salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de...

7
En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies POR MARINA AIZEN cronica SALVAJE 40 V I VA 25.10.2015

Transcript of salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de...

Page 1: salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los

En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los esteros y dinamizará su economía.

por marina aizen Fotos: ruben digilio / enviados especiales a corrientes

cronica

s a l v a j e o t r a v e z40 viva 25.10.2015

Page 2: salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los

En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los esteros y dinamizará su economía.

por marina aizen Fotos: ruben digilio / enviados especiales a corrientes

Esta Es tobuna El primer ejemplar de yaguareté en volver a Corrientes. Se espera

que sus crías se puedan liberar al ambiente.

s a l v a j e o t r a v e z25.10.2015 viva 41

Page 3: salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los

42 viva 25.10.2015

EspErando al vEnado La recepción en la pista de aterrizaje y el cuidado extremo en el momento del descenso de la avioneta.

cerado, fragmentado y, en muchos casos, directamente diezmado.

Hay animales que no existen más y que, por lo tanto, no se pueden recupe-rar, como el guacamayo violáceo, un ave vistosa que seguramente fue víctima de su propia belleza: sus plumas han sido usadas como ornamento por los habi-tantes originarios y vistas como trofeo por los conquistadores. Deberá ser re-emplazado por un guacamayo similar, el rojo, bello e inteligente. Otras espe-cies fueron muy castigadas, como el ve-nado de los pampas, un ciervo pequeño y frágil, que no desapareció pero quedó reducido y confinado a un territorio pe-queño. La mayoría de los animales que se planean reintroducir existe en otras partes del país, aunque en números re-ducidos, o en zoológicos. Figuran gran-des carnívoros, como el yaguareté o el ocelote, pero también el pecarí, el tapir, el lobo gargantilla, el aguará guazú. Y también el muitú, una especie de pavo azul, hermoso por cierto, que quedó al borde de la extinción cuando se terminó de construir la represa Yaciretá.

Sólo en Sudáfrica hay experiencias de reintroducción de animales a gran

culta en el cobijo que le da el pastizal, Jurumina duerme enroscada como una manguera de los bomberos. Has-ta su trompa larga

de oso hormiguero recuerda al instru-mento con que se combate el fuego. Yace plácida en la mañana correntina, aunque hace más calor que de costumbre. Pero nada parece perturbarla en el paisaje de los esteros del Iberá con el que tan bien se mimetiza. El nexo natural que ella es-tablece con este entorno desbordado de pájaros es –sin embargo– una postal que hasta hace poco pertenecía al recuerdo, ya que su especie se había extinguido de estos terrenos anegadizos, donde los camalotes estallan en flores violetas. Si Jurumina puede enroscarse para dormir y luego salir a alimentarse de termitas por ahí es porque forma parte de un ex-perimento ambicioso que no tiene pre-cedentes en el continente americano, en el que trabajan científicos de Argentina y del mundo. Se trata de rearmar todas las piezas del rompecabezas de la vida de este gran humedal, que había quedado la-

escala. Lo que se está ocurriendo en Iberá hace escuela en la Argentina y en el resto de los países. Técnicamente se llama rewilding o “asilvestramiento”. En definitiva, se devuelve al ambiente sus engranajes originales. En la estan-cia San Alonso, ubicada en una isla en el medio de los esteros, el biólogo Ignacio Jiménez, un valenciano que está al fren-te del proyecto, explica que no se puede divorciar el paisaje de sus seres vivos. Y afirma que con las mismas condiciones biofísicas –es decir, de disponibilidad de agua y clima–, un ambiente se trans-forma según los habitantes que tenga. Para decirlo en términos simples: la geografía de un lugar no es la misma si tiene o no jirafas. Y el paisaje del Iberá se empobreció claramente sin sus bichos carismáticos. Su regreso va a generar más bosques y mejores pastizales. Ambos cumplen un papel clave porque secues-tran dióxido de carbono de la atmósfera (principal causa del cambio climático): uno lo absorbe, el otro lo fija en el suelo y lo convierte en turba.

“Para lograr un ecosistema plena-mente funcional hay que tener los gran-des carnívoros, los grandes herbívoros.

o

Page 4: salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los

25.10.2015 viva 43

tErapia intEnsiva Controlando los signos vitales del ciervo. A la derecha, un ejemplar macho ya recuperado y con collar.

Tobuna. El sol apenas despunta en el horizonte cuando un grupo de paisanos avanza con un aire que parece triunfal sobre una retroexcavadora. Su trabajo es seguir construyendo los gigantescos corrales que albergarán una nueva ge-neración de yaguaretés, que se espera puedan ser liberables. No es sencillo de-volver al territorio un gran felino cuyos padres han vivido en cautiverio. De he-cho, no se ha intentado nunca.

Los corrales de San Alonso, el punto más aislado del Iberá, parecen desde el aire una molécula química: son cuatro jaulones de 120 metros cuadrados in-terconectados. Alojarán dos hembras (llegó la primera, se llama Tobuna y es majestuosa) y dos machos. Una vez que las hembras queden embarazadas, pa-sarán a otros corrales más grandes, de 1,5 hectáreas, donde sus crías jamás ve-rán un humano. Les dejarán presas vi-vas para que aprendan a cazar. Una vez que alcancen la madurez, se separarán de la madre y pasarán a habitar un corral aún mayor, de 30 hectáreas: una canti-dad de territorio óptima para saber si un ejemplar juvenil puede rebuscárselas solito.

El rewilding dice: tráiganlos de vuelta”, cuenta Jiménez, quien pertenece a la ONG Conservation Land Trust que fun-dó el filántropo norteamericano Douglas Tompkins. También trabajan científicos del Conicet, así como de organismos na-cionales y provinciales.

El proyecto tiene un lema: “Corrien-tes vuelve a ser Corrientes”. La provin-cia está empapelada con pósters con este eslogan, porque en definitiva la so-

ciedad entera es la que va a ganar con el restablecimiento de su fauna. El Iberá es hoy una meca del ecoturismo por sus fabulosos pájaros, carpinchos, yacarés y monos carayá, entre otros. Imagínense cuando haya manadas de venados co-rriendo libremente en los campos o se pueda ver el yaguareté. Ya la economía de la región de Pantanal, Brasil, depen-de de miles de turistas que llegan a ver al gato americano más importante. Lo mismo sucederá en los esteros.

“Si logramos esto, en 30 años todo es-tará lleno de bichos”, se entusiasma Ji-ménez. “El Iberá va a producir fauna sil-vestre que será explotada a través del tu-rismo. Es una oportunidad histórica para mitigar una crisis real. Tenemos un goteo de pérdida de especies que no podemos compensar. El rewilding genera mayores números. Pero no podemos salvar a los que se extinguieron.”

“Con el cambio climático, la sexta ex-tinción de especies se va a disparar a lo bestia. Para contrarrestar eso, estamos generando sistemas más completos de los que había hace cuarenta años y co-nectándolos con la sociedad a través de la economía”, agrega.

9

s o n l a s

e s p e c i e s c o n

l a s q u e s e e s t a

t r a b a j a n d o. . .

Page 5: salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los

44 viva 25.10.2015

Ecología Aplicada del Litoral, explica que no sólo se trata de devolver un ave fabulo-sa al medio ambiente (que será un placer observar), sino también de revitalizarlo con su presencia. “Los árboles necesitan que aves grandes los puedan dispersar. Esa es la función que hacen los frugívoros (comedores de frutas)”, señala. Además de esparcir semillas a través de las heces, los guacamayos arrastran ramas con sus alas. “Pueden impactar en la estructura de los bosques porque hay plantas que no

se pueden dispersar sin tapires ni guaca-mayos”, afirma Digiácomo. Y, por eso, se necesitan que vuelvan.

Como los guacamayos, los pecaríes son dispersores de bosques. Los observa-mos en la estancia El Rincón del Socorro, en una zona de palmeras que parece una pradera africana. Los machos andan con su harén. Y a veces se pelean fiero. Pero tienen una función estratégica, al igual que el tapir, que llegará antes de fin de año, cuenta Emanuel Galetto, responsa-ble del monitoreo de los animales. Ellos llevan un collar que permite rastrearlos para saber si están en buen estado.

Una de las primeras especies en volver al Iberá fue el oso hormiguero. Vienen de distintas provincias, donde mucha gente en el campo suele criarlos junto con los perros. Es que de chicas las crías son mi-mosas y tiernas, pero no tienen ninguna chance de sobrevivir en el ámbito de una casa. “Por eso es muy importante el tra-bajo en red con las comunidades locales”, cuenta la bióloga Alicia Delgado, respon-sable del Centro de Rescate, ubicado en la localidad de Riachuelo, donde pasan su cuarentena obligatoria. Primero se los empezó liberando en El Socorro, donde ya nacieron 28 crías. Ahora se los libera

Todo funciona en la teoría. “Sólo habrá que ver si la realidad luego coincide con lo pensado”, admite Jiménez. Ellos están preparados para que la madre rechace sus cachorros. Lo que tiene muy en claro es que no van a perpetuar la cría de ani-males de zoológico. Sin embargo, al día de hoy CLT no tiene permiso de la provincia para liberar los nuevos yaguaretés, cuyos corralones son obras francamente titá-nicas. Traer tantas toneladas de acero a este rincón remoto del país ha sido he-roico. “El 80 por ciento se levantó mien-tras conversábamos en guaraní”, cuenta Pascual Pérez, a cargo de los trabajos. Es de Mburucuyá y dice: “El yaguareté es el reflejo del correntino por su bravura”. Ha de ser cierto: cuando llegó Tobuna, los chicos de las escuelas salieron a recibirla con sus caras pintadas.

Quienes están prontos a conocer el goce del cielo ancho y abierto son los gua-camayos. Una docena de ellos, que serán liberados en la zona de Ituzaingó, donde quedan vestigios de la selva paranaense (misionera). Pero nosotros los vemos en Paso de los Libres, mientras terminaban su cuarentena. Con el polifónico griterío de estas aves de fondo, Adrián Digiácomo, investigador del Conicet del Centro de

corralEs Para el yaguareté se necesitan enormes corrales, de muchas hectáreas de extensión. Este es sólo un fragmento.

3 o

h e c t a r e a s

t i e n e e l c o r r a l

p a r a l a s c r i a s

d e ya g u a r e t e. . .

Page 6: salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los

25.10.2015 viva 45

bronco, El oso mimoso La bióloga Alicia Delgado juega con una cría durante su cuarentena, en Riachuelo, Corrientes.

Page 7: salvaje otra vez - proyectoibera.org · En el Iberá se está realizando el mayor experimento de reintroducción de especies del continente, lo que cambiará la fisonomía de los

46 viva 25.10.2015

en San Alonso. Una de ellas es Jurumina, que originalmente vino del monte, en Salta.

“El oso no es ni herbívoro ni carnívoro. Es insectívoro. Cumple un rol en la cade-na trófica, tanto comiendo insectos como siendo presa”, dice la científica. El animal estaba extinto en el Iberá desde los 80. La competencia con los perros, la cacería y la pérdida de hábitat fueron los factores que sellaron su destino. “Uno tiene que pensar al ambiente con todas sus partes. Para que esté en equilibrio y se pueda per-petuar en el tiempo tiene que estar sano. Tener un ambiente completo le da futuro al hombre, porque significa vida. Estás produciendo naturaleza.”

El venado de las pampas había queda-do reducido a una población en un rincón de los esteros y bien podría haberse ex-

tinguido. La decisión, por eso, fue crear nuevos núcleos, una tarea muy delicada, ya que son criaturas frágiles.Hay que dor-mirlos con una dosis justa de anestesia y trasladarlos en avioneta hacia unos corra-les especiales, donde se adaptan al nuevo territorio. El experimento fue un éxito en San Alonso y ahora se está replicando en El Socorro. La traslocación de un animal es un momento de pura adrenalina. Gen-te hablando por walkie talkie, biólogos y veterinarios esperando ansiosos en la pista de pasto verde la llegada aérea del bicho. De repente, el paisaje correntino se transforma en la sala de emergencias de un hospital. Ese es el nivel de drama, por lo menos hasta que el venado se des-pierta y vuelve a caminar. Esta vez hacia la libertad. n [email protected]

2 8

c r i a s d e o s o s

h o r m i g u e r o s

n a c i e r o n e n

l i b e r t a d. . .

pEcari Esta especie cumple una función estratégica: la de dispersar el bosque.

guacamayoAve colorida, con personali-dad. Come fru-tos y esparce su semilla por el territorio.

aguara guazuUna especie de lobo que existe en el ambiente en pocacantidad.