Rubén Blasco artículo
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Rubén Blasco artículo
¿El concepto para tener muchas herramientas? ¿o dominar herramientas para armar el concepto? (El huevo o la gallina otra vez) Mucho debate se ha hecho con respecto a el uso y desarrollo del audio digital contra el análogo o de que aquel plug-‐in es mejor que aquel otro, etc. Pero hay algo que desde hace un tiempo se nos ha escapado y que quizá es mas importante que cualquier hierro que tengamos en el estudio o el súper plug-‐in que hace el mejor bombo o las guitarras gigantes o las voces mas “malandras”. Son los conceptos generales, los procedimientos sobre contexto los que en definitiva nos dan resultados que se traducirán en el producto por el cual estamos todos metidos en este mundo, la música. Este método se puede aplicar en cualquier etapa de una producción de una canción o un disco, aquí trataremos de enfocarnos en la etapa de la mezcla, donde para muchos de nosotros es donde la creatividad nos plantea un reto. La base teórica y practica en este negocio siempre va a ser importante, además de darnos la oportunidad de entender de donde proviene todo, nos da capacidad para ingeniar y experimentar otras cosas. Sin embargo la obsesión de ir mucho a lo puntual de una mezcla nos puede causar algo parecido a una especie de “ceguera”. Para continuar con la metáfora podríamos decir que el ver de tan cerca o por mucho tiempo un objetivo puntual nos mantendrá fuera del enfoque general, (el clásico “estás viendo el árbol pero no el bosque”).
Sobre este tema podríamos acudir a Michael Brauer (Coldplay, John Mayer, Aretha Franklin, Grizzly Bear, Paul McCartney, etc.) que al ser preguntado de los tres
errores a la hora de mezclar responde: “El primer error sería que se olvida que es música, diviértanse de eso se trata, uno aprende a usar estos aparatos, pero una vez terminado con eso pon las reglas a un lado y diviértete. La segunda sería que piensan demasiado y se olvidan de basar sus decisiones en experiencias emocionales… ¿Y realmente en que piensas? No deberías estar pensando, es música, solo reacciona, y si eres músico tienes muchas menos razones para estar pensando tanto, cuando tocas un instrumento no piensas, estas sintiendo, hagan eso cuando mezclan. La ultima es que construyen una canción sobre lo que es un instrumento de soporte a cambio del instrumento principal, ¿cuál es la esencia de la canción? Construye alrededor de eso, no alrededor del
soporte”. No nos confundamos, el conocimiento sobre la manipulación y utilización de las herramientas es muy importante, el tener la capacidad de elegir o descartar algún plug-‐in o hardware en el OCÉANO de opciones que tenemos según la situación es una virtud y una ventaja enorme si lo ponemos en el contexto competitivo de la industria musical y es un buen tema para profundizar otro articulo. Pero quizá es necesario empezar a pensar en un todo, incluso desde el principio a la hora de el primer levantamiento de fader, entender de que se trata la canción, los elementos principales, cual es la base, ¿que quiero sacar de este tema?, ¿impacto?, ¿Ritmo?, ¿Alguna emoción sublime?, ¿En qué elementos debo enfocarme para lograr eso?, ¿Qué quiere decir el músico?, ¿Cuál es mi propuesta?. En definitiva son tantas cosas para cuidar antes de todo el proceso técnico pero que hacen mas placentero todo el proceso de la mezcla. Tenemos que recordar que el 95,99% de la población mundial no escucha música como la escuchan las personas que están en esta profesión, tenemos la habilidad de escuchar en el detalle lo que pasa en una canción pero no hagamos de esto
un obstáculo para conseguir buenos resultados. Sobre este tema Al Shmith (Neil Young, Ray Charles, Diana Krall, Paul McCartney, Frank Sinatra, Toto, etc.) dice: “Yo siempre le digo a la gente, ¿Conoces a alguien que compre un disco porque la caj de la batería suena de tal o cual forma? NO!!! La gente compra discos porque los toca emocionalmente y eso es lo importante, de eso es lo que se trata esto, que la gente escuche algo y digan ¡Oh vaya! Que la haga sentir bien”. Es interesante destacar que los dos ingenieros que hasta ahora se han citados son de filosofía de trabajo muy diferentes a la hora de abordar la ingeniería de la mezcla (tomando en cuenta también que trabajan en estilos diferentes), pero siempre la meta es la misma. Pero quizá ya sea hora de hablar del verdadero secreto de todo este lio en que nos hemos metido, el gran truco del que nadie habla, el santo grial de todo ingeniero. Lamentablemente o por suerte (dependerá de cada quien) este secreto no tiene nada que ver con plug-‐ins crakeados o hardware que para lo cual muchos de nosotros no tenemos acceso, es algo tan elemental como ¡ESCUCHAR MÚSICA!
Si escuchar y escuchar y escuchar mucha música, enriquecer nuestro gusto musical y no solo los que normalmente escuchamos sino también aquello con lo cual no estamos tan familiarizados, esto también por una razón laboral, no siempre vamos a mezclar lo que nos gusta sobre todo al comienzo de nuestra carrera.
Quizá sea pertinente terminar este articulo con una frase de otro grande de este mundo como lo es Eddie Kramer (Jimi Hendrix, Led Zappeling, Kiss, The Beatles, The Rolling Stones, Davis Bowie, Santan, etc.) el dice: “La cosa es que este es un negocio muy rudo, si tienes tu corazón en el, y crees con pasión que este es el lugar donde debes estar, ya sea en el control room, haciendo discos, ensayando a la banda, produciendo, etc. Si todo eso es algo con lo que no podrías vivir sin el, entonces eso es, ya estas en el negocio”. Salud.