Por V. M.

I d a votar con la fuerza de saber quecon vuestro voto vais a cambiar la ac-tual situación. Es un mensaje paradentro y fuera de España, es el men-

saje de una nación que le va a decir al mun-do que aquí se pueden y se van a hacer lascosas bien y que el hecho de que haya unGobierno que no ha estado a la altura es só-lo un paréntesis que ya se acabó en la his-toria de España”. Son palabras de MarianoRajoy, pronunciadas durante su mitin de cie-rre de campaña en Madrid. El entonces can-didato del PP reconocía que “no vamos aamanecer el lunes con todo en orden comopor arte de magia”, pero confiaba en las po-sibilidades del cambio político.

Un mes después de aquello, el 21 de di-ciembre, el líder popular era investido pre-sidente del Gobierno. En su discurso ante elParlamento dijo que “en la política no exis-te la herencia a beneficio de inventario.  Sa-bíamos –y sabemos– lo que nos espera y sa-

bíamos –y sabemos– que se nos juzgará porlo que consigamos, y no por lo que intente-mos, o por cómo nos hayamos encontradolas cosas”.

Han pasado ya seis meses y el discurso haexperimentado sensibles variaciones. El mun-do duda de la fiabilidad de España y la he-rencia recibida ha sido un argumento utili-zado en no pocas ocasiones para justificarel balance de las cuentas públicas. Duranteeste tiempo, el acoso de los mercados ha idominando aún más el crédito –económico ypolítico– del país. Pero no se les puede acha-car a los mercados toda la culpa. El Gobier-no también ha cometido errores y ahora seve desbordado.

Preguntado en rueda de prensa, el vicese-cretario de Organización del PP, Carlos Flo-riano, hacía balance de estos seis meses. “Es-tamos ante un Gobierno que toma decisio-nes. Los españoles se sienten gobernados”.Puede que algunos “no estén de acuerdo”,pero saben que afrontamos los problemaspara propiciar “el crecimiento y el empleo.

POLITICA

Seis meses de infarto

Se lasprometían muy

felicesMariano Rajoy ha cumplido sus primeros seis meses de Gobierno sumido en una

profunda crisis que le ha convertido sin quererlo en protagonista de la escena

internacional. El presidente lleva semanas intentando desembarazarse de la

amenaza de la intervención sin lograr que mercados, medios de comunicación y

dirigentes europeos atiendan sus demandas. Hace ya medio año estaba convencido

de que el principal problema de España era José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora ya

sabe que no bastaba con cambiar de baraja para ganar la partida. El oponente es

más fuerte y no van de farol.

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Cuando entraron por primera vez en La Moncloa, el presidente y sus m

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s ministros no sabían que daban comienzo al más difícil principio de legislatura de la reciente historia española.F. MORENO

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Se acabaron los propagandistas que mirabanpara otro lado. Ahora hay un Gobierno de-terminado a resolver los problemas que te-nemos los españoles, aunque eso nos pue-da costar en términos electorales”.

Efectivamente, el Gobierno ha acusado lacrisis. Las encuestas le convierten en el Eje-cutivo que más rápidamente ha consumidosu rédito electoral. Según el último baróme-tro del CIS publicado en mayo, Rajoy y to-dos los ministros suspenden en valoraciónciudadana. Incluso el líder de la oposición,Alfredo Pérez Rubalcaba, aventajaba al pre-sidente a pesar del descalabro electoral delsecretario general del PSOE el pasado 20-N.

Los populares asumen el momento de de-bilidad que atraviesan. No hay nada más dé-bil que alguien endeudado, dicen. Y aunqueaseguran que no hay un problema inminen-

te de financiación, ésta la limitan a final deaño. A partir de entonces, todo es una in-cógnita. Sin embargo, se resisten a asumirtoda la culpa. Aseguran que todos tienen unaparte alícuota de responsabilidad y, despuésde que el Gobierno haya dado los pasos quele pedía Bruselas, ahora son las institucioneseuropeas las que deben dar respuesta.

A Alemania también tienen reproches quehacerle. Porque el hecho de que sus expor-taciones mejoren cuanto más débil esté eleuro y que financie su deuda prácticamen-te al 0 por ciento la convierten en sospechosa

de actuar contra los intereses de España. Alpaís y al Banco Central Europeo, que de mo-mento sigue del lado de Angela Merkel.

Otro sector del partido está dispuesto aasumir más porcentaje de culpa conscientede la imagen de descoordinación del Go-bierno; ministros diciendo una cosa y la con-traria, el presidente corrigiendo a los miem-bros de su gabinete. El 9 de junio, despuésde que el Eurogrupo aprobara un rescate dehasta 100.000 millones de euros a la banca,el titular de Economía, Luis de Guindos, di-jo que los intereses repercutirían en el défi-cit. Al día siguiente, en el Palacio de La Mon-cloa, Rajoy decía que no. La pasada sema-na, durante la cumbre del G-20, el presidenteespañol intentó sin éxito que la ayuda al sec-tor financiero fuera directamente a las enti-dades sin pasar por el FROB. Porque al final,la inyección millonaria sí afectará a la deu-da soberana.

Desde que Rajoy dijera que haría cual-quier cosa aunque antes hubiera dicho queno lo iba a hacer, la expresión ha pasado aconvertirse en un dogma. Sin embargo, has-ta en sus filas recelan de la imagen de im-provisación del Gobierno que se ha instala-do entre la opinión pública. Porque sus me-didas no responden ni al programa ni al dis-curso de investidura –subida de impuestos,recortes sociales– y porque ni siquiera tie-nen los efectos deseados. El Ejecutivo ha em-

POLITICA

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Algunos ya se han quemado

de tanto que han tenido que re-

cortar. Otros se han quedado

sin capacidad de maniobra por

el tijeretazo presupuestario. Y

el resto agradece tener un per-

fil bajo confiando en que el

temporal económico no se les

lleve por delante.

La vicepresidenta, Soraya

Sáenz de Santamaría, acumu-

la el poder que, por derecho

propio, le correspondía tras la

formación de Gobierno. Las

comparecencias de los viernes

tras el Consejo de Ministros le

han hecho pasar algún que otro

apuro. Obvió datos fundamen-

tales de la reforma laboral co-

nocidos al día siguiente en el

BOE y no quiso confirmar la so-

licitud de ayuda a la banca un

día antes de que se produjera.

Los económicos Luis de

Guindos y Cristóbal Montoro

son los más expuestos a la cri-

sis y, por tanto, los principales

damnificados. Han sido varias

las ocasiones en las que han

incurrido en contradicciones.

La titular de Empleo, Fátima

Báñez, fue la cara de la huelga

general convocada por los sin-

dicatos contra la reforma labo-

ral. Tuvo mala prensa que hace

unas semanas se encomendara

a la Virgen del Rocío para salir

del tremendo bache económico.

Los recortes en Sanidad y

Educación han pasado factura

a los ministros del ramo. A Ana

Mato por el copago y a José Ig-

nacio Wert por las tasas uni-

versitarias. El ministro llegó a

ser objeto de un sonoro plan-

tón de los rectores de las uni-

versidades públicas españolas.

Alberto Ruiz-Gallardón se de-

jó el perfil progresista en su es-

caño del Congreso cuando, pa-

ra defender una nueva reforma

de la ley del aborto, dijo que

“muchas mujeres ven violen-

tado su derecho a ser madres

por la presión que generan a su

alrededor determinadas es-

tructuras”. Tampoco se hizo

ningún favor cuando defendió

al recién dimitido Carlos Dívar

y dijo que había salido “forta-

lecido” tras el archivo de la de-

nuncia ante la fiscalía por su

veintena de viajes a Marbella

a costa del Consejo General del

Poder Judicial.

Jorge Fernández ocupa el mi-

nisterio con mejor prensa. Sin

embargo, también tuvo su mo-

mento cuando anunció la re-

forma del código penal para

combatir el vandalismo en las

protestas ciudadanas. Oposi-

ción y movimientos ciudadanos

hablaron de recortes al dere-

cho de manifestación.

El resto está más o menos

desaparecido. José Manuel

García-Margallo, Pedro More-

nés, José Manuel Soria, Mi-

guel Arias Cañete y Ana Pastor

mantienen un perfil bajo. Al-

gunos porque los recortes les

dejan poca capacidad de ma-

niobra, como a la ministra de

Fomento, y otros porque andan

desaparecidos a pesar de que

hay asuntos que les competen,

como las protestas de los mi-

neros en el caso del titular de

Industria y Energía.

Un Gabinete en apuros

Rajoy no celebrará el Debate sobre el estado de la Nación.

Retrasar los PGE por lasandaluzas, la duplicidadde voces económicas...

los errores se acumulan

F. MORENO

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prendido el mayor ajuste presupuestario dela historia de la democracia sabiendo que lacalle respondería con manifestaciones a fa-vor de la educación o la sanidad pública.Aprobó un duro decreto de reforma laboralque era consciente que acabaría provocan-do una huelga general –un micrófono indis-creto llegó a captar la premonición del pro-pio Rajoy–. Y después de dos reformas fi-nancieras pidió un rescate a la banca queinevitablemente hizo saltar las alarmas so-bre la posible intervención de España, po-niendo por las nubes la prima de riesgo y losintereses de deuda.

En sus declaraciones públicas, el presi-dente y su equipo se lamentan de haber he-cho todo lo que estaba en su mano y dicenque ahora la pelota está en el tejado de lasinstituciones europeas. Pero a lo largo de to-do este tiempo, partidos, analistas y medioshan identificado una serie de errores ligadosa la situación que atraviesa el país: que elGobierno presentara los Presupuestos des-pués de las elecciones andaluzas respon-diendo tarde a la demanda comunitaria, queel recorte en las cuentas públicas no fuerasuficiente para Europa y tuviera que rectifi-car con un nuevo ajuste de 10.000 millonesde euros, que no haya logrado apoyos cla-ros entre sus socios europeos, que haya du-plicado y hasta triplicado sus voces econó-micas –Luis de Guindos, Cristóbal Montoro,Álvaro Nadal–, que no hubiera previsto eldescalabro de Bankia o que haya provoca-do a la comunidad europea e internacional,

primero diciendo que había presionado a laUE para conseguir el rescate financiero y des-pués haciendo perder la paciencia a Ange-la Merkel o Barack Obama, que en la cum-bre del G-20 de Los Cabos (México) le apre-miaron para que concretara la petición deayuda.

Lo que coinciden en señalar incluso desdela propia formación es la falta de una políti-ca de comunicación fluida y transparente. An-

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Lo que opine Aznar del papel

de Mariano Rajoy en estos seis

meses de Gobierno es un mis-

terio. En mentideros políticos y

económicos aseguran que es-

tá que trina y se anda arrepin-

tiendo –otra vez– de nombrar-

le sucesor. El expresidente se

habría alineado así con los crí-

ticos que, exacerbados por la

crisis, han vuelto a asomar la

patita después de tener que es-

conderla tras el Congreso del

PP de Valencia de 2008, tres

meses después de salir en

tromba en los medios pidiendo

la dimisión del líder popular o,

los más tímidos, una regene-

ración del liderazgo en el par-

tido. Algunos ejemplos de la

nueva algarada anti-Rajoy se

leen estos días en las páginas

del diario El Mundo –ver a con-

tinuación Al trasluz–.

Pero Aznar no ha dicho aún

esta boca es mía, por eso la ex-

pectación despertada por la

nueva convocatoria del campus

FAES en máxima. Este viernes

se inaugura la novena edición

de los cursos de verano del la-

boratorio de ideas de los con-

servadores. Los temas a deba-

te son el nuevo orden econó-

mico mundial, la recuperación

de la imagen de España y el le-

gado de la Constitución de

1812. A lo largo de nueve días,

por el Hotel Hacienda Los Ro-

bles de Navacerrada desfilarán

la secretaria general del PP,

María Dolores de Cospedal, la

vicepresidenta del Gobierno,

Soraya Sáenz de Santamaría,

y los ministros José Manuel

García-Margallo, Alberto Ruiz-

Gallardón, Luis de Guindos, Jo-

sé Ignacio Wert y Ana Mato.

Mariano Rajoy acudirá a la

clausura el día 7 de julio.

Sin duda, el primero de los

cursos, titulado ‘La sociedad

occidental ante un nuevo orden

económico mundial’, será el

plato fuerte. Según explica FA-

ES, las sesiones estarán enfo-

cadas a realizar “un diagnósti-

co que defina las causas y el

impacto real de la crisis eco-

nómica que sufre Europa y que

le obliga a replantearse tanto

su estructura institucional co-

mo las medidas que permitan

la sostenibilidad del euro”.

Además, se tomarán “en con-

sideración las reformas que Es-

paña y el resto de países occi-

dentales deben aplicar para au-

mentar su competitividad en

una economía cada vez más

globalizada y ante el creci-

miento que están experimen-

tando otras regiones”.

Los temas no permiten es-

capatoria. FAES tendrá que va-

lorar la gestión que Rajoy está

haciendo de la crisis. Nunca un

campus de verano había sido

tan emocionante.

¿Y qué dice Aznar?Aznar tendrá oportunidad de decirle a Rajoy lo que piensa de su gestión de la crisis en el campus FAES.

Rajoy acudirá alCongreso el día 11, perono habrá Debate sobreel estado de la Nación

FAES

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AL TRASLUZ

Por Enric Sopena*

R ecientemente, escribí en EL SI-GLO un artículo titulado “Lahistoria se repite; Pedro J. vuel-ve a ir al derribo de Rajoy”. No

creo que me haya equivocado en el diag-nóstico acerca de lo que está pasando enel ámbito popular. Los síntomas de queesto no es un rumor, sino una nueva de-claración de hostilidades por parte del di-rector de El Mundo saltan a la vista conmucha frecuencia. “No tiene sentido queel presidente del Gobierno presente el res-cate bancario como un triunfo personalsobre el resto de los líderes europeos oque afirme que no subirá el IVA al día si-guiente de recibir ese consejo desde elFMI (…) Esa actitud del presidente, un tan-to quijotesca si se quiere, le ha distancia-do de sus homólogos europeos, en espe-cial de Ángela Merkel”, podía leerse enun editorial de El Mundo el martes 19 dejunio.

Pero ese mismo día el bombazo lo lan-zó Salvador Sostres –otro paladín de Es-peranza Aguirre– desde el periódico mun-dial. “El ensordecedor estrépito de la na-ción desplomándose y el lío en que Es-paña se mete cada día más profundamenteno es ajeno a la falta de agallas y de res-ponsabilidad de su actual presidente”.“Hace unos días, Rajoy llegó a la conclu-sión de que un rescate financiero de has-ta 100.000 millones era la solución, perohoy estamos bastante peor que el día enque se anunció el préstamo. El domingo,cuando supo que Nueva Democracia ha-bía ganado en Grecia, dijo que era unabuena noticia para España, pero ayer laprima de riesgo conoció un nuevo récord”.

El golpeo a Rajoy de Sostres, que es unade las estrellas del diario de Pedro J. Ra-mírez, no debe interpretarse como una ca-sualidad. Forma parte del asedio en el que,de nuevo, se encuentra el presidente. Lapaliza a Rajoy es monumental y el des-

precio a él, inequívoco. Otra avalanchade bofetones al líder popular desde ElMundo: “No hay alternativa. Tenemos quehacer lo que tenemos que hacer y no exis-te ninguna opción de hacerlo. Mientras,por miedo o cobardía, prolongamos laagonía, todo se precipita a la velocidadde nuestra inoperancia y nuestra incom-petencia. Si Rajoy no toma las imprescin-dibles medidas, vendrán a tomarlas loshombres de negro, a los que les tengo mu-cho menos miedo, por cierto, que a la sui-cida parálisis del Gobierno. En días comoéstos, el inmovilismo es lo más temerario.El debate entre austeridad y crecimientoes cínico y ridículo: hasta que España noreduzca drásticamente su déficit y consi-ga que Europa vuelva a confiar en ella,nuestro único destino será caer al fondode nosotros mismos, caer más bajo quepodamos caer”.

“Queriendo resultar simpático y procu-rando no dañar su ventaja electoral, Ra-joy ha cedido 5,5 puntos y tiene una ca-da vez peor imagen entre los españoles.Tanto dentro como fuera de España la con-fianza en su Gobierno está por los suelos.Ahora que ya ha visto que con sus la-mentables triquiñuelas, tratando de ganar,sólo ha perdido, podría probar a ser unbuen presidente y comprobar él mismoque la Historia siempre prefiere a los va-lientes”. O sea, que como colofón espec-tacular del auto de fe contra Rajoy, Sos-tres le llama implícitamente “cobarde”.

Rajoy consiguió hace cuatro años li-brarse de sus enemigos internos –que eranlos mismos de ahora– y sobrevivir. Y nosólo sobrevivir, sino convertirse por fin enpresidente del Gobierno. Sucede que, seismeses después de llegar a la Moncloa, sucredibilidad empieza visiblemente a eva-porarse. ¿Hasta cuándo resistirá esta vezRajoy? l

*Director de El Plural.com

te los medios y ante las Cortes. Como conta-ba esta revista hace unas semanas, fuentes po-pulares explican que “Rajoy toma distanciacon la prensa y la opinión pública y se echaen falta que aparezca”. Sobre todo ahora que“es el momento de contar cosas nuevas deforma proactiva, hay que tener en cuenta alas audiencia”. Su incomodidad ante los re-porteros se nota en sus ruedas de prensa. Ocu-rrió en la que celebró el pasado martes en Mé-xico, nervioso con el ir y venir de periodistasa través de una puerta que le distraía.

Más se ha criticado su ausencia del Parla-mento. Desde que el 9 de junio se aproba-ra el rescate bancario, los partidos de la opo-sición han reclamado la comparecencia deRajoy en el Congreso. Sin embargo, ésta nose producirá hasta el pleno de la Cámara del11 de julio. Será entonces la única oportu-nidad que tendrán los grupos para pregun-tarles por el balance de legislatura, porqueel presidente ya ha anunciado que este añono habrá Debate sobre el Estado de la Na-ción. Desde el Ejecutivo alegan que nuncaun presidente se ha sometido a un debate depolítica general en el año de su investidura.Rubalcaba exclama que “nunca la naciónnecesitó un debate tanto como ahora”.

Desde otros partidos de la oposición tam-bién lamentan la ausencia de Rajoy de lasCortes. José Luis Centella, portavoz de IU enel Congreso de los Diputados, asegura que“ha habido una huída de Rajoy del Parla-mento. Llevamos semanas pidiendo la com-parecencia del presidente. Pero contesta ex-clusivamente las preguntas obligadas, estáprácticamente ausente del parlamento. Nun-ca en tan poco tiempo se había desprecia-do tanto la labor parlamentaria”, dice. Pre-guntado por estos seis primeros meses deGobierno, considera que “han sido un tre-mendo fraude. Rajoy ha dado marcha atrásen sus pocas promesas electorales y se havisto que el PP no se había preparado paragobernar, no tenía propuestas, y eso ha pro-vocado una desorientación que ahora estánpagando los ciudadanos”.

Mariano Rajoy llegó al Gobierno en el pe-or momento posible. Pero el presidente tam-poco ha sabido gestionar una crisis que po-dría tener fatales consecuencias. Para el pa-ís y para el Ejecutivo. Que ha cumplido susseis primeros meses de vida pero aún estápor ver si logrará completar el año. l

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¿Hasta cuándo resistirá estavez Rajoy?

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