Rodriguez Adrados, Los Casos en Griego Antiguo

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1 Rodriguez Adrados, ‘nueva sintaxis del griego antiguo’ 5. Conclusiones sobre las voces Sobre la base de lo adelantado al comienzo, vamos a presentar algunas conclusiones. Partimos de la existencia de tres voces: la voz pasiva como mera acepción de la media es un fenómeno arcaico, fundamentalmente homérico, que dejó algunos restos. En términos generales la oposición es triple, como hemos venido diciendo. Para comprender lo que sigue, hay que insistir en algunas definiciones y clasificaciones. Los verbos se clasifican en transitivos e intransitivos. Los primeros en su uso absoluto pueden intransitivizarse, ya en activa ya en media: son, a pesar de todo, transitivos implícitos. Admiten la voz pasiva. Los intransitivos pueden excepcionalmente transitivizarse a partir de un complemento de Ac. interno o simplemente implícito o al interpretarse como un compl. dir, un régimen en G. o D.: en este caso, pueden admitir la pasiva. La activa y la media pueden ser transitivas o intransitivas, la pasiva es por definición intransitiva. Otra clasificación de los verbos es la que distingue los meramente subjetivos de los subjetivo-objetivos. Un verbo en activa puede ser de uno u otro tipo; si es del segundo, su significado dependerá de que mantenga el rasgo objetiva o lo pierda en ciertas construcciones. Pero el valor subjetivo puede neutralizarse: la acción del verbo recae factualmente sobre el sujeto, pero la lengua no lo recoge, el verbo funciona como un neutro frente a la voz media o como un activum tantum sin valor de voz. En las voces media y pasiva un verbo pasa a ser automáticamente subjetivo. Si en la media se neutraliza el verbo subjetivo, se pierde su carácter de voz. Un grupo sujeto + verbo puede ser agentivo o no agentivo. Los verbos de voz activa son de uno u otro tipo: los agentivos son transitivos o intransitivos, los no agentivos son intransitivos que pueden reinterpretarse como pasivos (πίπτω, θνήσκω) o no (μένω). Los grupos sujeto-verbo de la voz media son agentivos, salvo que, al neutralizarse, se neutralice también el valor de la voz, que se convierte en una pura forma intransitiva, con neutralización al tiempo del carácter subjetivo del verbo (φαίνομαι, έφοβήθην, κείμαι). Ciertos grupos sujeto-verbo activos pueden calificarse de pseudo-agentivos, cuando los sujetos son actantes que no tienen control sobre la realización de la acción, proceso o estado verbal: así muchos inanimados o animados en uso inanimado; y los de ciertos verbos como ακούω,

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conclusiones del helenista español sobre el estudio de los casos.

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5. Conclusiones sobre las voces

Sobre la base de lo adelantado al comienzo, vamos a presentar algunas conclusiones. Partimos de la existencia de tres voces: la voz pasiva como mera acepción de la media es un fenómeno arcaico, fundamentalmente homérico, que dejó algunos restos. En términos generales la oposición es triple, como hemos venido diciendo. Para comprender lo que sigue, hay que insistir en algunas definiciones y clasificaciones. Los verbos se clasifican en transitivos e intransitivos. Los primeros en su uso absoluto pueden intransitivizarse, ya en activa ya en media: son, a pesar de todo, transitivos implícitos. Admiten la voz pasiva. Los intransitivos pueden excepcionalmente transitivizarse a partir de un complemento de Ac. interno o simplemente implícito o al interpretarse como un compl. dir, un régimen en G. o D.: en este caso, pueden admitir la pasiva. La activa y la media pueden ser transitivas o intransitivas, la pasiva es por definición intransitiva. Otra clasificación de los verbos es la que distingue los meramente subjetivos de los subjetivo-objetivos. Un verbo en activa puede ser de uno u otro tipo; si es del segundo, su significado dependerá de que mantenga el rasgo objetiva o lo pierda en ciertas construcciones. Pero el valor subjetivo puede neutralizarse: la acción del verbo recae factualmente sobre el sujeto, pero la lengua no lo recoge, el verbo funciona como un neutro frente a la voz media o como un activum tantum sin valor de voz. En las voces media y pasiva un verbo pasa a ser automáticamente subjetivo. Si en la media se neutraliza el verbo subjetivo, se pierde su carácter de voz. Un grupo sujeto + verbo puede ser agentivo o no agentivo. Los verbos de voz activa son de uno u otro tipo: los agentivos son transitivos o intransitivos, los no agentivos son intransitivos que pueden reinterpretarse como pasivos (πίπτω, θνήσκω) o no (μένω). Los grupos sujeto-verbo de la voz media son agentivos, salvo que, al neutralizarse, se neutralice también el valor de la voz, que se convierte en una pura forma intransitiva, con neutralización al tiempo del carácter subjetivo del verbo (φαίνομαι, έφοβήθην, κείμαι). Ciertos grupos sujeto-verbo activos pueden calificarse de pseudo-agentivos, cuando los sujetos son actantes que no tienen control sobre la realización de la acción, proceso o estado verbal: así muchos inanimados o animados en uso inanimado; y los de ciertos verbos como ακούω, έάω, οράω, λέγω: estos verbos no se distinguen de los propiamente agentivos a la hora de recibir la pasiva, pero no tienen media, que exige un sujeto agentivo (salvo que se neutralice como tal voz).

Dicho esto, podemos pasar a una definición de las voces: La activa, transitiva o no, lleva un sujeto + verbo agentivo, pseudoagentivo o inagentivo y un verbo subjetivo o subjetivo-objetivo. Pero neutraliza el rasgo de subjetividad: la acción o es objetiva, recae sobre algo o alguien ajeno al sujeto; o es neutra, no recae (gramaticalmente) fuera ni tampoco en él. En las oposiciones a la media hay las dos posibilidades, los tantum sólo tienen la última. Con inagentivos hay en contextos adecuados una pasivización (πίπτειν ύπό τινός). Hay una voz media plena y una parcial. El sujeto es siempre agentivo y el verbo pasa a ser subjetivo (o lo es desde el comienzo en los media tantum). Pero en la voz media plena la acción o proceso verbal revierte sobre el sujeto a través de un complemento explícito o implícito o también directamente; en la parcial, sólo directamente. Efectivamente, pese a nuestras traducciones «moverse», «airarse», «trastornarse», en verbos que no tienen un complemento explícito (y por tanto a veces implícito, en el uso absoluto), no hay idea clara de reflexividad. Y cuando se neutraliza el valor agentivo del sujeto y el subjetivo del verbo, la media pierde su valor de tal. Más todavía sobre la media. Los verbos en que alternan el complemento explícito y el implícito

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llevan, en este último caso, la media reflexiva; en el primero y cuando sólo hay complemento explícito (τίθεμαι νόμους), así como en ciertas intransitivas, interviene un elemento «para el sujeto», «en beneficio del sujeto». Los verbos recíprocos equivalen a los reflexivos. Todas éstas son medias plenas. Pero a veces las no reflexivas son puramente marginales, de interpretación un tanto subjetiva por el contexto amplio; y hay transiciones a la neutralización, la no-media. Son transiciones paralelas a las anteriores, esto es, con neutralización o pérdida de la agentividad del sujeto y la subjetividad del verbo. Realmente, es difícil, si no imposible, establecer dentro de la voz media categorías fijas que vayan más allá del carácter de la subjetividad. Delaunois (1988, págs. 86 sigs.) renuncia por esta vez a la definición unitaria: aunque sigue hablando de valor reflexivo, de interés y dinámico, acepta la existencia de valores degradados y de casos dudosos. En la voz pasiva hay la subjetivización del verbo común con la media, pero además una pérdida del carácter agentivo o pseudo-agentivo del sujeto. Es preciso que el verbo sea transitivo, explícito o implícito, o un intransitivo transiti- vizado. Hay dos tipos: aquel en que el propio sujeto de la activa y la media se hace inagentivo (λοΰται ‘es bañado’), y aquel otro en que hay transformación del objeto en sujeto inagentivo y deleción del antiguo sujeto (a veces transformado en agente): τίθημι, τίθεμαι νόμους > νόμοι τίθενται (ύπ5 έμοϋ). No se da la pasiva con lo.s intransitivos, aunque sean de media plena (μάχομαι, θύομαι). Se opone a la activa, no a la media, es decir, se neutralizan los rasgos «a sí»/«para sí»; pero hay en esto algunas excepciones (αίρουμαι, etc.). De ahí que pueda haber pasiva sin media (en verbos pseudo-agentivos y allí donde la semántica se opone, tipo κτεινομένους, βλήτο). Como hay, inversamente, activa con media parcial pero no pasiva (en intransitivos como πολιτεύω/πολι- τεύομαι, en cuasi-media tantum del tipo σπέρχω/σπέρχομαι, φεύγω/πεφυ- γμένος); y media parcial pero no pasiva (en media tantum como οργίζομαι). Y hay media, parcial o no, y pasiva (ίάζομαι, κτάομαι). Y, por supuesto, falta de la pasiva en activa y media tantum. Este es el panorama, que juega con las oposiciones transitivo/intransitivo (con determinadas matizaciones), agentivo/pseudo-agentivo/inagentivo, verbo subjetivo/subjetivo-objetivo y con rasgos semánticos y otros sintácticos y aun modales que completan la definición. Ésta, y el sistema, son complejos, puesto que la triple oposición no abarca a todos los verbos y cada voz tiene matizaciones: las derivadas del uso de los términos negativos (activa frente a media y media frente a pasiva), de las neutralizaciones en general (incluso las hay en la media y la pasiva), de las subclases de verbos y sujetos mencionadas y de la semántica de los verbos. Se sienten claramente las oposiciones activa/media (pero se desdibuja en los usos marginales y neutralizados de la media) y la activa/pasiva; menos claramente la media/pasiva, pero también existe y provoca la oposición ternaria activa/media/pasiva en algunos verbos en ciertos usos. Repasamos ahora las posibilidades más importantes que se dan. Tenemos la media plena en verbos con uso transitivo explícito o implícito (λοϋμαι) o sólo implícito (μάχομαι): la media reflexiva, frente a ella hay una pasiva en los transitivos. El sujeto ha de ser agentivo, pero si es pseudo-agentivo hay una pasiva que, a diferencia de la anterior, transforma el complemento en sujeto (όράται). Hay excepciones en que aunque haya sujeto agentivo es imposible la media por razones semánticas (βλήτο). También es plena la media con grupos de sujeto + verbo agentivos y verbos transitivos que no admiten el uso implícito; la media tiene el rasgo «para sí» y la pas. lleva transformación (νόμοι τίθενται). Sobre la posibilidad de sólo media y pas., véase arriba. También sobre la degradación de la media plena manteniendo el rasgo «para sí» en usos marginales y neutros. La media parcial se da en oposiciones (o usos cuasi-tantum) ya

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transitivas (con sujeto pseudo-agentivo, así con άκούω, etc., cf. supra), ya, sobre todo, intransitivas (πολιτεύω/πολιτεύομαι, σπέρχω/σπέρχομαι). Y en verbos media tantum. Pero, insistimos, hay una fácil degradación hacia valores puramente neutros. De otra parte, existen los tipos que oponen una forma verbal transitiva a una intransitiva. La primera puede tener una pasiva (διαφθείρω/διαφθείρο- μαι) pero esa pasiva es al tiempo una media paralela a la del tipo λοϋμαι. Ahora bien, en estos verbos en que la media da una pasiva con transformación del Ac. complemento de la activa (a diferencia de λοϋμαι), no puede hablarse de una media plena y reflexiva. Se dice que si el sujeto se mantiene agentivo hay una especie de reflexividad: en todo caso, la de όργιζομαι, etc. (y no digamos la de los verbos de movimiento) es de segundo grado, más débil que la del tipo λοϋμαι. Estas formas tienden al valor neutro de la voz, puramente intransitivo, perdiéndose el valor agentivo del sujeto y el subjetivo del verbo. Así, διαφθείρομαι es más bien ‘sufro corrupción’, que ‘me corrompo’, esta traducción no debe entenderse en el sentido de que, en griego, haya acción del sujeto sobre el verbo que revierte al mismo, sólo simple subjetividad. Hay casos mixtos: άποφαίνομαι γνώμην es una media plena, φαίνεται un puro intransitivo (como sin duda έρχομαι y muy probablemente μαίνομαι, κείμαι). En el famoso φαίνεται μοι κήνος ίσος θέοισιν εμμεν’ ώνηρ de Sapph. 31 ni κήνος ... ώνηρ es agentivo ni φαίνεται subjetivo. Nótese que a las formas sin voz mencionadas, que se han extendido a lo largo de la historia del griego, hay que añadir muchos perfectos. Los usos marginales de la voz media, es decir, la simple reversión de la acción sobre el sujeto en verbos intransitivos o la reversión indirecta deducida de contextos complejos, tienden a perder vigencia, hacerse neutros, convirtiéndose la voz en una diferencia lexical sometida a alteraciones diversas. El núcleo del sistema está en los usos centrales, reflexivos o con el factor «suyo», «para sí», de los verbos transitivos; los usos centrales en otros verbos son escasos o están unidos al léxico. Pero este núcleo del sistema contiene algo más: la pasiva, que fundamentalmente se ha opuesto a la activa y ha cobrado importancia a la par que se ha extendido el concepto de pasiva y se ha concretado el de complemento directo (cf. nuestro capítulo sobre el Ac.). A un sistema inicial que oponía activa y media, ésta en varios sentidos, uno de ellos la pasiva, le ha seguido otro en el que lo esencial es la oposición activa/pasiva, junto a la cual hay como voz alternativa de la activa la media, pero principalmente en los usos dependientes del mismo concepto de transitivi- dad, por lo demás ampliado. Todo lo demás tiende a caer en el dominio de lo puramente lexical, lo mismo si hay oposición activa/media que si se trata de usos tantum. De ahí la incertidumbre sobre la voz para tantos extranjeros que, desde el mismo siglo v pero sobre todo luego, en época helenística, se incorporaban al mundo griego. Y de ahí la evolución de las voces a lo largo de la historia de la lengua, con el progresivo desarrollo de la pasiva (que incluye su mismo desarrollo con verbos activos) y la no menos progresiva reducción de la media, casi limitada a la reflexiva y recíproca en griego moderno. Cf. Hatzidakis (1909).