo importante no es simplemente guardar el dinero de nuestros asociados y hacerlo rentable, sino ayudarles a manejarlo bien. Nosotros buscamos que las personas se concentren en los dos ámbitos que consideramos esenciales para el desarrollo de las familias: la vivienda y la educación. Eso sí, sin descuidar cosas tan importantes como la recreación”.

Para cumplir con esta labor, Cooservunal opera con audacia en el mundo financiero, al adquirir cartera bancaria de muchos nuevos asociados y asesorarlos en la reorganización de sus finanzas.

Cooservunal

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• 1� •Muchas personas son alentadas por las mismas

entidades financieras a consumir mucho, sin cuidar sus proyectos a mediano y largo plazo. Cooperativas como ésta, que se preocupan por el bienestar de los asociados antes que por sus rendimientos, tratan de ser buenos consejeros y de guiar a los clientes en la mejor forma de planear y realizar las metas de vida.

Parece sorprendente que esta filosofía social y solidaria no vaya en detrimento de la entidad, sino que, al contrario, la haya hecho fuerte y sólida. Y le ha permitido impulsar programas que la conecten con la esencia solidaria. Nacida del movimiento laboral y sindical, la entidad tiene como principio la sensibilidad social. Por eso, sus rendimientos apoyan programas de becas y permanencia estudiantil en la Universidad Nacional.

“Tenemos 46 becarios en Medellín, que reciben ayuda de manutención mientras cursan sus estudios. En Manizales hemos construido una residencia estudiantil, muy digna y agradable, que alberga ahora a 40 jóvenes que, sin este impulso, hallarían muy difícil conseguir estudiando lejos de su familia”, señala la gerente.

Otro proyecto relacionado es la asistencia alimentaria a 29 estudiantes en la sede de Bogotá. La idea es incrementar estas ayudas y comprometer a los asociados con esta sensibilidad educativa y social.

En la cooperativa saben que uno de los grandes retos de todas las empresas es generar identidad. La mayor parte de los asociados llegan a las entidades por necesidades inmediatas, y no se relacionan mucho con los ideales de solidaridad y trabajo en comunidad que promueve el sector.

La estrategia de Cooservunal es educativa. Cada año la empresa realiza una campaña de identidad para que los asociados encuentren en la filosofía solidaria toda una forma de vivir y de trabajar.

En 2009, las publicaciones, los almanaques, el portal web y la publicidad de la empresa giran alrededor de los pueblos indígenas de Colombia. Estos productos comunicativos, con magníficas fotografías y buen diseño, nos acercan a estos pueblos nuestros como muestra evidente de que la identidad y la vida en comunidad son clave en la supervivencia ante situaciones adversas.

La identidad con el movimiento cooperativo, para Ramírez, no es gratuita. Por el contrario, es algo sensato que tiene que ver con la justicia social, la equidad y el desarrollo comunitario.

“Hay algo maravilloso en estar vinculado con entidades solidarias, y es que mientras trabajamos y hacemos nuestro futuro personal, sin detrimento de nuestros salarios y condiciones laborales, sabemos que la riqueza generada irá a todos los asociados, no a unos pocos”.

Para el futuro hay optimismo y ganas de trabajar. La meta esencial no es simplemente el crecimiento; es la consolidación de la calidad de vida de los asociados, su vivienda y la educación de sus hijos. También, hay una proyección a otros públicos, no sólo universitarios. Hay asociados del campo, así como de empresas de la confección, la construcción y el sector de la salud.

El ideal es consolidarse como una entidad de presencia nacional. Tras unos años de trabajo autónomo, las tres cooperativas de Medellín, Manizales y Bogotá se reunificaron bajo una sola entidad. Ahora se comienzan a establecer lazos en las sedes de frontera de la Universidad Nacional.

“A los asociados fundadores que vienen a visitarnos les saltan las lágrimas cuando ven cómo ha crecido una entidad para cuyo comienzo ellos pusieron 25 pesos cada uno. Ahora manejamos activos por más de 50.000 millones de pesos. Nuestro desarrollo irá siempre al beneficio de la gente y las familias. Generamos riqueza para todos. Esa es la filosofía del cooperativismo”.

Ana María RamírezGerente general de Cooservunal

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Tocar, escuchar, estudiar y enseñar la técnica y el alma de la música son las actividades diarias de la única mujer bandoneonista de Colombia. Para quienes la han escuchado, es toda una promesa en la interpretación del bandoneón, una tanguera profesional; para quienes la ven es la misma Malena que tanto han buscado en las leyendas los amantes de este género de arrabal.

Con su bandoneón, María Alejandra Montoya Colorado se presentó en el III Encuentro Nacional Cooperativo, que se realizó en el gran Salón Antioquia del Hotel Intercontinental de Medellín, el pasado 3 de julio, y cuyo tema central fue “Mujeres construyendo solidaridad, creando otro mundo posible”.

Aunque el tango no es precisamente el tipo de música que la emociona, María Alejandra se ha convertido, a fuerza de su pasión por la música, en la única mujer colombiana que interpreta el bandoneón: “Ahora me gusta y mucho, pero en principio no me llamaba la atención. Fue cuando yo tenía 14 años que mi padre y uno de sus alumnos me invitaron a conformar un grupo de Tango. Inicialmente mi participación era interpretando el piano. Sin pensarlo dije que sí, más por gusto que por negocio”, explica María Alejandra sobre su primera experiencia con el tango.

Posteriormente, su padre, Rodrigo Montoya, arreglista, guitarrista clásico, contrabajista y aficionado al tango, le regaló un bandoneón que fue elaborado en Alemania hace más de ochenta años, y lentamente nació su amor por este instrumento.

Su fisionomía elimina cualquier intento de imaginarla en otra profesión: su cabello rizado, largo, negro, no deja que nadie la olvide. Sus ojos grandes, oscuros y bien

delineados reflejan la profundidad y la nostalgia que le dan la esencia al tango, y sus labios gruesos y rojos son el toque de sensualidad que la hace parecerse a las musas de las mejores milongas.

Así lo afirmó para el diario Centrópolis, de Medellín, el experto en tango Jaime Jaramillo Panesso, para quien Alejandra: “no solo tiene madera y disciplina, sino cara, morfología facial de tango”.

Cuna y herenciaMaría Alejandra no es sólo un bandoneón en un escenario. A sus 23 años no recuerda cómo era su vida sin la música como protagonista, pues cuando tenía cuatro años su madre, Luz Miryam Colorado, una aficionada a la guitarra, le enseñó las notas musicales, unas bases de lectura y la interpretación de ese instrumento.

A esa misma edad ingresó al Instituto de Bellas Artes a estudiar piano en el programa Música y Color, que en esa época dictaban en el Jardín Botánico de Medellín. Y desde entonces fue ese instrumento el que la enamoró, ha sido su mejor y más fiel amigo.

Para ser profesional en la música no basta con haber nacido en un hogar donde las notas musicales son el plato principal, también es necesario tener disciplina y amar la profesión, y para esta joven: “Amor no es un sentimiento que alcance a describir lo que siento cuando estoy ejecutando algún instrumento o cuando estoy escuchando música”.

Dedicación totalSu padre es su máxima influencia, su apoyo y su tutor: “A veces él es mi representante, y otras, yo soy la suya”. Paralelamente con sus estudios académicos, la joven no descuidó ni un segundo su estudio musical en el Instituto: “Al conformar el quinteto de tango comenzaron a resultarnos muchos contratos, no sólo en Medellín, sino en otras ciudades de Colombia. Aunque nos presentábamos cada ocho días en la Casa

María Alejandra, musa e intérprete

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Gardeliana, nuestro primer negocio como tal fue en Manizales”, recuerda Alejandra.

Esta situación no dejó espacio para que la artista continuara sus estudios en Bellas Artes, y luego de graduarse del colegio se dedicó a hacer presentaciones con el piano y con el bandoneón en todos los teatros de Medellín, y en las ciudades colombianas.

María Alejandra cuenta así su día a día: “Actualmente retomé mis estudios en Bellas Artes, estoy dedicada a profundizar en el piano clásico, en las mañanas lo practico, luego voy al Instituto, en las tardes tengo ensayos con el grupo, y luego ingreso al mundo del bandoneón, y en ocasiones asistimos a presentaciones”.

A tan corta edad, pero con tanta experiencia, talento y disciplina, María Alejandra sabe que para vivir de la música en Colombia: “No sólo hay que ser la mejor, hay que diversificar las actividades, interpretar lo que a uno le gusta y lo que no le gusta también, enseñar, tocar en empresas, en teatros y en bares. Pues en este contexto el arte no es bien valorado, pagan mal y, ¿quién lo creyera? hay competencia desleal: a veces está primero la economía que el talento”.

María Alejandra Montoya está decidida a ser la mejor, y por eso sacrifica momentos que una persona de su edad no estaría dispuesta a abandonar: “He ido a presentarme en eventos el día de mi cumpleaños, se dificulta establecer relaciones emocionales o amistosas por los horarios que manejo”, explica.

Sólo una de las actividades saca de la música a la artista momentáneamente, sin embargo, lo hace porque sabe que le servirá para cumplir una de sus metas: “Estudio inglés, porque quiero comunicarme con facilidad con los artistas que vienen a la ciudad y con los que, muchas veces, comparto escenario, y además tengo la ilusión de viajar por todo el mundo con mi música”.

Durante el III Encuentro Nacional Cooperativo, el sector fue testigo de aquel derroche de talento y sentimiento que se apoderan de esta mujer cuando está frente a su público.

Sobre el evento, la artista opina: “Las mujeres hemos sido pioneras y creadoras, y en muchas ocasiones no se nos da el reconocimiento que merecemos. En mi caso, pensé que iba a ser muy fácil abrirme camino en el mundo de la música por ser la única mujer del país que interpreta este instrumento, pero ha sido un recorrido duro, de mucho trabajo y estudio para no sólo ser la única, sino además ser la mejor”.

Con su vida y su trabajo, María Alejandra hace parte de ese grupo de mujeres que, precisamente, inspiraron el lema que tuvo el Encuentro y sobre el cual tuvieron base las principales conversaciones de la jornada: “Mujeres construyendo solidaridad, creando otro mundo posible”.

«Las mujeres hemos sido pioneras y creadoras, y en muchas ocasiones no se nos da el reconocimiento que merecemos. En mi caso, pensé que iba a ser muy fácil abrirme camino en el mundo de la música por ser la única mujer del país que interpreta este instrumento,

pero ha sido un recorrido duro, de mucho trabajo y estudio para no sólo ser la única, sino además ser la

mejor.»

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La equidad de género y el papel de las mujeres en la empresa solidaria fueron los temas centrales del III Encuentro Nacional Cooperativo, evento organizado por Confecoop Antioquia, que en sus tres ediciones se ha convertido en el más importante espacio para al debate, la reflexión y la toma de decisiones en este amplio sector de la economía nacional.

Con el lema “Mujeres constru-yendo solidaridad, creando otro mundo posible”, cooperativistas de todo el país se reunieron en el gran salón Antioquia del Hotel Intercon-tinental de Medellín. El 3 de julio el recinto estuvo lleno de las ideas y experiencias que muestran cómo las mujeres no sólo tienen un rol esen-cial en las empresas cooperativas, sino, también, que el concepto de equidad de género se está ampliando

para abarcar a los hombres, en busca de una lucha conjunta por el desa-rrollo y la justicia social.

Cada actividad estuvo inspirada por la presencia femenina en todos los ámbitos, desde las finanzas y la organización, hasta el arte y la música.

Mujer, liderazgoy solidaridadLa primera ponencia de la jornada estuvo a cargo de Aura López. Con su extraordinaria voz, la escritora, columnista y directora cultural del Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe expuso la gran contradicción actual de la lucha por la libertad femenina: mientras, por un lado, se gana cada vez más terreno en la participación y el reconocimiento de la mujer como elemento esencial

Imágenes del evento

de todo proceso económico, político y social, por otro se ve cómo la publicidad y el marketing van acorralando cada vez más a un mayor número de mujeres en sus redes de imagen y modelos impuestos. El cuerpo femenino, antes encerrado por el concepto de pecado, está ahora siendo atado por modelos publicitarios.

Rocío Pineda, ex secretaria para las mujeres de la Alcaldía de Medellín, recabó en el terreno ganado: los avances de las mujeres colombianas en el terreno del liderazgo empresarial y el papel del cooperativismo en dichos pasos. Las dos plenarias que se realizaron luego con la moderación de María Eugenia Pérez Zea, presidenta del Comité Regional Americano de las Mujeres Cooperativistas (CRAMC), de la Alianza Cooperativa Internacional para las Américas (ACI-Américas), fueron el espacio perfecto para compartir experiencias reales de liderazgo y trabajo femenino en el ambiente solidario.

Miembros de cooperativas de mujeres, organizaciones de trabajo para la equidad de género o grupos de estudio pusieron sobre la mesa los avances y dificultades vividas por cooperativas de base femenina, como Compartir, de Urabá; Asomuca, de

III Encuentro Nacional Cooperativo

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• 23 •Caucasia, y Recuperar, de Medellín. Los testimonios, análisis y fundamentos investigativos fueron provistos por un conjunto excepcional de participantes: Argelia Londoño, Vivian Castro, H. Carolina Agudelo, Gladis Echavarría y Liliana Moreno.

Cooperativismo en América Latina: ejemplos y experiencias para compartirEn la tarde tuvimos la oportunidad de escuchar a dos invitadas de países hermanos: desde Paraguay nos visitó Lourdes Ortellado Sienra, una de las más renombradas cooperativistas del Cono Sur, que fue elegida este año como representante de América Latina al Consejo Directivo Mundial de la ACI. Su óptica global sobre la participación de las mujeres en las economías de todo el mundo dejó clara la importancia y urgencia de una integración total de los géneros en el manejo de la producción y el trabajo.

Aldi Alida Guerra Teixeira trajo desde Perú un ejemplo exitoso del trabajo solidario femenino para superar la discriminación. Su cooperativa, la más importante de la ciudad amazónica de Iquitos, ha luchado durante años para dar a las mujeres el puesto merecido en las decisiones económicas, hasta el punto que se han convertido en referente, para hombres y mujeres, de trabajo cooperativo integrado.

Sin duda, un memorable gesto del evento fue la entrega, por parte de Aldi Guerra, de regalos elaborados por mujeres y hombres asociados a la cooperativa, como artesanías y objetos típicos de la región amazónica peruana.

Música y reflexiónTras la ponencia de Liliana Moreno, de la corporación Vamos Mujer, y las palabras de clausura, los asistentes al encuentro pudieron disfrutar de un momento de música y danza gimnástica, que incluyó la presentación Alejandra Montoya, la única bandoneonista del país, acompañada por la voz porteña de Mirta Godoy.

Los testimonios y reflexiones de mujeres vinculadas al cooperativismo dejaron una conclusión esencial: ya que el 48,5% de los asociados en Colombia son mujeres, es claro que su voz debe escucharse en igual proporción; del mismo modo, la dirección de las empresas debe reflejar esa participación femenina, que beneficia por igual a hombres, mujeres y familias.

Arriba, espectáculo de danza durante el evento. Abajo, Guillermo Arboleda, director ejecutivo de Confecoop Antioquia.

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Durante cuarenta años, Aura López ha acompañado a los antioqueños en veladas de lectura en voz alta, locuciones para las principales instituciones culturales del departamento y programas radiales de literatura. Detrás de esa faceta, en la que su voz es protagonista, está su labor como columnista y escritora. En el III Encuentro Nacional Cooperativo compartió con nosotros una ponencia sobre el cuerpo femenino y nos brindó su libro Mujer y tiempo, editado por la cooperativa Confiar, en el que se recopilan tres décadas de reflexión sobre el acceso de la mujer a un lugar justo en el mundo. Conversamos con ella en su oficina del Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, de Medellín, donde se desempeña como directora cultural.

En sus crónicas de los años setenta hay en cierta forma más esperanza, más optimismo respecto a las escritas durante los años noventa. ¿Han bajado las mujeres la guardia en el camino de la equidad?Es posible. En los setenta había en Medellín varios grupos de mujeres que denunciábamos los problemas de género, teníamos revistas, escribíamos. Había movimiento. Pero es evidente que hay conquistas: ver a las mujeres jugando fútbol, o conduciendo un bus, son cosas bonitas que lo hacen pensar a uno que el mundo ha cambiado y las mujeres están interviniendo ahora en actividades que eran exclusivas del hombre.

Aún así, todavía hay mucha incomodidad para que la mujer pueda instalarse en el mundo. Como ejemplo, una mujer sigue ganado menos que el hombre en muchos empleos, aunque haga el mismo trabajo.

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• 25 •Entonces, ¿aún hay una brecha grande en el mundo económi-co y empresarial?Hay ejecutivas y ejecutivos serios, y muchas mujeres que están conquistando espacios importantísimos en la empresa y la academia. Un ejemplo es la nueva Premio Nobel de Economía. Es una sola mujer, pero que inspira a muchas otras que comienzan a confiar en la posibilidad de ser mejores profesionales, mejores intelectuales, mejores personas.

Al mirar programas serios de televisión vemos gran cantidad de mujeres entrevistadas, expertas que se ocupan de temas trascendentes y que opinan con gran independencia. Tantas mujeres en la televisión son un indicador indudable de progreso; esas especialistas, no los maniquíes de los noticieros nuestros.

Usted ha comentado en muchos escenarios que la emanci-pación parte de la conquista del propio cuerpoReconocer el cuerpo como una propiedad de la mujer es esencial, porque la enajenación de la mujer comenzó con la enajenación del cuerpo. El placer, el erotismo no les eran permitidos. Todavía hay miles, millones de

mujeres acerca de cuyo cuerpo decide, manda y procede otro, como es el caso de las mujeres campesinas o muy pobres, que dependen de un hombre para el sustento.

Además, tenemos el caso de la mujer maniquí de la televisión, que es una regresión a una etapa que queríamos superar, pues está entregando algo que ya había sido ganado. Esa mujer es un adorno, que tiene que estrenar peinados todos los días, lucir nuevo vestido todos los días y que sea un vestido tan de moda que llame más la atención que ella misma y que lo que dice. Es una invasión de la superficialidad.

¿La creciente popularidad de las cirugías plásticas puede considerarse un síntoma? Porque muchos sostienen que la mujer, como el hombre, tienen el derecho a modificar su cuerpoClaro que es un derecho. Pero la pregunta es para quién está la mujer de hoy modificando su cuerpo. En muchos casos el hombre paga las cirugías de la mujer y la mues-tra como trofeo, como quien dice: “miren quién soy yo, lo que he conseguido, lo que he fabricado”.

Para muchas ya no está esa necesidad de ser una mu-

«Reconocer el cuerpo como una propiedad de la mujer es esencial, porque

la enajenación de la mujer comenzó con la enajenación del cuerpo. »

jer profesional en áreas esen-ciales, de cumplir sueños inte-lectuales, sino que comienza a verse una propensión por mo-dificar el cuerpo y la actitud para ser una modelo. Antes era el pecado el que esclavizaba el cuerpo femenino; ahora es el cuerpo mismo el que esclaviza a la mujer.

¿Tiene sentido, en nuestro mo-mento histórico, la existencia de agremiaciones femeninas?Por ahora, tal vez, como método de protección y de lucha. Pero un día ya no tendremos que hablar de trabajo femenino, ni de una empresa donde hay cincuenta mujeres y cinco hombres, sino que hay cincuenta y cinco personas. Ese será el día de la verdadera liberación, aunque en lo laboral haya matices de tipo biológico, como los trabajos físicamente exigentes;

pero quizá también eso tenga que ver con la cultura del cuerpo y de la delicadeza que las mujeres soportan desde niñas.

Un día maravilloso del futuro nadie escribirá titulares

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como: “Asaltado un banco. Dos mujeres entre los asaltantes”. Un día no seremos noticia por ser mujeres, sino por ser personas.

Por eso no estoy de acuerdo con esos reconocimientos de tipo “mujer del año” o como algo que era casi un chiste, un concurso nacional que se llamó “Mujeres inteligentes”, como si una mujer inteligente fuera un fenómeno. No debería haber diferenciación de género, por buenas intenciones que se tengan. Claro que seguiremos siendo hombres y mujeres, pero accederemos a roles comunes, a oficios comunes, a deportes comunes.

¿Y qué decir respecto a las pruebas de que las mujeres son mucho más responsables con el dinero y mejores a la hora de pagar que los hombres? No me gusta pensar que las mujeres son más honradas o más responsables, porque las mujeres somos personas y también podemos hacer cosas indebidas. El asunto es que la mujer ha vivido siglos, milenios, de encerramiento y exilio de la sociedad real. Eso las ha aislado de todo, aun en el terreno de la maldad: no hemos tenido tanta experiencia en lo indebido como los hombres. Claro

«Volver al mundo significa ser profesional, estar en las artes, en la música, en los deportes, que son un terreno cada vez menos vedado. Significa, sobre todo, escribir, y escribir bien, porque escribir es pensar y manifestarse. Esas son las labores urgentes de la mujer de hoy y de los hombres que quieran acompañar esta lucha.»

que eso no significa que para afirmarnos debamos hacer cosas malas.

Volver al mundo significa ser profesional, estar en las artes, en la música, en los deportes, que son un terreno cada vez menos vedado. Significa, sobre todo, escribir, y escribir bien, porque escribir es pensar y manifestarse. Esas son las labores urgentes de la mujer de hoy y de los hombres que quieran acompañar esta lucha.

Aura López

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• 2� •Mujeres construyendo solidaridad, creando

otro mundo posible

Las jerarquías sociales imperantes en nuestra sociedad siguen una línea racista y sexista, y la violación se ha convertido en la metáfora central de nuestra cultura: violación de mujeres, de grupos minoritarios y de la tierra misma. Nuestra ciencia y tecnología están basadas en un

concepto del siglo XVII según el cual la comprensión de la naturaleza implica la dominación de la misma por el “hombre”.

Fritjof Capra, en su libro El punto crucial

Cuando empecé a escribir este texto me preguntaba qué podría decirles a las mujeres y, sobre todo, a las conferencistas expertas en el tema que invitamos al III Encuentro Nacional Cooperativo; reconozco que fue algo intimidante y sentí la misma timidez de principiante que cuando suspiré por primera vez por una mujer.

Sentía, además, una especie de culpa, pues al concebir este evento creí también que hacerlo y anunciarlo para las mujeres cooperativistas, por sí mismo podría constituirse en un acto discriminador y excluyente para ellas. Sin

embargo, para sorpresa nuestra, los que se sintieron excluidos fueron algunos hombres, quienes me decían, sin sonrojarse, que no vendrían, porque era un evento creado sólo para las mujeres; otros hombres miembros de algunos consejos de administración dijeron que el tema de equidad de género era para feministas y no para el cooperativismo. Con lo anterior pude

«El cooperativismo que epistemológicamente es relacionamiento, tiene esa afinidad con lo femenino, que es

integrativo, y la competición, que es individualista, representa el lado masculino, en nuestra cultura.»

Guillermo Arboleda Gómez

Instalación del III Encuentro Nacional Cooperativo

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• 2� •

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comprobar cuál es aún el paradigma dominante en nuestra sociedad y, lamentablemente, en algunos miembros del sector cooperativo.

Esto nos dio mayores argumentos y bríos, complementados con la desmesura de mis propósitos y con el aliento y ánimo de las mujeres, quienes, al escuchar la idea, la acogieron y le dieron vida con un entusiasmo inaudito. Sin embargo, en medio de la ignorancia sobre el tema recordé algo que me marcó para siempre, del físico teórico Fritjof Capra, en su libros La trama de la vida y el Punto crucial, cuando trataba la ecología profunda; tal vez por ello, pensé, tenemos el mundo que tenemos. Por esto se da la explotación y degradación del mundo natural y espiritual, y la subordinación y opresión a ultranza de las mujeres, históricamente.

El sentido en que el autor utilizó el término “ecológico” está asociado con una escuela filosófica específica o movimiento de base conocida como “ecología profunda”, que está ganando fuerza rápidamente en el mundo. Esta escuela fue fundada por el filósofo noruego Arne Naees a principios de los años setenta, al distinguir la ecología superficial de la profunda.

Dice el autor que la ecología superficial es antropocéntrica; es decir, está centrada en el ser humano. Es el ser humano quien está por encima o aparte de la naturaleza como fuente de todo valor y por ello la naturaleza cobra una dimensión únicamente instrumental, es decir, de “uso”; pero el antiguo paradigma o ecología superficial parte de la falsa premisa de que los actores humanos no están insertos y se separan del medio en que actúan; además, lo utiliza sometiéndolo y subyugándolo. Por eso no nos debe sorprender que en la práctica cotidiana estos actores sean blancos, machos y autodeterminantes; como resultado de privilegios económicos y sociales.

Los actores privilegiados se han encargado de imprimir los valores antropocéntricos dominantes del viejo paradigma, desconociendo estar insertos en otras personas, sobre otras especies y sobre el planeta. Estas cargas de la explotación las soportan mujeres subprivilegiadas y otros grupos subordinados, con las consabidas consecuencias ecológicas destructivas, dados los patrones dominantes de producción y consumo de la sociedad capitalista.

La ecología profunda, al contrario, no separa a los humanos, ni a ningún otro ser, del entorno natural. Ve

el mundo no como una discontinua colección de objetos separados, sino como una red de fenómenos fundamentalmente interconectados e interdependientes. La ecología profunda ve a los humanos como una mera trama de la vida.

Además de la ecología profunda, hay otra escuela filosófica de ecología, denominada ecología feminista o “ecofeminismo”, la cual reconoce que la naturaleza fundamentalmente antiecológica de muchas de nuestras estructuras sociales y económicas y de sus tecnologías tienen sus raíces en lo que Riane Eisler ha denominado “el sistema dominador” de la organización social. Patriarcado, imperialismo, capitalismo y racismo son algunos ejemplos de la dominación social, que son, en sí mismos, explotadores y antiecológicos.

El ecofeminismo ve la dominación social en el contexto del patriarcado y en la explotación en sus variadas formas de jerarquía, militarismo, capitalismo e industrialización. Señalan que la explotación de la naturaleza en particular ha ido de la mano con la de la mujer, que ha sido identificada con la naturaleza a través de los tiempos. Esta antigua asociación entre mujer y naturaleza vincula la historia de la mujer con la del medio ambiente y es el origen de la afinidad natural entre feminismo y ecología.

Para explicar un poco más este asunto, el mismo Capra, en su libro El punto crucial, hace otra interesante referencia al tema. Dice que para los filósofos chinos todas las manifestaciones del tao (el camino) surgen de la interacción

Mujeres construyendo solidaridad...

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• 2� •dinámica de dos polos arquetípicos opuestos tomados de la naturaleza, que se denominan el yin y el yang. Es difícil para nosotros los occidentales entender que no son dos categorías independientes, sino extremos de una unidad, y que se debe dar el equilibrio.

En biología no existe una clara diferencia entre los rasgos femeninos y masculinos de un ser humano; según Goleman, éstos aparecen en proporciones variables en ambos sexos. Para los sabios chinos, hombres y mujeres pasan por fases yin y yang, es una entidad dinámica dada por la interacción de elementos masculinos y femeninos. Este concepto contrasta radicalmente con el de nuestra cultura patriarcal, donde rígidamente todos los hombres han de ser masculinos y todas las mujeres femeninas, lo cual llevó, ante la distorsión del significado, a dar a los hombres los primeros papeles y la mayoría de los privilegios sociales.

Por ello los valores predominantes —competición, expansión, dominación— están generalmente asociados con los hombres. Efectivamente, en una sociedad patriarcal ellos no sólo se ven favorecidos, sino también recompensados económicamente y dotados de poder político. Ésta es una de las razones por las que el cambio a un sistema de valores más equilibrado resulta tan difícil para la mayoría de personas, y especialmente para los hombres. Esa es la explicación a mis referencias iniciales, ante la indiferencia de muchos cooperativistas hombres, e incluso de algunas mujeres, al organizar este evento.

Al observar la lista de opuestos surge a la vista que nuestra sociedad ha favorecido más al yang que al yin; así, prefiere lo racional sobre lo intuitivo, la competencia a la cooperación, la explotación de los recursos naturales a la conservación, y así sucesivamente.

Esta preferencia, respaldada por el sistema patriarcal y reforzada ulteriormente por la revolución científica del siglo XVII, ha conducido a un profundo desequilibrio cultural que se encuentra en la base misma de nuestra crisis actual; es decir, un desequilibrio entre el pensamiento y el sentimiento, entre los valores y el comportamiento, y entre las estructuras sociales y políticas.

Nuestra cultura, como dice Morris Berman, desconoce que el alma es otro nombre para lo que el cuerpo hace o que el cuerpo es la parte densa del espíritu. Para completar el cuadro, la revolución científica del siglo XVII consideró la naturaleza como un sistema mecánico sujeto a ser manipulado y explotado conjuntamente con la mujer. La antigua relación de la mujer y la naturaleza une, de este modo, la historia de ambas y es el origen del parentesco natural de feminismo y la ecología (ecofeminismo), que se vuelve más evidente según su ideóloga Carolyn Merchant, historiadora de la ciencia de la Universidad de Berkeley, California.

Capra dice que la evolución biológica de la especie humana se detuvo hace unos 50.000 años. Desde

entonces, la evolución ya no fue genética, sino cultural y social. Ello reafirma que los actuales desequilibrios se deben a las disparidades que existen entre el desarrollo del poder intelectual, del conocimiento científico y de las habilidades tecnológicas, por un lado, y la sabiduría intuitiva, la espiritualidad y la ética, por el otro.

Nuestra sociedad ha preferido el comportamiento competitivo en vez de la cooperación y es una de las principales manifestaciones de la tendencia no integradora, animada por la aplicación del método científico del siglo XVII, cuya palanca para interpretar los fenómenos es la división y la fragmentación, en contravía de la palanca yin, que se basa en las relaciones. Por eso decíamos antes que si la visión yang representa la separación, yin expresa la integración en un todo unificado. En el yang tiene primacía la parte, el individuo; en el yin la preeminencia es del todo, del colectivo, el holón.

Por ello, el cooperativismo que epistemológicamente es relacionamiento, tiene esa afinidad con lo femenino, que es integrativo, y la competición, que es individualista, representa el lado masculino, en nuestra cultura.

Para concluir esta referencia sobre las actitudes y los valores culturales, podemos decir que nuestra sociedad siempre ha fomentado y premiado los elementos yang (masculinos y autoafirmantes) de la naturaleza humana, sin tomar en cuenta los aspectos integrativos yin. A pesar de todo, estamos presenciando hoy un movimiento evolutivo que equilibrará indefectiblemente algún día a ambas partes.

Todos buscamos o tenemos la creencia de que las raíces de estos valores son de naturaleza social y económica; sin embargo, parece ser que lo que anda mal es nuestra cosmovisión y su realidad como totalidad; es decir, de nuestra forma de pensar.

La invitación final es que tenemos que lograr una reconciliación entre ciencia y espíritu, entre hombre y mujer, entre individuos y comunidades, entre unidades y sistemas, entre cooperativas y sistema cooperativo, para hacer posible un mejor futuro. De paso, en lo que concierne al cooperativismo antioqueño, lograr su visión integracionista, o yin, o femenina, que a la letra dice:

Nos vemos en el 2016 con un cooperativismo integrado en circuitos económicos y sociales para el desarrollo.

«La ecología profunda, al contrario, no separa a los humanos, ni a ningún otro ser, del entorno natural. Ve el mundo no

como una discontinua colección de objetos separados, sino como una red de fenómenos

fundamentalmente interconectados e interdependientes.»

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En el corregimiento de Altavista, al occidente de Medellín, 39 mujeres cabeza de familia han puesto sus esperanzas en la formación de una empresa que les permita vivir con dignidad y sacar adelante a sus hijos. Su proyecto, la cooperativa Resplandor de Vida, está acosado por problemas financieros, pero ellas persisten y esperan apoyo.

A 12.000 kilómetros, en la república africana de Mauritania, una cooperativa de mujeres de la ciudad sahariana de Chinguetti ha sido comisionada por la Unesco para conservar las tradiciones textiles de una ciudad histórica que comienza a ser salvada de la arena.

A pesar de la distancia y de la diferencia en el apoyo logrado, éstos no son dos ejemplos aislados, sino, más bien, dos nodos en la larguísima cuerda que enlaza el esfuerzo de millones de mujeres en el mundo: las cooperativas femeninas.

Estas agrupaciones, presentes en todos los rincones del mundo, nacen con los ideales del movimiento solidario, pero sumando a ellos una necesidad inmediata: librar a muchas mujeres, especialmente en las zonas rurales, de la miseria y la exclusión a las que la dependencia económica las condena.

Una libertad que nace del trabajoEn su libro Una habitación propia, la novelista inglesa Virginia Woolf señaló con ahínco la importancia de la independencia financiera para que las mujeres pudieran decidir sobre sus propias vidas.

Hoy, en el siglo XXI, vemos cómo las mujeres de sociedades urbanas han logrado en gran parte esa libertad, pero un panorama muy distinto se observa en las comunidades rurales, los poblados pequeños y hasta los barrios más marginados de las grandes ciudades.

Desde el inicio mismo del cooperativismo, en la Inglaterra del siglo XVII, el movimiento cooperativo ha tenido como principal propósito la protección de los derechos laborales de las poblaciones vulnerables. Al inicio fueron los artesanos; luego los obreros y los campesinos.

No es de extrañar que, desde los años veinte, las mujeres de Europa, seguidas por las de América, hayan comenzado a agruparse en cooperativas de trabajo asociado. Ya el Congreso Feminista Panamericano, celebrado en México en 1923, señalaba la importancia de fomentar las cooperativas femeninas como una manera de garantizar la emancipación económica de la mujer.

En los campos de África y Asia, donde la situación de la mujer llega a ser deplorable, estas agrupaciones cuentan con el apoyo de gobiernos y entidades supranacionales.

No por nada la mayor cooperativa del mundo, por su número de asociados, es una empresa agrícola de mujeres de Bangladesh.

En Occidente, tras tantas décadas de liberación, podría pensarse que se ha llegado a un punto en que estas entidades sólo femeninas ya no son necesarias y que hasta resultan anticuadas. El ejemplo de muchas asociaciones que se han integrado a empresas mixtas parece probarlo. Sin embargo, una mirada al campo prueba que, en ese ámbito, el trabajo solidario femenino es aún esencial.

En Marruecos, en España, en México, en Argentina, amplios programas apoyan la formación de estas empresas de mujeres como una opción para combatir la exclusión y la dependencia. También, explotan las probadas ventajas organizativas de las mujeres, quienes poseen una enorme

«La eficiencia de estas agrupaciones solidarias femeninas en la lucha por un lugar justo en el mundo es innegable.»

Cooperativas de mujeres

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conciencia del trabajo para la familia, por encima de sus intereses individuales.

Ejemplos colombianosColombia no se sustrae a estas políticas. Una muestra es la reciente consolidación de cooperativas, como la planta de confecciones Howe, en Sonsón, Antioquia. Estas mujeres cabeza de familia fueron apoyadas por el gobierno departamental y la organización no gubernamental Prodepaz, esfuerzo cristalizado en agosto de este año, con la inauguración de una moderna instalación.

Capacitadas por el SENA y apoyadas por la empresa privada (sus productos son ahora comercializados por Leonisa S. A.), Howe puede inspirar a muchas otras cooperativas de mujeres en el país, y mostrar la importancia

de la capacitación y el apoyo institucional.Así, 50 confeccionistas de Marinilla producen variadas

prendas de inspiración cultural, comercializadas por microempresas como Etnik, y 300 mujeres desplazadas por la violencia en el departamento de Bolívar fueron apoyadas por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, para fundar MUJERCOOP, una empresa de artesanías y servicios.

El paso siguiente: la integraciónLa eficiencia de estas agrupaciones solidarias femeninas en la lucha por un lugar justo en el mundo es innegable. Ante la duda de si esta división de género no prolonga la discriminación, encontramos un consenso en muchos autores, expresado en una idea por la cooperativista peruana Aldi Alida Guerra, invitada al III Encuentro Nacional Cooperativo: “Las cooperativas femeninas se fundaron para abrir un espacio a las mujeres en sistemas económicos muy discriminatorios. Ahora que ese espacio está abierto, el siguiente paso es invitar a los hombres a trabajar con nosotras, en un ambiente de respeto y equidad”.

Este compromiso debe extenderse a las cooperativas mixtas. De los millones de asociados solidarios en el mundo, más de la mitad son mujeres. En Colombia, la cifra estimada por Confecoop es del 48%. Y a pesar de esto, se estima que en el país solamente un 20% de los puestos directivos en las empresas solidarias están ocupados por mujeres, lo que nos muestra la importancia de continuar la vigilancia sobre las políticas de equidad.

Dicha política está consignada en las declaraciones de la Asociación Cooperativista Internacional (ACI), durante la Cumbre de Beijing para la equidad de género, en 1995: “Las cooperativas deberían asegurar que en sus programas de educación y desarrollo de dirigentes, hasta donde sea posible, intervengan igual número de mujeres y de hombres”, dicta la entidad.

No se puede negar que el mundo cooperativo está muy lejos de lograr ese equilibrio. Por eso se mantiene la vigencia de la asociación solidaria femenina, como un recurso trascendente para asegurar el acceso de las mujeres al rol que les corresponde en la vida económica y social de las comunidades.

Las mujeres de Resplandor de Vida llevan diez años de lucha por mantener una agrupación productiva que beneficie a sus familias. Su lucha es la misma librada durante todo un siglo por miles de mujeres cooperativistas. Es hora de que todas las personas que confían en los ideales solidarios, sin importar el género, entiendan la importancia de la equidad y se comprometan a trabajar por ella.

«Por eso se mantiene la vigencia de la asociación solidaria

femenina, como un recurso trascendente para asegurar el

acceso de las mujeres al rol que les corresponde en la vida económica

y social de las comunidades. »

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Integrando: Dadas las actuales condiciones del mundo económico, ¿es conveniente conservar estas divisiones de género en el trabajo cooperativo?Lourdes Ortellado: La recomendación que les hacemos siempre a las cooperativas de mujeres es que no se limiten con esa distinción de sexo, que compartan con los hombres el trabajo y el gobierno de las empresas. El cooperativismo trabaja con la base de la familia, y por tanto debe estar abierto a todos los integrantes: mujeres, hombres, hijos, padres, hermanos. María Eugenia Pérez: Hay una diferencia real en la forma de trabajo de hombres y mujeres, especialmente en la manera como una mujer y un hombre cumplen el papel de jefes. Los roles que hemos desempeñado en las organizaciones van muy ligados a cosas como nuestra capacidad física. Si bien es cierto que ya no hay carreras vedadas para mujeres ni para hombres, debe buscarse que en las actividades reales no se dé la discriminación. No podemos perder la meta de vencer esas divisiones, pues la mitad del mundo son mujeres. Cuando se habla de apoyar a las mujeres no puede hablarse de excluir a los hombres, que es una interpretación errónea común en muchos movimientos.

En Latinoamérica podemos observar dinámicas como la de Honduras, donde una cooperativa que era exclusivamente de mujeres se está convirtiendo en la más grande del país y comienza a vincular hombres en algunos sectores. Aldi Guerra: Al comenzar con nuestra cooperativa en Iquitos, lo hicimos sólo mujeres, dado que el trabajo cooperativo en la zona era hecho casi completamente por hombres y la labor de las mujeres era bastante limitada. El obstáculo principal era en el gobierno de las empresas, pues la idea de tener una jefa mujer generaba mucha oposición entre los hombres trabajadores.

La gran lucha fue, entonces, hacer que los trabajadores, cuando tuvieran una jefa, no vieran una “jefe mujer”, sino simplemente una persona capacitada y con la intención de llevar adelante las empresas.

Las cooperativas de trabajo femenino se han multiplicado desde los años setenta, con el objeto justo y urgente de apoyar la inclusión femenina en el ambiente laboral, equilibrar los salarios y apoyar a las mujeres cabeza de familia. Para obtener una mirada latinoamericana sobre el tema, conversamos con las invitadas al III Encuentro Nacional Cooperativo Lourdes Ortellado Sienra, de Paraguay; Aldi Alida Guerra Texeira, de Perú, y María Eugenia Pérez Zea, de Colombia.

En la foto, Lourdes Ortellado

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Integrando: A veces las estructuras machistas se transmiten más por las mujeres, por las madres, que por los mismos hombres, de modo que un trabajo así debe dirigirse por igual a ambos géneros y quizá más a las mismas mujeres. ¿Cómo ha sido la acogida de la comunidad en general a la propuesta?Aldi Guerra: En la región nuestra la dirección masculina está muy desprestigiada porque no hay verdadera organización, hay muchos problemas con el juego y el licor, de modo que muchos hombres se gastan las ganancias de las cooperativas en fiestas y descuidan lo que debe hacerse con el dinero, como invertir. En cambio, cuando hay una dama al frente de la cooperativa hay mucha más responsabilidad. En Perú el proceso se está haciendo en varias regiones, desde hace muchos años, con resultados que han sido notorios en el ámbito nacional.Lourdes Ortellado: Esta dirección del gobierno cooperativo hacia las mujeres no es para excluir al hombre. Sabemos que en América Latina la situación de las mujeres y los niños es la más delicada, son muy vulnerables. Lo que pretendemos, entonces, es que a través de la cooperación y de los créditos las mujeres puedan subsistir y tener mejores oportunidades laborales, no sólo para ellas mismas, sino también para su familia.

Integrando: Ha dicho Muhammad Yunus, el banquero de Bangladesh y Premio Nobel de la Paz, que el 90% de los créditos de su banco Greenspan son para mujeres, dado que ellas han de-mostrado ser mejores a la hora de pa-gar y administrar con más eficiencia el dinero prestado. ¿Se ve eso también en América Latina? Lourdes Ortellado: Ellos han visto que la mujer ha hecho mejor el papel de producir y de generar nuevos empleos, pero sobre todo que cuando ella trabaja lo hace pensando en toda la familia, y lo que gana lo comparte

con toda la familia. En América hemos visto los casos de las microempresarias y las mujeres que tienen pequeños proyectos agrarios, que han demostrado ser mejores administradoras del dinero, pagan a tiempo los créditos, y, más aún, invierten mejor. Generan ganancias que ahorran y depositan en las mismas cooperativas. Según lo observado, la disciplina de la mujer es distinta a la del hombre.

Integrando: En América Latina el movimiento cooperativo existe hace mucho tiempo, pero sigue siendo minoritario, cuando en países como India y otras naciones de Asia es la base de la productividad y la estabilidad financiera. Lourdes representa a nuestra región en el Foro Mundial de la ACI y tiene una visión global del movimiento. ¿Qué es lo que hay que aprenderle a esas regiones?Lourdes Ortellado: El cooperativismo en Asia es una herramienta probada, una herramienta de desarrollo que fortalece comunidades. Lo que hay que trabajar en nuestro continente es esencialmente en la educación de las personas, una educación que favorezca la innovación, que es la única forma en que podemos subsistir como organización y como alternativa. Hace falta que nuestros gobiernos entiendan definitivamente que el cooperativismo es una herramienta.

La incidencia de las cooperativas en la región y en el mundo en desarrollo es inmensa, y por eso lo que tenemos que hacer es difundir más las experiencias exitosas del sector, que abundan, para que la gente común sepa que puede organizarse en cooperativas. Porque realmente, en este momento de crisis que afecta a todo el mundo, las cooperativas están cumpliendo un rol muy importante y beneficioso.

Durante el evento, de izquierda a derecha, Aldi Alida Guerra Texeira, Lourdes Ortellado, María Eugenia

Pérez Zea.

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Alguien dijo que cualquier escrito es inútil ante la desolación, pero yo creo que también lo hacemos para reconocer la ausencia de nuestros seres queridos o simplemente escribimos para colgar cariñosamente, sobre este féretro que amamos, una humilde corona de recuerdos.

Cuando uno comprende la muerte, entiende que antes o después tenemos que morirnos, porque esa cosa tan rara y terrible, tan peligrosa e incomprensible es, sobre todo, irremediablemente personal, no se puede transferir o endosar, nadie puede morir por otro.

La muerte, entonces, no es un asunto ajeno o problema de otros, no, nosotros mismos somos protagonistas de nuestra propia o verdadera muerte. Por eso, es el acto más individualista y, a la vez, el más igualitario, pues ante este trance nadie es más ni menos, los que estamos aquí la tenemos por ahora aplazada, aunque todos los días, creo yo, nos morimos un poquito.

Hoy estamos aquí acompañando a un roble abatido por la enfermedad, que tuvo que rendirse ante la intransigencia de la muerte, porque, como acabamos de decir, la muerte siempre lleva nombre y apellidos propios y hoy son los de Francisco Luis Jiménez Arcila, el líder cooperativista más insigne de este país.

Morirse no es cosa de viejos ni de enfermos, pues cualquiera, desde el primer momento en que empezamos a vivir, ya está listo para morir. Como decía Montaigne: “No morimos porque estemos enfermos, sino porque estamos vivos”. En otras palabras, ya te alcanzaremos Francisco Luis, pues todos los que hoy asistimos a tu despedida estamos a la misma distancia de la muerte. Entonces, no nos preguntemos hoy por quién doblan las campanas, porque también doblan por nosotros.

Siempre estamos asistiendo a citas que no hicimos y ahora estamos en una de esas, pero, quisiera dejarles

un mensaje alentador, pues Francisco Luis Jiménez, con su existencia, nos brindó la posibilidad de tenerlo muchos años. Contrario a aquellos que hemos conocido a muy temprana edad, la orfandad de padre o de madre, la que puedo describir como una condición brutal para cualquier ser humano.

Sin embargo, para el cooperativismo colombiano no; el cooperativismo tuvo el privilegio de disfrutarlo durante mucho tiempo, hasta el último momento y a muy avanzada edad. Digamos como una forma de consuelo que esta orfandad que sólo empieza hoy, es más llevadera, es más soportable o entendible que si hubiera ocurrido en otras circunstancias.

Algún día seremos olvido, pero mientras haya en esta tierra alguien que te recuerde no serás olvido; por eso, Nicolás Guillén, en su “canción filial”, dijo con mucho acierto: “Padre: lo único cierto es que tú no estás muerto”. Por eso, Francisco Luis, tú estarás vivo hasta que seas olvido.

En estos últimos años los que tuvimos la oportunidad y el privilegio de hablar con Francisco Luis observamos su lucidez imperturbable, contando historias cargadas de entusiasmo y amor.

Cuando lo veíamos, en su mirada nos transmitía sus pensamientos y sus recuerdos, parecía haciendo el inventario de sus recuerdos perdidos y que sólo llegan o se vuelven más claros o finos, según me han dicho, a una avanzada edad. Cuando uno está joven tiene más interés en el futuro que en el pasado, por eso los recuerdos de los viejos son más gratos y precisos, pues están idealizados por la nostalgia.

De ahí, entonces, creo yo, es una muy buena terapia para los viejos, escucharlos y permitirles que cuenten lo que recuerdan, pues, como dice García Márquez: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

Él recordaba lo bueno, lo grato, recordaba su juventud, recordaba cómo se encaminó por esa mágica ruta del

Guillermo Arboleda

A Francisco Luis Jiménez Arcila

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• 35 •conocimiento, de las letras, de lo social. Le dio vida con sus actuaciones a sus aspiraciones de juventud, de integrar en su mente las experiencias de su vida, de no encerrarse y de tener un corazón, sangre y un alma que palpitaban con lo social y lo humano, y de diseminar y sembrar sus esperanzas y sus verdades cooperativas por todo el mundo.

Es una fortuna para el cooperativismo colombiano, que el maestro tuvo la oportunidad de contar y escribir hasta el final (ver su último libro editado por Confecoop Antioquia, en 2007), todas sus experiencias y memorias, y a su avanzada edad participó en el debate por la consolidación de la economía solidaria en nuestro medio.

Su genio maravilloso lo llevó a ser un apasionado por la idea integracionista, fundamentada en la educación hu-manista, pues entendía que el pleno desarrollo del coope-rativismo se da a través de la integración, por eso dedicó la mayor parte de su tiempo a esta tarea, en expresiones como la Organización de Cooperativas de América (OCA), la Asociación de Cooperativas de Colombia (ASCOOP), la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y, por supuesto, la Asociación Antioqueña de Cooperativas (CONFECO-OP Antioquia), entre muchas otras.

Hoy, Confecoop Antioquia retoma esas ideas, pues su nueva visión no es otra cosa que la misma visión de Fran-cisco Luis Jiménez, que a la letra dice: “Nos vemos en el 2016 con un cooperativismo integrado en circuitos econó-micos y sociales para el desarrollo”. Quiere decir, entonces, como lección, que las verdades de este maestro hay que repetirlas permanentemente y muchas veces, para que no caigan en el olvido.

Este abogado antioqueño, nacido en el municipio de Granada, en 1902, era un hombre franco, sincero, directo y rico en actos de amor, y fue quien hasta el último momento tuvo sus pensamientos e ideas a la altura que nos imponen estos nuevos tiempos.

Por eso, es válido aprovechar esta oportunidad para que tal vez motivados o impulsados por el dolor de perder a Francisco Luis Jiménez recibamos ese reto, esa posta tutelar, para que tan temerario y valiente camino que abrió y trazó en Colombia no muera y para que Francisco Luis no sea el último protagonista de un legado de auténticos cooperativistas en extinción.

Nada se parece tanto a una persona como la forma de su muerte, y esa resistencia y entereza que mostró Francisco Luis hasta el último momento es la manera más clara y elocuente de describirlo, pues era una hombre de cemento, un roble, valiente y tozudo, hasta para morirse.

Bueno, Francisco Luis, a esta vida uno llega y se va de ella sin querer; es decir, nacemos y morimos involuntariamente, y en estos momentos de dolor infinito, como toda despedida, sólo te podemos decir que simplemente te nos adelantaste, y que nos devuelves con tu muerte la certidumbre de nuestra propia muerte.

Mil gracias a nombre del cooperativismo colombiano.

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Hace un año aconteció en Colombia la llamada crisis de las pirámides. Más allá de culpables o responsabilidades, hay que analizar las posibilidades y retos que esa crisis nos planteó al cooperativismo y que todavía el sector solidario no ha logrado capitalizar e, incluso, entender. En los mejores momentos de una de las pirámides de mayor renombre se ofrecieron hasta 300 puntos sobre el dinero “invertido”. Eso significa que si usted ponía dinero en esa empresa, ésta le entregaba tres veces lo que usted les había entregado (300%), al cabo de determinado tiempo.

No obstante, les puedo asegurar que en una empresa de la economía solidaria pueden darse momentos en los cuales una cooperativa, fondo de empleados o mutual es aún mucho más rentable que la pirámide en cuestión. ¿Cómo? La respuesta la encontramos al medir la ventaja cooperativa de las organizaciones solidarias.

Como recordarán, grosso modo, se conoce como ventaja competitiva a esa diferencia que tenemos, que nos permite colocar más productos o servicios en manos de los clientes que nuestra competencia. Pues bien, esa misma ventaja competitiva es, a la vez, la ventaja que nos plantea la forma solidaria, al sumar todas las ventajas y beneficios obtenidos por nuestro modelo de empresa, que será, al mismo tiempo, la que nos mostrará que en condiciones específicas será mucho más “rentable” pertenecer, por ejemplo, a una cooperativa de ahorro y crédito que a un banco. Aunque esta ventaja puede medirse en todas las empresas de economía solidaria, haré énfasis en las cooperativas con actividad de ahorro y crédito.

La forma de medir esta parte de la ventaja cooperativa la he llamado “transferencia solidaria”. Trataré de mostrar cuál es la transferencia solidaria; primero los invito a que tomen papel y lápiz, y empiecen a despejar la ecuación que se expone a continuación.

Darío Castillo Sandoval

La verdaderarentabilidad

en las cooperativasMidiendo la transferencia solidaria

Rentabilidad en las cooperativas

Primera parte

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Donde:

Trs = transferencia solidaria

A = sumatoria del diferencial de precios del mercado de X bien o producto frente a precios de la cooperativa/empresa solidaria de X bien o producto

B = sumatoria de los auxilios recibidos

C = intereses pagados sobre el ahorro +/- (diferencial del valor de mi crédito a precios del mercado en comparación con el valor de mi crédito en la cooperativa) - costo de oportunidad de los aportes a precios de mercado

D = revalorización de aportes

E = valor del 4 x 1.000 de cada transacción hecha en la cooperativa, si no se cobra este impuesto

F = valor de la diferencia del costo del valor del crédito en entidades competidoras y el valor del estudio del crédito en la cooperativa

G = valor de las dietas o valores reci-bidos para financiar su participación en cargos de responsabilidad y repre-sentatividad en la cooperativa (cargos directivos)

H = valor de asistencia a eventos

I = bono de fin de año, bono navideño o bono escolar en enero (para fondos de empleados)

Trs = A + B + C + D + E + F + G + H + IEsta ecuación es una expresión de la ventaja

cooperativa de nuestras organizaciones, la cual es una ecuación en construcción permanente, dadas las fortalezas que poco a poco podemos ir midiendo. La Trs permite evidenciar algunos puntos importantes que nos ofrece la economía solidaria y que, a la postre, evidencia factores de competitividad y de ventajas frente a las empresas de capital. Si se despeja esta ecuación, podremos encontrar el verdadero valor añadido que nos da nuestra organización solidaria.

Por ejemplo, si usted entra a una cooperativa y desde el primer mes tiene derecho a todos los beneficios que ésta le ofrece, además, su nueva cooperativa tiene un convenio de descuento del 30% con uno de los gimnasios más caros de la ciudad, y le da un auxilio del 25% sobre el valor de la anualidad de ese gimnasio; entonces, puede estar recibiendo, a precios de octubre del 2009, más de dieciséis veces el valor de lo que invirtió en el primer mes en su cooperativa, entre ahorro y aportes, y eso es más de cinco veces la “rentabilidad” que le ofreció esa pirámide en su mejor momento.

Claro, aquí nos enfrentamos a una pregunta, ¿qué entendemos por rentabilidad? Sobre este término hay una definición que es bastante gris, pues claramente si no tenemos gran capital financiero para especular, la posibilidad de que nuestro dinero “rente” es casi nula, según lo que nos ofrecen los bancos tradicionales en el mercado. No obstante, si en nuestra cooperativa usamos sus servicios, podremos incrementar nuestro ingreso disponible y, según los datos recogidos, es posible lograr una Trs entre $300.000 y $2.000.000 o más al año, en una entidad de la economía solidaria que en una entidad financiera tradicional.

Como mi investigación sobre la transferencia solidaria es un trabajo extenso y que lleva más de tres años, dejo aquí la primera parte de esta explicación sobre un indicador que habrá de ayudarnos a competir más y mejor en el mercado y a no dejar que se vayan nuestros asociados por la “seducción” de nuestra competencia.

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La Ley 79 de 1988 debe ser reformada, con el objeto de permitir al sector cooperativo adaptarse a las nuevas tendencias de los mercados y a los cambios normativos imperantes en los diferentes subsectores de la sociedad y la economía.

En esta tarea de actualización legislativa no sólo es importante dar claridad sobre sus contenidos económicos, administrativos o políticos, sino que es necesario consolidar una herramienta de interpretación que sea suficiente para dar solución a los casos imprevistos por el legislador.

En tal sentido, es imprescindible el estudio y alcances del artículo 158 de la Ley 79 de 1988: “Los casos no previstos en esta ley o en sus reglamentos se resolverán primeramente conforme a la doctrina y a los principios cooperativos generalmente aceptados. En último término se recurrirá para resolverlos a las disposiciones generales sobre asociaciones, fundaciones y sociedades que por su naturaleza sean aplicables a las cooperativas”.

En seguimiento de esta directiva general, nos encontramos que los decretos reglamentarios de los fondos de empleados y las asociaciones mutuales contemplan normativas similares.

En principio, esta norma orienta la interpretación de los vacíos normativos que puedan surgir y permite que, a falta de una disposición imperativa, la cooperativa —en desarrollo de su autonomía y autorregulación— pueda legislar sobre su propio funcionamiento. La doctrina y los principios cooperativos indican que es la cooperativa la que debe darse su propia norma, sin ser obviamente contraria a las normas superiores o constitucionales.

Siguiendo con la literalidad de esta norma, pudieron haber quedado aspectos sin solución desde la interpretación de los principios y la doctrina; en consecuencia, deberá seguirse el camino trazado por el artículo 158: “disposiciones generales sobre asociaciones, fundaciones y corporaciones”.

La Constitución Política colombiana reconoce el derecho de asociación en su artículo 38. Y la Corte Constitucional ha desarrollado su protección por vía

positiva y negativa (retiro voluntario).

Las normas sobre funda-ciones y corporaciones las en-contramos en el Código Civil colombiano, en el que pocos artículos se refieren al tema: determinando su existencia como personas jurídicas (Li-bro Primero, Título XXXVI). La Ley 79 de 1988 nos sugie-re continuar el camino inter-pretativo: “sociedades que por su naturaleza sean aplicables a las cooperativas”.

Las sociedades pueden ser civiles o comerciales. La Ley 222 de 1995 derogó el Título XXVII, Libro Cuarto, al señalar que en lo que se refiere a sociedades civiles les serán aplicables las normas del Código de Comercio.

Desde la doctrina siempre se ha considerado que las sociedades comerciales son esencialmente diferentes de las cooperativas, con razones como la operación no lucrativa, la irrepartibilidad de las reservas y los fondos, la predominancia del ser humano sobre el capital, entre otras.

No obstante, en muchas circunstancias (como ocurre en el desarrollo de la actividad registral de las cámaras de comercio o en el ejercicio de la supervisión por parte de la Superintendencia de la Economía Solidaria), se aplica y dispone la aplicación de las normas sobre sociedades

Natalia Zapata Hincapié

«En principio, esta norma orienta la interpretación de los vacíos normativos

que puedan surgir y permite que, a falta de una disposición imperativa,

la cooperativa —en desarrollo a su autonomía y autorregulación—

pueda legislar sobre su propio funcionamiento.»

Interpretración normativa cooperativa

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• 3� •comerciales y, más allá, se ha llegado a concluir que las normas referentes son las de las sociedades limitadas debido a su similitud, en cuanto a la determinación de la responsabilidad de los asociados.

La remisión normativa de la Ley 79 de 1988 a los principios y a la doctrina son suficientes para interpretar los silencios normativos, no son necesarias y, por el contrario, es adverso a ellos pretender la aplicación de normas comerciales.

¿Cuál es la sociedad comercial de similar naturaleza a las cooperativas? ¿Acaso la doctrina no se ha esmerado en diferenciarlas? ¿Cuántos han realizado nuevamente asamblea por falta de publicación en diario de amplia circulación, porque el Estatuto no estableció la antelación de la convocatoria y su publicidad?

Un indicio de que las normas sobre sociedades comerciales no deben ser aplicadas por remisión normativa a las cooperativas es la reciente fijación de reglas por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (Circular 8 de 2007) sobre el registro de las entidades sin ánimo de lucro. En materia de reformas estatutarias y elecciones de directivos no se aplicarán las normas del Código de Comercio.

Debemos considerar que aunque las normas del Código de Comercio sobre sociedades comerciales ilustran muchos aspectos sobre las diferentes tipologías: comanditas, colectivas, anónimas, limitadas, y las novedosas sociedades por acciones simplificadas; estas normas son también confusas, toda vez que entre ellas existe una remisión normativa de unas a otras sin un fin determinado. El artículo 372 del Código de Comercio señala que en lo no previsto para las sociedades limitadas se aplicarán las normas sobre sociedades anónimas.

El temario desarrollado por las sociedades anónimas es más extenso y completo; sin embargo, el artículo 514 también hace remisión (en caso de vacíos en el contrato de sociedad) para aplicarse las normas sobre sociedades comanditas simples y si son insuficientes en las normas generales de las sociedades. A su vez, el artículo 341 dispone que en los casos no previstos para las sociedades comanditas se aplicarán las normas sobre sociedades colectivas, cuando se trate de socios gestores, y si son comanditarias, las normas de las sociedades limitadas.

La confusión y equivocada remisión normativa del Código

de Comercio ha hecho que muchos comercialistas critiquen fuertemente el sistema diseñado para las sociedades comerciales.

¿Para qué, entonces, aplicar normas confusas al sector cooperativo, cuando tenemos unos principios y doctrina que han inspirado las normas legales y estatutarias? Los principios universales del cooperativismo son generadores normativos, y ellos llenan directamente los vacíos o silencios legislativos; así, son innecesarias e inaplicables las remisiones a otras disciplinas jurídicas.

Como conclusión, en lo no previsto por la ley, serán los estatutos y los reglamentos, así como los actos cooperativos de la entidad, los que desempeñen un papel fundamental en el desarrollo de los principios de autorregulación y autonomía que fundamentan el derecho cooperativo, y que han sido delineados y estudiados por reconocida doctrina.

«En lo no previsto por la ley, serán los estatutos y los reglamentos, así como los actos cooperativos de la

entidad, los que desempeñen un papel fundamental en el desarrollo de los principios de autorregulación

y autonomía que fundamentan el derecho cooperativo.»

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La Asociación Antioqueña de Cooperativas (Confecoop Antioquia) realizó por quinto año consecutivo el Encuentro Juvenil Cooperativo, espacio que generó intercambio, reflexión, integración y consolidación para los jóvenes del sector solidario, por medio de actividades experienciales y académicas que motivaron a los jóvenes a relacionar el contenido del encuentro con el modelo cooperativo, como alternativa al modelo imperante.

Para este año, la temática fue “La gran aventura solidaria”, desde la modalidad de camping, como medio para la fomentar la convivencia, la coparticipación, el trabajo colectivo y la solidaridad como principios virtuosos que elevaron el grado cooperación de los participantes. Además, el encuentro permitió el contacto con la naturaleza y con los jóvenes pares, como un aprendizaje desde la diversión, la investigación y la educación, al promover el pleno desarrollo de sus aptitudes, habilidades, derechos y deberes de personas que conviven en una sociedad.

Este certamen se llevó a cabo en el hotel y centro de convenciones El Tesoro, ubicado en San Jerónimo, Antioquia, el 10 y 11 de octubre. Asistieron 150 jóvenes y adultos representantes del sector solidario de diferentes municipios de Antioquia y distintas ciudades del país.

Los jóvenes representaron a las entidades del sector solidario, como Cooperativa Belén, Confiar, Cooperenka, Cooperativa UPB, CFA, Cooservunal, Coonorte, Comfamigos, Coogranada, Coomsocial, Coomapol, Colanta, Cooperativa Riachón, Cotrafa, Confecoop Antioquia, Creafam, Fondo de Empleados de Empresas Públicas, Fonema, Previsora Vivir, Cooperativa San Roque, Trasocaldas, y de instituciones educativas públicas que representaban al Departamento de Antioquia.

En representación de Cali asistieron jóvenes de la Cooperativa Futuro; por la ciudad de Huila asistió la Cooperativa Cofisam, quienes ya habían asistido al Encuentro Nacional de Jóvenes realizado en noviembre del año pasado, en Medellín.

La primera jornada comenzó con las palabras de instalación de Dagoberto López Arbeláez, gerente general de la Cooperativa de Belén Ahorro y Crédito, y miembro del Consejo de Dirección de Confecoop Antioquia; posteriormente, el joven Juan Pablo Giraldo Muñoz, en representación de la Red Juvenil Solidaria, expresó sus palabras de instalación a los asistentes.

Después de realizado el acto de instalación se procedió a “La gran aventura solidaria”, en la que se realizaron actividades de cooperación. La primera de ellas fue la conformación de tribus indígenas arawak, embera, tayrona y pijaos, en la que participaron con el propósito de obtener el gran tesoro y representar dignamente a su equipo y a las organizaciones por las cuales asistieron.

Se realizó, también, una actividad con Viviana Astrid Correa Goméz y Mau-ricio Montoya, representantes de Red Juvenil de Medellín, quienes fueron los fa-cilitadores de la actividad llamada “Redes”, realizada en la tarde, donde se generó

V Encuentro Nacional y Campamento Juvenil Cooperativo

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confianza entre los asistentes. Como ingrediente principal a la hora de ha-blar de redes, se evidenciaron carac-terísticas, procesos de conformación y funcionamiento de las redes, a la luz de la experiencia propia.

Para cerrar la tarde, Jairo Piedrahíta, ingeniero mecánico de la Universidad de Antioquia, especialista en Gerencia Estratégica y Prospectiva de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), brindó a todos los asistentes una presentación sobre “Cooperativismo como sistema”, enfocada en el pensamiento sistémico. Allí indicó que el cooperativismo es más que la suma de las cooperativas; es la conformación de redes, integrarse. Implica aprender de nuevo y aprehender los elementos básicos del nuevo pensamiento, de la nueva cultura, de la nueva sociedad, del nuevo paradigma, que va inmerso en la red de relaciones; en otras palabras, la integración.

Esta presentación fue la introducción al siguiente trabajo “armar la bicicleta”, la cual representa el sistema cooperativo, la interrelación entre las partes y, por ende, la consolidación de la red juvenil solidaria. Esta actividad buscó sensibilizar a los asistentes con el pensamiento sistémico y la generación de redes.

En la noche se realizó una actividad que marcó a los asistentes al certa-men, la cual tuvo lugar en la zona de camping; allí, todos los jóvenes se reunieron para presenciar la fogata como represen-tación de la consagración del fuego y compartir experiencias. También, se realizó un acto sim-bólico del fuego, luego cada una de las entidades

contó sus experiencias y mostró sus habilidades para el baile, el canto, el relato, entre otras.

El segundo día se inició con men-ciones y reconocimientos al fomento de valores a las diferentes tribus, por organización, alegría, creatividad, cooperación, puntualidad y mejor porra. De ahí se continuó con “La gran aventura solidaria”.

Después de realizada esta actividad los jóvenes tuvieron un merecido descanso y disfrutaron de actividades libres en la piscina; allí los jóvenes tuvieron otro espacio más para integrarse.

Para el acto de clausura del encuentro, la líder de diseño de Confecoop Antioquia, Viviana Rúa Ortega, se dirigió a los jóvenes con unas palabras de reconocimiento por el gran esfuerzo que mostraron todos los equipos y la constante participación durante todo el encuentro; además, agradeció a las cooperativas patrocinadoras del evento y recalcó en los proyectos que tiene la asociación, principalmente en el trabajo con los jóvenes, como el fortalecimiento de la red y la formación política de jóvenes líderes.

Pasado el reconocimiento, se premiaron las habilidades de las tribus de “La gran aventura solidaria”, entre las cuales la tribu Taironas recibió

el máximo reconocimiento de los lingotes dorados de chocolate y otros obsequios más.

Confecoop agradece la colabora-ción de cooperativas patrocinadoras de esta actividad: Cootramed, Colan-ta, Coimpresos, Consumo, Coosanro-que, Comedal, Cotrafa, Coopecrédito Entrerríos, Coobelén, Confiar, Pro-ducciones Gema, Casa del Didáctico y Prisma, como entidad que apoyó el desarrollo del evento. Todos ellos, con su aporte, demostraron que están creyendo en los espacios de participa-ción juvenil en el sector, lo cual se ha materializado en la conformación del comité de jóvenes y en la red.

«El cooperativismo es más que la suma de las cooperativas; es la conformación de redes, integrarse. Implica aprender de nuevo y aprehender los elementos básicos del nuevo pensamiento, de la nueva cultura, de la nueva sociedad, del nuevo paradigma, que va inmerso en la red de relaciones; en otras palabras, la integración.»

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Mujer y tiempoAura LópezCooperativa Confiar2009Páginas: 400

Este libro de crónicas de la reconocida autora Aura López fue lanzado este año por la Cooperativa Confiar. Veinticuatro textos son testimonio de la vida de mujeres que viven experiencias cotidianas, pero que a su vez conforman el quehacer de la mujer trabajadora, son testimonio de la lucha de la mujer por la equidad y por obtener un espacio reconocido en nuestra tradicionalmente cerrada sociedad.

Asociación de Mujeres Empresarias de CooperativasPágina web

http://www.amecoop.es/

En este sitio web español, de la Asociación de Mujeres Empresarias de Cooperativas, podrá encontrar información relacionada con la creación de empresas cooperativas, artículos de economía, visiones de la economía desde la perspectiva de género, publicaciones de equidad de género y participación de la mujer en el cooperativismo y la economía en general, además de enlaces de interés.

AcidigitalPágina web

http://www.acidigital.coop/

Acidigital es un servicio de la Alianza Cooperativa Internacional para las Américas, dirigido a apoyar las cooperativas de la región en la optimización de su presencia en Internet y en el aprovechamiento de todo el potencial que brindan las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC).

A partir de acuerdos de trabajo con empresas especializadas, Acidigital pone a su disposición un conjunto de servicios de excelente calidad y especialmente diseñados para las cooperativas de nuestra región. A través de este sitio web podrá conocerlos y saber cuál se adapta mejor a las necesidades de su cooperativa.

Pacto Verde Cooperativo“Un compromiso con la Tierra”Documento webhttp://www.aciamericas.coop/cumbre2009/IMG/pdf/Pacto_Verde_Coop_ACI-Americas.pdf

http://www.portalcooperativo.coop/flash/823/flash823.htm

Resolución ambiental de la ACI-Américas, adoptado y firmado durante la I Cumbre Cooperativa. El Pacto Verde Cooperativo tiene como finalidad emprender acciones concretas para la defensa medioambiental y la preservación de los recursos naturales. En virtud de su suscripción, se asumen unos compromisos mínimos, como son el cumplimiento de las normas constitucionales y legales en esta materia; el autoexamen periódico para determinar el grado de cumplimiento de la normatividad vigente; la inclusión del tema medioambiental como norma de conducta y parte de la estrategia de desarrollo empresarial, y la promoción de la educación para el medio ambiente.

NormaNetPágina webhttp://www.portalcooperativo.coop/normanet.htm

http://www.portalcooperativo.coop/seglibros1.htm

NormaNet contiene normas aplicables al sector cooperativo en general y a los diferentes sectores económicos en los que se desenvuelven las cooperativas, debidamente actualizadas, así como las referencias a algunos de los más recientes pronunciamientos de las altas cortes, que, de una u otra forma, inciden en el sector.

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Mujeres de EmpresaPágina webhttp://www.mujeresdeempresa.com

Mujeres de Empresa (MdE) es una empresa altamente integrada con recursos propios, en la producción de diseño, programación y desarrollo de contenidos. En sus nueve años de vida, está comprometida a apoyar el desarrollo económico de las empresarias, profesionales y emprendedoras iberoamericanas y a asegurar a las jóvenes profesionales los recursos conceptuales para construir una carrera exitosa. A su vez, esperan contribuir a la concientización sobre la importancia de una mayor participación de la mujer en la vida económica de nuestros países, por lo que apoya continuamente, con herramientas conceptuales y metodológicas, las prácticas de networking entre las participantes.

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» Nueva circular, 2008» Nueva circular, 2008»EventosSeminario ‘Preparación de asambleas’

El seminario proporcionará un espacio de capacitación, mediante el cual las cooperativas podrán actualizarse y reforzar los temas que influyen en la realización de las asambleas, su convocatoria, coordinación, ejecución y eva-luación. La meta es mejorar o fortalecer en las cooperati-vas las competencias de direccionamiento

ObjetivoBrindar herramientas sobre el procedimiento, el alcance y la realización de las asambleas cooperativas, partiendo de los principios filosóficos y jurídicos del sector.

Contenido* 1. Convocatoria de la asamblea2. Papel de directivos 3. Papel de la junta de vigilancia 4. Desarrollo de la asamblea 5. Régimen parlamentario 6. Aspectos legales y reglamentarios 7. Registro público 8. Organización y afectos logísticos 9. Taller práctico 10. Buen gobierno cooperativo *Sujeto a variaciones

Fecha Febrero de 2010 (Confirmar fecha exacta y lugar en Informes).

InformesPBX: 444 83 83 Ext.1 Fax: 514 35 [email protected]@confecoopantioquia.coop

Febrero de 2010*

Seminario ‘Preparación de asambleas’ Objetivo: brindar herramientas sobre el procedimiento, alcance y realización de las asambleas cooperativas, partiendo de los principios filosóficos y jurídicos del sector.Público: dirigido a directivos, juntas de vigilancia, representantes legales, revisores fiscales, delegados y responsables de la convocatoria.

Sensibilización hacia la políticaObjetivo: unir la fuerza de la cooperación en torno a la participación en política en un único proyecto.Público: dirigido a directivos, empleados, asociados, jóvenes y público en general.

Marzo de 2010

Actualización normativaObjetivo: brindar herramientas actualizadas para dirigir sus empresas de economía solidaria, de acuerdo con los movimientos de la economía actual. Público: dirigido a todo el sector solidario de Antioquia.

Seminario ‘Formación de nuevos directivos’Objetivo: lograr que los asistentes asuman, de manera consciente y participativa, elementos que desarrollen el liderazgo y el compromiso de los miembros de los órganos de administración que su organización exige.Público: dirigido a miembros de consejos de administración, directivos, gerentes de las cooperativas y entidades del sector solidario.

Abril de 2010

Asamblea Confecoop AntioquiaLa asamblea general es el órgano máximo de administración de la cooperativa. Sus decisiones son obligatorias para todos los asociados, siempre que se hayan adoptado de conformidad con las normas legales, reglamentarias o estatutarias.Público: dirigido a cooperativas asociadas a confecoop Antioquia.

Encuentro de SecretariasObjetivo: generar espacios de reconocimiento.El ser humano, además de satisfacer sus necesidades físicas, requiere satisfacer sus necesidades de afecto y reconocimiento. Cuando las empresas dan prioridad a la satisfacción de dichas necesidades afectivas ven rápidamente una alta retribución económica y social por parte de los asociados internos y externos.Público: dirigido a secretarias y asistentes de gerencia.

* En enero de 2010 consulte en la página web de Confecoop Antioquia las fechas específicas de realización de estos eventos y los lugares de encuentro.

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Evento pasado

V Encuentro Nacional y Campamento Juvenil Cooperativo “La gran aventura solidaria”

La Asociación Antioqueña de Cooperativas (Confecoop Antioquia) realizó por quinto año consecutivo el Encuentro Juvenil Cooperativo, el pasado 10 y 11 de octubre, en el hotel y centro de convenciones El Tesoro, ubicado en San Jerónimo, Antioquia. Al evento, que permitió el intercambio de experiencias y la integración, asistieron 150 jóvenes y adultos representantes del sector solidario, de diferentes municipios de Antioquia y distintas ciudades del país. La temática “La gran aventura solidaria”, experimentada por medio del camping, permitió fomentar la organización, la participación, la creatividad, la alegría, el intercambio y todos los valores solidarios que promueve el cooperativismo. Esta experiencia enriquecedora es cada vez mejor acogida por los jóvenes del país, quienes se ven vinculados positivamente al sector.

Programa de becarios 2009Cooservunal y Universidad Nacional

El pasado 11 de noviembre, en las nuevas instalaciones de la Cooperativa de Servicios de la Universidad Nacional (Cooservunal), en el centro comercial Los Sauces, se llevó a cabo la clausura de su programa de becarios del 2009. El acto contó con la participación de representantes del Consejo de Administración, la Gerencia, funcionarios de Cooservunal, representantes de Confecoop, de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional y los facilitadores académicos que acompañaron a los becarios en su proceso de formación académica en cooperativismo.

El programa, que benefició a 47 estudiantes de la sede Medellín, estuvo desde un principio orientado a brindar apoyo económico a estudiantes de excelentes resultados académicos y escasos recursos económicos. Permitió, además, que Cooservunal sirviera como administradora de los dineros que otras cooperativas tenían destinado al mismo propósito y con los que se pudo atender a otros 141 estudiantes de la misma sede.

En la sede Manizales, los recursos del programa de becarios se destinaron a la adecuación de una casa que sirve como residencia universitaria a estudiantes que provienen, principalmente, del sur del país. Cooservunal, en asocio con Bienestar Universitario, dotó esta casa con computadores y otras comodidades que seguramente permitirán mejorar el desempeño académico de estos jóvenes. En la sede Bogotá, el programa se orientará el próximo año a desarrollar un proyecto con la Secretaría de Educación del Distrito, destinado al mejoramiento de las condiciones de alimentación de los estudiantes beneficiarios.

Para el Comité de Educación de Cooservunal, según expresaron algunos de sus delegados, es una inmensa alegría dar por concluido el programa este año, principalmente por los buenos resultados obtenidos en materia de educación y formación en cooperativismo, pues se logró que todos los beneficiaros del programa desarrollaran

el curso básico de cooperativismo implementado por Confecoop y obtuvieran su certificación, que 56 de ellos se asociaran a Cooservunal, y que en cada uno de los jóvenes que participaron del seminario de formación en cooperativismo se haya sembrado la semilla de la solidaridad y la cooperación.

Así, el programa desarrollado cobra un mayor sentido si se tiene en cuenta que una de las principales necesidades de Cooservunal, y quizás de todo el sector es el relevo generacional, que seguramente será asumido por estos nuevos cuadros cooperativos que concluyen su formación y que han comprendido el valor de la solidaridad y la ayuda mutua.

Testimonios

“La realidad de un país como el nuestro, donde existe tanta desigualdad de oportunidades y desarrollo, nos hace cuestionarnos y estar inconfor-mes. Es cierto que son muchas las causas para que esto ocurra, pues so-mos una sociedad muy resquebrajada; sin embargo hay que admitir que todos aquellas causas guiadas por ese pilar que es el sistema capitalista son las que determinan esa realidad y ciegan el futuro”.

Valentina Serrano EscalanteEstudiante de Ingeniería Física

“Aprendí muchas cosas: sobre la filosofía del cooperativismo, sobre los aspectos legales que los rigen, sobre cómo están organizados, sobre su de-sarrollo, sobre cuál ha sido la repercusión en el mundo entero, sobre sus luchas, sus éxitos, en fin, sobre muchísimas cosas y todas aportaron algo a mi vida. Crecer como persona, eso fue lo que me brindó Cooservunal con este curso”.

Elizabeth Toro Chalarca

Estudiante de Ingeniería de Sistemas e Informática

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Colaboradores

Hernando Zabala Salazar Historiador, especialista en Derecho Cooperativo y Solidario, director ejecutivo de la Corporación CDC, profesor de la Fundación Universitaria Luis Amigó y asesor de Confecoop Antioquia. [email protected]

Darío VianaPeriodista de la Universidad de Antioquia, máster de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Universidad de París III, redactor de diversos medios nacionales e internacionales. [email protected]

Guillermo Arboleda GómezAdministrador de empresas de la Universidad de Medellín, con amplia experiencia en el sector cooperativo; especialista en Sistemas de Información y en Finanzas, de la Universidad EAFIT. Fue docente universitario y recibió el diploma en Pedagogía de Educación Superior por parte de la Universidad Pinar del Río de Cuba. Actualmente, es miembro principal de la Junta Directiva de la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop), miembro del Comité Intergremial de Antioquia y director ejecutivo de la Asociació[email protected]

Darío Castillo SandovalMagíster en Desarrollo Rural, ex gestor territorial, ex coordinador nacional de economía solidaria y ex coordinador de investigación y estadística de Dansocial. Consultor, profesor e investigador; actual coordinador de la Unidad de Estudios Solidarios (UNES), de la Pontificia Universidad Javeriana. [email protected]

Natalia Zapata Hincapié

Abogada, de la Universidad de Antioquia; especialista en Derecho Comercial, de la Universidad Pontificia Bolivariana; diplomada en Gerencia Cooperativa, con énfasis en Derecho, de la Universidad de Antioquia. Actualmente se desempeña como asesora jurídica del sector cooperativo y es la directora del Departamento Jurídico de Confecoop [email protected]

Mauricio MontoyaComunicador social, de la Universidad Pontificia Bolivariana, y especialista en Aprendizaje Organizacional, de la Universidad de Antioquia. Ha desarrollado su trabajo en las áreas de planeación, innovación y realización audiovisual.

Guillermo Zuluaga CeballosComunicador e historiador. Se ha dedicado a la Investigación y la escritura; cuenta con varias publicaciones, entre ellas el libro 24 Negro, sobre el conflicto armado en el Oriente Antioqueñ[email protected]

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