Revista - vida masonica 1928

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Vida Masónica Año III Núm, 2 Madrid, Abril, 1928 SUSCRIPCIÓN: España .... 7 ptas. por año. Revista mensual Extranjero. 9 - - En bien general de la Orden Es tarea más difícil que a .simple vista parece crear un Templo Masónico. Suponiendo que el edificio reúna todas las condiciones arquitectónicas que el Templo exige, y que éste haya sido decorado con arreglo a) Rito en que se vaya a trabajar, queda por construir lo más delicado, lo que solamente el estudio y la exquisitez espiritual pueden formar: el ambiente masónico. Comenzada y hecha la consagración del Templo ya no se debe tratar a éste como una sala de reuniones profanas, sino como un lugar sagrado donde solamente ha de penetrarse para elevar los pensamientos. El Templo ha de ser cuidadosamente tratado para que la permanencia en él sea eficaz en bien general de la Huma- nidad. La permanencia dentro del Templo debe ser respetuosa en forma y acción, para que el masón pueda vivir momentos felices elevando su alma y proporcionar tranquilidad y paz a su cuerpo físico fatigado de la lucha cotidiana. El Templo ha de estar cerrado siempre, sin faltarle un hueco por donde se ventile suavemente. No conviene que las corrientes de aire muevan violentamente nada, absoluta- mente nada de lo que en el Templo se coloque o cree. En el Templo no debe permanecerse sino aquellos mo- mentos precisos de la celebración de las tenidas. Tanto la entrada como la salida en el Templo debe hacerse con arre-

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En bien general de la Orden

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Vida Masónica Año III Núm, 2

Madrid, Abril, 1928 SUSCRIPCIÓN:

E s p a ñ a . . . . 7 ptas. por año. R e v i s t a mensual Extranjero. 9 — - -

En bien general de la Orden

Es tarea más difícil que a .simple vista parece crear un Templo Masónico.

Suponiendo que el edificio reúna todas las condiciones arquitectónicas que el Templo exige, y que éste haya sido decorado con arreglo a) Rito en que se vaya a trabajar, queda por construir lo más delicado, lo que solamente el estudio y la exquisitez espiritual pueden formar: el ambiente masónico.

Comenzada y hecha la consagración del Templo ya no se debe tratar a éste como una sala de reuniones profanas, sino como un lugar sagrado donde solamente ha de penetrarse para elevar los pensamientos.

El Templo ha de ser cuidadosamente tratado para que la permanencia en él sea eficaz en bien general de la Huma­nidad.

La permanencia dentro del Templo debe ser respetuosa en forma y acción, para que el masón pueda vivir momentos felices elevando su alma y proporcionar tranquilidad y paz a su cuerpo físico fatigado de la lucha cotidiana.

El Templo ha de estar cerrado siempre, sin faltarle un hueco por donde se ventile suavemente. No conviene que las corrientes de aire muevan violentamente nada, absoluta­mente nada de lo que en el Templo se coloque o cree.

En el Templo no debe permanecerse sino aquellos mo­mentos precisos de la celebración de las tenidas. Tanto la entrada como la salida en el Templo debe hacerse con arre-

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glo a Ritual, para evitar defectos en los trabajos a realizar o realizados.

Él Templo, en fin, es un lugar sagrado donde se guardan formas delicadísimas que pueden ser destrozadas al menor descuido.

Las personas encargadas de la limpieza del Templo deben estar iniciadas en la Masonería, así sabrán el valor que tiene un pensamiento refractario a la fraternidad o el trato violento y descuidado en los atributos y ambiente de un Templo Masónico.

Emilio González Linera.

La Liüa "MATBITEISE" y el km ie Wtoloii La Logia Fraternidad Ibérica, núm 90, publicó el año

1883 un Calendario y Mapa Masónico para 1884 (Tipografía Hispano-Americana, Atocha, 68, bajo, 1883), en el cual se decía lo siguiente:

En España la Orden inauguró sus trabajos con la funda­ción de una Logia, que, con el título de La Matritense, se creó en Madrid en la fonda del Lis de la calle Ancha de San Bernardo, el 15 de febrero de 1728. Dicha Logia la fundó, bajo los auspicios de la Gran Logia de Inglaterra, el duque de Warton, Gran Maestre que de la misma había sido en Londres en 1723, cuya Gran Logia expidió la correspon diente patente firmada por el entonces Gran Maestre, lord Coleraine, en 17 de abril de 1728, y con arreglo al libro de las Constituciones de Anderson.

Los datos anteriores constan en los Archivos de la Gran Logia de Inglaterra, en cuyos calendarios aparece registra da con el núm. 50 hasta el año 1767, y en los del Grande Oriente Nacional.

Habiéndose difundido bastante la Orden, lord Lovell, Gran Maestre de Inglaterra, nombró en 1729 al capitán Jaco-

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bo Cummerfotd, Gran Maestro Provincial de Andalucía; pero Felipe v, obligado por la Bula de Clemente xii, expidió un severísimo edicto, en virtud del cual fueron presos va­rios miembros de la Logia de Madrid.

Estos datos, que no dice la Logia Fraternidad Ibérica de dónde los ha sacado, han sido reproducidos muchas veces por cuantos se han visto obligados a hablarnos de los co­mienzos de la Masonería en España, y así los encontramos hasta en los Rituales de alguna Obediencia española.

Ahora, con motivo de hacer doscientos años de la funda­ción de la Logia La Matritense, hemos desempolvado estos antecedentes y, al reflexionar sobre ellos, hemos topado con algunas incongruencias que vamos a intentar aclarar.

Según los datos que tenemos en The Boyal Masonic Cy-clopaedia de Kenneth R. H. Mackenzie, efectivamente fué concedida autorización por lord Coleraine, que ocupó la Gran Maestría de Inglaterra el año 1727, para una Logia en Madrid, cuyo nombre no se cita.

¿Fundó esta Logia el duque de Wharton? Esta es cosa que no parece probable por la siguiente razón: El duque de Wharton fué elegido Gran Maestre de ,1a Gran Logia de Inglaterra el año 1722, en sustitución del duque de Montagu, cesando en su mandato el año 1723 y sucediéndole en el cargo el duque de Buceleugh. En 1724 se fundó la sociedad secreta los Gortnogons para hacer la oposición a los Franc­masones, ridiculizándoles, y nos cuenta Goul en su History of Freemasonry (vól. II pág., 378) que, en el mismo año 1SE4,

, ingresó en los Gormogons el duque de Wharton. Ante esto preguntamos: Si el duque de Wharton pertenecía en 1724 a la sociedad antimasónica de los Gormogons, ¿cómo pudo fundar en 1728 la Logia La Matritense en Madrid?

El erudito escritor D. Nicolás Díaz y Pérez, nu'estro inol­vidable amigo, escribió en su libro La Francmasonería Es­pañola (págs. 112-113):

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El duque de Wharton, que había sido Gran Maestre en 1723, fué comisionado para inaugurar los trabajos masónicos en España, bajo el disfraz del «Arte de la Albañilería».

Dirigióse a Madrid en 1727, y se instaló en el único hotel francés que había entonces en la capital de España, en el Hotel du Lys, calle Ancha de San Bernardo, celebrando en­trevistas con los liberales más salientes de España.

Hay quien cree que la Francmasonería fué reorganizada en España el año 1726, formándose en Gibraltar una Logia bajo la obediencia de la Gran Logia de Inglaterra. Y añaden los que esto escriben, que en 1727 se erigió otra en Madrid, y celebraba sus sesiones en la calle Ancha de San Bernardo, siempre bajo la dependencia de la Gran Logia de Inglaterra.

Todos los escritores que tratan de este asunto, están de acuerdo en que el duque de Wharton vino a España y se estableció en el Hotel du Lys, situado en la calle de San Bernardo.

Era a la sazón esta calle una de las más principales de Madrid. A su entrada, en el número 9, estaba la iglesia del Rosario, dando esquina a la calle de la Flor Baja. En el 19 estaba el convento de PP. Bernardos, y pegado a él, la casa número 17, Hotel du Lys, esquina a la calle de la Garduña, y dando frente al palacio del duque de Sessa. El expresado hotel tenía una puerta por la calle de la Garduña, que ser­vía de entrada a los fraticmasones que trabajaban en la Logia Matritense, instalada el 15 de febrero de 1728 en las habitaciones del duque de Sessa y bajo la obediencia de la Gran Logia de Inglaterra, con el número 50 de orden, con que figura en el registro de las Logias dehesa dependencia. Hasta 1739 la Logia Matritense fué el único centro masónico regular existente en España.

Dice Kenneth R. H. Mackenzie en su The Boyal Masonic Gyclopaedia, que: por encargo de lord Lovell, más tarde conde de Leicester, Gran Maestre de Inglaterra, fundó el capitán James Cummerford, como Gran Maestre Provincial de Andalucía, otra Logia en está región de España el año 1731, y fué fundada una tercera en Valencia el año 1732 por lord Montague (Anthony Brown, Vizconde Montacute) que en aquella fecha era Gran Maestre de Inglaterra. Gadicke

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(Johann Ohristian, librero de Berlín, iniciado en 1804 y que publicó en 1818 el Freimaurer Leaácon) habla de otra Logia que existía en Madrid el año 1751.

Como ya dijimos en VIDA MASÓNICA (año I pág. 108) don Mariano Figueroa Ríos, en su Estudio histórico sobre la Franc­masonería, dice que a la Logia núm. 50 unos la llamaban Matritense y otros Tres Flores de Lis, la cual estuA-o sometida a la jurisdicción de Inglaterra hasta 1767. De ella quiso deri­var su existencia y legalidad el llamado Gran Oriente Nacio­nal, quien inscribía en sus registros a la Logia Matritense con el núm. 1 y la fecha de su carta constitutiva con la de 15 de febrero de 1728. Pero si existió el Gran Oriente Nacional no lo fué antes de 1870—como él quiso alegar— y por lo tanto, si él reconoció a la Logia La Matritense, no pudo mandarle carta algutla con aquella fecha.

Debido a las crueles persecuciones que hubo de sufrir la Orden desde 1738 hasta 1751, desapareciendo la Institución de España, es muy lógico creer que la Logia La Matritense o Tres Flores de Lis desapareciera sin dejar rastro alguno. D. Nicolás Díaz y Pérez en su obra que antes hemos citado (pag. 141), refiere que la carta patente de La Matritense fué expedida por lord Ooleraine en 17 de abril de 1728, y que esta Logia fué sorprendida en 1740 en su templo de la (tra­vesía) de San Lorenzo (frente a la parroquia de este santo), estando sus miembros decorados, y fueron presos y condu­cidos a las cárceles de la Inquisición y condenados muchos a galeras y otros a diversas penas. Por si esto fuera poco, y si La Jlía/níense hubiera podido sobrevivir, en 1757 recibió otro tremendo golpe la Logia que existía en Madrid, con el célebre proceso contra el francés H. Tournon, bien conoci­do en la historia de la Francmasonería española.

El conde de Aranda (Pedro Pablo Abarca de Bolea), apa­rece en 1780 como el que constituyó en Madrid el Gran Oriente Nacional de España que en 1829 se fusionó con el

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Serenísimo Grande Oriente de España y acató el Suprenao Consejo para España fundado en 1811 por el conde de Gras-se-Tilly (Alejandro Francisco Augusto). Dicho conde de Aranda fué el Gran Maestre de ese Gran Oriente Nacional, desde 1780 hasta el 7 de enero de 1796 en que falleció. Se ve bien claro que no existen posibilidades de que el conde de Aranda presidiese la Logia La Matritense. Prueba de que cuando se constituyó el Grande Oriente Nacional no existía ya La Matritense, y que ésta nunca perteneció al citado Oriente, es el que éste confunda la fecha de la creación de dicha Logia (15 de febrero de 1728) con la de su carta pa­tente (17 de abril de 1728), y para nada haya hecho referen­cia a la fecha en que esta Logia se afilió al Gran Oriente Nacional, que seguía el Rito francés, separándose del Rito inglés que era el de su obediencia originaria.

• Resumiendo: En 15 de febrero de 1728 se constituye en Madrid una Logia denominada La Matritense, siendo muy problemático que fuera fundada por el duque de Wharton, que en esa fecha había dejado la Orden.

Esta Logia fué reconocida y patentada por la Gran Logia de Inglaterra con fecha 17 de abril de 1728, y se reunía en la calle Ancha de San Bernardo ntim. 17. Continuó figurando en los registros de la Gran Logia de Inglaterra hasta 1767, lo que prueba que había desaparecido en esa fecha, quizá debido al atropello que sufrió en 1740. Por lo tanto, no pudo ser afiliada en 1780 al Gran Oriente Nacional de España ni haberla presidido el conde de Aranera.

Manuel Treviño y Villa.

Un cuerpo débil debilita el alma, Üe aquí proviene el imperio de la medicina, arte más perjudicial a los hombres que todas las dolencias que pretende sanar.

Jnan Jacobo Rousseau.

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La estrella de cinco puntas

En las banderas de varias naciones americanas figura la estrella de cinco puntas, y también es emblema o distintivo de muchas colectividades internacionales, como los explora­dores, los esperantistas, la orden de la Estrella de Oriente, etcétera. Parece que patrocina toda idea progresiva, pero no es muy conocido su verdadero simbolismo.

Imaginemos a un hombre de pie, con los brazos en cruz, las piernas algo separadas y cubierto con un cubrecabeza de forma cónica. Si este hombre está vestido con un traje cuyas mangas sean anchas por la base y estrechas por la punta, como pintan a los magos, parecerá una estrella de cinco puntas.

El número 5, número impar y, por consiguiente número divino (como el 1, el 3 y el 7), simboliza la Inteligencia. Cin­co son los sentidos corporales en el actual estado de evolu­ción de la humanidad. Únicamente por medio de ellos hemos aprendido cuanto sabemos en el mundo material. Según la iglesia católica el quinto don del Espíritu Santo es el don de ciencia. La estrella de cinco puntas simboliza, por consiguiente, la sabiduría humana: la magia. ,

Pero la sabiduría puede emplearse con fines elevados y altruistas: entonces es magia blanca, o con fines bajos y egoístas: entonces es magia negra. También la estrella de cinco puntas puede colocarse con una de ellas dirigida hacia arriba, o invertida, con una de las puntas dirigida hacia abajo.

Un ave puede simbolizar la magia blanca, pues es una estrella de cinco puntas, a saber: las patas, las alas y el pico. En muchas religiones y leyendas las aves blancas son sagra­das: Júpiter tomó la forma de un cisne, Lohengrín viaja en un cisne, los antiguos romanos tenían los gansos del Capito­lio y los modernos Católicos pintan en figura de paloma al

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Espíritu Santo que el día de Pentecostés descendió a los apóstoles para infundirles el don de sabiduría.

La cabeza de una cabra parece una estrella invertida con sus cinco puntas que son: los cuernos, las orejas y la perilla. Por eso la cabra es el símbolo de la magia negra, de la hechicería, lo mismo para Víctor Hugo, que hace ir con la cabra Djali a la gitana de Nuestra Señora de París, que para la iglesia romana que pinta al demonio con cabeza de macho cabrío. Uno de los signos del Zodiaco, el primero de los tres que corresponden al invierno, es Capricornio, el primero de los tres asesinos de Hiram, o el Sol.

Uno fie los símbolos de la Masonería es también la estre­lla de cinco puntas, y con una de ellas hacia arriba, para in­dicar que todos los conocimientos masónicos deben ser ma­gia blanca, es decir, empleados siempre en beneficio de los demás y nunca en exclusivo provecho propio, y secretos mientras haya peligro de que su divulgación pueda ser aprovechada por hombres egoístas en perjuicio de la Humanidad.

Esperanto, Las Palmas (Gran Canaria).

* * *

VOCABULARIO MASÓNICO

Misraim.—Nombre hebreo de Egipto. El Rito Masónico de Misraim, Rito egipcio o judaico, fué fundado en 1805. Tiene noventa grados, dividido en cuatro series y diez y siete clases.

Misticismo.'—Orientación espiritual que consiste esen­cialmente en desatenderse de cuanto es transitorio y en vivir realmente en comunión con la Conciencia universal y con

(

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todos los seres del Universo. Prácticamente es el desasi­miento y la renunciación a todo lo que no sea el bien colec-tiv'O o la armonía universal, sacrificando la propia persona lidad. En la Edad Media y periodos posteriores, se ha llama­do místicos a aquellos que, como Jacobo Boehme el teósofo, Molinos el quietista, Nicolás de Basilea, Teresa de Jesús, Fray Luis de León y otros, creían en una comunión interior directa con la divinidad, análoga a la inspiración de los pro­fetas.

Mithra.—Dios iranio con cabeza de león, que es una re­presentación del Sol. El viril figuraba en las ceremonias, mazdeístas como representación de Mithra. Se consideraba también a Mithra, en Persia, como una especie de Mesías que se espera ha de volver como juez de los hombres. Esto estaba relacionado con los Misterios Mitraicos, con los que también tiene relación histórica la Masonería.

Mitos.—Los antiguos escritores daban a la voz mythosel significado de tradición, relato, rumor público, lo que no im­plica fuese una ficción o invención, como se cree en la ac­tualidad. La mayor parte no son invenciones, sino transfor­maciones que tienen por punto de partida hechos reales o alegóricos. Los modernos estudios de Mitología comparada han aportado mucha luz sobre el significado y simbolismo ocultos en los mitos.

Mitra.—Prenda de cabeza de los obispos católicos ro­manos. Es una toca que termina por arriba en dos labios, como una cabeza de pez con la boca abierta (hocico de ten­ca), lo que relaciona este tocado con la divinidad babilónica Oagón, siendo de advertir que la palabra daQ significa pez. Las antiguas leyendas caldeas hablan de un instructor reli­gioso llamado Oannes y Anedoto que vino por mar a aquel país, representándole con figura humana y cuerpo de pez. Es Curioso que el nombre que se da al orificio superior de la mitra (ós tineoe,, u «hocico de tenca»), se le haya dado

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también al orificio de la matriz en la hembra humana. El símbolo del pez está relacionado con la leyenda de Venus Afrodita, nacida de la espuma del mar.

Moisés.—Hay datos que hacen creer que los libros atri­buidos a Moisés fueron escritos en Babilonia durante el cau­tiverio de los judíos, o inmediatamente después de Esdras. Se ven, en efecto, que en dichos escritos abundan las termi­naciones persas y caldeas. Hace muchos siglos, por otra parte, que los mitos orientales atribuían a Baco todo lo que los judíos han dicho de Moisés, como lo han hecho notar al­gunos escritores, tales como Vossins, Huet y el P. Tomassin. Los egipcios le dabnn a Moisés el nombre de Hosarsiph, y parece ser abandonó Egipto al frente de una emigración de israelitas, pasando el itsmo de Suez por la proximidad de los Lagos Amargos; hecho que después se ha convertido en la leyenda del paso del mar Rojo, idéntica a la del dios Baco, que se dice pasó también dicho p a r para ir a la con­quista de las Indias, como Moisés de la tierra de Promisión.

Monjas.—Había monjas en el antiguo Egipto, así como en el Perii, en Méjico y en la antigua Roma pagana. Eran las «esposas vírgenes» de sus respectivos dioses solares. Como dice Herodoto: «las esposas de Ammón estaban excluidas de todo trato con los hombres»; eran las «esposas del cielo», y virtualmente se consideraban muertas para el mundo, exac­tamente como ahora. En el Perú eran las «puras vírgenes del Sol». La hermana de Ounnefer, primer profeta de Osiris en el reinado de Ramsés II, en Egipto, dice Mariette Bey que era «Taia, señora abadesa de monjas». Hasta en Canarias, entre los guanches, existía la institución de las mariguadas, mujeres religiosas sometidas a ciertos votos, seglín dice el propio escritor ultramontano Menéndez y Pelayo, en su to­mo I de la Historia de los heterodoxos españoles. No sólo en este concepto de monjas y vestales intervenía la mujer en la vida religiosa de la antigüedad, sino que en muchos pueblos

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oflciaban como sacerdotisas, pitonisas y profetisas, tomando parte en las ceremonias iniciáticas. La Masonería ha excluido a la mujer de sus talleres durante mucho tiempo, no permi­tiéndolas más que afiliarse al «rito de adopción». Actual­mente existe en París la Masonería Mixta Internacional «El Derecho Humano», que va teniendo un gran éxito en todo el Mundo civilizado, en que se admite a los dos sexos con igualdad de derechos y deberes; siendo esta Obediencia la única verdaderamente internacional. (1)

Steiíj. (Continuará).

M A S O N E R Í A (SU SENTIDO OCULTO)

(CONTINUACIÓN )

IV

Pregunta al extraño cuál es el ca­mino terreno que tú buscas, pero pi^ (le a tu Yo Superior la luz que ha de iluminarte. Sólo en tus pr'^pias intui­ciones hallarás las pruebas que me pides. (De los Enseñadores).

Después de haber sido abrazado por el Gran Maestro, los demás pasan a abrazar al profano; mas éstos sólo lo hacen dos veces porque, menos puros, sólo responden de su pasado y de su presente, mas no pueden extenderse más allá de éste, y con rumbo al porvenir. Todos los presentes,

(1) Su Secretaría Administrativa está en París (XIII), rué Jules Bretón, 5.

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después de abrazarle, le dirigen, palabras de amor que el neófito acoge con cariño.

No le obligan a hacer juramento alguno, pues dicen que el jurar es querer penetrar en el porvenir, y esto no le está concedido a ningún ser; sólo sí al que le sea dada la ley de profecía, sucediendo esto con poca frecuencia. Sólo se le dice: ^Supongo por el honor que en tu espíritu se revela, no di­rás lo que se te va a confiar, ni tampoco divulgarás lo que has visto y verás».

El profano responde: «En mi presente estoy cierto que nada diré, y mientras en mi espíritu se halle encarnado el honor a la palabia; mas respecto a mi porvenir nada puedo asegurar, porque como vos mismo sabéis, no nos es permiti­do leer en ese libro, para todos desconocido; mas confiad que haré lo posible por mi palabra empeñada, so pena de ser expulsado y de que vos dejéis de amarme. Al llegar a este punto, el Gran Maestro le dice: que respecto a lo pri­mero, pedirá fuerzas al Supremo para depositarlas en su es­píritu y privarle de que cometa tal falta; mas tocante a lo segundo, le dice: No por tanta nimiedad aparto de mis herma­nos el inmenso amor que por ellos siento. No importa que fal­ten; a los que esto hacen yo los compadezco, les aconsejo y los vuelvo al camino del bien; pero mi amor es imposible que les falte, so pena de perder mi existencia, por haberme convertido en lo imposible, es decir, en i-sér mortal».

Entonces mandan desnudar de sus ropas al profano y que le sea puesta una túnica de color encarnado, simboli­zando la viveza y el trabajo, que es de su grado.

Después de vestido lo presentan de nuevo al Gran Maes­tro, siendo recibido por él y los demás presentes con gran­des muestras de júbilo. Entonces le invitan a que levante su alma al Altísimo, pidiéndole su gracia, y dándosela él al mismo tiempo porque va a recibir la deseada luz.

Después de la oración, la cual va acompañada de las ele-

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vadas por el Gran Maestro y demás presentes, le ponen un velo ante sii vista; y á la espalda, apretando un poco, un compás, y le preguntan si conoce el instrumento. Unos lo conocen, otros no. Si lo primero, rtícil)irá más pronto la luz; si lo segundo, más tarde,

Al que no lo ha conocido, se le explica el sentido. Después se le aplica una escuadra, después un nivel, y

repítese esta operación hasta que con el contacto sólo dis­tinga cada instrumento. Entonces se le quita el velo de los ojos, el cual le han puesto para aclarar los demás sentidos qui­tándole el de la vista.

Después de esta operación, empiezan a explicarle las funciones del compás, lo que simboliza; es decir, sus funcio­nes, que son hacer trazados de infinita sabiduría, su simbo­lismo, la exactitud en sus funciones. La escuadra, medida de exactitud, y al mismo tiempo con su forma simboliza el infi­nito y la luz; el primero con la horizontal, la segunda con la perpendicular. El nivel, la utilidad que debe prestar el her­mano al hermano, y además indica la «gracia» por su po­sición.

Después que le ha sido explicado todo esto, pon^n a sus pies un compás, a su cabeza una escuadra y en su pecho un nivel, y le dicen: «Bajo tus pies se encuentra la exactitud, procura no desviar el pie para no pisarla». «Si andas recto (1) por el camino, tal cosa no harás; mas si te desvías, ¡infe­liz!, lo pisarás, y además tus plantas con sus puntas se heri­rían». «Sobre tu cabeza se halla la escuadra, ella te dice que allá, del infinito, viene la luz; si te desvias, no caerá perpen­dicular sobre tu cabeza, y la luz te faltará». «En tu pecho tienes el nivel, no te desvíes, porque te desviarías de su PRESENCIA ante ci, y te faltaría la utilidad de tu hermano».

(1) En el rito de la invisible, los pasos, en el primer grado, son en línea recta y no en escuadra como en i t ros ritos; pues estos últimos pasos corresponden a otro grado como se verá.

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El profano entonces repite casi lo mismo que cuando le pidieron no divulgase lo visto ni oído, es decir, que respon­de de su presente, mas que le es imposible hacerlo de su porvenir, por serle éste desconocido; mas, sin embargo, ofrece hacer poderosos esfuerzos para cumplir lo que le han pedido.

Le dan una espada y le dicen que ella es el símbolo del honor; que la empuñe con fuerza no sea que un día, batien­do al enemigo, aquél logre arrancarla de sus manos, rom­piéndose tal vez; y entonces, falto de esa virtud, es fácil que revele lo dicho, lo visto y lo oído. El promete como antes manejar bien la espada.

Seguidamente hacen que lea algunos versículos del Evan­gelio de la Verdad, cuyo sentido, en parte, le es aclarado y explicado. Condúcenle alternativamente a dos aposentos, el uno iluminado por grandes luces, las paredes adornadas de coronas de pensamientos, laureles y siemprevivas, grandes cuadros representando pasajes de hechos de heroísmo y ca­ridad; el suelo se halla cubierto de mullida alfombra; ade­más hay un lecho, sillas y demás accesorios, no lujosos, pero sí de esplendente belleza; el otro aposento, es todo lo con­trario: la luz escasea, las coronas están marchitas, el suelo es áspero y desigual, la cama es un jergón, el mobiliario rui­noso. Cuando ha visto esto le dicen: «Si eres bueno, fiel y honrado, la primera habitación será la tuya; si eres malo, infiel e hipócrita, será la otra que has visto; por lo tanto, de ti depende».

Después de esto le hacen dar tres vueltas alrededor de la Logia, y que le pregunte a cada hermano cuáles son las palabras de paso y las palabras sagradas que le han de ser­vir para conocer y ser conocido de sus hermanos; ninguno se las da, pues todos callan, hasta que el profano frecuente­mente pide al Gran Maestro que se las comunique. El le dice: En tus hermanos las has visto y en ti mismo, mas yo te las daré exactas, y entonces se las da.

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Después de recibida la luz con los nuevos conocimientos adquiridos, le dice el Gran Maestro: «La piedra bruta que has de labrar, es el corazón de un hermano falto de luz; trabaja en él hasta que lo hayas pulido lo bastante para que pueda ser ad­mitido en nuestra Orden. No se le designa ninguno, y así lo dejan a su elección. Además le dicen que cuando traiga el nuevo hermano será elevado al grado de Amigo; mas no se le hace responsable del porvenir de aquél, y sí de su pre­sente.

Entonces el Gran Maestro le dice: Tienes otras señales, además de las palabras sagradas, para que te reconozcan tus superiores en grados y tus iguales; una de ellas es tu edad, que está dividida en tres épocas que son, ayer, hoy y maña­na: lo cual quiere decir, que ayer eras obrero, hoy lo eres y mañana y siempre debes serlo de la obra del bien. Tienes, además, tres baterías que se hacen señalando con la mano derecha por tres veces tu cabeza, indicando con eso que so­bre ella reside la sabiduría, y recordando que quieres ser bueno siempre y recompensar tu ayer en los tiempos de hoy y de mañana.

Tienes, además, otra señal en tus pasos, y éstos son tres en linea recta, con la mano derecha puesta sobre tu cabeza y la izquierda señalando el suelo o tus pies. Estos tres pasos rectos se hacen sacando primero el pie derecho o el izquier­do, es igual de uno u otro modo. Si se saca el primero, el talóti del izquierdo debe tocar la punta del derecho, y des­pués el talón del derecho la punta del izquierdo, y de este modo se dan los tres pasos, siempre en línea recta y las ma­nos en la posición indicada. Sirven estos pasos para indicar que en tu presente andas recto, y por lo tanto, ni has pisado el compás, ni has desviado de tu cabeza la escuadra, y que vas derecho hacia el nivel. Tienes, además, un toque, que es el de tres abrazos cuando se está en trabajos, e indica la eterna fraternidad. Y cuando sólo es para reconocimiento,

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ponerse tres veces la mano sobre el pecho, hacia el lado izquierdo.

Después de concluida la iniciación, cantan los hermanos himnos de alabanza al Señor del Universo; le dan las gracias por su asistencia, saludan y reconocen al nuevo hermano, y queda terminada la iniciación del primer grado.

Como no dejará de ser comprendido por algunos, la es­pada, la escuadra, el nivel, el compás, todo es en sentido figurado; mas hay necesidad de la exoteria de esa forma, para (lue pueda mejor ser comprendido, sin penetrar en el vedado terreno de lo esotérico.

H. F. Pares Llansó. (De la Revista Teosófica Sophia).

ir ir ir Elecciones:

•^ La respetable Logia «Manuel Ruiz Zorrilla», núm. 2, de la federación del Serenísimo Grande Oriente de España, ha celebrado las elecciones de cargos para el afío 1928:

Venerable Maestro, Juan Caudal; Primer Vigilante, José Madureli; Segundo Vigilante, Francisco Palmer; Orador, José Fernández; Oradoi' adjunto, Manuel R. Vila; Secretario, Armando Rebollo; Secretario adjunto, José Bertomeu; Teso­rero, Roberto Rebollo; Experto, Salvador Pujol; Limosnero, Osear Colom; Arquitecto Revisor, Luis Moragues; Maestro de Ceremonias, Salvador Garriga; Guarda Templo, Miguel Baeza.

^ La respetable Logia (Capitular «Gerardo Machado», de la Gran Logia de la Isla de Cuba, ha celebrado las elec­ciones de cargos para el año 1928:

Venerable Maestro, Emilio Kerighoff Hasselbrink (R) 33°; Primer Vigilante, Manuel Perera de Armas (R) 33°; Se­gundo Vigilante, Félix Cantalicio Rojas Madrigal; Orador, León Rodríguez; Secretario, Pedro Gallart Garay; Tesorero, Carlos Adolfo Garay; Diputado ante la Gran Logia, Luis Pa­dilla Alemán.

Sste número ha sido visado por la censura.