Señales que desalientan - FIEL

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N°485- MARZO 2008 • Revisiones tarifarias “selectivas” en electricidad Fernando Navajas y Pedro Hancevic • Subiendo otro escalón Daniel Artana • Salarios: pautas vs. realidad Juan Luis Bour • Superavit corriente y estructural Cynthia Moskovits Señales que desalientan Escriben: Santiago Urbiztondo, Marcela Cristini y Guillermo Bermudez

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N°485- MARZO 2008

• Revisiones tarifarias “selectivas” en electricidad Fernando Navajas y Pedro Hancevic

• Subiendo otro escalón Daniel Artana

• Salarios: pautas vs. realidad Juan Luis Bour

• Superavit corriente y estructural Cynthia Moskovits

Señales que desalientan Escriben: Santiago Urbiztondo,

Marcela Cristini y Guillermo Bermudez

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

Información estadística adicional: www.fiel.org.ar

INDICADORES DE COYUNTURA N° 485 - MARZO DE 2008 INDICE

Subiendo otro escalónDaniel Artana Situación General

4

La Nueva Economía Institucional (segunda parte)

Colaboraciones

Enrique A. Bour

10

Revisiones tarifarias “selectivas” en electricidad

Investigaciones de FIEL

Fernando Navajas y Pedro Hancevic

6

Superávit primario corriente y estructural Cynthia Moskovits Panorama Fiscal

14

¿Está el sistema financiero argentino blindado?Ramiro Moya Síntesis Financiera

18

Salarios: pautas versus realidadJuan Luis Bour Mercado de Trabajo 22

2007 fue otro año récord; 2008 comenzó bienAbel Viglione y María Paula Cacault Actividad industrial

24

Encuesta Industrial (mensual)27

2008: año de cambios en el comercio internacionalMarcela Cristini y Guillermo Bermudez Sector Externo

28

La discusión de los resultados del PRONUREE y algunas opciones tarifarias no aprovechadasSantiago Urbiztondo Regulaciones

30

Los intereses creadosJuan Carlos De Pablo Las Desventuras de Julián Falacia

36

Indicadores Económicos Seleccionados - Marzo 2008 Anexo Estadístico37

Panorama político nacional a comienzos de marzo

Panorama Político

Rosendo Fraga

34

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2

Indicadores de Coyuntura Marzo 2008 - N° 485

FIEL

Consejo Directivo Presidente: Dr. Juan Pedro Munro

Vicepresidentes: Ing. Víctor L. Savanti

Ing. Juan C. Masjoan

Secretario: Ing. Franco Livini

Prosecretario: Alberto L. Grimoldi

Tesorero: Dr. Mario E. Vázquez

Protesorero: Ing. Manuel Sacerdote

Vocales: Guillermo E. Alchourón, Alberto Alvarez Gaiani, Juan

Aranguren, Luis M. Bameule, Gerardo Beramendi, Juan Bruchou,

José M. Dagnino Pastore, Carlos de la Vega (Presidente de la Cámara

Argentina de Comercio), Gonzalo Escajadillo, Carlos Felices, Adelmo

Gabbi (Presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires), José

M. Gogna, Silvio Machiavello, Francisco Mezzadri, Luciano Miguens

(Presidente de la Sociedad Rural Argentina), Raúl Padilla, Daniel

Pelegrina (Sociedad Rural Argentina), Aldo B. Roggio, Luis Sas,

Santiago Soldati.

Consejo Consultivo Eugenio Breard, Alejandro Bulgheroni,

José Gerardo Cartellone, Analía

Costa de Remedi, Horacio Cristiani,

Enrique Cristofani, Carlos A. de la

Vega, Horacio De Lorenzi, Martín Del

Nido, Jorge Ferioli, Rodolfo Ferro,

Martín Fornara, Jorge Goulu, Jorge

A. Irigoin, Humberto Junqueira de

Farias, Juan Larrañaga, Eduardo

Mignaquy, Paolo Picchi, Alberto

Schuster, Cristian Sicardi, Eduardo

Spangenberg, Rubén Teres, Juan

Pedro Thibaud, Horacio Turri, Amadeo

Vázquez, Gonzalo Verdomar Weiss.

Consejo Académico Miguel Kiguel, Manuel Solanet, Mario

Teijeiro.

Cuerpo Técnico Economistas Jefe: Daniel Artana, Juan Luis Bour, Fernando Navajas (Director) / Economistas Asociados: Sebastián

Auguste, Walter Cont, Santiago Urbiztondo / Economistas Senior: Marcela Cristini, Cynthia Moskovits, Ramiro Moya,

Mónica Panadeiros, Abel Viglione / Economistas: Guillermo Bermudez, Nuria Susmel / Investigadores Visitantes:

Enrique Bour, Marcelo Catena, María Echart, Alfonso Martínez / Asistentes de Investigación: M. P. Cacault, D. Focanti /

Asistentes de Estadística: D. Barril, M. Kalos, A. Calabria, M. B. Fazzolari, M. Ioranni, G. Zaourak.

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Editorial

STAFF

Director

Daniel Artana

Coordinadora

Mónica Panadeiros

Colaboradores

Daniel Artana

Guillermo Bermudez

Juan Luis Bour

María P. Cacault

Marcela Cristini

Cynthia Moskovits

Ramiro Moya

Santiago Urbiztondo

Abel Viglione

Columnistas Invitados

Enrique A. Bour

Rosendo Fraga

Pedro Hancevic

Fernando Navajas

Area Estadística

Guillermo Bermudez

Ivana Templado

La Argentina enfrenta una curiosa situación en materia de in-

flación. Por un lado, la información oficial muestra una suave

pero persistente declinación desde niveles superiores al 12%

anual en 2005, a poco menos de 10% en 2006 y 8.5% en 2007.

Por otro lado, la inflación en alimentos y bebidas está entre lo que

menos crece en el índice oficial, a pesar de la escalada en los

precios internacionales, y de que esa componente saltó en las

mediciones de otras regiones del país. Finalmente, la estimación

de inflación por casi cualquier otro índice revela tasas cercanas

al 20% anual en 2007, y los factores expansivos (monetarios, fis-

cales y salariales) se mantienen al mismo ritmo en el comienzo

de 2008.

Es en este contexto que –más allá de cómo se mida la evolución

de los precios- las condiciones están dadas para subir un nuevo

escalón en inflación en el año 2008. Daniel Artana desarrolla esta

cuestión en la apertura de la revista, y yo analizo más adelante la

discusión salarial, en la nota sobre mercado de trabajo.

En otras notas que procuran mirar más allá del corto plazo, Cyn-

thia Moskovits evalúa la estabilidad del superávit fiscal primario

frente a un eventual cambio en las excepcionales condiciones de

precios actuales, y Ramiro Moya reflexiona sobre potenciales ries-

gos para el sistema financiero local de la crisis que se desarrolla

en los EEUU.

La cuestión de los precios sin embargo domina el corto plazo en la

Argentina, y por lo tanto vuelve a estar presente en la nota de Fer-

nando Navajas y Pedro Hancevic sobre las tarifas residenciales

de energía eléctrica, que se nutre de un trabajo reciente de FIEL

sobre Tarifa Social. Por su parte Santiago Urbiztondo evalúa los

resultados del plan de ahorro de energía (PRONUREE) y las se-

ñales de precios que introducen crecientes distorsiones. Señales

de precios que desalientan la inversión e inducen a error en la

asignación intertemporal de recursos, son un tema recurrente en

diversas notas de este número de Indicadores.

Disfruten la lectura.

Juan Luis BourEconomista Jefe

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Situación General

Subiendo otro escalónLas negociaciones salariales presionan los costos, induciendo a que la inflación real suba otro escalón y se acerque al 25% anual.

por Daniel Artana*

L a Argentina está sufriendo presiones inflacionarias superiores a las que afectan al resto de la región.

Luego del 12% del año 2005 y del 10.9% del año 2006, la tasa de inflación “real” (no la que publica el INDEC, cla-ramente manipulada) habría saltado a alrededor del 18 a 20% en el año 2007. Tasas de inflación de esta magnitud revelan que la economía está creciendo por encima de su potencial. Los cuellos de botella aparecen por varios lados, con la energía y la mano de obra calificada como los más importantes.

Las discusiones salariales del primer trimestre del año co-rren el riesgo de convalidar una nueva suba en la tasa de inflación. Los reclamos salariales se ubicaban entre 25% y 40%, con 30% como el número más común. El acuerdo a fines de febrero en el 19.5%, alcanzado con algunos de los gremios más cercanos al gobierno, no es una muestra clara de moderación ya que este guarismo no considera la inclusión de asignaciones no remunerativas, al tiempo que tampoco refleja los mayores costos laborales asociados al pasar al sueldo montos similares acordados en 2007. En

definitiva, computando todos los rubros involucrados en la negociación, el costo laboral aumentaría algo más del 30%. Mayores reclamos nominales y acortamiento de los plazos de negociación son claras muestras de expectati-vas inflacionarias en ascenso.

Aún cuando la inflación es un fenómeno monetario, se puede hacer un cálculo simple por el lado de los costos. La productividad laboral difícilmente aumente en la Argen-tina a más del 5% por año. Entonces, aumentos salaria-les de 25% serían consistentes con subas de precios del orden del 20% anual. Si se termina negociando un 30% en promedio, la inflación real subiría otro escalón, a alre-dedor del 25%.

¿Existen restricciones para que ello ocurra? La política monetaria con tasas de interés para los depositantes en un dígito nominal (fuertemente negativas en términos reales) no pone mayores trabas al proceso mayores cos-tos / mayores precios. La política cambiaria, con el peso

relativamente estable con el dólar estadounidense, podría ser un ancla si no fuera por la desvaloriza-

ción del dólar contra las monedas de los prin-cipales socios comerciales de la Argentina y

porque existe cierto adelanto cambiario res-pecto del tipo de cambio real de equilibrio de largo plazo.

En el frente fiscal, el gobierno logrará una mejora importante en el superávit primario,

pero por la vía de fuertes subas de impuestos y la mejora en los precios de las commodities en el mercado internacional. El gasto se desacelera-ría respecto de lo ocurrido durante la fiesta elec-toral del año 2007, pero todo parece indicar que aumentaría no menos de 30% nominal, cifra poco prudente. Dada la mayor intensidad del gasto pú-blico en bienes y servicios no transables interna-cionalmente, esa mejora fiscal es menos potente para moderar la demanda agregada.

*Economista de FIEL

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Situación General

La Argentina está más expuesta que otros países de la región a una reversión en el ciclo alcista

de las commodities.

El gobierno también anunció un aumento en las jubila-ciones de 7.5% en marzo y julio (15.5% acumulado), que parece modesto si se supone que no habrá nuevas subas hasta fines del año. Pero ello luce hoy poco probable. Otro 7.5% para la primavera y se termina en 24% para el año.

Las políticas populistas cuando se tiene el financiamiento (en el caso argentino, producto de los elevados precios de las commodities agrícolas) generan una sensación de au-sencia de restricciones. Por ejemplo, los subsidios cruza-dos desde los mercados de exportación hacia el mercado doméstico permiten en el corto plazo menores precios para los consumidores locales, mientras que el deterioro en la capacidad exportadora se notará en el mediano plazo; la política fiscal procíclica sostiene la demanda agregada y permite comprar adhesiones de gobernadores, intenden-tes y votantes, pero sus costos se percibirán sólo cuando aparezca la fase contractiva del ciclo y no haya ahorros previos (en el exterior) para sos-tener la demanda doméstica; y los subsidios a la energía, el transporte y los combustibles permiten precios atractivos para los consumidores que son posi-bles porque se “come” el capital invertido en el pasado y se usan recursos del Tesoro por casi dos puntos del PBI. Esto se financia gracias a una presión tributaria que se aproxima a los niveles de Brasil y muy por encima de lo observado en la economías de alto crecimiento de Asia o en Chile, y que es tolerada por el sector privado sólo porque los altos precios internacionales y la bonanza regional permiten un nivel de actividad elevado.

Hasta ahora, y a pesar de los problemas en Estados Uni-dos, las commodities siguen sostenidas, suponiéndose que China, India y otros emergentes grandes harán polí-ticas domésticas expansivas que compensen en los mer-cados de estos productos el menor consumo de los paí-ses desarrollados. En lo que concierne a Latinoamérica, región en la que alrededor del 40% de las exportaciones son commodities, algunos países han ahorrado una parte importante de la diferencia entre el precio actual de es-tos productos y los valores considerados sostenibles en el largo plazo. Chile, con su fondo del cobre, es el mejor ejemplo: depositó en el exterior alrededor de 14% del PBI, dinero que puede ser repatriado si se reducen los precios en el futuro, inyectando a la economía la liquidez que se perdería por la reducción en las exportaciones. La Argen-tina, en cambio, tiene algunos excedentes en depósitos oficiales con encaje fraccionario, pero que si se utilizan para financiar al fisco en momentos de stress, contraen el

crédito. Es el Banco Central el que acumula excedentes en el exterior (netos de la deuda de corto plazo de la auto-ridad monetaria), pero con la restricción de tener al siste-ma financiero con la mitad de los depósitos a la vista. De todas maneras, la desdolarización del sistema financiero permitiría evitar problemas patrimoniales si fuese necesa-rio corregir el tipo de cambio nominal.

En suma, si se sostienen los precios de las commodities y la economía de Brasil continúa creciendo fuerte me-dida en dólares, la Argentina disfrutará otro año de alto crecimiento real (7%) pero con la inflación subiendo otro escalón.

Aún cuando es un escenario de baja probabilidad, es im-portante analizar cuál sería el impacto sobre la economía argentina de una baja (permanente) en los precios de las commodities. Algunos analistas se concentran sólo en

el impacto directo sobre la re-caudación y las exportaciones, pero no debe omitirse el impacto indirecto sobre la actividad eco-nómica de una menor disponibi-lidad de fondos de los sectores exportadores. En los momen-tos de auge los agricultores o industriales que compiten con Brasil pueden haber ahorrado en el exterior una parte de sus

ingresos, pero también pueden haber gastado dentro del país. Si se produce una caída considerada permanente en los precios internacionales, habrá menos disponibili-dad de fondos para gastar domésticamente. Ese efecto multiplicador en el auge, opera contractivamente en la de-presión de precios (a menos que el sector privado actúe contracíclicamente y repatríe fondos del exterior cuando aparecen los problemas). Sumando los efectos directo e indirecto, una reducción de 25% a 30% en los precios externos llevaría el crecimiento del año 2009 de 4.6% a cero. Y ello no contempla eventuales errores en la política pública ante la desaceleración de la actividad que pueden complicar las expectativas. Precisamente porque el efecto es importante, otros países se aseguran y comprometen al Estado a ahorrar en lo momentos de auge. La Argen-tina hace algún ahorro, insuficiente, y por ello está más expuesta que otros a una reversión en el ciclo alcista de las commodities.

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Investigaciones de FIEL

Revisiones tarifarias “selectivas” en electricidad

La suba de tarifas residenciales de energía eléctrica es una asigna-tura pendiente del Gobierno Nacional. Entre las alternativas que han trascendido, luce como una de las favoritas la de concentrar el aumento en los usuarios con consumos superiores a un umbral del orden de 1000 kWh., buscando sólo impactar en los hogares de ingresos medios altos o altos. Sin embargo, el consumo de electricidad no segmenta bien a los hogares pobres de los ricos, de modo que este mecanismo falla en su objetivo social. Frente a ello, en esta nota se esbozan alternativas que se discuten más ampliamente en un proyecto de investigación de FIEL sobre Tarifa Social 1.

por Fernando Navajas* y Pedro Hancevic**

L a suba de tarifas de la energía eléctrica a los clien-tes residenciales es una asignatura pendiente larga-

mente demorada por el Gobierno Nacional. A esta altura del congelamiento tarifario más prolongado de la historia económica argentina de posguerra y con una inflación subyacente muy elevada, un acomodamiento tarifario se hace imprescindible tanto para la sostenibilidad económica de la provisión de energía eléctrica como para enviar señales ade-cuadas a los usuarios, en medio de una visible escasez de ener-gía. Son estas señales las que todavía están pendientes en la agenda sectorial, más allá de todas las buenas intenciones para ahorrar energía por meca-nismos distintos a lo simple y lógico que es mostrarle a los usuarios que lo que cuesta, alguien lo tiene que pa-gar. En particular si esos clientes son familias de ingresos medios-altos y altos. Pero además de lo que el sentido común indicaría, es la misma administración actualmente en el poder –y no las anteriores- la que se ha comprome-tido a una revisión tarifaria integral (RTI) para EDELAP, EDENOR y EDESUR que fue postergada el año pasado, en aras a acompañar el proceso electoral, y puso fecha perentoria el 1 de febrero de 2008.

Los trascendidos de medios periodísticos cercanos y no tan cercanos a la esfera oficial han evidenciado que exis-ten varias propuestas o alternativas que están bajo con-sideración para un inminente ajuste selectivo que excluya a los hogares de menores recursos. Entre las preferidas, de nuevo según los trascendidos, estarían las propuestas

que plantean la necesidad de abrir un nuevo bloque tarifario –sobre el cual recaería el au-mento- para usuarios residen-ciales cuyos consumos superan un umbral alto, del orden de los 1000 kWh, muy superior al que hoy divide a las categorías ta-rifarias T1-R1 y T1-R2 , que se sitúan en 300 kWh bimestrales. La justificación de esta modifi-

cación recaería en hacer pagar más a los que más con-sumen como una forma de asignar mejor los costos de la escasez de infraestructura y energía.

Esto por si sólo es muy discutible tanto en lo que concier-ne a los mecanismos para estimar y otorgar estos aumen-tos como al mismo diseño tarifario para reflejar cuellos de botella en la provisión de energía. En primer lugar, los pro-cedimientos que se están adoptando actualmente están “fuera del manual” de las buenas prácticas regulatorias al no formar parte de una verdadera RTI que es a lo que el

*Economista de FIEL, **Investigador Visitante de FIEL y UNLP1De hecho, algunos aspectos de esta nota fueron expuestos en un Seminario de FIEL llevado a cabo en noviembre de 2007 como parte del proyecto de Tarifa Social que desarrolla la institución (www.fiel.org/tarifasocial) y cuyos trabajos serán próximamente publicados.

“...los procedimientos que se están adoptando

actualmente están ‘fuera del manual’ de las buenas

prácticas regulatorias...”

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Investigaciones de FIEL

gobierno se comprometió. Esta revisión sólo puede ser llevada adelante de modo profesional y transparente por el ente especializado en la materia (ENRE), cuyas funcio-nes son precisamente éstas. En segundo lugar, si se tra-tara de mejorar la tarificación para un uso más eficiente de la infraestructura energética, existen instrumentos ta-les como las tarifas estacionales o de diferenciación por bloques horarios, que la Argentina las tiene incorporadas en los grandes usuarios y que podrían extenderse a los usuarios residenciales.

Pero tal vez lo más llamativo de esta aparente iniciati-va es la creencia de que este mecanismo de aumento selectivo sólo para grandes consumos residenciales es ideal para proceder a un aumento de tarifas buscando sólo impactar en los hogares de ingresos medios altos o altos. Ello no va a ser así por la simple razón, bien cono-cida y bastante estudiada entre los economistas que han mirado estos temas, de que una separación por niveles de consumo de electricidad no va a poder segmentar bien a los hogares pobres de los ricos. En la jerga técnica, la elasticidad-ingreso del consumo de electricidad es baja porque existen características de los hogares (tales como el número de miembros, mucho mayor en los pobres) que hacen que existan hogares de bajos recursos que consu-men bastante electricidad.

¿Quiénes son los que consumen más de 1000 kWh bimestre?

La idea que motiva las segmentaciones tarifarias a través de bloques de consumo es que los que van a formar parte de ese grupo seleccionado son hogares de alto consumo, ergo de alto ingreso. Ello es normal para una gran varie-dad de bienes (precisamente llamados normales o para un subconjunto de ellos llamados superiores), pero los datos de las encuestas de gasto no dicen precisamente eso, sino más bien que existe una gran dispersión en el ingreso para diferentes niveles de consumo de electri-cidad, debido a que características asociadas al hogar (como el número de miembros), a las condiciones de la vivienda y al equipamiento de la misma producen patro-nes de consumo muy variables para un mismo nivel de ingreso familiar.

Los datos para la Argentina sobre quienes son los que consumen más de 1000 kWh bimestrales indican precisa-mente eso. Utilizando como base la información de la en-cuesta de gasto de los hogares para el Área Metropolita-na de Buenos Aires de fines de los 90 -dado que la actual todavía no se ha dado a conocer-, y realizando ajustes para traerla al presente, se observa en primer lugar que el porcentaje de hogares que consumen más de 1000 kWh bimestrales es bastante reducido y cercano al 8% del nú-mero total de hogares, representando a su vez alrededor del 23% del consumo total de energía eléctrica residen-cial en la zona de referencia. El problema principal que muestran estos datos, que deberían confirmarse cuando el Gobierno difunda la nueva encuesta largamente espe-rada, es que ese 8% no se localiza exclusivamente en los deciles de mayores ingresos (aquellos cercanos e inclu-

yendo al decil 10) sino que están esparcidos a lo largo de toda la distribución del ingreso. El Cuadro 1 muestra que la mitad de “abajo” en la distribución del ingreso contiene a casi el 40% de los hogares que consumen más que el “umbral” propuesto y por ende van a sufrir el aumento tarifario.

Además los datos indican que los hogares con consu-mos superiores a los 1000 kWh bimestrales tienen mayor número de miembros y viven en casas o departamentos mayores que el resto.

1˚2˚3˚4˚5˚6˚7˚8˚9˚10˚

Total

5.4%5.8%6.7%7.0%7.2%8.5%8.3%7.4%10.4%11.8%

7.9%

6.0%7.3%8.6%8.7%9.2%11.2%10.5%9.7%13.4%15.5%

100.0%

en hogares alcanzados por el aumento

Usuarios con consumo >1000 kWh bim

Cuadro 1

Decil en el decil

Fuente: elaboración propia en base a ENGH.

Cuadro 2 Cantidad de Miembros

<1000 kWh bim >1000 kWh bim

Decil Media Desv Est Media Desv Est

1 5.54 2.58 7.62 2.222 4.22 1.88 5.94 2.413 3.93 1.74 5.01 2.114 3.63 1.75 4.93 1.815 3.44 1.55 4.59 1.476 3.18 1.39 4.27 1.287 3.02 1.39 4.25 1.538 2.53 1.21 3.93 1.329 2.50 1.19 4.07 1.5110 1.83 1.09 3.60 1.67

Cantidad de Habitaciones

<1000 kWh bim >1000 kWh bim

Decil Media Desv Est Media Desv Est

1 2.75 1.06 3.08 1.252 2.91 0.90 3.39 0.853 2.86 0.85 3.08 0.754 2.99 0.99 3.27 0.925 3.05 0.96 3.42 0.906 3.05 1.04 3.56 1.117 3.09 0.98 3.87 1.208 2.97 1.05 4.09 1.709 3.14 1.23 4.16 1.4710 3.01 1.55 4.77 1.64

Fuente: elaboración propia en base a ENGH.

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Evaluando una suba selectiva de tarifas

En el Cuadro 3 se presenta una simulación de un aumen-to selectivo de 30% sobre los usuarios con consumos de más de 1000 kWh, a partir de los datos tarifarios actua-les. Esta suba genera una masa de recursos equivalente a algo más 5% de lo que hoy reciben la cadena de valor y el Estado a través de impuestos. Es decir, mucho ruido (para los pobres) y pocas nueces (para la cadena de va-lor), exactamente al revés de lo aconsejable.

Dos temas adicionales al punto central que se hace en esta nota son por un lado el problema de cómo se va a usar la recaudación adicional que surge de este aumento y por otro lado cómo se va a asignar la suba a los diferen-tes segmentos de la cadena de valor. En este segundo punto, la lógica indicaría que si lo que se esta tratando es una revisión tarifaria del margen de distribución, no hay una cuestión de asignación dentro de la cadena de valor sino simplemente una asignación a ese segmento. Esto se complementaría con un manejo del costo de la energía decidido por el gobierno de modo subsidiado –a partir de generadores de base preferen-temente hídricos- y separado de una formación de precios según un despacho económico. El problema subyacente, sin em-bargo, es que los consumidores residenciales no están viendo correctamente los precios no sólo de la infraestructura de dis-tribución, sino en particular de la energía que ésta trans-porta. En otras palabras, la crisis energética argentina se debe más a un desbalance en la energía (gas y genera-ción eléctrica) que a cuellos de botella en los sistemas de transporte.

“...la mitad de ‘abajo’ en la distribución del ingreso

contiene a casi el 40% de los hogares que consumen más que el ‘umbral’ propuesto...”

La incidencia de una suba selectiva a grandes usuarios residenciales

Lo más preocupante es la simulación del impacto o inci-dencia por decil de ingreso, lo cual se ve en el Cuadro 4. Allí se ilustran los impactos que van a sufrir los hogares que forman parte del grupo-meta, según su posición en la distribución decílica del ingreso de los hogares. Los números muestran impactos sobre el ingreso similares en cuanto al valor pero notablemente ¡decrecientes! con el ingreso de los hogares. Así, mientras que para los más pobres del conurbano el aumento representa más de 4% de sus ingresos (según la Encuesta Permanente de Ho-gares del primer trimestre de 2007), para más los ricos de la Capital Federal representa sólo un 0.2%.

Conclusiones y recomendaciones

El mensaje que surge de este análisis es claro. Un esque-ma que mire sólo el consumo por hogar va a fallar en el objetivo de excluir a los pobres del aumento. No hay otra

salida que mejorar el diseño de una operación de este tipo com-plementándola con indicadores del status económico-social de los hogares (ojalá de las per-sonas). Esto es chocolate por la noticia para los economistas especializados en estos temas. Falta que ahora lo acepten los que van a tomar decisiones.

El problema con las alternativas de armar padrones de beneficiarios es que los mismos son costosos y si bien la Argentina tiene que moverse en esa dirección, lamenta-blemente la experiencia de focalización de subsidios no es administrativamente buena en nuestro país ni tampoco

Investigaciones de FIEL

Cuadro 3Incremento tarifario a consumos residenciales mayores a 1000kWh bimImpacto en la recaudación tributaria y en ingresos de la cadena de valor

- Millones de pesos anuales -

Concepto Situación previa Incremento selectivo

Diferencia

Ingreso de la Cadena de Valor 699.5 735.4 36.0 5.14%Recaudación Impositiva Total 329.5 343.4 14.0 4.23% Impuestos Nacionales 205.7 213.2 7.6 3.67% Impuestos Provincia de Buenos Aires 79.0 83.1 4.1 5.19% Impuestos Ciudad de Buenos Aires 13.4 14.1 0.7 5.04% Impuestos otros municipios 31.4 33.1 1.6 5.19%

Fuente: elaboración propia en base a ENGH.

pesos variación%

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Cuadro 4Incremento tarifario selectivo a grandes usuarios residenciales

1º2º3º4º5º6º7º8º9º

10º

Conurbano Bonaerense Capital Federal

pesos % ingresos pesos % ingresos

34.837.533.031.233.032.533.837.733.838.1

4.2%2.1%1.5%1.2%1.1%1.0%0.8%0.8%0.6%0.4%

27.626.627.324.327.035.832.529.527.937.0

2.1%1.1%0.9%0.6%0.6% 0.7%0.5%0.4%0.3%0.2%

Fuente: elaboración propia en base a ENGH.

va a estar disponible en los tiempos requeridos. Frente a este dilema, una forma que se estudia en alguno de los trabajos que formarán parte del libro del proyecto de Tari-fa Social de FIEL es utilizar transitoriamente los elemen-tos catastrales que están incorporados en la tarificación de agua y saneamiento para evitar que hogares de bajos recursos y que consumen bastante electricidad sean im-pactados por el aumento propuesto. Esto reduciría nota-blemente el error de “incluir” pobres en el grupo-meta. Administrativamente, el esquema propuesto tampoco parece muy difícil de implementar, dado que esa infor-mación está disponible y es de fácil uso, sólo habría que informar a cada uno de los hogares que su clasificación tarifaria para agua y cloacas cae dentro de cierto código que va a ser comunicado en su próxima factura de dicho servicio. Por otro lado, aquellos usuarios de electricidad que no disponen del servicio de agua y saneamiento o cuyo código en dicho servicio sea relativamente bajo, no deberían sufrir el aumento (al menos, no en su totalidad) a pesar de que su consumo exceda los 1000 kWh.

Investigaciones de FIEL

Impacto en el ingreso de los hogares

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La Nueva Economía Institucional (segunda parte)

Esta es la segunda parte de una nota en la que se aborda el tema de las instituciones en una economía moderna de acuerdo con el enfoque que propone la denominada Nueva Economía de las Instituciones. La primera parte del artículo fue publicado en el número anterior de Indicadores de Coyuntura

por Enrique A. Bour*

E ntre las “buenas ideas” introducidas por la NEI caben destacar las siguientes:

Racionalidad acotada. La idea de que los seres humanos tienen una limitada competencia cognitiva fue introducida por Herbert Simon, quien destacó además que como con-secuencia de que la mente es un recurso escaso limitado, la especialización del conocimiento tiene consecuencias económicas. Esto lleva al campo de los contratos incom-pletos, pero en esta área no existe unanimidad entre los economistas – aunque se reconoce que el establecimien-to de derechos completos contingentes es imposible. Una modelización de la teoría de los contratos incompletos ha sido realizada dentro de la teoría de los juegos por Ariel Rubinstein1. Que los contratos sean incompletos plantea problemas adicionales cuando se agregan condiciones de comportamiento estratégico como la selección adversa, el riesgo moral, la holgazanería laboral, perseguir sub-ob-jetivos, todos ellos encuadrados dentro del concepto de oportunismo. En consecuencia, un contrato que constituya una mera promesa y carezca de un compromiso creíble no será automáticamente ejecutable.

Otro atributo de los humanos es su capacidad de previsión consciente. Dawkins2 observa que “la capacidad de simu-lar el futuro en nuestra imaginación es lo que nos ahorra las peores consecuencias genéticas”.

Factibilidad. Los estudiosos de la NEI han dejado de lado ideales hipotéticos – como los de omnisciencia, benevo-lencia, costos de transacción cero, plena credibilidad, etc. – y se han concentrado más bien en organizaciones alter-nativas factibles con todos sus defectos. Coase y Demsetz fueron de los primeros en oponerse a la comparación asi-métrica utilizada en la literatura de los “fracasos del mer-cado” – según la cual los mercados presentan fracasos mientras que los gobiernos “omniscientes, omnipotentes y

benevolentes” al decir de Dixit3 son remedios eficaces que podrían ser administrados de manera confiable.

En nuestro país, en 1987 aparecía una publicación de FIEL, “El Fracaso del Estatismo – Una propuesta para la reforma del sector público argentino” (FIEL, Sudamericana-Pla-neta). Un principio básico guiaba el documento: “Muchas veces las propuestas de reforma del Estado y la reducción del gasto público se han interpretado como una condena a la institución que él representa, a los gobernantes que lo dirigen, o a los funcionarios y agentes que sirven en su gestión. Por el contrario, ninguna de las reformas que aquí se sugieren se inspiran en ese criterio, sino que buscan revalorizar la función pública y facilitar a los gobernantes el cumplimiento de los objetivos de crecimiento y bienestar que todos anhelamos.”

El trabajo se proponía indagar los factores que constituían un obstáculo al crecimiento dentro de la órbita del Sector Público y reformular sus funciones y estructura para lograr esta correspondencia.

Desde un principio el estudio establece el método a seguir: “...se identificaron objetivos y metas que llevaron a la inter-vención del Estado en cada sector bajo análisis; a partir de allí, se analizaron críticamente los diversos medios utiliza-dos para cumplir dichos objetivos; se extrajeron luego los elementos que caracterizaron el fracaso de dichos instru-mentos y, por último, sin perder de vista los recursos y las restricciones existentes, se elaboraron las propuestas que se ofrecen en el estudio, apuntando a los mejores resulta-dos posibles.”

El estudio constituye, por consiguiente, una aplicación del análisis costo-eficiencia, en el cual debe decidirse por el mejor instrumento para alcanzar un fin pre-establecido, encuadrado dentro de un diagnóstico referido al fracaso

*Economista Visitante de FIEL, Profesor de la UBA 1Ariel Rubinstein, Modeling Bounded Rationality, MIT, 1998. 2Richard Dawkins, The Selfish Gene, 1976, 1989. 3Avinash Dixit, The Making of Economic Policy: A Transaction Cost Politics Perspective, Cambridge U. Press, 1996.

Colaboraciones

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de algunos instrumentos en el pasado para acceder a di-cho fin, que, en última instancia, no descarta la realización de un análisis costo-beneficio para apuntar a los mejo-res resultados posibles que no superen las restricciones existentes. Todos estos elementos fueron recogidos en el “Apéndice: Teoría Económica y Reforma del Estado”. El tema de este apéndice era: ¿Qué decía la teoría económi-ca sobre el punto en cuestión?

Y la respuesta era clara. Luego de una primera sección en la cual se revisaba la posibilidad empírica de realizar una estimación de la ineficiencia originada en el régimen eco-nómico aplicado (por ejemplo en análisis de casos para estimar el efecto de las regulaciones sobre los agentes económicos) y en la cual se concluía que el tema de la ineficiencia4 constituía un área de trabajo accesible a la contrastación empírica, se analizaba en la siguiente sec-ción el fracaso del colectivo.

Se venía de un experimento extraordinario a nivel mundial (Scarf 5). Uno de los objetivos finales de la reforma econó-mica de la Unión Soviética había sido la introducción de mercados competitivos para reemplazar los métodos de la planificación central vigentes en las últimas siete décadas. Precios para todos los bienes y servicios en los mercados competitivos de la economía, antes que fijados por agen-cias de planificación del gobierno, iban a ser determinados por el juego conjunto de la oferta y la demanda, reflejando el valor económico subyacente. Fábricas, maquinarias y otras formas del capital, así como la tierra, materias pri-mas, stocks de productos terminados y otros factores de producción iban a ser apropiados individual ó colectiva-mente a través de alguna entidad colectiva. El papel de los incentivos privados en la elección de técnicas productivas iba a ser expandido considerablemente, y las disparidades en la distribución del ingreso iban a ser toleradas – y aún alentadas – si ellas resultaban de habilidades específicas, empresariales o formas socialmente útiles de la actividad económica. Hubo muchos ejemplos en el siglo XX en que los principales factores de producción de un país fueron abruptamente nacionalizados y las técnicas de planifica-ción económica reemplazaron formas más tempranas de organización económica basadas en la propiedad privada. Pero en ningún caso se dio un intento de dejar de lado los instrumentos de la política económica centralizada a favor de formas de mercado, en un país del tamaño y diversidad de la Unión Soviética.

Empresas y Burocracias Como afirma Arrow en la intro-ducción citada en su “Foreword” del libro Firms, Markets and Hierarchies (1999) “cualquier teoría económica están-dar, y no sólo neoclásica, arranca a partir de la existencia de empresas. Habitualmente, la empresa no es más que un punto o, en todo caso, una caja negra... Pero las empre-sas no son puntos, porque tienen una estructura interna, que debe haber surgido por algún motivo.” Esto significa ir más allá de conceptualizar a la empresa como una fun-ción de producción (que es una construcción tecnológica) para considerarla como una estructura de gobernabilidad (que es una construcción organizativa) donde la estructu-ra interna tiene objetivos y efectos. Hay distintos modos alternativos de gobernabilidad– como los mercados spot, los contratos a largo plazo incompletos, las empresas, las burocracias, etc. – con características distintivas que los hacen apropiados según qué condiciones imperen.

En la Figura 2, vemos de manera heurística la elección de la estructura de gobernabilidad cuando uno se mueve desde el mercado a la jerarquía (h representa los riesgos contractuales y s denota las salvaguardias). Puede inter-pretarse como un desplazamiento desde lo más simple a lo más complejo. Comenzamos con los contratos autóno-mos, que son consideradas las transacciones ideales en derecho y economía: “afilados mediante un acuerdo claro; afilados mediante una ejecución clara”6. Este paradigma entra en problemas cuando aparece el riesgo contractual. Si un tribunal es incapaz de verificar si alguna circunstan-cia resulta de conocimiento común para ambas partes en un intercambio, ello puede inducir a que ciertas operacio-nes sean desplazadas hacia una operación intraempresa-ria en lugar de entre empresas diferentes. Otras fuentes

4El tema de la ineficiencia era por entonces dominante en la economía argentina; aunque buena parte de las conclusiones no se verían afectadas si el tema dominante fuera uno de equidad.5Herbert Scarf, Equilibrium Economics and Soviet Economic Reform, Cowles Foundation Discussion Paper, November 1990.6Ian Macneil, The Many Futures of Contracts, Southern California Law Review, 47:2, 1974.

Figura 2 Esquema simplificado de contratos

Colaboraciones

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de riesgo contractual son la existencia de derechos de propiedad débiles, calidad no revelada, riesgos de salud y de seguridad, etc. Estos riesgos ponen en compromiso la integridad de los contratos y dan lugar a puntos muer-tos contractuales, faltas de adaptación y distorsiones de la inversión. Como en otras situaciones, la ineficiencia invita a utilizar sustitutos. De allí la aparición de medidas a fin de mitigar los riesgos minimizando los costos intro-duciendo gobernabilidad adicional.

Cuando las transacciones son excluídas del mercado y colocadas bajo una propiedad unificada (la empresa) apa-rece el uso de la jerarquía para efectuar la coordinación y dirimir disputas mediante fiat (directivas). Se utilizan formas más complejas de gobierno para transacciones cuyos riesgos contractuales son particularmente difíciles de ser apreciados.

Dentro de este esquema, la oficina pública puede ser pensada como una forma organizativa de último recurso. Cuando todo falla – los mercados spot, los contratos a largo plazo incompletos, las empresas, las regulaciones – a uno siempre le queda la alternativa de la organización pública. Según Williamson, la crítica a estas organiza-ciones basada en que tienen incentivos de menor poder, más reglas y regulaciones y mayor seguridad en el em-pleo que una empresa privada es errónea, porque estas características han sido injertadas en forma deliberada en las oficinas públicas al efecto de que sean más aptas para manejar algunas transacciones especialmente difi-cultosas. Sin embargo, también se requiere vigilarlas.

Operacionalización ¿Cuáles son los mecanismos por medio de los cuales opera la teoría propuesta y cuáles sus implicancias refutables? La teoría de los “derechos de propiedad de la firma” originada en el trabajo de Gros-sman y Hart7 se preguntaba por las razones del grado de integración de una empresa, enfatizando los beneficios del “control” cuando hay dificultades en redactar contra-tos completos. La empresa era definida como compuesta por activos. La teoría enfatizaba dos tipos de derechos contractuales: derechos específicos y derechos residua-les. La idea es que cuando resulta demasiado costoso hacer una lista de todos los derechos específicos sobre activos en el contrato, puede resultar óptimo que una de las partes compre todos los derechos residuales. La pro-

piedad era definida como la compra de estos derechos residuales. El aporte de Grossman-Hart-Moore consti-tuyó una contribución significativa que permitió avanzar hacia una teoría formal.

Aspectos empíricos Entre ellos debemos incluir a la predicción. Desde los ’80 se ha acumulado una cuan-tiosa evidencia que ha dado lugar a trabajos bastante congruentes entre sí. Según Joskow, “el trabajo empírico en esta área se encuentra en mejor situación que mucha investigación aplicada de organización industrial en ge-neral.”8

La NEI se concentra en forma predominante en dos de los cuatro niveles: N2 y N3, que son el del contexto institucio-nal y el de las instituciones de gobernabilidad. Entre am-bos abarcan mucho terreno. Las características formales del contexto institucional – leyes, sistema político, judicial y burocracia – son cruciales para determinar el desarrollo de una nación y para establecer comparaciones intertem-porales dentro y entre las naciones. Muchas cuestiones vinculadas con la política pública descansan en un razo-namiento combinando ambos niveles. Por ejemplo, en el área de la privatización de las telecomunicaciones, Levy y Spiller examinaron los arreglos institucionales en cinco países poniendo la lupa sobre los contratos, de los cuales surgían cuestiones como la de credibilidad contractual9. Un estudio de reforma del sistema urbano de aguas de Claude Menard y Mary Shirley10 encontró que, si bien la propiedad no es determinante, debe ser examinada en forma conjunta con ayuda de los mecanismos de gober-nabilidad. Lo mismo obtuvieron John McMillan y Christo-pher Woodruff11 cuando analizaron el caso de contratos comerciales en Vietnam.

Sin embargo, los economistas de la NEI no han preten-dido llegar a todos los rincones, como por ejemplo las reformas económicas de Europa Oriental y de la ex-URSS. Esto está señalado por Coase: “El valor de incluir a los factores institucionales en el cuerpo de la corrien-te dominante en economía resulta claro a partir de los acontecimientos recientes en Europa Oriental. A estos países ex-comunistas se les recomendó transformar-se en economías de mercado, y sus líderes querían lo mismo, pero sin instituciones apropiadas no hay econo-mía de mercado que sea posible. Si conociéramos más

4Sanford Grossman and Oliver Hart, The Costs and Benefits of Ownership: A Theory of Vertical and Lateral Integration, J. Polit. Econ., 94:4, 1986. Oliver Hart and John Moore, On the Design of Hierarchies, Harvard U., unpublished paper, 1999.9Paul Joskow, 1991, The Role of Transaction Cost Economics in Antitrust and Public Policy Regulatory Policies, Journal of Law and Econ. Org., 7: Special Issue. 10Brian Levy and Pablo Spiller, 1994, The Institutional Foundations of Regulatory Commitment, J. Law Econ. Org., 10:2, 1994. 10Reforming Contractual Arrangements: Lessons from Urban Water Systems in Six Developing Countries, 1999, no publicado. 11Dispute Prevention without Courts in Vietnam, J. Law Econ. Org., 15:3, 1999.

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Situación General

acerca de nuestra propia economía, habríamos estado en una mejor posición como para dar consejos.”12 Pero la realidad plantea muchas veces necesidades de urgen-te respuesta, cuando hay que tomar decisiones difíciles. Por ejemplo, en el caso de Rusia. El equipo de Maxim Boycko, Andrei Shleifer y Robert Vishny respondió a la necesidad de realizar una reforma con la recomendación de que la economía rusa fuera privatizada rápida y ma-sivamente. Tanto consideraciones de Realpolitik como de teoría económica fueron invocadas para apoyar esta recomendación. El principal objetivo fue despolitizar la vida económica; la privatización lo hace posible porque les quita a los políticos su capacidad de asignar bienes. Los dos actores estratégicos de este programa de refor-mas fueron la burocracia oficial, vista como el “enemigo contra el que hay que luchar a cualquier precio”, y los interesados directos – gerentes, empleados, y gobiernos provinciales. El equipo de Boycko reorganizó los dere-chos de los interesados de modo consistente y generoso, y de esa manera se aseguró su apoyo al programa de privatización. Un documento muy interesante sobre este proceso es el que produjeron estos autores (Privatizing Russia, 1995).

La recomendación de una privatización masiva y rápida estaba apoyada por la teoría económica de la empresa, en particular el mencionado documento de Grossman y Hart (1986) que visualiza a la propiedad como un sistema de derechos de control. Después de la privatización de las empresas estatales, seguiría presumiblemente una reestructuración efectiva por nuevos grupos de interesa-dos. Confiando en que el futuro se cuidaría a sí mismo, el programa de privatización masivo comenzado en la pri-mavera de 1992 habría alcanzado una terminación “triun-fal” en junio de 1994, para cuya fecha 2/3 de la industria rusa estaban bajo control privado.

Pero este veredicto resultó prematuro, porque como demostraron Bernard Black, Reinier Kraakman y Anna Tarassova13 aunque la privatización fue exitosa para las empresas pequeñas, fue profundamente problemática, y con elevados niveles de corrupción en otras. Estos ries-gos podrían haber sido anticipados, analizando hacia el futuro los riesgos asociados con la implementación ex-post. Una mayor apreciación de los problemas del con-texto institucional de Rusia hubiera conducido a pronun-ciamientos más prudentes. Se podía discutir si un mayor respeto por las reglas del juego (incluyendo la eficacia en la implementación de las leyes rusas) hubiera mejorado las reglas. Después de todo, el proceso de reforma hu-biera tenido que avanzar a un paso más modesto y lento, con mayores deliberaciones.

Williamson considera que los esfuerzos realizados por el

equipo de Boycko fueron heroicos, y que en todo caso la NEI debería ser incluída como una parte en cualquier cálculo de reformas.

Conclusiones sobre la NEI

• Las instituciones del nivel N1 (incrustación) son una par-te importante pero aún subdesarrollada de la teoría.

• La economía evolutiva, que abarca a la selección, a la ecología de la población y a la ontogénesis está en marcha.

• La dependencia del camino es una condición real e im-portante pero está sujeta a variadas interpretaciones.

• Los méritos de una privatización son reales pero no uni-formes, y es necesario evaluarlos con respecto a las reglas del juego y al desarrollo del mismo.

• Una empresa puede ser descripta a varios niveles como el tecnológico, contractual y según la perspectiva basa-da en la competencia de los conocimientos.

• Cuál es la mejor perspectiva para describir a un ser humano es aún un debate abierto, aunque la psicología evolutiva ofrece aquí ciertas promesas.

• A la política se la juzga con referencia a un ideal según algunos (Douglass North, A Transaction Cost Theory of Politics, J. Theor. Politics, 2:4, 1990) y en términos institucionales comparativos según otros (Oliver Willia-mson, Public and Private Bureaucracies: A Transaction Cost Economics Perspective, J. Law Econ. Org., 15:1, 1999).

• Los argumentos de eficiencia han prevalecido sobre las interpretaciones de poder porque las últimas son tautológicas, pero las cuestiones vinculadas al poder siempre están entre las consideraciones.

• La burocracia sigue siendo una condición poco estu-diada y comprendida, sea cual fuere la aproximación utilizada.

• Los enfoques sobre el ordenamiento privado de los contratos han sido cada vez más frecuentes, pero las reglas legales siguen siendo importantes y su relación con el ordenamiento privado todavía no está bien de-sarrollados.

• La teoría positiva política realizó avances sustanciales, aunque una plena comprensión todavía constituye un desafío.

• En conclusión, queda un amplio campo de temas por abordar con el nuevo enfoque – incluyendo refinamien-tos conceptuales, extensiones, nuevas aplicaciones, mejores hipótesis, más pruebas empíricas y una teoría más formalizada.

12The Institutional Structure of Production, American Economic Review, 82:4, September 1992. 13Russian Privatization and Corporate Governance: What Went Wrong, Stanford Law Review, vol. 52, 2000.

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Panorama Fiscal

Superávit primario corriente y estructuralLa política de gasto público no parece ser prudente: el superávit desaparece sin las condicio-nes excepcionales que caracterizan el escenario actual.

por Cynthia Moskovits*

Q ue las cuentas fiscales de 2007 hayan estado casi en equilibrio una vez descontados los ingresos ex-

traordinarios originados por la transferencia obligatoria de las cuentas previsionales de capitalización al sector público (ver Pantallazo Fiscal), en un período en que la presión tri-butaria es la más alta de la historia y con un PBI que está por encima de su nivel de largo plazo, es una señal de aler-ta. Una más en una economía que, por gozar de precios de commodities particularmente elevados, parece no pre-ocuparse.

Así, si miramos las cuentas fis-cales estructurales, esto es, los resultados que se obtendrían si la economía estuviera en su sen-dero de equilibrio de largo plazo, con precios de commodities que también pudieran considerarse sostenibles y alícuotas de de-rechos de exportación acordes con estos precios1, suponiendo además una tasa en el impuesto sobre las transacciones financieras similar a la de Brasil, y sin considerar cambios por el lado de las erogaciones, entonces la situación apare-ce como realmente vulnerable dados los compromisos de deuda que la Argentina enfrenta.

En base a las hipótesis planteadas, el ejercicio muestra que, en 2007, en lugar de un superávit primario de 3.2% del PBI, el sector público nacional hubiera registrado un déficit de 0.5% del PBI2. Esta diferencia de 3.7 puntos porcentuales tiene una primera explicación evidente: los citados ingresos por la transferencia de las cuentas previsionales que, como se dijo, alcanzaron a casi el 1% del PBI. Del resto, algo más del 45% tiene su origen en el impuesto sobre las transac-

ciones financieras, 30% en ingresos generados porque la economía se encontraba ya levemente por encima de su nivel potencial y, el resto, por retenciones en exceso a las sostenibles en el largo plazo.

Para 2008, los precios de commodities y las retenciones aplicadas, aseguran ingresos efectivos que estarán por en-cima de los de largo plazo no ya en 0.6 puntos del PBI sino, como mínimo, en un punto adicional, lo que más que com-pensará la pérdida de recursos provenientes de las cuentas de capitalización. El fuerte crecimiento esperado de la ac-

tividad económica (hoy estimado en torno al 7.5% del PBI), ase-gura también mayores ingresos por encima de los potenciales –luego de descontar el impuesto al cheque y las retenciones- que los generados a lo largo de 2007. Por tanto, aunque finalmente los números muestren, al final del ejercicio, un superávit primario

superior al del año pasado –que bien podría ubicarse en torno o incluso algo por encima del 3.5% del PBI-, no nos deberemos llamar a engaño. La situación fiscal, mirada des-de una óptica de largo plazo, muy probablemente muestre, en realidad, un déficit superior al del ejercicio 2007.

No se trata con estos números de generar pánico, sino de proponer una lectura más cauta de la situación. Uno de los superávits gemelos se está esfumando, aunque los nú-meros muestren lo contrario –y en este caso, no por es-tar mal medidos-. Las correcciones realizadas a las cifras corrientes permiten, de una manera estilizada, ilustrar que la presión tributaria actual es difícil de sostener3. En esta situación, la única salida es la moderación del gasto. No es una tarea imposible.

*Economista de FIEL1Se utilizó, en ambos casos, el promedio móvil de tres años incluyendo el año corriente. Así, para 2008 se consideraron los precios y alícuotas promedio de los años 2006 y 2007; se realizó una hipótesis conservadora de precios de granos y oleaginosas y se mantuvo la estructura de derechos de exportación vigente en la actualidad.2Para el año 2007, además de las correcciones mencionadas, se descontaron los recursos originados en la transferencia de las cuentas de capi-talización que pasaron de las AFJPs al sector público.3A lo largo de la nota no se hizo ninguna referencia a la racionalidad/irracionalidad económica de las retenciones sobre las exportaciones, análisis que puede verse en FIEL (2006), “La presión tributaria sobre el sector formal de la economía”, sólo se menciona, dada la situación vigente, si ésta es sostenible, o no, en el largo plazo.

“...la presión tributaria actual es difícil de sostener. En esta situación, la única salida es la

moderación del gasto.”

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Panorama Fiscal

pANtALLAzO FIsCAL

El cierre del año 2007

El Sector Público no Financiero (SPNG) cerró el ejerci-cio 2007 con un superávit primario de $ 25.719 millones, equivalente a un 3,2% del PBI. Esta cifra, aunque es un 11% superior a la alcanzada en 2006, fue algo inferior a la esperada a fines del año pasado debido a que, en el mes de diciembre, el SPNF arrojó un déficit primario de $ 1.199 millones. Este último resultado fue causado funda-mentalmente por el pago anticipado del medio aguinaldo a los beneficiarios de la seguridad social, lo que provocó un aumento del 66,4% interanual en dichas erogaciones. Así, en términos del PBI, el superávit primario es menor al del ejercicio 2006, cuando alcanzó el 3,5%.

En este último año, el gasto primario creció a un ritmo récord del 43% mientras que, al igual que ocurre desde 2005, los ingresos se incrementaron a una tasa algo más baja, en este caso del 38%.

Recaudación Tributaria Nacional

El aumento de los recursos tuvo dos motores principales. El primero de ellos fue la recau-dación tributaria nacional, que se incrementó un 33%. El 85% de dicho incremento se explica por los cuatro principales com-ponentes de la recaudación: el Impuesto al Valor Agregado significó el 31,3% del aumento, los recursos de la seguridad social el 23,6%, el Impuesto a las Ganancias el 18,6% y los Derechos de Exportación, el 11,5%. Los recursos previsio-nales, por su parte, crecieron casi un 50%, en buena medida gracias a la última moratoria previsional.

El segundo impulsor de los re-cursos fue la inclusión como recursos corrientes de las transferencias compulsivas de stocks previsionales desde las AFJPs al sistema de reparto. Estas transferencias totalizaron en el año $ 7.814 millones, casi un 1% del PBI. De manera que, sin contabilizar estos montos, el superávit primario disminuye a $ 17.904 millones, apenas un 2,2% del PBI.

Por el lado de los gastos, el mencionado incremento del 43% fue explicado en un

Cuadro 1SECTOR PUBLICO NACIONAL NO FINANCIERO- BASE CAJA. Millones de pesos corrientes

Acumulado 2007

Var% 2006/2007

FUENTE: Secretaría de Hacienda, M. de Economía*Cociente de cifras de distinto signo

Enero 2008

Var%Ene08-Ene07

RECURSOS TOTALESINGRESOS TRIBUTARIOS Sin Transf. Autom. A provincias Transf. Cuentas PrevisionalesINGRESOS NO TRIBUTARIOS Utilidades del BCRAPRIVATIZACIONESGASTOS PRIMARIOS Sin Transf. Autom. A provinciasSALARIOSBIENES Y SERVICIOSSEGURIDAD SOCIALTRANSFERENCIAS CORRIENTES PROVINCIAS AUTOMÁTICAS NO AUTOMÁTICAS OTRASOTROS GASTOS OPERATIVOSGASTOS DE CAPITAL Sin Transf. Autom. A provincias TRANSF. A PROVINCIAS AUTOMÁTICAS NO AUTOMÁTICAS RESTOpAGO DE INtEREsEssUpERAVIt pRIMARIO sin transf. Cuentas. previsionalessUpERAVIt GLOBAL sin transf. Cuentas. previsionalesCOMO % DEL pBIsUpERAVIt pRIMARIO sin transf. Cuentas. previsionalessUpERAVIt GLOBAL sin transf. Cuentas. previsionales

219299.3209312.7154087.3

7814.39938.11150.0

48.5193580.7138355.318615.26410.9

50460.894584.559867.553197.36670.2

34717.01578.2

21931.119903.08981.12028.16953.0

12950.016422.525718.617904.39296.11481.8

3.2%2.2%1.2%0.2%

38.3%39.7%43.2%

-14.5%0.0%

602.9%43.0%48.6%30.0%31.9%56.8%41.2%32.9%31.4%46.2%58.2%

197.4%33.2%35.3%20.7%16.2%22.1%43.5%42.3%11.0%-22.7%-20.0%-87.3%

22503.521859.316454.3

27.0644.2

0.00.0

19114.013709.01899.5792.2

4664.09212.25488.45088.7399.7

3836.9136.5

2409.62094.31119.5316.3803.2

1291.1971.8

3389.53362.52417.72390.7

5.2%5.2%3.7%3.7%

41.8%42.6%46.1%

-20.0%0.0%

-100.0%34.3%34.8%27.2%22.7%25.7%41.6%28.1%32.8%-11.3%72.7%74.1%33.9%33.8%8.0%

34.7%0.2%

69.1%11.9%

107.3%105.6%215.3%211.7%

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pANtALLAzO FIsCAL

39% por las erogaciones de la seguridad social. Estos egresos crecieron un 57% interanual debido a los au-mentos otorgados a lo largo del año pero, fundamental-mente, por la adhesión de nuevos beneficiarios a través de la moratoria previsional.

Las transferencias automáticas a provincias explicaron un 21% del aumento del gasto, impulsadas por el aumen-to en la recaudación. En tercer lugar, las transferencias corrientes (exceptuando a provincias) representaron un 15% de la suba del gasto primario. Este concepto in-cluye los subsidios destinados a paliar la crisis energé-tica, las compensaciones tarifarias al sector transporte y las compensaciones a productores alimenticios para mantener los precios internos de sus productos. Estos gastos crecieron un 58% interanual. El 25% restante de la suba del gasto primario se explica por los gastos de capital (excluyendo transferencias a provincias, explic-aron un 8,6% de la suba), los salarios (5,4%), las trans-ferencias no automáticas a provincias (5,4%), bienes y servicios (3,2%) y otros gastos (2,3%).

Finalmente, los intereses de la deuda pública alcanzaron en 2007 a $ 16.423 millones, un 2% del PBI, creciendo un 42% respecto de 2006. Los principales motores del aumento fueron los intereses generados en las nuevas emisiones de bonos y el cupón del PBI, cuyo pago en diciembre alcanzó poco más de USD 800 millones, más que duplicando los casi USD 400 millones pagados a fines de 2006. Así el superávit financiero del SPNF en el ejercicio 2007 fue de $ 9.296 millones o un 1,2% del PBI, aunque descontando las transferencias de stocks de las AFJP este resultado se reduce a apenas un 0,2% del PBI.

El comienzo de 2008

El SPNF abrió el ejercicio fiscal 2008 con un superávit primario de $ 3.390 millones en el mes de enero, que más que duplica al alcanzado en el mismo mes de 2007. En este período, los ingresos totales aumentaron 41.8%, en tanto que el gasto primario creció 34.3%, por debajo de lo que lo venía haciendo en períodos previos.

En lo que respecta a la recaudación, el incremento inter-anual del 49,5% es el más alto registrado desde abril de 2003, en plena recuperación luego de la crisis.

Lo más destacable entre los componentes de la recau-dación fue el crecimiento interanual del 157% en los derechos de exportación, motivado por la fuerte suba de los precios tanto de las commodities agropecuarias como de los hidrocarburos y el aumento en las alícuo-

Sector Público Nacional No Financiero

tas sobre ambos tipos de bienes aplicado en noviembre último. Así, las retenciones significaron el 27,3% del au-mento de la recaudación en enero.

Por otra parte, el IVA creció un 45,5% explicando el 29,3% de la suba, los recursos de la seguridad social se incrementaron en un 35,7% representando un 15,8% del aumento y Ganancias creció un 31,3% significando el 13,1% del incremento de los recursos tributarios.

Así, estos cuatro componentes explicaron el 85,5% del crecimiento en la recaudación, correspondiendo el res-to al impuesto al cheque (7,2%), combustibles (3,5%) aranceles de importación (3,4%) y otros gravámenes.

En cuanto al gasto primario, la suba del 34,3% es la más baja desde abril de 2007. De la misma forma que ocur-rió el año pasado, los tres componentes que impulsaron el aumento fueron las transferencias corrientes (excluy-endo a provincias, aumentaron un 72,7%), las transfer-encias automáticas a provincias (crecieron un 32,9%) y las erogaciones de la seguridad social (aumentaron un 25,7%). Estos tres rubros significaron el 80% de la suba total del gasto primario.

El resto del aumento se explica en un 10% por los gastos de capital (excluyendo transferencias a provincias), un 8% corresponde a salarios y el resto a transferencias no au-tomáticas a provincias, bienes y servicios y otros gastos.

Los intereses de la deuda pública alcanzaron en enero los $ 972 millones, un 12% por encima de lo registrado en el mismo mes de 2007. Así, el superávit financiero del mes fue de $ 2.418 millones, un 215% por mayor al observado en enero de 2007.

Panorama Fiscal

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

18

Síntesis Financiera

¿Está el sistema financiero argentino blindado?Esta nota reflexiona acerca de los potenciales riesgos para el sistema financiero local de la crisis –todavía no culminada- en los EE.UU.. Se destacan la vinculación que tienen los bancos locales con los internacionales, la “importación” de creciente inflación mundial y la percepción de mayor riesgo para la Argentina en particular. Estos dos últimos son factores que dependen de la política económica interna.

por Ramiro Moya*

M irando en conjunto el sistema financiero argentino puede afirmarse que goza de buena salud. Los de-

pósitos del sector privado crecieron un 25,6% durante 2007, lo que permitió una expansión de alrededor del 40% interanual en los préstamos. De este modo, el crédi-to al sector privado aunque todavía bajo, alcanzó al 12,5% del PBI, casi 5 pun-tos porcentuales por enci-ma del mínimo después de la crisis (aunque la mitad que el registro de 1999). La rentabilidad de los bancos fue positiva y la capitaliza-ción del sistema alcanzó a 16% del activo, superando todo estándar sugerido por la regulación prudencial.

Como nota de mayor debi-lidad en el año 2007 sólo cabe señalar un incremento en la morosidad de los prés-tamos personales y tarjetas de crédito (que pasaron en un año del 2,9% al 3,6% del total1) como una natural con-secuencia del aumento en las tasas de interés. También la crisis internacional afectó ne-gativamente a los títulos públi-cos en poder de los bancos en el tercer trimestre generando pérdidas en sus balances que fueron superadas en el último cuarto del año. Aparte de estos dos hechos puntuales, nada parece indicar que

los bancos han sido alcanzados por la crisis financiera internacional.

Sin embargo, la crisis en los países desarrollados toda-vía no ha sido superada y sus efectos sobre los balances

de los bancos y otras entidades financieras de EE.UU. y de Eu-ropa no han sido totalmente evaluados por su compleja red de relaciones. Lo que en parte esta crisis muestra es que el dinamismo de las innovaciones financieras supera ampliamente a la sofisticación creciente de las regulaciones prudenciales.

¿Existen canales a través de los cuales el sistema financiero se verá afectado por esta crisis? Un efecto indirecto es una po-tencial reducción de la actividad económica por correcciones a la baja en los precios de los com-modities que se exportan. Esto resulta improbable debido a que cada vez hay mayor acuerdo que existe cierto “desacople” entre el crecimiento de China e India y los países desarrollados. De esta forma, continúa el argu-mento, los precios de los bienes primarios (e.g. soja, trigo, petró-

leo, hierro, etc.) continuarán en ascenso por la todavía robusta demanda de estos países. Un factor no menor es la demanda de trigo y soja en los países desarrolla-

*Economista de FIEL1Informe de Bancos, BCRA, Diciembre de 2007.

“La crisis en los países desarrollados todavía no ha sido superada y sus efectos ...

no han sido totalmente evaluados por su compleja red de relaciones.”

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

19

Síntesis Financiera

“…la crisis aumentó la percepción de riesgo en bonos

de un grupo más selecto de países emergentes… aquí

también hubo un ‘desacople’.”

dos para combustible que implicó también un cambio en la tendencia de largo plazo en los precios de los bienes agrícolas.

Pero existen otros factores que pueden indirectamente poner en riesgo el sistema financiero argentino, con mayor o menor grado.

En primer lugar, no debe minimi-zarse el hecho de que la mayor parte de las entidades financie-ras locales son entidades ex-tranjeras. Situaciones de stress en los mercados desarrollados no las deja totalmente in-munes. Por contagio, las entidades bancarias de origen local también se encuentran expuestas. Desde este pun-to de vista, cabe señalar que no existe una verdadera di-mensión en el mundo de hasta donde las interconexiones financieras pueden alcanzar y afectar a las entidades.

Tómese por ejemplo el caso de las aseguradoras de bo-nos (Ambac y MBIA), denominadas monolíneas, que ven-den su reputación asegurando bonos (se estima que los

montos son equivalentes al 14% del PBI norteamericano). Dado que estas aseguradoras tam-bién aseguraban instrumentos con respaldo de hipotecas de alto riesgo, han sido recalifica-das como más riesgosas por las agencias especializadas. ¿Qué significa esto para el sistema financiero? El resultado no es menor, dado que también tienen que ser recalificados para aba-

jo los bonos garantizados. Esto significa que muchos de estos bonos valen menos y que los bancos, Fondos de Pensión, etc. tienen que realizar pérdidas2.

Particularmente, constituyen riesgos de este tipo la mis-ma crisis de EE.UU. que implicará realizar pérdidas para

Gráfico 1EMBI PLUS - ARGENTINA, BRASIL y MEXICO

2Por ejemplo, al bajar la calificación de AMBAC de triple A a AA, significó una recalificación de 137.500 bonos de diversas clases. The Economist (24 de enero de 2008).

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

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Síntesis Financiera

los bancos de los países desarrollados de entre USD 250-300 billones, aunque algunos analistas estiman que las pérdidas financieras totales pueden llegar al equiva-lente al 7% del PBI norteamericano (aproximadamente USD 1.000 billones)3.

Un segundo tipo de riesgo, poco destacado en el análisis local, es la creciente inflación mundial que se suma al contexto inflacionario local. En este caso concurren va-rios factores, particularmente la suba de los precios de los productos agrícolas y de la energía y la expansión monetaria en los EE.UU.. Esto implica que la política do-méstica de sostener el tipo de cambio nominal en un piso para evitar la apreciación (el cual sería el mecanismo na-tural ante el aumento de los términos de intercambio de la Argentina) conduce a importar inflación del resto del mundo además de la producida domésticamente.

En este sentido, la política monetaria no ha dejado de ser sumamente laxa y contribuye al recalentamiento de la inflación doméstica. Esto significa para los bancos una inhibición del negocio aún cuando puedan significar ga-nancias de corto plazo (debido a las tasas pasivas reales de interés negativas), dado que golpea sobre los incenti-vos a ahorrar en moneda local, la fuente de fondos de las entidades.

Por último, la crisis aumentó la percepción de riesgo en bonos de un grupo más selecto de países emergentes.

Esto es, si bien todos los países emergentes vieron au-mentar las sobretasas que pagan por sus bonos (e.g. la medida de riesgo- país de J.P. Morgan), aquí también hubo un “desacople”. En efecto, tómese por ejemplo, como punto de referencia la medida de riesgo país de la Argentina y Brasil a comienzos de 2006. Entre ambos países no había más que 40 puntos básicos de diferen-cia (0,4%), una situación que hoy es muy diferente, dado que los bonos argentinos (y venezolanos) pagan sobre-tasas de 250 puntos básicos más que Brasil. No cabe duda que factores fundamentales están influyendo en el mayor costo de financiamiento del gobierno argentino (y de las empresas, por lo tanto). También este indicador es un síntoma de la mayor volatilidad que debería esperarse en los precios de los títulos locales.

Como puede observarse, sólo el primer factor puede atri-buirse a una crisis derivada de la solvencia de los mismos bancos. Dada la exposición que representa el mercado argentino para los bancos internacionales, el efecto pue-de ser mínimo. En cambio, los otros dos factores son ries-gos macroeconómicos que dependen de las autoridades, la inflación y la diferenciación de la Argentina respecto de otros países emergentes. El efecto de una mayor volatili-dad de precios de los bonos en la cartera de los bancos puede ser realmente importante teniendo en cuenta que los resultados por títulos valores representó una ganancia de 1,9% del activo frente a un resultado global de 1,5% en 2007.

3Ver Financial Times, America’s economy risks mother of all meltdowns de Martin Wolf, 20 de febrero de 2008.

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Salarios: pautas versus realidadLa pauta de ajuste salarial para 2008 tiene un techo (no escrito) del orden de 19.5% de au-mento. Sin embargo, la realidad muestra que las variaciones efectivas de salarios resultan siempre superiores a los incrementos pautados. El análisis de la coyuntura económica per-mite suponer que este año no será una excepción. La evidencia de los acuerdos cerrados hasta el momento presentan ciertas regularidades –aumento en la frecuencia de ajustes y proliferación de conceptos no remunerativos- que apoyan esta visión. De este modo, la tasa de variación salarial implícita en la mayoría de los acuerdos podría ubicarse entre el 23 y el 25% anual, con variaciones de costos laborales algo superiores.

por Juan Luis Bour*

L as distorsiones de precios abundan en la economía argentina, y la política salarial no escapa a la regla

general. De acuerdo con las declaraciones públicas, exis-te una pauta de ajuste salarial para el año 2008 con un techo (no escrito) del orden de 19.5% de aumento. Como se sabe el techo se transforma en piso si la pauta oficial subestima la variación que el mercado requiere, dada en particular la relación entre oferta y demanda de trabajo, la inflación pasada, y la inflación prevista en base a las po-líticas monetarias y fiscal prevalecientes. Esa pauta para 2008 es la más elevada desde que se introdujo el sistema de “proponer un aumento general” en 2006: en el primer año fue del 19%, en el 2007 bajó a 16.5% y ahora subió al citado 19.5%. Los resultados del incremento observado en cada período, muestran que la pauta está siempre por debajo de las variaciones efectivas de salarios. Ello vale tanto para el sector público (en 2007, el aumento a fin de año ex-cedió en 20 puntos la pauta) como para el sector público (exceso de casi 10 puntos).

Se podría argumentar que se esta-blecen pautas para influir deprimien-do las expectativas de ajuste, de modo tal que en ausencia de pauta los incre-mentos habrían sido superiores. Puesta de ese modo, se trata de una hipótesis contrafáctica y probablemente no falsificable (una hipótesis científica-mente inútil). Es claro que si el efecto depresor de la pauta funcionó en 2006, no tuvo el mismo impacto en 2007. ¿Po-demos esperar que la nueva pauta coordine las expectati-vas de los agentes económicos y finalmente éstos acepten la “política de ingresos” que propone el Gobierno?

La respuesta a priori de un economista sería, por varias razones: “-no”. En primer lugar, porque el mercado laboral

está cada vez más apretado (la oferta dis-ponible de trabajadores se achica). La

tasa desempleo se ubicó en 7.5% en el cuarto trimestre del año pa-

sado, y cabe prever, después de un transitorio incremento en el primer trimestre, que cae-rá por debajo del 7% desde el mes de abril. Esto permite que las calificaciones interme-dias –que muestran una oferta

escasa, y que están represen-tadas en los convenios colecti-

vos- puedan demandar incremen-tos reales en sus salarios. El segundo

punto es que con una inflación estable o creciente en torno de 20% anual, incrementos rea-

les de haberes implican aumentos nominales superiores. Obsérvese que este mismo razonamiento a comienzos de 2007, obligaba a comparar con una inflación oficial de 12% y efectiva estimada en torno de 14 a 15%. La tercera cues-tión es que la política monetaria fiscal se mantiene fuer-temente expansiva, por lo que no hay buenos argumentos

*Economista de FIEL

Mercado de Trabajo

Cuadro 1Aumentos salariales pautados y observados

20062007

Año Pauta Salarios SIJyP InformalesIVS

1916,5

19,826,1

25,536,6

20,624,1

Privado No Agro Público

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

23

Mercado de Trabajo

para esperar una desaceleración de la inflación. El Minis-terio de Trabajo acaba de aprobar un convenio colectivo para taxis, que establece ya un 18.5% de incremento para 2009. Este nivel “piso” para el año próximo implica que la política económica descarta una desaceleración de la in-flación: probablemente los agentes económicos también.

Pero veamos –más allá de los argumentos- lo que está pasando efectivamente en este momento con los primeros acuerdos salariales que se acaban de cerrar en enero y febrero de 2008. Hay un par de regularidades para des-tacar.

Aumenta la frecuencia de los ajustes. La primera regula-ridad que surge de las negociaciones es que la mayoría de estos acuerdos otorgan ajustes cada vez más frecuentes (el período por el cual se “cierra” la discusión es cada vez más corto). Los convenios que se cerraban por períodos anuales, son reabiertos a los 9 meses, o antes. Hay tres mecanismos para ello: el pago de un adicional fijo como anticipo del próximo convenio y/o la inclusión de cláusulas de ajuste por cambio en la inflación (cláusulas gatillo), la incorporación de un concepto nuevo (típicamente un pago no remunerativo) antes de la finalización del período de vigencia del convenio, o directamente la negociación de nuevas escalas salariales antes del vencimiento del con-venio. Esta aceleración de los ajustes obliga a interpretar con cuidado los aumentos que se anuncian. A modo de ejemplo, un aumento de 20% que se repite al cabo de 11 meses (se anticipa la negociación un mes), equivale a un aumento del 22% anual; si se anticipa 3 meses, el aumento equivale al 27.5%.

La mayoría de los convenios colectivos otorgaron adicio-nales “de única vez” a fines de 2007 y comienzos de 2008, lo que explica en parte que el año pasado haya cerrado con aumentos efectivos bien por arriba de la pauta gene-ral, o de lo establecido en los convenios colectivos. Tam-bién implica que la discusión en 2008 parte de un piso más alto (en todo caso la pauta irá sobre el salario anterior más el adicional). El convenio “testigo” de Camioneros introdujo nuevos conceptos no remunerativos desde diciembre pa-sado que crecen fuertemente entre enero y abril, con bas-tante anticipación a la fecha en que se produce el primer ajuste de la parte remunerativa del convenio, en el mes de julio. En el caso de Comercio el pago de un adicional desde marzo actúa de la misma forma anticipando el mo-mento del ajuste. En suma, esto no es más que el reflejo de un proceso de aceleración inflacionaria, que requiere que los ajustes salariales se realicen cada vez más frecuente-mente. Es una forma indirecta de demostrar –en ausencia de otros datos- que la inflación no declina, sino que está aumentando.

se extienden los pagos en negro. La segunda regulari-dad -que contradice en buena medida el objetivo oficial de “blanquear” salarios- es la proliferación de conceptos no remunerativos, que siguen siendo impulsados por el Minis-terio de Trabajo, y tolerados por la Administración tributaria. En algunos convenios estos conceptos no remunerativos

Gráfico 1Salarios mensuales en dólares (incluye proporción aguinaldo)

pueden superar el 50% de la remuneración normal. Si bien se anuncian acuerdos que incorporan al básico conceptos no remunerativos, aparecen nuevos conceptos, o se am-plían los ya existentes de modo tal que cuando se compara la situación relativa entre nuevo y viejo convenio, la partici-pación de los montos exentos es en algunos casos mayor. Esta es una buena noticia en términos de costos laborales para las empresas, pero sólo si tienen una visión miope, ya que se trata de un beneficio de muy corto tiempo: en algún momento habrá que “pagar la cuenta”, pagando mayores impuestos, sin beneficio inmediato para los asalariados. Esto es lo que pasa en 2008 con la incorporación al sueldo de los vales alimentarios.

Estas dos regularidades a las que hacemos referencia no se distribuyen sin embargo en forma homogénea, con lo que las negociaciones están dando lugar a diferencias en-tre los distintos sectores. No se trata así de una paritaria uniforme, ya que las condiciones de partida y la evolución de los mercados no lo es. Aquellos sectores que logran anticipar aumentos al cabo de 7 meses están –por ejem-plo- en mejor situación que los que logran el ajuste al cabo de 9 ó 10 meses. Los pagos no remunerativos a su vez son de muy diverso peso entre acuerdos. Sin embargo si bien no todos enfrentan la misma situación en los mercados de productos, comparten un mercado de trabajo muy “apreta-do”. De modo que los salarios volverán a crecer en forma acelerada en 2008, a una tasa que parece ubicar la mayo-ría de los acuerdos entre el 23 y el 25%, con variaciones de costos laborales algo superiores.

Con una devaluación nominal de 2% anual, los costos la-borales en dólares tienden –ya no sólo para los sectores de servicios, sino para los transables- a acercarse o superar los niveles observados durante la Convertibilidad. Como referencia, se muestran en el Gráfico 1 los niveles de re-muneración en dólares en diciembre de 2007 (es decir, sin los incrementos que se están otorgando) de acuerdo con los datos del SIJyP (remuneración con aguinaldo mensual devengado), comparados con los de fines de 2001.

Fuente: SIJYP

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

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2007 fue otro año récord; 2008 comenzó bienEn 2007, el Índice de Producción Industrial (IPI) que elabora FIEL mostró crecimiento por quinto año consecutivo, marcando así un nuevo máximo histórico. El sector Automotriz fue el de mayor aumento. El IPI observó la fase expansiva más larga registrada hasta la fecha. El año 2008 empezó con el pie derecho: el mes de enero acusó un aumento de 12.9% en relación al mismo mes de 2007.

por Abel Viglione* y María Paula Cacault**

*Economista de FIEL. **Asistente de Investigación de FIEL.

E

El balance del año

l Índice de Producción Industrial (IPI) que elabora FIEL registró, por quinto año consecutivo, una re-

cuperación, situándose un 4.9% por encima del nivel de 2006, y 26.7% por encima del nivel de 1998, anterior pico del ciclo pasado. De esta manera, el nivel de actividad industrial en 2007 constituyó un nuevo récord histórico, siendo el tercero consecutivo.

El buen nivel mostrado por la industria en 2007 responde, en parte, a la recuperación parcial del poder adquisitivo, que, junto a la expansión del sector público, consolidaron una demanda firme y sostenida. Por otro lado, el contex-to internacional fue muy favorable dado que continuaron subiendo los precios de los commodities, lo que incentivó a aumentar la producción de bienes transables manufac-turados y de bienes transables de origen primario, junto al fuerte incremento que experimentaron las cosechas.

Gráfico 1Producción Industrial

Si bien la restricción energética, gas natural y electricidad, afectó la evolución del IPI en 2007, la rigurosidad de la misma se hizo presente durante el invierno, principalmen-te durante el mes de julio, lo que impidió que el IPI mostra-ra un aumento mayor al 4.9% mencionado.

El IPI aumentó en cada uno de los trimestres de 2007 res-pecto de iguales períodos del año 2006, correspondiendo el mayor incremento al cuarto trimestre (8.0%). Esto últi-mo es explicado, en gran medida, por la incorporación de grandes consumidores de energía eléctrica en el sector metalmecánica, que incrementaron su consumo en 184% durante el último bimestre de 2007 (fuente CAMMESA), cifra que permitió que bienes de capital se ubique al tope del crecimiento en 2007, alterando el proceso de desesta-cionalización de la serie general.

Cuadro 1VARIACION PORCENTUAL TRIMESTRAL DEL IPI

IIIIIIIV

Trimestres 2007

Con Estacionalidadvs. Trimestre igual

año anterior

Desestacionalizadovs. trimestre anterior

4.5%5.3%1.9%8.0%

-0.5%2.6%0.3%5.4%

La variación trimestral del IPI desestacionalizado mostró caída solamente en el primer trimestre del año (–0.5%) respecto del cuarto trimestre de 2006, y aumento en el resto de los trimestres (2.6%, 0.3% y 5.4%, respectiva-mente).

El aumento del nivel de actividad de 2007 aconteció en 7 de los 10 sectores que conforman el IPI. Las variacio-nes anuales de los que aumentaron fueron: Automotores

Actividad Industrial

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

25

(27.2%), Metalmecánica (8.8%), Combustibles (5.8%), Mi-nerales No Metálicos (5.7%), Tabaco (3.2%), Alimentos y Bebidas (2.6%) y Papel y Celulosa (1.5%). Las caídas fue-ron en los sectores Insumos Químicos y Plásticos (-0.2%), Siderurgia (-0.6%) y Insumos Textiles (-1.8%).

Tomando en cuenta la división de bienes según su uso, se observa que las cuatro agregaciones crecieron durante 2007. Lidera el crecimiento Bienes de Capital (17.2%), se-guido por Bienes de Consumo Durables (14.8%), Bienes de Consumo no Durables (2.7%) y Bienes de Uso Interme-dio (1.6%). En cuanto a la porción de crecimiento del IPI aportada por estos sectores, Bienes de Consumo Durable lo hizo son 2.28%, los productores de bienes dedicados a la formación de capital en un 1.08%, mientras que los productores de Bienes de Consumo Durables y Uso Inter-medio contribuyeron de manera similar (0.80% y 0.77%, respectivamente).

Gráfico 2CONTRIBUCIÓN AL CRECIMIENTO 2007 / 2006

Muy buen comienzo de año

Siguiendo con la tendencia de récord absoluto mes a mes, que se registró en todos los meses de 2005, todos los de 2006, y en once meses de 2007 (sólo julio no superó a ju-lio de 2006), enero 2008 se convirtió en un nuevo máximo, teniendo en cuenta todos los primeros meses de cada año desde 1993, al registrar un crecimiento de 12.9% respecto de igual mes de 2007. Nuevamente el sector automotor lideró el aumento (136.9%), seguido por metalmecánica (44.2%) y siderurgia (31.0%).

En enero, el índice desestacionalizado registró una baja de –1.1% respecto al mes de diciembre de 2007. A pesar de ello, el ciclo de crecimiento se ha convertido en el más largo registrado, con una duración de 71 meses, ubicán-dose 67.4% por encima de febrero 2002 (valle), y definien-do una tasa de variación anualizada de 9.1%.

Gráfico 3IPI NIVEL GENERAL

Automotor: el sector que lidera el crecimiento

En el año 2007, nuevamente el sector automotor lideró el crecimiento industrial, con una tasa del 27.2%, seguido muy de lejos por el sector metalmecánica (8.8%). Con este último, se completaron cinco años consecutivos de expansión a elevadas tasas (ver cuadro), acumulando un crecimiento del 252.9% desde el valle de 2002.

Cuadro 2IPI Automotor (base 1993 = 100)

200220032004200520062007

2007/2002

Período Nivel Crecimiento

47.651.880.999.5

132.0167.9

-31.9%8.8%

56.1%23.1%32.6%27.2%

252.9%

Fuente: FIEL

La producción trepó a 545 mil unidades entre todas las categorías de automotores, superando el anterior récord de producción (1998) en un 20.7%, lo que determina que entre los picos de producción de 1998 y 2007 la tasa de crecimiento anual acumulativa es del 2.1%.

Las causas de este aumento se encuentran tanto en el mercado interno como en el externo. Las unidades ven-didas en el mercado interno (565 mil) se incrementaron en un 22.7% en 2007 en relación a 2006, mientras que las unidades exportadas (316 mil) presentaron un mayor dinamismo, al crecer un 33.6% en el mismo período, di-versificando sus destinos de venta respecto de años an-teriores.

Actividad Industrial

Page 28: Señales que desalientan - FIEL

Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

26

Situación General

Las exportaciones argentinas de vehículos tienen como principal destino Brasil (47% en 2006), siendo entonces el principal factor explicativo de su evolución, el nivel de actividad en ese país. Sin embargo, esta proporción era mayor en el pasado, ya que en los últimos años ha existido más diversificación de los destinos y crecientes oportunidades de ac-ceso a mercados desarrollados. De hecho, en los 90, Brasil era el principal, y casi único, destino externo de los autos argentinos, mientras que en la presente déca-da se amplió la cantidad de países a los que se exporta, concentrán-dose principalmente en América Latina. Actualmente son significativas las ventas a México (20/22% de las exporta-ciones) y a Chile (9/10%), apareciendo el envío a países no tradicionales.

En 2007, el total de destinos alcanzados por la industria automotriz fue a más de 70 países, presentando de esa forma una estructura exportadora más diversificada y

Cuadro 3Indicadores seleccionados del sector automotor

ProducciónExportacionesExpo/Prod.Ventas(nac+impo)ImportacionesImpo/Ventas

Unidades

Fuente: elaboracion propia en base a ADEFA

45795723749751.9%

45537223491251.6%

1998

16917610805763.9%

1556409452160.7%

2003

26040214623656.2%

31196119779563.4%

2004

31975518158156.8%

40269026451665.7%

2005

43210123678954.8%

46047827199959.1%

2006

54464731641058.1%

56492633057258.5%

2007

26.0%33.6%

22.7%21.5%

2007/2006

menos dependiente de Brasil. Ello además ha permitido un significativo incremento en el precio promedio de las unidades exportadas en más del 50%. Si bien las expor-taciones de vehículos siguen ubicándose por debajo de las importaciones en unidades, en valores monetarios la

brecha se ha reducido.

Cabe mencionar que el coefi-ciente exportaciones a produc-ción en 2007 fue del 58.1%, y el de importaciones a ventas al mercado interno fue del 58.5%, determinando que práctica-mente de cada 10 unidades

vendidas 6 son importadas.

Con un contexto internacional que no parece empeorar y con distintos acuerdos de promociones de exportación, este sector se perfila para ser nuevamente protagonista en 2008, superando la producción y las exportaciones realizadas en 2007.

“...la restricción energética, gas natural y electricidad, afectó la evolución del IPI en 2007...”

Actividad Industrial

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

27

Nota metodológicaDesde hace 4 décadas, FIEL realiza una encuesta mensual a firmas representativas de la industria manufacturera, con

el objeto de obtener la percepción de las empresas acerca de su desempeño. Para ello se releva información de carácter

cualitativo sobre cinco variables (Situación General, Tendencia de la Demanda, Niveles de Stocks, Perspectivas para los

Próximos Meses y Evolución de los Precios en el Corto Plazo). Las respuestas, debidamente ponderadas, se resumen en

porcentajes de empresas que señalaron distintos estados de cada indicador (por ejemplo, alentadora / normal / desalen-

tadora), a partir de lo cual se obtiene un resultado o “saldo”, que surge de la diferencia en el porcentaje de respuestas

correspondientes a los estados extremos (por ejemplo, alentadora y desalentadora). El relevamiento se completa con un

indicador de carácter cuantitativo (Utilización de la Capacidad Instalada), que se expresa en porcentaje.

Encuesta Industrial (mensual)

Situación General

Tendencia de la Demanda

Nivel de Stocks

Utilización de la Capacidad Instalada

Evolución de los Precios en el Corto Plazo

Perspectivas Próximos Meses

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

2008: año de cambios en el comercio internacional

En 2008, se hará visible la desaceleración internacional aunque los precios de las com-modities alimentarias podrían seguir man-teniéndose. Tanto las exportaciones como los flujos de entrada de inversiones en la Argen-tina muestran resultados por debajo de las oportunidades que caracterizaron al mundo hasta el presente. Se debe reflexionar sobre la continuidad de la actual estrategia externa.

por Marcela Cristini y Guillermo Bermudez*

E n los últimos años, el mundo ha dado muestras de una gran capacidad de crecimiento y de una inten-

sificación del comercio y las inversiones directas interna-cionales. La Argentina, por su parte, ha participado sólo tangencialmente en el escenario comercial y, ha perdido posiciones como receptora de inversiones en América Latina.

Para este año, el clima de dinamismo internacional ten-dería a morigerarse, dada la desaceleración esperada del crecimiento de los Estados Unidos y sus consecuencias sobre el resto del mundo.

A diferencia de etapas anteriores de intensificación co-mercial mundial, en estos últimos años algunos factores han modificado los patrones del comercio y han afectado su estructura.

Entre ellos cabe mencionar que el desarrollo comercial se ha dado en un clima de alta liquidez internacional, lo que se vio reflejado en un período de aumento importante de los precios de algunos productos, creando presiones inflacionarias internacionales. Este período comenzó a cerrarse con el aumento de la tasa de interés internacio-nal, en particular desde fines de 2007.

Otro aspecto importante ha sido el ajuste de las paridades internacionales de cambio con una fuerte depreciación del dólar frente al euro y a otras monedas asiáticas. En parte debido a esa corrección, las exportaciones de los Estados Unidos han comenzado a crecer significativamente por encima de las importaciones, ayudando a cerrar la brecha comercial externa que afectaba el desempeño económico estadounidense. Notablemente, pese a la apreciación sig-nificativa del euro, la Unión Europea logró el crecimiento de sus exportaciones, lo que denota un importante au-mento de productividad, que sigue a la ola de aumento de productividad que benefició a los Estados Unidos durante más de diez años.

Pero, sin duda, la característica más notable de los últimos cinco años ha sido el aumento de los precios de las com-modities internacionales. Este fenómeno fue liderado de manera elocuente por el aumento del precio del petróleo, a la par que su oferta se estancaba y su demanda crecía, siguiendo el alto nivel de actividad mundial. El segundo aumento en importancia fue el del precio de los minerales y el acero, vinculado a las extraordinarias demandas de la industria de la construcción y de la industria manufacturera en todo el mundo, pero en especial en los países asiáticos en desarrollo. Por último, aunque muy importante para el caso argentino, se ha verificado un aumento de los precios de los commodities agrícolas que combinó los efectos de

*Economistas de FIEL

28

Sector Externo

“Es muy importante para el caso argentino el aumento

verificado en los precios de los commodities agrícolas.”

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

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varios años de problemas climáticos con el aumento de las demandas de los países en desarrollo, particularmen-te China e India. Como nota adicional, el Banco Mundial acaba de revisar las paridades cambiarias de largo plazo con las que construye las comparaciones internacionales y en el caso de China los resultados indican que esta eco-nomía estaba sobredimensionada por la paridad anterior (China e India sufrieron disminuciones cercanas al 40% de la estimación preliminar), lo que significa que el están-dar de vida chino e indio eran menores de los esperados, pero también que sus crecimientos podrían durar por más tiempo, de continuar en un proceso de desarrollo exitoso. En el caso de la Argentina la corrección fue menor, pero el signo del cambio importante ya que nuestra economía perdió peso en el contexto latinoamericano.

Gráfico 1Precios de Commodities (USD)

Índice 2000=100

Gráfico 2Producto per capita y participación en

el PBI Mundial 2005

Sin lugar a dudas, un menor nivel de actividad mundial llevará a menores crecimientos del comercio y de los pre-cios internacionales, pero es muy probable que el cambio de precios relativos hacia los bienes primarios favorecido por la elevada liquidez internacional tienda a permanecer por un tiempo aún significativo. Ello se debe a que el cre-

cimiento de las demandas de los países en desarrollo se vinculan más directamente con esos mercados que con los mercados de bienes de mayor sofisticación. Esto es, si la demanda en los Estados Unidos se retrae, los consu-midores de ese país dejarán de demandar bienes con alto contenido tecnológico. Pero en la medida en que China mantenga en parte su alto crecimiento, reemplazando a otros competidores más avanzados en numerosas líneas de producción (desde textiles hasta celulares), seguirá in-corporando trabajadores rurales a sus mercados urbanos y se mantendrá la presión sobre los alimentos y las mate-rias primas básicas.

Desde la Argentina, un diagnóstico como el anterior de-bería ser evaluado con mucho cuidado, ya que de confir-marse, la estrategia comercial y productiva que tenemos al presente no sería la más conveniente para aprovechar los beneficios del comercio en el mediano plazo.

Algunos indicadores sugieren la potencial contradicción entre las señales mundiales y la estrategia local:

• En los últimos cuatro años hemos mantenido una im-portante tendencia a la depreciación cambiaria contra la canasta de monedas de nuestros principales socios co-merciales; pese a ello, las exportaciones hacia Brasil, por ejemplo, han crecido menos dinámicamente que las im-portaciones y mantenemos un importante balance comer-cial negativo con ese país. Otro tanto sucede en el caso de la Unión Europea. La depreciación local ha tenido, por otro lado, costos al convertirse en uno de los factores sub-yacentes en la alta inflación local.

• Pese a la depreciación y al aumento de la productividad de la mano de obra, los resultados del comercio no han mostrado un avance exportador en los productos no tradi-cionales. Por el contrario, los índices de cobertura de las exportaciones por ramas de actividad industrial (el exceso exportado por cada producto importado, por rama) han mostrado, sin excepciones, hacia 2007 un retroceso res-pecto de los valores en 2003, profundizando la tendencia observada el año anterior (2006). • Mientras el mundo demanda más alimentos y materias primas básicas, nuestro país impone límites a las exporta-ciones de carnes y reduce los incentivos a las exportacio-nes de granos y subproductos por la vía de la aplicación de elevadísimos impuestos al comercio exterior.

• La combinación de impuestos y política cambiaria no sólo distorsiona los volúmenes comerciados sino que mantiene un patrón de precios relativos muy diferente del que prevalece en el mundo. En consecuencia, se generan dudas sobre los sectores en los que conviene invertir en el mediano plazo, ya que mientras en el mundo se invierte en alimentos, energía y productos de muy alta tecnología, en la Argentina esas inversiones aparecen retrasadas.

En síntesis, estas consideraciones abren el año 2008 con un buen número de temas para la reflexión y marcan la importancia de no perder de vista las tendencias interna-cionales en un año de cambios.

Sector Externo

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Regulaciones

La discusión de los resultados del PRONUREE y algunas opciones tarifarias no aprovechadasEsta nota contiene dos reflexiones sobre el nuevo plan de uso racional de la energía, implementado a partir del cambio del huso horario. En primer lugar, discute la validez de las expresiones oficiales referidas a la cuan-tificación del ahorro de demanda de potencia durante el mes de enero. En segundo lugar, explora una dimensión tarifaria que no ha sido discutida aún, y que está directamente enfocada a brindar señales de precios liga-das a la escasez del recurso escaso en cada momento del día y del año.

por Santiago Urbiztondo*

A

*Economista de FIEL

Introducción

poco de haberse aprobado el Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (PRO-

NUREE), a fines de diciembre del año pasado, y con sólo un mes de aplicación de su medida principal (el cambio del huso horario), se ha notado un insólito interés por evaluar los resultados de dicho plan aún antes de que el mismo se implemente cabalmente. Sin dudas, tal plan posiblemente no logre aplicarse en su totalidad en mucho tiempo (como hemos señalado en una nota previa, el mismo contiene varias expresiones de deseo o promesas indefinidas, al tiempo que el reemplazo de las lámparas incandescentes por otras de bajo consumo parece avanzar a paso ultra-lento –100,000 cambios en un mes, cuando el objetivo es superar los 7 millones según trascendidos periodísticos), pero la observación de un único mes de aplicación del cambio en el huso horario parece un lapso de todas for-mas insuficiente para realizar afirmaciones definitivas aún si éstas se refieren a esta única medida.

No obstante, las mismas ya se han vertido. La Presidenta de la Nación señaló públicamente que las cifras del mes de enero último indican que se habría logrado un ahorro de 600 megavatios (sin aclarar si se trataba de potencia o de energía acumulada en un mes o en otro período). Noticias periodísticas (La Nación, 14/02) señalaron que dicha información sería consistente con el último informe de FUNDELEC (según el cual en enero del corriente año se registraron en promedio entre 600 y 800 megavatios de potencia menos que en julio y agosto pasados).

En el informe de FUNDELEC del 13 de febrero (titulado “Mayor consumo de energía y menor consumo de poten-cia en enero 2008”), si bien se compara el crecimiento interanual de la demanda de energía del MEM (que arroja un crecimiento del 4,9% enero 08 vs. enero 07), se indica que el nivel de consumo de energía en enero 2008 fue también superior al observado en julio y agosto de 2007, meses en los que –sin embargo– la demanda de potencia fue entre 600 y 800 MW superior. Así, según FUNDELEC, esta evidencia “...confirma que aún con un mayor consumo de energía existió una determinante dispersión en el con-

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Regulaciones

sumo de potencia nocturno, moderando la exigencia del sistema en el horario pico como consecuencia del cambio del huso horario y las subsiguientes medidas del Plan de Uso Eficiente de la Energía (lámparas de bajo consumo y ahorro energético en edificios públicos).”

¿Qué tan razonables o sólidas son estas conclusiones?

Resulta cuanto menos llamativo que se intente afirmar una conclusión tan rotunda en base a una comparación tan rápida. Claramente, no tiene porqué existir la misma estacionalidad diaria en la demanda de energía en el in-vierno que en el verano, por lo cual la relación entre de-mandas de energía y potencia entre ambas estaciones en años pasados puede haber sido la misma que la observa-da entre julio-agosto 2007 y enero 2008, en cuyo caso el efecto del PRONUREE sería puesto en duda1. Del mismo modo, en vez de comparar los tamaños relativos de las demandas de potencia y energía entre el último invierno y el último mes de enero, correspondería comparar dichos crecimientos entre los meses de enero de cada año (en los cuales, se presume, la dispersión horaria del consumo de energía sería estable –a no ser por los cambios que se introdujeron en el PRONUREE, hipotéticamente).

El Cuadro 1 presenta este último ejercicio2.

De allí pueden extraerse las siguientes conclusiones:

1. En enero 2008 no hubo un cambio visible en la velo-cidad de crecimiento de la demanda de energía y poten-cia: al igual que en los meses de enero de los tres años previos, las tasas de crecimiento interanuales en el con-sumo de energía fueron similares a las correspondientes tasas de crecimiento en la demanda de potencia (si bien el crecimiento en el consumo de energía fue superior al crecimiento en la demanda de potencia entre enero 2001 y enero 2004).

2. El crecimiento de la actividad económica (tomando el dato correspondiente al mes de enero del Estimador Men-sual de Actividad Económica, EMAE) está fuertemente correlacionado con la demanda eléctrica, si bien las de-mandas de energía y de potencia tienen ciclos menos pro-nunciados. El valor del EMAE en enero 2008 –supuesto aquí un 10% superior al del año previo–, comparado con su evolución promedio entre enero 2004 y enero 2007 (8,5% anual), ha sido acompañado por un crecimiento en la demanda de energía relativamente más débil que lo que podría esperarse por dicha relación previa (4,9% en am-bos casos), pero ello ocurriría también en menor medida con la demanda de potencia, que crece a una velocidad absoluta levemente superior (4,8% vs. 4,6%) pero posi-blemente menor que lo que correspondería a una tasa de crecimiento de la actividad estimada en un 1,5% más alta (10% vs. 8,5%). Claramente, dado que el 10% asignado al

1De cualquier forma, los datos de invierno del 2007 contienen información sobre una demanda racionada –en particular los usuarios industria-les– por lo cual en lo posible no debería ser punto de comparación.2 Otro ejercicio factible, no realizado aquí, consiste en comparar la evolución de diciembre y enero de dos años consecutivos, y verificar si el cre-cimiento de la demanda de energía y potencia entre diciembre 07 y enero 08 tiene un patrón distinto al crecimiento de estas dos variables entre iguales meses de años previos.

Cuadro 1Evolución de la demanda de energía y potencia eléctrica, Ene-02 - Ene-08

Variación en el consumo de Energía

Variación dda. Potencia (sin expo) Temperatura

promedio (º C)

Precio monómico promedio ($/MWh)

Variación anual del EMAE,

respecto igual mes año previo

Respecto igual mes, año previo

Año-móvil (últimos 12

meses)

Respecto igual mes, año previo

Ene-02 -6.0% 1.6% -8.9% 24.90 22.71 -16.5%Ene-03 7.5% -0.8% 12.0% 23.81 31.00 4.9%Ene-04 9.8% 8.1% 4.2% 25.07 35.88 10.1%Ene-05 5.0% 6.3% 5.4% 25.87 55.18 8.2%Ene-06 4.6% 5.8% 4.6% 24.60 73.04 8.7%Ene-07 5.2% 6.0% 3.9% 24.60 85.76 8.6%Ene-08 4.9% 5.5% 4.8% 25.60 132.05 10.0%Var. anual media 2007 vs. 2004 4.9% 6.0% 4.6% 8.5%2008 vs. 2001 34.5% 37.0% 27.6% 481% 35.5%

Fuente: Elaboración propia en base a CAMMESA e INDEC. El EMAE de enero 2008 se supone 10% superior al de enero 2007.

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

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Regulaciones

EMAE para enero 2008 puede ser luego revisado hacia arriba o hacia abajo, y dejando de lado las sospechas que recaen sobre posibles sobreestimaciones en los registros del INDEC al avanzar el año 2007 debido a la mani-pulación del IPC, el aumento del consumo de energía y de la demanda de potencia podrían no haberse desacelerado en absoluto. En tal sentido, obser-vando las distintas relaciones expuestas en el cuadro anterior, no parece posible afirmar taxati-vamente que un crecimiento del 4,9% en el consumo de energía y del 4,8% en la demanda de potencia durante enero 2008 (comparados con enero 2007), sean (cualquiera de ellos, y en particular la demanda de potencia) menores a los que hubieran correspondido sin medida regulatoria algu-na (aún para la tasa de crecimiento del EMAE del 10% supuesta).

3. En particular, si bien la temperatura media fue 1 grado centígrado superior a los dos eneros previos, no hay di-ferencias entre el crecimiento del consumo de energía y la demanda máxima diaria (potencia), sugiriendo en todo caso que el cambio de huso horario trasladó la curva de consumo, sin achatarla.

Cuadro 2Tarifas residenciales e industriales, en enero 2001 y enero 2007

prov. de Bs As Capital Federal Entre Ríos Córdoba I. 2001 I. 2007 I. 2001 I. 2007 I. 2001 I. 2007 I. 2001 I. 2007

tarifa residencial

- cargo fijo 2,36 $/mes 2,36 $/mes 4,68 $/bim 4,45 $/bim 7,40 $/bim 11,84 $/bim 2,8 $/mes 8,167 $/mes - cargo variable ($/kwh) < 200 kwh-mes 0.139 0.143 0.077 0.081 0.064 0.075 0.092 0.091 e/200 y 400 kwh-mes 0.139 0.155 0.036 0.042 0.081 0.103 0.144 0.167 > 400 kwh-mes 0.140 0.161 0.036 0.042 0.166 0.192 0.144 0.167

tarifa grandes demandas, media tensión (dimensión estacional)

- cargo por potencia pico 7.497 10.373 5.7 6.833 3.480 3.400 6.002 9.250 - cargo por potencia valle 3.210 5.047 3.09 4.920 2.840 2.780 3.316 3.316 - cargo por energía pico 0.024 0.076 0.033 0.086 0.035 0.094 0.032 0.108 - cargo por energía valle 0.020 0.067 0.025 0.067 0.027 0.074 0.019 0.073 Relación pico/valle - cargo por potencia 2.34 2.06 1.84 1.39 1.23 1.22 1.81 2.79 - cargo por energía 1.20 1.13 1.32 1.28 1.32 1.27 1.66 1.48

Nota: Valores residenciales aproximados debido a umbrales heterogéneos en distintas jurisdicciones. Cargos variables son sobre consumos adicionales, construyendo envolvente aún cuando hay dos categorías ex-ante de usuarios residenciales (ej., Capital Federal). Prov. Buenos Aires incluye promedio EDEA, EDEN y EDES. Capital Federal incluye EDENOR y EDESUR. Entre Ríos incluye a ENERSA (ex-EDEERSA). Córdoba incluye EPEC. Cargos fijos residenciales y cargos de potencia en pico en Córdoba incluyen “cargos transitorios por obras” de aprox. 3 $/mes y 3$ kw-mes.

En definitiva, cuanto menos no es fácil concluir (cuantita-tiva ni cualitativamente) sobre el ahorro en la demanda de potencia (o mayor dispersión intra-diaria en el consumo

de energía, suavizando relati-vamente el pico de demanda) a partir de los datos de enero 2008, y parece prudente tam-bién evitar concluir que los datos consignados aquí demuestran la falta de efecto alguno a partir del cambio en el huso horario (única medida aplicada del PRONU-REE en dicho mes). En efecto, una evaluación más detallada, además de incluir un número mayor de meses para evitar problemas de identificación de

shocks aleatorios no contabilizados, debería distinguir las demandas residenciales del resto, y agotar las diversas comparaciones relevantes, en particular utilizando datos de alta frecuencia (consumos intra-diarios).

Otras cuestiones a analizar

El cuadro anterior llama la atención también sobre el as-pecto tarifario: ¿cómo pueden crecer tan significativamen-te las demandas de energía y potencia con semejante aumento en el precio monómico del MEM? La respuesta es muy simple: buena parte de los usuarios finales no han percibido aumento alguno, tanto por la distorsión del pre-

Al igual que en los meses de enero de los tres años

previos, las tasas de crecimiento interanuales en el consumo

de energía fueron similares a las tasas de crecimiento en la

demanda de potencia.

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

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Regulaciones

cio del MEM vía subsidios e intervenciones públicas que discriminan el precio a pagar por distintos agentes como por el congelamiento o incremento ínfimo de los márgenes de distribución en las distintas regiones del país (en parti-cular para los usuarios residenciales).

En efecto, el Cuadro 2 –donde se reflejan los casos de la Capital Federal y las Provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba– permite verificar (en su parte superior) que las tarifas residenciales prácticamente no han sufrido cambios entre 2001 y 2007 (en ambos casos, tomando el primer trimestre de cada año).

Al mismo tiempo, en la parte inferior del cuadro puede ex-plorarse una dimensión tarifaria poco discutida aún en la Argentina: si bien las tarifas para los usuarios industriales han aumentado de manera significativa desde el año 2001 a la fecha, no se han producido aún modificaciones rele-vantes en general respecto de la estructura estacional de dichas tarifas: la relación entre los cargos por demanda de potencia máximos y mínimos diarios (en horas pico y horas valle) se ha mantenido inalterada en tres de las cuatro juris-dicciones reflejadas en el cuadro, al tiempo que la relación entre los cargos mínimos y máximos diarios por el consumo de energía también se ha mantenido invariante y además en niveles mínimos en casi todos los casos (el precio de la energía para usuarios en media tensión es sólo entre un 13% y 32% superior en horas pico en que horas valle, con la excepción nuevamente de Córdoba, donde la diferencia igualmente cayó del 66% en 2001 al 48% en 2007).

Esta dimensión tarifaria, en presencia de una operación del sistema eléctrico en situación de estrés (denomina-da en general como “crisis energética”), debería ser ex-plotada mucho más para permitir asignar los costos de ampliación del sistema a los verdaderos causantes (esto es, la demanda de pico), ampliando significativamente las diferencias tarifarias entre las horas de pico y fuera de pico (con medidores horarios), particularmente respecto del consumo de energía y en las estaciones del año don-de la utilización eficiente de la potencia existente es más acuciante (esto es, en invierno y verano)3.

Esta adaptación de la estructura de precios (aún si no lle-vara consigo un aumento en el nivel agregado de las tarifas que enfrentan los usuarios) parece un mecanismo natural y mucho más transparente y efectivo que las intervenciones telefónicas solicitando a las empresas la desconexión del sistema o el cierre de sus plantas que se han dado en el pasado reciente en la Argentina. Se requiere, a tal fin, tener cierto respeto por las propiedades de los precios en la asig-nación eficiente de recursos escasos.

3La ampliación de la tarificación estacional a los usuarios residencia-les sería un avance importante, pero (careciendo éstos de medidores horarios) debería considerarse en el contexto de una reforma más gen-eral en materia de competencia en la comercialización minorista. Mien-tras tanto, entonces, puede optimizarse esta relación de precios sobre los usuarios no-residenciales.

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Panorama Político

Panorama político nacional a comienzos de marzo

por Rosendo Fraga*

El discurso de Cristina en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso buscó recuperar su protagonis-mo político, opacado por Kirchner en los últimos tres meses. Se puso en evidencia una vez más sus condiciones como oradora, hablando sin leer, lo que es poco usual en un mensaje de este tipo. En cuanto al contenido del discurso, fue una ratificación de la línea política y económica de su gobierno, que definidamente continúan las de Kirchner. En cuanto a las demandas de la opinión pública, se eludió la inflación que es el tema económico que más preocupa a la gente y respecto de la inseguridad, la cuestión que hoy más importa en lo social, en realidad se trasladó la responsabili-dad a la justicia y la policía. La movilización de los piqueteros oficialistas en apoyo de Cristina, fue exigua. Es que sin los intendentes del conurbano y los sindicatos, el ala izquierda de la coalición kirchnerista tiene un poder de convocatoria limitado. La ausencia de Kirchner, tuvo un objetivo preciso, dejar todo el escenario para su esposa, tras un trimestre en el cual en los hechos no lo tuvo.

pero el rol de Kirchner sigue siendo decisivo, no sólo en la reorganización del pJ sino también en las decisio-nes de gobierno. Mientras se habla de sacar al peronis-mo de la internacional demo-cristiana para incorporarlo a la social-demócrata, la realidad es que el ex presidente sigue sumando dirigentes de centro-derecha al peronismo. Así lo hizo la semana pasada con los senadores y ex gobernadores Juan Carlos Romero y Rubén Marín, planteando también la posibilidad de que Carlos Reutemann, ocupe una de las vi-cepresidencias del partido, siendo probable que finalmente a Roberto Lavagna no se le asigne ninguna, pese al acuerdo alcanzado. Respecto de la pugna entre el Ministro de Eco-nomía (Lousteau) y el Secretario de Comercio (Moreno), es claro que la influencia del segundo se seguirá amplian-do, tanto por su relación con Kirchner como por el hecho de que la política económica del gobierno, requerirá cada vez más controles. También sigue aumentando, -por las mis-

mas causas,- la influencia del Ministro de Planificación e Infraestructura (De

Vido), como lo muestra la aproba-ción por parte del Congreso del

proyecto que permite crear en su órbita empresas estatales de ferrocarriles. En cuanto al ex presidente, un fiscal de Santa Cruz pidió su citación en la causa de los fondos de la provincia depositados en

Suiza, una cuestión que nunca termina de resolverse.

En el plano sindical, los aumentos reales siguen supe-rando la pauta del 19,5%, mientras que Moyano aumenta su poder y lograría una de las vicepresidencias del pJ. El sindicalismo busca,- y está obteniendo,- un aumento real del 30%, sobre todo en los salarios más bajos. Es el reclamo abierto de gremios como bancarios, gastronómicos y meta-lúrgicos, lo que han obtenido los docentes para los básicos y a lo que llegan la mayoría de los trabajadores que cobrarán el 19,5%, al agregarse sumas fijas de 250 y otros suplemen-tos. Moyano volvió a ser recibido por Kirchner y el gobierno en pleno asistió a la conmemoración de los 20 años de este dirigente como secretario general del gremio de camioneros. A ello se agrega la decisión del Ministerio de Trabajo de ace-lerar el otorgamiento de la personería gremial al sindicato de los trabajadores de peajes, cuyo secretario es Facundo Moyano, otro de los hijos del titular de la CGT. Los sindicatos siguen apoyando la política de control de precios, pero simul-táneamente reclaman salarios de acuerdo a la inflación real.

La visita de Cristina Kirchner a Caracas, confirma que continúa la relación especial con Chávez que desarrolló su marido. La visita tiene lugar en momentos que la ten-sión entre Caracas y Bogotá escala peligrosamente, cuando Chávez despliega tropas en al frontera con Colombia y retira su embajador y en momentos cuando el Departamento de Estado informa que el tráfico de drogas en Venezuela está teniendo un fuerte incremento. La presidente argentina firma-rá una serie de acuerdos económicos y energéticos, que ya fueron negociados en la capital venezolana por el Ministro De Vido, por quien sigue pasando la relación bilateral entre los dos países. Tras el conflictivo acuerdo alcanzado en Buenos Aires entre Brasil, Bolivia y Argentina respecto del gas, Cris-tina Kirchner ha propuesto que se sume a Venezuela a este acuerdo, lo que no sería compartido por el gobierno brasile-ño. En Caracas, reaparecerá el caso Antonini Wilson dado que la oposición reclamará en manifestaciones públicas, la devolución de los 800.000 dólares de la valija secuestrada en el Aeroparque de Buenos Aires, en momentos que reapare-cen en el juicio de Miami, testimonios respecto a que dichos fondos iban destinados a la campaña electoral del oficialismo argentino. Las denuncias de que los bonos argentinos que compra Venezuela son utilizados para sacar divisas del país, es otra de las cuestiones que plantea la oposición venezo-lana. La visita mostrará al gobierno argentino más cerca de Caracas que de Bogotá, en el conflicto regional.

*Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

Los intereses creados

No es que a Julián le molestara ser calesitero, pero es evidente que no se resignaba a que su vida se limitara

a vender boletos, gambetear manos infantiles y vivir permanentemente en tensión especulando con que la

lluvia o la falta de energía eléctrica no le arruinaran el día. Por eso una tarde le brillaron los ojos cuando, al

compás de un tango, se puso a leer la sección de crítica cultural de un prestigioso vespertino.

La sección cultural contenía ese día como artículo de fondo un ensayo escrito por el licenciado Inocencio

Frustrado, en el que se quejaba del hecho de que la industria de los medios de comunicación, es decir, las

compañías grabadoras de discos, las editoriales, etc., editaban “cualquier cosa”, eso que más le gusta al

público, en vez de alentar vigorosamente el desarrollo del verdadero arte, hecho que según Frustrado se

debía a la existencia de poderosos intereses.

“Bravo”, dijo Julián, “esta es una excelente

oportunidad para combinar el desarrollo

de la cultura, la derrota de los intereses de

la ignorancia y de paso para entrar a ganar

plata en serio”. Se endeudó junto con su

cuñado Francisco y juntos fundaron una

empresa dedicada a popularizar lo que

según Frustrado era el arte verdadero.

Como parte de la primera etapa de la em-

presa, Julián decidió editar 50.000 copias

de un long-play de boleros escritos por

Armando Troncoso, un autor descono-

cido que según Frustrado hacía arte ver-

dadero; también apoyó financieramente

la exposición de cuadros pintados por

Luis Maleta, y por último editó 30.000

ejemplares de “Un piolín en la cornisa”,

novela dramática escrita por Angel Mufa.

Por los pasillos de la casa de Julián se

camina con dificultad, porque los 50.000

discos no cabían en las oficinas de la em-

presa; a la exposición de cuadros fueron 4

personas; la esposa de Troncoso y sus 3

hijas. Afortunadamente, la edición del libro

de Mufa, Julián la pudo colocar totalmente.

Se la compró un botellero a $1,50 el kilo.

Pobre Julián.

Las Desventuras de Julián Falacia se publicaron en forma completa en los Escritos Seleccionados 1968-1980 de Juan Carlos De Pablo, Editorial Macchi, Buenos Aires 1981, y se reproducen con autorización expresa del autor.5

LAS DESVENTURAS DE JULIÁN FALACIA Juan Carlos De Pablo

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Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

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Argentina: Indicadores Económicos Seleccionados

Marzo 2008

PBIInversión interna bruta • Construcción • Equipo durable de producciónExportacionesImportacionesConsumo total • Consumo privado • Consumo público

PBIInversión interna bruta • Construcción • Equipo durable de producciónExportacionesImportacionesConsumo total • Consumo privado • Consumo público

Inversión interna bruta • Construcción • Equipo durable de producciónExportacionesImportacionesConsumo

Precios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesosPrecios corrientes, millones de pesos Precios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anualPrecios constantes, variación % anual % PBI, a precios constantes% IBIF, a precios constantes% IBIF, a precios constantes% PBI, a precios constantes% PBI, a precios constantes% PBI, a precios constantes

Minist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. Economía

Minist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. Economía

Minist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. Economía

654,974153,26496,18657,078

161,949125,474467,370386,17681,194

8.5

18.718.618.87.4

15.27.37.75.2

21.78.3

13.414.012.077.2

703,286172,770106,87365,897

179,188139,156495,202403,91891,284

8.6

12.011.113.412.817.17.27.84.5

22.961.838.214.012.276.9

681,120156,03495,98560,049

159,333135,293507,890423,40984,481

8.0

13.78.2

22.39.0

20.68.68.96.4

20.458.541.514.613.478.9

835,125186,946122,45064,496

191,415150,035592,168486,373105,795

8.612.77.2

22.08.7

18.98.48.77.0

21.860.339.713.512.276.7

824,944211,025129,42081,605

205,890185,425591,542479,542112,000

8.7

12.86.4

23.08.6

19.08.88.98.4

23.757.942.114.013.776.9

Cuentas naCionales unidad Fuente 2006 iV trim.06 i trim.07 ii trim.07 iii trim.07

Actividad económica (EMAE)Producción industrial (EMI)Construcción (ISAC)Ventas en superm. (constantes)Centros de compras (constantes)Servicios públicos (ISSP)Producción industrial (IPI) • Alimentos y bebidas • Cigarrillos • Insumos textiles • Pasta y papel • Combustible • Químicos y plásticos • Minerales no metálicos • Siderurgía • Metal-mecánica • Automóviles • Bienes de consumo no durable • Bienes de consumo durable • Bienes de uso intermedio • Bienes de capitalUtilizac. de la capacidad instalada

Variación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anualVariación % anual%

INDECINDECINDECINDECINDECINDECFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIELFIEL

8.77.56.3

16.619.613.44.92.63.2

-1.81.55.8

-0.25.7

-0.68.8

27.22.7

14.81.6

17.272.2

9.29.6

12.719.421.916.46.04.0

11.5-1.01.79.30.59.82.3

-1.135.45.2

11.03.4

17.472.4

S/D12.513.425.021.721.212.9-1.4-6.54.76.23.81.5

10.131.044.2

136.9-2.335.75.8

166.568.6

aCtiVidad eConómiCa unidad Fuente 2007 oCt-07 ene-08

arGentina

Situación General

9.210.08.9

23.624.318.08.84.2

11.0-0.1-0.70.52.3

10.820.519.326.55.49.83.9

54.374.0

noV-079.79.6

10.421.722.518.09.34.52.5

-1.0-1.6-1.30.22.4

24.734.235.24.1

12.31.7

91.173.5

diC-07

Page 40: Señales que desalientan - FIEL

Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

38

Situación General

IPC GBA (Nivel general)IPC 6 /aIPC 11 /b IPC-GBA (Regulados) IPC-GBA (Estacionales) IPC-GBA (Resto IPC) Alimentos y bebidas (IPC-GBA) Indumentaria (IPC-GBA) Vivienda (IPC-GBA) Equip. y mant. del hogar (IPC-GBA) Atención médica y gastos para la salud (IPC-GBA) Transporte y comunicac. (IPC-GBA) Esparcimiento (IPC-GBA) Educación (IPC-GBA) Bienes y Servicios varios (IPC-GBA)Precios mayoristas (IPIM)Precios mayoristas (IPIB) Productos nacionales (IPIB) Primarios (IPIB) Manufact.y energía eléctrica (IPIB) Productos importados (IPIB)Costo de la construcción Materiales Mano de obra Gastos generalesSalarios - IVS (INDEC)

Salario públicoSalario privado (no agrícola)Salario mínimo

PreCios y salarios% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual

% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual (*)% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual% var. Anual y mensual

Pesos. Con SAC devengadoPesos. Con SAC devengadoPesos

unidadINDECFIEL y DNEFIEL y DNEINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDEC

INDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDEC SIJyPSIJyPFIEL

Fuente8.8

13.616.35.35.2

10.111.27.59.49.57.2

7.03.1

12.58.0

10.011.111.211.711.09.7

20.116.424.718.820.62007

2474.22200.8

858

2007 noV-070.9

-0.30.22.4

-4.31.30.11.40.90.61.0

2.70.90.41.01.00.80.9

-0.51.40.21.11.30.90.31.4

Sep-072716.32425.1

900

diC-070.91.00.91.0

-0.31.10.40.90.8

-1.53.5

0.72.40.21.90.60.50.5

-1.61.40.50.11.3

-1.1-0.91.4

Oct-072729.62322.0

960

Tipo de cambio nominal Tipo de cambio bilateral real, USA Tipo de cambio multilateral real Tipo de Cambio Efectivo (Exportación - Maíz)Tipo de Cambio Efectivo (Exportación - Soja)Tipo de Cambio Efectivo (Exportación - Aceite de Girasol)Tipo de Cambio Efectivo Importación - Camisas)Tipo de Cambio Efectivo Importación - Tintas para impresoras)

tiPo de CambioPesos por dólar, promedio(2.1)Índice base 1997=100 (2.1)Índice base 1997=100 Pesos por dólar, fin de período

Pesos por dólar, fin de período

Pesos por dólar, fin de período

Pesos por dólar, fin de período

Pesos por dólar, fin de período

unidadBanco NaciónFIELBCRAFIEL

FIEL

FIEL

FIEL

FIEL

Fuente3.14

220.1182.0

2.5

2.2

2.5

3.8

3.6

20073.16

223.8191.3

2.4

2.1

2.2

3.8

3.6

noV-073.16

220.7190.1

2.4

2.1

2.2

3.8

3.6

diC-073.16

221.4190.6

2.4

2.1

2.2

3.8

3.6

ene-08

Empleo Urbano TotalDesocupación • corregida por planesTasa informalidad asalariadaProductividad media por hora en la industria

merCado laboralmiles de personas% de la PEA% de la PEA%, sobre empleo asalariadoÍndice base 1993=100. Desestacionalizada

unidadFIELINDECINDECINDECFIEL en base a INDEC

Fuente14,572

10.212.143.1

157.5

iii trim. 0614,794

8.710.142.9

161.5

iV trim. 0614,682

9.811.141.6

163.7

i trim. 0714,664

8.59.5

40.4164.7

ii trim. 0714,921

8.18.8

40.9 c/162.8

iii trim. 07

Exportaciones de bienes • Export.de bienes primarios • Exportación de manufacturas agropecuarias • Exportación de manufacturas industriales • Export. de combustibles y energíaPrecios de las exportacionesVolumen de exportacionesImportaciones de bienes • Imp. de bienes de capital • Imp. de bienes intermedios • Imp. de combustibles • Imp. de piezas y accesorios • Imp. de bienes de consumo • Imp. de vehículos automotores • Resto de importacionesPrecios de las importacionesVolumen de las importacionesSaldo del balance comercial

ComerCio exteriorMillones de US$Millones de US$Millones de US$

Millones de US$

Millones de US$Variación mensual / anual % (*)Variación mensual / anual % (*)Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Variación interanual % (*)Variación interanual % (*)Millones de US$

ComerCio exteriorINDECINDECINDEC

INDEC

INDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDECINDEC

Fuente55,933 12,482 19,221

17,384

6,846 12 8

44,780 10,759 15,501 2,830 7,718 5,147 2,710

115 6

23 11,154

2007(*)5,539 1,178 2,062

1,622

677 14 16

4,401 1,071 1,559

230 732 556 243 10 8

25 1,139

oCt-075,422

999 1,994

1,711

718 21 9

4,384 1,091 1,486

193 792 547 266

9 5

28 1,039

noV-07

arGentina

ene-080.91.11.21.7

-0.51.00.7

-2.11.30.31.3

1.92.50.60.40.81.41.52.41.10.80.71.10.12.8S/D

Nov-072597.92324.5

960

3.17222.7

S/D2.4

2.1

2.2

3.8

3.6

Feb-08

5,668 1,141 1,976

1,938

612 23 10

3,882 1,116 1,265

185 642 442 224

8 9

29 1,786

diC-075,639 1,591 2,010

1,409

628 27 31

4,475 1,160 1,613

97 784 504 309

7 7

41 1,164

ene-08

Feb-080.5S/DS/D-0.6-2.81.11.1

-2.70.90.70.4

-0.30.10.90.60.81.41.42.90.81.90.60.80.21.0S/D

Dec-072873.72501.8

980

Page 41: Señales que desalientan - FIEL

Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

39

Situación General

arGentina

Cuenta corriente • Balance de mercancías • Balance de servicios • Balance de rentas • Transferencias corrientesCuenta capital y financiera • Balance de cuenta capital • Balance de cuenta financiera

balanCe de PaGosMillones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$Millones de US$

unidadMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. Economía

Fuente8,092

13,872 -837

-5,440 497

-5,562 97

-5,659

20062,638 3,700

15 -1,210

133 -28

1 -29

iV trim 061,006 2,397

-70 -1,418

98 2,450

12 2,438

i trim 072,375 3,908 -325

-1,311 102

5,048 2

5,046

ii trim 07796

2,425 -564

-1,173 107

-1,686 97

-1,784

iii trim 07

Tasa Prime (pesos, 30 dias)Tasa Call Money (Pesos)Tasa Plazo Fijo (Pesos, 30 ds.)Tasa Plazo Fijo (Badlar Bancos Privados)Riesgo país Índice Merval Total depósitos del sector privadoTotal prestamos al sector privadoBase monetaria ampliaM2 (total sectores)Reservas líquidas del Banco Central Stock Lebacs y Nobacs

sistema FinanCieroMillones de dólares, fin de período (1,2)Millones de dólares, fin de período (1,2)Millones de dólares, fin de período (1,2)Millones de dólares, fin de período (1,2)

Millones de dólares, fin de período (1,2)Millones de dólares, fin de período (1,2)Millones de pesos, fin de período (1,1)Millones de pesos, fin de período (1,1)Millones de pesos, fin de período (1,1)Millones de pesos, fin de período (1,1)Millones de dólares, fin de período (1,1)

Millones de pesos, fin de período (1,1)

unidadBCRABCRABCRABCRA

JPMorganBCBABCRABCRABCRABCRABCRA

BCRA

Fuente16.3 10.8 10.3 13.6

410.0 2151,73152,267 106,286 98,978.7

149,475.7 46,024.6

49,734.2

20079.2 6.9 7.2 8.0

228.0 2,067.6 126,553 77,537

76,596.9 125,921.8 32,638.2

47,193.0

Feb-0716.3 10.8 10.3 13.6

410.0 2151,73152,267 106,286 98,978.7

149,475.7 46,024.6

49,734.2

diC-0713.5 7.7 7.0 8.8

466.0 2,007.3 153,143 108,510 95,578.2

153,143.0 47,340.7

51,406.2

ene-0811.7 7.6 8.7 8.9

503.0 2162,2

155,889 109,559 95,463.2

149,173.8 48,857.0

53,318.0

Feb-08

Recaudacion tributaria nacional Recaudación tributaria DGI • Impuesto al valor agregado • Impuesto a las ganancias • Impuesto a los débitos y créditos bancarios • Impuesto a los combustibles • Impuestos internos • Otros impuestosRecaudación tributaria DGA • Aranceles a las importaciones • Derechos de exportación Recaudación de segur. socialIngresos no tributariosGasto primario • Seguridad social • Bienes y servicios y otros gastos • Salarios • Transferencias corrientes • Gastos de capitalResultado fiscal primario, SPNFPago de interesesResultado fiscal global, SPNF

situaCión FisCalMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesos

Millones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesosMillones de pesos

unidadMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. Economía

Minist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. EconomíaMinist. Economía

Fuente199,781 136,983 62,669 42,855 15,065

7,466 4,718 4,210

27,468 7,018

20,450 35,330 9,987

193,581 50,461 7,989

18,615 94,585 21,931 25,719 16,423 9,296

200712,535 9,615 2,623 3,001 1,062

301 204 223

1,736 287

1,229 3,182

539 12,232

3,711 722

1,294 6,505 1,800 1,635

869 767

ene-0719,621 13,291 6,393 3,915 1,408

791 451 335

3,242 622

2,621 3,087

812 21,409 6,535 1,040 2,108 9,187 2,539

-1,199 4,043

-5,241

diC-0721,729 13,459 6,728 3,940 1,580

550 491 169

3,949 734

3,215 4,321

644 19,114 4,664

929 1,900 9,212 2,410 3,390

972 2,418

ene-0819,604 12,821 5,916 3,803 1,505

906 451 239

3,181 655

2,526 3,603

n/dn/dn/dn/dn/dn/dn/dn/dn/dn/d

Feb-08

Deuda pública total nacional Deuda pública externa

deuda PúbliCaA Dic., Millones de US$A Dic., Millones de US$

unidadMinist. EconomíaMinist. Economía

Fuente191,296 115,884

2004128,630 65,355

2005136,725 55,840

2006136,648 57,597

i trim. 2007138,315 59,490

ii trim. 2007

PBI realIBIF real Tipo de Cambio ($/USD) IPC M2

ProyeC. eConómiCas (**)2008, var % anual2008, var % anualDic. 2008 2008 var % diciembre-diciembreDic.2008 Prom. en miles de mill. de pesos

Periodo7.5

11.9 3.225

9.8 174

Fiel

Contexto internaCional

PBI PBI Inversión Exportaciones Inflación minorista, promedio anualInflación mayorista, prom. anual Cta. corriente de balance de pagosTipo de cambio

estados unidosReal, variacion % anualMiles de Mill. de US$ corrientes% PBI corriente% PBI corriente%%Miles de Mill. de US$USD / Euro

unidadBEABEABEABEABLSBLSBEAFederal Reserve

Fuente3.3

13,245 20.0 11.1 3.2 3.0

-811 1.3

20062.6

13,392 19.4 11.4 1.9 0.2

-188 1.3

iV trim. 20062.8

13,971 18.9 12.1 2.4 3.7

-179 1.4

iii trim. 2007

7.3 12.5

3.247 9.6 172

r.e.m (bCra)

2.2 13,844

18.8 11.9 2.9 3.9 S/D1.4

20072.5

14,084 18.3 12.3 4.0 6.5 S/D1.5

iV trim. 2007

Page 42: Señales que desalientan - FIEL

Indicadores de Coyuntura Nº 485, marzo de 2008

40

Situación General

Contexto internaCional

PBI PBI Inversión Exportaciones Inflación minorista, promedio anualInflación mayorista, prom. anual Cta. corriente de balance de pagosTipo de cambio

brasilReal, variacion % anualMill. de US$ corrientes (+)% PBI corriente (+)% PBI corriente (+)%%Millones de US$Reales por dólar

unidadBCBBCBBCBBCBBCBBCBBCBBCB

Fuente2.3

796,284 18.0 16.9 6.9 5.4

14,193 2.43

20053.7

959,535 18.7 16.3 4.20 0.81

13,276 2.16

20064.5

1,068,307 16.8 14.4 3.84 2.21

7,480 2.17

iii trim. 065.6

1,316,302 17.5 14.6 3.29 4.59

2,821 1.98

ii trim. 075.7

1,318,719 17.8 13.0 4.02 5.48

1,017 1.92

iii trim. 07

PBI PBIInversiónExportaciones Inflación minorista, promedio anualInflación mayorista, prom. anual Cta. corriente de balance de pagosTipo de cambio

ChileReal, variacion % anualMill. de US$ corrientes (+) (++)% PBI corriente% PBI corriente%%Millones de US$Pesos por dólar

unidadBCChBCChBCChBCChBCChBCChBCChBCCh

Fuente5.7

119,029 20.6 41.0 3.06 5.39

1,315 560

20054.0

145,811 19.3 45.4 3.39 6.97

5,256 530

20062.6

145,437 18.9 46.2 3.49 9.34

1,237 539

iii trim. 066.2

162,984 20.7 48.6 2.86 4.04

2,122 527

ii trim. 074.1

160,597 20.4 43.2 4.79 4.78 330 520

iii trim. 07

PBI PBIInversiónExportaciones Inflación minorista, promedio anualInflación mayorista, prom. anual Cta. corriente de balance de pagosTipo de cambio

uruGuayReal, variacion % anualMill. de US$ corrientes (+)% PBI corriente (+)% PBI corriente (+)%%Millones de US$Pesos por dólar

unidadBCUBCUBCUBCUBCUBCUBCUBCU

Fuente6.6

16,791 12.9 20.3 4.70

-2.57 1.57 24.5

20057.0

19,308 16.0 20.5 6.40 5.92

-456.57 24.1

20067.2

18,696 15.4 21.4 6.56 8.40

-220.76 23.95

iii trim. 063.7

21,468 15.7 19.9 8.14 8.81

106.7 24.00

ii trim. 0710.0

22,405 15.9 20.4 8.65

12.18 -258.7 23.57

iii trim. 07

Fed Fund RateUS Treasury Bill (10 años)LIBOR 180 díasDow Jones (Industrial)Índice BovespaÍndice IPCÍndice IPSAÍndice Taiwan WeightedÍndice Hang SengÍndice SETÍndice KLSE CompositeÍndice Seoul CompositeÍndice Straits TimesÍndice Nikkei 225

merC. Finan. internaC.% “(1.2) % “(1.2) % “(1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2) Índice (1.2)

unidadFederal ReserveFederal ReserveIMFDow JonesBolsa de Brasil Bolsa de México Bolsa de ChileBolsa de TaiwanBolsa de Hong KongBolsa de TailandiaBolsa de MalasiaBolsa de CoreaBolsa de SingapurBolsa de Japón

Fuente4.254.104.83

13365,8763886

29700,193051.838506,28

27812,65858.1

1445,031897,133482,3

15307,78

diC-07 noV-074.5

4.154.83

13371,7263006

29770,523204.478586,4

28643,61846.44

1396,981906

3521,2715680,67

diC-07

SojaTrigoMaízAceite de SojaAceite de GirasolCaféAzúcarPetroleo (WTI)Gas NaturalCaucho

AluminioCobreNíquelZincOro

PreCios CommoditiesUSD por ton.metr. (FOB Golfo de México)USD por ton.metr. (FOB Golfo de México)USD por ton.metr. (FOB Golfo de México)USD por ton.metr. (Rotterdam)USD por ton.metr. (FOB Ptos. Argentina)US centavos por libraUS centavos por libraUSD por barril, precio FOB.USD per million BTU US centavos por libra (FOB Malasia/Singapore)USD por ton.metr.USD por ton.metr.USD por ton.metr.USD por ton.metr.USD por onza

unidadSAGPyASAGPyASAGPyASAGPyASAGPyAICOIMFDOEEIA (Henry Hub)IMF

LME spotLME spotLME spotLME spotNY spot

Fuente364365173988

12619110

86.2283.0

99

2,4418,006

31,0342,973

792

oCt-07411327178

11441258

9310

94.6311.0

107

2,5066,965

30,5902,540

783

noV-07428384192

11901269

9111

91.2311.0

114

2,3816,585

25,9662,352

835

diC-07

(*) Datos provisorios (**) Corresponden a estimaciones a la cuarta semana de febrero (27/02). (+) Estimado. Chile: modificaciones respecto a meses anteriores se deben al cambio en la metodología.(1) último dato disponible, (1,1) al 22/2/08 (1,2) al 29/2/08 “”(1,1) promedio al 29/2/08 (2) último dato disponible (2.1) al 03/03/08 (***) A partir de enero de 2007, las transferencias automáticas a provincias se informan a través de la Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con Provincias (DNCFP) ICO: International Coffee Organization EIA: Energy Information Administration, Official Nebraska Government Website. a/ Corresponde a: Mendoza, Catamarca, Santa Fé, Córdoba, Tucumán, San Luis b/ Corresponde a: IPC 6 + Misiones, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén, Chubut. c/ Total de Algomerados relevados (Durante el 3º trimestre de 2007, los Aglomerados Mar del Plata-Batán, Bahía Blanca-Cerri y Gran La Plata no fueron relevados por causas de orden administrativo, mientras que los casos correspondientes al Aglomerado Gran Buenos Aires no fueron relevados por paro del personal de la EPH)

4.254.104.83

13365,8763886

29700,193051.838506,28

27812,65858.1

1445,031897,133482,3

15307,78

ene-083.003.753.85

12650,3660289

28296,82794.537521.13

23455.74784.23

1393.251624.682981.75

13592.47

Feb083.003.743.01

12266,3963489

28918,522836.838412,76

24331,67845.761357,4

1711,623026,45

13603,02

477369218

12471491

9912

93.0373.1

120

2,4457,059

27,6702,340

923

ene-08527459223

13961646

11514

93.5373.1

120

2,7767,886

27,9412,437

974

Feb-08

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