Revista Spes Unica nº 19 - Mayo 2012
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A S T R O L O G Í A , T A R O T , P O E M A S , C U E N T O S Y
O T R O S C U E N T O S . . .
Spes Unica
P á g i n a 1
MAYO 2012
Escriben y colaboran en este número:
Horacio Otheguy Riveira, Yoselem Divincenzo, Jorge David Alonso Curiel,
Guillem de Rubenhor, María de la Paz Reyes Peña, Roberto Langella
Año 3. Nº 19
Foto de Eva Besnyö
P á g i n a 2 S p e s U n i c a
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P á g i n a 3 S p e s U n i c a
Sumario
Editorial 4
Noticias del mundillo literario 5
La madurez, por Yoselem Divincenzo 5
El huésped de Drácula (2º parte), por Bram Stoker 6
Súbitos, por Guillem de Rubenhor 8
Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la as-trología (7º parte), por Armando Rey
10
Se me cayeron las alas 12
Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña 14
Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella 15
El Astrólogo y la Tarotista 16
Grandes poemas muy breves en español del siglo XX,
por Jorge David Alonso Curiel
18
Los signos del zodíaco en la historia (Leo) 19
Compumanía, por María de la Paz Reyes Peña 23
Misceláneas interrumpidas,
por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella
24
El arte de Eva Besnyö 26
Onomancia 29
Horóscopo 30
P á g i n a 4 S p e s U n i c a
Editorial
DE ATENUANTES Y AGRAVANTES
“ Qué cosa fuera la masa sin cante-ra”, se preguntaba el poeta Silvio Rodríguez, en una vieja canción.
La masa humana, sin contenciones de ninguna especie, es peor que una jauría de lobos hambrienta.
“Quien esté libre de pecados, que tire la primera piedra”, decía otro, por qué no, poeta.
Por cada crimen que se comete, de mayor o menor gravedad, en cual-quier parte del mundo, existen ate-nuantes y agravantes. Ni te digo si no se trata de crímenes, sino de meros equívocos, errores u omisiones. A veces resulta patético ver cómo hay gente que parece estar al acecho de pescar actitudes ajenas cuando me-nos de dudosa legitimidad, coheren-cia, responsabilidad, incluso prove-cho, algún tipo de interés egoísta; entonces, aquellos parecieran añorar una época medieval de ajusticiamien-tos en plazas públicas, hogueras y apedreamientos.
No importa si el sujeto puesto en el foco es un artista de larga trayectoria, un científico que ha hecho grandes aportes o un deportista destacado, toda o alguna de la gente de la que los supuestos injuriados jamás lle-garán siquiera a sus talones; dirán de estos que están seniles, se mofarán, los insultarán hasta el escarnio; ensu-ciarán sus legajos, mancharán sus nombres, y todo con el gesto descom-puesto de los irracionales, de los im-pulsivos, irreflexivos y estúpidos.
¿Qué cosa fuera la masa sin cantera?; es la gente vuelta turba, saqueando, ensuciando, rompiendo, a manotazos y patadas, con la risotada grotesca de los alucinados bipolares, de los que se han vuelto peor que animales, los que se han descerebrado.
Todo el mundo tiene derecho a decir “basta” a cualquier cosa a la que se haya comprometido; todo el mundo tiene derecho a dejar de dar, a irse; los contratos sociales se rompen to-dos los días, y no hay jurisprudencia para eso, corresponde a las acciones
privadas. Quienes dicen no dejarse engañar por creencias o religiones conminan a todos a perder su fe, creyéndose además en el derecho, insultando en un abanico de posibili-dades que va desde la imbecilidad más grotesca hasta el infantilismo más abyecto. Irreflexivos de la peor calaña, arremeten contra vidas dedi-cadas a la preparación y al estudio, la mayor de las veces, por escrito—no tendrían el valor de hacerlo personal-mente—con apenas esquelas llenas de faltas de sintaxis y ortografía, además de gusto.
Se creen gente de la cultura y solo venden zanahorias a peso por kilo, esperando a que algún burro venga a llevárselas por delante.
Creen sostener valores, creen amar y creen odiar, y creen que piensan y que tienen derecho a reclamar, cuan-do jamás han vivido más que como parásitos, del trabajo y del esfuerzo de los demás. Ante quien aún los respeta y tiene algún tipo de conside-ración por ellos—todavía—creen que pueden sacar ventaja.
Te dan lo que jamás pediste ase-gurándote que eso era lo que desea-bas. Y en sus ratos libres declaman defender la libertad.
Quizás me equivoque, pero a estos yo los escupo de mi boca y de mi vida.
Quizás me equivoque, y si así es, existen los atenuantes y agravantes del caso, todas y cada una de las ve-ces se les ocurra llevarme a sus patí-bulos carcomidos, a jurar sobre sus Biblias vacías de todo tipo de conte-nido, como sus vidas.
Todos absolutamente tenemos dere-cho a decir alguna vez “basta”. Todo el mundo—ustedes—tienen derecho a dejar de leernos, a cortar absoluta-mente todo tipo de relación con noso-tros. Pueden ir y volver incluso, to-das las veces que les plazca.
Nosotros no pedimos permiso, abso-lutamente para nada. Hoy estamos,
mañana quién sabe. Hoy hay fies-ta, mañana puede ser que prefira-mos salir a tomar el sol, y es posi-ble que si eso ocurre ya entonces nadie pueda ponernos otra vez en vereda. Después de todo, disfru-tamos mucho de charlar con los vecinos, con aquellos que no tie-nen veleidades absolutamente de nada.
A buen entendedor y si le cabe el sayo, como siempre.
Mary Paz Reyes Peña
Roberto Langella
Mayo 2012
Salió a la venta el mes pasado en Buenos Aires la antología poéti-ca Poesía y Poetizar, volumen II, de Ediciones del Último Sábado, que entre otros, incluye trabajos de muy buenos poetas, tales como Marcos Agüero, Ire-ne Marks, Eduardo Mileo, Al-berto Nigro, Víctor Heredia, así
como de nuestra amiga Carol Love. Para contactar con la última, pueden pasarse por su perfil (www.facebook.com/carolversolado.love)
de Facebook.
*
Nuestro amigo Juan Amejeira (Inocencio Rex) conduce el flamante programa de TV Asombrados, que se emite por el canal TVM (canal 27) de la ciudad de Posadas, Misiones, Argentina, los días martes, a las 21:30 hs. Trata de un ciclo de entrevistas a escritores, en prin-cipio de esa misma provincia, y en las primeras emisiones fue-
ron reporteados Jerónimo La-gier y Sebastián Borkoski. Aquí el link (http://www.youtube.com/watch?v=B0zY1dHL3qI&feature=youtu.be)
a la entrevista con el primero.
Esperamos pronto el programa pueda integrarse a por lo me-nos alguno de los principales canales nacionales, siendo que lo merece, dada su enorme cali-dad.
Not i c i a s d el
mun d i l l o l i t er ar i o
P á g i n a 5 S p e s U n i c a
C uando llegamos
a madurar es
cuando nos da-
mos cuenta de que en este
mundo no somos tan inútiles
como una bocina de avión; y es
ahí cuando empezamos a juz-
gar a otros sobres sus vesti-
mentas, comportamientos, etc.;
en vez de tratar de mejorarnos
a nosotros mismos nos vamos
contra las personas que tene-
mos alrededor, y es también
doloroso cuando esas personas
son nuestros propios familia-
res.
Es hora de enfrentar el
mundo con madurez, con la
madurez de haber vivido una
juventud, pero no olvidarla; no
dejemos que nuestros nuevos
pensamientos “maduros” nos
formen una coraza de repudio
a lo que nosotros mismos fui-
mos: “adolescentes”. Seamos
maduros con la ternura de un
niño, las ganas, fuerza y since-
ridad de un adolescente y no
dejemos que los prejuicios
sociales ya estipulados por
generaciones anteriores entren
en nuestra mente y vida; que
no nos convirtamos en ese
“personaje” que cuando éra-
mos jóvenes tanto repudia-
mos. Seamos puros en todo
sentir, con ganas de vivir, con
énfasis en las cosas que real-
mente importan y ver las todas
y cada una con amor.
El amor es la clave de
todo. Examine su vida, su in-
terior, analice y piense qué
cosas son buenas para usted; y
cuando digo analizar me refie-
ro a todo, inclusive a sus cre-
encias; piense si tienen lógica
para usted, si van de acuerdo a
lo que le dice su corazón, si
son justas y con amor, si real-
mente tienen sentido. Analice
cada detalle, cada cosa que se
le ha sido impuesta tanto en su
niñez como en su juventud. Es
hora de madurar y sentarse a
pensar y vernos en el espejo a
nosotros mismos; no lo que
nos han querido formar.
Si al finalizar nuestro
análisis de nuestra vida, lo que
sentimos es bueno, ¡pues ade-
lante! ¡Sigamos en lo que esta-
mos!. Pero si usted tiene du-
das, entonces es hora de inves-
tigar y no dejar ninguna en el
tintero.
Haga la prueba y se
sorprenderá de los resultados.
¡Analícese!
La madurez, por Yoselem Divincenzo
L os caballos estaban
ahora más inquietos
que nunca y Johann
intentaba retenerlos mientras
me imploraba excitadamente
que no cometiera tal locura.
Me daba pena el pobre hom-
bre, parecía sincero; no obs-
tante, no pude evitar el echar-
me a reír. Ya había perdido
todo rastro de inglés en sus
palabras. En su ansiedad, hab-
ía olvidado que la única forma
que tenía de hacerme com-
prender era hablar en mi idio-
ma, así que chapurreó su
alemán nativo. Comenzaba a
ser algo tedioso. Tras señalar
la dirección, exclamé: «
¡Regrese! », y me di la vuelta
para bajar por el camino late-
ral, hacia el valle.
Con un gesto de desespera-
ción, Johann volvió sus caba-
llos hacia Múnich. Me apoyé
sobre mi bastón y lo con-
templé alejarse. Marchó lenta-
mente por un momento; luego,
sobre la cima de una colina,
apareció un hombre alto y del-
gado. No podía verlo muy
bien a aquella distancia. Cuan-
do, se acercó a los caballos,
éstos comenzaron a encabritar-
se y a patear, luego relincha-
ron aterrorizados y echaron a
correr locamente. Los con-
templé perderse de vista y lue-
go busqué al extraño pero me
di cuenta de que también él
había desaparecido.
Me volví con ánimo tranquilo
hacia el camino lateral que
bajaba hacia el profundo valle
que tanto había Preocupado a
Johann. Por lo que podía ver,
no había ni la más mínima
razón para esta preocupación;
y diría que caminé durante un
par de horas sin pensar en el
tiempo ni en la distancia, y cier-
tamente sin ver ni persona ni
casa alguna. En lo que a aquel
lugar se refería, era una verdade-
ra desolación. Pero no me di
cuenta de esta particularidad has-
ta que, al dar la vuelta a un reco-
do del camino, llegué hasta el
disperso lindero de un bosque.
Entonces me di cuenta de que,
inconscientemente, había queda-
do impresionado por la desola-
ción de los lugares por los que
acababa de pasar.
Me senté para descansar y co-
mencé a mirar a mi alrededor.
Me fijé en que el aire era mucho
más frío que cuando había inicia-
do mi camino: parecía rodearme
un sonido susurrante, en el que
se oía de vez en cuando, muy en
lo alto, algo así como un rugido
apagado. Miré hacia arriba y pu-
de ver que grandes y densas nu-
bes corrían rápidas por el cielo,
de norte a sur, a una gran altura.
Eran los signos de una tormenta
que se aproximaba por algún
lejano estrato de aire. Noté un
poco de frío y, pensando que era
por haberme sentado tras la ca-
minata, reinicié mi paseo.
El terreno que cruzaba ahora era
mucho más pintoresco. No había
ningún punto especial digno de
mención, pero en todo él se nota-
ba cierto encanto y belleza. No
pensé más en el tiempo, y fue
sólo cuando empezó a hacerse
notar el oscurecimiento del sol
que comencé a preocuparme
acerca de cómo hallar el camino
de vuelta. Había desaparecido la
brillantez del día. El aire era frío,
y el vuelo de las nubes allá en lo
alto mucho más evidente. Iban
acompañadas por una especie de
sonido ululante y lejano, por en-
tre el que parecía escucharse a
intervalos el misterioso grito que
el cochero había dicho que era
de un lobo. Dudé un momento,
pero me había prometido ver
el pueblo abandonado, así que
proseguí, y de pronto llegué a
una amplia extensión de terre-
no llano, cerrado por las coli-
nas que lo rodeaban. Las lade-
ras de éstas estaban cubiertas
de árboles que descendían has-
ta la llanura, formando grupos
en las suaves pendientes y de-
presiones visibles aquí y allá.
Seguí con la vista el serpentear
del camino y vi que trazaba
una curva cerca de uno de los
más densos grupos de árboles
y luego se perdía tras él.
Mientras miraba noté un hálito
helado en el aire, y comenzó a
nevar. Pensé en los kilómetros
y kilómetros de terreno des-
guarnecido por los que había
pasado, y me apresuré a buscar
cobijo en el bosque de enfren-
te. El cielo se fue volviendo
cada vez más oscuro , y a mi
alrededor se veía una brillante
alfombra blanca cuyos extre-
mos más lejanos se perdían en
una nebulosa vaguedad. Aún
se podía ver el camino, pero
mal, y cuando corría por llano
no quedaban tan marcados sus
límites como cuando seguía
las hondonadas; y al poco me
di cuenta de que debía haber-
me apartado del mismo, pues
dejé de notar bajo mis pies la
dura superficie y me hundí en
tierra blanda. Entonces el vien-
to se hizo más fuerte y sopló
con creciente fuerza, hasta que
casi me arrastró. El aire se vol-
vió totalmente helado, y co-
mencé a sufrir los efectos del
frío a pesar del ejercicio. La
nieve caía ahora tan densa y
giraba a mi alrededor en tales
remolinos que apenas podía
mantener abiertos los ojos. De
El huesped de Dracula (2º parte), por Bram Stoker
P á g i n a 6 S p e s U n i c a
vez en cuando, el cielo era des-
garrado por un centelleante
relámpago, y a su luz sólo pod-
ía ver frente a mí una gran masa
de árboles, principalmente ci-
preses y tejos completamente
cubiertos de nieve.
Pronto me hallé al amparo de
los mismos, y allí, en un relati-
vo silencio, pude oír el soplar
del viento, en lo alto. En aquel
momento, la oscuridad de la
tormenta se había fundido con
la de la noche. Pero su furia
parecía estar abatiéndose: tan
solo regresaba en tremendos
resoplidos o estallidos. En
aquellos momentos el escalo-
friante aullido del lobo pareció
despertar el eco de muchos so-
nidos similares a mi
alrededor.
En ocasiones, a
través de la oscura
masa de las nubes, se
veía un perdido rayo
de luna que ilumina-
ba el terreno y que
me dejaba ver que
estaba al borde de
una densa masa de
cipreses y tejos. Co-
mo había dejado de
nevar, salí de mi refugio y co-
mencé a investigar más a fondo
los alrededores. Me parecía que
entre tantos viejos cimientos
como había pasado en mi cami-
no, quizá hallase una casa aún
en pie que, aunque estuviese en
ruinas, me diese algo de cobijo.
Mientras rodeaba el perímetro
del bosquecillo, me di cuenta
de que una pared baja lo cerca-
ba y, siguiéndola, hallé una
abertura. Allí los cipreses for-
maban un camino que llevaba
hasta la cuadrada masa de algún
tipo de edificio. No obstante, en
el mismo momento en que la
divisé, las errantes nubes oscu-
recieron la luna y atravesé el
sendero en tinieblas. El viento
debió de hacerse más frío, pues
noté que me estremecía mien-
tras caminaba; pero tenía espe-
ranzas de hallar un refugio, así
que proseguí mi camino a cie-
gas.
Me detuve, pues se produjo un
repentino silencio. La tormenta
había pasado y, quizá en sim-
patía con el silencio de la natu-
raleza, mi corazón pareció de-
jar de latir. Pero eso fue tan
sólo momentáneo, pues repen-
tinamente la luz de la luna se
abrió paso por entre las nubes,
mostrándome que me hallaba
en un cementerio, y que el ob-
jeto cuadrado situado frente a
mí era una enorme tumba de
mármol, tan blanca como la
nieve que lo cubría todo. Con
la luz de la luna llegó un tre-
mendo suspiro de la tormenta,
que pareció reanudar su carrera
con un largo y grave aullido,
como el de muchos perros o
lobos. Me sentía anonadado, y
noté que el frío me calaba hon-
do hasta parecer aferrarme el
corazón. Entonces mientras la
oleada de luz lunar seguía ca-
yendo sobre la tumba de
mármol, la tormenta dio mues-
tras de reiniciarse, como si qui-
siera volver atrás. Impulsado
por alguna especie de fascina-
ción, me aproximé a la sepultu-
ra para ver de quién era, y por
qué una construcción así se
alzaba solitaria en semejante
lugar. La rodeé y leí, sobre la
puerta dórica, en alemán:
CONDESA DOLINGEN DE
GRATZ
EN ESTIRIA
BUSCÓ Y HALLÓ
LA MUERTE
EN 1801
En la parte alta del túmulo, y
atravesando aparentemente el
mármol, pues la estructura es-
taba formada por unos pocos
bloques macizos, se veía una
gran vigueta o estaca de hierro.
Me dirigí hacia la parte de atrás
y leí, esculpida con grandes
letras cirílicas:
Los muertos viajan deprisa
Había algo tan extraño y fuera
de lo usual en todo aquello que
me hizo sentir mal y casi desfa-
llecí. Por primera vez empecé a
desear el haber seguido el con-
sejo de Johann. Y en aquel mo-
mento me invadió un pensa-
miento que, en medio de aque-
llas misteriosas circunstancias,
me produjo un terrible estreme-
cimiento: ¡era la noche de Wal-
purgis!
Continuará en el próximo
número
P á g i n a 7 S p e s U n i c a
MALVINAS EN MADRID
— ¡Enhorabuena!
— ¿Y eso?
— ¡Hombre, por la paliza
que dais los argentinos a
los jodidos ingleses de
mierda!
— Bueno, no crea…
— ¡Si es que se lo mere-
cen, tan creídos como
son, vosotros por lo me-
nos tenéis cojones…!
— Ya, pero…
No me escuchaban. No me
daban la menor posibili-
dad. Imposible. El amor
de los españolitos de a pie
por los argentinos era
muy grande. Tras la gue-
rra civil, la simpatía fas-
cistoide de Perón permitió
que aquí llegaran alimen-
tos mientras los demócra-
tas del mundo le negaban
a la dictadura del general
Francisco Franco el pan y
el agua (en realidad
Perón se preparaba el re-
fugio que acabaría toman-
do años después).
Es posible que fuera ridí-
culo el paseo de Eva
Perón por la Europa fas-
cista poco tiempo antes de
que esa época política des-
apareciera, con sus joyas
y sus pieles, simulacro de
una mujer del pueblo en
el poder, pero la actitud
de Reino Unido y otros
países fue terrible. No
ayudaron a la República
por temor al acoso de los
“rojos”, y tampoco ayuda-
ron a Franco, por reac-
ción contra el existente
temor del fascio. La gente
de en medio les importa-
ba poco, aunque, oh, divi-
nas y humanas bendicio-
nes, organizaciones de
derechos humanos britá-
nicas ayudaron mucho a
los exiliados de la guerra.
Así las cosas, yo era un
argentino entre tantos en
aquel abril-junio del 82, a
pocos meses de la prime-
ra mayoría absoluta de
Felipe González y a casi
un año del fallido golpe
de Estado militar. Es de-
cir, España se despereza-
ba de la pesadilla de 40
años y de un intento de
retorno al “ordeno y man-
do”, y la querida Argenti-
na no sólo se atrevía a
atacar al ya decadente Im-
perio británico, sino que
iba ganando puntos con
este y aquel otro ataque
bien orquestado.
Mi actitud, sin embargo,
era de un solitario crispa-
do que cuando respondía
las felicitaciones parecía
un apátrida desgraciado,
un infame. Los españoles
no me comprendían y
con pocos argentinos de
aquí compartíamos un
desasosiego profundo.
Argentina estaba carco-
mida por la ocupación de
los medios de comunica-
ción, completamente cen-
surados; las informacio-
nes eran triunfalistas, el
nacionalismo proliferaba,
ya había sucedido con el
espantoso Mundial de
Fútbol con el general Vi-
dela en un palco, todo
sonrisas, y ahora resona-
ba por el mundo entero el
filibustero grito del “¡Viva
la patria, carajo!”.
Mi escepticismo no era
vano. Comprendía que
S ú b i t o s ,
p o r G u i l l e m d e R u b e n h o r
P á g i n a 8 S p e s U n i c a
mis compatriotas no pu-
dieran deslindar correcta-
mente lo que sucedía:
había hambre de acción, y
aunque se detestara a los
militares en el poder, aún
no se conocían los deta-
lles de sus tropelías en el
asesinato de Estado, a
mansalva, y sus múltiples
robos institucionales.
Mi escepticismo, sin em-
bargo, tenía raíces perso-
nales. Había hecho el ser-
vicio militar en un regi-
miento de La Plata en
tiempos de Onganía,
cuando se enfrentaban
cuadros militares prona-
zis y prodemócratas (yo
mismo hice guardia en un
cuartel amenazado por
otros militares), cuando
los soldaditos apenas sab-
íamos sostener los fusiles
y las prácticas de guerra
eran dirigidas por apues-
tos oficiales que mal-
mandaban a oficiales con
mucha barriga y ningún
conocimiento, incapaces
de arrastrarse cuerpo a
tierra como nos manda-
ban a nosotros. Estudia-
ban las prácticas de gue-
rra con manuales de la
Segunda Guerra Mundial.
El dominio clasista dentro
del ejército era terrible: el
confort absoluto para los
oficiales de “buena cuna
burguesa”, y la pesadum-
bre para el suboficial su-
miso y generalmente alco-
holizado y despótico con
un amor por “su” solda-
desca tan ingenuo como
perverso.
Cuando todo acabó no me
sentí mejor.
El “tenía razón” se queda-
ba amordazado, no servía
de nada, era una pesa-
dumbre más. Tantos años
después me niego a poner
las cifras de los muertos,
una vergüenza nacional a
la que nunca se ha dado
suficiente justicia. Una
sola víctima ya hubiese
sido algo tremendo. Nadie
estaba preparado militar-
mente, al margen del in-
terés de distracción de un
gobierno de facto, magis-
tral en la pésima gestión
administrativa.
La muerte coronaba la
vida cotidiana de los des-
aparecidos, y la victoria
británica —servida en
bandeja para un país que
luchó con gran inteligen-
cia durante siglos— dio el
poder absoluto a Marga-
ret Thatcher, modelo de
político liberal de clase
media adherida al éxito
capitalista que se cargó
todos los servicios socia-
les de los socialistas: una
fórmula hoy en el corazón
de la globalización, bajo el
lema “quien no logre el
primer puesto que se joda
y reviente”.
La señora Thatcher fue
descabalgada por el mun-
do político masculino de
su partido conservador.
Tras la muerte de su ma-
rido envejece con demen-
cia senil: no sabe, no con-
testa, se pierde por las
hermosas calles londinen-
ses. La presidenta Cristi-
na Fernández expropia a
tiburones europeos que
explotaron a gusto el país
bajo la satrapía de un Me-
nem que debería tener
cadena perpetua. ¿Será
otro alarde imposible?
¿Habremos aprendido
que no se dan golpes sin
un alto porcentaje de po-
sibilidades de éxito? ¿Se
alentarán los pasionales
nacionalismos sin base
sólida de triunfo econó-
mico?
Malvinas en Madrid.
Cuando todo acabó, los
que me felicitaban
(quiosqueros, camareros
de bares habituales, por-
teros de edificios, compa-
ñeros de trabajo…) pasa-
ban del “Enhorabuena” al
“Pésame”. Más aún cuan-
do las imágenes institu-
cionales de mi país ofrec-
ían al que ocupaba el car-
go de presidente, sin elec-
ciones, Leopoldo Fortu-
nato Galtieri, encharcado
en whisky, dando por
buenas tanto las victorias
primeras como la derrota
definitiva.
P á g i n a 9 S p e s U n i c a
E n oposición a la lógica aris-totélica está lo que podría-mos llamar lógica paradóji-
ca, que supone que A y no –A no se excluyen entre sí, como predica-dos de X. Esta lógica es la que debería predominar en la Astrolog-ía, así como predomina en el pen-samiento chino y de la India, en la filosofía de Heráclito y en la dialéc-tica.
Estoy convencido de que alcanzar la verdad de algún fenómeno o hecho, implica necesariamente conectarse a un nivel cognitivo, en el que la paradoja (aquello de que los extremos se tocan) en cuanto a nivel conceptual, y el relato mítico en cuanto al nivel explicativo, son los mejores auxiliares del símbolo.
La paradoja es aquel instrumento del espíritu, que nos habilita para tratar con las contradicciones. Eti-mológicamente, paradoja significa ―contrario a la opinión recibida y común‖. Cicerón escribe (De fin., IV, 74): ―Lo que los griegos llaman paradoja, nosotros lo llamamos ‗cosas que maravillan‘‖. En efecto, la paradoja maravilla, porque pro-pone algo que parece ser asombro-so, que pueda ser tal como se dice que es. Se dividen usualmente las paradojas en:
Lógico-semánticas
Existenciales-psicológicas
De las paradojas lógicas y semánti-cas, no me ocuparé en este trabajo. Me interesan las existenciales-psicológicas – de las que se en-cuentran ejemplos en San Agustín, Pascal, Kierkegaard y Unamuno – definidas como aquellas que se proponen restablecer la verdad (en tanto que verdad profunda) frente a las meras verdades de la opinión común, y hasta el conocimiento filosófico y científico. En este sentido ha defendido a la paradoja Kierkegaard, una paradoja que no es anti racional, sino que puede ser pre-racional o trans-racional, por
lo que la hemos de considerar como a uno de los mejores recursos y auxilia-res del símbolo, pues mediante proce-sos cognitivos similares, actúa a la manera de reconciliar las oposiciones, de reunir a los contrarios, a sintetizar.
Por ejemplo, una paradoja inquietan-te, y muy debatida tanto en foros astrológicos como en otros:
La contradicción Libertad / Determi-nismo.
La dualidad que nos interesa podría situarse en el tipo de contradicciones que admiten la gama de grises: Uno puede estar más o menos determina-do y ser más o menos libre. Así que podríamos establecer una distancia entre los dos extremos, con sus medi-ciones intermedias. Pero, ¿y qué ocu-rre en los extremos? ¿Una persona que tras duros esfuerzos se sitúa en el extremo de la libertad, significa que ya no tiene ningún determinismo?. El razonamiento concluyente es que si eres libre no estás determinado, y viceversa. Esta es una pobre manera de querer aproximarse a uno de los misterios nucleares del destino huma-no. Valga la paradoja: A mayor deter-minación (inconsciente) mayor (sensación de) libertad. En tal estado de ser las libertades más usadas son: La libertad de entregarse a los vicios (auto-indulgir); la libertad del capri-cho, que es prima hermana de la li-bertad de equivocarse, y por esta lógi-ca uno acaba cometiendo los mismos errores cada vez que enfrenta las mis-mas situaciones. En cambio, para una persona que crece en consciencia de ser, cada vez es más libre, pero cada vez se le estrecha más el camino, por-que frente a las situaciones que vive, ya no tiene la opción de dar respues-tas regidas por la ignorancia, el capri-cho, los prejuicios, la indulgencia, los vicios, etc., etc. Al final, uno acaba en un camino muy determinado, pues cuando uno es guiado solamente por la consciencia, uno acaba haciendo simplemente lo que tiene que hacer.
En términos castanedianos:
“Todos tenemos que actuar dentro de ciertos límites… El poder dispone esos límites, y un guerrero es, diga-
mos, un prisionero del poder; un prisionero que puede hacer una decisión: La decisión de actuar como un guerrero impecable, o actuar como un asno. A fin de cuentas, quizás el guerrero no sea un prisionero, sino un esclavo del poder, porque la decisión ya no es una decisión para él… No puede actuar en ninguna otra forma más que impecablemente. Actuar como un asno lo agotaría y lo llevaría a la tumba‖ (RP. Pág. 258).
La Astrología entera está construi-da bajo un sistema de proposicio-nes contradictorias: Masculino-femenino, diurno-nocturno, malé-ficos-benéficos, consciente-inconsciente, etc. Es decir, concep-tos que se excluyen mutuamente. Solo con el auxilio de la paradójica unión de los opuestos podemos usar el símbolo astrológico de un modo apropiado.
La narración
En realidad, la carta astral es un mapa. Un mapa ayuda a recorrer un camino. El camino de nuestra vida conforma una historia. La historia de mi vida. En realidad, es lo único que nos pertenece. Cuan-do en el umbral de la muerte mira-mos hacia atrás, ¿qué vemos?; todo lo material, los hechos, lo palpable queda diluido en la sustancia vapo-rosa del recuerdo de las historias que viví.
Los símbolos revelan su poder cuando el intérprete es capaz de amalgamarlos en la creación de una historia. Una historia posible, que halla en el material de los mitos y leyendas una fuente riquísima de inspiración y ayuda. Convertir el acto de interpretación de una carta en la revelación de una historia, o de unas historias que esperan aspi-ran a ser vividas, a ser actualizadas, es uno de los ejercicios en que el talento interpretativo puede alcan-zar cuotas de puro arte. Arte y potencial integrador-terapéutico, cuando el relato mítico prende en
Ideas y Bosquejos para una Filosofía y una Hermenéutica de la Astrología (7º parte, ensayo), por Armando Rey Publicado por primera vez en la revista digital Gente de Astrología-GeA nº 23, diciembre de 2002.
P á g i n a 1 0 S p e s U n i c a
una persona y se encarna en un pro-ceso, que el astrólogo puede ilumi-nar con el auxilio de sus símbolos.
Veamos lo que Hillman dice al res-pecto:
―…Los mitos son más objetivos que las filosofías del pensamiento. Aun-que las redes míticas empleen figu-ras humanas (Hércules) y hablen con la retórica de la subjetividad –pasiones, sentimientos, hábitos y actitudes – sus efectos son más ob-jetivos, ya que no fuerzan una cons-trucción teórica de los fenóme-nos‖. <13>
La asociación espontanea y la imaginación
Sobretodo cuando el símbolo es utilizado, no tanto en la del cliente o consultante, sino en la propia vida, uno de los pocos modos que conozco, que per-miten escapar de la trampa del propio ego, para eludir lo des-agradable a su vista, es el acto de meditar sobre un símbolo, con el método irracional de la asociación libre. Imágenes espontáneas pueden surgir. Imágenes que si son asimila-das y elaboradas, revelan también el potencial integrador e iluminador del símbolo.
ESQUEMA CUATRIPARTITO DE LA INTERPRETACIÓN SIMBÓLICA
L a doctrina de los cuatro ele-mentos ofrece un marco único y excepcional, por
abarcar la diferenciación de los con-tenidos interpretativos, en un refe-rente de gran riqueza dimensional.
Cada acto interpretativo se enmarca y enriquece por presentar a la per-cepción del intérprete, la posibilidad de establecer cuatro niveles de reali-dad presentes en cada símbolo. Además, puede ofrecer la dirección hacia donde se debe encaminar una interpretación completa, que será aquella que contemple la totalidad de las dimensiones presentes en cada elemento.
Principios:
1. Cada símbolo debe rastrear-se en los cuatro planos. Independientemente de que el símbolo implique a un planeta, un signo, un aspec-to, e incluso, un elemento, el esquema cuatripartito permite diferenciar cuatro aspectos, niveles, expresio-nes, manifestaciones básicas del símbolo.
2. Una interpretación comple-ta solo es posible si se esta-blece incluyendo los cuatro niveles. Cuando ello no es posible, la interpretación queda sesgada, parcial. Es posible que entonces no produzca el efecto deseado, es decir, aquel que permite que el acto de interpretar el símbolo constituya una ex-periencia no meramente informativa-comunicativa, sino transformadora, ilumi-nadora, reveladora.
3. Cada nivel o elemento com-prende a su vez y en sí mis-mo a los cuatro restantes. Así, cada elemento se hace más comprensible, cuando se le aborda a su vez, como estructurado en cuatro nive-les. Tierra tiene así un plano de tierra (tierra-tierra), un plano acuático (el agua de la tierra), un plano aéreo y un plano fogoso, y así sucesiva-mente.
4. La interpretación del símbo-lo astrológico debe, a modo de pirámide, acercar Cielo y Tierra; debe permitir ascen-der de lo literal a lo unitivo-
místico, elevando la cons-ciencia del consultante, des-de la percepción y la com-prensión literal hasta la per-cepción de lo más abstracto y Universal, y viceversa; debe permitir rastrear en la descripción más concreta de su experiencia y vida ese significado elusivo y etéreo, pero esencial, que confiere estatura, luz y libertad a la densidad y contundencia de los hechos concretos que le tocan confrontar.
(Continúa en el siguiente número)
<13>: Hillman, James. Tipos de poder. Ed. Granica. Buenos Aires, 2000. Pág. 99.
P á g i n a 1 1 S p e s U n i c a
#126 08-nov-2010 5:49
Orlando Ampuero
¡Ey! yo adiviné que no estás
usando tacos, que no usas
vestidos, y lo de la voz. Y el
capi dice que NO usas len-
tes. Pido revisión de nota,
profe.
#127 08-nov-2010 6:27
Alma Delia Chávez Rojas
¡¡¡jajajaja, qué sentimiento
furioso, ok. usté ganó!!!
#128 08-nov-2010 11:35
Eduardo Melgar
La imagen del Alma está más
completa que con Aristóteles;
Orlando 1 a 0-0, a ver si acier-
tan con el capitán Beto. Para
mí, mide 1,80, es flaquito, con
panza, camina rápido
(tomando distancia siempre de
la esposa), se pone nervioso a
veces por cuestiones mi-
croscópicas, es corpi-peludo y
tiene un tatoo de su signo zo-
diacal (no sé dónde) y usa al-
pargatas negras. Come cual-
quier cosa con el mismo pla-
cer, pero ama el asado. La mi-
rada aguilachuda le quedó de
una vez que se perdió en la
calesita, toma mate con la ma-
no izquierda (de ahí su refe-
rencia continua a los mucha-
chos peronistas), ah, y tiene
una vena en el antebrazo que
le sube por la sien (la famosa
vena hinchada). Espero hacer
acertado.
#129 08-nov-2010 12:43
Roberto Langella
Faltó que dijera que soy pela-
do y bigotón, don maese Sue-
ñero, pero a ver, que se decante
el resto de la hermandad y luego
siento mi veredicto.
#130 08-nov-2010 13:15
Roberto Langella
A ver, y va mi versión del Sue-
ñero ahora, y luego la del Furio-
so.
1,70 de altura. Cuerpo fuerte de
tipo que ha hecho deportes
(jugaba de 6 en la vieja forma-
ción 4-3-3). Ahora tira medio al
sedentarismo, por lo que ha
echado panza. Poco vello en el
pecho y brazos y piernas lampi-
ñas. Es más bien de piernas cor-
tas y levemente achuecadas. Ca-
mina despacio para poder dete-
nerse antes los mil vecinos, que
lo conocen de toda la vida. Tiene
brazos fuertes y manos grandes,
es muy hábil con las manualida-
des. Anda mucho en bicicleta.
Ama usar pantalones cortos y
ojotas, o sandalias franciscanas.
El furioso es macizo y medio
tirando a retacón; no llega al me-
tro setenta. En fútbol sería un
buen saguero (¿o zaguero?) por
derecha, pero él no lo sabe. Es
completamente lampiño. Tiene
una cicatriz en la pierna derecha,
a la altura de la rodilla, se las-
timó de chico saltando una alam-
brada. Tiene manos fuertes y
dedos cortos. Su punto débil son
los pies, la falta de ejercicio hace
que ya no sean lo que antes, se
cansa mucho de estar parado. Se
viste de manera sobria y cómo-
da; no le da demasiada importan-
cia a la indumentaria. No sufre ni
del frío ni del calor. También ha
echado panza, pero no tanto co-
mo el Sueñero, ja!
Ah, ninguno de los dos llega a
los 70 kg, pero por ahí le andan.
08-nov-2010 21:20
Alma Delia Chávez Rojas
¡Ahora si que me la pusieron
difícil!
A ver, el cap. Beto es: alto
1.70 cm. no flaco ni gordo más
bien rellenito, le gusta vestir
cómodo: jeans, camiseta y za-
patos deportivos.
De una manera u otra imparte
clase y tiene contacto con
alumnos. Es más bien acelera-
do en su forma de conducirse,
quiere mucho a su patria y por
tanto sufre con ella. Le gusta
emitir opiniones y continua-
mente entra en confrontacio-
nes por que es un idealista por
naturaleza.
Le gusta soñar despierto y
quiere mucho a su esposa. Me
gusta para que sea un observa-
dor de la naturaleza y de la
humanidad, muy crítico, culto
y letrado.
Pienso que toma mate muy
seguido y le gusta comer co-
mida tradicional argentina.
Cuando se tomó la foto de su
perfil lo agarraron despreveni-
do, por eso la cara de sorpresa.
#132 08-nov-2010 22:28
Orlando Ampuero
¡Mirá vos! Pensé que con lo
que había puesto en el perfil,
había quedado totalmente ex-
puesto. No, capi, le ha errao
bastante.
Mido 1,84, 115 Kg (todos en
la zapán), y nunca fúlbo. He
sido pilar de Rugby, y zaguero
de Hockey en patines, y practi-
cado Yudo en mi juventud (en
esa época pesaba 92-94 Kg).
Calzo 45, y laburo parado todo
el día. He cantado en varios
Se me cayeron las alas
(QUINTA parte)
A la memoria de Eduardo Daniel Melgar
P á g i n a 1 2 S p e s U n i c a
coros, y en un grupo vocal
folclórico, en la cuerda de ba-
jos. En la universidad, cuando
estudiaba Historia, todos creían
que yo cursaba Veterinaria, por
la forma de vestirme, y porque
mis compañeros eran todos fla-
quitos, de lentes y mejillas chu-
padas. Ja, cuando digo que no
entro en estereotipos, hablo en
serio. Es cierto lo del frío, pero odio
el calor, y lo de la indumentaria
es cierto. Alpargatas todo el
día.
Me sorprendió lo de la rodilla,
pero es en la izquierda. Mi vie-
jo me había dicho que no salta-
ra alambrados, y yo lo hice
igual, entonces no le dije cuan-
do me lastimé, dejé que se me
curara sola, y me ha quedado
una linda cicatriz. Eso marca
algunas características de mi
forma de ser ¿no?
#133 08-nov-2010 23:22
Roberto Langella (a Eduardo
Melgar)
Bastante acertado, la altura,
1,75. Flaquísimo (sin panza).
Todo lo demás sí. tengo mis
pelos pero tampoco soy el lo-
bizón. Tatoo no tengo, craso
error. Las alpargatas son pantu-
flas, que uso siempre que pue-
do. Perderme me han perdido
en supermercados, je. Tomo
mate con la izquierda, sí señó,
no por zurdo sino porque con la
diestra sostengo el termo (y
dada la disposición de mi escri-
torio, además, al que me hallo
ya prácticamente sellado). Todo
lo demás, acertadísimo.
#134 08-nov-2010 23:27
Roberto Langella (a Alma De-
lia)
A ver, mi altura, 1,75, así que le
erraste por 5. Soy flaquíiiiiiiii-
iiisimo, y sí, visto cómodo e
informal (no me ponés saco y
corbata ni a gancho). Doy cur-
sos de astrología y Tarot, así
que sí, algún discipulín que
otro tengo. Todo lo demás son
observaciones psicológicas que
pudiste haber hecho de leer
mis comentarios; no vale, acá
estamos tratando de poner en
funcionamiento nuestros ojos
terceros, que es lo que nos
hace tan monstruitos.
#135 08-nov-2010 23:30
Roberto Langella (a Orlando
Ampuero)
Vaya con la cicatriz, y bueno,
suerte que le erré con todo lo
demás, si no, ibas a pensar que
puedo verte con mi hermosa y
brillante bola de cristal, ja!
#136 09-nov-2010 1:51
Alma Delia Chávez Rojas
¡Naaa que si acerté capitán!
por lo menos reconocerá que
soy observadora y no nada más
lo leo.
Furioso, que me ha ganado, no
pude decir nada de su persona
aunque si me parecía que era
un ser del campo y por el pei-
nado una persona que no sigue
los estándares de la moda.
#138 09-nov-2010 12:43
Eduardo Daniel Melgar
Los resultados han sido extra-
ños, me huele que todos han
mentido un poquillo, aciertos
imaginarios y supuestos, creo
que cada uno se ha representa-
do como ideal y han cedido a
detalles esotéricos, por lo cual
pienso que ninguno quiere dar-
se a conocer realmente. Haría
falta que algún otro se atrevie-
ra a exponerse al juego como
Del Olmo o Súper o en los ni-
veles más delicados como Ve-
ronique o Seijas ¿alguien se
atreve con la suprema?
Por lo pronto, me faltó el furio-
so, y sin hacer caso de su pro-
pia descripción, pienso que es
bajito, si no el fotógrafo (al que
mira para arriba) mide cerca de
2 metros. Creo que mide 1,60 y
pesa 95 kilos, que jamás ha
andado a caballo, excepto el de
madera que le regaló una tía.
Anda en 4 x 4 destruyendo
tranqueras a su paso y si no
siente frío es porque usa cal-
zoncillos de lana enterizos. Vi-
ve en un ranchito miserable
que tiene una entrada secreta a
una mansión de 3000 metros
cuadrados a la que invita a las
walkirias a tomar chocolatada.
Es un terrateniente de ascen-
dencia gringa al que los come-
chingones y mapuches se la
tienen jurada desde el siglo
XIX.
#139 09-nov-2010 12:49
Eduardo Daniel Melgar
Oia, otro señor del pretérito,
Lorena la niña se ha ido, no ha
aceptado el reto de Humberto y
Marcos, tengan prudencia, es-
tas apariciones no son casua-
les....
#140 09-nov-2010 13:10
Roberto Langella
Es verdad, estamos siendo vigi-
lados. A mí me hace la guardia
desde hacen unos días, en la
esquina de mi casa, una cámara
web con el logo de Suite101 al
costado. Y en la lente (más
bien del lado de adentro) se ve
reflejado un ojo, que parece ser
el de Eva Fontiveros. También
noto que cada vez hay más ca-
nadienses dando vueltas por mi
barrio.
Y sí, el Furioso miente; nos
dice ser ex-rugbier, cosa de
meternos miedo; para mí es un
infiltrado.
Continuará...
P á g i n a 1 3 S p e s U n i c a
C uando mi amiga Caritina me llamó terriblemente deprimi-da para pedirme que le pre-
stara mi hombro para llorar, me sentí sumamente intrigada. Acudí de inmediato, no es que yo sea metiche, pero parecía bastante urgente el asunto. Ya en su cocina, frente a una taza de delicioso café, me enteré de su enorme preocupación por la hija, Charo. ―¡No tiene suerte con los hombres! ¡Quiero verla con un hombre que la ame y la haga feliz!‖
―No seas exagerada, apenas tiene… ¿Cuántos años tiene Charito?‖ ―Veintiséis años, y no le veo trazas de casarse‖.
Yo pensé que la pobre Cha-rito debía tener encima a la madre con complejo de Celestina y la compadecí. ¿Qué tiene de malo disfrutar de la soltería unos años an-tes de echarse el yugo matri-monial? Intenté calmar a mi amiga porque no le veía mayor problema al asunto que su exagerada preocupación por deshacerse de la hija.
Pero cuando llegó Charito del traba-jo, casi me infarto y me echo a llorar con la pobre Caritina. Esta chica tenía la misma cara del padre, pero con peluca, hasta bigotes tenía. Mi-ren que yo no soy partidaria de exal-tar la belleza física como valor im-portante para la felicidad. Pero Cha-rito me tiró al suelo por Knock-out. No tenía ni pizca de gracia en sus facciones, el pelo eran colas de rata pegadas a la cabeza y el cuerpo, bue-no, mejor me muerdo la lengua. Con razón Caritina estaba preocupada.
¡Niña, habrá que transformarte a como de lugar!
Así que decidimos emprender la odisea de llevarla al salón de belleza a que le depilaran las cejas, le depila-ran el bigote mostacho que lucía, le cortaran y tiñeran el pelo. Luego veríamos lo del maquillaje y la ropa, y sobre todo enseñarla a caminar con tacones altos. ¡La volvemos monona o me dejo de llamar Mary-paz!
Sacamos los ahorros de mi amiga del banco y entramos en acción. Mientras esperábamos en el salón de belleza recordamos a las compañe-ras más desangeladas de nuestros tiempos de juventud. Entre las me-morables monstruitos que conoci-mos estuvo Maguito, que las dos recordamos con cariño, porque era encantadora la chica, de carácter alegre y franco y una gracia para decir las cosas que bueno, lo feo no se le notaba tanto. Era un sol cuan-
do se lo proponía. Así que segura-mente no tuvo mayor problema para hallar un tío listo que quisiera emparejarse con ella y de paso tener unos hijos con IQ por enci-ma de lo normal. Porque eso sí, Maguito era la más aplicada de
toda la clase, sacó cuadro de honor y lo último que supimos de ella era que estaba estudiando una maestría.
―¡Pero mi Charito es una burra!‖, me confesó Caritina. ―¡Ya deja de vapulearla! Recuerda que nosotras también tuvimos nuestras épocas de monstruitos. Bueno, yo por lo me-nos sí‖. Recuerdo que cuando tenía quince tenía la gracia de los hipopó-tamos de Walt Disney para mover-me. Y además tenía acné y mi cabe-llo estaba engrifado todo el tiempo, no usaba maquillaje y sí unos zapa-tos ―vagabundo‖ y lentes, porque me sentía intelectual. Tengo una fotografía que quise quemar pero no lo hice porque cuando la veo salgo de cualquier depresión. Todavía no me explico cuándo ocurrió la ―metamorfosis‖.
―¡Ay, sí! Te recuerdo, yo estaba igual, ¿recuerdas los frenos que me pusieron y cómo me sacaron los dientes hacia fuera, al estilo ―Felipito‖, el de Mafalda?. Y luego, usábamos camisas de manta, que no se nos veían las formas…‖ (Ahí la interrumpí: ―¿Cuáles formas? Si
parecíamos barrilitos‖). ¡Yo no sé como no nos apedreaban cada vez que salíamos de la escuela! Caritina me miró con sus hermosos ojos miel y las dos nos agarramos de las manos y miramos al cielo pidiendo el mismo milagro que nos convirtió en bonitillas, para su hija Charito.
La chica salió con un maravilloso peinado que nos alentó y nos fui-mos directo a maquillarla en mi casa, le pusimos un vestido divino, vaporoso como sueño de quincea-ñera, y unas zapatillas altas. Logra-mos que ella se mirara con el ego muy alto frente al espejo. Bonitilla, más que bonitilla, así quedó Chari-to. ¡Ahora deja de caminar como si fueras la nana Pancha, niña! Practi-camos toda la tarde. Y le llenamos la cabeza de mil consejos trillados pero efectivos para agarrar incautos, digo, para pescar novio.
―¡Total, lo importante es que caiga algo! Lo demás déjaselo al tiempo.
Cuando te conozca como la maravi-llosa cocinera, estupenda amiga, divertida organizadora de cumplea-ños y excelente compañera de aven-turas; cuando sepa que eres leal, cariñosa, y honesta y hayan supera-do juntos algunas crisis, ya no le importará que se te caiga el maqui-llaje de vez en cuando‖.
D i v a g a c i o n e s p e l o t u d a s , P o r m a r í a d e l a p a z r e y e s p e ñ a
P á g i n a 1 4 S p e s U n i c a
L a verborragia no es
literatura, mi querido y
joven amigo, aunque
puede ser un principio. Te
propongo en todo caso te es-
fuerces en convertir en litera-
tura ese enorme caudal ver-
borrágico del que sufrís.
Luego, ilustrar tu poema con
un autorretrato, donde se te
ve rodeado de botellas vacías,
la mandíbula contra el pecho y
un cuaderno en el regazo. Es
solo otro patético borracho,
de los que se encuentran a las
salidas de los bailes, cualquier
sábado por la noche, en cual-
quier ciudad pedida del mun-
do.
La poesía no es patética por
añadidura, y viceversa, lo paté-
tico no es poético de la misma
forma. El hombre, el ser
humano, no puede decidir al
menos cuándo es que lo paté-
tico va a volverse poético, aca-
so si realmente puede volunta-
riamente hacer poesía o ape-
nas intentarlo, sucediendo per
se, a veces, claro.
Si Rimbaud o Charles Bu-
kowski tienen algún tipo de
valor literario, poético, lo tie-
nen a pesar de sí mismos, no
de diferente forma a como
también puede ocurrir con un
San Agustín o Jorge Luis Bor-
ges. Que el ser poético, poeta,
sea una bendición o una mal-
dición, es solo cuestión de
perspectivas, depende de
cómo se viva.
Pero nadie decide ser poeta.
Se puede decidir escribir un
relato, un cuento o una nove-
la, pero nadie puede decidir
ser filósofo o poeta; no hay
escuela que enseñe eso. Se
escribe poesía—eso se inten-
ta—cuando ya no alcanzan las
formas ni las palabras. Se es-
cribe poesía a partir de la de-
sesperación que deparan las
propias limitaciones de la lin-
güística, y cuando ya esto tam-
poco alcanza, la poesía, se re-
curre a formas superiores, co-
mo la pintura, la música o la
danza.
El ser creativo—sino crea-
dor—es una explosión de ex-
presividad, no de exhibicionis-
mo.
La poesía nunca es un atrope-
llo de palabras en tropel, sino
el hallazgo de la palabra preci-
sa en el momento oportuno,
la flecha en el centro de la dia-
na, común imagen de los
clásicos más austeros.
Siempre es preferible que los
recursos sobren a que falten,
desde ya, casi como todo en la
vida. Se debe contar con la
necesidad apasionada, deses-
perada, de decir, y las palabras
necesarias para hacerlo. Todo
lo demás es ocurrencia de la
gente, que te lee, te quiere, o
te odia, pero también esos son
aspectos de la vida de cual-
quier individuo, de los más
vulgares.
Al poeta no le importan las
repercusiones, ni buenas ni
malas, quiero decir; dice lo
que tiene que decir, o lo que
tiene para decir, y luego se
repliega sobre su mundo de
sombras, donde no está bue-
no que el común conozca
demasiado, del mismo modo
que el mago nunca revela sus
trucos.
Poesía y magia son asuntos
parecidos, que estaban en el
mundo antes que el ser huma-
no surgiera. Él los develó, no
los creó, por lo que se les de-
be el mismo respeto que al
resto de la naturaleza.
P á g i n a 1 5 S p e s U n i c a
P á g i n a 1 6 S p e s U n i c a
P á g i n a 1 7 S p e s U n i c a
L a alta calidad literaria y la
emoción se pueden con-
seguir con unos pocos
versos, a veces con sólo un par,
y tenemos ejemplos magníficos,
joyitas preciosas llenas de encan-
to, en la literatura de habla espa-
ñola del siglo pasado.
La brevedad en literatura no es
sinónimo de pereza, o de acabar
el trabajo cuanto antes y pasar a
otra cosa más importante o de
más enjundia. Por el contrario,
lograr esa síntesis genial repleta
de ideas y sentimiento, y que al
lector no le hagan falta más pala-
bras, es una tarea difícil de con-
seguir, y no todos los escritores
están capacitados para ello. Es
más difícil, entonces, escribir en
corto.
Juan Gelman
Así, como primera muestra, este
delicioso poema sin título de
este grandísimo y sufrido poeta
argentino:
"Eres mi única palabra:
no sé tu nombre."
Con dos versos cuenta lo quería
contar. Es rotundo y muy emo-
cionante. Es el amor por una
desconocida que lo es todo para
él. No hace falta más.
Luis Alberto de Cuenca
No abandonamos el tema amo-
roso. El poema de este escritor
español tan reconocido se titula
Dedicatoria, de su libro El puen-
te de la espada:
"La tierra estaba seca.
No había ríos ni fuentes.
Y brotó de tus ojos el agua, toda el agua."
Se comprueba el amor y el res-
peto total por la amada. Ella
como dios que todo lo puede,
como centro del universo y de
la creación. Como motor crea-
dor de la vida.
Antonio Martínez Sarrión
Cambio de tema. Ahora Martí-
nez Sarrión nos habla de la
pérdida, en este poema sin título
que abre las puertas a la imagi-
nación.
"No poco conseguí. Lo perdí todo."
No se puede decir tanto con seis
palabras. Es la excelsitud de la
concreción y de la economía de
medios.
Pío Baroja
Se creía que don Pío no había
escrito ni un poema en toda su
carrera. Que todo fueron nove-
las y relatos y artículos. El si-
guiente poemita ha sido el único
que se ha encontrado salido de
su pluma:
"Esas tardes del retiro, en pleno mes de noviembre,
me dan la impresión romántica
de un mundo que desfallece."
El lector entiende lo que es el
romanticismo sin tener que leer
manuales que se lo expliquen.
Además el poema es muy físico,
hace sentir ese frío y humedad,
y hasta esa niebla tan agradable
que tiene el penúltimo mes del
año.
Alejandra Pizarnik
También existen poemas breves
llenos de angustia y dureza,
muy desoladores que nos aprie-
tan y nos ahogan la garganta:
"Me dicen
tienes la vida por delante
pero yo miro y no veo nada."
Y más cuando el lector sabe
que esta aclamada escritora ar-
gentina se suicidó en plena ju-
ventud—con tan sólo 36 años—,
dejándonos una obra llena de
angustia e incomprensión.
Francisco Castaño
Y por último, y para dejar un
buen sabor de boca, un poemi-
ta menos agónico. Su título es
Le regret d´un faune, del libro
El fauno en cuarentena:
"No hay nada más hermoso que una mujer hermosa
ajena a su hermosura.
Si eso fuera posible."
Hasta aquí un repaso, también
breve, a este tipo de literatura
escrita en el siglo XX que, co-
mo se ha comprobado, alcanza
cotas muy altas de lirismo y de
contenido. Pocas palabras para
Grandes Poemas Muy Breves en Español del Siglo XX, por
Jorge David Alonso Curiel
P á g i n a 1 8 S p e s U n i c a
En tiempos de auge del cuento o relato corto y del microrrelato, hay que recordar que también existe el poema breve o hiperbreve.
Margaretha Geertruida Zell
(Mata-Hari)
Año de nacimiento: 1876
Nacida en la zona de Frisia, los
habitantes de estas tierras holande-
sas, no podían imaginar que entre
ellos se encontraba una de las mu-
jeres más famosas y míticas de la
historia. Desde su nacimiento, nada
hacía que esta joven pudiera desta-
car por su exotismo. Pero de los
Leo se puede esperar casi todo y la
joven Margaretha vio cómo el Sol
infundía en ella un valor y un arro-
jo inigualables para luchar contra
la adversidad.
Este fue el caso de la joven holan-
desa que, amante del mundo del
espectáculo, vio en él una salida
profesional. Para dar más misterio
a su interpretación, se presentó
ante Europa como una estrella
oriental venida a occidente para
quemar en su fuego a los espíritus
más selectos.
Con esa aureola que tanto encanta-
ba a los más aventureros, llegó de
Margaretha, convertida en Mata-
Hari, desde la India hasta los esce-
narios holandeses.
Con música en sus caderas y danza
en sus tobillos, sus comienzos no
fueron deslumbrantes, pero lo que
se buscaba en ella era la novedad y
el atrevimiento, porque la Europa
de la "Belle Epoque" estaba dis-
puesta a asombrarse de todo.
Esta hipocresía funcionaba perfec-
tamente bien en la Europa victo-
riana y Mata-Hari aprovechó el
pseudoescándalo a su favor: sus
contratos fueron lucrativos y la
bella señorita Zell ya no tuvo que
volverse a preocupar laboralmen-
te, tras haberse afianzado de estre-
lla oriental y sacerdotisa espuria
de las danzas erótico-culturales de
mas allá del Indo.
Esta forma de llamar la atención
en una rígida sociedad conserva-
dora, es muy propia de los Leo.
Siempre sobresalen por encima de
la masa y están felices de saberse
especiales; son estrellas natas, con
una fuerza compuesta de encanto
natural y de seguridad en sí mis-
mos. Poseen un embrujo felino y
están impregnados de este mórbi-
do elemento animal.
Otros Leo célebres son Alejandro
Dumas, Henry Moore, George
Bernard Shaw, Petrarca, Napoleón
Bonaparte, Bernardo O'Higgins,
Fidel Castro y Jacinto Benavente.
L o s s i g n o s d e l z o d i a c o e n l a
H i s t o r i a ( L e o )
( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s
A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a .
F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) .
P á g i n a 1 9 S p e s U n i c a
decir mucho y bien.
Ahora sólo queda que el lector
interesado vaya al encuentro de
una poesía de la que también,
en otros siglos, y no sólo en el
XX, hay muestras maravillosas,
gemas preciosas, que el lector
guardará agradecido en su co-
razón.
Jorge David Alonso Curiel (Valladolid,
España, 1975). Licenciado en Filosofía y Le-
tras, es novelista, escritor de cuentos, poe-
ta, articulista, escritor de dietarios y pintor.
Es autor del poemario Es Mejor el Sueño (2007, Editorial Ópera Prima), de la novela
breve Las Guerras Han Terminado (2011,
Babel Books Inc.), del libro de relatos eróti-
cos y poemas amorosos Tu Mejor Pecado (2011, Babel Books Inc.) y del libro de micro-
rrelatos Yo Conocí a un Hombre Satisfe-cho (2012, Babel Books Inc.). También ha
participado en el libro conjunto de relatos
Mujeres (2011, Babel Books Inc.).
Lector y cinéfilo patológico, también ejerce
la crítica cinematográfica y literaria.
P á g i n a 2 0 S p e s U n i c a
Gritos desde el Hades (poesía) (160 pág.)
Hay muchas maneras de entrar al Hades, a veces nos quedamos un buen tiempo ahí, pero es nuestra decisión. La salida está siempre abierta, cuando te has liberado de todo lo negativo que vienes cargando, es el momento de regresar a la luz.
ISBN: 978-1-61196-988-7
editorial
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Barnes & Noble
El Elegido (Novela) (196 pág.)
Jesús Emmanuel encuentra en su abuelo un refugio para huir de los mons-truos que le persiguen durante su niñez; Linda, la maestra; los chicos que lo molestan, un padre y una madre que parecen adorarlo, pero que viven su propia guerra.
El viejo curandero es el que le da las armas para sentirse ―especial‖, protegi-do por seres mágicos que nadie más puede ver. Ya no estará nunca solo, ni desvalido, él ha sido elegido para llevar a cabo una gran misión.
Todos, como Jesús Emmanuel, hemos deseado sentirnos elegidos para una misión especial, protegidos por seres invencibles, y ser poseedores de pode-res sobrenaturales y conocimientos que otros no tienen a su alcance.
Todos, como Jesús Emmanuel, hemos tenido que escoger alguna vez entre llevar a cabo nuestros sueños o conformarnos con lo que tenemos, sacrifi-cando la aventura de lo que podría ser para darle a los demás lo que esperan de nosotros.
Dentro del mundo cotidiano donde habita Jesús, podemos ver claramente los arquetipos del bien y del mal, en su eterna batalla. Y la locura del mucha-cho es la misma de cualquiera que pretende salir del anonimato de formar parte de las masas, de las multitudes que pululan en todos los escenarios del mundo.
ISBN: 978-1-61196-971-9
Editorial
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Barnes & Noble
Aventuras de una Tarotista Loca (cuentos) (196 pág.)
Todos estamos algo locos, pero Cimi tiende abusar de esta tendencia muy humana y generalizada. Cuando se trata de meterse en lío, conocer gente estrambótica o pasar por situacio-nes fuera de lo común, no tiene igual. Ella está dispuesta a vivir las más locas aventuras con sus amigos, porque la vida es corta y uno debe beberse hasta la última gota de emoción. Con esa filosofía de vida, no es de extrañar que un día aparezca en algún templo de enseñanzas orientales y al otro se esté trepando en la pirámide del Sol. Pero eso sí, Cimi es la única amiga que te puede garantizar que jamás te abu-rrirás si la sigues en sus andanzas.
ISBN: 978-1-61196-975-7
Babel Books Inc.
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Barnes & Noble
P á g i n a 2 1 S p e s U n i c a
Invencible (novela) (240 pág.)
La amistad es un regalo invaluable, y una verdadera fortaleza para refugiarnos cuando todos, aún nuestros parientes, parecen habernos dado la espalda. Cuando se tiene un amigo, las peores situaciones parecen ser más soportables, y tomamos valor para vencer los miedos y las dudas.
Perita parte en viaje iniciático por su propia vida, donde encontrará un coro de personas más luminosas, más oscuras, que de manera más o menos volun-taria le ayudarán a confrontarse con sus circunstancias, sus dudas y sus deseos, en un proceso donde irá descarnándose, soltando lastre, puliéndose, hasta brillar con una luz propia, que la confirmará en el ser que el destino le tenía deparado.
ISBN: 978-1-61196-974-0
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Barnes & Noble
Valerie Vuelve (novela policial) (206 pág.)
Julia Chávez es estudiante de criminología en Buenos Aires; favorecida por un intercambio cultural, viaja a realizar prácticas a Barcelona. Entonces co-mienzan a suscitarse una serie de asesinatos, de muy difícil resolución, inspi-rados en las páginas del libro de Valerie Solanas, SCUM Manifesto; la guerra contra el machismo se ha desatado, pero… ¿Será realmente una mujer la asesina?
ISBN: 978-1-61196-986-3
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Barnes & Noble
Poeta del Marcapasos (poesía) (112 pág.)
―¡No pasarás por mis galvanómetros!‖, advierte el poeta del marcapasos (¿o el poeta que marca los pasos?), el último en la retaguardia de mis ―yoes‖ litera-rios, cuando ya no alcanza ni la novela, ni el cuento ni el ensayo, y aún resta tanto por decir…
Intentar definir la poesía es tan arduo e inútil como intentar lo mismo respecto del amor, y tantos ya lo han intentado antes, infructuosamente… El poema es tanto más impune que cualquier otro género literario, a la vez que es mucho más frágil; se destruye ante la menor animadversión, aunque siempre también volverá a renacer de entre sus cenizas, cual ave fénix…
La poesía, como la pintura, la música o la danza, no necesita ser explicada, por suerte…
En este volumen les invito a un repaso por mis versos, los de los últimos años, y unos pocos de años anteriores.
Como acabo de decir, en ellos hallarán todo lo que me es imposible expresar en mis novelas, intentando completar el paisaje, algún paisaje…
ISBN: 978-1-61196-976-4
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Barnes & Noble
P á g i n a 2 2 S p e s U n i c a
El Sepulcro de la Rosa de los Vientos (Novela) (388 pág.)
"El destino vuelve a reunir, luego de años, al psiquiatra Nicolás Berasain y a la arqueóloga urbana Elsa Galimberti, para investigar un misterioso caso que involucra a una paciente de manicomio, a su tío, y a la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Un extraño objeto ha surcado la historia de la humanidad, desde los tiempos del Templo de Salomón, pasando por las Cruzadas, la Revolución Francesa, las guerras de independencia sudamericana, hasta arribar a la ciudad de La Plata, de manos de los masones. ¿Pero qué extraño poder confiere este objeto a quien lo posee?, y más preci-samente, ¿qué cosa es la rosa de los vientos, o acaso es algo que se halla de-ntro de lo que se ve?. La muerte se sucederá en todos aquellos que intenten develar sus secretos. Nicolás y Elsa se encuentran ahora en riesgo de vida, en una carrera contra-reloj, hacia un destino que hasta el final no tendrá más que horribles sorpre-sas y terribles desafíos que proponerles...".
ISBN: 978-1-61196-973-3
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La Ira de Dios (Novela) (240 pág.)
Hospitales psiquiátricos Borda y Moyano, en Buenos Aires. De pronto un día aparece un interno, en su demencia, asegurando ser Dios. Cuatro psiquiatras de estas instituciones, a la vez que son ateos, se hallan en la encrucijada de tener que tratarle. ¿Cuán fácil será demostrarle a Darío Ferrarotti que él no es Dios, y qué ocurrirá cuando lo logren? El suspenso envuelve una trama psicodélica, donde arte y ciencia, simbolis-mo y concepto, afuera y adentro, cordura y locura, confunden sus delimita-ciones, desafiándose constantemente, y entramando una lucha por la super-vivencia, de la que se podrá sobrevivir solo si se es poseedor de la verdad. Solo quien se halle a mitad de camino entre todos aquellos factores, podrá desandar el juego macabro hasta el final…
ISBN: 978-1-61196-951-1
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Babel Books Inc. ahora también presenta a la venta sus libros desde el nuevo sitio online ADN Libros, un moder-no soporte para una mejor y más cómoda selección y vi-sualización de sus libros; les invitamos a conocer la nueva librería (para utilizar este link presione CTRL y haga click).
U no de los vacíos más grandes es el que enfrentan nues-
tros jóvenes, cuando no hay ya nada en qué creer ni alguna señal para orientarse. El boom de la tecnología y el marketing los ha dejado relacionándose con pantallas y teclados de bolsillo; todo está plastificado, hasta la personalidad, nada es auténtico. Y cuando todo res-ponde a las necesidades del mercado, comienzas a tomar por ciertas las grandes mentiras que se anuncian como verda-des.
Ahora vienen nuestros hijos a decirnos que no pueden ser felices porque no tienen el ipod más revolucionario, o las tetas talla “C”, o un guardarropa con prendas de marca y a la mo-da. Y si alguno de ellos se suicida porque no es talla 32 o porque se considera un per-dedor, los demás asumen que tenía razón.
Cuando yo tenía un problema a esa edad, buscaba ayuda en mi abuela, porque era una mujer sabia y comprensiva. Ahora la ayuda se busca en Google y en Taringa, y si tie-nes necesidad de un abrazo vas al grupo de los “abrazos de oso”.
Mi sobrina lloró porque no sa-be twittear con éxito, “nadie me
hace caso ni me retwittean”, me dijo desolada.
¡Que alguien le pague un cur-so para twittear con gracia!, supliqué a sus padres. Y no bromeo, los chicos viven sus grandes éxitos o fracasos en la red, el gran dios de la era actual.
Hasta mi abuela tiene su foto subida en Facebook, y yo que no la visito, me conmocioné cuando advertí que tiene más contactos que yo. ¿Cuál sole-dad? ¿Cuál abandono? ¡Cómprale una laptop a tus viejos y salúdalos desde la comodidad de la oficina!
Eso sí, no nos quejemos cuan-do comprobemos que lo que sabemos de nuestra familia es lo que ellos dicen en sus per-files. Y si tu hijo cumple años, lo felicitarán diez personas an-tes que tú te despiertes por la mañana. Y si encuentra una novia en las islas Malayas, mal haya la hora en que lo dejaste ir por el cable de la Internet, que se te muda al otro lado del mundo y no tienes de qué llorar, de todos modos ni caso le hacías.
Mi sobrinito tiene cuatro años y se me queda viendo como preguntando si soy real o un holograma; es que su madre lo mira a través de la pantallita de la compu de su hermana
mayor, y le manda besitos. Yo lo abrazo, lo apachurro y él se enoja y se limpia los ca-chetes.
Si la tecnología sigue supliendo a los padres, tendremos mu-chos jóvenes con aversión al contacto físico y completamente incapacitados para sostener una conversación en vivo.
Ya desde ahora hay talleres de contacto personal, donde la gente se cuenta sus proble-mas, se consuela y se abraza. Será que en casa todos están cada uno en su red social. Antes era la televisión, la caja boba; ahora es la banda an-cha la que se interpone entre el mundo real y la vida vir-tual, que es más bonita y menos complicada.
En fin, no sé porqué estoy escribiendo esto. A lo mejor son residuos neuronales de cuando no tenía computadora…
Mi hijo me escucha quejarme de qué no sé qué hacer con esto que escribí y me dice triunfal: “Ponlo en Facebook”.
P á g i n a 2 3 S p e s U n i c a
A noche tenía una carta bien larga para ti, mi querido amigo, y ahora resulta que
el puto hotmail de los putos cojo-nes salta con error de la concha de su madre y desapareció todo, y eso que tiene "guardador automático" el muy hijo de puta. Así que me
veré obligado a cambiar el tinglado y escribir en word y enviarte adjun-tos. Es muy fuerte, la gran puta. Ahorita estoy con un trabajo bien pesado, un poco desquiciado el Horace, asínque ya volveré en con-diciones.
Da recuerdos al Langella, un tipo fenómeno, y a Roberto también, otro gran amigo; son poetas, líri-cos, gandules, fumadores, bebedo-res, "ricos-tipos", gente de una pieza, no sé, dales un abrazo si los ves, deciles que, tanto si estoy en óptimas condiciones, con mi natu-ral tendencia al buen humor, o en baja forma como últimamente, especialmente hoy, los recuerdo con una sonrisa; cuando los tengo cerca es entrar en un paisaje de sombrero y gabardina por una ciudad que te atrapa porque te quiere, no para comerte el hígado; eso es lo hermoso del Club de Maes-tros, todos lindos bichos camino de sus nichos con una sonrisa, porque les han venido a buscar admirado-res y amigos jóvenes con mucha vida por delante, y allí van con su talento, dispuestos los viejitos a dar su do de pecho, su melodía entra-ñable, su recuerdo de un Buenos Aires ensoñado noche a noche, bandoneón a bandoneón, cuando los aplausos y "las lindas cacho-rras" bailaban la vida con rumor de melodía, con noches eternas que no necesitaban al amanecer para sentirse vivas.
Un abrazo, campeón.
H. O. R.
*
S í, claro, uno puede sentir, quizás, que cierto barrio de París es un mundo... Ahora, yo
viví un mes en un barrio de esa ciu-dad, que no era muy diferente al Abasto porteño.
¡Oh!, yo me cansé de encontrarme con nenes caca porteño, que hasta sus padres les habían pagado el pasa-je y la estadía, que estaban de vaca-ciones, joder, quejándose de que extrañaban Buenos Aires, el terruño y la propia cama.
La primera vez que vi a la Torre Eif-fel, desde la ventana de un tren, me puse a llorar como un hijo de puta, de la emoción, y yo que pensaba que no me iba a causar sensación alguna. Pero carajo, cómo no me iba a cau-sar. Años viéndola en fotos y pelícu-las, y de pronto estar ahí, sabiendo que iba a tocarla, que podía patearla si se me cantaba; que estaba ahí es-perándome, como lo estuvo durante tantos años, como una mamá. Por-que eso son los lugares del mundo, incluso a los que quizás nunca vaya-mos. De cualquier modo, los lugares están ahí, esperándonos.
El mundo es un reflejo de la realidad y de la vida, y la vida es amorosa.
Ok, podrás decirme a ver quién está esperándome en un lugar donde se haya desatado una guerra feroz.
No sé, muchas veces, andando a orillas del Sena, pensaba en la ocupa-ción nazi; en que la gente de esa épo-ca, y de anteriores, habían estado pisando ahí, donde yo pisaba ahora. Sus fantasmas me traspasaban.
Y después, en Alemania, en la casa natal de Beethoven, acaricié la tapa del piano, y pensé, cuántas veces él habría pasado la mano también por allí, y entonces sentís que la historia te traspasa, que somos todos todo y nada en un segundo, y si entrás al Palacio de Versailles entonces en-tendés cómo los luises pudieron estar tan locos, porque es imposible vivir en esa maravilla y no volverte loco, si en un rato que estás nomás, salís completamente trastornado.
Entonces, digo, qué mezquindad y
qué soberbia es ser tan patriota y tan localista, ¿no?.
¿Qué carajo me importan mi colchón y mi cama, y el asado y el mate?, ¿cómo privarme de un buen queso de cabra italiano, de un vino francés, de la pescadería mediterrá-nea?, ¿cómo me privaría de un buen taco y de tequila, en México?; yo fui a Europa a tomar ajenjo, que en Argentina siempre estuvo prohibi-do, por considerarse veneno.
Como decía Roberto Fontanarrosa, "no es que haya viajado mucho, ahora, al lado de mi tía, soy Marco Polo".
Pobre de la gente que no tiene la oportunidad de viajar, de conocer otros países y culturas.
Amigo, si habiendo yo estado ape-nas un año nomás, a veces extraño tanto a Barcelona, y la atmósfera general de mi viaje. Extraño tanto el Ponte Veccio, aunque solo estuve cinco días en Florencia.
Con las mejores posibilidades, nun-ca nos alcanzaría la vida para reco-rrer todo el mundo. Entonces hay que ser un poco más humildes, y por respeto a aquellos que amarían viajar, y no lo consiguen.
Yo tenía 5 años, mi amigo, y me la pasaba viendo en atlas las fotos de los lugares que luego conocí, y de otros, pensando que nunca lo iba a lograr. Y acá me ves, hablándote de esto. Y a vos, nada menos, que sabés de lo que te hablo.
Sí, mi amigo, te entiendo, te com-prendo, o al menos debo hacer el esfuerzo; te lo debo y me lo debo, porque es recíproco, yo lo sé.
A veces dirás (o podrías decir, me-jor dicho) "¿y yo que tengo que ver con ese rockerito desprolijo y bi-gotón?". Y sabés que tenés todo que ver, y a la vez nada, y eso te libera, nos libera, de toda la parafer-nalia de pelotudeces consensuadas, de convencionalismos y contratos sociales, que un día nos enojamos y nos mandamos a la mierda, y des-pués nos miramos y nos pregunta-mos "¿en qué estábamos?"; ¡ah, sí,
P á g i n a 2 4 S p e s U n i c a
en las empanadas, o en la diatriba holandesa, o en la mítica de los circos o en la realidad astrológica de los gusanos de seda!".
Bueno, ya te dormiste. Es que hace frío y hoy te levantaste temprano.
Mañana la seguimos.
R. L.
*
L o de Borges me parece muy british, muy de su cultura británica, la cortesía por
encima de todo en un ambiente de inalterable prudencia; siempre ad-miré ese estilo del que yo soy capaz en muy contadas ocasiones; me chifla discutir, aunque no creo que quiera tener razón siempre, más bien por afán de averiguar, de po-nerme a prueba a mí y al otro; di-cen que en Cádiz, paraíso del humor en Andalucía, "se ríen mu-cho de sí mismos y de ti mismo también". Por ahí va la vaina, claro, y en ese ping-pong avanzar sin miedo; admiro lo bien que te mue-ves debatiendo en los foros, es una parte de tu personalidad divertida, muy distinta a la que yo conozco, con la que yo alterno, qué bueno, sales a la pista como un espadachín, tal cual Errol Flynn, jajaja, y además con un toque de bufón elegante, estilo Robin Hood, francamente bueno; lástima que yo no consigo adaptarme a ese juego, pero está bien, si no estaríamos juntos en todas partes y acabaríamos como una pareja cómica, bueno, no estar-ía mal, qué grande las parejas de cómicos; aunque dicen que en la mayoría de los casos se llevaban muy mal, no sé, en el periodismo se vive mucho de la desgracia ajena, constantemente sacan a relucir des-gracias, manías, perversiones, etc., de cualquier más o menos conoci-dos, y después está el otro extremo, la revista HOLA, donde sólo salen los famosos mostrando sus casas en color by de luxe donde el con-fort tiene toque de felicidad eterna.
Aquí en Madrid tuve un amigo uruguayo que trabajaba en la Agen-cia EFE. No tenía sueldo. Vivía de lo que lograba vender a las revistas mal llamadas del corazón y en las
del anti-corazón; había una que dirigía Ricardo Parrota, un argenti-no hijo de puta y rastrero como él solo; pero tuvo éxito: Sal y pimienta se llamaba, se tomaba todo a farsa; ahí mi amigo encajó una sección fija donde ganó bastante: La basura de los famosos; iba a las casas, les pedía la bolsa de la basura; se metía en un callejón o se la llevaba a casa, se tapaba la nariz con una pinza de colgar la ropa y seleccionaba y so-bre eso escribía. Algunos se nega-ban, pero la mayoría le daba todo. Así las cosas se pasó una semana haciendo guardia con otros compa-ñeros de la misma turba maldita (a mí me provocaban moderada gra-cia, según qué personajes, pero siempre me negué a vivir de eso, no podía, me daba dolor de estómago, qué sé yo); en la casa de la Preysler, la ex de Julio Iglesias, que andaba con un ministro socialista y los querían fotografiar juntos. Ni mo-do. Parece que el tipo entraba en el garaje tendido en el suelo del co-che.
Pero en esas que a mi amigo le dio por hurgar en el contenedor de la basura de la señora sin pedirle per-miso y encontró un montón de borradores dirigidos a su ex, o sea a Julio Iglesias, pidiéndole ayuda contra un periodista de entonces que competía con el Hola y la aco-saba. Mi amigo llevó esos manus-critos al Hola y le pagaron estupen-damente, pero muy bien, por que-darse con ese material y que no lo publicara nadie: el Hola siempre protegió a su gente.
En otra oportunidad no tenía nada que hacer y se fue a los archivos de EFE, escogió fotos de los más fa-mosos de entonces y se inventó acontecimientos más o menos lla-mativos o morbosos y los vendió tan ricamente.
La cara ruin del periodismo en fase menor, porque la de fase mayor es cuando montan todo un falso tin-glado para desnucar a personajes públicos, claro.
No todo es así, por supuesto, lo único que me quedó de las aventu-ras de mi amigo es que era un mise-rable; sí, simpático, buena conver-sación sobre libros y política, pero un miserable. Cuando me contó lo que le habían pagado por aquellas
cartas estábamos comiendo un menú de mierda, que cada uno pagó lo suyo. Jamás pagó nada nunca. Ni un café. Odio a los mise-rables. Jajajaja…
H. O. R.
`
O tro de tus textos, de los que se hacen memorables solo en un rato, como un
cuentito costumbrista, de esos que pintan aldeas, como un aguafuerte, mejor que las de Arlt, que tenía ideas geniales, pero nunca me gustó su discurso, que siempre me pareció falto de vuelo. En fin, po-bre tocayo, mejor ya no lo jodo.
Sí, mi amigo, qué increíble impor-tancia que nos damos, y de manera tan desesperada, y también a nues-tras opiniones. En los cementerios están todos aquellos quienes pen-saban que sin ellos el mundo no podía continuar, dijo alguien por ahí.
Precisamente, cuánto se pierden de disfrutar, ¿no es verdad?; por eso yo ya no discuto a muerte con gen-te a la que quiero en serio. Tampo-co se trata de ser complaciente, claro, pero si me ves por ahí discu-tiendo con alguien "hasta las últi-mas consecuencias", entonces es que a ese alguien mucho aprecio que digamos no le tengo. Lo digo, porque hoy me la pasé "debatiendo" todo el día, en FB. Es un buen ejercicio, te oxigena las neuronas.
Borges decía que es de muy mala educación tener la razón en algo, en cualquier cosa, y que es de muy buena educación dársela a quien tenés presente, aunque no la tenga. ¡Ja!, ¡qué viejo ladino!
Pero es como vos decís, después viene la vieja y nos iguala a todos, a los que tuvimos razón, y a los que no la tuvimos también.
R. L.
P á g i n a 2 5 S p e s U n i c a
El arte de Eva Besnyö
P á g i n a 2 6 S p e s U n i c a
P á g i n a 2 7 S p e s U n i c a
Eva Besnyö (Budapest, 1910—Laren, 2003),
publicista y fotógrafa, trabajó con la resistencia
holandesa, durante la Segunda Guerra Mundial.
Dueña de una vida turbulenta, se alió a las cam-
pañas por el feminismo, y supo plasmar en sus
imágenes esa visión original y provocativa, propia
de una pionera, en más de un sentido.
C o n s u l t o r i o A s t r o l ó g i c o S p e s u n i c a C u r s o P r á c t i c o
d e T a r o t a d i s t a n c i a
Inauguramos nuestro Curso Práctico de Tarot a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica.
Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acer-ca de tiradas y lecturas y sobre todas las nociones relativas a nuestra materia.
La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con cono-cimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" me-ses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiem-po que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó.
Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otor-gará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como taro-tista.
Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como:
Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella o María de la Paz Reyes Peña, a elec-ción del alumno.
Mazo de cartas de Tarot Marsellés, de Botta (para imprimir).
Mazo de cartas Zenner (para imprimir).
Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4
Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes
Fuentes tipográficas para la computadora
Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype
Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía e-mail. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta perso-nalizada, para toda la vida.
Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, manual de Tarot.
La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien des-ee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina).
Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas.
www.spesunicastrologia.com.ar
P á g i n a 2 8 S p e s U n i c a
LEONARDO
Revela un gran afán por ampliar
el conocimiento y por conocer los
entresijos de las cosas. Es propio
de personas inquietas, siempre
dispuestas a iniciar nuevos cami-
nos o a experimentar con recur-
sos inéditos.
Dinero: Dan más importancia a
lo que puede conseguir se con el
dinero que al dinero en sí mismo.
Amor: Son celosos guardianes de
su soledad, y abominan de las
compañías que les hacen perder
el tiempo.
Trabajo: Lo importante es traba-
jar con aprovechamiento.
LEONCIO
Revela la capacidad para salir
adelante de cualesquiera situacio-
nes, por muy difíciles que se pre-
senten. No obstante, pueden sen-
tirse cansados, o reacios, a la
hora de llevar a cabo sus proyec-
tos.
Dinero: Valoran el dinero sufi-
cientemente, porque abre muchas
puertas.
Amor: Son fieles cuando, a cam-
bio, reciben el mismo trato.
Trabajo: Realizan sus labores
con aprovechamiento.
LEONOR
Nombre que indica cierta predis-
posición a recurrir a un ser tras-
cendente y superior cuando se
tienen problemas muy graves que
desbordan las capacidades huma-
nas. Destacada tendencia al misti-
cismo.
Dinero: Se preocupan por tener
siempre un remanente de dinero,
pues así se sienten protegidos.
Amor: No creen fácilmente en
las promesas de amor.
Trabajo: Se esmeran en su traba-
jo todo lo que pueden.
LEOPOLDO
Revela atención a los más inverosí-
miles asuntos. Es propio de personas
que saben que todo depende de ellas
y, por lo mismo, no se fían de las
promesas cargadas de provisionali-
dad y riesgo.
Dinero: El dinero es muy importan-
te para llevar a cabo toda clase de
proyectos.
Amor: Son decididos y manifiestan
sus sentimientos libremente.
Trabajo: Desarrollan una gran ca-
pacidad de trabajo.
LETICIA
Revela un espíritu alegre y optimis-
ta, capaz de resolver los peores con-
flictos que pueden aparecer en el
camino de su vida. Es propio de
personas que ven el lado positivo de
los problemas.
Dinero: Acaparar dinero es mucho
más favorable que carecer de él.
Amor: El mundo emocional se
compone de riesgos que vale la pena
experimentar.
Trabajo: Son emprendedores y
trabajadores.
LIDIA
Indica entereza y capacidad imagi-
nativa. Es propio de personas que
tienen grandes dotes para la persua-
sión y que, por lo general, saben
convencer con argumentos coheren-
tes y consistentes.
Dinero: Es imprescindible para lle-
var a cabo determinados proyectos.
Amor: Consiguen siempre que su
compañero ceda y les dé la razón
Trabajo: Realizan sus tareas con
meticulosidad.
LINDA
Indica respeto por lo antiguo y, al
mismo tiempo, predisposición hacia
lo nuevo. Es propio de personas que
saben escuchar a los demás pero
que, no por ello, llegan a convencer-
se de las ideas ajenas.
Dinero: Conseguir el dinero nece-
sario para no pensar en él, es lo
primero que hay que resolver en la
vida.
Amor: El amor debe contribuir a
hacer la vida agradable.
Trabajo: Realizan sus tareas con
eficacia y gusto.
LORENA
Indica vivacidad y gran capacidad
de acción. Es propio de personas
prontas a participar en proyectos y
a ilusionarse. Acaso por esto, a
menudo corren el riesgo de que se
aprovechen de su actitud abierta y
sincera.
Dinero: Es necesario para no de-
pender de nadie y decidir por uno
mismo.
Amor: Siempre son beneficiosos
el afecto y el cariño.
Trabajo: Realizan con apasiona-
miento su trabajo.
LORENZO
Hace alusión al sacrificio y a la
vida austera. Es propio de perso-
nas que manifiestan su conformi-
dad con relativa frecuencia, inclu-
so aunque no les guste el ambiente
en el que se mueven.
Dinero: Teniendo el dinero nece-
sario se puede prescindir de lo
superfluo.
Amor: Son tímidos y les cuesta
manifestar sus sentimientos.
Trabajo: Son meticulosos en su
trabajo.
O n o m a n c i a : L e t r a “ L ” ( s e g u n d a p a r t e ) ( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s
A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a .
F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) .
P á g i n a 2 9 S p e s U n i c a
Aries a Mes de mucha concentración en el tema de las finanzas. Algunas introversiones respecto del entor-no inmediato, a partir del día 16. Desórdenes leves en tema de sa-lud, fastidios en el lugar de traba-jo.
Tauro b El mes de cumpleaños de la mayoría de los de este signo. También se verán muy concentrados en temas financieros, a partir del día 10. Muy buen mes para realizar deportes, canalizar energías físicas, y para divetirse con los hijos.
Géminis c Mes de cumpleaños para los del primer decanato. El nuevo año los encuentra muy enamoradizos, podrían haber novedades en el plano sentimental, el mismo día de cumpleaños. Molestias en el hogar, discusiones y fastidios pro-venientes de la familia original.
Cáncer d Un mes de cierta neutralidad emocional, se hallarán a sí mis-mos fríos, distantes. Hasta el día 21, mayor acercamiento con los amigos.
Leo e Hasta el día 21, problemas en lo profesional y en el medio ambien-te más amplio, con todo lo que represente autoridad, desde discu-siones con un jefe hasta cometer
infracciones de tránsito. Un gran mes para disfrutar con amigos, de cuyo círculo podría surgir una relación sentimental.
Virgo f Hace ya un tiempo los de este signo se hallan muy energizados, como pocas veces, o de manera rara a sus naturalezas, dado que hace unos meses Marte no sale de su signo. Según avance o retro-grade, se sentirán o bien más vita-les, o bien más fastidiados o ira-cundos; se les recomienda hacer mucho ejercicio físico.
Libra g A partir del día 21, grandes opor-tunidades y placeres que llegan desde el extranjero; existe incluso la posibilidad de realizar un viaje.
Escorpio h Un gran mes para dedicárselo a la pareja, para desarrollarla y mejo-rarla, profundizar y disfrutar. Sin dudas surgirán fastidios al respec-to, y la necesidad de realizar una ―purga‖ de la relación; se reco-mienda iniciar terapia de pareja.
Sagitario i Un mes en que podrían llegar a
conocer el amor, los solteros, o
casarse, o profundizar mayor-
mente la relación de pareja; un
mes para disfrutar, al respecto.
Cuidado con los excesos en los
placeres.
Capricornio j Un gran mes para desarrollar
la creatividad, para disfrutar
con los hijos, y luego del día
20, para atender un poco los
malestares que pudiera haber
respecto de la salud. Fastidios
con la pareja, que puede mos-
trarse muy poco comprometi-
da.
Acuario k Gran mes también para disfru-
tar con los hijos, para la creati-
vidad y los placeres en general.
Hasta el día 20 podrían haber
molestias en el hogar y discu-
siones fuertes con la familia, o
con aquellos con quien se vi-
ve.
Piscis l
Mala época para los asuntos
sentimentales. Hasta el día 20
es probable decida recluirse en
su hogar, pero luego de esa
fecha, deberá salir al mundo, a
enfrentarlo.
Horóscopo de Mayo
por Roberto Langella
P á g i n a 3 0 S p e s U n i c a
C o n s u l t o r i o A s t r o l ó g i c o S p e s u n i c a C u r s o I n t e g r a l d e A s t r o l o g í a
a d i s t a n c i a
Inauguramos nuestro curso de astrología a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de
cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica.
Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de la confección e interpretación de la carta natal astrológica, Revoluciones Solares, cartas combinadas
y sinastrías, y todas las técnicas complementarias que hacen al quehacer del oficio de astrólogo.
La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará
desde el mismo punto donde lo dejó.
Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará
entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como astrólogo.
Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y
contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como:
Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella
Tablas de Efemérides Planetarias para los siglos XX y XXI
Tablas de Casas
Otras diferentes tablas
Plantilla para la confección de mapas astrales
Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4
Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes
Fuentes tipográficas de astrología para la computadora
Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el
programa de videoconferencias Skype
Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía e-mail. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada,
para toda la vida.
Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, tratado de
Astrología.
La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de
Argentina).
Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el
artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas.
www.spesunicastrologia.com.ar
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www.spesunicastrologia.com.ar
Spes Unica. Año 3 nº 19. Mayo de 2012
Editada por el Consultorio Astrológico Spesunica
Dirección: Roberto Langella y María de la Paz Reyes
Peña
Registro de Propiedad Intelectual: En trámite.
Impresa por Peecho B. V., Amsterdam, Netherlands
Colaboran en este número: Horacio Otheguy Riveira;
Yoselem Divincenzo; Jorge Alonso Curiel; Guillem de
Rubenhor; Ñapi.
Las afirmaciones y opiniones vertidas en los artículos
y textos son de exclusiva responsabilidad de quienes
los escriben.
Se prohíbe la reproducción total o parcial por cual-
quier medio de esta publicación, sin previa autoriza-
ción de la editorial.
Mary Paz y Roberto registran sus contenidos en
www.safecreative.org
Los números atrasados pueden ser obtenidos si-
guiendo este vínculo:
http://issuu.com/robertolangella
A S T R O L O G Í A ,
T A R O T , P O E M A S ,
C U E N T O S Y O T R O S
C U E N T O S . . .
Un lugar de encuentro.
Consultorio Astrológico Spesunica
¡Esperamos sus
colaboraciones!