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Ángela Di Tullio: Manual de gramática del español La isla de la luna. Buenos Aires, 2005 Capítulo 9 Los pronombres 9.4. La polivalencia funcional del se Uno de los temas más debatidos en la gramática del español es la naturaleza y funciones de la partícula se. Se han propuesto múltiples clasificaciones, pero siempre se encuentran casos que no se acomodan a las clases reconocidas, ya porque no corresponden enteramente a sus rasgos definitorios, ya porque se sitúan en el límite entre dos o más tipos. Este carácter refractario del se se debe a que, habiendo varios tipos diferenciados, existen otras tantas posibilidades de ambigüedad. Por eso resulta conveniente distinguir, en primer término, los valores básicos y luego los derivados a partir de éstos. En esta primera clasificación distinguiremos: I. casos en que el se es un pronombre personal II. casos en que el se altera la realización de la estructura argumental del predicado III. casos en que el se es un formante del lexema IV. casos en que la presencia del se está ligada a factores estilísticos Como acabamos de mencionar, sólo los pronombres de tercera persona cuentan con formas diferentes de reflexivos y oblicuos. En los primeros hay coincidencia entre las referencias del pronombre y del sujeto: (14) a. Juan i se i considera un genio. b. Silvia i se i cepilló los dientes. c. Esa mujer i quiere todo para sí i . d. Pedrito i lo k/*i trajo consigo i . Con los pronombres oblicuos, por el contrario, las referencias son necesariamente disjuntas, es decir –en términos de A. Bello– "el sujeto del verbo no se identifica con el término del complemento" (Párr. 752): Lo considera un genio, Le cepilló los dientes, Quieren todo para ella, Lo traje con ella. En los pronombres de primera y segunda persona, en cambio, la distinción no se manifiesta morfológicamente: Me serví el té /Me sirvieron el té, Te propusiste como delegada/Te propuso como delegada, Nos peinamos /Nos peinaron. Básicamente, el se se halla en construcciones pronominales. Denominaremos así a aquellas secuencias formadas por un verbo y un clítico no oblicuo que comparten los rasgos flexionales (persona y número): me miré, te levantaste, nos

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ngela Di Tullio: Manual de gramtica del espaolLa isla de la luna. Buenos Aires, 2005

Captulo 9Los pronombres

9.4. La polivalencia funcional del seUno de los temas ms debatidos en la gramtica del espaol es la naturaleza y funciones de la partcula se. Se han propuesto mltiples clasificaciones, pero siempre se encuentran casos que no se acomodan a las clases reconocidas, ya porque no corresponden enteramente a sus rasgos definitorios, ya porque se sitan en el lmite entre dos o ms tipos. Este carcter refractario del se se debe a que, habiendo varios tipos diferenciados, existen otras tantas posibilidades de ambigedad. Por eso resulta conveniente distinguir, en primer trmino, los valores bsicos y luego los derivados a partir de stos. En esta primera clasificacin distinguiremos:

I. casos en que el se es un pronombre personal

II. casos en que el se altera la realizacin de la estructura argumental del predicado

III. casos en que el se es un formante del lexemaIV. casos en que la presencia del se est ligada a factores estilsticosComo acabamos de mencionar, slo los pronombres de tercera persona cuentan con formas diferentes de reflexivos y oblicuos. En los primeros hay coincidencia entre las referencias del pronombre y del sujeto:

(14) a. Juani sei considera un genio.

b. Silviai sei cepill los dientes.

c. Esa mujeri quiere todo para si.

d. Pedritoi lok/*i trajo consigoi.Con los pronombres oblicuos, por el contrario, las referencias son necesariamente disjuntas, es decir en trminos de A. Bello "el sujeto del verbo no se identifica con el trmino del complemento" (Prr. 752): Lo considera un genio, Le cepill los dientes, Quieren todo para ella, Lo traje con ella. En los pronombres de primera y segunda persona, en cambio, la distincin no se manifiesta morfolgicamente: Me serv el t /Me sirvieron el t, Te propusiste como delegada/Te propuso como delegada, Nos peinamos /Nos peinaron.Bsicamente, el se se halla en construcciones pronominales. Denominaremos as a aquellas secuencias formadas por un verbo y un cltico no oblicuo que comparten los rasgos flexionales (persona y nmero): me mir, te levantaste, nos saludamos, se arrepintieron, se venden, se acord. No son construcciones pronominales, por lo tanto: te mir, lo levantaste, nos saludaron, lo venden.

I. Casos en que el se es un pronombre personalA. No forma parte de una construccin pronominal.Existe un nico tipo de se que no forma parte de una construccin pronominal, ya que es una mero alomorfo del cltico dativo le, pronombre oblicuo. Esta variante se halla morfolgicamente condicionada: precede a un cltico oblicuo acusativo de tercera persona:

(15) a. Juan le dio el libro a Mara /Juan se lo dio.

b. Mara les cont un cuento a los chicos / Mara se lo cont.

c. A ustedes les dedicar esta cancin / se la dedicar.

Como se advierte, no existe ninguna relacin entre el sujeto y este se; por eso, los rasgos flexionales pueden ser divergentes (15c). Para distinguirlo de todos los que analizaremos a continuacin, lo denominaremos se sustituto.

En el resto de los casos el se formar parte de una construccin pronominal.

B. Forma parte de una construccin pronominal.1. Se reflexivo: los pronombres reflexivos constituyen un argumento del verbo. Puede darse en todas las personas del paradigma pero slo tienen una realizacin diferencial en la tercera. Son obligatoriamente anafricos ya que suponen correferencialidad con el sujeto de la oracin (el referente del sujeto coincide con el del objeto). Generalmente se hallan en oraciones que denotan una accin realizada por un agente animado. Admiten el refuerzo a s mismo. Funcionan como O.D. (16a) y (16b), O.I. (16c), o dativo posesivo (16d):

(16) a. Juan se afeit.

b. Mara se cree hermosa.

c. El director del banco se otorg un crdito.

d. Juan se afeit el bigote.

2. Se recproco: cuando el sujeto es mltiple, ya sea porque es plural o por la coordinacin de dos o ms SSNN, los pronombres reflexivos admiten generalmente tambin una interpretacin recproca, que corresponde a una coordinacin de oraciones. En esta interpretacin, la referencia es cruzada: el sujeto de la primera se corresponde con el objeto de la segunda, y viceversa. El pronombre desempea las mismas funciones que en el caso anterior: O.D. (a), O.I. (b) y Dativo Posesivo (c). Las recprocas admiten el refuerzo el uno al otro, entre s o mutuamente:(17) a. Juan y Mara se miran / quieren / peinan /acarician / besan.b. Juan y Mara se desearon xitos / prometieron fidelidad eterna /se dieron las gracias.

c. Juan y Mara se miran los ojos / se acarician las mejillas / se lavan las manos.

En cada uno de estos casos existe ambigedad entre la interpretacin reflexiva (a) y la interpretacin recproca (b):

(18) a. Juan ----------------- Juan y Mara ----------------- Mara b. Juan ----------------- Mara y Mara ---------------- JuanTanto en el caso del se reflexivo como en el del recproco, su sustitucin por un pronombre oblicuo no acarrea mayor cambio que el derivado de los valores respectivos ni en el verbo ni en la oracin en su conjunto. Frente a estos casos autnticamente pronominales, tanto en un uso reflexivo propiamente dicho como en un uso recproco, hallamos otros que no cumplen con alguna de las condiciones.

El uso reflexivo y el recproco son bsicamente agentivos: suponen la existencia de un agente o de un experimentante y de un paciente o tema. Aunque, aparentemente, comparten algunas caractersticas del se reflexivo, los verbos de cambio de posicin suponen una accin en la que no puede disociarse el agente del paciente ya que no se puede hacer consigo mismo lo que se hace con otro:

(19) a. Juan levant la valija / la mano / a su hijo.

b. Juan se levant (*a s mismo).

(20) a. Juan apoy la escalera / su peso contra la pared.

b. Juan se apoy contra la pared (*a s mismo).

(21) a. Juan recost al nio / su cabeza sobre la almohada.

b. Juan se recost (*a s mismo).

Tambin favorecen la interpretacin no agentiva los verbos que indican una accin realizada por el sujeto y que le produce un dao, como en los siguientes ejemplos:

(22) a. Pablo se lastim (la mano).

b. Eduardo se clav una astilla en el dedo.

c. Felipe se torci el tobillo jugando al ftbol.

Estas oraciones son ambiguas. Hay una interpretacin, un tanto forzada, la "masoquista", reflexiva, con sujeto agentivo. En su interpretacin normal, se entiende que el sujeto actu de manera no voluntaria, es decir, que ha sufrido un dao fsico causado accidentalmente por l mismo o por otro. Esta segunda lectura no admite el refuerzo reflexivo.Igualmente ambiguas son las oraciones de significado causativo o factitivo. Adems de la interpretacin agentiva, el sujeto puede interpretarte como un instigador que delega en un agente la realizacin de la accin. De todos modos, igual que en (19), el pronombre cumple algunas de las funciones tpicas que reconocimos en los verdaderos reflexivos (acusativo en (a) y dativo en (b) y (c)), por lo que resulta conveniente incluir estos casos entre los reflexivos, ya que slo se trata de una interpretacin ligada al contexto y slo permitida por algunos verbos que denotan actividades:(23) a. Mirta se fotografi con su hijo (= hizo que la fotografiaran con su hijo)

b. Juan se construy una casa comodsima (= Juan hizo que le construyeran una casa...)

c. Mara se hizo la permanente (= Mara hizo que le hicieran la permanente)Tanto en los reflexivos como en los recprocos el pronombre cumple una funcin sintctica: O.D., O.I. o dativo posesivo; a su vez, los recprocos admiten una parfrasis mediante una coordinacin: Juan le mira los ojos a Mara y Mara se los mira a Juan. Otros verbos, en cambio, que tienen inherentemente el significado recproco, carecen de tales comportamientos. Son verbos pronominales, en los que el pronombre no cumple ninguna funcin sintctica; la parfrasis mediante la coordinacin (18b) no se realiza entre un sujeto y un O.D. u O.I., sino entre un sujeto y un complemento simtrico, como se ve en los siguientes ejemplos:

(24) a. Juan y Mara se pelearon (= Juan se pele con Mara y Mara se pele con Juan)

b. Juan y Mara se reunieron en mi oficina (= Juan se reuni con Mara y Mara se reuni con Juan en mi oficina.)

Como se advierte, el se se mantiene en las parfrasis, a diferencia de lo que ocurra con los verdaderos recprocos. Por otra parte, en (24) no se da la habitual ambigedad con la interpretacin reflexiva. Por todo ello, se consideran falsos recprocos.

Andrs Bello distingue los casos estrictamente pronominales (reflexivos y recprocos) de otras construcciones, que denomina cuasi-reflejas, "en las que la reflexividad no pasa de lo material de la forma, ni ofrece al espritu ms que una sombra dbil y oscura". En efecto, aunque en ellas aparecen las mismas formas pronominales que en 1. y 2. ya no existen las condiciones sintcticas y semnticas que las definen. La construccin pronominal denota un proceso que se realiza en el sujeto, que no es interpretado como agente. Reservaremos esta denominacin para todos los casos que se apartan de los usos reflexivos bsicos. Sin embargo, esta caracterizacin puede aplicarse a valores bastante dismiles del se, que distinguiremos a continuacin.

II. Casos en que el se absorbe algunos de los argumentos3. Se intransitivizador: la presencia de este se, el ms frecuente en espaol, afecta a la realizacin de los argumentos seleccionados por el predicado. De los dos argumentos seleccionados por el verbo, slo se proyecta sintcticamente uno, el argumento interno. El otro, el argumento externo, queda "absorbido" por el incremento pronominal. Por eso, se lo denomina se "intransitivizador". Slo es posible con verbos que denotan un cambio de estado, como los verbos ergativos o anticausativos.

Como hemos visto en el captulo 6 algunos verbos (hervir, aumentar, bajar, mejorar, empeorar, resucitar, etc.) admiten tanto una forma transitiva como otra intransitiva sin diferencias formales: la relacin que establecen con el objeto directo en la transitiva coincide con la que se da con el sujeto de la intransitiva. Ms frecuentemente, esta alternancia exige un incremento pronominal, que en la tercera persona es el se:

(25) a. Juan asust a los nios.

b. Los nios se asustaron (*con Juan).

(26) a. El calor derriti la nieve.

b. La nieve se derriti (con el calor).

(27) a. La lluvia agrav la situacin.

b. La situacin se agrav (con la lluvia).En cada uno de los pares, la forma transitiva, cuyo sujeto tiene el papel temtico de causa (agente o fuerza), alterna con la intransitiva, denominada ergativa o anticausativa: en sta desaparece el agente o la causa (sta slo puede mantenerse como elemento facultativo) y el paciente aparece en la posicin de sujeto.La alternancia se produce fundamentalmente con verbos que denotan cambios de estados (psicolgicos o fsicos). Aqu, a diferencia de las construcciones reflexivas, el proceso se presenta como no motivado externamente sino producido espontneamente; por eso pueden ser expandidos por el predicativo solo. Admiten, a menudo, la presencia de un O.I. (un dativo de inters), que se interpreta como la persona afectada por un proceso accidental pero no responsable del mismo:

(28) a. Se me quem el asado.

b. Se te rompieron los anteojos.

Como vemos, este se altera la realizacin de uno de los argumentos seleccionados por el predicado: al eliminar el argumento externo, el interno queda promocionado para ocupar la posicin de sujeto; indirectamente, pues, el verbo pierde su transitividad. Este proceso est lxicamente condicionado ya que no todos los verbos transitivos admiten esta alternancia. La rechazan, por ejemplo, los verbos que son obligatoriamente agentivos (Juan cort el pan / *El pan se cort; Osvald asesin a Kennedy / *Kennedy se asesin).En suma, la presencia del se intransitivizador incide en la realizacin sintctica de la estructura argumental bloqueando la transitividad: el paciente asciende a la posicin de sujeto y desaparece la causa. En los casos que analizaremos a continuacin tampoco se explicita el argumento agente, pero, a diferencia del anterior, en ellos el proceso supone un argumento externo. Aun cuando quede implcito, este sujeto de interpretacin arbitraria est sintcticamente activo, como lo demuestra su compatibilidad con adjuntos orientados al agente o con oraciones finales. Se trata de dos construcciones, la impersonal y la pasiva, que, aunque responden a esta caracterizacin general, se diferencian sintcticamente por el hecho de que slo la segunda cuenta con un sujeto sintctico. Se distinguen de todos los otros casos porque slo se dan en la tercera persona, es decir, no son paradigmticos.

4. Se impersonal: esta denominacin puede dar lugar a confusin ya que no se trata de una oracin impersonal en el sentido de las de verbos meteorolgicos. En realidad, supone la existencia de un argument externo por lo general, con el papel temtico de agente con los rasgos [+Humano], [Definido]. Precisamente se usa cuando la mencin del agente resulta irrelevante o inoportuna. Responde, pues, a la caracterizacin que hemos dado del sujeto arbitrario en el captulo 6. Es admitido por cualquier verbo transitivo (29a) y (29b), e intransitivo inergativo (29c). Es compatible incluso con los copulativos (29d) y con la pasiva de participio (29e). Da resultados agramaticales con los verbos inherentemente pronominales (29f) y con los inacusativos (29g):(29) a. En esta provincia se persigue el delito.

b. Se persigue a los delincuentes.

c. Aqu se trabaja demasiado.d. O se habla claro o se es cmplice.e. En esta universidad se es ofendido impunemente.f. *Se se queja de las incomodidades.g. *Se muere feliz.Puede tener un significado existencial, equivalente a "alguien" en (29b, c y e) o bien cuasi-universal: "la gente", "uno" (con exclusin del hablante) (a), (d). Este se impersonal slo se da en la tercera persona del singular. Con los verbos transitivos, en (a) es posible analizar el SN como O.D., sobre todo si no se altera el nmero del verbo cuando el SN aparece en plural; esta construccin, ms frecuente en el espaol de Amrica, es considerada incorrecta. En (b), como el O.D. es preposicional, el cambio de nmero en el sustantivo no tiene repercusiones en el verbo; estos objetos directos de persona definidos pueden pronominalizarse (Se los persigue con ahnco).

5. Se pasivo: como en toda oracin pasiva, el sujeto sintctico corresponde al argumento paciente; slo son posibles, pues, con verbos transitivos. Como en las impersonales, el se anula el carcter argumental del agente, que tambin aqu posee un significado no referencial e indefinido. Lo que las diferencia es la presencia del sujeto y la consiguiente concordancia del verbo con ste. Por eso, las pasivas se dan no slo en la tercera persona del singular sino tambin del plural.

Cuando el sujeto es un SN indeterminado o indefinido, aparece pospuesto al verbo, es decir, en la posicin tpica del objeto. En cambio, si el SN est encabezado por un determinante o un cuantificador, tambin puede aparecer antepuesto.

Los sujetos de las pasivas de se son, por lo general, sintagmas nominales no animados. Cuando designan personas (o entidades personificadas), tienen las mismas restricciones que los objetos directos sin a. Los sustantivos que denotan personas slo pueden aparecer en esta construccin cuando designan cargos o funciones, sin determinante. En los restantes casos, se usa la construccin impersonal ejemplificada en (29b). Advirtanse el contraste que se presenta en cada par de oraciones:

(30) a. Se vende un departamento de dos ambientes. / Se venden departamentos.

b. Se necesita un secretario bilinge. / Se necesitan secretarios. c. Se encontr petrleo / Se encontraron nuevos yacimientos.d. Se eligi delegado de curso. / Se nombraron nuevas autoridades.

En realidad, los primeros ejemplos de cada par admiten un doble anlisis: o bien como impersonales (en los que el SN funciona como O.D. ya que en el espaol americano admiten pronominalizacin: Se lo necesita, Se lo eligi) o como pasivas (con el SN en funcin de sujeto). En cambio, la concordancia con el verbo de los segundos requiere que se los analice como pasivas, en las que el SN funciona como sujeto. En este caso, la pronominalizacin arrojara resultados agramaticales (*Se los necesitan, *Se los nombraron). Otro factor que desambigua la construccin es el orden: cuando el sujeto est antepuesto, se trata de una pasiva (El departamento de dos ambientes se vendi ayer).Es posible tambin la ambigedad entre el se pasivo ejemplos (a) ms abajo y el se intransitivizador ergativo o causativo: ejemplos (b). El segundo no supone causacin externa, en tanto que, en la pasiva, la existencia de un agente, aunque indeterminado, se pone de manifiesto en su compatibilidad con los adjuntos finales o adverbios orientados hacia el agente:

(31) a. Se cerr la puerta (para que no entraran moscas). (=se pasivo)b. La puerta se cerr (sola). (=se intransitivizador)

(32) a. Se hundi el barco (deliberadamente) (para cobrar el seguro)

b. El barco se hundi al quedar encallado en el arrecife.

(33) a. Para este trabajo, se dobla el papel en dos.b. Se me arrug el papel.

Todos los ejemplos (a) suponen un agente, aunque implcito, como permiten reconocerlo los adjuntos o la ndole misma del verbo (doblar denota un proceso externamente causado, a diferencia de arrugar, que indica un proceso).

III. Casos en que el se es una marca lxicaEn el caso del se intransitivizador, el diccionario distingue en cada verbo dos entradas: el uso transitivo (secar, derretir, irritar) y el uso intransitivo pronominal (secarse, derretirse, irritarse). La diferencia gramatical y semntica entre ambos usos es regular y sistemtica. Los casos que se considerarn en esta seccin son diferentes: o bien el verbo contiene el se como parte del lexema verbal, sin alternancia con otra forma, o bien existen dos o ms formas homnimas que se distinguen por la presencia o ausencia de se: las diferencias entre ambas son idiosincrsicas.

6. Se diacrtico. En algunos casos la presencia del se permite distinguir la existencia de dos lexemas, uno pronominal y el otro no, claramente diferenciados no slo por su significado sino tambin por el rgimen respectivo. Comprense, en este sentido, los pares ejemplificados en (34):

(34) a. Juan se parece a su padre. / Juan parece un buen muchacho.

b. Juan se acord de las condiciones. /Juan acord las condiciones.c. Juan se neg a responder. /Juan neg el hecho.d. A Juan se le ocurren unas ideas muy originales. / Ocurri un accidente.

En muchos casos, no resulta sencillo determinar si se trata de dos lexemas diferentes o de dos variantes del mismo lexema, una pronominal y otra no, ya que ambas seleccionan el mismo nmero y tipo de argumento. Sin embargo, se diferencian por la distinta realizacin sintctica del tema. La variante pronominal selecciona un complemento de rgimen:

(35) a. Lament el error. / Se lament del error cometido.

b. La muchacha despeda a su novio. / La muchacha se despeda de su novio.c. Compadeci a sus compaeros. / Se compadeci de sus compaeros.

Estos casos tambin pueden ser incluidos dentro del se intransitivizador dado que en todos ellos encontramos el contraste entre una forma transitiva y otra intransitiva. Sin embargo, como existen sutiles diferencias semnticas entre las dos variantes, las incluimos en este grupo. Advirtase que la primera oracin de (b) permite presuponer que quien parte es el novio, en tanto que en la segunda es la muchacha. En las otras dos, en las pronominales predomina el significado de inters para el sujeto: por ello los sustantivos que se hallan en el complemento de rgimen estn ligados a la "esfera de lo personal". Si bien no constituyen lexemas netamente diferenciados como los que vimos en (34), los contrastes resultan menos previsibles que los que hallamos entre las formas transitivas e intransitivas de 3.7. Se inherente. Por ltimo, existen verbos inherentemente pronominales: el incremento pronominal se forma parte del lexema, del mismo modo que en una de las variantes del caso anterior: quejarse, arrepentirse, dignarse, aduearse, apoderarse, vanagloriarse, jactarse, regodearse, atreverse, enterarse, desperezarse, atenerse, percatarse, estremecerse, desentenderse, repatingarse, arrellanarse, emperifollarse, acicalarse, etc. Rechazan absolutamente la transitividad:(36) a. Los, empleados no se dignaron saludar al jefe. / *No lo dignaron.

b. No se han percatado an de sus derechos. / *No lo han percatado.c. No creo que se haya arrepentido de su delito. / *lo haya arrepentido.IV. Casos en que el se est condicionado por factores estilsticos8. Se estilstico: a diferencia de los casos vistos en II, en los que el se .absorbe uno de los argumentos seleccionados por el predicado, este se es una partcula facultativa que incrementa la estructura del predicado. En realidad, se trata de una variante del dativo tico, aadido por razones estilsticas enfatiza el carcter perfectivo del predicado. Est lxica y aspectualmente restringido. Con los verbos que denotan "consumicin" (fsica o intelectual), indica "un acto voraz y exhaustivo", es decir, una accin que se ha realizado en forma completa. Para que esta lectura sea posible, se requiere que el O.D. sea determinado, ya que al no estar determinado el objeto, la situacin denotada no queda delimitada. Esto significa que este valor est ligado a un significado aspectual perfectivo.

(37) a. Juan se comi (toda) la torta... / *Juan se comi torta.

b. Pedro se fum veinte cigarrillos durante el examen. / *Pedro se fum cigarrillos.

c. Mara se ley toda la novela. / *Mara se ley alguna novela.En el dialecto rioplatense, sobre todo en el cronolecto de los adolescentes, se registra una variante de este se, tambin omisible, que tiene valor cuantificacional: indica un grado extremo en que se realiza una actividad y enfatiza as, la capacidad o habilidad del agente para llevarla a cabo. A diferencia del anterior, puede darse tanto con predicados delimitados (38a) como no delimitados (38b), entre los cuales se encuentran verbos inergativos:

(38) a Juan se camina todo para conseguir trabajo (=camin muchsimo).

b. Diego se trabaj todo para que le dieran un aumento.

c. Mara se comi todo (=comi muchsimo).

La clasificacin propuesta no agota de ningn modo la complejidad de este tema, uno de los ms debatidos de la gramtica espaola. De hecho, algunos casos admiten ms de una ubicacin. As, posiblemente puedan incluirse en la clase del se estilstico los verbos que presentan una alternancia ms regular que la de los diacrticos, y que no corresponde a la transitividad como en los intransitivizadores. Se trata de pares como dormir /dormirse, en los que el contraste es fundamentalmente aspectual: dormir denota un estado que se extiende durante un determinado intervalo temporal; dormirse tiene un valor incoativo: denota el cambio y el consiguiente inicio del estado.

Tambin vinculada al aspecto es la diferencia que aporta el se en algunos pares de verbos de movimiento, como ir a / irse a. La forma pronominal supone la existencia de un origen, que puede explicitarse o quedar implcito: Se fue a su casa, se march, se cay. La forma no pronominal requiere la presencia de un complemento: *Fue, *March pero Fue a la biblioteca, March a la frontera, Cay al agua. De todos modos, como no siempre es totalmente previsible el significado de las formas pronominales, hay un franja de diferencias de orden lxico, que entran mejor en el se diacrtico. As, si comparamos Se cay el teln con Cay el teln, el primero indica una cada brusca y accidental, significado del que carece la forma no pronominal. No se trata de un condicionamiento fonolgico, como lo prueban la existencia de secuencias como le lav la ropa, le lotearon el terreno.

En el espaol de Amrica es frecuente, en casos como los de (I5b) y (15c), que el acusativo reciba la marca de plural que el se no permite manifestar, aun cuando pronominalice objetos directos singulares: se los cont, se las dedicar.

Esta construccin ha sido denominada media en la tradicin gramatical espaola: expresa un proceso espontneo que tiene su sede en el sujeto gramatical (Mara Antonia Martn Zorraquino, Las construcciones pronominales en espaol). Se dan slo en la tercera persona, excepto con los verbos que denotan cambios de estado psicolgico que aparecen en todas las personas: Me asust, No te preocupes.

Sin esta marca de funcin, la oracin resultara ambigua: Se persiguieron los delincuentes, entre una interpretacin recproca y una pasiva, pues el verbo est en plural.

Un uso anmalo de estas construcciones, particularmente frecuente en el espaol americano, se da con el verbo en singular y un objeto plural:

Se alquila departamentos.

Aqu no se vende cigarrillos.

De todos modos, esta construccin impersonal est sometida a severas restricciones derivadas del carcter del SN:

*Se alquila departamentos.

*Aqu no se vende estos cigarrillos.

De hecho, algunos gramticos denominan este caso se aspectual.

En este caso, constituye un segmento discontinuo con el adverbio todo. Mientras que en la variante perfectiva se cuantifica una entidad (el objeto directo), aqu se cuantifica el tiempo en que ocurre el acontecimiento. As, se producen ambigedades entre ambas lecturas: Se comi todo puede significar o bien que alguien comi todo lo que haba o bien que estuvo comiendo todo el tiempo.